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Doctrinas Economicas

Economia Bachillerato

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Contenidos
Artículos
Mercantilismo 1
Economía política 21
Historia del pensamiento económico 23
Economía clásica 32
Fisiocracia 47
Economía marxista 52
Economía neoclásica 53
Keynesianismo 66
John Maynard Keynes 85
Desarrollismo 93
Neoliberalismo 96

Referencias
Fuentes y contribuyentes del artículo 103
Fuentes de imagen, Licencias y contribuyentes 104

Licencias de artículos
Licencia 105
Mercantilismo 1

Mercantilismo
Se puede entender al mercantilismo como
un conjunto de ideas políticas o ideas
económicas que se desarrollaron durante los
siglos XVI, XVII y la primera mitad del
XVIII en Europa. Se caracterizó por una
fuerte injerencia del Estado en la economía.
Consistió en una serie de medidas tendentes
a unificar el mercado interno y tuvo como
finalidad la formación de Estados-nación lo
más fuertes posible.

Introducción
El mercantilismo es un conjunto de ideas
Cuadro de Le Lorrain que representa un puerto de mar francés de 1638, en el
económicas que consideran que la
momento cumbre del mercantilismo.
prosperidad de una nación-estado depende
del capital que pueda tener, y que el
volumen global de comercio mundial es inalterable. El capital, que está representado por los metales preciosos que el
estado tiene en su poder, se incrementa sobre todo mediante una balanza comercial positiva con otras naciones (o, lo
que es lo mismo, que las exportaciones sean superiores a las importaciones). El mercantilismo sugiere que el
gobierno dirigente de una nación debería buscar la consecución de esos objetivos mediante una política
proteccionista sobre su economía, favoreciendo la exportación y desfavoreciendo la importación, sobre todo
mediante la imposición de aranceles. La política económica basada en estas ideas a veces recibe el nombre de
sistema mercantilista.

Los pensadores mercantilistas preconizan el desarrollo económico por medio del enriquecimiento de las naciones
gracias al comercio exterior, lo que permite encontrar salida a los excedentes de la producción. El Estado adquiere un
papel primordial en el desarrollo de la riqueza nacional, al adoptar políticas proteccionistas, y en particular
estableciendo barreras arancelarias y medidas de apoyo a la exportación.
Mercantilismo 2

El mercantilismo como tal no es una corriente de pensamiento.


Marca el final de la preeminencia de la ideología económica del
cristianismo (la crematística), inspirada en Aristóteles y Platón,
que rechazaba la acumulación de riquezas y los préstamos con
interés (vinculados al pecado de usura). Esta nueva corriente
económica surge en una época en la que los reyes desean poseer el
máximo de oro posible. Las teorías mercantilistas buscan ese
objetivo y desarrollan una problemática basada en el
enriquecimiento. Esta corriente se basa en un sistema de análisis
de los flujos económicos muy simplificado en el que, por ejemplo,
no se tiene en cuenta el papel que desempeña el sistema social.

Fue la teoría predominante a lo largo de toda la Edad Moderna


(desde el siglo XVI hasta el XVIII), época que aproximadamente
indica el surgimiento de la idea del Estado Nación y la formación
económico social conocida como Antiguo Régimen en Europa
Occidental. En el ámbito nacional, el mercantilismo llevó a los
primeros casos de intervención y significativo control gubernativo
Jakob Fugger «el Rico», pintado por Alberto Durero sobre la economía, y fue en este periodo en el que se fue
(1519) justo cuando estaba realizando el «negocio del estableciendo gran parte del sistema capitalista moderno.
siglo»: el préstamo a Carlos I de España que le
Internacionalmente, el mercantilismo sirvió indirectamente para
permitió convertirse en Carlos V de Alemania, al
financiar los cuantiosos sobornos de su elección impulsar muchas de las guerras europeas del periodo, y sirvió
imperial. Los impuestos con los que se pensaba como causa y fundamento del imperialismo europeo, dado que las
devolver el crédito provocaron la Guerra de las grandes potencias de Europa luchaban por el control de los
Comunidades en Castilla. Poco antes, las maniobras
mercados disponibles en el mundo.
teológico-financieras del papado provocaron, también
en Alemania, la Reforma luterana. Resulta
Como agente unificador tendente a la creación de un estado
comprensible que en la época se entendiese a la
nacional soberano, el mercantilismo tuvo en contra dos fuerzas:
economía como algo explicable desde un punto de
Una, más espiritual-jurídica que política-económica, fueron los
vista secular, no únicamente religioso, un juego de
suma cero en que sólo se gana lo que otro pierde y
poderes universales: la Iglesia y el Imperio, la otra, de carácter
estrechamente vinculado al poder político.
predominantemente económico fue el particularismo local, con la
dificultad que produce a las comunicaciones y la pervivencia de la
economía natural (en determinadas zonas los ingresos del estado eran en especie y no en dinero); mientras que la
pretensión mercantilista es que el mercado cerrado sea sustituido por el mercado nacional y las mercancías como
medida de valor y medio de cambio sean remplazadas por el oro. El mercantilismo ve la intervención del estado
como el medio más eficaz para el desarrollo económico.

Otra tendencia del mercantilismo era robustecer hacia el exterior el poder del Estado, subordinando la actividad
económica hacia ese objetivo, e interesándose por la riqueza en cuanto sirva de base para ella. El liberalismo
considerará a la riqueza como preciosa para el individuo, y por ende, digna de ser alcanzada como fin en sí misma: si
el particular no debe pensar más que enriquecerse, es un hecho puramente natural e involuntario que la riqueza de los
ciudadanos contribuya a aumentar la riqueza del estado. En cambio, para los mercantilistas, la riqueza privada es
simplemente un medio, y como tal se subordina al estado y a sus fines de dominio.

A lo largo de este periodo durante el cual las hipótesis evolucionaron, aparece una literatura compleja, que da idea
de que existe una corriente vagamente unificada. En el Siglo XIX, se extenderá por la mayoría de las naciones
europeas, adaptándose a las características nacionales. Entre las escuelas mercantilistas se distingue: el bullionismo
(o «mercantilismo español») que propugna la acumulación de metales preciosos; el colbertismo (o «mercantilismo
francés») que por su parte se inclina hacia la industrialización; y el comercialismo (o «mercantilismo británico») que
Mercantilismo 3

ve en el comercio exterior la fuente de la riqueza de un país.


A partir de esa época, las cuestiones económicas dejan de pertenecer a los teólogos. La Edad Moderna marca un giro
con la progresiva autonomía de la economía frente a la moral y la religión así como frente a la política. Esta enorme
ruptura se realizará por medio de consejeros de los gobernantes y por los comerciantes.[1] Esta nueva disciplina
llegará a ser una verdadera ciencia económica con la fisiocracia. Entre los muchos autores mercantilistas, hay que
destacar a Martín de Azpilicueta (1492-1586), Tomás de Mercado (1525-1575), Jean Bodin (1530–1596), Antoine
de Montchrétien (1576–1621), o William Petty (1623–1687).
La confianza en el mercantilismo comenzó a decaer a finales del siglo XVIII, momento en el que las teorías de
Adam Smith y de otros economistas clásicos fueron ganando favor en el Imperio Británico, y en menor grado en el
resto de Europa (con la excepción de Alemania, en donde la Escuela Histórica de Economía fue la más importante
durante todo el siglo XIX y comienzos del XX). Adam Smith, que lo critica con dureza en su obra titulada Una
investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (conocida comúnmente como La riqueza de
las naciones), califica el mercantilismo como una «economía al servicio del Príncipe».
Curiosamente, y si bien había sido una antigua colonia británica, los Estados Unidos de América no se adhirieron a
la economía clásica, sino al régimen económico que fue llamado «sistema americano» (una forma de
neo-mercantilismo) a través de las políticas de Alexander Hamilton, Henry Clay, Abraham Lincoln y por lo que más
tarde serían las prácticas económicas del Partido Republicano, que a su vez se reflejaron en las políticas de los
historicistas alemanes y economistas como Friedrich List. Esto duró hasta el surgimiento del New Deal tras la crisis
de 1929.
Hoy en día la teoría del mercantilismo es rechazada por la mayoría de los economistas, si bien algunos de sus
elementos en ocasiones son vistos de forma positiva por algunos, entre los cuales cabe citar a Ravi Batra, Pat Choate,
Eammon Fingleton, o Michael Lind.[2]

Doctrina económica mercantilista

El mercantilismo como conjunto de ideas económicas


Casi todos los economistas europeos de entre 1500 y 1750 se consideran hoy en día como mercantilistas. Sin
embargo, estos autores no se veían a sí mismos como partícipes de una sola ideología económica, sino que el término
fue acuñado por Victor Riquetti, Marqués de Mirabeau en 1763, y fue popularizado por Adam Smith en 1776. De
hecho, Adam Smith fue la primera persona en organizar formalmente muchas de las contribuciones de los
mercantilistas en su libro La Riqueza de las Naciones.[3] La palabra procede de la palabra latina mercari, que tiene el
sentido igual al castellano mercantil, en el sentido de llevar a cabo un negocio, y que procede de la raíz merx que
significa mercancía. Fue utilizada inicialmente sólo por los críticos a esta teoría, tales como Mirabeau y Smith, pero
pronto fue adoptada por los historiadores.
El mercantilismo en sí no puede ser considerado como una teoría unificada de economía. En realidad no hubo
escritores mercantilistas que presentasen un esquema general de lo que sería una economía ideal, tal y como Adam
Smith haría más adelante para la economía clásica. En su lugar, el escritor mercantilista tendía a enfocar su atención
en un área específica de la economía.[4] Sería después del periodo mercantilista cuando los estudiosos que vinieron
posteriormente integrasen las diversas ideas en lo que llamarían mercantilismo, como por ejemplo Eli F.
Heckscher[5] que ve en los escritos de la época a la vez un sistema de poder político, un sistema de reglamentación
de la actividad económica, un sistema proteccionista y también un sistema monetario con la teoría de la balanza
comercial. Sin embargo, algunos teóricos rechazan completamente la idea misma de una teoría mercantilista,
argumentando que da «una falsa unidad a hechos dispares».[6] El historiador del pensamiento económico Mark Blaug
hace notar que el mercantilismo fue calificado con el paso del tiempo como «molesto equipaje», «diversión de
historiografía», y de «gigantesco globo teórico».[7]
Mercantilismo 4

Hasta cierto punto, la doctrina mercantilista en sí misma hacía imposible que existiese una teoría general económica.
Los mercantilistas veían el sistema económico como un juego de suma cero, en donde la ganancia de una de las
partes suponía la pérdida de otra, o siguiendo la famosa máxima de Jean Bodin «no hay nada que alguien gane que
otro no pierda» (Los Seis libros de la República). Por tanto, cualquier sistema de políticas que beneficiasen a un
grupo por definición también harían daño a otro u otros, y no existía la posibilidad de que la economía fuese
empleada para maximizar la riqueza común, o el bien común.[8] Parece que los escritos de los mercantilistas se
hubieran hecho para justificar a posteriori una serie de prácticas, más que para evaluar su impacto y determinar así el
mejor modo de llevarlas a término.[9]
El mercantilismo es, por tanto, una doctrina o política económica que aparece en un periodo intervencionista y
describe un credo económico que prevaleció en la época de nacimiento del capitalismo, antes de la Revolución
industrial.[10]
Las primeras teorías mercantilistas desarrolladas a principios del Siglo XVI estuvieron marcadas por el bullionismo
(del inglés bullion: oro en lingotes). A ese respecto, Adam Smith escribía:
La doble función que cumple el Dinero, como instrumento de comercio y como medida de los valores,
ha hecho que se produzca de modo natural esa idea popular de que el Dinero hace la riqueza, o que la
riqueza consiste en la abundancia de oro y plata […]. Se razona de la misma manera con respecto a un
país. Un país rico es aquél en el que abunda el dinero, y el medio más sencillo de enriquecer el suyo, es
amasar el oro y la plata […]. Debido al creciente éxito de estas ideas, las diferentes naciones de Europa
se han dedicado, aunque sin demasiado éxito, a buscar y acumular oro y plata de todas las maneras
posibles. España y Portugal, poseedores de las principales minas que proveen a Europa de esos metales,
han prohibido su exportación amenazando con graves represalias, o la han sometido a enormes tasas.
Esta misma prohibición ha formado parte de la política de la mayoría de las naciones de Europa. Uno la
encuentra incluso donde menos lo esperaría, en algunas antiguas actas del parlamento de Escocia, que
prohíben, bajo fuertes penas, transportar oro y plata fuera del reino. La misma política se puso en
marcha en Francia y en Inglaterra[11]
Durante ese periodo, importantes cantidades de oro y plata fluían
desde las colonias españolas del Nuevo Mundo hacia Europa. Para
los escritores bullionistas, como Jean Bodin o Thomas Gresham, la
riqueza y el poder del Estado se miden por la cantidad de oro que
poseen. Cada nación debe pues acrecentar sus reservas de oro a
expensas de las demás naciones para hacer crecer su poder. La
prosperidad de un Estado se mide, según los bullionistas, por la
riqueza acumulada por el gobierno, sin mencionar la Renta
Nacional. Este interés hacia las reservas de oro y plata se explica
en parte por la importancia de esas materias primas en tiempos de
guerra. Los ejércitos, que contaban con muchos mercenarios, eran
pagados con oro y quitando a los pocos países europeos que
controlaban las minas de oro y plata, la principal manera de
obtener esas materias primas era el comercio internacional. Si un
Estado exportaba más de lo que importaba, su «balanza del
Thomas Gresham, comerciante y financiero inglés. comercio» (lo que corresponde en nuestros días a la balanza
comercial) era excedentaria, lo que se traducía en una entrada neta
de dinero.

Esto llevó a los mercantilistas a proponer como objetivo económico el tener un excedente comercial. Se prohibía
estrictamente la exportación de oro. Los bullionistas también eran partidarios de poner en marcha altas tasas de
interés para animar a los inversores a invertir su dinero en el país.
Mercantilismo 5

En el Siglo XVIII se desarrolló una versión más elaborada de las ideas mercantilistas, y que rechazaba la visión
simplista del bullionismo. Esos escritores, como Thomas Mun, situaban como principal objetivo el crecimiento de la
riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal, admitían que existían otras
fuentes de riqueza, como las mercancías.
«(...) no es la gran cantidad de oro y plata lo que constituye la verdadera riqueza de un Estado, ya que en
el mundo hay Países muy grandes que cuentan con abundancia de oro y plata, y que no se encuentran
más cómodos, ni son más felices […]. La verdadera riqueza de un Reino consiste en la abundancia de
las Mercancías, cuyo uso es tan necesario para el sostenimiento de la vida de los hombres, que no
pueden pasarse de ellas»[12]
El objetivo de una balanza comercial excedentaria seguía persiguiéndose pero desde ese momento se veía interesante
importar mercancías de Asia por medio de oro para revender luego esos bienes en el mercado europeo con
importantes beneficios.
«Y para dejar la cosa aún más clara, cuando decimos […] que 100.000 libras exportadas en efectivo
pueden servir para importar el equivalente aproximado de 500.000 libras esterlinas en mercancías de las
Indias Orientales, hay que entender que la parte de esa suma que puede llamarse con propiedad nuestra
importación, al ser consumida en el reino, tiene un valor de unas 120.000 libras esterlinas anuales. De
manera que el resto, es decir 380.000 libras, es mercancía exportada al extranjero bajo la forma de
nuestros tejidos, nuestro plomo, nuestro estaño, o de cualquier otro producto de nuestro país, con gran
aumento del patrimonio del reino y eso en el tesoro, por lo que podemos concluir que el comercio de las
Indias Orientales provee a ese fin.»[13]
Esta nueva visión rechazaba a partir de ese momento la exportación de materias primas, que una vez transformadas
en bienes finales constituían una importante fuente de riqueza. Mientras el bullionismo había favorecido la
exportación en masa de lana de Gran Bretaña, la nueva generación de mercantilistas apoyaba la prohibición total de
exportar materias primas y propugnaba el desarrollo de industrias manufactureras domésticas. Al necesitar las
industrias importantes capitales, en el Siglo XVIII se vio una reducción de las limitaciones contra la usura. Como
muy bien demostró William Petty, la tasa de interés se ve como una compensación por las molestias ocasionadas al
prestador al quedar sin liquidez. Un resultado de esas teorías fue la puesta en marcha de las Navigation Acts a partir
de 1651, que dieron a los barcos ingleses la exclusiva en las relaciones entre Gran Bretaña y sus colonias,
prohibiendo a los holandeses el acceso a ciertos puertos para restringir la expansión de los Países Bajos.
Las consecuencias en materia de política interior de las teorías mercantilistas estaban mucho más fragmentadas que
sus aspectos de política comercial. Mientras Adam Smith decía que el mercantilismo apelaba a controles muy
estrictos de la economía, los mercantilistas no estaban de acuerdo entre sí. Algunos propugnaban la creación de
monopolios y otras cartas patentes. Pero otros criticaban el riesgo de corrupción y de ineficacia de tales sistemas.
Muchos mercantilistas también reconocían que la instauración de cuotas y de control de precios propiciaba el
mercado negro.
En cambio, la mayor parte de los teóricos mercantilistas estaban de acuerdo en la opresión económica de los
trabajadores y agricultores que debían vivir con unos ingresos cercanos al nivel de supervivencia, para maximizar la
producción. Unos mayores ingresos, tiempo libre suplementario o una mejor educación de esas poblaciones
contribuirían a favorecer la holgazanería y perjudicarían la economía.[14] Esos pensadores veían una doble ventaja en
el hecho de disponer de abundante mano de obra: las industrias que se desarrollaban en esa época precisaban de
mucha mano de obra y además eso reforzaba el potencial militar del país. Los salarios se mantienen pues a un bajo
nivel para incitar a trabajar. Las leyes de pobres (Poor Laws) en Inglaterra persiguen a los vagabundos y hacen
obligatorio el trabajo. El ministro Colbert hará trabajar a niños con seis años en las manufacturas de Estado.
La reflexión sobre la pobreza y su papel social en la Edad Moderna cobró importancia sobre todo tras la Reforma
Protestante y los diferentes papeles que a la predestinación y el triunfo personal daban la teología de Lutero, Calvino
o la Contrarreforma. La opinión católica tradicional se asociaba al mantenimiento del Antiguo Régimen,
Mercantilismo 6

sancionando el ocio de los privilegiados y considerando la condena del trabajo como un castigo divino, mientras que
las sociedades donde triunfó el protestantismo parecían adecuarse más a los nuevos valores burgueses.[15] La
valoración tradicional de los pobres los veía como más cercanos a Dios, y las instituciones de caridad no se veían
como medios de erradicar la pobreza, sino de paliar sus efectos. No obstante, entre los católicos también se incluye
la obra de Juan Luis Vives De subventione pauperum. Sive de humanis necessitatibus libri II (Los dos libros de la
subvención a los pobres o de la necesidad humana. Brujas, 1525), que trata el problema de la mendicidad buscando
soluciones en las instituciones públicas, que deben socorrer a los verdaderos pobres y hacer trabajar a los que sólo
son vagos; para ello consideraba preciso una organización de la beneficencia y una reforma del sistema sanitario, de
asilo. Siguiendo sus ideas se organizó la actuación contra la pobreza en la ciudad de Brujas.

Interpretación histórica del mercantilismo


En efecto, no se puede hablar de una escuela mercantilista, pues para poder hablar de una escuela debe existir un
conjunto de características que englobe este término. Una de ellas es la presencia de un maestro que cree un
pensamiento el cual sea seguido por los miembros de la escuela, además de homogeneidad en el pensamiento. Así,
por ejemplo, podemos hablar de la Escuela Clásica con Adam Smith como epicentro del pensamiento, es decir ,
como maestro, y la afinidad entre los distintos autores de la misma. Sin embargo, en lo que se refiere al pensamiento
llamado mercantilista no encontramos ninguno de los atributos necesarios para identificarlo con una escuela de
pensamiento.
El mercantilismo ha tenido diversas interpretaciones a lo largo del tiempo. Desde Adam Smith hasta la actualidad se
suceden explicaciones de lo que han sido y han significado todos estos autores llamados mercantilistas. John
Maynard Keynes, Gustav Schmoller, William Cunningham y el ya mencionado Adam Smith, entre muchos otros,
han aportado su perspectiva del mercantilismo. Señalaremos particularmente a Eli Heckscher que, influido por los
tres últimos autores mencionados, aúna las interpretaciones de éstos para luego añadir la suya. Habla del
mercantilismo desde el punto de vista de su política proteccionista y sus actitudes monetarias (como ya refiere
Smith), como una doctrina en la construcción del estado (recogido de Schmoller), como un sistema de poder
(propugnado por Cunningham) y añade su tesis a estas cuatro: describe el mercantilismo como una concepción social
que rompió con los moldes tanto morales como religiosos que determinaban el comportamiento de los agentes
económicos.
A partir de los años cuarenta se disgrega las interpretaciones, desde una perspectiva general, en cuatro direcciones
diferentes. Por una parte, historiadores que hablan de un período preanalítico del pensamiento económico.Por otra
parte, los que argumentan la anticipación de la doctrina clásica en muchos aspectos( mecanismos de los precios, etc.)
Un tercer grupo de historiadores hacen hincapié en la política, ya no exterior y proteccionista, sino en la local y
nacional. Por último, y como aportación argumentativa a la afirmación de la inexistencia de una escuela
mercantilista, un cuarto grupo de historiadores aboga que el mercantilismo es una invención de los investigadores,
pues, no hay homogeneidad ni coherencia en su doctrina sino disparidad en los asuntos tratados según que países, y
que, por tanto, el debate que gradualmente se centra en una visión homogénea es erróneo.
Haciendo referencia aquellos autores que creen que el mercantilismo es la anticipación a la doctrina clásica,
podemos destacar a Richard Cantillon. Este autor, que se percibe entre el pensamiento mercantilista y clásico,
perfecciona el concepto de balanza de comercio en términos de trabajo. Desde esta óptica se tiene en cuenta el
aumento del empleo como término positivo en las ganancias de la balanza comercial. Así, pues, Cantillon, aboga por
medidas para la estabilidad de los precios e impedir su subida (por la acumulación del dinero) y en consecuencia la
pervivencia de un nivel alto de empleo
Mercantilismo 7

La época mercantilista
El concepto de mercantilismo se define a partir de los grandes descubrimientos geográficos, consecuencia de la
apertura de las rutas comerciales marítimas por los portugueses entre el siglo XV y 1500 (fecha del descubrimiento
de Brasil) y la consolidada corriente inagotable del metal precioso (oro y plata principalmente) llevado desde los
territorios nuevos a Europa, en particular después del establecimiento de los virreinatos de Nueva España y de Perú,
por los castellanos.
Los españoles del siglo XVII, llegaron a considerar al mercantilismo como el sentido mismo de la riqueza mediante
la teoría del enriquecimiento de las naciones a través de la acumulación de metal precioso. El oro y la plata
constituyen el objetivo del comerciante y por lo tanto se pueden considerar como el impulso al intercambio de
mercancías. El oro y la plata por sí mismos no generaron los acontecimientos económicos de la época, sino que
conjuntamente con otras causas fueron moldeando la economía europea de esos tiempos. Algunas de estas causas
fueron: los grandes descubrimientos geográficos, el Renacimiento, la Reforma religiosa, la aparición del estado
moderno y el régimen colonial, o sea la primera globalización o el «primer sistema-mundo», según la expresión de
Fernand Braudel.
Íntimamente conectado a la emergencia del Estado-nación moderno y basado en la existencia del binomio «metrópoli
– colonias», el mercantilismo asumió formas nacionales, de las cuales pueden citarse, en orden cronológico:
Portugal, España, Inglaterra, Holanda, Francia, Dinamarca y Suecia durante los siglos XVI, XVII y XVIII. En esta
época, el mercantilismo evoluciona de tal manera que genera un estudio apropiado y se traduce como una actividad
económica, a tal grado que se habla de políticas económicas y normas económicas. Al mercantilismo se le empieza a
conocer con otras denominaciones, las mismas que dan sentido a su concepto, estas son: sistema mercantil, sistema
restrictivo, sistema comercial, Colbertismo en Francia y Cameralismo en Alemania.
Derivado de la expansión militar europea y del incipiente desarrollo manufacturero, como complemento de la
producción clásica de la agricultura, el mercantilismo incrementó notablemente el comercio internacional. Los
mercantilistas fueron los primeros en identificar la importancia monetaria y política de éste.
El mercantilismo se desarrolló en una época en la que la economía europea estaba en transición del feudalismo al
capitalismo. Las monarquías feudales medievales estaban siendo reemplazados por las nuevas naciones estado
centralizadas, en forma de monarquías absolutas o (en Inglaterra y Holanda) parlamentarias. Los cambios
tecnológicos en la navegación y el crecimiento de los núcleos urbanos también contribuyeron decisivamente al
rápido incremento del comercio internacional.[16] El mercantilismo se enfocaba en cómo este comercio podía ayudar
mejor a los estados.
Otro cambio importante fue la introducción de la contabilidad moderna y las técnicas de doble entrada. La nueva
contabilidad permitía llevar un claro seguimiento del comercio, contribuyendo a la posibilidad de fiscalizar la
balanza de comercio.[17] Y por supuesto, tampoco se puede ignorar el impacto que supuso el descubrimiento de
América. Los nuevos mercados y minas descubiertas impulsaron el comercio exterior hasta cifras que hasta entonces
no se podían ni concebir. Esto último llevó a un gran incremento de los precios y a un incremento en la propia
actividad comercial.[18] Curiosamente, la relación entre la llegada de metales preciosos americanos y la inflación
europea del siglo XVI (un fenómeno a una escala hasta entonces desconocida) no fue plenamente establecido hasta
las investigaciones de Earl J. Hamilton en una fecha tan tardía como 1934 (El tesoro americano y la revolución de
los precios en España, 1501-1650).
Antes del mercantilismo, los estudios económicos más importantes que se habían realizado en Europa fueron las
teorías de la Escolástica medieval. El objetivo de estos pensadores era encontrar un sistema económico que fuese
compatible con las doctrinas cristianas acerca de la piedad y la justicia. Se enfocaban principalmente en las
cuestiones microeconómicas y a los intercambios locales entre individuos. El mercantilismo, por su parte, estaba
alineado con las otras teorías e ideas que estaban reemplazando el punto de vista medieval.
En esta época se fueron adoptando también las teorías de la Realpolitik impulsadas por Nicolás Maquiavelo y la
primacía del interés nacional en las relaciones internacionales. La idea mercantilista de que el comercio era una suma
Mercantilismo 8

cero en las que las partes hacían lo posible para ganar al otro en una dura competencia, se integraba dentro de las
teorías filosóficas de Thomas Hobbes. Los juegos de suma cero como el dilema del prisionero pueden ser
consistentes con un punto de vista mercantilista. En el mencionado dilema los jugadores son premiados por
traicionar a sus compañeros/oponentes, aunque todo el mundo estaría mejor si todos cooperasen.
Ese punto de vista pesimista sobre la naturaleza humana también encaja con la mentalidad del puritanismo en su
concepción del mundo, que inspiró parte de la legislación mercantilista más dura, como las Actas de Navegación
(Navigation Acts) introducidas por el gobierno de Oliver Cromwell.[19]

Las ideas mercantilistas


El pensamiento mercantilista se puede sintetizar a través de las nueve reglas de Von Hornick:[20]
1. Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las manufacturas.
2. Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas nacionales, porque los
bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas
3. Que se fomente una población grande y trabajadora.
4. Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se mantenga en circulación.
5. Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros
6. Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera mano, a cambio de otros
bienes nacionales, y no de oro y plata.
7. Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras materias que puedan acabarse en el
país.
8. Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de manufacturas de un país a los
extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.
9. Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo suficiente y adecuado en el
país.
Sin embargo, la política económica interna que defiende el mercantilismo estaba todavía más fragmentada que la
internacional. Mientras que Adam Smith describía al mercantilismo como un sistema de excesivo control de la
economía, muchos mercantilistas no se identificaban con tales afirmaciones. Durante los comienzos de la era
moderna estaba a la orden del día el uso de las patentes reales y la imposición gubernamental de monopolios.
Algunos mercantilistas los apoyaban, pero otros veían la corrupción e ineficiencia de esos sistemas.
Uno de los elementos en los que los mercantilistas estaban de acuerdo era la opresión económica de los trabajadores.
Los asalariados y los granjeros debían vivir en los «márgenes de subsistencia». El objetivo era maximizar la
producción, sin ningún tipo de atención sobre el consumo. El hecho de que las clases más bajas tuvieran más dinero,
tiempo libre, o educación se veía como un problema que degeneraría en pocas ganas de trabajar, dañando la
economía del país.[21]
Por otra parte, los estudiosos no se ponen de acuerdo en el motivo por el cual el mercantilismo fue la ideología o
teoría económica dominante durante dos siglos y medio.[22] Un grupo, representado por Jacob Viner, argumenta que
el mercantilismo fue simplemente un sistema muy directo y que contaba con bastante sentido común. Sin embargo,
se sustentaba sobre una serie de falacias lógicas que no podían ser descubiertas por la gente de la época, dado que no
tenían las herramientas analíticas necesarias. Otra escuela, apoyada por economistas como Robert B. Ekelund,
entiende que el mercantilismo no era un error, sino el mejor sistema posible para aquellos que lo desarrollaron. Esta
escuela argumenta que las políticas mercantilistas fueron desarrolladas y puestas en práctica por comerciantes y
gobiernos, cuyo objetivo era incrementar al máximo los beneficios empresariales. Los empresarios se beneficiaban
enormemente, y sin que ello les supusiera un esfuerzo, por la imposición de monopolios, las prohibiciones a las
importaciones y la pobreza de los trabajadores. Los gobiernos, por su parte, se beneficiaban del cobro de los
aranceles y los pagos de los mercaderes. Si bien las ideas económicas más tardías fueron desarrolladas a menudo por
académicos y filósofos, casi todos los escritores mercantilistas eran comerciantes o personas con cargos en el
Mercantilismo 9

gobierno.[23]

El mercantilismo como proceso económico


Dentro de la doctrina económica mercantilista emergieron, de manera natural, tres cuestiones fundamentales que
generaba esta lucrativa actividad comercial:
• El monopolio de exportación.
• El problema de los cambios y su derivación.
• El problema de la balanza comercial.
En la obra The Circle of Commerce (El círculo del comercio, 1623), Edward Misselden desarrolló un concepto de
balanza comercial expresado en términos de débitos y créditos, presentando el cálculo de la balanza comercial para
Inglaterra desde el día de navidad del año 1621 hasta la de 1622.
La idea mercantilista de «balanza de comercio multilateral» corresponde a la actual noción de «balanza de pagos» y
se compone de cinco cuentas:

Balanza de comercio multilateral

1. Cuenta corriente (=balanza comercial)


1. Mercancías (A)
2. Invisibles (fletes, seguros, etc.) (A)
2. Cuentas de capital
1. A corto plazo (C)
2. A largo plazo (A)
3. Transferencias unilaterales (donaciones, ayuda militar, etc.) (A)
4. Oro (C)
5. Errores y omisiones
Mercantilismo 10

Políticas mercantilistas
Las ideas mercantilistas fueron la ideología económica dominante en toda Europa al principio de la Edad Moderna.
Sin embargo, como conjunto de ideas no sistematizadas, su aplicación concreta difirió en la práctica de cada país.

En Francia
En Francia, el mercantilismo nace a principios del Siglo XVI,
poco tiempo después del reforzamiento de la monarquía. En 1539,
un real decreto prohíbe la importación de mercancías textiles de
lana provenientes de España y de una parte de Flandes. El año
siguiente se imponen restricciones a la exportación de oro.[24] Se
multiplican las medidas proteccionistas a lo largo del siglo.
Jean-Baptiste Colbert, ministro de finanzas durante 22 años, fue el
principal impulsor de las ideas mercantilistas en Francia, lo que
hizo que algunos hablaran de colbertismo para designar el
mercantilismo francés. Con Colbert, el gobierno francés se implicó
mucho en la economía para acrecentar las exportaciones. Colbert
eliminó los obstáculos al comercio al reducir las tasas aduaneras
interiores y al construir una importante red de carreteras y canales.
Las políticas desarrolladas por Colbert en conjunto resultaron
eficaces, y permitieron que la industria y la economía francesas
crecieran considerablemente durante ese periodo, convirtiendo a
Francia en una de las mayores potencias europeas. No tuvo tanto
éxito a la hora de convertir Francia en una gran potencia comercial Ministro francés de finanzas y mercantilista,
equiparable a Inglaterra y a Holanda.[25] Jean-Baptiste Colbert

También es característico del colbertismo emprender una decidida política de creación de Manufacturas Reales que
fabricaban productos estratégicos o de lujo (los Gobelinos, para tapices y cristales), en ambos casos consumibles en
primer lugar por la demanda de la propia monarquía, al tiempo que producían la emulación de su consumo tanto
dentro como fuera del reino. Dicha emulación también se vio en la creación de manufacturas similares en otros
países europeos, entre los que destacaron las Reales Fábricas españolas de productos de lujo (Porcelana del Buen
Retiro, Cristal de la Granja, Real Fábrica de Tapices), de armas (Real Fábrica de Artillería de La Cavada), y de
artículos de gran consumo que se monopolizaban por el estado como regalías: tabaco (la Real Fábrica de Tabacos de
Sevilla y la de Madrid), aguardiente, naipes.

