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DERECHO PROCESAL DEL TRABAJO

Los Procedimientos Laborales.

Atendidos las especiales características de la relación jurídica laboral, y los


también especiales intereses que pretende resguardar la legislación laboral, se
estima que es necesario que esta rama del ordenamiento jurídico cuente con
procedimientos propios y con una judicatura especializada.

En efecto, se deben aplicar para la resolución de los conflictos del trabajo


no sólo las normas especiales contenidas en la legislación laboral, sino que
también se debe dar aplicación a principios propios de esta rama del Derecho que,
como sabemos, pueden incluso llegar a ser contrapuestos con principios que
informan otras ramas del Derecho Privado, a lo cual se suman las especiales
características de la prestación de servicios en un régimen que contempla como
elemento central el vínculo de subordinación y dependencia.

Así las cosas, en nuestro Derecho del Trabajo, desde el año 1987, en que
se dictó un nuevo Código del Trabajo que vino a reemplazar la legislación
contenida en el Código de 1931 y las múltiples leyes dictadas después del año
1973, se ha venido intentando establecer un procedimiento que cumpla con ciertas
características tales como la celeridad y la concentración que permitan dar
adecuada y oportuna protección a los derechos de las partes, fundamentalmente a
los de los trabajadores en situaciones de la mayor importancia, tales como el
despido injustificado, las prácticas antisindicales y más recientemente, incluso la
protección de derechos fundamentales en el ámbito laboral

Lamentablemente, desde el Código del Trabajo de 1987 se han intentado


una multiplicidad de variantes en el procedimiento ordinario laboral que, en la
mayoría de los casos, no han sido satisfactorias para la finalidad buscada, e
incluso en muchas oportunidades incluso han sido contraproducentes.

Sin embargo, debe tenerse presente que dichas reformas siempre han sido
modificaciones parciales al procedimiento ordinario laboral, sin que, hasta ahora
se haya llevado a efecto una reforma orgánica en materia de procedimientos
laborales.

Siguiendo la huella de la Reforma Procesal Penal y de la Reforma en


materia de Tribunales de la Familia, con fecha 03 de enero de 2006 se publicó en
el Diario Oficial la Ley 20.087 que, justamente, vino a sustituir de manera orgánica
el procedimiento laboral vigente hasta ahora, aplicando fundamentalmente un
principio que antes era casi absolutamente ajeno a nuestro Derecho Procesal,
como es el de la oralidad, del cual, supuestamente, se debieran derivar otros
principios tales como el de la celeridad y de la inmediación del juez, entre otros.

Lamentablemente, las reformas procesales antes indicadas, especialmente


aquella relativa al Derecho de Familia hasta el momento no han dado los

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resultados esperados, generando más una situación de falta de protección de los
derechos de las personas que de una rápida solución a sus problemas, por lo que,
desde ya, manifestamos nuestras aprehensiones respecto de la Reforma Procesal
Laboral, las cuales fundaremos oportunamente.

Además, debemos tener presente que el día sábado 29 de marzo de 2008


se publicó la ley 20.260, que introdujo grandes variaciones al procedimiento
establecido por la ley 20.087, que aun no entraba en vigencia, y que lo hizo el
lunes 31 de marzo de 2008 en la Región de Atacama y en la Región de
Magallanes, cuestión que estimamos de absoluta gravedad, sin que se hayan
escuchado voces de crítica por ello.

Como si lo anterior no fuera suficiente, el 17 de septiembre de 2008 se


publicó la ley 20.287 que introdujo nuevas modificaciones y adecuaciones al
procedimiento.

La Competencia de los Tribunales Laborales.

Competencia Absoluta.

Se regula esta materia en el artículo 420 del Código del Trabajo, señalando
que son de competencia de los Juzgados del Trabajo las siguientes materias:

a) Las cuestiones suscitadas entre empleadores y trabajadores por aplicación


de las normas laborales o derivadas de la interpretación y aplicación de los
contratos individuales o colectivos del trabajo o de las convenciones o fallos
arbitrales en materia laboral.
b) Las cuestiones derivadas de la aplicación de las normas sobre organización
sindical y negociación colectiva que la ley entrega al conocimiento de los
juzgados de letras con competencia en materia del trabajo.
c) Las cuestiones derivadas de la aplicación de las normas de previsión o de
seguridad social planteadas por pensionados, trabajadores activos o
empleadores, salvo en lo referido a la revisión de las resoluciones sobre
declaración de invalidez o del pronunciamiento sobre otorgamiento de
licencias médicas.
d) Los juicios en que se demande el cumplimiento de obligaciones que
emanen de títulos a los cuales las leyes laborales y de previsión o
seguridad social otorguen mérito ejecutivo.
e) Las reclamaciones que procedan contra resoluciones dictadas por
autoridades administrativas en materias laborales, previsionales o de
seguridad social.
f) Los juicios iniciados por el propio trabajador o sus causahabientes en que
se pretenda hacer efectiva la responsabilidad contractual del empleador por
los daños producidos como consecuencia de accidentes del trabajo o
enfermedades profesionales. Respecto de la responsabilidad
extracontractual se seguirán las reglas del artículo 69 de la ley 16.744.

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g) Todas aquellas materias que las leyes entreguen a juzgados de letras con
competencia laboral.

Respecto de la letra d) cabe señalar que a continuación, el artículo 421 entrega


a los Juzgados de Cobranza Laboral y Previsional el conocimiento de las causas
en que se persigan obligaciones que consten en títulos ejecutivos laborales,
previsionales o de seguridad social, aclarando que esta competencia
corresponderá a los Juzgados del Trabajo en aquellos territorios jurisdiccionales
en que no existan juzgados de cobranza, lo que en la realidad ocurre en la mayor
parte del país.

Competencia Relativa.

Se regula en el artículo 423 del Código, norma que establece que es juez
competente para conocer de las causas laborales el del domicilio del demandado
o el del lugar donde se presten o se hayan prestado los servicios, a elección del
demandante.

Podrá también interponerse la demanda ante el tribunal del domicilio del


demandante cuando el trabajador haya debido cambiar de residencia con motivo
del contrato de trabajo y ello conste en el respectivo instrumento.

Finalmente, cabe tener presente que el artículo 423 prohíbe la prórroga de


la competencia en materia laboral.

Principios del Nuevo Procedimiento Laboral.

Se ha preocupado el legislador de establecerlos expresamente, destinando


para ello los artículos 425 y siguientes, consagrando la oralidad, publicidad,
concentración, inmediación, impulso procesal de oficio, celeridad, buena fe,
bilateralidad de la audiencia y gratuidad, cada uno de los cuales examinamos a
continuación.

Oralidad.

Establece la ley que TODAS las actuaciones procesales serán orales, salvo
las excepciones expresamente establecidas por la ley.

Para estos efectos, dichas actuaciones serán registradas por cualquier


medio apto para producir fe y que permitan garantizar la fidelidad, conservación y
reproducción de su contenido. Para estos efectos se consideran válidos la
grabación de medios de reproducción fonográfica, audiovisual o electrónica,
debiendo registrarse íntegramente la audiencia y todas las resoluciones, incluida
la sentencia, aun cuando el juez la dicte fuera de la audiencia.

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Celeridad.

Se establece que los actos procesales deberán realizarse con la celeridad


necesaria, procurando concentrar en un solo acto las diligencias en que ello sea
posible.

Más en concreto, se establece que en las notificaciones se expresará que


las audiencias se celebrarán con la parte que asista, afectándole a la inasistente
las resoluciones que en ellas se dicten, sin necesidad de ulterior notificación.

Iniciada la audiencia, ésta no podrá suspenderse, y sólo excepcionalmente


por caso fortuito o fuerza mayor el juez, mediante resolución fundada podrá
suspenderla, debiendo, en la misma resolución fijar nuevo día y hora para su
realización.

Con el mismo objetivo, se establece la obligación del juez de habilitar


horarios especiales cuando el desarrollo de la audiencia exceda el horario normal
de funcionamiento del tribunal.

También como una manifestación de la búsqueda de la concreción de la


celeridad se establece que las partes podrán concurrir a la audiencia por
intermedio de mandatario, el que se entiende de pleno derecho facultado para
transigir, sin perjuicio de la asistencia de sus apoderados y abogados.

También debe el juez adoptar las medidas que eviten la paralización del
proceso o su indebida prolongación, lo que tiene como consecuencia que no
procede la institución del abandono del procedimiento.

En este aspecto, aun cuando también se vincula con el principio del impulso
procesal, se faculta al juez para corregir de oficio los errores que observe en la
tramitación del proceso, y para adoptar las medidas necesarias para evitar la
nulidad del procedimiento, debiendo, en todo caso, decretar la nulidad procesal si
el vicio ha ocasionado perjuicio al litigante que la reclama o si no es posible
subsanarla por otro medio. Sólo en el caso ya señalado en que se incumple la
obligación del juez de conducir todo el juicio, obligadamente deberá decretarse la
nulidad y en ningún caso puede pedir la nulidad la parte que ha originado el vicio o
concurrido a su materialización.

Inmediación.

Para este efecto la ley establece que las audiencias deberán celebrarse en
su totalidad ante el juez la causa, quien las preside y no puede delegar su
ministerio, sancionándose el incumplimiento de este mandato legal con la nulidad
insanable de todas las actuaciones y de la audiencia, que debe declarar el propio
juez de oficio o a petición de parte.

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Sólo en caso de retardo en la tramitación de los juicios, el juez podrá
autorizar al secretario abogado para que, en calidad de suplente, asuma toda la
tramitación del juicio, entendiéndose, para todos los efectos legales que el juez
falta a su despacho, por lo que sólo el secretario podrá presidir la audiencia, dictar
las resoluciones, el fallo y llevar a cabo las actuaciones que corresponda,
aplicándosele la misma obligación señalada para el juez.

Publicidad.

En concordancia con todo el resto de nuestro ordenamiento jurídico, la ley


establece que los actos procesales son públicos.

Impulso procesal de oficio.

En contraposición a lo que se establece para el procedimiento ordinario


civil, la ley señala que una vez reclamada la intervención del tribunal en forma
legal, ésta actuará de oficio, para lo que decretará las pruebas que estime
necesarias, aun en el caso que las partes no las hayan ofrecido, y al mismo
tiempo podrá rechazar, mediante resolución fundada, pruebas ofrecidas por las
partes por estimarlas inconducentes, procediendo contra esta resolución sólo
reposición que debe solicitarse en la misma audiencia.

Otra manifestación de este mismo principio dice relación con el hecho que
el juez, en el ejercicio de su función cautelar decretará todas las medidas que
estime necesarias para asegurar el resultado de la acción, la protección de un
derecho o la identificación de los obligados y determinación de su patrimonio.

Buena fe.

Aun cuando este es un principio transversal a todo nuestro ordenamiento


jurídico, la ley explicita que los actos procesales deben ejecutarse de buena fe,
otorgando al tribunal la facultad para adoptar las medidas necesarias para impedir
el fraude, la colusión, el abuso del derecho y las actuaciones dilatorias, pudiendo
rechazar de plano las actuaciones que considere que tienen este carácter,
procediendo sólo la reposición que debe ser solicitada en la misma audiencia.

