Professional Documents
Culture Documents
es atar las manos de la comunidad, abstraer este autor dicho control es una condición
del juego político ciertas reglas básicas para que posibilita alcanzar una verdadera
el funcionamiento y la estructura de la democracia, concebida no en un sentido
sociedad27. Como consecuencia, ninguna estadístico como el gobierno de la mitad
decisión mayoritaria puede invadir la esfera más uno, sino en un sentido comunitario28.
de las libertades proclamadas por la También la concepción de Dworkin sobre
Constitución, y cuando lo hace, debe ser el control de constitucionalidad de las leyes
invalidada por los jueces. Cuando se dude en Estados Unidos ha sufrido contundentes
de la constitucionalidad de una ley, los embates. Se le ha objetado, por ejemplo,
jueces deben interpretar la Constitución y su excesivo talante cognitivista. Se ha
determinar si la voluntad de la mayoría le señalado que cabe dudar que el juez pueda
es contraria. Esta no es desde luego una obtener del texto de la Constitución una
tarea fácil, cuyos resultados sean evidentes. única respuesta correcta para todos los casos
La abstracción de las cláusulas constitu- constitucionales. Esto sólo sería viable si
cionales, y sobre todo de aquéllas que el juez pudiese contar con algunas con-
proclaman los derechos fundamentales, hace diciones ideales: tiempo ilimitado para pro-
imprescindible que los jueces se valgan de nunciarse, información ilimitada, claridad
juicios morales para desentrañar su signi- lingüística conceptual ilimitada, y carencia
ficado. Sin embargo, la sociedad tiene en de prejuicios ilimitada29. Como quiera que
ellos plena confianza. Gracias a su inte- los conflictos constitucionales de la realidad
gridad moral, a sus conocimientos jurídicos no se presentan en estas circunstancias,
y su sensibilidad hacia la praxis cons- parece razonable desconfiar que el juez
titucional, están dotados de una capacidad pueda derivar del derecho una única verdad
parangonable a la de Hércules, para hallar incontrovertida para zanjarlos. Así mismo,
en cada caso la interpretación correcta de se ha sostenido que el entendimiento de los
los derechos fundamentales. derechos fundamentales como un acervo
Esta doctrina del control de constitu- de principios que prevén una única solución
cionalidad genera una contraposición entre correcta para todos los casos, entraña un
el juez constitucional y el legislador. Aquél debilitamiento del Parlamento y de la ley,
se convierte en un valedor de los derechos ajeno a los postulados del Estado cons-
fundamentales y de las minorías, que se sitúa titucional y democrático. Una concepción
frente a la voluntad general, expresada me- semejante de la Constitución presupone que
diante las determinaciones del Parlamento. ésta prefigura al detalle el contenido de cada
Las decisiones de uno y otro poder del medida legislativa. Por lo mismo, lleva a
Estado se rigen por lógicas distintas. Mien- extender de manera inadecuada el contenido
tras el contenido de las leyes es el producto de las disposiciones constitucionales, a
de la aplicación de la regla de la mayoría, sobrevalorar su texto hasta considerarlo
el sentido de las sentencias del juez cons- como fuente inmediata de la legislación.
titucional está determinado por la lógica De esta manera, el legislador se transforma
de los derechos. Sin embargo, para Dworkin en un mero ejecutor constitucional,
este antagonismo no debe llevar a pensar desprovisto de todo poder de apreciación30.
