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Introducción
Profesor e Investigador de Tiempo Completo de la Licenciatura en Diseño Urbano y del
Paisaje, UASLP. Director de Investigación del Instituto de Investigación y Posgrado de la
Facultad del Hábitat, en esa misma institución. Integrante del Cuerpo Académico
“Hábitat y Sustentabilidad del Territorio”. E-correo: balvaf©gmail.com.mx
Profesor e investigador de Tiempo Completo del Instituto de Investigación y Posgrado de
la Facultad del Hábitat, y del Programa Multidisciplinario en Ciencias Ambientales, de la
Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Líder del Cuerpo Académico “Hábitat y
Sustentabilidad del Territorio”. E-correo: adrian.moreno©uaslp.mx
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Con la revolución tecnológica, la gestión del conocimiento y el uso intensivo de
las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), se ha modificado la
dinámica social, la movilidad de las personas, su integración y la forma como ellas
se conectan en la ciudad. Este cambio, entre otros, ha obligando a los gobiernos
locales a innovar en sus prácticas públicas, con dos propósitos principales:
agregar valor al ciudadano y estar mejor conectados con fines de comunicación,
información y gestión.
Paralelamente, el crecimiento desmedido y acelerado de la ciudad ha traído
consigo esquemas de ciudad discontinua y desconectadas, por ello, deben existir
mejores estrategias que permitan por un lado el desarrollo de alternativas de
conectividad, tanto física –sistema de transporte- como digital -infraestructura
para telecomunicaciones-. En este escenario caracterizado por el uso intensivo
de las TIC y la acelerada dinámica urbana, es necesario contar con indicadores
agregados, -de tercera generación- que permitan sintetizar un conjunto de
variables y tomar decisiones estratégica oportunas. Por lo anterior es pertinente la
pregunta ¿cómo se están preparando los gobiernos locales para transitar hacia
“la ciudad digital” en dónde se utiliza de manera intensiva el conocimiento y las
TIC en el territorio?
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mismo tiempo, vencer los obstáculos y deficiencias clásicas de la planeación y la
gestión urbanas en las ciudades de México.
Marco de referencia
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(1990), relacionado con la gestión empresarial y lo que definía como “sociedad
pos-capitalista”, aquella basada en la producción de riqueza en función directa
de la productividad generada por el conocimiento. Esta sociedad, la del
conocimiento, resume las transformaciones de la sociedad moderna, también las
aportaciones de Manuel Castells (2001) sobre la sociedad de la información y
sociedad red enmarcan las características para el entendimiento de este
concepto.
Las naciones más desarrolladas han experimentado revolucionarios
avances económicos e iniciado, desde años atrás, una aguda competencia por
la supremacía tecnológica mundial, en la que un factor preponderante es la
concentración de población, inversión, infraestructura, industria y servicios en las
principales metrópolis. Durante ese proceso, las empresas de alta tecnología
mantienen el patrón de concentrarse espacialmente, lo que ha acelerado la
conversión de áreas o zonas metropolitanas en regiones urbanas polinucleares o
megalópolis (Garza, 2003:323). Para fomentar las innovaciones tecnológicas y
desarrollar las regiones menos favorecidas, algunos países latinoamericanos,
como Brasil y Chile, y en menor medida México, han comenzado a incorporarse a
estas tendencias, introduciendo un cambio importante en la noción
convencional sobre lo que es una ciudad.
Se habla así, cada vez con mayor frecuencia, de ciudades inteligentes,
ciudades eficientes, ciudades digitales, urbanismo de segunda generación, entre
otros términos que ilustran las complejas relaciones entre la Sociedad del
Conocimiento, y otros procesos, algunos añejos y otros emergentes, que
comienzan a caracterizar la vida urbana: globalización e internacionalización,
multiculturalismo, uso y aprovechamiento de la información, la sociedad en red,
acceso a infraestructura moderna y digital y aprovechamiento de las tecnologías
de la información y la comunicación en la provisión de servicios y en la gestión y
administración del espacio urbano (Toffler, 1980 y 1996), véase la figura 1.
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Figura 1. Complejidad de las relaciones entre Ciudad y Sociedad del Conocimiento
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generen las condiciones para atraerlas son aquellas que registrarán un mayor
crecimiento (Ruiz D., 2004).
La generación y aplicación del conocimiento ha dado lugar a la
revolución de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) que
también ha afectado el concepto de ciudad, agregando el adjetivo digital. En la
ciudad digital se aprovecha el uso de las TIC en la provisión de servicios y en la
gestión y administración del espacio, permite también conectar a la ciudad con
otras ciudades y crear ventajas competitivas; la sociedad y el sistema económico
utilizan o adaptan los avances tecnológicos a las necesidades que surgen, sin
embargo, el nivel de utilización y los efectos varían de acuerdo con los procesos
políticos, sociales y culturales de cada ciudad (Castells, 1995).
