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Marginalidad y literatura Saer· Tizón· Conti terio opuesto (el de u na procla-

madamarginalidad respecto del


sistema literario) no puede legíti-
Comentar tres novelas argenti- mamente aspirar a constituir un
nas de entre todas (no muchas) nuevo sistema (o antisistema) de
las aparecidas durante 1975 exige lo literario.
fundamentar la elección: a la
pregunta ¿por qué Saer, Conti y
Tizón y no Tizziani, Pereyra y
Medina? intentará, por la afirma-
tiva, responder esta nota. Desde
3NOVIIIS Las tres novelas reclaman un
lugar en el interior de la litera-
tura y, reclamándolo, ponen al'
mismo tiempo de manifiesto,
muy claramente, sus antecedentes
el comienzo me hago cargo,
empero, de que las tres novelas
elegidas representan sólo un es-
pectro limitado de las tendencias
actuales de la narrativa argentina.
ARGINHNIS e influencias. Es relativamente
sencillo ubicar ciertos procedi-
m ientos narrativos, de pu nto de
vista, de exterioridad respecto de
los personajes (q ue son claves en
Quedan explícitamente de lado por Beatriz SARLO la escritura de El limonero real)
por lo menos dos perspectivas dentro de una zona de influen-
que, promocionadas desde la cias donde predomina el
prensa y el aparato de editoria- a veces francamente reacciona- objetivismo fra ncés. Los casos de
les, parecen estar desti nadas a rios, como puede constatarse en Conti y Tizón, en cambio, tie-
cierta prosperidad: el relato poli- algunos de los cuentos publica- nen claramente que relacionarse
"cial duro, de la serie negra por dos por Med i na en Las hienas con la vasta ola generada por los
as l' decirlo, y el "neonatura- (B u e n os A ires, Sudamericana, Cien años de soledad de Garcl'a
lismo" cuyo apogeo comienza 1975). Márquez. Se tratará de analizar
con Las tumbas de Medina. Es- Estas dos perspectivas revelan, como u no y otro resuelven los
tas dos perspectivas son prec isa- además, los rasgos de un fenó- problemas que a su "estilo" na-
mente las que, en apariencia, rei- meno sociocultural que valdría la rrativo planteaba esta inscripción.
vindican el derecho pleno de la pena considerar con más detalle
marginalidad a la literatura: el y que como hecho de crítica y Las peripecias del relato
relato policial propone la liqui- de público es relativamente autó-
dación de una retórica que esta- nomo de las obras que le sirven Parece innegable que en la
blece jerarqut'as y diferencias en- de base. Ambas perspectivas, por concepción de la literatura de
tre Jiteratura "seria" y I iteratur a otra parte, reniegan (cada una a Garcl'a Márquez el elemento na-
de evasión, literatura pasatiempo; su modo y más en apariencia rrativo por excelencia, la comple-
publicada en las colecciones "cuI- que realmente) de la tradicion jidad de la trama, la multipli-
tas" de las editoriales "cultas", de la literatura "culta" y exhi- cidad y variedad de las peripe-
la novela policial argentina quiere ben su marginalismo, ya respecto cias y situaciones adquieren una
ser expresión (y también sínto- de la literatura, ya como elemen- importancia decisiva que no s610
ma) de una sociedad violenta, re- to temático fundamental. define la fisonomía (yen parte
presiva; esta nueva serie negra es Elegimos, en cambio, tres la extensión del relato) sino que
pensada y escrita según una con- obras que expll'citamente recla- apunta explícitamente a rescatar
ciencia de su situación en el man su pertenencia al campo de al entretenimiento como rasgo
campo de la literatura que no la literatura, de la novela en el fundamental y no siempre reivin-
tuvieron sus maestros norteame- sentido que este término resume dicado de la narrativa. De all í
ricanos ni fra nceses, si no con la desde el siglo XIX. Tanto El li- las situaciones y las relaciones
perspectiva de su s cn'ticos. monero real de Juan José Saer, ingen iosas, el acento puesto so-
En el caso del "neonaturalis- como Mascaró, el cazador ame- bre la imaginatividad, cierta ten-
