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CAPÍTULO 3

CONSTRUCCIÓN DEL 16PF

No pretendemos examinar a fondo la construcción del 16PF,


sino revisar su significación básica que consideramos como una
de las mejores en psicología. El principal propósito de Cattell
(1943) al construir el 16PF era ofrecer un instrumento que midie-
ra las dimensiones fundamentales de la personalidad normal y
que pusiera de manifiesto de manera comprensiva el ámbito total
de las características personales. Su interés inicial se dirigía a
encontrar un conjunto de categorías descriptivas suficientemente
amplio para abarcar las múltiples variaciones de la personalidad
humana.

Cattell (1943). partió del supuesto de que si existía una forma


útil de describir a otra persona, debería existir una palabra para
ello, concretamente un adjetivo de la lengua inglesa. Por eso
comenzó la elaboración de su test buscando adjetivos que des-
cribieran a las personas en vez de utilizar las categorías utilizadas
por Jos psiquiatras (que es de donde había partido el MMPI). El
trabajo de Allport y Odbert (1936) le ayudó a simplificar su bús-
queda. Allport y Odbert habían peinado el diccionario hasta reu-
nir una lista de aproximadamente 18.000 adjetivos utilizados en
la descripción de la personalidad humana. Las palabras del dic-
cionario tal vez no llegan a abarcar todos los misteriosos y técni-
cos conceptos sobre las características personales, pero desde el
punto de vista práctico, los conceptos que no han sido recogidos
oficialmente en el lenguaje serían escasamente útiles para descri-
bir la personalidad de la mayor parte de la gente.
· Así pues, Cattell se propuso utilizar los adjetivos descriptivos información que se pierde al hacer esto queda compensada con
de la personalidad como punto de partida de su test; sin embar- la reducción de categorías. Otra forma de reducir categorías es
go, no consideró práctico ni deseable elaborar un test del que se distribuir 19-s palabras en dos o más factores. Así, no es necesaria
obtuvieran miles de puntuaciones en miles de rasgos. Por eso, fijó una categoría específica para osado, puesto que su significado lo
su objetivo en reducir los miles de adjetivos a un conjunto ópti- cubren casi perfectamente la mezcla de resistente y agresivo.
mo de categorías que condensaran la máxima información posi- Clasificar a alguien en resistencia y agresividad y no en osadía,
ble de la lista. Hacia 1940, cuando Cattell trataba de resolver este daría lugar a una pequeña pérdida de información.
problema, Spearman y otros habían desarrollado la técnica del
análisis factorial. En términos generales, el análisis factorial es una El problema de Cattell para reducir miles de descriptores a
técnica con un propósito muy simple, que consiste en identificar dimensiones o factores básicos de personalidad humana hubiera
un conjunto óptimo de pocas categorías que retenga f~ máxima sido fácilmente solucionado mediante el análisis factorial; pero
información o que dé razón de la mayor parte de la varianza. La en los años 40, seguir este procedimiento incluso con sólo 100
varianza, por lo que respecta al desarrollo del 16PF, es la cuanti- variables era físicamente imposible. Los cálculos eran sumamen- te
ficación de las variaciones que se dan en las personas en función largos, repetitivos y pesados. Era habitual que varias personas,
de las calificaciones que los demás les otorgan. Si todos los adje- trabajando ocho horas diarias durante cinco días a la semana,
tivos significaran lo mismo o si cada uno fuera descrito de la emplearan en torno a tres años para procesar factorialmente 40
misma forma por los demás, la varianza sería nula. variables. Aún así, el método utilizado constituía sólo una apro-
ximación al procedimiento deseado. Para acelerar su investiga-
El número de categorías derivadas a partir del análisis facto- ción, Cattell buscó otras vías para reducir el número de adjetivos.
rial es, hasta cierto punto, una cuestión discutible. Ciertamente, Basándose en su propio juicio, limitó la lista a 171 categorías
Cattell está ampliamente reconocido como el "padre de la Teoría (muchas de las cuales eran bipolares) y luego utilizó las técnicas
de los Cinco Grandes de la Personalidad" (Goldberg, 1993), correlacionales para reducirlas a 35 categorías sobre las cuales se
según la cual 5 factores (1) pueden dar cuenta de todas las varia- llevó a cabo el análisis factorial (Véase.Catte!l, 1973, para cono-
ciones que se dan entre las personas. A pesar de esta atribución cer los detalles del proceso).
de paternidad, Cattell (Cattell y Krug, 1989) cree que utilizando
sólo 5 factores se pierde demasiada información y sigue mante- Del análisis de Cattell se obtuvieron de 12 a 15 factores que
niendo la necesidad de los 16 factores (origen del nombre 16PF). parecían subyacer a las descripciones, en lengua inglesa, de la
personalidad humana. los factores se identificaron, por las letras
El objetivo del análisis factorial es, pues, descubrir qué del alfabeto desde la A a la O. Cada factor emergió del análisis
número mínimo de factores y cuáles en concreto son necesarios como un conjunto de ponderaciones numéricas aplicadas a las
para acopiar la mayor cantidad de información. Algunos ejemplos 35 categorías. Para interpretar la naturaleza de cada factor se
pueden ayudar a ilustrar este proceso. Las palabras amistoso, empezó por atender a su peso y a su denominación. Esta com-
sociable y extravertido tienen diferentes significaciones, pero prensión teórica de la naturaleza del factor constituye el funda-
estas diferencias son tan sutiles que podría utilizarse una única mento para la interpretación del 16PF, pero debe ser completada
dimensión o un solo factor para englobar las tres palabras per- con la experiencia y la investigación clínica sobre el propio test
diendo poca información. Este método de reducir categorías equi- para definir lo que mide realmente cada escala. De acuerdo con
vale a eliminar sinónimos. Por el contrario, frío y tímido parecen su progresión alfabética, los factores van decreciendo en impor-
demasiado diferentes para agruparlos bajo el epígrafe introverti- tancia o en el grado de contribución a las distintas formas con que
do, aunque los teóricos de los Cinco Grandes piensan que Ja las personas se describen unas a otras. Así el factor A (Afabilidad)
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es el primero en importancia, el factor B (Razonamiento) el segun-
do, el factor C (Estabilidad) el tercero y así sucesivamente. Tres de J
!

los 15 factores identificados por Cattell -D, J y K- fueron desecha-


dos provisionalmente porque se basaron en otros métodos de
investigación y no se comprobó que fueran muy replicables en
CAPÍTULO 4
adultos. Inicialmente, Cattell exigía que los factores procedieran
de tres fuentes: cuestionarios de auto-informe, ·calificaciones de LAS ESCALAS DEL 16PF
otras personas y observaciones de comportamientos reales.

Los tres factores que fueron desechados en su denogiinación


inglesa se sustituyeron por 4 provenientes de otras fuentes de La interpretación de las escalas de un test comienza con su
datos y se añadieron a los 12 restantes llegando a los 16 definiti- denominación. A veces, los rasgos que van a medirse, se especi-
vos. Puesto que estos últimos factores se derivaron únicamente de fican antes de que se construya el test. Frecuentemente se selec-
datos procedentes de cuestionarios se diferenciaron de los otros cionan a partir de bases teóricas (p. ej., puede elaborarse f.un test
asignándoles las siglas Q1, Q2, Q3 y Q4 (la Q como inicial de para medir la lista de las necesidades humanas propuesta por
"questionnaire"). Se trata de factores de personalidad totalmente
Murray) o a partir del uso clínico (p. ej., en un test centrado en
válidos que, por su naturaleza, se manifiestan a través de auto-
categorías diagnósticas).
i nformes mejor que por descripciones de otras personas. En el
uso clínico del 16PF no existe ninguna diferencia entre estas esca-
El valor del análisis factorial que dio origen al 16PF radica
las y las demás.
en que no especificó de antemano ninguno de los factores; dejó
que los datos hablaran por sí mismos. Cada factor surgió del aná-
lisis de un conjunto de adjetivos ponderados. El siguiente paso ·'
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consistió en determinar lo que los adjetivos tenían en común Y !'1
1
en asignarles un nombre congruente. En ocasiones, Cattell inven- 1
tó nombres para los rasgos puesto que ninguna palabra o frase
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parecía reflejar la dimensión que había resultado. A medida que illi
el test fue desarrollándose y que la investigación y la práctica clí- '!

nica clarificaron lo que realmente miden las escalas del 16PF,


algunos factores recibieron nuevos nombres. Aunque en e~ta
Guía se alude a la mayoría de los factores por los nombres que
se les han asignado en la 5ª edición, advertimos a los lectores
que recuerden que históricamente los factores han sido identifi-
cados con letras. Por ejemplo, el nombre del primer factor es
"Factor A"; llamarle "Afabilidad" es una interpretación de su sig-
nificado (1 ).

1 A<; FSC:AIAS DEL 16Pf CJ 33


Fuentes de interpretación de las escalas Incluso, algunos psicólogos agrupan las puntuaciones de las esca-
las en sólo tres o cuatro niveles (p. ej., bajo, medio y alto) reco-
nociendo que el error típico de medida en cada escala hace que,
La naturaleza de las escalas primarias y de las dimensiones
incluso la asignación de una puntuación decatipo entero, resulte
globales (o de segundo orden) se describe en el Handbook for the
artificialmente precisa.
Sixteen Personality Factor Questionnaire (Cattel 1, Eber y Tatsuoka, ·
1970) y en las otras dos obras más importantes de Cattell sobre el El problema de utilizar intervalos muy amplios reside en que
16PF, Personality and Motivation Structure and Measurement la respuesta a un solo ítem puede cambiar sustancialmente los
(1957) y Personality and Mood by Questionnaire (1973). Nuestras resultados de una persona (pasando, p. ej., de bajo a medio).
interpretaciones de los esfuerzos para medir los factores primarios Usando los decatipos, la respuesta a un único ítem cambiarí~ I~
y globales tal como aparecen en la forma A y en la 5ª edictón, puntuación de un sujeto en una escala en un punto com_o .max1-
se basan en varias fuentes, la más importante de las cuales es mo (p. ej., de 3 a 4). Lo mejor es tener presente el error npico de
nues- tra amplia experiencia, clínica y de investigación, con el medida y, cuando la puntuación es 3, pensar que está en torno a
16PF. Hemos incorporado, además, las obras científicas
3 o que es algo baja.
sobresalientes
sobre el 16PF, las más importantes de las cuales aparecen en la
bibliografía (2). ·'
En muestras amplias las puntuaciones se distribuyen tal
como se indica en la Figura 1.
Es conveniente decir unas palabras sobre el formato de las
escalas del 16PF. Todas ellas, excepto la de Razonamiento (B) son
bipolares, es decir, tienen dos extremos. Esto contrasta abierta-
mente con las escalas de muchos tests de personalidad actual-
mente utilizados que sólo destacan un determinado rasgo del
sujeto. Por ejemplo, la mayor parte de las escalas del MMPI úni-
camente permiten calificar a un paciente como hipocondríaco,
depresivo o lo que sea. La significación de las puntuaciones bajas
en las escalas del MMPI es poco clara. Una ventaja distintiva del
16PF es que prácticamente siempre se puede comentar algo de
cada escala.

Las puntuaciones del 16PF se ofrecen en una escala típica de


1 O puntos o de decatipos, excepto en lo que respecta a las pun- ALTO
tuaciones de las escalas de estilos de respuesta de la 5ª edición,
9 10 Decatipos
que se dan en puntuaciones directas o centiles (estas últimas son 2 3
'
4
3,5 5,5 7,5
las uti 1 izadas en esta Guía). Los decatipos son puntuaciones trans- -2 -1 o +1 +2 Punt, tfpica (z)
Media
formadas de modo que en cada escala la media es 5,5 y la des-
2,3 4,4 9,2 IS.O 19,l 19.1 15,0 9,2 4,4 2,3 % de sujetos en
viación típica 2. En general, los decatipos de las escalas primarias cada decatipo
se expresan en números enteros. Esto es acertado, puesto que la
mayoría de los tests de personalidad, incluyendo el 16PF, no pue- FIGURA 1. Distribución de los decatipos en el 16PF
den ofrecer diferencias significativas en más de 1 O niveles. Nota. Tomado de "Profile lnterpretation" de M.Russell y D. Karol,1994.
-~~: -.

