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LA ALIMENTACION EN EL PERU: IMPLICANCIAS EN LA SALUD Y EL DESARROLLO

HUMANO

Imposible desconocerlo e impensable no prestarle la debida importancia por qué estudiar la


alimentación en el Perú es entender las dos caras de la moneda. Siendo el Perú un líder en
gastronomía cuenta aún con uno de los más altos niveles de desnutrición en todas sus formas
(comer poco, mucho o mal) y es inadmisible en un país mega diverso como el Perú. Es por eso
que les pido que se agarren de donde puedan que vamos a empezar.

A lo largo de los años la alimentación de un pueblo es el indicador más elemental de la calidad


de vida. Por lo tanto, hablar de la comida en el Perú es sentir orgullo aun así toda la población
no cuenta con las mismas condiciones ya que mientras en la mayor parte de la costa, sierra y
selva se tenga una situación nutricional buena o aceptable, en las poblaciones vulnerables
como comunidades aborígenes o rurales especialmente en las regiones de Loreto, Cusco y Puno le
es difícil adquirir alimentos no porque estén haciendo dieta como tu amiga que quiere estar
delgada por una aceptación social sino que estos pobladores le es muy difícil adquirir
alimentos de calidad ya que no cuentan con los recursos para comprarlos, en esta situación el
mercado vence al agricultor: le pagan bajos precios por sus productos y en cambio le cobran
elevados precios por los alimentos que compra; y que así provoca que los niños tengan que
comer alimentos ultra procesados o comer lo que sobra después de vender lo mejor al
mercado para tener un precio digno. Lo que provoca hablar con cierta preocupación de estos
cinco temas: la anemia, la desnutrición crónica, la deficiencia de yodo, la deficiencia de
vitamina A (que está en zonas rurales) y el sobrepeso y la obesidad .

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA=FAO)


advirtió que pese a los avances alcanzados por el Perú en la reducción del hambre y la
desnutrición, todavía cerca de 2 millones de personas padecen hambre, más del 43% de niños
menores de 3 años tiene anemia y el 35.5% de los peruanos mayores de 15 años vive con
sobrepeso
Como se puede observar en el mapa de inseguridad alimentaria elaborado por el Midis y el
fondo para el logro de los ODM, los departamentos con niveles de inseguridad alimentaria
muy alta son Amazonas, Cajamarca, Huánuco, Huancavelica y Apurímac, seguidos de San
Martín, Pasco, Cusco, Ayacucho y Puno con niveles altos. No obstante, se observan contrastes
en el interior de departamentos donde existen distritos que presentan desde bajos hasta altos
grados de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria.
Programas contra la inseguridad alimentaria

Ante estos problemas, en el Perú contamos con iniciativas del gobierno como:

Plan Nacional para la Reducción y Control de la Anemia Materno Infantil y


la Desnutrición Crónica Infantil en el Perú: 2017-2021,

Incluye una serie de actividades que busca reforzar la atención materna infantil, los mensajes
y contenidos educativos que se brindan a la población. El principal reto es lograr hábitos
saludables y que la población conozca los riesgos que significa comer inadecuadamente.

Organización Panamericana de la Salud la OPS/OMS

Desde algunos sectores promueve la utilización de sistema GDA (Guías Diarias de


Alimentación) asociado a un sistema de colores conocido como “semáforo”, que informa, con
un sistema de 3 colores, de bajo, medio y alto para distintos nutrientes de forma simultánea.
Esta combinación genera un sinnúmero de posibles combinaciones de clasificación
(considerando las diferentes categorías y nutrientes propuestos). Este hecho, añadido a la
mimetización de los colores del etiquetado de información nutricional con otros elementos en
el empaque del producto, induce a confusión al consumidor. A todo ello, la inclusión de
información numérica y porcentual de cada nutriente crítico considerando un límite de
valores que no cuentan con fundamento científico, y que están basados, por ejemplo, en una
dieta de 2.000 Kcal (calorías para un adulto y no para un niño o adolescente), complica la
decisión de compra del consumidor medio, el cual no suele disponer de los conocimientos
necesarios para interpretar estas cifras, limitando así de forma importante su derecho a una
toma de decisiones informada. El resultado final de la aplicación de un etiquetado con un
sistema “semáforo” basado en recomendaciones según GDA podría tener un potencial efecto
negativo en la protección de la salud del consumidor.