mo" la reflexión sobre el instru- ricano de Haroldo Conti y Sota dencia al exoti.smo respecto de
mento literario, sobre el género de bastos, caballo de espadas de la cultura urbana moderna. Estos
y la ilegitimidad de los límites Héctor Tizón se originan en pro- recursos tienen que ver también
impuestos por las convenciones yectos que tienen que ver con con la intención de acceder a
del gusto (temas que están pre- una concepción profesional más sectores cuya condición cultural
sentes alrededor de la nueva se- clásica del escritor y con la in- no es la de ser consu midores ha-
rie negra), no parece ser u n ele- clusión voluntaria y consciente bituales de literatura "culta". Tal
mento decisivo. La crítica creyó de ese escritor como practicante rasgo coexiste con una concep-
descubrir en Medina, para poner de la literatura. Las tres novelas, ción tendiente a señalar el aspec-
Un caso, a u n escritor "espontá- por lo demás, se vinculan con to irracional y mágico de la his-
neo" donde, en mi opinión, no otras novelas anteriores, con las ~oria narrada, un cierto azar que
aparecía sino una escritura prim i- tendencias por ellas generadas, Junto con una circularidad impla-
tiva que reiteraba, con monoto- esto es: se relacionan declara- cable ordena elementos, situacio-
nfa, un esquema de situación. da me nte con el sistema de la Ii- nes, espacio y personajes que se
Por otra parte, el éxito tent'a teratura, reconocen y acusan in- repiten, se desdoblan, se dupli-
que ver con el carácter "escanda- fluencias, se inscriben dentro de can. Rigen las reglas de lo im-
loso" de ciertos tramos del texto un género. Este rasgo común, previsible, de lo inesperado de
y con una inclinación por la es- entiéndase, no las hace por sí lo imposible incluso, que ge~era­
catología común con Asís y la mismo ni mejores ni peores res- ron una ideolog(a literario<ultu-
primera novela de Gusmán. 1 La pecto de las dos perspectivas ral sobre "América mágica" de
perspect iva neonatura lista prospe- mencionadas anteriormente; tam- la que parece arbitrario convertir
ró en los últimos dos años, e in- poco Las convierte en más com- a García Márquez en responsable
cluso cierta crl'tica de "izquier- placientes o más subversivas en ~n primer lugar, porque sen'a in:
da" la dejó pasar como literatura el interior del campo de la cul- Justo frente a anteriores maestros
de "denuncia". Lo que en reali- tura. No las hemos elegido por de I.a especie, como Alejo Car-
dad se denunciaba era el carácter su carácter tradicional o "culto" pentler.
Illarginal, lumpen, delictivo. o respecto de propuestas hasta ha- 1 Los dos textos publicados de Gus-
Prostibulario de sus personajes, ce unos años marginadas. Así mán, El fr...uito y Brillos, plant.n
encerrados en los Il'mites de una como este criterio no precedió un proyecto diferente que esta nota
i~olog(a marginalista y de rasgos su elección, pensamos que el cri- no se pro po ne abordar.

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circense al resto de la compañt'a: imitadores. El espacio por el que
Los males de la metáfora el cocinero del barco, un carre- transitan estos hombres comparte
ro, un ena no y un león de otro con ellos los rasgos de arca(smo,
Mascaró (Crisis, 1975), la no- circo, un luchador de lucha libre marginalidad y excepcionalidad;
vela de Conti, se coloca sin algo viejo y muy solitario, la es un pat's (la Argentina, cree-
duda bajo este signo. En sus as- dueña de la pensión Caldas del mos) esencialmente rural, que re-
pectos exteriores, en el contraste Rey. A ellos se incorpora Mas- cuerda más ciertos enclaves pro-
con el ritmo lento y la anécdota caró, el cazador americano, alias vincianos generados por el atraso
muy simple que caracterizan to- diversos, y el señor Piroxena, y la dependencia, que al conjun-
da la obra anterior de Conti, preparador de fuegos artificiales to de la sociedad nacional que
que son fruto de una deliberada (y, en consecuencia, de bombas). intenta representar.