Cada una de las puntuaciones 1 y 1 O son obtenidas por apro- Escala A: Afabilidad
ximadamente el 2,3% de los sujetos examinados con el 16PF; las
puntuaciones 2 y 9 por el 4,4%; las de 4 y 7 por el 15% y las de
Descriptores: Frío, impersonal y distante (polo bajo) frente a afa-
5 y 6 por el 19, 1 % aproximadamente. Así pues, la escala de deca-
ble, cálido, generoso y atento a los demás (polo alto).
tipos se distribuye normalmente (y esto no significa que cada uno
de los 1 O valores se consiga por el 10% de la población). En una
escala determinada, la mayoría de los sujetos puntúan en torno a
La escala A mide afabilidad interpersonal, sociabilidad y
la media y las puntuaciones extremas indican cuantías también deseo de comprometerse en intercambios con otros. Quien pun-
túa alto en Afabilidad (A) se siente interesado por los demás que,
extremas del rasgo. Una interpretación clínica debe dar más
importancia a las puntuaciones fuera del intervalo 4 a 7 y la a su vez, se sienten atraídos por él (Karson y O'Dell, 1989). Una
mayor parte de los perfiles ofrecen un número importarñe de estas persona A+ es una persona sencilla. Este rasgo es el primero que
puntuaciones (ver la Figura 1) apareció en los análisis factoriales y es el primero al que la gente
se refiere cuando describe la personalidad de los demás. Cattell
señala que las personas altas (A+) en Afabilidad son, probable-
Interpretación de los resultados de las escalas primarias mente, naturales, adaptables (en sus costumbres), eiectuoses, inte-
resadas por la gente, sinceras, emotivas, expresivas, coñfiadas,
impulsivas, generosas y cooperativas. Quienes obtienen puntua-
En este apartado, que va dirigido a quienes utilizan con fines ciones elevadas desean estar rodeadas de gente y se interesan por
clínicos -o aplicados- el 16PF, comentaremos nuestras hipótesis los sentimientos de los demás.
sobre el significado de las variables subyacentes a las escalas pri-
marias. Tales hipótesis se basan en nuestra experiencia, clínica y Los que puntúan bajo (A-) prefieren estar solos. Junto con su
de investigación, con la Forma A y el 16PF-5 así como en los estu- aislamiento, se nota frecuentemente un retraimiento emocional.
dios publicados. De manera constante aludiremos a las escalas Probablemente están menos preocupados que los de puntuación
primarias utilizando los nombres que se les asignan en el 16PF-5, alta por la influencia de sus acciones o decisiones en los demás.
excepto en el caso de las escalas C, E, M y Q3 en las que hemos De este modo, aunque los items de la escala se refieren princi-
preferido nuestras propias denominaciones. Esto se debe a que palmente a emociones y socialización, pueden obtenerse inferen-
nuestro modo de entender el significado de sus resultados difiere
cias sobre objetividad frente a subjetividad intuitiva. De hecho las
significativamente de lo que sugieren los nombres que se les dan personas sencillas son a menudo, aunque no siempre, menos crí-
en el 16PF-5. Cuando nos refiramos a ellos, indicaremos el nom-
ticas y categóricas en sus ideas que las solitarias.
bre con que aparecen en el 16Pf-5 (p. ej. Estabilidad emocional
[C]) seguido del asignado por nosotros, entre paréntesis (p. ej. Las puntuaciones extremas en Afabilidad (sobre todo, en la
Fuerza del yo [C]), continuando luego con este último mientras parte inferior de la escala) pueden indicar perturb~ciones.
comentamos su significado. Quienes puntúan muy bajo, no sólo desean estar solos, sino que
tal vez tengan tendencia esquizoide a evitar los contactos socia-
Aunque, en este apartado se mencionan las interacciones les. Habitualmente rehuyen a los demás y los demás les rehuyen
entre los factores (p. ej., la posible significación de una alta pun- a ellos. Muchos refuerzos naturales (como la comida, el al?ja-
tuación en Afabilidad [Al cuando coincide con una baja puntua- miento ' el sexo el contacto físico) están de tal modo condiciona-
. 1
ción en Atrevimiento [H]), no se examinan de manera exhaustiva. dos por transacciones sociales que, para la mayor parte de las per-
En cambio, se estudian en profundidad en el capítulo 7. sonas, el contacto con otros se ve favorecido indirectamente

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durante el proceso de desarrollo. La negligencia o el abuso graves Puesto que la mayoría de las terapias se llevan a cabo en un
o bien una historia de frustración o decepciones en las relaciones contexto interpersonal, sea con el terapeuta, la familia o miem-
interpersonales pueden llevar a la evitación de los contactos bros del grupo, los sujetos con puntuaciones elevadas en
sociales. De todos modos, antes de deducir de las puntuaciones Afabilidad (A) se integran fácilmente en la terapia. Las técnicas de
bajas la existencia de un retraimiento patológico, el clínico debe- terapia de grupo, en las que el terapeuta establece una relación
ría comprobar otros indicadores de salud mental, incluyendo la con el cliente para consolidar una alianza de trabajo favorecien-
Fuerza del yo (C) y la dimensión global de Ansiedad (Ans). do vínculos emocionales, resultan probablemente eficaces con
Aunque puntuaciones muy bajas en Afabilidad (A) van unidas a este tipo de clientes. Es menos probable que quienes puntúen
rendimientos escasos en muchos trabajos, existen tareas, tales
bajo experimenten la relación terapéutica como razón suficiente
como la de cajero, que resultan atractivas para quienes puntúan
para comprometerse a ella y, ciertamente, puede desagradarles el
bajo (A-) de forma que la escala no puede ser utilizada pitra dife-
énfasis que en la mayoría de las terapias se pone en los senti-
renciar entre quienes tienen buen y mal rendimiento sin tener en
mientos y relaciones. Tal vez resulte necesaria una argumentación
cuenta otras variables de personalidad (3).
clara que vincule la discusión sobre estos aspectos con su pro-
Digamos, incidentalmente, que la Afabilidad (A) constituye blema actual.
una de las principales diferencias entre los buenos cajeros y los
buenos vendedores. Aunque los primeros tienen contacto con el La Afabilidad (A} abarca el ámbito en que las relaciones con
público, lo hacen de una manera muy formalizada, poco compro- otras personas son fundamentales para la definición de la identi-
metida; los vendedores, en cambio, se especializan en relacionar- dad de una persona y de su modo de interactuar con el ambien-
se con el público anticipando y descubriendo sus necesidades. te. Quienes puntúan alto tienden a considerarse a sí mismos
corno sociales y les agrada tener amistades. En la mayoría de las
Las puntuaciones extremas en la parte alta de Afabilidad (A) situaciones, mientras más alta es la puntuación, es más probable
no indican de manera inmediata la posibilidad de que exista una que las reacciones de otras personas se conviertan para ellos en
patología, pero pueden implicar algún problema. Por ejemplo, 'la estímulos y resultados importantes de sus propias acciones.
intensidad en la proyección hacia otras personas sugiere necesi-
Normalmente, quienes obtienen elevadas puntuaciones son con-
dades insatisfechas de dependencia como si con cada nuevo
siderados por los demás como buenos amigos; incluso cuando
conocimiento se buscaran aspectos gratificantes. Esto ·también
esas puntuaciones son muy destacadas pueden ser famosos por su
podría sugerir una historia de relaciones satisfactorias, pero, en el
extremo, las expectativas de satisfacción serían menores de lo cordialidad ..
que, a menudo, han experimentado los que han puntuado muy
alto. En vez de el lo, son percibidos frecuentemente como inago- Cuatro de los once elementos que miden Afabilidad (A) se
tables en su necesidad de reconocimiento social. Las personas refieren directamente a emociones. Por eso difícilmente puntuará
con puntuaciones muy altas quizá tengan problemas como jefes alto un sujeto que, aún siendo realmente destacado en este rasgo,
o como padres porque no pueden poner límites o permitirse a sí no tiene demasiado interés por los sentimientos de otras personas
mismos frustrar a otras personas. A veces dan prioridad a los sen- o le disgusta admitir que lo tiene (p. ej., los hombres dóciles que
timientos de otras personas sobre cualesquiera otros intereses. han sido educados para no dejarse influir por las emociones).
Pueden tener dificultades también en la realización de trabajos Quizá por esto, Afabilidad (A) es una de las tres únicas escalas
administrativos, domésticos o de otro tipo que no impliquen inte- para las que el 16PF-5 presenta baremos independientes de muje-
racciones personales. · res y varones (4).
T
Escala B: Razonamiento los problemas. (Muy a menudo los intentos de construir tests
libres de cultura no tienen en cuenta el grado en que la propia
Descriptores: Pensamiento concreto (polo bajo) frente a pensa- situación de examen no está libre de cultura). Las puntuaciones
miento abstracto (polo alto). bajas de sujetos con escaso o inadecuado nivel educativo deben
interpretarse en función del contexto.
La inclusión en el 16PF de esta breve medida de un cierto
tipo de inteligencia constituye un compromiso entre la ausencia Otra fuente de varianza es la capacidad de concentración
total de la medida de la inteligencia (lo que ocurre en muchos del sujeto. Las soluciones correctas a los items de Razonamiento
test.s de. ~ersonalidad). y el empleo de casi la mitad del tiempo de (B) requieren no sólo inteligencia, sino además habilidad para
apl icacron en su medida (lo que sucede en muchas evaluaciones seguir una línea de pensamiento sin distraerse. La ansiedad situa-
psicológicas). La importancia de la escala se pone claramente de cional o el estrés producido por la preocupación son ejemplos de
manifiesto en la definición que Cattell (1950, p.2) hace de la per- distracciones derivadas de las circunstancias. Los rasgos de per-
so~alidad cor:1o lo que permite una predicción del comporta- sonalidad que pueden dificultar la concentración incluyen la
miento del su1eto en una situación determinada. Se eligieron for- ansiedad o aprensión excesivas, la escasa auto-disciplina o la
mulaciones verbales que permitieran mantener un equilibrio falta de atención. Así las puntuaciones en Razonamiento (B) pue-
entre los conceptos de inteligencia fluida y cristalizada preconi- den verse negativamente afectadas si la dimensión global
zados por Cattell, aunque, como él mismo advierte (1970, p. 82)
Ansiedad (Ans) o la escala de Impracticabilidad (M) son superio-
el hecho de que el instrumento se aplique sin tiempo limitado lo
res a la media o cuando la dimensión Auto-control (AuC) es infe-
convierte más en un test de potencia que de rapidez.
rior a la misma .

. La puntuación en Razonamiento (B) está afectada por otras


variables además de la capacidad intelectual del sujeto para Cuando los sujetos obtienen bajas puntuaciones en
resolver problemas verbales. Una fuente de varianza evidente es Razonamiento (B), debe tenerse en cuenta lo que sucedería si
el grado de familiaridad del sujeto con adivinanzas u otras moda- hubieran contestado al azar. Con 15 items y 3 alternativas de res-
lidades académicas de resolución de problemas. Familias y gru- puesta, el sujeto que respondiera al azar acertaría como prome-
pos culturales proponen este tipo de tareas a sus miembros en dio 5 items, lo que equivaldría a un decatipo 3. Quien supiera
d.iferentes formas y con distinto grado de seriedad. Las puntua- solucionar 1 y los demás los respondiera al azar obtendría un
ciones pueden resultar reducidas artificialmente por la novedad decatipo 4. Así pues, las puntuaciones bajas en Razonamiento,
del f"lanteamiento de este tipo de problemas o incrementadas por pueden tener menos que ver con la capacidad intelectual que con
la familiaridad con el mismo. Existen diferencias raciales signifi- otros factores. El proceso cognitivo exigido por los items puede
cativas en Razonamiento (B), con puntuaciones más altas de los resentirse por los efectos nocivos del abuso de sustancias, daño
blancos que de los negros. Esto es debido seguramente a que, cerebral, perturbaciones emocionales o psicosis. Por eso, cuando la
como colectivos, los negros tienen una instrucción más deficien- apreciación clínica de un sujeto o su nivel educativo hacen
te que los blancos (Conn y Rieke, 1994, pp. 27-29). Cuando en pensar en un funcionamiento superior al promedió, pero su pun-
los análisis se controla el nivel educativo, las diferencias raciales tuación en Razonamiento (B) es inferior a la media, el clínico
en Razonamiento (B) se vuelven insignificantes. Presumible- debería considerar el deterioro como una posible explicación.
mente, mientras uno está más tiempo escolarizado, se encuentra Estaría indicada una evaluación completa del funcionamiento
más familiarizado y más cómodo con ciertas formas de resolver intelectual.

