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LA RENTA PETROLERA, SU DISTRIBUCIÓN Y LAS CUENTAS NACIONALES:

EL EJEMPLO DE VENEZUELA

Por Bernard Mommer

Introducción 1
La renta minera. Generalidades 3
La renta petrolera en Venezuela 5
a) El punto de vista microeconómico 5
b) El punto de vista macroeconómico 6
c) La práctica de las cuentas nacionales venezolanas 8
d) Una comparación cuantitativa 9
e) Algunos comentarios 10
La distribución de la renta petrolera 12
a) El punto de vista microeconómico 12
b) El punto de vista macroeconómico 15
c) Los mecanismos de distribución 16
d) La práctica de las cuentas nacionales 18
La renta petrolera en la OPEP 20
Conclusiones 20

Una versión anterior de este artículo con el título "La renta petrolera, su distribución
y las cuentas nacionales: el ejemplo de Venezuela" fue publicado en los Cuadernos
del CENDES, No.5, Caracas 1986.
LA RENTA PETROLERA, SU DISTRIBUCIÓN Y LAS CUENTAS NACIONALES:
EL EJEMPLO DE VENEZUELA

Por Bernard Mommer

Introducción
La economía venezolana se caracteriza por el papel excepcional que en ella
desempeña el petróleo. Su importancia es doble, tanto cualitativa como
cuantitativamente. En lo cualitativo es preciso diferenciar entre el petróleo como
actividad productiva, la industria petrolera, y el petróleo como fuente rentística, el re-
curso natural de propiedad estatal. Más precisamente, se trata de una renta de la
tierra internacional por derivarse de la explotación internacional de un recurso
natural de propiedad nacional.1 En lo cuantitativo, la industria petrolera constituye la
primera industria del país, además de la extraordinaria contribución del petróleo
como fuente rentística al ingreso nacional.2 De allí las características peculiares del
desarrollo capitalista en Venezuela de los últimos cincuenta años, con una renta de
la tierra internacional como fuente principalísima de la acumulación nacional de
capital. Es decir, en Venezuela una categoría no propiamente capitalista y hasta
cierto punto contraria a este modo de producción desempeñó, sin embargo, un
papel central en su desarrollo, por lo que a la economía venezolana puede
caracterizarse por el término capitalismo rentístico.3
Su esencia consiste, brevemente, en lo siguiente: En condiciones capitalistas
normales la producción y distribución constituyen un sólo proceso de cooperación y
confrontación entre el trabajo y el capital, además de la tierra en el caso de la pro-

1
El desarrollo teórico del concepto de una renta de la tierra internacional y su cuantificación en el caso
del petróleo venezolano se encuentra en Bernard Mommer: "Valores internacionales y los términos
absolutos de intercambio del petróleo venezolano, 1917 - 1977" ("International Values and the
Absolute Terms of Trade of Venezuelan Oil, 1917-1977") en Guillermo Flichman, Leo Hagedoorn y
Jean Stroom (eds.): Renta del suelo y economía internacional (Rent and the International Economy),
CEDLA incidentele Publicaties 19, Amsterdam 1981. Para una exposición histórica de la contradicción
entre la propiedad territorial nacional y el capital internacional véase mi libro Die Ölfrage, Institut für In-
ternationale Angelegenheiten der Universität Hamburg, Nomos Verlagsgesellschaft Baden-Baden,
1983. (English edition, updated may, 1986: The Petroleum Question, International Research Center for
Energy and Economic Development, Boulder, Colorado, 1990; forthcoming).
2
Una cuantificación de ambos aspectos y de su desarrollo histórico desde 1920 al presente se
encuentran en Bernard Mommer: "¿Es posible un política petrolera no rentista?", ("Is a non rent oil
policy possible? "), Revista del Banco Central de Venezuela, Vol. IV, Nº 2, Caracas, 1989.
3
Bernard Mommer: "Un primer modelo de reproducción simple del capitalismo rentístico", presentada
a la Asamblea Anual de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (ASOVAC), Caracas,
octubre de 1983.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 2

ducción primaria. De ésta, sin embargo, puede observarse una tendencia histórica
de reducir su participación en el ingreso nacional a un mínimo, tendencia reforzada
por la intervención del Estado con su aparato legislativo. En el capitalismo rentístico,
en cambio, se hace presente el Estado como terrateniente nacional que busca
maximizar la renta de la tierra de un recurso natural sujeto a una explotación
internacional, fomentando luego con ella el desarrollo nacional del capitalismo. Se
hace presente así un ingreso que como tal es totalmente ajeno al proceso de
producción nacional y que, pasando por el presupuesto gubernamental, se distribu-
ye paralelamente y al margen del ingreso nacional propiamente dicho.
Es preciso entonces diferenciar analíticamente en el ingreso nacional
venezolano dos componentes, a saber, el ingreso nacional propiamente dicho, fruto
del esfuerzo productivo nacional, y la renta petrolera, un ingreso de origen externo.
Evidentemente, las leyes o reglas que rigen la distribución del primer componente
no serán las mismas que las que rigen con respecto al segundo. Mas, tomando en
cuenta la diferencia cualitativa entre ambos ingresos, es cosa cierta que la relación
que existe entre una distribución determinada del ingreso, la estructura de la
economía nacional y el proceso de acumulación será muy distinta en un caso y en el
otro.
Cabe preguntarse, además, hasta que punto el capitalismo rentístico
representa simplemente una primera etapa de desarrollo capitalista en las
condiciones específicas señaladas. Así pareciera sugerirlo la profunda crisis
económica actual de Venezuela, cuya causa última se encuentra precisamente en la
incompatibilidad, una vez alcanzado cierto nivel de desarrollo, entre capitalismo y la
continua existencia de una cuantiosa renta de la tierra aunque sea de origen
intenacional. Sin embargo, responder a esta interrogante está más allá del propósito
del presente artículo.4 Este se refiere más bien a los cincuenta años - de 1934 a
1983 - que pueden definirse, as will be seen, como el período del predominio
indiscutible del modelo señalado.

