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Los cambios genéticos que causan cáncer pueden heredarse de los padres. Pueden
suceder también en la vida de una persona como resultado de errores que ocurren
al dividirse las células o por el daño del ADN causado por algunas exposiciones del
ambiente. Las exposiciones ambientales que causan cáncer son las sustancias,
como los compuestos químicos en el humo de tabaco y la radiación, como los rayos
ultravioletas del sol.
En cualquier momento del desarrollo normal de una célula ésta puede sufrir una
alteración, que si es muy importante puede impedirle sobrevivir, y la célula muere;
pero si esa alteración no es letal y la célula sobrevive, origina células iguales a ellas,
distintas de las normales, y portadores de esa alteración que les permite no
obedecer y escapar a los mecanismos normales de control, que les ordenarían en
condiciones normales hasta cuando proliferar o diferenciarse, y cuantas de ellas
deben ser eliminadas porque no son necesarias.
Cáncer infantil
Todos los tipos de cáncer avanzan del mismo modo: las células crecen de manera
descontrolada, desarrollan tamaños y formas anormales, exceden sus límites
habituales dentro del cuerpo y destruyen a las células que las rodean. Con el tiempo,
las células cancerosas pueden extenderse (hacer metástasis) a otros órganos y
tejidos.
A medida que las células de cáncer crecen, requieren más y más nutrición del
cuerpo. El cáncer le quita las fuerzas a la persona que lo padece, destruye los
órganos y los huesos y debilita las defensas del organismo contra otras
enfermedades.
El cáncer es poco frecuente en los niños, pero puede aparecer. Los cánceres más
frecuentes en los niños son la leucemia, el linfoma y el cáncer cerebral. A medida
que los niños entran en la adolescencia, el osteosarcoma (cáncer de los huesos) es
más común.
En la mayoría de los casos, los médicos no saben por qué los niños tienen cáncer.
Las causas del cáncer en los niños no suelen ser las mismas causas del cáncer en
los adultos, como fumar o estar expuestos a toxinas del medioambiente. En los
niños, una condición genética, como el síndrome de Down, a veces puede
incrementar el riesgo de cáncer. Los niños que han sido sometidos a tratamientos
de quimioterapia o radiación para el cáncer tienen más probabilidades de volver a
tener cáncer.
A veces, el médico puede detectar los síntomas iniciales del cáncer en una revisión
de rutina. Sin embargo, algunos síntomas del cáncer (como fiebre, glándulas
inflamadas, infecciones frecuentes, anemia o moretones) pueden aparecer en otras
enfermedades o infecciones infantiles que son más comunes que el cáncer. Por
este motivo, es posible que, cuando aparecen los síntomas de cáncer, tanto los
médicos como los padres crean que se trata de otras enfermedades de la infancia.
Una vez que se diagnostica el cáncer, es importante que los padres busquen ayuda
de un centro médico especializado en oncología pediátrica (tratamiento del cáncer
infantil). El tratamiento del cáncer en los niños puede incluir una cirugía (la
extirpación de los tumores o las células cancerosas), quimioterapia (el uso de
fármacos para matar las células cancerosas), radiación (el uso de energía radiante
para matar las células cancerosas) y un trasplante de médula ósea.
Los médicos pueden usar uno o más de estos tratamientos para un niño con cáncer.
El tipo de tratamiento necesario depende de la edad del niño, del tipo de cáncer y
de cuán grave es el cáncer.
Tipos de tratamiento
Hay muchos tipos de tratamiento para el cáncer. El tratamiento que usted recibirá
depende de su tipo de cáncer y de lo avanzado que esté.
Algunas personas con cáncer solo recibirán un tipo de tratamiento. Sin embargo, la
mayoría reciben una combinación de tratamientos como cirugía con quimioterapia
o con radioterapia. Cuando usted necesita tratamiento para el cáncer, hay muchas
cosas que necesita aprender y tener en cuenta. Es normal tener mucha
preocupación y sentir confusión. Pero hablar con su doctor y aprender todo lo que
pueda sobre sus opciones de tratamiento puede ayudarle a sentirse más en control.
