¿Qué es la Cosmovisión Mesoamericana?

La cosmovisión mesoamericana se refiere a la manera en la cual percibían la realidad

circundante los habitantes de los pueblos de Mesoamérica.

Para comprender mejor este concepto, es necesario saber qué significado tienen los
términos cosmovisión y Mesoamérica.

La cosmovisión se refiere a todas aquellas ideas o imágenes que el ser humano construye a
través del tiempo para dar una explicación a los fenómenos que le rodean y que le afectan,
para comprender cómo se originó el universo, y para entender el rol que le corresponde en
el mundo en el que vive.

El término Mesoamérica no es tanto geográfico, sino cultural e histórico. Abarca las

poblaciones originarias que dieron lugar a distintas manifestaciones culturales
fundamentales, que corresponden a las raíces de la civilización actual.

Algunas de estas culturas son la azteca, maya, mexica, teotihuacana, tarasca y olmeca,
entre otras.

Estos pueblos se generaron en el período comprendido entre los años 2500 a.C y 1521 d.C.
Físicamente, Mesoamérica incluye a Belice, Guatemala, El Salvador, y parte de México, de
Honduras, de Costa Rica y de Nicaragua.

A pesar de que se desarrollaron en distintas partes del territorio, todas las culturas tienen
importantes similitudes, entre las que destaca las distintas cosmovisiones.

Características más importantes de la cosmovisión mesoamericana

Dioses creadores
Según la cosmovisión mesoamericana, en un principio reinaba el caos en el ambiente, y
todo estaba rodeado por un gran océano.

Todos los pueblos mesoamericanos conciben un inicio de la creación muy similar, con
algunas diferencias. Por ejemplo, el pueblo maya habla de una serpiente emplumada de la
cual surgieron tres grandes poderes que llevaron a cabo la creación del universo entero.

En cambio, el pueblo mexica habla de un dios dual, formado por dos seres, Tonacatecutli
(masculino) y Tonacacíhuatl (femenino), que vivían en el cielo más alto de la superficie.

Según la cosmovisión mexica, una de las que mejor integró las distintas nociones de los
pueblos de Mesoamérica, luego surgieron cuatro dioses, a quienes se les atribuye la
creación de un gran lagarto (así concebían al planeta Tierra), de los doce cielos restantes y
de los demás dioses que existieron.

Cada uno de los dioses estaba asociado a un punto cardinal terrestre y tenía un color
representativo. Tezcatlipoca era un dios omnipresente, caprichoso, dador y, a la vez,
despojador, destinado al norte y asociado al color negro.

Huitzilopochtli, un dios de la guerra al que se hacían sacrificios humanos, destinado al sur y

asociado al color azul.

Quetzalcóatl, también conocido como la Serpiente Emplumada, es uno de los dioses más
representativos de la cosmovisión mesoamericana, asociado a la vegetación y al agua,
patrón de los sacerdotes, dios de la mañana, de la muerte y de la resurrección. Quetzalcóatl
fue destinado al oriente y su color asociado era el blanco.

Y, por último, Xipe Tótec, dios del maíz y la guerra, a quien se ofrecía como ofrenda el
desollamiento de prisioneros de las guerras. Estaba relacionado con la agricultura, su color
asociado era el rojo y estaba destinado al occidente.

La Tierra como centro del universo

El planeta Tierra fue visto como un lagarto de gran tamaño que estaba rodeado de agua,
denominado Cipactli.

Todas las características del lagarto correspondían a las zonas geográficas del planeta, que
era el centro del universo entero.

El cocodrilo flotaba en el océano. Las protuberancias del lagarto se asociaban a las

regiones montañosas, sus vellos correspondían a las zonas de vegetación, y los huecos de
su piel eran las cuevas.

Creación del ser humano

La cosmovisión maya contempló una primera creación de un hombre de barro, y luego de
uno de madera.

Dado que ninguno de esos hombres respondía a lo que ellos concebían para los seres
humanos, surgió un tercer hombre, alimentado por maíz; según el pueblo maya, este
hombre sí pudo comunicarse con los dioses y tenía capacidad de reflexión.

Por otro lado, la cosmovisión mexica plantea una historia distinta: Quetzalcóatl debía
recuperar los huesos de los últimos hombres en el inframundo. Eventualmente los recupera
y los baña con su sangre; luego de esto, surgen los seres humanos en el mundo.

Se considera que este surgimiento de los hombres, bañados en sangre, está enmarcado en
un sacrificio de los dioses.

Un cielo con trece niveles

Se estableció que el cielo tenía trece capas distintas, y en cada nivel habitaban seres,
elementos o dioses diferentes.
Los demás planetas y astros del universo se encontraban en los niveles más bajos. En los
cielos más altos habitaba el dios de la lluvia, y en el último cielo, el número trece, se
encontraba el dios dual, creador del mundo. Todos los niveles del cielo tenían dioses
asociados.

Un inframundo con nueve niveles

En la cosmovisión mesoamericana se determinó que las cuevas eran pasajes a través de
los cuales era posible contactar al inframundo, que estaba compuesto por nueve niveles.

El inframundo tenía gran importancia debido a que era el pilar que sostenía a todo el
universo. Esta concepción estaba íntimamente relacionada con la oscuridad y el caos.

Asimismo, se consideraba al inframundo como el escenario en el que se encontraban los

muertos, pero también la vida oculta, que eventualmente se gestaría.

El Quinto Sol
Según la cosmovisión mesoamericana, anteriormente ya habían surgido varias realidades,
varios mundos. A cada vez que se había vivido se le denominó edad, y las edades se
llamaron “soles”.

Los mesoamericanos establecieron que la edad que vivían era la quinta: el quinto sol, que
corresponde al momento en el que se genera la vida humana en el planeta.

Los cuatro soles anteriores corresponden a las distintas fases de creación del universo. En
el primer sol, los habitantes del mundo eran gigantes y fueron destruidos por jaguares. En el
segundo sol, hubo un huracán que destruyó toda la vida.

En el tercer sol, el mundo se destruyó por la acción de una lluvia de fuego. Y en el cuarto
sol hubo un enorme diluvio luego del cual todos los seres se convirtieron en peces.

La cosmovisión de Mesoamérica indica que el quinto sol concluirá gracias a un movimiento

terrestre importante.