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La Fábrica de Historias: Derecho, literatura,

vida1

Gabriela A. Fairstein*

Un libro de Jerome Bruner siempre de organizar la experiencia presen-


despierta expectativas entre sus lec- te tanto en la mente como en la
tores, quienes sin dudas ya no somos cultura humanas. Desde su idea de
solamente los que nos dedicamos a una Psicología Cultural, esta forma de
la educación o a la psicología. En sus pensamiento puede y debe estudiar-
últimas obras, este autor ha explora- se tanto en su forma psicológica, es
do diversos terrenos dentro de las decir, como actividad mental, cuanto
ciencias sociales y humanas, y desde en sus expresiones culturales, a tra-
hace años sus ideas interesan de igual vés del análisis de los instrumentos o La Fábrica de Historias:
a modo a antropólogos, filósofos, lin- herramientas culturales utilizadas en Derecho, literatura, vida
güistas, críticos literarios y abogados, dicha actividad. De Jerome Bruner
por citar solo algunos campos. Como
se ha dicho alguna vez, Bruner es un En la obra que comentamos, Bruner “la cultura es, en sentido figurado, la
demoledor de cercos disciplinarios y analiza la naturaleza y estructura de que crea e impone lo previsible. Pero,
este libro vuelve a dar cuenta de ello. los relatos para explicar por qué y paradójicamente, también compila, e
cómo la narrativa constituye el instru- inclusive tesauriza, lo que contravie-
En principio, habría que decir que la mento privilegiado, indispensable, “in- ne a sus cánones”(p.32). A la vez, es
116 obra trata sobre la narrativa, su na- clusive obligado” de la cultura y de la esta particularidad –la permanente
turaleza y el modo en que se la usa. construcción de la identidad. Así, el au- tensión entre lo canónico y lo posi-
Pero también puede afirmarse que se tor nos obliga a movernos del análisis ble- “la que no da tregua y aflige al
dedica a la cultura y la construcción de la estructura interna de los relatos tercer miembro del subtítulo de este
de la identidad. Incluso notemos que al análisis de sus formas culturales -en volumen: la vida” (p. 30. Cursivas en el
el libro está publicado como obra de el derecho y la literatura- y psicológi- original).
psicología. La Fábrica de Historias: De- cas -en la construcción del yo-.
recho, literatura, vida representa un Hemos señalado que presentar este
alegato en favor de la idea de que la Sintéticamente, el libro parte de la libro implica necesariamente ubi-
narrativa es el instrumento funda- hipótesis de que la narrativa es, en carlo dentro de la obra de Bruner. Si
mental de la cultura así como de la todas sus formas, una dialéctica bien sería arriesgado considerar que
construcción del Yo. Sin duda, es difícil entre lo que se esperaba y lo que se trata de una síntesis de sus traba-
catalogar este trabajo dentro de un sucedió, entre lo canónico y lo po- jos sobre la narrativa y sus usos en la
campo disciplinar, que no sea la Psico- sible. Esta tensión está presente tanto cultura y la autobiografía, lo cierto es
logía Cultural. De modo que presentar en los relatos judiciales como en los que La Fábrica de Historias reúne pero
este libro implica ubicarlo necesaria- literarios, aunque de diferente mane- también da un cierre a muchas de las
mente dentro de la obra de Bruner. ra: “el derecho busca legitimarse en el ideas que el autor ha venido desarro-
pasado; la ficción literaria, en lo posi- llando en trabajos anteriores sobre
Como ya lo explicaba en Realidad ble” (p.31) Esta característica de su es- estos temas. Quien esté familiarizado
Mental y Mundos Posibles2, considera tructura, dice Bruner, es la que da a los con su obra encontrará aquí un diálo-
que la narrativa constituye una mo- relatos la capacidad de constituirse go entre diferentes ideas de Bruner,
dalidad de pensamiento, una forma en la “moneda corriente” de la cultura: reunidas en un solo volumen.

