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“Y le dijo ¿Cuál es tu nombre? Y dijo: Yaaqób.

Y dijo: No se dirá mas tu nombre Yaaqób, sino Yisraél; porque luchaste con
Elohím y con hombres, y lo conseguiste.” Bereshít 28:17
Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim

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Teshí 16 del 6018 / 24 de Noviembre 2018

1 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


Parashat # 8
Vayishlaj – – Y Envió
Lectura de la Toráh
Bereshít (Gn) 32:4-36:43
▪ Kohén (pastor) 32:4-23
▪ Leví 32:24-33:11
▪ Sh’lishi (tercero) 33:12-34:9
▪ Reví (cuarto) 34:10-27
▪ Jamishí (quinto) 34:28-35:15
▪ Shishí (sexto) 35:16-29
▪ Shevií (séptimo) 36:1-19
▪ Maftir (ultimo en leer) 36:20-43

Lectura de la Haftarah (de los Neviím)


Ovadiyáh (Abd) 1-21
Lectura de la Brit Ha Jadasháh
1 Qr 10:19-23

Parashat 8 Vayishlaj

4 Y Yaaqób envió mensajeros delante de él a Esáv su hermano, hacia la tierra de Seír, campo de
Edóm.
5 Y les mandó diciendo. Así diréis a mi señor Esáv: Así dijo tu siervo Yaaqób: Con Labán he
residido, y retrasé hasta ahora;
6 Y tengo conmigo bueyes, y asnos, y ovejas y siervos y siervas; y me envió a informarle a mi
señor, para hallar favor en tus ojos.
7 Y los mensajeros volvieron a Yaaqób, diciendo: Fuimos a tu hermano a Esáv, y también viene
a tu encuentro, y cuatrocientos hombres con él.
8 Y Yaaqób temió mucho, y él se afligió; y se apartó del pueblo que estaba con él, y las ovejas y
las vacas y los camellos por dos campamentos.
9 Y dijo: Si viene Esáv a un campamento y le golpea, los demás campamentos podrán escapar.
10 Y Yaaqób dijo: El Eloheí de mi padre Abraham, y el Eloheí de mi padre Yitzjaq, Yahweh, me
dijo: Vuelve a tu tierra y al lugar de tu nacimiento, y haré bien contigo;
11 yo soy el menor de todas las bondades y de toda la verdad que hiciste a tu siervo; porque con
mi cayado crucé este Yardén, y ahora estoy por dos campamentos.
12 Líbrame ahora de la mano de mi hermano Esáv, porque yo le temo; no sea que venga y me
hiera la madre con los hijos.

2 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


13 Y tú dijiste: Ciertamente haré bien contigo, y pondré a tu descendencia como la arena del mar,
que serán innumerables por la multitud.
14 Y se detuvo allí aquella noche, y tomó de lo que le vino en su mano un presente para Esáv su
hermano:
15 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
16 treinta camellos con las crías y sus hijos, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez
borricos.
17 Y lo puso en mano de sus siervos, aparte manada por manada; y dijo a sus siervos: Crucen
delante, y pongan espacio entre manada y manada.
18 Y mandó al primero, diciendo: Cuando te encuentres a Esáv mi hermano, y te pregunte,
diciendo: ¿De quién eres? ¿Y a dónde vas? ¿Y de quien son estos delante de ti?
19 Y dirás: De tu siervo Yaaqób, es el presente que envía mi señor a Esáv; y he aquí, el viene
también detrás de nosotros.
20 Y mandó también al segundo, también al tercero, también todos los que marchan detrás de mí,
diciendo: Conforme a esta palabra hablareis a Esáv, cuando se encuentren con él.
21 Y diréis también: He aquí, tu siervo Yaaqób viene detrás de nosotros. Porque dijo: Cubriré su
rostro con presente, vayan delante, y después de ello veré su rostro; quizá levante mi rostro.
22 Y pasó, el presente por delante de él; y él se detuvo aquella noche en el campamento.
23 Y él se levantó en la noche, y tomó a sus dos esposas, y a sus dos siervas, y a sus once niños, y
cruzó el vado de Yabóq.
24 Los tomó, y pasaron el arroyo y cruzó lo que él tenía.
25 Y se quedó Yaaqób solo; y luchó un hombre con él hasta el amanecer.
26 Y vio que no podía con él, y tocó con la palma su muslo, y descoyuntó con la palma el muslo
de Yaaqób cuando lucho con él.
27 Y dijo: Suéltame, porque amanece. Y dijo: No te dejaré, sino me bendices.
28 Y le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y dijo: Yaaqób.
29 Y dijo: No se dirá más tu nombre Yaaqób, sino Yisraél; porque persististe con Elohím y con
los hombres, y lo conseguiste.
30 Y Yaaqób pregunto, y dijo: Manifiéstame tu nombre ahora. Y dijo: ¿Por qué me preguntas por
mi nombre? Y allí le bendijo.
31 Y Yaaqób llamó el nombre de aquel lugar, Peniél; porque: Vi a Elohím cara a cara, y libró mi
aliento.
32 Y se levantó cuando el sol pasó con *Penuél, y el cojeaba por su muslo. *Nota: El nombre
Penuél se encuentra 8 veces y Peniél solo una vez
33 Por tanto no comen los hijos de Yisraél, del tendón ciático, por haber puesto la palma en el
muslo hasta este momento, porque tocó con la palma el muslo de Yaaqób en el tendón del nervio
ciático.
33 1 Y Yaaqób levantó sus ojos, y vio, y he aquí Esáv venía, y cuatrocientos hombres con él; y
apartó a los niños de Leáh y de Rajél y de las dos siervas.
2 Y puso las siervas y sus niños primeros, y a Leáh y sus niños, segundos y a Rajél y a Yoséf
últimos.
3 Y él pasó delante de ellos y se inclinó hacia la tierra siete veces, hasta que llego a su hermano.
4 Y corrió Esáv a su encuentro y le abrazó, y cayó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
5 Y alzó sus ojos y vio a las esposas y a los niños, y dijo. ¿Quién son estos de ti? Y dijo. Los
niños que Elohím le dio a tu siervo.
3 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim
6 Y he aquí, vinieron las siervas, y sus niños, y se inclinaron.
7 Y vino también Leáh y sus niños, y se inclinaron; y después vino Yoséf y Rajél, y se inclinaron.
8 Y dijo: ¿Qué tienes contigo con todos estos campamentos que me encontré? Y dijo: Para hallar
favor a ojos de mi señor.
9 Y Esáv dijo: Hermano mío, tengo conmigo abundancia; sea para ti lo que es tuyo.
10 Y Yaaqób dijo: No, te ruego; sí ahora he hallado favor en tus ojos, toma mi presente de mi
mano, puesto que he visto tu rostro como vi el rostro de Elohím, y me aceptaste.
11 Toma ahora, mi bendición que he traído para ti, porque me concedió Elohím, y pues tengo
conmigo todo. Y le insistió, y lo tomó.
12 Y dijo: Pongámonos en marcha, y caminemos; y caminaré delante de ti.
13 Y le dijo: Mi señor, conoce que los niños están tiernos, y tengo conmigo las ovejas y las vacas
recién paridas; y se fatigan en una jornada y morirán todas las ovejas.
14 Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo guiaré suavemente a pie el trabajo que está
delante de mí, y a pie los niños, hasta que llegue a mi señor hasta Seír.
15 Y Esáv dijo: Dejaré ahora contigo del pueblo que está conmigo. Y dijo: ¿Para que esto? Halle
favor en los ojos de mi señor.
16 Y Esáv volvió en aquel momento por su camino hacia Seír.
17 Y Yaaqób marchó hacia Sukót, y edificó para él una casa, y para su ganado hizo una sukót;
por tanto llamó el nombre del lugar Sukót.
18 Y vino Yaaqób completo a la ciudad de Shekém, que está en la tierra de Kenáan, cuando él
venía desde Padán Aram; y acampó delante de la ciudad.
19 Y compró allí la parte del campo, donde extendió su tienda, de mano de los hijos de Jamór
padre de Shekém, por cien Qesitáh.
20 Y erigió allí un Mizbéaj, y le llamó El Eloheí de Yisraél.
34 1 Y salió Dináh hija de Leáh, la que dio a luz a Yaaqób, a ver a las hijas de la tierra.
2 Y Shekém el hijo de Jamór de los Jiví, príncipe de la tierra la vio, y la tomó, y se acostó con
ella, y la deshonró.
3 Y su aliento se apegó a Dináh hija de Yaaqób, y amó a la joven, y habló cerca del corazón de la
joven.
4 Y Shekém dijo a Jamór su padre, diciendo. Toma para mí a esta joven por esposa.
5 Y Yaaqób oyó que a Dináh su hija le amancilló; y sus hijos estaban con su ganado en el campo,
y Yaaqób guardo silencio hasta que vinieron.
6 Y salió Jamór padre de Shekém a Yaaqób, para hablar con él.
7 Y los hijos de Yaaqób vinieron del campo cuando oyeron; y los hombres estuvieron afligidos, y
ellos se enojaron mucho, por la infamia que hizo con Yisraél acostándose con la hija de Yaaqób,
y así no se debe hacer.
8 Y Jamór les habló, diciendo: Shekém mi hijo, su aliento se ha apegado a vuestra hija; denle
para él por favor a ella por esposa.
9 Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas para nosotros, y nuestras hijas tomen para
vosotros.
10 Y residan con nosotros, y la tierra estará delante de vosotros; residan y comerciad en ella, y
tomen posesión en ella.
11 Y dijo Shekém a su padre y a sus hermanos: Halle favor a vuestros ojos, y daré lo que me
dijeres.