El segundo concepto, las ciudades inteligentes o Smart Cities se utiliza
desde hace más de dos décadas para tratar los problemas de sostenibilidad que
surgían en las ciudades y que se centraban fundamentalmente en la eficiencia
energética y en la reducción de las emisiones de carbono. Más recientemente el
término se ha vinculado al papel de la infraestructura de las TIC. IDC, una de las
empresas que impulsa la innovación, el desarrollo tecnológico y las
telecomunicaciones a escala global, define una ciudad inteligente como “…una
unidad finita de una entidad local que declara y hace un esfuerzo consciente
para contar con un enfoque integral para emplear las tecnologías de la
información y la comunicación, para un análisis en tiempo real, con el objeto de
transformar su modus operandi esencial cuya finalidad radica en mejorar la
calidad de vida de la población que vive en la ciudad, garantizando un
desarrollo económico sostenible”. El último objetivo es mejorar la calidad de vida
de la población que reside en las ciudades, garantizando así un desarrollo
económico sostenible (Achaerandio et al., 2011; IDC, 2011).
Por su parte, la ciudad digital es una comunidad local que decide usar
ampliamente las TIC en los procesos propios de la ciudad, para transformar el
quehacer cotidiano de sus actores, al propiciar la sustentabilidad integral en lo
económico, político, social y ambiental y así mejorar la calidad de vida de sus
habitantes De acuerdo con Velázquez Pastrana (2007), en una ciudad digital,
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términos como e-gobierno, e-comercio o la banca electrónica son naturales, y los
ciudadanos encuentran “e-servicios” seguros, útiles, eficaces, eficientes y
convenientes, de tal forma que la misma sociedad demandaría la generación de
mayores servicios electrónicos, con lo cual se crea un círculo virtuoso.
En una ciudad digital cada uno de sus habitantes tiene una computadora
y un módem a través de cual se conecta, en esta red gran parte de las funciones
de la ciudad (especialmente las funciones relacionadas con la información e
imágenes) se desempeñan en un nivel virtual (Rozga, 2004). Una ciudad digital
crea también beneficios en términos de conectividad y solución de problemas a
nivel integral; genera un entorno para el acceso a internet, teléfonos, o kioscos de
información. La ciudad digital está soportada en líneas telefónicas, internet,
conexiones electrónicas y sobre todo la capacidad para intercambiar
información como “el ancho de banda”, el Bluetooth o el Wi-Fi.
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Uso intensivo de las TIC, como estrategia para potenciar la cobertura y
disponibilidad de los servicios,
Creación de redes de conocimiento, para generar espacios propicios para la
innovación.
Conectar a la ciudad y a sus habitantes
El contexto internacional
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multifuncionales que permiten el acceso a distintos productos y servicios:
autobuses, bibliotecas, museos, bicicletas o incluso alquiler de vehículos
eléctricos. Otras ciudades como Estocolmo en Suecia o Toulouse en Francia han
invertido en tecnologías avanzadas para facilitar la movilidad inteligente. Entre los
ejemplos más llamativos fuera de Europa destacan el famoso proyecto de
Boulder Smart City en Colorado o el Pecan Street Project de Austin Energy, en
Texas. También cabe mencionar la ciudad de Masdar en Dubai (Emiratos
ÁrabesUnidos), Singapur en Asia Pacífico, la ciudad de Kochi en India y Durban en
Sudáfrica, que con su estrategia de banda ancha y su fuerte inversión en
infraestructura está cumpliendo su objetivo de convertirse en la ciudad más
inteligente de África (IDC, 2011).
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proyectos “inteligentes” ya en funcionamiento: i) Málaga, que ha sido pionera en
el desarrollo de un proyecto de ciudad eco-eficiente, basado en la integración
óptima de fuentes de energía renovable en la red eléctrica; ii) Barcelona, que
destaca por su adopción de las TIC y las soluciones de movilidad en el transporte
urbano, con el desarrollo del proyecto LIVE (Logística per a la Implementació del
Vehicle Elèctric); iii) Santander, que ocupa la tercera posición debido a sus
significativos avances en las áreas de edificación, energía y medio ambiente, y
en particular mediante el proyecto SmartSantander, orientado al control
medioambiental y de tráfico, la eficiencia en el transporte público y la gestión de
los residuos urbanos; iv) Madrid, que destaca por su economía y base TIC y cuyas
actuaciones “inteligentes” se enmarcan en el Centro Integrado de Servicios de
Emergencia (CISEM), que moderniza y coordina todos los servicios de
emergencia, y los proyectos de movilidad urbanas asistidos por sistemas
información en tiempo real, la implementación del vehículo eléctrico y el vehículo
multiusuario o Car Sharing; y v) Donostia-San Sebastián, con un especial énfasis en
los servicios y la movilidad (IDC, 2011). El estudio hace referencia, además, a las
ciudades aspirantes para ocupar alguna de las cinco primeras plazas si sus
respectivos grupos de influencia (gobierno, industria y servicios públicos) ponen en
marcha los mecanismos adecuados. Estas diez ciudades son: Coruña, Bilbao,
Burgos, Elche, Hospitalet de Llobregat, Pamplona/Iruña, Santa Cruz de Tenerife,
Terrassa, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza (IDC, 2011).
En Latinoamérica las tres principales ciudades digitales son Sao Paulo, Brasil;
Chihuahua, México y Mérida, México; según el ranking elaborado por Motorola y
Convergencia Research, que evaluó 150 ciudades de 15 países en junio de 2009.