Lic. en Ciencias de la Educación (UBA), Magíster en Pedagogía Aplicada (Universidad Autónoma de Barcelona) y
Prof. de Educación Preescolar. Profesora a cargo de la cátedra de Psicología Educacional en el Profesorado en Cien-
cias Jurídicas de la Facultad de Derecho (UBA) y profesora regular de Didáctica I (Prof. Tit. Alicia W. de Camilloni) en

*
la Carrera de Ciencias de la Educación (UBA). Profesora en el Diploma de Posgrado y la Carrera de Especialización
en Constructivismo y Educación de FLACSO-Argentina (Coord. Dr. Mario Carretero). Autora de diversas publicacio-
nes en temas de Psicología Educacional y Didáctica. Miembro de la Comisión Directiva de la Organización Mundial
de la Educación Preescolar. Especialista en educación para la primera infancia y en el asesoramiento a jardines
maternales.

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Bruner siempre estuvo interesado en lidado y lo posible, característica de las página al comienzo del trabajo, Bru-
el desarrollo humano y en el modo narraciones ya explorada por Bruner, ner destaca el “viraje narrativo” de las
en que la cultura da forma a este de- pasó a ocupar un lugar central. Si bien últimas décadas en las ciencias socia-
sarrollo. En La Educación, puerta de la aún recurre a conceptos de la teoría les y humanas, marcado por el interés
cultura3, formulaba esta idea como te- literaria, es evidente que, en este libro, en estudiar “la capacidad de la forma
sis central de la Psicología Cultural: “la esta dialéctica es considerada el rasgo narrativa para modelar nuestros con-
cultura da forma a la mente, que nos esencial, y el que permite entender a la ceptos de la realidad y legitimidad”.
aporta la caja de herramientas a través modalidad narrativa como el médium Aunque a lo largo del libro es poco lo
de la cual construimos no solo nues- fundamental de la vida en común y la que dialoga con estos estudios, es en
tros mundos sino nuestras propias construcción del Yo. el marco de este campo donde Bruner
concepciones de nosotros mismos y presenta la obra y sus propósitos: el
nuestros poderes” (Bruner, 1997:12). El En otro trabajo5, Bruner había explora- autor inicia el trabajo preguntándose
libro que comentamos constituye, en do la idea de que la construcción del si hace falta otro libro sobre narrativa.
cierta forma, una profundización de Yo es resultado de la autobiografía, Sin dudas la respuesta es afirmativa
aquella hipótesis: la narrativa es pre- es decir, de los relatos sobre nosotros y se fundamenta en una idea de por
sentada por Bruner como uno de los que nos contamos a nosotros mismos. si ambiciosa: dado que la facultad de
medios privilegiados a través de los Ha sostenido que la forma de una vida elaborar y comprender relatos nos pa-
cuales la cultura da forma a la mente. es función tanto de “lo que sucedió” rece “natural”, hace falta algo que nos
como del modo en se relata, que en permita elevarnos sobre esta “intuiti-
Por otro lado, La Fabrica de Historias algún sentido, “las «vidas» son textos vidad implícita”, que nos permita com-
puede considerase una concreción del […] sujetos a revisión, exégesis, in- prender este hacer. El libro se propone
proyecto iniciado en Realidad Mental y terpretación” (Bruner y Weisser, 1995: ofrecer, precisamente, “un impulso ha-
Mundos Posibles. Allí Bruner distinguía 178). Estas ideas son retomadas en el cia lo alto” (p. 16).