elección, de u na poética, Mascaró La permanencia en el circo que En segu ndo lugar, es perti nen-
es diferente. Definir en sus ele- deambula por el territorio de lo te considerar cuáles son los tra-
mentos básicos la narrativa que que se supone una Argentina ru- mos de la transformación que
conocíamos de Conti, implicaría ral y polvorienta, representa el propone la novela de Conti: el
af irmar: re lato de pocos persona- período de aprendizaje, transcu- Príncipe Patagón gana a sus
jes, los estrictamente indispensa- rrido el cual cada u no de los compañeros para el circo; los
bles en una trama minima, con- miembros de la compañía (y convence, los educa, los incor-
cebida como un desarrollo en muchos de los que la han cono- pora; se funda el circo, luego
profundidad del conflicto, gene- cido) encontrará su destino, que ~ste se Uinterioriza", representa a
ralmente más subjetivo que obje- es u n destino de guerrita. La veces para sI' mismo; el próximo
tivo, que resultaba en un tono síntesis del tránsito propuesto es paso es su clandestinización: el
general, denso, lento, con una pues: del arte como espacio don- Circo del Arca se convierte en
opacidad melancólica. Elegida de se practica la libertad y la Compañ (a de Tra nsportes del
esta impostación, Conti realizó coherencia consigo mismo a la Arca; más tarde el Arca se di-
sin altibajos, parejamente esta guerrita que se supone será el suelve, cumplida su misión de
poética. Mascaró es disti nto: por espacio donde se conquistará la haber preparado para la guerrita
el tema, por el carácter simbó- libertad y, por ende, la posibili- y para la vida a sus integrantes.
I ico de la trama y su desen lace, dad de una autenticidad real de Estos pasos se cumplen en el
por la multiplicación de persona- los hombres. No es arbitrario marco de un grupo cerrado y
jes y el esfuerzo evidente de traducir con algún cuidado todo errante, poco interesado por lo
construir un relato Uimaginativo" el aparato simbólico de, la nove- que sucede fuera de su carpa y
que enganche con situaciones in- la, dado que Conti propone (des- de sus subjetividades que están
sólitas, por la deliberada búsque- de la solapa del libro) de mane- en proceso de pulimiento.
da de "originalidad" para sus pe- ra transparente esa traducción. Finalmente, la guerrita: un ir
ripecias, por la acumulación de y venir sin sentido de agentes
situac ¡ones y la intención de que El arte romántico y la guerra rurales y tiradores y pirotécnicoS
el tono general de' relato se vestidos de negro, frente a la
apoyara sobre el humor y aIcan- Cabe preguntarse cuáles son mirada azorada y algo temerosa
zara por momentos el grotesco. los elementos básicos sobre los de los puebl itos. El que ha reci-
Mascaró es una novela escrita que se arma la trama de Masca- bido su palabra (su destino, pág.
después de Cien años de soledad. ró. En primer lugar sobre una 260), el que ha tenido contacto
Se refiere a esa literatura y elige cierta concepción del arte (para con el circo y realizado un pro-
expHcitamente tematizar el carác- el caso del arte circense,. que es ceso de ascesis, purificación, des-
ter mágico, más o menos irracio- su metáfora) y del artista (cuya alienación, autentificación, va a
nal, de u na cierta versión de encarnación máxima en la novela la guerrita. Y el que no, la
América, continente donde todo es el Príncipe Patagón). Los ras- mira, como se mira el circo.
