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nº 1, diciembre de 2001, pg.49-52.
profundizaron durante la presidencia del Dr. Illia para cortarse abruptamente en 1966
con la Revolución Argentina, llevaron a un fuerte intento por renovar las costumbres
sistema social imperante. El nuevo modelo, en cambio, desconfía del entramado social y
lo cuestiona desde todos los flancos. El “titular” argentino de este nuevo modelo se
llama Julio Cortázar, quien aspiraba a “vulnerar la ilusión de unidad que crean los actos
lingüísticos” i.
límite las posibilidades del lenguaje y lo tensionaría casi hasta hacerlo estallar, no para
hacerlo ilegible sino para estremecer y conmover al espectador. Con esa “tensión” se
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masiva al cine propagandístico o la multiplicación superficial que caracterizaron, en
llamar Nuevo Cine Argentino, por el contrario, se la incluirá para desnudar la alineación
y la frustración burguesa pero se lo hará desde una nueva estética que reconoce como
“esteticistas”.
Dentro de este contexto resulta coherente que Manuel Antín haya elegido cuatro
“El ídolo de las Cícladas”v) para llevar a tres de sus películas (La cifra impar, Circe e
lenguaje, y ésta como única forma enunciativa, como enunciara Cortázar años después
en Rayuela: “...hay que abrir de par en par las ventanas y tirar todo a la calle, pero sobre
mantienen.
historia original tales como la secuencia del encuentro en Mar del Plata, los espacios
exteriores (el bosque, los paseos en yate) y la irrupción de Raquel como contraimagen
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parte de Antín; el director toma la estructura de “Continuidad de los parques” y la usa
como andamiaje para desplegar la historia de “El ídolo de las Cícladas”. La lectura que
hace Héctor de “Continuidad...” funciona como la novela que en ese cuento lee el lector
desplazamiento del carácter ancestral y cíclico que concentra el ídolo de piedra que
en ese “discurso de la ruptura” al que nos hemos referido. En este sentido, se advierte la
pasado/presente/futuro.
otra vez cae en el charco de agua para expandir círculos concéntricos; por intromisión
iterativa en Circe, donde los encuentros y muertes de los novios se suceden unos a
otros con el espejo como elemento aliterante que los repite una y otra vez; por
romance previo y hacia una futura infidelidad, como si el tiempo cíclico del ídolo de
del cuento de Cortázar que lee Héctor refuerza la conexión con el futuro.
sobre su unicidad, como ocurre en Cortázar: los espacios duales se suceden y los
muertos, sin que medie más recurso que la sintaxis que, como en los pasajes temporales,
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Se conserva en la transposición la dinámica triangular del conflicto amoroso:
en cada uno de los textos, el conflicto se configura a partir de triángulos que dificultan
la comunicación entre sus miembros: dos vértices masculinos y uno femenino, vértice y
mirada del hombre del presente (Luis , Mario y Héctor) a través de vidrios, reflejada en
futuro.
configurados bajo el mismo esquema, y al triángulo que formaban Laura /Nico /Luis en
La cifra..., se le agrega otro formado por Laura /Mamá /Luis. En Circe, a Delia /Mario
discordia que la primera mujer (Laura o Delia) produce entre dos hombres, se suma otra
mujer (Mamá o Raquel) que la profundiza. La mujer de la disputa, deseada por los
carencias: si Delia no le concede su cuerpo a Mario, aparecerá otra mujer que sí lo ceda,
otra mujer que llene lo que a Mario le falta de la mujer deseada. En Intimidad de los
piedra, el ídolo femenino por cuya posesión disputan los hombres y que funciona como
Esta posesión organiza las tres historias contadas por Antín. Las tres mujeres
sufren de alguna carencia (Delia no puede sostener una relación de pareja, Teresa no
puede entregarse a la pasión, Laura no puede olvidar a Nico ni puede hacer comunicable
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Ni Delia, ni Teresa ni Laura parecen capacitadas para simbolizar (las cartas de
mamá siempre van dirigidas a su hijo, a quien le pide que sea él quien le responda
porque Laura tiene letra confusa y no se entiende lo que escribe) y parecen incompletas
a los ojos de los demás porque no pueden satisfacer su deseo: el deseo del otro, el
hombres. Parte del SABER HACER de los hombres consiste en controlar el deseo de
historias anteriores de Delia; Luis, por la relación de Laura con Nico; Héctor, por la
posibilidad de que un antiguo romance siga vivo. Esta atracción por “lo diferente” se
constituya en sujeto de la enunciación. En los tres casos de los filmes que nos ocupan, la
Laura, cómo Luis se exaspera ante el goteo y la cierra una y otra vez). Carente de voz
Teresa la negación a entregarse al hombreviii pero para llenar ese vacío aparecerán
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Las formas de comunicación no verbales o preverbales a las que hacíamos
comunica sin palabras con los animales; Teresa descubre su cuerpo mientras permanece
ajena a la disputa y llora en secreto mientras su esposo le lee el cuento que adelanta su
hace tomar conciencia del valor de ese cuerpo; sólo entonces ella podrá disfrutarlo a
través del contacto con las paredes de piedra. En el caso de Circe, la autosatisfacción de
Delia frente al espejo llegó a poner en riesgo el estreno de la película y cosechó fuertes
apelativos entre la crítica, aun entre aquella que pretendió justificarla a través de
para sí misma y no está dispuesta a entregarlo a ningún hombre: aunque ellos “mueran”
por poseerla, antes prefiere “matar” que entregarse aunque esta decisión le valga el
vecindario; una mujer con poder y decisión sobre su cuerpo recibirá la sanción social y
los más duros calificativos. Delia (la de Antín, la de Cortázar) debería figurar entre las
“mujeres que matan” , como llama Josefina Ludmer x a estas mujeres que limpian de
justicia sexual y el único castigo que reciben es el social: los rumores. Ellas cometen un
delito simbólico que las libera de padres, hijos, novios o maridos que las reprimen o
acosan. Delia se libera de los novios porque quiere recibir su premio: la libertad.
