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CARLOS BERNAL PULIDO

En torno a la legitimidad de la jurisdicción


constitucional y la objetividad en el control
de constitucionalidad de las leyes

INTRODUCCIÓN control constitucional de las leyes, sin


embargo, es todavía una pieza esencial de
El control de constitucionalidad de las los sistemas constitucionales europeos,
leyes es la competencia que tiene la Corte sobre todo porque en casi todos ellos el
Constitucional para establecer si una legislador conserva el privilegio de desa-
determinada ley es compatible o no con la rrollar, configurar y restringir los derechos
Constitución. Se trata de una garantía de fundamentales. La regulación de los dere-
la Constitución, pero sobre todo de los chos es por antonomasia materia de ley.
derechos fundamentales. Es un mecanismo La garantía efectiva de los derechos funda-
contramayoritario que pretende impedir mentales exige por lo tanto un control
que las libertades de los individuos, y constitucional sobre la legislación que los
sobre todo de las minorías, queden al configura, los articula, y concreta las dis-
albur de la política de turno. En Colombia, posiciones constitucionales abiertas y vagas,
el control de constitucionalidad se ejerce
en mandatos, prohibiciones, permisiones
por los medios procesales tipificados en
o habilitaciones determinadas.
el artículo 241 de la Constitución y por la
Desde su creación, el control de cons-
excepción de inconstitucionalidad prevista
titucionalidad ha despertado en Europa vivas
en el artículo 4º de la misma1.
discusiones, que han tratado de dar respuesta
El control constitucional de las leyes ha
sido la piedra angular del llamado modelo a interesantes problemas teóricos. Cabe
europeo de jurisdicción constitucional, mencionar entre ellas, la controversia sobre
desde que fue pergeñado por Hans Kelsen, la legitimidad de la justicia constitucional
e instaurado por primera vez en la (A), sucedida con posterioridad por los
Constitución austríaca de 1920. Hoy, aún intentos de demarcar los límites funcionales
conserva su importancia en el viejo con- del control de constitucionalidad de las leyes
tinente, a pesar de que las cortes consti- (B). El estudio sobre este último problema
tucionales dediquen sus mayores esfuerzos ha desembocado a su vez en la discusión
a resolver recursos de amparo, en los cuales sobre la interpretación de la Constitución,
se discute en principio acerca de la cons- ámbito en donde las teorías de la argu-
titucionalidad de las sentencias de los jueces mentación jurídica juegan hoy día un papel
o de los actos de la administración. El protagonista (C).

Revista Derecho del Estado Nº 7, diciembre 1999


122 Revista Derecho del Estado

Entre nosotros, la creación de la Corte hechos en supuestos normativos previa-


Constitucional por la Constitución de 1991, mente establecidos por el legislador. Dentro
y sus primeros años de funcionamiento, dan de este concepto estricto no podía en-
lugar también a plantearnos algunos de estos cuadrarse por tanto la actividad de verificar
problemas, que se han debatido en el seno la compatibilidad entre la ley y la Cons-
de la doctrina norteamericana y de algunos titución. En este caso, sólo hay una com-
de los países europeos. Ellos están referidos, paración entre normas, y no una aplicación
sobre todo, al interrogante de ¿cómo es judicial del derecho a un caso concreto;
viable compaginar el funcionamiento de la únicamente se comprueba la armonía o la
jurisdicción constitucional con uno de los colisión entre dos disposiciones, tras lo cual
corolarios más importantes del principio se invalida o no la ley, pero no se subsume
democrático: que el Parlamento es el órgano nada. Por esta razón, este autor estimaba
competente para configurar la vida política impensable «hablar de una justicia de la
de la sociedad? Por esta razón, parece ley formulada en la Constitución sobre la
conveniente dar un repaso a las diversas ley simple»3.
etapas por las cuales ha transcurrido el Estos reparos sobre la naturaleza juris-
intento de articular estos dos elementos del diccional de los tribunales constitucionales,
sistema constitucional y de resolver sus más sostenía Schmitt, se hacen más patentes si
fuertes tensiones. se tiene en cuenta que su actividad consiste
en contrastar las leyes con las disposiciones
de la Constitución, sobre cuya interpretación
A. EL DEBATE SOBRE LA LEGITIMIDAD por lo general pesan dudas y divergencias
DE LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL de opinión. Por esta razón, casi nunca resulta
evidente establecer si el enunciado legis-
Bien conocido es el debate que en tiempos lativo que controla la Corte Constitucional
de Weimar protagonizaron H. Kelsen y C. contraviene los preceptos constitucionales.
Schmitt sobre la legitimidad de la justicia Esta clase de problemas jurídicos no pueden
constitucional2. La contundente acometida solucionarse mediante procesos lógicos de
de Schmitt puso en entredicho el carácter subsunción. Más bien, es necesario zanjar
jurisdiccional del Tribunal Constitucional, diferencias de pareceres, reducir impre-
y acusó a la institución ideada por Kelsen cisiones, y esto sólo puede obtenerse
de socavar el dogma de la división de los mediante una decisión con carácter de
poderes públicos, y de hacer de la política autoridad4. Schmitt concede que en todo
un asunto de la justicia. Así mismo, el proceso de aplicación del derecho hay un
autor alemán presagió que la jurisdicción elemento de decisión de este talante; que
constitucional llevaría inexorablemente el trabajo de las cortes consiste sobre todo
al gobierno de los jueces, y –en las en suprimir dudas con su autoridad, y no
conocidas palabras de Guizot– a la judi- en hacer patente la razón jurídica que debe
cialización de la política y la politización prevalecer en cada caso, en develar una
de la justicia, con la cual la justicia tenía solución hasta entonces furtiva en el orden
todo que perder y la política nada que jurídico. El valor de cada sentencia, decía,
ganar. «no radica en una argumentación aplastante,
Schmitt identificaba el ejercicio de la sino en la autoritaria eliminación de la
jurisdicción con la tarea de subsumir ciertos duda». No obstante, para el jurista germano
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no era coherente con la Constitución de es sólo de índole cuantitativa, mas no


Weimar atribuir a una Corte la competencia cualitativa. Sin duda alguna, el elemento
de decidir acerca de la interpretación de de decisión presente en cualquier enjuicia-
sus disposiciones, pues ellas eran casi miento se manifiesta con mayor intensidad
siempre sólo fórmulas o compromisos en el control de constitucionalidad de las
dilatorios, acuerdos apócrifos lacrados por leyes. No obstante, de esta circunstancia
los constituyentes, que debían ser con- no se sigue la negación del carácter juris-
cretados por «un legislador constitucional diccional de la función que ejerce la Corte
en funciones de alta política»5. Constitucional, así como tampoco que el
Kelsen refutó con enjundia los embates control de constitucionalidad no pueda ser
de Schmitt en contra de la justicia cons- atribuido a un órgano judicial inde-
titucional. Insistió en que atribuir al pendiente8.
Parlamento o al gobierno la vigilancia de Por otra parte, Kelsen intentó desmentir
la constitucionalidad de sus propios actos que mientras la jurisdicción ordinaria se
sería una ingenuidad política6, que soslayaría ocupa de la aplicación de la ley al caso
además el principio según el cual nadie concreto mediante procesos lógicos de
puede ser juez en su propia causa. Así mismo subsunción, la constitucional se encarga de
criticó la propuesta de confiar al presidente dilucidar controversias de opinión, o de
del Reich el control de constitucionalidad resolver dudas, actividades que para Schmitt
de las leyes. Para tal fin, dirigió un rotundo son propias de un legislador constitucional
ataque en contra de la teoría de Constant antes que de un juez. Kelsen hizo ver que
sobre el poder neutral del monarca, que le todos los jueces se enfrentan constantemente
servía de sustento. Pero sobre todo, Kelsen con la necesidad de zanjar debates jurídicos,
reivindicó la naturaleza jurisdiccional de no sólo atinentes a aspectos sustanciales
la Corte Constitucional. Objetó la contra- sino también a problemas procesales. De
posición entre la función jurisdiccional y ello se deriva que no se puede negar el
las funciones políticas, en la cual se sus- carácter jurisdiccional de la Corte Cons-
tentaba la negación del carácter de justicia titucional sólo con el argumento de que las
a la función de los jueces constitucionales. disposiciones constitucionales que debe
Para tal cometido, se valió por una parte aplicar tienen un contenido dudoso.
de la propia concepción decisionista de la Este primer debate entre Kelsen y Schmitt
aplicación del derecho defendida por sobre la legitimidad de la jurisdicción cons-
Schmitt. «Si se mira a la “política” como titucional ha sido dirimido por la historia
“decisión” –sostuvo Kelsen– en orden a la en favor del arraigo y el desarrollo de la
resolución de los conflictos de intereses [...] institución controvertida. Es bien sabido que
entonces está presente en toda sentencia, la jurisdicción constitucional se ha extendido
en mayor o menor medida, un elemento de sin cesar durante el último siglo9. No sólo
decisión, un elemento de ejercicio del se ha generalizado en Europa, sino que ha
poder»7. llegado a un sinnúmero de países del orbe,
Con base en esta idea de jurisdicción, entre los cuales por supuesto se encuentran
Kelsen adujo que la diferencia entre el tinte casi todos los latinoamericanos. En razón
político que reviste la aplicación de la ley de su importante función de garantía de la
por cualquier tribunal y el ejercicio del con- Constitución y de las libertades en ella con-
trol de las leyes por la Corte Constitucional sagradas, es concebida como un elemento
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esencial de todo Estado democrático de de la Corte Constitucional como institución


