TRABAJO DE LA ASIGNATURA

GESTIÓN Y EXPOSICIÓN DE TRABAJOS

ACADÉMICOS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

Y DE LA COMUNICACIÓN

Comunicación no verbal y su evolución

Autor:
Adriana Mira Albacete

Profesor:
Dra. Dña. Mª Mar Rodríguez Rosell

Murcia, Junio de 2018

 Comunicación no verbal y su evolución

Adriana Mira Albacete

Universidad Católica de Murcia

Resumen:

¿Somos conscientes de lo que realmente comunicamos? Un alto porcentaje de información es la que se

transmite con el lenguaje no verbal. A la hora de comunicarnos no se le da la importancia necesaria a la
comunicación corporal, se piensa que está en un segundo plano pero la realidad es que según estudios
psicológicos ocupa más del 50% de la capacidad expresiva del ser humano. Este tipo de comunicación hace
galardón con respecto a la empatía ya que al transmitir visualmente se puede llegar a empatizar con el que
emite el mensaje a través de las emociones, caras, ropa, gestos faciales, postura, etc. Además, la
comunicación no verbal o corporal ha estado presente en el ser humano desde tiempos inmemoriales
haciendo así que esta característica del hombre consiga que exista una gran diferenciación entre el resto de
especies y la nuestra. Por otro lado, cabe destacar como se consigue nacer con ciertas características y
gestos del lenguaje no verbal y como otras varias se llegan a aprender por pura imitación o estudiándolas
específicamente de autores y profesores que imparten este tipo de materia. Estos autores muestran en sus
trabajos de los que se mencionan a continuación un gran conocimiento de la materia al igual que un gran
interés.

Palabras clave: Habla, Discurso, Oratoria, Comunicación interpersonal.

¿Qué se entiende por comunicación no verbal?

Siete segundos es lo que tarda una persona en causar una primera impresión, por eso, para Pons (2015) la
comunicación no verbal es tan importante. El 93% de la información de la comunicación que enviamos al
receptor está basada en su totalidad en el lenguaje verbal (Pons, 2015). Entendemos por comunicación no
verbal un tipo de lenguaje corporal que los seres humanos empleamos para transmitir ciertos mensajes de
manera inconsciente, en la gran mayoría de los casos1. Para Poyatos (2003) la comunicación no verbal
consiste en las emisiones de signos activos o pasivos que constituyen o no comportamientos, a través de los
sistemas no lexicosomáticos, objetuales y ambientales contenidos en una cultura, individualmente o en mutua
coestructuración (p.68).

A la hora de comunicarnos, además de hacerlo con el lenguaje corporal o el no verbal también tenemos el
verbal. El problema de la comunicación verbal es que únicamente sirve para transmitir información,
conocimiento. Sin embargo la comunicación no verbal nos permite escuchar más allá de las palabras y es
gracias a ella por lo que los mensajes emitidos no quedan incompletos, fríos o aspecticos2. La clave, pues,
para conseguir una comunicación eficiente se basa en el dominio de ambas comunicaciones, como afirman
Rueda (2018) y Pons (2015). Para Rueda (2018), un claro ejemplo de esto es el de los políticos ya que en
cada campaña electoral estudian al milímetro todos los aspectos relacionados con la comunicación para
conseguir su objetivo final: la persuasión del votante.

Como afirma Pons (2015), el lenguaje corporal es el encargado de comunicar las emociones al receptor
mientras que el verbal es el que se ocupa de comunicar el conocimiento. La diferencia entre estos dos
lenguajes radica en que el lenguaje no verbal o corporal se expresa de manera más rápida que el verbal
(Pons, 2015). Como comparten Pons (2015) y Ribeiro (1999) tal es la importancia de la comunicación corporal
a la hora de transmitir las emociones que en una investigación realizada por el psicólogo Albert Mehrabian

1
Esta información es sacada de la página web Psicoactiva, puede consultarse en https://goo.gl/iDzvRm

2 Esta información es sacada de la página web Tribunaavila, puede consultarse en https://goo.gl/oLU6wx

sobre la comunicación de estas, identificó que el 7% de toda la información que recibimos nos llega
únicamente a través de las palabras. El resto está conformado por un 38% de comunicación verbal y el
restante, un 55%, representaría la comunicación no verbal o corporal.

Diferentes tipos de comunicación no verbal:

Como se ha comentado anteriormente, la comunicación no verbal nos permite comunicarnos sin quien el
mensaje final quede frio. Debido a esta importancia, Rueda (2018) cataloga diferentes tipos:

El primero de ellos estaría relacionado con el lenguaje facial. Este sería uno de los indicadores más
importantes ya que gracias a la expresión de nuestro rostro podemos lograr transmitir más de aquello que
somos capaces de verbalizar con las palabras (Rueda, 2018). “Si fruncimos el ceño, quizá estemos siendo
algo rudos. Podemos mostrar si comprendemos lo que nos dicen. Y expresar absolutamente todas las
emociones que nos provoca el mensaje.” (Rueda, 2018). Además, como afirma Poyatos (2003), se pueden
diferenciar hasta cuatro tipos de rasgos en el espectro facial, es decir, permanente (ojos, labios, etc),
cambiantes (edad), dinámicos (los usuales al hablar) y artificiales (maquillaje, gafas, etc).