la modalidad narrativa de pensamien- presente libro, en donde la narrativa
to de la paradigmática. En ese marco, es presentada como la forma que asu- Bajo este propósito, y a diferencia de
la narrativa es concebida como un me el lenguaje en la construcción de otras publicaciones suyas, La Fábrica
modo de funcionamiento cognitivo, la autobiografía. de Historias, originado a partir de una
una forma de organizar la experiencia, serie de conferencias dictadas en abril
de construir la realidad, irreductible al Por último, puede considerarse a La del año 2000 en la Universidad de Bo-
tipo de pensamiento lógico-científico. Fábrica de Historias como ejemplo de lonia, no es una recopilación de artícu-
En aquel trabajo, Bruner consideraba un estudio de Psicología Cultural, la los, sino un ensayo único, dividido en 117
necesario abordar el estudio y análisis cual supone que la actividad mental cuatro capítulos, con la narrativa como
de esta modalidad de pensamiento, humana, aun cuando sucede “dentro tema central. Con una estructura en
muy poco explorada por la psicología. de la cabeza”, no puede explicarse sin espiral, el contenido del libro podría
referencia a la cultura. Tal como ha contarse a través de un puñado de
Tanto en dicho trabajo como en Actos señalado en diversas oportunidades, hipótesis y preguntas centrales acerca
de Significado4, Bruner se dedica al es- para Bruner, la mente humana es un de la naturaleza y usos de la narrativa,
tudio de la literatura como instrumen- reflejo tanto de la biología como de la que son retomadas en los diversos
to cultural de esta forma de pensa- cultura. Recordemos que, para el autor, capítulos. Sin dudas, la principal nove-
miento. Ha señalado que así como se las dos modalidades de pensamiento dad del libro radica en presentar una
estudian las obras de grandes mate- son consideradas como universales, síntesis, realizada por el propio autor,
máticos para comprender la psicolo- en tanto están presentes en todas las de sus anteriores ideas; pero de hecho,
gía de la matemática, los grandes rela- culturas, si bien cada una las cultiva el trabajo va más allá de un simple re-
tos literarios nos permitirán echar luz y privilegia de forma diferente. Esta sumen, ya que, como se señaló, tiene
sobre el funcionamiento de la modali- universalidad, ha propuesto Bruner, un objetivo ambicioso. Diversas hipó-
dad narrativa de pensamiento. Una de “sugiere que tienen sus raíces en el tesis que han sido presentadas en for-
las novedades de este libro, tal como genoma humano o que vienen dadas ma especulativa en trabajos previos
se anticipa en el título, será la de recu- en la naturaleza del lenguaje” (Bruner, son convertidas aquí en afirmaciones
rrir no solo a la literatura sino también 1997:58). Estas ideas son desarrolladas y puntos de partida. Quizás, una de las
al derecho, como forma de uso de la en la presente obra, en la que la mo- mayores audacias del libro consiste en
narrativa. Por supuesto, esto debe en- dalidad narrativa aparecerá como una formular la pregunta “¿por qué la na-
tenderse en el marco de su trabajo, en exigencia de la vida en común, como rrativa?”, y responderla con argumen-
los últimos diez años, en la Escuela de un rasgo característico de la especie y tos que provienen tanto de la cultura
Derecho de la Universidad de Nueva como forma inherente a la estructura como de la biología.
York. Pero no se trata solamente de de la lengua.
considerar un ámbito cultural más en Para comenzar el libro, Bruner parte
el que los relatos juegan un rol funda- Si bien el contexto de la propia obra de algunas ideas familiares al campo
mental. Más bien, podría suponerse de Bruner parece el marco más ade- de la narrativa y de la narrativa litera-
que fue a través del contraste entre los cuado para comprender este libro, ria: los relatos imponen una forma a
relatos judiciales y los de ficción, y de obviamente también debe situarse la realidad. Nos referimos a las cosas
explorar una antigua idea en un nuevo dentro del campo de estudio sobre la con expresiones que las colocan en un
contexto, que la tensión entre lo conso- narrativa. En una extensa nota a pie de mundo narrativo. En el derecho, en el

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psicoanálisis, en la vida cotidiana, los forma del relato para describir aconte- aunque también en este caso es poco
significados se imponen sobre los re- cimientos de la vida humana, incluidas lo que dialoga con ella, celebra la exis-
ferentes. Este proceso de construcción las nuestras? ¿Por qué no imágenes, o tencia de un nuevo campo de estudio
de la realidad es tan rápido y automá- listados de fechas y lugares, o los nom- dedicado a Derecho y Literatura.