puede suceder y, además, de la gos fu ndamentales de esta con- No me parece aventurado afir-
forma más inesperada, disparata- cepción son la libertad y la mar que Mascar6 reúne dos con-
da incluso. Varias razones expli- autenticidad, ligados a la posibi- cepciones, una sobre el arte, la
can que Mascaró no haya salido lidad de realizar plenamente de- otra sobre la lucha política, que
bien; que el tipo de literatura seos y necesidades. El arte es un son en última instancia tributa"
que Conti se propuso no sea la camino a recorrer, en cuyo rias de la misma vertiente ideoló-
que más convenga a sus posibili- transcurso bajo la costra gris del gica: al tiempo que conservan
dades como narrador; y que, hombre común (marginal y des- para el artista un lugar de privi-
principalmente, la ideologt'a de la or ientado por añadidura) se des- legio propio de qu ien puede pro-
literatura presente en Mascaró cubre y se impone el fondo de pinar consejos, apadrinar inicia"
-una variación importante res- prt'ncipe patagón que cada uno ciones, acompañar tomas de con-
pecto de la que informaba la lleva consigo. Así, al fin del ciencia y mantener expedito ~I
obra anterior de Conti- sea, por camino, el Príncipe le dice a camino hacia la definición poli-
lo menos, discutible. Oreste: ya eres un príncipe, tica (esto es, una versión má'!-
Mascaró es u na h istor ia de vuelve con Mascaró. La concep- co-demiúrgica, tradicional e in-.-
arte y de guerrilla y sobre todo ción del arte como el espacio vid u a lista, romá nt ica), reserva
una historia donde se trata de donde el grupo de marginales para los que se in:orflOrin i la
ha~er posible el viaje metafórico opera su tránsito de la alienación guerra -después de la lIurifica-
del arte a la guerrilla. Además, a la conciencia y la libertad se ción- una versión de la lucha
tanto la guerrilla como el arte vincula, en la novela de Conti, que tiene más de aventura solita"
son 'también más o menos meta- con una idea definida acerca de ria y de contienda dellertiva
fóricos, tal como lo indican los quiénes y cómo pueden realizar ("Ias buenas guerras se adornin
tr'tulos de las dos partes de la ese tránsito. La novela elige como una representación, son
novela: l. El circo; 2. La guerri- como pu nto de part ida de su casi un festejo", afirma Mascaró
ta. metáfora un mundo de persona- en pág. 63) que de empresi re-
En un pueblo de la costa, y jes de excepción: vagabundos de volucionaria colectiva y popular
luego en un barco, se juntan los aire arcaico, locos de pueblo, (esto es, una versión peque"~
que constituirán .el Circo del enanos, comadres otoñales, obse- burguesa, indiv ¡dualista, anarco."
Arca: un Príncipe Patagón y un sionados de varias especies (por de, también rom ántica).
vagabundo desorientado, Oreste. la lucha libre, por los fuegos ar- Cabe agregar f ¡na Imente, que
Ambos reclutarán para la misión tificiales), solitarios recitadores e ambas concepciones confluyen en

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una novela que no definió con conforman u no de los centros no siempre contribuye (y muchas
precisión su tono: bordea cons- con los que se vincularán, a lo veces entorpece) al desarrollo de
ta ntemente el grotesco, la exage- largo del relato, los conspiradores un relato complejo, es la super-
ración y el disparate pero es, en criollos que Urbata atisba en abundancia de elementos narrati-
este campo, poco imaginativa, Lima, los inquisidores españoles vos, de peripecias, de duplicacio-
audaz con excesiva timidez. Inde- cuya represión padece, el joven nes y desdoblamientos, de perso-
cisa entre cierto aire melancólico de la señal en e 1 dedo que será najes con el mismo nombre o el
(que es donde mejor se mueve luego el héroe mítico-popular de mismo rostro. Este rasgo tiene
la escritura de Conti) y la volun- las fuerzas revolucionarias, la mo- que ver, a nuestro juicio, con la
tad de construir un texto des- linera que ahorcarán los españo- tendencia, a que aludimos antes,
bordado, barroco. De este modo, les, los enanos y las viejas que que en la novela actual consolida
si la concepción general es, des- cumplen las funciones de emisa- Garc¡'a Márquez. En este sentido,
de nuestro punto de vista, incer rios y anunciantes de las fuerzas la novela de Tizón, imaginativa
rrecta en su propuesta i deoló- en pugna. Este mundo colonial por cierto, hubiera ganado con
gica, en la metáfora circo-guerrita marcha pletórico de señales que un uso más moderado de los re-
que arma el texto y que Conti anuncian lo que vendrá. En una cursos de redu pi icac ió n de perso-
promociona expllcitamente, el narración que apela reiteradamen- najes y repetición de situaciones;
texto mismo, armado sobre la te a los elementos mítico-folkló- tales procedimientos, por momen-
acumulación de situaciones simi- rico-populares, a la tradición re- tos, confunden una trama que,
lares, que responden a u nas po- gional jujeña, Tizón logra organi- en sus conflictos principales, es
cas variantes (viaje-representa- zar, en una estructura narrativa clara y sistemática.
