Objetivo general

- Observar como la preservación del ambiente influye en el

turismo

Objetivos específicos:
- Visitar los lugares relevantes para la ciudad
- Generar una descripción de cada lugar representativo
- Determinar la importancia de cada lugar para la cuidad y la
percepción ambiental que estos reflejan enfocados al turismo

Introducción
La preservación del ambiente es el resguardo del conjunto de recursos
naturales, sociales y culturales que coexisten en un lugar en especifico afectando
a los sujetos que se encuentran a su alrededor. Esto no solo abarca los lugares
físicos, sino que también la flora, fauna y el medio ambiente en general.

Esta característica se hace necesaria cuando el ambiente se ve afectado

por factores de degradación o cuando se busca que el ambiente siga su curso
natural sin ser afectado por variables externas a este medio. Además, puede ser
utilizada para la mantención de recursos históricos, naturales y simbólicos del
sitio.

A partir de lo anterior mencionado se puede enfocar estos postulados en

la ciudad de Arica, específicamente en los lugares relevantes para la región que
poseen gran valoración turística.

El presente trabajo tendrá como objetivo principal observar la

preservación de los lugares con contenido histórico y natural de gran relevancia
para la cuidad, y su influencia sobre el turismo. De esta manera se busca
evidenciar si estos sitios potencian o no el turismo en la región.

Para la realización de este objetivo realizaremos una visita a los siguientes

lugares: Ex aduana, Catedral San Marcos, Museo de sitio colon 10, Mercado
central, Humedal Rio Lluta, Museo San Miguel de Azapa y Santuario del picaflor.
 Posteriormente se generará una descripción de cada uno de los sitios, se
determinará la relevancia de estos para la región y la percepción ambiental que
se tiene sobre los lugares visitados enfocado al turismo.

Desarrollo
La Ex aduana fue estructurada por Gustav Eiffel, la cual consta de un
estilo neoclásico. Cada ladrillo con los cuales fueron construida en su cara no
visible tiene la marca del fabricante.

Actualmente la ex aduana es monumento nacional y casa de cultura. En

este momento se encuentra está en restauración junto con el anfiteatro que se
enfrentar en el frente de la estructura. A los alrededores de esta estructura se
encuentra la plaza colon, la cual consta de variadas áreas verdes y locomoción
colectiva cercana.

Esta estructura tiene gran importancia para la ciudad de Arica por su valor
histórico debido a que esta en el pasado conecto a Chile con Perú.

La catedral san marcos forma parte de las obras realizadas por Gustav
Eiffel al igual que la Ex Aduana. Su estilo arquitectónico corresponde a un estilo
neogótico.

Esta estructura fue realizada durante el gobierno del presidente peruano

José Balta. Además, no fue construida para cuidad de Arica, sino que para el
Balneario de Ancón en el actual Perú. Actualmente esta catedral es monumento
nacional. Además, se encuentra abierta al público todos los días y se realizan
misas y celebraciones periódicamente. Cabe destacar que dentro de esta se
encuentra la campana, la cual, es monumento nacional.

Frente a la catedral encuentra la plaza colon, la cual consta con áreas

verdes, bancas y un escenario para realizar eventos.

Esta estructura es de gran importancia para la cuidad de Arica debido a

que es lugar de encuentro no solo de los devotos, sino que también para el
público general. Además, es un signo turístico característico de la cuidad.

El humedal del rio Lluta es un sector ubicado a orillas del mar (en la
carretera “las dunas”, entre el kilometro 4 y 5). Está compuesto por lagunas y la
boca del rio Lluta. Contiene matorrales y pastizales (algunos aledaños al curso
del rio). Entre su principal vegetación encontramos “Cola de zorro” y “Cola de
caballo”. Además, esta zona guarda refugio a diversas aves, especialmente las
que son de pequeño tamaño (en el lugar habitan cerca de 125 especies).

Este lugar es de gran relevancia para la biodiversidad, ya que es una de

las pocas áreas con vegetación nativa en una ciudad con clima y paisajes
desérticos como es Arica. Por consiguiente, se busca resguardar los nidos de
las especies que residen en el Humedal, para lo cual se han constituido reglas
que regulan el acceso y el uso del lugar. Debido a lo anterior, esta zona ha sido
declarada reserva natural protegida.