tico que pocas veces nos percatamos bres y cualidades de nuestros amigos y
de él y solo cuando sospechamos que enemigos?”(p. 48) Pero las relaciones entre estos dos ti-
estamos ante un relato incorrecto, pos de narraciones van mas allá de su
nos preguntamos cómo “distorsiona” afinidad en la forma: los mundos posi-
nuestra visión de las cosas. La dialéctica narrativa de la bles presentados por la ficción litera-
cultura ria terminan modificando la visión del
En relación con los relatos de ficción mundo consolidada, inclusive aquella
en particular, Bruner señala que es- La dialéctica entre lo consolidado y lo en la que se apoya el derecho. Para
tos no solo modelan la experiencia posible está presente en los relatos del ejemplificar esta idea Bruner recu-
del mundo real, sino que además derecho y de la literatura: los primeros rre a un caso de segregación escolar,
crean “mundos alternativos que buscan legitimarse en el pasado, en el Brown contra el Consejo de Instrucción,
echan nueva luz sobre el mundo precedente, necesitan evocar lo que tratado por la Corte Suprema de los
real” (p. 24). La narrativa literaria vuelve es familiar y convencional, de modo Estados Unidos en 1954. Lo que debía
extraño lo familiar y traslada la produc- de echar luz sobre sus desviaciones. decidirse era si la existencia de escue-
ción de sentido más allá de lo banal, al La ficción literaria, también arraiga las separadas-pero-iguales para negros
reino de lo posible. Retoma el concep- en lo familiar pero justamente para y blancos, aunque gozaran de las mis-
to de “subjuntivización” de la realidad, conferirle extrañeza, para superarlo y mas condiciones materiales, consti-
introducido en Realidad Mental y Mun- adentrarse en lo posible. En el capítu- tuían o no una violación a la garantía
dos Posibles para explicar el modo en lo 2 Bruner analiza estos dos tipos de constitucional de igual protección
que la literatura crea mundos posibles relato, no tanto para resaltar sus se- para todos los ciudadanos. Entre los
extrapolados del mundo real: el relato mejanzas, sino más bien para explicar precedentes se citaba un caso de 1896
de ficción presenta realidades conce- que el interjuego entre ellos resulta en el que la Corte había considerado
bidas, posibilidades humanas, más que indispensable para mantener la vita- que los vagones de tren separados-
certidumbres establecidas. El libro que lidad y coherencia de la cultura. Estos pero-guales satisfacían la norma de
comentamos retoma estas ideas de un dos tipos de relato parecen ser dos igual protección. Sin embargo, en esos
modo aún más radical: al explorar las caras de una misma moneda. Si bien cincuenta años, muchas cosas habían
118 situaciones humanas mediante el pris- están guiados por objetivos aparen- cambiado en la narrativa sobre cues-
ma de la imaginación, la gran narrativa temente contrapuestos en su examen tiones de raza. Además de una guerra
marca “el fin de la inocencia”. La litera- de la narrativa- “uno es controlarla y mundial contra Hitler y el racismo nazi,
tura de imaginación “no es una lección esterilizar sus efectos como en el de- se había producido un “viraje interior”
sino una tentación a reexaminar lo recho, donde la tradición crea procedi- en la literatura. En los relatos de escri-
obvio. La gran narrativa es, en espíritu, mientos para mantener los relatos de tores negros muy leídos se describía
subversiva, no pedagógica” (p. 25). las partes en juicio dentro de límites con elocuencia el padecimiento de
reconocibles”(p. 25); el otro “consiste quien sufre la segregación. La Harlem
Como hemos señalado la obra propone en comprenderla para cultivar mejor Renaissance, sostiene Bruner, había
un constante ir y venir entre el análisis sus ilusiones de realidad, en “subjunti- dado a la “igual protección” su narrati-
de la estructura interna y naturaleza vizar” los pormenores obvios de la vida va subjetiva y esta constituyó el tras-
de los relatos y el estudio de sus usos de todos los días”(p. 26)- ambos com- fondo de la resolución de la Corte, que
y formas de expresión culturales y psi- parten la forma narrativa, que permite anuló definitivamente la norma sepa-
cológicas. Para el análisis interno de las mantener la permanente tensión en- rados-pero-iguales.