que el control constitucional de las deci- Esto a su vez acarrea una consecuencia nada
siones legislativas supone un deterioro del deseable: la ley pierde su independencia,
principio democrático. Por el contrario, para deviene sólo un medio al servicio de la
130 Revista Derecho del Estado
opinión pública. Inclusive, la forma cole- definir qué ha de entenderse por “carácter
giada del propio Tribunal y la posibilidad político” y por “carácter jurídico”, y cómo
de votos particulares hacen necesario que se establecen las fronteras entre lo uno y
los magistrados ponentes intenten convencer lo otro. En su crítica a Schmitt, Kelsen hizo
a los demás de la plausibilidad de las ver que no es razonable contraponer lo
sentencias45. político, entendido en sentido amplio como
Esta posibilidad de controvertir las ejercicio del poder, a lo jurisdiccional,
sentencias de la Corte Constitucional da concebido como aplicación del derecho,
lugar a un mecanismo de control con más pues en toda sentencia hay un «elemento
o menos eficacia. Toda polémica de este de decisión, un elemento de ejercicio del
tipo se enfrenta sin embargo a un importante poder»56. También Wróblewski ha subra-
problema: ¿cómo juzgar si la decisión del yado el carácter político de la interpretación
Tribunal Constitucional en un determinado constitucional. Para ello, ha entendido lo
caso es correcta o no, de acuerdo con las político como lo relativo a las relaciones
prescripciones de los derechos funda- entre los diferentes grupos interesados en
mentales?, ¿qué diferencia una sentencia utilizar el poder del Estado en sus direc-
aceptable o plausible de una que no lo es? ciones preferidas. Lo político se manifiesta
Como respuesta a este interrogante se entonces en dos sentidos en la interpretación
han ofrecido diversos criterios 46. En la constitucional: «primeramente garantiza ex
doctrina española ha sido particularmente definitione la observancia de reglas cons-
importante la distinción entre las sentencias titucionales que tienen de por sí un carácter
constitucionales plausibles y las que no lo político, y en segundo lugar, la función de
son, según estén fundadas en criterios las decisiones interpretativas es política
jurídicos o en razones políticas. El propio cuando determina los asuntos políticamente
Tribunal Constitucional sentó de manera relevantes»57.
palmaria este rasero de valoración en un En este sentido, toda sentencia de cons-
pasaje bastante conocido: «En un plano hay titucionalidad tiene algo de jurídico y algo
que situar las decisiones políticas y el de político, así como, sin existir un para-
enjuiciamiento político que tales decisiones lelismo necesario, toda sentencia de
merezcan y en otro plano la calificación constitucionalidad entraña algo de aplica-
de inconstitucionalidad, que tiene que ción y algo de creación de derecho. Si esto
hacerse con arreglo a criterios estrictamente es así, ¿cómo definir cuándo una sentencia
jurídicos» 47. I. de Otto 48, F. Tomás y está fundamentada jurídicamente y cuándo
Valiente49, E. García de Enterría50,R. Canosa lo está políticamente?
Usera51, M. Aragón Reyes52 y J. Jiménez A este respecto, J. Jiménez Campo ha
Campo53 también han defendido esta pauta apuntado que el carácter jurídico de las
de distinción, que encuentra su principal sentencias del alto Tribunal depende de que
sustento teórico en la separación entre la estén fundamentadas en un canon jurídico
función legislativa y la de control consti- de control y en una argumentación según
tucional de la legislación54, y en el carácter el derecho. Tenemos ya aquí dos im-
jurisdiccional del Tribunal Constitucional55. portantes puntos de referencia. Por una
Este patrón de estimación de la acepta- parte, la exigencia de que las decisiones
bilidad de las decisiones del Tribunal, de la jurisdicción constitucional encuentren
empero, se enfrenta con el problema de sustento en alguna de las disposiciones de
Bernal Pulido En torno a la legitimidad de la jurisdicción constitucional 133
la Constitución. Por otra, la remisión del Parece que la respuesta sólo puede ser
problema de la plausibilidad de las sen- negativa. Tal como Gadamer puso en
tencias del Tribunal a que ellas puedan ser evidencia, ninguna norma tiene la virtud
argumentadas jurídicamente. I. de Otto ya de regular su propia aplicación59. Ninguna
lo había subrayado: «La frontera entre norma es perfecta, en el sentido de poder
política y derecho no es la que separa la prever las circunstancias que rodean todas
decisión de la deducción metódica, sino la sus posibles aplicaciones singulares60. Por
que distingue los modos de fundamentación esta razón, fundamentar una decisión
y argumentación de las decisiones y diferen- judicial no es sólo reiterar las disposiciones
cia entre las políticamente fundamentables de la Constitución y de la ley, y señalar
y aquéllas que lo son jurídicamente»58. que existe una relación de contradicción
Sin embargo, el interrogante que pos- entre unas y otras. La motivación de las
teriormente se suscita es: ¿cuándo una sentencias de control de constitucionalidad
decisión está sustentada en una argumenta- debe hacer explícitas además, las propo-
ción según el derecho? Jiménez Campo lo siciones que expresan el significado que
explica: una argumentación según el el texto de la Constitución adquiere en el
derecho es un razonamiento judicial caso concreto, y el significado de la ley
objetivo, ajeno a «cualesquiera estima- sometida a control. Estas proposiciones
surgen de la aplicación de una amplia gama
ciones que requieran, o que pretendan una
de reglas intermedias (aclarativas, limi-
comunidad de creencias». En este sentido,
tativas, extensivas, etc.). Lo que ocurre es
el Tribunal no debe entrar en el territorio
que el empleo de estas reglas depende del
de la política: «de la libre elección de fines,
criterio del juez. Es aquí donde el patrón
de la articulación incondicionada de ins-
de la objetividad halla su mayor obstáculo:
titutos aptos para su consecución y de la
¿cómo puede medirse la objetividad del
justificación o fundamentación de unos y criterio judicial para construir y ordenar en
otros en preferencias y opciones». un razonamiento este conjunto de propo-
Esta definición del carácter jurídico de siciones intermedias y para extraer de ellas
las sentencias de la Corte Constitucional, la solución para el caso? Esta tarea parece
no obstante, presenta algunos incon- demasiado complicada.