Para elaborar el ranking se utilizó un modelo conformado por tres dimensiones
que sintetizan más de 200 indicadores para cada ciudad. Las tres dimensiones se
refieren a: i) los actores involucrados; ii) la infraestructura, servicios, e-vinculación,
compromiso en la reducción de la brecha digital; y iii) la integración de una red o
las interacciones, transparencia y uso de tecnologías de la información de parte
de ciudadanos, empresas y otras instituciones.
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La inteligencia competitiva y los indicadores de tercera generación
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componente de gestión del conocimiento orientado a la solución de problemas y
desarrollo de oportunidades; implica además recopilar y almacenar información
de forma estratégica, requerida para el “buen” funcionamiento de la
organización (Modrego & Barge-Gil, 2007), véase la figura 2.
Figura 2. Componentes de la IC
•Agregar valor
•Creación de valor
Producción de •Innovación
conocimiento •Vigilancia tecnológica
•Prospectiva estratégica
Toma de
decisiones
•Mejorar posición
•Adecuarse al entorno
•Generar ventajas
•Bajar costos Información
•Vinculación
•Administración
•Alineación con objetivos
•Indicadores
•Sistemas de información
Fuente: Elaboración propia, con base en Alva Fuentes y Moreno Mata, 2012.
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Es la información que permite conocer la periodicidad, fuente, método y demás especificaciones en las que
fue producida la información.
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administración de la información, gestión del conocimiento y toma de decisiones
(Modrego & Barge-Gil, 2007).
Contexto nacional
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León, también despliega servicios gratuitos de Internet móvil en áreas abiertas y
públicas, como la Macro Plaza y su centro histórico, al tiempo que desarrolla
diversas opciones de trámites y servicios varios. De igual forma, el gobierno de la
Ciudad de México (GDF) en los portales electrónicos de sus delegaciones
políticas y del mismo GDF ofrece opciones para la obtención de información,
acerca del procedimiento y la realización de muchos trámites en red. De forma
similar, algunas dependencias federales, como el SAT, promueven activamente el
uso de la Internet para la gestión de pagos y servicios (Velázquez Pastrana, 2007).
En una etapa más reciente se han sumado a este proceso, las ciudades de
Chihuahua y Mérida, que como vimos poseen una posición importante en el
ranking de ciudades digitales a nivel Latinoamericano. La primera, ha llevado a
cabo este proceso de innovación tecnológica con base a sus componentes de
infraestructura y servicios, e-gobierno y teleseguridad, mientras que en el segundo
caso los aspectos más destacados de la conversión digital radican en la
modernización digital de los sectores gobierno y servicios, y en la reducción de la
brecha digital (Rodríguez, 2010).
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De igual forma, se observa una cobertura diferencial si se consideran los
diferentes tipos de penetración de las TIC’s en las ciudades que integran el
Sistema Urbano Nacional: 87 por ciento de cobertura en teléfono fijo; 75 por
ciento en internet; 75 por ciento en uso de las PC; 64 por ciento en teléfono
celular y 13 por ciento en televisión por cable (INEGI, 2009). Estos diferenciales se
manifiestan de manera más aguda al considerar los extremos a escala regional,
por entidades federativas o por ciudades principales (véase la figura 3).
2.
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El Índice de conectividad urbana en México
De acuerdo con el Índice del Desarrollo de las TIC (IDT) que presentó el informe
"Medición de la sociedad de la información", publicado por la Unión Internacional
de Telecomunicaciones (UIT) en 2009, a fines de 2008 el mundo había alcanzado
un nivel sin precedentes de acceso a las TIC: existían 4.000 millones de usuarios de
telefonía móvil, 1,675 millones de habitantes del planeta utilizan Internet, existen
1,300 millones de líneas de teléfono fijo; sin embargo, el nivel de penetración de la
banda ancha en los servicios fijo y móvil sigue siendo relativamente bajo. En el
territorio, existen importantes diferencias en cuanto al nivel de las TIC, sobre todo
entre las regiones y economías desarrolladas y en desarrollo. Según el IDT, entre
2007 y 2008 México perdió una posición, pasó del lugar 76 al 77 en un ranking de
159 países. El IDT de México (3.25) en 2008, era menos de la mitad de Suecia, país
número 1 (UIT, 2009).
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ICDU Bajo: En este grupo se encuentran 68 ciudades, entre el lugar 423 y 490
de la clasificación, la brecha entre estas ciudades es de 65%. Perote en
Veracruz tiene un ICDU de 0.91 por encima de Xoxocotla con .5552.
Figura 4. México. ICDU, cobertura de internet y costo acumulado para proveer el servicio
de Internet
Fuente: elaboración propia, con base en Alva Fuentes y Moreno Mata, 2012.
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Para 2010, existían en México 17.5 millones de viviendas particulares habitadas,
31% de ellas tiene acceso a Internet. Para lograr que 69% de las viviendas
identificadas tuvieran acceso a este servicio, que significan 12.2 millones de
viviendas, le costaría al Gobierno cerca de 4,861 millones de pesos mensuales o
58,337 mdp anuales. El costo representa 2% del presupuesto anual del gobierno
federal.