derecho. Es cierto que en medio de este del Estado. Así mismo supone admitir la
proceso, la discusión acerca de la compatibilidad entre el constitucionalismo
legitimidad de la jurisdicción constitucional y la democracia, o entre la protección de
ha permanecido latente. La controversia se los derechos fundamentales y el funciona-
ha venido centrando sobre todo en el miento de los mecanismos de la democracia
problema de si el control de constitucio- representativa. En otros términos, cuando
nalidad de las leyes supone o no un hondo se intenta trazar los límites funcionales de
menoscabo de la democracia represen- la jurisdicción constitucional, se da por
tativa10. Valga recordar a este respecto la sentado que es necesario cohonestar dos
magnitudes que a veces tienden en direc-
intensa discusión que suscitó, y aún suscita
ciones contrapuestas: por una parte, que
en Estados Unidos, el famoso argumento
la regulación de la vida política de la
contramayoritario en contra de la judicial
sociedad emana de procedimientos de
review de A. Bickel 11. El interrogante, deliberación que discurren por los cauces
frecuentemente debatido, es si resulta de las instituciones representativas, y por
contradictorio con la democracia entregar otra, que dicha regulación está sometida a
el poder de interpretar la Constitución y la Constitución y a los derechos funda-
de controlar las leyes a un grupo de jueces mentales, y que la Corte Constitucional
que no son elegidos directamente por el puede desplegar un control tendiente a
pueblo. verificar la efectiva observancia de esa
Hoy día, no obstante, en la mayoría de sujeción.
los países esta discusión no se propone en Algunos de los más avezados cons-
términos radicales. Ya no se disputa sobre titucionalistas, filósofos del derecho y de
si se debe abolir o mantener la jurisdicción la política coinciden al afirmar que las ideas
constitucional. Más bien, se polemiza acerca democráticas y los principios de supremacía
de la forma de su ejercicio; se discute cómo de la Constitución y de respeto de los de-
ha de desarrollarse el control de consti- rechos fundamentales por parte del Parla-
tucionalidad de las leyes para hacerse mento y de todos los órganos del Estado
compatible con el funcionamiento de la son compatibles, e incluso correlativamente
democracia representativa. Se debate sobre necesarios12. Sin embargo, estas mismas
los límites de la competencia de los tri- opiniones autorizadas se tornan divergentes
bunales constitucionales, sobre los linderos a la hora de establecer de qué manera se
que demarcan el ejercicio adecuado de sus han de articular estos elementos en las
atribuciones y lo separan de las funciones sociedades plurales del presente. La pre-
del legislador. gunta central del debate es: ¿hasta dónde
han de llegar las cortes constitucionales en
la tutela de los derechos fundamentales
B. LA DISCUSIÓN SOBRE LOS LÍMITES frente al poder legislativo, de forma tal que
FUNCIONALES DE LA JURISDICCIÓN la garantía de los derechos no se convierta
CONSTITUCIONAL en un ardid para esquilmar la democracia
representativa?; ¿en qué momento la
La controversia sobre la delimitación de protección de los derechos y de la Cons-
funciones de la jurisdicción constitucional titución se transforma en usurpación de las
presupone la aceptación de la existencia funciones del legislador?
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El empeño de dar respuesta a este pro- constitucionalidad de las leyes debe


blema ha llevado a la doctrina a tratar de restringirse a garantizar el correcto fun-
elaborar catálogos de pautas de conducta cionamiento de los procedimientos
que los jueces constitucionales deben democráticos de toma de decisión. Esta
observar para cumplir su tarea de forma postura entiende la Constitución ante todo
cabal, sin invadir los ámbitos de com- como un acervo de procedimientos pro-
petencia legislativa. Dichos catálogos de picios para la deliberación y el enten-
pautas de comportamiento judicial son dimiento entre los ciudadanos, de la cual
variados y divergentes entre sí, pues son no pueden derivarse, mediante razona-
fiel reflejo de las diversas concepciones del mientos certeros, soluciones sustanciales
Estado, de la Constitución y del Derecho. para los problemas jurídicos. Sus dispo-
Esta variedad de visiones acerca de las siciones tienen por lo general una textura
directrices que deben orientar la actividad abierta. Ellas expresan ideas contro-
de los jueces constitucionales ha suscitado vertibles, que a veces pueden auspiciar al
interesantes polémicas. A este respecto es tiempo diversas respuestas para un mismo
bastante conocida la controversia que se asunto. De esta circunstancia se deriva
ha trabado en Estados Unidos entre quienes que las cláusulas constitucionales no
propugnan un control de constitucionalidad constituyen un material normativo sufi-
de las leyes limitado a vigilar el correcto ciente para determinar de manera indudable
funcionamiento de los procedimientos cuándo una ley es o no inconstitucional.
democráticos (1), y quienes por el contrario Es por esta razón que el intérprete de la
defienden también un control material de Constitución se ve abocado a recurrir a
la legislación (2). Conviene hacer alusión, otras fuentes de contenidos: el derecho
aunque sea de forma muy sucinta, a los natural, las tradiciones jurídicas de la
argumentos que han expuesto los valedores sociedad o los valores de la misma, o a un
de una y otra postura. Luego examinaremos consenso, más ficticio que real, entre los
las principales pautas de delimitación de miembros de la comunidad. Sin embargo,
las funciones de la jurisdicción consti- estas otras fuentes tampoco proporcionan
tucional que han sido propaladas por algunos una respuesta inconcusa para cada asunto
emblemáticos autores españoles (3). Todas constitucional. En todas estas áreas impera
estas posiciones por supuesto también son cierto relativismo, del cual el juez puede
pertinentes al tratar de esclarecer el límite derivar muy pocas conclusiones seguras
que separa al Congreso de la Corte para sus sentencias. Por esta razón, Ely
Constitucional en nuestro propio sistema sostiene que el juez constitucional no debe
político. intentar valorar la constitucionalidad de
las decisiones del legislador desde una
1. Un control de constitucionalidad perspectiva sustancial. Por el contrario,
restringido a la vigilancia de los afirma este autor, «sobre lo que primaria-
procedimientos democráticos mente habría de versar la judicial review
habría de ser sobre el desbloqueo de obs-
La doctrina expuesta por J. H. Ely, en la trucciones en el proceso democrático»13.
ya clásica obra Democracy and Distrust, Contra la teoría de Ely se han expuesto
constituye un paradigma de la concepción varios reparos. El primero de ellos, arremete
según la cual se postula que el control de en contra de sus fundamentos al negar que
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las constituciones –incluida la nortea- interpretación de los derechos funda-


