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Factores personales
Factores temáticos
Factores formales
Para realizar una buena exposición oral, es necesario hablar ante un auditorio pero no de cualquier
forma sino más bien debemos cuidar o tener siempre en cuenta algunos aspectos de nuestra persona
debemos cuidar.
Superar la timidez
Adaptarse a los intereses y conocimientos del público
Ser claros: hablar alto y lentamente precisar ideas
Transmitir sinceridad y convencimiento de lo que exponemos
Mostrarse naturales y sencillos en nuestros gestos y en lo que decimos, huir de la pedantería
y de la monotonía
No demostrar demasiado nerviosismo, además se necesita un buen contrato visual con todo
el público, etc.
Experimentar miedo es una reacción normal en el 90% de los oradores novatos. Antes de comenzar
hablar, la inseguridad o timidez aceleran el corazón: la sangre ruboriza las mejillas, las rodillas
tiemblan, la voz no querer salir. Es difícil de consejos para este momento. Quizá baste pensar que,
tras las primeras
Prácticamente la totalidad de las veces que hablamos ante un público, hemos tenido tiempo de
preparar nuestro discurso, por lo que debemos elaborar un plan para nuestra exposición.
2.- Factores temáticos
Factores temáticos que inciden en una buena exposición oral:
Además de tener en cuenta el control que debemos tener al hablar ante un público, recordemos que
nuestra finalidad es entregar un mensaje es por lo que este debe ser expuesto en el mayor orden y
claridad posibles.
Una exposición oral está compuesta por cuatro partes importantes, que son: la introducción, el
desarrollo, la finalización o conclusión, y el plenario o también llamado coloquio.
La introducción debe tener una estructura breve, motivadora y precisa. Debemos comenzar con un
saludo de bienvenida, para luego seguir con un comienzo llamativo que capte la atención del
público. Luego seguiremos con una definición de mensaje, planteando objetivos y terminaremos
la introducción, con una motivación sobre el interés que tiene tema para el auditorio.
Reglas de oro a considerar en esta parte: demostrar una actitud de seguridad y confianza en uno
mismo: con la forma de pararse adelante, de mirar y de decir las primeras palabras. Tomar un poco
de tiempo antes de comenzar, todo debe estar en orden para que sólo haya que concentrarse en el
público y en lo que se desea exponer. No olvidemos usar expresiones tales como: me propongo
exponer, el objetivo de este, muchos piensan que, deseo manifestar mi, nos dirigimos a ustedes
para, acabó de presenciar un hecho que, sobre el tema de, es un hecho que, quisiera comenzar mi
exposición diciendo que, en primer lugar, en primer término, para empezar.
Es importante comenzar con una idea general de lo que se va decir. Debemos comenzar con las
ideas más generales para luego llegar a las ideas más específicas. Nuestro tema debe desarrollarse
argumentando cada una de las ideas expuestas, utilizando variada documentación, tales como,
citas, ejemplos, anécdotas, soportes audiovisuales, etc. debemos desarrollar el tema de una forma
llamativa y nunca monótona. No olvidemos usar expresiones tales como: a continuación,
enseguida, en segundo lugar, además, también, hay que añadir que, del mismo modo, igualmente,
asimismo, en otras palabras, es decir.
En esta parte debemos resumir las ideas principales sobre las cuales se ha desarrollado nuestro
tema. Aquí además se puede dar alguna opinión personal que tiene querer con resultados o
conclusiones nuestras.
Reglas de oro a considerar: se debe planificar bien la conclusión, no improvisarla. Avisar cuando
se va a llegar a la conclusión hacer saber al publico que se acerca el final de la disertación por
medio de expresiones lingüísticas que expliciten que el discurso se va a terminar, tales como, en
resumen, resumiendo, en síntesis, en pocas palabras, en suma…
Después de haber expuesto nuestro tema debemos considerar un tiempo para responder a las
interrogantes de nuestro auditorio. Este punto es importante saber escuchar, responder claramente
las dudas con aclaraciones precisas, podemos usar fuentes documentales y relacionar las preguntas
con nuestras conclusiones.
Nuestra presentación personal debe ser intachable, debemos llegar puntualmente y en el día
asignado, nuestra vestimenta debe ser formal, tanto como nuestro lenguaje a utilizar. No
olvidemos:
Material de apoyo
Materiales de apoyo:
Podemos usar materiales de apoyo verbales, tales como, explicaciones, analogías, comparaciones
clasificaciones, definiciones y descripciones. Además podemos utilizar materiales de apoyo
visuales, que en estos tiempos son tan fáciles de manejar. Ellos nos presentan ciertas ventajas, ya
que ayudan a recordar la secuencia del mensaje, muestran los puntos importantes del mensaje,
disminuyen el nerviosismo del expositor, ya que, al dirigir la atención del público sobre el material
visual, se quita esa presión que ejerce el auditorio sobre uno mismo y la impresión de que todas
las miradas están concentradas sobre uno se disipa. Permite economizar el tiempo, simplifica la
información compleja, y facilita la comprensión al poder colocar en el, mapas conceptuales,
esquemas, dibujos o ilustraciones.
Reglas de oro para la utilización de apoyos visuales: debemos asegurarnos de que todos los vean,
debemos usar el apoyo visual sólo cuanto sea necesario, se debe hablar al público y no al apoyo
visual.
Concientización
Desarrollo e investigación
Preparación del material
Preparación de las instalaciones físicas
Preparación psicológica
Audiencia
Presentación personal
Puntualidad
Programa de la exposición oral
Elaborar un guion
Hablar despacio
Prepara la intervención.