narraciones Burner recurre, en primer tre lo que existe y lo que podría existir,
lugar, a la idea de peripéteia, de Aristó- entre lo consolidado y lo posible. Este es quizás el punto central de las re-
teles, que se refiere a las “circunstancias laciones entre derecho y literatura ex-
que hacen de una secuencia normal de Bruner señala que las relaciones entre ploradas en el libro, que será retomado
acontecimientos un relato”6. Para que “fabulistas” y “antifabulistas” siempre en el capítulo 4. La dialéctica narrativa
eche a andar la narración, algo ha de han sido bastante remotas y los abo- de una cultura se expresa inicialmente
estar alterado en el orden previsible de gados no gustan ser felicitados por en sus obras literarias, y no es posible
las cosas; de lo contrario “no hay nada sus habilidades narrativas, aunque prever, ni tampoco cuándo y de qué
que contar”. Esta idea permite a Bruner durante un juicio se decida no solo en modo, encontrará un lugar en el corpus
introducir la hipótesis7 de que los rela- base al mérito legal, sino también res- juri. La ficción narrativa crea mundos
tos se caracterizan por una permanente pecto de la pericia de la narración de posibles, a partir del mundo que cono-
“tensión dialéctica entre lo consolidado un abogado y de la astucia para elegir cemos. Tiene en cuenta la vida real, lo
y lo posible”, que guiará gran parte de los precedentes que servirán como familiar, pero debe alienarnos de ella
los análisis efectuados en el libro Por “clichés” en la organización del relato. lo suficiente como para tentarnos con
otro lado, hacia el final del capítulo 1, De todos modos, el autor acepta que alternativas que la trasciendan.
Bruner introduce una pregunta que en los últimos años, las relaciones
también funcionará como eje estruc- entre los narradores judiciales y los Considerando en particular la narrativa
turador del trabajo:“¿Por qué usamos la literarios se han acercado bastante y, literaria, Bruner explica que esta logra

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subvertir las expectativas familiares, el estudio de la narrativa en la cons- tomando estudios anteriores, explica
incluso aunque respete o aun refuerce trucción de la identidad y se pregunta que los niños entran muy pronto en
su “realidad”, básicamente por medio qué función cumple el contarnos sobre el mundo de la narrativa. Esta “preco-
de su “impulso metafórico”. Los relatos nosotros a nosotros mismos. “¿Será que cidad narrativa”, dice Bruner, parece
de ficción “subjuntivizan” la realidad, dentro de nosotros hay un cierto yo ser lo que guiaba los soliloquios de
dan lugar a lo que existe pero también esencial que sentimos la necesidad Emmy8 -una niña de tres años- antes
a lo que podría existir, y las metáforas de poner en palabras?” (p. 91) ¿Qué de dormirse, los cuales fueron estu-
funcionan como el espejo del escudo función cumple este hablar de uno diados a través de un grabador oculto
de Perseo para no mirar directamente mismo? Si bien considera la respues- bajo la cama. “De algún modo, Emmy
a Medusa, como “amortiguadores que ta ofrecida por el Psicoanálisis –es lo parecía «saber» qué servía para con-
[protegen] al lector o al oyente de los que nos permite interactuar con los tar una historia aun antes de poseer
terrores de potencia ilimitada” que po- aspectos inconscientes de nosotros la competencia gramatical indispen-
dría provocar un encuentro cara a cara mismos- insiste en que aún queda tra- sable para contarla correctamente.
con lo posible (p. 77). Y de hecho cada bajo por hacer. A lo largo del capítulo Era como si una sensibilidad narrativa
época inventa su propio escudo de 3 el autor ofrecerá argumentos para guiara su búsqueda de las formas gra-
Perseo: el arponazo que hiere a Moby afirmar que “el Yo es un producto de maticales adecuadas” (p. 55)
Dick evitó escuchar directamente la nuestros relatos y no una cierta esen-
denuncia contra el cristianismo de cia por descubrir cavando en los confi- Bruner sostiene que ya desde el naci-
Herman Melville; la ordinariedad de nes de la subjetividad” (p. 122). miento parece existir esta predispo-
Emma Bovary protegió del choque de sición, “un conocimiento íntimo de la
la narración de Flaubert sobre la impo- Bruner nos invita a suponer que a lo narrativa” (p. 55) Este “talento narrati-
sibilidad del matrimonio. mejor la construcción de la identidad vo” parece ser un rasgo distintivo de
no precisa más que “un relato razona- los seres humanos, al igual que la po-
Derecho y literatura otorgan a la cul- blemente bien llevado”. Toda autobio- sición erecta o el pulgar opuesto: “Pa-
tura su “incesante dialéctica narrativa”: grafía, sostiene, constituye una versión rece que es nuestro modo «natural»
el intranquilo equilibrio entre diversas, posible, pero es un modo de conseguir de usar el lenguaje para caracterizar
y a veces opuestas, narrativas popula- coherencia entre lo que hemos sido y esas omnipresentes desviaciones del
