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Torito de Pucará

El Torito de Pucará es una pieza de cerámica característica del distrito de Pupuja, en la


provincia de Azángaro del departamento peruano de Puno y vendido tradicionalmente en la
estación de trenes de Pucará.1 Usado en un inicio en las ceremonias de marcación y para la
procreación del ganado, protección, felicidad y fertilidad en la vida matrimonial, esta pieza
cerámica se ha convertido en un símbolo de la identidad sur andina peruana.

Índice
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 1Origen y mito
 2Simbología
 3Elaboración
 4Referencias

Origen y mito[editar]
“Que en Pukara, se registraba hace mucho tiempo una sequia prolongada, ya no había agua, se
estaban secando los pozos. Entonces cierto día a un campesino indígena se le ocurrió hacer una
ofrenda de sacrificio al Dios Pachakamaq, decidió subir al peñón de Pukara, llevando consigo un toro y
de esa manera hacer sus peticiones de lluvia. El toro que llevaba parecía adivinar que algo le pasaría y
se resistía subir con su amo. Ya estando arriba, el toro quiso sobarse en el peñón, logró hincar con su
cuerno la roca... Y asombrosamente brotó agua, tanta agua que el pueblo pudo sobrevivir. La población
asombrada por tal milagro admiró mucho más al toro. A partir de ese entonces el toro constituyó un
elemento ritual, utilizado en la marcación del ganado. Esto provocó la inspiración de artesanos alfareros,
que en un inicio fue símbolo de ceremonias, y ahora le atribuyeron poder de protección, cuando es
colocada en los techos de las viviendas”
Edilburgo Castillo. 56 años

La cerámica tiene su origen en la comunicad de Checa Pupuja que, juntos con otros productos
tradicionales, fueron a ocupar los principales mercados de Cusco, Puno y Arequipa.2 La
adquisición del nombre por el cual ahora son conocidos se debió a que en aquellos tiempos la
estación ferroviaria de Pucará se convirtió en el lugar de venta más cercano a la comunidad
de Checa, es decir, lugar ideal para la comercialización de sus productos.
Cuando se termino de construir el tramo del ferrocarril Puno - Cuzco en 1908, su
administrador fue el señor Saturnino Octavio Diaz Manrique -natural de Arequipa- El en uno de
sus recorridos a caballo al ver a los toros de lidia pastando libremente en las tierras cercanas
a la estación de Pucara, en una de las haciendas del distrito de Santiago de Pupuja, quiso
conocer a sus propietarios, y ahí fue que conoció a la señora Angela Dianderas con quien se
casó y gracias a su gestión que se empezaron a comercializar las piezas de cerámica en
forma de toritos en la estación de Pucará que elaboraban los pobladores de Santiago de
Pupuja. De ahí el nombre de Toritos de Pucará. La señora Dianderas fue descendiente del
coronel Norberto Dianderas venido de España, y uno de los fundadores de Santiago de
Pupuja y murió con Mariano Melgar en la batalla de Humachiri. Fue este señor, héroe de la
patria, el que colaboro con la venida de los toros de lidia de Puno y que los campesinos del
lugar reproducían en pequeñas piezas de cerámica como una forma de identificarse y perderle
el miedo a este extraño e imponente animal.
Arquitecto Luis Miguel Urbina Ferrandiz, bisnieto del señor Diaz Manrique

Simbología[editar]

El “Torito de Pucará” es un símbolo totémico conocido como qonopas (quechua)


y/o Illas (aymara) que se usa en los rituales andinos. La representación simbólica en su
iconografía artísticamente acabados tienen valor estético y espiritual: El color blanco del toro
simboliza pureza y protección (pareja); color negro el ego, defectos psicológicos; la chicha
(agua) y/o vino que está dentro como fuente de vida relacionado con la transmutación del
factor nacer, fecundación.3
En el ritual del “señalaquy” se utiliza el torito de supliendo a las Illas, qonopas antes
representados por los camélidos -en piedra y cerámica- luego de esparcir el elemento agua o
vino es fertilizar simbólicamente el ganado. Para el hombre significa el trabajo con la energía
sexual que debe llegar hasta la cabeza, es el factor nacer, la transmutación de la energía
creadora controlada por la mente, la misma que es sutilmente esculpida en el torito por los
artistas herederos de la Cultura Pucará.
Los elementos de simbología presentes en el torito son los siguientes:3