Las investigaciones han demostrado que el rotulado en el empaque del tipo octágono con el
texto “alto en”, comparándolo con el sistema semáforo GDA, comunica de forma más rápida,
clara, veraz y sencilla al consumidor sobre los contenidos de sodio, azúcar y grasas saturadas.
Además, la evidencia científica demuestra que los octágonos atenúan mejor la influencia de
los personajes infantiles, y otros elementos de persuasión o engaño, colocados en el empaque;
asimismo los estudios describen que los colores verde y amarillo aumentan el deseo por el
producto, por ejemplo, estimula el consumo de productos que tienen los colores verde o
amarillo para sal y grasas, pero altos en un azúcar (rojo).

Por lo expuesto, la OPS/OMS recomienda a los países que deciden incluir en su etiquetado de
productos alimenticios procesados y ultraprocesados información que permita al consumidor
tomar decisiones encaminadas a proteger su salud, la utilización de sistemas claros y concisos,
como los octágonos de advertencia con texto (i.e. “EXCESIVO EN” o “ALTO EN”) en la cara
frontal superior de los productos que contengan cantidades excesivas de los nutrientes
críticos previstos en la Ley 30021. Tal sistema se ha demostrado efectivo para cumplir el
objetivo de informar de forma más rápida, clara, veraz y sencilla al consumidor.
El Programa Nacional de Apoyo Directo a los Más Pobres (Juntos):

Tiene el objetivo de apoyar a las madres gestantes, niños, niñas y adolescentes en situación de
pobreza de las áreas rurales para que accedan a los servicios públicos de educación y salud.
Este programa entrega 200 soles, cada dos meses, condicionados a la matriculación en el
colegio, la asistencia a clases y a controles de crecimiento de los niños menores de 36 meses;
además, condicionados a que las madres gestantes asistan a controles de embarazo. La
preselección de los hogares usuario del programa está a cargo del Sistema de Focalización de
Hogares (SISFOH), organismo técnico del MIDIS, y su calificación final se realiza por medio de
asambleas comunales de validación organizadas y dirigidas por el programa.

El programa Cuna Más:

Tiene el objetivo de mejorar el desarrollo infantil de las niñas y los niños menores de 3 años
en zonas de pobreza y pobreza extrema, para superar las brechas en su desarrollo cognitivo,
social, físico y emocional El programa brinda capacitación y acompañamiento técnico en
temas de salud, nutrición, prácticas de cuidado y aprendizaje infantil temprano. Asimismo,
transfiere recursos a los Comites de Gestión para la prestación de los servicios.

El programa Qali Warma (niño/a vigoroso/a):

Tiene como fin brindar a los niños y las niñas de nivel inicial —a partir de 3 años de edad— y
primario, de las instituciones educativas públicas, un servicio alimentario de calidad y
adecuado a los hábitos de consumo locales y a los contenidos nutricionales de su edad
durante todos los días del año escolar. El programa nació en el año 201239, y desde entonces,
ha venido trabajando de manera gradual entregando dos raciones (desayuno y almuerzo) a
los alumnos de los distritos de mayor pobreza y una ración (desayuno) a los alumnos de los
distritos de menor pobreza. Busca, de esta manera, contribuir a mejorar la atención de los
niños y las niñas en las clases, la asistencia y permanencia escolar y los hábitos alimentarios,
promoviendo la participación y la corresponsabilidad de la comunidad local. La CMSAN ha
identificado que varias escuelas fueron atendidas tardíamente y otras dejaron de ser atendidas
durante algunos días debido a la cancelación de los contratos con los proveedores.

El programa Pensión 65:

Tiene como propósito dotar de un ingreso periódico que atenúe la vulnerabilidad de las
personas adultas mayores que viven en condiciones de pobreza en todas las regiones del país,
por medio del fortalecimiento de la articulación intersectorial e intergubernamental para
acceder a servicios de salud, el incremento de los ingresos monetarios y la generación de
redes de apoyo social. Los componentes del programa son la entrega de una subvención de
125 soles mensuales por cada usuario y la promoción de la protección social mediante
servicios complementarios de otras instituciones externas.
‘Comer bien para pensar mejor’