4 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


12 Aumenten para mi mucha dote y le daré presentes, según lo que me dijeres; y den para mí a la
joven por esposa.
13 Y respondieron los hijos de Yaaqób a Shekém y a Jamór su padre con engaño, y hablaron
porque amancilló a Dináh su hermana.
14 Y les dijeron: No podemos hacer esta cosa, dar a nuestra hermana a un hombre que tenga
prepucio, porque es un insulto para nosotros.
15 Pero esto convendremos con vosotros: Si hacéis como nosotros, circuncidando de vosotros a
todos los hombres.
16 Y daremos a nuestras hijas a vosotros, y de vuestras hijas tomaremos para nosotros; y
residiremos con vosotros, y seremos un pueblo.
17 Y si no nos oyereis para circuncidaros, tomaremos a nuestra hija y marcharemos.
18 Y les pareció bien las palabras a ojos de Jamór, y a ojos de Shekém hijo de Jamór.
19 Y no se demoro el joven por hacer lo dicho, porque deseaba a la hija de Yaaqób; y el era
honrado por toda la casa de su padre.
20 Y vinieron a Jamór y a Shekém su hijo a la puerta de su ciudad, y hablaron a los hombres de
su ciudad, diciendo:
21 Estos hombres ellos son pacíficos con nosotros, y permanecerán en la tierra, y comerciaremos
en ella; y la tierra he aquí, es espaciosa en la manos delante de ellos; a las hijas de ellos
tomaremos para nosotros por esposas, y nuestras hijas daremos para ellos.
22 Pero en esto convendrán con nosotros los hombres para permanecer con nosotros, para que
seamos un pueblo: Debe ser circuncidado todo hombre, como ellos son circuncidados.
23 El ganado de ellos, y sus posesiones y todo sus animales; ¿Acaso no es para nosotros lo de
ellos? Solo convengamos con ellos, y permanezcan con nosotros.
24 Y obedecieron a Jamór y a Shekém su hijo todos los que salían a la puerta de su ciudad, y
circuncidaron a todo hombre, todos los que salían a la puerta de su ciudad.
25 Y sucedió que a la tercera jornada, cuando ellos estaban con dolores, dos hijos de Yaaqób:
Shimón y Leví, hermanos de Dináh, tomaron hombres con sus espadas, y vinieron en contra de la
ciudad desprevenida, y mataron a todos los hombres.
26 Y a Jamór y a Shekém su hijo mataron a filo de espada; y tomaron a Dináh de casa de
Shekém, y salieron.
27 Los hijos de Yaaqób vinieron sobre los muertos, y saquearon la ciudad, porque envilecieron a
su hermana.
28 Tomaron sus ovejas y a sus vacas y a los asnos de ellos, y a lo que había en la ciudad y lo que
estaba en el campo,
29 y toda su riqueza; y llevaron cautivas a todas sus familias y sus esposas, y saquearon todo lo
que tenían en casa.
30 Y dijo Yaaqób a Shimón y a Leví: Me perturbaron haciéndome aborrecible con los moradores
de la tierra, a los Kenaaní y a los Prizí; y yo tengo pocos hombres, y se reunirán contra mí y me
atacarán, y me destruirán a mí y a mi casa.
31 Y dijeron: ¿Acaso como una prostituta haría a nuestra hermana?
35 1 Y Elohím dijo a Yaaqób: Levántese, sube a Beit El, y reside allí; y haz allí un mizbéaj al
Elohím que se dejo ver cuando tú huías de la presencia de tu hermano Esáv.
2 Y Yaaqób dijo a su casa y a todos los que estaban con él: Aparten a los eloheí extranjeros que
están en medio de vosotros, y purificados, y muden vuestros vestidos.