 El orificio a la altura del hueso sacro, que alegóricamente representa el trabajo con el
agua, la semilla, Ens seminis, la fecundación. En el mundo andino el echar el vino y/o
chicha al recipiente simbólicamente evoca generación de vida, siembra de un nuevo ser,
en esta caso aumento del rebaño y el ritual de la “ch’alla” esparciendo con el mismo
elemento agua o vino es fertilizar simbólicamente el ganado.
 El asa puente en la espalda que se proyecta del sacro hacia la cabeza no es nada casual
su aplicación o simple decoración, significa que la energía sexual debe llegar hasta la
cabeza, es el factor nacer, la transmutación de la energía creadora que debe ser
controlada por la mente. Un mensaje para el varón que se une a la mujer en matrimonio y
el derramar esa agua significa generar otra vida.
 El enjalme es signo de cuidado, protección de esa fuerza creadora, como una carga
pesada y sacrificio para lograr la autorrealización del ser humano.
 Se muestra en el cuello superior tres orlas que simbólicamente indica el ascenso a la
cabeza (dominio de la mente) con los tres factores de la revolución de la conciencia, la
trilogía: nacer, morir y sacrificar por la humanidad; Padre, Hijo y Espirito Santo o el uso de
energía positiva, negativa y neutra. Se complementa con la banda o chalina que abrazan
el pecho con aplicación de zig zag, escalera o cadenillas.
 Los ojos redondos y saltones indica que el ser humano debe estar alerta con el mundo
que le rodea, con conciencia despierta o simplemente se aplique la auto observación.
 La lengua está relacionado con el uso adecuado del verbo, que de la boca del hombre no
salga palabras que dañen: la mentira, ira, insulto, orgullo, etc.
 La huella de cortes profundos en la piel, como una forma de señalización del ganado
vacuno del hacendado llamado “Huallccuscka” un hecho bastante sádico practicado en la
colonia; son decorativos como las flores y hojas.
 Las figuras espirales en forma de caracol, es la representación de la culebra o el puma
pez relacionada con el fuego flamígero, muy finamente esculpido en la “Estela del Rayo”
de la Cultura Pucará, la forma como se estiliza en trazos de artistas alfareros son
excepcionales, que nos da el mensaje del espiral de la vida; indicando que nuestras
existencias se desenvuelven ya en espiras más bajas o en espiras más altas según el
Nivel del Ser y el trabajo desarrollado en sí mismos.
En la percepción de los pobladores del altiplano manifiestan que el par de toritos de pucará en
el techo es signo de protección y felicidad en el hogar, es una dualidad andina que representa
al marido y mujer que representan la fusión de energías positiva y negativa que busca el
equilibrio y bien común

Elaboración[editar]
Dentro la comercialización de la cerámica artística de Pucará tiene un repunte en la demanda
del “Torito de Pucará” como una cerámica decorativa en diversos tamaños y variedad, objeto
de prototipo publicitario para el turismo nacional e internacional. Los artesanos productores
están agremiados en dos organizaciones. “Asociación de Artesanos Virgen del Carmen” y la
“Federación de artesanos de Pucará” integrado por 224 ceramistas, especializados en la
producción de cerámica, tejidos, bordados cuyo objetivo es producir para el mercado turístico
nacional y exportación internacional.3
El acabado singular de los toritos son figuras imperfectas, de aspecto tosco, con aplicaciones
de flores, elipses, capellones en el lomo, en el cuello como chalinas con aplicaciones
geométricas zig zag y/o escalera, con orlas que le cuelgan del testuz.
Los toritos inicialmente tenían solo dos colores: blanco y nogal. El cuerpo es de color natural,
naranja tenue, casi blanco que es barro cocido sin haber sido posteriormente pintado. En el
proceso tecnológico de la producción de la cerámica en Pucará se usa diversas clases de
arcilla que son agregados de minerales y sustancias coloidales como el caolin, la dolomita;
arcilla gris, amarilla, verde y rojiza; como también arcilla apizarrada y chocolate, cada cual en
su cocción soportan temperaturas de 800°C a 2000°C., como complemento en el molido,
maceración y tamizado de la arcilla se usa la tierra refractaria que les provee la Santa Tierra
de Pucará.
La cabeza, los cuernos y los iconos son de color pardo en unos casos y en otros de color café
obtenidos con tintes naturales, industriales aplicación según sea el caso en la precocción y
post cocción como por ejemplo: Nogalina en polvo (color nogal o marrón), barniz vitrificado
(conserva color natural), esmalte minio (brillo), oxido de cobalto, antimonio mezclado con agua
(color amarillo), oxido de cobre más plomo, minio y sílice (color verde vidrioso) y manganeso
más oxido de hierro (color negro).
En cambio en los acabados de los toritos modernos se aplica más de dos colores chillones y
brillantes llamativos para dar un atractivo artístico y comercial.
TORITOS DE PUCARÁ – SIGNIFICADO
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Estoy seguro que si lo conoces, lo has visto encima o dentro de alguna casa o adornando una tienda, de
repente ya conocías su nombre, pero es probable que no sepas su historia, Protección, Felicidad y
Fertilidad alrededor de un toro...

Los toritos de Pucará son muy conocidos en muchas partes del mundo por su curioso aspecto, es
difícil ver en cerámica un fuerte toro, bien plantado en el suelo pero con ojos saltones y desorbitados,
una lengua intentando lamerse la nariz y muchos adornos como si alguien los fuera a montar, realmente
es muy raro, si a esto le agregamos una rara costumbre de colocar a los toros encima de las casas...
pero... no te has preguntado el ¿Por qué?

