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Hay un viejo refrán que reza así: "Si empleas a un hombre, no desconfíes de él; si
desconfías no lo emplees". Ahora él dicho podría modificarse e incluir tamo a
empleados hombres como mujeres, pero el mensaje seguirla siendo el mismo:,si
ha hecho un buen trabajo al seleccionar a susrempleados, entonces éstos no
deben presentar problemas en términos de comportamiento. Pero sabemos que
este ideal (por más alto y valioso que sea) no siempre se cumple, Algunas veces
los individuos, incluso las buenas personas a las que usted aprecia, hacen cosas
"itiapropia-das"en él trabajo.
Hurto
El hurto suena como una forma elegante de referirse al robo, ¿no le parece?
Bueno, lo es. El problema es que el empleado que roba; puede no darse cuenta
de todo el significado de lo que está haciendo.
Siempre que se apropie de algo distinto, estará robando. En un sentido legal,
estoes bufto. Sinembargo, rio todos los empleados lo comprenden. Muchos creen
que tienen derecho a tomar propiedades de la compañía porque, en primer lugar,
se les paga poco, aunque ellos estuvieron de acuerdo en eipagocomo unacondi-
ción del trabajo.
Una compañía con un acceso ilimitado a World Wide Web permite que cada
empleado pase hasta una hora al día en Internet para cualquier propósito que
desee (con excepción de pornografía y propaganda fanática), como forma de
recreación proporcionada como prestación por el patrón. De esta forma, la
compañía se evita la imposible tarea de prohibir es*curiosidad, pero puede
penalizar a los qué abusen de dicho acceso.
Muchas compañías subestiman que los empleados se lleven a casa artículos de
oficina en pequeñas cantidades, con la premisa De minimis non curat ¡ex (La ley
no se ocupa de nimiedades). La empresa seguramente puede optar por este curso
de acción, pero tal vez sea prudente añadir dos precauciones:
1) Exija a los empleados que solicitan el uso de las cosas con anticipación. No
querrá qué empleen la última resma de papel de la copiadora o el último rollo de
estampillas postales.
Una vez que los empleados toman materiales o utilicen servicios de la compañía
por arriba de los niveles permitidos por su política, tienen una situación de hurto o,
en términos elegantes, de ratería. Si tales el caso, debe proceder de la siguiente
manera.
1. Discriminar
Caso muy común. El entorno laboral está lleno de ‘takers’, personas que se
esfuerzan por sacar el máximo provecho del trabajo de los demás, intentando no
dar nada a cambio. Pero, a largo plazo, son los ‘givers’, las personas que ayudan
a los demás sin esperar nada a cambio, los que llegan a los más alto.
Todas las personas de la oficina tienen un trabajo, y cada cual muy digno por
cierto, por eso es de mal gusto tratar a recepcionistas, auxiliares de limpieza o
gente de mantenimiento como si su trabajo fuera inferior. Definitivamente, es un
comportamiento que desgasta.
5. Burlarse de un compañero
Si bien es cierto que el humor en una oficina es vital para mantener un clima
laboral cálido y ameno, las bromas de mal gusto, el acoso constante o mobbing
incomodan. Debe de ser uno de los comportamientos más molestos de un trabajo.
7. Ser sucio
Otro caso típico en una oficina. Si bien es cierto que hay personas que tienen
problemas de sudoración o enfermedades que provocan un mal olor corporal, hay
gente que no observa las más mínimas normas de higiene y, de hecho, incomoda.
Aunque sorprenda esta actitud, Forni la incluye en su estudio. Así pues, existen
personas que abusan de las ayudas que se les ofrecen por sus condiciones y
terminan por incomodar.