--- ,..-,. ... .,


. Cuando la apreciación clínica no sugiere un funcionamiento (... la natural tintura del valor se debilita con los barnices pálidos
J~~elect~al superior a la media, sólo cabe interpretar una puntua- de la prudencia ... , Hamlet), para anticipar contingencias y resol-
cion _baJa en Ja esca!~ B _co~o carencia de una marcada capaci- ver los problemas de la vida.
dad intelectual. Podna indicar falta de motivación al hacer la
prueba o posibilidad de fatiga (especialmente cuando se trata de
la aplicación del 16PF-5, en el que todos los items de esta escala Escala c. Estabilidad emocional (Fuerza del yo)
B aparecen al final). En las ediciones anteriores del 16PF unos
controladores aéreos calificaron los items de la escala B corno los Descriptores: Reactivo, emocionalmente inestable (polo bajo)
r:iás discutibles del test (Karson y 01 Dell, 1974). Puede ser clari-
frente a emocionalmente estable, adaptable y maduro (polo
ficadora una conversación con el sujeto sobre su modo de enfren-
alto).
tarse a estos items, si éste menciona el tema inmediatam~nte des-
pués de la aplicación o si el clínico lo cree necesario después de
Cattell llamó a esta escala C Fuerza del yo, nombre que pre-
la corrección.
ferimos a Estabilidad emocional. Término de origen psicoanalíti-
co, el ego ha llegado a significar las funciones ejecutivas de la
Los items de Razonamiento (B) son los únicos del 16PF en
personalidad, incluyendo la comprobación de la realidad' y la
que el sujeto ~e enfrenta ~ la posibilidad de fracasar. Tal posibili-
integración de diversos aspectos del yo. Algunas de sus significa-
dad puede estimular el afan de hacerlo bien puesto que la mayor
ciones freudianas se perdieron cuando los traductores cambiaron
p~~e de la gente está emocionalmente interesada y de modo nar-
su yo y ello por las palabras latinas ego e id (presumiblemente
~1s1sta. en .demostrar sus aptitudes intelectuales. La apatía hacia los
para que parecieran más científicas). Fuerza del yo significa que
~tem: rn~1~a frecuente~ente problemas que tienen que ver con la
las partes de uno mismo con las que la mayoría de las personas
implicación de uno mismo en el trabajo y en otras esferas. La
se identifica -aquellas a las que se refiere cuando dice Yo- no
excesiva implicación también puede indicar problemas tales
como un inconsistente sentido de la auto-estima o miedo al fra- resultan molestas, perturbadas o dominadas por las cosas con las
caso. Tratar las implicaciones de una baja puntuación en que no se identifica, las que le suceden o le pasan. Estas últimas
Raz?namie_nto (B) obliga frecuentemente a mostrar, y no sólo incluyen fuerzas y exigencias externas así como una variedad de
~ec1r, al Sujeto la forma de hacer algo y a evitar la excesiva con- sucesos internos, como pesadillas, agendas sobrecargadas y sen-
fianza en su capacidad para asimilar información verbal como timientos difíciles de admitir. Las personas con poca fuerza del yo
interpretaciones, reconstrucciones o ideas abstractas. están enfrentándose continuamente no sólo con los desafíos de la
vida sino también con sus desafíos interiores. Probablemente per-
Altas p~ntuacione: ~mesta escala indican elevada capacidad ciban que no han perseguido ni logrado sus metas, que la vida es
~e razonamiento y facilidad verbal. No se puede inferir necesa- insatisfactoria y que sus sensaciones de auto-estima y bienestar se
:1amente la ausencia de interferencias con el funcionamiento menoscaban. Cualquiera que sea el nombre, el concepto de baja
rntelectual puesto que incluso una alta puntuación podría ser fuerza del yo implica un funcionamiento desfavorable en un orga-
~enor de la que podría haber alcanzado una persona sin dete- nismo ineficiente. El mayor indicador de esta ineficiencia es la
no:o. Una alta puntuación indica en todo caso que, pese a cual- ansiedad.
~u1er problema que pudiera afectar al sujeto, su funcionamiento
rn~electual es superior al promedio. La capacidad de Razona- Puntuaciones bajas en Fuerza del yo (C) se asocian a una
m1en~~ puede cor:npensar deficiencias en otras áreas. El potencial gran variedad de psicopatologías, síntomas y problemas de ajus-
cognitivo se asocia con la capacidad para controlar los impulsos te (Cattell et al., 1970, pp. 83-84). Esto es cierto en parte porque
las personas con baja fuerza del yo son más susceptibles a los pro- sariamente una puntuación alta en Fuerza del.yo (C) y aument~ l.a
blemas psicológicos y también porque los items plantean temas posibilidad de que ambas sean elevadas.en virtud de característi-
de auto-ajuste. El hecho de que los items sean bastante obvios, cas deseables. Cuando una puntuación en Fuerza del yo (C) es
permite al clínico interpretar las puntuaciones con alguna con- muy alta, superior a 7, está justificado el escepticismo. El decati-
fianza a menos que sospeche que el sujeto tenga algún motivo
po más alto posible en esta escala de 1 O items es el 9 y conse-
para dar una mala impresión. Así pues, las bajas puntuaciones en
guirlo exige responder a todos ellos en la dirección positiva. Si
Fuerza del yo (C) expresan habitualmente un deseo de dar mala
uno solo de los items se contesta con la alternativa "?"y el resto
imagen, un intento de transmitir una necesidad de ayuda o autén-
en la dirección positiva, se conseguiría un decatipo 8. Así ~ues,
ticos problemas de ajuste personal. El propósito de dar mala ima-
gen puede deducirse de las circunstancias del exame.~ o de la las puntuaciones por encima de 7, y espe~ialmente la~ superiores
puntuación en Manipulación de la imagen (MI). Una puntuación a 8 indican unas manifestaciones tan persistentes de ajuste y fuer-
MI superior al centil 20 ó 30 sugiere que una puntuación baja en za del yo que el clínico debería cuestionarse la necesidad de tal
Fuerza delyo (C) es válida, puesto que un esfuerzo por dar mala insistencia si el sujeto se obstina demasiado en ello. .
imagen produciría normalmente una puntuación baja en MI. Es
difícil distinguir, solamente con el 16PF, un grito de ayuda de una Puede hacerse una interesante comparación entre Fuerza del
baja fuerza del yo. Generalmente si el historial psicosociológico yo (C) y otra escala de 9 puntos (Katz, 1973), que simplemente
no revela problemas significativos de ajuste, una puntuación baja pide a los sujetos que se sitúen entre el 1 {escasa salud mental} Y
en Fuerza del yo (C) debería, por lo menos, considerarse como el 9 (buena salud mental). En un estudio de este tipo (Karson,
reflejo de un deseo de comunicación con el terapeuta. (Véase el 1980), casi la mitad de los sujetos se calificaron a sí ~ism~s ~o~
capítulo 2 sobre los aspectos de comunicación frente a los de el 9. Un análisis de los perfiles en el 16PF de estos su1et~s 1~d1co
medida en las puntuaciones del cuestionario). que existían tres grupos de perso~~s q~~ se situaban a s~ mismas
en los rangos superiores de la calificación y los tres podían obte-
Debido a que Ja redacción de los items de la escala apuntan ner puntuaciones muy altas en Fuerza del yo ~C). Un grupo esta-
claramente a la variable, las puntuaciones superiores a la media ba constituido por quienes no se mostraba~ dispuestos. a recono-
en Fuerza del yo (C) son más fiables como auto-afirmaciones de
cer ansiedad o conflictos psicológicos, bien porque intentaban
la estabilidad que de la auténtica estabilidad. Por supuesto
dar una buena impresión o bien porque actuaban muy a la d_efen-
muchas personas se definirán a sí mismas como bien ajustadas
siva. Un segundo grupo incluía a los que poseían un buen .ªJuste,
porque de hecho lo son, pero otras lo harán por otras razones. La
puntuación en MI debe ser tenida en cuenta siempre que se inter- pero una salud mental no especialmente ~u.e.na en el sentido del
prete una puntuación elevada en Fuerza del yo (C). Si la puntua- desarrollo de su integración personal, flexibilidad y madure:. L?s
ción en MI no es muy alta, la obtenida en Fuerza del yo (C) repre- componentes de este grupo se daban calificaciones altas a sr mis-
senta la auténtica fuerza del yo, puesto que la probabilidad de dar mos en salud mental porque carecían de síntomas y estaban
buena apariencia es escasa. De todos modos, la puntuación MI adaptados a su entorno cultural y so~ial. Su falta de sin:omatolo-
·no es solamente una medida de enmascaramiento de la imagen, gía no hubiera sido un buen· predictor de su capa:rdad ~ara ·
sino que se relaciona con la auto-estima y se interesa por lo que enfrentarse a nuevos desafíos. Sólo el tercer grupo podía conside-
piensen los demás; por eso, puede esperarse que los sujetos con rarse mentalmente sano en cuanto a su desarrollo psico~ógico (Cf.
fuerza del yo tengan una imagen positiva de sí mismos. De hecho, Horney, 1950, 0 Maslow, 1968). Así pues, l~s pu~tu~~1ones muy
la correlación entre Fuerza del yo (C) y MI es de +0,50 (Russell y altas en Fuerza del yo (C) pueden reflejar mas la Jlu~10~ de salud
Karo/, 1994, p. 23). Una alta puntuación en MI no invalida nece- mental (Shedler, Mayman y Manis, 1993) que el autentico rasgo.
podría convertirse en impedimento para el tratamiento. Según
La puntuación en Fuerza del yo (C) es una de las piedras
angulares de nuestro acercamiento a la interpretación del perfil nuestra experie·ncia·, es t a resistencia se da, sobre todo, en los
del 16PF. Casi todos los demás aspectos medidos modulan su sig- varones.
nificación de acuerdo con la Fuerza del yo (C), lo mismo que, en
la práctica, cualquier conducta puede variar de significado en
Escala E: Dominancia (Asertividad)
función de la estabilidad emocional de un individuo. Por ejem-
plo, la fuerza del yo marca la diferencia entre individuos magná-
nimos y sociables y aquellos que dependen de la aprobación de Descriptores: Deferente y cooperativo, que .evita conflictos (polo
los demás para soslayar sus sentimientos de inferioridad (unos y bajo) frente a dominante, fuerte y asertivo (polo alto).
'otros podrían obtener puntuaciones altas en Afabilidad [ii)). Otro
ejemplo: entre las personas socialmente muy atrevidas (H+), la A partir de la 5ª edición del 16PF se u~iliza más el término
fuerza del yo permite diferenciar entre quienes son socialmente Asertividad que el de Dominancia y es el primero de ell~s e~ pre-
confiadas y quienes buscan compulsivamente la atención de ferido por nosotros. La diferencia entre ambas denominaciones
otros para compensar sus sentimientos de poca valía personal. radica en el grado en que el móvil de una persona es la ~,u~o-
Estos dos ejemplos se refieren a puntuaciones extremas que por sí expresión 0 el control de otras personas. Una persona aser~1va
mismas no indican problemas psicológicos. Cuando se utiliza la desea ser oída, mientras que una dominante desea ser obedecida,
Fuerza del yo para arrojar luz sobre puntuaciones problemáticas, imponer su voluntad a los demás (5).
su uso es algo diferente. Así, una combinación de Fuerza del yo
(C+) y una puntuación muy alta en Vigilancia (L+) no significa que A quien obtiene puntuación alta le gusta que otros sepan ~o
la suspicacia se exprese en forma sana, sino que las defensas exte- que él piensa y probablemente protege el dominio de su es~ac10
riorizadas están protegiendo al yo. Unidas a problemas en otras personal su trabajo y sus piares. No duda en expresar sus ideas
áreas, las puntuaciones altas en Fuerza del yo sugieren que las en def~nder sus derechos y puntos de vista. Si forma parte de ~n
maniobras defensivas del sujeto tienen éxito, al menos de forma ~rupo, seguramente.juega un papel más destac~~o que la m~d1a,
parcial y temporal. tomando la iniciativa y fijando el plan de aceren. Lo~ demas se
fijan en él y su disposición a hablar implica que o bien supone
Las conexiones entre Fuerza del yo (C) y psicoterapia depen- que los otros están interesados en oír sus opini~~es o bien que ~o
c
den de la puntuación del sujeto en y de su historial psicosocio- le importa lo que otros piensen. Su auto-expres1v1dad le hace ~pa-
lógico. Las puntuaciones bajas en un contexto que, por lo demás, recer confiado y competente. A menudo es esta c~mpetenc1a lo
fuera favorable pueden indicar una disposición para aceptar el que le hace pensar que los demás tienen interés, e incluso respe-
proceso terapéutico, especialmente cuando se trata de un trata-
to, por sus opiniones.
miento breve y de apoyo. Las puntuaciones bajas interpretadas
como problemas de estabilidad, sugieren carencia de suficiente Aunque existen diferencias ~ignificativas e~tre dor:1inancia, y
objetividad para hablar eficazmente de los problemas y estable-
asertividad, sus opuestos tienen mucho en comun. Quien puntu~
cer una alianza de actuación con el terapeuta. Las personas con baio. es humilde, sumiso y desconfiado. Está más deseoso de reci-
una estabilidad adecuada responden bien a la psicoterapia, pro- bí; los dardos y flechas de la furiosa fo~u.na que. de tomar las
bablemente porque pueden aplicar esa estabilidad a las áreas pro-
armas contra el infortunio. Su escasa asert1v1dad le. induce a pen-
blemáticas o porque sus problemas suelen ser situacionales y
sar en los demás como desinteresados en sus necesidades o como
transitorios. Las puntuaciones muy altas en Fuerza del yo (C) pue-
den indicar una resistencia a reconocer los problemas, lo cual contrarios a que las satisfagan.
Facilitar el progreso del grupo a expensas de las necesidades ciones pueden ser consideradas como intentos por parte del
individuales (esto es, sin molestar) es la forma frecuente de socia- miembro más débil de la pareja para contar con el apoyo de un
lización de las mujeres en muchas familias y culturas. En otras tercero y usar la nueva relación como sustento. Es posible que
palabras, es más probable que las mujeres sumisas encuentren surjan ambigüedades estructurales cuando el .esposo que parece
apoyo social que los varones sumisos. Quizá por esto, el escala E haber perdido la pelea intenta cambiar las reglas de la situación.
es una en Ja que se encuentran diferencias significativas entre
mujeres y varones. Sus baremos difieren sólo en el extremo infe- Por supuesto el esposo ganador no siempre es el que tiene
rior de la escala, no en el superior. Así pues, la asertividad se da puntuaciones más altas en Asertividad (E). Más bien las puntua-
tanto en la mujer como en el hombre, sin embargo, es probable
ciones de la pareja indican probablemente lo que ellos conside-
·que la sumisión de la mujer, a diferencia de la del hombre, obe-
ran equilibrado y la forma en que se esfuerzan por el control. Los
dezca más a su socialización que a su personalidad. ··4
que puntúan alto son los que probablemente tienen manifesta-
La asertividad es una forma de agresividad, aunque una ciones más visibles de poder que van desde la afirmación a la dis-
forma más sublimada de dominancia. Quienes obtienen puntua- cusión y a la intimidación. Los que puntúan bajo seguramente
ciones altas probablemente se sienten cómodos con su propia crean distracciones, inventan obstáculos y luchan de forma.pasi-
agresividad y con la de otros. Los que puntúan bajo se sienten va. Una mujer asertiva (E+) pidió, halagó e intimidó a su marido
incómodos con la agresión y se resisten a enfrentarse a ella pues- hasta convencerle de que la acompañara a una excursión cam-
to que presienten que la ira de los demás será destructiva. Sin pestre, pero cuando 1 legó el día él se olvidó y se fue a pescar antes
embargo están tan poco familiarizados con su propia ira, que de que ella despertara. Cuando los dos miembros del matrimonio
cuando se irritan son torpes e inhábiles para manifestarlo. Los que tienen puntuaciones muy elevadas pueden producirse explosio-
puntúan bajo pueden ser más explosivos que Jos de puntuaciones nes emocionales y hay que procurar mantener la unión dentro de
altas, en parte, porque tienden a reprimir los impulsos y en parte límites seguros.
por la falta de práctica en integrar la ira con otros rasgos. Los que
puntúan muy bajo, básicamente se presentan a sí mismos como Escala F: Animación
borregos, esto es, menos agresivos de lo que puede ser cualquier
ser humano. Esto sugiere que su ira no es asumida ni reconocida,
Descriptores: Serio, cohibido y solícito (polo bajo) frente a ani-
de modo que cuando aparece, no están preparados para manifes-
mado y espontáneo (polo alto).
tarla o controlarla.

