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AUDICIÓN 1:

“Puer natus”: Introito de la Misa de Navidad.

Versión:
Obras Maestras del Canto Gregoriano.
Coro de monjes del Monasterio Santo Domingo de Silos.
EMI Classics, 1992.

Descripción técnica
Un coro de voces masculinas, entona “a capella” (sin acompañamiento
instrumental) el introito u oración inicial del propio de la Misa de Navidad, la
festividad más importante de la liturgia cristiana junto con la Resurrección.
El introito desempeña la doble función de acompañar la entrada del o de los
celebrantes mientras se dirigen al altar, y de situar desde el comienzo a los fieles
en el acontecimiento que se va a celebrar.
Podemos diferenciar claramente dos partes: la antífona (A) y un versículo del
Salmo 97: (Ps.) (B) al que sigue, en la versión escuchada, la oración del Gloria
(B´) Concluye todo con la repetición de la antífona con idéntico texto y música.

Para acomodarse al texto algo más largo de esta oración del Gloria, repite la 1ª
frase musical de final suspensivo (1ª vez desde Gloria Patri hasta Spiritui
Sancto-; 2ª vez desde sicut erat hasta semper) y termina con la fórmula de
descenso conclusiva en saeculorum. Amen. Por esta pequeña diferencia
hablamos de B´.

Texto: ANTÍFONA -SALMO 97- GLORIA- ANTÍFONA


Música: A- B- B´- A

El texto utilizado es latín, lengua oficial de la Iglesia Católica.

Es significativo que el texto de la antífona proceda del profeta Isaías: este hecho
parece estar resaltando el cumplimiento de la profecía de llegada del Salvador o
Mesías que tiene lugar con el nacimiento de Jesucristo. El salmo es una
invitación a la alabanza de Dios a través del canto. El Gloria es una alabanza a
Dios Uno y Trino. La traducción del texto es la siguiente:

Antífona (Is. cap 9, vers. 5-6):

“Un Niño nos ha nacido y un hijo se nos ha dado


Estará el señorío sobre su hombro
y se llamará su nombre “Maravilla de Consejero”.
Salmo 97:
“Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas”.

Gloria:
“Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Así sea”.

Llama enseguida la atención la ausencia de una regularidad en la acentuación


que conduzca a un determinado tipo de compás: por el contrario es la
acentuación natural del texto la que determina el reparto de acentos musicales.
Es también el texto el que proporciona una estructura a la música, ya que, con su
fraseo y signos de puntuación, da lugar a pausas más o menos prolongadas. Este
carácter fluyente eleva el espíritu y centra la atención en el significado de las
palabras.

Encontramos los tres estilos melódicos del canto gregoriano, aunque el


predominante sea el neumático:

o Estilo neumático (dos ó tres notas por sílaba). Es el habitual en las


antífonas.
o Estilo florido o melismático (más de tres notas por sílaba): lo
encontramos en palabras como “nobis”, “imperium”, “humerum” y
“eius” .
o Estilo silábico (una nota por sílaba): es el propio de los salmos.

En cuanto a la escritura, en correspondencia con lo anterior, encontramos partes


silábicas en las que utiliza el punctum y la virga, de una sola nota, aunque los
neumas más frecuentes en este fragmento sean los de dos o tres notas
denominados pes, clivis, porrectus y tórculus.

Interválica:

Las notas de la melodía avanzan por intervalos de 2ª (por grados conjuntos) o 3ª,
excepto en momentos concretos en los que se desea resaltar alguna palabra como por
ejemplo sucede en “Pu-uer” (Niño) que se canta con intervalo de 5ª ascendente de sol a
re. Este mismo intervalo se repite en la primera aparición de la sílaba “et”. Encontramos
otros intervalos de 4ª ascendente en “consilium” y al comienzo del recitado sálmico de
“Cantate”.

Modalidad:
Según esto, la pieza está compuesta sobre el modo VII ó tetrardus auténtico. El
“ethos” o carácter asociado a este modo es el angélico. Resulta adecuado al contenido
del texto y a la festividad que se celebra.
4-Función social que tuvo y / o tiene hoy:

El canto cristiano, nace con una funcionalidad litúrgica. De hecho es tan antiguo
como la misma liturgia.

En el Concilio Vaticano II, la instrucción “Músicam sacram” (1967) concretó


que las partes del ordinario de la Misa y las del propio podían decirse o cantarse
en la lengua del pueblo, una vez aprobadas las traducciones. Con los libros
reformados y los nuevos textos oficiales para la Misa y los demás sacramentos,
se inició una nueva etapa en la música litúrgica en la que. en la práctica, se
relegan el canto gregoriano y la polifonía y se da prioridad a esas otras
formas más participativas y populares.

En la actualidad el canto Gregoriano, a medida que ha sido sustituido


progresivamente en las iglesias españolas por cantos en lengua vulgar, ha sido,
paradójicamente, cada vez más apreciado en los medios profanos:

o En 1978 se restituyó la Cátedra de Canto Gregoriano en el Real


Conservatorio Superior de Música de Madrid.

o La difusión del gregoriano en la sociedad civil ha experimentado un gran


impulso a partir de la edición y reedición en CD de las grabaciones
discográficas del coro de monjes de Silos, que obtuvieron varios discos
de oro en 1992. (Ésta es precisamente nuestra versión). Se vendieron en
todo el mundo más de 7 millones de discos. En la web de la discográfica
EMI se lee: “Los monjes desplazaron en ventas al rock, al pop y a la
salsa: hasta su aparición, nunca un álbum de música culta había
encabezado las listas de superventas en España, figurando por delante de
Los Beatles y Frank Sinatra en las Navidades de 1993”.

o En fechas recientes (octubre del 2003), la casa EMI ha querido celebrar


el 10º aniversario de ese gran éxito mundial sacando a la venta un doble
álbum titulado “Lo mejor del Canto Gregoriano” en formato de lujo y
digitalmente remasterizado. Como su nombre indica, se trata de una
selección de temas, interpretados por los monjes del Monasterio de Silos
Y dirigidos por Ismael Fernández de la Cuesta y Francisco Lara.

4. Interpretación: papel de los intérpretes en la recreación de la obra:

La versión escuchada es, sin lugar a dudas, la más genuina de este tipo de canto
en España ya que, tras un largo período de decadencia, la restauración se inicia
en nuestro país con la llegada de los benedictinos de Solesmes para habitar el
Monasterio de Silos en 1880, vacío desde la desamortización de Mendizábal de
1835.
La llegada de los benedictinos a España fue extraordinariamente bien recibida,
tanto en los círculos eclesiásticos como en los intelectuales.
5. Qué suscita su escucha (juicio personal):

Este apartado deberá ser redactado por cada alumn@ después de haber
escuchado atentamente la obra.

Orientaciones:
En general transmite serenidad, contemplación de algo misterioso. Ello supone
un fuerte contraste con estilo de vida de actividad frenética del hombre
contemporáneo. Parece proponer la búsqueda de bienes eternos, perdurables e
inmateriales.

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