Continuaría el lenguaje postural. La postura de nuestro cuerpo es fundamental ya que le muestra al receptor
si estamos tranquilos, relajados o a la defensiva. Para Rueda (2018), a pesar de ser algo inconsciente, es
importante mantener un buen lenguaje postural para transmitir una buena imagen.

Cuando nos comunicamos con alguien, lo que más utilizamos son los gestos. A través de estos estamos
enviando estímulos visuales a nuestro receptor. De esta manera nos es más fácil comunicar con cierto énfasis
los mensajes, utilizando sobretodo las manos (Rueda, 2018). Finalmente, tanto el lenguaje de la ropa como
el visual muestran nuestra personalidad. “Con los ojos podemos expresar gran cantidad de sentimientos y
emociones, pero sobre todo indicamos a nuestro receptor que le estamos escuchando y que nos interesa lo
que dice”, afirma (2018).

Evolución del lenguaje

Desde los primeros momentos de la existencia del hombre, ha existido la comunicación no verbal debido a la
falta de existencia de un lenguaje como tal. Esta, ha ido evolucionando hasta llegar a nuestros días, tal y
como afirman Pandolfi y Herrera (1992) y Corrales (2011). Antiguamente no era necesario el lenguaje verbal
ya que la mayoría de las situaciones comunicativas se podían sustituir completamente por el lenguaje
corporal. Con la llegada del lenguaje, el lenguaje no verbal paso a quedar menos consciente (Pandolfi y
Herrera, 1992). Hoy en día, los niños han recogido el relevo de la importancia que tenía la comunicación
corporal en los humanos primigenios.

Para Pandolfi y Herrera (1992), un niño pequeño utiliza partes de su cuerpo de manera exagerada, como
cabeza, tronco, pies, codos y manos, para conseguir identificar y ubicar objetos tanto en tiempo como en
espacio. A diferencia del adulto, el niño es capaz de comunicarse con el resto de personas empleando gestos
que representan solo un aspecto del significado que verbaliza simultáneamente con el gesto.

Como afirma Álvarez (2003), existen dos principios biológicos que ha desarrollado el ser humano de manera
inconsciente desde que nace hasta llegar a la vida adulta a la hora de comunicarnos. El primer principio de
ellos está relacionado con los movimientos. Si desde pequeños se realizan los mismos movimientos
corporales, repetitivamente al final, este tipo de movimientos llegan a hacerse tan habituales que se realizan
sin apenas esfuerzo. Son aquellos que se utilizan diariamente para satisfacer algún deseo o aliviar alguna
sensación, aquellos innatos en las personas desde que nacen como parpadear, estornudar, rascarse, etc. El
segundo principio para Álvarez (2003) consiste en la antítesis, es decir, en el habito de ejecutar
voluntariamente movimientos opuestos ha llegado a establecerse en nosotros mediante la práctica de toda
nuestra vida.

Conclusión

Parte del lenguaje oral es innato aunque el ser humano tiene la tendencia a la imitación, por lo que llega a
aprender más maneras de comunicarse no verbalmente. Además, en las diferentes culturas, a pesar de poder
tener algunos gestos diferentes por lo general nos podemos entender unos con otros a través de gestos
básicos como el de comer llevándonos una manos a la boca como si tuviéramos un cubierto o el de beber,
haciendo el gesto de coger un vaso y beber.

Este tipo de lenguaje es muy importante como ya hemos visto para completar el proceso de comunicación ya
que el ser humano tiene la necesidad intrínseca de comunicarse.

Bibliografía

Pons, C. (2015). Comunicación no verbal. Barcelona, España. Kairós.

Ribeiro, L. (2001). La comunicación eficaz: transforme su vida personal y profesional mejorando su capacidad
de comunicación. Madrid, España. Urano.

Arellano, N. (2006). Las barreras en la comunicación no verbal entre docente - alumno. Orbis. Revista
Científica Ciencias Humanas, 2 (4), 3-38. http://www.redalyc.org/pdf/709/70920402.pdf

Navarro, E. (2011). El lenguaje no verbal: un proceso cognitivo superior indispensable para el ser humano.
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Guerri, M. (2013). La comunicación no verbal, el arte de expresarse sin hablar. Psicoactiva. Recuperado de
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Rueda, A. (2018). Comunicación no verbal: escuchar más allá de las palabras. Tribunaavila. Recuperado de
https://goo.gl/oLU6wx

Poyatos, F. (2003). La comunicación no verbal: algunas de sus perspectivas de estudio e investigación.

Revista de investigación Lingüística. 6(2), p. 67-83. Recuperado de
http://revistas.um.es/ril/article/view/5741/5591

Pandolfi, A, M., y Herrera, O, M. (1992) Comunicación no verbal en niños menores de tres años. Revista
Latinoamericana de Psicología. 24(3), 357-372. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/805/80524309.pdf

Álvarez, H. (2003). La comunicación no verbal. Interrelaciones entre las expresiones faciales innatas y las
aprendidas. Gazeta de Antropología. (19). Recuperado de
http://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/7334/G19_19Helena_AlvarezDeArcaya_Ajuria.pdf?sequence=1
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Corrales, E. (2011). El lenguaje no verbal: un proceso cognitivo superior indispensable para el ser humano.
Revista Comunicación. 20(1). 46-51. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/166/16620943007.pdf