res, que produce la vida en común. Los lo que hubiéramos podido ser. Afirmará estado previsto de las cosas, que es el
seres humanos, dice Bruner retoman- que una narración creadora del Yo es rasgo distintivo de la cultura humana”
do la pregunta ¿Por qué la narrativa?, una suerte de“acto de balance”,que bus- (p. 122). Este talento narrativo apare-
parecemos estar en una lucha perma- ca un equilibrio entre nuestra “convic- ce como imprescindible, “irresistible”, 119
nente entre la comodidad de lo pre- ción de autonomía” y nuestra conexión tanto para comprender la interacción
visible, y la excitación que produce lo con los demás: “Alimentamos nuestra entre los hombres cuanto para com-
inesperado. Las narrativas de la cultura identidad con nuestras conexiones y, prendernos a nosotros mismos. Bru-
resultan necesarias para enfrentar el sin embargo, afirmamos que también ner concluye el capítulo 3 citando una
constante desequilibro entre tradición somos otra cosa: nosotros mismos” (p. patología neurológica llamada dysna-
e innovación que caracteriza al mundo 139). Nuestra “irrepetible identidad” rrativia, una grave lesión de la capaci-
simbólico de la cultura. Los recursos deriva en gran medida de las historias dad de relatar o comprender historias.
narrativos, en este sentido, sirven para que nos contamos para “juntar esos En estos enfermos, el sentido de la
“convencionalizar” las desigualdades fragmentos”. Es la modalidad narrativa, identidad virtualmente desaparece, y
que la cultura genera, al ofrecernos un con su dialéctica entre lo consolidado Burner afirma: “la construcción de la
repertorio de significados para otorgar y lo posible, la que nos permite afirmar identidad, parece, no puede avanzar
a lo inesperado. Podemos comprender nuestra unicidad en esta tensión entre sin la capacidad de narrar” (p. 124).
las transgresiones de lo habitual una autonomía y compromiso.
vez que estas han sido dominadas na-
rrativamente, en tanto los relatos nos Podemos retomar aquí la pregunta ¿Por qué la narrativa?
permiten reconocer la transgresión ¿Por qué la narrativa? del modo en
como “un nuevo caso de una antigua que lo hace Bruner en este capítulo: La hipótesis de que el talento narrati-
historia”.“El gran teatro, como los mitos “¿Por qué nos representamos a noso- vo es un rasgo distintivo de la especie,
de fundación, no presenta modelos a tros mismos mediante el relato, de un como el pulgar prensil, es recuperada
imitar, sino impresionantes transgre- modo tan natural que nuestra identi- en el capítulo 4, y puesta en relación
siones de lo habitual que deben ser dad parece ser un producto de nues- con la idea de que la forma narrativa
comprendidas, de algún modo domi- tros relatos? […] ¿Nuestro sentido de es inherente a la vida en la cultura. La
nadas, incorporadas a una tradición la identidad es fons et origo de la narra- pregunta ¿Por qué la narrativa?, que
cultural” (p. 128) tiva, o es el humano talento narrativo da lugar a este último capítulo, pare-
el que le confiere a la identidad la for- ce tener que responderse tanto desde
ma que ha asumido?” (pp. 101 -106) la biología como desde la cultura. La
La dialéctica narrativa en la respuesta permitirá a Bruner el mayor
construcción del Yo Ya en el capítulo 1 había adelantado despliegue de su idea de que el desa-
que parece existir algo así como una rrollo humano es tanto producto de
Así como analiza los usos del relato “predisposición” humana hacia la na- la biología como de la cultura, o más
en la cultura, Bruner aborda también rrativa, un talento narrativo innato. Re- bien, aquello de que la cultura es qui-

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zás, el “último truco evolutivo de la formas de la narrativa que la cultura una cultura a encontrar una identidad
biología” (Bruner, 1997: 202). ofrece” (Bruner, 1988: 78-79; cursivas dentro de esa cultura. Sin ella, se tro-
en el original) piezan en sus esfuerzos por alcanzar el
Ello conduce al autor a elaborar con- significado. Solamente en una modali-
jeturas sobre los orígenes de la na- Sin dudas hemos dejado cosas en dad narrativa puede uno construir una
rrativa. Dado que todas las lenguas el tintero. Hemos escogido algunas identidad y encontrar un lugar en la
conocidas poseen “marcadores de hipótesis que a nuestro juicio estruc- cultura propia. Las escuelas deben cul-
caso”, diferenciados para elementos turan el trabajo, pero muchas de las tivarla, nutrirla, dejar de darla por su-
narrativos esenciales -agente, acción, ideas que hemos dejado sin abordar puesto. Hay muchos proyectos ahora
objeto, dirección, etc.- y considerando constituyen reflexiones interesantes, en proceso, no solo en literatura sino
que el narrar aparece muy temprano intuiciones sorprendentes, cuestiones también en historia y ciencias sociales,
en el desarrollo evolutivo, propone polémicas. Estructurado en forma es- que están trazando líneas interesan-
la hipótesis de que también habría piralada y con un lenguaje accesible9, tes en este campo”. (Bruner, 1997: 62).