Véase también: Manufacturas Reales


Mercantilismo 11

En Inglaterra
En Inglaterra, el mercantilismo alcanza su apogeo durante el
periodo llamado del Long Parliament (1640–1660). Las políticas
mercantilistas también se aplicaron durante los periodos Tudor y
Estuardo, especialmente con Robert Walpole como principal
partidario. El control del gobierno sobre la economía doméstica
era menor que en el resto de Europa, debido a la tradición de la
Common law y el progresivo poder del parlamento.[26]

Los monopolios controlados por el estado se habían extendido,


especialmente antes de la primera revolución inglesa, a pesar de
que a menudo eran cuestionados. Los autores mercantilistas
ingleses estaban divididos acerca de la necesidad de control de la
economía interior. El mercantilismo inglés adoptó sobre todo
forma de control del comercio internacional. Se puso en marcha un
amplio abanico de medidas destinadas a favorecer la exportación y
penalizar la importación. Se instauraron tasas aduaneras sobre las
William Petty.
importaciones y subvenciones a la exportación. Se prohibió la
exportación de algunas materias primas. Las Navigation Acts
(Actas de Navegación) prohibían a los comerciantes extranjeros hacer comercio interior en Inglaterra. Inglaterra
aumentó el número de colonias y, una vez estaban bajo control, se instauraban reglas para autorizar a producir sólo
materias primas y a comerciar únicamente con Inglaterra. Esto condujo a progresivas tensiones con los habitantes de
esas colonias y fue una de las principales causas de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.

Estas políticas contribuyeron en gran medida a que Inglaterra se convirtiera en la mayor potencia comercial del
mundo, y una potencia económica internacional. En el interior, la transformación de tierras no cultivadas en terreno
agrícola tuvo un efecto duradero. Los mercantilistas pensaban que para hacer crecer el poderío de una nación, todas
las tierras y recursos debían utilizarse al máximo, lo que les llevó a embarcarse en grandes proyectos como el drenaje
de la región de los fens («pantanos» de la llanura de Bedford).[27]

En España
La revolución de los precios que afectó a toda Europa
desde el siglo XVI, tuvo su origen en la llegada a
España de las remesas anuales de metales preciosos que
traía la flota de Indias, con lo que la reflexión sobre sus
causas y posibles soluciones produjo el primer
pensamiento económico digno de tal nombre. A ello se
sumaba la tradición de peticiones de orden económico
en las Cortes, tanto las castellanas como las de los
reinos de la Corona de Aragón. Castilla, desde la Baja
Edad Media había presenciado un enfrentamiento entre Casa de Contratación, que actualmente cumple la función de Archivo
de Indias, junto a la Catedral de Sevilla. Centro económico del
los intereses vinculados a la exportación de la lana (la
mundo en el siglo XVI, Sevilla se hundió en una profunda crisis en el
aristocrática Mesta, y la alta burguesía de mercaderes siguiente, mientras que Londres y Ámsterdam entraban en su apogeo.
de Burgos, las ferias y puertos conectados con Flandes)
y los vinculados a la producción interna de paños (la baja burguesía y el patriciado urbano de las ciudades centrales,

como Segovia y Toledo), que se expresaron en las guerras civiles de los Trastamara e incluso la de las Comunidades.
Ese modelo simplificado no oculta la confluencia de multitud de otros intereses, tanto personales como dinásticos,
Mercantilismo 12

institucionales y estamentales, como los de las distintas partes del clero, e incluso la presencia de minorías como
judíos y conversos y la gran mayoría social que es el campesinado.[28] La misma construcción de la monarquía
autoritaria tiene mucho que ver con su habilidad para arbitrar estos conflictos socioeconómicos y su dimensión
política.[29] La misma organización del monopolio del comercio americano, a través de la Casa de Contratación de
Sevilla, conjugado con los préstamos adelantados por banqueros alemanes (familia Fugger) o genoveses, y los
mecanismos de la deuda pública (juros) dan una muestra de lo necesario y a la vez complicado que era entender los
fenómenos económicos y actuar políticamente sobre ellos. Era vital para el funcionamiento del complejo aparato
militar, burocrático y hacendístico de la Monarquía Hispánica (véase Instituciones españolas del Antiguo Régimen),
en el que los impuestos (unos del rey, otros del reino, otros de los municipios), las múltiples exenciones, y los
derechos y regalías del monarca formaban un entramado caótico.
A los economistas españoles, de abundante nómina en los siglos XVI y
XVII (Tomás de Mercado, Sancho de Moncada y Martín de
Azpilicueta, teólogos vinculados a la Escuela de Salamanca; Luis
Ortiz, contador de hacienda, Martín González de Cellorigo, abogado en
la Chancillería de Valladolid, Pedro Fernández de Navarrete, militar y
gobernador de Guipúzcoa, Luis Valle de la Cerda, que propone en
1600 la creación de los Montes de Piedad con el apoyo de las
Cortes...), se les daba el nombre de arbitristas, por ser arbitrio el
nombre que solía darse a la medida que, por su mera voluntad, podía el
rey tomar en beneficio del reino, y que esos autores solicitaban. Su
papel fue subvalorado por la misma historiografía económica española
en sus primeros estudiosos, como es el caso de Manuel Colmeiro.[30]
Ya en su propia época eran ridiculizados por proponer medidas
extravagantes, como lo hizo Quevedo, que en varias ocasiones describe
a bienintencionados arbitristas ("arcigogolantes") causando toda clase
de catástrofes; uno de ellos está tan enfrascado en escribir sus teorías
que no se da cuenta de que se ha sacado a sí mismo un ojo con la
pluma.[31] Martín de Azpilicueta.

El mismo Quevedo reflejó magistralmente la percepción de fracaso económico, como parte de la más general
decadencia española en su célebre poema:
Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña.
Viene a morir en España
y es en Génova enterrado...
¡Poderoso caballero es Don Dinero!
Mercantilismo 13

Durante la crisis económica que afectó a España durante el Siglo


XVII (de hecho fue la principal afectada por la general crisis del
siglo XVII) se pusieron en marcha muchas políticas económicas
sin demasiada coherencia, incluyendo alteraciones monetarias y
fiscales que más que remediar, contribuyeron a su
profundización. El estado ruinoso de finales de ese siglo, durante
el reinado de Carlos II, no obstante presenció una reactivación de
la economía en las zonas periféricas (a excepción de Andalucía).
Tras la Guerra de Sucesión Española (1700-1714), supuso un
indudable éxito económico la adopción, por los gobiernos de
Felipe V, de una serie de medidas mercantilistas de inspiración
colbertista importadas de Francia (ministros Jean Orry y
Michael-Jean Amelot). En el siglo XVIII, la herencia del
arbitrismo se trasladó al llamado proyectismo ilustrado con
Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada.
mayor elevación intelectual. En el reinado de Fernando VI las
medidas asociadas al Catastro de Ensenada, muy ambiciosas, no
fueron aplicadas con decisión. Lo mismo ocurrió con las del Marqués de Esquilache con Carlos III (decreto de
abolición de la tasa del trigo y libre comercio de granos, 1765), que fue apartado tras el motín que lleva su
nombre (1766). El final del siglo XVIII es el del ascenso de políticos con ideas económicas más cercanas a la
fisiocracia y el liberalismo económico (Campomanes y Jovellanos), destacando el proyecto de ley agraria y la
liberalización del comercio americano; que tampoco consiguieron un desarrollo eficaz, ya en la crisis del
Antiguo Régimen.

En otros países
Las demás naciones también adoptaron las tesis mercantilistas en distinto grado. Los Países Bajos, que se habían
convertido en el centro financiero de Europa gracias a su muy desarrollada actividad comercial, estaban poco
interesados en restringir el comercio y sólo a última hora adoptaron algunas políticas mercantilistas.
El mercantilismo se desarrolló en Europa Central y en Escandinavia tras la Guerra de los Treinta Años (1618–1648),
cuando Cristina de Suecia y Cristián IV de Dinamarca pasaron a preconizarlo. Los emperadores Habsburgo se
interesaron bastante por las ideas mercantilistas, pero la extensión y la relativa descentralización de este Imperio
hacía difícil la adopción de tales medidas. Algunos estados del Imperio adoptaron las tesis mercantilistas,
especialmente Prusia, que tuvo bajo el mandato de Federico el Grande la economía más rígida de Europa. Con esta
base doctrinal Alemania iba a gestar una escuela llamada de los "cameralistas" que tendría influencia hasta el Siglo
XIX.
Rusia bajo Pedro el Grande trató de poner en marcha el mercantilismo sin demasiado éxito debido a la ausencia una
clase significativa de comerciantes o de una base industrial.
Mercantilismo 14

Las ideas mercantilistas también alimentaron los


periodos de conflicto armado en los siglos XVII y
XVIII. Al ser la idea dominante que el stock de riqueza
es algo fijo, el único modo de aumentar la riqueza de
un país debía hacerse en detrimento de otro. Muchas
guerras, entre las que hay que contar las guerras
anglo-holandesas, franco-holandesa, y franco-inglesa
fueron ocasionadas por las doctrinas que preconizaban
el nacionalismo económico. El mercantilismo
contribuyó también al desarrollo del imperialismo, ya
que todas las naciones que podían hacerlo trataban de La batalla de Scheveningen, 10 de agosto de 1653 por Jan
Abrahamsz Beerstraaten, hacia 1654, representa la batalla final de la
apoderarse de territorios para hacerse con materias
Primera Guerra Anglo-Holandesa.
primas. A lo largo de este periodo, el poder de las
naciones europeas se extendió por todo el planeta. A
expensas de la economía interior, esta expansión creó monopolios, como las británicas Compañía de las Indias o la
Compañía de la Bahía de Hudson; o la francesa Compañía de las Indias Orientales.

Estas compañías privilegiadas tenían precedentes desde el siglo XIV en las ciudades italianas de Pisa, Génova,
Florencia y Venecia; por no hablar de la Hansa, que responde a otra categoría funcional. En Inglaterra surgirán
algunas a partir de guildas medievales preexistentes, como las distintas Company of Merchant Adventurers (siglos
XV y XVI). Fue en la Holanda independizada de la Monarquía Católica donde aparecieron las primeras dignas del
nombre de compañías privilegiadas: la VOC (1602) y la WIC (1621). Otras naciones tuvieron compañías
privilegiadas, notablemente las nórdicas (Dinamarca, Suecia...). En España (a pesar de contar con precedentes
medievales, como los Consulados del Mar aragoneses o las instituciones similares castellanas) la figura es de
incorporación más tardía: en el siglo XVIII el monopolio del puerto de Cádiz (sucesor del de Sevilla), ya muy
castigado por las consecuencias comerciales del Tratado de Utrecht, fue admitiendo la presencia de alguna compañía
similar, como la Compañía Guipuzcoana de Caracas (1728).

Críticas
Un buen número de estudiosos habían señalado ya algunos errores importantes en las teorías mercantilistas bastante
antes de que Adam Smith desarrollase una ideología que pudiera sustituirlo completamente. Hubo críticos como
Dudley North, John Locke o David Hume que atacaron los fundamentos del mercantilismo, y a lo largo del siglo
XVIII fue perdiendo el favor que había tenido. Los mercantilistas eran incapaces de entender nociones como la de la
ventaja competitiva (aunque esta idea sólo llegó a ser entendida con David Ricardo en 1817) y los beneficios del
comercio. Por ejemplo, Portugal era un productor mucho más eficiente de vino que Inglaterra, mientras que en
Inglaterra era relativamente más barata la producción textil. Por lo tanto, si Portugal se especializaba en vino e
Inglaterra en textiles, ambos estados saldrían beneficiados si comerciaban. En las teorías económicas modernas, el
comercio no se entiende como una suma cero entre competidores, puesto que ambas partes pueden verse
beneficiadas, por lo que se trata más de un juego de suma positiva. Mediante la imposición de las restricciones a la
importación, ambas naciones terminan siendo más pobres que si no existiesen trabas al comercio.
Mercantilismo 15

David Hume, por su parte, apuntó la imposibilidad del gran


objetivo mercantilista de lograr una balanza comercial
positiva constante. A medida que los metales preciosos
entraban en un país, la oferta se incrementaría y el valor de
esos bienes en ese estado comenzaría a reducirse con respecto
a otros bienes de consumo. Por el contrario, en el estado que
exportase los metales preciosos, el valor comenzaría a crecer.
Llegaría un momento en el que no compensase exportar
bienes del país con altos precios al otro país, que ahora tendría
niveles de precios menores, y la balanza comercial terminaría
revirtiéndose por sí misma. Los mercantilistas no entendieron
este problema, y argumentaron durante mucho tiempo que un
incremento en la cantidad de dinero simplemente significaba
que todo el mundo era más rico.[32]

Otro de los objetivos principales a la hora de criticar las


teorías del mercantilismo fue la importancia que se le daba a
los metales preciosos, incluso cuando algunos mercantilistas
habían comenzado a desenfatizar la importancia del oro y la
plata. Adam Smith apuntó que los metales preciosos eran
exactamente igual que cualquier otro bien de consumo, y que
Gran parte de La Riqueza de las Naciones de Adam Smith es
no había ninguna razón para darle un tratamiento especial. El
un ataque al mercantilismo.
oro no era más que un metal de color amarillo que era valioso
simplemente porque no es abundante.

La primera escuela que rechazó completamente el mercantilismo fue la de la Fisiocracia, en Francia. Sin embargo,
sus teorías también presentaban una serie de importantes problemas, y la sustitución del mercantilismo no se produjo
hasta que Adam Smith publicó su famosa obra Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las
naciones en 1776. Este libro muestra las bases de lo que hoy en día se conoce como la economía clásica. Smith
dedica una parte considerable del libro a rebatir los argumentos de los mercantilistas, si bien estos son a menudo
versiones simplistas o exageradas de sus pensamientos.[23]

Los académicos también están divididos a la hora de establecer una causa para el final del mercantilismo. Aquellos
que creen que la teoría era simplemente un error deducen que su reemplazo era inevitable desde el momento en que
las ideas, mucho más exactas, de Smith fueron expuestas al público. Aquellos que opinan que el mercantilismo era
una búsqueda de formas de enriquecimiento para una parte de la sociedad entienden que sólo terminó cuando se
produjeron importantes cambios en la sociedad, y principalmente en el sistema de poderes. En el Reino Unido el
mercantilismo fue desapareciendo a partir de que el Parlamento acaparó el poder que el monarca tenía para
establecer monopolios. Si bien los ricos capitalistas que controlaban la Casa de los Comunes se beneficiaban de esos
monopolios, el Parlamento veía difícil llevarlos a cabo por causa del gran coste que suponía tomar esas decisiones de
forma colectiva.[33]
Las regulaciones mercantilistas poco a poco fueron eliminándose a lo largo del siglo XVIII en el Reino Unido, y
durante el siglo XIX el gobierno británico adoptó abiertamente el libre comercio y las teorías económicas de Smith
del laissez faire. En el continente el proceso fue algo distinto. En Francia se mantuvieron las prerrogativas
económicas de la monarquía absoluta hasta la Revolución francesa, siendo entonces cuando terminó el
mercantilismo. En Alemania el mercantilismo continuó siendo una importante ideología hasta comienzos del siglo
XX.[34]
Mercantilismo 16

Legado

Ideas mercantilistas supervivientes


En el mundo anglosajón se puede decir que las críticas
de Adam Smith al mercantilismo fueron aceptadas en el
Imperio Británico, pero fueron rechazadas en los
Estados Unidos por figuras tan importantes como
Alexander Hamilton, Friedrich List, Henry Clay, Henry
Charles Carey y Abraham Lincoln. En el siglo XX, la
mayoría de economistas de ambos lados del Atlántico
han llegado a aceptar que en algunas áreas las teorías
mercantilistas eran correctas. El más importante ha sido
el economista John Maynard Keynes, que
explícitamente apoyó algunas de sus teorías.

Adam Smith había rechazado el énfasis que hasta


entonces los mercantilistas habían puesto en la cantidad
de dinero argumentando que los bienes, la población y
las instituciones eran las causas reales de prosperidad.
Alexander Hamilton preside los billetes de 10 dólares USA.
Keynes argumentó que la cantidad de dinero en
circulación, la balanza comercial y los tipos de interés
tenían una gran importancia en la economía. Este punto de vista fue luego la base del monetarismo, cuyos defensores
actualmente rechazan muchas de las teorías económicas keynesianas, pero que se ha desarrollado y es ahora una de
las escuelas económicas modernas más importantes. Keynes también hizo notar que el enfoque en los metales
preciosos también era razonable en la época en la que se dio (comienzos de la era moderna). En una época anterior al
papel moneda, un incremento de los metales preciosos y de las reservas del estado era la única forma de incrementar
la cantidad de dinero en circulación.

Adam Smith, por otra parte, también rechazó el énfasis del mercantilismo hacia la producción, argumentando que la
única forma de hacer crecer a la economía era a través del consumo (que, a su vez, impulsaba la producción de
bienes). Keynes, sin embargo, defendió que la producción era tan importante como el consumo.
Keynes y otros economistas del periodo también retomaron la
importancia que tenía la balanza de pagos, y visto que desde la década
de los años 30 todas las naciones han controlado las entradas y salidas
de capital, la mayoría de los economistas están de acuerdo en que una
balanza de pagos positiva es mejor que una negativa para la economía
de un país. Keynes también retomó la idea de que el intervencionismo
gubernamental es una necesidad económica.
Sin embargo, si bien las teorías económicas de Keynes han tenido un
gran impacto, no han tenido tanto éxito sus esfuerzos de rehabilitar la
palabra mercantilismo, que a día de hoy sigue teniendo connotaciones
negativas y se usa para atacar una serie de políticas proteccionistas.[35]
Por otra parte, las similitudes entre el keynesianismo y las ideas de sus
sucesores con el mercantilismo a veces han hecho que sus detractores
John Maynard Keynes. las categorizasen como neomercantilismo.
Mercantilismo 17

Por otro lado, algunos sistemas económicos modernos copian algunas de las políticas mercantilistas. Por ejemplo, el
sistema de Japón en ocasiones también es calificado de neomercantilista.[36]
Un área en la que Smith fue rebatido antes incluso que Keynes fue en la del uso de la información. Los
mercantilistas, que eran generalmente mercaderes o funcionarios del gobierno, tenían en sus manos una gran
cantidad de datos de primera mano sobre el comercio, y los usaban de forma considerable en sus investigaciones y
escritos. William Petty, un mercantilista importante, es a menudo considerado el primer economista en usar un
análisis empírico para estudiar la economía. Smith rechazaba este sistema porque entendía que el razonamiento
deductivo desde unos principios básicos era el método correcto para descubrir las verdades económicas. Hoy en día,
sin embargo, la mayoría de las escuelas económicas aceptan que ambos métodos son importantes (si bien la escuela
austriaca supone una notable excepción).
En instancias específicas, las políticas mercantilistas proteccionistas
también han tenido un impacto positivo en el estado que las puso en
marcha. El mismo Adam Smith (sin importarle la contradicción en que
incurría al patrocinar el libre comercio para las demás y no para su
propia nación) elogió las Actas de Navegación inglesas por haber
servido para expandir enormemente la flota mercante británica, y por
haber jugado un papel central en convertir al Reino Unido en la
superpotencia naval y económica que fue desde entonces.[37] Algunos
economistas argumentaron que el proteccionismo es bueno para
industrias en desarrollo, y que si bien causa algunos daños a corto
plazo, puede ser beneficioso a largo (argumento de la industria
naciente del alemán Friedrich List).

En cualquier caso, La Riqueza de las Naciones tuvo un profundo


impacto en el final del mercantilismo y la adopción posterior de la Friedrich List
política de libre mercado. Para 1860 Inglaterra ya había eliminado los
últimos vestigios del mercantilismo (por ejemplo, las proteccionistas leyes del grano o corn laws, en gran parte
gracias a la Anti-Corn Law League). Las regulaciones industriales, los monopolios y los aranceles fueron retirados.
Convertida en "el taller del mundo", con una industria y una flota mercante con la que nadie podía competir,
Inglaterra se convirtió en la gran defensora y propagandista de la política de libre mercado, justo en el momento en
que más la beneficiaba, y lo siguió siendo hasta la Primera Guerra Mundial, cuando la segunda revolución industrial
le puso delante competidores serios.

Véase también: Dirigismo

Herencia política
La posteridad del mercantilismo ha sido sin duda mayor en la práctica política que en la teoría económica. Si el
pensamiento económico del Siglo XIX está dominado por las escuelas clásica y neoclásica, más bien favorables al
librecambismo, la práctica política estuvo influenciada durante mucho tiempo por ideas mercantilistas. Como hace
ver el historiador Paul Bairoch, a pesar de que "los hombres dejaran de razonar en términos de nivel de desarrollo a
conseguir en mayor o menor tiempo pasando a hacerlo en términos de apropiación de una parte mayor de riqueza",
en 1815 y en 1913, el mundo occidental es "un océano de proteccionismo rodeando algunos islotes liberales".[38]
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, se asiste a una liberalización continua del comercio mundial bajo el
impulso de las grandes instituciones librecambistas como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco
Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo algunos economistas como Paul Krugman opinan
que estas instituciones están guiadas por un "mercantilismo ilustrado", que no intenta favorecer los principios del
librecambismo, sino favorecer las concesiones comerciales mutuamente ventajosas.[39] Para otros economistas y
Mercantilismo 18

pensadores, esas organizaciones, con la excusa del librecambismo, están imponiendo la forma de comercio
internacional que desean las grandes potencias económicas que les controlan.[40]
Según Daniel Cohen, los recientes fracasos de las
negociaciones en el seno de la OMC resultan
reveladores de ese "mercantilismo ilustrado". Si las
negociaciones de las anteriores etapas habían llegado a
tener éxito, fue gracias a compromisos, a concesiones
recíprocas y equitativas. Los países ricos aceptaban por
ejemplo liberalizar el sector textil a cambio de ventajas
en materia de servicios financieros concedidos por los
países en vías de desarrollo. En cambio, tras la cumbre
de Cancún en 2003, las negociaciones entre países ricos
y pobres cambian de naturaleza. Los debates se
focalizan en el tema agrícola en el que las
oportunidades de un intercambio mutuamente Manifestación para el mantenimiento del proteccionismo a la
agricultura en Japón. Las protestas antiglobalización incluyen
beneficioso aparecieron imposibles. Lejos de ser un
habitualmente la defensa de posiciones similares al mercantilismo.
"juego de suma positiva", el comercio internacional
aparece como un "juego de suma cero", el reto de la
cumbre pasó a ser: "nuestros agricultores o los vuestros", como si las ganancias de una nación significaran pérdidas
para otra.[41]

El término neomercantilismo sirve para designar, casi siempre de modo peyorativo, las políticas contemporáneas que
recuerdan las de los mercantilistas del Siglo XVIII. Consisten casi siempre en medidas proteccionistas o en políticas
comerciales agresivas en las que el Estado se implica para fomentar la competitividad de las empresas nacionales.
En el contexto de la mundialización, el neomercantilismo se basa en el concepto de "competencia mundial", lo que
viene a ser una "guerra económica" entre los países. Se dice que la protección a las empresas nacionales y el apoyo a
su competitividad en los mercados mundiales es provechosa para la economía nacional. Así algunas grandes
potencias son acusadas de neomercantilistas cuando apoyan a su industria nacional por medio de subvenciones o de
encargos estatales, a la vez que imponen cupos, tasas o normas a la importación, para proteger su mercado interior.
El conflicto Boeing-Airbus, unido a las subvenciones que se atribuyen a cada una de sus empresas por parte de los
gobiernos estadounidense (en forma de encargos) y europeos, puede ser visto como ejemplo de neomercantilismo.
El concepto de "guerra comercial" alimenta las campañas políticas de las grandes potencias económicas: hay que
"hacer Europa para llegar al peso" decía un cartel del Partido Socialista Francés que presentaba a Europa frente a un
luchador de sumo japonés y un obeso estadounidense durante la campaña electoral para el referéndum sobre el
Tratado de Maastricht en 1992. Según algunos, esas políticas sirven de contrapeso para los efectos presuntamente
negativos de la globalización económica sobre la justicia social, mientras los economistas librecambistas opinan que
favorecen intereses particulares de algunas industrias y perjudicando al interés general. Sin embargo, el concepto de
preferencia comunitaria no es una realidad jurídica, ni siquiera económica. Si fue sancionado por el Tribunal de
Justicia de las Comunidades Europeas el 13 de marzo de 1968 en materia de política agraria común (en función de
un derecho de aduana sobre los productos procedentes de países terceros), pronto se topó con los objetivos del
GATT. Hoy día sigue existiendo una tarifa exterior común que provoca a menudo duras discusiones entre los países
miembros de la Unión Europea y la Organización Mundial de Comercio.
Mercantilismo 19

Referencias

Notas
[1] Montchrestien es consejero del príncipe, Jean Bodin y Charles de Montesquieu son magistrados, Jean-Baptiste Colbert y Jacques Necker
ministros de finanzas, Thomas Mun y Josiah Child dirigentes de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, William Petty un hombre de
negocios, John Law y Richard Cantillon financieros. (Etner 2005, p.3012)
• Lind, Michael: "Durante el siglo XIX la escuela predominante de economía política americana fue el sistema americano de desarrollo de
nacionalismo económico(...) El santo patrón de la escuela era Alexander Majorie, cuyo Informe sobre Manufacturas (1791) había hecho un
llamamiento al activismo del gobierno federal para esponsorizar un desarrollo de las infraestructuras y una industrialización protegida por
aranceles que alejasen a los productos manufacturados británicos (...) La escuela americana, creada en el siglo XIX por economistas como
Henry Carey (asesor del presidente Lincoln), inspiraban el "sistema amricano" de Henry Clay y las políticas proteccionistas de sustitución
de importaciones hasta bien entrado el siglo XX."(de "Hamilton's Republic" Part III "The American School of National Economy" pg.
229-230 published 1997 by Free Press, Simon & Schuster division in the USA - ISBN 0-684-83160-0)
• Richardson, Heather Cox: "Para 1865 los republicanos habían desarrollado una serie de altos aranceles que reflejaban las teorías
económicas de Carey y Wayland y estaban diseñados para fortalecer y beneficiar todas las partes de la economía americana,
incrementando el nivel de vida de todos. Como concluyó un republicano(...) El Congreso debe adaptar su legislación para ayudar todas
las ramas de la industria, hacer que la gente prospere, y permitirles pagar los impuestos(...) para los gastos ordinarios de gobierno" (de
"The Greatest Nation of the Earth" Capítulo 4 ¡: "Directing the Legislation of the Country to the Improvement of the Country: Tariff and
Tax Legislation" pg. 136-137 published 1997 by the President and Fellows of Harvard College in the USA - ISBN 0-674-36213-6)
• Boritt, Gabor S: "Lincoln, por tanto, tuvo el placer de convertir en ley gran parte del programa que había llevado a cabo durante la mejor
parte de su vida política. Y esto, como el historiador Leornard P. Curry ha escrito, supuso una "huella para la América moderna" y "El
hombre que Lincoln eligió para la posición de Secretario del Tesoro, Salmon P. Chase, fue un ex-demócrata, pero de la variedad moderada
de economistas, uno a quien Joseph Dorfman pudo incluso describir como 'un buen Hamiltoniano, y un progresista occidental del sello de
Lincoln en todo, desde un sello hasta el banco nacional.'" (de "Lincoln and the Economics of the American Dream" Capítulo 14: "The
Whig in the White House" pages 196-197 published 1994 by Memphis State University Press in the USA - ISBN 0-87870-043-9; ISBN
0-252-06445-3)
[3] Jürg Niehans. A History of Economic Theory pg. 6
[4] Harry Landreth and David C. Colander History of Economic Thought. pg. 44
[5] Eli F. Heckscher, Mercantilism, trad. inglesa 1935, vol. I, p. 19
[6] Robert B. Ekelund and Robert D. Tollison. Mercantilism as a Rent-Seeking Society. pg. 9
[7] Mark Blaug, 4ª edición, p. 11.
[8] Landreth and Colander. pg. 48
[9] David S. Landes The Unbound Prometheus. pg. 31
[10] Ekelund y Hébert, Historia de la Teoría Económica y de su método, Pág 43, ed. MacGrawHill
[11] Riqueza de las Naciones, Libro IV, capítulo I
[12] Vauban, Proyecto de una dixma real, 1707, pp. 77-78
[13] Thomas Mun, A Discourse of Trade from England unto the East-Indies, 1621
[14] Robert B. Ekelund y Robert F. Hébert, A History of Economic Theory and Method p. 46.
[15] Es muy conocida la tesis de Max Weber: La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Alianza Editorial, Madrid, 2001.
[16] Landreth and Colander. pg. 43
[17] Charles Wilson. Mercantilism. pg. 10
[18] John Kenneth Galbraith. A Critical History. pg. 33-34
[19] Landreth and Colander. pg. 53
[20] Ideas citadas por Ekelund y Hebert, op. Cit. Pág. 44
[21] Robert B. Ekelund and Robert F. Hébert. A History of Economic Theory and Method. pg. 46
[22] Ekelund and Hébert. pg. 61
[23] Niehans. pg. 19
[24] Hermann Kellenbenz, The Rise of the European Economy, p. 29
[25] E.N. Williams, The Ancien Regime in Europe, p. 177-83.
[26] E. Damsgaard Hansen. European Economic History. p. 65
[27] Wilson p. 15.
[28] Madrazo Madrazo, Santos (1969) Las dos Españas. Burguesía y nobleza, los orígenes del precapitalismo español Editorial ZYX.
[29] Anderson, Perry (1979) El estado absolutista, Madrid, Siglo XXI.
[30] Colmeiro, Manuel: (1883) Historia de la Economía Política en España; (1880) Biblioteca de los economistas españoles de los siglos XVI,
XVII y XVIII.
[31] Llopis-Fuentes, Roger (1991) El personaje del arbitrista según Cervantes y Quevedo Cincinnati Romance Review 10, pgs. 111-122.
Consultable en internet hay un estudio de Mercedes Blanco Del infierno al Parnaso. Escepticismo y sátira política en Quevedo y Trajano
Boccalini (http:/ / cvc. cervantes. es/ obref/ quevedo_critica/ satiras/ blanco. htm)
Mercantilismo 20

[32] Ekelund and Hébert. pg. 43


[33] Ekelund and Tollison
[34] Wilson pg. 6
[35] Wilson pg. 3
[36] Robert S. Walters and David H. Blake. The Politics of Global Economic Relations.
[37] Hansen pg. 64
[38] Paul Bairoch, Mythes et paradoxes de l’histoire économique, La Découverte, 1994
[39] P. R. Krugman, "Does the New Trade Theory Require a New Trade Policy ?", The World Economy, vol 15, n° 4, julio de 1992, pp. 423 –
441, pp. 429 – 431.
[40] Noam Chomsky habla sobre la OMC (http:/ / ar. geocities. com/ veaylea2002/ chomsky/ chomsAmi. html). Freedom, 1992.
[41] Daniel Cohen, « L'OMC est morte », Le Monde, 9 de octubre de 2003

Fuentes
• Robert B. Ekelund y Robert D. Tollison. Mercantilism as a Rent-Seeking Society: Economic Regulation in
Historical Perspective. College Station: Texas A&M University Press, 1981. (en inglés)
• Robert B. Ekelund y Robert F. Hébert. A History of Economic Theory and Method. New York: McGraw-Hill,
1997. (en inglés) Existe traducción al español titulada Historia de la Teoría Económica y de su método.
• François Etner, Mercantilisme, Encyclopédie thématique Universalis, 2005 (en francés)
• Eli F. Heckscher Mercantilism. traducción de Mendel Shapiro. London: Allen & Unwin. 1935. (en inglés)
• John Maynard Keynes. " Notes on Mercantilism, the Usury Laws, Stamped Money and the Theories of
Under-Consumption (http://etext.library.adelaide.edu.au/k/keynes/john_maynard/k44g/chapter23.html)."
General Theory of Employment, Interest and Money. (en inglés)
• Harry Landreth y David C. Colander. History of Economic Thought. Boston: Houghton Mifflin, 2002. (en inglés)
• Niehans, Jürg. A History of Economic Theory: Classic Contributions, 1720-1980. Baltimore: Johns Hopkins
University Press, 1990. (en inglés)
• Jean-Pierre Potier, Histoire de la pensée économique (http://ses.ens-lsh.fr/potier/index.php?arc=ht2a) (en
francés)
• Gianni Vaggi y Peter Groenewegen. A Concise History of Economic Thought: From Mercantilism to Monetarism.
New York: Palgrave Macmillan, 2003. (en inglés)
• Charles Wilson. Mercantilism. London: Historical Association, 1966 (en inglés)

Otras lecturas
• Rothbard, Murray N. Economic Thought Before Adam Smith. (http://www.mises.org/story/1897) An Austrian
Perspective on the History of Economic Thought. Volume I
• Rothbard, Murray N. Classical Economics. (http://www.mises.org/story/1897) An Austrian Perspective on the
History of Economic Thought. Volume II

Enlaces externos
• Thomas Mun's Englands Treasure by Forraign Trade (http://www.ecn.bris.ac.uk/het/mun/treasure.txt)
• Book IV of The Wealth of Nations, Adam Smith's attack on the Mercantile System (http://www.econlib.org/
library/Smith/smWN.html)
• (en francés) El mercantilismo y la Policía de Estado (http://www.radicalempiricism.org/pouvoir/notes/
Police_et_mercantilisme.pdf)
• Mercantilismo vs. liberalismo (http://www.elcato.org/node/2482), por Manuel F. Ayau
Economía política 21

Economía política
El término economía política fue introducido por primera vez por Antoine de Montchrestien en 1615, y se utilizó
para el estudio de las relaciones de producción, especialmente entre las tres clases principales de la sociedad
capitalista o burguesa: capitalistas, proletarios y terratenientes. En contraposición con las teorías de la fisiocracia, en
las cuales la tierra era vista como el origen de toda riqueza, la economía política propuso (primero con Adam Smith)
la teoría del valor-trabajo, según la cual el trabajo es la fuente real del valor. Al final del siglo XIX, el término
economía política fue paulatinamente abandonado por el término economía, usado por quienes buscaban abandonar
la visión clasista de la sociedad, reemplazándola por el enfoque matemático, axiomático y avalorativo de los estudios
económicos actuales y que concebía el valor originado en la utilidad que el bien generaba en el individuo.
Actualmente, el término economía política se utiliza comúnmente para referirse a estudios interdisciplinarios que se
apoyan en la economía, la sociología, la comunicación, el derecho y la ciencia política para entender cómo las
instituciones y los entornos políticos influyen sobre la conducta de los mercados. Dentro de la ciencia política, el
término se refiere principalmente a las teorías liberales, marxistas o de otro tipo que estudian las relaciones entre la
economía y el poder político dentro de los estados. La economía política internacional es en cambio una rama de la
economía a la que le concierne el comercio y las finanzas internacionales y las políticas estatales que afectan el
intercambio internacional, como las políticas monetarias y fiscales.

