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Ariel Ciencia
Wenceslao González-Viñas
Héctor L. Manzini
Ariel
Diseño de la cubierta: Joana Gironella
ISBN: 84-344-8059-X
Impreso en España
https://www.facebook.com/pages/Interfase-IQ/146073555478947?ref=bookmarks
Prólogo ......................................................................................................................... 1
Introducción ................................................................................................................. 3
Clasificaciones .................................................................................................... 5
Propiedades fundamentales de los diversos tipos de materiales.......................... 7
C APÍTULO 6. Superconductividad.......................................................................91
6.1. Introducción y aplicaciones.........................................................................91
6.2. Superconductores de tipo I y de tipo II .......................................................94
6.3. Efecto Josephson.........................................................................................99
Problemas...................................................................................................................104
La Ciencia de los Materiales es una de las áreas del conocimiento más importantes
y activas en la sociedad contemporánea. Por ello resulta muy difícil, si no imposible,
condensar en un solo libro una introducción que refleje a la vez la extensión y la
profundidad de esos conocimientos.
Los materiales constituidos por substancias más o menos puras, con los cuales se
llegó al desarrollo industrial y tecnológico actual, fueron evolucionando desde el apro-
vechamiento directo de productos naturales o derivados hasta los materiales sintéticos
de diseño cuyas propiedades son hoy, con frecuencia, definidas a priori.
Para lograr este resultado han confluido en la ciencia de materiales conocimientos
provenientes de diversas ramas del saber como la física general, la química, la
termodinámica, la mecánica estadística, el electromagnetismo o la mecánica cuántica.
Se trata, por lo tanto, de un campo multidisciplinar que además reune aspectos
científicos y tecnológicos.
El estudio de cada material conlleva esa reunión de conocimientos y resulta sor-
prendente la cantidad de trabajos científicos y de ingeniería que se han realizado en este
siglo sobre cada material de interés tecnológico. En las últimas décadas, los avances en
el conocimiento de la relación existente entre estructura y propiedades han permitido un
desarrollo vertiginoso de nuevos materiales y posibilitado aplicaciones impensables sin
ellos. Es suficiente destacar el papel que desempeñan pequeñísimas cantidades de
impurezas en la conducción eléctrica en los semiconductores para evaluar su
importancia.
Durante muchos siglos por el desconocimiento de la relación entre las propieda-
des y la estructura, la tecnología debió recurrir para su desarrollo al procedimiento de
prueba y error. En la actualidad ese conocimiento permite el desarrollo de nuevos ma-
teriales en mucho menor tiempo y a costes mucho menores. Simultáneamente, los ma-
teriales son hoy maquinados por la ingeniería mediante métodos que tienen en cuenta
sus propiedades físicas, químicas, mecánicas, eléctricas. De esta forma conocimiento
y tecnología están fuertemente asociadas en la evolución. Sin esta relación estrecha,
los costes y los tiempos necesarios para lograr nuevos materiales serían enormes. Gra-
cias a este conocimiento, la enorme cantidad de nuevos materiales ha aumentado la
comodidad, mejorado las comunicaciones, el transporte y la salud, en resumen,
la calidad de vida.
2 CIENCIA DE LOS MATERIALES
L OS AUTORES
INTRODUCCIÓN
Desde un punto de vista funcional, entendemos por material a todo aquello que el
ser humano necesita para construir cosas. Esta definición incluye fundamentalmente a
los sólidos, pero también a líquidos (como por ejemplo los cristales líquidos, que se
usan para hacer pantallas LCD), y aún a gases, utilizables en situaciones más es-
pecíficas. En realidad, cualquier materia prima utilizada por una industria podría ser
incluida dentro de esta clasificación, pero usaremos la palabra material en sentido res-
tringido pensando en aquellos materiales cuyas propiedades no sean un estricto reflejo
de las que poseen los elementos que lo componen. Consideraremos entonces, en par-
ticular, aquellos materiales en los cuales la manera de estructurarse sus elementos en
cuerpos macroscópicos, los tratamientos que pueden utilizarse durante su elaboración o
la agregación fisicoquímica de distintos elementos, sean condicionantes de las pro-
piedades que luego se obtienen.
La selección, modificación y elaboración de materiales para satisfacer necesidades
se confunde con los fundamentos de la cultura humana. Desde los comienzos de la
prehistoria se conocen intentos por parte del ser humano de manipular y utilizar para su
provecho diversos elementos que encuentra en la naturaleza. Simultáneamente y para
lograr una mejor utilización de los mismos, el Hombre ha intentado conocer y controlar
su composición logrando en muchos casos modificar su comportamiento y propiedades
y predecir los efectos que sobre los materiales producen diversas manipulaciones.
Esta tarea avanzó con la historia primero de manera artesanal, fundamentándose
en conocimientos empíricos o especulativos. La historia de la ciencia/ingeniería de
materiales comienza ya en la edad de piedra cuando se usaban piedras, madera, arci-
lla, cuero, etc. En la edad de bronce el Hombre descubre la importancia del parámetro
temperatura y lo usa para modificar las propiedades de los materiales mediante trata-
mientos térmicos o mediante la adición de otras sustancias. Sin embargo y a pesar de
los continuos avances tecnológicos, el uso de los materiales se mantuvo como ciencia
empírica hasta finales del siglo XIX. La ciencia de materiales como se entiende ac-
tualmente, nace con la aparición de la tabla periódica de Mendeléev. Desde entonces,
algunas propiedades de los elementos que se vieron relacionadas con su posición en la
tabla periódica, comienzan a explicarse científicamente y sus resultados a estructurar-
se dentro de los capítulos de la ciencia. Desde finales del siglo XIX la introducción de
4 CIENCIA DE LOS MATERIALES
nible. Las propiedades requeridas las impondrán: el uso que queramos hacer del ma-
terial, las condiciones ambientales y la degradación. En la selección debe tenerse en
cuenta que tanto el uso del material como las condiciones ambientales, provocarán ne-
cesariamente la degradación del mismo. La degradación del material determinará las
propiedades requeridas si se trata de un ambiente natural. Cuando las condiciones am-
bientales sean controlables, la selección del material estará definida por el uso que se le
pretende dar y un presupuesto razonable. Es decir, la economía juega un papel muy
importante en la ingeniería de los materiales.
La Ciencia de los Materiales por su parte, intenta analizar mediante los proce-
dimientos normales de la ciencia contemporánea y sin consideraciones económicas,
cómo afectan a las propiedades de un material la estructura, presencia de impurezas y
defectos, los procesos de elaboración y purificación o de transformación mecánica.
También es competencia de la Ciencia de los Materiales proceder a la inversa: de-
finido un conjunto de propiedades deseables, establecer qué tipo de material de diseño
puede cumplirlas, aunque éste no exista en la naturaleza. Son ejemplos notorios de este
segundo caso los aceros inoxidables, la pulvimetalurgia, los materiales cerámicos con
coeficiente de dilatación controlado (que incluso puede llegar a ser cero), plásticos
conductores o con muy alta resistencia a la fricción (como los utilizados en algunos
radomos de aviones) o vidrios con coeficiente de transmisión luminosa saturable.
El desarrollo incesante de nuevos materiales ha generado además un sector indus-
trial innovador basado en la microelectrónica y/o el láser (fotónica) que trae consigo
transformaciones muy profundas en la relación del hombre con el ambiente que lo
rodea. Basta pensar en la profusión de electrodomésticos controlados electrónicamente,
en la industria de ordenadores o en la sustitución del cobre por fibras ópticas en los
conductores telefónicos, o en las comunicaciones vía satélite, para darse cuenta del
impacto socioeconómico que implica. Países enteros deben modificar su estructura
industrial para sobrevivir a las modificaciones que produce la nueva tecnología de
materiales.
Clasificaciones
• Según el enlace:
− Iónico (aislantes, cerámicas, metal-no metal). 3-8 eV por átomo.
− lónico-covalente.
− Covalente (polímeros, cerámicas, ...)
− Metálico (materiales metálicos). Desde 0.7 eV por átomo (Hg) hasta 8.8 eV por
átomo (W).
− Van der Waals: dipolo inducido fluctuante (H2, Cl2, ...) con 0.1 eV/átomo, dipolo
inducido-molécula polar (HC1, ...) con 0.1 eV/átomo, dipolo permanente o
enlace de hidrógeno (H20, NH3,...) con 0.5 eV/átomo.
− Pseudoenlace (materiales pringosos).
• Etc.
Debido a la variedad de clasificaciones no equivalentes y a la existencia de mate-
riales intermedios, las clasificaciones que hemos nombrado sólo tienen un valor con-
vencional. Tomaremos por convenio general la clasificación que se da en la siguiente
sección pero según nuestra conveniencia, y por razones didácticas, usaremos una u
otra de las mencionadas anteriormente.
Aunque las propiedades de los materiales agrupados según esta clasificación pue-
den variar en casos concretos, las propiedades comunes fundamentales son las si-
guientes:
• Materiales metálicos.
− Son elementos metálicos o combinaciones de elementos metálicos.
− Disponen de muchos electrones deslocalizados, i.e. que no tienen bien definida
su posición, en la llamada banda de conducción. Conducen bien el calor y la
electricidad. Son opacos a la luz visible. Son resistentes y deformables.
• Materiales cerámicos.
− Compuestos químicos del tipo: metal + no metal.
− Generalmente son aislantes eléctricos y térmicos.
− A temperaturas elevadas y ambientes químicamente agresivos son más resisten-
tes que los materiales metálicos y que los poliméricos.
− Son duros y frágiles.
8 CIENCIA DE LOS MATERIALES
• Materiales poliméricos.
− Compuestos, generalmente orgánicos, en forma de cadenas de gran longitud.
− Tienen baja densidad.
− Son flexibles y/o elásticos.
• Materiales semiconductores.
− Tienen propiedades intermedias entre conductores y aislantes.
− Tienen propiedades muy sensibles a las impurezas.
• Materiales híbridos.
− Se componen de más de un tipo de material.
− Los materiales híbridos artificiales están diseñados para tener mejores propieda-
des o combinaciones de propiedades concretas. Por ejemplo: la fibra de vidrio
es resistente como el vidrio filamentoso y es flexible como el polímero que lo
sustenta. Otros ejemplos son el adobe1 y los nuevos materiales híbridos usados
en la industria aerospacial.2 Ambos constituyen los dos extremos tecnológicos
de los materiales híbridos.
− También están diseñados teniendo en cuenta objetivos típicos de la ingeniería de
materiales. Tomando como ejemplo la industria aerospacial los objetivos funda-
mentales son: en primer lugar, bajar los costes de operación, es decir,
básicamente reducir la masa de las estructuras para poder aumentar la carga útil,
así como aumentar paralelamente la velocidad y el alcance de la operación. En
segundo lugar, se deben aumentar la resistencia a la fatiga, la rigidez, la
tenacidad, así como la resistencia al choque térmico. Es prácticamente
imposible conciliar ambos objetivos con materiales simples y se debe recurrir a
los híbridos como el grafito-epoxi, etc.
SÓLIDOS CRISTALINOS
entre muchos otros. Los átomos se distribuyen de forma estable respecto las inte-
racciones eléctricas (muy intensas). La distancia entre, por ejemplo, Na+ y Cl- en el
NaCl es de 2.81 ⋅ 10-10 m. Son conductores pobres del calor y la electricidad, son
duros, frágiles y tienen un alto punto de fusión. Pueden absorber energía en el
infrarrojo lejano (< 1 eV) bajo una forma asociada a la creación de un modo de
vibración de la red.
• Materiales covalentes. Como se verá más adelante (fig. 1.8) hay una gradación
continua entre enlace iónico y covalente. Sin embargo en el extremo del enlace co-
valente puro tenemos que los átomos están unidos por enlaces direccionales como en
las moléculas covalentes (fig. 1.2). Un caso típico es el diamante (forma alotrópica del
C), en el que los cuatro electrones de enlace de cada átomo de C están localizados
según las funciones de onda tetraédricas sp', que sirven para enlazar cada átomo de C a
otros cuatro, resultando la estructura cristalina diamante. La separación entre dos
átomos de C es de 1.54 . 10-10 m. En cierta forma los sólidos covalentes son similares a
macromoléculas tridimensionales. Son muy duros, son pobres conductores, y la
energía necesaria para excitar modos de vibración en la red es elevada debido a la
rigidez y direccionalidad del enlace. Las energías de excitación electrónicas son
mucho mayores que la energía térmica (del orden de KBT, aproximadamente 20 meV a
temperatura ambiente) y que la energía de la luz visible (1.8-3.1 eV), y por tanto son
transparentes.
• Materiales metálicos. Están formados por elementos con una energía de ioniza-
ción baja y con unos pocos electrones enlazados débilmente en sus capas exteriores
incompletas. Estos electrones se liberan fácilmente al formarse el sólido dando lugar a
una red de iones inmersa en un gas de electrones con una movilidad relativamente alta
(fig. 1.3). Son buenos conductores y opacos debido a las características que impone el
gas de electrones independientemente de la red iónica subyacente.
• Materiales de Van der Waals. Incluyen los de enlace de hidrógeno como H2O y
HF y presentan una gran polaridad (fig. 1.4). Son debidos a que el único electrón del
hidrógeno no puede apantallar totalmente la carga del protón, y éste último
interacciona con otras moléculas para formar el sólido. También incluye los mole-
culares que son debido a las interacciones de Van der Waals (fig. 1.5), como Cl2, CO2,
siendo del mismo tipo que las de enlace de hidrógeno, pero más débiles. Todos estos
tipos de sólido tienen un punto de fusión bajo y son blandos y poco resistentes, como
el enlace que los forma.
• Materiales con varios tipos de enlace. Por ejemplo, el grafito (forma alotrópica del
carbono), que, debido a que los enlaces correspondientes a funciones de onda híbridas
sp2 son covalentes, direccionales y localizados, y que los correspondientes a funciones
de onda p„ son enlaces débiles no localizados que dan lugar a interacción de Van der
Waals, tiene propiedades muy particulares, como se comentará más adelante.
En este capítulo se estudiarán los fundamentos de los sólidos cristalinos, para que
en lo sucesivo se puedan comprender las propiedades y usos de los mismos.
cador de que se puede determinar, con más o menos dificultad, esta disposición. Dicho
de otra forma: si conocemos la disposición (posición, estado, etc.) de un elemento,
podemos decir que existe un número determinado de elementos a los que podemos
llamar siguientes o contiguos del primero, cuya disposición (posición, estado, etc.)
también se puede determinar. Así, en ciencia de materiales, los elementos que están o no
ordenados son átomos, iones, moléculas, etc. y los llamaremos en general componentes.
Se denomina alcance del orden a la distancia típica, o característica, en la que ese orden
existe. En este sentido, si el alcance es mucho mayor que las distancias interatómicas se
dice que el orden es de largo alcance. Ejemplos correspondientes a este caso son las
muestras con monocristales de tamaño macroscópico, y las muestras policristalinas,
entre otras. También el orden puede ser de corto alcance y en este caso se puede
determinar la disposición de los componentes cercanos a un componente determinado,
como en el caso de los materiales vítreos (por ejemplo, el vidrio común y corriente).
También existen materiales, llamados amorfos, que pueden presentarse bajo formas
totalmente desordenadas. En este caso sólo podremos caracterizar la disposición de los
componentes de forma estadística.
Usualmente, en ciencia de materiales, el concepto matemático de orden está re-
lacionado con el concepto de invariancia translacional.3 Definamos una translación de
vector d como una operación geométrica lineal tal que a cada vector del espacio se le
asigna ese vector más el vector de translación: i.e. ∀ x x → x + d . Usando esta definición,
un sistema dado es invariante bajo translaciones continuas de vector unitario d si ∀∈ ∈ ℜ y
∀ x el sistema se comporta desde el punto de vista físico y químico igual en x que en x +
∈d. Se define que el sistema es invariante bajo translaciones discretas de vector d si ∀ x el
sistema se comporta desde el punto de vista físico y químico igual en x que en x + d . Esta
condición se cumple en el caso de los materiales que llamaremos cristalinos, donde
tenemos un conjunto finito de componentes que se repite periódicamente según un
conjunto de vectores de translación en las distintas direcciones del espacio. Si un sistema
es invariante bajo translaciones continuas en todas las direcciones del espacio se dice que
es homogéneo. Dado que el sistema de medida u observación determina una escala de
longitud de resolución espacial, el concepto de homogeneidad está intimamente ligado a
esa, al menos desde un punto de vista funcional. Es también un concepto importante y
relacionado con los anteriores el de isotropía. Un sistema es isótropo si las propiedades
fisicoquímicas son independientes de la dirección en que se observen. Si un sistema no es
isótropo se dice que es anisótropo. Con un ejemplo se visualizará mucho mejor: sea una
gelatina usual, si con una cuchilla intentamos cortarla nos costará lo mismo independiente-
mente de la dirección en la que lo hagamos. Sin embargo, en un sistema anisótropo, por
ejemplo un cemento armado con barras de acero, será mucho más fácil cortarlo o romperlo
en las direcciones paralelas a las barras que en la perpendicular. Así, en general, los
materiales ordenados pueden dar lugar a anisotropía. Matemáticamente la condición de
isotropía se refleja en que las propiedades de los sistemas no dependen de los vectores
involucrados sino del módulo de los mismos. Se puede, en general, atribuir anisotropía a
alguna propiedad fisicoquímica concreta en un material concreto si la propiedad citada
presenta dependencia de la dirección en la muestra citada.
Esto permite especificar la anisotropía general que presenta una muestra, y decir que
ésta presenta anisotropía en tal propiedad, pero que no la presenta en tal otra.
Las anisotropías que se manifiestan en una muestra concreta de un material pue-
den ser debidas a distintas causas, a saber:
• Anisotropía de sus componentes. Ésta ocurre cuando los átomos, iones o molé-
culas que componen la muestra del material son anisótropos. Esta anisotropía puede
inducir una anisotropía de la muestra, como se observa en un cristal líquido en fase
nemática (véase la sección 11.2), o no, como se observa en la sílice amorfa.
• Anisotropía de su estructura. También llamada anisotropía cristalina, ésta ocurre
cuando la disposición de los átomos, iones o moléculas que componen la muestra
depende de la dirección. Esta anisotropía también puede inducir una anisotropía de
la muestra, como se observa en una muestra monocristalina de un material, o no,
como se observa en una muestra amorfa del mismo material.
• Anisotropía de forma. Ocurre en una muestra con defectos planares en el sentido
más amplio del concepto (véase la sección 2.4). En particular, pueden aparecer
anisotropías de forma en una muestra por el hecho de tener un tamaño apreciable-
mente no infinito y por tanto con superficies externas, o por el hecho de ser una
muestra policristalina y por tanto con límites de grano. Esta anisotropía también
puede inducir una anisotropía de la muestra, como se observa en un muestra ferro-
magnética imanada, o no, como se observa en una muestra de polimetacrilato de
metilo suficientemente grande.
• Anisotropía inducida. Esta anisotropía es debida a la presencia de agentes ex-
ternos que modifican temporal o permanentemente los componentes, la estructura o
los defectos planares de la muestra de manera que exista una dependencia de la
dirección en algunas propiedades. Puede inducir una anisotropía en la muestra. Por
ejemplo, un campo magnético moderado aplicado a un material paramagnético hace
que éste presente anisotropía en la magnetización, o puede no inducirla, como por
ejemplo un campo eléctrico débil aplicado a un material metálico que no hace
presentar anisotropía en las propiedades térmicas.
• Anisotropía del espacio. Consideraremos el principio de isotropía del espacio,
por lo tanto, esta anisotropía no existe para nosotros. Este principio permite definir
direcciones equivalentes en una red cristalográfica, por ser ésas indistinguibles
desde el punto de vista fisicoquímico.
1.2. Red de Bravais, celda de Wigner-Seitz. Red recíproca, l.a zona de Brillouin
Una red de Bravais se puede definir como una disposición discreta de puntos en
el espacio, que denominaremos nudos de la red, de forma que esta disposición, vista
desde cualquier nudo, es siempre la misma. Es decir, que presenta invariancia transla-
cional discreta en tres direcciones independientes del espacio. También se puede dar
una definición alternativa: una red de Bravais d-dimensional es el conjunto de puntos,
a los que antes hemos denominado nudos de la red, definido por:
SÓLIDOS CRISTALINOS 15
• Red cúbica centrada en las caras (f.c.c.) (fig. 1.7). Esta red también es de Bravais.
Un conjunto posible de vectores primitivos es:
a a a
a1 = ( j + k), a 2 = ( i + k), a 3 = ( i + j) (problema 1.3). Otro conjunto de vectores
2 2 2
a a
primitivos es a1 = ( i − k), a 2 = ( j − k), a 3 = ak) (problema 1.4).
2 2
A cada nudo de la red le asociaremos sus primeros vecinos, conjunto de nudos de
la red más cercanos al primero. En este contexto, el número de coordinación es el
número de primeros vecinos de un nudo de la red.
16 CIENCIA DE LOSMATERIALES
F IG . 1.7. Red .f c.c. Se indican un conjunto de vectores primitivos y una celda unidad
primitiva.
En este caso,4
4. δij es la delta de Kronecker, definida igual a uno si sus índices son iguales entre sí e iguala cero si son
distintos.
18 CIENCIA DE LOSMATERIALES
definido en una escala mucho mayor que las distancias interatómicas, sin ser mono-
cristales, los materiales vítreos tienen definido un orden de corto alcance (unas pocas
distancias interatómicas) y los amorfos están completamente desordenados.
Los materiales monocristalinos pueden existir en la naturaleza y se pueden fabri-
car artificialmente, aunque su fabricación es delicada y lenta. Los materiales policris-
talinos son los más comunes en la naturaleza.