aparecido muy pronto entre los ho- el libro puede dar lugar a una lectura En relación con la enseñanza de las
mínidos dotados de palabra: “que la ágil. Pero a la vez, el lector especializa- ciencias, Bruner señala que dado que
ontogénesis resume la filogénesis y do encontrará a cada momento moti- la narrativa es la forma más natural y
que, si los niños pequeños compren- vos para volver atrás, no solo a los ca- temprana de organizar el pensamien-
den los relatos ni bien dominan la re- pítulos anteriores, sino también a los to, el aprendizaje en un currículum en
ferencia a distancia, la arbitrariedad y trabajos previos de Bruner. espiral debería incorporar las nuevas
una primitiva gramática de casos, tal ideas en un relato o forma narrativa:
vez el hombre también lo hiciera des- Por último, vale preguntarse por la “convertir los acontecimientos que es-
de sus inicios”(p. 135) Retomando una relación de este trabajo con la educa- tamos explorando a la forma narrativa
vez más la frase de Oscar Wilde que lo ción. Si bien Bruner no dedica en el li- para subrayar mejor lo que es canóni-
ha acompañado desde el inicio de sus bro alguna sección destinada a pensar co y esperado en nuestra manera de
estudios sobre la modalidad narrativa, la relación entre narrativa y educación, observarlos, para que podamos dis-
Bruner se pregunta: “¿No habrá empe- sin dudas esta nueva obra constituirá cernir más fácilmente lo que es “sos-
zado muy temprano la vida a imitar al un aporte importante para este cam- pechoso” y sin fundamento y lo que,
arte?” (p. 136) po de estudio. En los últimos años, por tanto, requiere una explicación”
esta forma de organizar la experiencia (Bruner, 1997: 143) El proceso mismo
De algún modo, el capítulo 4 –cuyo ha pasado a ocupar un lugar cada vez de creación de la ciencia, dice, puede
120 contenido hemos ido comentando- más importante en los estudios sobre entenderse como una serie de narra-
presenta las conclusiones del traba- cuestiones educativas. Como parte del ciones “casi heroicas” sobre resolución
jo. Quizás podría decirse que el libro “viraje narrativo” en las ciencias socia- de problemas.
completo representa las conclusiones les, la investigación educativa hoy se
–al menos provisionales- del estudio vale de los relatos, tanto como fenó- En la perspectiva de la Psicología Cul-
de Bruner sobre la narrativa. Siguiendo meno que se investiga cuanto como tural de Bruner, la educación no repre-
el programa de la Psicología Cultural, método de investigación10. En esta senta un factor más que incide sobre el
la obra explica la necesariedad de la línea cabe señalar el estudio sobre desarrollo, sino “el factor determinante
narración atendiendo tanto a la cultu- las narrativas biográficas de los pro- de lo que ha de ser el curso evolutivo,
ra como a la biología. La narrativa apa- fesores, la narrativa como forma por la su forma y contenido”13. La educación
rece como la herramienta en común que los docentes organizan y comuni- constituye el dispositivo a través del
entre la cultura y la especie humana, can los contenidos, la narrativa como cual la cultura aporta la caja de herra-
como moneda de intercambio entre instrumento que permite brindar una mientas que da forma a la mente del
la vida en común y la construcción de visión diferente sobre los fenómenos hombre. Dado que la modalidad na-
la identidad. Una vez que accedemos del aula y de la escuela, entre otros11. rrativa de pensamiento aparece como
a la narrativa –para lo que estaríamos una de las principales herramientas
preparados genéticamente- posee- Además de su valor para la investiga- culturales, la educación debería co-
mos la llave para interactuar en la ción educativa, la narrativa es mencio- menzar a prestarle mayor atención.