ción-viaje, etc.) no logra realizar de serialada complejidad (episo- El segundo rasgo, del que la
lo que se propuso ni, por tanto, dios que se repiten, vuelven a novela adquiere su atmósfera his-
capturar en un movimiento in in- ser narrados, se atribuyen a per- tórica y regional precisa y con-
terrumpido del relato la atención sonajes distintos, suceden 'en mo- vincente, tiene que ver con la
de su lector. Este seguramente mentos diferentes segú n estén si- elección que hizo Tizón, desde
no pensará, como piensa Conti, tuados en la primera o la segun- su tema hasta la situación del
que Mascaró es "alias la Vida". da parte de la novela, personajes tema en su propia provincia. El
iguales o semejantes que entran sesgo regional y popular que se
Un pueblo en guerra y salen del relato, etc.), una serie imprime al texto (sin que se re-
de conflictos que funcionan curra al regional ismo exterior del
También el sello editorial de como arquetípicos de la era co- lenguaje), especialmente en los
Crisis ha publicado en estos dl'as lonial y los años revolucionarios personajes campesinos y pobres,
la última novela de Héctor Ti- y que se condensan -desde el se vincu la con u na percepción
Zón, Sota de bastos, caballo de pu nto de v ista forma I y desde el muy precisa no sólo del carácter
espadas. Una novela sobre el ideológico- en los dl'as del éxo- del confl icto expuesto (sobre el
éxodo jujeño, sobre la colonia y do. cual desde el punto de la histo-
los primeros años de revolución En este aspecto es preciso se- ria podr¡'a organizarse más de
donde puede leerse: "Te he di- ñalar la serie de peripecias que un debate) sino también de la
cho que no me digás patrón. Ya articulan y concretan la temática naturaleza de clase de sus prota-
lo has de haber o I'do: estamos del éxodo: desde Desiderio, el gonistas y del estilo, por as¡' de-
de pelea contra los patrones, y herrero manco que en el arsenal cirlo, regional jujeño con que esa
aunque los patrones peleen ju nto se acerca a Belgrano para alcan- situación social se manifiesta.
a nosotros ya no son patro- zarle ,una bebida y ver de cerca En síntesis, lo que Tizón pro-
nes ..." (pág. 289); "Cuando los a un general; desde Juan el ado- pone al situar su novela en un
demás, tos que se maten, ganen bero, dueño de una mujer y una espacio y un tiempo concretos
o pierdan la guerra, nosotros y vaca, que abandona a la primera es convertir en tema literario un
nuestros nietos, que habremos y marcha con la segunda a enro- momento del proceso histórico
adqu irido madurez y experiencia, larse en el ejército revo!uciona- argentino, el de las guerras de la
gobernaremos este pal's" (pág. rio; desde el jefe patriota Balde- independencia. Ahora bien, al
253); "Pero nuestra contienda no rrama, que entierra su mano per- convertirse en tema literario, el
es la de todos. Me expl ico: par- dida en combate y, con miedos éxodo (y el preludio colonial)
tidarios y contrarios del rey, te- y sin vacilaciones, encabeza una abrió a la narración la posibfli-
nemos en común un mundo que guerrilla de hostigamiento confor- dad de presentar una mu Itiplici-
defender" (pág. 308) ; "Me pre- mada por gauchos rotosos; hasta da d de niveles que tienen que
guntás qué clase de guerra es el coronel español Huic(, impla- ver con los conflictos sociales
ésta. Con sólo ver la cara de la cable soldado, degollador de gan- que caracterizaron ambos cam-
chusma se sabe cuál es; ha llega- sos y verdugo de molineras; has- pos, ~I español y el criollo. No-
do esa hora en que los perros se ta el traidor padre Urreta, cola- vela de una estructura narrativa
VUelven contra sus dueños". boracionista del ejército español; frondosa, Sota de bastos... lo-