Para estos efectos se definen como actuaciones dilatorias aquellas que,


con el solo objeto de demorar la prosecución del juicio, son intentadas por alguna
de las partes.

Gratuidad.

Todas las actuaciones, trámites o diligencias en las causas laborales,


realizadas por funcionarios del tribunal son gratuitas para las partes,
correspondiendo la responsabilidad disciplinaria de esta materia al encargado de
la gestión administrativa del tribunal, al igual que del oportuno cumplimiento de las
diligencias.

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Reglas Comunes a Todo Procedimiento Laboral.

Aplicación supletoria de las normas que reglan el procedimiento ordinario


civil.

No constituye novedad la disposición que establece que en todo lo no


regulado por el Código del Trabajo, se aplican supletoriamente las normas de los
Libros I y II del Código de Procedimiento Civil.

Lo que si constituye una novedad es que al mismo tiempo se establece que


lo anterior es salvo aquellas normas que sean contrarias a los principios que
informan el procedimiento laboral, caso en el cual el tribunal dispondrá la forma en
que se realizará la actuación respectiva.

Comparecencia en juicio.

Retomando lo que estimamos la sana doctrina, la ley exige que las partes
comparezcan ante el Tribunal patrocinadas por abogado y representadas por
persona legalmente habilitada para actuar en juicio

Con la reforma de la Ley 20.260, se eliminó incluso la posibilidad que


comparecieran en las audiencias orales los postulantes que efectúan práctica
profesional en la Corporación de Asistencia Judicial, señalándose que las
defensas orales sólo podrán ser efectuadas por abogados habilitados.

La reforma de la reforma también estableció que el mandato y el patrocinio,


constituidos en el Juzgado de Letras del Trabajo se entiende constituido para toda
la prosecución del juicio en el Tribunal de Cobranza Laboral y Provisional, a
menos que exista constancia en contrario.

Los Plazos.

De acuerdo al nuevo artículo 436, los plazos son fatales, sin que tenga, por lo tanto,
importancia la forma en que ellos se expresen. No obstante lo anterior, no son fatales
los plazos establecidos para la realización de actuaciones propias del tribunal, lo cual
resulta lógico, por cuanto es éste quien debe administrar justicia, lo que no podría
hacer si al vencimiento del plazo se viera privado de ejecutar una determinada
actuación

Lo anterior quiere decir que la oportunidad para ejercer un derecho, o la


oportunidad para ejecutar el acto se extingue por el solo ministerio de la ley al
vencimiento del plazo respectivo, lo que se conoce como preclusión.

De acuerdo a la misma disposición el tribunal, de oficio o a petición de parte,


sin necesidad de certificación previa del vencimiento del plazo, dictará lo conveniente
para la prosecución del procedimiento.

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En materia procesal laboral los plazos de días se suspenden durante los días
feriados, de tal manera que son plazos de días hábiles, no obstante que el tribunal
por resolución fundada y por motivos justificados disponga que un determinado plazo
sea de días corridos.

La reforma a la reforma eliminó la norma que señalaba que los plazos se


aumentaban según lo dispuestos por el artículo 259 del CPC, lo que significa que en
el nuevo procedimiento laboral no tiene aplicación la tabla de emplazamiento.

Finalmente, en esta materia, durante el feriado judicial el procedimiento de las


causas laborales no se suspende, como lo señala el inciso 2º del artículo 314 del
C.O.T.

Las Notificaciones.

Estas son actuaciones judiciales destinadas a poner en conocimiento de las


partes una determinada resolución judicial.

Notificación Personal.

Señala la ley que la primera notificación al demandado debe hacerse en forma


personal, entregándosele copia íntegra de la resolución y de la solicitud en que ella
hubiere recaído, notificándose al demandante por el estado diario.

La notificación debe efectuarse por el funcionario que el tribunal determine,


según las circunstancias del lugar en que funcione el Tribunal, y otras
consideraciones que atiendan a lograr la eficacia de la actuación, pudiendo siempre
la parte interesada encargarla a un receptor

En los lugares y recintos de libre acceso al público, la notificación personal


puede efectuarse en cualquier día y a cualquier hora, tratando de causar las
menores molestias posibles al notificado.

Además, la notificación personal puede efectuarse en cualquier día, entre las


06,00 y las 22,00 horas en la morada o lugar donde pernocta el notificado, o en lugar
donde ejerce su industria, profesión o empleo o en el recinto del tribunal, pudiendo el
juez, por motivos fundados ordenar que la notificación se efectúe en horas distintas a
las indicadas.

En los casos anteriores, si la notificación se efectúa en día inhábil, los plazos


comenzarán a correr desde las 00,00 horas del día hábil inmediatamente siguiente,
aplicándose a los plazos la tabla de emplazamiento del artículo 259 del C.P.C.

Excepciones:

Notificación personal por cédula.

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Cuando no es posible efectuar la notificación personal, por no encontrarse a
la persona que se quiere notificar y siempre que el ministro de fe actuante
establezca cual es su habitación o el lugar donde ejerza su industria, profesión o
empleo y que se trata de una persona natural que no está en el lugar del juicio,
procederá a la notificación en el mismo acto, sin necesidad de nueva orden del
tribunal entregando las copias íntegras de la resolución y de la solicitud en que haya
recaído, a cualquier persona adulta que se encuentre en alguno de los lugares
señalados. Si no se encuentra persona alguna, se fijará un aviso en la puerta con
especificación exacta de las partes, la materia de la causa, el juez que conoce de
ella y de las resoluciones que se notifican.

Si la morada del notificado, o el lugar donde ejerce su industria, profesión o


empleo se ubican en un sitio o recinto en que no se permita el libre acceso, el aviso y
las copias se entregarán al portero o al encargado del edificio o recinto, debiendo
certificarse esta circunstancia.

Finalmente, el ministro de fe debe dar aviso de esta notificación a ambas


partes, el mismo día que la efectúe, o a más tardar al día siguiente hábil, por medio
de carta certificada.

Toda la excepción anterior no tiene aplicación cuando se trate de notificar la


demanda a un trabajador en el sitio o recinto donde preste sus servicios, si dicho
lugar depende del empleador con el cual litiga.

Notificación por avisos.

Cuando debe notificarse a una persona difícil de individualizar o cuyo


domicilio sea difícil de determinar, o cuando por el número de personas que se deba
notificar se haga difícil la práctica de tal diligencia, el juez podrá ordenar que se haga
mediante la publicación de un aviso, o por cualquier medio idóneo que garantice el
derecho a la defensa y los principios de igualdad y bilateralidad de la audiencia.

La notificación por aviso se hará mediante la publicación en el el Diario Oficial


u otro diario de circulación nacional o regional, conforme a un extracto confeccionado
por el tribunal que debe contener un resumen de la demanda y copia íntegra del
proveído,

Si la notificación de esta forma es solicitada por los trabajadores, la


publicación en el Diario Oficial será gratuita.

Notificación por carta certificada.

Se notifican de esta forma las resoluciones en que se ordene la


comparecencia personal de las partes, que no se hayan dictado en una audiencia, y
se entienden practicadas al 5º día siguiente a la fecha en que se entregó la carta en
la oficina de correos, de lo cual se dejará constancia.

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Para estos efectos todo litigante debe designar en su primera actuación un
“lugar conocido” dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funciona el
tribunal, el que se mantiene subsistente mientras no se designe otro.

Notificación por estado diario.

Todas las demás resoluciones se entienden notificadas a las partes desde su


inclusión en el estado diario del tribunal.

Notificación por medios electrónicos.

Salvo la primera notificación al demandado, todas las demás pueden ser notificadas
por medios electrónicos, o por cualquier otro, a petición de parte, debiendo dejarse
constancia de la notificación efectuada por alguno de estos medios.

Los incidentes.

De cualquier naturaleza que sean deben promoverse preferentemente (antes


de la reforma de la reforma “sólo”) en la audiencia respectiva y resolverse de
inmediato. Excepcionalmente el tribunal puede dejar su resolución para la definitiva.

Medidas cautelares.

Como ya se señaló, el juez, en el ejercicio de su función cautelar decretará


todas las medidas que estime necesarias para asegurar el resultado de la acción,
la protección de un derecho o la identificación de los obligados y determinación de
su patrimonio, de forma tal de garantizar el monto de lo demandado, debiendo ser
estas medidas proporcionales a la cuantía del juicio.

Lo anterior comprende, una vez notificada la demanda, que el tribunal


requiera de organismos públicos, empresas o de otras personas jurídicas y
naturales cualquier antecedente que a criterio del juez contribuya a los objetivos
señalados.

Estas medidas podrán llevarse a efecto aun antes de notificarse la persona


contra las cuales se dicten, cuando existan razones graves para ello y el tribunal lo
ordene. Si transcurren 5 días sin que se efectúe la notificación, quedan sin valor
las medidas decretadas.

Existe también la posibilidad que en la audiencia preparatoria se decreten


las medidas cautelares si ello no se ha hecho con anterioridad, y si ello ha
ocurrido, el juez resolverá si éstas se mantienen.

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Medidas precautorias y prejudiciales.

Las precautorias pueden decretarse en cualquier estado del juicio, y aun


cuando no esté contestada la demanda o aun antes de su presentación, como
prejudiciales, caso este último en el cual si persisten los motivos que llevaron a
decretarlas, se mantendrán como precautorias, pero si no se presenta la demanda
en el plazo de 10 días contados desde que la medida se hizo efectiva, caducará
de pleno derecho, sin necesidad de resolución judicial.

Para estos efectos debe acreditarse el fundamento y la necesidad del


derecho que se reclama.

Costas.

Impone la ley la obligación al tribunal de pronunciarse en toda resolución que


ponga término a la causa o que resuelva un incidente, de pronunciarse sobre las
costas, tasando las procesales y regulando las personales.

EL PROCEDIMIENTO DE APLICACIÓN GENERAL.

Como se ha señalado, concordante con las reformas introducidas en materia


de procedimiento penal y de familia, la reforma laboral también pretende imponer el
principio de la oralidad en la sustanciación de los juicios, pero aun así, ello no se
puede llevar a un punto demasiado extremo, de tal forma que se mantiene la
escrituración de las piezas principales del juicio, señalándose expresamente que la
demanda se interpondrá por escrito, y los requisitos que debe cumplir, a saber,

Requisitos de la demanda.

Se encuentran señalado en el nuevo artículo 446 del Código, y el artículo en


cuestión establece 5 requisitos formales:

1.- Designación del tribunal ante el cual se entabla (S. J. L. del T.), y ello
aun cuando ella se interponga ante un tribunal de jurisdicción común.

2.- El nombre, apellidos, domicilio y profesión u oficio del demandante, y en su


caso, de las personas que lo representen y la naturaleza de la representación.

