La realidad que hoy conocemos es un conocimiento y aceptación general,
es decir, compartimos una forma en concreto de cómo vemos ciertas cosas; por ejemplo, el cielo es azul porque todos vemos y pensamos eso, por ende, nuestra realidad es una construcción propia de nosotros mismos, las cosas en sí somos nosotros. Sin embargo, cada uno de nosotros tiene ideas diferente y una percepción distinta de las cosas. Pero lo que nos une puede ser la raza ( la especie ?) , todos los humanos vemos el cielo desde abajo, pero ¿Qué hay de las aves? O ¿Qué hay de los peces? Son percepciones distintas, uno vive volando en el cielo, otros ven el cielo, mientras que para los peces el cielo es aquello que esta arriba, y por cierto, el límite de estos mismos. No así nosotros, el cielo no es nuestro límite, creo a mi pensamiento que es aquello que nos diferencia de las aves y peces.
Pero enfocándonos en los seres humanos, aquello que nos relaciona es
nuestra forma de estar compuestos, digo, todos tenemos una cabeza, cerebro, huesos, y un esqueleto predeterminado para cada uno de nosotros, es algo general que nos abarca a todos. Aunque aquello que quiero mencionar, es exactamente la forma en que nosotros vemos nuestra realidad, un ejemplo, y creo que es bastante conocido, son las personas que tienen problemas de visión, su realidad según su sentido de la vista (y solo basándonos en eso) es distinta a la de alguien que quizás tiene un buen sentido de la vista, pero a mi parecer esto no hace que la realidad esta mal, de hecho el que este deforme no cuestiona la realidad en sí, solo demuestra la poca credibilidad que debemos darles a nuestros sentidos, pues nos engañan, si lo hacen una vez pueden hacerlo nuevamente (Descartes).
Mi pensamiento y ensayo apunta más al pensamiento de Kant, sin dejar de
lado el empirismo de Hume, pero he estado pensando y reflexionando sobre esto, puesto que, si definimos la construcción de la realidad bajo lo que vivimos, las experiencias, las sensaciones, caeríamos en el bucle de lo que toco es falso, lo que veo también, lo que oigo puede estar distorsionado, etc. ¿Entonces cómo podemos definir una realidad colectiva a base de lo que conocemos, si lo que conocemos lo sabemos gracias a nuestros sentidos? Y a la única respuesta que llego es que solo podemos considerar cierto aquello que coincide con muchas otras personas, es la respuesta más certera, pero que aun así falta pulir porque el que mucha gente afirme algo no significa que sea cierto, lo mas probable es que tampoco lo sea, sigo basándome en nosotros mismos, en nuestra forma de pensar, de intentar llegar a un acuerdo para poder establecer ciertas cosas. Pero la verdad es que todo es dudable, y en esto me voy mucho por el lado cartesiano, puesto que algo debió crear la duda, y por ende, la respuesta a esta, que por cierto debe tener algún significado perfecto, divino, entonces quien lo creo debe ser perfecto también, es algo que tiene sentido.
Pero me parece que nosotros somos seres imperfectos, no solo porque se
establece que hay una entidad arriba o abajo, que es perfecto, si no, porque biológicamente lo somos, somos propensos a enfermarnos, a perder la memoria, a dañarnos, etc. Entonces quedémonos con la idea de que somos imperfectos, si lo somos, todo nuestro actuar está en juego, nuestro desarrollo y aprendizaje está en riesgo, podemos equivocarnos, entonces acá puedo descartar uno de los pensamientos de Descartes, aquel que menciona la existencia de un genio maligno, puesto que el error es propio de nuestra raza imperfecta.
Entonces, ¿todo lo que hacemos y pensamos es imperfecto o erróneo?
Pues, sí, creo que por lo mismo hay cosas que no podemos entender o hacer. Basándonos en que existe una entidad superior y perfecta, nuestras ideas no podrían ser perfectas, ya que estaríamos a nivel de ese mismo “dios”, pero no, no lo estamos, por lo mismo no podemos hacer ciertas cosas, por ello creemos en lo primero que nos instruyen sin pensar en que quizás es falso, inclusive, la matemática está hecha de tal forma para que el resultado siempre sea el mismo, pero aún así fallamos y nos equivocamos, es curioso. Nos pueden decir que 2+2 = 4, pero el resultado es 4 porque el valor numérico que se le da al 2 es de 2 unidades, no obstante, si se le da otro valor a lo que entendemos como “2”, el resultado varía. Supongamos el “2” tiene como valor numérico el 3, podría ser entonces que 2+2=6, como es una construcción universal es totalmente imbatible, pero en su momento pudo haber tomado x valor, y la forma que tiene pudo haber sido la misma. A lo que quiero llegar con esto, es lo frágil que puede ser nuestra realidad, lo fácil que es desmoronar una idea.
Además, nosotros tenemos la idea de perfección aunque no sepamos
definirlo o jamás hayamos visto algo digno de ser llamado “perfección”, según Descartes, ese “Dios” introdujo aquella idea dentro de nosotros, pero no estoy del todo de acuerdo que nosotros seamos un envase en donde depositar una idea, o por ejemplo, según la metafísica de Aristóteles menciona que el alma está separada del cuerpo, que este fue brindado de forma biológica, mientras que el alma es brindada por Dios. Para mí, las cosas funcionan en dualidad, entonces la única respuesta o razón que encuentro respecto a la idea de perfección que fue “introducida” dentro de nosotros, es darnos la pista de que somos capaces de dar con ello, quizás a la muerte, quizás al nacer, o a lo largo de nuestra vida podemos dar con el real significado de la perfección que también es a lo que se deriva el resolver nuestra duda.
Entonces, concluyendo, se propone una duda, intentamos e intentamos
llegar a la verdad de esta, a la respuesta, el resultado final, terminada esta dynamis, podríamos considerarnos seres dignos de perfección, pues pudimos dar con el paradero de algo que solo Dios sabe (la respuesta a la duda), y por lo mismo esa entidad nos insertó el sentimiento de duda, la idea de perfección. Aunque no podamos desarrollar mas ideas perfectas por diversos motivos, con que podamos hacerlo 1 sola vez, me parece suficiente. Entonces si somos capaces de probar que una cosa es cierta, podemos dar a entender que parte de nuestra realidad lo es, y que quizás haya mas partes de esta que también lo sean. El ensayo posee una acorde dimensión reflexiva, lo que contribuye positivamente al desarrollo argumentativo del texto. Además, el texto integra suficientemente los conceptos que permite repensar la problemática medular del ensayo: la especulación y la percepción fenoménica.
No obstante, el ensayo presenta algunas deficiencias en su redacción; este
aspecto dificulta la lectura fluida del ensayo. Habría que mejorar -como señalo de costumbre- tanto la redacción como la calidad ortográfica del estilo de escritura.