Historia del término


El término economía política fue introducido por primera vez por Antoine de Montchrestien en 1615, y se utilizó
para el estudio de las relaciones de producción, especialmente entre las tres clases principales de la sociedad
capitalista o burguesa: capitalistas, proletarios y terratenientes. En contraposición con las teorías de la fisiocracia, en
las cuales la tierra era vista como el origen de toda riqueza, la economía política propuso (primero con Adam Smith)
la teoría del valor-trabajo, según la cual el trabajo es la fuente real del valor. Al final del siglo XIX, el término
economía política fue paulatinamente abandonado por el término economía, usado por quienes buscaban abandonar
la visión clasista de la sociedad, reemplazándola por el enfoque matemático, axiomático y avalorativo de los estudios
económicos actuales y que concebía el valor originado en la utilidad que el bien generaba en el individuo.

Conceptos centrales de la economía política


La economía política estudia las relaciones que los individuos establecen entre sí para organizar la producción
colectiva, particularmente aquellas relaciones que se establecen entre los dueños de los medios de producción y entre
quienes no los poseen. La economía ortodoxa (o del valor subjetivo) se enfoca en los precios y ve la producción y al
consumo como «efectos» de éstos y, en cambio, la economía política ve la actividad económica como el resultado de
las necesidades de supervivencia y reproducción del ser humano articuladas a una comunidad y a sus
determinaciones legales, técnico-científicas y culturales. La división entre «valor de uso» y «valor de cambio»
(distinción establecida con claridad por Marx en El Capital), establece una separación entre lo que hoy es conocido
como «valor» y «precio». Desde la perspectiva de la economía política, el "valor" es la expresión del trabajo
incorporado a la mercancía y el precio es la tasación de ese valor que hace el mercado. Estas categorías contrastan
con la total identificación del valor con el precio en las escuelas del valor subjetivo.
El intercambio privado se produce en el mercado y está basado en un marco legal que valida la propiedad privada.
Este sector se denomina sector privado. Cuando el gobierno interviene en la economía de mercado, a través de
políticas o de intercambios directos, se denomina sector público.
Economía política 22

Fundadores de la economía política


Los fisiócratas consideraban que la única actividad económica es la producción agrícola o de materias primas.
Se puede llegar a decir que Tomás Moro fue un adelantado con su obra, Utopía, donde busca relatar la organización
de una sociedad ideal.

Disciplinas relacionadas con la economía política


• Sociología
• Antropología
• Psicología
• Historia
• Economía
• Derecho
• Ecología
• Relaciones Internacionales
• Nueva economía política
• Comunicación
• Ciencia política

Paradigmas generales de la economía política


Las grandes escuelas de la economía política se dividen principalmente en dos paradigmas: el paradigma de la
distribución y el paradigma de la producción. Estos paradigmas pueden estar relacionados, particularmente en los
extremos.
Las teorías basadas en el paradigma de la distribución discuten fundamentalmente sobre cómo deben distribuirse los
costos y beneficios sociales, así como los costos y beneficios del capital. Algunas de estas teorías son: anarquismo,
liberalismo, conservadurismo, socialismo y comunismo.
Las teorías enmarcadas en el paradigma de la producción se preocupan por los fundamentos y las bases sobre las
cuales la sociedad decide qué producir y de qué forma. Algunas teorías de este paradigma son: individualismo,
comunitarismo y colectivismo.

Enlaces externos
• 'The Political Economy of British Columbia's Rainforests [1] de Elmer G. Wiens (en inglés)
• Estación de economía política [2]
• Gastos del Estado español 2008-2010, sin incluir comunidades autónomas y ayuntamientos [3]

Referencias
[1] http:/ / www. egwald. ca/ ubcstudent/ prose/ politicaleconomy. php
[2] http:/ / www. seres. fcs. ucr. ac. cr
[3] http:/ / graficos. lainformacion. com/ politica/ finanzas-publicas/ en-que-gasta-espana_GOKnXNSkES9pTHKnt1YdS5/
Historia del pensamiento económico 23

Historia del pensamiento económico


La Historia del pensamiento económico es la rama de la Economía que estudia la historia de los esfuerzos
intelectuales por entender y explicar los fenómenos económicos.
La historia de la economía podría dividirse así:

Pensamiento antiguo y medieval


Encontramos pocas ideas económicas en los
pensadores griegos: Jenofonte, Protágoras,
Aristóteles, Platón y Homero. Se puede encontrar
numerosas ideas en la obra de La República, de
Platón. como se organizaba la economía en la ciudad
ideal. Se puede utilizar la obra como un buen
acercamiento a los pensadores de esa época.
Aristóteles hizo distinciones, en Oeconomicus (cabe
aclarar que este libro no está escrito en su totalidad
por Aristóteles), entre el comercio lícito para el
intercambio de mercaderías y el incorrecto que solo
buscaba la obtención de ganancias y otros temas, que
sirvieron, como base, para establecer la ciencia
económica. Para Aristóteles, Economía es: la ciencia
que se ocupa de la manera en que se administran unos
recursos o el empleo de los recursos existentes con el
fin de satisfacer las necesidades que tienen las
personas y los grupos humanos..

Luego, en la Edad Media, identificamos el


pensamiento económico en los escolásticos en
Europa. La riqueza de las naciones se considera el primer libro moderno de
economía
Edad media

El pensamiento económico medieval surgido en la cristiandad latina de Europa Occidental que desarrolló el
feudalismo y la filosofía escolástica, se centró en cuestiones éticas como la pobreza y la caridad, el precio justo, la
relación conceptual entre el beneficio, el interés y la usura; y en determinadas especulaciones acerca de la teoría del
valor, que en algunos casos podrían asimilarse a las posteriores teorías que lo identifican con el trabajo, y en otras
con el precio de mercado.
El cristianismo introdujo el concepto de la inequidad en la riqueza y poder en manos de unos pocos mientras la gran
mayoría permanecía en la pobreza. Los pensadores cristianos de la Edad Media, entre ellos Santo Tomas de Aquino,
debatieron el problema del precio y de la ganancia, desde el punto de vista de si era correcto o pecaminoso obtener
ganancias a partir del intercambio de mercadería.
Su pervivencia temporal más allá de la crisis bajomedieval, se extendió durante el Antiguo Régimen, en que fueron
apareciendo nuevas escuelas de pensamiento económico, como el mercantilismo, que no obstante, en algunos casos,
mantuvieron cierta continuidad con el pensamiento medieval.
Contemporáneamente, en otros contextos geográficos, sociales, económicos y culturales, como fue el Islam
medieval, se desarrollaron otras formas de pensamiento económico, con notables autores (Ibn Jaldún).
Historia del pensamiento económico 24

Ibn Jaldún
Ibn Jaldún también fue un economista pródigo, el cual consideró aspectos como el Trabajo y Valor, la demanda, el
costo, los precios y su independencia, la riqueza como producto social y no individual, , que el dinero no es riqueza,
las clases de ocupaciones, las fases del desarrollo económico, las relaciones de dependencia entre campo y ciudad,
las artes y los oficios, la importancia del Estado dentro de la economía y las consecuencias de la falta de este, el lujo,
necesidades naturales y las normales. También aspectos de Finanzas publicas, como las tarifas de los impuestos, la
distribución de éstos, los gastos sociales de los servicios estatales, un gobierno como comprador de bienes y
servicios y los efectos de los gastos del estado sobre el ingreso y las entradas de impuestos. Algunos de estos
aspectos tomaron años hasta que fueron redescubiertos, por Adam Smith y Karl Marx. Ibn Jaldun consideró que la
economía era un determinante para los pueblos. Todo esto yace escrito en su Magnus Opus , el Muqaddima, escrito
el siglo XIV.

Precursores de la economía moderna

Mercantilismo
En los comienzos de la Edad Moderna se destacan dos escuelas de pensamiento en Europa. Por un lado, de forma
paralela al proceso de consolidación de los Estados-Nación monárquicos se desarrolla durante los siglos XVII y
XVIII el Mercantilismo, que afirmaba que gracias al intercambio de mercadería y a la acumulación de oro y plata se
generaba la riqueza. Creían que la riqueza de un país estaba en la cantidad de oro que tenía, y pensaban que el
comercio con otros países, si era favorable para un país, tenía que aumentar su cantidad de metales. Pedían al estado
una política favorable a sus intereses, es decir, una política que favoreciera los productos nacionales y no la libre
competencia. Asimismo, eran partidarios del proteccionismo frente al librecambismo.Realmente no se puede hablar
de una escuela mercantilista, pues, para poder hablar de una escuela deben existir una serie de características que
englobe este término. Una de ellas es la presencia de un maestro que cree un pensamiento el cual sea seguido por los
miembros de la escuela, además de homogeneidad en el pensamiento.

Fisiocracia
Como reacción al mercantilismo surge en Francia, a mediados del siglo XVII, la Fisiocracia, cuyo principal activista
es Quesnay, y que actúan sobre todo en Francia. Creían que la economía funcionaba por flujos entre los distintos
componentes de la economía (grupos sociales). Decían que la riqueza solo se genera en las tareas agrícolas, y que el
intercambio de mercadería, e incluso la industria, no agregaban ningún valor. Opinaban que los agricultores eran la
clase productiva del país porque alimentaban al resto de las clases: las otras dos clases eran los dueños de la tierra y
la clase estéril (obreros, artesanos, comerciantes,... etc.), llamados así porque tomaban cosas del mundo natural y
sólo las transformaban, es decir que no creaban nada.

Richard Cantillon
Richard Cantillon ha sido catalogado por varios historiadores del pensamiento económico como el padre de la
economía moderna. Sin embargo, aún se duda sobre aspectos claves de su vida y de su obra. El Essai sur la nature du
commerce en général (1755), es la única obra que se le conoce a Richard Cantillon, manuscrito que circuló a partir
de 1734 por Francia, Inglaterra y otros países de Europa, provocando una influencia central y directa en los
pensadores más importantes del siglo XVIII y XIX, e indirecta en algunas escuelas del pensamiento económico
moderno. Un detallado estudio de su Essai permitirá al lector encontrar sus aportes a (1) la epistemología de la
economía que enmarca toda la obra; (2) contribuciones a la microeconomía, donde se destacan su teoría del valor
subjetivo y de la formación de los precios, además de una original teoría de la empresarialidad; (3) aportes a la
macroeconomía, tomando fundamentalmente su teoría monetaria y de los ciclos económicos; y (4) su teoría del
comercio internacional, donde muestra lo que él consideraba las falacias más importantes del mercantilismo.
Historia del pensamiento económico 25

Cantillon fue el autor más citado por Adam Smith en La Riqueza de las Naciones, pero aun se detecta cierta
injusticia hacia su originalidad en los libros de texto tradicionales de historia del pensamiento económico.

Economía clásica
William Pea escribió en el siglo XVII diferentes textos sobre economía moderna. Habló junto con Quesnay de
anatomía y de fisiologia social, estudiaron la renta a través de las clases sociales del mismo modo que la sangre entre
los diversos órganos del cuerpo humano.Petty distinguió dos factores de producción: el trabajo y la tierra "el trabajo
es el padre...de la riqueza y la tierra es su madre".

Adam Smith
Adam Smith desarrolló teorías de los sentimientos en su libro La Teoría de los Sentimiento Morales publicado en
1759: los individuos se mueven por el interés individual, amor propio y no solamente son movidos por interés
individual sino que en el corazón humano tienen los sentimientos de simpatía. Smith busco rebatir a Thomas Hobbes
(autor de Leviatán) y a Bernard Mandeville, quien escribió La Fauna de las Abejas, ¨La Flora De Las Mariposas,
cuyo subtítulo es O Vicios Privados o Virtudes Públicas. Para Mandeville, la prosperidad pública es el resultado del
comportamiento de los vicios.
Fundador de la economía como ciencia, Smith escribió el libro "La Riqueza
de las Naciones", considerado el primer tratado sobre economía política y
texto fundacional de la economía clásica. Sus aportes a la teoría fueron muy
amplios, y entre ellos destaca la diferenciación entre precio y valor de uso de
los bienes. Consideró que la natural tendencia del hombre a enriquecerse es
beneficiosa para el conjunto de la sociedad, que la división del trabajo y la
especialización traen crecimiento en la producción. Su concepto de la mano
invisible postula que el crecimiento y el desarrollo son procesos naturales
provenientes de la natural ambición del hombre a enriquecerse y que el
Estado no debería intervenir; cuanto más libre sea la competencia, mejor para
el conjunto de la sociedad.

Smith aplica un papel al Estado. El Estado desempeña un papel fundamental,


importante en la defensa y la justicia y en la financiación de obras e
instituciones públicas que no se llevan a cabo por los individuos. La Riqueza
Adam Smith
de las Naciones inspiró al resto de los economistas clásicos para formular sus
teorías.
Defensor del laissez faire en cuanto a la no intervención del gobierno en los asuntos económicos. Para promover el
bienestar, los mejores medios son el estímulo del propio interés y el desarrollo de la competencia.
El análisis del cambio dinámico de la sociedad descansa sobre la teoría de la acumulación, sostiene que la
distribución del ingreso se distribuye entre las diversas clases sociales y de manera preferente, entre capitalistas y los
terratenientes.
Historia del pensamiento económico 26

David Ricardo
Su obra más importante, Principios de economía política y tributación, constituye la exposición más madura y
precisa de la economía clásica; en el prefacio afirma que "el principal problema de la economía política es
determinar las leyes que regulan la distribución". Con ese fin, David Ricardo desarrolló una teoría del valor y una
teoría de la distribución.
Entre sus aportes destaca especialmente la teoría de la ventaja comparativa, que defiende las ventajas del comercio
internacional y en esencia es una ampliación de la división del trabajo propuesta por Adam Smith. También se le
atribuye la idea que afirma que el salario real de los trabajadores permanecerá cercano al nivel de subsistencia
aunque haya intentos de incrementarlos, conocida como la ley de hierro de los salarios, basada a su vez en las ideas
de Thomas Malthus.
Además propuso la que actualmente se conoce como equivalencia ricardiana, una teoría que sugiere que en algunas
circunstancias la decisión de un gobierno de cómo financiarse (utilizando impuestos o mediante la emisión de deuda
pública) puede no tener efecto en la economía. Irónicamente, aunque esta equivalencia lleva su nombre, Ricardo
nunca estuvo totalmente convencido. Robert Barro hizo unas variaciones de la misma idea utilizando la teoría de las
expectativas racionales.

Thomas Malthus
En sus Principios de la Economía Política, publicado en 1820, explicó el paro basándose en la insuficiencia de la
demanda. Así, criticÓ la ley de los mercados de J. B. Say, según la cual toda oferta genera su propia demanda. Esta
ley afirma que los problemas de la oferta (costes) son la razón fundamental de las crisis económicas. Al contrario,
Thomas Malthus explicó que el problema fundamental de la economía es la carencia de la demanda efectiva. Es uno
de los primeros autores que tienen una teoría sobre el paro.
También es considerado como el padre de la Demografía. Es conocido principalmente por su Ensayo sobre el
principio de la población (1798), en el que se expone el principio según el cual la población humana crece en
progresión geométrica, mientras que los medios de subsistencia lo hacen en progresión aritmética. Así, llegará un
punto en el que la población no encontrará recursos suficientes para su subsistencia (catástrofe maltusiana).

John Stuart Mill


Este autor escribió la mejor síntesis de la Economía Clásica, en su libro Principios de Economía Política (1848). En
este libro, John Stuart Mill recoge las aportaciones fundamentales del resto de economistas clásicos. También hizo
avanzar importantemente la economía clásica.

Economía marxista
Karl Marx y Friedrich Engels
Historia del pensamiento económico 27

Karl Marx, estudia a Adam Smith, David Ricardo y a otra gran cantidad de
economistas, además de filósofos como Hegel (Dialéctica) y Feuerbach
(Materialista). Elabora la teoría llamada Materialismo Histórico, en la cual
postula que la Sociedad Humana evoluciona porque se encuentra en
permanente movimiento, tanto económica como culturalmente. Así, para
Marx la sociedad humana evolucionó de las comunidades primitivas al
esclavismo, de ahí al feudalismo, después al Capitalismo y pronosticaba que
de ahí iría a nueva sociedad.
Su Obra más conocida es "El Capital", en la cual analiza el funcionamiento
del Sistema Económico Capitalista, tanto en la producción como en la
circulación. Karl Marx
Marx es considerado un Revolucionario que denuncia el mutismo de los
economistas ante la lucha de clases y la explotación.
Sus Principios más importantes son
• la lucha de clases es la lucha de todas las sociedades clasistas: en el esclavismo existen esclavos y amos, en el
feudalismo vasallos y señores feudales, en el capitalismo son Proletarios y Burgueses.
• la etapa capitalista es una etapa necesaria en la sociedad pero no la última.
• quienes producen y generan la riqueza de la sociedad, son los trabajadores asalariados o proletarios, pero ellos no
son propietarios de los medios de producción.
• el sistema capitalista sólo puede existir gracias al trabajo asalariado.
• Marx también defiende la teoría del valor.
• La teoría del plusvalor.
El trabajador al transformar con su trabajo las materias primas crea una plusvalía, esto es, genera más valor del que
tiene esta materia, también llamado valor agregado. Es por ello que, por ejemplo, una mesa tiene más valor que una
tabla o pedazo de madera. Para Marx esta plusvalía es la ganancia de los capitalistas.
• los empleados asalariados se venden por horas y esto los convierte en mercancías, pues venden su fuerza de
trabajo.
• la competencia entre los capitales siempre resulta en un ganador que se hace más y más fuerte, por lo que es más
difícil competir con él; así unos se enriquecen mientras otros se empobrecen.
Por todo esto Marx concluye que la propiedad sobre los medios de producción es el camino para enriquecerse en la
Sociedad Capitalista, pues de éste modo también se convierte en propietario del producto terminado (que posee más
valor), gracias al trabajo asalariado..
Federico Engels, su gran amigo y apoyo incondicional, alentó a Marx para dar el salto del campo filosófico al
económico. Los textos publicados por Marx muestran una clara influencia en este sentido. Algunas obras de
economía de Engels son "La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra" y "El Anti-Dürhing"

Economía neoclásica
En la década de 1870, se produjo una ruptura con la línea del análisis económico. Los economistas neoclásicos
explicaron los precios relativos desde el lado de la demanda agregada, mientras que los clásicos explican los precios
relativos desde el punto de vista de los costes (oferta). Explican el valor de los bienes en función de la utilidad
marginal, es decir, de la última unidad consumida. Este cambio teórico se conoce como la "Revolución
Marginalista", que fue el punto de partida del nacimiento del pensamiento neoclásico.
Hubo tres grandes escuelas neoclásicas, en las que destacan los siguientes economistas:
• William Jevons y Alfred Marshall, de la escuela inglesa de Cambridge, que desarrolló el concepto de Equilibrio
parcial.
Historia del pensamiento económico 28

• Carl Menger y Eugen von Böhm-Bawerk, de la escuela austríaca de Viena, que desarrolló los fundamentos de una
economía subjetivista, y una teoría de los procesos de mercado que abandona la noción de equilibrio como base
del análisis económico.
• Léon Walras y Vilfredo Pareto, de la escuela francesa de Lausanna, que desarrolló la teoría del equilibrio general
y que creó el concepto de "utilidad marginal" que originó el marginalismo como corriente del análisis económico.

Valor de los bienes


La última unidad consumida es la que determina el precio del bien. El valor de un bien viene determinado por el uso
menos importante que se hace de ese bien. Para illustrar la teoría, Menger tomó el ejemplo del paradoja del agua y
los diamantes. Al haber mucha agua su valor es menor, explica, porque el precio de un diamante es mucho más
elevado que el del agua. Así el valor de los bienes es completamente subjetivo.

Teoría del equilibrio general


Para Walras la teoría económica se basa en dos supuestos: por una parte cada persona, o empresa tiende a maximizar
su utilidad y por otra parte la demanda de cada bien debe igualar a su oferta. Se apoyó en la curva de demanda
propuesta por Cournot, pero observó que solamente se aplica estrictamente al intercambio de dos bienes, por lo que
se ocupó de deducir la curva de oferta de uno de los bienes a partir de la curva de demanda del otro. Para expresar
matemáticamente los factores de los que depende la oferta, usó la teoría de los servicios productivos de Jeanm
Baptiste Say (la venta de una unidad de un servicio comporta para su poseedor una privación de utilidad).
Concluyó que las funciones de demanda y oferta de un producto dependen tanto de su precio, como de los precios de
los demás productos, rentas, costos de producción y otros factores. Los factores económicos proceden mediante un
"tanteo", que aunque significa respuestas individuales diferentes, finalmente resulta en un comportamiento que
tiende a maximizar la utilidad. El punto de equilibrio de cada mercado depende de lo que sucede en los demás
mercados, por lo que la determinación del equilibrio general, de todo el mercado, implica la determinación
simultánea del equilibrio parcial de cada mercado. Walras construyó entonces un sistema de ecuaciones que define el
equilibrio estático de este sistema de cantidades interdependientes.
Su teoría monetaria partió de la necesidad individual de medios de pago, análoga a la demanda de un bien (el
dinero), cuyo comportamiento se rige también por la utilidad marginal y es predecible mediante "ecuaciones de
circulación".
Alfred Marshall era un profesor en la Universidad de Oxford. Su labor docente se basó en las teorías de Ricardo y
Stuart Mill complementadas con las aportaciones del marginalismo, especialmente de Karl Menger y Léon Walras,
conciliando las teorías ricardianas con las de la escuela austriaca. De espíritu abierto, con una sólida formación
matemática, histórica y filosófica, introdujo en sus enseñanzas las críticas a la Escuela Clásica inglesa
(principalmente, Smith, Ricardo, Malthus y Stuart Mill) procedentes del historicismo alemán y del socialismo, así
como también de la escuela marginalista.
La «síntesis neoclásica», base de la teoría económica moderna. En 1890 publicó su obra capital, Principios de
economía, que durante muchos años fue el principal libro de texto en las facultades de todo el mundo. En el primer
volumen de la obra compaginó conceptos de la economía clásica como riqueza, producción, trabajo, capital o valor
con aportaciones de la escuela marginalista como utilidad y utilidad marginal. A los agentes de la producción (tierra,
trabajo, capital) añadió un nuevo factor, el de la organización industrial.
En el 2º volumen realizó una exposición del funcionamiento de los mercados, un análisis de oferta y demanda y
expuso su teoría del equilibrio general, de la formación de la oferta, la incidencia de los monopolios y la distribución
de la riqueza nacional. Los problemas más destacados que analizó fueron el de la formación de los precios y la
distribución de la renta.
En el primer caso estableció como determinantes del valor de un bien tanto el coste de producción como la utilidad.
A partir del valor del bien, la formación de los precios vendría dada por la confluencia de la oferta y la demanda; la
Historia del pensamiento económico 29

primera, determinada por los costes de producción, y la segunda, por la utilidad marginal. También estableció una
relación entre precio y cantidad demandada cuya sintaxis gráfica (curvas de oferta y de demanda) sigue vigente hoy
día.

El Óptimo de Pareto
Vilfredo Pareto desarrolla y perfecciona la teoría de Walras. Introduce el concepto de óptimo económico que hoy en
día se conoce como el Óptimo de Pareto. El óptimo es aquella situación en la que ningún individuo puede mejorar su
situación sin que empeore la de algún otro.
Para que se dé el Óptimo de Pareto, es necesario que haya un sistema de competencia pura y perfecta. Esto significa
que se den estas cinco condiciones: atomicidad de los mercados (tantos compradores y vendedores que ninguno de
ellos pueda influir individualmente en el precio del producto), transparencia y perfecta información (todo individuo
conoce perfectamente cuáles son las condiciones del mercado), libre entrada y salida del mercado (no existen
restricciones para que cualquier empresa pueda producir lo que desee), libre movilidad de los factores productivos
(tanto el capital como el trabajo van a aquella situación según el precio de los factores), y por fin homogeneidad del
producto (a los consumidores les da igual a quién comprar si todos los productos son iguales).

Keynesianismo

Keynes y los inicios de la moderna teoría macroeconómica


John Maynard Keynes (1883-1946) nació en Cambridge, educado en Eton y
en la Universidad de Cambridge, donde tuvo como profesores a Arthur Pigou
y Alfred Marshall. Durante la Primera Guerra Mundial trabajó para el
Gobierno británico, y como su representante en la Conferencia de Paz de
París (1919). Sus observaciones sobre la conferencia se plasmaron en su libro
"The Economic Consequences of the Peace" (Las consecuencias económicas
de la paz) (1919) donde argumentó que las reparaciones que se obligaba a
pagar a Alemania a los países victoriosos en la guerra eran excesivas y que
llevarían a la economía alemana a la ruina y resultarían en futuros conflictos
para Europa.

Su obra central fue "Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero" en


la que desafió el paradigma económico imperante en el momento de la John Maynard Keynes

publicación en 1936. En este libro Keynes presentó una teoría basada en la


noción de demanda agregada para explicar las variaciones del nivel general de actividad económica, como las
observadas durante la Gran Depresión de los años 30. Según su teoría, el ingreso total de la sociedad está definido
por la suma del consumo y la inversión; y en una situación de desempleo en la que exista una capacidad productiva
no utilizada, "solamente" podrá aumentarse el empleo y el ingreso total, incrementando primero los gastos, sea en
consumo o en inversión.

La escuela neokeynesiana
La economía keynesiana se centró en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda
agregada y sus relaciones con el nivel de empleo y de ingresos. El interés final de Keynes fue poder dotar a unas
instituciones nacionales o internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de recesión o crisis. Este
control se ejercía mediante el gasto presupuestario del Estado, política que se llamó política fiscal. La justificación
económica para actuar de esta manera parte, sobre todo, del efecto multiplicador que se produce ante un incremento
Historia del pensamiento económico 30

Pensamiento económico reciente


Después de la segunda guerra mundial, hubo un cierto consenso entre los economistas a propósito de las políticas
económicas que adoptar. La mayoría de los gobiernos de los países desarrollados, atendiendo a las propuestas
keynesianas, iniciaron una activa política de intervención tan estructural como coyuntural en la economía,
aumentando progresivamente sus gastos y el peso del sector público. El keynesianismo fue adoptado como
paradigma dominante en todas las universidades occidentales, y algunos económicos trataron de realizar una fusión
entre el modelo neoclásico y el modelo keynesiano. Paul Samuelson fue el que realiza este síntesis teórica entre las
diversas corrientes dando lugar al neokeynesianismo. Algunos economistas, los postkeynesianos, consideran sin
embargo que las ideas de Keynes fueron excesivamente deformadas por esa fusión y por los vulgarizadores y que en
su forma original aún tienen mucho que aportar para comprender el funcionamiento de la economía.
Sin embargo, durante los años cincuenta y sesenta, un pequeño grupo, los monetaristas, criticaron a las políticas
keynesianas. Fundada y liderada por Milton Friedman, de la Escuela de Chicago, la escuela monetarista condena la
intervención coyuntural de los gobiernos en la economía e insistieron también en los efectos negativos de un
excesivo peso del Estado. En lugar de estas políticas gobernantes, propusieron políticas monetarias neutrales
permitiendo a la economía crecer sin inflación. La influencia de los monetaristas quedo limitada, ya que el
keynesianismo fue dominante hasta los años setenta. De hecho, la crisis económica de los años setenta se caracterizó
simultáneamente por una inflación y un paro importantes, algo inexplicable por las teorías keynesianas. A raíz de
esta crisis, la escuela monetarista volvió dominante y las políticas que abogaban fueron adoptadas por la mayoría de
los gobiernos de los países industriales, en primero los Estados Unidos e Inglaterra con la llegada al poder en 1979
de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. De la escuela monetarista surgio la llamada Nueva economía clásica lo que
a su vez, dio apoyo a las corrientes neoliberales que dominaron la ciencia económica durante los años 80.
Durante la segunda mitad del siglo veinte surgieron algunas corrientes de la teoría económica que analizaban campos
aparentemente dispersos y muy específicos, y que todos pertenecen a un programa de investigación que se conoce
como neoinstitucionalismo. Las teorías más importantes de este movimiento son el análisis económico del derecho,
la teoría económica de la elección pública, la nueva teoría de la empresa y los contratos, la teoría de los costes de
transacción y la economía de la información, entre otras. A finales del siglo se desarrollaron también escuelas
económicas especializadas en sujetos particulares en margen del pensamiento económico dominante. Ejemplos
notables de estas corrientes son la teoría de la microeconomía moderna, la econometría o la teoría de los juegos.

Bibliográfía
Bibliografía general
• Ravier, Adrián, Lecturas de Historia del Pensamiento Económico, Unión Editorial, Madrid, 2012.
• Ekelund y Hébert. Historia de la Teoría económica y de su método; Mc Graw Hill, Madrid.
• Blaug, Mark, Economic Theory In Retrospect, Cambridge University Press, 1996.
• Ekelund, Robert B. y Robert, F. H. Historia de la teoría económica y su método: McGraw-Hill, 1992.
• Fellner, William, Modern Economic Analysis, McGraw-Hill, 1960
• Fernández López, Manuel. Historia del pensamiento económico; A-Z editora, 1998.
• Niehans, Jürg, A History of Economic Theory, The Johns Hopkins University Press,1990.
• Rothbard, Murray N. Historia del Pensamiento Económico 2 Tomos; Unión Editorial, 1999.
• Robbins, Lionel, A History of Economic Thought. The LSE Lectures, editadas por Steven G. Medema y Warren J.
Samuels, Princeton University Press, 1998.
• Schumpeter, J., History of Economic Analysis, Oxford University Press, 1954.
• Spiegel, Henry William, The Growth of Economic Thought. Duke University Press, 1991.
• Taylor, Overton H., A History of Economic Thought, McGraw-Hill, 1960
Bibliografía especial
Historia del pensamiento económico 31

• Beaud, Michel y Gilles Dostaler, Economic Thought since Keynes, Routledge, 1995.
• Blaug, Mark et al, The Quantity Theory of Money, Edward Elgar, 1995.
• Hansen, Bent, A Survey of General Equilibrium Systems, McGraw-Hill, 1970.
• Humphrey, Thomas M., Money, Banking and Inflation. Essays in the History of Monetary Thought, Edward
Elgar, 1993.
• Jonung, Lars, The Stockholm School of Economics Revisited, Cambridge University Press, 1991.
• Laidler, David, The Golden Age of the Quantity Theory, Princeton University Press, 1991.
• Laidler, David, Fabricating the Keynesian Revolution, Studies of the Inter-War Literature on Money, the Cycle,
and Unemployment, Cambridge University Press, 1999.
• Patinkin, Don, Anticipations of the General Theory? And Other Essays on Keynes, The University of Chicago
Press, 1982.
• Silva Herzog, Jesús, Antología del pensamiento económico-social, Fondo de Cultura Económica, 1963.
• Sowell, Thomas, Classical Economics Reconsidered, Princeton University Press, 1974.
• Ravier, Adrián, Richard Cantillon y el primer tratado de economía política, en LECTURAS de Historia del
Pensamiento Económico, Unión Editorial, Madrid, 2012.