4
Pero véase Asdrúbal Baptista y Bernard Mommer: La economía política del capitalismo rentístico.
Venezuela 1920 - 1988 (The Political Economy of Rent Capitalism. Venezuela 1920 - 1988), Instituto
de Estudios Superiores de Administración (IESA), Caracas 1990 (forthcoming).
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 3

La renta minera. Generalidades


En la literatura económica moderna podemos diferenciar, con respecto a la
renta de la tierra, dos visiones: una micro- y otra macroeconómica. La primera, como
expresión teórica del capitalista individual, percibe a cualquier recurso natural de
propiedad privada como una especie de capital natural; su adquisición le costó tal o
cual suma de dinero, o bien su venta generaría tal o cual suma. En fin, forma parte
integral de su capital como cualquier otra, sea maquinaria, materia prima,
edificaciones, etc.:

Land is but one form of capital to the individual producer5

Así mismo, esta visión implica que la renta de la tierra como tal ni siquiera
existe, ya que se concibe como interés o recuperación de un capital natural
previamente existente.6
En el caso de recursos naturales que no acusan desgaste alguno, la renta
entera aparece entonces como interés; en cambio, en el caso de recursos naturales
no renovables, en particular en la minería, la regalía - como forma específica de la
renta minera - aparece como la recuperación de un capital natural preexistente,
como contrapartida de la depreciación que sufre éste con el agotamiento de la mina.
De allí que Marshall nos afirma que:

A royalty is not a rent, though often so called. For, except when mines,
quarries, etc. are practically inexhaustible, the excess of their income
over their direct outgoings has to be regarded, in part at least, as the
price got by the sale of stored-up goods - stored-up by Nature indeed,
but now treated as private property; and therefore the marginal supply
price of minerals includes a royalty in addition to the marginal expenses
of working the mine.7

Este punto de vista microeconómico, visión parcial de una realidad objetiva,


estaba consagrada durante décadas, por ejemplo, en la legislación fiscal
estadounidense. Según ésta, todo ingreso minero se beneficia - apoyándose en la

5
Alfred Marshall: Principales of Economics, Vol.I, London 1961; p.430.
6
Típicamente, en los libros de texto se encuentran aseveraciones como ésta: "Dado que la tierra y el
capital físico son difíciles de separar en la práctica y que la teoría económica es la misma,
analizaremos el capital y la tierra en el mismo capítulo". Stanley Fischer y Rüdiger Dornbusch:
Economía, McGraw-Hill, Madrid 1983; p.389.
7
Op.cit., p.438. Italics as in the original.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 4

concepción de la renta minera como una recuperación, por lo menos en parte, de un


capital preexistente y no como un ingreso neto - de a depletion allowance8 que
implica una reducción de la tasa efectiva del impuesto sobre la renta.
En cambio, desde el punto de vista macroeconómico es innegable que la
sociedad en su conjunto no paga nada para los recursos naturales, renovables o no.
Ellos no tienen costos de producción, y lo que se paga al terrateniente constituye
simplemente una transferencia de ingreso. Es desde este punto de vista que todos
los economistas que estudian concretamente la formación de los precios de los
minerales afirman todo lo contrario de Marshall; así por ejemplo Adelman:

... a ... rent or royalty is not a cost ...9

Y tajantemente concluye que:

The whole problem of rents and royalties is superfluous to the


determination of price.10

No nos interesa aquí quién tiene razón en la práctica, si la renta o regalía


constituye una parte codeterminante o no del precio - cuestión de enorme
importancia práctica en el mercado mundial del petróleo11 -, sino confrontar los dos
puntos de vista. Sea como sea, con respecto a las cuentas nacionales no puede
prevalecer sino el punto de vista macroeconómico. Por ello se encuentra allí,
lógicamente, la siguiente posición:

... We do not pay nature for accumulating large deposits of coal in the
earth. ... Coal underground is worth nothing per se ...12

Así, aunque por ejemplo en los EE.UU. se reconoce al individuo que deriva
un ingreso de la minería una partida de agotamiento, ésta no se admite para el
efecto de las cuentas nacionales. A nivel mundial podemos observar:

8
Cf. John Lichtblau and Dillard P. Spriggs: The Oil Depletion Issue, The American Petroleum Institute,
New York 1959.
9
Morris A. Adelman: "The World Petroleum Outlook", in Marion Clawson (ed.): Natural Resources and
International Development, Baltimore 1964; p.107.
10
Op.cit., p.109. Italics as in the original.
11
De hecho, la incapacidad de la teoría económica moderna de dar una respuesta a la contradicción
señalada se encuentra a la raiz misma de los fracasos espectaculares de los últimos 25 años en
pronosticar los precios futuros del petróleo. Por lo demás, esta problemática guarda una relación
estrecha y directa con la discusión marxista alrededor del concepto de renta absoluta. Véase
Mommer, The Petroleum Question, op.cit., passim.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 5

Present conventions for national accounting do not provide for a


depletion adjustment; indeed, it is specifically excluded in the United
Nations guidelines for national accounts.13

La renta petrolera en Venezuela


En la discusión acerca de la naturaleza del ingreso petrolero en Venezuela
uno se encuentra, desde luego, con los mismos dos puntos de vista ya reseñados.
Sin embargo, por causas obvias la importancia que reviste aquí esta cuestión es
mucho mayor que en los países desarrollados, donde la renta minera es esen-
cialmente un fenómeno nacional y no internacional. En este caso, debido a la
propiedad estatal nacional, es la nación que se comporta como individuo,
representado por el Estado, frente a la economía internacional. Por esta misma
razón el punto de vista microeconómico, individual, tiene que identificarse con una
posición nacionalista en cuanto a petróleo se refiere, lo que explica porque es
sostenido y compartido por prácticamente todos los economistas profesionales del
país, si bien existe una u otra excepción. En cambio, el punto de vista
macroeconómico, universal, por caracterizar la renta de la tierra como una
transferencia internacional de ingreso a favor de Venezuela, forzosamente tiene que
verse marginado políticamente, por lo que se encuentra solamente muy de vez en
cuando en uno u otro autor, y con una notable excepción se ha desarrollado con
muy poco rigor.

a) El punto de vista microeconómico


La posición marshalliana con respecto a la naturaleza de la regalía fue
sostenida en Venezuela por primera vez por parte de aquellos venezolanos que en
los años veinte y treinta se habían asegurado an overriding royalty al traspasar
concesiones. Al surgir el impuesto sobre la renta en 1943, con una tasa que en
pocos años fue elevada de manera sustancial precisamente para los ingresos de
origen minero, fueron a las Cortes para lograr una rebaja impositiva análoga a la que
existía hasta hace poco en los EE.UU., o sea, a depletion allowance que se apoyara