mericana– restrinjan la tarea de la juris- mentales en los recursos de amparo (o
dicción constitucional sólo a la vigilancia acciones de tutela) y en el control abstracto
del correcto funcionamiento del proce- de normas. Tales derechos, concebidos
dimiento democrático. Pero más allá, se ha como principios de doble dimensión,
hecho ver que aun cuando la única com- objetiva y subjetiva, han de ser aplicados
petencia de los jueces constitucionales fuese en estas dos clases de procesos. Tal aplica-
el control de las formas de la deliberación ción exige una interpretación constructiva
democrática, su ejercicio también implicaría y creativa por parte de la Corte Consti-
un control de constitucionalidad de las leyes tucional, que articule el sentido de la
referido a aspectos materiales relacionados vinculación objetiva con los deberes de
con los derechos. Esto ocurriría, por abstención que se desprenden para el Estado
ejemplo, cuando fuese necesario declarar de la faceta subjetiva. Según Habermas, la
la inconstitucionalidad de alguna ley porque Corte puede llevar a cabo una interpretación
en su trámite se hubiese vulnerado el semejante para decidir los recursos de
derecho a la igual participación de todos amparo, sin afectar su legitimidad, ni poner
los interesados, o la libertad de expresión14. en entredicho el principio democrático. La
En estos eventos, el juez constitucional se sentencia de amparo es sólo un acto de
debe enfrentar al problema de interpretar aplicación jurídica, que discurre en medio
los derechos fundamentales, y la Cons- de un discurso del mismo género, según la
titución en general, desde un punto de vista terminología acuñada por K. Günther15. La
material. En estos casos, la Corte no puede Constitución ofrece a la alta Corte en estos
adoptar siempre una actitud pasiva; no puede casos una única solución coherente y
limitarse todas las veces a refrendar las adecuada, que ésta sólo debe extraer y hacer
decisiones adoptadas por el legislador. Por patente16.
el contrario, debe discernir entre aquellos Esto no ocurre, empero, en el control
eventos en donde debe declarar la incons- abstracto de las normas. La Constitución,
titucionalidad y aquellos en los cuales no señala Habermas, no puede entenderse
debe hacerlo. Pero para tal enjuiciamiento, «como un orden jurídico global de tipo
esta teoría del control de constitucionalidad concreto que [impone] a priori a la sociedad
no ofrece ningún instrumento de análisis, una determinada forma de vida». Más bien,
ni ninguna directriz o guía de acción judicial. ella «fija los procedimientos políticos
A pesar de las críticas, esta perspectiva conforme a los que los ciudadanos,
del control de constitucionalidad ha tenido ejercitando su derecho de autodetermina-
alguna importante resonancia en los últimos ción, pueden perseguir cooperativamente
tiempos. En este sentido conviene destacar, y con perspectivas de éxito el proyecto de
por ejemplo, que en Facticidad y validez, establecer formas justas de vida»17. Bajo
J. Habermas se ha valido de algunas de las ese entendimiento, el sentido del control
principales tesis de Ely para enunciar una de constitucionalidad de las leyes es
visión de la jurisdicción constitucional desde «someter a examen los contenidos de las
la perspectiva de su teoría del discurso. La normas controvertidas en conexión sobre
concepción del autor alemán parte de una todo con los presupuestos comunicativos
diferenciación, en cierto modo sorprendente y las condiciones procedimentales del
y no exenta de perplejidades, entre la proceso democrático de producción de
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normas»18. La Corte Constitucional debe 2. El problema de delimitar un control


velar por el mantenimiento de las material de la constitucionalidad de
condiciones que hacen posible, tanto en el las leyes
Parlamento como en la opinión pública, una
política deliberativa en condiciones de Como ya lo hemos afirmado, a la pers-
libertad, en la que los poderes sociales no pectiva de J. Ely se opone en la discusión
hagan primar sus intereses particulares sobre norteamericana la de quienes propugnan
el interés de la generalidad. La función de un control material de la de constitu-
la Corte no es enjuiciar los resultados de cionalidad de las leyes. Estos autores
estos procesos de deliberación y comunica- aseveran que cuando los jueces ejercen la
ción. Acaso sea cierto que la especial judicial review, no sólo deben dirigir su
formación profesional de los jueces cons- atención a los procedimientos mediante
titucionales dote a sus juicios de una raciona- los cuales se ha proferido la ley. También
lidad más alta que aquélla que cabe esperar deben constatar que el contenido de la ley
de los procedimientos legislativos, carac- aplicable al caso sea compatible con la
terizados por las luchas de poder y de Constitución. Como es evidente, los vale-
intereses. Con todo, esta circunstancia no dores de esta visión se ven enfrentados al
debe llevar a una sustitución de la discusión problema que la concepción de Ely pretende
política por las sentencias de la jurisdicción eludir: ¿cómo garantizar que este control
constitucional, pues los procedimientos material no se ejerza de manera arbitraria?,
políticos «están cortados a la medida de la ¿cómo evitar que los contenidos de la ley,
fundamentación de normas y objetivos, y producto de la deliberación parlamentaria,
exigen la inclusión de todos los afectados»19. sean reemplazados sin más por los pareceres
El control de constitucionalidad de las leyes del juez, so pretexto de garantizar la supre-
no puede suplantar el debate político que macía de la Constitución?
culmina con la producción normativa. Los Para evitar esta invasión de la órbita del
procedimientos que se surten ante los jueces legislador por parte de los jueces han sido
sólo están previstos para la aplicación de propuestas una pluralidad de pautas de
las disposiciones jurídicas, concebidas y actuación judicial, que se relacionan sobre
creadas en un proceso de discusión en el todo con los métodos de interpretación de
que participan todos los afectados por las la Constitución. La idea básica es que el
medidas estatales. ejercicio limitado, objetivo y por consi-
Con base en todo lo anterior, Habermas guiente no arbitrario de la judicial review,
señala que el control abstracto de las leyes está garantizado cuando el juez interpreta
debería estar dirigido a salvaguardar el la Constitución de manera adecuada. Si el
respeto de las libertades comunicativas de juez emplea correctamente los métodos de
todos los participantes en los procedimientos interpretación, se mantiene siempre en el
de producción de normas. Por tal razón, lugar que le corresponde, asegura de forma
sostiene que en un Estado democrático este pertinente la supremacía de la Constitución
control debería formar parte del iter y la integridad de los derechos funda-
legislativo y que, por consiguiente, el con- mentales y no representa un peligro para
trol sobre las leyes debería ser ejercido por el funcionamiento de la democracia.
una institución perteneciente al propio Aquí, sin embargo, surge otro interro-
Parlamento. gante: ¿cuándo se considera que el juez
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emplea correctamente los métodos de a generaciones temporalmente alejadas de


interpretación de la Constitución?, ¿cuál es las actuales. Por este motivo, le sugieren
el mejor método de interpretación y cómo al juez la sujeción a otras fuentes de inter-
debe ser utilizado por el juez? Como es bien pretación: los precedentes, las tradiciones,
sabido, este problema ha suscitado en principios neutrales (Wechsler), o principios
Estados Unidos una álgida controversia y valores de la comunidad.
entre los llamados originalistas y los no Entre las doctrinas no originalistas, la
originalistas20, que ha estado avivada en este teoría de R. Dworkin ha adquirido en las
país en razón de la antigüedad del texto últimas décadas un insospechado relieve,
constitucional. Los originalistas enfatizan que la hace digna de especial mención.
que la Constitución debe ser interpretada Dworkin parte de un cognitivismo cons-
de acuerdo con ciertas circunstancias titucional, según el cual todo juez es capaz
acaecidas en tiempos de sus orígenes: el de –y debe– interpretar de forma acertada
significado original de su texto o las la Constitución en todos los casos. Desde
intenciones originales de los constituyentes. su visión, las disposiciones constitucio-
R. Bork, uno de los más acérrimos defen- nales, y sobre todo aquéllas que enuncian
sores de esta postura, sostenía que el los derechos fundamentales, contienen para
significado de las disposiciones consti- cada controversia jurídica una única so-
tucionales que los jueces no podían alterar lución correcta, una verdad sustancial,
es aquel que habría entendido el público palpable23. El intérprete debe empeñarse en
de la época en que ella fue escrita21. Así descubrir esta única verdad, mediante una
mismo este autor se refirió a la necesidad lectura moral de los principios abstractos
de que los jueces interpretaran la Cons- de la Constitución24. Los derechos funda-
titución de acuerdo con las intenciones de mentales hacen alusión a «principios
los constituyentes, y no desde la perspectiva morales acerca de la decencia política y la
de sus propios valores. En este sentido, justicia», señala Dworkin, cuyo contenido
aseguró que la principal manera como los no depende del resultado de las votaciones
jueces pueden derivar derechos de la parlamentarias, ni de los acuerdos entre los
Constitución consiste en indagar aquello diversos grupos sociales. La configuración
que los constituyentes manifestarían si de los derechos no está al vaivén de las
tuviesen que aplicar actualmente el texto decisiones fraguadas en los procesos demo-
que en su momento crearon22. cráticos25, sino que está contenida de manera
Los enfoques no originalistas parten de explícita o implícita en la Constitución, y
la crítica del literalismo y de los argumentos en los valores de la comunidad en los cuales
basados en las intenciones de los consti- se funda su texto. Según este autor, es
tuyentes. Señalan que al intentar desentrañar bastante dudoso que la interpretación cons-
el significado de las palabras de la Cons- titucionalmente correcta de los derechos
titución o de la voluntad hipotética de sus fundamentales sea una emanación de las
creadores, pueden suscitarse interminables deliberaciones democráticas, pues los
discusiones. Pero sobre todo, acometen en participantes en ellas actúan movidos por
contra de las consecuencias conservadoras intereses privados. Por lo tanto, estima que
de esta doctrina, del anclaje al pasado que los derechos no pueden ser considerados
supone la regulación de la sociedad por las como el objeto sino como el límite de los
intenciones de antepasados pertenecientes procedimientos democráticos26. Su función
Bernal Pulido En torno a la legitimidad de la jurisdicción constitucional 129