Colocar 2 toritos de Pucará y una cruz en medio sobre las casas es una costumbre muy común en los
pueblos andinos del Perú, en realidad, los he visto en casi todo el país incluyendo la capital Lima, pero
es mucho más frecuente en Cusco, Puno, Ayacucho y Apurimac , pues esta tradición proviene de un
pueblo llamado Pucará a 101Km al norte de Puno (unas 2 horas en auto).
¿Cómo empezó la tradición?
Todo empieza cuando los españoles llegaron al pueblo de Pucará con sus nuevos animales, en
especial "El Toro" y lo incluyeron en una fiesta (que ya existía) celebrando el pago a la tierra, donde se
pintaba, adornaba y ensillaba al toro, para luego colocarle picante en su nariz, se imaginan la irritación y
locura del toro!!, pues esta imagen se quedó plasmada en muchas personas, ver a un poderoso toro con
los ojos desorbitados por la irritación del picante, intentando lamerse la nariz y con su cola enroscada
muy característico de los toros bravos.

En aquellos tiempos, existían varias comunidades encargadas de hacer cerámica para los conquistadores,
por su especial cuidado en sus trabajos, una de estas comunidades fueron los Chepa Pupuja, que hasta
ahora siguen haciendo cerámica para muchos pueblos, ellos en la época colonial, empezaron a hacer la
imagen de estos toritos en cerámica para mantener una cultura mágico-religiosa entre los campesinos,
que automáticamente adoptaron este símbolo como Protección, Felicidad y Fertilidad en los hogares.
Los Chepa Pupuja viven en la comunidad de Checa, no están en Pucará... sin embargo, ellos tenían que
llevar sus trabajos donde existía gran cantidad de gente, así vender sus productos, en especial estos toros,
de esta forma llegaron a establecer su venta en la estación ferroviaria más cercana, esta estación se
encontraba en Pucará y por eso se conoció su trabajo como "Toritos de Pucará"

Los toritos traen felicidad, protección y fertilidad a todos los que habitan sus casas, además, se
considera un símbolo de la identidad andina, es por eso que muchas familias los tienen en la cumbre de
sus hogares, ya sea en sus techos o como adornos en las viviendas, para vigilar los hogares, bendecir los
matrimonios y proteger a la familia.

Arte Peruano para el Mundo... ¿Te animas a tener uno?

LA SIMBOLOGÍA TOTEMICA DEL TORITO DE


PUCARA

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LA SIMBOLOGÍA TOTEMICA DEL TORITO DE PUCARA
Antrop. FREDY REYES APAZA
1. RESUMEN
Pucará es considerado como el Centro de Cerámica más grande del sur del Perú y del mundo, sus habitantes adquirieron
esta importante habilidad del arte autóctono a base de arcilla, desde sus ancestros pre-Incas. Siendo el objeto cerámico más
representativo de la artesanía pucará el “Torito de Pucará”, es una grotesca caracterización del toro que representa un cuerpo
ampliamente exagerado, de color natural o más de dos colores actualmente.
En esta investigación realizada en el distrito de Pucará especialmente en el Museo Arqueológico, Antropológico, Lítico y
Arte Contemporáneo “ALCRA” un centro particular donde se resguarda los distintos modelos de toritos y el proceso de
cambio que ha sufrido desde la llama hasta su forma actual, una asociación de lo andino y occidental. La magnificencia
representación simbólica del torito lleva consigo en su iconografía algunas figuras geométricas, orlas, chalina en el cuello,
con asa, capellón y orificio en el lomo, decoraciones de hondo significado. El color blanco del toro simboliza pureza y
protección; color negro el Ego, defectos psicológicos; y el agua que está dentro como fuente de vida relacionado con la
transmutación del factor nacer. Los mismos artísticamente acabados que dan un valor estético y espiritual. Dichos
ejemplares se han escogido con el objetivo de analizar desde un punto de vista antropológico en su forma y fondo, para
descifrar y comprender la simbología esotérica y exotérica, teniendo en cuenta los documentos publicados, monografías,
recopilaciones de los cronistas y técnicas de observación para hacer comparaciones del ayer y hoy del modelo explorado
desde la litoescultura hasta la estilización en cerámica.
En conclusión sostengo la autoría del mito para su validez y discusión del campo científico que el “Torito de Pucará” es una
representación simbólica conocida como qonopas (quechua) y/o Illas (aymara) que se usaba en los rituales andinos:
Señalaquy y Haywariquy, sustituyendo a la llama; oculta la sabiduría totémica practicada por los grandes sacerdotes pre-
incas, la Cultura Pucará que dio sus aportes a la humanidad en el campo de la filosofía, ciencia, arte y mística.
Palabra clave: Protección, símbolo, tótem, transmutación, ego, despertar de la conciencia y muerte.
_____________________
*Antropólogo y Docente de la Facultad de Ciencias Sociales. UNA – Puno.

