Adaptaciones del aparato vegetativo

Concepto: son los factores que determinan las modificaciones adaptativas en las
plantas.

Órganos homólogos: similitud que resulta como consecuencia de la ancestralidad

común de un grupo de especies. Una característica constituye una homología
cuando es compartida por un conjunto de especies y por el ancestro común más
cercano.

Órganos análogos: similitud que resulta como consecuencia de la adaptación de

especies distintas a ambientes semejantes. En este caso, la evolución se
denomina convergente. Una característica constituye una analogía cuando es
compartida por un conjunto de especies pero no se observa en el ancestro común
más cercano de tosas ellas.

Factores ecológicos más importantes a los que deben adaptarse los Cormofitos
Adaptación al aprovechamiento de agua

Las plantas acuáticas han sufrido una readaptación secundaria ya que son plantas
que vuelven a colonizar medios acuáticos. Existen plantas que viven en el interior
de las aguas y que han simplificado su estructura, pero también hay plantas que
tienen una parte sumergida y otra parte aérea. La epidermis adaptada a vivir
dentro del agua no tiene cutícula o no la tiene tan potente. Las condiciones de
adaptación acuática no son tan exigente como las terrestres.

Hidrofitos: las plantas adaptadas a vivir en el agua, total o parcialmente

sumergidas, se llaman Hidrofitas. Vulgarmente se las conoce como plantas
acuáticas. Entre las que viven sumergidas puede mencionarse la cola de zorro y
las elodeas, comunes en los espejos de agua dulce. Algunas Hidrofitas poseen
hojas flotantes, como el irupé y los nenúfares, en tanto otras especies poseen
partes sumergidas y partes aéreas, como la flecha de agua.

Estas plantas pueden absorber por todo su cuerpo el agua, el anhídrido carbónico
y las sales disueltas en el agua, ya que poseen cutículas muy delgadas. La
epidermis de las plantas sumergidas carece de estomas y de pelos. Presentan
neumatóforos (raíces respiratorias) que son raíces epigeas.

Higrofitos:

Están adaptados para vivir en lugares con permanente humedad y son plantas de
sombra, que se marchitan con gran facilidad al llevarlas a ambientes mas secos.
Pertenecen a un grupo de muchas planta de los estratos bajos de las selvas
húmedas tropicales y templadas.

Estas plantas se caracterizan por poseer raíces y tejidos de conducción poco

desarrollados y tienen hojas grandes, tiernas o jugosas, con pelos vivos y,
frecuentemente, con hidatodos. La nutrición es mas completa, y da por resultado
un crecimiento rápido y exuberante, fácil de admirar en las selvas ecuatoriales y
subtropicales. Ejemplo helechos, algunas gramíneas.

Xerofitos:

Son plantas perennes capaces de soportar grandes sequias, sobre todo del suelo,
por lo menos durante cierto tiempo. Se encuentran en desiertos, estepas y
roquedales áridos. En regiones con inviernos muy fríos las plantas de las hojas
persisten tienen caracteres xeromorfos que previenen la desecación por heladas.
Están provistos de dispositivos que impiden la perdida excesiva de agua. Las
raíces suelen ser muy largas y ramificadas y esta característica les permite
explorar un gran volumen de suelo y aprovechar lluvias ligeras para abastecerse
de agua para una larga temporada. Las hojas suelen ser pequeñas, siempre
verdes, a veces coriáceas, como en el olivo, orientadas en dirección norte-sur, por
lo cual se las llama plantas brújulas. Esta orientación hace que, a mediodía,
reciban muy poca insolación, evitando así la perdida excesiva de agua.

Reducción de las hojas y formación de ramas aplanadas denominadas platiclados

o cladodios:

Platiclados: son tallos aplanados y fotosintéticos que puede tener la forma de una
hoja, como los filodios o filocladios, los cuales son ramas aplanadas y de aspecto
faliaceo, que puede llevar flores. Ejemplo espárragos o el helecho mosquito

Cladodios: son tallos planos y suculentos, típicos de muchas especies de

cactáceas, los que además de la función de fotosíntesis también están
especializados en el almacenamiento de agua. A diferencia de los filodios, estos
tallos fotosintéticos presentan crecimiento indeterminado. Ejemplo las pencas de
las tunas o en la tenia.

Espinas:

La espinescencia es muy común en las xerofitas, aunque también puede darse en

otros climas. Las espinas son ricas en tejido esclerenquimatico (Esclerénquima:
Recibe además el nombre de tejido esclerenquimático y se ubica en las partes vegetales ya
desarrolladas y que no crecerán más. Está formado por células muertas con sus paredes celulares
engrosadas con lignina. Según la forma de las células se distinguen dos tipos de esclerénquimas:
células pétreas, que son más o menos isodiamétricas, y fibras esclerenquimáticas, que son células
y consituyen
fusiformes muy alargadas. Estas últimas tienen aplicaciones en la industria textil)
una buena defensa contra los animales herbívoros. Las espinas pueden ser de
origen caulinar o foliar. En el primer caso puede probarse su origen por la
presencia de una hoja tectriz por debajo de la espina. Si tiene origen foliar se
puede hallar una yema en su axila.