Enlaces externos
• ECOMUR. Portal de economía y enseñanza [1]
• História do pensamento econômico [2] (en portugués)
• The history of economic thought website [3] (en inglés)
Sitios económicos
• Breve historia del pensamiento económico [4] e Historia del pensamiento económico heterodoxo [5], Eumed.net
(Biblioteca Virtual de las Ciencias Sociales, Económicas y Jurídicas de la Universidad de Málaga)
• Historia del Pensamiento Económico [6] y sitios de interés [7], Asociación Mexicana de Historia Económica.
• Historia del pensamiento económico [8], Econoaula.com
• Historia del pensamiento económico [9], Ecolink.com.ar
• Historia del pensamiento económico [10], Zonaeconomica.com
Universidades
• Universidad de La Rioja - Historia del pensamiento económico y progreso de la ciencia económica: una
perspectiva pluralista [11] (pdf)
• Universidad Andres Bello - Escuela Austríaca de economía: Historia del pensamiento económico [12]
• Boise State University - Historia del pensamiento económico [13]
• Facultad de Derecho y Ciencias Sociales - Historia del pensamiento económico [14]
• Universidad del CEMA - Historia del pensamiento económico [15]
Historia del pensamiento económico 32

Referencias
[1] http:/ / www. ecomur. com/
[2] http:/ / www. pensamentoeconomico. ecn. br
[3] http:/ / cepa. newschool. edu/ het/
[4] http:/ / www. eumed. net/ cursecon/ 1c/ pensamiento-economico. htm
[5] http:/ / www. eumed. net/ cursecon/ libreria/ 2004/ dg-hpeh/ dg-hpeh. htm
[6] http:/ / www. economia. unam. mx/ amhe/ histpens. html
[7] http:/ / www. economia. unam. mx/ sua/ site/ materia/ sem3/ pensamiento/ sitios. html
[8] http:/ / personal. telefonica. terra. es/ web/ felipefoj/ PENSAMIENT_%20ECON. htm
[9] http:/ / www. econlink. com. ar/ historiadelpensamientoeconomico
[10] http:/ / www. zonaeconomica. com/ historiapensamientoeconomico
[11] http:/ / dialnet. unirioja. es/ servlet/ articulo?codigo=2483281
[12] http:/ / blog. unab. cl/ joselumunoz/
[13] http:/ / www. boisestate. edu/ econ/ lreynol/ web/ Het. htm
[14] http:/ / www. themis. umich. mx/ ~teresadc/ hpe/ hpe. html
[15] http:/ / www. cema. edu. ar/ ~jms/ cursos_grado_y_posgrado/ historia_del_pensamiento_economico/

Economía clásica
La economía clásica, también conocida como
Economía política, es una escuela de pensamiento
económico cuyos principales exponentes son Adam
Smith, Jean-Baptiste Say y David Ricardo. Es
considerada por muchos como la primera escuela
moderna de economía. Incluye también autores tales
como Karl Marx, Thomas Malthus, William Petty y
Frédéric Bastiat, algunos incluyen, entre otros, a
Johann Heinrich von Thünen. Generalmente se
considera que el último clásico fue John Stuart Mill.

El término "economía clásica" fue acuñado por Marx


para referirse a la Economía ricardiana – la economía
de Ricardo y James Mill y sus antecesores – pero su
uso se generalizo para describir también tanto a los
seguidores de Ricardo y Mills como a todos los
influidos por las percepciones generales de esos
autores,[1] incluido Marx mismo.[2]

Portada del libro de Adam Smith, La riqueza de las naciones.


Orígenes
La publicación del libro de Adam Smith titulado Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las
naciones (generalmente conocido como La riqueza de las naciones) en 1776 se considera normalmente como el
comienzo de la economía clásica. La escuela estuvo activa hasta mediados del siglo XIX. A pesar de su rechazo al
mercado libre, la escuela de economía más grande que todavía se adhiere a las formas clásicas es la escuela marxista.
Sin embargo, la Nueva economía clásica esta fuertemente influida por las percepciones generales de la escuela.
En adición a la obra de Smith, generalmente se considera que los textos fundamentales de la economía clásica son
los Principios de economía política y tributación de Ricardo (1814)[3] y los Principios de economía política, con
algunas de sus aplicaciones a la filosofía social, de John Stuart Mill (1848)[4] ambas obras siendo de uso general en
las cátedras de “economía política” hasta la introducción de los “Principios de economía” de Alfred Marshall (1890).
Economía clásica 33

Otro texto cuya importancia no puede ser ignorada es El Capital, de Marx (1867). Los economistas clásicos
intentaron y en parte lograron explicar el crecimiento y el desarrollo económico. Crearon sus teorías acerca del
“estado progresivo” de las naciones en una época en la que el capitalismo se encontraba en pleno auge tras salir de
una sociedad feudal y en la que la revolución industrial provocaba enormes cambios sociales.
Los economistas clásicos reorientaron la economía, alejándose del análisis previo que se centraba en los intereses
personales del gobernante y/o las clases gobernantes. El fisiócrata François Quesnay y Adam Smith, por ejemplo,
identificaron la riqueza de la nación con el producto nacional bruto, en lugar de con la tesorería del rey o del estado.
Smith veía este producto nacional como derivado del trabajo aplicado a la tierra y al capital. Ese producto nacional
se divide "naturalmente" entre trabajadores, terratenientes y capitalistas, en la forma de salario, renta e interés.
Fue desplazada en gran parte por escuelas marginalistas de pensamiento, que derivaba su concepto de valor de la
utilidad marginal que los consumidores encontraron en un bien en lugar del costo de los gastos envueltos en
producirlo. Sin embargo, algunas de las percepciones clásicas fueron incorporadas en la escuela neoclásica, que
comenzó en el Reino Unido a partir del trabajo de Alfred Marshall.

Características de la escuela clásica

Metodología de los clásicos


La metodología de los clásicos estaba fuertemente influida por los desarrollos científicos tempranos,[5] derivados de
Newton y la tradición crítica o analítica trazable a Kant.[6]
Los clásicos buscaban fundar sus posiciones en el estudio empírico o de la realidad a fin de formular, generalmente,
modelos conceptuales que les permitieran enunciar leyes naturales relevantes al área de estudio,[7] consecuentemente
utilizaban extensiva, pero no exclusivamente, el razonamiento inductivo.[8]
Lo anterior parece sugerir, en general, una concepción "estática" de las relaciones económicas, en el sentido que
esas se basan o deben a leyes las que, al igual que las leyes físicas, se supone son eternas y universales. Pero eso no
se debe interpretar como significando que se carezca de cualquier "flexibilidad" o "libertad" en relación a los
procesos o el sistema que implementan esas leyes sino más bien como una sugerencia que, si las leyes son
conocidas y explotadas, dan origen, en las palabras de Smith, a "... planes muy diversos en la manera general de
emplearlo, pero no todos estos planes conducen igualmente a incrementar el producto. La política de unas naciones
ha fomentado extraordinariamente las actividades económicas rurales, y la de otras, las urbanas. Difícilmente se
encontrara una nación que haya tratado con la misma igualdad e imparcialidad esas distintas actividades. Desde la
caída del Imperio Romano la política de Europa ha favorecido más las artes, las manufacturas y el comercio,
actividades económicas propias de las ciudades, que la agricultura, actividad económica rural. En el Libro tercero se
explican las circunstancias que dieron origen a esa política, y aconsejaron aplicarla.". Dado un plan exitoso se
obtiene: "La gran multiplicación de producciones en todas las artes, originadas en la división del trabajo, da lugar, en
una sociedad bien gobernada, a esa opulencia universal que se derrama hasta las clases inferiores del pueblo. Todo
obrero dispone de una cantidad mayor de su propia obra, en exceso de sus necesidades, y como cualquier otro
artesano, se halla en la misma situación, se encuentra en condiciones de cambiar una gran cantidad de sus propios
bienes por una gran cantidad de los creados por otros; o lo que es lo mismo, por el precio de una gran cantidad de los
suyos. El uno provee al otro de lo que necesita, y recíprocamente, con lo cual se difunde una general abundancia en
todos los rangos de la sociedad."[9]
El asunto de si es posible o no considerar las “leyes económicas” como leyes naturales permanece en la actualidad
(principios de segunda década del siglo XXI, y a partir del análisis de Alfred Marshall[10]) debatido.[11][12]
Economía clásica 34

Objetivos o áreas de interés


Como es generalmente aceptado[13] la economía o escuela clásica tiene las siguientes áreas de interés.
• El foco de atención son los grupos o clases de individuos. La economía clásica (llamada economía política)
estudia lo que determina los salarios recibidos por los trabajadores en general más que lo que cada trabajador
individual recibe; o qué ocasiona que la tasa de ganancia suba o baje, más que los factores que ocasionan la
ganancia de una empresa particular, etc.
• Interés en la generación e incremento de la riqueza general o de las naciones[14][15]— lo que ahora se conoce
como Crecimiento económico — El aumento en la riqueza era conceptualizado debido a la generación de lo que
desde los tiempos de los fisiócratas se llamaba plusvalía. Por ejemplo, el resultado de la producción agrícola es
-generalmente- superior a la semilla usada. Esa cantidad "extra" es plusvalía e implica que la riqueza ha
aumentado. Esa generación de plusvalía es percibida como dependiente, no solo de los factores de producción
sino de una multitud de elementos y fenómenos tales como la formas de organización e intercambio de los
mismos, tanto a nivel empresarial como social. El famoso ejemplo de la fabricación de alfileres de Adam Smith
muestra como una nueva forma de organización de la producción lleva a una producción superior o extra a la
obtenida anteriormente, sin uso de recursos -trabajo, bienes de capital, etc- adicionales (ver División del trabajo).
Adicionalmente a partir de los clásicos el como el gobierno se aproxime a las actividades productivas, por
ejemplo, permitiendo o restringiendo la libertad de comercio, no puede ser ignorado en el análisis económico.

Doctrinas y “leyes económicas" clásicas


Es necesario notar que no todos los clásicos compartían la totalidad de ya sea estas asunciones generales y leyes
económicas o la interpretación de ellas. Sin embargo, los clásicos como escuela si pueden ser caracterizados por
ellas.[16]

Asunciones generales
• Doctrina del interés propio o Egoísmo psicológico. Los clásicos asumen que la motivación básica y natural de los
individuos es el interés propio. Los productores producen no porque deseen hacer el bien, sino porque les
conviene. Los consumidores compran no porque les interese el bienestar de los productores, sino porque
consideran que lo que compran les es útil, etc. (ver, por ejemplo: Ética en David Hume [17] ).
• Doctrina de la racionalidad de los individuos. La característica principal de los seres humanos es que son animales
racionales. Las personas actúan —o consiguen sus objetivos— más efectivamente cuando lo hacen de acuerdo a
la razón (ver Racionalismo y Empirismo).
• Doctrinas de la competencia y la cooperación. Los individuos persiguen racionalmente sus intereses a veces
compitiendo y a veces cooperando. Smith enfatizo las ventajas de la competencia individual, sugiriendo que esos
intereses competitivos individuales convergen, como dirigidos por una "mano invisible", en el interés común
(Doctrina de la armonía de los intereses). Ricardo[18] y esos influidos por el (especialmente Marx[19]), se
centraron en la competencia de grupos o clases (ver lucha de clases). Stuart Mill estudio los efectos de la
cooperación.[20]
• Doctrina del trabajo como fuente de toda riqueza y valor. Por ejemplo, Adam Smith comienza su "La riqueza de
las naciones" estableciendo que "El trabajo anual de un país es el fondo que originalmente le proporciona todas
las cosas necesarias y convenientes para la vida y que anualmente consume; y esas cosas son siempre ya sea el
producto inmediato de ese trabajo, o lo que es comprado en otros países con ese producto.".[21]
• Doctrina del desarrollo o progreso. A partir de Turgot los procesos económicos son percibidos como teniendo
lugar en tiempos históricos, lo que lleva a los clásicos a una concepción de progreso evolutivo. (ver "La madurez
de la idea del progreso: el aporte francés" en progreso). Todos los clásicos avanzan teorías de etapas de desarrollo
económico social, las que generalmente, pero no siempre (ver Malthusianismo) culminan en una etapa de
Economía clásica 35

abundancia y bienestar general. Esas etapas a su vez pueden ser sub divididas en momentos o estadios, el todo
basado en la aplicación (intencional o no) de leyes económicas. Así, por ejemplo, en el esquema de Smith la
progresiva división del trabajo está estrechamente relacionada con otros dos fenómenos: la acumulación de capital
y la extensión gradual del mercado. La acumulación de capital permite alcanzar grados de especialización cada
vez mayores y esto da lugar a un aumento continuo de la productividad del conjunto de factores
productivos.[22][23]
• Doctrina de la mínima distorsión de actividades económicas. Si las “leyes económicas” son leyes naturales cuya
aplicación conduce a la eficiencia económica, a lo menos que se distorsione su funcionamiento, lo más eficiencia.
Los procesos económicos eran considerados como capaces de autoregulación, en otras palabras, las fuerzas
económicas por si mismas dirigirán la producción, intercambio y consumo a su nivel más eficiente. Esto
generalmente se interpreta, en la actualidad — pero no del todo correctamente,[24] como significando “mínima
intervención estatal”, laissez faire o Mercado libre: a lo menos gobierno, lo mejor. La acción del estado debe
confinarse a enforzar los derechos individuales (especialmente el de propiedad), proveer la defensa nacional y
algunos servicios públicos de interés general (justicia, algunos tipos de educación, etc).

Principales "leyes" económicas


• Ley de Petty y Ley de Engel: El progreso técnico reduce los costos de transporte, lo que aumenta los ingresos (o
poder de compra de los mismos) de la población en general y expande y transforma el mercado, facilitando así el
crecimiento urbano y la expansión de la producción.
• Ley de los mercados: La riqueza depende de la producción. Cuantos más bienes se produzcan, más bienes
existirán, que constituirán una demanda para otros bienes, lo que tiende a una situación (que los clásicos
denominaban Estado progresivo) en la cual todos los recursos se emplean al máximo, a beneficio general.
• Ley de la oferta. Dado que ciertos bienes se pueden vender (en otras palabras: dada la existencia de deseo por
ciertos bienes) el “valor de cambio” o precio de los mismos depende de la oferta. Si hay un solo productor, o los
productores actúan en conjunto, los precios serán los de monopolio (es decir, los más altos posibles). Si hay
varios productores y hay competencia, los precios decaerán al límite posible: el costo de producción o precio
natural[25] (Teoría del valor como costo de producción) (nótese que ese precio natural incluye los "salarios" tanto
del trabajo como del capital y los recursos naturales, incluyendo la renta). No es que los clásicos ignoraran la
demanda, es que no la consideraban importante en el largo plazo: "Por abundante que sea la demanda, nunca
puede elevar permanentemente el precio de una mercancía sobre los gastos de su producción, incluyendo en ese
gasto la ganancia de los productores. Parece natural por lo tanto buscar la causa de la variación del precio
permanente en los gastos de producción. Disminuyase esos y (el precio de) la mercadería debe finalmente decaer,
aumentense y seguramente subirán. Que tiene todo eso que ver con la demanda?".[26] En otras palabras:
asumiendo competencia, los productores están forzados a reducir el precio al máximo posible, alternativamente
arriesgan no vender mientras sus competidores venden todo.
(Estas cuatro leyes se pueden ver como justificando el optimismo de muchos clásicos, a partir de Smith,
en el sentido de creer que el progreso conduce a la “opulencia general”, creencia que sus críticos —por
ejemplo, Veblen, Schumacher; etc — llaman "teoría del más es mejor"- ver también Economía del
estado estacionario).
• Teoría del valor-trabajo: El valor de un bien o servicio está dado por la cantidad de trabajo empleado en la
producción de ese bien o servicio.
• Ley de los rendimientos decrecientes: se refiere a la disminución paulatina de los rendimientos económicos
-especialmente la tasa de ganancia- en la medida que, manteniendo el resto de factores constantes, se añadan
cantidades adicionales de un recurso específico. La asunción general es que tanto la expansión de la población
como el avance tecnológico lleva al uso de recursos cada vez más difíciles de explotar, o menos productivos.
Dado que los precios por lo menos no aumentan, sigue que la producción/ganancia debe decaer [27].
Economía clásica 36

• Ley de hierro de los sueldos: los salarios reales tienden "de forma natural" hacia un nivel mínimo, que
corresponde a las necesidades mínimas de subsistencia de los trabajadores. Cualquier incremento en los salarios
por encima de este nivel provoca que las familias tengan un mayor número de hijos y por tanto un incremento de
la población, y el consiguiente aumento de la competencia por obtener un empleo hará que los salarios se
reduzcan de nuevo a ese mínimo.

Problemática y legado

Economía como la ciencia lúgubre


La visión del futuro a largo plazo de muchos de los clásicos era más bien pesimista. Eso llevó a muchos a calificar la
disciplina de ser la ciencia lúgubre.[28] Esto no se debe, como muchos asumen,[29] solo a la visión de Malthus sino
más bien a una generalizada en la escuela.[30] En las palabras de Heinrich Sieveking:
"Los enciclopedistas del siglo XVIII, y con ellos los fisiócratas y Smith, opinaban que todas los miserias que
azotaban al mundo eran provocadas por las leyes e instituciones absurdas y erróneas de los hombres. Todo se
repararía con sólo dar libre curso a la Naturaleza. Los horrores de la Revolución francesa dieron un categórico
mentís a este optimismo. No es que se dejara de proseguir en la labor de investigación de las leyes naturales
que presiden la evolución social, pero en lugar de verlas a través de un prisma de esperanza optimista,
aparecieron como una resignación pesimista. En este terreno se sitúa Malthus. Su libro sobre la población fué
publicado como réplica a la Inquiry concerning political justice and its influence on general virtue and
happiness, de Godwin (1793). Mientras éste esperaba el alivio de las miserias humanas en la observancia del
Derecho natural, Malthus trataba de demostrar que no pocas miserias que azotan al género humano se
fundamentan precisamente en la naturaleza de las cosas.".[31]
El problema no era únicamente el hecho que el aumento de la población lleva — debido a la competencia entre
aquellos que buscan trabajo — a la aparición y mantención de la ley de hierro de los salarios (situación exacerbada
por los avances tecnológicos que requieren cada vez menos trabajadores) sino también a la disminución progresiva
de recursos naturales. Adicionalmente la ley de rendimientos decrecientes implica que en general el avance
tecnológico conduce a una situación en la cual la producción de bienes será cada vez más fácil en términos de
esfuerzo de los trabajadores, pero más difícil en términos sociales: se estarán usando recursos cada vez menos
productivos, utilizando máquinas incrementalmente más complejas, que necesitan menos trabajo directo pero
cantidades crecientes de energía,[32] etc.
Por ejemplo, tanto el aumento de la población como los avances tecnológicos hacen necesario y posible la
explotación con fines agrícolas de terrenos que son incrementalmente más difíciles de trabajar y menos productivos.
Pero, y obviamente, la tierra no es un recurso infinito. En algún punto, si la población continúa aumentando, no
importa cuales sean los avances tecnológicos y la productividad agrícola, no habrá lo suficiente para alimentar a la
población. Lo mismo se puede decir de no solo otros recursos naturales sino también del trabajo: el avance técnico
reduce la cantidad de trabajo necesaria para producir los bienes de consumo. Aún si la población se mantiene, esto
no puede sino conducir a una situación en la cual no habrá necesidad de la cantidad de trabajo necesario para que las
personas puedan ganar lo suficiente como para obtener sus necesidades.
A menos, agrega Stuart Mill, que la población límite su crecimiento, pero aún así, por lo menos algunos bienes
naturales eventualmente se extinguirán.
Los ejemplos que Stuart Mill da son más bien simplistas, pero innegables. Por ejemplo, el sugiere que las pieles de
algunos animales árticos no estarán, en el futuro, disponibles para el consumo general. Esos productos comandaran,
por lo menos, un precio especial, de escasez. Esto implica que el progreso, en lugar de llevar a una situación de
prosperidad general, llevara a una situación de escasez incremental. Por lo menos en relación a ciertos productos en
la actualidad considerados de lujo (pieles, marfil, seda, etc) ese futuro es nuestro presente. (Véase también:
Economía del estado estacionario).
Economía clásica 37

Pero, como se ha sugerido, el argumento se aplica no solo a artículo de consumo. En 1865, Jevons se pregunta por
cuánto tiempo podría Gran Bretaña continuar siendo una nación industrializada, teniendo en cuenta que la creciente
demanda de carbón mineral implica que este dejaría de estar disponible para fines industriales en las cantidades
necesarias en un plazo menor a un siglo. "Somos sabios," se preguntaba retóricamente, "en permitir que el comercio
de este país se incremente más allá del punto en que podamos mantenerlo?" (ver The Coal Question).
Esa es una visión que, a largos rasgos, aún se mantiene. Esa es la verdadera tragedia de los comunes. En las palabras
de David Attenborough: "Mañana habrá un cuarto de millón de personas más sentándose a la mesa, esperando
alimento, agua, energía; y pasado mañana otro cuarto de millón y el día después otro cuarto de millón más.... el
crecimiento de la población debe detenerse para poder ofrecer 'una vida decente' a todos.".[33]
A pesar de lo anterior, los clásicos en general (incluyendo Malthus) tenían una visión más bien optimista, creyendo
que la racionalidad llevaría a el control del crecimiento de la población necesario para evitar el descenso a la miseria
general. (la mejor exposición al respecto se encuentra en Stuart Mill, Principios, libro IV, Influence of Progress).
Adicionalmente, por lo menos algunos creían que el desarrollo técnico llevaría (como de hecho ha sucedido) al
reemplazo de los recursos naturales que se agoten ya sea con otros recursos naturales o incluso con recursos
manufacturados. Por ejemplo, Friedrich Engels sugiere: "Y sin embargo, todavía hay un tercer factor, que no cuenta
para nada con los economistas, es verdad — a saber, la ciencia, y el avance de la ciencia es tan ilimitado y por lo
menos tan rápido como el de la población. ¿Qué parte del progreso de la agricultura en este siglo se debe solo a la
química, y de hecho, a solo dos hombres — Sir Humphry Davy y Justus Liebig?. Pero la ciencia se multiplica por lo
menos tanto como la población: la población aumenta en relación con el número de la última generación, la ciencia
avanza en relación a la cantidad total de conocimiento legado por la última generación, y por lo tanto, en las
condiciones más comunes también en progresión geométrica — que es imposible para la ciencia?.[34]
Sin embargo la advertencia clásica permanece: ¿Y cómo podemos ignorar las escalofriantes estadísticas sobre las
tierras de cultivo? En 1960 había una media hectárea de buena tierra cultivable por persona en el mundo — lo
suficiente para mantener una dieta europea razonable. En la actualidad, sólo hay 0,2 de hectárea para cada uno. En
China, es sólo el 0,1 de hectárea, debido a sus dramáticos problemas de la degradación del suelo.[35]

Dicotomía clásica
Los clásicos creían que las variables "nominales" o monetarias y las "reales" o físicas pueden ser analizadas
independientemente.[36] Por ejemplo, se proponía que cosas tales como el producto y ganancia real pueden ser
analizadas sin considerar a sus contrapartidas nominales: el valor monetario de esa producción y la tasa de ganancia.
Uno de los efectos más importantes de esa asunción, especialmente a niveles introductorios en la disciplina, es que
permite simplificar el estudio de los fenómenos económicos.[37]
La dicotomía puede ser definida como la tentativa de explicar los fenómenos económicos exclusivamente en función
de variables económicas, excluyendo, entre otras, las variables monetarias, lo que lleva, obviamente, a la búsqueda
de factores que permitan explicar lo económico sin referencia a tales aspectos "externos", incluyendo los
monetarios.[38]
Esto se ve claramente en la famosa Ley de Say, que parece sugerir que la única función del dinero es servir como
medio de cambio, pero no influencia directamente ni la producción ni la demanda. Partiendo de la base que la
producción y venta de bienes solo adquieren su sentido cuando terminan en otra compra, completando así una
transacción económica, Say sugiere: "El dinero cumple solo una función momentaria en ese doble cambio, y cuando
la transacción es finalmente concluida, siempre se encontrara que un tipo de mercadería ha sido cambiada por otra".
(J.B. Say, 1803[39]).
Sigue que cualquiera fluctuación en el mercado "real" no se debe a efectos monetarios sino a distorsiones o fallos en
el mismo.[40] Pero esas distorsiones son meramente locales y transitorias, en el largo plazo, las fuerzas económicas
por si mismas restorán un balance que implica, de acuerdo a la ley de Say, que los factores económicos están siendo
usados plenamente. Percibir que el producto es de equilibrio en el largo plazo impide que el dinero tenga efectos
Economía clásica 38

reales en la economía.
Esto esta muy cerca de decir que el dinero es "neutral", en el sentido que afecta solo aspectos nominales (por
ejemplo, los precios) pero no las variables reales (la producción). Es necesario notar sin embargo que, estrictamente,
la sugerencia de Say no propone neutralidad monetaria, solo que no es racional mantener dineros ociosos.
Asumiendo neutralidad, la dicotomía sugiere que, a corto plazo, las variables reales no reaccionan ante un cambio en
la política monetaria, y sólo son afectadas por cambios en otras variables reales. Eso implica que la oferta agregada
debe ser perfectamente inelástica a cualquier perturbación originada en la demanda agregada. Por ejemplo, en una
expansión monetaria, los precios absorben totalmente el choque y la producción o crecimiento de la producción se
mantiene en su tasa natural. A largo plazo eso se repite o, más apropiadamente, se mantiene, ya que el producto
siempre está en su nivel natural o de equilibrio, es decir, que está en el nivel de pleno empleo de los recursos
productivos. Cualquier choque monetario es absorbido totalmente por los precios, generando solamente inflación o,
quizás, deflación.[41]
Sin embargo, los clásicos, especialmente los tardíos, se dieron cuenta que el dinero no es neutral en ese sentido.
Cambios en la cantidad de circulante afectan la tasa de interés, lo que a su vez afecta la tasa de ganancia y,
consecuentemente, decisiones acerca de inversión y ahorro, lo que tiene efecto en la economía real. Aún así se
esforzaron en mantener la dicotomía, buscando explicar el efecto del dinero a través de otras variables, lo que
produce una situación más bien confusa. En las palabras de Stuart Mill:
"Es perfectamente cierto que... una adición a la moneda casi siempre parece tener el efecto de bajar la tasa de
interés;... porque está casi siempre acompañada de algo que realmente tiene esa tendencia".... "aunque como
moneda estas adiciones monetarias no tienen un efecto sobre los intereses, como préstamos si lo tienen.".[42]
Todo lo anterior se expresa en dos áreas problemáticas evidentes a través de toda la obra clásica: el problema del
dinero y el problema del valor.
La mayoría de las escuelas macroeconómicas actuales (incluyendo la Nueva Economía Keynesiana y los
Monetaristas) rechazan la dicotomía,[43] dado que, profundizando la sugerencia de Stuart Mill, consideran que la
cantidad de circulante afecta los cálculos económicos básicos, especialmente los relacionados con la tasa de interés.
Sin embargo, algunas versiones de la Nueva economía clásica y algunas escuelas heterodoxas la aceptan.

La cuestión de la cantidad del circulante


Los clásicos, especialmente los tempranos, estaban fuertemente influidos por la Teoría cuantitativa del dinero que
heredaron de las posiciones de Locke[44]' Hume.[45] y Richard Cantillon.
Sin embargo, esa teoría no especifica claramente el como se establece la relación entre el dinero y los bienes, es
decir, el como se establecen los precios. Generalmente se sugería [46] que el dinero (oro, plata, etc) es valuable
"porque tiene valor"[47] (ver Ilusión monetaria y Fetichismo de la mercancía). Esto dio origen a un debate
prolongado pero no cruento, acerca de la concepción del dinero.[48]
A partir de Ricardo, los clásicos empezaron a avanzar lo que se puede denominar teoría del dinero como
mercadería, de acuerdo a la cual, el dinero (oro, plata) tiene un valor el cual, al igual que cualquier otra mercadería,
depende de la cantidad de trabajo requerido para su obtención. En las palabras de Ricardo:
"Oro y plata, como todas las demás mercancías, son valiosos sólo en proporción a la cantidad de mano de obra
necesaria para producirlos y llevarlos al mercado... La cantidad de dinero que puede ser empleado en un país
debe depender de su valor... Aunque el [papel moneda] no tiene ningún valor intrínseco, sin embargo, al
limitar su cantidad, su valor de cambio es tan grande como una denominación igual de monedas metálicas, o
lingotes de ese metal. ".[49]
Nótese que la teoría del dinero como mercadería (también llamada "metalismo") invierte, o por lo menos altera, la
relación entre dinero y valor sugerida por la teoría cuantitativa. De acuerdo a esa, el dinero genera los precios. Su
exceso produce inflación, su falta, deflación. De acuerdo a los metalistas, es la variación de los precios que lleva, al
Economía clásica 39

igual que con cualquier otra mercadería, a las variaciones en la cantidad de oro circulante: un aumento en lo que se
puede comprar con una cierta cantidad de oro (deflación de otras mercaderías) da lugar a un aumento en el
circulante, que eventualmente puede llevar a restablecer la paridad original o establecer una nueva (si la relación oro
con otros bienes no es la que había).
Puesto de otra manera. La producción de metales preciosos, al igual que cualquier otra mercadería, esta determinada
por la ganancia que se obtiene de su producción. Si esa ganancia aumenta -se puede comprar más bienes con el
esfuerzo necesario para producir una cierta cantidad de oro- habrá interés en dedicarse a producir oro. Eso llevara a
un aumento en la cantidad disponible de ese metal. Al igual que cualquier otro productor, los de metales preciosos (o
los propietarios de dinero) llevaran su producto donde pueden conseguir mayores ganancias.
Lo anterior implica que el dinero (considerado en su cantidad, o dinero realmente circulando) depende del mercado.
Si su "valor" (lo que se puede conseguir por una cierta cantidad en relación al trabajo necesario para producirlo)
aumenta, la cantidad de circulante aumentara "naturalmente". Y viceversa.
Sin embargo, los clásicos estaban conscientes que en ciertos momentos históricos había habido inflación. Si la
cantidad de circulante depende naturalmente del mercado, como podemos explicar eso? La situación se hizo urgente
dado que Inglaterra sufrió, durante las Guerras Napoleónicas, a partir de la década de 1790, un periodo
inflacionario.,[50] lo que llevó a un debate que en esencia fue acerca del valor e incremento en la cantidad de dinero
que es suficiente para facilitar el comercio pero no tanto como para causar inflación.
Dos posiciones o escuelas se hicieron evidentes: los lingotistas (bullionist en inglés) y los bancarios.
La posición original (bancaria) se basa en lo que podría ser llamada la doctrina de "documentos de Garantía real" o
respaldo hipotecario en castellano (Real bills doctrine en inglés, Doctrine des effets réels en francés). Los bancarios
aducían que el respaldo del dinero en oro no es necesaria, siempre y cuando el circulante emitido por los bancos,
especialmente como crédito, sea equivalente a depósitos financieros (título de crédito, etc) respaldados por un
derecho real sobre bienes físicos tangibles y redimibles a corto plazo (60 días era sugerido inicialmente). Dado esa
condición, los bancos podrían emitir tanto dinero como fuera requerido por la economía sin producir inflación. Esta
teoría fue mantenida por, entre otros, Adam Smith y James Mill.
La asunción general de esta posición es que, si el dinero es solo un medio de cambio entre mercaderías, cualquier
cosa, incluyendo el papel moneda, puede servir como estándar de valor, con el proviso que establezca una relación
estable y aceptada por los que lo utilizan con el trabajo necesario para producir bienes.[51] Si un banco esta dispuesto
a aceptar, por ejemplo, el título de propiedad de una casa como garantía o pago, y el propietario de la casa y otros
están dispuesto a aceptar una "nota promisoria" ( billete de banco) de ese banco como pago por sus bienes o
propiedades, esos documentos han funcionado como dinero y, en la medida que no cambian ninguna “variable real”
esencial, no puede causar inflación por el mero hecho que el respaldo, en lugar de ser una cierta cantidad de oro en el
banco sea el valor de algún bien tangible. Después de todo, ambas “mercaderías” representan o contienen la misma
cantidad de valor o trabajo, aquel necesario para producirlas. (Para Smith el proceso depende crucialmente de la
confianza que los banqueros generen o adquieran[52]).
Una propuesta similar fue adoptada eventualmente en Alemania durante el período de la República de Weimar con el
Rentenmark y, durante el nazismo, con los llamados "Bonos Mefo" (ver Economía de la Alemania nazi), en ambos
casos con gran éxito.
La posición alternativa, lingotista,[53] era que la cantidad de circulante (monedas y papel) debe ser equivalente, en
una proporción fija y estable, a la cantidad de metal precioso en los bancos. Si los bancos no están obligados a
convertir las notas en oro en una proporción cierta, van a tener la tentación de emitir billetes en exceso a sus reservas
de oro o plata en sus bóvedas. Esto conducirá a un exceso de oferta de dinero, lo que llevara a varias distorsiones,
incluyendo la inflación. Para evitar todo eso, sostuvieron, es necesario mantener una equivalencia estricta entre la
cantidad de circulante emitida por cualquier y todos los bancos y la cantidad de oro y plata mantenido como
respaldo. Esta posición, representada, entre otros, por Ricardo, predomino hasta después de la Primera Guerra
Mundial. (ver patrón oro).
Economía clásica 40