12
Richard y Giovanna Stone: National Income and Expenditure, London: Bowes & Bowes 1962;
p.14/5.
13
Thomas R. Stauffer: "Accounting for 'Wasting Assets': Measurements of Income and Dependency in
Oil-Rentier States", The Journal of Energy and Development, Vo.11, No.1, p.72.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 6

en la concepción de los yacimientos como capital natural.14 La Corte Suprema no


rechazó la argumentación en sí, sino la pretensión de estos venezolanos al
considerarse propietarios de los yacimientos traspasados puesto que nunca fueron
más que traficantes de concesiones.
Años más tarde la misma argumentación fue recogida por otros venezolanos,
pero ahora en nombre del Estado propietario. Puede citarse, como ejemplo, a
Salvador de la Plaza:

El royalty no es ... un canon ... de arrendamiento. El royalty es la parte


de la riqueza a la cual la nación no ha renunciado ni cedido ni
traspasado al ser otorgada la concesión; parte que por el hecho de ser
extraída y puesta en circulación, deviene capital y no renta ...15

Esta posición tenía la siguiente importancia práctica. De 1948 hasta 1958 las
compañías petroleras en Venezuela estaban sometidas a un fifty-fifty, o sea, a un
reparto igualitario de los beneficios con el Estado. Empero, con la concepción
marshalliana de la regalía ésta no debería formar parte de los beneficios a repartir,
sino contabilizarse previamente como costo - como costo de producción, para
decirlo así, del terrateniente - para proceder solamente después a un reparto fifty-
fifty. Es esta argumentación que constituyó la base ideológica del famoso decreto de
Sanabria de diciembre de 1958, con el cual se pasó de un 50:50 a algo más de un
60:40 a favor del Estado venezolano. Dicho sea de paso, la misma argumentación
fue recogida íntegramente, y con los mismos fines, por la OPEC en la Resolution
IV.33 del año 1962, donde se habla más precisamente del 'intrinsic value' del petró-
leo.
Si se fuera consecuente con este punto de vista, la renta petrolera si bien
formaría parte del gross national product, no debería formar parte, como costo de
producción, del ingreso nacional.
b) El punto de vista macroeconómico
Según este punto de vista, la renta petrolera no constituye, desde luego,
ningún costo de producción sino simplemente una transferencia de ingreso. Así, ya
en 1944, Peltzer diferenciaba entre dos componentes del ingreso petrolero:

14
Para mayores detalles véase Mommer, The Petroleum Question, op.cit., chap. 5.5.
15
Salvador de la Plaza: Desarrollo económico e industrias básicas, Caracas 1962; p.100.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 7

... los ingresos derivados de la exportación en su concepto más amplio


(Ie), ... se descomponen ... en ingresos formados directamente en las
actividades productivas dedicadas a la exportación (Iep), y en otros
que se deben también a la exportación sin exigir un sacrificio de
fuerzas productivas, como por ejemplo impuestos y regalías sobre la
explotación y exportación de hidrocarburos (Iei).16

Es este Iei que corresponde a lo que aquí se llama la renta petrolera.


Refiriéndose a ella, el mismo año 1944 José Antonio Mayobre en su tesis doctoral
afirmaba que:

La afluencia de divisas ocasionada por las explotaciones petroleras


puede asimilarse a una transferencia unilateral.17

Uno de los propósitos centrales del trabajo de Mayobre era:

... la verificación en nuestro país, durante el período de la explotación


de hidrocarburos, de los fenómenos que acompañan las transferencias
unilaterales de dinero.18

En la literatura sobre la economía internacional este tema se había discutido


ampliamente, luego de la primera guerra mundial, a raiz de los pagos de reparación
de la Alemania derrotada a los Aliados victoriosos. En el debate participaron autores
destacados como Haberler, Ohlin, Viner y Keynes, entre otros. Se llegó entonces a
la conclusión que como consecuencia de tales transferencias en el país donador el
nivel general de los precios bajaría, mientras que tendría que subir en el país
receptor. Dicho de otra manera, por esta vía se llega a la problemática de la
sobrevaluación estructural del signo monetario nacional, el bolívar. Mayobre intentó
confirmar estadísticamente esta teoría para el caso venezolano y para el período de
1920 a 1940, concluyendo positivamente que:

... el alto costo de la vida en Venezuela que constituye un fenómeno


crónico en la época a que nos referimos, encuentra su última
explicación en los pagos unilaterales ...19

Si somos consecuente con este punto de vista, lógicamente la renta petrolera


no forma parte del gross national product, pero sí del ingreso nacional. Este

16
Ernesto Peltzer: Ensayos sobre economía, Banco Central de Venezuela, Caracas 1965; p.150/1.
17
José Antonio Mayobre: Obras escogidas, Banco Central de Venezuela, Caracas 1982; p.375/6.
18
Op.cit., p.373.
19
Op.cit., p.385.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 8

resultado es exactamente contrario al que se deriva del punto de vista


microeconómico.