venientes. Ellos se derivan, en primer lugar, No obstante, ante esta pregunta se podría
de la alusión a la objetividad del razona- replicar que la objetividad se traduce en el
miento judicial. El concepto de lo objetivo apego al precedente. Pero esta respuesta
es muy ambiguo. Sobre él cabe proponer no sería satisfactoria. La Corte Consti-
algunas hipótesis. ¿Acaso es objetivo aquel tucional siempre tiene la posibilidad de
razonamiento que sólo alude a las dispo- cambiar su doctrina. En este caso, sólo tiene
siciones constitucionales como razones para que fundamentar el cambio con una
la decisión? Pero en este supuesto: ¿puede argumentación solvente61. Si esto es así,
quedar suficientemente fundamentada la entonces ¿cómo enjuiciar la objetividad de
solución de un caso con la alusión a la nueva doctrina con el criterio de la suje-
conceptos tan abstractos como libertad de ción al precedente, si se trata precisamente
expresión, derecho al honor o dignidad de una interpretación que se aparta del
humana, que por lo demás a veces entran mismo? Igualmente, contra el criterio del
en conflicto entre sí? precedente puede aducirse que no permite
134 Revista Derecho del Estado
Como corolario se tiene que sólo las con el tiempo que la Constitución Política
decisiones que se ajustan a las reglas de la de 1991 deje de ser un oráculo que prodiga
argumentación jurídica pueden ser tenidas vaticinios inescrutables y se convierta en
como racionalmente aceptables por los una diáfana carta de navegación para todos
auditorios de la Corte Constitucional. Desde los colombianos.
luego, el cumplimiento de estas reglas no
elimina todos los elementos valorativos y CARLOS BERNAL PULIDO
subjetivos de dichas decisiones y, por con- Abogado, Universidad Externado de Colombia
siguiente, tampoco implican per se la Doctorando en Derecho Constitucional,
Universidad de Salamanca
satisfacción total de los diversos inter-
locutores de la alta Corte. En este sentido,
1. Vide, sobre los mecanismos de ejercicio del con-
cabe advertir que la racionalidad de toda trol de constitucionalidad de las leyes en Colombia,
sentencia no puede ser más que relativa68. J. TOBO GUTIÉRREZ. La Corte Constitucional y el
Sin embargo, esta circunstancia no hace control de constitucionalidad en Colombia, 2ª ed.
perder valor a la construcción de las reglas Bogotá: Gustavo Ibánez, 1999, pp. 161 ss.
2. Vide: C. SCHMITT. La defensa de la Constitución.
de argumentación, ni al examen de la juris-
Madrid: Tecnos, 1983; H. KELSEN. ¿Quién debe ser
prudencia constitucional bajo su óptica. el defensor de la Constitución?. Madrid: Tecnos,
Estas tareas son propias de la dogmática 1995. Una interesante crítica de esta polémica puede
constitucional. Con ellas se trata de funda- hallarse en: N. ZANON. “La polémique entre Hans
mentar, justificar y limitar los cauces por Kelsen et Carl Schmitt sur la justice constitu-
tionnelle”, AnIJusCon, Vol. V, 1989, pp. 177 ss.
los cuales discurre la praxis de la juris-
Así mismo valga citar sobre este tema el excelente
dicción constitucional, y de construir artículo de P. P. PORTINARO. “Dal custode della
perspectivas de análisis y de crítica de la costituzione alla costituzione dei custode”, en AAVV
misma. La teoría de la argumentación en (al cuidado de G. G OZZI ). Democrazia, diritti,
el control de constitucionalidad de las leyes, costituzione. I fondamemnti costituzionali delle
democrazie contemporanee. Bologna: Il Mulino,
la teoría de las disposiciones constitu-
1997, pp. 401-436.
cionales (dentro de la cual está la teoría de 3. C. SCHMITT. La defensa de la Constitución, Cit.,
los derechos fundamentales) y la teoría de p. 87.
los argumentos de interpretación consti- 4. Ibid., pp. 89 ss.
tucional deben cumplir este cometido. 5. Ibid., p. 93.