5 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


3 Y levantémonos, y subamos a Beit El; y haré allí un mizbéaj a Elohím que me respondió en el
momento de mi aflicción, y estuvo conmigo por el camino en que he caminado.
4 Y dieron a Yaaqób todo eloheí extranjero que estaba en sus manos, y los zarcillos que tenían en
las orejas de ellos; y Yaaqób los escondió debajo de la encina que estaba junto a Shekém.
5 Y se pusieron en marcha, y hubo terror de Elohím sobre las ciudades que había alrededor de
ellos, y no los persiguieron detrás a los hijos de Yaaqób.
6 Y Yaaqób llegó a Luz, que está en la tierra de Kenáan, ella es Beit El, y todo el pueblo que
estaba con él.
7 Y edificó allí un mizbéaj, y llamó al lugar El Beit El, porque allí él se reveló Elohím, cuando él
huía de la presencia de su hermano.
8 Y murió Deboráh, nodriza de Ribqáh, y la enterró debajo de la encina de Beit El, y llamó su
nombre Alón Bakut.
9 Y apareció Elohím a Yaaqób otra vez, cuando él vino desde Padán Arám, y le bendijo.
10 Y le dijo Elohím: Ciertamente tú nombre Yaaqób; no será llamado más Yaaqób, sino será tu
nombre Yisraél; y llamó su nombre Yisraél.
11Y le dijo Elohím: Yo soy Elohím Shadái: Crece y multiplícate en naciones; y comunidad de
naciones saldrán de ti, y reyes saldrán de tus entrañas.
12 Y la tierra que yo di a Abraham y a Yitzjaq, a ti la daré y a tu descendencia después de ti le
daré esta tierra.
13 Y se levantó de sobre él, Elohím, del lugar donde había hablado con él.
14 Y Yaaqób erigió un memorial en el lugar en que habló con él, una piedra memorial, y derramó
sobre ella libación, y derramó sobre ella aceite.
15 Y llamó Yaaqób el nombre del lugar donde Elohím habló con él allí, Beit El.
16 Y partieron de Beit El; y había aún media legua de tierra para llegar a Efratáh, y Rajél dio a
luz, y se agravó el parto de ella.
17 Y sucedió, cuando ella se agravó en el parto, dijo la partera a ella: No temas, pues también
este es tu hijo.
18 Y sucedió que cuando salió el aliento de ella, porque murió, y llamó su nombre Ben oní; y su
padre lo llamó Binyamín.
19 Y Rajél murió, y la enterró en el camino de Efratáh, que es Beit Léjem.
20 Y Yaaqób erigió un memorial sobre la sepultura de ella; es el monumento de sepultura de
Rajél hasta hoy.
21 Y levantó la tienda Yisraél, y extendió la tienda más adelante de Migdal Edér.
22 Y sucedió cuando residió Yisraél en esa tierra, fue Reubén y se acostó con Bilháh, concubina
de su padre; y oyó Yisraél. Y fueron los hijos de Yaaqób doce:
23 Los hijos de Leáh: Reubén el primogénito de Yaaqób; y Shimón, y Leví, y Yahudáh, y
Yisaskár y Zebulún.
24 Los hijos de Rajél: Yoséf y Binyamín.
25 Los hijos de Bilháh, sierva de Rajél: Dan y Naftalí.
26 Y los hijos de Zilpáh, sierva de Leáh: Gad y Asher. Estos son los hijos de Yaaqób, que le
nacieron en Padán Arám.
27 Y Yaaqób vino a Yitzjaq su padre en Mamré, Qiryát Arbá que es Jebrón, donde residió allí
Abraham y Yitzjaq.
28 Y fueron los años de Yitzjaq ciento ochenta años.