2. INTRODUCCION
En plena vigencia del III milenio la humanidad no ha llegado explorar a plenitud muchos enigmas que mantenían las
grandes culturas del mundo como la herencia cultural: arte, ciencia, filosofía y mística que se van debilitando, dejando es
ascuas la sabiduría de los hombres aquellos que a través del tiempo y espacio se van disipando. Frente a ello están los
científicos encargados de llegar al fondo de la verdad, el porqué de ese legado de cultura material e inmaterial, cabe
preguntarnos ¿Que enseñanza subliminal se rescata de las culturas milenarias? o simplemente queda en la historia universal
como una exploración etnográfica de su desarrollo, civilizaciones humanas que pasaron épocas de oro, plata, cobre y hierro.
Vale decir que toda cultura evoluciona e involuciona, nace en algún punto del tiempo, crece, entra en apogeo, declina, se
degenera y muere; porque todo principio tiene fin; pero, lo que queda como huellas son las obras de arte, litoescultura,
metalurgia, cerámica, textilería; tecnología, filosofía y el misticismo, principalmente la infraestructura que los cobijó como
obras monumentales con alto contenido espiritual, mensaje oculto imborrable que se perpetua en la ignorancia humana.
A manera de reflexión, últimamente la humanidad doliente da más importancia e interés a lo exotérico, apego a lo material,
dinero y lo exótico que ofrece la globalización neoliberal capitalista. Incluso las abstracciones humanas de este tiempo caen
en el dogmatismo, absolutismo que difiere mucho del credo andino. Caso de las sectas y credos religiosos que a través de
sus líderes asaltan sutilmente a los feligreses con la Biblia en mano, tal es así que el diezmo y la salvación de sus almas lo
relacionan con el dinero y se deja de lado la verdadera evolución humana en espíritu y la realización del ser como tal y
despertar de la conciencia, que de un tiempo a esta el hombre se haya deshumanizado por la bendita post modernidad y la
era cibernética que convierte al individuo en “hombre máquina” sin sentimiento y amor que los valores humanos se mutaron
en valor dinero. Un verdadero problema que enfrentan y propician los gobiernos del mundo, en complicidad con las
industrias transnacionales que no solo contaminan el medio ambiente sino contaminan el alma y la esencia humana de los
consumidores de sus productos que diseminan los males y dolores.
Como antecedente histórico podemos evidenciar que el capital del distrito de Pucará está ubicado en las faldas de peñón o
cerro calvario, en las proximidades del complejo arqueológico de Pucará, provincia de lampa, departamento de Puno; a 62
kilómetros de Juliaca por vía asfaltada.
La existencia de la Cultura Pucará se ha ubicado en el tiempo entre 200 a.C. a 400 d.C. alcanzando una civilización y polo
de desarrollo en el altiplano puneño similares a las Culturas Serpentinas peruanas y del mundo. Los estudios muestran su
similitud con Chavín de Huantar y su fuerte influencia en Tiahuanaco y/o Tiwanaku en cuanto a su arquitectura, escultura
y cerámica, es más en su misticismo e ideología.
Las investigaciones antropológicas y de su rama la arqueología evidencian que se trata de un pueblo fundamentalmente
religioso, su arquitectura monumental como es la pirámide escalonada, formas, diseño y acabados de su arte lítico, resaltan
el Hatun ñaqaj (gran degollador psicológico), el puma pez (Cristo pucareño), la estela del rayo, los grandes devoradores,
cabezas de guerrero, monolitos tipo lanzón, el sapo, serpientes, pumas, suche, etc. Similarmente encontramos como
artefactos religiosos en su cerámica y litoescultura vasos ceremoniales y cuencos con la figura de llama o alpaca. Muchos
de ellos tótems que demuestran que bebieron de un conocimiento universal trascendental, al igual que las grandes culturas
como Grecia, Roma, Egipto, India, Tibet, Mayas, Aztecas, Chavin, Paracas, Incas, entre otros. Estos sacerdotes andinos,
seres extraordinarios con conocimientos valiosos que conocían los secretos para cristificarse, como manifiesta Ruben Iwaqui
que Manco Capac fue un cristo1 andino, “el príncipe encargado del gran poder” (R. Iwaqui 2005: p.78) o como dice Inca
Garcilazo de la Vega que uno de los hermanos, Ayar Manco tenía el poder y se manifestaba en el Warayoq con la cual fundó
el Imperio del Tawantinsuyo. Esto lo afirmamos porque se demuestra en sus tótems, donde se manifiesta que conocieron
los tres factores de la revolución de la conciencia como: Nacimiento2, muerte y sacrificio (E.Villegas 1981: p.14). Que son
la verdadera terapia contra los factores psicológicos que producen dolor que enferma el cuerpo y el alma.
Con el presente trabajo entramos a explicar en el contexto cultural cómo en tiempos milenarios el hombre empezó con la
gran tarea de dejar a sus descendientes una historia en base a la experiencia y práctica religiosa sagrada, mítica y
reveladora que otrora fuera sabiduría inspirado por los dioses o espíritus progenitores del mundo, evocación a la bendita
diosa madre del mundo, Pachamama que cada año va dando vida a los cuatro reinos de la naturaleza: mineral, vegetal,
animal y humano en estricta relación entre sí, conocido en las dimensiones del mundo andino: Sallqa (naturaleza), Wak’as
(deidades) y Runas (hombre) que comparten un territorio y una historia también común.
La formación de teorías científicas no han sido suficientes, toda vez que se da conocer exotéricamente la forma, descripción
somera, imaginativa, pero no se explica esotéricamente el trasfondo que encierra cada objeto, icono, códices, apócrifos y
símbolos, porque ambas deben ir juntos. En consecuencia el objeto de estudio es explicar, desmenuzar cada una de las
configuraciones y representaciones simbólicas significantes estampadas en el Torito de Pucará y similitudes con otras efigies
totémicas existente en la cultura andina y del mundo.