De acuerdo a esa posición, cualquier incremento en la cantidad de oro o plata en un país dado llevaría a un
incremento en los precios en ese país, lo que significaría que la moneda (metales preciosos) irían a algún otro lugar,
en el cual podría ser cambiada por bienes a una tasa másmás favorable. Conversamente, una deficiencia en la
cantidad de oro causaría un caída local en los precios, que llevaría a la exportación de bienes e importación de oro o
plata. Esto tendría el efecto que, a largo plazo, habría una tendencia a mantener una relación estable del valor
(entendido como poder de compra) de esos metales.
John Stuart Mill sugirió una posición intermedia, de acuerdo a la cual los bancos necesitan mantener solo una cierta
proporción de lo emitido como depósitos en oro y/o plata, el resto pudiendo ser respaldado de acuerdo a la doctrina
bancaria. Esto podría quizás dar origen a una cierta inflación, pero cualquier tendencia en esa dirección llevaría a los
poseedores de billetes a cambiarlos por metálico, lo que forzaría a los bancos a redimir sus préstamos a fin de
obtener el oro necesario para redimir sus notas. Ambos procesos a su vez reducirían el circulante, eliminado la
inflación. Esta posición dio eventualmente origen al sistema de banca de reserva fraccional que existió desde esa
fecha[54] y que existe en el presente en todos los países industrializados. (Los depósitos en oro siendo reemplazados
por depósitos en dólares que, hasta 1971, mantenía una relación fija, de 35 dólares por onza, con el oro. A partir de
esa fecha, los respaldos están constituidos por las llamadas Moneda de reserva.- Ver Bancor).
Conviene notar que este debate dio origen a otras diferencias, más complejas, de opinión, diferencias que de las
cuales se ha alegado que “ aún hoy, hay lesiones importantes a ser aprendidas”[55]

El asunto del valor


El otro aspecto problemático es el asunto del valor. Si asumimos que los procesos productivos pueden ser explicados
sin relación directa a consideraciones monetarias tenemos que sugerir un método que permita evaluarlos sin
referencia a tales aspectos. La solución obvia se encuentra en la plusvalía; es decir, al hecho que la finalidad de todo
proceso productivo -en la medida que son de interés a la ciencia económica- es producir más bienes o "valor" que el
empleado o gastado en el proceso mismo. Un proceso económico será productivo en la medida que el resultado,
medido en bienes para uso y consumo, sea superior a los empleados para producirlos, cualquiera sea la medida o el
resultado "monetario" para los individuos que participen en ese proceso.
Esto requiere, por supuesto, una medida del valor que no este basado en cálculos monetarios. Adam Smith
consideraba que la medida exacta para cuantificar el valor era el trabajo.[56] Para él, el valor era la cantidad de
mercancías que uno podía producir con, o recibir a cambio de, su trabajo ( y vice versa, el valor de una mercancías es
la cantidad de ya sea otras mercancías o trabajo que se pueda recibir en cambio[57]). Las mercancías concretas
pueden cambiar, pero lo que siempre permanece invariable es el trabajo, o sea el desgaste de energía para
producirlas, siendo entonces el trabajo el patrón definitivo e invariable del valor: lo que consume una hora de trabajo
para ser producido tiene, desde este punto de vista, exactamente el mismo valor que cualquiera otra cosa que cueste
otra hora de trabajo para ser producido. Esto llegó a ser conocido como Teoría del valor-trabajo.
Pero esas relaciones de cambio no permanecen necesariamente constantes. Esto llevó a Smith y otros a introducir
dos conceptos asociados: valor de uso y valor de cambio. En las palabras de Stuart Mill: "Adam Smith, en un pasaje
citado a menudo, ha descendido sobre la ambigüedad obvia de la palabra valor, la cual, en uno de sus sentidos,
significa utilidad, en otro, poder de compra, en su propio lenguaje, valor en uso y valor en intercambio"... y "la
mayoría de los escritores modernos, a fin de evitar el gasto de dos buenas palabras en una sola idea, han empleado
"precio" para referirse al valor de una cosa en relación al dinero, la cantidad de dinero por la cual será cambiado. Por
el precio de una cosa, entonces, entenderemos su valor en dinero; por valor o valor de cambio, su poder general de
compra, el comando que su posesión otorga en general sobre mercaderías comprables".[58]
Sin embargo, y como es obvio, el "desgaste de energía para producir" o cantidad de trabajo envuelto en la
producción de una cosa también varía, en general disminuyendo con el avance tecnológico. Adicionalmente hay un
problema con la determinación práctica (con el fin del cálculo del valor de un bien) con el como se pueden medir,
por lo menos potencialmente, diferentes "modalidades" de ese desgaste o trabajo: por ejemplo: ¿es el valor
Economía clásica 41

producido por una hora de trabajo de un cirujano o médico el mismo que el producido por una hora de trabajo de un
obrero sin calificar? Y ¿cómo relacionamos esos casos extremos con el trabajo de un panadero, carpintero u obrero
calificado?.
Stuart Mill resume en su obra[59] la posición de Smith y otros. Simplificando, se puede decir que es el caso que
diferentes tipos de trabajo comandan diferentes precios en relación a cosas tales como la competencia entre
trabajadores, tiempo y dificultad de aprendizaje, seguridad o no de recompensa, dificultad y desagrado en efectuarlo,
etc. Stuart Mill nota que los trabajos más desagradables y duros son generalmente los menos pagados dado que
generalmente los que los llevan a cabo carecen de otra opción. Siendo ese el caso, se mantiene la relación del valor
de un bien como dependiendo de la cantidad de trabajo necesario para producirlo, con el proviso que el "salario real"
o valor (es decir, las mercaderías que se pueden adquirir por "precio por unidad de trabajo") de cada tipo de trabajo
en particular son diferentes entre si, pero nunca pudiendo ser en total superior al determinado por el nivel de
competencia entre trabajadores: "Liberalidad, generosidad, y el crédito de la empresa, son motivos que, en cualquier
grado que operan, se oponen a tomar la ventaja máxima de la competencia, y esos motivos podrían y aún ahora lo
hacen, actuar sobre los empleadores de mano de obra en todos los departamentos de la gran industria, y lo más
deseable es que así sea. Pero nunca pueden aumentar los salarios medios de la mano de obra más allá de la relación
entre la población y el capital. Al dar más a cada trabajador empleado, limitan el poder de dar empleo numeroso, y
por excelente que sea el efecto moral, hacen poca diferencia económicamente, a menos que el pauperismo de los que
están excluidos conduzca indirectamente a un reajuste por medio de una mayor limitación en la población." (Stuart
Mill, op. cit, conclusión)
Pero esos diferentes tipos de trabajos están distribuidos diferentemente a través de las industrias. Por ejemplo,
muchos de los trabajadores empleados en una empresa de Inteligencia artificial tienen niveles de educación y
calificación diferentes a los empleados en una panadería. Sigue que el precio de los respectivos productos no se
puede determinar solo en relación a un salario promedio general. Esto da origen a la Teoría del valor como costo de
producción clásica: "Para recapitular: la oferta y demanda determinan el valor de todas las cosas que no se puede
aumentar indefinidamente, a excepción de que incluso para ellas, cuando se producen en la industria, hay un valor
mínimo, determinado por el coste de producción. Pero en todas las cosas que admiten la multiplicación indefinida, la
demanda y la oferta sólo determinan las perturbaciones de valor, durante un período que no podrá exceder el tiempo
necesario para modificar la oferta. Determinando así la oscilaciones de valor, ellas mismas obedecen a una fuerza
superior, que hace gravitar el valor al Costo de Producción, que lo depositaria y mantendría allí, si nuevas influencias
perturbadoras no estuvieran continuamente surgiendo para hacer que de nuevo se desvíen. Para continuar la línea de
la metáfora, la demanda y la oferta siempre se apresuran a un equilibrio, pero la condición de equilibrio estable es
cuando el intercambio de cosas entre si sucede de acuerdo a sus costos de producción, o, en la expresión que hemos
utilizado, cuando las cosas están en su Valor Natural".[60]
En la actualidad se considera,[61] siguiendo el análisis de Piero Sraffa,[62] que mucho del análisis anterior es
improductivo, dado que no hay un algoritmo o formula generalmente valida que transforme "unidades de valor" en
"unidades monetarias", en otras palabras, que resuelva el llamado problema de la transformación.[63][64] Si bien es
correcto que, desde el punto de vista de las sociedades, el interés de los procesos productivos reside en la capacidad
o habilidad de generar valor (satisfacer necesidades materiales), es importante proceder con cuidado y mantener
presente cuando se efectúan o consideran los cálculos que los esquemas conceptuales y/o las medidas y resultados
relacionadas al valor (o medidas reales) y las en precios (o nominales) no son simplemente "mezclables". (ver Valor
agregado).
Economía clásica 42

Citas y referencias
[1] Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, John Maynard Keynes, Capítulo 1, Nota 1 (http:/ / www. eumed. net/ textos/ 06/
Keynes - Teoria General - Parte 1. htm)
[2] Gerardo Fujii: Desarrollo Económico (http:/ / www. paginaspersonales. unam. mx/ files/ 249/ Sesion_11. pdf) UNIDAD III. TEORÍAS DEL
CRECIMIENTO ECONÓMICO, punto 1. La economía clásica (A. Smith, R.Malthus, D. Ricardo y K. Marx)
[3] David Ricardo (1817): Principios de economía política y tributación (http:/ / books. google. co. uk/ books/ about/
Principios_de_economía_política_y_trib. html?id=EyFzJ-Zl24IC& redir_esc=y)
[4] John Stuart Mill (1848): Principios de economía política, con algunas de sus aplicaciones a la filosofía social (http:/ / books. google. co. uk/
books?id=XqZf1VC2o4EC& printsec=frontcover& dq=Stuart+ Mill+ + + Principios& hl=en& ei=FCqsTvTEItTd8QOu1MW7Cw& sa=X&
oi=book_result& ct=result& resnum=2& ved=0CDIQ6AEwAQ#v=onepage& q& f=false)
[5] Deborah A. Redman (1997): "The classical age of economics was marked by an intense interest in scientific methodology. It was, moreover,
an age when science and philosophy were not yet distinct disciplines, and the educated were polymaths. The classical economists were acutely
aware that suitable methods had to be developed before a body of knowledge could be deemed philosophical or scientific. They did not
formulate their methodological views in a vacuum, but drew on a rich collection of philosophical ideas. Consequently, issues of methodology
were at the heart of political economies rise as a science. The classical era of economics opened under Adam Smith with political economy
understood as an integral part of a broader system of social philosophy; by the end, it had emerged via J. S. Mill as a separate science, albeit
one still inextricably tied to the other social sciences and to ethics.

The Rise of Political Economy as a Science opens with a review of the epistemological ideas that inspired the
classical economists: the methodological principles of Bacon, Descartes, Hobbes, Newton, Locke, Hume, Stewart,
Herschel, and Whewell. These principles were influential not just in the development of political economy, but in the
rise of social science in general. The author then examines science in eighteenth- and nineteenth-century Britain,
with a particular emphasis on the all-important concept of induction. Having laid the necessary groundwork, she
proceeds to a history and analysis of the methodologies of four economist-philosophersAdam Smith, Robert
Malthus, David Ricardo, and J. S. Millselected for their historical importance as founders of economics and for their
common Scottish intellectual lineage. Concluding remarks put classical methodology into a broader historical
perspective." en The Rise of Political Economy as a Science - Methodology and the Classical Economists (http:/ /
www. ebook3000. com/
The-Rise-of-Political-Economy-as-a-Science---Methodology-and-the-Classical-Economists_36073.html)
[6] "De lo anteriormente dicho y a partir de las definiciones que Kant formuló en su “Critica de la Razón Pura” se entiende a los enunciados
realizados por los clásicos como apriorísticos, es decir que son cognoscibles por un puro ejercicio de la razón, sin necesidad de recurrir al
mundo sensible. Esto es una consecuencia de la forma en que formulaban ellos las hipótesis, las mismas eran previas a la experimentación, a
la experiencia sensible, y no dependían de ella para su validez. A pesar de que el génesis del proceso de formulación de las hipótesis era una
observación empírica, esta no constituía más que un indicio que bien podría haberse obtenido por introspección. A demás, en la generación de
las hipótesis mediaba un simple proceso de inducción." en Critica Metodología del Historicismo a la Escuela Clásica (http:/ / html.
rincondelvago. com/ metodologia-de-la-ciencia-economica. html) cap: "La metodología clásica.".- Este es un tema complejo; para comenzar a
profundizar: Thomas Sowell: On classical economics (http:/ / books. google. co. uk/ books?id=nMA05eDqeuMC& dq=induction+ + +
classical+ economy& source=gbs_navlinks_s) cap 4: Classical Methodology
[7] JESÚS L. PARADINAS FUENTES: El médico inglés William Petty (1623-1687), discípulo de Hobbes, será uno de los primeros en defender
la existencia de leyes naturales en economía, de acuerdo con los planteamientos científicos mecanicistas. Además, avanzó la idea de que la
riqueza no depende del comercio sino que es producto del trabajo....

También Locke (1632-1704), defendió la idea de que las leyes sociales que debían regir el comportamiento humano,
conforme a las cuales debería organizarse la sociedad, eran análogas a las leyes de la naturaleza que determinaban el
comportamiento del universo. En sus escritos económicos enseñó que el egoísmo es la fuerza motriz de la conducta
humana, que el Estado, en lugar de intervenir en economía como pretendían los mercantilistas, debía limitarse a
proteger la propiedad privada y a facilitar los intercambios entre los particulares, y que la riqueza es producto del
trabajo.
Como el nuevo paradigma científico mecanicista era incompatible con el intervencionismo económico defendido por
los mercantilistas, apareció en el pensamiento económico una nueva doctrina: que la riqueza no se obtiene del
comercio sino de la agricultura. Sus defensores se dieron a sí mismos el nombre de fisiócratas.
Así pues, una de las ideas fundamentales de la moderna ciencia económica, que los fenómenos económicos están
regulados por leyes naturales que producen un orden espontáneo que el hombre debe respetar, había sido ya expuesta
antes de Adam Smith."
Economía clásica 43

en La economía como ciencia: Adam Smith (http:/ / www. gobcan. es/ educacion/ 3/ usrn/ fundoro/ archivos
adjuntos/publicaciones/actas/13_14/conferencias/jesus_paradinas.pdf)
[8] "Debido a la influencia de los autores mencionados, la visión más común de la investigación científica a mediados del siglo XIX consiste en
defender que la ciencia debe comenzarse a partir de la observación de hechos, realizada de manera libre y sin prejuicios. A continuación se
aplica la inferencia inductiva, de modo que se pasa de lo particular a lo general y se formulan leyes universales sobre estos hechos. En tercer
lugar, se aplica nuevamente la inducción con el fin de obtener teorías o argumentaciones dotadas de un grado mayor de generalidad.
Finalmente, se contrasta si las leyes y teorías son verdaderas o no comparando sus implicaciones empíricas con los hechos observados." LA
ECONOMIA. CONCEPTO Y METODO (http:/ / www. umbvirtual. edu. co/ recursos/ la_economia. pdf) punto 3.1.1 (p 19) El empirismo y la
ciencia en el siglo XIX
[9] Adam Smith: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (http:/ / www. elortiba. org/ pdf/
Adam_Smith_-_La_riqueza_de_las_naciones. pdf). Libro primero - Capítulo I: De la división del trabajo.
[10] A. Marshall: “Ahora no hay tendencias económicas que actúan de tal forma constante y se puedan medir tan exactamente como es posible
con la gravitación: y por lo tanto no hay leyes de la economía que pueden ser comparadas por precisión con la ley de la gravitación....(....)....
Aunque el análisis económico, y su razonamiento general, son de amplia aplicación, sin embargo, cada época y cada país tiene sus propios
problemas y es probable que todo cambio en las condiciones sociales requiera un nuevo desarrollo de las doctrinas económicas.” en Principles
of Economics Book One, Preliminary Survey: Chapter 3, Economic Generalization or Laws (http:/ / www. marxists. org/ reference/ subject/
economics/ marshall/ bk1ch03. htm)
[11] Daniel Little: “El concepto de una "ley de la naturaleza" ha sido fundamental para nuestra comprensión de las ciencias naturales.. El poder
intelectual de la física clásica deriva del hecho de que era capaz de proponer leyes físicas que eran simples y universales - las leyes de la
gravitación y movimiento de los planetas, la óptica, la electricidad y el magnetismo, etc ¿Es ésta una característica esencial de una ciencia
empírica exitosa? ¿Y posee la economía tales leyes? Varios autores son positivos acerca de ambos puntos (Kincaid, 1996), ( Rosenberg,
1976). Sin embargo, varios puntos han surgido en discusiones recientes de las ciencias sociales que llevan a dudar acerca de la centralidad de
la leyes en las ciencias sociales -incluyendo la economía..... Nada en la teoría económica actual ofrece razón para pensar que existen esas
leyes. Los supuestos fundamentales de la teoría económica sencillamente no caen en la categoría de "leyes de la naturaleza." Y como veremos
más adelante, el supuesto de la racionalidad económica no constituye una generalización universal sobre el comportamiento individual. Aquí,
como es el caso en otras áreas de las ciencias sociales, es más justificable buscar mecanismos de causalidad más que leyes sociales." Are there
laws in economics? en Philosophy of Economics (http:/ / www-personal. umd. umich. edu/ ~delittle/ Encyclopedia entries/ philosophy of
economics. pdf)
[12] Luis Razeto M y Pasquale Misuraca: “Esta elaboración crítica sobre las ciencias sociales (planteada como crítica de las sociología y del
marxismo), y en particular la crítica a la idea de que los procesos históricos, económicos y políticos se desenvuelven conforme a leyes y
regularidades que no dependen de la voluntad y la conciencia de los individuos y de las organizaciones sociales, mantiene plena vigencia
especialmente con referencia a las concepciones económicas y políticas actualmente dominantes.” Actualización en Capítulo 4. Crítica de las
leyes históricas, económicas y estadísticas. (http:/ / www. luisrazeto. net/ content/
capítulo-4-crítica-de-las-leyes-históricas-económicas-y-estadísticas))
[13] Por ejemplo, Steven Pressman: "Fifty major economists" Routledge, 2006 (2nd edition)
[14] El título mismo de la obra que inicio la escuela lo indica: "Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones". A
mayor claridad, Smith define los objetivos de las Actividades económicas como siendo: Primero, suministrar al pueblo un abundante ingreso o
subsistencia, o, hablando con más propiedad, habilitar a sus individuos y ponerles en condiciones de lograr por sí mismos ambas cosas.
Segundo, proveer al Estado o República (en su sentido de "comunidad independiente o soberana") de ingresos suficientes para los servicios
públicos. (Adam Smith, 1776, p. 428).
[15] David Ricardo: "los individuos no estiman su ganancia a través de la producción material, pero las naciones invariablemente lo hacen. Si
tuviéramos exactamente la misma cantidad de mercancías en el año 1815 que tenemos ahora en 1814, como nación no seriamos más ricos,
pero si el dinero hubiese declinado en valor, esas (mercancías) serian representadas por una cantidad mayor de dinero, y los individuos serian
propensos a "creerse" más ricos" - Carta (Nro 55) a Malthus, 11 de Agosto de 1814 en The Works and Correspondence of David Ricardo:
Volume 6, Letters 1810-15 (http:/ / books. google. com/ books?id=QPl_4MJy2s0C& pg=PA104& lpg=PA104& dq=David+ Ricardo+ + + +
Interest+ rate& source=bl& ots=cy-AiTH6So& sig=KWgsfowXuwYDxTbeyB-mXdX7sN4& hl=en& ei=s3jATaDaB8KGhQegmZ21BQ&
sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=9& ved=0CDoQ6AEwCA#v=onepage& q=David Ricardo + Interest rate& f=false) pp 121 Piero
Sraffa (editor)
[16] Para una introducción a esta área, ver Roberto Gómez López EVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y METODOLÓGICA DE LA ECONOMÍA
(http:/ / www. eumed. net/ cursecon/ libreria/ rgl-evol/ 4. 2. htm)
[17] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ David_Hume#. C3. 89tica
[18] Ricardo percibía un conflicto entre los intereses de las "clases terratenientes" —que, en su opinión, reciben "renta" sin contribuir al proceso
productivo — y los de la sociedad en general y de las clases empresariales y trabajadoras en particular.- Ver David Ricardo (3rd Edition:
1821): On the Principles of Political Economy and Taxation (http:/ / socserv. mcmaster. ca/ econ/ ugcm/ 3ll3/ ricardo/ Principles. pdf)
[19] Por ejemplo: K. Marx: (1864–1877) El Capital.
[20] Por ejemplo: "De acuerdo con lo anterior, no hay nada más cierto en el cambio progresivo que están teniendo lugar en la sociedad que la
continuada expansión del principio y practica de la cooperación".- J. S Mill: Principles of Political Economy, Libro IV (Influence of Progress),
cap I, punto 2
[21] Adam Smith, op. cit.- primer párrafo de "Introducción a la obra"
Economía clásica 44

[22] Para profundizar esta temática, ver Juan Carlos Rodríguez C (2003) La economía laboral en el período clásico de la historia del pensamiento
económico (http:/ / www. eumed. net/ tesis/ jcrc/ ) (ISBN: 84-688-7252-0) esp cap X: División del trabajo y crecimiento económico
[23] Matías D. Scaglione (2001): ROLES DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL Y DEL PROGRESO TÉCNICO EN LA TEORÍA DEL
CRECIMIENTO ECONÓMICO DE ADAM SMITH (http:/ / www. aaep. org. ar/ espa/ anales/ pdf_01/ scaglione. pdf)
[24] Fernando Jeannot R (2006): La riqueza o pobreza de las naciones son públicas y privadas al mismo tiempo y fruto de una regulación que
desde los clásicos de la economía vincula necesariamente al sector público con el privado. Por ello no es casual que todo el volumen quinto de
Smith (2000: 614 y ss) se refiera a las finanzas públicas. Cercenar el modelo de equilibrio general del Estado-gobierno fue una reducción
propiamente neoclásica, pero no clásica. Lo anterior no colisiona con la constatación de que la idea del equilibrio general no está formulada
claramente en Smith, porque el autor carecía de una teoría de las decisiones y del comportamiento económico que luego configurarán a la
racionalidad neoclásica. En cambio, Smith fundó la teoría de la autorregulación del mercado cuando sostuvo que el número de personas
empleadas se proporciona al capital de la nación; es decir, a la macroeconomía pero no a ningún agente en particular. Cada agente, eso sí,
persigue beneficios individuales desarrollando actividades productivas, pero no rentísticas, porque... (...)... Por lo tanto no es cualquier
búsqueda de beneficios, sino aquella que redunde en la expansión del empleo, el ingreso y el desarrollo tecnológico porque de esta forma se
enriquecen las naciones. Desde los clásicos se asienta el principio de que la riqueza de las naciones tiene lugar cuando hay un juego de todos
ganan, pero no otro de suma cero. Y también desde los 1700, el liberalismo económico se refiere a un Estado de mano invisible o proveniente
del estado de naturaleza, pero considerando a la sociedad civil como suficientemente dinámica y productiva para solamente admitir un mínimo
de agencias gubernamentales (Nozick 1990: 121). “ en Los intercambios procesados por el tanteo walrasiano (http:/ / www.
analisiseconomico. com. mx/ pdf/ 4703. pdf)
[25] Adam Smith:"El precio de un monopolio es en cada ocasión el más alto que se puede conseguir. El precio natural, o el precio de la libre
competencia, por el contrario, es el más bajo que se puede tomar, no de hecho en cada ocasión pero sobre un tiempo considerable. El uno es en
cada ocasión el más alto que se puede exprimir de los compradores, o el que, se supone, van a consentir dar; el otro es el más bajo que los
vendedores generalmente pueden permitirse aceptar, y al mismo tiempo continuar sus negocios.". en An Inquiry into the Nature and Causes of
the Wealth of Nations (http:/ / geolib. com/ smith. adam/ won1-11. html): Book 1, Chapter 7 (Of the Natural and Market Price of
Commodities) parrafo 27 (en inglés en el original)
[26] David Ricardo: Works and Correspondence, 7: 250-251
[27] Sieveking: "El acrecentamiento de la capacidad de producción coloca a la agricultura en una situación más desfavorable que la de la
industria, debido a que tiene que contar con las energías Iimitadas del suelo nacional. Ricardo, citado por Turgot, hizo observar que, con el
aumento de los cultivos, las producciones de la tierra no crecen en la proporción del empleo de capital y de trabajo. Precisaría poner en
explotación los suelos poco fértiles, o bien intensificar la de los antiguos con gastos desproporcionados... La referida Iey solamente tiene
aplicación en el caso de un cultivo uniforme, para un territorio limitado. " op. cit
[28] por ejemplo: Antonio Cabrales: Los precios de los pisos y la ciencia lúgubre (http:/ / www. eco. uc3m. es/ ~acabrales/ divulgacion/ vivienda.
pdf)
[29] Por ejemplo: JULIO FAESLER La economía, la ciencia lúgubre (http:/ / www. elsiglodetorreon. com. mx/ noticia/ 437064.
la-economia-la-ciencia-lugubre. html)
[30] Es necesario notar que el término "ciencia lúgubre" fue introducido por Thomas Carlyle en 1849 no para referirse a esas prognosis de largo
plazo sino a varias proposiciones de los economistas políticos que Carlyle consideraba eran no aceptables desde un punto de vista conservador
extremo: "la Ciencia Social... que encuentra el secreto de este Universo en la oferta y la demanda y reduce el deber de los gobernantes
humanos a la de dejar solos a los hombres... no es una ciencia alegre... es una... bastante rastrera y una angustiante; [es]... la ciencia lúgubre ".
Carlyle se vuelve a referir, en varias ocasiones, en esta (y otras obras) a la «ciencia lúgubre» en una forma despectiva, agrupandola con otras
características de la escena política no deseables (para Carlyle), tales como las 'urnas' y el 'sufragio universal '. Ver Robert Dixon The dismal
science? Thomas Carlyle v John Stuart Mill (http:/ / insights. unimelb. edu. au/ vol8/ 06_Dixon. html). Sin embargo, el término se generalizo
con el sentido de ser la ciencia cuyas predicciones son pesimistas.
[31] Sieveking: Historia de la Economía, desde el siglo XVII hasta la actualidad" cap 5. Malthus y Ricardo (http:/ / www. eumed. net/ cursecon/
textos/ Sieveking/ s3. 5. htm)
[32] La principal fuente de energía industrial de la época era el carbón de piedra (coal en inglés) que, se preveia, se agotaria en un futuro más o
menos cercano, llevando a ruina general. ver: The New Yok Times (20 de Febrero 1873): A COAL FAMINE. (http:/ / query. nytimes. com/
gst/ abstract. html?res=F00615FA3E5D1A7493C2AB1789D85F478784F9) y New Scientist Oct 30, 1980 A National Calamity (http:/ / books.
google. com/ books?id=boVqs4IR_LcC& pg=PA316& lpg=PA316& dq=exhaustion+ of+ coal& source=bl& ots=RUf0tzCXRx&
sig=7v_WIJeDZ_CKAJwwPmq45l3aQQI& hl=en& ei=_gvJTd_DD8jIsgay1cCXAw& sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=5&
ved=0CCsQ6AEwBA#v=onepage& q=exhaustion of coal& f=false)
[33] El crecimiento de la población debe detenerse: Sir David Attenborough (http:/ / pomexico. superforo. net/
t1430-el-crecimiento-de-la-poblacion-debe-detenerse-sir-david-attenborough)
[34] Engels, ensayo de 1843 (en correspondencia de Marx y Engels, p 33) citado por J. D. Bernal: Engels and Science (http:/ / www.
kibristakulturmucadelesi. org/ Red/ Bolumlering/ sovyeting/ Engels and Science_J. D. Bernal_Labour Monthly Pamphlets_No. 6. pdf), p I
[35] David Attenborough (2011): PLANET AND POPULATION (http:/ / populationmatters. org/ 2011/ news/
david-attenboroughs-speech-rsa-population/ ) (discurso a la Royal Society for the encouragement of Arts, Manufactures and Commerce (RSA)
[36] La percepción que los clásicos creían en dicotomía fue originalmente sugerida por Knut Wicksell.- Para una introducción al concepto y
consecuencias, ver: Beenstock, Michael; Ilek, Alex: Wicksell's Classical Dichotomy: Is the natural rate of interest independent of the money
rate of interest? (http:/ / ideas. repec. org/ a/ eee/ jmacro/ v32y2010i1p366-377. html)
Economía clásica 45