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Bajo estos antecedentes se analiza el caso de la Zona Metropolitana de
San Luis Potosí, que posee un alto potencial para convertirse en la sede de un
Sistema de Innovación Regional (Moreno Mata, 2010), que podría articular una
ciudad-región de aprendizaje con base al desarrollo de una ciudad digital, a
redes virtuales de conocimiento y de infraestructura física de comunicaciones y
telecomunicaciones. El objetivo del trabajo es presentar un panorama general
sobre el caso estudiado e identificar las fortalezas y debilidades de esta zona
metropolitana como núcleo de innovación y desarrollo tecnológico en la región
Centro-Occidente de México. En la primera parte del documento se desarrollan
algunos aspectos de naturaleza teórica y conceptual vinculados al desarrollo de
ciudades inteligentes y ciudades digitales, que constituyen la base de una
estrategia específica para impulsar ese objetivo. En el segundo apartado se
exploran los antecedentes del caso de estudio y se identifican los espacios físicos
e instituciones que podrían articularse en una estrategia de ciudad inteligente y
digital. El tercer apartado analiza algunos elementos enfocados hacia la
aplicación de un modelo y estrategia digital para la ciudad de San Luis Potosí.
Finalmente, se presentan las conclusiones generales.
Desde sus orígenes hasta inicios del siglo XXI, el crecimiento de las ciudades ha
dependido de su capacidad para evolucionar económica, social, política y
tecnológicamente, así como de la especialización productiva de cada país y, en
años recientes, de su inserción en la nueva división internacional del trabajo. En la
actualidad, existe un creciente interés por cuantificar los niveles de
competitividad de las ciudades, pues todas las naciones requieren elevar la
posición de sus urbes en esas clasificaciones para estar en posibilidades de
articularse ventajosamente dentro del proceso de mundialización de la economía
(Garza, 1999).
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los que destacan los proyectos de ciudades inteligentes y ciudades digitales. En
estos modelos, el capital que representan las ciudades se expresa en por lo
menos en 6 dimensiones: i) ambiental; ii) social; iii) humano; iv) técnico; v) político,
y vi) financiero, que integran lo que Osmont (2003) denomina la ciudad eficiente
(véase la Figura 5).
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Definir la estrategia como ciudad inteligente. Las ciudades sostenibles son los
mejores lugares para vivir y resultan menos caras de gestionar. Ciudades de todo
el mundo compiten por atraer inversiones, habitantes que incrementen su PIB, y
turistas. Cada una de ellas ha de cuidar su desarrollo sostenible de cara al futuro,
y evaluar claramente los aspectos más relevantes sobre los que debe trabajar: i)
capitalidad [explotar su capital urbana en múltiples dimensiones], ii) sostenibilidad
[impulsar durabilidad del desarrollo], iii) Nueva Económica [utilizar los instrumentos
de la Nueva Geografía Económica, la Geografía Económica Relacional, la
Economía Regional, etc.], aplicar un enfoque de urbanismo de segunda
generación, ver Figura 6.
Figura 6. Estrategia
Figura para
2. Estrategia paraimpulsar unaciudad
impulsar una ciudad inteligente:
inteligente: enfoque,
enfoque, principiosprincipios y clave
y conceptos
conceptos clave
Capitalidad Sustentabilidad
Territorio Inteligente
Nueva Economia
INTELIGENTE
Urbanismo de Segunda
Generación
Construir la ciudad inteligente. Una vez clara y validada la estrategia, hay que
transformar los objetivos en un plan de implementación cuidadosamente
diseñado que se adecúe a la estrategia y con indicadores de evaluación (Villasís
Keever y Moreno Mata, 2011). El plan de acción requerirá colaboración de
actores públicos y privados.
Innovar en servicios inteligentes. Una ciudad inteligente no es un conjunto de
tecnologías independientes que proporcionan datos e información, sino un
sistema de sistemas integrados cuyo último objetivo es mejorar la calidad de vida
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de sus habitantes y asegurar su desarrollo económico sostenible. Con este
enfoque en mente, todos los servicios, públicos y privados, deben ser reevaluados
y cuestionados para poder transformarse en servicios innovadores para los
ciudadanos.
Gestión y operaciones inteligentes. La gestión profesional de la ciudad es
necesaria para mejorar en eficiencia, medir los rendimientos y tomar decisiones
basadas en una visión realista de la ciudad, los servicios y su impacto en la
sociedad. Una gestión inteligente también implica una mejora de los procesos y
mejor organización ciudadana, un cambio que requiere un compromiso a largo
plazo.
Medición inteligente y mejora continua. La transformación en ciudad inteligente
es un camino largo. Es importante mediar y comunicar los logros intermedios.
Además, se recomienda revisar, analizar y replanificar la inteligencia de la ciudad
de forma continua (IDC, 2011). A su vez, los elementos que podrían conformar
una estrategia de ciudad inteligentes serían los que aparecen en la figura 7.