Cuando tenemos un material fundido y lo enfriamos lo que pasa generalmente es
que cualquier fluctuación local de temperatura, presión o concentración hace que
empiece a solidificarse el material en el punto donde ha habido esa fluctuación, lla-
mado centro de solidificación. Estadísticamente estas fluctuaciones se producirán al
mismo tiempo en muchos puntos con lo que empezará a solidificarse el material en
muchos centros de solidificación a la vez. Lo que sigue es el crecimiento del material
cristalino alrededor de las semillas (lugares donde está favorecida la solidificación, sea
por que es un centro de solidificación o porque ya ha empezado a solidificarse el
material en ese punto). Pero el material cristalino crecido alrededor de cada semilla
estará orientado al azar debido a las isotropías del espacio y del material fundido, con
lo que los distintos granos cristalinos no podrán empalmar bien entre sí y formarán
fronteras llamadas límite de grano.
En el caso de materiales vítreos o amorfos los procesos de enfriamiento son de-
masiado rápidos para que los átomos se hayan podido colocar en las posiciones de
equilibrio, o nudos de la red. Estos materiales están, en muchos casos, en estados me-
taestables que pueden tender a transformarse, a veces con tiempos característicos de
miles de años, en sus versiones cristalinas. Por ejemplo, para conseguir una aleación
metálica amorfa se dirige un chorro del material fundido a un disco rotatorio de alta
velocidad refrigerado, de manera que el material solidifique en pequeños trozos con un
orden de corto alcance.
Como se verá en la sección 1.6, se puede estudiar el orden cristalino a través de la
difracción de radiación X.
Para estudiar las estructuras cristalinas un primer paso es considerar el empaque-
tado óptimo de esferas (isotropía atómica o iónica). En éste son magnitudes impor-
tantes las distancias interatómicas y los radios iónicos, los cuales serán importantes al
seleccionarse la estructura cristalina sobre todo en el caso de un material compuesto de
especies atómicas de distinto radio.
Supongamos, inicialmente, que tenemos un material compuesto de una sola es-
pecie atómica. En este caso, las estructuras más empaquetadas son la f.c.c. y la c.p.h.
(hexagonal compacta) (tabla 1.1). Estos empaquetamientos (los que presentan un fac-
tor de empaquetamiento atómico mayor, sobre todo) los presentan materiales con en-
T ABLA 1.1. Números de coordinación v factor de empaquetamiento atómico (Vatom./Vcelda unidad) de
varias redes cristalinas siendo R el radio atómico
SÓLIDOS CRISTALINOS 19
lace de Van der Waals o metálico, pues en estos casos las capas electrónicas están
cerradas y se puede considerar que tenemos capas rígidas.
Los cristales iónicos se componen de más de una especie y siguen aproximada-
mente las siguientes reglas:
El grafito tiene un enlace mixto (covalente en planos y Van der Waals entre pla-
nos) (fig. 1.9) que le da un carácter metálico fuertemente anisótropo y una dureza
pequeña, propiedad que lo hace apto para lubricación.
Los elementos del grupo VB (Bi, Sb) tienen comportamiento metálico pues los
enlaces interplanos son predominantemente metálicos. La covalencia hace que el
número de coordinación baje de forma que, en estado líquido, al perderse el carácter
covalente, haya empaquetamiento compacto. Por tanto, este tipo de materiales se
contraen al fundirse.
Se dirá que un material presenta polimorfismo si pueden coexistir estructuras
cristalinas distintas. Se definirá alotropía como el polimorfismo en materiales
simples o elementales.
Para la clasificación de las estructuras cristalinas hay que hacer una primera divi-
sión. Se trata de los sistemas cristalinos, Hay siete sistemas cristalinos, teniendo en
cada uno de ellos un distinto número de simetrías que verifican. Los sistemas cristali-
nos (fig. 1.10) son: cúbico, tetragonal, ortorrómbico, monoclínico, triclínico, hexago-
nal y trigonal.
F IG . 1.11. Estructura jerarquizada de los siete sistemas cristalinos. Las flechas indican especialización
en los grupos de simetría.
o internos existen que nos impiden que se conserven magnitudes como el momento
lineal, el momento angular, la energía, etc., es decir, el que existe una fuerza externa, o
un par de fuerzas externo, o una disipación de energía, etc.). Estas ecuaciones de
balance deben ser complementadas con relaciones constitutivas que nos describan los
materiales, por ejemplo que nos digan cual es la respuesta a un estímulo dado (tensión-
deformación). Estas relaciones constitutivas pueden obtenerse a partir de consi-
deraciones generales de simetría dejando indeterminados un conjunto de parámetros
que se pueden medir experimentalmente o deducir mediante teorías microscópicas.
Por una parte, estas teorías microscópicas necesitan tener en cuenta efectos cuánticos,
por el simple hecho que ya los mismos niveles energéticos electrónicos de átomos ais-
lados están cuantificados. Por otra parte, ciertas propiedades de los sólidos cristalinos
no son reproducibles mediante una teoría macroscópica, por ejemplo las propiedades
de dispersión de rayos X por sólidos cristalinos, y necesitan de la presuposición de que
la materia y la energía están cuantificadas.
En este sentido es conocido que el comportamiento no relativista de una partícula
sin espín5 o momento angular intrínseco en un campo con una energía potencial
definida V( r ), se describe a partir de la llamada función de onda ψ, solución de la
ecuación de Schrödinger dependiente del tiempo:
2
P
donde H viene descrito por una componente cinética T = siendo P = −ih∇ y una
2m
potencial V (r )1 y E es la energía correspondiente al estado autovector ψ del operador
de Hamilton H. ψ representa físicamente una amplitud de probabilidad. Entonces la
densidad de probabilidad vendrá dada por ψ 2, estando la misma normalizada a la
unidad.
Si nuestro sistema consta de más de una partícula (N) entonces el sistema se
describe por una parte cinética:
y una potencial:
F IG . 1.13. Bandas de energía en el germanio para distintas direcciones del espacio recíproco. La zona
prohibida está entre la curva sólida gruesa y la linea de puntos adyacente superior. El hand-gap es
indirecto y se señala la transición de mínima energía.
F IG . 1.14. Bandas de energía en el silicio para distintas direcciones del espacio recíproco. La zona
prohibida está entre la curva sólida gruesa y la linea de puntos adyacente superior. El band-gap es
indirecto y se señala la transición de mínima energía.
SÓLIDOS CRISTALINOS 25
6. Del inglés: separación entre bandas, en español ancho o magnitud de la zona prohibida.
28 CIENCIA DE LOSMATERIALES
• El campo eléctrico sea muy grande y haya un rango de energías en el que hay banda
de conducción y de valencia en distintas regiones del espacio, con lo que es posible
que haya efecto túnel entre las dos regiones y se produzca conducción, aunque
pequeña (fig. 1.19). En estas condiciones también es posible que se presente
conducción debido a una transición indirecta, es decir que un electrón en la banda de
valencia adquiera elásticamente un momento lineal pasando a la de conducción
mediante otra partícula o excitación elemental como por ejemplo una vibración de la
red (fonón) que adquirirá un momento lineal adicional para poder conservar el
momento total.
• La temperatura sea suficientemente alta, con lo cual la agitación térmica promueve
electrones de la banda de valencia, quedando huecos en ésta, a la banda de con-
ducción, que crean una corriente eléctrica si aplicamos un campo eléctrico. Esto
también aumentará la probabilidad de conducción por efecto túnel. Con lo que po-
demos deducir que si aumenta la temperatura (en aislantes) aumenta la conducti-
vidad, ya que habrá cada vez más electrones con energía suficiente para saltar a la
banda de conducción (fig. 1.20) de forma directa o con la ayuda de otras partículas o
excitaciones elementales.
• También es posible que se produzca promoción electrónica por transferencia de
energía entre un fotón y los electrones de la banda de valencia del aislante. Es
lo que se viene a llamar fotoconductividad. Si la energía del fotón es menor que
el band-gap, el electrón no puede ser promocionado y por tanto el fotón no po-
drá ser absorbido y el material es transparente a radiación electromagnética de la
energía (frecuencia) del fotón incidente. Si la energía del fotón es mayor que el
hand-gap, el electrón va a ser promocionado por la absorción del fotón y observare-
mos que el material es opaco a la radiación electromagnética considerada (fig. 1.20).
Esto también explica que los materiales metálicos suelan ser opacos, pues en este
caso no existe la zona prohibida entre la banda de valencia llena y la banda de
SÓLIDOS CRISTALINOS 29
Los niveles poco profundos, como vemos, afectan de forma importante a la con-
ducción, ya que hacen que aparezcan muchos más portadores de un tipo o de otro
promocionados en las bandas respectivas. Sin embargo, las propiedades ópticas sólo se
ven modificadas por energías de transición muy cercanas a las ya existentes o muy
bajas.
Si la impureza está formada por un material químicamente muy distinto al de la
red (por ejemplo Au en Si) aparecen niveles profundos lejanos a las bandas (fig.
1.23). Estos niveles, que pueden tener estados de carga estática tanto negativos,
neutros o positivos, no modifican las propiedades de conducción, puesto que la promo-
ción de portadores se ve poco afectada. Sin embargo, las propiedades ópticas cambian
mucho, ya que habrán lineas de absorción ópticas que no se tenían antes.
Nótese que en todos los casos tratados anteriormente las muestras presentan neu-
tralidad eléctrica global, por compensarse los distintos tipos de cargas móviles y está-
ticas.
F IG . 1.24. Grupos de planos paralelos en uma red cúbica simple en dos dimensiones.
2d sin θ = mλ
F IG . 1.25. Dispersión de luz incidente con un ángulo θ sobre un grupo de planos paralelos equidistantes
entre sí de una red cúbica simple en dos dimensiones.
34 CIENCIA DE LOSMATERIALES
Problemas
1.1. Demostrar que a 1 =aiˆ,a 2 =aˆj ,a 3 = a2 a(iˆ+ ˆj + kˆ ) es un conjunto de vectores pri-
mitivos de una red b.c.c.
1.2. Demostrar que a 1 = a2 a( −iˆ + ˆj + kˆ ),a 2 = a2 a(iˆ − ˆj + kˆ ),a 3 = a2 a(iˆ + ˆj − kˆ ) es un conjunto de
vectores primitivos de una red b.c.c.
a a a
1.3. Demostrar que a 1 = a( ˆj + kˆ ),a 2 = a(iˆ + kˆ ),a 3 = a(iˆ + ˆj ) es un conjunto de
2 2 2
vectores primitivos de una red f.c.c.
1.4. Demostrar que a 1 = a2 a(iˆ − kˆ ),a 2 = a2 a( ˆj + kˆ ),a 3 =akˆ es un conjunto de vectores pri
mitivos de una red f.c.c.
1.5. Demostrar que una red hexagonal simple es de Bravais.
1.6. Demostrar que la red recíproca de la red recíproca de una red es ella
misma.
1.7. Demostrar que las redes b.c.c. y f.c.c. son mutuamente recíprocas.
1.8. Demostrar que si V=a 1 .a 2 ×a 3 es el volumen de una celda unidad primitiva
de una red, entonces el volumen de la primera zona de Brillouin es (2 π )3 .
V
1.9. Dibujar la primera zona de Brillouin para una red hexagonal simple.
1.10. Dar un ejemplo de dirección cristalográfica, índices de Miller, y de conjuntos
equivalentes en una red cúbica simple. Interpretarlo.
1.11. Dar un ejemplo de dirección cristalográfica, índices de Miller, y de conjuntos
equivalentes en una red b.c.c. Interpretarlo.
1.12. Dar un ejemplo de dirección cristalográfica, índices de Miller, y de ambos
conjuntos equivalentes en una red descrita por los vectores primitivos
siguientes: a 1 =aiˆ,a 2 = 35 aiˆ+ 54 aˆj ,a 3 = 54 aiˆ+ 52 aˆj + 12 akˆ . Interpretarlo.
1.13. El CsCI cristaliza en una red cúbica simple con una base física {0, (iˆ+ ˆj + kˆ )} ,
a
2
en la que el primer elemento de la base es un ion Cs+ y el segundo CI−. Dar
un ejemplo de índices de Miller de un plano que contenga ambos tipos de
iones. Dar los índices de Miller de dos planos equivalentes al primero.
¿Cuál es la fracción de iones de cesio en ese plano cristalino? Interpretarlo.
1.14. Dar un ejemplo de dirección cristalográfica, índices de Miller, y de ambos
conjuntos equivalentes en una red descrita por los vectores primitivos
siguientes: a 1 =aiˆ,a 2 =bˆj ,a 3 = a (iˆ+ kˆ )+ b ˆj siendo a y b distintos. Interpretarlo.
2 2
1.15. Una muestra monocristalina de un material concreto se puede modelizar
mediante una red de Bravais con los vectores primitivos siguientes:
3
aˆj ,a 3 =akˆ . Calcular un conjunto de vectores primitivos de la red
1
a 1 =aiˆ,a 2 = iˆ+
2 2
de Bravais bidimensional asociada al plano cristalino (1 1 0).
1.16. Razonar que diferencias habría en las bandas de energía, si el sólido
considerado es amorfo y no cristalino, como se ha supuesto hasta ahora.
1.17. El espectro de primer orden de un haz de rayos X difractados por un cristal
de NaCI corresponde a un ángulo de 6° 50' y la distancia entre planos es
de 2.81 ⋅ 10-10 m. Determinar la longitud de onda de los rayos X y la
posición del espectro de segundo orden.
SÓLIDOS CRISTALINOS 37
IMPERFECCIONES
Así como el hecho de tener un sólido finito no se considera como un defecto, por
que normalmente las longitudes características macroscópicas de la muestra sólida son
mucho mayores (en muchos ordenes de magnitud) que la distancia interatómica y por
tanto podemos decir que tenemos una red perfecta de tamaño infinito (aunque ten-
gamos efectos superficiales no despreciables (ver el capítulo 10)), o como el hecho de
tener vibraciones tampoco se considera como defectos al tenerlas siempre presentes
sólo por el hecho de estar a una temperatura mayor que el cero absoluto, los defectos
se consideran sólo como las diferencias respecto el cristal finito perfecto. Así pues,
estas diferencias se pueden clasificar respecto la dimensión de las mismas: defectos
puntuales (0 − d), dislocaciones y disclinaciones (1 − d), defectos planares (2 − d).
Esta clasificación es equivalente a clasificarlos según si la región imperfecta está
acotada a escala atómica en una, dos o tres dimensiones (planares, dislocaciones y
puntuales respectivamente).
Las vibraciones de los átomos en los nudos de la red se pueden ilustrar como si
se tuvieran bolas de billar en los nudos unidas por muelles elásticos. De esta forma
se puede interpretar el aumento de estas vibraciones debido a la agitación térmica
(causa de la temperatura), y si se cuantifican estas vibraciones se puede ver cual es la
40 CIENCIA DE LOS MATERIALES
contribución de las mismas, por ejemplo, en el calor específico. De forma parecida, los
electrones en estados excitados quitarían idealidad a la red cristalina perfecta.
Antes de entrar en materia, se debe hacer notar que a medida que los átomos del
soluto son más pequeños aumenta la probabilidad de tener átomos intersticiales frente
a átomos substitucionales. Por este motivo, los átomos más importantes para defectos
intersticiales son: C, N, O (todos ellos con un radio menor a 0.8 Å).
Las vibraciones de los componentes en la red ideal son una fuente de creación de
defectos en la misma. Así, si un átomo vibra con suficiente amplitud es posible que
éste deje una vacante ocupando a su vez otra vacante (fenómeno de difusión de
vacantes), o bien ocupando una posición intersticial (a esta combinación la llamaremos
defecto Frenkel), o bien ocupando una posición superficial (combinación llamada
defecto Schottky).
La concentración de equilibrio de cada tipo de defectos puntuales depende de la
temperatura. Vamos a ver cual es la variación de energía libre en la creación isotérmi-
ca e isobárica cuasiestática de un defecto: ∆G = ∆H − T∆S, la variación de entalpía
∆H será positiva y será la energía térmica necesaria para desplazar un átomo a presión
constante (ED ~ 1 eV/átomo). Como en un proceso isotérmico e isobárico es necesario
que la variación de energía libre sea nula se sigue que la variación de entropía es
mayor que cero y que para una temperatura positiva, por tanto, tendremos más
desorden. En equilibrio, tenemos que la concentración de defectos Schottky según la
distribución de Boltzmann es aproximadamente:
siendo generalmente A ≈ 1.
Los defectos Schottky aumentan mucho la conductividad de los aislantes. Así co-
mo la dependencia con la temperatura de la conductividad eléctrica en materiales se-
miconductores es debida a la promoción térmica de electrones de la banda de valencia
a la de conducción; en los materiales aislantes esta promoción es mucho menor y la
conductividad eléctrica inducida es muy pequeña. Sin embargo, los defectos Schottky
(en definitiva, las vacantes) hacen que aumente la conductividad eléctrica ya que la
IMPERFECCIONES 41
difusión de iones a través de vacantes es mucho más fácil que la difusión de iones (in-
ducida por un campo eléctrico) en la red sin esas vacantes. Se comprueba que es así,
en primer lugar, debido a que aparecen en los electrodos los iones correspondientes.
También se puede comprobar indirectamente. Por ejemplo, si tenemos NaCI e intro-
ducimos impurezas Ca++. Estas impurezas provocan la creación de vacantes de Cl para
conseguir neutralidad de la carga total. Se observa que la conducción aumenta
proporcionalmente al calcio introducido. Una comprobación similar se puede hacer
con la variación de la concentración de defectos con la temperatura, pero en este caso
también cambia la constante de difusión con lo que se hace indistinguible de forma
simple el efecto de la concentración de vacantes.
Así pues, un mecanismo de conservación de la carga eléctrica, cuando hay una
vacante de uno de los constituyentes de un cristal, consiste en la aparición de inters-
ticiales del mismo constituyente, o bien, en la aparición de vacantes de otro constitu-
yente que compensen, en carga, a las primeras vacantes. Con este esquema también es
posible conservar la carga mediante un electrón localizado en la vecindad del defecto
puntual, la carga del cual reemplaza. Este electrón está ligado teniendo un espectro
discreto de niveles de energía. Transiciones entre estos niveles producen una serie de
líneas de absorción ópticas parecidas a las de los átomos aislados que ocurren en la
zona óptica prohibida (entre ωT y ωL ). Este tipo de estructura defecto-electrón se
llama centro de color por dar una fuerte coloración a cristales en principio incoloros.
Los centros de color se han estudiado profundamente en haluros alcalinos que se
pueden colorear por exposición a radiación X o γ (que produce vacantes por choques
con fotones altamente energéticos) o calentando el cristal en un vapor alcalino. En este
último caso se introducen átomos alcalinos en el material (según lo demuestra el
análisis químico), pero la densidad disminuye en proporción a la concentración en
exceso de átomos alcalinos, demostrando que éstos no se absorben intersticialmente
(fig. 2. 1) y los electrones en exceso se ligan a vacantes de haluros. Esto se confirma
viendo que el espectro óptico de absorción no depende del tipo de átomo alcalino con
el que se calienta el cristal y que por tanto el único efecto es el de producir vacantes
negativas que se ligan a electrones.
Así, se denomina centro F1 a un electrón ligado a una vacante negativa. Los niveles
energéticos de ése reproducen las características principales de los de un átomo aislado con
la diferencia de que el campo cristalino impone al electrón simetrías distintas de la esférica.
Además, deformando el cristal podemos modificar las simetrías impuestas por el campo
cristalino produciendo modificaciones controladas en el espectro. En este sentido, si un
vecino de un centro F es un átomo substitucional se reducen las simetrías drásticamente
(denominándose entonces centro FA).
La estructura del espectro de absorción de los cristales coloreados no es tan simple
pues los centros F no son los únicos centros de color o electrones de la red localizados
alrededor de vacantes. Podemos tener centros más complejos como el centro M (en el que
dos vacantes negativas contiguas ligan a dos electrones) o el centro R (en el que tres
vacantes negativas contiguas ligan a tres electrones).
Se podría pensar que los huecos producen sistemas ligados análogos a los anteriores.
Sin embargo, no se han observado. Lo que sí se ha observado es un centro VK donde un
hueco liga a dos iones negativos de la red (en ausencia de defectos) o un centro H (donde
un hueco liga un ion negativo de la red con un ion negativo intersticial). En ambos casos se
producen pseudomoléculas (similares a Cl2) con espectros tipo moleculares. No es posible
observar compuestos de átomos con números de oxidación positivos donde un electrón
sirva de ligadura pues tampoco existen moléculas covalentes, por ejemplo, de Na.
Los anchos de las líneas de absorción de los centros de color son mucho mayores que
las de los átomos aislados (que son estrechas, ya que pueden decaer sólo mediante emisión
de radiación electromagnética y por tanto tienen tiempos de decaimiento largos) ya que un
centro de color, al estar fuertemente acoplado con el cristal, puede decaer vía vibraciones
de la red.
En cristales iónicos (aislantes) cuando un electrón se promociona a la banda de
conducción, éste se puede mover de forma localizada con un apantallamiento de carga
debido a una deformación local de la red (causada por la gran intensidad de la interacción
electrón-ion en este tipo de cristales). Así pues, la masa efectiva de este electrón es distinta
a la masa efectiva predicha por una teoría de bandas pura. A la excitación elemental
formada por un electrón y su campo de deformación local de la red se la denomina
polarón.