es atar las manos de la comunidad, abstraer este autor dicho control es una condición
del juego político ciertas reglas básicas para que posibilita alcanzar una verdadera
el funcionamiento y la estructura de la democracia, concebida no en un sentido
sociedad27. Como consecuencia, ninguna estadístico como el gobierno de la mitad
decisión mayoritaria puede invadir la esfera más uno, sino en un sentido comunitario28.
de las libertades proclamadas por la También la concepción de Dworkin sobre
Constitución, y cuando lo hace, debe ser el control de constitucionalidad de las leyes
invalidada por los jueces. Cuando se dude en Estados Unidos ha sufrido contundentes
de la constitucionalidad de una ley, los embates. Se le ha objetado, por ejemplo,
jueces deben interpretar la Constitución y su excesivo talante cognitivista. Se ha
determinar si la voluntad de la mayoría le señalado que cabe dudar que el juez pueda
es contraria. Esta no es desde luego una obtener del texto de la Constitución una
tarea fácil, cuyos resultados sean evidentes. única respuesta correcta para todos los casos
La abstracción de las cláusulas constitu- constitucionales. Esto sólo sería viable si
cionales, y sobre todo de aquéllas que el juez pudiese contar con algunas con-
proclaman los derechos fundamentales, hace diciones ideales: tiempo ilimitado para pro-
imprescindible que los jueces se valgan de nunciarse, información ilimitada, claridad
juicios morales para desentrañar su signi- lingüística conceptual ilimitada, y carencia
ficado. Sin embargo, la sociedad tiene en de prejuicios ilimitada29. Como quiera que
ellos plena confianza. Gracias a su inte- los conflictos constitucionales de la realidad
gridad moral, a sus conocimientos jurídicos no se presentan en estas circunstancias,
y su sensibilidad hacia la praxis cons- parece razonable desconfiar que el juez
titucional, están dotados de una capacidad pueda derivar del derecho una única verdad
parangonable a la de Hércules, para hallar incontrovertida para zanjarlos. Así mismo,
en cada caso la interpretación correcta de se ha sostenido que el entendimiento de los
los derechos fundamentales. derechos fundamentales como un acervo
Esta doctrina del control de constitu- de principios que prevén una única solución
cionalidad genera una contraposición entre correcta para todos los casos, entraña un
el juez constitucional y el legislador. Aquél debilitamiento del Parlamento y de la ley,
se convierte en un valedor de los derechos ajeno a los postulados del Estado cons-
fundamentales y de las minorías, que se sitúa titucional y democrático. Una concepción
frente a la voluntad general, expresada me- semejante de la Constitución presupone que
diante las determinaciones del Parlamento. ésta prefigura al detalle el contenido de cada
Las decisiones de uno y otro poder del medida legislativa. Por lo mismo, lleva a
Estado se rigen por lógicas distintas. Mien- extender de manera inadecuada el contenido
tras el contenido de las leyes es el producto de las disposiciones constitucionales, a
de la aplicación de la regla de la mayoría, sobrevalorar su texto hasta considerarlo
el sentido de las sentencias del juez cons- como fuente inmediata de la legislación.
titucional está determinado por la lógica De esta manera, el legislador se transforma
de los derechos. Sin embargo, para Dworkin en un mero ejecutor constitucional,
este antagonismo no debe llevar a pensar desprovisto de todo poder de apreciación30.
que el control constitucional de las deci- Esto a su vez acarrea una consecuencia nada
siones legislativas supone un deterioro del deseable: la ley pierde su independencia,
principio democrático. Por el contrario, para deviene sólo un medio al servicio de la
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óptima aplicación de la Constitución y, en posibilita concebir múltiples soluciones


palabras de Ch. Starck, la argumentación para los conflictos específicos. La Cons-
política se transforma en dogmática cons- titución, en este sentido, es un ordenamiento
titucional31. marco, que debe ser concretado y que sólo
fija las condiciones del proceso de decisión
3. La delimitación funcional de política y le establece unos límites33. Enton-
la jurisdicción constitucional ces, es al legislador a quien en principio le
en la doctrina española compete regular las disposiciones de los
derechos fundamentales y las demás normas
En general, la mayor parte de la doctrina constitucionales, y establecer las conse-
constitucional europea, y de la española cuencias para cada hipótesis que se
en particular, se ha decantado por una relacione con ellas. Las determinaciones
tercera vía para resolver el problema de la legislativas no vienen predeterminadas
delimitación funcional de la jurisdicción por la Constitución; son el producto de un
constitucional en relación con el legislador. debate político que cabalga al ritmo de los
En esta tercera vía se sitúan posturas intereses y las concepciones de la sociedad,
intermedias, que si bien no conciben la encarnadas en los argumentos de los
Constitución como un catálogo detallado representantes ciudadanos que se exponen
de soluciones sustanciales para cada en la deliberación parlamentaria. Precisa-
conflicto constitucional, tampoco la mente por esta razón, en ocasiones cabe
entienden como un mero conjunto de también poner en tela de juicio el contenido
procedimientos que tienen en la jurisdicción de las leyes. Si este contenido no viene
constitucional su vigía. Una postura de predeterminado por la Constitución, es
este género es acaso la más idónea a la posible que a veces desborde el marco que
hora de dar cuenta de la práctica habitual la misma le señala. Cuando se tiene alguna
de las cortes constitucionales, incluida la sospecha de que esto puede haber ocurrido,
nuestra. Es evidente que esta última no se se pone en funcionamiento alguno de los
ha limitado a corroborar la solícita procedimientos de control de leyes para
observancia de las formas propias del que la Corte Constitucional se pronuncie
procedimiento legislativo. En muchas de y defina si existe o no la sospechada in-
sus sentencias se ha ocupado de problemas constitucionalidad.
jurídicos sustanciales referidos a los La visión de un representativo sector de
derechos fundamentales y a otras normas la doctrina española defiende este tipo de
de la Constitución, pero esta circunstancia postura del control de constitucionalidad
no autoriza a pensar que haya resuelto de las leyes y en general de la Constitución.
todos estos casos mediante una única Una concepción semejante es sostenida, por
respuesta ofrecida por la Constitución, ni ejemplo, por F. Rubio Llorente, al decir
mucho menos a justificar un activismo que el legislador «no “ejecuta” la Cons-
exacerbado, ni un predominio frente al titución, sino que actúa con libertad dentro
Parlamento. Una posición teórica de este de los límites establecidos por ésta»34. En
género reconoce que la ambigüedad, la la misma dirección, M. Aragón Reyes ha
vaguedad y la indeterminación del texto apuntado que el Tribunal Constitucional no
constitucional autoriza diversas lecturas debe tomar el sitio que la Constitución
válidas del mismo32. En consecuencia, asigna al legislador democrático, como
Bernal Pulido En torno a la legitimidad de la jurisdicción constitucional 131