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básicos [innovación y complementariedad urbana, pensar globalmente y actuar
localmente, integración regional, desarrollo sustentable y responsabilidad social].
Para ello introducen 8 ejes estratégicos: i) Gobernanza; ii) Desarrollo Económico y
sustentable; iii) Ciudad inteligente y digital; iv) Comunidades digitales; v)
Democracias; vi) Buen gobierno; vii) Cierre de la brecha digital; y viii) Desarrollo de
Sociedad de la Información (véase la figura 3). Estos ejes se traducen en aspectos
tales como seguridad y buena transportación, salud y empleo, habitabilidad y
calidad de vida, gobierno ciudadano, medio ambiente limpio e impulso a
negocios, ciencia, tecnología y cultura, educación y turismo (ver figura 8).
La dinámica económica observada durante los últimos diez años por la Zona
Metropolitana de San Luis Potosí (ZMSLP), la ha convertido en destino de importantes
flujos de inversión nacional y extranjera en las ramas metal-mecánica, automotriz y
electrónica, en el comercio, hoteles y servicios turísticos, y en el desarrollo
inmobiliario, complementadas por el procesamiento de materias primas de origen
local, la producción agrícola y ganadera, y la producción de alimentos y bebidas,
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entre otras áreas de actividad (Moreno Mata, 2012). Esta tendencia ha cristalizado
en una reestructuración económica e industrial de la ZMSLP: sus indicadores revelan
un desempeño general positivo en los últimos quince años, convirtiéndola en una
opción atractiva, con grandes capacidades competitivas y potencial de desarrollo
económico, tecnológico y de innovación a escala regional, nacional y, en algunos
sectores más dinámicos, a escala global (Sobrino, 2010). Todo ello soportado por la
continuidad de cuantiosas inversiones de los órdenes federal, estatal y municipal y la
existencia de mano de obra altamente calificada, que a su vez han atraído al
capital privado local y foráneo, e impulsado la creación de redes y capital sociales,
una reorganización empresarial, así como el surgimiento de instancias promotoras de
innovaciones y de los procesos de transferencia de tecnología (Alva Fuentes y
Medina Rivera, 2009; Moreno Mata, 2010).
Esta tendencia favorable se explica, en gran medida, por las ventajas
competitivas y de localización que ofrece: i) estratégica localización geográfica; ii)
elevado nivel de conectividad y comunicación a escala regional, nacional e
internacional (ver Mapa 5); iii) existencia de infraestructura industrial, logística y
urbana competitiva; y iv) potencial y capacidades del capital humano de las
universidades y centros de investigación locales. Todo ello la ubica como una de las
ciudades medias con mejores perspectivas de competitividad y desarrollo
económico de la región centro-occidente de México (Moreno Mata, 2010) y la
convierte en una incipiente ciudad-región de aprendizaje, con potencial para
convertirse en un pivote del desarrollo y la innovación locales en el mediano plazo.
La entidad federativa, y en particular la ZMSLP, cuentan con diversas ventajas
competitivas y locaciones para la inversión y el desarrollo económico; comenzando
por su localización geográfica, que le otorga cercanía a 10 estados de la República
Mexicana, y la existencia de importantes redes carretera y ferroviaria, con
conexiones a los puertos y ciudades más importantes del país y de Estados Unidos de
América (los puertos de Tampico y Veracruz en el Golfo de México, y Mazatlán y
Manzanillo en el Océano Pacífico, entre otros). Esta ubicación y conectividad
territoriales, constituyen una fortaleza para aprovechar las potencialidades que
ofrece el intercambio con el mercado norteamericano, y con los países de la
cuenca del Pacífico y europeos. Además, la ZMSLP se localiza en el centroide del
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triángulo que forman las zonas metropolitanas de México, Monterrey y Guadalajara,
ubicándolo como un nodo estratégico para la inversión, con acceso a un mercado
potencial de 72.9 millones de consumidores y al 74.3 por ciento del PIB nacional, en
un radio cuyo rango va de 300 a 600 kilómetros (SEDECO, 2009), dentro del cual se
encuentran también otras ciudades de la REGCO, como Aguascalientes, León y
Querétaro (ver figura 9).
Fuente: Secretaría de Desarrollo Económico, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2009.
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sectores gobierno y empresarial. Uno de los principales objetivos del SIR-SLP consiste
en articular territorialmente instituciones clave, a partir de redes virtuales y TIC´s. La
estrategia de desarrollo del SIR consiste en la evolución hacia una economía del
conocimiento, basada en la generación de nodos locales de innovación.