Estas teorías abren uno de los más im- 6. H. KELSEN. “La garantía jurisdiccional de la
Constitución (La justicia constitucional)”. En:
portantes caminos que nuestra reflexión Escritos sobre la democracia y el socialismo. Madrid:
constitucional tiene por recorrer en el nuevo Debate, 1988, p. 129.
siglo. El análisis de los procesos de argu- 7. H. KELSEN. ¿Quién debe ser el defensor de la
mentación que tienen lugar en el control Constitución?, Cit., p. 18.
de constitucionalidad de las leyes no sólo 8. Ibid., p. 21.
9. Sobre la difusión de la jurisdicción constitucional,
es un presupuesto necesario para la conso- vide: L. P EGORARO . Lineamenti di giustizia
lidación de la joven Corte Constitucional costituzionale comparata. Turín: G. Giappichelli,
colombiana dentro del sistema político, y 1998, en especial el capítulo primero: “I prototipi e
de la delimitación de sus funciones en la circolazione dei modelli di giustizia costi-
relación con el legislador. Sobre todo, es tuzionale”, pp. 11-66, y la bibliografía allí citada,
referida a una vasta lista de países.
una base indispensable para hacer del 10. Vide: En la doctrina norteamericana el análisis
dominio público los procesos de interpreta- de M. J. PERRY. The Constitution in the Courts. Law
ción constitucional y, de esta manera, lograr or Politics? Nueva York: Oxford University Press,
136 Revista Derecho del Estado
1994, pp. 16 ss. En Alemania: J. H ABERMAS . VII y XIII; y “El derecho como sistema de garantías”,
Facticidad y validez. Madrid: Trotta, 1998, pp. 315 En: “Jueces para la democracia”. Información y
ss. En la doctrina española: V. FERRERES COMELLA. Debate, Nº 16/17, 1992, pp. 61-69; E.-W.
Jurisdicción constitucional y democracia, Madrid: B ÖCKENFÖRDE . “Teoría e interpretación de los
Centro de Estudios Constitucionales, 1997, en derechos fundamentales”. En: Escritos sobre
especial el capítulo primero, pp. 17-52. También derechos fundamentales. Baden-Baden: Nomos
P. C RUZ V ILLALÓN . “Legitimidade da Justiça Verlagsgesellschaft, 1993, pp. 66 ss.; S. HOLMES.
Constitucional e princípio da Maioria”, en AAVV, The Anatomy of Antiliberalism, 2ª ed. Cambridge:
Legitimidade e legitimaçao da Justiça Constitucional. Harvard University Press, 1996, p. 226.
Coloquio 10º Aniversário do Tribunal Constitucional. 13. J. H. ELY. Democracy and Distrust. A Theory
Coimbra: Coimbra Editora, 1995, pp. 85 ss. of Judicial Review. Londres: Harvard University
11. A. BICKEL. The Least Dangerous Branch: The Press, 1980, p. 117 (traducción al español: Demo-
supreme Court at the Bar of Politics, Yale University cracia y desconfianza. Una teoría del control de
Press, 1962, pp. 16-17. Sobre este tema así mismo: constitucionalidad. Bogotá: Universidad de Los
C. R. SUNSTEIN. “Constitutions and democracies: Andes, 1997). Una exposición y glosa detalladas
an epilogue”. En: AAVV (al cuidado de J. ELSTER y de la teoría de Ely puede encontrarse en diversos
R. SLAGSTAD). Constitutionalism and Democracy. trabajos de la literatura española: E. ALONSO GARCÍA.
Studies in rationality and social change. Cambridge La interpretación de la Constitución. Madrid: Centro
University Press, 1988, p. 336. de Estudios Constitucionales, 1984, pp. 328 ss.; V.