Suculencia:

La suculencia es el fenómeno por el cual el cormo (Aparato vegetativo de una planta

caracterizado por poseer fibras y vasos y por estar bien diferenciado en raíz, tallo y
hojas.), o parte de el, se vuelve carnoso y acumula jugo. Es un fenómeno frecuente
en muchas familias de plantas: cactáceas, aizoaceas, crasuláceas, lilaceas,
compuestas, etcétera.
Adaptación a la temperatura: manera en que conservan las yemas durante el
periodo desfavorable las plantas leñosas como los árboles y arbustos:

Existen climas que poseen una estación seca que puede ser más o menos
prolongada, a veces combinada con un largo periodo frio, en que la vegetación
queda detenida. En estos casos, algunas plantas leñosa suelen dejar caer las
hojas en el periodo desfavorable, quedando sus yemas protegidas por pérulas.

Las yemas de los árboles y arbusto permanecen en forma de vida latente en las
épocas desfavorable, cuando llegan el periodo favorable brotan. Las yemas
pueden soportar temperaturas de hasta -25°C.

Manera en que conservan las yemas las hierbas perennes durante el periodo
desfavorable:

Las hierbas perennes suelen perder la parte epigea en épocas desfavorables y es

frecuente que posean tallos modificados, subterráneos, protegiéndose así del frio
o de la desecación. Sus yemas están apenas tapadas por la tierra, están cuando
llega el momento favorable brotan.

Órganos reservantes de las hierbas perennes

Rizomas: son tallos subterráneos, generalmente de crecimiento horizontal, que

puede ramificarse simpodial o monopodialmente.

Crecen indefinidamente, en el curso de los años mueren las partes ms viejas pero
cada año producen nuevos brotes, pueden cubrir grandes aéreas. Sus ramas
engrosadas suelen presentar entrenudos cortos, tienen catafilos incoloros y
membranáceos, raíces adventicias y yemas.

Tubérculos: son tallos engrosados, más o menos isodiametricos o poco alargados,

de crecimiento limitado, generalmente subterráneos y que acumulan sustancias de
reserva. Poseen nudos donde se encuentran yemas normales. Las raíces no
poseen nudos.

Tuberculos cualinares epigeos: tienen crecimiento limitado, pueden originarse por

fuerte engrosamiento primario o secundario del hipocotilo, o de uno o varios
entrenudos.

Tuberculos subterráneos:

Son tuberculos que crecen bajo tierra como la papa. Las yemas no son
colaterales, en cada axila hay una yema principal y las dos laterales están en las
axila de los profilos. En la papa el engrosamiento es primario , se acumula almidon
en un parénquima medular hipertrofiado y también en el cortex.
Bulbos: los bulbos son, en realidad, yemas subterráneas en las cuales se
acumulan reservas en la bases foliares y el tallo adopta la forma de un disco o
platillo con entrenudos muy cortos.

Tuberculos radicales: el sistema radical es fasciculado, las raíces son adventicias,

caulogenas, igual que las reices de batatas y madioca.

Raíces napiformes: son raíces que provienen de la radícula del embrión, que
cuando son adultas tienen la capacidad de acumular sustancias de reserva. Se
presentan como raíces axonomorfas, engrosadas total o parcialmente. Ejemplo la
zanahoria y el nabo.

Descripción, ejemplos de cada uno de los órganos reservantes y su importancia

económica.

Bulbos: son globosos, y de ellos brotan hojas en

incluso flores. Son subterráneos y el corazón del tallo
está rodeado hojas modificadas (llamadas catafilos o
escamas), suculentas, que almacenan sustancias de
reserva. Ejemplos de bulbos son la cebolla, el ajo, el
lirio y la azucena. Algunos bulbos son de gran
importancia económica ya que su comercialización es
grande por lo que son consumidos en la vida cotidiana
del ser humano, otros son malezas bastante molestas
o difíciles de erradicar. Como la lagrima de la virgen

Rizomas: su comportamiento es similar al de los

bulbos, pero es una raíz con forma de tallo modificado.
Al igual que los bulbos, los rizomas son ricos en
reservas de energía para la planta. Ejemplos de
plantas con rizomas son el jengibre, el iris y la espada
de San Jorge. Numerosas plantas cultivadas son
rizomatosas, como la caña de azúcar con 365 mil
hectáreas cultivadas y una molienda de 20 millones de
toneladas de caña, la industria azucarera es la segunda actividad de mayor
importancia económica y social del noroeste argentino. El sector genera 45 mil
puestos de trabajo directos e ingresos por $8.000 millones anuales y, de acuerdo
con las estimaciones del INTA, crecerá un 10% para 2016 y un 33% para 2020.