Cabe destacar que en sectores de estacionamiento para vehículos se

observan carteles que informan de una manera generalizada sobre lo que es
posible encontrar en el humedal, sin embargo, estos no han sido restaurados ni
se observa que hayan obtenido una mantención reciente, debido a que se ve su
desgaste y decoloración. Además, existen zonas donde se encuentra prohibido
el acceso (en estos lugares hay carteles), pero no se observa una vigilancia
constante que regule esta prohibición y que garantice la preservación.

El museo de Azapa consta de áreas verdes del rededor de las dos

estructuras presentes, en sus jardines se encuentran distintas exposiciones de
petroglifos, como lugares de descaso momentáneo (pérgolas, asientos, bancas,
etc.)

En la primera estructura se encuentra la exposición de las culturas que

habitaron la región, como fueron sus avances en relación con el desarrollo de la
pesca, casa y recolección, sus ropajes y los instrumentos utilizados en la
creación de estos, el cambio ceremonial a través del tiempo, la multiculturalidad
generada a partir del intercambio de objetos, como de conocimientos entre las
distintas culturas, además, es posible observar los restos de momias y utensilios
de momificación.

La segunda estructura se encuentra enfocada netamente a la cultura

Chinchorro y los vestigios encontrados a partir de las excavaciones
arqueológicas. Se puede observar dentro de ésta los ropajes, accesorios, la
momificación de los cuerpos y cráneos humanos, además de una representación
sobre la realización de la pesca.

La importancia de el museo de Azapa se debe a que reúne y preserva

aspectos históricos culturales de la región, permitiendo conocer y observar de
cerca los vestigios de las distintas culturas y su avance al través del tiempo que
de otra manera no podrían haber sido expuestas.

El santuario del picaflor es una iniciativa ecológica de preservación de

la flora y fauna del Valle, enfocada especialmente en la protección del colibrí, el
cual ha sido afectado principalmente por el uso de pesticidas llegando a peligro
de extinción.

Las distintas especies de flores plantadas en este lugar, especialmente el

“cardo africano” permiten que el “picaflor ariqueño” subsista en el valle. En el
recinto es posible observar a esta especie en libertad alimentándose junto con
variadas especies de aves.

Este lugar es de gran importancia para la cuidad de Arica debido a

la preservación de la especie del “picaflor ariqueño” característico de la cuidad,
el cual es desenvuelve en un ambiente natural y permite su observación de cerca
sin afectar el entorno.

El Museo de Sitio Colón 10 se encuentra ubicado en las cercanías de El

Morro de Arica (inaugurado el año 2009), conocido como “La casa de las
momias”, ya que es uno de los sitios de mayor relevancia arqueológica y
antropológica en Chile, ya que, previamente a ser transformada en un museo,
en la casa se encontró un gran cementerio con vestigios humanos
precolombinos, de unos siete mil años de antigüedad.

La casa, transformada en museo, se encuentra en el casco histórico de la

ciudad (en las faldas del Morro) y, debido a su ubicación, se puede obtener una
gran vista a la ciudad, teniendo además la particularidad de ser un mirador. Su
construcción se remonta a fines del siglo XIX, es de estilo inglés y de material
ligero (madera y adobe). Actualmente, la administración del lugar está a cargo
de la Dirección de Departamento de arqueología y museo de la Universidad de
Tarapacá, quién se encargó de la restauración, manteniendo el estilo inglés y
utilizando materiales similares, sin dañar el terreno.

Se dice que los hallazgos podrían ser de una magnitud mucho más
impresionantes y que abarcarían gran cantidad del terreno aledaño, ya que hasta
la actualidad los hallazgos solo pertenecen al sitio del museo y debido a que se
han encontrado osamentas y vestigios en recintos cercanos, se cree que podría
tratarse de un gran cementerio indígena que aún está por descubrirse.

