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por gusto e iniciativa propia fruto del estudio de arte que se realiza con
posterioridad; quedando así, mal parado, nuestro sistema educativo. Al respecto
no ha cambiado mucho desde entonces, no resulta gratis que por lo menos en la
capital de la república las galerías de arte, las bienales y los sitios de encuentro
cultural dedicados a la tertulia hayan disminuido drásticamente en los últimos
treinta años como lo lamentan artistas, conocedores y evaluadores de arte3
quienes también manifiestan que se prefiere una mala replica a un lindo original
por cuenta de la “globalización y comercialización” del arte y el “fácil acceso a los
medios”.
En los planteles educativos las salidas pedagógicas se centran en visitas a sitios
de interés cultural como: al Museos del Oro (ni mas faltaría no admirar la
zaqueada riqueza que nos queda heredada de nuestros ancestros y que influyen
en las manifestaciones artísticas contemporáneas), ó la visualización de alguna
película taquillera producto de la industria de algún país industrializado que
gentilmente ofrece entradas a los estudiantes de colegios oficiales para que
conozcamos acerca de su“cultura”. Pero no se echa mano de los artistas que
tenemos en nuestro país, de las obras que ellos van dejando como aporte al
patrimonio de lo artístico.
Por lo anterior, la propuesta in aplazable es que en los colegios, aparte de la
enseñanza de la constitución, los códigos y leyes que rigen nuestro actuar dentro
de esta sociedad, por exigencia constitucional se dictasen igualmente clases de
arte y de apreciación del arte, ya que el estudio de esta contribuiría
potencialmente en la educación, en la sensibilización, En el dinero solo vemos el
valor que nos permitiría escasamente satisfacer algunas de las necesidades
básicas humanas8. Probablemente por las manos de todos habrá pasado un
billete de $5.000 (cinco mil pesos), pero no lo habremos relacionado con el
Nocturno de José Asunción Silva9 como tampoco relacionaríamos los billetes de
$50.000 (cincuenta mil pesos [anexo uno]), con la obra literaria La María de Jorge
Isaccs10, aunque en este caso es perdonable ya que difícilmente un billete de
cincuenta mil pesos cae en nuestras manos con el suficiente tiempo para la
contemplación estética. No así con las monedas de $500 (quinientos pesos) que
son de gran circulación y que han sido falsificadas, razón por la cual cada vez que
nos topamos con una, las detallamos con sospecha, y miramos y remiramos; sin
embargo nadie ve el trabajo que el maestro Manzur realizo con el objeto de
plasmar el árbol de Samán originario del municipio de Guacari11 que se “aprecia”
en relieve por el anverso de la moneda.
Pero si la educación en ese sentido se deja fácilmente criticar, no es mejor el
panorama de los medios en cuanto a su tarea pedagógica, cultural y artística. La
falta de pertenencia y de identidad se ve en todos los aspectos, la televisión nos
acosa con la cultura ajena, esa que
carece precisamente de cultura y que se nos “mete al rancho” a través de las
novelas extranjeras o traducciones acomodadas a culturas foráneas, que de tanto
ir al cántaro rompe con la nuestra, el problema trasciende a otros ámbitos como el
del transporte urbano de mayor consumo; Transmilenio: no es entendible que las
maquinas que anuncian las paradas nos hablen con acento extranjero y no con el
nuestro, como correspondería a un país que valora y protege su cultura. La
Fundación Cultural Gabriel García Márquez Ofrece otro panorama, que a pesar de
llevar el nombre de tan ilustre escritor como es nuestro premio nobel, es evidente
que la mayoría del inventario con que cuenta este sitio en lo que a literatura se
refiere, procede de la cultura mexicana, muy rica por cierto y gratificantemente
distante de la que nos invade a través de los medios televisivos, sin embargo no
deja de ser extraño como es que un hombre de letras, y números, no pondera su
cultura sobre la extranjera.
En este mismo recinto y pasando a otro tema; en cierta ocasión en que un grupo
de poetas se encontraban en un recital organizado por una entidad de educación
superior de cuyo nombre no quiero ni acordarme, los principales asistentes, más
del 90% eran sus estudiantes. Luego que los poetas nos hubieren sumergieron a
través de sus literaturas en un encantamiento tan insondable como la menos
explorada de las profundidades marinas, se abrió la participación a los extasiados
asistentes, al principio hubo silencio, el que finalmente fue roto por parte de un
estudiante del plantel con la siguiente pregunta, ¿cómo hacer para entender la
poesía? - tengamos en cuenta lo siguiente,- estudiantes de 4º semestre de
comunicación no entendían todos la poesía, por consiguiente no podían todos
disfrutarla, y yo que pensé que esa mirada, ida y atónita, del grupo en general,
correspondía a
La armoniosa combinación de palabras que provocan en el ser elevación del alma,
puerta de escape, abandono corporal que lleva al éxtasis donde el mundo no
encuentra confines y lo onírico se interseca con lo irónico Cita sublime con la
pluma y la verdad Si la universidad y la facultad de comunicación no le brindara a
estos estudiantes lo que no obtuvieron en la educación básica o media; La
posibilidad de entrar en contacto con la poesía para a partir de ese contacto
entender lo que la humanidad comunica e incluso ser mejor comunicador, que
destino le depara a aquellos estudiantes que se dedican a otras ramas del
conocimiento como las tecnologías o las ciencias exactas, podrán ellos entender
con certeza todo lo que leen, no con esto pretendo que la poesía sea el único
camino a la compresión de lectura, sin embargo “el estar en capacidad de
entender poesía es estar en capacidad de entender cualquier cosa
La Historia De Colombia Durante Este Bicentenario se escribió en lo que en arte
se refiere con: gruesas pinceladas, premio nobel, grammy; además de estos
destacados esfuerzos en solitario y orgullo nacional, no existe una postura artística
nacional a no ser precisamente esa. El panorama del arte en todo el contexto no
puede seguir siendo ignorado por todos para convertirse en la ocupación de los
más, bohemios o improductivos, el arte debe ser dominio de todo ciudadano, no
solo de las entidades culturales. La educación artística como mínimo debe ser esa
que se procura no para vivir del arte, pero si para que el arte viva.