La perspectiva utilizada en el proceso de gestación del SIR-SLP se conoce
como Enfoque de Sistemas de Innovación Regional (Rózga, 2012), y considera –bajo
una perspectiva evolucionista-, que el incremento en la producción de
conocimiento y las actividades de innovación depende de los vínculos entre
diferentes actores (empresas, universidades, gobierno, institutos de investigación,
entre otros) operando en una vía sistémica, lo que impulsa la creación de políticas
de desarrollo local enfocadas a la creación de competencias de los sectores locales
estratégicos en materia de innovación y aprendizaje.4
El desarrollo del SIR, considera a su vez tres esferas o actores clave
(academia, industria y gobierno), enlazados con una cuarta esfera, que
contempla las sinergias o alianzas entre las tres esferas anteriores, incluyendo el
soporte local de organizaciones que no necesariamente toman un papel activo
en los procesos de innovación y conocimiento, y un medio ambiente local que no
siempre es proclive al desarrollo de innovaciones, conocimiento y tecnología:
4 Este enfoque, dominante en la literatura sobre los SIR’s, plantea que un sistema de
innovación actúa como una herramienta de impulso al desarrollo económico endógeno de
los territorios. Se considera que este enfoque es el más apropiado para impulsar el desarrollo
de los SIR`s en un país como México (Moreno Mata, 2010), o en territorios con las
características geográficas, económicas, políticas y educativas del estado de San Luis Potosí.
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territoriales, y no solamente en sus funciones tradicionales de formación de
recursos humanos e investigación.
Luego aparece el papel o rol de los gobiernos locales, que es reconocido como
una de las mejores opciones para diseñar e implementar ciertas políticas
enfocadas al desarrollo local, ya que son instancias que conocen mejor las
necesidades y el potencial de sus propios territorios. Ello no significa que esas
políticas provengan de los más altos niveles gubernamentales pues, como hemos
visto, éstas muchas veces no aterrizan en la escala regional o local; su función
ideal es que interactúen en diferentes niveles de gobierno, diseñando políticas y
objetivos acordes a la realidad y necesidades de territorios específicos.
Finalmente, se encuentran los vínculos e interacciones (internos y externos) entre
las tres esferas anteriores.
Finalmente, un aspecto fundamental para el desarrollo de un sistema de
innovación de este tipo, consiste en las fortalezas y ventajas territoriales que
posea la sede del sistema, en este caso la ZMSLP, y que consisten en su
capacidad real y potencial, para desarrollar equipamiento e infraestructura,
tanto de carácter científico como tecnológico, incluido el desarrollo de redes
virtuales y aplicación de TIC’s a la conectividad territorial e institucional.
5 Los ejes de la estrategia son: i) identificar e involucrar líderes regionales; ii) definir
vocaciones competitivas del estado de San Luis Potosí; iii) desarrollar una visión de
conjunto; iv) promover una fuerte vinculación entre los sectores educativo, empresarial y
gubernamental, incluyendo los centros de investigación y desarrollo; v) identificar el
mercado potencial; vi) ubicar las diversas fuentes de financiamiento; vii) crear una base
de datos de oferta y demanda de servicios de ciencia, tecnología e innovación; viii)
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visión, definición de objetivos e indicadores, esquema de
vinculación/conectividad, identificación de oportunidades de innovación, y
formulación de políticas e instrumentos); y iii) 3 áreas o clusters prioritarios
(automotriz y autopartes; salud, biofarmacia y toxicología, biotecnología;
nanotecnología y materiales avanzados) (ver figura 7).
Debilidades Amenazas
No existe una “cultura de innovación” bien arraigada Crisis económico-financieras global y
No existe un parque tecnológico o distritos nacional
industriales bien desarrollados.
Cambio tecnológico acelerado
No existen clusters industriales consolidados
Se desatienden sectores tecnológicos que deben Arribo explosivo de inmigrantes desde los EUA
Incubarse Discontinuidad en las políticas territoriales,
Falta de apoyo y continuidad para financiamiento a las económicas y de impulso a I+D+i
actividades de I+D+i Estancamiento de I+D+i y “Fuga de
cerebros”
Pérdida de cohesión social y gobernabilidad
Agotamiento de los mantos acuíferos
Fuente: Elaboración propia, con base en Moreno Mata, 2010 y Moreno Mata et al., 2008.
Cabe señalar que algunos de estos factores se relacionan de manera directa con las
características de la estructura productiva local. Otros, igual de complejos, tienen
que ver más bien con amenazas provenientes del entorno global o ambiental, y en
algunos casos, con las condiciones socioeconómicas y políticas de la entidad
federativa donde se asienta la ZMSLP.
Respecto a la esfera académica, durante la última década, los
indicadores de desempeño de las instituciones de educación superior a nivel
formular proyectos estratégicos y prioritarios para el desarrollo del SIR-SLP; y ix) generar una
Guía de actividades de cooperación, vinculación y difusión (COPOCYT, 2005).
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nacional, ubican a la ZMSLP como un lugar con alto potencial de innovación
científica y tecnológica con proyección internacional. La existencia de capital
humano calificado en las principales instituciones académicas y centros de
investigación, infraestructura física de vanguardia, así como un alto desarrollo
organizacional de este sector, complementan uno de los vértices de la famosa
triple hélice del conocimiento, mencionada en el apartado inicial.
Entre las instituciones académicas con mayor reconocimiento por su
desempeño se encuentran la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), el
Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), la Universidad
Politécnica y El Colegio de San Luis (COLSAN). Los tres centros CONACYT que se
localizan en la ZMSLP, el IPICYT, el COLSAN y la Unidad de Desarrollo Tecnológico
(UDIT), amplían su disponibilidad a través de esta última, hacia otros cuatro
centros de la REGCO (CIDESI, CIATEJ, CIATEQ y CIQA), ubicados en los estados de
Querétaro y Jalisco, otorgándole al estado de San Luis Potosí una posición
relevante, después de Nuevo León, México, Jalisco y el Distrito Federal, donde se
localizan las principales instituciones académicas del país (CONACYT, 2011).