único poder «capaz de realizar normativa- a cada problema de constitucionalidad. La


mente la Constitución», de «completar decisión del Tribunal representa sólo una
mediante normas jurídicas las partes que lectura del texto de la Constitución,
el constituyente dejó inacabadas»35. El alto efectuada a la luz de las circunstancias del
Tribunal, «tan sólo debe anular sus pro- caso concreto, con limitaciones de tiempo
ducciones cuando resulten plenamente y de conocimientos, por unos jueces in-
contradictorias con la norma Constitucional, mersos en la sociedad y poseedores por ende
respetando en los demás casos el amplio de una visión política de la misma43. Bien
margen de libertad que la Constitución le es cierto que las sentencias del Tribunal
otorga»36. En otros términos, «cuando de están revestidas de autoridad. Sus decisiones
la Constitución no se deduce con claridad tienen el valor de cosa juzgada, gracias al
la regla, vale siempre la del legislador»37. cual la sociedad se ve descargada de la
Esta misma opinión ha sido compartida incertidumbre perpetua acerca de la cons-
por I. de Otto38 y recientemente por V. titucionalidad de las leyes. Sin embargo,
Ferreres Comellas39, al reivindicar la pre- el valor de cosa juzgada no implica el
sunción de constitucionalidad de la ley. atributo de la verdad, o de manera menos
También A. Nieto40, J. Pérez Royo41, M. inconcusa de la plausibilidad o la corrección.
Rodríguez-Piñero y Bravo Ferrer y J. La imposibilidad de recurrir las decisiones
Leguina Villa42 han afirmado que las dis- del Tribunal Constitucional ante una ins-
posiciones constitucionales de derechos tancia superior y el deber de acatarlas, son
fundamentales no contienen toda la regla- fenómenos distintos a la corrección de
mentación jurídica de los mismos. Si bien dichas decisiones desde el punto de vista
estas disposiciones prescriben contenidos de las disposiciones de la Constitución. Por
directamente aplicables, en la mayoría de esta razón, también en el seno de la doctrina
los casos necesitan un desarrollo posterior y de la opinión pública se puede dudar y
por normas jurídicas de un rango inferior discutir acerca de la corrección consti-
(la ley por antonomasia). Estas normas tucional de las decisiones del Tribunal. En
establecen una reglamentación detallada del casos extremos, esta deliberación puede
contenido de cada derecho, de sus formas llegar incluso al Parlamento, en donde puede
de ejercicio, de sus límites y de sus garantías pergeñarse una reforma de la Constitución
jurídicas. Estas regulaciones de los derechos que las deje sin efectos. El Tribunal Cons-
deben respetar su contenido esencial, y titucional, como todo juez, tiene entonces
cuando no lo hacen, deben ser declaradas también uno o varios auditorios, entendidos
inconstitucionales por parte de la Corte. en términos de Perelman44 o en términos
De esta manera, el legislador es quien de la comunidad ideal de diálogo de
desarrolla los derechos fundamentales Habermas. En otras palabras, los pronun-
dentro del margen de libertad que la ciamientos de la Corte Constitucional deben
Constitución le traza, y el Tribunal Consti- resultar aceptables racionalmente para el
tucional es quien controla las regulaciones conjunto de sus interlocutores: el Parla-
legislativas, y quien tiene la última palabra mento, artífice de la ley controlada, los
acerca de su constitucionalidad. Esto no diversos grupos que lo conforman, los
quiere decir, empero, que la última palabra recurrentes de amparo o de inconsti-
proferida por el Tribunal exprese la verdad tucionalidad, los jueces que plantean la
o, en otros términos, la respuesta correcta cuestión, la doctrina jurídica y la propia
132 Revista Derecho del Estado

opinión pública. Inclusive, la forma cole- definir qué ha de entenderse por “carácter
giada del propio Tribunal y la posibilidad político” y por “carácter jurídico”, y cómo
de votos particulares hacen necesario que se establecen las fronteras entre lo uno y
los magistrados ponentes intenten convencer lo otro. En su crítica a Schmitt, Kelsen hizo
a los demás de la plausibilidad de las ver que no es razonable contraponer lo
sentencias45. político, entendido en sentido amplio como
Esta posibilidad de controvertir las ejercicio del poder, a lo jurisdiccional,
sentencias de la Corte Constitucional da concebido como aplicación del derecho,
lugar a un mecanismo de control con más pues en toda sentencia hay un «elemento
o menos eficacia. Toda polémica de este de decisión, un elemento de ejercicio del
tipo se enfrenta sin embargo a un importante poder»56. También Wróblewski ha subra-
problema: ¿cómo juzgar si la decisión del yado el carácter político de la interpretación
Tribunal Constitucional en un determinado constitucional. Para ello, ha entendido lo
caso es correcta o no, de acuerdo con las político como lo relativo a las relaciones
prescripciones de los derechos funda- entre los diferentes grupos interesados en
mentales?, ¿qué diferencia una sentencia utilizar el poder del Estado en sus direc-
aceptable o plausible de una que no lo es? ciones preferidas. Lo político se manifiesta
Como respuesta a este interrogante se entonces en dos sentidos en la interpretación
han ofrecido diversos criterios 46. En la constitucional: «primeramente garantiza ex
doctrina española ha sido particularmente definitione la observancia de reglas cons-
importante la distinción entre las sentencias titucionales que tienen de por sí un carácter
constitucionales plausibles y las que no lo político, y en segundo lugar, la función de
son, según estén fundadas en criterios las decisiones interpretativas es política
jurídicos o en razones políticas. El propio cuando determina los asuntos políticamente
Tribunal Constitucional sentó de manera relevantes»57.
palmaria este rasero de valoración en un En este sentido, toda sentencia de cons-
pasaje bastante conocido: «En un plano hay titucionalidad tiene algo de jurídico y algo
que situar las decisiones políticas y el de político, así como, sin existir un para-
enjuiciamiento político que tales decisiones lelismo necesario, toda sentencia de
merezcan y en otro plano la calificación constitucionalidad entraña algo de aplica-
de inconstitucionalidad, que tiene que ción y algo de creación de derecho. Si esto
hacerse con arreglo a criterios estrictamente es así, ¿cómo definir cuándo una sentencia
jurídicos» 47. I. de Otto 48, F. Tomás y está fundamentada jurídicamente y cuándo
Valiente49, E. García de Enterría50,R. Canosa lo está políticamente?
Usera51, M. Aragón Reyes52 y J. Jiménez A este respecto, J. Jiménez Campo ha
Campo53 también han defendido esta pauta apuntado que el carácter jurídico de las
de distinción, que encuentra su principal sentencias del alto Tribunal depende de que
sustento teórico en la separación entre la estén fundamentadas en un canon jurídico
función legislativa y la de control consti- de control y en una argumentación según
tucional de la legislación54, y en el carácter el derecho. Tenemos ya aquí dos im-
jurisdiccional del Tribunal Constitucional55. portantes puntos de referencia. Por una
Este patrón de estimación de la acepta- parte, la exigencia de que las decisiones
bilidad de las decisiones del Tribunal, de la jurisdicción constitucional encuentren
empero, se enfrenta con el problema de sustento en alguna de las disposiciones de
Bernal Pulido En torno a la legitimidad de la jurisdicción constitucional 133