Los defectos puntuales más típicos son los que hemos visto hasta ahora. Otro tipo de
defectos llamados excitones están basados en que iones del cristal perfecto están en
estados electrónicos excitados. Más precisamente podríamos decir que un excitón es un
estado ligado formado por un par electrón-hueco. Éste puede transportar energía pero no
carga (es neutro eléctricamente). El rango de energía de ligadura de un excitón está entre 1
meV y 1 eV (tabla 2.1). Esto hace que la energía de formación de excitones sea menor
respecto de la del band-gap directo (o indirecto). Podemos medir la energía de ligadura a
través de transiciones ópticas desde la banda de valencia, por la diferencia entre la energía
necesaria para crear un excitón y para crear un hueco y un electrón libres. También la
podemos medir comparando estas energías en luminiscencia de recombinación. O también
mediante fotoionización de excitones (en ésta hay el inconveniente de necesitar un
concentración alta de excitones).
T ABLA 2.1. Energía de ligadura para excitones en varios materiales (en meV)
Los dos casos extremos son los excitones de Frenkel (o excitones fuertemente
ligados) que no están localizados como un todo (pueden estar en cualquier lugar de la
red) pero que describen una órbita pequeña, como si fueran átomos. En el otro
extremo, los excitones débilmente ligados o de Mott-Wannier que describen órbitas
muy grandes comparadas con la distancia interatómica (fig. 2.2).
Así como en los defectos 0−d (defectos puntuales) el efecto más característico en
los sólidos cristalinos es la aparición de nuevas propiedades ópticas de absorción, en
las dislocaciones los efectos más característicos están relacionados con el cambio en el
orden de magnitud de la fuerza necesaria para deformar un sólido cristalino. En un
sólido perfecto, ésta es superior que en un sólido con dislocaciones. Sin embargo, si el
número de defectos aumenta mucho, la fuerza vuelve a aumentar. Éstos son los efectos
principales de las dislocaciones y es la fenomenología que habría que entender.
En primer lugar, cabe distinguir entre los dos tipos principales de dislocaciones:
dislocación en cuña y dislocación helicoidal, que se identifican muy bien con un
dibujo (fig. 2.4). En general, sin embargo, las dislocaciones no tienen porqué ser rectas
y se puede definir una dislocación general como una región unidimensional dentro del
cristal que cumple las siguientes propiedades:
Para que esta definición sea aplicable se debe definir qué es el vectór de Burgers:
sea una curva cerrada en un cristal perfecto que pasa por una sucesión de nudos de la
red (y que por tanto puede ser descrita por una secuencia de desplazamientos en la red
de Bravais); entonces, se recorre la misma secuencia en el presunto cristal dislocado.
Este circuito debe recorrerse lejos de la presunta dislocación para evitar ambigüedades
sobre el significado de «misma secuencia». Si no conseguimos llegar al punto inicial
entonces la curva ha rodeado una dislocación y el camino que falta por recorrer para
llegar al punto inicial se denomina vector de Burgers. Bajo esta perspectiva se pueden
precisar las diferencias entre dislocación en cuña y dislocación helicoidal. En una dis-
locación en cuña ideal el vector de Burgers es perpendicular a la linea de dislocación y
en una dislocación helicoidal el vector de Burgers es paralelo a la linea de dislocación.
Si tenemos un cristal perfecto es difícil desplazar todo un plano de átomos sobre
otro (la fuerza que hay que vencer es proporcional al número de átomos en ese plano).
Sin embargo si hay una dislocación, mover un plano de átomos es equivalente a mover
la dislocación (efecto oruga) (fig. 2.5). Si el número de defectos crece mucho, vuelve a
ser difícil mover el plano debido a que los efectos de las dislocaciones pueden
cancelarse entre sí (incluida la posibilidad que las dislocaciones se cancelen en sí
mismas), o a que si hay algún otro tipo de defectos (átomos intersticiales, vacantes,
defectos planares, etc.) éstos anclen las dislocaciones en puntos de la red dificultando
evitando que ésas se muevan.
F IG . 2.6. En a) los átomos están débilmente atraídos por un plano, sin embargo en b) un borde los atrae
más fuertemente y aún más una esquina c). Si el cristal tiene una dislocación helicoidal, ésta atrae a
átomos deforma óptima d).
46 CIENCIA DE LOS MATERIALES
Los defectos planares son defectos en dos dimensiones y separan regiones con
distinta orientación o estructura cristalina. Incluyen las superficies externas del sólido
(que son importantes puesto que los átomos superficiales están en un estado de energía
superior a los átomos del volumen), límites de grano (que ya se han nombrado al
introducir los materiales policristalinos), defectos de apilamiento (que ocurren en
planos de átomos compactos) o límites de fase (que ocurren, por ejemplo, entre dis-
tintas fases de la misma especie atómica o de distintas especies atómicas). Como ya se
ha dicho, los defectos planares en su sentido más amplio hacen posible la aparición de
anisotropías de forma en los materiales, puesto que todo defecto planar define una
superficie, y toda superficie limita o separa un volumen con una forma determinada
que da sentido a las anisotropías de forma.
En el caso de límites de grano, cabe distinguir los límites de inclinación cuando el
ángulo que mide la diferencia entre las direcciones cristalográficas en un grano y en
otro, llamado ángulo de desorientación, es pequeño, pudiéndose describir como una
secuencia de dislocaciones. El otro límite de grano distinguido es el límite de macla
que define un plano de simetría especular. Las maclas pueden ser mecánicas (al aplicar
fuerzas cizallantes a materiales metálicos con estructuras b.c.c. y c.p.h.) o de recocido
(al aplicar tratamientos térmicos, por ejemplo a estructuras f.c.c.).
El tamaño de grano es el volumen del cristal acotado por los límites de grano.
Para mejorar ciertas propiedades de un material puede interesar aumentar o disminuir
el tamaño de grano medio. Por ejemplo: puede interesar el fenómeno de crecimiento
de granos, que se debe preceder de una etapa de recuperación (liberación de tensiones
por movimiento de dislocaciones) y una de recristalización (formación de nuevos gra-
nos con concentración baja de defectos). Con esto se puede aumentar la maleabilidad
IMPERFECCIONES 47
En primer lugar cabe decir que los métodos directos de detección de defectos son
más simples en el caso de los defectos planares que en las dislocaciones y a su vez son
más simples que en los defectos puntuales, debido a la dimensión de los mismos. Es
fácil observar límites de grano que no sean de inclinación aprovechando que los
materiales cristalinos son anisótropos. Esta anisotropía hace que si cortamos y pulimos
la muestra y después lo atacamos con un reactivo, éste actúe diferente según las
direcciones cristalográficas expuestas. Por tanto la rugosidad resultante hará que
refleje con más o menos dispersión la luz que recibe, por ejemplo de un microscopio
óptico y, por tanto, se vean de forma distinguida los diferentes granos del material. La
microscopía electrónica de reflexión, concretamente la de barrido (S.E.M.) se usa
comúnmente en el estudio de los límites de inclinación, así como la difracción de
radiación X.
Mediante técnicas de microscopía electrónica pueden observarse las dislocaciones
en una muestra. Estas técnicas admiten un aumento mucho mayor y se usa pre-
dominantemente la de transmisión (T.E.M.), aunque en este caso es necesario que las
muestras sean muy delgadas para evitar que los electrones del sistema óptico se vean
absorbidos por la muestra. Su ventaja principal es que (además de permitir muchos
aumentos) se pueden ver defectos lineales de dentro del sólido. También se puede de-
corar una dislocación con un material químicamente afín ya que en la dislocación las
distancias interatómicas están modificadas y por tanto hay fuerzas no compensadas
localmente por el sólido.
Los defectos puntuales pueden observarse por técnicas de microscopía electrónica,
de efecto túnel y de fuerzas atómicas, entre otras.
Las técnicas mencionadas anteriormente son directas, sin embargo hay una gran
cantidad de técnicas indirectas para medir el número de defectos de cada tipo presente
en el sólido cristalino.
Los sólidos cristalinos, como se ha visto hasta ahora, es posible que presenten
imperfecciones que hacen que tengamos una red cristalina no perfecta. Si el número de
estas imperfecciones es muy alto llega un momento en que el sólido ya no puede
considerarse cristalino, puesto que el orden que tiene definido no es de largo alcance.
En ese caso se denomina al sólido como un material vítreo si tiene un orden de corto
alcance o amorfo si no tiene ningún tipo de orden.
F IG . 2.7. Densidad media del SiO, vítreo en fiunción de la distancia. Se indican las distancias
medias de los enlaces.
En general, los sólidos (es decir materiales que definen un volumen y una forma)
tienen una estructura cristalina (o cuasicristalina) en la que la energía del sólido es
mínima (esto no ocurre, por ejemplo, cuando aparece el fenómeno de la frustración,
ver la sección 5.2). Por tanto, los materiales amorfos o vítreos están en estados de
energía no mínima, y por tanto, inestables o metaestables que evolucionarán con tiem-
pos característicos más o menos largos hacia su estado cristalino de mínima energía.
Esto hace que los materiales amorfos puedan considerarse, en cierta medida, como
líquidos muy viscosos, que podrán transitar a su versión líquida estable si aumentamos
la temperatura de la muestra (en definitiva, si le damos una cierta cantidad de calor)
hasta la temperatura que deberíamos dar a la versión cristalina de la muestra para que
fundiera. Entre la temperatura de transición vítrea en la que los tiempos característicos
de fluencia son muy largos comparativamente con los del líquido estable y la
temperatura de fusión obtendremos todas las viscosidades intermedias en las que
podemos considerar el material vítreo como un líquido sobreenfriado.
Los materiales amorfos dan lugar a espectros de difracción de rayos X similares,
por tanto, a los de los líquidos. Se obtendrán zonas oscuras y claras circulares que
corresponderán a máximos y mínimos de difracción. Si a partir de estas figuras de
difracción se reconstruye la densidad media en función de la distancia se obtienen las
distancias medias en las que hay ciertos enlaces (fig. 2.7) de la estructura vítrea.
Los materiales no cristalinos se estudiarán en profundidad en el capítulo 8.
IMPERFECCIONES 49
Problemas
PROPIEDADES ELÉCTRICAS
Este capítulo hace referencia básicamente a las propiedades eléctricas de los ma-
teriales metálicos y semiconductores, dejando para otros capítulos el estudio de estas
propiedades en aislantes y superconductores.
Puesto que los materiales, al menos los cristalinos, se pueden considerar comple-
tamente en el marco de la teoría de bandas, parece razonable que sea esta teoría la que
se use para describir las propiedades eléctricas de estos materiales. Sin embargo, en
muchas ocasiones para obtener resultados se deben hacer desarrollos matemáticos lar-
gos y complejos que pueden evitarse usando teorías semiclásicas o clásicas, que dan
resultados satisfactorios. Es por esta razón por la que, en las dos primeras secciones
del capítulo, vamos a hacer las siguientes simplificaciones (modelo de Drude):
σ=
m
En esta expresión el único parámetro desconocido es r (también denominado tiempo
libre medio) y éste es el único que puede depender de la temperatura. Éste es inverso a la
densidad de probabilidad de una colisión y ésta última es proporcional al número de
electrones (constante en los materiales metálicos) y al de vibraciones de los nudos de la red
(que aumenta con la temperatura). Por tanto, la conductividad disminuye cuando la
temperatura aumenta. A temperaturas suficientemente bajas la resistividad disminuye a
valores muy bajos (distintos de 0 en ausencia de superconductividad). La saturación de
esta resistividad es debida a que, aunque el número de fononos (vibraciones cuantificadas
de la red) disminuye a cero a temperaturas muy bajas, los electrones colisionan
fundamentalmente con defectos cristalinos, impurezas, etc. Entonces, la cantidad de
imperfecciones se convierte en un parámetro de control con el que podemos aumentar la
resistividad a nuestro criterio.
La conductividad eléctrica juega un papel muy importante en la explicación de la
conductividad térmica de los materiales metálicos como se verá en el capítulo 4.
PROPIEDADES ELÉCTRICAS 53
Todos los efectos termoeléctricos provienen del hecho experimental de que en los
materiales los estímulos eléctricos provocan respuestas térmicas y que los estímulos
térmicos provocan respuestas eléctricas, todo ello de forma reversible a diferencia de,
por ejemplo, el efecto Joule que nos indica la potencia disipada en forma de calor con
el paso de una corriente eléctrica. Tanto es así que, aún en materiales isótropos un
gradiente de temperaturas va acompañado de un campo eléctrico opuesto al gradiente.
Este fenómeno se denomina efecto Seebeck y puede modelarse mediante la ecuación:
F IG . 3.2. Figura esquemática de una célula Peltier. Las placas que acotan los semiconductores son de
material cerámico.
Ex
Así, definimos la magnetoresistencia como ρ( B )= y como vemos que el
Jx
campo transversal Ey, en el estado estacionario debe ser proporcional a B y a Jx (ley
de Lorentz) definimos el coeficiente Hall RH:
ne Jx ne
donde q es la carga del portador haciendo la masa efectiva por definición positiva, para
poder aplicar las ideas clásicas de fuerza, aceleración, etc. De esta forma, midiendo el
56 CIENCIA DE LOS MATERIALES
sentido del campo eléctrico transversal, podemos determinar cuales son los portadores
de carga mayoritarios y su densidad.
También existen los llamados efectos termogalvanomagnéticos que reflejan la in-
teracción de los campos magnéticos y los efectos termoeléctricos. Por ejemplo, en el
efecto Nerst un campo magnético modifica el efecto Seebeck, en el efecto Ettings-
hausen un campo magnético modifica el efecto Peltier y en el efecto Leduc-Riggi un
campo magnético modifica la conductividad térmica.
U NIÓN P-N
F IG . 3.5. Potencial eléctrico idealizado en una unión P-N sin campo externo.
F IG . 3.7. Bandas de energía en una u nión P-N polarizada cem una diferencia de potencial
directa.
Así, se puede demostrar que la característica 1-V del diodo es de tipo exponencial:
T RANSISTORES . FET
Los FET pueden ser, o bien JFET7 o IGFET8, categoría última a la que
pertenecen los MISFET9 (fig. 3.10) y los MOSFET.10 Enel FET, el contacto de
puerta11 produce un campo eléctrico (de aquí viene el nombre FET), de forma parecida
a como lo hace un condensador plano, polarizando a los portadores en N y Pde forma
que la cantidad deportadores disponibles de un tipo es mucho mayor que la usual (fig.
3.11). Poniendo entonces una ligera diferencia de potencial entre los contactos fuente12
y drenaje13 conseguiremos que la intensidad que pase por el canal, que une la fuente y
el drenaje y que se denomina canal N o canal P según el tipo de semiconductor con el
que esté fabricado, sea mucho mayor en el sistema que la que habría si no se impusiera
el campo a través de la puerta.
Finalmente si se combinan las etcnologías bipolares y de efecto campo con puerta
aislada se pueden construir los IGBT14 que son muy útiles para aplicaciones de alta
potencia,consiguiendo ganancias de potencia (relación entre la potencia de slaida y la
que controla lapuerta) de hasta 107.
P ROCESADO D E S EMICONDUCTORES
7. Del ingles Junction Field Effect Transistor: transistor de union de efecto campo.
8. Del ingles Insulated Gate Field Effect Transistor: transistor de efecto campo de puerta aislada.
9. Del ingles Metal Insulator Semiconductor Field Effect Transistor: transistor de efecto campo metal
aislante semiconductor.
10. Del ingles Metal Oxide Semiconductor Field Effect Transistor: transistor de efecto campo metal óxido
semiconductor.
11. En ingles gate.
12. En ingles source.
13. En ingles drain.
14. Del ingles Insulated Gate Bipolar Transistor: transistor bipolar de puerta aislada.
PROPIEDADES ELÉCTRICAS 61
Las etapas que siguen son específicas para el tipo de componente que se necesi-
ta, cuidando de enmascarar las zonas que no deseamos modificar con SiO2 (muy
estable y con una difusión muy pequeña). Por ejemplo, para obtener zonas dopa-
das de forma distinta al substrato se puede hacer por difusión gaseosa en el sólido.
También se puede usar la fotolitografía (generalmente para hacer resistencias), la
implantación iónica (dopados), metalización (para hacer contactos eléctricos), etc.
62 CIENCIA DE LOS MATERIALES
Problemas
4.2. Fonones
Los iones en la red cristalina tienen un potencial de interacción entre ellos, corres-
pondiente a las fuerzas interatómicas. Este potencial puede aproximarse como la suma
de dos potencias inversas de la distancia interatómica, en el que se deben ajustar los
66 CIENCIA DE LOS MATERIALES
C C2
parámetros libres: V =− n1 + con m > n (fig. 4.2). Este tipo de potenciales presentan
r rm
un mínimo que se corresponde con la distancia interatómica de equilibrio, que es la
que toman los átomos a temperatura 0 K. Cerca de este mínimo se puede aproximar el
potencial a una parábola, correspondiente al potencial de un muelle que cumple la ley
de Hooke. Por lo tanto tenemos que para vibraciones pequeñas procedentes de la
agitación térmica como las que mantienen la fase sólida, el comportamiento del sólido
respecto de los nudos de la red, si estos no cambian sus posiciones, entonces puede
aproximarse a un sistema de partículas dispuestas en extremos de muelles entrelazados
(fig. 4.3).
F IG . 4.3. Disposición esquemática de los nudos unidos mediante muelles. Se observa que al mover un
nudo, necesariamente se mueven los de su alrededor
PROPIEDADES MECÁNICAS Y TÉRMICAS 67
Estos muelles entrelazados hacen que la agitación térmica esté acoplada en los
distintos nudos de la red. De esta manera, la agitación térmica se describe a través de
modos normales de la red (es decir, básicamente a través de ondas estacionarias) que
representan la vibración colectiva de los nudos de la red. El conjunto de estos modos
normales es discreto debido en parte a las condiciones de contorno. Incluso si se
considera un sólido infinito, los modos son discretos debido a que la energía de los
mismos esta cuantificada. A estos cuantos de energía que describen a los modos
normales de vibración se los denomina fonones.
La relación de dispersión de los modos fonónicos, que en redes periódicas unidi-
mensionales monoatómicas da lugar a una sola rama, en las redes con distintas espe-
cies la rama se desdobla en varias. La primera, con frecuencias menores se denomina
por analogía rama acústica y los modos asociados modos acústicos. La siguientes ra-
mas que aparecen se denominan, por tener frecuencias mayores que las acústicas,
ramas ópticas y los modos asociados, modos ópticos.
cv = 3NAKB
C ONDUCTIVIDAD TÉRMICA
do con el normal, y también con la velocidad media de los electrones que es mucho
mayor que en un gas ideal a temperatura ambiente de forma que se obtiene el valor
antes mencionado. La conductividad en materiales metálicos está entre los 20 y
400 W .
mk
En los materiales no metálicos la conductividad térmica es debida exclusivamente
a los fonones, puesto que no existe el gas de electrones responsable de la con-
ductividad térmica en materiales metálicos. Como la dispersión de los fonones por
imperfecciones de la red es muy efectiva, la transferencia de calor por conducción es
mucho más pequeña que en los materiales metálicos, estando entre 2 y 50 W . Como
mk
la dispersión de fonones aumenta al aumentar la temperatura, la conductividad térmica
disminuye con ésta, hasta que aparece un mecanismo no conductivo (radiación
infrarroja) que hace aumentar la transferencia de calor. Si el material es poroso, la
conductividad es aun más pequeña pudiendo llegar a valores de 0.02 W , siendo la
mk
convección gaseosa dentro de los poros pequeña. El material no metálico común mejor
conductor del calor es el BeO en el que la dispersión fonónica es pequeña.
D ILATACIÓN TÉRMICA
Problemas
4.5. ¿Por qué podemos usar dos tiras metálicas de materiales distintos,
pegadas a lo largo de su longitud como parte de un termostato?
4.6. ¿Por qué la sensación térmica de un material metálico es más fría que la
de un material no metálico, aún cuando estén a la misma temperatura, si
ésta es menor que la del cuerpo humano?
4.7. La ley de Dulong-Petit refleja el número de grados de libertad de vibración
en un sólido. Razonar intuitivamente este hecho.
4.8. Con argumentos del problema anterior, razonar porqué no se cumple la
ley de Dulong-Petit a bajas temperaturas.
4.9. Ordenar los materiales siguientes según su conductividad térmica de
menor a mayor: BeO, Al203 (alta porosidad), Ag, AI203 (baja porosidad).
4.10. Explicar la relación entre el coeficiente de dilatación de volumen y el lineal
en un sólido isótropo. ¿Cuál sería esta relación para un sólido anisótropo?
C APÍTULO 5
B = µ (H + M )
0
D =∈0 E + P
∇⋅D = ρ
• No existen cargas creadoras (monopolos) de campos magnéticos.
∇⋅B = 0
• Los campos eléctricos variables y las corrientes eléctricas crean campos magné-
ticos.
Como es sabido no hay cargas del campo magnético (monopolos magnéticos). Las
fuentes del campo magnético son corrientes eléctricas y dipolos intrínsecos mag-
néticos. En la materia, las fuentes de campo magnético son en primer lugar las corrien-
tes generadas por el movimiento de los electrones (con lo cual este momento se rela-
ciona con el momento angular) y en segundo lugar los momentos magnéticos intrínse-
2. La permeabilidad p puede dar lugar a confusión con el momento dipolar magnético que se denota por la
misma letra griega. Por este motivo normalmente expresaremos la primera como el producto de la permeabilidad
en el vacío por la permeabilidad relativa.
3. En este caso esto significa que pueden ser representadas como matrices.
MATERIALES MAGNÉTICOS Y DIELÉCTRICOS 75
cos de los electrones y del núcleo atómico (a su vez relacionados con espines). El mo-
e
mento magnético de un electrón debido a su espín es un magnetón de Bohr µ B = .
2 me
Los materiales magnéticos pertenecen a tres categorías generales: paramagnetos,
diamagnetos y ferromagnetos. Los paramagnetos y diamagnetos no presentan
magnetización media a campo externo nulo. La interacción entre dipolos magnéticos
hace que los materiales ferromagnéticos puedan presentar magnetización en ausencia
de campo aplicado.