6 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


29 Y expiró Yitzjaq, y murió, y se reunió a su pueblo, viejo y lleno de años; y le enterraron Esáv
y Yaaqób sus hijos.
36 1 Y estas son las generaciones de Esáv, el Edóm.
2 Esáv tomó de las esposas de las hijas de Kenáan: A Adáh, hija de Eilón el Jití, y a Aholibamáh,
hija de Anáh, hija de Tzibón el Jiví,
3 y a Basmat hija de Yishmaél, hermanas de Nebayót.
4 Y dio a luz Adáh de Esáv a Elifaz; y Basmat dio a luz a Reuél.
5 Y Aholibamáh dio a luz a Yeúsh, y a Yalám y a Qóraj; estos son los hijos de Esáv que le
nacieron en tierra de Kenáan.
6 Y Esáv tomó a sus esposas, y a sus hijos y a sus hijas y a todos los vivientes de su casa, y a sus
ganados, y a todas sus bestias, y a todas sus adquisiciones que acumuló en tierra de Kenáan, y se
marchó hacia la tierra, de la presencia de Yaaqób su hermano.
7 Porque eran muchos sus bienes; para residir juntos, y no podía la tierra sostener para que
permanecieran ellos a causa de sus ganados.
8 Y moró Esáv en el monte de Seír; Esáv es Edóm.
9 Y estas son las generaciones de Esáv, padre de Edóm, en el monte Seír.
10 Estos son los nombres de los hijos de Esáv: Elifaz, hijo de Adáh esposa de Esáv; Reuél, hijo
de Basmat esposa de Esáv.
11 Y los hijos de Elifaz fueron Temán, Omár, Tzefó, Gatám y Qenáz.
12 Y Timná fue concubina de Elifaz hijo de Esáv, y dio a luz de Elifaz a Amaléq; estos fueron los
hijos de Adáh, esposa de Esáv.
13 Y estos son los hijos de Reuél: Naját, y Zéraj, Shamáh y Mizáh; estos fueron los hijos de
Basmat esposa de Esáv.
14 Y estos fueron los hijos de Aholibamáh, hija de Anáh, hija de Tzibón; esposa de Esáv: A
Yeúsh, y a Yalám, y a Qoráj.
15 Estos son los jefes de los hijos de Esáv: Hijos de Elifaz, primogénito de Esáv: Jefe de Temán,
jefe de Omár, jefe de Tzefó, jefe de Qenáz,
16 jefe de Qoráj, jefe de Gatám, jefe de Amaléq; estos son los jefes de Elifaz en la tierra Edóm;
estos son los hijos de Adáh.
17 Y estos son los hijos de Reuél, hijo de Esáv: Jefe de Naját, jefe de Zéraj, jefe de Shamáh, jefe
de Mizáh; estos son los jefes de Reuél en la tierra de Edóm; estos son los hijos de Basmat esposa
de Esáv.
18 Y estos son los hijos de Aholibamáh esposa de Esáv: Los jefes de Yeúsh, jefe de Yalám jefe
de Qoráj; estos son los jefes de Aholibamáh hija de Anáh, esposa de Esáv.
19 Estos, son los hijos de Esáv, y estos son los jefes de ellos; son Edóm.
20 Estos son los hijos de Seír el Jorí, moraron en la tierra de Lotán, y Shobál, y Tzibón, y Anáh,
21 y Dishón, y Etzer y Dishán; estos son los jefes el Jorí, hijos de Seír, en la tierra de Edóm.
22 y fueron los hijos de Lotán: Jorí y Heimán; y Timná fue hermana de Lotán.
23 Y estos son los hijos de Shobál: Alván, y Manaját, y Eibál, Shefót y Onám.
24 Y estos son los hijos de Tzibón: Y Ayah y Anáh. Este Anáh fue el que halló los manantiales
en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Tzibón su padre.
25 Y estos son los hijos de Anáh: Dishón, y Aholibamáh hija de Anáh.
26 Y estos son los hijos de Dishán: Jemdán, y Eshbán, y Yitrán y Kerán.
27 Estos son los hijos de Etzer: Bilhán, y Zaaván y Aqán.
28 Estos son los hijos de Dishán: Utz y Arán.
7 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim
29 Estos son los jefes de los Jorí: Jefe de Lotán, jefe de Shobál, jefe de Tzibón, jefe de Anáh.
30 Jefe de Dishón, jefe de Etzer, jefe de Dishán; estos son los jefes de los Jorí, por los jefes de
ellos en la tierra de Seír.
31 Y estos son los reyes que reinaron en la tierra de Edóm, antes de que reinara rey para los hijos
de Yisraél.
32 Y reinó en Edóm Bela hijo de Beor; y el nombre de la ciudad fue Dinhabáh.
33 Y murió Bela, y reinó en su lugar Yobáb hijo de Zeráj, de Botzráh.
34 Y murió Yobáb, y en su lugar reinó Jushám, de la tierra el Teimaní.
35 Y murió Jushám, y reinó en su lugar Hadád hijo de Bedad, le derrotó Midyán en el campo de
Moab; y el nombre de su ciudad fue Avít.
36 Y murió Hadád, y reinó en su lugar Samláh de Masreqáh.
37 Y murió Samláh, y reinó en su lugar Shaúl de Rejobót el Najór.
38 Y murió Shaúl, y reinó en su lugar Janán Baal hijo de Akbór.
39 Y murió Janán Baal hijo de Akbór, y reinó en su lugar Hadád; y el nombre de su ciudad de
Paú; y el nombre de su esposa fue Meheitabél hija de Matréd, hija de Mei Zaháb.
40 Y estos son los nombres de los jefes Esáv por sus familias, por sus lugares, por sus nombres
de los jefes: Timnáh, jefe de Alváh, jefe de Yetét.
41 Jefe Aholibamáh, jefe Eláh, jefe Pinón,
42 jefe Qenáz, jefe Temán, jefe Mibtzar.
43 Jefe Magdiél, jefe Irám. Estos son los jefes de Edóm por sus poblaciones en la tierra de sus
heredades. El es Esáv padre de Edóm.

1 Qr 10:19 ¿Y qué digo, yo? ¿Acaso el sacrificio a los Elilím está en la raíz de la
palabra, o que los Elil existen en la raíz de la palabra?
20 Al contrario; las naciones que ofrecen sacrificios, ellos los sacrifican a los
devastadores, y no a Elohím; y no es de mi agrado que vosotros hagáis
compañeros de los devastadores.
21 No podéis beber de la copa del Soberano, y la copa de los devastadores; no
podéis juntaros a la mesa del Soberano, y a la mesa de los devastadores.
22 ¿O acaso se despertará la ira de la indignación del Soberano; al que con
grande poder domina sobre el hombre?
23 Todo está dispuesto, simplemente que no todo es para provecho; todo está
dispuesto, simplemente que no todo es para edificación suya.

32:22-32 Este relato marca el punto culminante en la vida de Yaaqób. De la lucha


con un hombre, que al final resulta ser Elohim 28,30 sale transformado en un
hombre nuevo, con un nuevo nombre: ya no será más Yaaqób, el suplantador de su
hermano, el que se agarra del calcañal de su hermano Br (Gn) 27:36, sino Yisraél,
el padre de las doce tribus, que en adelante seguirá la senda trazada por sus
antepasados Abraham y Yitzjaq Hsh (Os) 12:3-4 En el seno materno tomó por el

8 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


calcañal a su hermano, y con su poder venció al malák. 4 Luchó con el Malák y
prevaleció; lloró y le rogó; lo halló en Beit-el y allí habló con nosotros.

Es tan importante para Yahweh el nombre, que la mayor bendición no son las
riquezas, las propiedades u otras cosas que posea el hombre en la tierra lo más
valioso es un nombre nuevo que causara un cambio en su vida y así está señalado
en la Toráh.

¿Qué es un nombre?

El análisis de las palabras es el principio de la instrucción. Epíteto Diss I.XVII.12

¿Qué importancia tienen los nombres en las escrituras?


