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Para Oliner (2002) un comportamiento es altruista siempre y cuando cumpla con los
siguientes criterios:
4) sea voluntario.
análisis del altruismo entre estas podemos encontrar la postura del altruismo recíproco, según
Bowles (2004) este tipo de altruismo puede definirse como “aquellas acciones que confieren
un beneficio a otros con un coste para sí mismo, pero con la perspectiva de un beneficio
recíproco subsiguiente suficiente para cubrir costos” (p. 441). Así mismo Trivers (1971)
individuos
que el costo del altruismo es compensado por las retribuciones recíprocas asociadas a éste.
Desde un punto de vista conductista Skinner (1978) señaló que “aprendemos a ayudar o a
hacer el bien… debido a las consecuencias derivadas de ello. Algunas veces ayudamos
porque la incapacidad de los demás nos resulta aversiva. Ayudamos a los que nos ayudan, y
Para Hinde y Groebel (1991) se deben tener en cuenta cuatro variables básicas al momento
1) Lugar el entorno social y las normas en cuyo contexto se lleva a cabo la conducta
actor.
personalidad altruista.
Schwartz y Howard, (1984), proponen el modelo procesual del altruismo, este explica las
fases por las que debe pasar una persona para tomar la decisión o no de llevar a cabo una
acción altruista, según este modelo un sujeto debe pasar sucesivamente por tres fases previas:
reconocimiento se da por la experiencia que ha tenido antes este sujeto. Luego se inicia
tanto los costes como los beneficios que le traen llevar a cabo tal actuación altruista.
Fase 3, EVALUACIÓN: En esta fase el sujeto hace una evaluación de los costes y
Clary y Snyder, (1991) (Clary y Snyder, 1991, citados por Castro, Ricardo, 2002)
Huston, Geis y Wright (1976) (Huston, Geis & Wright, 1976, citados por Araque,
Córdoba, Clar, García-Brisach, García-Piñana, García-Verdugo, Lozano & Vila, 1996) los
cuales indagaron hasta qué punto la imagen que tenemos de un buen samaritano se
corresponde con los samaritanos de carne y hueso que abundan en la calle. El factor que
«Ley del buen samaritano», con esta ley se compensaba a las personas por los daños que
En 1972 Clark y Word (Clark & Word, 1972, citados por Araque, Córdoba, Clar, García-
Brisach, García-Piñana, García-Verdugo, Lozano & Vila, 1996) con el objetivo de estudiar
los rasgos pro-sociales crearon una situación de emergencia, en esta situación un obrero de
mantenimiento del edificio había trepado por una escalerilla de metal, tropezando y
posteriormente cayendo al suelo, arrastrando consigo la escalera. Este sujeto lanzó un quejido
y pidió auxilio. Sujetos que presenciaron la escena corrieron a socorrer a la víctima, sin
segundo experimento con iguales condiciones, sin embargo, en esta situación el sujeto
afectado no verbalizó el daño que había sufrido, en este experimento se observó que sólo el
neoyorquino el cual hacía el papel de un joven que se encontraba ebrio y que olía fuertemente
a alcohol, solo en el 50% de los ensayos realizados al joven le prestaron ayuda. Con esto los
hecho de auxiliar a este joven traía consigo costes muy altos comparados con el hecho de no
auxiliarlo.
Para 1972 los psicólogos John Darley y C. Daniel Batson se propusieron investigar si la
religión tiene algún efecto sobre el comportamiento de ayuda al prójimo, esto lo hicieron
basándose en la parábola del buen samaritano: «Un hombre iba a Jerusalén de Jericó cuando
muerto. Luego, casualmente, un sacerdote pasó por el mismo camino y, al verlo, optó por
cruzar la calle. Lo mismo hizo un levita cuando llegó al lugar, lo vio y se pasó para el otro
lado. Pero un viajero samaritano pasó junto a él y al verlo se llenó de piedad. Se acercó a él
y vendó sus heridas después de poner aceite y vino en ellas.» (Lc 10:30-35)
el cual haría el papel de una persona necesitada. Con los 67 seminaristas voluntarios se
formaron dos grupos. Al primer grupo se les contó la parábola del buen samaritano y se les
encomendó realizar un sermón sobre dicha parábola. A el otro grupo no se les contó la
parábola, y se les encomendó realizar una charla sobre las oportunidades laborales.
2. Las personas con prisa tendrán menos probabilidades de ofrecer ayuda que otras.
3. Las personas que son religiosas a la manera samaritana tendrán más probabilidades
en la parábola de “El buen samaritano”. Después de haber preparado sus sermones, se les
informó a los seminaristas de que los sermones serían filmados en otro edificio; se les indicó
cómo llegar y fueron enviados allí. Sin que ellos lo supieran, cada paso que daban era
observado en secreto por los investigadores. A los participantes del experimento se les
brindaron tiempos diferentes de entrega del sermón así que algunos realizaron la tarea con
prisa y otros no. Durante su camino al edificio los investigadores introdujeron aun actor en
el camino de los participantes, este actor daba muestras de necesitar ayuda: estaba tirado en
un portal en el cual tosía, se acurrucaba por el frío, se quejaba y tenía los ojos cerrados. Las
condiciones se habían arreglado para que algunos jóvenes tuviesen el tiempo justo para llegar
al sitio donde debían dar el sermón mientras que otros tenían suficiente tiempo de forma que
no estaban apresurados. Posterior a esto, se les pidió a los seminaristas que llenaran un
cuestionario donde se les preguntaba cuándo fue la última vez que vieron a una persona en
Luego de llenar este cuestionario se realizaron entrevistas con los seminaristas que no
reconocían haber visto recientemente a una persona demandante de ayuda o si afirmaban que
no la habían ayudado, se desarrollaba una entrevista posterior para analizar las causas de este
comportamiento.
Los resultados que se obtuvieron de este experimento fue que no hay correlación entre
sujetos religiosos y la conducta de ayuda, esto debido a que los voluntarios que habían
preparado el sermón sobre la ayuda al prójimo no se detuvieron más veces que los que se
habían preparado la charla sobre las oportunidades laborales. El factor determinante de que
el seminarista se parara a ayudar al prójimo fue el tiempo. Sólo un 10% de las personas que
iban justas de tiempo se detuvo a ayudar al samaritano, independientemente de la charla que
se hubieran preparado, en cambio, de las personas que iban sobradas de tiempo, un 64% se
altruista entre estas se incluyen variables: las tendencias cognitivas y afectivas orientadas
and altruistic love: Science, philosophy and religion in dialogue (pp. 123-139).
6) Darley, J. M., & Batson, C. D. (1973). " From Jerusalem to Jericho": A study of
7) Araque, E., Córdoba, J., Clar, L., García-Brisach, I., García-Piñana, S., García-
9) Snyder, M., & Clary, E. G. (1991). A functional analysis of altruism and prosocial
11) Piliavin, I. M., Rodin, J., & Piliavin, J. A. (1969). Good samaritanism: an
289.
12) Darley, J. M., & Batson, C. D. (1973). " From Jerusalem to Jericho": A study of
13) AVALOS, L. P., IÑESTA, E. R., ORTIZ, I. L., & SERNA, B. L. (2015).
14) Batson, C. D., Bolen, M. H., Cross, J. A., & Neuringer-Benefiel, H. E. (1986).