La vida del cristiano hecha simple

Un pastor dijo estas palabras tan simples mientras me sentaba en un círculo rodeada de extraños.
Lo que quiero decir ahora es que esta verdad ha estado cambiando mis pensamientos y acciones
desde que las escuché. Y creo que harán lo mismo por ti.
Verán, por años he correteado y me he esforzado mucho por dejar en blanco mi lista de
pendientes, pero cuando estoy a punto de eliminar una tarea, salen tres más.
Así que he vivido con la mentalidad de que “cuando todo esté listo descansaré” (Todo eso resultó
en una caída física y emocional años atrás). Pero recientemente Dios ha usado otros medios – tan
buenos como esta oración sencilla – para calmar mi corazón ansioso y cambiar todo mi enfoque
hacia la vida cristiana.
En vez de levantarme cada mañana corriendo en un esfuerzo por domar mi lista bestial de
pendientes, he entendido que mi tarea de cada día es simple: Ama a Dios, ama a la gente,
arrepiéntete y cree en el evangelio cuando falles.
¿De dónde sacó este pastor esta idea? Probablemente de Jesús. Cuando a Jesús le preguntaron
por el mandamiento más importante, esto fue lo que respondió:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió
Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a
este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los
profetas.” Mateo 22:37-40

De lo que trata
De esto se trata la vida cristiana. Nuestro creador nos hizo a su imagen. Él nos ha hecho para vivir
como él, el Dios de amor. Pero hemos fallado en gran manera.
Dios sabía que podíamos. Y es porque él es amor, que ha buscado la manera en que nos
podamos transformar.
Envió a su hijo a vivir una vida de amor a través de Dios y otros en nuestro lugar. Mientras Jesús
amó a la humanidad perfectamente, escupimos su cara. Lo negamos. Lo dejamos morir.
Pero el amor es más fuerte que la tumba, y él salió victorioso, asegurando un pasado perdonado y
un nuevo presente y futuro para todos los que confiaren en él.
Eso no es todo. No te ha dejado para que reúnas tu amor por él y por otros de tu cuenta. Él ha
dado su espíritu a todos los que confían en él – este espíritu de quien naturalmente ama.
Así que, si estás ansioso como yo, tengo buenas noticias. Puedes respirar profundo. La vida
cristiana es simple, de verdad:
Ama a Dios.
Ama a otros.
Arrepiéntete y cree en el evangelio cuando falles.
Ok. Es tu turno para hablar. ¿Cómo enfoca o redirige este sumario sobre la vida cristiana tu
frenética vida? ¿Necesitas arrepentirte de no amar a Dios y a otros y creer en el evangelio – que
en cristo estás perdonado? ¿Qué puedes hacer hoy que ayude al espíritu en ti a amar a Dios y a
los otros?