[37] Gregory Mankiw: Macroeconomía (http:/ / books. google. com/ books?id=XzgZZqXPQsMC& pg=PA236& lpg=PA236& dq=Dicotomia+
clasica& source=bl& ots=jVP_eZ4yrn& sig=FZ4JJ4EYRD3W6rymAAAizNltVAw& hl=en& ei=2s_CTcitGJOBhQfKvJyyBQ& sa=X&
oi=book_result& ct=result& resnum=10& ved=0CGAQ6AEwCQ#v=onepage& q& f=false) p 236 y siguientes
[38] Juan Diego Castrillón: "Los economistas llaman a la separación entre variables reales (productos, empleo) y nominales (dinero) como la
dicotomía clásica." en APROXIMACIÓN AL MODELO DE OFERTA Y DEMANDA; 2.2.1. La inflación y el análisis económico en el largo
plazo: la dicotomía clásica (http:/ / www. elprisma. com/ apuntes/ economia/ ofertaydemanda/ default2. asp)
[39] "Traité d'économie politique, ou simple exposition de la manière dont se forment, se distribuent, et se composent les richesses" (1803)
traducido al inglés como: "A Treatise on Political Economy, or the production, distribution and consumption of wealth" (1803), p 57. Ver
enlaces en: http:/ / cepa. newschool. edu/ het/ profiles/ say. htm
[40] Los clásicos no conocían el término "fallo de mercado" tal como se usa en el presente, sin embargo el concepto existía. (ver Steven G.
Medema: (2007). "The Hesitant Hand: Mill, Sidgwick, and the Evolution of the Theory of Market Failure," History of Political Economy,
39(3), p p. 331 (http:/ / hope. dukejournals. org/ cgi/ pdf_extract/ 39/ 3/ 331)-358. 2004 Online Working Paper. (http:/ / www. utilitarian. net/
sidgwick/ about/ 2004070102. pdf)) Las principales distorsiones que los clásicos conocían eran: Las introducidas por gobiernos, las
introducidas por grupos de interés (asociaciones de productores, comerciantes, guildas, etc), los monopolios y las externalidades.
[41] Para todo esto, ver Andrés Felipe Giraldo P (2006): LA NEUTRALIDAD DEL DINERO Y LA DICOTOMÍA CLÁSICA EN LA
MACROECONOMÍA (http:/ / www. fce. unal. edu. co/ cuadernos/ 45/ ANDRESGIRALDO. pdf)
[42] J.S. Mill: Principles of Political Economy, 1848: p.431
[43] Mankiw and Romer 1990, Vol. 1, p. 2. citado por David Colander: Beyond New Keynesian Economics: Towards a Post Walrasian
Macroeconomics (http:/ / community. middlebury. edu/ ~colander/ articles/ Beyond New Keynesian5. pdf)
[44] Locke escribió, entre 1692 y 1696, una variedad de ensayos acerca del dinero, interés y comercio (por ejemplo: "For encouraging the
coining silver money in England,") que se pueden encontrar en castellano en: "Escritos monetarios / John Locke; estudio preliminar,
Victoriano Martín; traducción, María Olaechea. – Madrid: Ediciones Pirámide, ©1999. – 262 p. – (Colección Clásicos de la economía) ISBN
84-368-1295-6..- Ver también: Arthur H. Leigh (1974): "John Locke and the Quantity Theory of Money" en History of Political Economy. 6:
200-219 (http:/ / hope. dukejournals. org/ cgi/ content/ refs/ 6/ 2/ 200)
[45] ver, por ejemplo los ensayos que Hume publico en Edinburgo en 1752: "Of Interest."; "Of Money."; " Of the Balance of Trade." y "Of
Commerce."
[46] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Mercancía#Dinero
[47] Para la mente medieval, fuertemente influida por la alquimia el oro era especial porque es el más noble de los metales. Y, a su vez, esa
nobleza deriva de que no cambia: “La «nobleza» del oro es ser el fruto llegado a la maduración, los otros metales son «vulgares» pues ellos no
son maduros. En otros términos, el final último de la Naturaleza es la consumación del reino mineral, su «maduración» completa. La
transmutación natural de los metales en oro está inscrita en su destino, pues la Naturaleza tiende a la perfección.” (ver [ http:/ / millenio.
wordpress. com/ 2007/ 05/ 26/ alquimia-el-oro-y-la-inmortalidad/ Alquimia: El oro y la inmortalidad] ). Esa “nobleza natural” naturalmente lo
asociaba con la nobleza política, así, por ejemplo, el Libro de las siete partidas establece: “Vestiduras hacen conocer mucho a los hombres por
nobles o por viles, y por ello los sabios antiguos establecieron que los reyes vistiesen paños de seda con oro y con piedras preciosas, porque
los hombres pudiesen conocer luego que los viesen a menos de preguntar por ellos. Y otro sÌ que trajesen los frenos de las sillas en que
cabalgan de oro y de plata y con piedras preciosas y aún en las grandes fiestas cuando hacían sus cortes trajesen coronas de oro con piedras
muy nobles y ricamente obradas. “ ( Las Siete Partidas (http:/ / www. revistakatharsis. org/ AlfonsoX_7partidas. pdf) PARTIDA SEGUNDA
TITULO 5 Ley 5). Posteriormente algunos sugirieron que el oro posee un “valor intrínseco”: ¿Qué hay acerca del oro que le da ese atractivo
tan perdurable? Algunos han sugerido que tiene un valor intrínseco – que a diferencia de otras mercancías es valioso en y por sí mismo. Para
que una mercancía tenga valor intrínseco significa que hay valor aparte de aquel impartido a la mercancía por parte de un individuo. En otras
palabras, existe un valor permanente, estable y objetivo, aparte de cualquier deseo o necesidad humana..... Sin embargo, el concepto del valor
intrínseco es problemático. El valor de un bien varía claramente de persona a persona y de tiempo en tiempo, contrario a lo que la idea del
valor intrínseco sugeriría..... Separada de la doctrina de la Creación, la misma idea del “valor intrínseco” es mística. Si se niega a Dios, y el
valor no es atribuido a decisiones humanas, ¿entonces dónde se origina el valor? En realidad, la plata y el oro son valiosos porque Dios las
valora (Gén. 2:11-12). Su valor puede ser considerado “intrínseco” en el sentido de que no depende de la voluntad de los hombres puesto que
todo valor es determinado en última instancia por las valoraciones del Creador. Los hombres son hechos a la imagen de Dios. Por lo tanto, es
básico para nuestro ser el valorar lo que Dios valora. La pureza de esto es arruinada en el pecado, pero la naturaleza básica y la función de la
imago Dei permanecen. Dios valora los “metales preciosos.” Esa es la razón por la cual son “metales preciosos,” y esa es la razón por la cual
los hombres hechos a su Imagen los valoran. Esa es la única explicación que es satisfactoria; es la única explicación que es posible; y es la
única explicación que se necesita ( El Valor Intrínseco y la Seducción del Oro (http:/ / www. contra-mundum. org/ castellano/ terrell/
Intrinseco. pdf) )
[48] Schwartz Center for Economic Policy Analysis: The Classical Theory of Money (http:/ / www. newschool. edu/ nssr/ het/ essays/ money/
classmoney. htm)
[49] D.Ricardo, Principles of Political Economy and Taxation, 1817: p.238
[50] The Bullionist Controversy (http:/ / www. newschool. edu/ nssr/ het/ schools/ bullion. htm)
[51] Adam Smith: El dinero o sea otra clase de bienes nos dispensan de esa fatiga. Contienen el valor de una cierta cantidad de trabajo, que
nosotros cambiamos por las cosas que suponemos encierran, en un momento determinado, la misma cantidad de trabajo. El trabajo fue, pues,
el precio primitivo, la moneda originaria que sirvió para pagar y comprar todas las cosas. No fue con el oro ni con la plata, sino con el trabajo
como se compro originariamente en el mundo toda clase de riquezas; su valor para los que las poseen y desean cambiarlas por otras
Economía clásica 46

producciones es precisamente igual a la cantidad de trabajo que con ella pueden adquirir y disponer." en Investigación sobre la naturaleza y
causas de la riqueza de las naciones (http:/ / www. elortiba. org/ pdf/ Adam_Smith_-_La_riqueza_de_las_naciones. pdf) Capítulo V Del precio
real y nominal de las mercancías, o de su precio en trabajo y de su precio en moneda
[52] A. Smith: "Existen diferentes clases de papel moneda, pero los billetes en circulación de los bancos y banqueros son los más conocidos y,
por otra parte, los que mejor se acomodan a nuestro propósito. Tan pronto como los habitantes de un país llegan a depositar la confianza
necesaria en el patrimonio, la probidad y la conducta de un banquero particular, hasta el punto de creer que siempre estará dispuesto a pagar a
la vista cualquier pagaré suyo que le sea presentado, no importa en qué momento, esos efectos circularán lo mismo que si fueran monedas de
oro y plata, en virtud de la confianza que inspiran (ver A. Smith: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones
(México DF: Fondo de Cultura Económica.- p 256). Esto llevó a Joseph Alois Schumpeter a denominarlo "dinero creado de la nada": "Este
método de obtener dinero es la creación de poder de compra por los bancos […] Se trata siempre no de transformar el poder de compra que
exista ya en posesión de alguno, sino de la creación, de la nada, de nuevo poder de compra –de la nada, aun si el contrato de crédito por el cual
se crea el nuevo poder adquisitivo, está sostenido por valores que no son a su vez medios circulantes– que se añade a la circulación existente".
(ver: Joseph A Schumpeter:. Teoría del desenvolvimiento económico (México DF: Fondo de Cultura Económica.- 1967).
[53] Los "lingotistas" no proponían que la moneda fuera realmente hecha de oro o plata, sino que fuera posible cambiar una cierta cantidad
minina de oro a cambio de una cierta cantidad fija de unidad monetaria. Esto, a fin de ahorrar en gastos de producción de moneda, etc. La
cantidad propuesta originalmente eran lingotes de 20 onzas. La implementación real fueron lingotes de 60 onzas (5 libras troy o
aproximadamente 2 kilogramos
[54] P. H. Wicksteed (un economista marginalista), escribiendo en 1910, describe así la situación: "El conjunto de reserva metálica mantenida
por todos los bancos constituye una fracción muy pequeña de la responsabilidad colectiva total de los bancos para pagar oro en demanda,..
cada depositante).. entonces, tendrá derecho a retirar el monto total de su saldo en oro, y cualquiera puede hacerlo realidad, siempre y cuando
la maquinaria está funcionando sin problemas, pero sería imposible que cada uno lo hiciera (al mismo tiempo), porque la inmensa mayor parte
de la propiedad no existe en la forma de [monedas de oro] en absoluto, consiste en toda clase de bienes y obligaciones, de un valor
equivalente, en los términos de intercambio marginal, a la suma total que el público tiene el teórico derecho a extraer en oro. Todo existe, sin
embargo... el importe total de los depósitos en los bancos en conjunto, representa propiedad real, y toda esa propiedad está en la posesión de
los bancos en cada momento, a su importe total..... La propiedad de los clientes, representados por sus saldos en el banco, es propiedad real y
está haciendo un trabajo real,.... (Percibir que) el sistema bancario de Inglaterra consiste en un dispositivo de astucia para hacer que Soberanos
de Oro que sólo existen como anotaciones en un libro hagan el trabajo de los soberanos reales, es un error fundamental.” en Common Sense of
Political Economy (http:/ / www. econlib. org/ library/ Wicksteed/ wkCS0. html) (1910) ( II.7.15)
[55] DAVID LAIDLER: TRES VARIACIONES DEL MODELO DE DOBLE TASA DE INTERES (http:/ / www. bvrie. gub. uy/ local/ File/
REVECO/ 1998/ Laidler. pdf)
[56] Ver, por ejemplo: La Teoría del Valor de Smith (http:/ / www. industrial. frba. utn. edu. ar/ MATERIAS/ politica_economica/ archivos/
smith_valor. pdf)
[57] Adam Smith: `"Todo hombre es rico o pobre según el grado en que pueda gozar de las cosas necesarias, convenientes y gratas de la vida.
Pero una vez establecida la división del trabajo, es solo una parte muy pequeña de las mismas la que se puede procurar con el esfuerzo
personal. La mayor parte de ellas se conseguirán mediante el trabajo de otras personas, y será rico o pobre, de acuerdo con la cantidad de
trabajo ajeno de que pueda disponer o se halle en condiciones de adquirir. En consecuencia, el valor de cualquier bien, para la persona que lo
posee y que no piense usarlo o consumirlo, sino cambiarlo por otros, es igual a la cantidad de trabajo que pueda adquirir o de que pueda
disponer por mediación suya. El trabajo, por consiguiente, es la medida real del valor en cambio de toda clase de bienes. en Investigación
sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (http:/ / www. elortiba. org/ pdf/ Adam_Smith_-_La_riqueza_de_las_naciones. pdf)
Capítulo V:Del precio real y nominal de las mercancías, o de su precio en trabajo y de su precio en moneda
[58] Stuart Mill: Principles of Political Economy, Libro III, capítulo XXV, punto I, Of Value
[59] S Mill, op cit: Book II, Chapter XIV:Of the Differences of Wages in different Employments
[60] (Stuart Milll: Book III, Chapter III Of Cost of Production, in its Relation to Value)
[61] Por ejemplo: Ian Steedman (1977): “Marx after Saffra” Unwin, London.- ISBN 902308 49 1
[62] Piero Sraffa: (1960) Producción de mercancías por medio de mercancías
[63] Marx mismo introdujo el problema en el capítulo 9 del tercer volumen de El Capital donde lo trato de resolver. El problema central desde el
punto de vista de Marx es este: dado que la ganancia o plusvalía se deriva del trabajo, y dado que la relación trabajo/capital varia entre
diferentes productos o mercaderías, como se puede reconciliar esas variación con una a una hipotética "tasa de ganancia promedio" para todo
el capital invertido? como derivar de lo anterior la tendencia -postulada no solo por Marx pero por los clásicos en general- a la reducción de la
tasa de ganancia?
[64] Paul Samuelson (1971) "Understanding the Marxian Notion of Exploitation: A Summary of the So-Called Transformation Problem Between
Marxian Values and Competitive Prices" Journal of Economic Literature 9 2 399–431.-
Economía clásica 47

Bibliografía
• Heinrich Sieveking (1921/1942): Historia de la Economía, desde el siglo XVII hasta la actualidad (http://www.
instint.edu.uy/e books images/e books textos/HISTORIA DE LA ECONOMIA.pdf)
• Andre, Luis, (1940) Historia Económica, Editorial: América, México D.F
• Roll, Eric, (1942): Historia De Las Doctrinas Económicas, Editorial: Fondo de la cultura económica, México D.F
• Rosseti, José P (1989): Introducción a la Economía.- Editorial: Harla, México.
• Paschoal, José, (1994): Introducción a la economía, Editorial: Harla, México D.F
• Fischer, Andre, (1990) Economía, Editorial: Mac Graw Hill, Bogotá.
• Landreth, H y Colander D. (2006): Historia del Pensamiento Económico. Editorial: Mc Graw Hill, España.
• Stanley L Brue y Randy R Grant; (2008): Historia del pensamiento económico (Spanish Edition). Editorial:
Cengage Learning, México

Enlaces externos
Ver las páginas de Wikipedia en inglés: Classical economics (http:/ / en. wikipedia. org/ wiki/ Classical_economics)
Labor theory of value (http://en.wikipedia.org/wiki/Labor_theory_of_value)

Fisiocracia
La fisiocracia o fisiocratismo era una escuela de pensamiento económico del siglo XVIII fundada por François
Quesnay, Anne Robert Jacques Turgot y Pierre Samuel du Pont de Nemours en Francia. Afirmaba la existencia de
una ley natural por la cual el buen funcionamiento del sistema económico estaría asegurado sin la intervención del
gobierno. Su doctrina queda resumida en la expresión laissez faire. El origen del término fisiocracia proviene del
griego y quiere decir "gobierno de la naturaleza", al considerar los fisiócratas que las leyes humanas debían estar en
armonía con las leyes de la naturaleza. Esto está relacionado con la idea de que sólo en las actividades agrícolas la
naturaleza posibilita que el producto obtenido sea mayor que los insumos utilizados en la producción surgiendo así
un excedente económico. Los fisiócratas calificaron de estériles las actividades como la manufactura o el comercio
donde la incautación sería suficiente para reponer los insumos utilizados.
Fisiocracia 48

Teoría fisiocrática
La fisiocracia surge como una reacción de tipo
intelectual a la común concepción de la vida
intervencionista del pensamiento mercantilista.
Insistían que la intervención de intermediarios en varias
etapas del proceso de la producción y distribución de
bienes tiende a reducir el nivel total de prosperidad y
producción económica. Ejemplos de estas
intervenciones eran muchas pero los fisiócratas se
fijaban en los controles gubernamentales tales como los
monopolios, impuestos excesivos, burgueses
parasitarios y el feudalismo Europeo. Estas prácticas
estaban asociadas con el corporativismo comercial o el
énfasis desmesurado en el crecimiento industrial, los
cuales estaban y están basados en el restrictivo interés
privado. Y para ahondar más las diferencias, estudiaron
los fondos, por lo que propugnaban el impuesto único
sobre la tierra y sugerían la anulación de todos los
establecidos por los mercantilistas. La tendencia
general de los fisiócratas es el Librecambismo. La tarea François Quesnay

del economista se reduce a descubrir el juego de las


leyes naturales. La intervención del estado es inútil, pues no haría otra cosa que interferir ese orden esencial. El
interés de los fisiócratas se concentraba en gran medida en la definición de una estrategia macroeconómica de
desarrollo que incluyera políticas coherentes. Es el primer movimiento que adopta un acercamiento sistemático a la
teoría económica. Se creía que si esta ley era estudiada y enmendada, derivaría en condiciones armoniosas y
beneficiosas para toda la humanidad. Fisiocracia se aplica al concepto total de un gobierno, no necesariamente a la
actividad económica solamente. Porque los padres de esta teoría política veían el progreso económico como
inseparable del progreso social, argumentando que gracias a la incrementada prosperidad natural, las rivalidades
entre grupos oponentes van a disminuir porque al final del día va a costar mas de lo que vale.(Magill)

Es importante notar que los fisiócratas eran definidos indudablemente optimistas. Tenían confianza absoluta
en la continuidad del progreso. Es a través del estudio sobre la demografía donde se demostraba más
profusamente. Estimaban que la población aumentaba hasta el límite de subsistencia, y Dupont de Nemours,
uno de los mas destacados miembros de la escuela, presentó el ejemplo aritmético mencionado después por
Malthus, esto es, el de las colonias inglesas que duplicaban su población cada 25 años debido a la
abundancia de medios de subsistencia agrícolas que disponían sus habitantes.
(Whittaker)
Fisiocracia 49

Importancia de la producción agrícola frente al comercio


Tierra y trabajo como fuentes de producción. Los autores del siglo XVII y principios del XVIII estimaban la tierra y
el trabajo como los agentes o factores causantes de la producción. Esta opinión fue puesta en boga por el filósofo
Thomas Hobbes. Al estudiar en su Leviatán, el aspecto económico de la comunidad o estado, dice:
"En cuanto a la abundancia de materias, está limitada por la naturaleza a aquellos bienes que, manando de los dos
senos de nuestra madre común la tierra y el mar, ofrece Dios al género humano, bien gratuitamente, bien a cambio
del trabajo." (Hobbes)
Para los fisiócratas, en oposición al mercantilismo, la riqueza de una nación procedía de su capacidad de producción
y no de las riquezas acumuladas por el comercio internacional. Y consideraban que la única actividad generadora de
riqueza para las naciones era la agricultura. Cantillon comienza su Ensayo sobre la naturaleza del comercio, en
general diciendo que, "La tierra es la fuente o materia donde toda riqueza se produce. El trabajo del hombre es la
forma que la produce: y la riqueza en sí no es nada, sino el sustento, comodidades y superfluidades de la vida."
Turgot, padre de la fisiocracia, resume esta noción con el dicho, "El agricultor es la única persona cuyo trabajo
produce algo más que el salario de su trabajo. Es, por lo tanto, la única fuente de toda riqueza." Y agrega: "La tierra
le paga directamente el precio de su trabajo, aparte de cualquier otro hombre o convenio. La naturaleza no le regatea
para obligarle a sostenerse con lo que es de todo punto necesario. Lo que le concede no está proporcionado ni a sus
necesidades ni a una valuación contractual del precio de su día de trabajo. Es el resultado físico de la fertilidad del
suelo, y de la sabiduría, mucho más que de la laboriosidad, de los medios que ha empleado para hacerla fértil. Tan
pronto como el trabajo del agricultor produce más de lo requerido por sus necesidades, puede, con este excedente
superfluo que la naturaleza le otorga como un puro don, por encima de la retribución de su esfuerzo, comprar el
trabajo de otros miembros de la sociedad. Estos, al vendérselo, sólo obtienen su subsistencia; pero el agricultor
recoge, además de su subsistencia, una riqueza que es independiente y disponible, que ha comprado y que la vende.
Es, por lo tanto, la única fuente de riqueza, que, mediante su circulación, anima a todos los trabajos de la sociedad;
porque es el único cuyo trabajo produce más salario de éste." (Whittaker)
Los fisiócratas no fueron los únicos que atribuyeron especial importancia a la agricultura. Las ideas fisiocráticas
parecen haber influido en Benjamín Franklin. Viviendo en un país en el que la agricultura era la principal actividad,
y en el que las manufacturas y comercio que entonces existían satisfacían más que nada las necesidades de los
agricultores, es comprensible que Franklin conviniera con los fisiócratas acerca de la importancia de la actividad
agrícola.
El siguiente párrafo presenta su posición: "...parece que no hay más que tres formas en las que una nación puede
adquirir riquezas. La primera es mediante la guerra, como hicieron los romanos, saqueando a sus vecinos
conquistados. Esto es robo. La segunda es por el comercio, que generalmente es engañoso. La tercera es por la
agricultura, único medio honesto por el cual el hombre recibe un verdadero incremento de la simiente arrojada a la
tierra, en una especie de milagro continuo, forjado en su favor por la mano de Dios, como recompensa por su vida
inocente y laboriosidad virtuosa."
Los fisiócratas asumieron que dada su observación de los mercados, la manufactura era una actividad estéril, ya que
no se veía un gran avance en este sector. Obviamente, esto se debía al tamaño de la industria de entonces, anterior a
la revolución industrial. Lo cual constituye una falla en su análisis, que se deriva también del mayor interés en la
productividad física y no en la productividad del valor. También defendían que la agricultura era el único sector
productivo capaz de crear riqueza, mientras que el comercio y la industria tan sólo permitían la distribución de esta
riqueza; los fisiócratas estaban en contra de las políticas de comercio internacional mercantilismo, favorecedoras del
proteccionismo.
Fisiocracia 50

Historia
El sistema de fisiocracia fue aplicado a mediados del siglo XVIII, pues ciertamente no fue en la forma 'pura'
imaginado por su creadores teóricos, sino a través de legislación detallada que favoreció recomendaciones privadas.
Derivó en el periodo conocido como Ilustración. Reflexiones de la creencia en las leyes naturales se puede fijar en un
sin número de áreas, variando desde las ciencias naturales hasta las teorías del orden constitucional (Magill).
En el Antiguo Régimen, Turgot sirvió como miembro de la corte de Luis XIV, la administración local de París, y
escribió folletos y libretos sobre los temas relacionados con su trabajo: impuestos, comercio del grano, y dinero.
Turgot afirmó que la abundancia vino del interés propio y que los mercados están conectados por los flujos de dinero
(i.e. un costo para el comprador es crédito para el productor).
Así él se dio cuenta de que la bajada de precios en tiempos de la escasez - campo común en ese entonces - era
peligrosa económicamente pues sirvió como desaliento a la producción. Generalmente, Turgot abogó por menos
interferencia del gobierno en el mercado de grano, pues cualquier actividad del gobierno daría a luz al
acontecimiento que evitaría que la política trabajara. Un ejemplo sería que si el gobierno comprara maíz al exterior,
sería la gente de allí quien se daría cuenta de que hay una probable escasez, y aumentaría su precio.
Esta idea era un ejemplo temprano de la adaptación al librecambismo. En zonas anónimas publicadas, François
Quesnay propuso un sistema conocido como "Diezmo Real" en el que sugirió una simplificación importante del
código impositivo francés basada en cambiar relativamente a impuestos únicos en características y comercialización.
Durante el período de la Guerra de los Siete Años, el movimiento de la fisiocracia comenzó a crecer. Varios diarios
aparecieron, mostrando a una audiencia cada vez mayor en Francia las nuevas ideas económicas. Entre ellos el más
importante era el Diario Económico (1721-1772), que promovió la agronomía y agricultura racional y el Diario de
Comercio (1759-1762), que fue influenciado grandemente por el irlandés Richard Cantillon, y dos predominaron por
fisiócratas; el Diario de la Agricultura y el Comercio y las finanzas del DES (1765-1774). Jean-Claude Marie Vicent
de Gournay era el encargado principal del "Diario de Comercio" escribió Efemérides del ciudadano (1767-1772 y
1774-1776). En donde se condenaba el exclusivismo de los gremios comerciales, la multiplicidad de impuestos en la
tierra, y precios artificialmente fijados en materias primas, como el grano. Aunque los fisiócratas lograron cambiar
mucha legislación abusiva e introdujeron una plétora de ideas socio-económico-políticas, los intereses capitalistas
triunfaron al final dado el interés predominante por el crecimiento industrial por encima de la agrícola (Wittaker).

Fisiocracia como Ciencia Social


Los fisiocráticos son generalmente considerados como los fundadores reales de las ciencias sociales. Fueron, de
hecho, los primeros en emplear el método científico, en dirigir un movimiento que hizo investigaciones sobre
fenómenos sociales.
Un movimiento comparable con el desarrollo de la química. Es entonces cuando escritores como Rousseau basan su
origen de sociedad en un acuerdo entre hombres y un contrato social. Encontró el origen de la legislatura, los
caprichos de los hombres y criticó la propiedad individual y la desigualdad entre hombres. Montesquieu habla de las
leyes que gobiernan todo en la tierra como la materia y la naturaleza, y que el hombre no es diferente en ese sentido.
Todo este pensamiento nació de los descubrimientos fisiocráticos. Ellos propusieron que las sociedades no nacieron
por casualidad, sino que provienen de la naturaleza del hombre. La sociedad es el proveedor de la libertad, ya que no
podemos sobrevivir como especie sin la ayuda de nuestros hermanos. El deseo de asociación nos unifica; el interés
personal nos mueve. Dos fuerzas aparentemente antagonistas producen una acción armoniosa. Pero esta sociedad
incluye el principio de que cada derecho involucra una obligación correlativa y recíproca (Higgs).
Si no se aceptaban estos términos y surgían crímenes o desobediencias, la autoridad velaba para que se cumpliera la
ley. Es importante notar que la autoridad no puede crear leyes, sino sólo administrar su seguimiento. Ellos
recomendaban el uso de un príncipe absoluto que siempre tiene que tener su interés volcado en los intereses
personales de su ciudadanía. Sólo debía haber un impuesto sobre la tierra que se pagaba a las instituciones
Fisiocracia 51

gubernamentales. Como una contrapartida a su poder habría un instituto independiente judicial que aseguraba el
seguimiento de las leyes naturales de parte del soberano. Y también de administrar un sistema de educación
suficientemente grande para dar a cada ciudadano el entendimiento de las leyes sociales y naturales. Es importante
notar que no todos los fundadores fisiocráticos estaban de acuerdo en este tema. El más notable entre ellos fue
Turgot (Higgs).

Crítica
La fisiocracia no fue recibida con los brazos abiertos por muchas razones, no siendo todas intelectuales. Sus
oponentes fueron muchos, incluyendo a los mercantilistas que hasta entonces habían dirigido la política económica
de la corte de Francia, y a los incipientes liberalistas liderados por Adam Smith, quien publicaría una respuesta
crítica a la fisiocracia. Aunque Smith creía en muchas de las doctrinas expuestas por los fisiócratas, no aceptaba el
calificativo de las clases mercantiles y artesanales como estériles e improductivas. Sí reconocía que la agricultura era
la más productiva de las ocupaciones, pero sostenía que las otras ocupaciones deberían ser denominadas como menos
productivas, no como improductivas. Para demostrar la verdad de su afirmación, Smith observó que incluso la clase
social más baja "produce anualmente el valor de su propio consumo anual, y perpetúa, al menos, la existencia del
capital que le mantiene y emplea."
Otro crítico, Alexander Hamilton, condena la idea de impuestos y renta sobre la tierra diciendo: "Parece haberse
pasado por alto que la tierra es en sí un capital, anticipado o alquilado por el propietario al arrendatario, y que la
renta que recibe es sólo el beneficio ordinario de un cierto capital en forma de la tierra, no explotada por el mismo
propietario, sino por otro, al que se la presta o alquila, y el que, de su parte, anticipa un segundo capital, para
preparar y mejorar la tierra, por el que recibe el beneficio usual..."

Bibliografía
• Magill, Frank N. Survey of Social Science Economic Series 4. Salem Press, Pepperdine University: Pasedina
California.
• Higgs, Henry C.B. Palgrave's Dictionary of Political Economy Volume III. Reprints of Economic Classics: New
York 196 BUT PEPA. Pensamiento Económico. Gráfica Panamericana: Pánuco, México 1948.
• Hobbes, Thomas. Leviatán. México: Fondo de Cultura Económica, 1651.

Enlaces externos
• La fisiocracia [1]
• Los fisócratas [2]

Referencias
[1] http:/ / www. econlink. com. ar/ fisiocracia
[2] http:/ / www. wikilearning. com/ articulo/ mercantilismo_y_fisiocracia-los_fisiocratas/ 13722-3
Economía marxista 52

Economía marxista
La economía marxista es la escuela de pensamiento económico inspirada en pro a la obra de Karl Marx. La mayoría
de los conceptos fundamentales de esta escuela fueron desarrollados por Marx en su obra principal El Capital,
algunos de ellos son: fuerza de trabajo, lumpenproletariado, proletariado y burguesía (en sentido de clase social),
lucha de clases, plusvalía, materialismo histórico, explotación y la teoría del valor trabajo.

Autores de la escuela marxista


(Orden cronológico)
• Karl Marx (1818-1884)
• Friedrich Engels (1820-1895)
• Vladimir Lenin (1870-1924)ll
• Rosa Luxemburgo (1871-1919)
• Rudolf Hilferding (1877-1941)
• Antonio Gramsci (1891-1937)
• Mao Zedong (1893-1976)
• Kozo Uno (1897-1977)
• Herbert Marcuse (1898-1979)
• Piero Sraffa (1898-1983), fundador de la escuela Neo Ricardiana. [1]
• Maurice Herbert Dobb (1900-1976)
• Oskar Lange (1904-1965)
• Paul Mattick (1904-1981)
• Paul Sweezy (1910- 2004)
• Paul A. Baran (1910-1964)
• Charles Bettelheim (1913-2006)
• Ernest Mandel (1923-1995)
• Michio Morishima (1923-2004)
• Andre Gunder Frank (1929-2005)
• Immanuel Wallerstein (1930- )
• Mario Tronti (1931- )
• David Harvey (1935- )
• Giovanni Arrighi (1937-2009)
• Anwar Shaikh (1945- )
Economía marxista 53

Referencias
• E. Screpanti & S. Zamagna (1993): An Outline of the History of Economic Throught, ISBN 978-0-19-927914-2.

Enlaces externos
• Los problemas de la economía marxista [2]
• Crítica al Socialismo del Profesor Jesús Huerta de Soto [3] (Catedrático de Economía Política en la Universidad
Rey Juan Carlos de Madrid)

Referencias
[1] http:/ / cepa. newschool. edu/ het/ schools/ neoric. htm
[2] http:/ / www. economiadinero. com/ 555/ no-a-la-economia-de-karl-marx/
[3] http:/ / www. anarcocapitalista. com/ JHSLecciones36. htm

Economía neoclásica
El término economía neoclásica o escuela neoclásica es un concepto impreciso utilizado en economía; ciencia
política, etc., para referirse en general a un enfoque económico basado en una tentativa de integrar al análisis
marginalista algunas de las percepciones provenientes de la economía clásica.[1][2][3]
Entre otras, estas tentativas incluyen: La consideración tanto de la oferta como la demanda en la determinación de
los precios (los marginalistas enfatizan el papel de la demanda, los clásicos, el de la oferta). Segundo: los neoclásicos
otorgan gran importancia al papel del dinero en asuntos económicos. Tercero, los neoclásicos extendieron el análisis
económico a situaciones otras que las consideradas tanto por los clásicos como los marginalistas, es decir,
examinaron no solo situaciones de monopolio, duopolio y competencia perfecta, sino también situaciones de
competencia imperfecta. (op. cit)
Se podría agregar que los neoclásicos reintroducen el estudio de los grupos o agregados.[4]
El término generalmente se emplea en dos acepciones: para referirse a los desarrollos en el pensamiento económico
entre 1870 y 1920 y -más o menos críticamente- a lo que se considera el pensamiento económico ortodoxo o
dominante (mainstream) en la actualidad.[5] En las palabras de E. Roy Weintraub: "Todos somos neoclásicos ahora,
incluso los keynesianos, porque lo que se enseña a los estudiantes, lo que es la economía principal (mainstream), es
economía neoclásica"[6]
El economista neoclásico por excelencia es Alfred Marshall, quien es considerado el fundador de una de las grandes
aproximaciones de la escuela (ver Equilibrio parcial). Otra de las grandes figuras es Léon Walras, fundador de otra
de las grandes aproximaciones (ver Teoría del equilibrio general).- Otros neoclásicos de gran importancia incluyen
Knut Wicksell e Irving Fisher (ver Monetarismo); Arthur Pigou y Vilfredo Pareto (ver Economía del bienestar) etc.
Como lo anterior sugiere, la escuela neoclásica ejerció gran influencia en los desarrollos posteriores del pensamiento
económico durante el siglo XX, por ejemplo, a través de la conocida La síntesis clásico-keynesiana [7] o
Neokeynesianismo,[8] e incluso en el presente, a través de los nuevos clásicos [9]
Economía neoclásica 54

Introducción

Origen y evolución del término


La escuela neoclásica se originó a partir de una crítica (a veces implícita) a los marginalistas[10] quienes, a su vez,
buscando introducir rigurosidad y una metodología que se asemejara más a las de las ciencias físicas, habían ya
criticado los conceptos y métodos utilizados por la economía clásica (o economía política); crítica que los
neoclásicos hicieron, a grandes rasgos, suya.[11]
Mucho de la crítica neoclásica se centró en tentativas de formalizar y extender tanto el concepto de la teoría del valor
subjetivo como el de individualismo metodológico. Los neoclásicos reintroducen a la disciplina el estudio de grupos
tanto de fenómenos económicos como de individuos, no ya como "clases" sino bajo la forma de agregados
estadísticos y/o promedios,, etc. Lo neoclásicos son responsables de las formalizaciones lógicas (Marshall) y
matemáticas (Walras, Pareto[12]) que caracterizan la disciplina en el presente. (para un analisis mas detallado, ver
Rafael Domínguez Martín: TEMA 5. LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA Y EL PARADIGMA NEOCLÁSICO
[13]
)
El término “neoclásico” mismo se originó en una crítica global de Thorstein Veblen[14] - fundador de la escuela
institucionalista (norte)americana- quien lo utilizó para referirse a quienes el consideraba compartían las
percepciones no científicas de la escuela clásica, especialmente la utilización de la teoría del valor, incluyendo la
tentativa marginalista de reemplazarla con la teoría del valor subjetivo y la percepción que “más es necesariamente
mejor”. Esto incluye a quienes son generalmente considerados marginalistas.[15]
El término se generalizó para referirse a los seguidores de la "economía marshalliana". El proyecto de Marshall
—también llamada síntesis marshalliana[16][17]— puede ser visto como una tentativa de sistematización y
formalización de la “economía clásica”,[18] lo que lo sitúa en el centro específico de la crítica de Veblen. La visión de
Marshall y sus seguidores -llamados inicialmente marginalistas ingleses o marshallianos- es lo suficientemente
distinta de otros marginalistas como para constituir una percepción distintiva, a pesar de las raíces comunes en el
marginalismo.[19]
Además otros marginalistas -por ejemplo, Wicksell y Carl Menger- se consideran fundadores de escuelas (escuela
sueca o de Estocolmo y escuela austríaca respectivamente). Walras es generalmente estudiado -junto a Francis
Edgeworth - entre los matematizadores de la economía, pero a veces incluido con Pareto como representando la
Escuela de Lausanne[20] Y seria conducente a error sugerir que solo Marshall y sus seguidores son marginalistas.[21]
Lo anterior ha dado origen a una situación más bien confusa. La mayoría de los especialistas hacen una diferencia
entre los marginalistas y los neoclásicos, pero diferentes autoridades incluyen entre los neoclásicos a diferentes
autores. Los autores considerados neoclásicos de importancia generalmente incluyen Marshall, Pigou y Walras,
aunque no es difícil encontrar obras que incluyen Pareto, Wicksell y Fisher. Así pues, el concepto puede usarse
legítimamente tanto para designar a la obra de todos esos autores (y aquellos influidos por ellos) como solo a los
influidos directamente por el trabajo de Marshall. En los textos de economía el uso implica comúnmente el sentido
mas general. Esto, a su vez, ha dado origen a otra confusión: la influencia de Marshall y Walras — especialmente en
asuntos metodologicos— se extiende incluso al presente. Son todos los economistas entonces "neoclásicos"?. Y, de
no serlo, donde termina el neoclasicismo?.
Economía neoclásica 55