Puesto que las escalas del 16PF se relacionan estrechamente


La Asertividad (E) resulta especialmente interesante en el
entre sí, resulta más difícil distinguir individualmente unos de
contexto de la terapia de pareja. Aunque es sólo el cuarto de los
rasgos más destacados en las descripciones que unas personas otros a medida que se avanza en su ordenación dentro de la lista.
hacen de la personalidad de otras (después de A, By C), es parti- La Animación (F) es uno de los rasgos primarios, pero la variable
cularmente importante en las parejas. Los esposos encuentran también forma parte de otros rasgos; algunos otros correlacionan
muchos refuerzos en los comportamientos mutuos y, naturalmen- significativamente con él porque uno de los polos puede requerir
te, desean controlar la fuente de estos refuerzos para asegurar su más energía que el otro. Por ejemplo, ser sociable (A+) y atrevido
disponibilidad. Esto conduce en muchos matrimonios a pelear (H+) exige más esfuerzo que ser reservado (A-) y tímido (H-). D~
por principio. Muchos conceptos de la terapia de familia se vin- todos modos lo subyacente de la Animación (F) se pone de mani-
culan a estos esfuerzos de mutuo control. Por ejemplo, las coali- fiesto si se hace abstracción de todas sus manifestaciones.
!'"'"'

Cattell y otros (1970) sostuvieron la hipótesis de que la Usar estos indicadores de control emocional y conductual para
Animación (F) se relacionaba con la historia de castigo de un suje- matizar la interpretación del F+ tiene más sentido que usarlos
to, asumiendo que un entorno aprobador produce optimismo y para las puntuaciones F- porque lo que necesitan las personas
entusiasmo para mirar a un futuro próximo. En este sentido, la vivaces y afortunadas son los frenos de la Fuerza del yo (C+), la
gente excesivamente castigada por su comportamiento infantil Compulsividad ((Q3+) y el Auto-Control (AuC). Cuando la
sería más cautelosa en su aproximación al mundo circundante. Animación (F) es baja, los decatipos en Fuerza del yo (C), la
Cornpulsividad (Q3) y el Auto-Control (AuC) pueden ser medios
Nuestro punto de vista sobre las relaciones entre el refuerzo o altos, simplemente porque no se enfrentan a impulsos fuertes.
de la historia individual de un sujeto y la Animación (F) es más Otra posibilidad es que estos rasgos puedan resultar demasiado
complicado que el de Cattell. En la zona inferior de la escala ten- fuertes para el propio bien del sujeto. En lugar de estabilidad, la
demos a esperar una historia de extinción más que d~ castigo. puntuación C+ puede indicar dificultad para que se manifiesten
Quienes puntúan bajo son más pesimistas sobre la compensación los sentimientos y los impulsos. Una alta puntuación en
de los esfuerzos que temerosos de las consecuencias negativas. Compulsividad (Q3) puede indicar más patrones perfeccionistas
Algunos de ellos proclaman que simplemente son realistas. De frente a los cuales el sujeto arroja la toalla que señalar hábitos
hecho, Animación (F) es la escala más influida por la edad (Conn fuertes que le sustenten en medio de un revés emocional. '
y Rieke, 1994, p.45); los más jóvenes suelen ser más enérgicos
que los mayores. Esto se debe, en parte, a que los niveles de ener- Según nuestra experiencia, puntuaciones muy bajas en
gía física y mental decrecen a través de la edad adulta y, en parte, Animación (F) indican normalmente problemas. Es imposible asi-
quizá también porque la gente mayor ha visto más cosas marchar milar estas puntuaciones a depresión, en parte porque la depre-
mal y por eso probablemente se satisface con menos. sión es un constructo demasiado complejo. La depresión puede
implicar desesperanza, melancolía y auto-apreciación negativa,
En el extremo superior de la escala un refuerzo fiable produ- pero puede implicar también agitación y una multitud de otros
cirá sólo mucha vitalidad y excitación. Una experiencia de casti- métodos contundentes para evitar hundirse en la desesperación.
go también producirá altos niveles de energía siempre que las res- Otra razón de la escasa correlación entre Animación (F) y depre-
puestas se hayan desencadenado en ausencia de quien ha casti- sión es la dificultad de interpretar la puntuación fuera del contex-
gado. Así, los adolescentes que se meten en problemas cuando to de otros recursos personales. Todavía más, una puntuación
están lejos de casa es más probable que pertenezcan a familias muy baja en Animación (F) suscita la cuestión de por qué la per-
que reprimen que a familias que estimulan. Puntuaciones altas en sona está tan desinteresada de la vida, es tan sombría y seria (6).
esta escala indican a menudo no sólo animación, sino también
inmadurez e impulsividad. Para establecer la diferencia deben Para obtener un decatipo 1, el sujeto no puede contestar ni
tenerse en cuenta la Fuerza del yo (C+), la Compulsividad (Q3) y uno solo de los items en la dirección de Animación. El carácter
la dimensión global Auto-Control (AuC). extremo de tal puntuación -rnás de lo que la mayoría de la gente
podría soportar durante largo tiempo- indica frecuentemente una
Los decatipos de 3 ó 4 en Animación (F) pueden indicar una reacción situacional a la contrariedad, como si el sujeto admitie-
aceptación madura de responsabilidad o una resignación pesi- ra que odia la vida y la animación. Puntuaciones muy bajas pue-
mista. Es difícil discernir la diferencia, lo mismo que puede serlo den ser más formas de comunicación de sentimientos depresivos
diferenciar entre prudencia y ausencia de acción. También aquí que indicadores reales de depresión. Las razones de esa comuni-
pueden aportar alguna ayuda las escalas Fuerza del yo (C+), cación varían de acuerdo con la situación del examen (Rahe,
Compulsividad (Q3+) y la dimensión global Auto-Control (AuC). Karson, Howard, Rubín y Polland, 1990). A veces el sujeto advier-
te al clínico de que necesita ayuda. Una puntuación baja puede puede constituir un ajuste antisocial en el que las normas se ven
reflejar también la espiral descendente de la auto-va~oración. ?el como meros obstáculos para impulsar la gratificación. Puntuacio-
sujeto que frecuentemente es aliviada por la terapia cognitiva nes muy bajas apuntan a ese tipo resignado de Horneys (1950) que
demostrando que la depresión no es tan profunda como el se defiende de la depresión apelando a la libertad. Este tipo recla-
paciente cree. ma inmunidad ante las demandas de la sociedad porque la sumi-
sión a esas demandas le haría sentirse atrapado y asfixiado.