3.- El nombre, apellidos, domicilio y profesión u oficio del demandado,


llamando la atención de que no se exija señalar la o las personas que lo representen
y la naturaleza de la representación, toda vez que es más frecuente que se de la
representación del demandado que en el caso del demandante.

4.- Exposición clara de los hechos y consideraciones de derecho en que se


fundamenta.

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5.- La enunciación precisa y clara de las peticiones que se someten a la
resolución del tribunal.

Obviamente deben proporcionarse los elementos de juicio para la


determinación de las cantidades y además, es recomendable, cuando se solicita el
pago de indemnizaciones u otras sumas, señalarlas, y agregar la frase sacramental
"o las sumas que US. estime que en justicia me corresponden", por cuanto si el juez,
en base a los elementos de juicio proporcionados, determina una cantidad mayor a
la solicitada, se evita la nulidad del fallo por ultrapetita.

Además, cuando se demanda a una institución de previsión o seguridad


social, debe acompañarse la resolución final de la respectiva entidad o del
organismo fiscalizador, según corresponda, que se pronuncia sobre la materia
sometida al conocimiento del tribunal, y de no darse cumplimiento a esta obligación,
no se admitirá a tramitación la demanda.

Establecía la reforma original que junto con la demanda se pueden


acompañar instrumentos y solicitar las diligencias probatorias que se estimen
necesarias, pero la reforma de la reforma (ley 20.260, del 29 de marzo de 2008),
estableció que la prueba documental sólo se puede presentar en la audiencia
preparatoria. Para conciliar la contradicción respecto de la oportunidad para
presentar la prueba documental, con la ley 20.287, del 17 de septiembre de 2008
(reforma de la reforma de la reforma), modificándose el artículo 446, se eliminó
derechamente la posibilidad de acompañar instrumentos y solicitar diligencias
probatorias en la demanda.

Sin embargo, se mantiene la obligación de presentar junto con la demanda los


documentos que den cuenta de actuaciones administrativas a que se refieren los
hechos contenidos en la demanda, es decir, las actas de la Inspección del Trabajo

Actividad del juez luego de presentada la demanda.

A fin de hacer realidad el principio de la celeridad en la tramitación de los


autos, la ley establece varias actitudes que debe, o puede, según el caso, adoptar el
juez, una vez presentada la demanda:

a) Demanda relativa al pago de cotizaciones.

En este caso, el juez, junto con conferir traslado de la demanda, debe ordenar
que ella se notifique también a la o las instituciones de seguridad social que
debían percibir las cotizaciones adeudadas, lo que se hará por carta certificada
que debe contener el texto íntegro de la demanda y de la resolución en ella
recaída, o un extracto, si es muy extensa.

b) Declaración de incompetencia.

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El juez debe declarar de oficio cuando estime que es incompetente para conocer
de la demanda, debiendo señalar el tribunal que estima competente al cual
remitirá los antecedentes.

c) Declaración de caducidad de la acción.

Si del contenido de la demanda se desprende claramente que la acción ha


caducado, el juez lo declarará de oficio y no admitirá la demanda a tramitación.

d) Acumulación de autos.

Puede el juez decretar de oficio, y también a petición de parte la acumulación de


varias demandas en contra de un mismo demandado que se tramiten en un
mismo tribunal, cuando las acciones sean idénticas, aun cuando se trate de
actores distintos y se encuentren en un estado de tramitación que no implique
retardo para una o más de ellas.

Si la acumulación se solicita por una parte, se dará traslado por 3 días a la otra, y
evacuado éste, o en rebeldía, debe resolver.

En todo caso el juez siempre tiene la facultad de ordenar la desacumulación de


las causas.

Acumulación de acciones.

Permite la ley que el actor acumule en una misma demanda todas las
acciones que pretenda ejercer en contra de un mismo demandado, habiéndose
eliminado con la reforma de la reforma la posibilidad de que se hiciera ello “aun
cuando (las acciones) procedan de distintos títulos”.

Sin embargo, si la tramitación de las acciones debe someterse a


procedimientos distintos, debe someterse a ellos, y en caso de que una acción
dependa de otra, no corre plazo para ejercerla hasta que el fallo de la acción de la
cual depende la otra se encuentre ejecutoriado.

Procedimiento.

Establece que este procedimiento se desarrolla en dos audiencias, siendo la


primera preparatoria y la segunda de juicio.

Una vez que se admite la demanda a tramitación se cita sin más trámite a las
partes a la primera audiencia, dentro de los 35 (30 antes de la reforma de la reforma)
días siguientes a la resolución, fijando día y hora para ello.

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En todo caso, para garantizar el principio de bilateralidad de la audiencia, y la
adecuada defensa del demandado, debe mediar, a lo menos 15 días (10 días antes
de la reforma de la reforma) entre la notificación y la fecha de la audiencia.

En la resolución que cite a la audiencia se debe establecer expresamente que


ella se celebrará con la parte que asista, y a las que no lo hacen le afectarán todas
las resoluciones que se dicten sin necesidad de nuevas notificaciones. También debe
señalarse que las partes deben en la audiencia señalar los medios de prueba de que
se valdrán en la audiencia oral de juicio y requerir las diligencias de prueba que
estimen atinentes a sus alegaciones, para que el tribunal examine su admisibilidad.

Contestación de la demanda.

El demandado debe contestar la demanda por escrito, con a lo menos cinco


días de anticipación a la fecha de celebración de la audiencia preparatoria (antes de
la reforma de la reforma a ley facultaba al demandado para contestar por escrito,
caso en el cual debía presentarla al tribunal, al menos con un día de anticipación a la
audiencia, o por escrito en la misma).

La reforma de la reforma estableció, además, que la contestación debe


contener una exposición clara y circunstanciada de los hechos y fundamentos de
derecho en que se sustenta, las excepciones y/o demanda reconvencional que se
deduzca, debiendo pronunciarse sobre los hechos contenidos en la demanda,
aceptándolos o negándolos en forma expresa y concreta.

Lo anterior es de la mayor importancia, por cuanto se establece en la ley que


cuando el demandado no conteste la demanda, o cuando haciéndolo no negare
algunos hechos contenidos en la demanda, el juez, en la sentencia definitiva, podrá
estimarlos como tácitamente admitidos.

La Reconvención.

Esta sólo es procedente cuando el tribunal sea competente para conocer de


ella como demanda, y esté íntimamente ligada con la demanda que se ha deducido.

Debe contener las mismas menciones de la demanda, y se tramita


conjuntamente con ella.

Reglas de la audiencia preparatoria.

1.- Comienza con la relación somera que hará el juez del contenido de la demanda,
de la contestación, y, en su caso, de la reconvención y de las excepciones opuestas,
si éstas hubieren sido interpuestas por el demandado con a lo menos cinco días de
anticipación a la fecha de la audiencia.

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2.- A continuación se dará traslado al demandante para contestar la demanda
reconvencional y las excepciones, en su caso.

3.- Evacuado el traslado, el juez deberá pronunciarse de inmediato acerca de las


excepciones de incompetencia, de falta de capacidad o de personería del
demandante, de ineptitud del libelo, de caducidad, de prescripción o de aquellas en
que se reclame el procedimiento, siempre que el fallo pueda fundarse en
antecedentes que obren en el proceso o sean de pública notoriedad.

La resolución que se pronuncie sobre las excepciones de incompetencia del tribunal,


caducidad y prescripción deberá ser fundada y sólo será apelable aquella que las
acoja, debiendo interponerse el recurso de inmediato en la audiencia, y si se
concede, se hará en ambos efecto, para ser conocido en cuenta por la Corte de
Apelaciones.

Las demás excepciones, que no deban fallarse de inmediato, se tramitan


conjuntamente y se fallarán en la sentencia definitiva

En todo caso, cuando sea posible, se suspenderá la audiencia por el plazo más
breve posible, para que se subsanen los defectos u omisiones, en el plazo de cinco
días, bajo apercibimiento de no continuarse adelante con el juicio.

4.- Respecto de la contestación de la demanda, si el demandado se allana a parte


de la demanda y se opone a otra se continúa con la tramitación de esta última sólo
en la parte que hubo oposición, debiendo el juez establecer los hechos sobre los que
existe conformidad entre las partes, resolución que tendrá el carácter de sentencia
ejecutoriada, y se dará paso al procedimiento de cumplimiento.

5.- Contestada la demanda, evacuados los traslados respecto de la reconvención y


de las excepciones, en su caso, el juez debe llamar a las partes a conciliación,
proponiendo las bases para el acuerdo, sin que sus opiniones sirvan como causal de
inhabilidad.

Si hay conciliación, sea total o parcial, se debe dejar constancia de ella en el acta
que deben suscribir las partes y el juez, la cual tiene el carácter de sentencia
ejecutoriada, tramitándose separadamente, si ello es necesario, el cobro de las
sumas que resulten de la conciliación parcial.

6.- Si no hay conciliación, el tribunal procede a recibir la causa a prueba, fijando los
hechos que debe probarse, procediendo contra esta resolución sólo reposición, que
debe interponerse y fallarse de inmediato.

Si no hay hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, se dará por concluida la


audiencia y se procederá a la dictación de la sentencia.

7.- Acto seguido las partes procederán a ofrecer las pruebas que pretenden rendir en
la audiencia de juicio, que pueden ser todas las reguladas por la ley y cualquier otro

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medio de convicción que a juicio del tribunal fuere pertinente, debiendo el juez
pronunciarse fundadamente en el acto, acerca de la pertinencia de la prueba
ofrecida, admitiéndose sólo aquellas que digan relación directa con el asunto
sometido a la decisión del tribunal y que sean necesarias para su resolución.

Resta todo valor la ley a aquellas pruebas que aporten las partes y que se hubieren
obtenido directa o indirectamente por medios ilícitos, o mediante actos que impliquen
violación de derechos fundamentales.

8.- En la audiencia el juez podrá decretar diligencias probatorias que deberán


cumplirse en la audiencia de juicio.

9.- Se fija la fecha de la audiencia de juicio, en un plazo que no puede exceder a 30


días, quedando de inmediato las partes citadas.

10.- De lo actuado se levantará una breve acta que debe contener:

- La indicación del lugar, la fecha y el tribunal, la individualización de los


comparecientes que concurrieron a la audiencia y la hora de inicio y
término de ella;
- La resolución de las excepciones opuestas.
- Los hechos que deberán acreditarse.
- La individualización de los testigos.
- La resolución relativa a la eventual conciliación parcial que pudiera
haberse producido.

Finalmente, si ninguna de las partes asiste a la audiencia preparatoria, por


una sola vez, tendrán el derecho a solicitar, en forma conjunta o separada, dentro de
quinto día desde que se debió efectuar, un nuevo día y hora para su realización.

Reglas de la audiencia de juicio oral.

1.- Se inicia con la rendición de las pruebas decretadas por el tribunal, comenzando
con la del demandante, y luego la del demandado.
Excepción: En los juicios sobre despido rendirá primero la prueba el demandado, a
fin que acredite la veracidad de los hechos expuestos en la notificación de término
del contrato de trabajo, no pudiendo alegar en el juicio hechos distintos a aquellos.