c) La práctica de las cuentas nacionales venezolanas


Las cuentas nacionales venezolanas son producto de un esquema general
elaborado por las Naciones Unidas. Es evidente las enormas ventajas de un
esquema único a nivel mundial. Empero, es necesario también tener presente la
desventaja que implica un esquema único el cual, en definitiva, representa un traje
hecho a la medida de los países desarrollados, cuando se aplica a casos de países
con características tan peculiares como Venezuela y, más generalmente, todos los
países petroleros o mineros.
Este esquema ni siquiera considera la existencia de la categoría renta de la
tierra lo que, sin embargo, no tiene mayores consecuencias para los países
desarrollados. En éstos no sólo la renta de la tierra en general se reduce a una
cuantía poca significativa sino, como relación de distribución esencialmente nacio-
nal, prácticamente no afecta las medidas o los indicadores globales. Por ejemplo, en
los EE.UU. la problemática en cuestión se presenta de manera siguiente. Los
productores de petróleo, los terratenientes - en los EE.UU. por regla general los
yacimientos petrolíferos son propiedad del dueño de la superficie - y los
consumidores, todos ellos son residentes del país. Entonces, si bien la renta
petrolera se contabiliza, primero, como costo de producción de los productores,
luego al aparecer como ingreso neto de los terratenientes, ésta se hace explícita
como una transferencia unilateral de los productores a los terratenientes que se
basa simplemente en un monopolio de propiedad. Sin embargo, los productores no
son sino los intermediarios de esta transferencia; quienes la costean son los
consumidores. En definitva, se trata, por lo tanto, de una transferencia unilateral de
ingreso desde los consumidores a los terratenientes. Pero, mientras que la
transferencia de los productores a los terratenientes aparece explícitamente, la
transferencia previa y correspondiente de los consumidores a los productores está
implícita, pero no explícita, en los precios del petróleo. Todo ello, las cuentas
nacionales estadounidenses lo captan perfectamente: la renta petrolera aparece
como ingreso neto de los terratenientes, mientras que del otro lado aparece el ingre-
so neto de los consumidores mermado por la suma correspondiente. Es decir, la
renta petrolera, como relación de distribución pero no de producción, es neutra con
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 9

respecto al ingreso nacional. En cuanto al gross national product petrolero que se


mide usualmente por los precios del mercado, éste, desde luego, se sobreestima en
la misma medida que la renta determina precios mayores, es decir, en la misma
medida que exista una renta absoluta;20 sin embargo, en esta misma medida se
subestima al GNP no petrolero, pues la renta absoluta implica niveles de ganancias
menores.
En Venezuela, en cambio, los consumidores son no residentes (no nos
interesa aquí aquella parte de la producción petrolera destinada al consumo interno).
Por lo tanto, al procederse en las cuentas nacionales venezolanas análogamente a
los EE.UU., si bien se capta la transferencia explícita de la industria petrolera al
Estado terrateniente, escapa la transferencia implícita en los precios del petróleo
pagados por los consumidores extranjeros. Así, si bien no hay problema con el
ingreso nacional, sí lo hay con el GNP. El GNP petrolero se infla por la renta sin que
el GNP no petrolero sufra una contracción correspondiente; esta contracción ocurre,
en este caso, más allá del territorio nacional, en las economías extranjeras
consumidoras.
Dicho de otra manera, las cuentas nacionales venezolanas no reflejan ni el
punto de vista micro- ni macroeconómico que se expusieron arriba, sino
simplemente el punto de vista macroeconómico de un país de capitalismo normal,
para llamarlo así en contraposición al capitalismo rentístico. La renta petrolera se
incluye en el ingreso nacional y en el gross national product, lo que representa una
tercera posición.

d) Una comparación cuantitativa


Hé aquí una comparación cuantitativa. Se define como renta petrolera o renta
de la tierra internacional todo el ingreso petrolero que exceda el 15% de rendimiento
del activo fijo neto de la industria petrolera nacional; es decir, se considera, algo
arbitrariamente, como surplusprofit todo lo que exceda a este porcentaje. Las tres
posiciones señaladas las identificamos con las siglas 'BCV' (Banco Central de
Venezuela), 'MICRO' y 'MACRO'. Para el año 1980 las cifras para el GNP petrolero,
no petrolero y el ingreso nacional son entonces las siguientes:

20
Este es efectivamente el caso. Véase Mommer, op.cit., chap.2.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 10

VENEZUELA: PETROLEO, PRODUCTO BRUTO E INGRESO NACIONAL


(Miles de millones de US$)

Año 1980 PTB PTB no PTB Total Ingreso


petrolero(1) petrolero nacional(2)
BCV 17.1 42.0 59.1 55.1
MICRO 17.1 42.0 59.1 41.2
MACRO 3.2 42.0 45.2 55.1

(1) Incluye gas natural y refinación.


(2) Definido como PTB menos el consumo del capital fijo.
Fuentes: Estadísticas oficiales BCV, MEM y cálculos propios.

Al basarse la contabilidad nacional en el punto de vista macroeconómico - la


línea identificada con 'MACRO' - se refleja de manera verdadera la realidad venezo-
lana como país petrolero. Solamente ella hace evidente lo que todos los
venezolanos sabían de manera intuitiva: en Venezuela se disponía entonces de un
ingreso nacional y, por ende, de una capacidad de consumo notablemente superior
a la capacidad productiva nacional, disparidad ésta saldada por una transferencia
internacional de ingreso desde el resto del mundo, o sea, la renta petrolera y, en
definitiva, por las importaciones correspondientes. A esta medida del GNP se ha
denominado el non rent GNP.21 The non rent oil GNP is merely a 18.7% of the
official oil GNP, and even the total no rent GNP is only a 76.5% of the total official
GNP; the difference is an international rent. For the same reason, whereas official
figures suggest that oil GNP represents a 28.9% of the total, it represents only a
7.1% of non rent GNP.

e) Algunos comentarios
Es interesante anotar que hace ya veinte años Maza Zavala en su libro
Venezuela una economía dependiente, desde el punto de vista que se calificó de
microeconómico y que le es propio a toda su obra llega, sin embargo, a desarrollar
el punto de vista macroeconómico expuesto, por lo menos en lo esencial y si bien

21
Para más detalles sobre este concepto y las series históricas correspondientes desde 1936 véase
Asdrúbal Baptista y Bernard Mommer: "El petróleo en las Cuentas Nacionales: una proposición" ("Oil
in the National Accounts: a Proposition"), Revista del Banco Central de Venezuela, No.2, Caracas
1986.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 11

sin desprenderse del primer punto de vista. Al discutir diferentes modelos de la


balanza de pagos internacionales de Venezuela, propone entre otros el siguiente:

El modelo número cuatro de la Balanza de Pagos descansa en la con-


sideración del carácter de no residente de la industria extractiva
exportadora y de la índole de agotabilidad del principal recurso natural
explotado para el comercio exterior. ... los ingresos obtenidos de la
actividad exportadora ... pueden ser clasificados en dos principales
categorías económcias: a) Los correspondientes a la exportación de
servicios y bienes nacionales ...; b) Los correspondientes a la
extracción de petróleo y mineral de hierro, por cuya causa el
patrimonio natural no renovable de la nación sufre un deterioro o
descenso contínuo y que se identifican con el derecho de explotación
(o regalía) y el impuesto sobre la renta. La primera categoría de in-
greso forma parte, en nuestro modelo, de los recursos corrientes del
país. La otra categoría forma parte de los recursos de financiamiento
externo ...
... al aplicar el modelo que describimos al registro de las transacciones
internacionales del país se pone de manifiesto la debilidad estructural
de la cuenta de financiamiento. Ello parece más ajustado a la realidad
de la economía venezolana, cuyo proceso de crecimiento ... ha sido
financiado con recursos propios en su casi totalidad. El concepto de
importación de recursos de financiamiento (ingreso de capital) que se
aplica en este modelo es poco habitual, ya que esos ... recursos
proceden de la explotación de la base natural de la producción de
hidrocarburos y mineral de hierro y no de una inversión directa o
préstamo del extranjero; por la percepción y uso de esos recursos el
país no aumenta su posición deudora con el exterior. El efecto es
como si estuviésemos percibiendo fondos de amortización de un
capital previamente colocado en el exterior. Para los técnicos y
analistas de Balanza de Pagos este tratamiento pudiera parecer
sofístico u obediente a prurito intelectual; pero en verdad destaca
hechos estructurales de la economía exterior de Venezuela, que
obligan a un examen más objetivo de las transacciones con el resto del
mundo y a una aplicación más adecuada de los recursos obtenidos
mediante el intercambio.22

Maza Zavala adjudica artificalmente un carácter de no residente a la industria


petrolera debido a la nacionalidad del capital, punto de vista muy generalizado para
1964. Hoy, con la nacionalización, sin embargo, se ha hecho evidente que ello no
constituye - en este contexto - el punto decisivo: el problema estriba en el carácter
externo de la renta petrolera (o del hierro) como tal, o sea, en el hecho de que los
consumidores son no residentes. Luego, fíjese como capta Maza Zavala el carácter

22
Domingo Felipe Maza Zavala: Venezuela una economía dependiente, Universidad Central de
Venezuela, Caracas 1964; pp.181-3. Italics added.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 12

externo de la renta desde su punto de vista microeconómico: "... como si


estuviésemos percibiendo fondos de amortización de un capital previamente
colocado en el exterior". Pero, evidentemente, no se colcó ningún capital ni en el
subsuelo, ni en el exterior, por lo que, desde el punto de vista macroeconómico,
tampoco es cierto que la renta petrolera pudiera calificarse como un "ingreso de
capital".
En realidad, no hay escrito alguno sobre la economía venezolana donde no
pudiera observarse siempre este mismo fenómeno, que paralelamente al GNP tal
cual como se define en nuestras cuentas nacionales, el autor maneja el concepto
del GNP no petrolero. Intuitivamente, todos los economistas venezolanos captan
que aquel GNP no refleja adecuadamente la realidad nacional, por lo que pasan a
excluir el petróleo, el elemento perturbador. Sin embargo, esta corrección ad hoc de
las cuentas nacionales merece ser precisada. No hay razón alguna para excluir la
industria petrolera como actividad productiva del GNP al analizar la economía nacio-
nal; como tal forma parte del GNP de la misma manera como la industria automotriz,
la industria de cemento o cualquier otra actividad productiva. En cambio, el petróleo
como fuente rentística, basada en la propiedad nacional de los yacimientos y no en
actividad productiva alguna, no debería incluirse en el GNP.
El GNP no rentístico, tal como se acaba de definir, sustituiría entonces aquel
GNP no petrolero para una mayor precisión práctica y teórica del análisis. Desde
luego, el concepto de GNP no petrolero siempre seguirá vigente para un análisis
sectorial, del mismo modo que se habla del GNP agrícola, manufacturero, etc.

La distribución de la renta petrolera

a) El punto de vista microeconómico


Desde este punto de vista la renta petrolera, por tratarse de la partida por
depreciación de un supuesto capital natural, íntegramente hay que invertirla, más
precisamente reinvertirla. De allí que, por definición y de antemano, el consumo de
cualquier parte de la renta está descalificado como contrasentido que no puede traer
sino consecuencias nefastas.
Pero aun aceptando este punto de vista todavía quedan dos alternativas.
Primero, que la inversión de la renta la realiza el Estado, sea directamente o
indirectamente y, segundo, que se transfiere por un mecanismo u otro al sector
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 13

privado, para que sea el empresario particular que realice la inversión correspon-
diente.
La primera alternativa ha sido teoretizada, por ejemplo, por Maza Zavala en
1971 con su "Modelo de finanzas públicas basado en una fuente de ingreso no
renovable",23 donde la renta petrolera va a parar, por completo, a un presupuesto de
inversión. Este presupuesto podría incluir gastos de educación y otros semejantes,
entendidos como formación de capital humano. Además incluiría préstamos, con
fines de inversión, al sector privado; pero hasta donde realmente se trata de
préstamos, no habría transferencia alguna de renta. Por lo tanto y en lo esencial,
desde esta perspectiva el problema de la distribución de la renta no existe.
En cuanto a la segunda alternativa, si bien ha sido de importancia práctica
mayor que la primera, sin embargo no ha generado teoretización alguna. Este hecho
notable necesita ser explicado, lo que lleva a unas consideraciones de orden
ideológico que arrojan una nueva luz sobre las dificultades de fondo que obsta-
culizan el estudio científico de la distribución de la renta petrolera en Venezuela.
Ya en la introducción se señaló que la renta de la tierra no es una categoría
propiamente capitalista. En realidad, fue la categoría dominante en la Europa
precapitalista, desplazada con las revoluciones burguesas imponiéndose como
nueva categoría dominante la ganancia capitalista. Luego, la nueva legalidad bur-
guesa iba a garantizar que la renta no volvería a tener importancia cuantitativa, si
bien era imposible eliminarla por completo. La esencia del derecho burgués es el
intercambio de equivalentes - y de éste emana la ganancia capitalista -, mientras
que la renta implica un ingreso sin equivalente alguno, simplemente fruto de un
monopolio de propiedad. Sin embargo, en el mercado mundial no existe una
legalidad y una legislación comparable con la que existe dentro de un Estado nacio-
nal; en cambio, la división internacional del trabajo, en su conformación histórica,
hizo surgir países enteros cuyo interés nacional coincide con la renta; los ejemplos
más importantes, pero no únicos, son los países petroleros. El capitalismo interna-
cional no pudo impedir que después de haber reducido la renta de la tierra en sus
países de origen a una cantidad despreciable en el transcurso del siglo XIX, vuelva a

