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WHITE, Richard Alan. La consolidación del primer régimen popular de América Latina.

In: Id. La primera revolución popular en América: Paraguay (1810-1840). Asunción:


Carlos Schauman, 1989. pp. 93-115

Tema La dictadura revolucionaria de José Gaspar Rodríguez de Francia


Texto Capítulo de libro
Método Histórico
Objetivo Analizar la dictadura revolucionaria
Tesis La dictadura de Francia fue un proceso político revolucionario
Ideología Revolucionaria

▪ Aislamiento
 Destrucción del Paraguay tradicional.
 Crisis: Exportaciones cayeron de 400.000 (1816) a 60.000 pesos (1820).
▪ Lógica combativa
 Represión política ante conspiraciones.
 Aniquilamiento económico: Multas, confiscaciones.
▪ Iglesia:
 Nacionalización de las tierras.
 Gestión nacional de la institución.
▪ Bancos: Cobro de deudas de acreedores ausentes.
▪ Composición confiscaciones monetarias: Herencias (18,97%), Confiscaciones de
la iglesia (7,38%), Colecta de deudas (8,35%), Multas y Confiscaciones (35,69%),
Contribuciones forzadas (29,62%).
▪ Tierra: Estatización más del territorio.

[Multas] “Durante estos primeros años, la oligarquía, incapaz de derrocar el régimen


popular, expresó su frustración a través de la oposición verbal y pequeños hostigamientos.
La irritada reacción de Francia a estas tentativas limitadas pero sistemáticas de socavar la
autoridad del gobierno, fue aplicar pesadas multas a los disidentes. […] Estas multas
deben haber sido frecuentes, puesto que los registros del Tesoro indican que para 1818 –
el primer año para el cual existe documentación – un total de 86.614 pesos habían sido
confiscados de personas particulares”. (p. 93-4)

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[Aislacionismo, crisis y oposición] “[…] Ya en 1815, la propaganda antifrancista
advertía que la resistencia continua a la hegemonía porteña daría por resultado el cierre
de puertos regionales a productos paraguayos, lo que den la práctica significaría la pérdida
permanente de parte del mercado de la yerba, dado que los consumidores de yerba usarían
substitutos tales como el café, chocolate y otras bebidas. En efecto, la política adoptada
por los porteños […] golpeó el corazón de la economía de monocultivo de la nación,
devastando las bases socioeconómicas de la oligarquía paraguaya [-] [*] En proporción
inversa a la caída en el comercio, la oligarquía incrementó su oposición a Francia y al
régimen popular […]” (p. 94-6)

[Gran conspiración] “[…] un número de conspiradores continuó realizando sus


reuniones clandestinas en la casa en Asunción del Dr. Marcos Baldovinos, donde
decidieron que el golpe debía comenzar el Viernes Santo. Ese día, Francia debía ser
asesinado durante su habitual caminata de la tarde. Al mismo tiempo, debía ser practicado
un número de otros asesinatos; las víctimas previstas incluían a los secretarios del
gobierno y los comandantes y oficiales del cuartel de Asunción […] Luego de la purga,
Yegros debía asumir el control del gobierno; Pedro Juan Cavallero y el Capitán Miguel
Antonio Montiel se harían cargo del ejército […]”. (p. 99)

[Protección de Artigas] “Al llegar a Corrientes el mes siguiente, Ramírez, quien había
levantado el bloqueo general varios meses antes, ofreció ahora garantías al comercio
paraguayo e incluso armamentos en cambio por Artigas. Sin embargo, […] Francia ignoró
las ofertas de Ramírez”. (p. 100)

[Salida: Prohibición] “[…] “tan pronto como él estuvo en conocimiento de los


preparativos de Ramírez, resolvió no otorgar más pasaportes para abandonar el Paraguay”
porque, como informaba Rengger, “temía que algunos de los que tenían permiso para
dejar el país pudieran servir como guías del enemigo y facilitar una invasión de éstos”.
Durante este período, cualquiera que trataba clandestinamente de salir del Paraguay lo
hacía bajo riesgo de ejecución”. (p. 101)

[Españoles] “[…] Alfaro urgía al comandante Cáceres a acelerar la ayuda que había sido
prometida a los conspiradores. La carta aseguraba […] que todo el elemento español
ayudaría activamente al movimiento. A la mañana siguiente, Francia ordenó a los