Como se mencionó anteriormente, el lugar se encuentra en el casco

histórico de la ciudad de Arica, por lo que las casas vecinas (algunas), aún
conservan algo de la estética de las construcciones del siglo XIX y llama
especialmente la atención el hecho de que se encuentre en ese punto de la
ciudad, lo que provocó interés por parte de la Universidad de Tarapacá, para
adquirir el sitio y así poder estudiar y exhibir al público el gran descubrimiento
arqueológico, ya que no era posible, dadas las condiciones, el hecho de trasladar
los hallazgos hacia otro lugar.

El museo de sitio se encuentra abierto al público de martes a domingo y

en él, se puede encontrar vestigios tal cual fueron encontrados, pertenecientes
a la Cultura Chinchorro.

Las visitas y la entrada al museo, debe ser cada media hora, con una
cantidad máxima de quince personas, debido a que el lugar es pequeño y se
debe abogar por su conservación. Además, el sitio requiere del pago de la
entrada (dos mil pesos adultos y mil pesos para niños), por lo que se pudo
evidenciar turistas y visitantes que optaron por no entrar debido al cobro de dicha
cantidad. No se pudo obtener un número certero del tránsito de personas por el
lugar, pero, se mantiene activo y es destino de los guías turísticos de la ciudad,
los cuales indican que la afluencia de gente es variable según la época del año.

El Mercado central de Arica guarda un incalculable valor histórico y

patrimonial. En el lugar estuvo la residencia de Don Gaspar de Oviedo, quién fue
un “cuidador” de la ciudad, que protegía la ciudad portuaria de ataques piratas.
Posteriormente, la mansión fue demolida y el lugar cedido a la orden de San
Francisco, quienes construyeron un convento en el lugar finalizado en 1714,
estos se mantuvieron en el lugar hasta el año 1868, cuando un terremoto y
posterior maremoto, destruyó gran parte del lugar y de la ciudad.

En el lugar se descubrió una red de túneles, que conectaba el convento

con otros sitios religiosos de la ciudad. Hacia el año 1868 (Cuando la ciudad
pertenecía al Perú), el presidente peruano de la época ordena reconstruir la
ciudad azotada por la catástrofe y se reconstruye el lugar, naciendo el mercado,
con materiales que pertenecieron a la ex aduana peruana de la época.

Se comenta que el mercado, en antaño, fue un lugar de especial flujo

comercial que, actualmente, se ha visto afectado desde hace ya muchos años
por la modernización. También se sabe que el mercado constaba de más de 100
locales comerciales en su interior y que, actualmente, existen 14 locales activos,
administrados por locatarios y por sus familias que se niegan a abandonar el
lugar, debido a la riqueza histórica y patrimonial del sitio.

Durante los años se ha evitado que el lugar sea derrumbado, debido a su

incalculable valor patrimonial; agregados los hallazgos subterráneos que se han
evidenciado en los intentos por reconstruir el lugar con algunas excavaciones.

El mercado continúa siendo de gran interés histórico para los ariqueños y

sus visitantes, ya que pertenece a la historia de la ciudad de Arica, al cual se le
atribuyen algunas leyendas y mitos, siendo objetivo de investigaciones,
documentales y personas propulsoras del turismo de la ciudad.

Dentro del mercado también se encuentra un pequeño paseo que explica

la historia del lugar e invita a sus visitantes a conservarlo. Sus locatarios, como
se dijo anteriormente, se niegan a deshacerse de sus recuerdos, ya que sienten
que el lugar pertenece a gran parte de sus vidas y de sus familias, siendo por
años y hasta la actualidad una fuente de ingresos, aunque han sido afectados
por la modernidad y su fuerte competencia comercial.

El lugar se encuentra en el centro de la ciudad, rodeado de pequeños

locales comerciales modernos, paseos peatonales, hoteles; y cercano a otros
sitios de interés cultural e histórico de la ciudad. Los locatarios comentan que la
afluencia de gente no es tan potente como en antaño, pero que aún pueden
mantener sus locales comerciales, por personas que tradicionalmente son
clientes desde hace años y cuya tradición de visitar el lugar para abastecerse de
alimentos y otros servicios aún se mantiene por algunos de ellos y sus familias,
además de generar interés en estudiantes que normalmente visitan el lugar para
realizar trabajos de investigación, durante las distintas épocas del año.