la Constitución. Por otra, la remisión del Parece que la respuesta sólo puede ser
problema de la plausibilidad de las sen- negativa. Tal como Gadamer puso en
tencias del Tribunal a que ellas puedan ser evidencia, ninguna norma tiene la virtud
argumentadas jurídicamente. I. de Otto ya de regular su propia aplicación59. Ninguna
lo había subrayado: «La frontera entre norma es perfecta, en el sentido de poder
política y derecho no es la que separa la prever las circunstancias que rodean todas
decisión de la deducción metódica, sino la sus posibles aplicaciones singulares60. Por
que distingue los modos de fundamentación esta razón, fundamentar una decisión
y argumentación de las decisiones y diferen- judicial no es sólo reiterar las disposiciones
cia entre las políticamente fundamentables de la Constitución y de la ley, y señalar
y aquéllas que lo son jurídicamente»58. que existe una relación de contradicción
Sin embargo, el interrogante que pos- entre unas y otras. La motivación de las
teriormente se suscita es: ¿cuándo una sentencias de control de constitucionalidad
decisión está sustentada en una argumenta- debe hacer explícitas además, las propo-
ción según el derecho? Jiménez Campo lo siciones que expresan el significado que
explica: una argumentación según el el texto de la Constitución adquiere en el
derecho es un razonamiento judicial caso concreto, y el significado de la ley
objetivo, ajeno a «cualesquiera estima- sometida a control. Estas proposiciones
surgen de la aplicación de una amplia gama
ciones que requieran, o que pretendan una
de reglas intermedias (aclarativas, limi-
comunidad de creencias». En este sentido,
tativas, extensivas, etc.). Lo que ocurre es
el Tribunal no debe entrar en el territorio
que el empleo de estas reglas depende del
de la política: «de la libre elección de fines,
criterio del juez. Es aquí donde el patrón
de la articulación incondicionada de ins-
de la objetividad halla su mayor obstáculo:
titutos aptos para su consecución y de la
¿cómo puede medirse la objetividad del
justificación o fundamentación de unos y criterio judicial para construir y ordenar en
otros en preferencias y opciones». un razonamiento este conjunto de propo-
Esta definición del carácter jurídico de siciones intermedias y para extraer de ellas
las sentencias de la Corte Constitucional, la solución para el caso? Esta tarea parece
no obstante, presenta algunos incon- demasiado complicada.
venientes. Ellos se derivan, en primer lugar, No obstante, ante esta pregunta se podría
de la alusión a la objetividad del razona- replicar que la objetividad se traduce en el
miento judicial. El concepto de lo objetivo apego al precedente. Pero esta respuesta
es muy ambiguo. Sobre él cabe proponer no sería satisfactoria. La Corte Consti-
algunas hipótesis. ¿Acaso es objetivo aquel tucional siempre tiene la posibilidad de
razonamiento que sólo alude a las dispo- cambiar su doctrina. En este caso, sólo tiene
siciones constitucionales como razones para que fundamentar el cambio con una
la decisión? Pero en este supuesto: ¿puede argumentación solvente61. Si esto es así,
quedar suficientemente fundamentada la entonces ¿cómo enjuiciar la objetividad de
solución de un caso con la alusión a la nueva doctrina con el criterio de la suje-
conceptos tan abstractos como libertad de ción al precedente, si se trata precisamente
expresión, derecho al honor o dignidad de una interpretación que se aparta del
humana, que por lo demás a veces entran mismo? Igualmente, contra el criterio del
en conflicto entre sí? precedente puede aducirse que no permite
134 Revista Derecho del Estado

enjuiciar la objetividad de las decisiones y, sobre todo, de las teorías de la argu-


de los casos nuevos. mentación jurídica, en el diseño de criterios
También suscita algunas objeciones la y estrategias para el control de la corrección
identificación que J. Jiménez Campo traza de las sentencias judiciales62.
entre los razonamientos jurídicos y aquéllos El problema básico que las teorías de la
que no intervienen en la elección legislativa argumentación jurídica se proponen en el
de los fines y los medios de la acción del ámbito de la aplicación judicial, es el de la
Estado. A este respecto, cabe dudar de una racionalidad de las sentencias judiciales63.
escisión rigurosa entre la jurisdicción cons- El interrogante que dichas teorías tratan de
titucional y la actividad de elección de fines responder es precisamente: ¿cuáles son los
políticos y de los medios para conseguirlos. criterios que aseguran la racionalidad de
Por naturaleza, toda sentencia de consti- la decisión jurídica?64. De acuerdo con J.
tucionalidad es un juicio acerca de la validez Wróblewski, «una decisión racional es una
de los fines políticos que el legislador se decisión justificada» 65 . Para que una
ha propuesto y de los medios que pretenden decisión esté justificada, no es necesario
alcanzarlos. En este sentido, atinadamente que sea verdadera, ni justa desde un punto
sostuvo M. García Pelayo: «el objeto del de vista objetivo. Sin embargo, tampoco
enjuiciamiento del Tribunal Constitucional es una decisión justificada aquélla que ha
es la gran política». El juicio del alto Tri- sido adoptada de modo intuitivo o arbitrario
bunal se refiere necesariamente al objeto por el juez, y que se explica ex post mediante
de la legislación, a la elección política de una fachada apócrifa de argumentos jurí-
propósitos y de estrategias. dicos. Una decisión justificada es aquella
que procede de un razonamiento respetuoso
de las reglas de la lógica y de la argu-
C. UNA HIPÓTESIS DE SOLUCIÓN: mentación jurídica66, y que se construye con
LA TEORÍA DE LA ARGUMENTACIÓN base en las normas relevantes y pertinentes.
JURÍDICA EN EL CONTROL En sentido contrario, una decisión no está
CONSTITUCIONAL DE LAS LEYES
justificada, y por lo tanto no es una decisión
aceptable o plausible, cuando transgrede
Por todo lo anterior, el enjuiciamiento de las reglas de la argumentación jurídica. La
la plausibilidad o corrección de las deci- justificación alude sobre todo a la corrección
siones del Tribunal Constitucional debe del razonamiento que subyace a la decisión
recurrir a otros criterios que sirvan para judicial, en el cual son considerados los
determinar cuándo una sentencia está diferentes argumentos que pueden deter-
fundamentada jurídicamente. Este no es minarla en uno u otro sentido. Así mismo,
un problema exclusivo de las sentencias de acuerdo con M. Atienza, una decisión
del juez constitucional, sino que se presenta es racional si respeta las reglas de la lógica
en relación con las decisiones de todos los deductiva, así como los principios de la ra-
jueces. Tanto el juez ordinario como el cionalidad práctica: consistencia, eficiencia,
constitucional ejercen jurisdicción, deciden coherencia, generalización y sinceridad, si
con base en el derecho y deben fundamentar se adopta sin eludir la utilización de alguna
sus sentencias en el orden jurídico. Por fuente del derecho de carácter vinculante;
esta razón, el derecho constitucional puede y si no se adopta sobre la base de criterios
servirse en este concreto asunto de los éticos o políticos, no previstos específica-
avances de la metodología jurídica general mente por el ordenamiento jurídico67.
Bernal Pulido En torno a la legitimidad de la jurisdicción constitucional 135