Tubérculos: son tallo modificado, redondeado, hipertrofiado,

que acumulan sustancias de reserva (almidón). Presentan
salientes o brotes llamados comúnmente “ojos” ( o yemas).
Los tubérculos no puede confundirse con las raíces
engrosadas o tuberiformes, ya que poseen nudos donse se
encuentran yemas normales Ejemplos: patatas, dalias y la
remolacha. La papa es el tercer cultivo en la alimentación
humana luego del arroz y del trigo” y que es una importante
fuente de carbohidratos (almidón), vitamina C, minerales y
proteínas que combinada con la leche (por ejemplo, puré)
aporta todos los aminoácidos esenciales.

Adaptaciones al aprovechamiento de la luz

Existen plantas adaptadas a vivir en ambientes de poca luz. Son las plantas de
sombra. Estos vegetales a menudo tienen hojas grandes y delgadas, con más
pigmentos (color verde intenso) para aprovechar al máximo la poca luz del
ambiente. Una planta de sombra se adapta mal al exceso de luz pues le produce
daños en las hojas (solarización) y puede llegar a producir necrosis.

Las plantas de sol están adaptadas a crecer a pleno sol sin sufrir daños. Si crece
en un ambiente sombrío se adapta transformando sus hojas más grandes y verdes
pero su crecimiento siempre será menor que en un ambiente soleado. Este menor
crecimiento se traduce en la falta de frutos o en un ciclo más corto.

Plantas trepadoras

Las plantas trepadoras son aquellas que, no pudiendo mantenerse erguidas por sí
misma, se valen de distintos recursos para ganar altura. De esta manera. Pueden
alcanzar las regiones bien iluminadas sin el gasto de materias que suponen la
elaboración de gruesos troncos. Las trepadoras elevan en poco tiempo sus hojas
por encima de la sombra de los arboles trepanando por encima de otros vegetales,
o también sobre rocas o muros, utilizando varios recursos: ganchos o aguijones,
como en el rosal o frambueso; pelos adherentes, como la maleza conocida como
pega-pega; espinas como en la santa Rita; raíces adventicias, como en la hiedra;
también hay muchas plantas que trepan por medio de zarcillos, órganos filiformes
o ramificados que tienen la capacidad de rodear los soportes y fijarse a ellos por
su intensa excitabilidad al contacto.

Epifitos:

Las plantas epifitas son aquellas que viven sobre otras plantas pero sin
parasitarlas, ya que el hospedante solo le presta soporte y puede, en ciertos
casos, vivir sobre rocas u otros objetos. Ejemplo la pajarilla y el clavel de aire.

Adaptaciones a condiciones anormales de nutrición

Teniendo en cuenta el entorno donde se encuentra la planta podría llegar a

modificar sus técnicas de nutrición buscando el equilibrio, personalizando la dieta
a cada necesidad.

Plantas de suelos salinos o halofitos:

Compensan la salinidad del suelo absorbiendo muchas sales; la concentración

salina del citoplasma supera la del suelo. Algunos disponen de glándulas
especiales para la eliminación de sal como Atriplex y Tamarix, por ello durante el
día se presentan cubiertos de un polvo gris formado por cristales de sal; por la
noche dan impresión de verdor y de estar cubiertos de rocío porque la sal en su
superficie incorpora vapor de agua atmosférico

Manglares

En los manglares las plantas han desarrollado

adaptaciones no solo a la salinidad sino a la
deficiente aireación: algunas
como Laguncularia presentan neumatóforos ,
raíces negativamente geotrópicas que crecen
fuera del agua, con lenticelas en la superficie y
un aerénquima muy desarrollado. Otras
como Rhizophora mangle para compensar la
acción mecánica a la que están sometidas por la
oscilación periódica de las mareas tienen "raíces
fúlcreas", o raíces aéreas de origen caulinar, que
en la porción aérea se comportan como
neumatóforos.
Cormofitos parcial o completamente heterótrofos:

Son pocas las auténticamente plantas heterótrofas, es decir, que son incapaces
de fabricar su propio alimento con ayuda de los rayos solares y algunas sustancias
inorgánicas como el CO2 y el H2O

Hemiparasitos:

Son plantas que pueden hacer fotosíntesis, de manera que solamente toman del
hospedante el agua y las sales minerales (sabia bruta) en cierto sentido se los
debe considerar como parcialmente parásitos.

Parásitos u holoparásitos:

Una planta parásita es la que obtiene alguna o todas las sustancias nutritivas que
necesita para su desarrollo desde otra planta.

Carecen absolutamente de clorofila, presentan una reducción más o menos fuerte

de los órganos vegetativos, las hojas se reducen a escamas amarillentas, las
raíces desaparecen en muchos casos, son reemplazadas por haustorios (raíces
parasitas) que se introducen en el hospedante estableciendo una conexión entre
los tejidos conductores del hospedante y la planta parasita.

Plantas insectívoras:

Son plantas que crecen en suelos pobres en nitrógeno o desprovistos de este

elemento y, por lo tanto, presentan adaptaciones en sus hojas para atrapar
pequeños animales (artrópodos) u aprovechar así sus proteínas, hidrolizándolas
hasta obtener el nitrógeno que falta en el suelo.