Es obvio que en la actualidad ya no se le de tanta importancia a los nombres,
aunque no en todos los sectores o grupos y a un mas en las religiones, pues en el
Catolicismo Romano al papa y aciertos clérigos, les cambian los nombres, por que
será esto y de donde proviene todo esto. Por lo general cuando los padres escogen
un nombre para su hijo, lo hacen porque algún familiar se llamaba así o por su
sonido, raras veces por su origen y etimología. En el antiguo Israel tal displicencia
era impensable. Para ilustrarnos basta con recapacitar sobre la palabra hebrea
Shem, que generalmente se traduce como nombre, significa: permanencia,
reputación, reconocimiento, memorial o monumento, titulo, nominativo, renombre,
fama, honor.
Dentro de las escrituras, el concepto de nombre es sumamente importante. El
nombre es algo más que la manera de identificar a una persona o cosa, el nombre
significa mucho más que una nomenclatura lingüística, implica, define,
representa revelación del carácter, el destino, la autoridad, el servicio y la
función de destino (profética) de una persona o cosa etc.
En nuestra civilización el nombre, es básicamente la manera como nos
identificamos unos a otros, pero en las escrituras, el nombre es más que una
identificación. Nombre en las escrituras indica la naturaleza intima de una persona,
lo que define específicamente su esencialidad.
El destino...........Memorial
La autoridad.......Permanencia
El servicio..........Reconocimiento
9 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim
Carácter.............naturaleza
La función de destino (profética)........propósito
El nombre no es una palabra nada más, es algo más que un sustantivo, es algo más
que una indicación fonética o lingüística.
Conocer el nombre tiene que ver con un profundo acto de revelación, en otros
palabras guiados por el Rúaj podemos descubrir que, Yahweh se revela por la
palabra y no por instrucción filosófica o teológica, pensamiento griego.
Hay revelación escritural: 2 de Timotíos (Ti) 3:14-16 Pero tu guarda lo que
aprendiste y has entendido hasta establecer lo que conociste ¡por quien te adiestro
de su boca!
Y que, desde tu juventud, conociste la escritura la qodésh, que por mano de ellos
aprendiste, para salvación por la emunáh en Yashua Ha-Mashíaj.
Toda la escritura la qodésh, según el Rúaj de Elohim que está en ellos, esta puesta
para instruir, y para reprender, para volver el néfesh y para enderezar por el
sendero de justicia.
Hay revelación personal: Ha-Ibrím (He) 1:1, 2 Elohim que hablo de antemano a
nuestros padres muchas veces y en la cara repetidas veces, bajo la dirección de los
Neviím.
Habla a nosotros después de la dirección de estos, según el hijo al cual le puso por
amor de la herencia en todo y que por el hizo también el cielo y la tierra.
En las escrituras la revelación del propio Elohim, aparece por medio de su nombre.
Conociendo lo que significa el nombre de Elohim, conoceremos también acerca de
su naturaleza íntima y de su voluntad maravillosa veámoslo:
El nombre no es una palabra nada más, es un objeto o una persona, ya en su
naturaleza y en sus cualidades. En la práctica no solo designa, caracteriza y
distingue de los demás a su portador, sino que además es un elemento esencial de
su personalidad, es un exponente de su origen, una descripción de su sustancia, su
honra y carácter moral. Así, un individuo sin nombre es insignificante y
despreciable Iyov (Job) 30:8 Hijos de viles, y hombres sin nombre, más bajos que
la misma tierra. Cuyo castigo será la extinción de su nombre. Tehillím (Sal)
109:13 su posteridad sea destruida; en la segunda generación sea borrado su
nombre.

10 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


En el caso contrario, un hombre de nombre es un hombre de autoridad Bereshít
(Gn) 6:4 Bemidbar (Nm) 16:2 hombres de renombre. Para la escritura el nombrar,
está fuertemente relacionado con la esencia del ser, del existir, nada existe a menos
que posea un nombre; es decir, lo que no tiene nombre no ha sido creado, no existe.
Consecuentemente, el poder de nombrar tiene filiación con el poder de crear. Es
una noción inseparable, un sinónimo. El eterno crea, e inmediatamente nombra, o
da un nombre, shamáyim (cielos), éretz (tierra), yom, noche Bereshít (Gn) 1:3-10.
Muchos nombres hebreos tienen como base etimológica, el origen de la persona y
los objetos o su función: Adám, es rojo (el color de su piel), Isha (varona), porque
del hombre fue tomada. Bereshít (Gn) 2:22,23 como el principio de los hombres.
En otros casos el individuo recibe en nombre nuevo, por el talento que le distingue,
por la misión conferida o en último caso, por la bendición recibida, así. Abram es
transformado en Abraham, de padre grande a padre de multitudes Bereshít (Gn)
17:5, Yaaqób (Jacob) recibe nombre de Yisraél, el que sujeta el calcañal, al
príncipe de Elohim Bereshít (Gn) 32:28,29, Hoshéa (óseas) por Yahushúa (Josué)
Yahweh ayuda por, Yahweh es salvación Bemidbar 13:16. Esto lo señala las
escrituras, pero esto no se queda como un acto de apartamiento va mas allá, porque
las escrituras o Tanák enseñan que aun aquellos, que aparentemente están
destituidos de toda bendición, pero que se han adherido al pacto, recibirán el
nombre, viniendo a ser parte de la familia descendiente de Abraham. Yeshayáhu
(Is) 56:2-8; Yahujanán (Jn) 1:12; 10:3.
Pero si estudiamos y revisamos un poco las escrituras, encontraremos que otros
pueblos que tenían sus Elohim, a sus hijos los llaman como ellos en su honor y a un
mas cuando llegaba algún extranjero les cambiaron y aun cambian sus nombres,
miremos varios Ej.: Yoséf (José) por Tzafnát - Panéaj el que aprovisiona el país es
el ser supremo, pero que significa Yoséf “Yahweh añade” que diferencia Bereshít
(Gn) 41:45 En Babel (babilonia) a Daniel “Elohim es Juez” el jefe de los eunucos
puso por nombre Beltshatsar “que la señora bel proteja al rey”, a Jananeyáh
(Ananías) “Yahweh ha obrado favor” por Shadrák “dedicado al Elohim rak sol”, a
Mishaél (Misael) “quien es lo que Elohim es” por meshak “dedicado a la diosa
tierra”, a Azareyáh “Yahweh ha ayudado” por Abéd-negó “siervo del fuego”.
El enemigo (ha-Satán) siempre ha querido tener alabanza y adoración, y una
manera es que los hombres pronuncien sus nombres al llamarlos o nombrarlos, hoy
podemos observar que los hombres tienen ídolos, artistas que a sus hijos los llaman
como a ellos según la religión, como María etc.