Sota de bastos ... aborda un hasta un Belgrano que evita en ~.ra condensar, en su comple-
Conflicto importante, desde varias la novela de Tizón todo riesgo Jidad, en sus personajes signados
perspectivas. Ese confl icto es el de engolamiento, que marchando por el del irio, la firmeza o la
qUe opone a los representantes hacia el sur con sus pocos libros traición, algunas de las notas im-
de los intereses coloniales espa- y su rosario se sabe general de portantes del proceso histórico-
ñOles en América, en Jujuy, más "una tropa inobediente y d¡'sco- polftico que tematiza; y consigue
precisamente, a las heterogéneas la", que es melancólico pero fir- articular en torno de ese núcleo
fuerzas que se articulan en el me, que a la vez que conduce el como manifestaciones de pes~
'campo de la revolución iniciada éxodo y ahorca traidores puede narrativo pero a la vez secunda-
en mayo. En el pasado colonial preguntarse: .. ¿por qué combaten rias respecto del todo novel {sti-
-que es el de la primera parte estos hombres?". c.o, la trama algo barroca y repe-
de la novela, casi un texto autó- Sobre estos centros se conden- tl.da por momentos de las rela-
nomo respecto a la segu nda- san los principales conflictos na- ciones entre personajes. Historia
~Parecen, se in ic ian los persona-
rrativos (y también histórico-polí- mitos y leyendas populares ~
Jes qUe definirán contradicciones, ticos) de Sota de bastos... En entremezcla,n en Sota de bas-
tensiones y antagonismos durante mi opinión es fundamental al tos. ... segu n u n ordenamiento y
el éXodo: el recaudador Manuel respecto subrayar dos de sus ras- un sistema en el cual, si bien
de Urbata y su mujer Teotilde gos principales. El primero, que prevalece durante largos tramos

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el aspecto mágico-m ático, el éxo- los pescadores campesinos ribe- clon de clase y una situación
do como acontecimiento eje será reños. Gestos, palabras, actos y concreta.
el que ordene los hilos funda- movimientos que, .en sí mismos, El limonero real, novela escri-
mentales de la narración. parecen despojados de tensión ta con detenimiento y con-
narrativa. Pero que se organizan, centración, incorpora a su trama
El litoral de los pobres repetida y prolijamente, alrededor dos textos anómalos dentro del
de un núcleo dramático esencial: tono general del relato y que, a
La novela de Juan José Saer, hace siete años, Wenceslao y su nuestro juicio, son la clave ideo-
en cambio, plantea otros puntos mujer -"ella"- han perdido un lógica de su lectura: una narra-
de vista a la reflexión. El limo- hijo, muerto lejos del río, en la ción en primera persona, clara-
nero real, publicado por Planeta milicia. A partir de entonces, y mente diferenciada del resto del
en 1975, no comparte ninguno también en ese día de fin de texto (el desmayo y el delirio
de los rasgos fundamentales de año, sólo la exterioridad formal de Wenceslao) y un cuento reali-
la propuesta de Tizón y de Con- de la vida es la misma: saludar- zado a la manera de los cuentos
ti, que tienen aspectos comunes se, visitar a los parientes, destri- infantiles tradicionales. En el de-
entre sí. La narración se caracte- par un pescado, comer y beber, lirio de Wenceslao y en la iront'a
riza por la lentitud de exposi- bromear, preparar un asado se del cuento de hadas que prácti-
ción y desarrollo de una trama manifiestan como tamizados, in- camente cierra la novela, se con-
en la que pocos personajes (una terrumpidos, por la presencia de densan los temas ideológicos que
familia de isleros) se desplazan un recuerdo, la silueta del hijo suhyacen al texto: una historia