El conjunto de los lugares anteriormente descritos forma el patrimonio

ambiental de nuestra región, el cual constituye parte importante de nuestra
identidad local. Asimismo, es fundamental para el desarrollo del turismo. Por
consiguiente, cada uno de estos espacios busca volverse “territorio turístico”

“Específicamente un territorio turístico, según la definición que le damos,

es un espacio en (dimensión físico-locativa) el que se llevan a cabo actividades
turísticas las cuales en mayor o menor grado modifican el paisaje;…” (Pedregal,
2015)

Para volverse un territorio turístico debe haber elementos esenciales

como la presencia de individuos no residentes de la región, una estructura con
un nivel de complejidad adecuado que genere atención sobre el lugar. Además,
un punto de información que oriente al visitante sobre el lugar y actividades
relacionadas con este que potencien el turismo. Asimismo, se deben generar
normas para la preservación y el cuidado del sitio en específico, y agentes
normativos que hagan cumplir estas y proporcionen orientación sobre el lugar.

De esta manera se pudo observar que sitio tales como la Catedral San
Marcos y el Museo de Azapa constan de una estructura adecuada que ha ido
siendo restaurada a favor del turismo, que genera una percepción ambiental
positiva sobre el lugar, logrando que estos sean un buen atractivo para la cuidad.
Por otro lado, dentro de los factores que potencian estos lugares se encuentra el
fácil acceso a la catedral debido a que se ubica en un lugar céntrico, y los
indicadores que facilitan el acceso al museo, además del entorno natural que
posee y el conocimiento autodidacta dentro de las instalaciones.

Por otra parte, la Ex aduana se encuentra en un estado de restauración

hace dos años, debido a esto el acceso se ha imposibilitado para los turistas y
locales, lo cual genera una percepción ambiental desfavorable teniendo en
cuenta los retrasos que se han generado en la obra. Asimismo, tanto el Museo
colon 10 como el Mercado central carecen de una percepción ambiental
favorable debido a distintos factores. En el caso del primero, el costo elevado de
la entrada al lugar no es equivalente con lo que ofrece debido a su estructura
física (no llamativa) respecto al turismo. En caso del mercado central, no ha
habido una reestructuración acorde a la modernización de la ciudad ni una
preocupación por aumentar el comercio que implique turismo en este sitio.

Por último, tanto el Humedal como el Santuario del Picaflor presentan una
percepción ambiental que fluctúa entre lo favorable y lo desfavorable. Esto se
debe a que, por un lado, ambos sitios trasmiten la importancia de la preservación
de las especies que en estos habitan y son parte del selecto grupo que poseen
una biodiversidad en una ciudad desértica como Arica. En relación a los aspectos
desfavorables que son parte de estos sitios se encuentra el difícil acceso al
recinto del santuario del picaflor, debido a que éste no tiene indicadores en el
camino que especifiquen donde se encuentra el lugar. Por otra parte, el humedal
carece de información física especifica en el lugar, no posee estructura física
alguna para la observación de aves, ni agentes que regulen el cuidado o
informen sobre los atractivos de ésta.

Conclusión
Al finalizar el presente trabajo es posible concluir que, por una parte,
existen sitios que cumplen con la mayoría de los elementos para ser territorio
turístico de gran relevancia, debido al cuidado que se ha generado por la
preservación de los patrimonios existentes en ellos. Mientras que otros sectores
carecen de aspectos fundamentales que potencien la visita turística, ya que no
han sido explotados en su totalidad.

Por otra parte, es relevante destacar que no existe en ninguna de las

zonas turísticas actividades didácticas que sean concordantes con la zona en
específico y que llamen la atención de los visitantes.

Por último, es necesaria la ideación de un diseño ambiental con una

complejidad óptima para cada área en específico que se enfoque en las
necesidades ambientales de los ciudadanos y de los turistas, y de esta manera,
que impulse el desarrollo en la participación de los sujetos sobre éste y
viceversa.
Referencias
Pedregal, A. M. (2015). etnografia bajo un espacio turístico: Sus
procesos de configuracion. El Sauzal, 274. Obtenido de
http://www.pasosonline.org/Publicados/pasosoedita/PSEdita13.pdf