Santiago entendi6 mejor a nuestro padre. Lo sostuvo
amorosamente hasta que mutié habiendo vivido el doble de
tiempo que mami, ahi evando la muerte adquiere su cara
‘mas banal, lo que nos sucede a todos; mis alld del dolor que
cause, un asunto demogrifico.
‘Mama apenas tuvo tiempo de curarse del desgarro en
su autoestima que le eaus6 que mi viejo tuviera una amante
‘mientras ella estaba embarazada de Juan y que unos meses
después la dejara para ire a vivir com la otra, Pap se paso la
vida diciendo que ella lo habia abandonado por la militan-
cia y por eso se refugis en otros brazos y que no tuvo sexo
‘con su segunda esposa hasta que no estuvo separado, En
lun juicio justo mi papé hubiera perdido en relaeién con el
asunto del sexo, habia suficientes testigos en su contra para
esa diferencia trivial sobre la hora de irse a la cama. A quién
leimportaba eso mis que a él.
Al final los vamos a terminar enterrando a los dos casi
al mismo tiempo —dije en voz alta después de pasar las once
péginas de la percia en silencio, Nadie me pregunt6 quién
era el otro y no tuve que compartir el alivio de que mi padre
ya no pudiera meterse en el eptafio de mi vieja.
Igual, todavia falta para eso; hay un coxal que podria,
ser de tu mami —dijo Patricia con la naturalidad de quien
‘maneja cadveres y el amor de quien sabe que esos cadiveres,
tienen nombre.
fenemos que esperar el coxal?
=No, no, sobre todo la resolucén judicial para que pue-
ddan disponer de los restos. Después vemos qué querés hacer.
Eleoxal esunhueso muy plano, nosuecleservirparaextraer
ADN de buena calidad, no sé por qué me hablé Patricia de las
eaders de mami, de su zgeapueantecaders Sopongo quel‘buena voluntad ola pena de tener que descarar el hueso que
scarica alos hijosen el canal depart. Pero no volvimos a hax
bar del tema y el coxal no se sumé al inventario del identifi-
«ado: cinco picrasGseas, dos misasignadas morfolégicamente.
Eso era todo.
Cuatro huesos y una calavera con su maxlar inferior
encastrado,
La suena a hice deputy n ee momento no pod
contarlos y’si lo hacta agregaba algo, unas claviculas para
Beocear la espa, cbs yperonés para dales moviidad 3
sus piernas de gacela; yo tengo las mismas piernas, siempre
os gape Nand canttey Lagan beter ds
para la minifalda. Subimos de peso, bajamos de peso, enve-
jezco —soy la ela de mi manada—; siempre nos quedan las
picrnas. A los 47 todavia puedo disirazarme de Tina Turner
yy reconocen el personae por las pieras. Yo creia que las de
‘mam estaban enteras, pero no. Faltaban los peronés y un
femur, mucho después me di cuenta de que, como la mandi-
bua, el otro también fue asignado morfoldgicamente,
‘No estaba para conta huesos
Toda nolo reconoiague ern poco qu con cot
8 no podia inventar un abrazo, no sabria de su altura,
Ten IR led vetoed oo
dio, aunque me falten las manos, como tironeaba cuando la
queria arrastrar hacia mi, dale, ma, ven pero no, nada iba a
‘poner resistencia del otro lado, no tenia sentido. Nisiquiera
podria acariciar sus herdas, las balas que la desarticularon
deben haber impactado en las partes blandas, el eoraz6n, los
ppulmones; la caja que los guardaba esti irremediablemente
perdida, decenas de cosillas entreveradas, las para hacer
tuna excalera, conta, de juguete, para que nadie baje del cielo,
todas las pievas de este mecano suctas, perdidas: no se puede
andar sacindo ADN de cada minimo hueso. Y para qué
Para qué si exos pocos huesos abrian un lugar entre no
sotto, los vivos
—Algunos detalles pueden cambiar, pero pueden pasar
mil aos y ea va a seguir sendo tu mama.
ELADN, de eso hablaba Maco, Una macromolécula
‘que forma parte de todas las células y es responsable de la
herencia genética. Dos cadenas de desoxirribonucleicos uni-
das enre si por puentes de hidrogeno que sostienen juntas
4.la Adenina con la Timina y a la itosina con la Guanina
Anibal Troilo y Carlos Garde, segin la rela nemotécnica
de los estudiantes. Esa cadena que se va enroscando como
tuna helice, dos metros de ella en eada microscSpica cul
he abf una delas hebras de la cuerda que nos ataba
probablidad de que la muestra 210718 pertenezcaa la ma-
dre bioldgica de Marta Graciela Dillon, de Juan José Dillon
y-de Andrés. Ignacio Dillon, ya su vez hermana completa
‘de Mara Graciela Angélica 'Taboada es de 99, 999999994%
=a ese cuatro al final?
“Maco expuso las palmas de sus manos y as volvié a unir
en un golpe que'me parecé afeenuoso. Era una pregunta
Fidiculay yo lo sabia. Con lo largo que es, él habia perma
necido parado, de a ratos se apoyaba sobre un eseritorio
para dejar seta una pierna que se movia en péndulo. La
Juz blanca de ia legaba por una ventana alta, debajo estaba
Patrica, sentada, ofteciendo su medio perfil con una son-
risa apretada, ala espera como si supiera que cada palabra
dicha en esa maana era como tna piedratrada al abismo,
el sonido de la caida tardaria mucho en volver. He visto ese
esto otras veces, subraya lo que dueley a la vez alvia, se
conduele pero esti preparado para abrirse a lo que vende.
Un gesto de passe.
Albertina caminaba de un lado para el otro, como suele
hacerlo eiaado pienss, cuando habla por telefono, cuando
alguna conversaciin narcética nos hunde ene barrode nues-
tras experiencas de la infania. Yo ni la via. Me habia ido
derramando por a sila asta quedar sobre ells como un plar
‘no inclinado, los brazos bien erzados sabre el pecho, todas