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NOSOTROS somos la
iglesia que lleva al mundo
los mensajes de los tres
ángeles de Apocalipsis
14." Estas palabras fueron
dichas por un misionero
de otra fe a un ministro
adventista del séptimo día,
quien las oyó con asombro.
Nunca antes había el
escuchado a un
representante de ninguna
otra fe con excepción de la
adventista del séptimo día, hacer una referencia tal a estos
mensajes. Recuperándose de su sorpresa, el ministro
adventista preguntó: "¿Qué le están diciendo ustedes al
mundo con respecto a la marca de la bestia, en el mensaje
del tercer ángel? ¿Qué es la marca de la bestia?" "Oh,
nosotros no sabemos que es eso," fue la respuesta.
"¿Y el mensaje del segundo ángel, acerca de la caída de
Babilonia'. " Nosotros no sabemos aún," fue nuevamente la
respuesta. " ¿Y el mensaje del primer ángel, relativo a la
hora del juicio? "Todavía no sabemos".
Estaban llevando el mensaje de los tres ángeles al
mundo, pero no tenían conocimiento de su significado.
Forzosamente se nos recuerda la historia de Ahimaas, un
ayudante de Joab, el general del rey David, quien había
estado defendiendo al rey contra una rebelión dirigida por
su propio hijo Absalón. El ejército rebelde de Absalón había
sido derrotado, y él mismo había sido asesinado. Joab
había enviado a Cusi, otro ayudante, quien había sido un
cuidadoso observador de los eventos, para llevarle a David
las nuevas de la victoria. Ahimaas suplicó se le concediera
el privilegio de correr también hacia el rey, Joab pensaba
que Ahimaas no tenía un conocimiento fidedigno de la
situación, aunque podía correr bien, no obstante, cedió a
su suplica.
De esta manera, el veloz Ahimaas dio alcance al más lento
Cusí y llegó a la presencia del rey antes que él. Sin
embargo, a la ansiosa pregunta de David: "¿El joven
Absalón está bien? Ahimaas sólo pudo responder: " Ví yo
un gran alboroto ... mas no se qué era". Desde ese
momento hasta ahora, esta experiencia bíblica ha sido la
ilustración clásica del problema del mensajero sin un
mensaje.
Cuan improbable parece la extraña situación, pero,
cuan a menudo en la historia del cristianismo la
experiencia se ha repetido. Si mirando retrospectivamente
analizáramos la historia de la predicación en la iglesia, en
términos generales no veríamos ni un ascenso ni un
descenso en la línea gráfica, sino más bien, una serie de
altibajos y valles y montañas contrastando". Hugh
Thompson Kerr enumera cuatro períodos de elevación en la
predicación de la iglesia, y entre ellos tres periodos de
declinación, tiempos en los cuales los mensajeros
perdieron su mensaje, y Ahimaas corrió de nuevo.1
Los puntos álgidos tal como él
los ve, son: primero, la
predicación de los apóstoles en el
primer siglo; segundo, los
ministerios de Ambrosio,
Agustín, Basilio, Crisóstomo, y
l d G
http://www.laicos.org/ahimaas.htm i l t 1/11
17/11/2018 Ahimaas corre nuevamente / Laicos.org
Relacionado
http://www.laicos.org/ahimaas.htm 10/11
17/11/2018 Ahimaas corre nuevamente / Laicos.org
El Adventistmo y Walter Martin: Lea como el Sr. Walter Martin y El Sr. Donald Barnhouse, en
los años 50, hizo que nuestra denominación cambiara doctrinas básicas como: la expiación en el
santuario celestial, el santuario celestial, la naturaleza humana de Jesús, el don Profético de la
iglesia, la marca de la bestia, el ministerio de Cristo en el santuario celestial, etc. Como fue escrito
el libro Questions on Doctrine o Preguntas sobre doctrina que cambió para siempre la teología
adventista, para volverla más evangélica y evitar que el Sr. Martin llamara a la iglesia una secta
por sus doctrinas tan peculiares.
Puede encontrar este documento en formato Word si lo desea.
Junto a este tema le recomiendo que lea Cartas a las Iglesias por el Pastor M.L. Andreasen, quien
fue al parecer el único ministro que protestó por los cambios hechos.
http://www.laicos.org/ahimaas.htm 11/11