La inmigración masiva de manera mediática se nos presenta como un fenómeno que ha

llegado a Chile para quedarse y ganarse un espacio dentro de toda la gama de

problemáticas sociales que coexisten en nuestra sociedad. Los medios de comunicación
pareciera que en dicho fenómeno han encontrado una beta para que diversos actores
sociales y personajes políticos o ciudadanos comunes y corriente, adopten posiciones
ideológicas, morales, valóricas y sociales sobre lo que seria un eventual problema con el
crecimiento de inmigrantes en nuestro país, lo que sin duda genera un fantasma de
incertidumbre y mitos , ante lo poco preparado o actualizado en la nula existencia de
políticas dirigidas no tan solo a la inmigración, sino también al fenómeno conocido como
multiculturalidad.

Como ya se mencionaba anteriormente, el escenario político y económico ha

proporcionado a chile cierta imagen de estabilidad, por la cual muchos extranjeros han
decidido venir a buscar nuevos rumbos y una mejor vida en este país. Si bien la
inmigración ha existido siempre, pareciera ser mas notoria en la actualidad, pues hoy con
mayor frecuencia podemos encontrar personas de ciudadanía colombiana o haitiana en
las calles, personas que ante el ojo común del ciudadano no pasan inadvertidos en
comparación con sujetos de otras raíces étnicas, pasando estos a ser como los símbolos e
iconos de este fenómeno.
Sin querer ser peyorativos, pero existen distintas posiciones sobre el fenómeno de la
inmigración, lecturas positivas de esta, las cuales parecieran pasar a muy bajo perfil,
frente a los muchos sectores de la sociedad que hacen un juicio sobre la llegada de los
inmigrantes, con ideas como que estos vienen a quitar el trabajo a los ciudadanos
chilenos, que son mano de obra más barata, que vienen a colapsar los sistemas de
servicios sociales, o simplemente que solo son delincuentes que llegan a nuestro país.

Tratar de ahondar en la génesis de estos juicios es un tema largo y mucho mas complejo,
con muchas variables, sin embargo estos, se relacionan con la alienación e ignorancia en
lo que responde a sentido común respecto de la multiculturalidad que en la actualidad es
un desafío que se presenta a nivel mundial.

En chile se ha construido un proyecto país que ha dejado de lado todo tipo de integración
cultural extranjera que no responda a un estereotipo blanco europeo, y ejemplos de ello
podemos encontrar a principios del siglo XX, con la colonización de inmigrantes europeos
en el sur del país tras el periodo de la pacificación de la Araucanía. Una política adoptada
por el estado chileno con el fin de blanquear la población nacional. Otro ejemplo de ello,
lo podemos encontrar en la construcción del espíritu e identidad nacional fomentada tras
la prusianización del ejercito y el espíritu en la rivalidad del peruano y boliviano, los cuales
tienen mayor ascendencia indígena.
Otro detalle lo podemos encontrar en la constitución de nuestro país, en donde en ningún
capitulo se refiere sobre la integración multicultural que se presentan en los tiempos
actuales, siendo esto, una desactualización frente a las necesidades de la sociedad y de las
minorías.
Un ejemplo nefasto de esta crisis la encontramos en los conflictos que el estado chileno
ha sido incapaz de solucionar con nuestros pueblos originarios.

La inexistencia de políticas adecuadas para enfrentar, acoger, y poder incluir el

multiculturalismo en nuestro país, son un desafío que con suma urgencia se necesita para
poder salvaguardar los derechos de las minorías y de los nuevos ciudadanos que con
raíces étnicas diversas, se suman a un país en donde con urgencia se debe construir una
sociedad mucho mas integradora y justa, no dando cabida a discursos ideológicos
chovinistas y conservadoras de el ser chileno.