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españoles que se reunieran en la plaza de Asunción, y después de anunciar el contenido
de la carta de Alfaro, arrestó a todos los trescientos […] [-] Francia aprovechó esta
ocasión para romper el poder económico de la antigua clase gobernante española. Los
españoles fueron liberados solamente después de realizar una enorme “contribución” de
150.0000 pesos […] “después de su prisión y “contribución”, “la mayor parte de los
españoles… fueron reducidos a la absoluta pobreza”. (p. 103-4)

[Ejecuciones políticas] “[…] A la mañana del 17 de Julio de 1821, comenzó la ejecución


con Fulgencio Yegros, el capitán Miguel Antonio Montiel y el Dr. Juan Aristegui; durante
los días siguientes, veinte conspiradores más enfrentaron el batallón de fusilamiento. Con
pocas excepciones, durante el resto del gobierno de Francia, el Paraguay no fue testigo
de otras ejecuciones políticas”. (p. 105-6)

[Represión francista] “[…] Lo que en realidad es extraordinario, es la notablemente


limitada violencia y muerte que acompañó los profundos cambios estructurales forjados
por la revolución social del Paraguay. [-] Aunque Francia liberó a una gran cantidad de
prisioneros del estado en 1824, de los aproximadamente quinientos que restaron –
incluyendo miembros de virtualmente todas las familias “notables” de la nación – la
mayoría languideció en prisión hasta la muerte del Dictador. Manuel Pedro de Peña dijo,
“Seiscientos presos nos hallábamos en aquella cárcel el año de 1840, y apenas un tercio
eran asesinos y ladrones. Cuatrocientos o más hombres pertenecían a la clase más decente
y culta del país”. (p. 107)

[Iglesia] “[…] Francia aceleró su ataque contra los fundamentos económicos de la iglesia
paraguaya, secularizando los monasterios y expropiando sus vastas propiedades. Parte de
estos bienes fueron asignados a uso militar, tales como la pastura del Convento de la
Merced, que fue convertido en un parque de artillería, y los edificios de los Recoletos,
que se convirtieron en cuarteles militares. Sin embargo, como parte de la amplia reforma
rural implementada por el gobierno, la mayoría de las tierras fueron distribuidas entre
paraguayos sin tierra y refugiados inmigrantes como lotes de granja, o dedignados como
estancias del estado. [-] Adicionalmente a la confiscación de sus tierras, para 1824, el
estado también había asumido el control financiero de la iglesia. […] en 1828, el estado
comenzó a confiscar el exceso de riqueza de las iglesias […]”. (p. 109)

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[Bancos] “Interviniendo directamente en el sistema crediticio español, el estado confiscó
toda la riqueza “oculta” en forma de deudas […] El estado cobró todas las deudas a favor
de personas físicas que habían fallecido sin herederos legítimos, deudas a favor de
prisioneros cuyos bienes se confiscaron, y deudas a favor de las corporaciones y
fraternidades religiosas secularizadas […]”. (p. 110-13)

[Tierras] “[…] varios cálculos estimativos de mediados de 1920, establecen las tierras
del estado como incluyendo más de la mitad de la rica región central del Paraguay”. (p.
114)

[Cabildo: Desmantelamiento] “A fines de 1824, el gobierno desmanteló la última de las


instituciones de la oligarquía, aboliendo el Cabildo de Asunción – el Consejo municipal
de la capital – que, durante el período colonial, había servido como el organismo
gobernante local de los “notables” de la provincia. […] Francia se encontró con que el
Cabildo continuaba ejerciendo su tradicional función antidemocrática. Observando que
el Cabildo de Asunción había “continuado en esta ciudad únicamente siguiendo el antiguo
uso… no siendo por consiguiente una institución popular, sino solamente un
establecimiento arbitrario del régimen español ya extinguido” […]”. (p. 114)

[Lucha de clases] “A diferencia del tradicional golpe de estado latinoamericano, en el


cual una sección de la élite, en poder de la otra, la Gran Conspiración no fue un conflicto
intraclases, sino más bien una confrontación de clases, que confrontó los intereses de la
élite – el 5% de la población – contra el bienestar del 95% por ciento restante de los
paraguayos. Y mientras el desarrollo histórico del conflicto de clases paraguayo es
notable en sí, su conclusión es aún más memorable. La oligarquía fue derrotada”. (p. 115)

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