2.- El orden de rendición de las pruebas es el siguiente: documental, confesional,


testimonial y luego los demás medios ofrecidos, pudiendo el tribunal alterar este
orden por motivos justificados.

3.- Rendida la prueba, las partes, en forma oral y en forma breve y precisa podrán
formular observaciones a ella y sus conclusiones.

4.- Finalizada la audiencia se extiende el acta correspondiente, en la que debe


constar el lugar, la fecha e individualización del tribunal, de las partes

15
comparecientes, sus apoderados y abogados, y de cualquier otra circunstancia que
el tribunal estime pertinente incorporar.

La prueba.

Documental.

Los documentos nunca se pueden acompañar como prueba en otra


oportunidad distinta que la audiencia de juicio, previo a haberla ofrecido en la
audiencia preparatoria.

Debe tenerse presente que aquellos documentos que deben acompañarse a


la demanda (los que den cuenta de actuaciones administrativas o que contengan
resoluciones de organismos contra la cual se reclama), no tienen valor probatorio,
sino que la ley exige que se acompañen con otras finalidades, tales como, por
ejemplo, verificar si no ha operado la caducidad de la acción en materia de juicios
sobre despido injustificado.

Respecto de la impugnación de los documentos, la práctica judicial ha


determinado que en la audiencia preparatoria, al ofrecerse los documentos, éstos
sólo pueden ser objetados respecto de su pertinencia en relación a los hechos a
probar o por tratarse de prueba ilícita o sobreabundante, y sólo en la audiencia de
juicio, al ser incorporados por la contraparte, se pueden objetar por razones de
fondo, como no constar su integridad o autenticidad o emanar de un tercero ajeno al
juicio, etc.

Exhibición de documentos.

Si ha sido ordenada por el juez se verificará en la audiencia de juicio.

Si una de las partes, sin justificación omite exhibir aquellos documentos que
legalmente deban estar en su poder, el juez podrá estimar probadas las alegaciones
hechas por la contraria en relación a la prueba decretada.

Absolución de posiciones.

Se debe solicitar en la audiencia preparatoria por una sola vez por cada parte,
y la resolución que la ordene se notificará en el acto.

Las posiciones se formulan verbalmente, sin que se admitan pliegos, en


términos claros y precisos, de tal forma que sean entendidas sin dificultad y deben
ser pertinentes a los hechos sobre los cuales debe versar la prueba. El tribunal, de
oficio o a petición de parte puede rechazar aquellas que no se ajusten a las
exigencias señaladas, y además puede formular al absolvente las preguntas que
estime pertinentes, y también ordenar que se aclaren o precisen las respuestas.

16
Si la persona citada a absolver no comparece, sin causa justificada o da
respuestas evasivas, se podrán presumir como efectivas en relación a los hechos
objeto de la prueba las alegaciones de la contraria contenidas en la demanda o en la
contestación.

La persona citada debe comparecer personalmente a la audiencia, a menos


que designe un mandatario para tal efecto, y si se trata del empleador, debe tratarse
se una de las personas señaladas en el artículo 4 del Código del Trabajo, debiendo
constar la designación por escrito y entregarse al inicio de la audiencia.

Si existe pluralidad de demandantes y se cita a absolver a muchos o a todos


ellos, el juez puede reducir su número, especialmente cuando estime que sus
declaraciones pueden resultar en una reiteración inútil sobre los mismos hechos.

Si se alega entorpecimiento respecto de una persona citada a confesar,


deberá acreditarse su fundamento, debiendo el juez resolver en la misma audiencia,
y sólo se aceptará cuando se invoquen hechos sobrevivientes y de carácter grave,
caso en el cual el juez debe adoptar las medidas para la realización de la diligencia a
la brevedad, notificando a las partes en el acto.

Testimonial

Los testigos de que piensan valerse las partes deberán individualizarse en la


audiencia preparatoria, y su citación se despachará por carta certificada, con a lo
menos 8 días de anticipación a la fecha de la audiencia de juicio, al domicilio que se
haya señalado para cada uno de ellos.

Los testigos podrán declarar sólo ante el tribunal que conozca la causa y
serán admitidos sólo 4 testigos por cada parte.

Excepciones:

a) Cuando se haya decretado acumulación de autos el juez determinará el


número de testigos, pero no pueden ser más de 4 por cada causa.
b) Por resolución fundad el juez puede ampliar el número de testigos de cada
parte cuando por la naturaleza de los hechos a ser probados, ello se
considere indispensable para una acertada resolución.
c) Puede también el juez reducir el número de testigos e incluso prescindir de la
testimonial cuando estime que sus declaraciones puedan constituir una
reiteración inútil sobre hechos suficientemente esclarecidos.

Los testigos declararán bajo juramento o promesa de decir la verdad,


debiendo el juez, en forma expresa, y previa a la declaración, advertirles sobre las
penas del falso testimonio, tipificado en el artículo 209 del Código Penal.

Debe destacarse que la ley eliminó la institución de las tachas a los testigos,
pero cuando corresponda a la contraparte formular interrogaciones al testigo podrá

17
hacer las observaciones que estime oportunas respecto de las circunstancias
personales y la veracidad de los dichos.

En esta misma oportunidad tanto el tribunal como las partes podrán hacer al
testigo las preguntas que estimen necesarias para el esclarecimiento de los hechos
del juicio y también podrán exigir que el testigo aclare o precise sus dichos.

Las preguntas no pueden formularse en forma asertiva, ni contener elementos


de juicio que determinen la respuesta, o referirse a hechos o circunstancias ajenos al
objeto de la prueba, cuestión que será calificada por el tribunal sin más trámite.

Finalmente establece la ley que la comparecencia de un testigo a la


audiencia de juicio siempre constituye justificación suficiente para faltar a sus
obligaciones laborales, educativas o de otra naturaleza.

Oficios.

El tribunal sólo dará lugar a la remisión de éstos cuando se trate de requerir


información objetiva, pertinente y específica sobre los hechos materia del juicio.

Cuando se dirija a entidades públicas, el oficio debe dirigirse a la oficina o


repartición en cuya jurisdicción ocurrieron los hechos o deba constatar los
antecedentes sobre los cuales se solicita el informe.

Las personas o entidades públicas o privadas deben evacuar el oficio en el


plazo que fije el tribunal, el que no puede exceder de los 3 días anteriores a aquel
fijado para la audiencia de juicio, y en la forma que determine el juez, pudiéndose
disponer de cualquier medio idóneo de comunicación o de transmisión de datos para
la pronta práctica de la diligencia, debiendo adoptarse las medidas necesarias para
asegurar su debida recepción por el requerido y dejarse constancia de ello.

Informe de peritos.

Cuando se rinda esta prueba, el informe deberá estar a disposición de las


partes en el tribunal a lo menos 3 días antes de la audiencia de juicio, pudiendo el
juez, en acuerdo con las partes, eximir al perito de la obligación de .concurrir a
prestar declaración, admitiéndose en este caso el informe como prueba. Si el perito
debe concurrir a declarar, se le interrogará al igual que a los testigos.

En esta prueba el juez también puede disponer de cualquier medio idóneo de


comunicación o de transmisión de datos para la pronta práctica de la diligencia,
debiendo adoptarse las medidas necesarias para asegurar su debida recepción por
el requerido y dejarse constancia de ello.

Si el oficio o el informe de peritos no se evacuan antes de la audiencia, y se


estimare que su contenido es relevante para la resolución del asunto, el juez deberá

18
tomar en la misma audiencia las medidas que fueren necesarias para su aportanción
en ella, y si ello no es posible, se fijará una nueva audiencia para este solo efecto, la
que debe realizarse en el más breve plazo.

Otros medios de prueba.

Cuando se rindan pruebas que no estén reguladas expresamente por el


Código del Trabajo, el tribunal determinará la forma en que se incorporarán al juicio,
y en lo posible la adecuará al medio de prueba más análogo que esté regulado.

Observaciones a la prueba.

Una vez rendida toda la prueba, las partes en forma oral, formularán en forma
breve y precisa las observaciones que les merezca la prueba rendida y sus
conclusiones.

Apreciación de la prueba.

La prueba rendida se apreciará de acuerdo a las reglas de la sana crítica,


debiendo expresarse las razones jurídicas y las simplemente lógicas, científicas,
técnicas o de experiencia en cuya virtud desestima o da valor a las pruebas
rendidas.

Se agrega que deberá el juez tomar en consideración especialmente la


multiplicidad, gravedad, precisión, concordancia y conexión de las pruebas rendidas
o de los antecedentes del proceso que use, de modo que su examen conduzca
lógicamente a la conclusión que convence al sentenciador.

La sentencia.

Esta deberá pronunciarse al término de la audiencia de juicio, o, en todo caso,


dentro de décimo quinto día, contado desde la fecha de realización de ella, caso en
el cual citará a las partes para notificarlas del fallo, fijando día y hora al efecto, dentro
del mismo plazo.

Se debe pronunciar sobre todas las acciones y excepciones deducidas y que


no se hubiesen resuelto con anterioridad y sobre los incidentes, en su caso, o sólo
sobre éstos cuando sean previos e incompatibles con las acciones y excepciones
hechas valer.

De acuerdo al artículo 459 del Código, la sentencia definitiva deberá contener:

1) El lugar y la fecha en que se expida.

2) La individualización completa de los litigantes.

19
3) Una síntesis de los hechos y de las alegaciones de las partes.

4) El análisis de toda la prueba rendida, los hechos que estime probados y el


razonamiento que conduce a dicha conclusión..

5) Los preceptos constitucionales, legales o contenidos en tratados


internacionales ratificados por Chile, y que se encuentren vigentes, las
consideraciones jurídicas y los principios de derecho o de equidad en que el fallo se
funda.

6) La resolución de las cuestiones sometidas a la decisión del tribunal con


expresa mención de las sumas que se ordena pagar o las bases necesarias para su
liquidación, si fuera procedente.

7) El pronunciamiento sobre el pago de las costas, o en su defecto, el motivo


que tuvo para absolver de su pago al vencido.

Si el fallo se ha dictado en la audiencia preparatoria sólo requerirá indicar los


números 1, 2, 5, 6 y 7.

Debe tenerse presente que, para hacer efectivo el principio de la


inmediación, se establece que si el juez que presidió la audiencia de juicio no
puede dictar la sentencia, deberá celebrarse nuevamente dicha audiencia.

Además, en caso de ser ello necesario, la sentencia deberá ser notificada a


los organismos que administran los diversos sistemas de seguridad social, a fin
que hagan efectivas las acciones destinadas al cobro de las cotizaciones impagas.

Cuando la sentencia quede a firme, ello deberá ser certificado de oficio por
el tribunal, y si no se acredita su cumplimiento en el plazo de 5 días, se procederá
a dar lugar a la ejecución de oficio por el tribunal, de acuerdo al procedimiento
correspondiente.

Cabe señalar que contra la sentencia definitiva, después de la R de la R


sólo procede el recurso de nulidad.