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Pero tenemos también los hombres que en las escrituras les llamaron, sin sentido y
su fin fue triste como los hijos de Noemí uno fue: Majlón “débil, enfermizo”
Kilyón “débil, defectuoso, decaído” y su fin fue conforme a su nombre, murieron;
que triste desconocer su palabra, pero si tenemos su nombre todo esto cambiara en
nuestras vidas.
Ahora entendemos porque el malák le respondió a Yaaqób por el nombre cuando
Yaaqób le pidió una bendición.
Bereshít 32:27 Y dijo a él ¿Cuál es tu nombre? Y dijo: Yaaqób. 28 Y dijo: No se
dirá mas tu nombre Yaaqób, sino Yisraél; porque luchaste con Elohim y con
hombres, y lo conseguiste.”
Nació un nuevo Yaaqób, es que no puede haber un nuevo nacimiento sin un cambio
de nombre y podría escribir muchas razones que nos da la Toráh.
Una Yahweh nunca pronunciara nombres de otros Elilím (ídolos) y la gran mayoría
de nombres tiene que ver con el onomástico o el nombre dado por los católicos en
honor a sus canonizados o de los ídolos de hombres.
Segundo si el nombre nos muestra el destino entonces debe ser cambiado por uno
que su destino sea mayor para el propósito de Yahweh; como lo fueron aquellos
hombres de la Toráh.
Tercero debe ser un nombre que alabe a Yahweh y que nuestros nombres
contengan su nombre.
Br 32:22 El vado de Yabóq. Este arroyo (23), afluente del Yardén por el lado
oriental, corre a unos 40 Km. al norte del Mar Muerto y divide en dos partes la
región de Galaad.
Los tiempos de terror deben ser tiempo de oración: sea lo que sea que cause el
temor, debe ponernos de rodillas ante nuestro Elohim. Yaaqób había visto
recientemente a sus Malakím guardianes pero, en su malestar, recurrió a Elohim, no
a ellos; él sabía que ellos eran sus consiervos, Jz (Ap) 22:9. No puede haber una
pauta mejor que esta para la verdadera oración. Aquí hay un reconocimiento
agradecido de favores anteriores inmerecidos; una humilde confesión de
indignidad; una sencilla declaración de sus temores e inquietudes; una referencia
plena de todo el asunto ante Yahweh y el descanso de todas sus esperanzas en Él.
Lo mejor que podemos decir a Elohim en oración es lo que Él nos ha dicho. Así, él
hizo del nombre de Yahweh su torre fuerte y no pudo sino estar a salvo. El temor

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de Yaaqób no le hizo hundirse en la desesperación, ni su oración le hizo presuponer
la bondad de Elohim, sin el uso de medios. Elohim responde oraciones
enseñándonos a ordenar correctamente nuestros asuntos.
Yaaqób envió un regalo para apaciguar a Esáv. No debemos desesperar de
reconciliarnos con otros por muy enojados que estén con nosotros.

Un buen rato antes del alba, estando solo, Yaaqób desplegó más plenamente sus
temores orando a Elohim. Mientras estaba así ocupado, Uno semejante a un
hombre luchó con él. Cuando el Rúaj nos ayuda en nuestras debilidades y casi no
hallamos palabras para expresar nuestros deseos más vastos y fervientes, y
queremos decir más de lo que podemos expresar, entonces, la oración lucha, sin
duda, delante de Elohim. Por atribulados o descorazonados que estemos,
prevaleceremos y, al prevalecer con Él en oración, prevaleceremos contra todos los
enemigos que luchan contra nosotros. Nada requiere más vigor y esfuerzo incesante
que luchar. Es un emblema del verdadero Rúaj de la emunáh y oración. Yaaqób
mantuvo su terreno; aunque la lucha continuó largo rato, esto no remeció su
firmeza, ni silenció su oración. Él tendrá una bendición y prefería que todos sus
músculos fueran dislocados antes que irse sin una.
La oración ferviente es la oración eficaz. De esto hay un ejemplo en la toráh con
Yaaqób Br 32:28; Hoshéa 12:4 y de Yashua Ib 5:7 El cual, en el tiempo de su
residencia en su carne, se acerco con intercesiones y súplicas con gritos de
socorro y sus lágrimas hasta el sublime poder para librarnos de la muerte, e
intercede a causa de su temor.

El Malák le puso una marca de honor perdurable cambiándole el nombre. Yaaqób


significa usurpador. Desde ahora en adelante será celebrado, no por su astucia y
hábil manipulación, sino por el valor verdadero. “Serás llamado Yisraél”, príncipe
de Elohim, un nombre más grande que el de los grandes hombres de la tierra.
Indudablemente él es un príncipe, esto es, un príncipe de Elohim; son
verdaderamente honorables aquellos que son poderosos en oración. Al tener poder
con Elohim también tendrán poder con los hombres; él prevalecerá y ganará el
favor de Esáv.
Yaaqób da un nombre nuevo al lugar. Lo llama Peniél, el rostro de Elohim,
porque ahí había visto aparecer a Elohim y obtuvo el favor de Elohim. A quienes
Elohim honra les corresponde admirar su favor para con ellos.
Yaaqób fue herido en su muslo. Ello podría servirle para evitar que se sintiera
superior con la abundancia de las revelaciones. El sol le salió a Yaaqób; amanece
para aquella néfesh que ha tenido comunión con Elohim.

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Br 32:26 No te dejaré, si no me bendices. El tema de la bendición evoca el relato de
Gn 27:1-40. Allí, Yaaqób obtuvo la bendición por medio de un engaño; aquí, como
resultado de una lucha.

TEMOR

La Tanák emplea varios términos para referirse al temor. Los más comunes son los
siguientes (en sus formas sustantivas): ‫ י ֵָרא‬yaré; raíz principal; temer; reverenciar
causal. Asustar: amedrentar, asombrosa, atemorizar, espantar, espantoso, miedo,
reverencia, reverenciar, temer, temeroso, temible, temor, terrible.
Podemos tener cuatro divisiones de la palabra Yare en cuatro sentidos según la
Tanák y la Brit ha Jadasháh
a. El temor Qadósh
El temor qadósh, por otra parte, proviene de Elohim y capacita al hombre para
reverenciar su autoridad, obedecer sus mandamientos, odiar y evitar toda forma de
maldad Yr (Jr) 32:40 Haré con ellos un pacto eterno: que no desistiré de hacerles
bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.; Br
(Gn) 22:12 Y dijo: No alargue tu mano hacia el joven, y no hagas a él nada;
porque ahora conozco que temes a tu Elohim, y no retuviste a tu hijo, a tu único de
mi.

