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La emergencia de las nuevas potencias mundiales.

Esta etapa se caracteriza por el desplazamiento, primero paulatino y posteriormente agresivo,


de las hasta ahora consideradas de primer orden, como Inglaterra y Francia, y por otras que
llegaron un poco más tarde a la revolución industrial, pero que se pudieron poner al nivel de
las circunstancias históricas.

Veremos los casos de Italia, Japón, Alemania, el imperio Austro-Húngaro, Rusia y los Estados
Unidos.

Italia.

Una vez unificada Italia, continuo en la práctica dividida económicamente entre un norte en
vías de industrialización con un considerable movimiento obrero, y un Mezzogiorno -mediodia-
latifundista atrasado, con rebeliones campesinas e incluso bandolerismo. El estado trazo una
política económica favorable a la industrialización capitalista, y que incluía medidas como el
proteccionismo, la construcción de arsenales y vías de ferrocarril, los trasportes, los servicios
públicos y las finanzas estatales. Esta política estaba sumamente preocupada por el equilibrio
del presupuesto público y la balanza de pagos, y muy ligada al capital financiero.

Italia tuvo un tiempo de auge a fines de los setenta, pero a esto le siguió una crisis económica
que duro casi veinte años. Hubo sin embargo una recuperación relacionada con cierta
expansión industrial que duro hasta la primera guerra mundial. Pero aun se mantiene la
división económica entre el norte y el sur de Italia.

Si situamos a Italia en una perspectiva comparativa, so brillo empieza a desvanecerse. Italia


creo la industria del hierro y del hacer, pero en 1913 su producción equivalía a una octava
parte de la de Alemania y solo a dos quintas partes de la de Bélgica. Consigue grandes índices
de crecimiento industrial, pero los resultaron terminaron siendo poco atractivos. Al estallar la
primera guerra mundial no había alcanzado siquiera un cuarto de la fuerza industrial, a pesar
de que se consideraba como una potencia mundial, Italia no poseía ni una tercera parte de la
fuerza industrial en comparación a las demás potencias mundiales, algunas la multiplicaban
por seis.

Japón.
La restauración Meidji trajo consigo el desarrollo del capitalismo en Japón a partir del último
tercio del siglo XIX. Se manifiesta la expansión del imperialista de los japoneses, que se lleva a
cabo a través de de algunas guerras e invasiones,

En 1894 los japonés invaden china, esto por común interés sobre corea, y se llevan una fácil
victoria, pero no pueden reclamar los territorios de Port Arthur y el de la península de Liao-
Tung, por la amenaza de una alianza (Rusia, Francia, y Alemania).

En 1894, sin una declaración previa de guerra, Japón ataca Port Arthur, dando comienzo a una
breve guerra ruso-japonesa, en la cual Japón termina victorioso ante Rusia, y da termino a la
guerra firmando la paz de Portsmouth (1905). Como resultado: Japón instala un protectorado
sobre corea, se apodera de la región Kuantún y Port Arthur, así como del ramal de
ferrocarriles del este de china y la mitad de la isla de Sajain, y de paso el derecho de pesca en
aguas territoriales del extremo oriente de Rusia, en 1907 se crea un tratado con el gobierno
zarista, repartiéndose el nordeste de china y posteriormente en 1910 corea pasa a ser un
gobierno general de Japón.

Alemania.

La culminación de la unificación alemana bajo el mando de Prusia se dio por la derrota de


Francia en la guerra franco prusiana (1871).a partir de ahí, Alemania conducida por el canciller
Bismarck, tendrá un papel de primer orden en Europa. A consecuencia de la paz con Francia,
Alemania se anexa las ciudades de Alsacia y Lorena (ricos en hierro y hulla), cobro una
indemnización a los franceses y logro el desarrollo de si industria con equipo moderno.

A partir de 1983, Alemania había incrementado el desarrollo económico, tanto industrial como
agrícola, al incrementarse la case industrial decayó el poder de los terratenientes semifeudales
“yunkers”, se trata de una transformación agraria hacia el capitalismo, ya que Alemania
conserva su estructuras políticas aristocráticas y monárquicas.
El crecimiento del movimiento obrero es notorio e incluso se llego a formar el primer partido
socialdemócrata en Europa (1875).

De 1871 a 1980 tiene lugar la llamada “era Bismarck”, marcada por el canciller llamado
“canciller de hierro”, artificie de la unificación de Alemania. Birsmark logro salvaguardad la
unidad del país, reprimiendo a los católicos y a los socialistas, crea algunas reformas como los
seguros contra enfermedades, accidentes y vejez.

Alemania se desarrolla de una forma impresionante, bien marcada en el crecimiento de


población, donde, en 1890 contaba con 50 millones de habitantes y que para 1914 aumento a
67 millones; se unifico el mercado gracias a la extensión de vías férreas; y a una política
proteccionista. A Alemania le fue importante la adopción y creación de una tecnología
moderna y un desarrollo de capital financiero que conlleva a la creación de grandes
monopolios.