Algunos estudios (como uno que se llevó a cabo en 2007 por la fundación británica ‘Food for
the brain’) confirman que el rendimiento escolar está muy relacionado con la alimentación, y
que una dieta sana y equilibrada fomenta la concentración y el aprendizaje. En esta línea, se
ha puesto en marcha una plataforma llamada ‘Comer bien para pensar mejor’ liderada por un
grupo de tres médicos, para concientizar a la población sobre la importancia de la dieta en el
crecimiento físico e intelectual, y el papel de nutrientes como el DHA, como ejemplo el Omega-
3 presente en diversos pescados y mariscos cómo: (salmón, trucha de río, caballa, arenque,
sardinas,atún...) que ayudan al cerebro a desarrollarse, la importancia radica en que nuestro
cuerpo no fabrica por sí mismo. Por su parte, el Omega-3 está en el grupo de ‘grasas
saludables’, y es uno de los nutrientes que contribuye al desarrollo intelectual, al igual que el
fósforo, el calcio, el hierro o las vitaminas; elementos que se encuentran en alimentos como la
carne, el pescado, los huevos, la fruta y la verdura, de ahí la importancia de tener una
alimentación variada desde pequeños. Esta campaña cuenta con la colaboración de la SEPEAP
en los talleres, programas escolares… y otras iniciativas que se han puesto en marcha para
que comer bien no vuelva a ser una asignatura pendiente en ningún hogar.

Por ejemplo, Alcázar (2004ix) plantea las siguientes hipótesis sobre la ineficiencia e ineficacia de este
tipo de programas, veamos el siguiente recuadro: Programa Vaso de Leche: No cumple sus objetivos,
enfrenta serios problemas de focalización, recursos no llegan a los beneficiarios objetivo, debido a
ineficiencias, falta de información y corrupción en distintos niveles. Programa de Desayunos Escolares:
Si bien los alimentos entregados (galleta o pan fortificado con una bebida láctea) contribuían a mejorar
la asistencia escolar, su mayor problema radica en la aceptabilidad de los productos
(consecuentemente ningún impacto nutricional) y deficiencias de gestión para el abastecimiento
oportuno. Programas Nutricionales Infantiles: Presentan serios problemas de diseño, tanto del
producto como de sus estrategias de intervención, siendo los más relevantes la aceptabilidad, la
dilución intrafamiliar y las barreras culturales. Sus efectos, aunque positivos, son de muy corto plazo.
Comedores Populares: Presenta serios problemas de focalización, debido principalmente a la
politización de las administraciones centrales y de las organizaciones sociales que administran estos
comedores. Como consecuencia de la implementación de este tipo de intervenciones, la situación de la
seguridad alimentaria y nutricional se refleja en altas prevalencias de desnutrición, anemia y sobrepeso
infantil; obesidad, sobrepeso y anemia en mujeres en edad fértil; déficit calórico a nivel familiar, tasas
de disponibilidad calórica y proteica por persona, principalmente.

Esta hipótesis que tratan de explicar las características comunes a los programas alimentarios que
pueden estar obstaculizando el cumplimiento de sus objetivos. Como veremos, no solo se trata de lo
limitado de los recursos sino que hay superposición de áreas de intervención, problemas en la
asignación de los recursos e ineficiencias en la ejecución; pero principalmente existen deficiencias en el
propio diseño de los programas y carencia de mecanismos efectivos de información, monitoreo y
evaluación, lo que reduce el desarrollo de una cultura de provisión de servicios por resultados y la
vigilancia social de los programas.
Niños, jóvenes, adultos... ¿cómo debe ser la
alimentación en cada etapa de la vida?
En 1979 la FAO (Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación) proclamó el 16 de octubre como Día Mundial de la Alimentación. La
idea: poner de relieve los problemas que el hambre genera en el mundo. Y es que, hoy
en día, desgraciadamente aún existen millones de personas que padecen hambrunas,
mientras que, de forma paradójica, en muchos países del ‘primer mundo’, (en los que
los ciudadanos sí tienen qué llevarse a la boca), se siguen unas pautas de nutrición
erróneas que muchas veces derivan en sobrepeso y problemas de salud.

Así, mientras los organismos internacionales tratan de encontrar las fórmulas para
paliar el hambre mundial (o debiéramos pensar que a ello dedican sus esfuerzos…),
nosotros queríamos aprovechar esta fecha para tratar de conseguir un objetivo
muchísimo más modesto: proponeros unos consejos con el fin de que, quienes
tenemos la suerte de alimentarnos cada día, lo hagamos de la manera más saludable
posible. En este sentido, aunque hay pautas generales, los expertos tienden a hacer
ciertas diferencias en función de la edad del individuo. Estas son algunas pistas:

DE 4 A 14 AÑOS
‘La infancia es la época idónea para adquirir conocimientos; es decir, es la edad en la
que se debe aprender a educar el gusto. A comer se aprende comiendo’, afirma Toni
Massanés, director de la Fundación Alicia (centro de investigación dedicado a la
innovación tecnológica en cocina y a la mejora de los hábitos alimentarios). Pero,
como destaca la Dra. Vidales, directora médica de la Clínica Nutrimedic de Madrid, ‘las
necesidades varían: hacen falta más proteínas, por ejemplo, en la época del
crecimiento, porque son los ladrillos que forman el edificio, constituyen los elementos
básicos en la formación de los músculos y los huesos’. Además, como señala el Dr.
Ordovás, profesor de Nutrición y Genética, ‘tenemos que hacer énfasis educativo en la
importancia de evitar las llamadas calorías vacías, comida basura, y dirigir a los niños
hacia una alimentación más completa y nutritiva; en definitiva, más saludable’.

DE 15 A 29 AÑOS
'La juventud es el momento de empezar a gestionar la propia alimentación. Si son los
jóvenes los que escogen la comida y se la preparan, se produce una gran mejora en los
hábitos alimentarios y se está sentando la base para que el paso a la madurez
transcurra con armonía’, observa el director de la Fundación Alicia, que argumenta–:
‘En esta edad hay un mayor consumo calórico, ya que se gasta más energía. Pero ese
consumo sólo debe hacerse cuando se realice ejercicio; de lo contrario, estaríamos
condenándonos al sobrepeso’.

Si los adolescentes y jóvenes eligen y cocinan sus propios


menús, es fácil que se produzca una gran mejora en sus
los hábitos alimentarios.
DE 30 A 49 AÑOS
‘En esta etapa, la preocupación radica en mantener a raya las calorías, ya que se tiende
a ganar kilos. Una vez se engorda, es muy difícil perder peso, y si se hace es a costa de
mucho sacrificio’, reflexiona el Dr. Ordovás. La Dra. Vidales aporta consejos muy
interesantes: ‘Es importante, en el caso de los adultos sanos, que como norma se
consuman 0,8 g de proteína por kilo de peso y día. Los lípidos son igualmente
necesarios y son determinantes para el sistema neurológico, pero se requieren
en cantidades moderadas. En cuanto a las grasas, es fundamental distinguir entre las
saturadas, que son las malas, y las insaturadas, que son buenas y que se encuentran,
por ejemplo, en el aceite de oliva y en el jamón ibérico. Dentro de las grasas
insaturadas son especialmente recomendables los ácidos grasos omega 3, presentes
sobre todo en pescados azules, y omega 6, que se encuentran en los cereales, el lino o
la onagra. Es también crucial adecuar los tiempos de cocción para que no se pierdan
las vitaminas y para que a la vez el organismo asimile todos los nutrientes. La
preparación de cada alimento es muy importante: hay que tener en cuenta que
siempre es mejor cocinar a la plancha que rebozar. Las carnes más recomendables son
las de aves o conejo, y hechas con elaboraciones sencillas. Es positivo también
combinarlas con vegetales o frutas, que aportan pocas calorías’. Y el plato único,
concluye la doctora, ‘puede ser una buena solución, siempre que contenga los
nutrientes alimenticios necesarios’.

A partir de los 30 años, los kilos que se cogen son más


difíciles de eliminar
por lo que es preferible dar prioridad a alimentos menos
grasos

A PARTIR DE LOS 50
Debemos recordar que la etapa más madura de la vida es ‘el momento en que el
estado de salud puede influir más en la alimentación, y por ello debemos aprender a
adaptarla a posibles enfermedades o características de nuestro cuerpo que van
cambiando’, indica el director de la Fundación Alicia. La Dra. Vidales recomienda la
dieta más sana posible, productos frescos y de temporada, así como tomar cinco
pequeñas comidas al día. En especial, evitar las cenas copiosas. Para prevenir
la hipertensión, se deben descartar los alimentos precocinados, salados y ahumados. Y
para reducir el colesterol, evitar las grasas, simplificar las elaboraciones y tener en
cuenta que el agua y el ejercicio físico son fundamentales. Para el Dr. Ordovás, hay que
insistir en una alimentación completa. Además, apunta que no hay que ser
excesivamente estrictos con quienes alcanzan esta etapa de la vida relativamente
sanos. Así, no será preciso ‘prohibir del todo alimentos que pueden proveer de placer
y hedonismo a la vida, cuando ya otros placeres van siendo menos asequibles’.

En la edad madura los niveles de hipertensión y colesterol tienden a aumentar


por lo que es preciso vigilarlos a través de la dieta.

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