Los paramagnetos y los ferromagnetos constan de dipolos magnéticos perma-
nentes microscópicos. En cambio, los diamagnetos se observan como la respuesta a
campos externos en materiales con moléculas sin momento dipolar magnético. La
magnetización es la suma de los momentos dipolares magnéticos en un volumen de-
terminado.
y por tanto,
siendo µB se obtiene que 〈cos (αi)〉 = L(a), donde L(x) = coth(x) − 1 es la función
a=
Κ ΒΤ x
de Langevin.
M M µ
Así pues χ = H
= µ0 B
= µ0 N B
L µ B
. Obsérvese que para temperaturas ten-
K T
B
diendo a 0 K y campos diferentes de 0 la función de Langevin tiende a 1 y la mag-
netización a la de saturación Nµ y que para temperaturas muy grandes la función de
Langevin tiende a 0 y por tanto no hay magnetización. La curva de magnetización se
representa en la figura 5.1.
Para valores de µB muy pequeños se obtiene la ley de Curie (que expresa que la
K T
B
susceptibilidad no depende del campo aplicado):
Si tenemos que los momentos magnéticos están cuantificados se deben usar sólo
las energías discretas permitidas. En ese caso se obtiene una magnetización ligeramen
te distinta y viene caracterizada por funciones de Brillouin y no por las de Langevin.
Además de este paramagnetismo clásico hay también comportamiento paramag
nético en los materiales metálicos. En este caso el paramagnetismo propiamente dicho
proviene del gas de electrones, se debe tomar un modelo cuántico de bandas y una
estadística cuántica (es decir, tener en cuenta el principio de Pauli para los electrones).
Los electrones tienen dos estados de espín posibles (1/2 y −1/2) con lo cual tenemos
que las energías en las bandas del gas de electrones se ven desplazadas en un sentido
para los electrones con espín paralelo al campo y en otro sentido para los antiparalelos.
MATERIALES MAGNÉTICOS Y DIELÉCTRICOS 77
F IG . 5.2. Esquemas del origen del paramagnetismo metálico. a) Bandas de energía iniciales sin campo. b)
Bandas de energía desplazadas debido al campo magnético, situación inicial inestable de ocupación de
estados. c) Situación estacionaria final con campo magnético aplicado.
Los materiales ferromagnéticos (Fe, Co, Ni, aleaciones entre ellos, Gd, Dy, ...)
tienen valores positivos muy grandes de la susceptibilidad magnética y ésta depende
fuertemente del campo aplicado.
Estos materiales se comportan de esta manera debido a las interacciones entre
espines (llamadas de intercambio) y pueden tener M neta no nula a H = 0. Además
tienen un comportamiento complejo comparado con los paramagnetos. Así pues, si a
los ingredientes magnéticos de los paramagnetos añadimos interacción obtendremos
los materiales que aquí estudiamos.
Lo más usual es que, en un material ferromagnético, un espín se alinea en una
dirección (la del campo si lo hay o aleatoria si no lo hay). Este dipolo magnético
interacciona suficientemente para que los espines vecinos se alineen como el primero,
formando dominios magnéticos en los que la magnetización neta es no nula.
Las teorías que describen los materiales ferromagnéticos son mucho más comple-
jas que las de los paramagnetos. Sin embargo, el ferromagnetismo se puede entender
cualitativamente considerando que parte del campo magnético que crea la magnetiza-
ción proviene de la propia magnetización. Así, la teoría del campo molecular de Weiss
propone:
F IG . 5.3. Resolución gráfica de la ecuación para la magnetización sin campo aplicado de la teoría del
campo molecular de Weiss clásica.
µλ M
Obsérvese que si B = 0 obtenemos que M = NµL , ecuación que tiene dis-
K BT
tinto comportamiento a diferentes temperaturas (fig. 5.3).
Así pues, existe una Tc, llamada temperatura de Curie, tal que para las T < Tc el
material tiene una magnetización neta, aun sin tener un campo aplicado (fig. 5.4) y por
tanto el material se comporta ferromagnéticamente. Para T > Tc, el material se
comporta paramagnéticamente siguiendo la ley de Curie-Weiss:
Las tres características Br, Bs, y Hc, son las que determinan la mayor parte de las
aplicaciones, así como el área encerrada por la curva de histéresis, que es la energía
disipada en el ciclo:
MATERIALES MAGNÉTICOS Y DIELÉCTRICOS 81
Esto hace que un imán se desimane espontáneamente con el tiempo excepto que se
cierre el circuito con un material ferromagnético (fig. 5.7).
Los materiales antiferromagnéticos (por ejemplo MnO, FeO, CoO, NiO, Cr, etc.)
tienen la característica esencial de que los dipolos magnéticos interactúan de forma
que tienden a alinearse antiparalelamente, haciendo que incluso por debajo de la tem-
peratura crítica, denominada de Néel, M(H = 0) = 0. La temperatura de Néel marca
la transición orden-desorden en las subredes de dipolos magnéticos orientados en un
82 CIENCIA DE LOS MATERIALES
F IG . 5.7. Cortocircuito del campo magnético con un ferromagneto. En éste se inducen los polos
magnéticos de,forrna que el campo desimantador disminuye muchísimo.
mismo sentido. A pesar de no ser detectable esta transición por los valores de la mag-
netización sí lo es mediante resonancia magnética nuclear.
Los materiales ferrimagnéticos son multicomponentes de tipo antiferromagnético,
pero con dipolos magnéticos de distinta magnitud en un sentido y en el otro dando una
magnetización neta (fig. 5.8). Tienen comportamiento ferrimagnético materiales como
γFe2O3 muy útil para la grabación magnética, y 5Fe2O3 ⋅ 3R2O3 siendo R una tierra
rara como el Y, y MO ⋅ Fe2O3 siendo M un metal de transición, etc.
F IG . 5.8. Esquema de los distintos tipos de materiales magnéticos con interacción fuerte.
Los materiales de tipo ferromagnético pueden dar lugar a frustración, que consiste
en que un sistema de dipolos magnéticos no puede colocarse en un estado de mínima
energía (fig. 5.9). En este sentido, hay otras propiedades que presentan sistemas
desordenados como ferrofluidos (dispersión coloidal estable de monodominios
magnéticos), vidrios de espín, etc. que no se estudiarán aquí y que definen otros tipos
de materiales magnéticos como, por ejemplo, los superparamagnéticos.
F IG . 5.9. En un sistema antiferromagnético y en una red triangular, impuestos dos espines, el tercero
queda indeterminado (frustración).
cos que transitan entre diferentes niveles de energía ∆E en un sistema magnético. Así,
∆E = hv. Se hace variar H con frecuencia v creciente hasta que se produce la transi-
ción y en ésta se conocen la posición relativa y magnitud de los niveles de energía.
Hay varios tipos de resonancia magnética,4 entre los cuales están:
4. La resonancia magnética, los métodos espectroscópicos, etc se solapan en materias como elec-
tromagnetismo, óptica física, estado sólido, ciencia de superficies, mecánica cuántica, etc.
84 CIENCIA DE LOS MATERIALES
5.4. Aplicaciones
5.5. Dieléctricos
Los dieléctricos son los materiales por excelencia donde se ponen en manifiesto
propiedades eléctricas distintas de la de los conductores o semiconductores. En general
se puede decir que un dieléctrico es un no conductor, y es en este sentido que en los
dieléctricos la carga electrónica no está libre: los electrones, al igual que los iones,
están localizados. La dificultad de transporte de la carga hace que los dieléctricos sean
capaces de acumular o almacenar carga. Así, los enlaces iónico-covalentes y los Van
der Waals entre átomos con capas electrónicas cerradas darán lugar a materiales
dieléctricos, donde las bandas de valencia estarán llenas de estos electrones
localizados y las bandas de conducción apreciablemente alejadas de las de valencia es-
tarán practicamente vacías por ser muy pequeña la promoción electrónica. Los pocos
electrones promocionados en un buen dieléctrico harán que aplicando campos de unos
cientos de voltios por centímetro se obtengan corrientes eléctricas tan bajas como 10 y
A. Es patente el hecho de que los materiales dieléctricos son capaces de cargarse me-
diante procesos de rozamiento. Aunque es un fenómeno no explicado completamente
una solución tentativa puede ser que en materiales como el vidrio común tenemos en
las superficies externas una interrupción de la red, cristalina o vítrea, de forma que hay
enlaces libres que pueden perder electrones en un proceso de rozamiento, adquiriendo
el vidrio una carga neta positiva. En materiales poliméricos como resinas, baquelita,
seda, nailon, etc. hay mucha facilidad de perder iones H+, adquiriendo estos materiales
una carga neta negativa. Hay que señalar que todos estos materiales cargados
superficialmente pierden fácilmente su carga con los iones OH− y H+ presentes en el
aire húmedo.
y otro coeficiente,
F IG . 5.11. Mecanismo de piezoelectricidad en el cuarzo. a) Celda unidad sin deformar b) Celda unidad
alargada y c) Celda unidad comprimida.
Problemas
SUPERCONDUCTIVIDAD
F IG . 6. 1. Representación esquemática del band-gap de energía para el estado fundamental de una pareja
de Cooper.
te. Se observa que Tc(H) < Tc(0), por tanto el campo magnético desordena el estado
superconductor. Esto último permite enfriar sistemas superconductores mediante un
efecto magnetocalórico similar al de la desmagnetización adiabática para paramagne-
tos denominado magnetización adiabática. Este proceso consiste en:
E STADO INTERMEDIO
F IG . 6.2. Esquema que ilustra el apantallamiento de un campo por las corrientes superficiales creadas en
un superconductor.
SUPERCONDUCTIVIDAD 95
Las corrientes superficiales apantallan el campo, por tanto He < H e' y, en conse-
cuencia, Hi > Ha. Como vemos, el campo interior es mayor que el aplicado, de forma
que se alcanza el estado crítico Hc dentro del superconductor para campos aplicados
Ha más débiles que el crítico. En resumen, H i = H a − nM siendo n el factor desmagne-
tizador. Como el superconductor presenta diamagnetismo perfecto entonces M = − H i
y,
se pierde el estado superconductor cuando el campo interior es mayor que H, cosa que
hace que para un valor del campo aplicado H 'c ≡ H c (1-n) < H c el estado no pueda ser
superconductor puro, pero tampoco no puede ser normal, ya que en un metal normal
H i ≈ H a = H ' < H c y por tanto no se llega al campo crítico.
c
Resumiendo: a una T < Tc se tiene que para un superconductor determinado de
tipo I (depende de la forma de la muestra),
Como resumen diremos que el estado intermedio es un estado que aparece nece-
sariamente en el caso de tener un superconductor de tipo I para campos aplicados Ha
no nulos y pertenecientes al intervalo [(1 − n)Hc, Hc] (fig. 6.3).
96 CIENCIA DE LOS MATERIALES
S UPERCONDUCTORES DE TIPO II
El efecto túnel es el efecto cuántico que permite a una partícula cruzar una barrera
de potencial que clásicamente no podría cruzar por tener una energía inferior a la de la
barrera energética. Supongamos que tenemos dos conductores separados por el vacío,
sabiendo que la amplitud de la onda estacionaria que representa el electrón en el vacío
−x
F IG . 6.6. Efecto túnel a 0 K entre un material metálico y un superconductor. a), b), c) esquemas para
distintos V aplicados y d) característica I-V
100 CIENCIA DE LOS MATERIALES
F IG . 6.7. Efecto túnel entre dos superconductores iguales. a), b), c) esquemas para distintos V aplicados y
d) característica I-V.
En el caso que el voltaje aplicado sea negativo tampoco puede haber efecto túnel
hasta que ése sea −∆/e y pueda ir un electrón desde los estados ocupados de la banda
de conducción electrónica del superconductor hasta la parte superior de la banda de
conducción del metal normal. Además, también es posible que se pueda romper una
pareja de Cooper yendo uno de los electrones al nivel de cuasipartícula (es pre-
cisamente por esto que se necesita esa energía) y el otro cae al nivel de Fermi del
material metálico normal. Obsérvese que cuando hay un solo electrón involucrado pa-
ra que haya conservación de la energía, éste debe moverse horizontalmente en el eje
de energías. Si están involucrados dos, entonces pueden moverse en varias direcciones
de forma que la conservación de energía total se produzca (es decir, uno debe
aumentar su energía y el otro disminuirla).
Supongamos que tenemos dos superconductores idénticos a T≠ 0 K (entonces hay
niveles llenos de cuasipartículas). Si no aplicamos diferencia de potencial alguna
entonces no puede haber corriente túnel. Si aplicamos una diferencia de potencial,
desde el primer momento las partículas excitadas podrán experimentar efecto túnel
pero como éstas son pocas, la corriente es pequeña y constante aunque se aumente la
diferencia de potencial. Esto ocurre hasta que V alcanza el valor 2∆/e donde es posible
que los electrones de la banda de conducción llena de un superconductor vayan a los
niveles cuasiparticulares de la banda de conducción del otro superconductor. Además,
es posible la desintegración de un par de Cooper (fig. 6.7) y que cada electrón vaya a
una de las sendas bandas de niveles de cuasipartículas.
Si los superconductores son distintos el esquema I-V es distinto (fig. 6.8) pero se
interpreta de forma similar. Obsérvese (fig. 6.8) que hay una zona de resistencia
diferencial negativa, en la que no profundizaremos.
SUPERCONDUCTIVIDAD 101
F IG . 6.8. Característica I-V del efecto túnel entre dos superconductores distintos.
Junto a todas estas formas de efecto túnel, existe el efecto Josephson que es un
efecto túnel de las parejas de Cooper en sí mismas, posible porque el condensado de
parejas admite muchas de éstas. Aparece para capas aislantes muy finas colocadas en-
tre dos superconductores cuando no hay ninguna diferencia de potencial entre los dos
superconductores. A este flujo se le denomina supercorriente túnel. Si la densidad de
corriente Josephson sobrepasa el valor jc aparece una diferencia de potencial V a
través de la unión experimentando efecto túnel simultáneamente electrones y parejas
de Cooper. Los pares de Cooper ahora no pueden conservar la energía por sí solos, por
tanto es necesario hacer el balance de energía por otros medios, en este caso se emite
un fotón de frecuencia v y energía 2Ve. Este efecto se denomina efecto Josephson de
corriente alterna. Como V ~ 10-3 V entonces la radiación es de microondas. Con
medidas de efecto Josephson se puede determinar con precisión los band-gap de
energía del estado superconductor y su variación con la temperatura y/o con un campo
magnético.
El efecto Josephson se puede caracterizar completamente con el comportamiento
de la diferencia de fases en la función de onda del par de Cooper entre uno de los
superconductores y el otro. Se puede demostrar que la supercorriente Josephson is = =
ic sen(∆φ) donde ic es la corriente crítica del gap, y que el voltaje que se desarrolla
entre los dos superconductores es 2Ve = dtd ∆φ .
Por tanto, podemos dibujar un circuito eléctrico equivalente a nuestra unión Jo-
sephson (fig. 6.9). La I =C dV
dt
V
+ + is siendo
R
V
R
la corriente túnel electrónica y C dV
dt
la corriente debida a tener un condensador entre los dos superconductores. Si substi-
tuimos los valores en función de la diferencia de fase obtenemos que la ecuación que
rige la diferencia de fase en una unión Josephson es la misma que rige el ángulo en un
péndulo rígido forzado y amortiguado:
102 CIENCIA DE LOS MATERIALES
Así, la frecuencia del efecto Josephson de corriente alterna (por analogía con el
péndulo) es:
Problemas
MATERIALES ÓPTICOS
considerando una zona donde la longitud de onda de la radiación es mucho mayor (del
orden de 103 veces) que los espaciamientos cristalinos y las dimensiones de las
moléculas que componen los sólidos. Esto implica que no serán apreciables fenóme-
nos como la difracción relacionada con la estructura cristalina (como la descrita en la
sección 1.6), pues requieren que la longitud de onda y la estructura del cristal sean del
mismo orden de magnitud (radiación X).
Las energías asociadas al fotón en la región óptica (aquella que el ojo humano
puede ver) van desde 1.8 eV a 3.1 eV, aproximadamente. Los procesos microscópicos
involucrados en la producción y detección de radiación en ese intervalo de energía
están asociados a los electrones de valencia de los átomos, así como las vibraciones y
rotaciones de los átomos son responsables de los fenómenos en el infrarrojo y los
electrones interiores y de valencia producen los fenómenos en el ultravioleta. Corres-
ponde aclarar, sin embargo, que actualmente la tecnología ha dejado de depender del
ojo humano como único elemento de detección de la radiación visible y se considera
como óptica, además de la zona del espectro que puede ver el ojo, a buena parte del
infrarrojo y ultravioleta cercanos. No existen divisiones tajantes entre lo que es óptica,
radiación infrarroja o ultravioleta y suele designarse a cada región que el ojo no puede
ver, según los métodos con los cuales la radiación es generada o detectada (fig. 7.1).
Consideraremos entonces como parte de la óptica a la radiación que puede de-
tectarse con dispositivos del mismo tipo, aquellos que en la región visible del espectro
reemplazan al ojo humano. Por ello, también se considera óptica (u optoelectrónica) a
un grupo de fenómenos que se producen en semiconductores aunque por efecto del
band-gap (algo inferior a 1.8 eV) están desplazados hacia el infrarrojo.
Esto simplifica las cosas y en muchos casos suelen tratarse los fenómenos y las
propiedades mediante aproximaciones que son suficientes y son conocidas desde el
ámbito de la óptica. En el caso de propiedades especiales, se requiere una teoría
cuántica completa (al igual que en la llamada óptica cuántica, tanto el campo elec-
tromagnético como la materia se consideran cuantificados). Las simplificaciones son
(disminuyendo en orden de complejidad y usos):
T ABLA 7.1. Interacción radiación-materia (no se incluyen fenómenos de interacción en los que la
coherencia de la radiación es importante o en los que la intensidad del campo produce efectos no lineales)
1. En inglés: scattering.
108 CIENCIA DE LOS MATERIALES
T ABLA 7.2. Relación de Maxwell (medida u 60 Hz) e índice de refracción (medido a 5 . 1014 Hz) para
algunos materiales a presión atmosférica
siendo a = 2 ωκ
c
= 4π
λ
κ
el llamado coeficiente de absorción o de atenuación.
0
La curva que expresa el valor de a en función de la energía (hv = w) o en
función de la longitud de onda de la radiación en el vacío 4o se denomina espectro de
absorción (figs. 7.2 y 7.3).
Por ejemplo, el cobre, en la zona del ultravioleta (λ0 ~ 100 nm) tiene una pro-
fundidad de penetración δ = 0.6 nm. La profundidad de penetración en el infrarrojo
(λ0 ~ 10000 nm), aunque mayor, se mantiene relativamente pequeña y vale 6 = 6 nm.
Esto es coherente con que los materiales metálicos sean opacos aunque pueden volverse
transparentes en capas muy delgadas, por ejemplo en las utilizadas en espejos
parcialmente plateados. El aspecto que nos es familiar en los materiales metálicos: el
brillo, corresponde a una alta reflectancia que proviene del hecho que una onda incidente
no puede penetrar en ellos. Unos pocos electrones notan la onda transmitida y, aunque
cada uno de ellos la absorbe fuertemente, la poca energía absorbida es disipada.
Finalmente, la mayor parte de la energía aparece como onda reflejada. Por ello, la
mayoría de los materiales metálicos, aún aquellos poco comunes, tienen un color gris
plateado, reflejan la luz blanca incidente independientemente de la longitud de onda y
por ello, esencialmente, no presentan coloración. Por otra parte, la onda transmitida
posee una componente del campo en la dirección de propagación, a diferencia de la
propagación en el vacío.
La representación de un material como un medio continuo, como se ha hecho hasta
aquí, funciona bien en la región infrarroja, donde las longitudes de onda son largas y las
frecuencias relativamente bajas. Cuando la longitud de onda decrece, comienza a
hacerse patente la naturaleza granular de la materia, de forma que, a frecuencias ópticas,
los resultados experimentales ya no son adecuadamente representados por este modelo y
debe retornarse a los modelos atómicos clásicos (como el de Drude (cap. 3) y otros
similares). Estos modelos dan resultados adecuados, aún sin entrar de lleno en el
dominio de la mecánica cuántica, considerando al material metálico como una red de
iones con unos electrones interiores ligados y un gas de electrones libres. Los electrones
ligados tendrán frecuencias de resonancia como ocurre en los dieléctricos y los libres
darán reflexión independiente de la longitud de onda. Con un medio así se puede llegar a
una relación de dispersión análoga a la de los dieléctricos en la que aparecerán
independientemente una contribución del gas de electrones y otra de los electrones
ligados. Un indicio para establecer la importancia de utilizar esta relación u otra más
sencilla, consiste en ver si el material metálico presenta coloración o no. Si la presenta,
es un indicio de la relevancia de los electrones ligados en el material, que reflejarán y
absorberán selectivamente (fig. 7.3).
Como ejemplos prácticos, tanto el oro como el cobre presentan una coloración rojo
amarillenta porque las reflectividades son más altas en esas frecuencias: para frecuencias
más pequeñas de la zona visible el oro aparece amarillento, en tanto que una lámina de
oro muy delgada (una película suficientemente delgada para que la profundidad de
penetración sea mayor que el espesor y permita la transmisión) transmite, en este caso,
luz de color predominantemente verde azulado. El material aparece con estos colores
cuando se observa por transmisión y es iluminado con luz blanca.
Para una gran variedad de aplicaciones interesan materiales que sean transparentes,
o translúcidos, es decir materiales que en general la fracción de energía transmitida sea
mucho mayor que la absorbida o reflejada, en la región óptica del espectro.