23
Domingo Felipe Maza Zavala: Los mecanismos de la dependencia, Universidad Central de
Venezuela, Caracas 1973, pp.77 ss.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 14

surgir con fuerza y con peso muy significativo en la economía internacional en la


segunda mitad del siglo XX..
En Venezuela uno se encuentra entonces con un Estado capitalista en lo
nacional, pero rentista en lo internacional, con lo que se plantea un problema de
legitimación. Este se resuelve políticamente al declarar el yacimiento petrolífero
como capital natural y atribuir, por ende, un valor intrínseco al petróleo como tal.
Con ello se convierte la renta petrolera en un ingreso capitalista que sí tiene su
equivalente: el supuesto valor intrínseco.
Sin lugar a duda, tal posición ha sido políticamente útil al facilitar la unidad
nacional indispensable para que el enfrentamiento con el capital internacional
culminara victoriosamente con la nacionalización. Empero, el problema de
legitimación no resuelto en el origen vuelve a presentarse en el destino, y los que
sostienen la inversión de toda la renta petrolera por el Estado mismo, sea directa o
indirectamente, no hacen otra cosa sino seguir evadiéndolo. Los yacimientos
constituyen, efectivamente, una propiedad común y, en consecuencia, también la
renta petrolera. De ninguna manera es correcto calificar al Estado como propietario
de ésta, en un sentido capitalista del término, de propiedad privada; el Estado no es
nada más que su poseedor con el deber de canalizarla para los mejores fines del
sistema imperante. A éste, como sistema capitalista, le es esencial la propiedad
privada. Pero al plantearse la transferencia por lo menos de una parte de la renta a
los capitalistas, salta a la vista, de nuevo y ahora de manera ineludible, el problema
de la legitimación, la falta - por definición - del equivalente.
Con lo que uno se encuentra aquí es el awful problem de la acumulación
originaria del capital. Esta, en condiciones del capitalismo rentístico consiste en un
proceso paralelo al desarrollo capitalista, ya que la privatización de los yacimientos
mismos sería un contrasentido.24 De allí que se presenta una curiosa contradicción
entre la legitimación histórica del modo de producción capitalista y la legalidad
burguesa; así, mientras se puede observarse una práctica continua de la conversión
de una propiedad común en privada, ésta no conoce teoretización alguna. Por
ejemplo, durante el extraordinario auge rentístico de 1974 a 1983 se otorgaron en
Venezuela másivamente préstamos al sector privado. Sin embargo, de préstamos

24
Sobre el régimen de propiedad de los recursos naturales véase Mommer, The Petroleum Question,
op.cit., Introduction.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 15

nunca tuvieron más que el nombre, necesario para cumplir formalmente con la
legalidad burguesa, pues nunca se implementaron en serio - ni por parte del Ejecuti-
vo, ni por parte de la Legislativa - mecanismos que garantizaran su recuperación. En
efecto, como era de preverse, en su mayor parte no se recuperaron.25 Por otra
parte, como no hay interés de ir al fondo de la cuestión, la discusión pública se limita
a la eterna denuncia de la 'corrupción', de la supuesta 'ineficacia' del Estado, etc.,
denuncias que, desde luego, no pueden tener mayores consecuencias prácticas.

b) El punto de vista macroeconómico


La renta petrolera, como transferencia unilateral que se recibe del exterior,
constituye un ingreso neto del cual puede disponerse con toda libertad. Se puede
dedicar, en una parte, a la inversión - transfiriéndose o no previamente al sector pri-
vado -; otra parte puede destinarse al consumo. Desde luego, en condiciones
capitalistas el consumo nunca puede ser un fin en sí; siempre estará sujeto a la
meta suprema de desarrollo de las fuerzas producitivas.
Ahora, aquí se sostiene que no solamente se puede consumir una parte de la
renta, sino que ello constituye una necesidad objetiva. Dicho de otra manera, se
rechaza como científicamente equivocada la posición contraria, de aceptación
general en el país, que se debería o se podría invertir toda la renta petrolera. Si se
plantea como meta de la política económica optimizar la tasa de acumulación de
capital a largo plazo, la inversión total de la renta no constituye, de manera alguna,
una política adecuada; el óptimo se encuentra en determinada proporción entre la
inversión y el consumo de la renta.
La esencia del problema consiste, brevemente, en lo siguiente. En
condiciones de capitalismo normal a la acumulación le precede un desarrollo de las
fuerzas productivas, sin el cual no puede haber excedente acumulable; y por esta
misma razón, una vez acumulado e invertido su reproducción tampoco plantea, en
principio, problema alguno. En condiciones de capitalismo rentístico, en cambio, se
dispone de un excedente económico independientemente y al margen del desarrollo
de las fuerzas productivas nacionales. Evidentemente, disponiendo de estos
recursos es posible acelerar el desarrollo de éstas, al ampliarse el mercado por vía

25
Era usual entonces que el prestatario, debajo de la mesa, pagaba un 10% a los funcionarios con
poder de decisión. En cambio, semejante práctica nunca existió en el sector privado que sí recupera
sus préstamos!
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 16

de la distribución masiva de la renta - profundizándsoe así la división del trabajo - lo


que permite luego inversiones rentables adicionales. Por lo tanto, la renta petrolera
hay que consumirla en una parte, para hacer posible la inversión de la otra
parte.26Estas inversiones podrían denominarse inversiones consuntivas,27en el
sentido de no ser reproductivas y de necesitar de una demanda exógena
proveniente de la renta; su absorción productiva implica todo un proceso de asimi-
lación, de desarrollo de la productividad acelerado, precisamente, por el nuevo
tamaño del mercado.
Es este proceso que se ha podido observar en la práctica en Venezuela
durante décadas, aunque nunca se haya planteado como problema teórico cuál
podría ser la distribución óptima de la renta petrolera entre el consumo y la
inversión. En síntesis, en las condiciones económicas específicas de los países
petroleros la planificación del consumo es tan importante como la de la inversión
misma. Excederse en la inversión - lo que ocurrió indudablemente en la década
pasada - lleva a altas capacidades ociosas, a inversiones fallidas, definitvamente no
reproductivas y al despilfarro.