vida colectiva, reconocernos parte de nada cada vez con mayor frecuencia
una cultura, y a la vez para diferenciar- en propuestas relativas a la didáctica y
nos de los demás, construyendo una el currículum, tanto en lo que respecta
identidad que de cuenta de nuestra a la definición de contenidos cuanto al
unicidad. Vale la pena notar que estas diseño de estrategias de enseñanza12.
ideas habían sido formuladas en for- En esta línea podemos mencionar al-
ma especulativa ya en Realidad Mental gunas de las ideas de Bruner al respec-
y Mundos Posibles: “…es concebible to, que han sido desarrolladas princi-
que nuestra sensibilidad a la narrativa palmente en La educación, puerta de
proporcione el principal vínculo en- la Cultura, y que nos permiten conec-
tre nuestra propia sensación del self y tarlas con el contenido de la obra que
nuestra sensación de los demás en el comentamos. Por un lado, el autor ha
mundo social que nos rodea. La mone- señalado que “un sistema de educa-
da común puede ser provista por las ción debe ayudar a los que crecen en

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Notas
1
Bruner, J. (2003): La fábrica de historias: Derecho, literatura, vida. Buenos Aires: FCE. En toda la reseña se trabaja sobre esta edición.
Para evitar la reiteración, todas las veces que se cite esta obra, se colocará solamente el numero de página.
2
Bruner, J. (1988): Realidad Mental y Mundos Posibles. Barcelona: Gedisa Editorial. (Versión original: Actual Minds, Possible Worlds.
Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1986)
3
Bruner, J. (1997) La educación, puerta de la cultura. Madrid: Editorial Visor. (Título original: The Culture of Education)
4
Bruner, J. (1991): Actos de Significado. Madrid: Alianza Editorial. (Versión original: Acts of Meaning. Harvard University Press, Cam-
bridge, Mass., 1990)
5
Bruner, J. y Weisser, S. (1995):“La invención del yo: la autobiografía y sus formas”. En: D. Olson y N. Torrance (Eds) (1995): Cultura escrita
y oralidad. Barcelona: Gedisa.
6
La peripéteia es comparable a la Dificultad de Kenneth Burke –un desacuerdo entre algunos de los cinco elementos del pentálo-
go escénico- utilizada por Bruner en trabajos anteriores.
7
Toma esta hipótesis de un trabajo anterior: Amsterdam, A.G. y Bruner, J. (2000): Minding the Law. Cambridge: Harvard University
Press.
8
El estudio sobre los soliloquios de Emmy es analizado por Bruner en Actos de Significado (donde el nombre de la niña es traduci-
do como Emily) y en el trabajo con Susan Weisser citado en la nota v.
9
Cabe señalar una cuestión de carácter local, propia de la versión en castellano sobre la que hemos trabajado, y es que presenta
algunos pasajes complejos en términos de redacción o vocabulario. Si bien no la hemos comparado con la versión original en
inglés, a lo mejor hay alguna explicación en el hecho –señalado por la editorial- de que la traducción ha sido elaborada a partir de
la versión en italiano.
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Sobre este tema, pueden consultarse, entre otros: Mc. Ewan, H. y Egan, K. (1998) (comps.): La narrativa en la enseñanza, el apren-
dizaje y la investigación, Buenos Aires: Amorrortu. Larrosa, J. y otros (1995): Déjame que te cuente. Ensayos sobre narrativa y educa-
ción. Barcelona: Laertes.
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Estos temas son ejemplos de los desarrollados en diversos artículos de la obra de Mc. Ewan, H. y Egan, K. citada en la nota anterior (x) 121
12
Estos temas también son desarrollados en las obras mencionadas sobre narrativa y educación.
13
Palacios, J. (1988) “Prólogo a la edición española” en Bruner, J: Desarrollo cognitivo y educación. Madrid: Morata.

PROPUESTA EDUCATIVA / 28

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