Ib (He) 5:7 El cual, en los tiempos de su residencia en su carne, presento


intercesiones y suplicas con grito de socorro y sus lagrimas delante del sublime
poder, para librarle de muerte, e intercedía a él a causa de su temor.
Además, es el comienzo (o principio regulador) de la sabiduría Th (Sal) 111:10; el
secreto de la rectitud Msh (Pr) 8.13); una de las características de las personas en
las que Elohim se deleita Th (Sal) 147:11, y el deber total del hombre Qh (Ec)
12:13. Es, también, una de las cualidades dadas por el rúaj y del rúaj en la vida de
Mashíaj Yashua Ysh (Is) 11:2-3.
En la Tanák, en gran parte debido a las sanciones legales de la Toráh, a menudo se
considera que la verdadera forma de servir a Yahweh el temor de Elohim Yr (Jr)
2:19 Te castigará por tu maldad, y por tus rebeldías te reprenderá; conoce, y mira
lo malo y amargo que es dejar a tu Yahweh tu Eloheí y no temer a ti, dice el
soberano Yahweh tzebaót. Th (Sal) 34:11, y aun en la época de Yashua se utilizaba

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la expresión “andar en el temor de Yahweh”. A los adherentes gentiles de la
sinagoga se los llamaba “temerosos de Elohim” Mf (Hch) 10:2, etc. Fi 2:12.
b. Temor servil
Es, estrictamente, consecuencia natural del pecado (Gn) 3:10 Y dijo tu voz oí en el
jardín y sentí temor porque yo estaba desnudo y me escondí. Y puede venir como
castigo Dv (Dt) 28:28. Félix lo sintió cuando oyó predicar a Shaúl Mf (Hch) 24:25,
y lo sienten los que rechazan a Mashíaj Yashua, para quienes sólo hay “un
temeroso juicio” Ib (He) 10:27, 31; Jz (Ap) 21:8.
c. El temor a los hombres
Puede expresarse como:
(1) Pavor reverencial y una consideración especial hacia otros hombres, en cuanto
amos y magistrados 1 Ke (P) 2:18; Rm 13:7;
(2) Horror ciego de ellos y de lo que puedan hacer Bm (Nm) 14:9; Ysh (Is) 8:12;
Msh (Pr) 29:25;
(3) Ante la posibilidad de temer al hombre por alguna razón 1 Qr 2:3; 2 Qr 11:3. Es
posible librarse de este tipo de temor, al igual que del temor servil mencionado en
(2), por medio del verdadero amor a Elohim 1 Yhj (Jn) 4:18.
d. El “temor” como objeto del temor
Se utiliza el vocablo temor en otro sentido, como en Br (Gn) 31:42, 53, pasaje en
el que se llama a Elohim “temor de Yitzjaq”, es decir el Elohim a quien temía y
adoraba Yitzjaq. Su “temor”, aquello que los aterrorizaba, recae sobre los malvados
Msh (Pr) 1:26-27; 10:24; Ysh (Is) 66:4. Cuando los hebreos entraron en la tierra
prometida, Elohim envió su temor delante de ellos, destruyendo y esparciendo a los
cananeos, o impresionándolos de tal manera con su temor que su espíritu se
desvanecía y se volvían incapaces de resistir al invasor Shm (Ex) 23:27-28.
El temor en este sentido también se encuentra en Iyov (Job) 4:6; 9:34; 13:21: ¿No
es tu temor a Elohim tu confianza? ¿No es tu esperanza la integridad de tus
caminos?
El temor de Yaaqób

Br 32:7 Y temió Yaaqób mucho, y él se afligió; y se aparto del pueblo que con él
estaba, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos campamentos.
11 Líbrame por favor de la mano de mi hermano, de la mano de Esáv, porque
yo le temo a él; no sea que venga y me hiera la madre con los hijos.

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El temor de Yaaqób era su hermano según la toráh y al igual que un pasaje en la
Brit ha Jadasháh en donde Keifá estaba en la cárcel y custodiado pero había algo
que estaban haciendo los hermanos de Keifá en la Qahál TEFILAH intercediendo.

Mf 12:5-10
5 Y estaba Keifá detenido en la casa cárcel; pero la comunidad de Yisraél
intercedía por él a Elohim con fortaleza.
6 Y después Hordos pretendía llevarlo a él a juicio en la noche, Keifá estaba
acostado sobre su lecho entre dos hombres armados atado por dos grillos, y
guardaban la casa cárcel manteniéndose en pie junto al umbral.
7 Y he aquí un mensajero de Yahweh, estando en pie junto a él y una luz
resplandeció en su celda, y toco con la palma de la mano la cadena de Keifá, y le
despertó, así: Levántate aprisa. Y se desasieron sus ataduras de sobre su mano.
8 Y dijo a él el mensajero: Ciñe tus lomos, y ponte tus sandalias en tus pies. E hizo
de ese modo. Y dijo a él: Con tu manto cúbrete, y sígueme.
9 Y salió, y camino detrás de él; y su néfesh no conocía si era verdad lo que hacía
con él por la mano del mensajero, igual que la visión se apareció a los ojos.
10 Y pasaron las primeras series de los guardias y la segunda serie, y llegaron a la
puerta de hierro la que sale a la ciudad, la cual se abrió delante de ellos; y
salieron por ella, y pasaron una calle, y se levanto el mensajero por encima de él
de repente.
La palabra trae liberación y al igual que cuando Keifá sucedió en Mitzrayim
repitiendo la liberación por el rúaj, y el mensajero de Yahweh abriendo camino, no
importando si es el mar o las cadenas o los cerrojos que haya en el camino, o la
casa, el trabajo, la empresa, tu vida.

Ahora hay un lugar de reclusión en donde los hombres son esclavos de sus propios
temores, y escribo de muchos que leen la toráh y saben de ella pero no conocen a
Yahweh el que libera por su rúaj a través de los mensajeros o de su poder.

La tierra prometida hacia la que estamos avanzando es una tierra de en donde la


palabra de Yahweh se cumple. Cada paso que damos en nuestro andar, es cuando
oímos su voz y procedemos firmemente en que él lo dijo, allí el temor no debe
tener lugar.
Los pasos que demos son pasos de obediencia en la dirección que nos diga Elohim.
Esto es ser guiado por el rúaj de Elohim y como lo dice la toráh caminar con
Elohim.

16 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


Esáv pensó en matar a su hermano para ganar la bendición y la heredad al igual que
Hordos con Keifá, ejecutarlo y así querer ganar el favor de algunos Yahudí de la
época.

Pero en el momento en que tenia Yaaqób su más grande temor el decidió hacer
Tefiláh intercedió al Elohim de su padre Abraham Br (Gn) 32:9-12

El relato sigue igual como un cuadro comparativo en Mf (Hch) 12:5 la comunidad


de Yisraél intercedía a Elohim.