c) Los mecanismos de distribución


A la distribución de la renta petrolera le corresponde una importancia clave en
la política económica nacional, no obstante de constituir un verdadero tabú. Por ello,
se presenta a continuación brevemente los principales mecanismos de
28
distribución. Fundamentalmente, se trata de dos: la sobrevaluación del bolívar y el
bajo nivel impositivo.
La sobrevaluación del bolívar se originó en los años treinta, al devaluar en
enero de 1934 los EE.UU. el dólar, aproximadamente en un 40%. Sin embargo, el
Estado venezolano - una de las pocas excepciones en el mundo - gracias a la
abundancia de sus reservas internacionales mantuvo el contenido oro del signo
monetario nacional, con lo que el precio del dólar bajó de Bs. 5.20 a Bs. 3.09. Por

26
Ello era la verdadera base teórica de la política económica populista del primer gobierno Betancourt
(1945-1948). Véase Asdrúbal Baptista y Bernard Mommer: El petróleo en el pensamiento económico
venezolano. Un ensayo (Oil in Venezuelan Economic Thought. An Essay). Ediciones IESA, Caracas,
1987; pp.56-8.
27
Véase Asdrúbal Baptista y Bernard Mommer: "El ingreso petrolero y la capacidad de absorción de
capital: el caso de Venezuela", mimeo, Instituo de Estudios de Administración Superior (IESA),
Caracas 1985.
28
Para una detallada exposición histórica véase Bernard Mommer: "Renta petrolera y distribución del
ingreso", mimeo, Caracas 1989.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 17

esta vía se favoreció, con importaciones baratas, a toda la población. El Estado


mismo, en cambio, gastaba su presupuesto no en bienes importados, sino
esencialmente en bienes nacionales, relativamente caros: en salarios y sueldos. El
tipo de cambio del bolívar empezó entonces a desempeñar esencialmente una
función distributiva.
En cuanto a los impuestos, en vez de aumentar con el desarrollo capitalista,
se matuvieron al nivel de la Venezuela precapitalista. Los agentes económicos se
benefician así de la renta al poner el Estado a su disposición toda la infraestructura,
la educación y los servicios necesarios a un precio - los impuestos - muy por debajo
del costo.
Estos dos mecanismos son, con creces, los más importantes; y ambos
cumplen con una condición que vale bien la pena señalar: no hay transferencia
formal y, por lo tanto, la infracción a la ley de intercambio de equivalentes queda
encubierta. Las transferencias formales, como los subsidios, por ejemplo, tienen una
importancia cuantitativa menor. La discusión pública, sin embargo, se concentra en
ellas y, sobre todo, en aquellas de precaria legalidad como los préstamos
señalados, las estafas al erario público y otros semejantes - los mecanismos
'escandalosos' - que no representan más que la punta del iceberg.
En perspectiva histórica, puede observarse que el segundo mecanismo se
hizo cada vez más importante, ya que la brecha entre el nivel de impuesto
necesario, determinado por el desarrollo económico, y el nivel real se ampliaba
continuamente con lo que, por lo demás, se veían cada vez más favorecidos los
altos ingresos. En cuanto a la sobrevaluación, la tendencia era contraria. Era éste un
mecanismo de distribución muy eficiente mientras que se trataba del desarrollo del
mercado nacional. Pero una vez cumplida esta etapa, la integración productiva de la
economía venezolana en la economía mundial se veía obstaculizada por la
sobrevaluación del bolívar, lo que llevó a una primera devaluación en 1960. Luego,
con el crecimiento explosivo de la renta en los años setenta la economía venezolana
se fue ahogando en medio de una abundancia de recursos y las limitaciones del
mercado nacional, lo que condujo finalemente al derrumbe del bolívar en febrero de
1983.29

29
Dado el papel central del tipo de cambio como mecanismo de distribución en el capitalismo
rentístico venezolano, éste puede considerarse como un rasgo esencial. De allí que se definió como
período de plena vigencia y predominio del modelo los años 1934 a 1983.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 18

d) La práctica de las cuentas nacionales


Como las cuentas nacionales no toman en cuenta la particularidad de la renta
petrolera, mucho menos pueden plantearse y captar la problemática de su
distribución. La regalía aparece en las estadísticas como proveniente del 'dominio
territorial', y el llamado impuesto sobre la renta de las compañías petroleras aparece
simplemente como tal: como impuesto sobre la renta. Sin embargo, no se necesita
mucha familiaridad con la historia petrolera de Venezuela para caer en cuenta que
esta distinción corresponde exclusivamente a criterios jurídicos formales, mas no
económicos. La regalía en la legislación venezolana es de carácter contractual; en
cambio, el impuesto sobre la renta emana del poder soberano del Estado. De allí
que desde 1943 es el impuesto sobre la renta que ha servido de instrumento para
lograr los diferentes aumentos de la renta petrolera, por lo cual ya en 1946 el Minis-
tro de Fomento de entonces, Pérez Alfonzo, pudo afirmar que:

... es necesario observar que la mayor parte de los impuestos y


contribuciones que paga la industria petrolera no tienen carácter de
verdaderos impuestos recabados por el Estado de actividades
económicas de los particulares, sino que constituyen la participación
que recibe la Nación como dueña de los yacimientos petrolíferos que
explota la industria. Del total de las rentas que por estos respectos
recibe el Estado, a lo sumo un 15% pudieran considerarse como
verdaderos impuestos.30

Es precisamente para perfeccionar el papel peculiar que desempeña el


impuesto sobre la renta con respecto a la industria petrolera que a partir de 1967 se
crearon los precios de referencia fiscal o valores de exportación, con lo que el
impuesto sobre la renta se convirtió, incluso formalmente, más bien en un impuesto
por barril, o sea un excise tax.
Pero aún la diferenciación jurídico-formal que se hace en las estadísticas
oficiales entre la regalía y el impuesto sobre la renta, luego no tienen consecuencia
práctica alguna. Los dos se califican, conjuntamente, como excedente de
explotación y se suman al excedente de todas las demás actividades económicas.
Es decir, al excedente económico petrolero las cuentas nacionales lo tratan como a
cualquier otro. La renta petrolera constituye, desde luego, un excedente de
explotación, pero internacional y no nacional; dada la propiedad estatal del petróleo,

