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PROCESOS DE TRATAMIENTO APLICADOS AL AGUA PARA

ALIMENTACIÓN A CALDERAS

Cloración
La cloración es el procedimiento de desinfección de aguas mediante el empleo de cloro o
compuestos clorados. Se puede emplear gas cloro, pero normalmente se emplea hipoclorito
de sodio (lejía) por su mayor facilidad de almacenamiento y dosificación. En algunos casos
se emplean otros compuestos clorados, como dióxido de cloro, hipoclorito de calcio o ácido
cloroisocianúrico.

Filtro de Arena y Antracita


Los filtros multimedia/multicapa tienen la función de remover material suspendido que causa
la turbidez en el agua. La turbidez puede ser causada por múltiples factores, como: polvo,
tierra, oxido, residuos de materia orgánica, etc.
Los filtros multimedia constan de distintas capas de materiales filtrantes de diferente
composición y granulometría, lo que permite una remoción gradual de los sedimentos.

Ultrafiltración
La ultrafiltración es el proceso en el cual se utiliza una membrana semipermeable, donde la
presión activada del proceso es capaz de fraccionar, separar y concentrar substancias sin que
estas sufran cambios de fase, a través de membranas semipermeables que permiten una mejor
separación del líquido, obteniendo una mayor fineza en cuanto al tamaño de partícula en el
intervalo de entre 10-3 a 10-2 micrones. Debido a que la membrana utilizada es
semipermeable, es necesaria la presencia de una presión que auxilie a las partículas a fluir a
través de la membrana, donde usualmente se aplica una presión menor de 100 psi, en
comparación con la de otros procesos de separación como el de osmosis inversa donde
generalmente es mayor de 2,000 psi.
La ultrafiltración es el tipo de filtración que utiliza membranas para separar diferentes tipos
de sólidos y líquidos. El tamaño de poro no es tan fino como en la nanofiltración y tampoco
requiere tanta energía para efectuar la separación, y es más pequeño que el de las membranas
de microfiltración.
La membranas de ultrafiltración están puestas en forma de capilares y están construidas con
materiales plásticos que son porosos semipermeables.

Filtro de carbón activado


La filtración por carbón activo se emplea en la industria azucarera, química, farmacéutica
etc., así como en el tratamiento de aguas, debido a su gran capacidad de adsorción de diversos
elementos, sumado a la posibilidad de limpieza del lecho filtrante con gran facilidad y
rapidez, así como a la capacidad de regeneración del mismo.
En el ámbito del tratamiento de aguas, estos procesos se emplean para depuraciones de agua
subterránea, purificaciones del caudal final de las Estaciones de Tratamiento de Agua Potable
ETAP, decloraciones del agua, depuración de aguas para piscinas, refinamiento de las aguas
residuales tratadas, etc.
El carbón activo se compone en un 75-80% de carbono y un 5-10% de cenizas. Físicamente
se presenta en polvo o en grano. Existen varios tipos de carbón activo, según la materia prima,
el tipo de activación y la duración del proceso de activación, pero, en cualquier caso, se
caracteriza por su pequeño y homogéneo calibre y su estructura interna, formada por un gran
número de poros de tamaños similares que puede alcanzar una superficie interna entre 500 y
1.500 m2/gr. Estos poros se dividen según su tamaño en macro poros, con un radio mayor a
25 nm, meso poros, entre 25 y 1 nm y, micro poros, con radio inferior a 1 nm.
Los lechos de carbón activo se instalan en columnas de filtrado, con o sin presión, siendo la
función desarrollada por éste la de filtrado final, en combinación con filtros de arenas,
actuando como adsorbente o, individualmente, actuando como filtro mecánico y adsorbente.
La adsorción con carbón activado consiste en retirar del agua las sustancias solubles mediante
el filtrado a través de un lecho de este material, consiguiéndose que los oligominerales pasen
a través de los microporos, separando y reteniendo en la superficie interna de los gránulos
los compuestos más pesados.
Este proceso retiene sustancias no polares como aceite mineral, polihidrocarburos
aromáticos, cloro y derivados, sustancias halogenadas como I, Br, Cl, F, sustancias
generadoras de malos olores y gustos en el agua, levaduras, residuos de la fermentación de
materia orgánica, microorganismos, herbicidas, pesticidas, etc., todo ello sin alterar la
composición original del agua, respetando los oligominerales y sin generar residuos
contaminantes.

Control Químico
Como parte del pre tratamiento del agua, antes de alimentarse al sistema de osmosis inversa,
se cuenta con un sistema de control químico cuyo objetivo es evitar la formación de
incrustaciones de sales, en las membranas de osmosis inversa.
Por un lado, se tiene la adición de un agente antincrustante facilita el arrastre de las sales a
través de la corriente de rechazo, dificultando el anclaje de los depósitos salinos sobre la
superficie de la membrana.
Además de lo anterior, el pH del agua de alimentación debe monitorearse de manera continua
para asegurar que este se mantenga siempre en el valor recomendado por el fabricante de las
membranas, dependiendo este ajuste, principalmente de la concentración de calcio,
carbonatos y sulfatos. Mantener el pH del agua de alimentación dentro de rango, evita la
precipitación del carbonato de calcio sobre la superficie de las membranas.

Osmosis Inversa
Un sistema de osmosis inversa consiste de pretratamiento, la unidad de ósmosis inversa y en
algunos casos post-tratamiento, dependiendo del uso final del agua de ósmosis inversa. La
filtración de carbón activado se emplea como un post-tratamiento cuando el sistema va a
suministrar agua potable. La membrana de ósmosis inversa no puede tolerar altas
concentraciones de hierro, manganeso, sulfuro de hidrógeno, dureza, ni turbidez, por lo tanto,
el pre-tratamiento es esencial para el desempeño del sistema de osmosis inversa. Una unidad
de osmosis inversa combinada con filtración de carbón activado es capaz de reducir todo el
espectro de impurezas encontradas en el agua potable, incluyendo contaminantes orgánicos
e inorgánicos.

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