Escala G: Atención a las normas Quienes obtienen puntuaciones muy altas respondiendo
honestamente a los items de la escala, no sólo reconocen el valor
de las normas, sino que confían en el las más allá de lo que les
Descriptores: Muy suyo e inconformista (polo bajo) trenté e aten-
autoriza su propia experiencia. Tienden a ser moralistas¡ esto es,
to a las normas y cumplidor (polo bajo).
tanto en caso de aprobación como de desaprobación, de modo
constante refieren su conducta y la de los demás a un modelo
La Atención a las normas tiene que ver con el grado con que
inflexible. Evitan la calificación negativa de sí mismos identifi-
Ja gente ha sido condicionada para conformarse a los ideales de
cándose con el evaluador. Las puntuaciones muy elevadas "Son
su grupo y con la buena comprensión de las reglas del juego
más difíciles de evaluar que las muy bajas. A un sujeto que
social (Karson y 01Dell, 1976). Los que obtienen puntuaciones
defiende el valor de las normas puede imputársele que las some-
altas no sólo son conscientes de las normas, sino que también las
te a juicio. Por el contrario, .un sujeto que se precia de no dar
respetan. Puede haber muchas razones para valorar las ~ormas.
valor a las normas de comportamiento social es probable que
Éstas pueden resumir las contingencias ambientales y evitar que
efectivamente no las valore; voluntariamente querrá oponerse a
cada miembro del grupo tenga que descubrir individualmente las
las expectativas sociales en sus respuestas a los items más rele-
estrategias de adaptación. De este modo, las normas transmiten el
vantes del cuestionario. La escala de Manipulación de la imagen
conocimiento y la sabiduría de una cultura a lo largo de genera-
(MI) ayuda a determinar la validez de las puntuaciones altas en
ciones y es difícil que haya razones para no darles valor. También
Atención a las normas (G). Muchos de los que realmente respetan
pueden valorarse como instrumentos de la autoridad para contro-
las normas puntuarán alto en MI porque se preocupan mucho de
lar a los subordinados. Sin duda, en las personas y en las culturas
lo que otros piensen sobre ellos.
se dan amplias diferencias en la apreciación de las normas, desde
la desconfianza del Taoísmo a la reverencia del Confucionismo.
Los que puntúan en la parte baja de la zona cen~ral de la
Como en muchas de las escalas del 16PF, la mejor concep- escala, pueden estar más inclinados a disimular, confiar en su
tualización de la Atención a las normas (G), al menos desde el propia experiencia y justificar .su conduc:a que quienes obtienen,
punto de vista clínico, es como una ~ariable discon~inua. En vez en esa misma zona, puntuaciones relativamente altas. Los que
de un continuo que va desde la rebeldía a la conformidad, la esca- puntúan bajo quizá son menos conscientes o les importan menos
la sólo es una línea suavemente variable en el rango central, con las apariencias externas que a otras personas. Frecuentemente
puntuaciones extremas que deben ser interpretadas muy difer~n- exigen buenas razones para comportarse conforme a las expecta-
temente tanto cuantitativa como cualitativamente. Las puntuacio- tivas ajenas puesto que no se sienten inclinados a hacerlo espon-
nes muy bajas en G indican que el sujeto no aprecia o reivindica táneamente. Esta actitud de por qué debería yo ... puede resultar
un punto fuerte cuando los sujetos son duros o cuando su ent~r-
no aceptar ninguna de las costumbres o normas sociales. Esto
puede reflejar una postura de rebeldía, típicamente asociada ~~n no social es flexible, pero puede causar trastornos en otras cir-
la diferenciación del adolescente respecto a sus padres. También cunstancias.
~ ·: 1

Escala H: Atrevimiento tos redundarán en un número de contactos satisfactorios con otras


personas y en una buena aceptación de Jos contactos no conse-
Descriptores: Asustadizo, apocado y tímido (polo bajo) frente a guidos. En -otras palabras, es probable que la persona atrevida
atrevido, emprendedor y arriesgado (polo alto). (especialmente la que es también afable y asertiva) llegue a tener
más amigos y colegas que realmente le conozcan y aprecien que
La escala H mide la búsqueda de sensaciones frente a la la socialmente retraída. El Atrevimiento compensa, especialmente
inhibición. Cattell y otros (1970) suponían que las personas apo- si una persona se recupera fácilmente de los eventuales rechazos.
cadas y muy sensibles desarrollaban estrategias complementarias
· de enfrentamiento a las amenazas para refugiarse en la timidez en Parte de lo que permite al socialmente atrevido hacer frente
vez de exponerse a riesgos. Por el contrario, la gente árriesgada al fracaso es el narcisismo y el amor a sí mismo. El narcisismo
cuyos proyectos no se ven fácilmente perturbados por los temo- puede ser primitivo, esto es, derivado de la negación de los sen-
res se enfrenta alegremente al mundo. Como otras escalas socia- timientos y consecuencias de los fracasos sociales. Algunos de los
les que presentan puntuaciones bajas problemáticas (p. ej., sujetos socialmente atrevidos procesan patológicamente los fra-
Afabilidad, Asertividad y Animación), la timidez (H-) puede tener casos no corno reflejo de un mal propio, sino como reflejo del
su origen no sólo en las preferencias, sino también en una histo- mal que afecta a quienes les rechazan. Las puntuaciones altas en
ria de aprendizaje punitivo. Las experiencias de fracasos sociales Atrevimiento (H) pueden indicar también una preferencia narci-
acentúan la existencia de amenazas, haciendo que la gente tími- sista por las primeras etapas de las relaciones, cuando la otra per-
da lo sea todavía más. Por eso, el clínico debe considerar si las sona actúa todavía con la apariencia social más bien que con su
puntuaciones extremadamente bajas en Atrevimiento (H) reflejan auténtico yo. Sin embargo, la mayor parte de los narcisistas actú-
un retraimiento patológico del intercambio social. Este deseo, no an de forma más madura, puesto que se basan en la experiencia de
manifestado, puede ser difícil de distinguir de la cautela emocio- ser amados por otros y esto les conduce a robustecer su auto-
nal propia de la baja Afabilidad (A-) y de la sumisión de la baja estima y valorar su persona. De hecho, muchos sujetos atrevidos
Asertividad (E-). En general, el sujeto A- se aleja evitando el con- han interiorizado su sentimiento de ser queridos hasta tal punto
tacto con las personas¡ el E- evitando influir en ellas; y el H- pro- que en caso de ser rechazados por extraños pierden totalmente
curando no atraer su atención. Puesto que se trata de variables sus estímulos. Así pues, las puntuaciones elevadas en
relacionadas, la existencia de la evasión suele ser más significati- Atrevimiento (H) pueden significar narcisismo pero no sugieren
va que la forma exacta en que se manifieste. problemas internos o externos. En el otro extremo de la escala, las
puntuaciones bajas suscitan siempre la duda de si él o ella cuen-
El Atrevimiento puede conceptualizarse como la complacen- tan con un amor fiable de los demás, una exigencia para enfren-
cia y el interés necesarios para cruzar los límites interpersonales. La tarse al mundo social.
situación arquetípica de la escala H es el inicio de contactos
sociales con extraños. Constituye un rasgo importante de eficacia Es más fácil distinguir a quienes puntúan alto que a quienes
en las ventas y también se relaciona bastante con los intereses puntúan bajo en rasgos de tipo social. La gente afable (A+) busca
sexuales manifiestos (en ambos casos se requiere romper los lími- rodearse de otros, frecuentemente en forma cariñosa o, al menos,
tes). Las estrategias .de ensayo y error y las de solución reflexiva de amigable. Los asertivos (E+) desean expresarse a sí mismos e
los problemas pueden tener la misma eficacia en muchos contex- influir en los demás. Los atrevidos (H+) desean ser objeto de aten-
tos; pero, socialmente, el individuo atrevido, a quien le tienen sin ción y les agrada iniciar contactos interpersonales. Entre estos
cuidado los fracasos, tendrá más éxito social que la persona cau- aspectos existe también correlación, puesto que todos ellos impli-
telosa que evalúa una situación antes de asumir riesgos. Estos éxi-
can contacto social.
Escala 1: Sensibilidad duzcan perplejidad por no mantener una personalidad social
consistente o quizá exploren diversas maneras de estar en el
Descriptores: Utilitario, objetivo y poco sentimental (polo bajo) mundo para conseguir la máxima satisfacción.
frente a sensible, esteta y sentimental (polo alto).
Cattell (1957) propuso la siguiente lista de adjetivos para des-
Esta escala podía haber sido llamada feminidad, a no ser por cribir el sujeto 1-: emocionalmente maduro, mentalmente inde-
los problemas asociados a esta etiqueta, que también afecta a la pendiente, duro, carente de sentimientos artísticos, poco afectado
escala 5 (Mf) del MMPI, con la cual la escala 1 se relaciona inva- por las fantasías, práctico, lógico, auto-suficiente, responsable y
riablemente de forma moderada o alta (Karson y 01 Dell, 1987). nada hipocondríaco. El asociado con I+ sería: pedigüeño, impa-
i'
Socialmente, la etiqueta de feminidad aparece como contraria a ciente; dependiente, inmaduro, cariñoso, gentil, melindroso en/o '¡
los valores actuales más que como descriptiva de valores tradi- estético, introspectivo, imaginativo, gregario, deseoso de aten-
cionales. Clínicamente, algunos sujetos ponen reparos a ser des- ción, frívolo e hipocondríaco. El rasgo se aproxima a lo que
critos con rasgos propios del sexo opuesto. En la práctica, las William James describía como mente blanda frente a mente dura.
palabras femenino y masculino cambian de significado de tiem-
po en tiempo y, especialmente de cultura a cultura. Sin embargo, En la terapia, los sujetos I+ tienden a aceptar la idea de
la escala 1 es la que mejor distingue entre los sexos en el 16PF-5. hablar de sus problemas a cualquiera como una cosa natural.
Un varón tendría que contestar todos los ítems en la dirección Están familiarizados con los sentimientos y no necesitan mucho
contraria para obtener el decatipo 1 (utilizando los baremos espe- incentivo para percatarse de la importancia de las emociones en
cíficos de sexo); una mujer podría contestar 3 de los 11 items en aspectos comportamentales. Por otra parte, pueden ser inusual-
la dirección sensible y todavía no superaría el decatipo 1. mente sensibles en sus reacciones a las críticas y necesitar con-
ductas de enfrentamiento para disfrutar de una postura aceptable.
La esencia de la escala de Sensibilidad (1) radica en un ítem Pueden interpretar el profesionalismo del terapeuta como una
que compara un interés por el fútbol con un int;rés por la poes~a. maniobra de distanciamiento más bien que como un modo de
Obviamente, muchos varones prefieren la poesia y muchas muje- asegurar la relación. A las personas 1- no les gusta acudir al tera-
res el fútbol, pero estas personas son más andrógenas que la
_peuta para pedir ayuda. Generalmente, son obligados a hacerlo
mayoría. La androgenia, como un modo flexible de ~~roximación
por los miembros de la familia o son enviados por sus mandos en
al mundo, puede constituir una fuerza o una debilidad depe~-
el trabajo. Como aspecto positivo, los sujetos 1- suelen responder ·
diendo del ajuste global. En sujetos relativamente sanos la flexi-
bien a las actuaciones practicas en estrategias de intervención
bilidad indica la probabilidad de responder de forma ventajosa a
simple. Aprecian el proceso lógico y, una vez que deciden inten-
una circunstancia determinada. En la gente más débil una estra-
tar un nuevo acercamiento, no le dan vueltas en la cabeza ni tra-
tegia fiable para abordar los problemas y relacionarse con otros
tan de suprimirlo como muchos de sus colegas I+.
puede resultar más ventajosa que el potencial marasmo que
puede derivarse de tener excesivas opciones. Así, los varones que
puntúan muy bajo y las mujeres que puntúan muy alto no sola-
Escala L: Vigilancia
mente pueden identificarse fuertemente con ~I pa~el de "" ~exo
en una determinada cultura, sino sentir protegida cierta fragilidad
del yo detrás del estereotipo d~ un sólido pap,el sex~al. L~s _varo- Descriptores: Confiado, no suspicaz y acogedor (polo bajo) fren-
nes que puntúan alto y las mujeres que puntuan bajo quiza pro- te a vigilante, suspicaz, escéptico y cauteloso (polo alto).
De acuerdo con nuestra experiencia, las puntuaciones muy · · que el defecto trágico de Otelo no eran los celos sino una ciega
altas en Vigilancia (L) son uno de los indicadores más importan- confianza que le dejaba indefenso ante sus sospechas (7).
tes de patología en el 16PF. Una puntuación de 1 O sólo es conse-
guida por el sujeto que elige el polo de la suspicacia en todos los En la zona media, Vigilancia (l) se relaciona con la ira. la
items; el decatipo 9 no está lejos de esto. 'Por supuesto, la suspi- puntuación ofrece un indicador de lo rápidamente que un sujeto
cacia no siempre es paranoide. Para calificarle de paranoide las se irrita, de la cantidad de hostilidad reprimida que se manifiesta
fuerzas de las que el sujeto tiene que protegerse deben ser pro- y del grado en que otros procuran distanciarse. Vigilanda (L) se
yecciones de algún aspecto del yo. Generalmente el paranoide relaciona también con el interés por los detalles en contraposi-
intenta explicar las frustraciones y desilusiones -su propia insegu- ción a una visión global. A quienes puntúan bajo el bosque no
. ridad ansiosa- atribuyendo a los demás una sistemática .'~cumula- deja ver los árboles y lo contrario ocurre con los que puntúan
ción de poder contra él. Las bases para esta fantasía son múltiples: alto. "Bagatelas como ésta son para un celoso pruebas tan irrecu-
cada uno crece en una situación en la que otros tienen un exce- sables como los textos de la Biblia" (Otelo).
sivo poder y no todos los familiares manejan bien esta superiori-
dad de poder. Así pues, aunque la suspicacia y la paranoia no son Para los que puntúan alto, las diferencias de posición en el
idénticas, la suspicacia extrema o penetrante refleja probable- diálogo terapéutico pueden ser difíciles de manejar. Quizá exijan
mente no la naturaleza de la sociedad sino la naturaleza de los tanta democratización en las relaciones que el terapeuta pierda el 1:
¡;
individuos suspicaces. Puntuaciones muy elevadas en Vigilancia punto de apoyo necesario para llevar a cabo el cambio. Las per- 'i 1
(l) pueden indicar también una falta de atención sobre la forma sonas que puntúan alto pueden encontrar discrepancias entre la :¡
en que las sospechas afectan a la mayor parte de la gente o una
1