EL PROCEDIMIENTO DE CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA Y LA


EJECUCION DE LOS TITULOS EJECUTIVOS LABORALES

Parte señalando la ley que la tramitación de los títulos ejecutivos laborales se


efectuará de oficio, y por escrito por el tribunal, el que dictará las resoluciones y
ordenará las diligencias necesarias.

Para estos efectos hay que distinguir entre el cumplimiento de la sentencia y


el juicio ejecutivo laboral, propiamente tal.

20
Procedimiento de cumplimiento de la sentencia.

En lo no reglado por el Código, se aplican supletoriamente las normas del


Título XIX del Código de Procedimiento Civil, agregándose que ello siempre que no
se vulneren los principios que informan el procedimiento laboral.

Establece la ley que iniciada la ejecución el juez, de oficio o a petición de


parte, puede ordenar a la Tesorería General de la República que retenga los fondos
correspondientes a devoluciones de impuestos a la renta que se deban restituir al
ejecutado, con sus reajustes, intereses y multas, teniendo esta medida el carácter de
cautelar.

Una vez ejecutoriada la sentencia, y transcurrido el plazo de 5 días (que se


otorga para acreditar el cumplimiento de lo resuelto), el tribunal ordena de oficio el
cumplimiento, remitiendo los antecedentes, dentro de quinto día, al Juzgado de
Cobranza Laboral y Previsional (JCLP), a fin que éste continúe con la ejecución.

Una vez recibidos los antecedentes el JCLP o habiéndose certificado por el


propio tribunal que dictó la sentencia que ésta se encuentra ejecutoriada, se remiten,
sin más trámite, a la “unidad de liquidación” o al funcionario encargado para que
proceda a la liquidación del crédito, sea para determinar los montos que se ha
condenado pagar o actualizarlos, aplicando los reajustes e intereses de acuerdo a la
ley.

La liquidación debe efectuarse dentro de tercero día, y se notifica por carta


certificada a las partes, junto al requerimiento al ejecutado para que pague dentro de
los cinco días siguientes.

Si el cumplimiento debe efectuarlo un tercero, se debe notificar a este


personalmente.

En caso que las partes hayan suscrito un acuerdo de pago, éste debe ser
ratificado ante el juez de la causa, teniendo de este modo mérito ejecutivo, y la o las
cuotas que se acuerden deben contemplar los reajustes e intereses del período,

El no pago de una o más cuotas hace de inmediato exigible el total de la


deuda, pudiendo el ejecutante recurrir al mismo tribunal, en el plazo de 60 días,
contados desde el incumplimiento, para que se ordene y cumpla dicho pago, caso en
el cual el juez puede incrementar el saldo de la deuda hasta en un 150%, cuestión
que se tramitará incidentalmente.

Notificada la liquidación a las partes, tienen el plazo de 5 días para objetarla,


lo cual es procedente sólo en caso de errores de cálculo numéricos, si existe una
alteración en las bases de cálculo o elementos o incorrecta aplicación de los índices
de reajustabilidad o de intereses.

21
La objeción se resuelve de plano, siendo facultativo oír a la contraria si el juez
estima que los antecedentes agregados a la causa no son suficientes para su
pronunciamiento.

Por otra parte, y en el mismo plazo de 5 días, sólo se podrán oponer las
siguientes excepciones, acompañando antecedentes escritos que la fundamenten:

a) El pago de la deuda.
b) Remisión.
c) Novación.
d) Transacción.

De la o las excepciones se confiere traslado por el término de 3 días, y


habiéndose o no evacuado el mismo, se resolverá sin más trámite, siendo la
sentencia que se dicte apelable en el solo efecto devolutivo.

Si el ejecutado no paga dentro del plazo de 5 días antes referido o ha


incumplido el convenio de pago, un ministro de fe, designado por el tribunal
procederá a trabar embargo sobre bienes muebles o inmuebles suficientes para el
cumplimiento íntegro de la ejecución y costas, tasando prudencialmente dichos
bienes, lo que consignará en el acta de la diligencia, todo lo anterior sin que sea
necesaria orden previa del tribunal.

Cuando no ha existido oposición, se ordenará, sin más trámite, que se haga


debido pago al ejecutante con los fondos retenidos, cautelados o embargados.

En caso de los bienes embargados, éstos serán rematados en una cifra no


inferior al 75% del valor asignado en la tasación en una primera subasta; y en un
50% en la segunda y sin mínimo en la tercera, pudiendo el ejecutante participar en el
remate y adjudicarse los bienes con cargo a su crédito.

Para los trámites y diligencias de este procedimiento de apremio el juez debe


tener presentes los principio del procedimiento laboral y tomar como referencia las
reglas de la ejecución civil, en lo que sena compatibles con dichos principios.

Salvo la apelación referida a la resolución de las excepciones opuestas, todas


las demás resoluciones que se dicten son inapelables.

El juicio ejecutivo.

Se establecen expresamente los títulos ejecutivos en materia laboral, norma


que antes no existía, encontrándose éstos dispersos en la legislación laboral, a
saber,

1.- Las sentencias ejecutoriadas.


2.- La transacción, la conciliación y el avenimiento que cumpla las formalidades
establecidas por la ley.

22
3.- Los finiquitos suscritos por el trabajador y el empleador y autorizados por el
inspector del trabajo o el funcionario que la ley faculta para actuar como ministro de
fe en materia laboral.
4.- Las actas firmadas por las partes y autorizadas por los inspectores del trabajo
que den constancia de acuerdos producidos ante éstos o que contengan el
reconocimiento de una obligación laboral o de cotizaciones de seguridad social o sus
copias certificadas por la respectiva inspección del trabajo.
5.- Los originales de los instrumentos colectivos del trabajo, respecto de las
cláusulas que contengan obligaciones líquidas y actualmente exigibles, y las copias
auténticas de los mismos, autorizadas por la inspección del trabajo.
6.- Cualquier otro título al que las leyes laborales o de seguridad social le otorguen
fuerza ejecutiva.

Para la ejecución señala la ley que tratándose de títulos distintos a la


sentencia ejecutoriada, se aplican las normas del Código del Trabajo y, a falta de
norma expresa, las establecidas en los Títulos I y II del Libro Tercero del Código de
Procedimiento Civil, cuando ellas no vulneren los principios del procedimiento
laboral.

Despachada la ejecución, el juez, sin más trámite, debe remitir a la unidad de


liquidación los antecedentes para que proceda a la liquidación del crédito dentro de
tercero día.

El requerimiento de pago debe efectuarse personalmente al deudor, junto con


la notificación de la liquidación, y en caso de no ser habido se procederá igual que
en el procedimiento de aplicación general, es decir, entregando una cédula a
persona adulta que se encuentre en el domicilio, o dejándola fijada en un lugar
visible, y en ella, además del mandamiento se señalará el día y hora en que se
efectuará el requerimiento en el lugar que determine el ministro de fe. Si el deudor no
concurre, se procede a trabar el embargo, sin más trámite.

En todo los demás se aplican las normas del procedimiento de cumplimiento


de la sentencia referidas a la retención de impuestos en la Tesorería, las del
convenio de pago que pueden suscribir las partes, las de la objeción a la liquidación,
las relativas a las excepciones que se pueden oponer y las referidas a la forma de
hacer pago al acreedor con los bienes cautelados, retenidos o embargados.

EL PROCEDIMIENTO DE TUTELA LABORAL

Este procedimiento viene a consagrar definitivamente en nuestro


ordenamiento laboral la idea de la eficacia horizontal de los derechos fundamentales
en las relaciones entre privados, particularmente en el contrato de trabajo.

Pese a que en la idea original se contemplaba un procedimiento especial y


distinto para la tutela de los derechos fundamentales, en definitiva se optó por la
aplicación del procedimiento de aplicación general, de acuerdo a lo dispuesto por el
artículo 491 del Código, por lo que, en estricto rigor, no existe un procedimiento de

23
tutela de derechos fundamentales, sino que al procedimiento de aplicación general
se le dota de reglas especiales.

Se puede recurrir a este procedimiento cuando, en el ejercicio de las


facultades que la ley reconoce al empleador, se afecten los derechos fundamentales
de los trabajadores, consagrados en la Constitución Política de la República, que se
señalan taxativamente en la ley:

1. Artículo 19, Nº1, inciso primero: El derecho a la vida y a la integridad física


y psíquica de la persona, cuando su vulneración sea consecuencia directa de
actos ocurridos en la relación laboral.
2. Artículo 19, Nº4: El respeto y protección a la vida privada y pública y a la
honra de la persona y su familia.
3. Artículo 19, Nº5: La inviolabilidad de toda forma de comunicación privada.
4. Artículo 19, Nº6, inciso 1º: La libertad de conciencia, la manifestación de
todas las creencias y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a
la moral, a las buenas costumbres o el orden público.
5. Artículo 19, Nº12, inciso 1º: La libertad de emitir opinión y la de informar, sin
censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio.
6. Artículo 19, Nº 16; En lo relativo a la libertad de trabajo, al derecho a su libre
elección y la no prohibición de ninguna clase de trabajo.

También se puede recurrir a este procedimiento para conocer de los actos


discriminatorios señalados en el artículo 2 del Código, salvo las exclusiones o
preferencias basadas en las calificaciones exigidas para un empleo determinado,
que no tienen ese carácter.

Se entiende que los derechos y garantías son lesionados cuando en el


ejercicio de las facultades que la ley reconoce al empleador se limita el pleno
ejercicio de éstas sin justificación suficiente, en forma arbitraria o desproporcionada o
sin respeto a su contenido esencial.

También se comprenden las represalias ejercidas contra los trabajadores por


el ejercicio de acciones judiciales, por su participación en ellas como testigo o haber
sido ofrecidos en tal calidad, o bien como consecuencia de la labor fiscalizadora de
la Dirección del Trabajo (modificado por Ley 20.974 de 3 de diciembre de 2016).

Decíamos que “se puede” recurrir a este procedimiento, por cuanto algunas
de las garantías constitucionales señaladas precedentemente también habilitan a la
interposición de de la acción de protección de las garantías constitucionales
establecida en el artículo 20 de la Constitución, pero establece la ley que si ello se
hace, ya no se podrá recurrir a este procedimiento laboral.

Sin embargo, atendidas las especiales características de los derechos y garantías


cuya tutela se pretende proteger, no puede acumularse la acción con acciones de
distinta naturaleza o con otras pretensiones idénticas, pero basadas en fundamentos
diversos de la vulneración de estos derechos y garantías.

24
Por las mismas razones, goza la tramitación de este tipo de procedimiento de
preferencia a todas las demás causas que se tramiten en el mismo tribunal, y
también gozan de preferencia los recursos que se interpongan.

Ahora bien, son legitimados activos de este procedimiento cualquier


trabajador o una organización sindical que, invocando un interés legítimo, considere
que se han lesionado derechos fundamentales en el ámbito de las relaciones
laborales y que corresponda conocer a la jurisdicción laboral.