Nuestra sección de preguntas para el doctor acerca del tratamiento puede ayudarle.
Cirugía
En los niños con leucemia o linfoma, el tratamiento principal no suele ser una
cirugía. Esto se debe a que la leucemia y el linfoma afectan al sistema circulatorio y
al sistema linfático, que son dos sistemas que están presentes en todo el organismo.
Esto hace que sea difícil tratar estos tipos de cáncer operando solo una parte del
cuerpo.
Sin embargo, en el caso de niños con tumores sólidos que se han extendido a otras
partes del cuerpo, con frecuencia, la cirugía permite extirpar con éxito el cáncer si
se usa en combinación con la quimioterapia y/o la radioterapia.
Quimioterapia
La quimioterapia (o quimio) es un medicamento que puede eliminar las células
cancerosas del cuerpo. Los niños con cáncer pueden recibir los medicamentos de
quimioterapia por vía intravenosa (a través de una vena) u oral (por boca) Algunas
formas de quimioterapia se pueden administrar por vía intratecal o en el líquido
cefalorraquídeo. Los fármacos entran en el torrente sanguíneo y trabajan para matar
las células de cáncer en todo el cuerpo.
náuseas
vómitos
caída del cabello
cansancio (agotamiento)
anemia
sangrado anormal
daño en los riñones
problemas menstruales
Como la quimioterapia destruye la médula ósea (el tejido esponjoso ubicado dentro
de los huesos, que ayuda al sistema inmunitario con la producción de células
sanguíneas), el riesgo de sufrir infecciones es mayor. Algunos fármacos irritan la
vejiga y pueden provocar sangrado en la orina, pérdida de la audición y daño en los
riñones. Otros pueden provocar problemas en el corazón y en la piel.
Los efectos a largo plazo pueden incluir infertilidad, problemas de crecimiento, daño
en los órganos y mayor riesgo de padecer otros cánceres. Los médicos siempre
tienen en cuenta los efectos secundarios antes de la quimioterapia y tal vez usen
medicamentos para proteger al paciente contra la mayor cantidad de efectos
secundarios posible.
Radiación
La radiación es uno de los tratamientos que se usa con más frecuencia para el
cáncer. Los niños que reciben radioterapia son tratados con un haz de partículas u
ondas de energía elevada que destruyen y dañan las células cancerosas. Muchos
tipos de cáncer infantil se tratan con radiación y quimioterapia o cirugía. La radiación
tiene muchos efectos secundarios (como mayor riesgo de infertilidad o cáncer en el
futuro).
Los niños con algunos tipos de cáncer tal vez reciban trasplantes de médula ósea.
Si un niño tiene un tipo de cáncer que afecta el funcionamiento de las células de la
sangre, un trasplante de médula ósea (junto con quimioterapia para matar las
células defectuosas, puede permitir el crecimiento de nuevas células sanas. A
veces, los trasplantes de médula ósea también se usan para tratar el cáncer que no
involucra células sanguíneas porque les permiten a los médicos usar dosis más
elevadas de quimioterapia de las que un niño podría recibir normalmente.
Inmunoterapia
Los efectos secundarios más comunes son las reacciones de la piel en el sitio de la
aguja. Estos efectos secundarios son:
Dolor
Hinchazón
Irritación
Enrojecimiento
Comezón
Sarpullido
Afrontar el cáncer
El principal objetivo al tratar a los niños con cáncer es curarlos. Esto es lo prioritario,
aunque aparezcan efectos secundarios no deseados como consecuencia del
tratamiento. Afortunadamente, muchos medicamentos y terapias pueden hacer que
los niños estén más cómodos mientras reciben tratamiento contra el cáncer.
Muchos niños tal vez se sientan culpables, como si el cáncer fuese en parte por su
culpa. Los psicólogos, trabajadores sociales y otros integrantes del equipo de
tratamiento contra el cáncer pueden ser de gran ayuda para tranquilizarlos y
ayudarlos a hacer frente a sus sentimientos.