Alemania se convierte en una verdadera potencia mundial cuando velozmente crece el


comercio exterior, el cual se triplica de 1870 a 1914; y pronto reclamara una mayor
participación en el reparto del mundo.

Astro-Hungría

El imperio era una de las llamas potencias centrales, pero por su conformación política
pertenece al modelo de los viejos imperios. Su población creció de 41 millones en 1890 a 52
millones en 1914. Tuvo un importante desarrollo en la industrialización, pero su verdadero
auge se presento antes de 1900.

En el imperio Astro-Húngaro eran mayores sus contradicciones y problemas:

 Existía una gran diversidad económica entre las regiones que lo conformaban.
 Mientras que las provincias austriacas y tierras checas se industrializaban, la población
sufría un rápido incremento en las regiones eslavas, que eran las más pobres.
El mayor problema del imperio Astro-Húngaro era el de que no tenía una verdadera
integración entre sus distintas regiones.

Rusia.

El zar Alejandro I realizo una serie de reformas a partir de 1861. Se trato básicamente de
reforzar parcialmente y en un sentido capitalista, la estructura económica rusa, se basa
principalmente en la abolición de la servidumbre y varias reformas de tipo político.
La abolición de la servidumbre se basa prácticamente en a obtener fuerza de trabajo libre con
relativa facilidad y también al temor de rebeliones campesinas, ya que el descontento que se
ocasionaba en el campo proporcionaba una situación explosiva. Dentro de las reformas
políticas y jurídicas se encuentra la judicial, la formación de administraciones locales, y la
abolición de los castigos corporales.

La liberación de los siervos consistió en que el campesino tuviera la posibilidad de rescatar su


parcela una vez que hubiera cubierto el pago de la indemnización al terrateniente; mientras no
terminara de de hacerlo, la tierra continuaba como propiedad del latifundista, muchas veces
resultaba que el rescate rebasaba el costo real de las tierras.

Pese a que en realidad el campesino no lograba su independencia del terrateniente, solo pocos
trabajadores del campo lograban emanciparse y convertir su mano de obra en libre para las
industrias. Prácticamente se trataba de una alianza entre los terratenientes y los burgueses y
así lograr la transición al capitalismo sin lesionar los intereses de estos, tratando sobre todo de
evitar conmociones sociales.

La situación de los campesinos lejos de mejorar comenzó a empeorar, pues en la mayoría de


los casos correspondieron cinco hectáreas por cabeza; para 1900 tenían menos de tres, aparte
de que la tierra repartida era la de menor calidad.

Entonces, las reformas creadas por Alejandro I abrieron paso al capitalismo, pero sin embargo
nunca hubo un cambio en el gobierno. Existe así una clara contradicción, ya que las clases
emergentes burguesas y las proletarias, que aumentaban en cantidad, exigirían representación
política.

El desarrollo capitalista ruso tuvo tres características principales: intervención del estado,
inversión extranjera y concentración de las industrias en algunas ciudades.

La autocracia rusa negaba al pueblo los más elementales derechos democráticos; no existía
libertad de prensa, de asociación ni de expresión, no había parlamento ni gobierno
representativo. Solo existían como elementos democráticos los zemstvos, que eran entidades
administrativas regionales autónomas y que pronto cayeron en manos de la burguesía. Este
débil impulso fue de corta duración, que duro hasta los años 80 del siglo XIX, se restringieron
las funciones de los zemstvos, sustituyéndolos por los comandantes de campo designados por
los gobernantes.

Al paso del tiempo la autocracia volvió a tomar las riendas, y las reformas políticas dieron
marcha atrás, provocando el descontento.

Estados Unidos.

Los gobernantes norteamericanos ya con el país unido después de la guerra civil, contaban con
el suficiente poder para extenderse con mayor fuerza.

Tenían un amplio proyecto para convertirse en una potencia mundial, se trataba de extender
sus territorios a costa de México. Cuando en 1847 el ejército norteamericano se encontraba en
territorio mexicano, fueron descubriendo los vastos yacimientos de oro en la Alta California,
iniciándose así la fiebre de oro. Estos territorios fueron perdidos por México y pasaron al
control de los estados unidos, con la posesión de Alta California así como el importante puerto
de San Francisco, y este tendría un importante papel en el comercio americano con el Oriente
y el control del Océano Pacifico.

Tenían además la necesidad de controlar la puerta de entrada del continente: es decir, Antillas;
de ahí la importancia de Cuba, Puerto Rico, Haití, etc. También surgía la necesidad de
encontrar un paso entre los dos océanos, así se explica el interés por el Istmo de Tehuantepec
o por Nicaragua, este último país varias veces fue invadido por los ejércitos norteamericanos.

Finalmente consiguen dividir a la Gran Colombia, apoyar el movimiento separatista panameño


y posteriormente apoderarse de la concesión del Canal de Panamá.

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