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1 Cristo, la palabra da poder. Cristo es el verbo…cuando el bienamado se transforma en el alma, cuando el alma se
transforma en bienamado, entonces de esa mezcla inefable –divina y humana- nace eso que nosotros llamamos el Hijo del
Hombre. El hombre-Sol (Lupaka) es el último resultado de todas nuestras purificaciones y amarguras. El Hombre-Sol es
divino y humano. El Hijo del Hombre es el último resultado del hombre; el hijo de nuestros sufrimientos; el solemne
Misterio de la Transubstanciación. Cristo es el LOGO SOLAR (Unidad Múltiple Perfecta). (A. Weor 2005: 75)
2 El Nacimiento es desde luego como todo los nacimientos, es decir, por intermedio del sexo; estamos hablando
concretamente del nacimiento segundo del cual habló el Gran Maestro Jesús a Nicodemus, nos referimos al nacimiento de
agua y del espíritu (el sacramento cristiano del bautismo). El segundo factor es sin lugar a dudas la muerte del Ego, la
desintegración de los defectos psicológicos o eliminación de los errores (Lujuria, Pereza, Gula, Ira, avaricia, Orgullo y
Odio); por último diremos que el tercer factor es e sacrificio por la humanidad o sea servir a nuestro prójimo, entregándoles
las claves y técnicas precisas, no solamente para erradicar el dolor humano, sino también para solucionar todos los problemas
que aquejan al individuo. (E. Villegas 1981: 15)

3. ANTECEDENTES MITOLOGICOS
Refiriéndose a la leyenda del “Torito de Pucará” se dice: “Que en Pukara, se registraba hace mucho tiempo una sequia
prolongada, ya no había agua, se estaban secando los pozos. Entonces cierto día a un campesino indígena se le ocurrió
hacer una ofrenda de sacrificio al Dios Pachakamaq, decidió subir al peñón de Pukara, llevando consigo un toro y de esa
manera hacer sus peticiones de lluvia. El toro que llevaba parecía adivinar que algo le pasaría y se resistía subir con su
amo. Ya estando arriba, el toro quiso sobarse en el peñón, logró hincar con su cuerno la roca... Y asombrosamente
brotó agua, tanta agua que el pueblo pudo sobrevivir. La población asombrada por tal milagro admiró mucho más al
toro. A partir de ese entonces el toro constituyó un elemento ritual, utilizado en la marcación del ganado. Esto provocó la
inspiración de artesanos alfareros, que en un inicio fue símbolo de ceremonias, y ahora le atribuyeron poder de protección,
cuando es colocada en los techos de las viviendas”(Fuente: Edilburgo Castillo. 56 años). Claro está en la Cultura Andina
se teje una serie de mitos que conllevan a entender el misterio y origen de historias fantásticas que enriquecen la creencia
popular, especialmente la asociación de un animal traído de España y fusionada con la Illa y/o qonopa andina. Antes
relacionada con la llama un tótem muy venerado por los ganaderos del altiplano, como la sustitución de la llama de carga
por el caballo y el toro como protector utilizado en los rituales de “señalización” del ganado.
En la primera década del siglo anterior, después de haberse inaugurado el transporte en ferrocarril del sur Juliaca a Cusco
pasando por la estación de Pucará, un villorrio en ese entonces –hoy distrito José Domingo Choquehuanca- nace la autentica
denominación y su fama del Torito hacia el mundo. Se dice que un día los alfareros exponían sus productos artesanales
frente a los visitantes viajeros en la Estación de Pucará, donde llamó la atención grandemente a los primeros turistas y estos
con voz asombrosa dijeron: “que hermoso torito” “hermosa obra de arte” y preguntan a los lugareños que se llamaba el
poblacho o la estación? sobre esto contestan: “Estación de Pucará –y el gringo contesta- ¡Ah Pucará! ¡Torito de Pucará!
(Huargaya 2010.p.15).
La fabricación del torito muestra una expresión de mofa, de burla ante las caprichosas costumbres de dominio de los
españoles como la tauromaquia europea, frente a esto los alfareros pucareños demuestran burlescamente sus toros con todos
los atuendos del toro de lidia. Al respecto afirma el V.M. Aun Weor que dicha práctica del toreo viene de la
Civilización Atlante3, donde exotéricamente se desata la lucha entre el bien y el mal, donde el torero con traje de luces
representa el bien que vence, mata al mal, Ego4 representado por el toro negro. Esotéricamente significa la lucha del hombre
contra su defecto psicológico: lujuria.
-----------------------------
3 En el viejo Egipto de los faraones, los sacerdotes de Sais dijeron a Solón que la Atlántida había sido destruida nueve mil
años antes de conversar con él…conocieron la energía atómica, fabricaron robots extraordinario, dotados así de inteligencia,
parecía seres humanos y servían fielmente a sus amos (Glosario Gnóstico, 2005: p.26)
4 El Ego no es otra cosa que idolatría…es un manojo de recuerdos deseos, pasiones, iras, codicias, lujurias, orgullos, gula,
amor propio, resentimientos, venganzas, etc. símbolo de un Yo limitado y separado, nacido en un cuerpo, condenado a sufrir
y a que su vida acabe en la muerte…doblega la conciencia divina de los humanos y sólo actúa el animal (personalidad) que
vive dentro. (Glosario Gnóstico, 2005: p.106)