En suma, podría concluirse que la ZMSLP tiene potencial para ser considerada
como la sede de un sistema de innovación regional de alto impacto territorial.
Existen oportunidades en el entorno global y nacional, que podrían impulsar el
crecimiento de la actividad industrial y el desarrollo de innovación para satisfacer la
demanda doméstica y, eventualmente, aumentar la participación en algunos nichos
del mercado de exportación. Sin embargo, de acuerdo a lo expuesto y al análisis de
las experiencias y modelos seguidos en el desarrollo de los SIR’s, San Luis Potosí aún
está lejos de ser considerada como una auténtica ciudad-región de aprendizaje. A
fin de aprovechar mejor las oportunidades y fortalezas de la ZMSLP para que llegue a
ser más competitiva y consolide su papel como pivote de un sistema de innovación
territorial a continuación se propone una estrategia para construir una ciudad
inteligente y digital.
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carácter rural o rural-urbano, pertenecientes tanto al municipio central como a
otros municipios vecinos, que paulatinamente han quedado dentro del área de
influencia o hinterland de esta zona metropolitana. Una de las dinámicas de este
proceso de metropolización es la aparición de varios megaproyectos urbanos de
gran escala, impulsados durante las tres últimas administraciones estatales, y
claramente ubicados en el sector sur-poniente de la ciudad (Moreno Mata, 2012,
véanse las figuras 8 y 9.
Fuente: Observatorio Urbano Local de SLP, 2010. Fuente: Observatorio Urbano Local de SLP, 2010.
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los megaproyectos mencionados, su crecimiento y equipamiento han
redimensionado este sector de la ciudad, generando economías para la
construcción de infraestructura como fibra óptica o para el uso de internet que
permita ofrecer educación a distancia y telemedicina. Además, la vecindad con
espacios culturales como el Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes y las
propias instituciones de educación superior, se pueden generar servicios culturales
a distancia y recorridos virtuales. El Centro Internacional de Convenciones, así
como el Centro Cultural Bicentenario de la UASLP constituyen espacio adecuados
para que empresarios y ciudadanos aprovechen las ventajas de una posible
infraestructura y desarrollo de las telecomunicaciones, aplicadas en
videoconferencias, video presencia, o redes de trabajo a gran escala , a través
de plataformas digitales.
Además, los megaproyectos del sector surponiente concentran grandes
cantidades de población usuaria en los sectores de salud, educación, oficinas de
gobierno, recreación, negocios, entre otros, lo cual constituye un área de
oportunidad para proveer una red digital/virtual, cuyo nodo central lo constituiría
el Centro Nacional de Supercómputo del IPICYT. En el caso del cluster de medicina
de punta ubicado en la zona de estudio [Hospitales Ángeles, Lomas, Central, del
Niño y la Mujer] (véase nuevamente la figura 6), se podría disponer de
infraestructura y desarrollo de TIC, para ofrecer servicios de telemedicina y redes
de investigación en salud para la conformación de redes de conocimiento y
atención a la salud en diversas partes del territorio potosino y nacional. Ello
permitiría el intercambio de información y el acceso a internet sin costo o a bajo
costo principal activo y podría reconvertir a este sector de la ciudad en un núcleo
urbano inteligente y digital. La vinculación entre investigación, educación y
desarrollo de las TIC, convertirían a este sector surponiente en un enclave
metropolitano idóneo para el desarrollo de una Sociedad Basada en el
Conocimiento y, eventualmente, a la ZMSLP en una ciudad digital. La vecindad
geográfica entre los puntos extremos de estos megaproyectos –ubicados en un
radio cercano a los tres kilómetros-, le confiere a este proyectos de ciudad
inteligente un valor agregado derivado de la accesibilidad física, la conectividad
y el acceso a instalaciones de internet en toda esta zona, lo cual incrementaría el
32
acceso a servicios y facilitaría el desarrollo de un sector urbano digital en esta zona
metropolitana (véase la figura 10).
Figura 10. El sector surponiente de la ZMSLP y sus relaciones a partir del uso de las TICs
33
académicas y vínculos gobierno-sociedad- investigadores para el fortalecimiento
del capital humano; iv) dar un valor agregado y fortalecer el conocimiento en los
procesos educativos; v) Incrementar la participación de todos los sectores y los
actores de la sociedad en las acciones de gobierno, la solución de los problemas y
el desarrollo de la ciudad; v) Incrementar la cultura del uso de las tecnologías en
los procesos educativos, la provisión de servicios y la comunicación; vi) desarrollo
sustentable y equilibrado (Alva Fuentes, 2010). De hecho, podría esperarse un
impacto ambiental positivo derivado de esta estrategia, consistente en una
importante disminución del uso de papel y un menor uso del automóvil, que
redundaría en una baja en las emisiones contaminantes.