imagen de su adecuación sexual y su papel de pacientes, igual ;1


falta de cuidado puesto que el aspecto negativo de los items es que sucede con los 1-. Todos los que puntúan alto pueden sentir- 'l
fácil de notar. Esto refuerza la impresión de un componente para- se inclinados a sexualizar la relación con un terapeuta del sexo
noide en las puntuaciones muy altas. opuesto (o del sexo por el que son atraídos), como una forma de
tendencia general de buscar el poder en la relación misma más
La candidez es otra forma común de paranoia. De hecho, las que en el motivo de tratamiento. Probablemente se sienten afec-
subescalas de la variable 6-Pa del MMPl-2 incluyen persecución, tados por fantasías sexuales sobre el terapeuta para transformar el r
acerbidad y candidez. La candidez juega un papel en la paranoia
porque, en su forma patológica, depende de la negación y de la
encuentro en un romance y para considerar sexualmente lo que
el terapeuta piensa de ellos. El tratamiento de los que obtienen i!
J
ji
evitación proyectiva o expulsión de la hostilidad. Para ser muy bajas puntuaciones implica una delicada comprobación de los
confiada la gente tiene que ser excesivamente ignorante y caren- motivos, propios y ajenos, para familiarizarse con ellos y una pre-
te de preparación para la hostilidad. Este nivel de negación puede paración para las normales manifestaciones de la agresión huma-
extenderse también a sus propias hostilidades. No obstante, pun- na.
tuaciones muy bajas en Vigilancia (l) pueden no ser indicativas
de candidez patológica sino de un esfuerzo para causar buena
impresión o una confianza no patológica en la bondad de los Escala M: Abstracción (Impracticabilidad)
otros. Más todavía, las puntuaciones muy bajas deberían ser con-
sideradas por lo menos como posibles indicios de paranoia sobre
todo si el historial psicosocial contradice el nivel de confianza
Descriptores: Realista, práctico y orientado a la acción (polo bajo)
declarado (p. ej., penalizaciones, accesos de rabia o hazañas en frentea abstracto, imaginativo y orientado a las tdeas (polo
una acción competitiva). Después de todo, algunos insisten en alto).
Este rasgo es muy diferente de su correspondiente en la tipos de trabajos domésticos, cuidado de niños y conducción de
Forma A y los clínicos que hacen inferencias de las puntuaciones vehículos.
basándose en su experiencia con la Forma A, probablemente se
sienten defraudados con los resultados. La versión de la escala M Las interpretaciones de las puntuaciones bajas en Impractica-
de la Forma A medía la ubicación del foco de atención del suje- bilidad (M) se ven complicadas por la deseabilidad social de
to, que varía desde un enfoque hacia sí mismo hasta un enfoque muchos de los items. Puntuaciones bajas pueden ser obtenidas por
hacia el entorno inmediato. En cambio, el 16PF-5 ofrece una personas muy apegadas a la realidad o por quienes reconocen que
medida de la falta de sentido práctico. Quienes puntúan alto los items representan negativamente el lado opuesto de la mone-
reconocen que son personas poco prácticas y los que puntúan da. De hecho la tendencia a contestar a los items en la dirección
bajo se declaran prácticos. Puesto que la escasa practicidad favo- deseable limita la distribución de los decatipos de modo que es
rece poco la estrategia de enfrentamiento o la adaptaciórfpsico- imposible lograr el decatipo 1 y hay que contestar a todos los
lógica, las puntuaciones altas pueden sugerir psicopatías. Como items en la dirección práctica para conseguir el decatipo 2.
algunas de las otras escalas evidentes del 16PF (p. ej., baja Fuerza
del yo [C-], oportunismo [G-] y Vigilancia [L+)), la combinación de
Debido a que la actitud del examinando es tan rele~ante
evidencia y poca deseabilidad en puntuaciones altas en la
para la Impracticabilidad, no está clara su ponderación en la
escala M sugiere, bien un esfuerzo para dar mala imagen o bien
dimensión gobal de Auto-Control (AuC). ¿Ocurre esto porque la
un auténtico ajuste de los problemas combinado con un fracaso
gente con sentido práctico es realmente más controlada o porque
para reconocer la poca deseabilidad del rasgo. Puede existir un
el sujeto, que consigue una baja puntuación, se ha auto-controla-
paralelismo entre la habilidad para poner de manifiesto el rasgo
do al realizar el test? · ·
en el auto-informe de la persona mediante el cuestionario y la
dificultad para reconocer y encauzar las conductas problemáticas
en la vida.
Escala N: Privacidad
En un contexto laboral las puntuaciones altas en Impractica-
bilidad (M-), como las bajas en Atención a las normas (G+), son Descriptores: Abierto, espontáneo y sencillo (polo bajo) frente a
especialmente problemáticas puesto que todos los candidatos al receloso, discreto y cerrado (polo alto).
trabajo deberían saber presentarse a sí mismos como personas
prácticas. En el ámbito clínico, los que puntúan alto puede que Encuentros casuales con sujetos N- en un parque o en la fila
intenten decir al clínico que son asociables, histriónicos, hipo- de un cine son experiencias memorables. Comparten de buen
maníacos u obsesivos. Cualquiera que sea la razón de la falta de grado detalles de su vida con extraños: su último romance, la c?~-
sentido práctico, las puntuaciones elevadas exigen una explora- ducta antiprofesional de sus jefes y sus recientes problemas med1-
ción complementaria. Una inferencia válida para la Forma A y cos. Por el contrario, un clínico puede emplear meses e incluso
para el 16PF-5 implica la capacidad del sujeto para atender a ruti- años con pacientes N+ antes de. enterarse de los secretos de su
nas repetitivas, como las de algunos trabajos de fábrica, control familia o de su situación financiera. Obviamente, estos ejemplos
de tráfico aéreo y otras tareas que requieren atención sostenida. de comportamiento son complejos y el ser receloso (N+) se rela-
Así como la situación es ambigua en el extremo inferior de esta ciona con otros factores que reflejan esta complejidad. Las perso-
escala, cabe esperar que quienes obtengan puntuaciones altas nas recelosas probablemente son también reservadas (A-), tímidas
tengan alguna dificultad para realizar este tipo de conductas. (H-), suspicaces (L+) y autosuficientes (Q2+) (Conn y Rie~e, 1994,
Situaciones análogas en otras esferas de la vida incluyen muchos p. 94), rasgos que pueden incitar a encerrarse en uno mismo.
, Ad:más de describir conductas de retraimiento, los que pun- Respecto a la escala O, Karson y O'Dell (1980, p. 80) escri-
tuan bajo pueden estar señalando inexperiencia, hipomanía 0 bían:
: ,¡
n~rcisis.~o. Estos sujetos no han desarrollado un grado óptimo de
discreción para avanzar en su cultura, bien por no haber tenido "Aunque Cattell (1957) considera esta escala O como la
menos adecuadamente definida entre todos los factores deri-
suficientes ocasiones de asimilar los efectos de los grupos (inex- 11
vados del análisis de la lengua inglesa, nuestra experiencia 1!!