4. METODOLOGIA
En el manual del antropólogo está el análisis y recopilación de datos a través de la etnografía, donde se aplica la observación,
descripción para explicar la naturaleza del objeto en estudio. Entre las técnicas más apropiadas fue de dos tipos: la
percepción que tienen los lugareños sobre el torito de Pucará y las muestras de objetos con que cuenta el Museo
Antropológico y Arqueológico de Pucará “ALCRA” y el Museo Lítico Pukará. El proceso de cambio sufrido en la
elaboración de dichas qonopas desde la llama hasta el toro esculpido en piedra y cerámica. Comparación de fotografías y
gráficos existentes en las diversas publicaciones de textos, exploraciones, hallazgos y colecciones encontradas por los
lugareños e historiadores.
Es netamente un trabajo de campo para descubrir la importancia del símbolo totémico, uso, manufactura, comercialización
del torito de Pucará por parte de los artesanos de Pucará. La metodología aplicada simple nos ha ayudado a dilucidar cuanta
gente artista se ha dedicado a la alfarería en la elaboración de la mixtura, formas, color y diseño de objetos, réplicas,
recreaciones de culturas similares a la de Pucará.
5. ETNOGRAFÍA, FABRICACION Y DESCRIPCION DEL TORITO DE PUCARÁ
Dentro la comercialización de la cerámica artística de Pucará tiene un repunte en la demanda del “Torito de Pucará” en un
35% como una cerámica decorativa en diversos tamaños y variedad, objeto de prototipo publicitario para el turismo nacional
e internacional, seguido por el arte popular grotesco (20%) que representa la vivencia socio-cultural del entorno local y
nacional. El famoso torito de Pucará se vende en la estación ferrocarrilera y capital del distrito de Pucará, vía carretera
asfaltada Juliaca-Cusco. Se sabe que en un inicio se fabricaban en la Comunidad de Checapupuja, quienes ya habían
patentado como Torito de Pucará. Dicha artesanía no sólo es confeccionada por alfareros pucareños sino también por los
pobladores del distrito vecino de Santiago de Pupuja y sus ayllus de Collana, Ayllu, Llallahua y Mataro que han masificado
su producción y venta.
Todos los artesanos están agremiados en dos organizaciones. “Asociación de Artesanos Virgen del Carmen” y la
“Federación de artesanos de Pucará” integrado por 224 ceramistas, especializados en la producción de cerámica, tejidos,
bordados cuyo objetivo es producir para el mercado turístico nacional y exportación internacional.
El acabado singular de los toritos son figuras imperfectas, de aspecto tosco, con aplicaciones de flores, elipses, capellones en
el lomo, en el cuello como chalinas con aplicaciones geométricas zig zag y/o escalera, con orlas que le cuelgan del testuz.
En fin la forma que adquiere en el uso común es como cuenco con un orificio a la altura del hueso sacro, todo ello con
contenido de mayor valor estético y espiritual, conocidos también como qonopas (Quechua) y/o Illas (aymara) de uso
ceremonial.
Los auténticos toritos inicialmente tienen dos colores (blanco y nogal). El cuerpo es de color natural, naranja tenue, casi
blanco que es barro cocido sin haber sido posteriormente pintado. En el proceso tecnológico de la producción de la cerámica
en Pucará se usa diversas clases de arcilla que son agregados de minerales y sustancias coloidales como: El Caolin, dolomita;
arcilla gris, amarilla, verde y rojisa; como también arcilla apizarrada y chocolate, cada cual en su cocción soportan
temperaturas de 800°C a 2000°C., como complemento en el molido, maceración y tamizado de la arcilla se usa la tierra
refractaria que les provee la Santa Tierra de Pucará.
Actualmente la cocción se realiza en forma artesanal y industrialmente, con el uso de hornos: cilíndrico, horno tipo botella,
horno colmenar, horno caldero, horno eléctrico y últimamente se ha implantado el horno a gas propano con termostato.
La cabeza, los cuernos y los iconos son de color pardo en unos casos y en otros de color café obtenidos con tintes naturales,
industriales aplicación según sea el caso en la precocción y post cocción como por ejemplo: Nogalina en polvo (color nogal
o marrón), barniz vitrificado (conserva color natural), esmalte minio (brillo), oxido de cobalto, antimonio mezclado con
agua (color amarillo), oxido de cobre más plomo, minio y sílice (color verde vidrioso) y manganeso más oxido de hierro
(color negro).
En cambio en los acabados de los toritos modernos se aplica más de dos colores chillones y brillantes llamativos para dar
un atractivo artístico y comercial.
1. RITUAL Y SIMBOLOGIA TOTEMICA
Para Radclife-Brown el totemismo es una serie de…costumbres y creencias por las que se establece un sistema especial de
