Professional Documents
Culture Documents
IDEA PRINCIPAL:
▪ El caso es el siguiente: Juliana Villacorta fue secuestrada, torturada y
asesinada el 20 de enero de 2007, y luego colocada en un cilindro de metal y
enterrada en Cañete por Randy Helmut Gómez Nieto, hoy en prisión por estos
hechos. La madre de la víctima, al presentar su queja, sindicó al exabogado
de Gómez Nieto, Víctor Girao Alatrista, de haberle dado a su patrocinado la
instrucción de esconder el cadáver de su hija en los siguientes términos: “te
saco de esta pero asegúrate que el cuerpo no aparezca”.
IDEA SECUNDARIA:
▪ Así también, denunció que dicho abogado le pidió a Gómez la suma de ocho
mil dólares americanos, supuestamente para ser entregados a la prensa, a la
Policía y a la DIVINCRI Callao, para que apoyen la versión del secuestro, de
manera que nadie encuentre el cadáver de su hija, circunstancia que
aprovecharía Gómez para huir.
IDEA PRINCIPAL:
● La interrupción de la prescripción ocurre cuando el Estado expresa su decisión
de perseguir el hecho penalmente relevante, por ello intervienen las
actuaciones del Ministerio Público y a las del Poder Judicial causales de
interrupción. Pero, por lo mismo, la comisión de un nuevo delito doloso (art. 83,
3er párr. CP). La acción penal prescribe manera ordinaria, cuando se ha
superado el plazo máximo de la pena abstracta del delito materia de cuestión
(art. 80 del CP). Y se toma en cuenta el plazo máximo de la pena abstracta
sumado en una mitad, cuando se incurra en una causal de interrupción, como
lo es la actuación del Ministerio Público (art. 83 del CP). Y es que, en líneas
generales, el Estado no tiene de modo permanente la potestad de perseguir y
sancionar a una persona por un supuesto delito cometido. Existe un plazo que
se presenta como una barrera para el ius puniendi.
IDEA SECUNDARIA:
● La prescripción está vinculada a los efectos que genera el paso del tiempo,
como causa de extinción de la acción penal (art. 78.1 CP), los plazos de
prescripción se determinan en función a la gravedad de la pena con que se
conmina el delito (art. 80 CP), y también porque los delitos de lesa humanidad
no prescriben. Según el art. 81 CP se reduce el plazo de prescripción en una
mitad, si el agente tenía menos de veintiún años o más de sesenta y cinco
años al momento de comisión del hecho punible.
● Según la ley (art. 80 CP), el plazo ordinario de prescripción de la acción penal
es, para los delitos que tienen prevista pena privativa de libertad, igual al
máximo de la pena, sin que éste pueda sobrepasar los veinte años, y si el
delito se sanciona con cadena perpetua, la acción penal prescribe a los treinta
años.
● El plazo extraordinario de prescripción (art. 83 CP), por su parte, se cumple
cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de
prescripción, y se aplica si éste se interrumpe. Las causales de interrupción del
plazo ordinario de prescripción son tres: actuaciones del Ministerio Público;
actuaciones de las autoridades judiciales; y, comisión de un nuevo delito.
Según el art. 82 CP, el plazo ordinario de prescripción empieza a computarse a
partir de la consumación del delito. Según una extendida y pacífica
interpretación jurisprudencia, el plazo extraordinario de prescripción se
computa también desde la consumación del hecho.
● La suspensión de la prescripción de la acción penal consiste, según el art. 84
CP, en que si el comienzo o la continuación del proceso penal dependen de
cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento, la prescripción
se suspende hasta que aquel quede concluido. A diferencia de la interrupción,
la suspensión de la prescripción no deja sin efecto el tiempo transcurrido (art.
83, 1er párr. CP), sino simplemente detiene el plazo para que continúe una vez
superada la causa de suspensión.
En Lima, a los 10 días del mes de agosto de 2011, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Eto Cruz, Vergara Gotelli y Urviola Hani,
pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
ANTECEDENTES
Refiere que en el proceso penal que se le sigue por el delito de fraude procesal y
falsificación de documentos privados (Expediente N.º 183-2010) no ha tenido
conocimiento alguno de la investigación fiscal realizada en etapa preliminar, puesto que
no fue notificado a efectos de que rindiera su declaración. Al respecto afirma que con
fecha 26 de julio de 2010 recepcionó en su domicilio una cédula de notificación judicial
a fin de que asista a rendir su declaración instructiva, bajo apercibimiento de ser
declarado reo ausente en el proceso penal, teniendo recién conocimiento de la existencia
de un proceso penal en su contra. Sostiene que se le ha iniciado proceso penal cuando
los delitos que se le imputan han prescrito.