Respecto de las organizaciones sindicales, cabe señalar que la ley no


distingue entre tipos de ellas, pudiendo ser cualquiera de las que establece la
legislación, es decir, cualquier tipo de sindicato o una federación o confederación e
incluso una central sindical.

Sí exige que la organización sindical tenga “un interés legítimo”. En esta


materia, debe tenerse presente que, salvo en el caso de las prácticas antisindicales,
la organización sindical nunca será titular del derecho fundamental afectado, ya que
todos los que enumera el artículo 485 del Código, ya que éstos son derechos de
titularidad individual, que sólo corresponden a personas naturales. De acuerdo a lo
anterior, la organización sindical puede ser titular de la acción, pero no del derecho
vulnerado, siendo por ello que se le exige un interés legítimo en la cuestión.

La idea del “interés legítimo” se considera como un intermedio entre la


titularidad individual, y las acciones públicas o de interés público, como es, por
ejemplo la que contempla el artículo 17 del Código para denunciar el trabajo infantil.

Entonces, estimamos que una organización sindical tendrá un interés


legítimo, en las siguientes situaciones:

a) Por supuesto, cuando el trabajador que ve afectado algún derecho


fundamental de los protegidos por el procedimiento es socio del sindicato.
b) Cuando se trata de una organización de grado superior a la cual se encuentra
afiliado el sindicato al cual, a su vez, se encuentra afiliado el trabajador
afectado.
c) También podría tratarse de una organización sindical a la cual no se
encuentra afiliado el trabajador, pero que reclama la protección de derechos
fundamentales de sus propios socios cuando exista una razonable
expectativa que la vulneración de los derechos de ese trabajador podría
terminar afectando a sus propios socios, por ejemplo, porque se trata del
mismo empleador; porque se trata de un grupo de empresas o una misma
unidad económica; porque se trata de una infracción de tal gravedad que
amerita que una organización de grado superior o incluso una central sindical
de nivel nacional efectúe la denuncia.

Además, si es el trabajador quien ha iniciado el procedimiento, la organización


sindical a la que se encuentre afiliado podrá hacerse parte, directamente, o a su vez

25
por intermedio de una organización de grado superior, como tercero coadyuvante.
También puede interponer directamente la denuncia la organización a la que se
encuentra afiliado el trabajador, caso en el cual actúa como parte principal.

También puede hacerse parte la Inspección del Trabajo, la que, además,


deberá emitir un informe acerca de los hechos denunciados.

Es obligación de la Inspección del Trabajo denunciar los hechos de que tome


conocimiento en su función fiscalizadora, acompañando el informe de fiscalización,
lo que constituirá suficiente requerimiento para iniciar el procedimiento, y en el
mismo juicio podrá actuar como parte.

Sin embargo, en forma previa, deberá efectuar una mediación entre las
partes, a fin de agotar las posibilidades de corrección de las infracciones que haya
constatado.

Como excepción, si la vulneración de derechos o garantías fundamentales se


ha producido con ocasión del despido del trabajador, sólo éste es legitimado activo
para ejercer la acción de protección, caso en el cual deberá interponerla en el plazo
de 60 días, contados desde la separación.

Si se acoge la denuncia, el juez ordenará el pago de la indemnización


sustitutiva del aviso previo de despido, y por años de servicio, esta última con el
recargo correspondiente, y, además, una indemnización adicional por él fijada,
equivalente entre 6 y 11 meses de la última remuneración mensual, que será fijada
incidentalmente.

Sin embargo, si el despido se ha calificado como discriminatorio por haber


infringido el artículo 2 del Código del Trabajo, y además como grave, mediante
resolución fundada, el trabajador podrá optar entre la reincorporación o las
indemnizaciones señaladas.

Antes de la R de la R se establecía que mientras dura la tramitación de la


denuncia, el plazo para solicitar la declaración de despido injustificado, indebido o
improcedente se suspende y sólo comenzará a correr una vez que se haya
desechado la denuncia por vulneración de derechos fundamentales. Sin embargo,
ello fue modificado, y ahora la ley dispone que si de los mismos hechos emanan dos
o más acciones de naturaleza laboral, y una de ellas corresponde al procedimiento
de Tutela Laboral, las acciones deben ser ejercidas conjuntamente en un mismo
juicio, salvo que se reclame el despido injustificado, caso en el cual la acción
correspondiente a este reclamo debe ser interpuesta subsidiariamente, caso en el
cual con la R de la R de la R. (Ley 20.287 de 17 de septiembre de 2008), que
modificó el inciso final del artículo 489, se estableció que en este caso se pierde la
preferencia que otorgaba el artículo 488 para la resolución de estas causas, lo cual
tiene por objeto evitar que se haga uso del procedimiento de tutela simplemente para
obtener dicha preferencia.

26
Agregó la R. de la R. que el no ejercicio de alguna de estas acciones supone
la renuncia de la misma.

En situaciones diversas al despido, quienquiera que efectúe la denuncia,


deberá formularla dentro de 60 días, contados desde que se produzca la vulneración
alegada, suspendiéndose el plazo de acuerdo a lo establecido en el artículo 168 del
Código del Trabajo, esto es, mientras dure la tramitación del reclamo ante la
Inspección del Trabajo.

Requisitos de la denuncia.

Esta deberá contener, además de los requisitos exigidos para toda demanda,
la enunciación precisa y clara de los hechos constitutivos de la vulneración alegada,
debiendo acompañarse todos los antecedentes en que ella se funde, y de no
hacerse ello, se concederá un plazo fatal de cinco días para hacerlo.

Una vez admitida a tramitación, se tramita de acuerdo a las normas del


Procedimiento de Aplicación General.

Sin perjuicio de lo anterior, el juez en la primera resolución que dicte, de oficio


o a petición de parte, ordenará la suspensión de los efectos del acto impugnado,
cuando por los antecedentes acompañados aparezca que se trata lesiones de
especial gravedad o cuando la vulneración pueda producir efectos irreversibles, todo
bajo apercibimiento de multa de 50 a 100 UTM, que se puede reiterar hasta obtener
el debido cumplimiento de la resolución. Lo mismo puede hacer en cualquier etapa
del procedimiento, cuando aparezcan los antecedentes señalados, no procediendo
contra estas resoluciones recurso alguno.

La prueba en el procedimiento de tutela.

Evidentemente, atendida la naturaleza propia de la relación laboral, al


trabajador le será más difícil acreditar la vulneración de sus derechos, ya que ello, en
la gran mayoría de los casos se hará de manera encubierta, y en el caso del
despido, lo más probables es que el empleador nunca esgrimirá directamente los
motivos, sino que incluso invocará la amplia causal del artículo 161, inciso 1º del
Código, es decir, necesidades de la empresa, establecimiento o servicios.

Es por lo anterior que el artículo 493 del Código ha establecido, como un tipo
de inversión del peso de la prueba, que cuando de los antecedentes acompañados
por la denunciante aparezcan indicios suficientes de que se ha producido la
vulneración de derechos fundamentales, deberá el denunciado explicar los
fundamentos de las medidas adoptadas y su proporcionalidad.

Respecto de lo anterior deben establecerse tres cuestiones:

a) Qué tipo de aliviación o reducción probatoria es la que establece la norma.

27
b) Cómo se accede a esta reducción, es decir, qué es lo que debe probar el
trabajador.
c) Cual es la situación del empleador con la reducción probatoria.

Respecto de la cuestión a) debe señalarse que no se trata propiamente de


una inversión de la carga de la prueba (onus probandi), por cuanto no es suficiente
que el trabajador alegue una vulneración de derechos fundamentales para que se
traslade al empleador la carga de la prueba, es decir, no se altera el principio
establecido en el artículo 1698 del Código Civil, que establece que “Incumbe probar
las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas o ésta”, sino que se trata de una
técnica más débil, ya que el denunciante no está enteramente liberado de la prueba,
sino que debe acreditar “la existencia de indicios suficientes” de le existencia de la
conducta vulneratoria, para que sólo en ese caso se de paso a la regla del artículo
493 del Código debiendo el empleador probar que su conducta se debió a motivos
objetivos y razonables.

Lo anterior, ha sido denominado en la doctrina como “Prueba Indiciaria”, la


que se puede definir como un estándar probatorio que exige una prueba mínima de
la vulneración de un derecho fundamental del trabajador subordinado a fin que sea
el empleador quien deba justificar la licitud de su actuación.

Debe tenerse presente que por “estándar de prueba” se entienden los criterios
que indican cuando se ha conseguido la prueba de un hecho, es decir, los criterios
que indican cuando está justificado aceptar como verdadera la hipótesis que los
describe.

Entonces, en el procedimiento de tutela, para efectos de dar aplicación a las


reglas de la sana crítica deben considerarse los siguientes parámetros de indicios:

a) En cuanto al número, deben ser dos o más.


b) Debe existir concordancia, deben apuntar en una misma dirección.
c) Deben ser plausibles, es decir, que los hechos de cada indicio deben
acreditarse fehacientemente.
d) Deben ser coherentes, es decir, que las inferencias sean racionales y tengan
correspondencia con el buen sentido y la lógica.

Una cuestión de mucha importancia es que el informe de fiscalización de la


Inspección del Trabajo goza de una presunción legal de veracidad, por lo que
debiera ser por sí mismo suficiente para dar por acreditados los indicios de la
conducta lesiva del empleador, si ello corresponde.

Por lo anterior, en esta situación, o cuando el trabajador ha logrado acreditar


los indicios, el empleador deberá probar:

a) La falsedad de los hechos constitutivos del indicio.


b) De acuerdo al artículo 485 del Código también podrá probar:
 La existencia de una justificación suficiente.

28
 Que la medida que limita el derecho del trabajador no es arbitraria o
desproporcionada.
 Que no se ha afectado el contenido esencial del derecho.
 Que la medida adoptada no se trata de una represalia.

Por su parte, el juez, para tomar su decisión deberá ponderar entre los
derechos fundamentales del empleador y del trabajador, de acuerdo al expreso
mandato del artículo 5, inciso 1º del Código, y en esta función deberá dar estricta
aplicación a lo previsto por el artículo 485, inciso 3º, del Código, el cual establece
que se entenderá que los derechos fundamentales y las garantías del trabajador
resultan lesionados cuando en el ejercicio de las facultades que la ley reconoce al
empleador se limite el pleno ejercicio de ellos:

a) Sin justificación suficiente.


b) En forma arbitraria o desproporcionada.
c) Sin respeto a su contenido esencial.

Se equipara a la vulneración de derechos fundamentales las represalias


ejercidas por el empleador contra los trabajadores en razón o como consecuencia de
la labor fiscalizadora de la Dirección del Trabajo o por haber ejercido el trabajador
acciones judiciales contra el empleador, evidentemente ello mientras la relación
laboral se encuentra vigente.

