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BURBUJAS NANOTECNOLÓGICAS PARA RECUPERAR LAGOS CONTAMINADOS (HUMEDAL EL

CASCAJO)

Introducción:

Un documental de NatGeo Latinoamérica sorprendió al Perú con la hazaña de un hombre.


Marino Morikawa, un científico peruano-japonés, se había empeñado en recuperar sin ayuda el
humedal El Cascajo, a tan solo metros del Océano Pacífico, en el litoral del distrito Chancay en
la provincia de Huaral del Departamento de Lima, Perú.

El lago, que de niño visitaba para pescar con su padre, se encontraba completamente verde en
lugar del recordado azul marino. Estaba eutrofizado — cubierto de una especie de lechuga
acuática conocida como Pistia Stratiotes — una clara señal de contaminación ambiental por
exceso de nutrientes, que al impedir que la luz del sol penetre en el agua, reduce la cantidad de
oxígeno disuelto — lo que es fundamental para la vida.

Morikawa cuenta que se hincó al ver el lugar, en 2010, sorprendido después de dos décadas de
su última visita. “Le pedí perdón y empecé a estudiarlo”. Lo que encontró fue que el cuerpo de
agua, que proviene de 30% de infiltración salina de la costa y 70% del río Chancay, estaba
afectado por tres fuentes contaminantes: aguas cloacales sin tratamiento, un criadero de
animales (porcino, vacuno y bovino) de una invasión que había llegado en los años 80 y un
vertedero de basura a cielo abierto. Conjuntamente, todos aportaban una alta carga bacteriana.

“Allí se bañaban y defecaban los cerdos, que también eran abandonados allí envueltos en bolsas
plásticas cuando morían, mientras algunas empresas cercanas lanzaban sus desechos”, dijo
Morikawa. “Así que me fui a tocar muchas puertas e incluso hablé con el alcalde, quien me dijo
que estaba loco, que la gente salía de allí con sarna”, cuenta aún con asombro, cinco años
después.

Figura 01: Peruano científico Marino Morikawa


Figuro 02: Humedal El Cascajo antes de la llegada de Morikawa, cubierto de plantas acuáticas.

Figura 03: Humedal El Cascajo después de la intervención de Morikawa

Nanotecnología ecológica

Los datos científicos eran alarmantes. El índice de Demanda Química de Oxígeno (DQO), que se
espera esté entre 1 y 8 miligramos por litro (mg/L) y en el agua radical puede alcanzar un valor
entre 900 y 1000, se encontraba en 1380 en julio de 2011. Mientras tanto, los niveles de
nitrógenos totales (NT) que alimentan a la lechuga acuática y provienen principalmente de las
deposiciones humanas, estaban en 167, aunque la norma ambiental japonesa lo ubica como
deseable en menos de 1 mg/L.
Con el conocimiento adquirido, diseñó un sistema que combina la nanotecnología con sistemas
biológicos que aprovechan los materiales locales para purificar el agua del humedal de una
forma más económica, rápida y eficiente que las opciones existentes en el mercado actual. Su
técnica consiste en el micro-nano-burbujeo y los bio-filtros para reducir la carga contaminante.
En contraste, otras técnicas en el mercado permiten que las pequeñas burbujas “envuelvan” a
los contaminantes, llevándolos a la superficie.

Con tan sólo un grupo de amigos, Morikawa dividió El Cascajo en ocho áreas mediante cañas de
bambú. Esta sectorización cumplía una doble función: como barrera física para que las plantas
acuáticas superficiales no invadieran las áreas que se limpiaban y como un filtro natural para las
partículas suspendidas en el agua.

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