Conclusiones
34
ciudades digitales o inteligentes, influyen en las modalidades que adopta el
modelo de gestión y liderazgo urbano-local, en aras de implantar megaproyectos
urbanos que permitan posicionar a las administraciones municipales o
metropolitanas en la escala internacional, a partir de experiencias “exitosas”,
cuyo impacto no se constriñe a las dimensiones meramente tecnológica o
económica, sino que abarca desde el campo cultural, hasta los de la
comunicación y de las instituciones públicas, y trasciende el ámbito local, para
ubicarse en una esfera más amplia del modelo de ciudad eficiente, que
promueve, entre otros cambios culturales, sociales, económicos y tecnológicos, la
movilidad urbana, la sustentabilidad de las ciudades, los flujos tecnológicos, de
información y de “opinión pública”, y la creación de una imagen institucional de
los gobierno locales, gracias al marketing urbano.
En el caso de la zona metropolitana de San Luis Potosí, la pregunta podría
ser: ¿Cómo el gobierno enfrenta la construcción de una sociedad del
conocimiento?, aprovechando las ventajas de la ciudad, en medio de un
entorno poco alentador debido a la penetración de TIC´s que son la base para el
intercambio de información, la gestión de la investigación y su aprovechamiento,
la creación de redes o la articulación de sistemas de innovación, además de
considerar ahora al Internet como un servicio con alta necesidad social. La
evidencia apunta hacia la concentración de activos importantes para transitar
con ventaja hacia una Sociedad y Economía Basada en el Conocimiento. La
importancia de las actividades económicas de la capital del estado de San Luis
Potosí en la región centro del país, al ser líder en la industria automotriz y su
vocación turística, pueden vincularse y aprovechar el capital humano, social y
sobre todo educativo.
Las ciudades digitales aparecen como espacios que deben de ser construidos
con nuevos enfoques, lo cual obliga al replanteamiento de la habitabilidad en la
ciudad. La infraestructura, las condiciones de la vivienda, los servicios, el
equipamiento, la movilidad y hasta los espacios abiertos, el diseño urbano y la
planificación de la ciudad deben ahora tomar en cuenta nuevas consideraciones,
en las que el uso de las TICs ocupa un lugar trascendental. Sin embargo, el
planteamiento estratégico – en una ciudad digital – implica una gestión
35
participativa y un aprovechamiento de las tecnologías de la información y la
comunicación en la administración urbana, así como en el desarrollo de nuevas
habilidades sociales como la conectividad, la creación de redes o los servicios de
alto valor. La Economía o la Sociedad Basada en el Conocimiento se manifiestan
territorialmente en la ciudad moderna con elementos materiales e institucionales
que soportan las actividades urbanas digitales, el capital humano especializado, y
las áreas de innovación tecnológica. La importancia de las instituciones de
educación superior y centros de investigación como la Universidad Autónoma de
San Luis Potosí, el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica, El
Colegio de San Luis, la Unidad de Desarrollo e Innovación Tecnológica y la UPSLP
dan cuenta de ello.
En síntesis, generar ciudades inteligentes o digitales implica una forma diferente
de gestión del espacio urbano y una visión de largo plazo en los gobiernos locales.
Las ciudades digitales implican primeramente, el uso intensivo de la tecnología en
la gestión y oferta de los servicios públicos, así como una amplia red de
conectividad digital, infraestructura para el uso de las tecnologías y la
comunicación, una estrecha vinculación academia-empresa en la solución de
problemas y el incremento de la competitividad y en finalmente una nueva forma
de construcción del espacio urbano.
Es importante señalar que no existe una receta que permita la creación de
ciudades inteligentes, eficientes o digitales, ya que su impulso requiere de un
conocimiento específico de las condiciones históricas, presentes y prospectivas de
cada ciudad. Además, la aplicación de cualquier estrategia para promoverlas
exige de una cantidad considerable de recursos económicos y financieros, y del
trabajo conjunto de diversos sectores de la sociedad como son gobierno,
empresas privadas, instituciones y organizaciones sociales, entre otros. Todos
deben visualizar tanto intereses comunes, lo que implica gobernanza y gestión de
la ciudad, comprendidas en el término governance, que es la manera de ejercer
el poder en la gestión de los recursos económicos y sociales en un territorio en
desarrollo.
Finalmente, es posible afirmar que, sin duda, los conceptos y el desarrollo de
ciudades inteligentes, ciudades eficientes y de ciudades digitales, constituyen un
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reto para la planeación de las ciudades en México, en particular si se intenta
avanzar la aplicación del urbanismo de segunda generación, en el que la
aplicación de las nuevas tecnologías de la información, comunicacionales y del
transporte, entre otras, ha dado lugar a formas de socialización emergentes que es
necesario documentar. Este trabajo permitió reflexionar teóricamente, y discutir un
estudio de caso sobre el impacto, tendencias y perspectivas futuras en el
desarrollo de ciudades inteligentes en México. No obstante, se requiere lograr una
mayor conciencia sobre la importancia de la creación de ciudades inteligentes
como territorios esenciales para el desarrollo sustentable y el mejoramiento de las
condiciones de bienestar social.
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