30
Juan Pablo Pérez Alfonzo: Memoria del Ministerio de Fomento de 1946, p.I.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 19

es solamente después de la apropiación nacional de esta renta que ella se dis-


tribuye o bien a favor del capital o bien a favor del trabajo asalariado, o bien se
sustrae de la distribución. Es decir, sólo entonces ha sido apropiada definitivamente.
Así, a la hora de calcularse la distribución factorial del ingreso, la renta
petrolera íntegra aparece del lado del capital, lo que evidentemente es absurdo. Sin
embargo, teniéndose presente los mecanismos de distribución de la renta existe un
método muy simple de estimar la verdadera distribución factorial del ingreso:
consiste en utilizar como proxy la distribución factorial del ingreso en el sector no
petrolero. Esta refleja, por lo visto, los resultados y efectos más importantes de
aquella distribución. Hé aquí algunas cifras:31

LA DISTRIBUCION FACTORIAL DEL INGRESO


(Porcientos)

Año 1980 Sector no Sector Economía


petrolero petrolero nacional
Rem. del trab. 64 6 46
Exc. de expl. 36 94 54
Total 100 100 100

Obsérvese que el indicador en cuestión arroja, para la economía en su


conjunto, una distribución de 46:54 en contra del trabajo, lo que en una comparación
internacional - con países de niveles semejantes de GNP por habitante -
representaría una distribución extremadamente desigual y desfavorable para el tra-
bajo. Empero, uno vez que se toma en cuenta la presencia de un renta petrolera
internacional, la imagen cambia por completa. En el sector no petrolero, la
distribución es de 64:36 a favor del trabajo, reparto éste que, en una comparación
internacional, no acusa anomalidad alguna. La supuesta desigualdad resulta
entonces por incluirse el sector petrolero, que acusa formalmente una distribución
factorial de 6:94 en contra del trabajo; pero aquí se hace una comparación

31
Asdrúbal Baptista y Bernard Mommer: "Renta petrolera y distribución factorial del ingreso", en
Bernard Mommer y Hans-Peter Nissen (eds.): ¿Adiós a la bonanza? Crisis de la distribución del
ingreso en Venezuela (¿Adiós a la bonanza? Income distribution crisis in Venezuela). ILDIS-CENDES,
Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 1989.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 20

disparatada entre una renta internacional, todavía no distribuida nacionalmente, y la


remuneración del trabajo.

La renta petrolera en la OPEP


Como la problemática que se acaba de exponer afecta a todos los países
petroleros, y dada la extraordinaria importancia cuantitativa que adquirío en la
década de los setenta, no es de extrañar que uno se encuentra con investigaciones
recientes al respecto; así, por ejemplo, el trabajo ya citado de Stauffer, realizado por
encargo del OPEC Fund for International Development y del Kuwait Fund for Arab
Economic Development. En él se refleja un punto de vista microeconómico que
coincide en lo esencial con aquél de Maza Zavala, al considerar los yacimientos
como un "geological capital"32. Pero, además, crea el concepto de "non depletable
GDP":

The "nondepletable" GDP measures the product originating in repro-


ducible factors of production, i.e. ... net of the economic rent or scarcity
rent attributable to the finitness of the mineral resource.33

Este 'nondepletable' GDP es esencialmente idéntico al non rent GDP que se


definió más arriba. Además, Stauffer crea el concepto del "oil independent GDP"34
- yo diría "rent independent GDP" -, el cual toma en cuenta el effecto multiplicador
de la renta, es decir, que una parte del GDP mide simplemente el consumo
improductivo de la misma. Es este un concepto muy importante que apunta a captar
la deformación estructural de las economías rentistas.
But obviously both terms are misnomers. Toda la problemática específica del
capitalismo rentístico no depende del hecho de que el recurso natural que sirve de
fuente rentística sea agotable o no, o si se trata de petróleo u otro mineral, sino de la
presencia de una alta renta internacional.

Conclusiones
En la literatura económica venezolana prevalece abrumadoramente, por
causas nacionalistas, un enfoque microeconómico acerca de la naturaleza de la
renta petrolera, definiéndose la misma como capital. Este enfoque fue políticamente

32
Stauffer, op.cit., p.70.
33
Op.cit., p.70.
Mommer: Renta petrolera, distribución y cuentas nacionales – 21

funcional, en el sentido de facilitar un amplio frente nacional para maximizar la renta


- etapa que se cumplió exitosamente con la nacionalziación del capital arrendatario
extranjero -, pues se obviaba así el problema de legitimación de la renta dentro del
sistema capitalista.
Sin embargo, como consecuencia de esta visión ideologizada de la renta se
dificulta e, incluso, puede hacerse imposible el análisis científico de la economía
nacional beneficiada. Este hecho se demostró al nivel más elemental: la incapacidad
de generar, por medio de las cuentas nacionales, una imagen adecuada de la
realidad económica. Más generalmente, it is noteworthy que en toda la literatura
sobre la Venezuela petrolera uno siempre se encuentra con la pesadilla de la
Venezuela postpetrolera - desde luego, nosotros diríamos postrentista -, que su-
puestamente surgería del agotamiento del recurso natural; sin embargo, constitu-
yendo el carácter agotable del petróleo un verdadero tabú, nunca se hizo aunque
sea una sola investigación - científica o no - sobre esta transición y sus posibles im-
plicaciones. Esta, desde luego, en primer lugar hubiera demostrado que el escenario
menos probable de todos era precisamente el supuesto agotamiento como fin de la
Venezuela rentista.
La Venezuela postrentista se inició así en febrero de 1983, no dentro del
contexto de una política económica más o menos articulada, sino como desastre por
la vía de los hechos, por el derrumbe de una política económica tradicional, exitosa
en su epoca, ahora agotada y caduca.35

_______

34
Op.cit., p.88.
35
Es preciso aclarar que el termino postrentista no implica la desaparición de la renta petrolera; más
por el contrario, para todo el futuro previsible ésta será cuantitativamente muy significativa, aunque
siempre relativamente menor que durante la década de los setenta. Sin embargo, ella no volverá a ser
una fuerza motriz del desarrollo, como sí lo fue en el pasado.

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