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TRASTORNOS DE LA PSICOMOTRICIDAD

SEGÚN ALMONTE
La motricidad es una entidad estable entre el aspecto neurológico del movimiento y su
componente psicológico que explica su intencionalidad y motivación.
Considera 3 aspectos dimensionales de la motricidad:
- Motricidad: se refiere al movimiento, el cual comprende la evolución de la
tonicidad muscular y el desarrollo de las distintas capacidades del niño.
- Dimensión cognitiva: comprende la formación de un esquema corporal (percepción
del cuerpo como punto de referencia para la orientación espacial de la actividad
motriz), la estructuración espacial (capacidad de establecer relación entre los
elementos elegidos para formar un todo) y temporal (darse cuenta del antes y el
después).
- Dimensión afectiva: modo de organización de una actividad motora en función de
variables, como la manera de ser del individuo y de la situación en que se realiza.

 El desarrollo psicomotor requiere de una maduración anatómica, que sea


progresiva, y necesita de estimulación del medio exterior que implique actividades
más localizadas, finas y adaptativas.

Entonces…
Podemos decir que un trastorno de la psicomotricidad es una alteración o incapacidad del
niño de inhibir, detener o realizar algunos movimientos motores, lo que va relacionado con:
el componente psicológico, la conciencia motriz (que le permite el manejo del cuerpo), del
mismo modo va ligado al desarrollo madurativo, y no menos importante, tiene que ver con
la historia de vida del niño y su vida afectiva que interfiere en su adaptación.
 Estas alteraciones o incapacidades asociadas a factores genéticos, neurobiológicos y
psicosociales constituyen una fuente de malestar, tanto para el afectado como para
su entorno social,
 Como resulta molesto para el afectado, lo demuestra a través de problemas en el
rendimiento escolar, baja autoestima y conductas de oposición pasivas o activas,
sentimientos de inseguridad, incapacidad y rechazo hacia las actividades escolares
que ponen en juego habilidades en las que el niño tiene dificultades.
En niños pequeños: Se presenta inquietud o torpeza, lo que implica dificultades con el
ritmo de aprendizaje e integración al sistema escolar ya sea, por lentitud, impulsividad y
problemas en las relaciones interpersonales.
Se distinguen:
 Torpeza motora: Dificultades menores, molestas para el niño, irritantes o
decepcionantes para los que lo rodean. Es posible distinguirlo en niños por una
fluctuación en su eficacia gestual según las circunstancias (lo que tiene a generar
ansiedad, inseguridad en su desenvolvimiento). Además, muestran lentitud o
dificultad en el movimiento de las articulaciones y dificultad para moverse en el
espacio.
o Trastornos de lateralidad: Niños ambidiestros, lo que quiere decir que hay
niños que no tienen su lateralidad bien definida, lo que afecta en actividades
precisas y fijas como la escritura y a la motricidad en general.
o Dispraxia: Cuadro neuropsicológico relacionado a una perturbación mayor
de la organización conjunta del esquema corporal y de la representación
espacial (falta de organización del movimiento). Puede ser: de realización
motriz (falta de coordinación, lentitud, torpeza y dificultades para correr y
saltar), constructivas (alteración espacial, generalmente asociado a un
trastorno de lateralidad, que lleva a dificultades en realizar dibujos y figuras
geométricas) y topoquinéticas (falta de organización total o parcial del
esquema corporal (señalar partes del cuerpo, nombrarlas, dificultades
grafoconstructivas).
 Hiperquinesia o inestabilidad psicomotriz: Incapacidad de fijar la atención,
moviéndose constantemente, fatigando al entorno y a sí mismo. Tiende, como
consecuencia, a problemas de tolerancia del medio que lo rodea y a contribuye a su
inestabilidad. Presentan cierto grado de trastorno del lenguaje, pobreza de expresión
simbólica, retraso o desarmonía en funciones cognitivas.
 Inhibición psicomotriz: Lentitud en los gestos y desplazamientos del sujeto, puede
aparecer en la escritura y asociarse a una rigidez en la postura, en las actitudes y los
movimientos. En el plano psíquico, inhibición intelectual y de imaginacion,
presencia de timidez, pasividad e hipercontrol. El niño “no hace”, “inhibe” lo que
serían los amplios movimientos corporales que lo harian visible, puesto que siente
temor a la relación con el otro, teme a la desaprobación. Algunas características de
estos niños son: aspecto frágil y débil, prefieren estar quietos, carecen de libertad
psicomotriz, demasiado atentos a las acciones y consecuencias de sus movimientos,
se tensionan con facilidad, se muestran cansados, fatigados y existe una limitada
gestualidad y expresividad.