12. Un magnífico estudio sobre la compatibilidad F ERRERES C OMELLAS . Justicia constitucional y
entre los derechos fundamentales y la democracia democracia, Cit., pp. 53 ss. y R. GARGARELLA. La
puede encontrarse a lo largo del capítulo III, justicia frente al gobierno. Sobre el carácter contra-
mayoritario del poder judicial. Barcelona: Ariel,
“Reconstrucción interna del derecho: el sistema de
1996, pp. 148 ss.
los derechos”, de: J. HABERMAS. Facticidad y validez,
14. Sobre estas críticas a la teoría de Ely en la
Cit., pp. 147 ss. Así mismo vide: J. HABERMAS.
doctrina española vide: V. FERRERES COMELLAS.
“Anhang zu Faktizität und Geltung. Replik auf
Justicia constitucional y democracia, Cit., pp. 62
Beiträge zu einem Symposion der Cardozo Law
ss.; E. ALONSO GARCÍA. La interpretación... Cit.,
School”, en: Die Einbeziehung des Anderen. Studien
pp. 341 ss.; F. J. DÍAZ REVORIO. La Constitución
zur politischen Theorie, 2ª ed. Frankfurt a. M.:
como orden abierto, Madrid: McGraw-Hill, 1997,
Suhrkamp, 1997, pp. 378 ss.; “Über den internen
pp. 181 ss.
Zusammenhang von Rechtsstaat und Demokratie”, 15. Vide la distinción de K. Günther entre discursos
en: AAVV (al cuidado de U. K. PREUSS), Zum Begriff de fundamentación y discursos de aplicación de
der Verfassung. Die Ordnung des Politischen. normas jurídicas: K. G ÜNTHER . Der Sinn für
Frankfurt a. M.: Fischer, 1994, pp. 88 ss, y 90 ss.; Angemessenheit. Anwendungsdiskurse in Moral und
J. RAWLS. El liberalismo político. Barcelona: Grijalbo Recht. Frankfurt a. M.: Suhrkamp, 1988, pp. 309
-Mondadori, 1996, capítulo VIII, p. 326. Acerca de ss.; K. G ÜNTHER . “Ein normative Beggriff der
la discusión entre Habermas y Rawls sobre los Kohëherz für eine Theorie der juristischen
diversos modos en que pueden ser articulados los Argumentation”, Rt, Nº 20 (1989), pp. 163-190.
derechos fundamentales en una democracia: J. (Existe una versión en castellano de este artículo
HABERMAS y J. RAWLS. Debate sobre el liberalismo en Doxa, Nº 17/18, pp. 274-302). Un comentario
político. Barcelona: Paidos, 1998. Sobre el acuerdo crítico acerca de las implicaciones de esta distinción
entre J. Habermas y R. Dworkin en cuando a la se encuentra en: R. A LEXY . “Justification and
complementación entre los derechos fundamentales Application of Norms”, RJ, Vol. 6, Nº 2, (july 1993),
y el principio democrático vide: J. HABERMAS, R. pp. 157-170.
DWORKIN y K. GÜNTHER. “¿Impera el derecho sobre 16. J. HABERMAS. Facticidad y validez, Cit., p.
la política?”, La Política, Nº 4 (octubre de 1998) p. 334.
7. Además: J. ISENSEE. “Grundrechte und Demo- 17. Ibid., p. 336. Resulta bastante paradójico que
kratie”, D. St, 1981, pp. 166 ss.; E. DENNINGER. “Il Habermas sostenga esta concepción de la Consti-
singolo e la legge universale”. En: AAVV (al cuidado tución, y que al mismo tiempo considere que el
de G. GOZZI). Democrazia... Cit., pp. 88 ss. y 94 Tribunal Constitucional puede derivar de ella una
ss.; L. FERRAJOLI . Derecho y razón. Teoría del única solución coherente y adecuada para los casos
garantismo penal. Madrid: Trotta, 1995, capítulos de amparo.