relaciones entre la sociedad y los animales, plantas y demás objetos naturales que son importantes para la vida social (F.
Iriarte 2000:p.240). Se entiende en la creencia andina que son las plantas, animales, fenómenos u objetos asociados
simbólicamente a grupos de filiación concretos como insignias de identificación. En tal sentido la asociación de cada
icono, forma y color es un símbolo totémico con significancia que sólo pueden interpretar los entendidos en la materia y
sacerdotes andinos.
En la ceremonia del “Señalaquy” y “Haywarisqa” en la zona ganadera de Pucará se realiza en fechas importante como en
los carnavales, la parición y empadre (fecundación) donde se evoca y agradece a la Pachamama y apus tutelares por su
asistencia en el ritual de la señalización de la producción de ganado -antes alpaca y llama, ahora vacuno y ovino- y fertilidad
respectivamente. En dicha ceremonia de Señalaquy está presente las Qonopas y los Enqoychus, conjuntamente con otro
elementos como la coca sagrada, vino, alcohol, inciencio, una vez hecha la incineración y la ch’alla se procede al matrimonio
de la pareja de ganado macho y hembra (crías) adornados con flores, serpentina y mixtura, para terminar se señala en la
oreja, corte que desangra y es bebida por el dueño acompañado con el vino. La cual finaliza con la marca puesta en el lomo
a ambos con el “tacu” (tierra roja).
La costumbre del señalaquy continuó con la llegada de los españoles que han traído ganado vacuno, ovino y equino. Según
Jose Jara Frisancho confirma que: “los hacendados acostumbraban mandar hacer mediante sus subalternos, en el ganado
vacuno vivo, especialmente en los toretes, cortes profundos en la piel, en la parte del cuello, debajo del hocico inferior,
parte del pecho dejando adornos salientes que quedaron en una especie de cadena, dándoles el nombre en quechua
“Huallccuscka”, cuyas heridas cicatrizaban en meses…actualmente ese adorno está esculpido en el famoso torito de de
pucará” (J. Jara 1996: p.78)
Similarmente se realiza anualmente el ritual de Haywarisqa, donde tiene una connotación de recarga de Enqa en las qonopas
y enqoychus no se “enfríen” ni pasen “hambre”, caso contrario podrían volverse contra sus propietarios y devorarlos o
simplemente no aumente su rebaño y se produzca la mortalidad. Aquí intervienen fuerzas que devienen de las deidades y
son representadas físicamente en los tótems.
La ceremonia Haywarisqa es un clásico rito de intensificación que renueva y mantiene la fuerza generadora de vida del
universo andino. El propósito del ritual es recargar de Enqa las piedras sagradas, porque de otro modo la fuerza vital que
poseen podría desaparecer por completo y una vez perdida, es casi imposible recuperarla. Todavía es más amenazador el
hecho de que si desaparece su fuerza generadora de vida; las qonopas y las piedrecillas pasan de repente de ser fuerzas
beneficiosas a perjudiciales y pueden infligir serios daños a los pastores y sus rebaños.
Las QONOPAS son objetos totémicos tallados con la figura de la alpaca y la llama en piedras negras, aunque hay algunas
con manchas o de color blanco, marrón o verde; tienen un orificio en el lomo llamado qocha o recipiente, que se llena de
vino, licores o chicha (Ver foto N° 01). En algunos rituales se sustituye la alpaca por el torito de Pucará porque el hombre
ya cohabita con el vacuno y ovino traído del occidente.
La Qonopas son representaciones simbólicas de los rebaños dadores de vida con que los Apus bendijeron hace mucho
tiempo a la humanidad
Los ENQUYCHUS, son algo más que simples piedrecitas brillantes no pulidas. Se cree al igual que las Qonopas poseen
Enqa, la energía creadora de vida
Las ENQAS5, es energía y/o espíritu, como la fuerza generadora de vida responsable del bienestar y la fertilidad de los
rebaños. En el mundo superior la presencia del enqa siempre es precaria por lo tanto hay un esforzarse para conservarla. Si
hay suficiente enqa lo pastores y sus rebaños florecerán, sin ella y sin la participación de las Qonopas en la ceremonia, los
rebaños corren el riesgo de perecer.
2. DEVELANDO LA SIMBOLOGIA
El mensaje simbólico de cada icono en su forma y fondo del Torito de Pucará (Ver foto N° 02) consiste en lo siguiente:
A= El Torito de Pucará al igual que el Qonopa (alpaca y llama) en su acabado tiene un orificio a la altura del hueso sacro,
que alegóricamente representa el trabajo con el agua, la semilla, Ens seminis, la fecundación. En el mundo andino el echar
el vino y/o chicha al recipiente simbólicamente evoca generación de vida, siembra de un nuevo ser, en esta caso aumento
del rebaño y el ritual de la “ch’alla” esparciendo con el mismo elemento agua o vino es fertilizar simbólicamente el ganado.