SEGÚN EL DSM IV  TRASTORNOS DE LAS HABILIDADES MOTORAS


Trastornos del desarrollo de la coordinación.
Tienen una prevalencia del 6% en niños de 5 a 11 años. Su curso es variable y en algunos
casos se prolonga durante la adolescencia y la vida adulta.
 En niños pequeños se presenta como torpeza y retrasos en la consecución de hitos del
desarrollo motor (caminar, gatear, sentarse, anudar zapatos)
 En niños mayores, dificultades en tareas motoras como hacer rompecabezas, construir
modelos, jugar a la pelota y escribir.
Criterios diagnósticos:
 A: Alteración significativa del desarrollo de la coordinación motora
 B: Diagnóstico solo se establece si tal afectación interfiere significativamente el
rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana
 C: Diagnóstico se establece si las deficiencias de la coordinación no se deben a una
enfermedad médica (parálisis cerebral, hemiplejia o distrofia muscular) y no se
cumplen los criterios del trastorno generalizado del desarrollo
 D: Si hay un retraso mental, las deficiencias motoras exceden de las habitualmente
asociadas a él.
Diagnóstico Diferencial
 Afectaciones Motoras debidas a enfermedad médica
 Enfermedades Neurológicas Específicas
 Retraso Mental sin deficiencias motoras excesivas
 Trastorno Generalizado del Desarrollo, y TDA/H.
Trastornos asociados: Trastorno fonológico, TEL expresivo, Trastorno mixto del lenguaje
receptivo-expresivo.

TRASTORNOS PSICOFISIOLÓGICOS
Perturbaciones de las funciones fisiológicas, de determinación multiple, en el que los
factores psicológicos (capacidad de sentir y expresar emociones y las interacciones
interpersonales y lo ambiental) contribuyen significativamente a su génesis, desarrollo,
exacerbación o mantención.
 Prevalencia del 8 a 10% en consulta pediátrica.
Modelos y Teorías que intentan explicar estos trastornos
- Modelo biológico: considera la vulnerabilidad fisiológica como requisito para la
expresión de la enfermedad, en presencia de tensión emocional.
- Teoría psicodinámica: los trastornos fisiológicos son resultado de algún tipo de
conflicto intrapsíquico, por ejemplo, en el niño, fijación en alguna etapa del
desarrollo a consecuencia de un conflicto, como conflictos vinculados al
aprendizaje del control de esfínteres pueden originar una encopresis.
- Teoría de los tipos de personalidad: Ciertos tipos de personalidad más susceptibles a
ciertas enfermedades, por ejemplo, personalidad agresiva, autoafirmativa, muy
trabajadora, más propensa a enfermedad cardiaca.
- Teoría del aprendizaje: el niño puede aprender a presentar el síntoma a través del
condicionamiento.
- Emociones y comunicación: Considera el síntoma como una forma de
comunicación, especialmente aplicable a niños pequeños.
- Modelo sistémico familiar: La familia puede estar organizada de manera tal, que
favorece la aparición y mantención de síntomas psicosomáticos en alguno de sus
miembros, y a su vez esos síntomas contribuyen a mantener la estabilidad de la
organización familiar.
Los factores necesarios para el desarrollo de un trastorno son 3:
 Predisposición fisiológica del niño
 Características familiares tales como: Familia aglutinada (falta de
diferenciación y de privacidad), sobreprotectora (retarda la adquisición de la
autonomía en el niño, niño presenta gran responsabilidad de cuidar a su
familia), rígida (incapacidad de adaptarse a los cambios en el crecimiento de
los hijos), falta de resolución de conflictos (no resuelven sus diferencias, no
negocian y sienten temor al desacuerdo, “familias evitadoras”) e
involucración del niño en el conflicto parental
 La enfermedad del niño permite mantener la homeostasis familiar.
Se distinguen: Encopresis secundaria, enuresis diurna, alopecia, apnea emotiva, dolor
abdominal recurrente, vómitos cíclicos, dismenorrea, cefaleas, anorexia nerviosa, obesidad,
hipertensión esencial, asma bronquial, ulcera péptica, colitis ulcerativa, artritis reumatoide,
neurodermatitis.
Diagnóstico diferencial:
 Trastorno fisiológico de las conversiones (compromiso del sistema muscular
voluntario
 Hipocondría (preocupación y temor por tener una grave enfermedad)
 Somatización (quejas somaticas que no son explicables por un trastor físico)
 Trastornos facticios (síntomas fisicos o psicológicos intencionales para asumir el
papel de enfermo),
 Cuadros psiquiátricos (enfermedad afectiva, ansiosos, psicosis incipiente)
Tratamiento
 Después de hacer el diagnóstico, plantear al niño y a los padres posibles causas de
los síntomas tanto físicas como psicológicas, e investigar los factores de tensión que
pueden estar en juego (dificultades relacionadas con la escuela, problemas
conyugales, nacimiento de un hermano o muerte de alguien cercano).
 Psicoterapia, terapia familiar estructural, para desarrollar modos de interacción más
sanos, liberando al niño de mantener sus síntomas para responder a la necesidad
homeostática de la familia.

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