112 CIENCIA DE LOS MATERIALES
F IG . 7.4. Balance de energía luminosa en un vidrio de color verdoso, en función de la longitud de onda
incidente.
Los materiales metálicos, según hemos dicho, salvo en películas muy delgadas
donde son transparentes, son opacos. Sin embargo, la transparencia que vamos a es-
tudiar es relativamente independiente de las propiedades quimicofísicas de absorción
que posee cada átomo en particular puesto que las frecuencias de resonancia caen
fuera de la región óptica del espectro.
En estas condiciones, cuando una onda incide en un sólido transparente y penetra
en él, una parte de su intensidad luminosa (flujo de energía luminosa) inicial Io entra
en el sólido y otra se refleja IR en la interfaz de los dos medios. Si de la energía que
entra en el sólido una parte se transmite IT y otra se absorbe IA, la conservación de la
energía total requiere que I0 = IR + IA + IT. Si dividimos los dos miembros por la
intensidad incidente obtenemos 1 = R +A + T, donde R es la reflectancia o coefi-
ciente de reflexión integral, A es la absorbancia o coeficiente de absorción integral,
que está relacionado con el coeficiente de absorción α integrado en toda la banda de
frecuencias (por este motivo también es designado como e-lf siendo l el espesor de la
muestra), y T es la transmitancia o coeficiente de transmisión integral. Como puede
verse, cada uno de ellos expresa la fracción de la energía incidente que es reflejada,
absorbida y transmitida respectivamente de forma integral, es decir, que valen para
toda la banda de luz aunque las proporciones entre ellos varíen según la frecuencia o
longitud de onda incidentes (fig. 7.4).
La diferente proporción que presentan estas pérdidas a distintas longitudes de on-
da hace que los materiales transparentes presenten coloración (como el color verdoso
de un vidrio común de ventana). Si la absorción es uniforme en todas las longitudes
de onda visibles el material aparece como incoloro, por ejemplo: los vidrios de cali-
dad para uso óptico, el diamante o el zafiro de alta pureza. Este comportamiento, que
es en realidad una simple consecuencia de la conservación de la energía cuando no
MATERIALES ÓPTICOS 113
• Átomos aislados
Para que un fotón sea absorbido por un átomo aislado, la energía del fotón inci-
dente hv debe ser aproximadamente igual a la diferencia de energías entre dos ni-
veles del átomo ∆E ≈ hv, esta relación es aproximada debido al principio de in-
2. Del inglés Light Amplification bF Stimulated Emission of Radiation: amplificación de luz por emisión
estimulada de radiación.
MATERIALES ÓPTICOS 115
F IG . 7.7. Emisión espontánea de un fotón por un átomo aislado idealizado (dos niveles).
F IG . 7.8. Emisión estimulada de un fotón por un átomo aislado idealizado (dos niveles).
116 CIENCIA DE LOS MATERIALES
• Materiales metálicos
En un sólido metálico, la banda de conducción está parcialmente llena (fig. 1.16).
Los fotones correspondientes a la radiación visible, entre 1.8 y 3.1 eV, excitan a los
electrones hacia estados energéticos no ocupados por encima del nivel de Fermi (fig.
7.9). A diferencia del caso del átomo aislado, siempre hay niveles vacíos que
permiten las transiciones electrónicas. Esto hace que todas las energías fotónicas
ópticas coincidan con algún valor de energía permitido, con lo que se favorece la
absorción del fotón considerado.
Como hemos mencionado en nuestra aproximación electromagnética, en los mate-
riales metálicos esta situación no se restringe a la región óptica, sino que todos los
fotones de baja energía pueden ser absorbidos, desde las radiofrecuencias hasta el
ultravioleta cercano. Son parcialmente transparentes para radiaciones de frecuencia
superior.
La energía que se absorbe lo hace en una película muy delgada a la que nos hemos
referido antes y es reemitida con la misma frecuencia apareciendo como luz refle-
jada. La pequeña parte de energía absorbida proviene de la transformación en calor
que se produce en el decaimiento del electrón excitado.
Transiciones. ∆k = 0
En la región óptica del espectro donde los fotones tienen energías comprendidas entre
1.8 y 3.1 eV, los anchos de la zona prohibida deben ser menores a la energía del fotón
incidente. Si esto no se cumple, el fotón retorna a la banda de donde salió y el sólido
no absorbe esa energía. De esta forma, el band-gap máximo para absorber un fotón
visible es 3.1 eV. A partir de esta energía mínima, todos los fotones de energías más
altas son absorbidos en una banda intensa y continua de absorción. El borde de la
banda de absorción suele ser muy abrupto, con crecimiento cuadrático respecto la
diferencia de energías. La mayoría de los materiales semiconductores tiene esa banda
de absorción en la región infrarroja del espectro. Los materiales con zonas prohibidas
mayores que el valor anterior aparecerán (si no contienen imperfecciones) como
transparentes. La energía mínima corresponde a 1.8 eV. En este caso, los materiales
semiconductores con zonas prohibidas inferiores a este valor absorben toda la energía
de la luz incidente por promoción electrónica y son opacos. Los materiales que
aparecen coloreados, tienen imperfecciones (defectos y/o impurezas) o zonas
prohibidas intermedias. El procedimiento experimental habitual para encontrar la
magnitud de la zona prohibida (band-gap), por ejemplo en el antimoniuro de indio, es
determinar la pendiente media de la curva de absorción y su punto de cruce con el eje
de las energías.
En el proceso inverso, el retorno de un electrón libre excitado de la banda de con-
ducción a la de valencia provoca en ésta la desaparición de un hueco (fig. 7.10),
proceso denominado recombinación y la aparición de un fotón correspondiente al
salto de energía. El electrón desciende hasta el borde de la banda de conducción y el
hueco asciende hasta el borde superior de la banda de valencia en un tiempo de
relajación muy corto: entre 10-12 y 10-10 s. La luminiscencia proveniente de la
recombinación presenta una curva de emisión con un ancho limitado en la zona de
frecuencias bajas por hv = Eg.
Transiciones indirectas. ∆k ≠ 0
siciones indirectas con variación del vector de onda del electrón ( ∆k ≠ 0 ). En estos
casos intervienen mecanismos adicionales que permiten conservar la energía y el
momento lineal totales, como puede ser la aparición de un fonón de energía EF. La
energía del fotón que se precisa para que un electrón pase de la banda de valencia a la
de conducción es hv ≥ Eg + EF si se emite un fonón de energía EF y hv ≥ Eg − EF si se
absorbe un fonón de energía EF.
La probabilidad de un fenómeno de este tipo es mucho menor que la de una transición
directa, aunque la diferencia de energías sea también menor, ya que intervienen más
partículas (electrón, fotón y fonón, por ejemplo) para asegurar las leyes de
conservación antes citadas. Materiales como el Ge y el Si tienen bandas de este tipo.
Presencia de imperfecciones
a)
zona prohibida, las bandas de absorción están localizadas más allá del borde de la
banda de absorción intrínseca.
El proceso de decaimiento también puede producirse mediante la emisión de dos
fotones (fig. 7.12), uno producido durante la transición del electrón desde la banda de
conducción hasta el nivel extrínseco y el otro originado desde el nivel extrínseco hasta
la banda de valencia. Como mecanismo alternativo existe la posibilidad de emisión de
un fonón disipándose la energía asociada en forma de calor. El dopado con
imperfecciones en pequeña cantidad también puede determinar el color de materiales
que son incoloros en estado puro. Por ejemplo: el óxido de aluminio AL2O3
monocristalino y de alta pureza es incoloro. Impurificando con un porcentaje entre el
0.5 y el 2 % de Cr2O3, el ion Cr3+ sustituye al Al3+ en la estructura cristalina y el
material se denomina comúnmente rubí. Aparecen en la zona prohibida niveles
energéticos que provocan fuertes picos de absorción en la región azul-violeta y en la
verde-amarilla del espectro dando al rubí su coloración rojiza característica (fig. 7.13).
El rubí tiene una importancia histórica adicional pues fue utilizado para construir el
primer láser que funcionó, aunque su importancia actual ha disminuido frente a otros
láseres sólidos como el de Neodimio (en matriz de vidrio o de YAG3) o el de Titanio-
Zafiro, y frente a láseres gaseosos como el de Helio-Neón o el de Argón. El dopado
con otros óxidos que introducen algunos iones característicos en vidrios inorgánicos
suele ser muy utilizado para fabricar vidrios coloreados, de aplicación en cristalería y
en vidrios para la industria de la construcción y de la decoración.
Luminiscencia
7.5. Láseres
R ADIACIÓN COHERENTE
En todos los tipos de emisión vistos hasta aquí, la aparición de cada fotón es
espontánea, es decir independiente de la presencia de los demás fotones y por lo tanto
se encontrarán fotones con todas las fases posibles distribuidas aleatoriamente, con
todas las componentes de polarización y sin correlación alguna entre unos y otros. Si
consideramos la distribución de las frecuencias emitidas, salvo en los casos en los que
intervienen estados puros entre los que se emiten espectros de líneas, normalmente son
distribuciones de frecuencias de bandas anchas comparables a las de absorción. Este
tipo de radiación natural se conoce como radiación incoherente.
Desde que en 1960 se fabricó el primer dispositivo, el interés creciente por tener
anchos de línea lo más angostos posibles, con fotones correlacionados en fase y con
polarización única y definida por el conjunto de los fotones emitidos llevó al
desarrollo de las fuentes de radiación coherentes o láseres. El láser en realidad no
amplifica la luz, sino que es un oscilador, o sea, un dispositivo que tomando energía de
una fuente continua o alternante es capaz de crear una oscilación, continua o
alternante, de frecuencia muy pura y que mantiene sus propiedades de fase y
frecuencia en una distancia relativamente larga. A esta distancia se la denomina
longitud de coherencia y a la radiación, radiación coherente.
Disponer de estas propiedades, que se obtienen con cierta facilidad en la región
de la radiofrecuencia, no resulta sencillo en la luz visible, de hecho desde la predic-
ción teórica por Einstein hasta su consecución práctica pasó medio siglo. Las distintas
aplicaciones hacen uso de las propiedades de los láseres: monocromidad, direccio-
L ASERES SEMICONDUCTORES
Hemos visto que una unión P-N puede producir alta intensidad luminosa al in-
troducir una corriente directa capaz de generar una alta tasa de recombinación. Si la
unión se lleva a niveles de excitación para los cuales la cantidad de portadores que
pueden recombinarse está en condiciones de inversión de población y si aparecen un
número suficiente de fotones en fase que puedan producir emisión estimulada en la
región del espacio donde la recombinación se está produciendo (la capa desierta) (fig.
7.16), se puede obtener radiación coherente cuando la ganancia supera a las
A NISOTROPÍAS INDUCIDAS
7. Del inglés Compact Disk Read Only Memory: disco compacto de memoria de sólo lectura.
8. Del inglés Digital Versatile Disc: disco versátil digital.
126 CIENCIA DE LOS MATERIALES
F ENÓMENOS NO LINEALES
nunca alcanzan los niveles de campo eléctrico necesarios para observar estos fenóme-
nos. Sin embargo, en un pulso láser de 109 W hay campos del orden de 1012 Vlm y
hace posible la visualización de estos fenómenos. Fenómenos que son, entre otros, la
generación de armónicos (fig. 7.17), autoenfoque, rectificación óptica y mezclado de
frecuencias.
Como ejemplo un pulso corto en un láser de Neodimio-YAG de suficiente poten-
cia propagándose en un cristal no lineal transforma parte de la radiación (de longitud
de onda infrarroja 1.06 µm) en radiación de color verde (0.53 µm) que sigue coherente
y en la misma dirección. Las aplicaciones de estos fenómenos en la tecnología apenas
han comenzado.
También hay cristales no lineales como el KTP periódicamente orientado (PP-
KTP), que sufre una interacción casi empalmada en fase9 con la luz. Así, hay dominios
ferroeléctricos periódicamente orientados que hacen que haya una interacción no lineal
mucho más aplicable, puesto que se necesitan potencias luminosas mucho menores y
además se pueden cambiar los parámetros de la red de forma que la interacción no
lineal sea sintonizable. Sistemas de este tipo se denominan osciladores ópticos
paramétricos.
Problemas
MATERIALES NO CRISTALINOS
8.1. Cuasicristales
I NTRODUCCIÓN
Es decir, teselaciones tales que con su conjunto asociado de teselas es imposible cons-
truir alguna teselación periódica. Un ejemplo de este tipo de conjunto de teselas lo
constituyen las teselas de Penrose.
Es importante señalar que las teselaciones, fijado un conjunto de teselas, no son
únicas. Este punto es muy importante y requiere que para formar estructuras cuasipe-
riódicas debamos introducir reglas de empalme entre teselas. Estas leyes determinan,
por ejemplo, la orientación relativa de dos teselas al unirse entre sí (fig. 8.3).
F IG . 8.3. Teselas de Penrose y sus reglas de empalme. Las teselas deben unirse deforma que los tipos de
flecha iguales coincidan.
Estas reglas de empalme no son muy rígidas y tienen una acción muy sutil: dado
un número de teselas base, hay muchos racimos3 que se pueden construir sin violar
estas reglas. Sin embargo, el número de posibles racimos en concordancia con las
reglas de empalme disminuye a medida que los racimos son más grandes. Así pues es
difícil construir una red cuasicristalina perfecta añadiendo teselas una a una, puesto
que en cada caso hay caminos sin salida aunque se cumplan las reglas de empalme. En
otras palabras, las reglas de empalme no impiden crecer a la red sin defectos.
3. En inglés: clusters.
132 CIENCIA DE LOS MATERIALES
P REPARACIÓN DE CUASICRISTALES
Los primeros cuasicristales en estudiarse fueron los de tipo AlMn, de poca calidad
preparados por procedimientos de temple rápido. Más adelante se consiguieron
icosaedros perfectos en aleaciones del tipo AlCuFe y AlPdMn. También se ha visto
que se puede transitar reversiblemente de fases cuasicristalinas a cristalinas, lo que
evidencia experimentalmente la diferencia entre estructuras icosaédricas verdaderas y
estructuras pseudoicosaédricas microcristalinas.
Las técnicas de producción de cuasicristales más relevantes son:
F IG . 8.6. Esquema del monocuasicristal dodecaédrico de una fase icosaédrica perteneciente a una
aleación del sistema AlCuFe.
MATERIALES NO CRISTALINOS 135
En todos los casos hay que distinguir el orden cuasicristalino real de muestras
policristalinas ordenadas parásitas que dan lugar a patrones de difracción
similares a los cuasicristales.5
Como ya se ha dicho antes, sin embargo, las reglas de empalme clásicas (que
determinan la orientación relativa entre dos teselas compatibles mediante leyes locales
en las aristas o en las caras de las mismas) no son suficientes para determinar una
estructura cuasicristalina y por tanto para evitar la formación de defectos. Sin embar-
go, si se introducen nuevas reglas de empalme, ahora ligadas a los vértices, es posible
crecer los cuasicristales perfectos de forma casi local (ya se ha hecho referencia a este
método en la página 132). Es decir, que con estas reglas de empalme se reducirán
muchísimo las ambigüedades en la construcción del cuasicristal.
La descripción del crecimiento cuasicristalino es posible mediante teorías feno-
menológicas de tipo general como la teoría de Landau de transiciones de fase, basada
en supuestos de simetría y de campo medio. Así, la teoría de Landau contempla una
transición, por ejemplo, de equilibrio entre estados desordenados y estados con orden
isocaédrico. En cuanto a teorías más específicas que describan la formación de
cuasicristales existe el modelo de teselación aleatoria que ejemplifica el crecimiento
de cuasicristales con muchos defectos y cuasicristales desordenados. Y también hay
teorías que describen este crecimiento mediante procesos de relajación desde otras
estructuras crecidas más rápidamente.
5. Nótese que cualquier función bien comportada en una zona del espacio puede ser aproximada por sumas
de funciones periódicas.
136 CIENCIA DE LOS MATERIALES
T IPOS DE CUASICRISTALES
− Fases de tipo Al Mn. Son metaestables y se corresponden a una red cúbica simple
en un espacio de 6 dimensiones. Da lugar a vidrios.
− Fases de racimos de tipo Bergmann con orden atómico local. La estructura media
también es una cúbica simple en seis dimensiones. Están en el origen de las
teselaciones aleatorias, favorecidas por motivos entrópicos. Tienen poca fracción
cuasicristalina, siendo un ejemplo típico los del sistema AlLiCu. Tenemos como
excepción a los AIMgLi que corresponde a una red f.c.c. en seis dimensiones.
− Fases de racimos de tipo Mackay con orden atómico local. Estos tipos de cuasi-
cristales son muy perfectos, con picos Bragg sin dispersión difusa. Se correspon-
den a redes f.c.c. en seis dimensiones. Pueden formar los verdaderos monocuasi-
cristales, con nuevas propiedades muy distintas de las de los materiales vítreos y
de los cristalinos. Ejemplos de cuasicristales de este tipo son: Al0.62Cua0.255Fe0.125,
Al0.65Pd0,255Mn0.08, Al0.64Cu0.22Ru0.14 y el Al0.71Pd0.2Re0.09. En estos últimos se ha
observado difracción dinámica (efecto Borrmann) en la que hay interacción
coherente de segundo orden, indicativo de un muy largo alcance en el orden.
minan fractones. Éstos tienen dos regímenes bien diferenciados, el primero correspon-
diente a longitudes de onda más pequeñas que una longitud característica del fractal ξ
que se caracteriza por vibraciones localizadas. El otro régimen correspondiente a ξ > λ
(modos de baja energía) se caracteriza por la existencia de modos propagativos con
aspectos disipativos.
En general se puede hacer una analogía parcial entre los fonones y otros modos
colectivos como, por ejemplo, los fasones. Mientras que los primeros son propaga-
tivos10 y son representados en el espacio directo, los segundos son difusivos y son
representados en el espacio complementario implicando que un reajuste de las celdas
unidad provoca una relajación de tipo difusivo.
Se puede ver que el número de ramas (opticoacústicas) en una red periódica
modulada conmensurablemente es igual a la razón de las dos periodicidades. Sin em-
bargo, si la red es cuasiperiódica el número de ramas es igual al número de picos de
Fourier, es decir que las ramas forman un conjunto denso.
Cuando un campo de desplazamientos actúa sobre una red, el que el campo cam-
bie de amplitud o de fase de forma dependiente del tiempo provoca que aparezcan los
modos llamados amplitudones y fasones respectivamente. Éstos juegan un papel muy
importante en la estructura del cuasicristal defectuoso.
Las observaciones experimentales (en el AlPdMn icosaédrico) se pueden resumir
en los siguientes puntos:
fonón y fasón. Si se corta un trozo del cuasicristal y se pegan los bordes resultantes, no
obtenemos una dislocación como en los cristales, sino un defecto de apilamiento (que
es un defecto planar).
Las propiedades eléctricas, algunas de las cuales no tienen explicación teórica, se
pueden resumir en las siguientes:
• La resistividad a temperaturas bajas es muy baja, sin embargo continúa siendo
dos órdenes de magnitud mayor que la de los metales amorfos y cuatro que la
de los metales cristalinos (fig. 8.8). Se observa como si hubiera una transición
metal-aislante (fig. 8.9).
F IG . 8.10. Conductividad eléctrica del cuasicristal Al70Pd20Re10 (linea contínua) y del semiconductor
Al2Ru (linea a trazos) en función de la temperatura. Se observa el efecto de la baja densidad de estados
electrónicos en el cuasicristal respecto de la zona prohibida del semiconductor.
F IG . 8.12. Resistividades reducidas en función de la temperatura para distintos cuasicristales del sistema
AlPdMn. Se observa que éstas aumentan a medida que el cuasicristal es más perfecto.
• El camino libre medio del electrón es de 20-30 Å y por tanto mucho más pe-
queño que la longitud de Fermi.
• No se puede explicar la conductividad óptica mediante modelos de tipo Drude.
• La resistividad es muy sensible a las roturas de simetría asociadas a la aparición
de imperfecciones, en sentido contrario. Es decir, la aparición de imperfeccio-
nes hace que la resistividad disminuya muchísimo (figs. 8.11 y 8.12).
F IG . 8.14. Potencia termoeléctrica en función de la temperatura para cuasicristales del sistema AICuRu y
varios vidrios metálicos. Se observa tanto el apartamiento del comportamiento lineal como el cambio de
signo en los cuasicristales.
Otras propiedades fisicoquímicas, que aún están en discusión, son las siguientes:
8.2. Vidrios
Los materiales vítreos presentan un orden de corto alcance. En primer lugar, es-
tos materiales deben ser distinguidos de los materiales nanocristalinos, que presentan
MATERIALES NO CRISTALINOS 143
F IG . 8.15. Transición vítrea para varios materiales: moleculares (tolueno), metálicos (aleación Au-Si),
covalentes (As,Se3) y de red abierta (Ge02).
144 CIENCIA DE LOS MATERIALES
F IG . 8.16. Ritmos de enfriamiento necesarios para distintos tipos de materiales vítreos en función del
cociente entre las temperaturas de transición vítrea y de fusión. Se observa que los ritmos de enfriamiento
bajos corresponden a los vidrios o cerámicas vítreas.
12. L. Santen & W. Krauth, ,Absence of thermodynamic phase transition in a model glass former», Nature,
405, 550-551 (2000).
13. Excepto en líquidos moleculares frágiles.
MATERIALES NO CRISTALINOS 145
moléculas se pueden reordenar muy rápidamente para cristalizar antes que su viscosidad
aumente por encima del punto de transición vítrea. Hay algunos materiales cerámicos
que son buenos formadores de vidrios como el B20314 (ingrediente del vidrio Pirex®) o el
SiO2 (ingrediente principal del vidrio común).