Bernal Pulido En torno a la legitimidad de la jurisdicción constitucional 137
36. M. ARAGÓN REYES. “La aplicación judicial 45. J. L. CASCAJO CASTRO. “La figura del voto
de la Constitución: algunas consideraciones sobre particular en la jurisdicción constitucional española”,
la justicia constitucional”, en: Escritos de derecho REDC, Nº 17 (mayo-agosto de 1986) pp. 171 ss.
constitucional, Madrid: Centro de Estudios Cons- 46. Es bien sabido que la solución a esta polémica
titucionales, 1998, p. 119. ha desencadenado el gran debate acerca de la
37. M. ARAGÓN REYES. Constitución y democracia, interpretación de la Constitución mediante la Judicial
Cit., p. 124. Algunas páginas atrás en esta misma review en Estados Unidos. En la doctrina española
obra, sin embargo, M. Aragón parece matizar un pueden encontrarse diversos trabajos que dan cuenta
poco la exigencia de declarar la inconstitucionalidad de esta polémica al detalle: E. ALONSO GARCÍA. La
sólo cuando de la Constitución se deduzca con interpretación de la Constitución..., Cit.; J. C.
claridad una determinada regla, que sea contradicha B AYÓN . “La interpretación...”, cit. F. J. D ÍAZ -
por la ley. Junto con Dworkin sostiene que el Tribunal REVORIO. La Constitución como orden abierto, Cit.,
«descubre el derecho y no inventa», «porque la regla capítulo IV, pp. 145 ss.
de derecho se encuentra “indeterminada”, pero no 47. STC 11/1981, FJ. 7º. En el mismo sentido la
“predicha”» en tales disposiciones. El juez entonces STC 29/1982, FJ. 2º.
debe determinar esa regla, mediante «categorías 48. I. DE OTTO.“La posición del Tribunal Consti-
jurídicas encapsuladas o sintetizadas» en el texto tucional a partir de la doctrina de la interpretación
de la Constitución. constitucional”. En: AAVV. El Tribunal Constitu-
38. I. DE OTTO. Derecho constitucional. Sistema cional. Madrid: Dirección General de lo Contencioso
de fuentes, 5ª reimp., Barcelona: Ariel, 1997, pp. del Estado-Instituto de Estudios Fiscales, Vol. III,
148-149. 1981, pp. 1941 ss.
39. V. FERRERES COMELLAS. Justicia constitucional 49. F. TOMÁS Y VALIENTE. “Los jueces y la Consti-
y democracia..., Cit., pp. 141 ss. 160 y ss.
tución”. En: AAVV (al cuidado de G. PECES-BARBA).
40. A. NIETO. “Peculiaridades jurídicas de la norma
Estudios sobre la Constitución Española. Madrid:
constitucional”, RAP, Vol. I, Nº 100/102, 1983, p.
Universidad Carlos III, 1994, pp. 148 ss.
400.
50. E. GARCÍA DE ENTERRÍA.“La posición jurídica
41. J. PÉREZ ROYO. Curso de derecho constitu-
del Tribunal Constitucional en el sistema español:
cional. Madrid: Marcial Pons, 1994, pp. 112 ss.
posibilidades y perspectivas”, REDC, Vol. 1, Nº 1,
42. M. RODRÍGUEZ-PIÑERO y J. LEGUINA VILLA.
(enero-abril de 1981) p. 82.
“La hiérarchie des normes constitutionnelles et sa
51. R. C ANOSA U SERA. Interpretación consti-
fonction dans la protection des droits fondamentaux”.
AnIJusCon, Tomo VI (1990), p. 124. tucional y fórmula política. Madrid: Centro de
43. M. J. PERRY. “Interpreting Law: The problem Estudios Constitucionales, 1988, pp. 1 y 153.
of Constitutional Adjudication”. En: Morality, 52. M. ARAGÓN REYES. “La aplicación judicial
Politics & Law. A Bicentennial Essay. Oxford-New de la Constitución...”, Cit., p. 118.
York: Oxford University Press, 1988, p. 121. 53. J. J IMÉNEZ C AMPO . “Sobre los límites del
44. El término auditorio, en este sentido, alude al control de constitucionalidad de la ley”. En: AAVV
conjunto de personas a las cuales una decisión o (al cuidado de ELISEO AJA), Las tensiones entre el
pretensión trata de persuadir o convencer. Vide: CH. Tribunal Constitucional y el Legislador en la Europa
PERELMAN. La lógica jurídica y la nueva retórica. Actual. Ariel: Barcelona, 1998, pp. 171 ss.