periencia) o bien por estar inmunizados a estos efectos, debido a


nos ha mostrado, sin embargo, que es una de las más impor- 'I
su desdén hacia los demás (narcisismo) o a su propio entusiasmo i
tantes desde el punto de vista clínico. Una mirada a los ele-
(hipomanía). q
mentos que la constituyen muestra repetidamente la ansie-
l::r
Una puntuación de tipo medio en este rasgo no es rel~vante
dad de preocupación y la culpabilidad obsesiva. Los senti-
mientos de un miedo impreciso, la culpabilidad sin una
1
,
i
'
para el clínico. Constituye una excepción el tratamiento de la razón clara, de extrema reacción a la crítica, de temor a la 1
pareja donde algunos problemas de comunicación pueden rela- crítica y castigo y de poca autoestima son el pan de cada día ¡
cionarse con las diferencias en Privacidad (N) de cada uno de los de muchos terapeutas.
1:.
componentes de la pareja. Cuando existan estas diferencias, cada
uno de los miembros necesita aprender a valorar, o al menos a Los adjetivos relacionados por Cattell (1957) como des-
tol~rar, las preferencias del otro respecto al retraimiento para evi- criptivos de este factor muestran de un modo general lo ante-
t~r interpretar la conducta de éste como si tuviera el mismo signi- rior. Como adjetivos de 0- se incluyen confiado en sí mismo,
autosufícíente, aceptador, vigoroso y enimoso", mientras
ficado en la suya propia. Quienes puntúan bajo, piensan a menu-
para O+ son preocupado, triste, suspicaz, sensible y desani-
do que sus compañeros, con puntuaciones altas, no son felices
mado.
con ellos, puesto que los de baja puntuación desearían limitar la
comunicación para distanciarse de los demás (hasta que les fuera La experiencia clínica con esta escala ha mostrado que,
ir:1posible resistir por más tiempo y tuvieran que expresar lo que demasiado frecuentemente, las puntuaciones desviadas del
piensan). Igualmente, los que obtienen puntuaciones bajas pue- promedio señalan perturbaciones. Es decir, tanto las 0-
den considerar que la habilidad de su pareja N+ para evitar inme- como las O+ justifican indagaciones posteriores".
diatamente la discusión de los problemas, constituye una falta de
cariño. Por el contrario, estos últimos, quizá conciban a sus com- Puede ser provechoso pensar en dinámicas psicológicas
pañeros de puntuación más baja como entrometidos e inflexibles como modelo de diálogos internos entre diferentes aspectos del
en su afán de compartir información, lo que les impulsaría a propio yo. En este contexto, el Factor O se relaciona con la cali-
defender vigorosamente su privacidad. El resultado final puede dad de las relaciones entre la autoridad interiorizada y el yo. Las
ser un círculo vicioso. puntuaciones bajas suelen significar que la conciencia no está
activa o, al no ser escuchada, detecta pocos sentimientos de
culpa. Ciertamente, algunas personas pueden comportarse tan
Escala O: Aprensión bien que sus conciencias nunca les rer;nuerdan, pero esto es raro.
Las puntuaciones altas en Aprensión (O) sugieren que la concien-
cia es hostil al sujeto y acusatoria sin razón. Por supuesto, algu-
Descriptores: Seguro, despreocupado y satisfecho (polo bajo) nos pueden haber actuado mal recientemente y sufrir un excesi-
frente a aprensivo, dubitativo y preocupado (polo alto). vo remordimiento. El antagonismo entre la conciencia y la iden-
sobre ciertas situaciones privadas. Cattell, investigador puro,
tific~ci~n del yo es una característica de la depresión y, por eso el
creía que estos rasgos no deberían recibir la misma considera-
O~ indica a menudo tendencias depresivas, especialmente si la
ción que los derivados de observaciones directas y por eso los
Animación (F) es baja. La depresión puede verse como una derro- identificó con la sigla Q (de "questionnaire"), Nuestra experien-
ta ante Ja autoridad interiorizada. Cuando la Animación (F) es cia clínica ha sido que no hay necesidad de minusvalorar la con-
alta, Ja auto-apreciación antagonista conduce a una actuación tribución de estos factores a las características de personalidad
antidepresiva contrariando la autoridad interiorizada con la que de los sujetos.
el sujeto no puede hacer las paces.
Escala Q1: Apertura al cambio
De m~do semeja~te al pensamiento obsesivo, la Aprensión
(O+). se resiste a cambiar con los esfuerzos de la terapia. Decir a
Descriptores: Tradicional y apegado a lo familiar (polo bajo) fren-
alguien que no se preocupe, no le ayuda. Además es dÍ,ícil
te a abierto al cambio y experimental (polo alto).
recomponer las consecuencias de la extinción en la conducta por
s.u. divorcio de los efectos externos; en Jugar de demostrar la inu-
Esta escala difiere sustancialmente de la versión previa en la
~il1d·a·d de la conducta, prácticamente ningún resultado parece
Forma A y los clínicos deberían evitar hacer uso de las inferencias ya
JU~t1f1car la preocupación. A menudo el terapeuta, para ser más
caducadas. Cattell y otros (1970) consideraban que sólo por un
eficaz: debe. abordar otro problema dando por supuesto que el
signo de los tiempos la vieja versión del Q1 enfrentaba la apertu-
can:b10 hacia otro escenario disminuirá la preocupación del
ra al cambio con el radicalismo político y la hostilidad hacia la
paciente. La buena disposición para resolver los compromisos
autoridad (esta última era la interpretación central en la versión
que plantea la expresión de Jos impulsos conduce a la reducción
de la Forma A). Pasados los tiempos de la Gran Unión y del
de las preocupaciones de una manera más fiable que un ataque
Vietnam, las actitudes frente al cambio y al "antiestablishment" ya
frontal a la preocupación misma. El terapeuta debe permanecer
no son equivalentes y los items del 16PF-5 se refieren sólo a las
alerta a que la preocupación llegue a dominar las sesiones de
primeras.
terapia y ~ropon.er temas más productivos, impidiendo que las
preocu~ac1on~s Jueguen un papel defensivo en el pensamiento
Excepto las puntuaciones muy bajas, que pueden indicar
del paciente distrayendo su energía y atención de otros problemas
trastornos, este rasgo puede interpretarse como una medida ade-
más perturbadores.
cuada de la actitud de un individuo hacia el cambio. Mientras
más alta es la puntuación más orientada está la persona a inten-
Las escalas 11Q11 tar algo nuevo, y mientras más baja más inclinada a hacer o apre-
ciar aquello con que se cuenta. Este rasgo debe considerarse den-
tro del contexto de la normal satisfacción de la persona con la
Los 4 últimos de los 16 factores primarios se obtuvieron úni- vida. Algunos de los que puntúan bajo se satisfacen muy rápida-
camente de datos de cuestionarios, no de calificaciones de con- mente con poco; otros con altas puntuaciones son incapaces de
ductas. Esto ocurrió muy probablemente porque tres de ellos _ apreciar el bien que poseen. Los Q1 + necesitan ayuda para eva-
Apert.ura al cambio (Q1 ), Compulsividad (Q3) y Tensión (Q4)- luar las condiciones puesto que tienden a supervalorar sus espe-
constrtu.y~n, ~n gran medida, experiencias internas y el otro, ranzas y menospreciar su situación. Los terapeutas pueden ayu-
Autosufrcrencra (Q2), es demasiado semejante a Afabilidad (A) darles a desarrollar métodos alternativos que les permitan satisfa-
para distinguirlos directamente. Aparecen en datos del cuestio- cer su búsqueda de cambio sin abandonar lo que ya tienen.
nario porque solamente el sujeto es capaz de ofrecer información

LAS ESCALAS DEL 1 6PF 0 65


r" A r-11 1,,.... nr- r 1 1 ,,....... t _ ·
m
1.'' .Ju
La relación entre Apertura al cambio, circunstancias habi- inmaduro o irresponsable al que puntúa alto, mientras que este ¡1
tuales y depresión se ejemplifica con la vieja historia de dos último puede considerar al de baja puntuación como hundido en
muchachos encerrados en una habitación llena de estiércol de el fango. El que puntúa alto no se da cuenta de que sus innova-
caballo. Uno de los muchachos identificado como pesimista, se ciones destrozan los gustos del que puntúa bajo; éste, a su vez, no
sentó abatido, mientras el otro, considerado optimista, removía se percata de que su vinculación a lo familiar desvirtúa la antici-
alegremente el estiércol mientras decía: "Aquí debe haber una pación del que obtiene puntuaciones elevadas. Normalmente, 1
moneda escondida". Desde el punto de vista racional, no está cada uno de los miembros de la pareja debe aprender a mostrar t
claro quién es el pesimista y quién el optimista. El segundo de los JI
empatía con el modo de disfrutar del otro y encontrar la forma de ~!
chicos ha aceptado la condición de una habitación llena de ¡'
atender a sus preferencias personales sin imponerlas a las del j.
estiércol de caballo y ha hecho lo mejor de una mala situación; otro.
es optimista sobre el posible hallazgo de una moneda, perospesl- r
mista sobre el cambio; sin embargo, el chico abatido espera la
llegada de mejores condiciones. Esta disyuntiva se plantea fre- Escala Q2: Autosuficiencia
cuentemente en el trabajo clínico donde a menudo los miembros
más sanos de la familia muestran síntomas depresivos en res-
Descriptores: Integrado en el grupo y afiliativo (polo bajo) f;~nte
puesta a la disfunción familiar,
a seguro, solitario e individualista {polo alto).
Puntuaciones muy bajas en Apertura al cambio (Q1) pueden
indicar problemas de flexibilidad y ajuste. Quienes puntúan bajo, El nombre de este factor es un poco engañoso puesto que sus
pueden resistirse al cambio por razones que van más allá de una connotaciones positivas hacen parecer las puntuaciones del
tendencia pesimista, que pasade todo, o de una capacidad madu- extremo inferior de la escala como indebidamente negativas. La
ra para disfrutar de lo disponible. Por el contrario, pueden tener variable se podría renombrar como Equipo frente a individuo,
una historia de incapacidad para adaptarse convenientemente a puesto que opone las tendencias y preferencias de un sujeto a
las nuevas circunstancias. Una excesiva resistencia al cambio hacer cosas en solitario a hacerlas con otros. De hecho,
puede estar en la base de una definición muy restringida de la Autosuficiencia (Q2) puede ser considerada como una versión
identidad (o de los posibles papeles a desempeñar), semejante a orientada a la actividad de la Afabilidad (A). Mientras más alta es
un desorden de la personalidad. Las personas que manifiestan esa la puntuación, más solitaria es la persona. De acuerdo con nues-
resistencia pueden sentirse incómodas ante nuevas condiciones y tra experiencia, mucha gente contesta a los items de esta escala
por ello aferrarse a lo familiar. Además de esta hipótesis de cons- en consonancia con su vida de trabajo y a los de Afabilidad (A)
tricción de la identidad, quienes puntúan muy bajo pueden tam- de acuerdo con su vida personal.
bién estar reflejando una historia de experiencias hostiles que los
ha conducido a dar más importancia a la evitación del dolor que La interpretación de las puntuaciones debe tener en cuenta
a la búsqueda de satisfacción. Una historia de este tipo está pro- el nivel general de competencia del sujeto. Mucha gente que no
bablemente más asociada a problemas patológicos que una his- realiza bien una determinada tarea· prefiere trabajar en grupo para
tor.ia de gratificaciones. que no se ponga en evidencia su ineficacia. Por el contrario, per-
sonas que sobresalen en algunas tareas, se frustran cuando cola-
Una diferencia en Apertura al cambio (Q1) es frecuentemen- boran con otras menos aptas. Por estas razones, las puntuaciones
te significativa en la terapia de pareja. La ansiedad ante el cam- en Autosuficiencia (Q2), pueden verse afectadas por el nivel de
bio de los que puntúan bajo puede conducir a percibir como competencia o por el grado de auto-confianza del sujeto. En cual-

,.,. l"l 1 rnr,.. 1 t ••• ,-. •• c ,.., , •··-- ._, ..-. . ..<. •• -·, ~ <•.......
quier caso, no existe una relación directa entre competencia y bajas puntuaciones prefieren hacer cosas con otros porque no
Autosuficiencia (Q2), debido especialmente a que los items pueden defenderse por sí mismos. Existen diversos modelos de
hacen referencia a las preferencias del sujeto más que a sus capa-
dependencia para explicar tanto el miedo al fracaso como el
cidades. Mucha gente que prefiere trabajar en equipo es capaz de
miedo al éxito, cualquiera de los cuales inclina a la gente a ocul-
trabajar solo cuando es necesario, y viceversa.
tarse en la multitud.
Puntuaciones muy altas en Autosuficiencia (Q2) pueden
indicar dificultad para actuar confortablemente con otros. las Escala Q3: Perfeccionismo (Compulsívidad)
personas extremadamente solitarias, al igual que las extremada-
mente reservadas (A-) tratan más bien de evitar activamente a los
demás que de expresar su deseo de estar solas. Pueden estar espe- Descriptores: Tolerante con el desorden, condescendiente y flexi-
cialmente inclinadas a considerar a los otros como lentos o inefi- ble (polo bajo) frente a perfeccionista, organizado y auto-dis-
caces. Cuando las circunstancias les obligan a establecer relacio- ciplinado (polo alto).
nes de colaboración, su respuesta no suele ser satisfactoria. El
terapeuta de un paciente con muy altas puntuaciones puede Según Cattell y otros (1970), Compulsividad (Q3) representa:
emplear meses en el intento de establecer una atmósfera coope-
••• el nivel de desarrollo del sentimiento propio consciente e
11
rativa o una alianza de trabajo sin conseguir ningún intercambio
emocionalmente auténtico. Ante esta situación el terapeuta debe integrador de la conducta, es decir, el grado en que la per-
evitar la irritación derivada del distanciamiento empeñándose en sona ha cristalizado en sí mismo un claro, consistente y dese-
una excesiva insistencia. El sujeto puede interpretar los esfuerzos able modelo de conducta socialmente aprobada, al que hace
del terapeuta por establecer una. relación como signo de incom- esfuerzos concretos por conformarse. El grado de acerca-
petencia· de éste. En cambio, conseguir que el sujeto comprenda miento a este modelo de auto-ideal no es, naturalmente,
esta interpretación puede constituir un paso importante y una medible de modo muy válido mediante un cuestionario. lo
señal de punto fuerte para el terapeuta. que aquí estamos midiendo es la cuantía del interés y aten-
ción a la normativa".
la Autosuficiencia (Q2) contribuye a la dimensión global de
Extraversión (Ext), y su significado debe comprenderse en el con- Al igual que el concepto de Horney (1950) sobre el yo idea-
texto de otros factores de extraversión. Puntuaciones relativamen- lizado, el modelo perfeccionista puede inspirar o tiranizar a la
te altas, sugieren eficacia y dominio de la tarea; pero si otros indi- persona, dependiendo de la connotación emocional asociada al
cadores de extraversión son bajos, es probable que, incluso las alejamiento de la normativa. La ausencia de normas perfeccio-
puntuaciones moderadamente altas en Autosuficiencia (Q2), nistas puede significar libertad frente a la tiranía o bien compla-
representen únicamente aversión a la colectividad. Por el contra- cencia sostenida, dependiendo de otros factores.
rio, puntuaciones altas en Autosuficiencia (Q2) indican más cla-
ramente confianza en sí mismo cuando otras escalas señalan al Horney citaba tres importantes tipos de perfectibilidad que
sujeto como globalmente extravertido. conducen a comportamientos neuróticos en la mayoría de las
personas relativamente sanas. los llamaba recurso al dominio
las puntuaciones muy bajas deberían suscitar dudas, pero no (asociado con la actuación contra otras personas), recurso al amor
necesariamente conclusiones, sobre la total dependencia respec- (actuación hacia otros) y recurso a la libertad (actuación inde-
to a otras personas. El clínico debe considerar si los pacientes con pendiente). Desde la perspectiva de Horney, para llegar al con-