El reordenamiento que necesariamente ocurre en la cristalización de la muestra
puede evitarse aumentando la complejidad del material fundido. Esta complejidad, que
normalmente se consigue añadiendo nuevos componentes, introduce grados de libertad
nuevos que confunden al sistema dificultando el proceso de cristalización.
La viscosidad en un fluido está relacionada con el ritmo al que las moléculas llegan al
equilibrio con un reordenamiento en una escala de longitud pequeña. Este reordenamiento
puede tener lugar por difusión de vacantes, o bien por intercambio entre dos moléculas
vecinas, y en ambos casos existe una barrera de energía electromagnética que se opone a
este reordenamiento. Si esta barrera es mucho mayor que la energía térmica entonces la
viscosidad será alta, sino será baja. El orden de magnitud de la viscosidad mínima de un
líquido genérico se puede estimar teniendo en cuenta que habrá más interacciones que en
un gas con los mismos parámetros fisicoquímicos (distancia intermolecular, densidad, etc.)
y que, por tanto, será mayor que la de éste; se puede calcular fácilmente la viscosidad de
este gas imaginario, obteniendo un valor típico de 0.3 cp. Con esto se obtiene el orden de
magnitud de la barrera de potencial si queremos que la transición a material vítreo ocurra a
una temperatura determinada. Por ejemplo, si deseamos que la transición vítrea ocurra a
2000 K, entonces la barrera de energía será aproximadamente de 6 eV. En general, cuanto
más alta es la barrera de energía, más vítreo puede ser el material. De esta manera el orden
de magnitud de la barrera energética de materiales formadores de vidrios es de más de 1
eV y en los materiales no formadores de vidrios esta energía es del orden de 0.01 eV.
De la misma manera, como ya comentaremos más adelante, existen barreras de
energía de activación para materiales magnéticos pudiendo así obtener un material
cristalino pero con desorden magnético.
Una aplicación de los vidrios es debida a la facilidad de moldeado de los mismos a
temperaturas en las que sus viscosidades son más asequibles que a temperatura
ambiente. Por ejemplo, los materiales vítreos se moldean entre 103 y 106 poise,
correspondiendo esta viscosidad a una temperatura de 1.000º C para el vidrio común
(SiO2 + 25 % Na2O).
Los materiales vítreos presentan algunas propiedades que reflejan su carácter de
líquido sobreenfriado. Entre ellas los efectos de relajación hacen que los materiales vítreos
fluyan, aunque con tiempos característicos muy elevados, como los líquidos comunes.
También la desvitrificación que se puede realizar aumentando la temperatura de la muestra
por encima de la temperatura de transición vítrea (pero por debajo de la temperatura de
fusión) y se produce mediante la nucleación y crecimiento de granos cristalinos de la
misma manera que en la solidificación (cristalización) de un líquido no formador de
vidrios.
Es útil visualizar los materiales vítreos mediante modelos topográficos en los que
se representa la energía potencial total Φ (fig. 8.17) en función de las 3N coordena-
das correspondientes a los átomos, iones o moléculas. Como es sabido, los extremos
F IG . 8.17. En esta figura se muestran una transición entre diferentes estados vítreos mediantenucleación
de una fase dentro de la otra, diferentes fases cristalinas y una fase vítrea ideal. Se muestran también
varias cuencas de atracción. Nótese que lct f gura es extremadamente es quemática puesto que el espacio
de configuraciones tiene 3N dimensiones, explicando algunos caminos no visibles entre transiciones.
Tampoco se representan las permutaciones cristalinas, por simplicidad.
15. I. Saika-Voivod, P. H. Poole & F. Sciortino, «Fragile-to-strong transition and polyamorphism in the
energy landscape of liquid silica», Nature, 412, 5 14-517 (2001).
MATERIALES NO CRISTALINOS 147
Queda por ver la existencia de estados vítreos ideales que se caracterizarían por
ser la fase de equilibrio (o de mínima energía). Teóricamente es posible por debajo de
la ya llamada temperatura de Kauzmann, aunque experimentalmente no se han
encontrado nunca.
Los métodos clásicos más usados de preparación de vidrios son el enfriamiento
lento del fundido16 la condensación del vapor (así es como se ha realizado el espejo
principal del Observatorio de Monte Palomar), el bombardeo del cristal por partículas
pesadas, la hidrólisis de compuestos orgánicos seguidos por el secado, y reacciones en
fase gaseosa con reactantes muy puros seguidos de la condensación (este método es el
más utilizado en la fabricación de fibras ópticas). Los métodos más innovadores son
los que también se usan para fabricar vidrios metálicos, ferromagnetos amorfos y
cuasicristales (págs. 131-132).
Muy a menudo se puede hacer un material amorfo con propiedades vítreas de-
positando un chorro de átomos en un sustrato a muy baja temperatura. Este tipo de
proceso sirve para producir aleaciones amorfas en cantidades industriales. El ejemplo
más paradigmático es la técnica de enfriado rápido por disco giratorio (pág. 133). La
dificultad de fabricación hace que sólo puedan conseguirse vidrios metálicos o alea-
ciones amorfas en forma de láminas o cintas. Otros posibles métodos de preparación
son similares a los de los cuasicristales.
Las propiedades fundamentales de los vidrios metálicos son el ablandamiento por
flujo,17 contrariamente a lo que ocurre en los metales cristalinos. Una pequeña de-
formación plástica provoca una fractura aparentemente frágil. Al no ser posibles los
mecanismos de deslizamiento cristalino, los esfuerzos generados en deformaciones
plásticas son muy elevados y por tanto en la fractura se producen pocas. El desgaste
por uso es muy favorable en las aplicaciones de los vidrios metálicos. Las propiedades
magnéticas blandas caracterizan, como se verá en la sección 8.4, a este tipo de mate-
riales aunque a veces provoque problemas como una fuerte magnetostricción debido a
las composiciones, y bajas magnetizaciones de saturación.
Es posible, como en todos los materiales vítreos, producir una desvitrificación.
Ésta mejora algunas propiedades como un aumento de la ductilidad, del esfuerzo de
fluencia y de la resistencia a la fractura. Disminuye la coercitividad y aumenta la mag-
netización de saturación. En superconductores de tipo II aumenta la corriente crítica.
Todas estas mejoras son debidas a que la desvitrificación produce localmente un ma-
terial monocristalino (o policristalino) casi monodisperso.
F IG . 8.18. Campo coercitivo u temperatura ambiente versus velocidad lineal de rotación en el proceso de
fabricación. Se representa esquemáticamente la relación entre los dominios magnéticos y los granos
cristalinos.
MATERIALES NO CRISTALINOS 149
C ALOR ESPECÍFICO
C ONDUCTIVIDAD TÉRMICA
Problemas
F IG . 8.19. Absorción de varias formas del Ge02 como función de la energía de la radiación X
relativa al umbral para la fotoexcitación de un electrón en un estado profundo (por ejemplo, un
estado K) a una banda permitida.
MATERIALES POLIMÉRICOS
Hasta hace algunas décadas, las aplicaciones de los altos polímeros estaban cen-
tradas en la producción de fibras para la industria textil, de películas y revestimientos
para construcciones de todo tipo y en general como sustitutos de bajo coste de metales,
manteniéndose estos materiales para las aplicaciones en tecnologías más avanzadas.
Pero actualmente los materiales poliméricos han sido incorporados por industrias de
alta tecnología como las de comunicaciones ópticas y electrónicas, los ordenadores y
la industria electrónica general, donde han superado el simple uso como aislante
eléctrico al que fueron destinados inicialmente. Han adquirido una presencia impor-
tante también en la sustitución del aluminio y otros materiales estructurales en indus-
trias como la del automóvil, por las nuevas capacidades desarrolladas para soportar
grandes esfuerzos mecánicos y altas temperaturas, reduciendo apreciablemente la ma-
sa, y el ruido contribuyendo en forma considerable a la insonorización del interior del
vehículo.
Bajo el punto de vista de su estructura, los altos polímeros constituyen materiales
de diseño con excelentes perspectivas ya que admiten ese diseño a diferentes escalas.
A escala microscópica, se pueden diseñar moléculas a medida para que integren el
mero y actuar sobre la manera de ensamblarlas para definir algunas propiedades. A
escala mesoscópica se puede actuar sobre la estructura o sobre la orientación de las
macromoléculas (conformación) para diseñar materiales a medida con una distribución
controlada de regiones con diferente composición cristalina. También se pueden
mezclar diversos polímeros3 para obtener las prestaciones deseadas. Por último, a es-
calas macroscópicas, se pueden utilizar como matriz de materiales híbridos4 para lo-
grar propiedades especiales o intermedias entre diversos materiales.
C LASIFICACIÓN
En los altos polímeros, por la diversidad y amplitud de los temas que aparecen
involucrados en su estudio, se utilizan diferentes clasificaciones en función de los
aspectos que se desean destacar.
• Se ha mencionado que por su origen pueden clasificarse en: polímeros naturales,
semisintéticos y sintéticos según provengan de la naturaleza o de un proceso de
síntesis a partir de sustancias componentes sin gran modificación. Podemos agregar
que según las reacciones de formación durante el proceso de obtención suelen
clasificarse en:
− Polimerizados.
− Policondensados.
− Poliaductos.
3. En inglés: to blend.
4. En inglés: composites.
MATERIALES POLIMÉRICOS 155
− Elastómeros.
− Termoestables (o termorígidos5).
− Termoplásticos.
Los elastómeros poseen elasticidad similar al caucho. Están constituidos por macro-
moléculas lineales unidas transversalmente por puentes de enlace (procedimiento de
vulcanización). Por ello los esfuerzos mecánicos de tracción o compresión producen
un desplazamiento de las moléculas en conjunto, lo que confiere al caucho sintético
su elasticidad característica.
Los plásticos termoestables son materiales que por acción del calor o por agentes
apropiados (denominados endurecedores) endurecen de manera irreversible. Están
compuestos de moléculas reticuladas que por acción del endurecimiento se reticulan
aún más. Al calentar, normalmente se descomponen antes de fundirse. Son ejemplos
policondensados y poliaductos reticulados como las resinas fenólicas, las
melaminas, resinas uréicas, etc.
Los termoplásticos están formados por macromoléculas lineales o poco reticuladas.
Sometidos a la acción del calor reblandecen (o plastifican) de manera reversible,
5. En inglés: thermosets.
156 CIENCIA DE LOS MATERIALES
solidificándose otra vez al enfriar. Funden sin descomponerse. Por estas propieda-
des son muy adecuados para el moldeo en caliente o por inyección y para procesos
de laminación o reducción a fibras.
El factor más importante sobre el cuál los diseñadores de materiales han logrado
influir para producir nuevos materiales ha sido el diseño molecular. Para analizar la
relación entre estructura y propiedades de los materiales poliméricos comenzaremos
considerando las macromoléculas que los forman.
Hemos mencionado que las macromoléculas que forman los materiales poliméri-
cos están compuestas por muchas (cientos o miles) de subunidades o meros, unidades
funcionales que se repiten y se mantienen unidas mediante enlaces covalentes. Cada
unidad proviene de una molécula fundamental capaz de enlazarse con otras similares
para formar una cadena. Estas cadenas pueden tener o no ramificaciones laterales y a
su vez unirse a otras mediante enlaces cruzados.6
La molécula inicial es el monómero, un mero que no tiene enlaces libres y que
debe poder convertir bajo algún tipo de acción un enlace interno en un enlace libre
capaz de ligar a otros meros. Esa molécula puede incluir uno o varios grupos funcio-
nales.
Homopolímero es aquel polímero constituido por un solo tipo de mero. En con-
traposición, un heteropolímero o copolímero está constituido por más de un tipo de
mero y permite muchas posibilidades para obtener polímeros con ciertas propiedades
en gradación continua y optimizadas en función de la aplicación que se pretenda. Entre
los más importantes e interesantes ejemplos de heteropolímeros están los biopolímeros
cómo el DNA, que tiene cuatro tipos distintos de monómeros y las proteínas, que
tienen 20.
H OMOPOL (M EROS
6. En inglés: crosslinks.
MATERIALES POLIMÉRICOS 157
F IG . 9. 1. Evolución del punto de. fusión de un polímero con el aumento de integrantes de la cadena.
F IG . 9.2. Esquema de una unión carbono-carbono en una cadena curvada por efecto de la
rotación espacial.
Aún en el caso que solo contenga uniones C − C, como indica la figura 9.2, la cadena
puede estar retorcida en el espacio en función de la libertad para ubicarse que posee el
próximo átomo de carbono.
La disposición espacial de un segmento de cadena del PE aparece esquematizada
en la figura 9.3. Se trata de una secuencia de átomos de carbono unidos entre sí por
fuertes uniones covalentes que además, están unidos cada uno a dos átomos de
hidrógeno.
Esta disposición espacial, que no es la única posible ya que hay varios isómeros
rotacionales, es la responsable de la gran flexibilidad que posee la cadena del políme-
ro. La posición de equilibrio que representan los átomos de la figura se puede ver
ligeramente modificada por diversas causas. En primer lugar, los cambios espaciales
en el ángulo de ligadura entre uniones adyacentes permiten rotaciones de algunas par-
tes de la molécula con respecto a otras. Las uniones simples permiten rotar alrededor
de sus ejes covalentes y dar formas rotacionales isómeras. Esta posibilidad no existe
en las uniones dobles.
En segundo lugar, la inclusión en posiciones distintas de diferentes grupos fun-
cionales también da lugar a nuevas posibilidades espaciales. En la figura 9.4 se pueden
ver dos configuraciones posibles para el polipropileno (PP).
MATERIALES POLIMÉRICOS 159
La configuración cabeza-cola (fig. 9.6a)) suele ser la más común ya que la energía
de repulsión entre grupos radicales más distantes es menor. El resultado de la existen-
cia de diferentes configuraciones se denomina isomería, y suele clasificarse en este-
reoisomería e isomería de tipo geométrico (cis y trans).
Estereoisomería
El caso de la figura 9.8 en en cual los grupos alternan a uno y otro lado de la
cadena es translacionalmente análogo al anterior y se denomina ordenamiento sin-
diotáctico.
Los casos en los cuales los grupos (en el ejemplo: metilo) tienen posiciones com-
pletamente aleatorias se denomina configuración atáctica (fig. 9.9).
Isomería geométrica
En aquellos casos donde hay una doble ligadura entre los átomos de carbono
de una cadena resultan posibles otras configuraciones que modifican fuertemente las
propiedades. Un ejemplo clásico es el polímero del isopreno que lleva a dos configu-
raciones (fig. 9.10) según el grupo metilo y el hidrógeno se encuentren ambos a un
mismo lado o en lados distintos de la cadena. El primer caso de estructura con ambos
radicales de un mismo lado se denomina cis-isopreno y es el conocido como caucho
natural. El segundo con los radicales a cada lado se denomina trans-isopreno y suele
recibir el nombre de gutapercha cuyas propiedades son muy distintas. No es posible
MATERIALES POLIMÉRICOS 163
pasar de cis a trans por simple rotación de la cadena pues el doble enlace es muy
rígido y lo impide.
Los ejemplos hasta aquí mostrados, han sido de homopol meros que comparten la
propiedad de tener en la cadena principal únicamente átomos de carbono. En la
clasificación del comienzo los hemos llamado: carbopolímeros. En esa clasificación
incluimos además otros polímeros que podían tener oxígeno en la cadena y los hemos
llamado carboxipolímeros (fig. 9.1 l).
e isotácticos, o ser lineales y poseer oxígeno en la cadena principal. Por ello se debe
especificar la estructura molecular en función de todos los elementos posibles.
En los casos en los cuales aparecen grupos bencénicos en la cadena principal al-
gunas propiedades se modifican fuertemente. Estas modificaciones provienen princi-
palmente porqué el enlace confiere más rigidez al esqueleto aumentando la resistencia
del material al ataque de reactivos químicos, así como también aumenta la tenacidad y
la resistencia al impacto.
Finalmente, existen materiales macromoleculares en los que no hay carbono en la
cadena principal. Entre estos están los siloxipolímeros también llamados polisi-
loxalanos o siliconas. Tienen un esqueleto compuesto de átomos de Si unidos entre sí
mediante puentes de oxígeno. Las valencias libres del Si se saturan por radicales de
tipo orgánico. Los polisiloxalanos se sintetizan normalmente a partir de los clo-
rosilanos. Dependiendo de la funcionalidad de estos clorosilanos, se pueden obtener
diversas arquitecturas macromoleculares y materiales de naturaleza líquida (aceites de
silicona), resinosa o elastomérica. Todos estos materiales tienen una gran estabilidad
térmica e hidrofobia.
F IG . 9.13. Copolímeros de dos y tres componentes. En cada grupo, los subíndices x, y, z indican la
composición fraccional de uno y otro componente.
En este proceso se parte al menos de dos monómeros distintos, por ejemplo esti-
reno y acrilonitrilo, que puedan reaccionar para formar el copolímero correspondiente,
que en este ejemplo se denomina: estireno-acrilonitrilo (SAN). Nuevamente, muchos
grupos funcionales son posibles tomando distintos monómeros de partida y cómo se
pueden utilizar dos o más componentes las variaciones son numerosas. Por ejemplo, la
combinación estireno-butadieno con dos componentes se puede modificar utilizando
estireno acrilonitrilo-butadieno (ABS) para lograr una mezcla a tres componentes.
Variando las proporciones utilizadas en la reacción se consigue un número prácti-
camente ilimitado de combinaciones y propiedades que han acuñado el término plásti-
cos de diseño para designar estas mezclas (fig. 9.13). En la figura 9.13 las fórmulas
omiten una información importante, ya que la misma composición puede lograrse con
un ordenamiento distinto dentro de la cadena (fig. 9.14). La distribución de cada una
de las especies dentro de la cadena depende tanto de la cantidad de reactantes
presentes como del proceso de polimerización. Un copolímero dado podría lograrse
haciendo reaccionar primero uno de los componentes y luego el otro, o permitiendo
que ambos componentes coexistan en un reactor y reaccionen libremente.
166 CIENCIA DE LOS MATERIALES
F IG . 9.16. Esquema de una cadena rectilínea a) y de una cadena curvada b) por efecto de la rotación
espacial. Véase también la figura 9.2.
O RDENAMIENTOS E N C ADENA
En primer lugar, no hay razón a priori para suponer que las cadenas deban ser
rectas (independientemente del zigzag que exige la espina dorsal de la macromolécula
debido al ángulo del enlace carbono-carbono). Una cadena con un enlace sencillo
puede mantenerse en un plano o bien rotar y curvarse en tres dimensiones de manera
ordenada7 o desordenada como aparece en el esquema de la figura 9.16. En el ejemplo
del PE, el enlace entre las moléculas de carbono debe formar un ángulo de aproxima-
damente 109°, pero existen varias posibilidades de ordenamiento. En el espacio, el
primer vecino de un átomo de carbono ubicado en un lugar cualquiera de la cadena,
puede aparecer en cualquier punto perteneciente a una circunferencia como indica la
figura 9.2, manteniendo la distancia y el ángulo del enlace. Esto permite a la cadena
curvarse y ovillarse de forma de crear una madeja tridimensional. Una primera con-
secuencia es que la distancia neta entre los átomos extremos de la cadena suele ser
mucho menor que la longitud total de la misma. Como veremos, la media estadística
de la relación entre la longitud neta y el diámetro aparente es un número pequeño.
Muchas propiedades importantes como el empaquetamiento, que define la den-
sidad, o la elasticidad en el caucho, se deben a este tipo de enrollamiento de la cadena
molecular. La capacidad que tienen las cadenas para rotar también afecta a propie-
dades como las vibraciones de origen térmico o la respuesta a determinados tipos de
esfuerzos. En gran medida esta capacidad de rotación está definida por la estructura
química del monómero y se ve dificultada por la existencias de dobles enlaces (C=C)
o por la sustitución de átomos de H por otros átomos o grupos atómicos (por ejem-
7. El ejemplo más importante en la naturaleza es la estructura en doble hélice que forma el ADN.
168 CIENCIA DE LOS MATERIALES
plo: un anillo bencénico, como en el PS). La proximidad de otras cadenas con grupos
voluminosos también puede dificultar la capacidad de rotar en una cadena polimérica.
R AMIFICACIONES
R ETICULADOS
Cuando las cadenas laterales adyacentes se unen mediante enlaces aparecen fuer-
zas importantes entre cadenas que pueden ser del tipo de Van der Waals, uniones
puente de hidrógeno o covalentes y se forma una estructura entrecruzada o reticulada,
bidimensional o tridimensional. Muchos de los materiales elásticos como el caucho,
están entrecruzados mediante el procedimiento llamado vulcanizado. Los puentes en-
tre cadenas pueden generarse durante la síntesis o por reacciones químicas irreversi-
bles normalmente a temperaturas elevadas. Cuando el monómero posee tres enlaces
covalentes activos (monómeros trifuncionales) la estructura formada es tridimensional
a diferencia de las estructuras lineales que se forman por grupos bifuncionales. Son
ejemplos de polímeros de este tipo las resinas epoxi y fenol-formaldehído.
L ONGITUD DE LA CADENA
8. Sin embargo, se debe destacar que existen sustancias naturales, las proteínas, formadas por un solo tipo
de macromoléculas.
MATERIALES POLIMÉRICOS 169
de fusión definido. Los altos polímeros poseen una zona de fusión o reblandecimiento
por estar formados por moléculas de diferente tamaño y por presentar distintos tipos
de fuerzas secundarias de enlace que originan interacciones complejas en el material
polimérico.