La ponderación de derechos fundamentales se refiere a la colisión de


principios, caso en el cual debe determinarse cual de los principios en juego debe
ceder frente al otro. A este respecto la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
Federal Alemán ha formulado la siguiente ley de ponderación: “Cuanto mayor es el
grado de la no satisfacción o de la afectación de un principio, tanto mayor tiene que
ser la importancia de la satisfacción del otro”. Desde otra perspectiva, una segunda
ley de ponderación señala que “Cuanto más intensa sea una intervención en un
derecho fundamental, tanto mayor debe ser la certeza de las premisas que
sustentan la intervención”

Respecto de la ponderación se ha señalado también que si bien es cierto que


ella constituye una técnica aplicable a la intervención del Estado legislador en el
ámbito de los derechos fundamentales, no lo es menos que su “traslado” a las
relaciones laborales se fundamenta en las diferencias de poder existentes en el
contrato de trabajo, reconocidas por la legislación laboral, por lo que este contrato
simularía una mini sociedad donde el Estado sería el empleador y los ciudadanos los
trabajadores, resultando, por lo tanto, absolutamente razonable exigir a aquel que en
el ejercicio de sus potestades respete los mismos límites que se aplican al Estado al
restringir los derechos fundamentales.

Las reglas del artículo 485 del Código plasman el principio de


proporcionalidad, que a su vez, se compone de tres sub principios, como son:

29
a) El de adecuación, que se refiere al control de idoneidad de la medida, en el
sentido que la medida debe ser apta para el fin que se persigue por el
empleador, y si no lo es, se estimará que la medida es arbitraria

b) El de necesidad, que determina si la intervención era prescindible o no.


Resulta evidente que siempre deberán preferirse las medidas de intervención
no invasoras de derechos fundamentales, pero si ello es imprescindible,
deben aplicarse los siguientes parámetros:

 Necesidad material: el medio utilizado debe ser el que menos afecte


los derechos fundamentales.
 Exigibilidad espacial: el medio debe ser el que estatuya el menor
ámbito de limitaciones del derecho.
 Exigibilidad temporal: la medida debe regir el menor tiempo posible.
 Exigibilidad personal: la medida debe afectar al menor número posible
de trabajadores

c) El de proporcionalidad en sentido estricto, que se refiere a determinar la


racionalidad de la intervención, según su objeto y los efectos que se
producen, señalándose que no se pueden afectar derechos fundamentales
por el solo objetivo económico del contrato o de la actividad empresarial, es
decir, la libre iniciativa económica o el derecho de propiedad del empleador
por sí mismos no pueden preterir los derechos fundamentales de los
trabajadores, salvo cuando se cumplan todos los requisitos antes señalados,
y si ello no es así, la medida deberá ser calificada como desproporcionada

La racionalidad de la medida adoptada, respecto de su objeto también


supone que ella no tenga por solo objeto una represalia o utilizarse como un
medio de persecución en contra del trabajador, caso en el que,
evidentemente, será calificada como irracional.

En cuanto a los efectos de la medida, ello se refiere a que no se afecte el


contenido esencial del derecho fundamental del trabajador. La limitación del
derecho debe resultar equilibrada en relación al objetivo perseguido.

Respecto de lo anterior, debe tenerse presente que el artículo 19, Nº26 de la


Constitución establece la “seguridad de que los preceptos legales que por
mandato de la Constitución regulen o complementan las garantías que ésta
establece o que las limiten en los casos en que ella lo autoriza, no podrán
afectar los derechos en su esencia, ni imponer condiciones, tributos o
requisitos que impidan su libre ejercicio”, esto es los que la doctrina
constitucional ha denominado como “límite de los límites.

Por su parte, el Tribunal Constitucional chileno ha señalado que “un derecho


es afectado en su esencia cuando se le priva de aquello que le es
consustancial de manera tal que deja de ser reconocible y que se impide el

30
libre ejercicio en aquellos casos en que el legislador lo somete a exigencias
que lo hacen irrealizable, lo entraban más allá de lo razonable o lo privan de
tutela jurídica”

La sentencia.

El juez, con el mérito del informe de fiscalización, lo expuesto por las partes y
demás pruebas rendidas, dictará sentencia en la misma audiencia o dentro de quinto
día, caso en el cual citará a las partes para notificarlas del fallo, fijando día y hora
para este efecto, pero deberá anunciar las bases fundamentales del fallo el término
de la audiencia.

Contenido de la sentencia.

En la parte resolutiva deberá contener:

1. La declaración de existencia o no de la lesión de derechos


fundamentales.
2. En caso afirmativo, si persiste el comportamiento antijurídico, debe
ordenar su cese inmediato, bajo apercibimiento de multa de 50 a 100
UTM, reiterable hasta que se acredite el cese de la conducta.
3. La indicación precisa de las medidas que debe cumplir el infractor,
dirigidas a obtener la reparación de las consecuencias derivadas de la
vulneración de los derechos fundamentales, con el apercibimiento
señalado en el número anterior, incluido el pago de las indemnizaciones, si
ello procede.
4. La aplicación de las multas a que hubiere lugar, en conformidad a las
normas del Código.

Se otorgan facultades al juez para velar por que la situación se retrotraiga al


estado inmediatamente anterior a la vulneración, y no podrá autorizar ningún tipo de
acuerdo entre las partes que signifique mantener la conducta atentatoria a los
derechos fundamentales.

Finalmente, se debe remitir copia de la sentencia a la inspección del trabajo,


para su registro.

EL PROCEDIMIENTO MONITORIO.

Viene a reemplazar este procedimiento al juicio de menor cuantía en lo


laboral, ya que se aplica en los casos de término del contrato de trabajo, cuando la

31
cuantía de lo disputado sea igual o inferior a 10 ingresos mínimos mensuales (8
antes de la R. de la R.), sin considerar en ella los aumentos derivados de lo
establecido en el artículo 162, incisos 5º y 7º, es decir, los pagos posteriores al
despido por no estar al día el empleador en el pago de las cotizaciones
previsionales.

Este procedimiento también se aplica a las contiendas que se originen por lo


dispuesto en el Artículo 201 del Código del Trabajo, es decir, materias relacionadas
con el fuero maternal.

Con la ley 20.287 se modificó el inciso primero del artículo 497 del Código del
Trabajo, dejando claramente establecido que este procedimiento es obligatorio para
las causas de la cuantía antes señalada, y que se requiere que el trabajador
previamente haya presentado un reclamo ante la Inspección del Trabajo, la que debe
fijar día y hora para la realización del comparendo respectivo.

Sin embargo, no se aclara qué sucede si el trabajador no concurre


previamente a la Inspección del Trabajo, ya que al parecer con la reforma antes
referida pareciera que ya no podría optar por el procedimiento ordinario.
Lo anterior no es exigible respecto de las materias señaladas en el artículo
201 del Código del Trabajo.

La citación al comparendo de conciliación se hará por carta certificada, o por


un funcionario de la Inspección, quien actuará como ministro de fe, caso en el cual
deberá entregar la notificación en forma personal al empleador, y si ello no es
posible, a persona adulta que se halle en el domicilio del reclamado

Las partes deben concurrir al comparendo de conciliación con los


documentos probatorios de que dispongan, tales como contrato de trabajo, balances,
comprobantes de pago de remuneraciones, registro de asistencia y cualquier otro
documento pertinente.

Del comparendo se levanta un acta, entregándose copia autorizada a las


partes que asistan.

Si el reclamante no concurre al comparendo, estando legalmente


citado, se pondrá término a dicha “instancia”, archivándose los antecedentes. Sin
perjuicio de lo anterior, el trabajador mantiene la facultad de recurrir a los tribunales
de acuerdo al procedimiento de aplicación general.

Si celebrada la audiencia no hay conciliación entre las partes, o ella es sólo


parcial, o cuando el reclamado no concurra al comparendo, el trabajador podrá
interponer la demanda correspondiente ante el juez del trabajo competente, en los
plazos establecido en los artículos 168 o 201 del Código, según corresponda,
debiendo interponerse la demanda por escrito y contener las menciones del artículo
446.

32
En la demanda debe acompañarse la copia autorizada del comparendo
realizado en la Inspección y los documentos que allí se presentaron, lo que no rige
en el caso de la acción que contempla el artículo 201 del Código.

Examinados los antecedentes por el juez, si estima fundadas las pretensiones


del demandante, la acogerá inmediatamente, o por el contrario, las rechazará de
plano. Para su pronunciamiento el juez deberá considerar, entre otros antecedentes,
la complejidad del asunto, la comparecencia de las partes en la etapa administrativa
y la existencia de pagos efectuados por el demandado.

Si no existen antecedentes suficientes para el pronunciamiento, el juez


deberá citar a una audiencia única de conciliación y prueba para dentro de los 20
días siguientes a la fecha de la resolución, fijando día y hora y debiendo mediar entre
la notificación y la audiencia, a lo menos, cinco días. (modificado por Ley 20.974 de
03 de diciembre de 2016)

Por el contrario, si existe pronunciamiento, tienen las partes 10 días para


reclamar contra esta resolución, contados desde su notificación, sin que proceda
ningún otro recurso.

Presentada la reclamación dentro de plazo, el juez citará a las partes a una


audiencia única de conciliación, contestación y prueba, que debe celebrarse dentro
de los 15 días siguientes a la presentación.

Si el empleador reclama parcialmente contra la resolución que acoge


parcialmente las pretensiones del trabajador, se debe certificar de oficio por el
tribunal el hecho que existen prestaciones que pueden cumplirse, y siempre que no
se acredite el cumplimiento de éstas, dentro del plazo de cinco días, se dará inicio a
la ejecución de oficio por parte del tribunal, de acuerdo al procedimiento de
cumplimiento de la sentencia.

A la audiencia deben concurrir las partes con todos sus medios de prueba, y
si lo hacen por medio de mandatario, éste debe tener la facultad de transigir,
efectuándose con la parte que asista.

El juez debe dictar la sentencia al término de la audiencia, la que debe


contener las menciones del artículo 459, Nº1, 2, 5, 6 y 7.

En todo caso, si se trata de causas de interés colectivo o que presenten una


complejidad mayor, mediante resolución fundada, el juez podrá dictar la sentencia
dentro de los tres días siguientes de terminada la audiencia, la que debe notificarse
de acuerdo al artículo 457, es decir, de la manera ordinaria. (modificado por Ley
20.974 de 03 de diciembre de 2016)

Contra las resoluciones que se dicten en este procedimiento proceden todos


los recursos establecidos en el Código, salvo el de unificación de jurisprudencia del
artículo 483 y siguientes.

33
PROCEDIMIENTO DE RECLAMO CONTRA MULTAS ADMINISTRATIVAS

Señala la ley que la resolución que aplique multas administrativas será


reclamable ante el juez del trabajo, dentro de los 15 días hábiles siguientes contados
desde su notificación, debiendo dirigirse la reclamación contra el jefe de la
Inspección Provincial o Comunal a la que pertenezca el funcionario que aplicó la
sanción.