,,.. ,......,, .. _;'"-('9 ~ 1 J ••• ,-.. ,_--·-·-·· H .- • ...:.. •• 0-0• O• ~ ~ '(.,,,...~


cepto descrito por Cattell se requerirían items específicos para dones excesivamente altas (8 o más) no son corrientes en estas
cada tipo o recursos de perfección. Sin embargo, los items de personas. Nuestra experiencia nos indica que la ansiedad dema-
Perfeccionismo (Q3) incluidos en el 16PF-5 definen lo que podría siado arraigada puede ir en detrimento de la creatividad y la fle-
llamarse una versión británica de la perfección: orden y buenas xibilidad. Ciertamente, la persona Q3+ no va a tolerar mucha
costumbres. Por eso creemos que el nombre asignado en el 16PF- ambigüedad o desorden en la vida y el desorden es esencial en
5 es demasiado amplio y preferimos el de Compulsividad que algunas etapas del proceso creativo (Karson y 01 Del I, 1980).
incluye una noción del perfeccionismo en Ja que el exceso puede
ser tan malo como el defecto. Una persona Q3- tendría dificultades para actuar con éxito
en una gran empresa o institución gubernamental que recompen-
· La Compulsividad (Q3) se relaciona con la identidad inte- sara la responsabilidad y la compulsividad. Las puntuaciones
grada frente a la identidad dispersa, pero no de una manera dft-ec- bajas en Compulsividad (Q3-) deberían contrastarse con otros
ta. Las personas con identidad dispersa pueden obtener puntua- indicadores de ansiedad; una suposición inteligente es que la per-
ciones bajas o muy altas. Sus puntuaciones bajas son probable- sona tenga estrés. Probablemente esta persona es incapaz de
mente un indicador de su familiaridad y tolerancia con el desor- organizar sus impulsos vitales de modo que le permitan no mal-
den y el caos. El caos externo no les arrastra hacia el mal cami- gastar sino hacer un uso constructivo de la energía (Karson cy
no. Por otra parte, algunas personas con identidad dispersa pue-
O'Dell, 1980).
den compensar la ambigüedad interior con una integridad super-
ficial (la personalidad "Como sl.," de Deutsch, 1942). Estas per- l.
Generalmente, la Compulsividad (Q3) es muy útil como •' t

sonas necesitan un aislamiento especial del caos externo y pro- indicador de la habilidad para controlar las emociones, particu-
bablemente puntuarán muy alto en Compulsividad (Q3). Asf
larmente la ira y la ansiedad. De hecho, se ha comprobado que
pues, en general quienes puntúan bajo, suscitan dudas sobre el
la Compulsividad (Q3) fue uno de los rasgos más discriminativos
motivo por el que no han desarrollado hábitos utilitarios sólidos.
del 16PF-5 cuando se comparó una muestra de madres de niños
La respuesta probable es que les falta coherencia de identidad y,
con problemas con otra muestra de madres de niños mejor adap-
consecuentemente, el deseable grado de predictibilidad. Quienes
tados (Karson, 1960). Puede establecerse una analogía útil entre
puntúan bajo tienen que reinventar la rueda en cada nueva opor-
el control de las emociones y el control de los niños; la
tunidad.
Compulsividad (Q3), cuando no es excesiva, representaría una de
Quienes puntúan muy alto suscitan la duda de por qué tie- las mejores vías para el logro de ambos.
nen necesidad de tantos hábitos. ¿Pueden los hábitos sustituir a
la personali.dad? Además, la extrema compulsividad siempre tiene
Escala Q4: Tensión
connotaciones con la ira: mientras más fuertes son los barrotes de
la jaula más violenta se supone que es la fiera que está dentro.
Descriptores: Relajado, plácido y paciente (polo bajo) frente a
La Compulsividad (Q3) es normalmente un buen indicador tenso, enérgico, impaciente y presionado (polo alto).
de la habilidad para reprimir la ansiedad. A la vez, puntuaciones
demasiado elevadas en Compulsividad (Q3) -especialmente si El rasgo de personalidad a que se refiere esta escala está aso-
van unidas a Vigilancia (l+) y Atención a las normas (G+)- pue- ciado con ansiedad flotante y frustraciones generalizadas. La ten-
den indicar demasiada rigidez. Las personas productivas y creati- sión así considerada, puede conducir a conductas ansiosas (p.
vas suelen puntuar alto en Compulsividad (Q3), aunque puntua- ej., insomnios, cavilaciones, agitación y hábitos nerviosos), así

r ·- ---·· ·- 1 coc n 71
como a conductas asociadas a una escasa tolerancia a Ja frustra- para la tensión y tal vez no la controle bien cuando se presente.
ción (p. ej., impaciencia e irritabilidad). Cattell y otros (1970) En definitiva, a un paciente que puntúe muy bajo es muy impro-
hicieron notar que no siempre es fácil distinguir la Tensión (Q4) bable que se le implique en un tratamiento terapéutico. Las bajas
de problemas con la Fuerza del yo (C-) y Aprensión (O+) y cier- puntuaciones pueden dar lugar a un pronóstico poco favorable,
tamente las tres escalas se relacionan bastante. En general, noso- no sólo porque el paciente no lo considere como relevante, sino
tros consideramos la Aprensión (O+) como una propensión a la también porque la ansiedad puede ser un buen motivador.
culpabilidad y una apreciación negativa de sí mismo, mientras Frecuentemente es aconsejable explorar si alguna otra persona
que la Tensión (Q4+) estaría más relacionada con las tensiones y está interesada en la terapia y considerar la inclusión de esta per-
ansiedades asociadas a la inseguridad, a la escasez de posibles sona en el tratamiento.
formas de auto-expresión y al exceso de las demandas del entor-
no frente a los recursos internos. La Tensión (Q4) y la Fue/za del
Nuestra experiencia indica que, excepto cuando un pacien-
yo (C} se correlacionan porque cuanto mayor es la fuerza del yo,
te ha tenido una poderosa razón para fingir, una puntuación muy
mayores son los recursos internos disponibles para enfrentarse a
alta representa tanto la presencia del rasgo básico como el deseo
las demandas y mayor la probabilidad de que el sujeto haya desa-
rrollado formas de auto-expresión. de que el examinador o quien haya solicitado el examen lo re~o-
nozca. En algunos trabajos, ésta puede ser una posición adecua-
Como escala, considerada independientemente del rasgo, da para reconocer niveles de estrés. De hecho, algunos hombres
Tensión_ (Q4) es completamente transparente. Esto la· hace muy de negocios van tan lejos que activamente hacen de la impacien-
susceptible a los aspectos comunicativos y a la manipulación en cia una virtud puesto que implica que el sujeto tiene muchas
la situación de examen (Véase el capítulo 2). La Tensión (Q4) es cosas importantes que hacer. La tensión es vista también como
fácilmente falseada, puede ser utilizada como comunicación de signo de la importancia y compromiso en muchos trabajos. Los
referencia y está afectada por el autoconcepto consciente de la que valoran el estrés normalmente están ellos mismos afectados
persona. Estas fuentes de varianza no pueden desligarse de los por él y a menudo necesitan la ayuda que justifique la relajación
efectos del rasgo básico subyacente al interpretar una determina- y la recreación.
d~ puntuación. Según nuestra experiencia, se obtienen puntua-
c1~nes extremas cuando los sujetos dan más importancia a lo que Desde el punto de vista clínico las puntuaciones altas en
quieren aparentar que a lo que suelen ser. Por eso, las puntuacio- Tensión (Q4) suponen una experiencia perturbadora y a menudo
nes muy bajas o muy altas son más interpretables como forma de constituyen el primer enfoque para el tratamiento. Las puntuacio-
comunicación que las puntuaciones de tipo medio.
nes de Tensión (Q4) tienen normalmente una alta correlación con
la escala 7-Pt (Psicastenia) del MMPI (Karson y 01Dell, 1987). Al
El significado subyacente a las puntuaciones bajas indica
igual que la escala 7-Pt, Tensión (Q4) es una medida del estrés
claramente que el sujeto no tiene estrés. En ciertas situaciones,
subjetivo, pero a veces tener estrés es mejor que no tenerlo. Esto
:orno las de decidir sobre la custodia de los niños, se esperan e
incluso pueden ser deseables estas puntuaciones, puesto que pue- es verdad cuando la vida toma una mala dirección o cuando exis-
den representar una comprensión de lo que se espera y una ten otros síntomas importantes. El estrés subjetivo puede consti-
voluntad de seguir adelante. En situaciones de tratamiento clíni- tuir un buen signo porque puede indicar que alguna parte del
co, la intensidad del rechazo para reconocer síntomas de ansie- sujeto está desconcertada por los desastres y por los síntomas, y
~·' .
dad debe ser puesta en duda. A veces, puntuaciones muy bajas también porque puede indicar alguna motivación para cambiar ¡: .
¡:

¡
significan que el paciente no está psicológicamente preparado las cosas a mejor. .!
®

16PF-5
UNA GUÍA
PARA
SU INTERPRETACIÓN
EN LA PRÁCTICA
CLÍNICA

MICHAEL KARSON, PH. D., A.B.P.P., CLÍNICO


SAMUEL KARSON, PH. D., A.B.P.P., CLÍNICO
JERRY O'DELL, PH. D.
Título original: 16PF lnterpretation in clinical practice: A
guide to the Fifth Edition. lnstitute for Personality and Ability
Testing, lnc. Champaign. USA.
Traducción: AGUSTÍN CORDERO PANDO.

DEDICATORIA
A Dorothy Karson

ª
1 edición, 1998
2ª edición, 1999
3i! edición, 2001

Copyright© 1997 by The lnstitute tor Personality and Abi!ity Testing, Champaign, lllinois
Copyright© 1998, 1999, 2001 by TEA Ediciones S.A. Madrid

l.S.8.N.: 84·7174·649·2
Depósito Legal: M-7.732-2001

Quedan rigurosamente prohibidas, sin Ja autorización escrita de los titulares


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dos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejempla·
res de ella mediante alquiler o préstamo públicos.

Edita: TEA Ediciones, S.A., C/ Fray Bemardino de Sahagún, 24; 28036 Madrid
Printed in Spain. Impreso en España por Imp. Casillas. Agustín Calvo, 47; 28043 Madrid

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