Professional Documents
Culture Documents
La Aristocracia Semifeudal (Alta Sociedad): Estaba integrada por los políticos, los
capitalistas criollos y los extranjeros. Era la clase rica, la dueña de haciendas, de
fábricas, de casas comerciales o de negocios financieros, que llevaba una vida
desahogada. Los principales representantes de esta clase social fueron los
científicos, grupo de amigos personales del dictador. La burguesía nacional estaba
compuesta por los latifundistas o hacendados, por los grandes comerciantes, y por
los accionistas en empresas mineras e industriales.
OBREROS
Mucho antes de la revolución constantemente los trabajadores se rebelaban
contra el trato injusto de patronos y gerentes y contra los códigos de trabajo
carcelarios que los volvían prisioneros de las máquinas. los obreros trabajaban 14
o 16 horas diarias, 6 días a la semana. En muchas fábricas se les obligaba
quedarse al término de su jornada laboral para limpiar las máquinas, y no recibían
ningún pago extra. Además, cuando el producto tenía algún desperfecto, los
patrones imponían costosas multas a los obreros.
CAMPESINOS
Durante la época porfirista, el campesinado fue una de las clases sociales más
desprotegidas y explotadas. Estaba sujeto a las tierras de los hacendados por el
sistema de peonaje que los ataba, mediante la tienda de raya, a un
endeudamiento constante.
Vivían en comunidades agrarias donde carecían por completo de individualidad,
propiciando el hacinamiento de varias familias en una sola barraca, en la que se
separaban de manera habitual por grupos sexuales; así, la actividad y la vida de
las mujeres se desarrollaba en un área específica, mientras que los niños
ocupaban otra y los hombres permanecían en las faenas del campo.
INDÍGENAS
Durante el siglo XIX los gobiernos liberales dictaron leyes que favorecieron el
despojo de tierras de las comunidades indígenas. Más tarde, Porfirio Díaz
promulgó nuevas leyes para colonizar terrenos desocupados pero aprovechó para
engañar a los campesinos y quitarles sus dotaciones de agua y sus mejores
tierras. Los abusos que se cometieron ocasionaron constantes rebeliones. Por
ejemplo la de los indígenas yaquis de Sonora, que eran excelentes agricultores y
pastores, y que se levantaron en armas en defensa de sus tierras; lucharon por
muchos años pero resultaron vencidos por el ejército y, en castigo, familias
enteras fueron enviadas a Yucatán, a los campos de trabajos forzados, donde la
mayoría murió a causa del maltrato, el clima y la labor extenuante. Las tierras
arrebatadas a los indígenas pasaron a formar parte de las haciendas, enormes
extensiones de terreno dedicadas a la agricultura o a la ganadería.
CUÁLES FUERON LAS PETICIONES DE LOS OBREROS DURANTE EL
PORFIRIATO
Peticiones
La minería había sido uno de los motores de la economía del país, con una
especial repercusión en el norte. A finales del s. XIX la mayoría de los inversores y
propietarios eran extranjeros, ya que el gobierno presidido por Porfirio Díaz había
emprendido una política que los favorecía.
Para muchos historiadores, ambas huelgas fueron los antecedentes del estallido
de la Revolución mexicana y de la posterior Constitución de 1917, en la que se
recogen muchas de las peticiones que los huelguistas reclamaron.
En cualquier caso, la huelga de Cananea trajo como consecuencia una represión
a gran escala con un número de muertos sin aclarar, pero que superarían las dos
docenas, además de medio centenar de líderes destacados del movimiento en la
cárcel.
– A pesar de la derrota y de no haber conseguido obtener ninguna concesión,
la huelga de Cananea y la que se produjo en Río Blanco, marcaron un
importante hito en la lucha contra el Porfiriato.
– El Partido Liberal Mexicano promulgó un programa en el que recogía
puntos como la educación laica, la mejora de salarios y la limitación del
clero: las llamadas Leyes de Reforma.
– El impulso que supuso la huelga desembocaría en la posterior Revolución
de 1910 y, años después, en la Constitución de 1917.
POLÍTICA AGRARIA DEL PORFIRIATO
Cuando Porfirio Díaz gobernó el País, se caracterizó entre otras cosas, por el
establecimiento de haciendas que alcanzaron su máxima extensión, debido a la
penetración del capitalismo interno y externo en el campo mexicano y a la
expropiación de tierras comunales de las aldeas, esto conllevo a la disminución
del salario de los trabajadores en las haciendas, pues con la expropiación se creó
una nueva reserva de mano de obra en las plantaciones, las minas y en menor
grado en las industrias, lo que generaba mucha demanda por parte de los
indígenas que tenían que trabajar.
Las condiciones de los trabajadores en las haciendas entre los siglos XVIII y
principios del XIX eran:
•Peones de residencia permanente conocidos por peones acasillados o gañanes,
en su mayoría se dedicaban a la agricultura.
Estos vivían permanentemente en la hacienda, su ingreso provenía de la pequeña
parcela que les cedía el hacendado, una ración de maíz y otros bienes que se
daban anualmente, del derecho de apacentar animales en tierras de la hacienda y
del salario que se les pagaba por cada día de trabajo en el campo del hacendado.
Dentro de sus obligaciones tenían que labrar la tierra, cuidar el ganado cuando
fuera necesario, realizar trabajos domésticos y pelear por la hacienda.
•Arrendatarios
Estos vivían permanentemente en la hacienda, sus terrenos eran mayores que los
acasillados, y tenían que pagar a la hacienda en efectivo o en productos por el uso
de la tierra. Algunos labraban la tierra mientras que otros contrataban a
trabajadores.
•Medieros o aparceros
Vivían en la hacienda o en aldeas cercanas,
unos solo eran agricultores de autoconsumo
y otros producían excedentes. Los
convenios eran por poco tiempo y el
hacendado tenía la facultad para revocarlos
o cambiarlos en cualquier momento.