Características del neoclasicismo


Todo lo anterior puede sugerir que la descripción de algo como "economía neoclásica" es cuestionable. Notando que
el uso del término se da principalmente entre pedagogos, algunos han ido tan lejos como a cuestionar si su uso (dado
que puede llevar a error a estudiantes y otros) es moral.[22]
Sin embargo la posición generalmente aceptada es que, de hecho, hay un grupo de economistas que pueden ser
descritos como neoclásicos en la medida que comparten una serie de asunciones generales. De acuerdo a David
Colander[23] las características del pensamiento neoclásico; en su acepción mas restringida, es decir, como
extendiendose desde aproximadamente 1870 a 1930; son:
1. Se centra en la asignación de recursos en un momento determinado, es decir, se refiere a la elección y disposición
de recursos escasos entre posible alternativas.
2. Acepta alguna variedad del utilitarismo como jugando un papel central para comprender la economía.
3. Se centra en alternativas marginales. EL neoclasicismo se interesa en los alternativas y cambios "marginales" que
son el objeto del cálculo.
4. Asume una racionalidad de largo plazo.
5. Acepta el individualismo metodológico.
6. Esta estructurada alrededor de un concepto de equilibrio general en la economía.
Sin embargo, como se ha notado, algunos consideran que la escuela se puede encontrar incluso en el presente. Desde
ese punto de vista, Christian Arnsperger y Yanis Varoufakis[24] sugieren que los neoclásicos (y solo los neoclásicos)
comparten tres meta-axiomas:
1. Individualismo metodológico: los fenómenos a ser estudiados lo son centrandose en los individuos. (sin
embargo, hay que notar que estos no son los individuos del lenguaje común y corriente, sino individuos
metodologicos o agentes económicos: "Un agente económico es la unidad básica de operación en el modelo.
Generalmente consideramos que el agente económico es un individuo.... Sin embargo, en algunos modelos
económicos, se considera como un agente una nación, una familia o un gobierno. En otras ocasiones, el
"individuo" es disuelto en una colección de agentes económicos, cada uno actuando en circunstancias diferentes y
cada uno considerado un agente económico".[25] El punto es importante. Los neoclásicos reintroducen a la
disciplina el estudio de grupos o clases, tanto de individuos como de fenómenos, bajo la forma de agregados.)
2. Instrumentalismo metodológico: por lo que entienden que todo comportamiento es guiado por preferencias, es
decir, es instrumental. (notese que esto modifica sutilmente el problema de la racionalidad económica. Los
neoclásicos no asumen que los individuos persiguen únicamente su interés propio, pero, cualquiera que sea el
motivo por el cual escogen perseguir algún objetivo, lo hacen racionalmente. Ver homo economicus).
3. Equilibrio metodológico: lo que quiere decir que los neoclásicos asumen que el comportamiento agregado oscila
alrededor de o tiende a un punto de equilibrio económico. Esto, a diferencia de, por lo menos algunos
marginalistas (por ejemplo, Carl Menger), para los cuales no hay razón alguna por lo cual el mercado deba estar
en equilibrio: los individuos buscan maximar utilidad o beneficios, no equilibrio. Ademas, hay problemas con la
asunción de la información perfecta[26]
Sin embargo cualquier profundización del área revela diferencias de fondo entre los autores neoclásicos.[27] Esta es,
obviamente, un área compleja. Simplificando mucho se podría postular -a nivel introductorio - varios "tipos" de
neoclasicismo (mantengase presente que los autores que serán mencionados no contribuyeron exclusivamente en una
área):
1.- La aproximaciones del equilibrio, que, a su vez, se pueden dividir en:
• la aproximación de Marshall que algunos consideran representa el origen del pensamiento ortodoxo en la
economía actual.[28][29] Marshall introdujo a la disciplina el uso formal de modelos económicos conceptuales y
diagramaticos, basados en análisis lógicos[30] (el concepto de Cæteris paribus es un ejemplo), dejando las
matemáticas para demostraciones en notas o apéndices.[31] Marshall creía que el propósito de la economía, como
ciencia, era "eliminar la pobreza".[32] Desde ese punto de vista, Marshall transformo el concepto de plusvalía en el
Economía neoclásica 56

conocido como "Plusvalía o Excedente de Marshall", constituido por el Excedente del productor [33] y Excedente
del consumidor.[34] Marshall asumió que la utilidad es aditiva (es decir, que la relación “ingreso-utilidad” de un
individuo es la suma de funciones de utilidad independientes). Esto significa que la curvas de indiferencia
adquieren gran importancia y el concepto de utilidad marginal pierde algo del papel central que juega en el trabajo
de los marginalistas propiamente tales.[35] Finalmente, Marshall introdujo tanto el principio de la oferta y
demanda como el concepto de equilibrio parcial: “El equilibrio parcial se concentra en el equilibrio en un solo
mercado, usando el análisis de la oferta y la demanda como el punto de partida para analizar el funcionamiento y
eficiencia del mercado. Se entiende por equilibrio la situación en la cual los planes de los productores y los
consumidores son equiparables o los mismos en términos monetarios.
• La aproximación de Walras que dio origen a una visión de la economía[36] que es percibida por algunos como
dominante en el presente.[37] Walras busco dar a la disciplina el mayor grado posible de precisión y
generalización,[38] para lo cual abandono cualquier presupuesto ético[39]y baso su analisis en las matemáticas.
Partiendo de la asunción que el precio de los bienes no se debe ni a la voluntad del vendedor ni la del comprador,
sino en el hecho que los bienes económicos son tanto útiles como limitados (es decir, escasos) sugiere que eso
establece una relación que se puede estudiar objetivamente, como en una "ciencia físico matemática". Eso le
permite sugerir que todos los actores económicos son "aceptadores de precios" ("price takers" en ingles),[40] lo
que, a su vez, le permite establecer una condición, asumiendo los precios como dados y que los actores actúan
racionalmente (ver homo economicus), en la cual todo lo que se produce se vende, es decir, se establece un
equilibrio general.[41] En orden a determinar teóricamente esa condición, propuso la llamada Ley de Walras, que
establece que, al considerar un mercado cualquiera en particular, si todos los demás mercados en una economía
están en equilibrio, entonces ese mercado también deben estar en equilibrio. Esto significa que, en una economía
con "n" mercados, de los cuales uno esta en equilibrio, es suficiente resolver n-1 ecuaciones simultáneas para
establecer la condiciones de vaciamiento del mercado del resto de los mercados, y así determinar las condiciones
(precios, niveles de producción, etc) del equilibrio general.[42] Los actores individuales, que no son capaces de
efectuar ese calculo, determinan los equilibrios en cada mercado especifico a través de un proceso de tanteo
walrasiano. Desde el punto de vista de Walras, esa situación es esencialmente ética, en que logra el máximo de
satisfacción de necesidades dada las condiciones reales. (ver primer teorema fundamental de la economía del
bienestar [43]).
2.- Las aproximaciones de la economía del bienestar; que buscan relacionar las cuestiones de eficiencia económica
con las del bienestar social,[44] representadas por las obras de Pigou, Edgeworth y Pareto. (ver, por ejemplo,
eficiencia de Pareto.
3.- Las aproximaciones que se centran en la relación entre la economía real y el dinero, representada principalmente
por la obra de Knut Wicksell e Irving Fisher, etc, que dieron origen al monetarismo y la economía
monetaria.[45][46][47][48][49][50]
4.- Las aproximaciones centradas en extender el analisis más allá del área de estudio tradicional (tanto de los clásicos
como de los marginalistas): los monopolios y competencia perfecta a situaciones de competencia imperfecta, Aquí
encontramos nuevamente a Wicksell, pero hay que agregar a Edward Hastings Chamberlin (ambos fundamentales
para la teoría de la Competencia monopolística), Piero Sraffa y Joan Robinson ( teoría del oligopolio), etc.
Economía neoclásica 57

Críticas al neoclasicismo temprano


Se mencionaran dos críticas globales al neoclasicismo. La de Veblen en 1900 y la que Piero Sraffa comenzó a
implementar a partir de 1930.[51] (para otras, ver marginalismo)
Para Veblen[52]el concepto de equilibrio es normativo, implicando -sin prueba- que el equilibrio es de beneficio para
la sociedad y los individuos. Veblen considera que la economía ortodoxa es teleológica y pre-darwiniana.
Teleológica porque asume que el proceso económico progresa o tiende a una situación estable (el equilibrio a largo
plazo) que ni se observa en realidad ni se deriva de algún análisis sino que se asume como un dado con anterioridad
a cualquier análisis u observación. Y es predarwinica porque, en la opinión de Veblen, el proceso económico es un
proceso darwiniano de evolución, desarrollandose a través del tiempo como respuesta a diferentes y cambiantes
circunstancias pero careciendo de propósito o diseño.[53][54]
Las críticas de Sraffa culminaron en su Producción de mercancías por medio de mercancías. En ella se encuentra la
génesis de varios de los argumentos desarrollados posteriormente por otros autores.[55] Sraffa fue un pensador
profundo, cuya crítica forzó a Ludwig Wittgenstein a modificar sus posiciones originales.[56] El centro de la crítica
de Sraffa es que la teoría neoclásica del valor esta basada una visión contradictoria y lógicamente defectiva. Esta
visión dio eventualmente origen al famoso Debate de las dos Cambridge[57] y la posición de Sraffa se puede resumir
así: una teoría del valor que sea lógicamente consistente tiene que volver a la teoría clásica, considerando que es el
caso que lo que interesa en la producción es que, al final del proceso, haya un excedente o plusvalía. Sraffa avanzó a
construir un tal modelo, lógicamente consistente, y que puede ser usado para explicar no solo el precio relativo de los
bienes sino la distribución de los ingresos/ganancias. Una implicación clave del modelo de Sraffa es que la
determinación de la relación en la distribución de los ingresos entre salarios y ganancias es debida a factores no
económicos. Por ejemplo, esa relación se origina en como se fijan ya sea los salarios de subsistencia o la tasa de
ganancia.

Desarrollos posteriores
A partir de la crítica de Sraffa las posiciones marshallianas empezaron a decaer, proceso que se aceleró con la crítica
de Keynes especialmente a nivel macroeconómico; sin embargo el enfoque marshalliano seguía siendo visto como
riguroso, especialmente para explicar el comportamiento microeconómico, lo que a su vez llevó a tentativas por
parte de algunos autores -como John Hicks- de conciliar ambas perspectivas, originandose así la llamada síntesis
clásico-keynesiana [7].
En la otra mano, las posiciones de la economía del bienestar no solo mantuvieron sino que —junto a las posiciones
de Walras— aumentaron su importancia.[58][59][60] Lo mismo se puede decir del monetarismo.[61]
Se puede entonces sugerir que todo lo anterior ha dejado un legado, posiblemente central, a las concepciones
económicas a partir de la segunda guerra mundial. Este legado se puede percibir en general tanto en los textos de
introducción a la disciplina como los cursos más avanzados, donde se da por sentado que el método económico se
basa en la matemática. En las palabras de E. Roy Weintraub: "Todos somos neoclásicos ahora, incluso los
keynesianos, porque lo que se enseña a los estudiantes, lo que es la economía principal (mainstream), es economía
neoclásica"[62]
Sin embargo, esa influencia no quiere decir que exista una escuela o movimiento con principios formalmente
establecidos a los cuales todos adhieren explícitamente. Weintraub (op. cit) sugiere que el neoclasicismo, a partir de
1950, es una metateoría, es decir, un conjunto de reglas implícitas o un acuerdo no especificado acerca de como
construir explicaciones o teorías económicas aceptables. (para una explicación formal de que es una metateoría, ver
Imre Lakatos: "La metodología de los Programas de investigación científica". Alianza. Madrid. 1993.).
Weintraub posita tres principios de esa metateoría neoclásica:
1. los individuos tienen preferencias racionales
2. los individuos maximizan utilidad y las empresas ganancia.
Economía neoclásica 58

3. los individuos actúan independientemente sobre las bases de información completa y relevante.
Los grupos o escuelas que aceptarían tal metateoría serian: 1ro: la síntesis clásico-keynesiana [7]; síntesis neoclásica
o "neokeynesianismo". 2ndo: El monetarismo asociado con Escuela de Economía de Chicago, y, 3ro: Los nuevos
clásicos.

Síntesis neoclásica
El marginalismo fue el enfoque dominante hasta la crítica keynesiana basada sobre todo en consideraciones de tipo
macroeconómico. Aunque la crítica keynesiana sobre cuestiones macroeconómicas se consideró valiosa, el enfoque
marginalista siguió siendo visto como un enfoque riguroso especialmente para explicar el comportamiento
microeconómico de ciertos aspectos. Es por eso que algunos autores como John Hicks trataron de construir un
enfoque más amplio que sintetizara las ideas más valiosas de ambos enfoques, el resultado se conoció como "síntesis
neoclásica".

La Escuela de Economía de Chicago


La introducción de ciertos aspectos keynesianos en la teoría, que condujo a un tipo de política económica
intervencionista entre 1950 y 1973 fue criticada ampliamente por un sector de los economistas neoclásicos, como
George Stigler, Milton Friedman o Robert Lucas, precisamente en el período de mayor expansión económica
conocido en la historia de la humanidad.[63][64] La nueva situación que se produjo a partir de 1973 con la Crisis del
petróleo de 1973 y la estanflación subsiguiente en Estados Unidos, favorecieron la crítica a las políticas
neokeynesianas vigentes en el período anterior.[65] Esto ayudó al surgimiento de una corriente de la economía
neoclásica conocida como monetarismo que empezó a ser influyente en algunas de las políticas económicas
internacionales (macroeconómicas) especialmente a partir de 1980.

El nuevo clasicismo
Muchas de las críticas anteriores se centran en la supuesta falta de realismo de la racionalidad de la acción humana
propuesta por los neoclásicos. John Muth -generalmente considerado fundador de la Teoría de las expectativas
racionales- respondió de la siguiente manera:
Se argumenta a veces que la asunción de racionalidad en economía lleva a teorías inconsistente con o
inadecuadas para explicar los fenómenos observados, especialmente cambios a través del tiempo.
Nuestra hipótesis se basa exactamente en el punto de vista opuesto: que los modelos dinámicos no
asumen la necesaria racionalidad.[66]
Con esa asunción de "racionalidad dinámica" Muth altero la situación anterior. De la misma manera que los
neoclásicos utilizaban racionalidad para conseguir equilibrio estático -es decir, la mantención de los "gastos" en una
"tangente" a la línea de restricción presupuestaria y a la curva de indiferencia- Muth utiliza esa misma racionalidad
para llegar a un equilibrio dinámico u optimalidad a través del tiempo. Mientras sea el caso que los actores
individuales ajusten sus comportamientos de acuerdo a la información que vayan recibiendo o adquiriendo -y no hay
razón aparente para pensar que ese no sea el caso- estarán en una línea óptima que permite tomar en cuenta y
acomodar cambios tanto en lo que puede gastar como en lo que se desea gastarlo. En otras palabras -y a diferencia de
la criticada asunción original- el sistema no demanda racionalidad o conocimiento perfecto del futuro o del sistema
mismo por los actores. Ni requiere o demanda previsión a un futuro indeterminado o infinito. Solo demanda
flexibilidad en la parte de los integrantes para ajustarse a cambios en las circunstancias y/o información que se tiene
o adquiere.
A pesar que Muth escribió su artículo en 1961, esta propuesta no adquirió mayor relevancia hasta que fue
incorporada por Robert Lucas en su trabajo acerca de las fundaciones de la microeconomía. - Lucas argumenta que
un modelo macroeconómico debe ser construido a partir de la agregación de modelos microeconómicos[67]
Economía neoclásica 59

Lo anterior coincidió con una crítica al tipo de política económica intervencionista practicado entre 1950 y 1973
(intervencionismo derivado de la propuesta keynesiana y que llevó al período de mayor expansión económica
conocido en la historia de la humanidad.[68][69]) por parte de economistas "neoclásicos", tales como George Stigler,
Milton Friedman y el mencionado Robert Lucas, en un momento que se produjo a partir de 1973 con la Crisis del
petróleo de 1973 y la estanflación subsiguiente en Estados Unidos, favorecieron la crítica a las políticas
neokeynesianas vigentes en el período anterior.[70] Esto ayudó al auge del monetarismo que empezó a ser influyente
en algunas de las políticas macroeconómicas internacionales[71] (ver Nueva economía clásica).
Esto, a su vez, llevó al desarrollo de la Nueva economía keynesiana[72] (no confundir con el neokeynesianismo),
representada por personajes tales como Jordi Galí, Paul Krugman, Nouriel Roubini, Joseph Stiglitz, etc.

Críticas al neoclasicismo contemporáneo


Colander sugiere que el término mismo no debería ser usado. Los economistas modernos son -en su opinión-
eclécticos. "El uso del término neoclásico para describir la economía que se practica estos días no solo no es útil,
sino que actualmente dificulta la comprensión por los estudiantes y el publico general de lo que es la economía
contemporánea. El término puede todavía tener alguna función en comparaciones intertemporales, pero, si se va a
usar en ese sentido, es aún más importante terminar la era neoclásica en algún momento. La economía ha cambiado
enormemente desde los 1870 hasta el presente, y esta cambiando continuamente. " y "Mi argumento contra el uso del
término neoclásico para describir la economía moderna es que esa economía moderna no requiere adherencia a esos
seis atributos (ver más arriba). Es mucho más ecléctica. El movimiento de alejamiento de la economía neoclásica
puede ser trazado a los 1930, cuando un gran sector de la economía neoclásica estaban siendo abandonados por
teoristas de avanzada que trataban de forjar una nueva economía".[73]
En adición hay una variedad de críticas globales al neoclasicismo contemporáneo. Así, por ejemplo, Bernard
Guerrien, fundador de la economía crítica sugiere que "La teoría neoclásica se parece mucho a las especulaciones de
los escolásticos – las matemáticas reemplazando al latín. En su caso, la especulación es sobre el comportamiento de
individuos (o “agentes”) puramente imaginarios, ya que los parámetros que los caracterizan no se deducen de la
observación ni de los datos disponibles, que toman decisiones en “mercados” todavía más imaginarios."[74]
E.K. HUNT[75] sugiere que el criticismo de Veblen es aplicable al neoclasicismo actual: "el criticismo de Veblen a la
economía neoclásica es que tenía una visión totalmente ahistórica y simplista de la naturaleza humana y las
instituciones sociales. Tratando de explicarlo todo en términos de una conducta racional, egoísta, maximadora, la
economía neoclásica no explica nada".[76]
Murray Rothbard, (autor "austriaco"[77]) sugiere que la economía neoclásica se ha perdido en lo que Schumpeter
llamo "circulación circular": "Dado que la economía del equilibrio es por definición un círculo de conductas
robóticas sin cambio y sin fin, cada uno en el mercado tiene conocimiento perfecto del presente y del futuro, y la
incertidumbre pervasiva del mundo real desaparece de la escena. Dado que no hay más incertidumbre, las ganancias
y las perdidas desaparecen, y cada empresa encuentra que sus precios son exactamente iguales a sus costos de
producción" y "Seguramente no es accidente que la elevación a la prominencia de la economía walrasiana coincidió
con la virtual matematizacion de las ciencias sociales. La matemática goza del prestigio de ser "verdaderamente
científica", pero es difícil matematizar las complejas y enredadas incertidumbres y errores inevitables de la acción
humana del mundo real. Sin embargo, una vez que se elimina tales acciones e incertidumbres es fácil emplear
álgebra y la tangentes de la geometría para analizar este no realistico pero fácilmente matematizable equilibrio".[78]
Lee Boldeman,[79] escribiendo desde el punto de vista de la filosofía moral sugiere que la aproximación neoclásica
es dogmática y fundamentalista, basada en simplificaciones groseras y reglas que intentan reemplazar (
convertiendose en) lo "sagrada"[80] tales como la de la racionalidad de los actores económicos: "Es en este punto que
es conveniente recordar que es el control de nuestra codicia lo que representa una de las victorias principales de la
cultura sobre la "animalidad". Si esto es así, es la codicia lo que también representa una de las amenazas primarias a
nuestra civilización, el fundamentalismo económico es una ideología que trata de justificar la codicia. En particular,
Economía neoclásica 60

promueve el egoísmo y el materialismo. Incluso para los no religiosos, sin embargo, la adquisición de riqueza y
poder personal no es una base adecuada para la auto-definición. En consecuencia, el fundamentalismo económico es
una amenaza significativa para nuestra civilización. Su aplicación a las decisiones públicas no se puede conciliar con
la importancia ética de nuestro patrimonio cultural, con sus fundamentos cristianos, su mandamiento de amar a Dios
y amar al prójimo como a sí mismo. Tampoco se puede conciliar con las otras tradiciones religiosas, incluyendo el
Budismo, con sus llamadas a la compasión y el desapego. Tomar algo que es bueno-como el pensamiento racional, o
el análisis económico, o mercados, o los derechos humanos o la libertad o la ley, o dinero, o el consumo-y
convertirlo en un absoluto es la esencia de una nueva idolatría." (op. cit. conclusiones).

Notas y referencias
[1] Rafael Domínguez Martín: "En definitiva, Marshall preparó el camino para la recuperación de la teoría clásica, que precisamente reviviría en
Cambridge a partir de los años veinte con las obras de Sraffa, Keynes y Robinson. Los elementos que sitúan a Marshall más cerca de los
clásicos que de los marginalistas fueron tres: su definición del objeto y método de la economía como una ciencia destinada a resolver el
problema de la pobreza y que debía combinar inducción y deducción, abstracción e historia; su concepción de la utilidad como un fenómeno
que se puede medir en términos cardinales, lo que recuperaba el viejo ideal de Bentham de la mayor felicidad para el mayor número; y su
teoría del valor, en la que los costes de producción reaparecen como el determinante fundamental del precio de equilibrio a largo plazo
(Landreth y Colander 1998: 311-312)." en TEMA 5. LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA Y EL PARADIGMA NEOCLÁSICO (http:/ /
personales. unican. es/ domingur/ 5. pdf) p 31
[2] Costa; Langer; Rodríguez (2003): "Marshall, entonces, centra gran parte de su análisis en los precios y su determinación a partir de los
avatares de la demanda. Para ello realiza una síntesis entre la teoría marginalista moderna y la teoría clásica de Smith y Ricardo. De aquí el
nombre de “neo-clásica”. en "Fundamentos de Economía" cap 10 PROCESO HISTÓRICO Y GÉNESIS DE LAS ESCUELAS DEL
PENSAMIENTO ECONÓMICO (http:/ / www. economia-cbc. org. ar/ archivos/ capitulo 1 vf costa rodriguez langer. pdf) p 27
[3] Stanley L Brue y Randy R Grant; (2008): Historia del pensamiento económico (Spanish Edition). Editorial: Cengage Learning, México
[4] Como es generalmente aceptado — ver, por ejemplo, Steven Pressman: "Fifty major economists" Routledge, 2006 (2nd edition) — el foco de
atención de la escuela clásica son los grupos o clases de individuos, estudiando, por ejemplo, lo que determina los salarios recibidos por los
trabajadores en general más que lo que cada trabajador individual recibe; o qué ocasiona que la tasa de ganancia suba o baje, más que los
factores que ocasionan la ganancia de una empresa particular, etc. A diferencia, los marginalistas se basaron en el Individualismo
metodológico.
[5] Por ejemplo: David C. Colander, Richard P.F. Holt, and J. Barkley Rosser, Jr.: The Cutting Edge of Economics (http:/ / webcache.
googleusercontent. com/ search?q=cache:eBYTzglyiOkJ:cob. jmu. edu/ rosserjb/ The%20Cut3. doc+ classification+ of+ neoclassical+
economics& cd=5& hl=en& ct=clnk& client=safari)
[6] E. Roy Weintraub Neoclassical Economics (http:/ / www. econlib. org/ library/ Enc1/ NeoclassicalEconomics. html)
[7] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Pensamiento_económico_reciente#La_s. C3. ADntesis_cl. C3. A1sico-keynesiana
[8] M. Lavoie (2005): La economía postkeynesiana, ed. Icaria, p. 13. ISBN 84-7426-785-4
[9] Andreas Novy: "La teoría neoclásica es el paradigma dominante en las ciencias económicas, y por ello se la señala también como Mainstream
o la ortodoxia. Esta caracteriza a la economía no tanto como un sistema cerrado, sino como un método de optimización, el que es aplicable a la
sociedad en su totalidad." en 2.2 La teoría neoclásica (http:/ / www. lateinamerika-studien. at/ content/ wirtschaft/ ipoesp/ ipoesp-753. html)
[10] Rafael Domínguez Martín: TEMA 5. LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA Y EL PARADIGMA NEOCLÁSICO (http:/ / personales.
unican. es/ domingur/ 5. pdf)
[11] E. Screpanti y S. Zamagna (1997): Panorama de la historia del pensamiento económico, ed. Ariel, Barcelona, ISBN 84-344-2114-3
[12] E. Roy Weintraub (1997): Why So Many Italian Economists? (http:/ / econ. duke. edu/ ~erw/ Preprints/ italian. economists. html)
[13] http:/ / personales. unican. es/ domingur/ 5. pdf
[14] T.Veblen (1900): “Preconceptions of Economic Science.” (http:/ / books. google. com/ books?hl=en& lr=& id=6nx9SUbiVYkC& oi=fnd&
pg=PA1& dq=Veblen+ + + “Preconceptions+ of+ Economic+ Science. ”& ots=5uvfBvAKyo&
sig=er7fssHECO-paFS25BWfoIp-DVg#v=onepage& q& f=false) - ver también: Veblen: Why is Economics Not an Evolutionary Science?
(http:/ / socserv2. socsci. mcmaster. ca/ ~econ/ ugcm/ 3ll3/ veblen/ econevol. txt)
[15] Para una introducción en castellano al área, ver Margarita Barallano Cid: Los fundamentos de la teoría social de Thosrtein 6. Veblen: La
"revuelta" contra el Homo Oeconomicus de la "economía recibida" (http:/ / eprints. ucm. es/ tesis/ 19911996/ S/ 1/ S1002301. pdf).- para
profundizar: Veblen's Criticism Of Neo Classical Theory (http:/ / www. economictheories. org/ 2008/ 07/ veblens-criticism-of-neo-classical.
html)
[16] Alfred Marshall: sus conceptos económicos (http:/ / www. gestiopolis. com/ canales/ economia/ articulos/ 18/ Ciclope13. htm)
[17] Por ejemplo: The Marshallian Synthesis (http:/ / www. mutualist. org/ id53. html).- Walter Nicholson (2006): Teoría microeconómica:
principios básicos y ampliaciones (http:/ / books. google. com/ books?id=D-tRgvKyrikC& pg=PA9& lpg=PA9& dq="sintesis+
marshalliana"& source=bl& ots=pg_-EaosnE& sig=l58V0MGGv89DTjvaAHy418nM7zs& hl=en& ei=SOpYTu3LOYy38QOtksG9DA&
sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=2& ved=0CBsQ6AEwAQ#v=onepage& q& f=false) p 9.- James M. Buchanan The Marshallian
Synthesis - James M. Buchanan, Cost and Choice: An Inquiry in Economic Theory, Vol. 6 of the Collected Works [1969 (http:/ / oll.
Economía neoclásica 61

libertyfund. org/ ?option=com_staticxt& staticfile=show. php?title=1068& chapter=106144& layout=html& Itemid=27)]. El termino síntesis
marshalliana se debe a que Marshall es generalmente considerado como un gran sistematizador de los desarrollos a partir de David Ricardo.
Ver,por ejemplo, A.L. Levine: “Marshall and the Classical Tradition” Journal of Post Keynesian Economics, Vol, 4, N 4, summer 1982.- Ver
también "Alfred Marshall" en Steven Pressman (1999/2006): "Fifty Major Economists" Routledge.
[18] G.F. Shove: “en relación al contenido analítico, los “Principios” (de economía) descienden en linea directa a través de Mills de Ricardo y a
través de Ricardo, de Adam Smith... el esquema teorético creció de una tentativa de probar (test) y solventar las fallas en las doctrinas de
Ricardo a través del uso de un aparato matemático - en otras palabras, de traducirlas a ecuaciones diferenciales y hacerlas más generales”:
“Centenial Essay”, (p 295-6) citado por A.L. Levine: “Marshall and the Classical Tradition” Journal of Post Keynesian Economics, Vol, 4, N 4,
summer 1982
[19] Para un punto de vista "austriaco" de esas diferencias, ver Robert P Murphy: Austrian vs. Neoclassical Analytics (http:/ / www. youtube.
com/ watch?v=qArpSSmmFJw) (video de charla en inglés del Ludwig von Mises Institute
[20] Escuela de Lausanne (http:/ / www. eco-finanzas. com/ diccionario/ E/ ESCUELA_DE_LAUSANNE. htm)
[21] Para un análisis mas detallado de todo esto, ver TEMA 5. La revolución marginalista y el paradigma neoclásico (http:/ / personales. unican.
es/ domingur/ 5. pdf)
[22] Manoucher Parvin: Is Teching Neoclassical Economics as the Science of Economics Moral? (http:/ / www. jstor. org/ pss/ 1183480)
[23] David Colander: The Death of NeoClassical Economics (http:/ / community. middlebury. edu/ ~colander/ articles/ The Death of
Neoclassical. pdf)
[24] Arnsperger y Varoufakis: What Is Neoclassical Economics? (http:/ / www. paecon. net/ PAEReview/ issue38/ ArnspergerVaroufakis38.
htm)
[25] Ariel Rubinstein (2006): Lecture Notes in Microeconomic Theory (http:/ / press. princeton. edu/ rubinstein/ front. pdf) Princeton U Press..-
Introduction, p X
[26] Rafael Domínguez Martín: "Para Menger, al contrario que para los otros descubridores de la utilidad marginal, los mercados no tienen
porque estar en equilibrio cuando los individuos maximizan su utilidad (hay problemas de información imperfecta), de ahí la importancia que,
desde el principio, la escuela austríaca va a otorgar a la figura del empresario como un agente que busca información y aprovecha
oportunidades de obtener beneficios, de lo que se deriva una noción de competencia como un proceso dinámico, frente al concepto estático de
Walras y Jevons. " en TEMA 5. LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA Y EL PARADIGMA NEOCLÁSICO (http:/ / personales. unican. es/
domingur/ 5. pdf) (p 9)
[27] Ver, por ejemplo, Rafael Domínguez M, op. cit.
[28] Por ejemplo: Clem Tisdell, Keith Hartley: Microeconomic policy: a new perspective (http:/ / books. google. com/
books?id=kdnR_C9hA8YC& pg=PA136& lpg=PA136& dq=typical+ marshallians& source=bl& ots=x6nxHEBaZo&
sig=LMMsk4UJEJ8wWd8ZbgAKS3xcUWI& hl=en& ei=7NUvTIH4KqP80wT0qdjUBA& sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=2&
ved=0CBUQ6AEwATgK#v=onepage& q& f=false)
[29] John Cunningham Wood (editor) (1996): Alfred Marshall: critical assessments. Second series (http:/ / books. google. com/
books?id=ZIgGi8QO0dMC& printsec=frontcover& source=gbs_ge_summary_r& cad=0#v=onepage& q& f=false)
[30] Ver, por ejemplo Alfred Marshall et al: The Correspondence of Alfred Marshall, Economist: At the summit, 1891-1902 (http:/ / books.
google. com/ books?id=Uz9Y6GqphAQC& pg=PR19& lpg=PR19& dq=Marshal+ as+ logician& source=bl& ots=mgh_VyLF00&
sig=tug3XGSd6UcrXvXm0W6uFLMfSGE& hl=en& ei=ldpWTpSKIcyzhAfikbigDA& sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=9&
ved=0CD4Q6AEwCDgK#v=onepage& q=logic& f=false) p 405
[31] Marshall: “[un] buen teorema matemático que se ocupe de hipótesis económicas es muy improbable que sea buena teoría; y cada vez más me
he ajustado a las reglas siguientes: 1)Usar las matemáticas como lenguaje taquigráfico más bien que como instrumento de investigación; 2)
mantenerlas hasta haber logrado resultados; 3) traducir éstos al inglés; 4) aclararlos con ejemplos importantes de la vida real; 5) quemar las
matemáticas; 6) si no es posible conseguir el número 4 quemar el 3. Esto último lo he hecho con frecuencia”.
[32] Manuel Guerrero (2001): "Si bien aquí se hace referencia a la economía política y a la economía debe distinguirse que mientras la una
reflejaba la relación entre economía y la política la segunda está íntimamente conectada con los juicios normativos, es decir, que abarca cuales
debían de ser las metas de la sociedad, sin embargo el trabajo de Marshall, refleja que su fuerte se hallaba en el arte de la economía que es
capaz de relacionar la ciencia positiva con las metas normativas; es decir que se concentró en la aplicación de la teoría y en la teoría aplicada."
y "A diferencia de los clásicos, Marshall estaba convencido que la economía tenia la tarea principal, de eliminar la pobreza a tal punto que
reclamó a Ricardo el hecho de no entender que la pobreza genera más pobreza, dado que la falta de recursos en las familias no garantizan, ni la
salud, ni la preparación para permitirles ganar más." en Alfred Marshall - pensamiento económico (http:/ / www. gestiopolis. com/ canales/
economia/ articulos/ 17/ Ciclope12. htm)
[33] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Excedente_del_productor#Excedentes_del_productor
[34] INTRODUCTORY ECONOMICS (http:/ / www. newagepublishers. com/ samplechapter/ 001283. pdf) p 5 y 6
[35] Esta es un área compleja. Para una introducción, ver D.A. Walker, en “A Defense of Marshall on Substitute and Complements in
Consumptions” en Alfred Marshall: critical assessments. Second series (http:/ / books. google. com/ books?id=ZIgGi8QO0dMC&
printsec=frontcover& source=gbs_ge_summary_r& cad=0#v=onepage& q& f=false)
[36] por ejemplo Samuel Bowles y Herbert Gintis (2000): WALRASIAN ECONOMICS IN RETROSPECT (http:/ / docs. google. com/
viewer?a=v& q=cache:FUTzXI80JCwJ:citeseerx. ist. psu. edu/ viewdoc/ download?doi=10. 1. 1. 137. 3177& rep=rep1& type=pdf+
walrasian+ economics& hl=en& pid=bl&
srcid=ADGEEShqkguJV8-WmoExAdsd5plKre8v4Tk4_y5eIdwAU_OnX92KOZ2DIEqVaVKJ4SMjScs8WU4B9RQJ3sPCNYmFS7mnUDlZy-LESvIxXD7tkKW
Economía neoclásica 62