En el interior de la cárcel de Hordos y bajo una gran nube de opresión, había un


hombre que esperaba ser liberado. Estaba durmiendo y parecía inconsciente del
peligro en que se hallaba. Era impotente para liberarse de las cadenas que le ataban,
necesitaba ayuda de Elohim.

Pero la intercesión unánime y con poder, fuerte del pueblo de Elohim, hizo que
Elohim oyese y enviase un Malák de shamáyim para liberarle. Su liberación es una
analogía que sirve para liberación de las cadenas que atan al hombre ya sea de
cosas externas como problemas de la vida con la familia, la empresa, los hijos, su
esposa etc. O de su interior en donde hay cadenas en su vida que deben ser rotas
por el poder liberador de Yahweh cuando se intercede.

Yaaqób tenía dos problemas el temor a su hermano y el perder su familia. El


segundo es el resultado del primer Br (Gn) 32:11.

Notemos que Keifá estaba custodiado por dos soldados, atado por dos grillos, cada
una de las cuales estaban en cada brazo. Usando el relato de esta liberación como
una comparación podemos ponerle un nombre a cada cadena y al soldado que lo
custodiaba.

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La primera cadena: La podemos llamar TEMOR. Esta limita los movimientos
y le mantiene cautivo. El soldado se puede llamar el rúaj de temor. Este soldado
agarra los corazones hasta que estos no puedan moverse. Les paraliza e impide
todos sus movimientos y procede del adversario de nuestros néfesh.
Shaúl escribe 2 Tm 1:7 Porque no nos dio Elohim rúaj de temor, sino rúaj de
poder, amor y de instrucción.
En el séfer de Mishleí 29:25 nos dice: el temor del hombre le pondrá lazo.
Y esto es verdad porque cuando esta el temor las personas no avanzan en ser
qadósh y hacia el conocimiento de la toráh por temor a las opiniones de los
hombres que se oponen a la voz y a la toráh de Yahweh.

Lo que dice la toráh al respecto es que no conocen su voz ni hacen su voluntad sino
su propia voluntad cuando los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la
vanagloria de este mundo es lo más importante.

Estas cosas no dejan ver y oír ni percibir ni contemplar el poder liberador del rúaj
son hombres naturales.
Shaúl sigue diciendo 8 y por lo tanto no se avergüence del testimonio de nuestro
soberano, ni de mi su prisionero, solo que levantéis mi atadura, las buenas nuevas
como yo con poder de Elohim.
El temor está en que no declaramos y no creemos lo que ha dicho Yahweh como lo
dijo a Yaaqób en Br (Gn) 31:11-13 levántate ahora y sal de esta tierra, y vuelve al
lugar de tu nacimiento.
Yaaqób si conocía la voz de Yahweh y fue esperando que el que le apareció le
bendijese en su viaje y volviera prospero, y así se encontraba.

18 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


Yaaqób conocía su voz el sabia quien le hablaba, el conocía que cuando él hablaba
le cumpliría. El es un Elohim de pactos y cuando habla al hombre es para hacerte
bien, el no te llama ni te habla para quebrantar su pacto su palabra, el habla para
guiarte.
Así que no temas declarar su consejo. El temor al hombre y el temor a la falta de
provisiones son dos trampas que podrán desviar tu caminar.
El problema de esta generación es el temor. A veces es un temor que no podemos
definir, ni siquiera reconocer, pero ahí está porque no estamos llenos del rúaj de
poder. Entonces atrapa a la gente porque dudan y les falta el poder liberador de la
luz. Solo el poder de la luz puede romper este dominio sobre usted y dejarle libre.

La verdad debe ser conocida, su palabra debe ser revelada; y luego su palabra debe
ser entendida y aceptada antes de que nos pueda liberar.
A veces atormenta al hombre el temor a lo desconocido. Otras veces es a la madre
de todos los temores: El temor a la muerte.
El Th (Sal) 91:5 pero la presencia de Yahweh por medio de sus Malakím a nuestro
alrededor con nosotros hace que no temamos ningún mal, ni plaga, ni pestilencia ni
ninguna cosa creada.
Usted no puede luchar contra los miedos o temores con medios naturales o con
medicinas psiquiátricas. Sabes el enemigo le chillara al oído “va a ocurrir algo
terrible”, vas a caer enfermo, no sigas vas a recibir persecución, te dejaran solo y
que vas hacer, vas a perder lo seres queridos, y lo mas tremendo de todo esto es
reconocer que las cosas que tomamos son las cosas que perdemos y las que
guardamos, se nos escapan.
Mt 16:25 Porque el que quiera proteger su néfesh, será cortada de él; y el que
corte su néfesh por mí, la hallará.

La segunda cadena la podemos llamar sentimiento de culpa y al soldado el


rúaj de condenación. Este es una rúaj acusador. Continuamente está sacudiendo las
cadenas y grita: Es demasiado tarde, no tenías que haber tomado esa decisión,
mírate ahora, eres un fracasado, todo es culpa tuya, Elohim nunca va a perdonarte
de nuevo, no eres bueno, no hay esperanza para tu situación y si tienes estas
cadenas van a impedir cualquier movimiento.
Una cantidad de pacientes de enfermedades mentales que hay en los hospitales
serán dados de alta si pudieran saber que han sido perdonados y esta es una arma en
contra de nosotros.
Ysh (Is) 44:22 Vuélvete a mi porque yo te redimí. Y aquí el perdón es la única
respuesta a la culpabilidad.

19 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim


En el caso de Keifá y de Yaaqób dice que una luz resplandeció en la cárcel y las
cadenas se le cayeron, en Br (Gn) 32:26 y dice que rallaba el alba y el malák le dijo
¿Cuál es tu nombre? Y su temor interior era por las cosas que había hecho con su
hermano, y por su naturaleza y destino que hasta ese yom era, un engañador
usurpador que con una sola palabra del mensajero cambio ahora su vida, su interior,
el ahora es Yisraél.
Si solo tenemos una palabra como la del mensajero a Keifá levántate o tu nombre
es nuevo y te levantas sabiendo que el que te llamo estará contigo ya no debe de
sentir temor por todas las cosas que sucedan alrededor tu propósito es más grande
que cualquier cosa y si está en las manos de YAHWEH NADIE LO
ARREBATARÁ.

Sh´liaj

Yoshua Ben Efrayim

20 Sh´liaj Yoshua ben Efrayim

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