Admitida a tramitación la reclamación que cumple los requisitos señalados, se


tramitará de acuerdo al procedimiento de aplicación general, a menos que la cuantía
de la multa, sea por la resolución que la impone o por la que resuelve la
reconsideración administrativa sea igual o inferior a 10 Ingresos Mínimos Mensuales,
caso en el cual se sustanciará de acuerdo a las normas del procedimiento monitorio.

Contra la sentencia que resuelve la reclamación proceden todos los recursos


establecidos en el Código, salvo el de unificación de jurisprudencia del artículo 483 y
siguientes.

En todos los demás casos en que en virtud el Código del Trabajo u otro
cuerpo legal se contemple la posibilidad de reclamación contra resoluciones dictadas
por la Dirección del Trabajo, distintas de la multa administrativa o de la que se
pronuncie sobre la reconsideración administrativa de la multa, se aplicará el
procedimiento monitorio.

LOS RECURSOS.

Respecto de éstos se aplican las normas del Código del Trabajo, establecidas
en el párrafo 5º, y supletoriamente las del Libro Primero del Código de
Procedimiento Civil.

La reposición.

Procede contra los autos, decretos y sentencias interlocutorias que no pongan


término al juicio o hagan imposible si continuación.

La reposición contra las resoluciones dictadas en audiencia debe interponerse


en forma verbal, inmediatamente después de dictada la resolución impugnada, y se
resolverá en el acto.

Contra las resoluciones dictadas fuera de audiencia debe presentarse dentro


de tercero día de notificada la resolución que se impugna, a menos que antes de
dicho plazo se realice la audiencia, caso en el cual se debe interponer al iniciarse
ésta, y será resuelta en el acto.

La apelación.

34
Sólo procede contra la sentencia de primera instancia, las interlocutorias que
pongan término al juicio o hagan imposible su continuación, las que se pronuncien
sobre medidas cautelares y contra las que fijen el monto de las liquidaciones o
reliquidaciones de beneficios de seguridad social.

En el caso de las medidas cautelares, la apelación contra la resolución que la


otorgue o rechace su alzamiento se concede en el solo efecto devolutivo, lo que se
aplica también a la apelación contra las resoluciones que fijen liquidaciones o
reliquidaciones de beneficios de seguridad social.

El recurso de nulidad.

Este es el único que procede contra las sentencias definitivas, cuando:

a) En la tramitación del proceso o en la dictación de la sentencia definitiva se


hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías constitucionales.
b) Se hubiere dictado con infracción de ley que hubiere influido sustancialmente
en lo dispositivo del fallo.
c) Haya sido dictada por juez incompetente, legalmente implicado o cuya
recusación se encuentre pendiente o haya sido declarada por tribunal
competente.
d) Haya sido dictada con infracción manifiesta de las normas sobre apreciación
de la prueba conforme a las reglas de la sana crítica.
e) Sea necesaria la alteración de la calificación jurídica de los hechos, sin
modificar las conclusiones fácticas del tribunal inferior.
f) En el juicio se hayan violado normas sobre inmediación o cualquier otro
requisito para los cuales la ley expresamente haya previsto como sanción la
nulidad o expresamente lo haya declarado como esencial.
g) Se dicte con omisión de cualquiera de los requisitos señalados en los
artículos 459 (requisitos de la sentencia definitiva dicta en procedimiento de
aplicación general), 495 (sentencia definitiva en procedimiento de tutela o 495
(sentencia definitiva del procedimiento monitorio).
h) Cuando contenga decisiones contradictorias.
i) Otorgue más de lo pedido por las partes o se extienda a puntos no sometidos
a la decisión del tribunal.
j) Haya sido dictada contra otra pasada en autoridad de cosa juzgada y ello
hubiera sido alegado oportunamente en el juicio.

Cuando el recurso se funde en distintas causales debe señalarse si se


invocan conjuntamente o unas en subsidio de las otras.

Cuando se acoja el recurso de nulidad por las causales de las letras d), e), g),
h), i) y j) deberá el tribunal ad quem dictar la sentencia de reemplazo que
corresponda con arreglo a la ley, y en todos los demás casos, en la misma
resolución que acoja el recurso, determinará el estado en que debe quedar el
proceso y ordenará que los antecedentes se remitan al tribunal correspondiente para
su conocimiento.

35
Expresamente se señala que no producen nulidad los defectos que no
influyan en lo dispositivo del fallo, sin perjuicio de la facultad de corregir de oficio que
tiene la Corte durante el conocimiento del recurso.

Lo mismo ocurre con los vicios que, conocidos, no hayan sido reclamados
oportunamente por todos los medios de impugnación existentes.

El recurso de nulidad debe interponerse por escrito ante el tribunal que dictó
la sentencia, dentro del plazo de 10 días, contados desde la notificación respectiva a
la parte que lo entabla, suspendiendo los efectos de la resolución recurrida.

Se debe señalar el vicio que se reclama, la infracción de garantías


constitucionales o de ley de que adolece la sentencia, caso en el cual, además, se
debe señalar la forma en que éstas influyen sustancialmente en lo dispositivo del
fallo.

Una vez interpuesto el recurso no pueden invocarse nuevas causales, sin


perjuicio de la facultad de la Corte de acoger el recurso deducido por motivos
distintos a los señalados por el recurrente, cuando corresponda a alguno de los
señalados en el artículo 478, es decir, de la letra c) en adelante.

Luego de su interposición, el tribunal a quo debe pronunciarse sobre la


admisibilidad del mismo, declarándolo admisible si fue interpuesto por escrito y
dentro de plazo., debiendo remitirse copia de la resolución que se impugna, del
registro de audio y de los escritos relativos al recurso a la Corte dentro del tercero
día de notificada la resolución que concede el último de los recursos.

Ingresado el recurso a la Corte, ésta se pronunciará en cuenta sobre su


admisibilidad, declarándolo inadmisible si no concurren los requisitos establecidos en
el inciso primero del artículo 479, o si carece de fundamentos de hecho o de
derecho, de peticiones concretas, o, en los casos que corresponda, si no se hubiera
preparado oportunamente.

Los alegatos en la Corte son sin previa relación y de una duración máxima de
30 minutos, no admitiéndose prueba alguna, salvo las necesarias para probar la
causal de nulidad alegada.

Si uno o más de los recurrentes falta a la “audiencia” (alegatos) produce el


abandono del recurso respecto de los ausentes.

El fallo debe pronunciarse dentro del plazo de 5 días, contados desde el


término de la vista de la causa.

Si una o más de varias partes hubiera entablado el recurso de nulidad, la


decisión favorable que se adopte aprovecha a los demás, a menos que los

36
fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, cuestión que debe
ser declarada expresamente por el tribunal.

Cuando no se deba dictar sentencia de reemplazo, al acoger el recurso la


Corte, junto con señalar el estado en que debe quedar la causa, debe devolverla
dentro de segundo día de pronunciada la resolución.

Si los errores en la sentencia no influyen en la parte dispositiva, la misma


Corte puede corregir los que advierta durante el conocimiento del recurso.

Contra la sentencia que falla el recurso de nulidad no procede recurso alguno,


como tampoco contra la que se dicte en un nuevo juicio realizado como
consecuencia de la sentencia que haya acogido un recurso de nulidad (plop).

Se establece que las causas laborales gozan de preferencia para su vista,


ajustándose su conocimiento estrictamente al orden de ingreso al tribunal.

Sin perjuicio de lo establecido en el artículo 69 del Código Orgánico de


Tribunales, debe designarse un día a la semana, a lo menos, para conocer de ellas,
completándose la tabla, si no hubieren causas suficientes, de la forma en que
determine el Presidente de la Corte de Apelaciones, quien será responsable
disciplinariamente del estricto cumplimiento de esta preferencia.

Si el número de causas pendientes hace imposible su vista y fallo en un plazo


inferior a dos meses, contados desde su ingreso a la secretaría, el Presidente de la
Corte de Apelaciones que funcione dividida en más de dos salas determinará que
una de ellas, a lo menos, se aboque exclusivamente al conocimiento de estas
causas por el lapso que estime necesario para superar el atraso.

El recurso de unificación de jurisprudencia.

Excepcionalmente, contra la sentencia que falle un recurso de nulidad


procede este recurso cuando respecto de la materia de derecho objeto del juicio
existieren distintas interpretaciones sostenidas en uno o más fallos firmes emanados
de Tribunales Superiores de Justicia.

Tramitación en Corte de Apelaciones.

El recurso debe interponerse ante la Corte de Apelaciones respectiva en el


plazo de 15 días desde la notificación de la sentencia que se recurre, a fin que sea
conocido por la Corte Suprema, y una vez interpuesto no pueden hacérsele
variaciones. Debe fundarse el recurso e indicarse, en una relación precisa y
circunstanciada las distintas interpretaciones respecto de las materias de derecho
objeto de la sentencia que se sostienen en diversos fallos de los tribunales
superiores, acompañándose copias de los referidos fallos.

37
La única causal de inadmisibilidad por parte del tribunal a quo es el haberse
interpuesto fuera de plazo, y contra la resolución que así lo declare procede la
reposición, que debe interponerse en el plazo de cinco días, fundada en error de
hecho, siendo inapelable la resolución que resuelva la reposición.

Efectos del recurso.

Su interposición no suspende la ejecución de la resolución recurrida, salvo


cuando el cumplimiento haga imposible llevar a efecto la que se dicte de acogerse el
recurso, pudiendo la parte vencida exigir que no se lleve a efecto el cumplimiento
mientras no se rinda fianza de resultas por parte de la parte vencedora, a
satisfacción del tribunal, debiendo ejercerse este derecho conjuntamente con la
interposición del recurso, pero en solicitud separada, y corresponde al tribunal a quo
pronunciarse de plano sobre esta petición al mismo tiempo de resolver la
admisibilidad, sin que lo que resuelva sea susceptible de recurso alguno.

Corresponde a la Corte de Apelaciones remitir a la Corte Suprema copia de la


resolución que resuelve el recurso de nulidad, del escrito por el cual se interpone el
recurso de unificación de jurisprudencia, y los demás antecedentes necesarios para
la resolución.

Tramitación en Corte Suprema.

La sala especializada de la Corte Suprema sólo puede declarar inadmisible el


recurso por la unanimidad de sus integrantes, declarando, por resolución fundada la
falta de alguno de los requisitos (plazo, recurso fundado, etc.), contra la cual procede
reposición dentro de quinto día.

Si el recurso es declarado admisible, el recurrido en el plazo de de 10 días


podrá hacerse parte y presentar las observaciones que estime convenientes.

Para la vista de la causa se observarán las reglas establecidas para la


apelación, pero los alegatos no pueden superar los 30 minutos.

El fallo sólo tendrá efecto respecto de la causa en que se pronuncie, y, en


ningún caso, afectará las situaciones jurídicas fijadas en las sentencias que le sirven
de antecedente.

Al acogerse el recurso la Corte Suprema dictará, acto seguido, y sin nueva


vista, pero separadamente la sentencia de reemplazo en unificación de
jurisprudencia, no siendo ésta, ni la que falla el recurso, objeto de recurso alguno,
salvo el de aclaración, rectificación o enmienda.

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