Madrid: Civitas, 1979, pp. 141 ss.; CH. PERELMAN 54. Sobre esta distinción: A. v. BRÜNNECK. “Le
y L. O LBRECHTS -T YTECA . Tratado de la argu- controlle de constitutionnalité et le legislateur dans
mentación. La nueva retórica. Madrid: Gredos, 1989, les démocraties occidentales”, Cit., p. 42.
pp. 55 ss., 65 y ss., y 71 ss. Sobre este mismo con- 55. M. GARCÍA PELAYO. “El ‘status’ del Tribunal
cepto: A. A ARNIO , R. A LEXY , A. P ECZENIK . Constitucional”, REDC, Vol. 1, Nº 1 (enero-abril
“Grundlagen der juristischen Argumentation”. En: de 1981) pp. 30 y 31.
AAVV (al cuidado de W. KRAWIETZ y R. ALEXY). 56. H. KELSEN. ¿Quién debe ser el defensor...?
Metatheorie juristischer Argumentation. Berlin: Cit., p. 18.
Duncker & Humblot, 1983, pp. 75 ss.; y J. BELL. 57. J. WRÓBLEWSKI. Constitución y teoría general
“The Acceptability of Legal Arguments”. En: AAVV de la interpretación jurídica. Madrid: Civitas, 1985,
(N. MACCORMICK y P. BIRKS, Eds.). The legal Mind. p. 111.
Essays for Tony Honoré, Oxford: Clarendon Press, 58. I. DE OTTO. “La posición...”, Cit., p. 1944. En
1995, p. 53. el mismo sentido: J. PÉREZ ROYO. Curso de derecho
Bernal Pulido En torno a la legitimidad de la jurisdicción constitucional 139
constitucional..., Cit., p. 114; M. ARAGÓN REYES. racionalmente en el marco del ordenamiento jurí-
“La interpretación de la Constitución y el carácter dico». Teoría de la argumentación jurídica, Cit.,
objetivado del control constitucional”, REDC, Nº p. 274.
17 (mayo-agosto 1986) p. 96; y F. T OMÁS y 64. J. A. GARCÍA AMADO. “Del método jurídico a
VALIENTE, “Los jueces y la Constitución”, Cit., p. las teorías de la argumentación jurídica”, AFD, 1986,
150. p. 154; H. G ARN . Zur Rationalität rechtlicher
59. H. G. GADAMER. Verdad y método. Salamanca: Entscheidungen. Sttutgart: Steiner, 1986, pp. 16 ss.
Ediciones Sígueme, 1977, pp. 70, 380, y en especial 65. J. WRÓBLEWSKI. “Legal decision and its justi-
396 ss. fication”. En: AAVV, Le raisonnement Juridique.
60. K. G ÜNTHER. “Ein normativer Begriff der Bruselas: Huobert Hubien, 1971, p. 412. Del autor
Kohärenz...”, Cit., p. 167. The Judicial Application of Law, New York: Kluwer,
1992, p. 209.
61. R. A LEXY . Teoría de los derechos funda-
66. Vide: sobre las reglas de la argumentación jurí-
mentales, Cit., pp. 535-540. M. GASCÓN ABELLÁN
dica, por ejemplo: R. ALEXY. Teoría de la argumenta-
ha apuntado, en este sentido, que la técnica del prece-
ción jurídica, Cit., pp. 184 ss., y 214 ss.; A. AARNIO.
dente es sólo una regla formal de la argumentación,
Denkenweisen der Rechtswissenschaft. Viena-Nueva
que ha de integrarse en el razonamiento jurídico con York: Springer, 1979, pp. 98 ss.; M. ATIENZA. Las
otras pautas y criterios de interpretación. Vide: La razones del derecho. Teorías de la argumentación
técnica del precedente y la argumentación racional. jurídica. Madrid: Centro de Estudios Constitu-
Madrid: Tecnos, 1993, pp. 94 ss. cionales, 1991; T. MAZARESSE. Forme di razionalità
62. L. GIANFORMAGGIO. “L’interpretazione della delle decisioni judiziali. Torino: Giappichelli, 1996.
costituzione tra applicazione di regole ed argo- 67. M. ATIENZA. “Para una razonable definición
mentazione basata sui principi”, RIFD, Nº 62/1 de razonable”, Doxa, Nº 4 (1987) p. 193.
(1985) p. 103. 68. M. SEGURA ORTEGA. La racionalidad jurídica,
63. R. Alexy ha apuntado que la racionalidad de Madrid: Tecnos, 1998, pp. 120 ss. M. ATIENZA. Tras
las sentencias alude a que puedan «ser fundamentadas la justicia... Cit., p. 138.