Petitorio
3. Así, la ley considera varias razones que permiten extinguir la acción penal, en
virtud de las cuales el Estado autolimita su potestad punitiva: causas naturales
(muerte del infractor), criterios de pacificación o solución de conflictos sociales que
tienen como base la seguridad jurídica (cosa juzgada o prescripción) o razones
sociopolíticas o de Estado (amnistía).
4. En este orden de ideas, resulta lesivo al derecho al plazo razonable del proceso que
el representante del Ministerio Público, titular de la acción penal, sostenga una
imputación cuando ésta se ha extinguido, o que formule denuncia penal cuando la
potestad persecutoria del Estado, por el transcurso del tiempo, se encuentra
extinguida, y que el órgano jurisdiccional abra instrucción en tales supuestos.
8. En caso de que la justicia penal hubiera determinado todos estos elementos que
permiten el cómputo del plazo de prescripción, podrá cuestionarse ante la justicia
constitucional la prosecución de un proceso penal a pesar de que hubiera prescrito
la acción penal. En caso contrario, la pretensión deberá ser rechazada. Así, este
Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Exp. N.° 5890-2006-PHC/TC,
no obstante la relevancia constitucional que ostenta la prescripción de la acción
penal no pudo estimar la pretensión incoada, toda vez que la justicia ordinaria no
había establecido la fecha de consumación del ilícito, aspecto crucial para
determinar el plazo de prescripción de la acción penal y que no puede ser dilucidado
por la justicia constitucional.
En el presente caso
11. Respecto al primer extremo este Colegiado debe señalar que si bien es cierto que la
actividad del Ministerio Público en la investigación preliminar del delito, al
formalizar la denuncia o al formular la acusación fiscal se encuentra vinculada al
principio de interdicción de la arbitrariedad y al debido proceso, también lo es que
las actuaciones tanto de la fiscalía demandada como las de la Policía Nacional, con
ocasión de la investigación preliminar, son postulatorias respecto a lo que el
juzgador resuelva en cuanto a la imposición de las medidas coercitivas de la
libertad. En tal sentido la denuncia formulada por el recurrente respecto a la
actuación del Ministerio Público en la etapa de la investigación preliminar no tiene
incidencia negativa en el derecho a la libertad individual. Por tal razón corresponde
rechazar la demanda en este extremo conforme lo establece el artículo 5.1 del
Código Procesal Constitucional.
12. Respecto del extremo en que se cuestiona el auto de apertura de instrucción bajo el
argumento de que la acción penal ha prescrito, este Colegiado ya ha señalado que
(…) “la prescripción de la acción penal tiene relevancia constitucional, toda vez que
se encuentra vinculada con el contenido de derecho al plazo razonable del proceso,
el cual forma parte del derecho fundamental del debido proceso” (..) “En el caso
que la justicia penal hubiera determinado todos los elementos que permitan el
cómputo del plazo de prescripción, podrá ser cuestionado ante la justicia
constitucional la prosecución de un proceso penal a pesar de que hubiera prescrito
la acción penal”. (Exp N.º 3523-2008-HC/TC, fundamentos 8 y 10).
13. En el caso de autos se aprecia que al recurrente se le abrió instrucción por los
delitos de fraude procesal y falsificación de documento privado. El artículo 416° del
Código Penal refiere, respecto del delito de fraude procesal, que “El que, por
cualquier medio fraudulento, induce a error a un funcionario o servidor público
para obtener resolución contraria a la ley, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años.” Asimismo el artículo 427° del
mismo cuerpo legal establece respecto al delito de falsificación de documentos que
“El que hace, en todo o en parte, un documento falso o adultera uno verdadero que
pueda dar origen a derecho u obligación o servir para probar un hecho, con el
propósito de utilizar el documento, será reprimido, si de su uso puede resultar
algún perjuicio, con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de diez
años y con treinta a noventa días-multa si se trata de un documento público,
registro público, título auténtico o cualquier otro trasmisible por endoso o al
portador y con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años,
y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa, si se trata de un
documento privado”. En conclusión, se observa que el plazo máximo de pena
establecido para ambos delitos es de 4 años.
14. Por otro lado el artículo 80º del Código Penal preceptúa que “La acción penal
prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito,
si es privativa de libertad. Asimismo el artículo 83° del mismo cuerpo legal dispone
que “La prescripción de la acción se interrumpe por las actuaciones del Ministerio
Público o de las autoridades judiciales, quedando sin efecto el tiempo transcurrido.
(…) Sin embargo, la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el tiempo
transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción” (énfasis
nuestro).
HA RESUELTO
Publíquese y notifíquese.
SS.
ETO CRUZ
VERGARA GOTELLI
URVIOLA HANI