despacio, a través de los hechos que pasa corriendo y se zambu- de las islas desde la creación
más simples, más elementales de lle en el río. Todo se recapitula hasta la aparición de u n sistema
un día de fin de año. a partir de este acontecimiento de gobierno y su jefe, a quien
La novela está constru ida so- que carga dramáticamente el rela- los campesinos alimentan a cam-
bre una serie de encastramientos: to. bio de que conjure sus relaciones
desde el amanecer a la media Saer recapitula los actos de con la muerte; un cuento infan-
mañana, desde el ama necer hasta hombres y mujeres ligados por la til de pescadores resignados Y
medio día, desde el mediodía relación de parentesco (que apa- ricos miserables, cuya moraleja
hasta la siesta, desde el ama necer rece como capital) y por un co- -trabajada irónicamente- es la
hasta la siesta y así sucesivamen- mún destino de pobreza, aisla- buena muerte .que merecen los
te hasta el amanecer del día si- miento, privación y estrechez, en pobres isleros que aceptan su
gu iente. El narrador -un narra- el espacio físico de las islas y la destino. Nada más. Las dos cla-
dor que recuerda al de la novela costa del Paraná. Su escritura ter- ves bastan para organizar una
objetivista- sigue de cerca, mi nu- sa, prolija y minuciosa registra lectura que sin esfuerzo descubri-
ciosamente, a Wenceslao, el per- con la precisión de una cámara rá en esta novela de Saer nO
sonaje a partir del cual se es~ y con la lentitud propia de una s610 una narración excelente,
tructuran las relaciones de los percepción para la que cada ges- sino un relato donde la temática
otros entre sí. El ritmo de la to, cada acción y su resultado, de una zona de su provincia re-
narración es el de los movimien- cada encadenam iento y cada des- sulta, sin estridencias, en una
tos pausados, cercanos al del canso del Wenceslao, de ella, de propuesta literaria para la que
tiempo real, de los hombres y la familia, tienen el carácter sig- son capitales el elemento regional
mujeres en el mundo pobre de nificativo de definir u na condi- y popular.

DESARROLLO ECONOMICO

IDICIONIS PUIBlO
Casilla de Correo 4624, Correo Central
Revista de Ciencias Sociales
Publicaci6n trim.strll del
INSTITUTO DE DESARROllO
ECONOMICO y SOCIAL (lOES)
Director:
Torculto S. Di Telll

Volumen 15 Julio - Setiembre 1975 No. 58


distribuye

ArtículGl
SERGIO BITAR: Los oligopolios internacionales en la
• c.rlot Echagüe, El otro imperialismo 88,00 $ industria. Algunos efectos sobre las economías la-
• China hoy. Diez respuestas a diez cuestiones tinoamericanas.
fundamentales. 32,00 $ HEBE M. C. VESSURI: La explotación agríoola fami-
liar en el contexto de un sistema de plantación:
• Vietnam: guerra de liberación. Historia del un caso de la provincia de Tucumán.
Partido de los Trabajadores de Vietn..,. lEOPOLDO J. BARTOLOME: Colonos, plantadores Y
agroindustria. La explotación agríoola familiar en
50#00 $ el sudeste de Misiones.
• Polémica Cnina - URSS LUCIO G. RECA y NICOLO GLIGO VIEL: Evolu-
ción de estructuras agrarias en la Argentina. Estu-
Cartas enviadas por el Partido Comunista de Cilina dio de un caso en la provincia de San Juan.
II PCUS 100,00 $ HORACIO TORRES: Evolución de los procesos d.
-Eugenio Gastiazoro, Argentina hoy. estructuración espacial urbana. El caso de la ciu-
Latifundio dependencia y estructura de dad de Buenos A¡res.
EDUARDO LIZANO: Integración económica entre
da.... 96,00 $ paises en vías de desarrollo.
En prensa: Meo Tsetung: Textos ¡n'-titos.
CrltiC8 d. Libros - Informecionea • R_.... Bibllogr6f--........
Economía, filosofía y políta.

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