Como corolario se tiene que sólo las con el tiempo que la Constitución Política
decisiones que se ajustan a las reglas de la de 1991 deje de ser un oráculo que prodiga
argumentación jurídica pueden ser tenidas vaticinios inescrutables y se convierta en
como racionalmente aceptables por los una diáfana carta de navegación para todos
auditorios de la Corte Constitucional. Desde los colombianos.
luego, el cumplimiento de estas reglas no
elimina todos los elementos valorativos y CARLOS BERNAL PULIDO
subjetivos de dichas decisiones y, por con- Abogado, Universidad Externado de Colombia
siguiente, tampoco implican per se la Doctorando en Derecho Constitucional,
Universidad de Salamanca
satisfacción total de los diversos inter-
locutores de la alta Corte. En este sentido,
1. Vide, sobre los mecanismos de ejercicio del con-
cabe advertir que la racionalidad de toda trol de constitucionalidad de las leyes en Colombia,
sentencia no puede ser más que relativa68. J. TOBO GUTIÉRREZ. La Corte Constitucional y el
Sin embargo, esta circunstancia no hace control de constitucionalidad en Colombia, 2ª ed.
perder valor a la construcción de las reglas Bogotá: Gustavo Ibánez, 1999, pp. 161 ss.
2. Vide: C. SCHMITT. La defensa de la Constitución.
de argumentación, ni al examen de la juris-
Madrid: Tecnos, 1983; H. KELSEN. ¿Quién debe ser
prudencia constitucional bajo su óptica. el defensor de la Constitución?. Madrid: Tecnos,
Estas tareas son propias de la dogmática 1995. Una interesante crítica de esta polémica puede
constitucional. Con ellas se trata de funda- hallarse en: N. ZANON. “La polémique entre Hans
mentar, justificar y limitar los cauces por Kelsen et Carl Schmitt sur la justice constitu-
tionnelle”, AnIJusCon, Vol. V, 1989, pp. 177 ss.
los cuales discurre la praxis de la juris-
Así mismo valga citar sobre este tema el excelente
dicción constitucional, y de construir artículo de P. P. PORTINARO. “Dal custode della
perspectivas de análisis y de crítica de la costituzione alla costituzione dei custode”, en AAVV
misma. La teoría de la argumentación en (al cuidado de G. G OZZI ). Democrazia, diritti,
el control de constitucionalidad de las leyes, costituzione. I fondamemnti costituzionali delle
democrazie contemporanee. Bologna: Il Mulino,
la teoría de las disposiciones constitu-
1997, pp. 401-436.
cionales (dentro de la cual está la teoría de 3. C. SCHMITT. La defensa de la Constitución, Cit.,
los derechos fundamentales) y la teoría de p. 87.
los argumentos de interpretación consti- 4. Ibid., pp. 89 ss.
tucional deben cumplir este cometido. 5. Ibid., p. 93.
Estas teorías abren uno de los más im- 6. H. KELSEN. “La garantía jurisdiccional de la
Constitución (La justicia constitucional)”. En:
portantes caminos que nuestra reflexión Escritos sobre la democracia y el socialismo. Madrid:
constitucional tiene por recorrer en el nuevo Debate, 1988, p. 129.
siglo. El análisis de los procesos de argu- 7. H. KELSEN. ¿Quién debe ser el defensor de la
mentación que tienen lugar en el control Constitución?, Cit., p. 18.
de constitucionalidad de las leyes no sólo 8. Ibid., p. 21.
9. Sobre la difusión de la jurisdicción constitucional,
es un presupuesto necesario para la conso- vide: L. P EGORARO . Lineamenti di giustizia
lidación de la joven Corte Constitucional costituzionale comparata. Turín: G. Giappichelli,
colombiana dentro del sistema político, y 1998, en especial el capítulo primero: “I prototipi e
de la delimitación de sus funciones en la circolazione dei modelli di giustizia costi-
relación con el legislador. Sobre todo, es tuzionale”, pp. 11-66, y la bibliografía allí citada,
referida a una vasta lista de países.
una base indispensable para hacer del 10. Vide: En la doctrina norteamericana el análisis
dominio público los procesos de interpreta- de M. J. PERRY. The Constitution in the Courts. Law
ción constitucional y, de esta manera, lograr or Politics? Nueva York: Oxford University Press,
136 Revista Derecho del Estado

1994, pp. 16 ss. En Alemania: J. H ABERMAS . VII y XIII; y “El derecho como sistema de garantías”,
Facticidad y validez. Madrid: Trotta, 1998, pp. 315 En: “Jueces para la democracia”. Información y
ss. En la doctrina española: V. FERRERES COMELLA. Debate, Nº 16/17, 1992, pp. 61-69; E.-W.
Jurisdicción constitucional y democracia, Madrid: B ÖCKENFÖRDE . “Teoría e interpretación de los
Centro de Estudios Constitucionales, 1997, en derechos fundamentales”. En: Escritos sobre
especial el capítulo primero, pp. 17-52. También derechos fundamentales. Baden-Baden: Nomos
P. C RUZ V ILLALÓN . “Legitimidade da Justiça Verlagsgesellschaft, 1993, pp. 66 ss.; S. HOLMES.
Constitucional e princípio da Maioria”, en AAVV, The Anatomy of Antiliberalism, 2ª ed. Cambridge:
Legitimidade e legitimaçao da Justiça Constitucional. Harvard University Press, 1996, p. 226.
Coloquio 10º Aniversário do Tribunal Constitucional. 13. J. H. ELY. Democracy and Distrust. A Theory
Coimbra: Coimbra Editora, 1995, pp. 85 ss. of Judicial Review. Londres: Harvard University
11. A. BICKEL. The Least Dangerous Branch: The Press, 1980, p. 117 (traducción al español: Demo-
supreme Court at the Bar of Politics, Yale University cracia y desconfianza. Una teoría del control de
Press, 1962, pp. 16-17. Sobre este tema así mismo: constitucionalidad. Bogotá: Universidad de Los
C. R. SUNSTEIN. “Constitutions and democracies: Andes, 1997). Una exposición y glosa detalladas
an epilogue”. En: AAVV (al cuidado de J. ELSTER y de la teoría de Ely puede encontrarse en diversos
R. SLAGSTAD). Constitutionalism and Democracy. trabajos de la literatura española: E. ALONSO GARCÍA.
Studies in rationality and social change. Cambridge La interpretación de la Constitución. Madrid: Centro
University Press, 1988, p. 336. de Estudios Constitucionales, 1984, pp. 328 ss.; V.
12. Un magnífico estudio sobre la compatibilidad F ERRERES C OMELLAS . Justicia constitucional y
entre los derechos fundamentales y la democracia democracia, Cit., pp. 53 ss. y R. GARGARELLA. La
puede encontrarse a lo largo del capítulo III, justicia frente al gobierno. Sobre el carácter contra-
mayoritario del poder judicial. Barcelona: Ariel,
“Reconstrucción interna del derecho: el sistema de
1996, pp. 148 ss.
los derechos”, de: J. HABERMAS. Facticidad y validez,
14. Sobre estas críticas a la teoría de Ely en la
Cit., pp. 147 ss. Así mismo vide: J. HABERMAS.
doctrina española vide: V. FERRERES COMELLAS.
“Anhang zu Faktizität und Geltung. Replik auf
Justicia constitucional y democracia, Cit., pp. 62
Beiträge zu einem Symposion der Cardozo Law
ss.; E. ALONSO GARCÍA. La interpretación... Cit.,
School”, en: Die Einbeziehung des Anderen. Studien
pp. 341 ss.; F. J. DÍAZ REVORIO. La Constitución
zur politischen Theorie, 2ª ed. Frankfurt a. M.:
como orden abierto, Madrid: McGraw-Hill, 1997,
Suhrkamp, 1997, pp. 378 ss.; “Über den internen
pp. 181 ss.
Zusammenhang von Rechtsstaat und Demokratie”, 15. Vide la distinción de K. Günther entre discursos
en: AAVV (al cuidado de U. K. PREUSS), Zum Begriff de fundamentación y discursos de aplicación de
der Verfassung. Die Ordnung des Politischen. normas jurídicas: K. G ÜNTHER . Der Sinn für
Frankfurt a. M.: Fischer, 1994, pp. 88 ss, y 90 ss.; Angemessenheit. Anwendungsdiskurse in Moral und
J. RAWLS. El liberalismo político. Barcelona: Grijalbo Recht. Frankfurt a. M.: Suhrkamp, 1988, pp. 309
-Mondadori, 1996, capítulo VIII, p. 326. Acerca de ss.; K. G ÜNTHER . “Ein normative Beggriff der
la discusión entre Habermas y Rawls sobre los Kohëherz für eine Theorie der juristischen
diversos modos en que pueden ser articulados los Argumentation”, Rt, Nº 20 (1989), pp. 163-190.
derechos fundamentales en una democracia: J. (Existe una versión en castellano de este artículo
HABERMAS y J. RAWLS. Debate sobre el liberalismo en Doxa, Nº 17/18, pp. 274-302). Un comentario
político. Barcelona: Paidos, 1998. Sobre el acuerdo crítico acerca de las implicaciones de esta distinción
entre J. Habermas y R. Dworkin en cuando a la se encuentra en: R. A LEXY . “Justification and
complementación entre los derechos fundamentales Application of Norms”, RJ, Vol. 6, Nº 2, (july 1993),
y el principio democrático vide: J. HABERMAS, R. pp. 157-170.
DWORKIN y K. GÜNTHER. “¿Impera el derecho sobre 16. J. HABERMAS. Facticidad y validez, Cit., p.
la política?”, La Política, Nº 4 (octubre de 1998) p. 334.
7. Además: J. ISENSEE. “Grundrechte und Demo- 17. Ibid., p. 336. Resulta bastante paradójico que
kratie”, D. St, 1981, pp. 166 ss.; E. DENNINGER. “Il Habermas sostenga esta concepción de la Consti-
singolo e la legge universale”. En: AAVV (al cuidado tución, y que al mismo tiempo considere que el
de G. GOZZI). Democrazia... Cit., pp. 88 ss. y 94 Tribunal Constitucional puede derivar de ella una
ss.; L. FERRAJOLI . Derecho y razón. Teoría del única solución coherente y adecuada para los casos
garantismo penal. Madrid: Trotta, 1995, capítulos de amparo.
Bernal Pulido En torno a la legitimidad de la jurisdicción constitucional 137

