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HERMENEUTICA

Esta palabra deriva de la voz griega hermenuoque etimológicamente significa explicar un


texto, y que inicialmente se relacionaba con Hermes, quien era considerado como el dios del
lenguaje por los griegos de la antigüedad.

La hermenéutica es el conocimiento y arte de la interpretación de los textos bíblicos con el


fin de determinar el significado exacto de las palabras mediante las cuales se expresa un
pensamiento. En otras palabras, hermenéutica es la ciencia de interpretar correctamente un
texto, en este caso bíblico, usando el método gramático-histórico y tomando en cuenta el
impacto directo del contexto en el cual se dio la Palabra de Dios.

Por consiguiente podemos definir la hermenéutica como la ciencia de la interpretación, de la


significación y de la explicación, e intenta iluminar la relación en el triángulo entre el autor,
el texto y el lector.

De estas acepciones dependen también los tres ámbitos principales de la hermenéutica bíblica:

La noemática, que consiste en el reconocimiento de uno o de varios significados del texto


bíblico.

La eurística, que se propone explicar esta significación.

La proforística, que intenta establecer una relación interpelante entre el texto bíblico y el
lector.

El proceso hermenéutico no puede reducirse y limitarse a la interpelación que un texto


determinado suscita en el lector, sino que representa además la exigencia interpelante del
lector respecto al texto, que es lo que se denomina exégesis, y que analizaremos
seguidamente.

EXEGESIS

El término exégesis es de origen griego y etimológicamente significa explicación,


comentario, interpretación. Hacer exégesis es interpretar el texto obteniendo de él su
significado.

Para algunos autores la exégesis debe limitarse rigurosamente a comprender lo que el texto
dice, y repetirlo después en términos actuales. Para otros el exégeta debe hacer ambas cosas:
comprender el texto, y explicarlo en términos actuales. Las dos partes deben constituir un
proceso único interpretativo. En concreto, el itinerario exegético debe consistir en ir del texto
a su ambiente histórico y a su origen, para regresar luego al texto.

En efecto, la primera aproximación del exégeta debe consistir en colocar el texto en su


ambiente general, lingüístico, histórico y religioso, lo cual nos convierte de algún modo en
contemporáneos del texto bíblico, al tiempo que nos hace conscientes de la distancia que nos
separa de ella. Además nos permite comprender que la Biblia no es un libro aislado dentro
de un mundo extraño, sino un libro profundamente encarnado en su tiempo y en su
ambiente.

La segunda aproximación se centra mas bien en la individualidad del texto, al preguntarse el


exégeta cuándo, dónde y por qué autor fue escrito, así como para qué destinatarios lo
escribió. Además es de gran importancia el hecho de comprender los motivos que tuvo el
autor para escribir dicho texto.

El exégeta debe emplear diversas metodologías interpretativas, en especial éstas:

Crítica textual: Reconstruir un texto de manera confiable.

Crítica literaria: Estudiar los criterios lingüísticos, la forma, la composición, el género y la


dependencia, así como el ambiente cultural y religioso de la época.

Crítica histórica: Valorar finalmente el texto, de acuerdo al marco histórico de la época a que
se refiere el mismo.

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