Muchos materiales poliméricos, en particular los que poseen moléculas de tipo
lineal, presentan zonas cristalizadas donde las fibras poseen ordenación paralela a la
manera de fibrilas ordenadas coexistiendo con zonas desordenadas, características de
materiales amorfos (fig. 9.17). Son ejemplos la celulosa, el PP, etc.
ción hasta una situación de sólido amorfo o de líquido viscoso, según como se dispon-
gan las cadenas entre sí.
Muchos materiales poliméricos, en particular los que poseen moléculas de tipo
lineal, presentan zonas cristalizadas donde las fibras están dispuestas paralelamente
con grupos de fibrilas ordenadas con zonas desordenadas, características de cuerpos
amorfos. Son ejemplos: la celulosa, el PP, etc.
Si se trata de cadenas lineales el ordenamiento cristalino parece más fácil de
lograr, pero la existencia de grupos voluminosos reemplazando los átomos de H de los
carbopolímeros o la existencia de ramificaciones, tienden a dificultar un alto grado de
cristalización.
Como consecuencia, el grado de cristalización depende tanto de la composición
química como de la configuración de las cadenas. No se ve favorecida en una cadena
compuesta por unidades químicamente complejas y es difícil de evitar en polímeros de
constitución química sencilla.
La situación de lograr un grado de cristalización más o menos controlable me-
diante el proceso de fabricación es otro aspecto que diferencia los materiales poliméri-
cos de los metales o las cerámicas. En los metales, lo normal es obtener un estado
completamente cristalino y en las cerámicas, o completamente cristalino, o completa-
mente amorfo. La situación de un material polimérico se asemeja más a una aleación
metálica bifásica. Estos diferentes ordenamientos posibles, como veremos más ade-
lante, tienen mucha influencia en las propiedades.
En la figura 9.19 se puede ver una representación del ordenamiento posible y una
celda unidad en nuestro ya clásico ejemplo del PE. La celda corresponde a un ordena-
MATERIALES POLIMÉRICOS 171
miento ortorrómbico en una región de las cadenas, delimitada por la línea de puntos
(0.255 × 0.494 × 0.741 nm3). Si este ordenamiento fuera posible sobre todo el con-
junto que forma las cadenas tendríamos un cristal perfecto. Pero no todas las cadenas
tienen la misma longitud ni están igualmente alineadas sino que sufren torsiones y
plegamientos y se extienden más allá de la región cristalina formando zonas amorfas.
Esto hace que regiones cristalinas espacialmente dispersas, coexistan con otras amor-
fas dando lugar a una cristalización parcial. El material correspondiente se dice que es
semicristalino. Esto afecta en primer lugar a la densidad. Si el cristal fuera perfecto, el
grado de empaquetamiento sería mayor y por lo tanto también la densidad. A medida
que el material es más amorfo la densidad disminuirá. Basándose en medidas de den-
sidad obtenidas mediante distintos experimentos, se define un grado de cristalización
másico de una muestra cuya densidad es ρ (en por cientos %), refiriéndola a las densi-
dades del mismo polímero completamente cristalino ρc y completamente amorfo ρa.
El primer modelo, que fue aceptado y utilizado durante muchos años, presenta un
polímero donde una cristalita esta formada por un grupo de cadenas de moléculas
alineadas parcialmente y embebidas en una matriz amorfa, como se ha esbozado en la
figura 9.18. Diferentes regiones de una misma macromolécula pertenecen a una
cristalita o a la región amorfa.
Sin embargo, estudios de crecimiento cristalino realizados a partir de soluciones
diluidas han permitido observar que los cristales se forman normalmente como placas
delgadas de unos 10 a 20 nm de espesor y 10 mm de largo. Estos cristales, cuyo esque-
ma se muestra en la figura 9.20, se pueden observar con facilidad en un microscopio
electrónico de barrido. Este tipo de ordenamiento se conoce como de cadena plegada,
ya que una cadena ocupará un espesor de 10 o 20 nm y luego se plegará sobre sí mis-
ma, repitiéndose hasta plegar su longitud completa, que al ser mucho mayor que el
espesor, da esa dirección del cristal una dimensión muy superior. Un misma lámina
puede contener varias moléculas pero siempre la longitud del cristalito será mucho
mayor en una dirección.
Diversas investigaciones han permitido observar (por ejemplo, R. Boyd y J. Cor-
burn) en materiales poliméricos cristalizados a partir del estado líquido, que estas
laminillas se agrupan en pequeñas esferulitas (fig. 9.20) equivalentes al grano de una
cerámica o de un metal policristalino. Las laminillas se conectan entre sí a través de
regiones amorfas. Son ejemplos de este tipo de ordenamiento al cristalizar a partir
172 CIENCIA DE LOS MATERIALES
P ESO MOLECULAR
Las cadenas moleculares que forman los altos polímeros normalmente tienen
longitudes diferentes. Aunque se mantenga la composición molecular, diversos facto-
res no controlables en el proceso de polimerización afectan la longitud de las cadenas
moleculares que se obtienen. Aun manteniendo los parámetros del reactor constantes,
el resultado es una distribución continua de cadenas con distinta longitud. Esto impide
caracterizar univocamente a las macromoléculas por un valor único de peso molecular
o por el número de meros que integran la cadena, ya que ambos varían en función de
la longitud. Tanto el peso molecular como el número de meros de una muestra de
material se caracterizan por un valor medio y una dispersión.
Muchas propiedades macroscópicas dependen de esa distribución. Para obtener
experimentalmente las curvas, conviene partir de una solución diluida donde las ma-
cromoléculas aparecen más separadas entre sí y son menos importantes las interac-
ciones. Por métodos adecuados se agrupan las fracciones del polímero con diferente
MATERIALES POLIMÉRICOS 173
Si las sustancias tuvieran moléculas iguales, obviamente, los tres valores coin-
cidirían. Al no ser así y al depender del método de medida los valores suelen ser
ligeramente diferentes. Los grados de polimerización media (n) se obtiene dividiendo
los promedios por el peso molecular del monómero. Cuanto mayor dispersión existe
en los tamaños moleculares, más difieren entre si los valores medios obtenidos por los
diferentes métodos y esta diferencia permite anticipar la polidispersión en una deter-
minada muestra.
− Viscosimetría (ilimitado).
− Velocidad de sedimentación (104-107).
− Equilibrio de sedimentación(> 105).
MATERIALES POLIMÉRICOS 175
Las propiedades de un polímero suelen depender tanto del peso molecular cuanto
de la forma de las macromoléculas. Entonces no basta con la curva de reparto de pesos
moleculares, sino que resulta necesario conocer además, la distribución de macro-
moléculas entre las posibles formas que pueden adoptar. Las posibilidades de adoptar
distintas formas y tamaños suelen ser la causa de diferencias en algunas propiedades
que aparecen en un determinado producto. A diferencia de las curvas de reparto mo-
lecular que se obtienen con relativa facilidad y por distintos métodos, determinar la
forma de las moléculas es una cuestión algo más difícil.
Al aumentar el grado de polimerización, crece el poder aglutinante y la tendencia
a formar agrupaciones fibrilares con moléculas largas y poco ramificadas, dando lugar
a una fuerte tendencia a la aparición de zonas cristalinas. Cuando aparecen cadenas
laterales, la cristalización se ve dificultada. Resulta evidente que para un determinado
peso molecular y número de monómeros, las dimensiones de una molécula muy
ramificada serán menores que la de otra poco ramificada o lineal. Una molécula esti-
rada compuesta de n monómeros de longitud a, unidos con un ángulo de valencia α
mantenido en un plano, tendría una longitud dada por:
α
l = na sin
2
F IG . 9.22. Simulación numérica de una cadena polimérica aislada mediante un modelo camino aleatorio
de tipo self avoiding (cortesía de D. L. Valladares).
176 CIENCIA DE LOS MATERIALES
Si las moléculas están reticuladas o poseen enlaces cruzados fuertes, las cadenas no se
diferencian y el conjunto puede considerarse una sola macromolécula cuyo peso
molecular, en principio, podría llegar a ser la masa de la muestra.
P OLIMERIZACIÓN EN CADENA
De acuerdo a los dos tipos de estructuras limites que pueden formar los dobles
enlaces C=C, heterolítica y homolítica, la polimerización puede tener lugar según un
mecanismo iónico o radical.
El doble enlace C=C esta formado por un enlace σ y un enlace π, más débil. Las
características químicas provienen del enlace π. Los electrones π se pueden desplazar
más fácilmente que los electrones σ, ya que su carga está menos unida a los átomos de
carbono por el apantallamiento que producen los electrones σ. Mediante una acción
externa, el par electrónico π puede ser desplazado hasta que pertenezca a uno solo de
los átomos de carbono lo que da lugar a las dos estructuras polares limites producidas
por escisión heterolítica (fig. 9.23).
F IG . 9.23. Estructuras polares limites producidas por escisión heterolítica del par de electrones π.
F IG . 9.24. Activación de la doble ligadura por escisión homolítica del par de electrones π.
Estas distribuciones anómalas de los electrones son decisivas para que este tipo de
compuestos produzca reacciones de polimerización.
La activación del doble enlace puede iniciarse por acción de la luz, del calor, de
ultrasonidos, de formadores de radicales o por agentes catalizadores. Los formadores
de radicales son sustancias que por acción del calor se descomponen fácilmente en
radicales libres, como el peróxido de diacetilo o de dibenzoilo, el ácido perbenzoico,
algunos azocompuestos, etc. Los catalizadores (ácidos o básicos) son sustancias que
intervienen sólo durante el inicio de la reacción no participando de los productos
finales.
MATERIALES POLIMÉRICOS 179
9. En Inglés: thermosets.
MATERIALES POLIMÉRICOS 181
Con los termoplásticos10 se pretende lograr otro efecto: que reblandezcan al ca-
lentarse para permitir su moldeo por diversos procedimientos que estudia la ingeniería
de materiales. Plástico significa deformable de forma permanente y por lo tanto mol-
deable bajo presión y temperatura adecuadas. En estos casos no se forman enlaces
fuertes entre cadenas poliméricas, aunque pueden interactuar entre sí, y al enfriarse el
material se conserva amorfo y adquiere las características de un vidrio.
El entrecruzamiento que confiere rigidez a los termoestables, con ciertas diferen-
cias, es compartido por los cauchos sintéticos y naturales pero esta vez es inducido
para obtener elasticidad. En ellos se aprovecha esta disposición a entrecruzarse para
dotar al material de resistencia a la temperatura y permitirle soportar repetidas defor-
maciones elásticas sin deformarse irreversiblemente. Se conocen como elastómeros o
cauchos.11
Muchas propiedades de los materiales poliméricos dependen del peso molecular,
así como del grado de cristalización del mismo (fig. 9.25) presentando regiones sepa-
radas correspondientes a aceites, ceras y finalmente al material polimérico en estado
solido.
P ROPIEDADES TÉRMICAS
persos que los enlaces en otro tipo de sólidos, esto hace que la conductividad térmica
sea pequeña ya que hay poca transmisión de vibraciones y el calor específico sea gran-
de ya que hay capacidad de vibración independiente, comparativamente a los otros ti-
pos de materiales, con lo que se clasifican como aislantes térmicos. Evidentemente, a
medida que el material se va acercando a una situación más empaquetada o cristalina
la conductividad va aumentando y el calor específico disminuyendo. En las vibracio-
nes del material, la movilidad de las moléculas y de los segmentos de molécula tienen
una importancia fundamental que hace que se presenten diferencias fundamentales
respecto otros tipos de aislantes térmicos. Ambas movilidades determinan lo que se
denomina movimiento macrobrowniano y microbrowniano.
Tienen asimismo calor específico grande (tabla 9.1), por su alta capacidad de producir
vibraciones independientes unas de otras, sobre todo los materiales poliméricos amor-
fos. Como consecuencia de esta estructura, a medida que los materiales poliméricos
son más cristalinos y logran un empaquetamiento mayor, la conductividad térmica
aumenta y el calor específico disminuye.
El cociente entre la conductividad térmica κ y el producto de la densidad ρ por el
calor específico cv es la denominada difusividad térmica χ que indica el ritmo con el
que se enfría una muestra en contacto con el ambiente. Aunque la densidad de los
materiales poliméricos es relativamente pequeña, su difusividad térmica es muy
pequeña y hace que se necesite más tiempo para enfriar un material que el tiempo que
soporta la muestra bajo su propio peso sin deformarse dando lugar a implicaciones
tecnológicas importantes en el moldeo por inyección o por extrusión.
P ROPIEDADES MECÁNICAS
Densidad
Elasticidad
P ROPIEDADES ELÉCTRICAS
Conductividad eléctrica
T ABLA 9.3. Permitividad relativa (en CC) e índice de refracción de algunos materiales poliméricos
comunes.
Piezoelectricidad y piroelectricidad
P ROPIEDADES ÓPTICAS
Como buenos aislantes, los materiales poliméricos usualmente tienen unas zonas
prohibidas apreciables de manera que las formas monocristalinas ideales serían
transparentes para un buen rango de radiación electromagnética visible. Sin embargo,
la transparencia puede estar enmascarada debido a anisotropías de forma producidas
en los límites de grano en formas semicristalinas o en las inhomogeneidades en formas
vítreas o amorfas. Para que un material sea transparente es necesario que sea
homogéneo en una escala de longitudes mucho mayor que las longitudes de onda de la
radiación electromagnética visible. Una cristalita típica lo cumple. Sin embargo, de-
bido a la existencia de un gran número de ellas en una muestra, los límites de grano
hacen que se produzcan refracciones múltiples difundiéndose la luz. Esto hace que los
materiales poliméricos semicristalinos sean blancos o translúcidos, a diferencia de los
materiales poliméricos amorfos que son altamente transparentes a la luz. Esto explica
que cuando, por ejemplo, se funde LDPE aumenta claramente su transparencia.
El índice de refracción n de los materiales poliméricos más comunes ronda 1.5
(tabla 9.3).
Los termoplásticos amorfos han contribuido apreciablemente en muchas aplica-
ciones donde la transparencia del material es fundamental, puesto que un coste no
muy alto permite obtener materiales casi tan transparentes como el vidrio común pero
con una tenacidad mucho mayor. El ejemplo más significativo en el que un material
MATERIALES POLIMÉRICOS 191
P ROPIEDADES QUÍMICAS
Los cristales líquidos poliméricos son cristales líquidos (ver la sección 11.2)
constituidos por cadenas poliméricas. De entre los cristales líquidos liotrópicos uno de
los más interesantes es la poliamida aromática poliparafenileno ter-eftalamida o fibra
Kevlar (PPTA) que es una solución del polímero en ácido sulfúrico concentrado. Esta
fibra mantiene el punto crítico de pérdida de cristalización por encima de la tem-
peratura de descomposición. Otro polímero de este tipo de propiedades similares es el
poliparafenileno benzobiaxozol (PBO). Los cristales líquidos termotrópicos tienen una
viscosidad mucho menor que otros materiales poliméricos amorfos fundidos, pero la
cristalización presente permite que tengan empaquetamientos más compactos.
Polímeros funcionales
Los materiales poliméricos funcionales más importantes son los electroactivos, los
fotoactivos, los intrínsecamente conductores o semiconductores (poliacetileno mo-
dificado), los piezoeléctricos o piroeléctricos. Todos éstos son fundamentales en la
ingeniería moderna, pues resuelven problemas interesantes para las aplicaciones con
costes relativamente bajos, considerando que se pueden conseguir soluciones de me-
nos peso, más tenaces, etc. Las aplicaciones son tan variadas como dispositivos de
MATERIALES POLIMÉRICOS 193
diéndose conseguir desde propiedades muy aislantes del calor en estructuras celulares
cerradas hasta flexibilidades muy altas en estructuras celulares abiertas. Una carac-
terística muy útil de los materiales poliméricos celulares estriba en que tienen una
densidad efectiva muy baja permitiendo el uso en materiales híbridos con estructura de
relleno. Esto se usa en un proceso de fabricación simple que consiste en rellenar un
molde con un material polimérico al que se ha añadido un agente esponjante. El
material solidifica rápidamente cerca del molde dando lugar a una capa polimérica no
porosa sólida que hace que el interior se mantenga a alta temperatura más tiempo de-
jando que el agente esponjante actúe formándose una espuma polimérica en el interior.
El resultado combina una estructura tenaz pero liviana.
Adhesivos
Los adhesivos se comercializan usualmente en forma líquida. Estos deben pre-
sentar buen mojado sobre las superficies a adherir y baja viscosidad, para poder relle-
nar las superficies a adherir. La mayor parte de adhesivos son soluciones poliméricas
que fraguan por evaporación o difusión de un solvente volátil, apareciendo usualmente
enlaces en retículo. En las cintas adhesivas se usan materiales poliméricos amorfos
gomosos altamente plastificados que se mantienen en un estado líquido muy cohesivo.
Otro tipo de adhesivos lo constituyen los de uso en caliente, por ejemplo el acetato de
etileno-vinilo usado en encuadernación de libros y empaquetado, que se funden y se
resolidifican al enfriarse.
Los adhesivos en los que no aparecen enlaces en retículo pierden sus propiedades
por calor o acción de solventes, por lo que cuando es necesario tener adherencia in-
cluso a altas temperaturas o en ambientes químicamente agresivos se usan materiales
poliméricos endurecidos por calor como las resinas epoxis, a las que se añade material
elastomérico cuando es necesario aumentar su tenacidad. Esta tenacidad es tan
importante como la fuerza adherente adhesivo- su strato.
También existen los adhesivos de tipo cianocrilato, que consisten en una diso-
lución de monómeros estabilizada mediante trazas de un ácido. Cuando el adhesivo
encuentra una superficie ligeramente básica el estabilizador se neutraliza y rápida-
mente los monómeros polimerizan dando un fuerte pegado. El inconveniente es que
aparecen pocos enlaces en retículo.
Finalmente, están las siliconas. Son elastómeros de siliconas que generan enlaces
por reacción con un organometálico de estaño (normalmente diacetato de dibutil
estaño), que se hidroliza evaporando ácido acético y generando el precursor del enlace.
y la de intercambio:
Problemas
CIENCIA DE SUPERFICIES
Las superficies, entendidas en su sentido más amplio, juegan un papel muy im-
portante en la ciencia de los materiales. A modo de ejemplo es conocido que la mayor
parte de los procesos corrosivos son superficiales, que las fuerzas de rozamiento en
sólidos se producen en la superficie de los mismos, que en muchos casos la catálisis de
reacciones químicas se produce también en las superficies, etc. Dada la dimensión de
las superficies (2-d) y las diferencias fundamentales que hay en el comportamiento de
los materiales sólidos en volumen respecto de las superficies de los mismos, es
necesario estudiar separadamente los materiales en sus superficies. El auge de este tipo
de estudios ha dado lugar al nacimiento de la denominada ciencia de superficies.
Si la superficie está formada por un material distinto que el sustrato se dice que en la
superficie se han adsorbido adátomos y a las capas de adátomos adsorbidos se las
denomina adcapas. Los adátomos se pueden adsorber en la superficie mediante enla-
ces fuertes o débiles, llamándolos químicos y físicos respectivamente. Las técnicas de
reconocimiento de la estructura de la superficie van desde la difracción de electrones
de baja energía, hasta la difracción de electrones de alta energía por reflexión, pasando
por la fotoexcitación electrónica, que es un caso particular de la fotoemisión electróni-
ca, a la que ya hemos hecho referencia. Sin embargo, uno de los avances más directos
de detección de la estructura de la superficie consiste en el STM2 en el cual el efecto
túnel electrónico entre la superficie del material y la punta metálica del microscopio
(de unos 10 Å de diámetro) situada a una distancia de aproximadamente 6 Å de la su-
perficie permite hacer un mapa de la estructura electrónica superficial si se barre todo
el material. Este mapa está relacionado directamente con la densidad local de estados
en la energía de Fermi. En los últimos años también se han desarrollado técnicas como
la microscopía de fuerzas atómicas, entre otras, que dan una información similar de la
superficies.
En relación a la estructura superficial y la estructura electrónica de la superficie se
puede definir una magnitud fácilmente medible llamada trabajo de extracción3 W,
que es la energía necesaria para extraer un electrón del sólido. En general, el trabajo de
extracción refleja cambios en la distribución de carga en la superficie (figs. 10.1,
10.2), y es la diferencia de energía entre el nivel de vacío y el nivel de Fermi. La
energía del nivel de vacío es la energía de un electrón en reposo suficientemente lejos
del material (aproximadamente unos 100 Å) de manera que la fuerza electrostática
debida a la polarización inducida por el electrón extraido del material en el mismo es
despreciable y la energía del nivel de Fermi es el potencial electroquímico de los
electrones en el material (esto es rigurosamente cierto a T = 0 K, y aproximado para
temperaturas positivas).
añadir una adcapa que reconstruya la superficie anterior, o bien que no lo haga pero
que ella misma tenga (o no) la simetría de la superficie anterior. Este tipo de procesos
son muy importantes ya que la estructura de la superficie, o de la adcapa, puede cam-
biar las propiedades mecánicas, térmicas, eléctricas, magnéticas u ópticas del material,
haciéndolo mucho más útil en ciertos contextos. En este sentido es de mucha relevan-
cia en fenómenos como la corrosión, la catálisis y las uniones semiconductoras, donde
la contribución superficial o interfacial al fenómeno es muy importante.
Los materiales metálicos cuando se les hace crecer lentamente generalmente pre-
sentan un crecimiento epitaxial, esto es, ordenado. Este crecimiento ordenado tiene
básicamente tres modos distintos de crecimiento. El primero se denomina mecanismo
de Franck-Van der Merwe y consiste en la deposición consecutiva de distintas adcapas
sobre el sustrato (fig. 10.3), el segundo se denomina mecanismo de StranskiKrastanov
y consiste en el crecimiento de islotes tridimensionales encima de una primera adcapa
(fig. 10.3), y el tercero es el llamado mecanismo de Volmer-Weber en el que los
islotes tridimensionales aparecen desde la primera adcapa.