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5 La palabra Enqa también se empleaba para referirse al Señor Inka, dador de vida al Imperio del Tawantinsuyo y a su
pueblo.

B= El Asa puente en la espalda que se proyecta del sacro hacia la cabeza no es nada casual su aplicación o simple decoración,
significa que la energía sexual debe llegar hasta la cabeza, es el factor nacer, la transmutación de la energía creadora que
debe ser controlada por la mente. Un mensaje para el varón que se une a la mujer en matrimonio y el derramar esa agua
significa generar otra vida.
C= El Enjalme es signo de cuidado, protección de esa fuerza creadora, como una carga pesada y sacrificio para lograr la
autorrealización del ser humano.
D= Se muestra en el cuello superior tres orlas que simbólicamente indica el ascenso a la cabeza (dominio de la mente) con
los tres factores de la revolución de la conciencia, la trilogía: nacer, morir y sacrificar por la humanidad; Padre, Hijo y
Espirito Santo o el uso de energía positiva, negativa y neutra. Es más se complementa con la banda o chalina que abrazan
el pecho con aplicación de zig zag , escalera o cadenillas. Es el trabajo con la glándula Timo del corazón que desarrolla la
intuición.
E= Los ojos redondos y saltones indica que el ser humano debe estar alerta con el mundo que le rodea, con conciencia
despierta o simplemente se aplique la auto observación.
F= La lengua está relacionado con el uso adecuado del verbo, que de la boca del hombre no salga palabras que dañen: la
mentira, ira, insulto, orgullo, etc.
G= Es la huella de cortes profundos en la piel, como una forma de señalización del ganado vacuno del hacendado llamado
“Huallccuscka” un hecho bastante sádico practicado en la colonia; son decorativos como las flores y hojas.
H= Se observa como ornamento figuras espirales en forma de caracol, es la representación de la culebra o el puma
pez relacionada con el fuego flamígero, muy finamente esculpido en la “Estela del Rayo” de la Cultura de Pucará, la forma
como se estiliza en trazos de artistas alfareros son excepcionales, que nos da el mensaje del espiral de la vida; indicando
que nuestras existencias se desenvuelven ya en espiras más bajas o en espiras más altas según el Nivel del Ser y el trabajo
desarrollado en sí mismos.
En la percepción de los pobladores del altiplano manifiestan que el par de toritos de pucará en el techo es signo de protección
y felicidad en el hogar, es una dualidad andina que representa al marido y mujer que representan la fusión de energías
positiva y negativa que busca el equilibrio y bien común.
6. CONCLUSIONES
 El “Torito de Pucará” es un símbolo totémico conocido como qonopas (quechua) y/o Illas (aymara) que se usa en los rituales
andinos. La representación simbólica en su iconografía artísticamente acabados tienen valor estético y espiritual: El color
blanco del toro simboliza pureza y protección (pareja); color negro el Ego, defectos psicológicos; la chicha (agua) y/o vino
que está dentro como fuente de vida relacionado con la transmutación del factor nacer, fecundación.
 En el ritual del “señalaquy” “ch’alla” “Haywariquy” se utiliza el torito de pucará supliendo a las Illas, qonopas antes
representados por los camélidos -en piedra y cerámica- luego de esparcir el elemento agua o vino es fertilizar
simbólicamente el ganado. Para el hombre significa el trabajo con la energía sexual que debe llegar hasta la cabeza, es el
factor nacer, la transmutación de la energía creadora controlada por la mente, la misma que es sutilmente esculpida en el
torito por los artistas herederos de la Cultura Pucará.
 El torito moderno es un prototipo turístico, en sus acabados tienen más de dos colores chillones y brillantes llamativos para
dar un atractivo artístico y comercial, generalmente se compra en pares. En un inicio fue símbolo de ceremonias, y ahora
un tótem que le atribuyen poder de protección, cuando es colocada en los techos de las viviendas.
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