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A pesar de que hasta aquí hemos hablado de tres enunciados, tres personajes,
personajes y sólo una, Delia, parece saberlo. De hecho, la ambigüedad con que se
hechicera pero, a diferencia de los novios anteriores, sobrevive. Sin embargo, Delia
custodiada por los padres, quienes deben abandonar, otra vez, la ilusión de ver a su hija
depositada en las manos de un hombre. Ellos seguirán siendo sus custodios y carceleros,
así como Laura continuará presa de Luis en París y a Teresa tal vez la espere un destino
Mujeres idealizadas que desilusionan por sus carencias, dinámica triangular del
aspectos analizados hasta aquí pero escuchemos lo que dice la crítica Estela Cédola en
narrador - personaje u omnisciente, y con menos frecuencia, a través del discurso del
personaje femenino. La problemática del deseo será un cruce obligado de miradas para
objeto amoroso, y del deseo femenino que se delata por su ausencia o su carácter de
varios textos”.xi
resulta adecuada para las realizaciones de Antín. Una visión del mundo y de las
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relaciones entre hombres y mujeres disonantes entre quienes se postulan como una
renovación y dicen enunciar desde un discurso de ruptura. Leído casi cuarenta años
después, el “nuevo” modelo que proponía Antín, paradójicamente, siguió los recursos
Aun cuando los cineastas del Nuevo Cine Argentino prometieran una
emancipación del cine respecto de la literatura, son los recursos formales literarios los
los filmes de Antín siguen más de cerca el modelo cortazariano, mejor explotan los
un lenguaje propio.
nivel ideológico, selección temática -, el corpus aquí analizado, filmes de Antín que se
independencia, un intento por hallar la voz propia, como los intentos de Delia, de Laura
y de Teresa...
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Notas
i
González, Horacio. “El BOOM: rastros de una palabra en la narrativa y la crítica argentina”. En Historia
crítica de la literatura argentina. Tomo XI, p. 406.
ii
“-A propósito de Torre Nilsson, ¿cuál fue la influencia que ejerció sobre ustedes?
- Fundamentalmente, la de la libertad de imagen. Pero Torre Nilsson no nos enseñó. Fue como un
padre, que estaba con nosotros y nosotros aprendíamos de él”.
Entrevista a Manuel Antín realizada por Jorge Abel Martín. Tiempo argentino. 1 de noviembre de 1983.
iii
En Las armas secretas (1959).
iv
En Bestiario (1951).
v
Ambos en Final del juego (1956).
vi
De 1961, 1963 y 1964, respectivamente.
vii
Cortázar, Julio. Rayuela. Cap. 147, pp. 545.
viii
Intimidad de los parques se inicia con un epígrafe que avala esta lectura: ¨: “Antiguas leyendas cuentan
esta historia: la mujer que se niega al amor se convierte en piedra...”
ix
“...ésta (Circe) se ama, monstruosamente, a sí misma. Circe es frígida porque es narcisista; pero
necesita fascinar a los hombres porque, como consecuencia de su primer trauma, es también
exhibicionista.” (s.d.).
“...el film intenta explicar o completar al personaje central, con muy poca fortuna y dudoso gusto,
añadiendo a su conducta elementos de aberración sexual que en nada mejoran la comprensión del
relato...” Sylvia M. De Potenze (s.d.)
Extraído de material de lectura correspondiente a la cátedra “Problemas de literatura argentina” (U.B.A.,
Facultad de Filosofía y Letras, 2000) En ambas citas los subrayados son nuestros.
x
“Los cuentos de mujeres que matan, encadenados, constituyen en cada momento la puesta ‘en delito’ de
una representación femenina con poder, que no recibe justicia estatal (...) la que mata se transforma en
una mujer neurótica y loca, y recibe una condena médica y social, no jurídica (...), la mujer que mata
elude la justicia estatal porque hace justicia política y sexual, mata a un ‘delincuente’ y recibe un premio
liberador: recibe futuro”. Ludmer, Josefina. El cuerpo del delito, pp.370-371.
xi
Cédola, Estela. Cortázar. El escritor y sus contextos. Pp. 67.
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BIBLIOGRAFÍA.
ANTÍN, Manuel, “La cifra impar a través de su autor”. En revista Entreacto. s/d.
1994.
_____________, “El ídolo de las Cícladas”. En Final del juego. Buenos Aires,
Alfaguara, 1998.
Alfaguara, 2000.
pp.545.
1999.
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GONZÁLEZ, Horacio, “EL BOOM: rastros de una palabra en la narrativa y la
LUDMER, Josefina, El cuerpo del delito. Cap. 5. Buenos Aires, Perfil, 1999.
MARTÍN, Jorge A., “La generación del ’60 en la mirada de uno de sus artífices:
noviembre de 1983.
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