Los mecanismos de Stranski-Krastanov y de Volmer-Weber dificultan el creci-
miento de superficies, y de sólidos, perfectos. Sin embargo, permiten la construcción
de los llamados puntos cuánticos. Éstos consisten en los islotes tridimensionales, a los
que se ha hecho referencia antes, aislados entre sí. Este aislamiento permite disponer
de muchos nanosistemas independientes con bandas energéticas en las que la aproxi-
mación de tener un cuasi continuo de niveles deja de ser válida y por tanto permite
obtener transiciones energéticas mucho más estrechas de aplicación, por ejemplo, en
láseres, y en detección de fotones aislados.
CIENCIA DE SUPERFICIES 203
Problemas
10.1. ¿Por qué una superficie limpia puede estar reconstruida o no reconstruida?
10.2. Si una superficie genera estados superficiales en la estructura de bandas,
razonar la estructura de bandas energéticas generada por los límites de
grano en un material policristalino.
10.3. Un material poroso puede considerarse genéricamente como un material
con una superficie externa efectiva muy grande. ¿Cómo es esta superficie?
Razonar su estructura de bandas energéticas.
10.4. Explicar el funcionamiento de un STM.
10.5. ¿Cuál es la energía mínima de un fotón para que produzca efecto
fotoeléctrico en un material?
10.6. ¿Qué información se puede obtener de la espectroscopia fotoelectrónica?
Razonar cómo se separaría toda esta información.
10.7. Sabiendo que el flujo de átomos j= V2ffMNAKBT (o moléculas) (en unidades
c.g.s.) en una superficie es proporcional a la presión e inversamente
proporcional a la raíz cuadrada de la masa molar multiplicada por la
temperatura absoluta, y considerando que cada átomo (o molécula) que
llega a la superficie es adsorbido/a sin disociarse en el caso de ser una
molécula. ¿Cuánto vale la constante de proporcionalidad si a una presión
de 3 ⋅ 10-6 torr de moléculas de monóxido de carbono a temperatura de
300 K, el flujo de moléculas es del orden de 1015 en las unidades
correspondientes?
10.8. Para los planos (100) del cobre se absorben el uno por ciento de las
moléculas de oxígeno que chocan contra ellos a 300 K. Calcular la presión
necesaria para mantener limpia una superficie de cobre de 1 cm2 un
segundo, una hora y 8 horas, respectivamente.
10.9. ¿Qué tienen en común todas las técnicas de crecimiento nanocristalino?
10.10. Razonar en qué situaciones un material escogerá cada uno de los modos
de crecimiento epitaxial (fig. 10.3).
C APÍTULO 11
NUEVOS MATERIALES
11.1. Fullerenos
Los fullerenos son un conjunto de formas alotrópicas del carbono diferentes del
diamante y del grafito, y se corresponden con la única forma estable y finita. Se des-
cubrieron por primera vez en 1990 por Krátschmer y Fostiropoulos, aunque ya fueron
predichos por Jones en 1966 y se encontraron, sin confirmación, en 1985 por Smalley,
Curl y Kroto. Los fullerenos son sólidos moleculares formados por moléculas
pseudoesféricas que contienen desde 32 hasta 960 átomos de carbono. Estas formas
facilitan la estabilidad comentada más arriba ya que dificultan la aparición de enlaces
libres. La más famosa, común y estable de estas moléculas es el buckminsterfullere-
no (C60) (fig. 11.1), de un diámetro del orden del nanómetro.
F IG . 11.2. Varias mesofases de los cristales líquidos: a) fase nemática, b) fase colestérica, c) fase
esméctica A y d) fase esméctica C.
Los cristales líquidos se pueden clasificar en dos grandes grupos según la forma
en que se van obteniendo las distintas mesofases. Los cristales líquidos termotrópicos
son aquellos que transitan de una fase a otra cuando cambiamos la temperatura de la
muestra y los cristales líquidos liotrópicos son aquellos que constan de más de un
componente y pueden transitar de una fase a otra cambiando la concentración de los
mismos.
La existencia de las mesofases con orden parcial es debida a la gran anisotropía de
los constituyentes de los mismas. En este sentido podemos tener cristales líquidos con
moléculas de forma alargada como barras o bastones, y en este caso tenemos
normalmente moléculas orgánicas aromáticas. También hay mesofases en compuestos
con forma de disco y en algunos materiales poliméricos.
Las principales fases que puede presentar un cristal líquido cuando se cambia su
temperatura y/o su concentración son:
• Sólidas, líquida isótropa y gaseosa. Las primeras son distintas fases solidas
cristalinas y presentan orden total ocurriendo a temperaturas bajas, y las demás
corresponden a temperaturas altas y están completamente desordenadas.
• Colestérica. Esta mesofase está formada por moléculas, similares a las de los
cristales líquidos que forman fases nemáticas, ópticamente activas. La dis-
posición de los elementos de volumen en la muestra consiste en capas orien-
tadas en una de las direcciones del plano que forma la capa, de manera que esta
dirección cambia continuamente y aparece una estructura helicoidal. El paso,
que puede definirse como la distancia que hay entre un plano con una
orientación dada y el siguiente plano con esa misma orientación, es del orden de
magnitud de la longitud de onda de la radiación electromagnética visible, de ahí
buena parte de las aplicaciones tecnológicas de la fase colestérica.
Los materiales biocompatibles1 son aquellos que, sin ser necesariamente de origen
biológico, pueden coexistir durante el tiempo necesario para cumplir su función en
contacto con una parte de un ser vivo (normalmente el ser vivo es un ser humano).
Usualmente las funciones que pueden realizar los materiales biocompatibles van desde
el reemplazo de tejidos y órganos naturales hasta funciones de tipo social,2 pasando
por el apoyo directo de estos tejidos u órganos en el ejercicio de su función normal. En
esta sección se considerarán únicamente los materiales que necesitan una alta
compatibilidad, nombrando brevemente a los demás.
Para que un material sea biocompatible en primer lugar es necesario que la in-
teracción con el ser vivo en el que es huésped sea no tóxica y controlable. La no
toxicidad, incluiría el que no se liberen residuos tóxicos, pero también que no cambie
apreciablemente las propiedades de los demás materiales biológicos que componen el
ser vivo, como por ejemplo la velocidad de sedimentación en la sangre. Finalmente,
en la mayor parte de los casos es necesario que, a medio plazo, el ser vivo no reconozca al
material biocompatible como un cuerpo extraño. Todas estas condiciones hacen que los
materiales biocompatibles no pertenezcan a ninguna de las clasificaciones de los
materiales que se han hecho hasta el momento. Es más, la característica fundamental de
estos materiales, la biocompatibilidad, hace que de ellos se pueda hacer una clasificación
en función de la compatibilidad requerida y por tanto respecto la función concreta que
realizan. Es decir, un material puede resultar biocompatible cuando está en contacto con la
piel pero no serlo cuando sustituye al corazón.
Además de esta biocompatibilidad necesaria, a nivel de ingeniería de materiales es
fundamental que los biomateriales realicen eficientemente las funciones principales de los
órganos o tejidos naturales a los que sustituyen o apoyan. En este sentido, es necesario que
los biomateriales posean las propiedades mecánicas (resistencia al impacto, rigidez, límite
elástico, etc.), térmicas (conductividad térmica, dilatación térmica, calor específico),
eléctricas (conductividad, permitividad, etc.), etc. Por supuesto, todas estas propiedades
deben ser válidas en el rango de condiciones ambientales y de uso específico. Un factor
muy importante desde el punto de vista que estamos tomando es la degradación del
material biocompatible: en general es deseable que se degrade en tiempos mucho más
largos que la posible vida media del ser vivo, y en los casos en que se desearía una
degradación, ésta debería dar lugar a residuos asimilables y/o expulsables3 como por
ejemplo ocurre en suturas resorbibles.
El nivel de biocompatibilidad requerida depende de las partes del ser vivo con las que
interactúa así como de las funciones que realiza. Estos distintos requerimientos se pueden
resumir de la siguiente forma:
3. Secretándolos o excretándolos.
NUEVOS MATERIALES 211
• Materiales que requieren una moderada o alta biocompatibilidad. Estos dos casos se
diferencian básicamente en la gravedad de la incompatibilidad en caso de producirse
y los englobaremos en un mismo punto. Este tipo de materiales inicialmente eran de
origen directamente biológico, por ejemplo para los trasplantes de todo tipo
(corazón, pulmón, riñón, piel, hígado, huesos, médula ósea, sangre, ...) se utilizaron,
y en muchos casos se siguen utilizando órganos o tejidos de seres vivos. Entre estos
trasplantes se distinguen los autotrasplantes (de una parte del ser vivo trasplantado),
los homotrasplantes (de seres vivos de la misma especie), y los heterotrasplantes (de
seres vivos de otras especies). Cuando es posible la primera de las opciones, es la
mejor puesto que hay biocompatibilidad máxima. La segunda opción es mejor a la
tercera en el sentido que las funciones se ajustan con más precisión a las requeridas,
y también es ligeramente mayor la compatibilidad. Hay trasplantes (por ejemplo, las
transfusiones sanguineas) que requieren unas pocas condiciones, como el grupo
sanguineo y el Rh, para la compatibilidad casi total. Sin embargo, hay otros
trasplantes en los que es necesario impedir el rechazo mediante la administración de
fármacos inmunosupresores.
Los materiales que no provienen directamente de un origen biológico tienen unas
situaciones más complejas de adaptación. Se necesitan unas propiedades (muchas
veces siendo la durabilidad una de las más críticas) concretas. Además, la biocom-
patibilidad se debe conseguir mediante dos métodos alternativos. El primero con-
siste en usar materiales lo más inertes posibles. El segundo consiste en usar ma-
teriales interactivos en el sentido que inicialmente forman enlaces químicos con el
tejido circundante o son recubiertos espontáneamente por tejidos biológicos. A la
interfaz resultante se le denomina pseudoíntima y constituye una aproximación
estable y biológica del revestimiento natural. En cualquier caso, nos centraremos,
a modo de ejemplo, en cuatro casos:
La sangre artificial es uno de los materiales en los que es más difícil encontrar
conjuntamente la compatibilidad biológica y la eficiencia en la realización de las
funciones más importantes que desarrolla la sangre natural. Entre estas funciones,
la de transportar oxígeno se realiza eficientemente por perfluorocarbonos.
− Piel artificial. Puesto que la piel natural está compuesta de varias capas con fun-
ciones múltiples y bien distinguidas, entre ellas la transpiración y protección
frente a infecciones, es bastante complejo poder conseguir un material artificial
que cumpla bien su cometido. En este caso es necesario que el material sea híbri-
do. La dificultad a la que se ha hecho referencia hace que sea eficiente usar una
piel artificial temporal cuyo objetivo principal sea doble: estimular el crecimiento
de una nueva dermis y proteger frente a infecciones. Una vez la dermis ha crecido,
la piel artificial ya se habrá degradado lo suficiente como para perder utilidad. A
continuación ésta se retira y se implantan fragmentos de epidermis (tomadas del
mismo paciente) de forma que en unos días crece la nueva epidermis. También es
posible crecer pieles semiartificiales en cultivos controlados de laboratorio para
posteriormente puedan ser implantadas en los pacientes.
− Hueso artificial. Los materiales utilizados en los implantes óseos deben tener unas
propiedades mecánicas caracterizadas por una gran rigidez y resistencia a la carga.
Puesto que el proceso natural de remineralización ósea es muy importante es
deseable que los implantes favorezcan esta remineralización y a medida que ésta
se realiza se pueda ir disolviendo para dejar paso al hueso natural. Inicialmente las
protesis han sido metálicas (titanio, aleaciones de cromo y cobalto). El problema
principal de este tipo de protesis es que soportan pasivamente la carga. El hueso
natural, sin embargo, se regenera y crece debido a esa carga. Por tanto cerca de la
protesis, al haber menos tensiones el hueso circundante puede reducirse. Como
alternativas al uso de los materiales metálicos en las prótesis, o al menos en sus
partes externas, existen el fosfato cálcico, las vitrocerámicas y los vidrios
biocompatibles (vidrios donde parte del silicio se sustituye por calcio, fósforo y
sodio) que permiten una unión firme con el hueso natural y la deposición de
componentes óseos naturales.
− Colágeno. Una nueva familia de materiales de origen orgánico (fundamentalmente
proteinas) encuentra su aplicación principal en el envasado de alimentos,
normalmente carnes. Su mayor ventaja es ser biodegradables y bien tolerados por
el aparato digestivo humano. Su mayor desventaja es la dificultad para soldarlo y
aun no ha sido superada con éxito.
A PÉNDICE A
CONSTANTES FUNDAMENTALES
1
−
• Velocidad de la luz en el vacío c ≡ (∈0 µ0 ) 2 ≡ 2.99792458 ⋅ 108 ms −1 .
e
• Magnetón de Bohr µΒ =
2 me
.
4. Léase: h barra.
BIBLIOGRAFÍA
Bibliografía específica
calor VK, 42
específico, 67, 150, 184 cerámica
electrónico, 68 piezoeléctrica, 86
camino chip, 60
libre medio, 149 choque
campo térmico, 69
coercitivo, 80, 148 ciclo
cristalino, 25, 42, 149 de histéresis, 148
crítico ciencia
inferior, 97 de superficies, 197
superior, 97 cis-, 161
termodinámico, 97 coeficiente
de saturación, 75, 76 e absorción, 109
desimantador, 81 de acoplamiento, 86
despolarizador, 87 de atenuación, 109
molecular, 78 de dilatación
remanente, 80 lineal, 69
canal, 60 volúmica, 69
N, 60 de extinción, 109
P,60 de Poisson, 64
capa Hall, 55
desierta, 56, 124 piezoeléctrico, 86
electrónica, 19 piroeléctrico, 87
capacidad coeficientes
calorífica, 67 de Fresnel, 113
I-V, 58 colector, 59
carboazopolímero, 155 coloración, 111, 112
carbopolímero, 155 concentración
carbotiopolímero, 155 de portadores, 149
carboxipolímero, 155 condición
caucho, 162 de Bragg, 33
cavidad conductividad, 52
electromagnética abierta, 122 eléctrica, 52
extendida, 125 térmica, 68, 150, 184
celda conductor, 6
de Wigner-Seitz, 16 perfecto, 92
unidad, 16 conjunto
primitiva, 16 denso,130
célula conservación
fotovoltaica, 121 de la energía, 107
Peltier, 54 constante
Pockels, 126 de anisotropía, 81
centro de magnetostricción, 81
de color, 41 convección, 68
de solidificación, 18 copolímero, 156
dispersor, 32 corriente
F, 42 inversa, 58
FA, 42 persistente, 91
H, 42 crecimiento
M, 42 cristalino, 61
R, 42 epitaxial, 61, 202
cristal
ÍNDICE ALFABÉTICO 221
isotópico, 93 de tracción, 63
Josephson, 101 espacio
de corriente alterna, 101 recíproco, 16
Joule, 53, 108 espectro
Kerr, 84, 126 de absorción, 109
Leduc-Riggi, 56 electromagnético, 105
magnetocalórico, 84 espectrómetro
Meissner-Ochsenfeld, 92 de cristal, 34
Nerst, 56 espectroscopia
Peltier, 54 fotoelectrónica, 200
Pockels, 125 espín, 22, 23
Seebeck, 53 estado
termogalvanomagnético, 56 excitado, 115
Thompson, 54 fundamental, 115
túnel, 28, 58 gaseoso, 9
elasticidad, 8, 64 intermedio, 94
elastómero, 153 líquido, 9
electrón, 25 localizado, 149
elemento metaestable, 18
de volumen, 208 mezcla, 96
emisión plasma, 9
espontánea, 114, 115 sólido, 9
estimulada, 113, 115 superficial, 198
fotoeléctrica, 107 estereoisomería, 161
termoiónica, 200 etapa
emisor, 59 de recristalización, 46
energía de recuperación, 46
de Fermi, 68, 77 EXAFS, 151
de ionización, 115 excitón, 42, 114
dipolar de Frenkel, 43
magnética, 75 de Mott-Wannier, 43
enfriado exposición
lento, 134 gaseosa, 201
rápido, 133
enlace
covalente, 6
cruzado, 156 factor
de hidrógeno, 6 de pérdida, 85
de Van der Waals, 6 desmagnetizador, 94
iónico, 6 fase, 5, 9
libre, 156, 198 colestérica, 208
metálico, 6 decagonal, 136
mixto, 6 de Fibonacci, 136
envejecimiento, 192 de tipo AlMn, 136
EPR, 83 de tipo Bergman, 136
ergodicidad, 143 de tipo Mackay, 136
esferulita, 171 dodecagonal, 136
esfuerzo, 63 esméctica
de cizalladura, 63 A,208
de compresión, 63 C, 208
de torsión, 63 icosaédrica, 136
nemática, 207
ÍNDICE ALFABÉTICO 223
translacional, 13 de correlación, 96
inversión de London, 96
de población, 122 de penetración, 92
isomería, 158 de la inducción magnética, 96
isotropía, 13 luminiscencia, 42, 107, 117, 120
del espacio, 14
macla
JFET, 60 de recocido, 46
mecánica, 46
magnetización, 73, 75
adiabática, 93
KDP, 126 de saturación, 75, 76
KTP, 126 remanente, 80
magnetón
de Bohr, 75
magnetoresistencia, 55
langmuir, 201 maleabilidad, 46
LÁSER, 114 malla, 198
láser manchas
aleatorio, 124 de Laue, 33
de Neodimio, 120 masa
de rubí, 120 efectiva, 25
látex, 187 material, 3
LDPE, 168 aislante, 7, 27, 52
LED, 121 amorfo, 7, 13, 17, 47, 129, 143
LEED, 198 antiferroeléctrico, 87
ley antiferromagnético, 81
de Arrhenius, 146 biocompatible, 209
de Beer-Lambert, 113 cerámico, 7
de Curie, 76 con orden parcial, 7
de Curie-Weiss, 79 conductor, 52
de Debye, 150 covalente, 11
de Dulong-Petit, 68 cuasicristalino, 7, 130
de Hooke, 64 de Van der Waals, 12
de Lenz, 77 diamagnético, 75, 77
de Planck, 113 diatómico, 6
de Wiedemann-Franz, 68 dieléctrico, 52, 85
límite dipolar, 86
de fase, 46 dúctil, 65
de grano, 14, 18, 46 elástico, 64
de inclinación, 46 elastomérico, 153
de macla, 46 ferrieléctrico, 87
elástico, 65 ferrimagnético, 82
paramagnético, 97 ferroeléctrico, 87
proporcional, 65 ferromagnético, 75, 78
LN, 126 amorfo, 147
localización blando, 81
débil, 137 duro, 81
longitud fluorescente, 120
de coherencia, 121 fosforescente, 120
de Pippard, 96
ÍNDICE ALFABÉTICO 225
SAED, 137
SAN, 165, 193
radiación, 68 self-avoiding random walk, 176
coherente, 114, 121 semiconductor
direccional, 122 de tipo N, 30
incoherente, 121 de tipo P, 30
monocroma, 121 extrínseco, 30
radio intrínseco, 29
de giro, 176 semilla, 18
radomo, 5 silicona, 164
recombinación, 56, 117 siloxipolímero, 155, 164
reconstrucción sistema
de la superficie, 197 cristalino, 20
red soldadura
b.c.c., 15 de prueba, 53
c.p.h., 18 de referencia, 53
cúbica simple, 16 sólido
de Bravais, 14 covalente, l l
directa, 15, 16, 17 soluto, 40
estructura zinc-blenda, 16 f.c.c., 15, 18 solvente, 40
recíproca, 16 source, 60
reflectancia, 111, 112 sputtering, 149
reflexión, 32, 107, 113 SQUID, 102
refracción, 32, 107 STM, 199
región sustancia
de coexistencia, 95 macromolecular, 153
regla sustrato, 198
de selección, 149 superconductividad, 91
relación superconductor
de dispersión, 110 de alta temperatura crítica, 91, 98
de Kramer-Krõnig, 109 de baja temperatura crítica, 91
de Maxwell, 108 de tipo I, 95
de Stokes-Einstein, 146 de tipo II, 96
resiliencia, 65 supercorriente
resina túnel, 101
fenólica, 155 superficie
uréica, 155 de Fermi, 25
resistencia, 7, 63 externa, 14, 46
a la tracción, 65 limpia, 197
reconstruida, 201
228 CIENCIA DE LOS MATERIALES
tamaño UHV, 61
de grano, 46 unión
técnica débil, 98, 102
evaporativa, 134 P-N,56,121
temperatura
crítica, 91
de Curie, 79, 87
de Debye, 67 vacante, 40
de Kauzmann, 147 vector
de Néel, 81 de Burgers, 44, 138
tensión, 63 de onda, 17
térmica, 69 primitivo, 15
teorema velocidad
de Bloch, 24, 149, 198 de la luz, 108
teoría de solidificación, 171
BCS, 91 viscosidad, 144
de Weiss, 78 de cizalla, 187
termopar, 53 extensional, 187
tesela, 130 voltaje
teselación, 130 de ruptura, 58
tiempo vulcanización, 155, 187
de relajación, 51, 117
libre medio, 52
tiempos
característicos, 18 work
trabajo function, 199
de extracción, 199
trans-, 161
transición
directa, 29, 116 YBaCuO,98
indirecta, 29, 118
intrabanda, 114
óptica, 149
vítrea, 143, 182 zona
transistor activa
bipolar, 58 lineal, 59
FET, 59 de Brillouin, 17
de deplexión, 56
prohibida, 27