18. Ibid., p. 337. 29. Vide: R. ALEXY. “Sistema jurídico, principios


19. Ibid., pp. 340 y 349 ss. jurídicos y razón práctica”, Doxa, Nº 5 (1988) p.
20. En la doctrina española pueden encontrarse 151. Del mismo autor, “Idée et structure d’un système
algunas interesantes reseñas de esta controversia. de droit rationnel”, ArchPhiDr (1988) y A. AARNIO.
Vide, por ejemplo: J. C. BAYÓN. “La interpretación Wegen Recht und Billigkeit. Berlin: Duncker &
constitucional en la reciente doctrina norteame- Humblot, 1988, pp. 73-74. Aún más radical contra
ricana”, RCG, Nº 4, 1985, pp. 140 ss.; R. la tesis de la única respuesta correcta: N.
GARGANELLA. La justicia frente al gobierno..., Cit., M AC C ORMICK . “Takin the ‘Rights Thesis’
pp. 59 ss. Seriously”, en: Legal Right and Social Democracy.
21. R. H. BORK. “The Original Understanding”. Essays in Legal and Political Philosophy. Oxford:
En: AAVV (S. J. BRISON y W. SINNOTT-ARMSTRONG, Clarendon Press, 1982, pp. 126 ss.
Eds.). Contemporary perspectives on Constitutional 30. El Tribunal Constitucional español se ha
Interpretation. Boulder-San Francisco-Oxford: pronunciado en contra de esta opción: “El legislador
Westview Press, 1993, pp. 50-51. no ejecuta la Constitución, sino que crea Derecho
22. R. H. BORK. “Neutral Principles and Some First con libertad dentro del marco que ésta le ofrece”.
Amendment Problems”, IlawJow, Vol. 47, Nº 1 STC 209/1987, FJ. 3º.
(1971) p. 17. Sobre las tesis de Bork, Vide, en la 31. Ch. S TARCK . “La légitimité de la justice
doctrina española: M. BELTRÁN . Originalismo e constitutionnelle et le principe démocratique de
interpretación: Dworking v. Bork: una polémica majorité”. En: AAVV, Legitimidade e legitimaçao
constitucional, Madrid: Civitas-Facultad de Derecho da Justiça Constitucional. Cit., p. 69.
de la Universidad Complutense, 1988. 32. El Tribunal Constitucional español ha sostenido
23. R. DWORKIN. “¿Realmente no hay una respuesta en este sentido: «La Constitución es un marco de
correcta en los casos difíciles?”. En: A A V V (P. coincidencias suficientemente amplio como para que
CASANOVAS y J. J. MORESO, Eds.). El ámbito de lo dentro de él quepan opciones políticas de muy
jurídico. Lecturas de pensamiento jurídico diferente signo. La labor de interpretación de la
contemporáneo. Barcelona: Grijalbo-Mondadori, Constitución no consiste necesariamente en cerrar
1994, pp. 475 ss. Una reseña de los principales autores el paso a las opciones o variantes imponiendo
del constitucionalismo norteamericano que defienden autoritariamente una de ellas. A esta conclusión habrá
la tesis de la única respuesta correcta en: J. J. de llegar únicamente cuando el carácter unívoco de
M ORESO . La indeterminación del derecho y la la interpretación se imponga por el juego de los
interpretación de la Constitución. Madrid: Centro criterios hermenéuticos. Queremos decir que las
de Estudios Políticos y Constitucionales, 1997, pp. opciones políticas y de gobierno no están previamente
188 ss. programadas de una vez por todas, de manera tal
24. R. D WORKIN . Freedom’s Law. The Moral que lo único que cabe hacer en adelante es desarrollar
Reading of the American Constitution. Oxford-New ese programa previo». STC 11/1981, Fj. 7º.
York: Oxford University Press, 1996, p. 2. Del mismo 33. E.-W. B ÖCKENFÖRDE . “Los métodos de la
autor, Los derechos en serio. Barcelona: Ariel, 1984, interpretación constitucional. Inventario y crítica”,
pp. 396 ss. en: Escritos sobre derechos fundamentales. Baden-
25. R. Dworkin denomina en tono peyorativo Baden: Nomos, 1993, pp. 17 y 41; H. SIMON. “La
“pasivistas” a los jueces que “muestran una gran jurisdicción constitucional”. En: AAVV, Manual de
deferencia con respecto a las decisiones de otras derecho constitucional. Madrid: Marcial Pons, 1996,
ramas del gobierno”. R. DWORKIN. El imperio de p. 851; Ch. S TARCK . “La suprématie de la
la justicia. Barcelona: Gedisa, 1992, p. 260. Constitution et la justice constitutionnelle”, en: La
26. R. DWORKIN. “Gleichheit, Demokratie und die Constitution: cadre et messure du droit. Marseille:
Verfassung: wir, das Volk, und die Richter”. En: Economica-Preses Universitaires d’Aix, 1994, p. 26.
AAVV (al cuidado de U. PREUSS), Zum Begriff der 34. F. R UBIO L LORENTE . “Problemas de la
Verfassung..., Cit., p. 173. interpretación constitucional en la jurisprudencia del
27. S. HOLMES. “Precommitment and the Paradox Tribunal Constitucional Español”, en: La forma del
of Democracy”. En: A A V V (J. E LSTER y R. poder. Estudios sobre la Constitución. 2ª ed. Madrid:
S LAGSTAD , Eds.). Constitutionalism and Centro de Estudios Constitucionales, 1997, p. 585.
Democracy..., Cit., p. 157. 35. M. ARAGÓN REYES. Constitución y democracia.
28. R. DWORKIN. Freedom’s Law..., Cit., p. 7. Madrid: Tecnos, 1990, p. 119.
138 Revista Derecho del Estado

36. M. ARAGÓN REYES. “La aplicación judicial 45. J. L. CASCAJO CASTRO. “La figura del voto
de la Constitución: algunas consideraciones sobre particular en la jurisdicción constitucional española”,
la justicia constitucional”, en: Escritos de derecho REDC, Nº 17 (mayo-agosto de 1986) pp. 171 ss.
constitucional, Madrid: Centro de Estudios Cons- 46. Es bien sabido que la solución a esta polémica
titucionales, 1998, p. 119. ha desencadenado el gran debate acerca de la
37. M. ARAGÓN REYES. Constitución y democracia, interpretación de la Constitución mediante la Judicial
Cit., p. 124. Algunas páginas atrás en esta misma review en Estados Unidos. En la doctrina española
obra, sin embargo, M. Aragón parece matizar un pueden encontrarse diversos trabajos que dan cuenta
poco la exigencia de declarar la inconstitucionalidad de esta polémica al detalle: E. ALONSO GARCÍA. La
sólo cuando de la Constitución se deduzca con interpretación de la Constitución..., Cit.; J. C.
claridad una determinada regla, que sea contradicha B AYÓN . “La interpretación...”, cit. F. J. D ÍAZ -
por la ley. Junto con Dworkin sostiene que el Tribunal REVORIO. La Constitución como orden abierto, Cit.,
«descubre el derecho y no inventa», «porque la regla capítulo IV, pp. 145 ss.
de derecho se encuentra “indeterminada”, pero no 47. STC 11/1981, FJ. 7º. En el mismo sentido la
“predicha”» en tales disposiciones. El juez entonces STC 29/1982, FJ. 2º.
debe determinar esa regla, mediante «categorías 48. I. DE OTTO.“La posición del Tribunal Consti-
jurídicas encapsuladas o sintetizadas» en el texto tucional a partir de la doctrina de la interpretación
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dica, por ejemplo: R. ALEXY. Teoría de la argumenta-
ha apuntado, en este sentido, que la técnica del prece-
ción jurídica, Cit., pp. 184 ss., y 214 ss.; A. AARNIO.
dente es sólo una regla formal de la argumentación,
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que ha de integrarse en el razonamiento jurídico con York: Springer, 1979, pp. 98 ss.; M. ATIENZA. Las
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las sentencias alude a que puedan «ser fundamentadas la justicia... Cit., p. 138.

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