Esto es lo que debes hacer para hacer un menú semanal familiar sano
y sencillo:
Crea una especie de plantilla que puedas ir rellenando, donde apuntes
los días de la semana y las comidas del día. Ten en cuenta que los desayunos deben ser la comida más fuerte del día, los almuerzos equilibrados y las cenas ligeras. No te olvides de merendar al menos dos veces al día, una a media mañana y otra a media tarde. El método del plato de Harvard puede ser de gran ayuda a la hora de planificar las comidas, así sabrás la porción de cada grupo de alimentos y no olvidarás ninguno. Para rellenar el organizador de tu menú semanal sano, hay que tener el cuenta la cantidad y los grupos de alimentos que se deben consumir, por ejemplo:
Proteínas: se dividen en pescado azul (1 día), pescado blanco (2-3 días),
Hidratos de carbono: se pueden consumir todos los días siempre que sea como guarnición.
En un menú semanal saludable lo recomendable es ingerir verduras
cocidas o frescas, dos veces al día. Procura incluir los productos de temporada en tu menú semanal. Estos son más económicos y cada temporada podrás ir variándolos. Mientras haces la planificación y antes de ir al supermercado, es recomendable que revises tanto la nevera como la despensa, para aprovechar los alimentos que tienes ya en casa. Para que no se te olvide nada, puedes hacer la lista de la compra en paralelo con el menú. 1. Compra frutas baratas en temporada y guárdalas en el congelador para usarlas después.
2. O prepara tus comidas semanales con alimentos de temporada.
3. Compra comida al por mayor como granos integrales, frijoles y
especias.
4. Invierte en un juego de frascos o recipientes transparentes para
guardar la comida que compraste.
5. Invierte en una olla de cocción lenta para preparar grandes cantidades
de comida sana de forma fácil.
6. Dirígete a los mercados de los agricultores locales para conseguir
productos más frescos y baratos.
7. Planea tus comidas y haz una lista de comestibles antes de hacer la
compra.
8. No compres verduras precortadas. Ahorra dinero y córtalas tú mismo.
9. Asa un pollo entero al principio de la semana.
10. Guarda toda la fruta y verdura sobrante para otro día.
11. Mantén huevos en la nevera. Son baratos, buena fuente de proteína y
se pueden usar en un montón de recetas saludables.
12. Si tienes espacio, siembra especias y verduras en el jardín.