sig=AHIEtbQnt0eyBrbyiiIT3hFGI_SAJ-Zynw) o E.S. Andersen: Appraising Schumpeter's 'Essence' after 100 Years: From Walrasian
Economics to Evolutionary Economics (http:/ / ideas. repec. org/ p/ aal/ abbswp/ 06-35. html)
[37] Por ejemplo, Murray Rothbard escribe: “Desde la Segunda Guerra Mundial, la economía principal (mainstream) ha seguido el paradigma del
equilibrio general del economista suizo Léon Walras” en: Breaking Out of the Walrasian Box: The Cases of Schumpeter and Hansen (https:/ /
mises. org/ journals/ rae/ pdf/ R1_6. PDF)
[38] Angeles Cámara S: "(Walras)Profundamente interesado en la teoría pura, encontró que su época tenía como característica principal "una
completa ausencia de puntos de vista teóricos y científicos ... un empirismo absoluto". Aunque admitía la necesidad del conocimiento
empírico, insistió en que los hechos debían ser identificados e interpretados a la luz de la teoría. A los que afirmaban que la economía era
demasiado compleja para emplear en ella la matemática como herramienta de investigación, replicaba que esa misma complejidad era la que
hacía necesaria a la matemática. Pensaba que la carencia de demostraciones científicas - lo que para él quería decir matemáticas - había
conducido a la economía a una situación de impotencia y descrédito. A Walras le interesaba establecer analogías entre las fórmulas
económicas y las leyes físicas. De joven, creyó que la economía debía seguir el modelo de la astronomía. De mayor, destacó la "perfecta
similitud" entre las ecuaciones del equilibrio económico general y las ecuaciones de la "gravedad universal". Escribió sobre este tema el
artículo "Economique et mécanique". en EL SISTEMA ECONÓMICO DE LEÓN WALRAS (http:/ / 150. 214. 55. 100/ asepuma/
sevilla2000/ m5-01. pdf) p 296
[39] Douglas Vickers (1997): Con el trabajo de Walras, la economía “ha llegado a ser casi exclusivamente un asunto de técnica matemática,
efectivamente divorciada de sus anteriores presupuestos éticos” ( Economics and ethics: an introduction to theory, institutions, and policy
(http:/ / books. google. com/ books?id=Hzf2nMrMDdcC& pg=PA33& lpg=PA33& dq="Leon+ Walras"+ + + ethics& source=bl&
ots=Zl75-1SjdG& sig=nCUbD4cD1l3DeoYUDhDaLFcDWCU& hl=en& ei=sHdZTunvEMW58gOS_smpDA& sa=X& oi=book_result&
ct=result& resnum=5& ved=0CC0Q6AEwBA#v=onepage& q="Leon Walras" + ethics& f=false), p 33: Contemporary Constructions.) Sin
embargo, no todos están de acuerdo. Por ejemplo: RF Hebert (2003) sugiere que la matematizacion y abandono del aspecto ético debe
atribuirse a Jules Dupuit, ver Ethics, Engineering, and Natural Monopoly: The "Modern Debate" between Leon Walras and Jules Dupuit
(http:/ / muse. jhu. edu/ journals/ hpe/ summary/ v035/ 35. 4ekelund. html) y sugieren que Walras era "socialista". Sin embargo, el punto es
altamente debatible. Ver Renato Cirillo The 'Socialism' of Leon Walras and His Economic Thinking (http:/ / people. umass. edu/ woojin/
Socialism of Leon Walras. pdf)
[40] Heinz D. Kurz and Neri Salvadori: One Theory or Two? Walras's Critique of Ricardo (http:/ / www. uni-graz. at/ heinz. kurz/ pdf/ Walras&
Ricardo. pdf)
[41] Ver, por ejemplo: Claus Thomasberger (2005): The Two Utopias of Economics: Human Freedom and the Mechanism of Competition (http:/
/ www. f3. htw-berlin. de/ Professoren/ Thomasberger/ pdf/ Theorie3. pdf)
[42] Walras Law and Macroeconomics (http:/ / mercury. ecom. unimelb. edu. au/ rdixon/ wlaw. html)
[43] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Teoremas_fundamentales_de_la_economía_del_bienestar
[44] Por ejemplo: Bonifant Cisneros, A.; Accinelli Gamba, E: ANÁLISIS DEL BIENESTAR EN ECONOMÍA (http:/ / www. uaq. mx/
investigacion/ difusion/ veranos/ memorias-2009/ 11VCRC_46/ 3_Bonifant_Cisneros_A. pdf) - Ver también Introducción a la economía del
bienestar (http:/ / www. uam. es/ personal_pdi/ economicas/ ralopez/ eleccionsocial/ Tema8. pdf)
[45] Monetary Economics in Doctrinal Perspective (http:/ / www. jstor. org/ pss/ 2077984)
[46] Types of "General Gluts": Fisher, Wicksell, Bagehot (http:/ / delong. typepad. com/ sdj/ 2010/ 06/
types-of-general-gluts-fisher-wicksell-bagehot. html)
[47] DAVID LAIDLER: Financial Stability, Monetarism and the Wicksell Connection (http:/ / www. rofea. org/ index. php/ journal/ article/
viewFile/ 13/ 5)
[48] AXEL LEIJONHUFVUD: The Wicksellian Heritage (http:/ / www-ceel. economia. unitn. it/ staff/ leijonhufvud/ files/ wick. pdf)
[49] Knut Wicksell: The Birth of Modern Monetary Policy (http:/ / www. dallasfed. org/ research/ ei/ ei0401. html)
[50] IRVING FISHER – forerunner of monetarism (http:/ / www. nbs. sk/ _img/ Documents/ BIATEC/ BIA10_02/ 23_27. pdf)
[51] Sraffa propuso, en el contexto del Simposio del "Economic Journal" su teoría del valor. - ver John Hicks (1939): "The Foundations of
Welfare Economics" pp. 696 – 712 en: Economic Journal, IL, Diciembre 1939).
[52] por ejemplo: T.Veblen (1900): “Preconceptions of Economic Science.” (http:/ / books. google. com/ books?hl=en& lr=&
id=6nx9SUbiVYkC& oi=fnd& pg=PA1& dq=Veblen+ + + “Preconceptions+ of+ Economic+ Science. ”& ots=5uvfBvAKyo&
sig=er7fssHECO-paFS25BWfoIp-DVg#v=onepage& q& f=false) - ver también: Veblen: Why is Economics Not an Evolutionary Science?
(http:/ / socserv2. socsci. mcmaster. ca/ ~econ/ ugcm/ 3ll3/ veblen/ econevol. txt) T.Veblen:
[53] Ver, por ejemplo: Veblen's Criticism Of Neo Classical Theory (http:/ / www. economictheories. org/ 2008/ 07/
veblens-criticism-of-neo-classical. html)
[54] Joseph P. Wesson: "The Teleological Impulse: Thorstein Veblen, the Philosophy of Science, and Existentialism" (http:/ / 129. 3. 20. 41/ eps/
mhet/ papers/ 9808/ 9808002. pdf)
[55] Para una introducción a esos argumentos ver Bertram Schefold "Mr. Sraffa on joint production and other essays" Essay 3: Critique of
Neoclassical Theory (http:/ / books. google. com/ books?id=Z78j9IZON48C& pg=PA291& lpg=PA291& dq=sraffa+ critique+ of+
neoclassicism& source=bl& ots=L-v2Q6_vcY& sig=u9NhpsyNi9baafCXHeWps_IvORA& hl=en& ei=UBkyTNvnOtO6jAfn6NmWBg&
sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=5& ved=0CCUQ6AEwBA#v=onepage& q& f=false)
[56] De acuerdo a Wittgenstein fue sobre todo la aguda y fuerte crítica de Sraffa que lo forzó a abandonar sus visiones originales y a embarcarse
en nuevas rutas. Wittgenstein agrega que sus discusiones con Sraffa lo hicieron sentirse “como un árbol del cual todas las ramas han sido
podadas”. - Wittgenstein, citado por J. B. Davies, en Sraffa, Wittgenstein and neoclassical economics (http:/ / cje. oxfordjournals. org/ cgi/
Economía neoclásica 63

pdf_extract/ 12/ 1/ 29)


[57] Por ejemplo: vi J. Cohen, G. C. Harcourt, "Whatever Happened to the Cambridge Capital Theory Controversies?," (http:/ / www. econ.
yorku. ca/ ~avicohen/ Linked_Documents/ JEP_Cohen_Harcourt. pdf) Journal of Economic Perspectives, 17(1), Winter 2003, 199–214
[58] Louis Makowski; Joseph M. Ostroy: Perfect Competition and the Creativity of the Market (http:/ / www. nvcc. edu/ home/ jmin/
ReadingStuff/ Perfect Competition and Creativity of the Market by Makowski and Ostroy. pdf)
[59] Pierangelo Garegnani: Capital and Intertemporal Equilibria: A Reply to Mandler (http:/ / papers. ssrn. com/ sol3/ papers.
cfm?abstract_id=857701)
[60] The turn in economics: neoclassical dominance to mainstream pluralism? (http:/ / journals. cambridge. org/ action/
displayAbstract?fromPage=online& aid=429132)
[61] The Triumph of Monetarism (http:/ / www. jstor. org/ pss/ 2647052)
[62] E. Roy Weintraub Neoclassical Economics (http:/ / www. econlib. org/ library/ Enc1/ NeoclassicalEconomics. html)
[63] A. Maddieson (2003): The World Economy: Historical Statistics, (OCDE, tabla 8b) puede encontrarse un resumen en World Population,
GDP and Per Capita GDP (http:/ / www. ggdc. net/ maddison/ Historical_Statistics/ horizontal-file_03-2007. xls)
[64] Ha-Joon Chang (2007): Bad Samaritans: The Guilty Secrets of Rich Nations and the Thread to Global Prosperity, Random House, London,
p. 63. ISBN 978-1-905211-37-1
[65] Paul Krugman (1994): Vendiendo Prosperidad, Ariel, Barcelona, pp. 48-55, ISBN 84-344-1411-2
[66] John Muth: Rational Expectations and the Theory of Price Movements (http:/ / web. cenet. org. cn/ upfile/ 48981. pdf) Econometrica, vol 29,
Nr 3, (julio 1961)
[67] Lucas, Robert Jr: Econometric policy evaluation: A critique (http:/ / ideas. repec. org/ a/ eee/ crcspp/ v1y1976ip19-46. html) - Ver también:
Hubert Kempf: The Lucas critique (http:/ / eurequa. univ-paris1. fr/ membres/ kempf/ pdf/ L2-Lucas. pdf)
[68] A. Maddieson (2003): The World Economy: Historical Statistics, (OCDE, tabla 8b) puede encontrarse un resumen en World Population,
GDP and Per Capita GDP (http:/ / www. ggdc. net/ maddison/ Historical_Statistics/ horizontal-file_03-2007. xls)
[69] Ha-Joon Chang (2007): Bad Samaritans: The Guilty Secrets of Rich Nations and the Thread to Global Prosperity, Random House, London,
p. 63. ISBN 978-1-905211-37-1
[70] Paul Krugman (1994): Vendiendo Prosperidad, Ariel, Barcelona, pp. 48-55, ISBN 84-344-1411-2
[71] Ernesto Sheriff escribe: "Friedman aparece en la crisis de los 70 como el beneficiario del derrumbe del keynesianismo siendo asociado a los
gobiernos de Nixon, Ford, Reagan y Tatcher (en Gran Bretaña), conocidos como los gobiernos más ortodoxos en la línea económica. Con un
marketing impresionante, en 1979 Friedman publica su libro “Libertad de elegir” donde resume sus ideas políticas y abriendo paso a un grupo
de adeptos, esta vez mucho menos letrados, que bajo la etiqueta de neoliberalismo trataban de aplicar y entender lo que libros de menor rigor
científico (como el citado) ofrecían". en Milton Friedman: de Keynes a Lucas (http:/ / www. sheriffasoc. com/ publicaciones/
milton_friedman. pdf)
[72] ver, por ejemplo Michael Woodford (1999), 'Revolution and evolution in 20th century macroeconomics (http:/ / www. columbia. edu/
~mw2230/ macro20C. pdf), mimeo, Columbia University.
[73] David Colander: The Death of NeoClassical Economics (http:/ / community. middlebury. edu/ ~colander/ articles/ The Death of
Neoclassical. pdf)
[74] Guerrien: ¿Podemos conservar algo de la teoría neoclásica? (http:/ / www. ucm. es/ info/ ec/ jec10/ ponencias/ p2Guerrien. pdf)
[75] Universidad de Utah: E.K. HUNT (http:/ / www. econ. utah. edu/ econ_menu. htm?menuitem=44)
[76] K. Hunt: History of economic thought: a critical perspective (http:/ / books. google. com/ books?id=duYaugxYHdIC& pg=PA320&
lpg=PA320& dq=who+ classified+ neoclassical+ economics& source=bl& ots=BAbBI-P1cV& sig=nEbTS59hPm8DsvP_qJZcHY1EE0Q&
hl=en& ei=rwYxTJq0OI7u0gT75rGtAw& sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=4& ved=0CCEQ6AEwAw#v=onepage& q=who
classified neoclassical economics& f=false)
[77] Jesus Huerta de Soto: IN MEMORIAM M.N. ROTHBARD (1926-1995) (http:/ / www. jesushuertadesoto. com/ pdf_nuevosestudios/ cap18.
pdf)
[78] Rothbard: Breaking Out of the Walrasian Box: The Cases of Schumpeter and Hansen (https:/ / mises. org/ journals/ rae/ pdf/ R1_6. PDF)
[79] Network in Enterprise Information Infrastructure (Australia): Lee Boldeman (http:/ / www. eii. edu. au/ seminar/ GovIT/ boldeman)]
[80] Boldeman: The Cult of the Market - Economic Fundamentalism and its Discontents (http:/ / epress. anu. edu. au/ cotm_citation. html)

Bibliografía
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• Clase 5: "Economía Neoclásica". Teoría del Valor Uso. Marshall, Menger, Jevens, Pareto y Walras (http://
economiapoliticaweb.blogspot.com/2010/04/clase-5-economia-neoclasica-teoria-del.html)
• María Fernanda Osorio: La Escuela Neoclásica (http://www.liccom.edu.uy/bedelia/cursos/economia/
cap2_parteIII_teoria-neoclasica-keynes-y-monetaristas.pdf)
Economía neoclásica 64

• YAVUZ YAŞAR: A HANDOUT ON NEOCLASSICAL THEORY (http://mysite.du.edu/~yyasar/


HANDOUT ON NEOCLASSICAL THEORY.pdf)
• Andreas Novy La teoría neoclásica (http://www.lateinamerika-studien.at/content/wirtschaft/ipoesp/
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• Carlos Berzosa La heterodoxia en la economía (http://www.elsiglodeuropa.es/siglo/historico/2006/689/
689econo.html)
• E. Screpanti y S. Zamagna (1997): Panorama de la historia del pensamiento económico, ed. Ariel, Barcelona,
1997, ISBN 84-344-2114-3 (es traducción de: E. Screpanti & S. Zamagna (1993): An Outline of the History of
Economic Throught, ISBN 978-0-19-927914-2)
B) Obras de y acerca de neoclásicos
• Edgeworth, Francis Ysidro: (1889) On the Application of Mathematics to Political Economy (http://homepage.
newschool.edu/het//texts/edgeworth/edgew2alpha.pdf) (en inglés)
• Edgeworth, Francis Ysidro Papers relating to political economy. Volume 1 (http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/
bpt6k243783.r=Edgeworth.langEN) (en inglés)
• Marshall, Alfred (1881) "Review of F.Y. Edgeworth's Mathematical Psychics" (http://homepage.newschool.
edu/het//texts/marshall/marshedgew81.htm) (en inglés)
• Marshall, Alfred (1890) Principles of Economics (http://www.econlib.org/library/Marshall/marP.html) (en
inglés)
• Marshall, Alfred: Principes d'économie politique. (http://gallica.bnf.fr/Search?ArianeWireIndex=index&p=1&
lang=EN&q=Alfred+Marshall) (en francés)
• Wicksell, Knut SELECTED PAPERS ON ECONOMIC THEORY (http://www.questia.com/read/
11718030?title=Selected Papers on Economic Theory) (en inglés)
• John Cunningham Wood: Knut Wicksell: critical assessments (http://books.google.com/
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ots=5uvfBvAKyo&sig=er7fssHECO-paFS25BWfoIp-DVg#v=onepage&q&f=false) -
• T Veblen: Why is Economics Not an Evolutionary Science? (http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/
3ll3/veblen/econevol.txt)
• T.Veblen: Why is Economics Not an Evolutionary Science? (http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/
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• Bertram Schefold "Mr. Sraffa on joint production and other essays" Essay 3: Critique of Neoclassical Theory
(http://books.google.com/books?id=Z78j9IZON48C&pg=PA291&lpg=PA291&dq=sraffa+critique+of+
Economía neoclásica 66

neoclassicism&source=bl&ots=L-v2Q6_vcY&sig=u9NhpsyNi9baafCXHeWps_IvORA&hl=en&
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www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0121-47722004000100008&script=sci_arttext)
• Germán Darío Valencia, John Faber Cuervo: CRÍTICA A LAS BASES ÉTICAS DE LA TEORÍA
NEOCLÁSICA EN LA PROPUESTA DEL BIENESTAR SOCIAL DE AMARTYA SEN (http://
aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/lecturasdeeconomia/article/viewArticle/4871)

Keynesianismo
El Keynesianismo o economía keynesiana es una teoría económica propuesta por John Maynard Keynes, plasmada
en su obra Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, publicada en 1936 como respuesta a la Gran
Depresión de los años 1930.
La economía keynesiana se centró en el análisis de las causas y
consecuencias de las variaciones de la demanda agregada y sus
relaciones con el nivel de empleo y de ingresos.[1] El interés final de
Keynes fue poder dotar a unas instituciones nacionales o
internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de
recesión o crisis. Este control se ejercía mediante el gasto
presupuestario del Estado, política que se llamó política fiscal. La
justificación económica para actuar de esta manera, parte sobre todo,
del efecto multiplicador que se produce ante un incremento en la
demanda agregada.

Ruptura con el dogma clásico


Keynes refutaba la teoría clásica de acuerdo a la cual la economía,
John Maynard Keynes creador del
regulada por sí sola, tiende automáticamente al pleno uso de los Keynesianismo.
factores productivos o medios de producción (incluyendo el capital y
trabajo). Keynes postuló que el equilibrio al que teóricamente tiende el libre mercado, depende de otros factores[2] y
no conlleva necesariamente al pleno empleo de los medios de producción, es decir, que los postulados básicos de
Smith, Ricardo, etc, dependen de una premisa que no es necesariamente correcta o "general". Así Keynes postuló
que la posición de Smith, Say o Ricardo, sobre el equilibrio de la oferta y la demanda, sería correspondiente a un
caso "especial" o excepcional,[3] en tanto que la teoría debería referirse al proceso "general" y a los factores que
determinan la tasa de empleo en la realidad.[4] En consecuencia llamó a su proposición "Teoría general".

En términos no técnicos, el liberalismo económico clásico supone que cuando se produce un bien se han producido
también los medios para su compra (en la medida en que para producirlo se ha gastado dinero, ya sea en inversiones
de capital, compra de materias primas, sueldos, etc. ver Ley de Say). Sugiere que para fomentar crecimiento
económico hay que fomentar la producción:[5] a más producción, más dinero, más compras, etc. Así, en el largo
plazo, no solo todo lo que se produce es lo mismo que todo lo que se compra sino que todos están interesados en que
el sistema funcione a máxima capacidad[6] (se logra un equilibrio entre la producción y la demanda agregada que
tiende al máximo uso de los "recursos económicos", incluyendo el pleno empleo.- ver también Ley de Walras). En
esa situación lo racional es utilizar inmediatamente cualquier ingreso, dado que mantener dinero sin uso no produce
Keynesianismo 67

beneficios. Nótese que lo anterior implica equivalencia estricta entre ahorros e inversiones: “posponer consumo” sin
invertir el dinero es equivalente a mantener sumas ociosas, es decir, es económicamente irracional, como lo es el no
utilizar para invertir sumas disponibles en los bancos (los ahorros de otros, etc).
Conviene notar que lo anterior se puede interpretar de dos maneras: la primera: que "todo lo que se vende es igual
que todo lo que se compra" es obviamente correcta. La segunda, que "los costos de todo lo que se produce están
cubiertos por todo lo que se compra" es debatible. Keynes sugiere que lo último solo es correcto cuando todo lo que
no se gasta es inmediatamente ahorrado (se deposita en un banco) y todo lo ahorrado es directamente invertido.
Sucede que, en realidad, hay, por lo menos, una cantidad de dinero que ni se usa para comprar ni se ahorra en ese
sentido: se mantiene "en el bolsillo" o como reserva líquida. Esta preferencia por la liquidez tiene efectos
económicos. (Nota: para una Introducción a todo lo que sigue es conveniente alguna familiaridad con el Aporte de
Knut Wicksell [7] y Aporte del Grupo de Cambridge [8] en Monetarismo)
Keynes invierte la Ley de Say.[9] Para él no es la producción la que determina la demanda sino la demanda la que
determina la producción. (ver "Teoría general sobre el empleo el interés y el dinero", caps 1, 2, 3, etc). Esto porque
los empresarios -o quienes intentan serlo- invierten sobre la base de una percepción central: la diferencia entre la tasa
de interés y la tasa de ganancia.:[10] a mayor diferencia en favor de la última, incluso en términos estrictamente
clásicos, lo más posible es que se invierta.[11] Pero esa tasa de ganancia depende de la demanda (ver cita anterior de
Stuart Mill). Mientras tanto, los consumidores consumen o “ahorran” (defieren consumo) no sólo cuando la tasa de
interés sube, sino también en relación a la percepción de la evolución futura tanto de sus ingresos como de los
precios de bienes de consumo, etc.[12] Se establece así una relación compleja. Keynes aduce que el problema
comienza cuando contemplamos el circuito económico en su conjunto (lo que introduce la macroeconomía). Sucede
que las decisiones acerca del ahorro y las decisiones acerca de inversiones las hacen personas distintas y,
posiblemente, en momentos diferentes.[13] Sigue con que no hay necesidad de que esas decisiones tengan que
coincidir, de hecho, históricamente, se puede ver que, a diferencia de lo postulado por Smith, Say y otros, esas
variables no convergen a una situación de estabilidad o equilibrio económico clásico o walrasiano -situación que se
transforma en el caso especial en el que las inversiones igualan a los ahorros en una situación de expansión de
producción y precios relativamente altos en relación al salario medio, pero con tendencia a la deflación.[14] Keynes
va más lejos, sugeriendo que la situación tiende -dado una serie de factores, entre los cuales el principal es una tasa
de interés excesiva- a oscilar alrededor de un punto en el cual los recursos no se utilizan efectiva o plenamente, ya
que tal tasa de interés tiende a deprimir la economía en general: un interés excesivo reduce la demanda por capital
financiero y, consecuentemente, por el trabajo, lo que reduce el nivel del agregado de salarios, lo que implica la
reducción general de consumo, lo que a su vez significa que la tasa de ganancia disminuye, lo que nuevamente
reduce la demanda de inversiones, etc., en un círculo vicioso (ver Paradoja del ahorro)
En otras palabras, Keynes postuló que, en ciertas situaciones, y contrario a lo planteado por la visión clásica, es
económicamente racional no gastar dinero. Por ejemplo, si los precios están bajando es racional no comprar hoy
porque con el mismo dinero se comprará más la semana que viene. Por el mismo motivo, disminuye la cantidad de
gente interesada en utilizar préstamos (los ahorros de otros): si los precios bajan, no solo se comprará más la semana
que viene sino que las tasas de interés, sueldos, etc. serán menores. Igualmente, una baja del empleo o de los salarios
-amenazando futuros ingresos- puede llevar a otra en la demanda, y por lo tanto a una baja en la producción,
llevando a su vez a más desempleo. Así, sucede que la economía establece un punto de equilibrio nuevo (llamado
equilibrio macroeconómico o keynesiano[15]) donde convive perfectamente en una situación lejana de la utilización
óptima de los medios de producción.[16] Específicamente, en la década de los '30 del siglo XX, durante la Gran
Depresión, con una alta tasa de desempleo. Joan Robinson clarifica que, en una situación de competencia imperfecta
-como lo es en realidad el sistema capitalista- sucede que las empresas pueden aumentar sus ingresos ya sea bajando
precios a fin de producir y vender más o produciendo menos pero manteniendo o incluso incrementando los precios.
Esta última “solución” implica no solo menos demanda por insumos sino también por trabajo -es decir, tiende a ser
una situación en la cual los recursos no son plenamente empleados- y explica perfectamente el gran desempleo
observado en ciertas circunstancias -específicamente, durante la gran depresión- al mismo tiempo que la mantencion
Keynesianismo 68

o incluso incremento de la tasa de ganancia en algunas empresas en esos periodos.[17]


Así pues, dado que la relación “ahorro igual a la inversión” no se establece solo o automáticamente a través de la
acción del mercado[18] y esa falla tiende a resultar en crisis, parecería conveniente encontrar alguna manera de
armonizar esas variables. Keynes postula que la única fuerza capaz de hacer eso es el Estado.[19]
Para entender el funcionamiento real de la economía y sus diferencias con el esquemas formales del dogma clásico,
especialmente del punto de vista de que sucede cuando el ingreso aumenta, Keynes desarrolló los conceptos de
propensión a consumir o Propensión marginal al consumo, Propensión marginal al ahorro; multiplicador
keynesiano del gasto[20] o de la inversión,[21][22] eficiencia marginal del capital (o tasa de ganancia: el beneficio
que genera la inversión, descontando de esos beneficios futuros los intereses pagados para financiar dicha
inversión.”[23]) y preferencia por la liquidez ( “Tendencia que muestran las personas a escoger activos líquidos
frente a otros de más difícil realización".[24]), etc. (Para una visión temprana de todo lo anterior ver, por ejemplo,
Alvin H. Hansen: Mr. Keynes on Underemployment Equilibrium [25] - (en inglés).

Formalizacion
(nótese: lo que sigue asume el punto de vista neokeynesiano o de la síntesis neoclásica. ver “Desarrollos
posteriores” más abajo).
Quizás la forma más fácil de aproximarse a la formalización de todo lo anterior es considerar que constituye, en un
momento dado, el poder de compra de un país. Ese poder de compra es equivalente a la suma del ingreso de todos
(Y). Pero, dado que el ingreso total de los individuos (Y) se distribuye tanto en consumo como ahorros/inversión,
cualquier aumento del ingreso llevara a un aumento tanto del primer factor como del segundo. Es decir, cuando el
ingreso aumenta, el consumo aumenta, pero no tanto como el aumento del ingreso. Lo mismo acerca del ahorro.
En otras palabras, cualquier cambio (Δ) en el ingreso agregado de una nación (Y) produce una variación fraccional
tanto del ahorro (A) como del consumo (C) del conjunto de los habitantes. Ese cambio fraccional se puede expresar
de la siguiente manera:
0 < ΔA/ΔY< 1 y: 0 <ΔC/ΔY< 1
La primera define lo que se llama Propensión marginal al ahorro (pma) (definido como el ahorro adicional por cada
unidad extra de ingresos) y la segunda la Propensión marginal al consumo (pmc) (entendido como el consumo
adicional por cada unidad extra de ingresos).
Si representamos "'pma"' como a y pmc como b, se puede decir que:
pma = 1 - b
Es decir, la propensión marginal al ahorro por cada incremento en el ingreso es igual a ese incremento menos la
fracción de ese aumento que se consuma.
Mirando desde el lado del consumo, y modificando la manera de expresar esa relación, se puede ver que ese también
depende de esa propensión a consumir: C = bY
Keynesianismo 69

Lo anterior define la llamada ‘’’función del consumo’’’, que se puede


entender como simplemente formalizando lo que se ha dicho
anteriormente: que el consumo agregado es una función de la fracción
del ingreso que no se ahorra, es decir, es la fracción dedicada a
consumir. Más formalmente, que depende de la propensión a consumir.
(por supuesto, lo mismo se puede decir del ahorro, lo que determina
una ‘’’función del ahorro’’’).

Ahora, si la economía estuviera en equilibrio walrasiano o clásico, el


consumo o demanda agregada seria equivalente a la producción (todo
lo producido seria consumido y todos los ingresos solo vendrían de lo
que se vende). Si representamos gráficamente lo anterior, eso
"Cruz keynesiana"
constituiría una línea recta bifurcando (en un ángulo de 45 grados) el
rectángulo delineado por línea vertical que representa la demanda
agregada y la horizontal que representa el producto agregado (o ingreso agregado). Es decir, a cada aumento en una
unidad del ingreso, existiría un aumento de una unidad en el consumo.[26]

En realidad, por supuesto, la situación es un poco más complicada, dado que el cuanto se reciba como ingresos
depende no solo del consumo de bienes producidos actualmente sino también del cuanto se haya ahorrado en el
pasado (o se ahorre en el presente); lo que se reciba como crédito. etc. Así, la demanda agregada real de un país en
un momento determinado se puede representar:

donde:
• es la Demanda Agregada,
• es el Ingreso total,
• es el consumo,
• es el ahorro o inversión (se usa I a fin de evitar confusiones),
• es el gasto público o de gobierno en bienes y servicios,
• son las exportaciones netas,
Si solo consideramos los elementos internos, eso se transforma en:
Di = C + I + G
En la cual Di es la Demanda “interna”.
Ahora, si estamos interesados en como el consumo depende del aumento de los ingresos individuales, podemos
(debemos) diferenciar la fracción que no depende de los mismos: los gastos del gobierno, los resultados de
exportaciones netas, lo que se recibe como créditos y ahorros anteriores, etc. Si denominamos esa fracción consumo
autónomo ( ) y la incorporamos en la formula acerca de la propensión a consumir, podemos decir que cualquier
aumento en el consumo depende de la siguiente relación:
C=A + mpc o C = + bY
La línea que tal función determina en el diagrama anterior no es la misma que la seria determinada por el equilibrio.
Eso debido a que en esta nueva línea (azul en el diagrama) un aumento cualquiera en el ingreso no equivale, por las
razones dadas, a un incremento exactamente similar en el consumo. Este modelo keynesiano simple[27] da origen al
diagrama de la cruz keynesiana,[28] introducido originalmente por Paul Samuelson.[29]
Si bien lo anterior es una versión simple del análisis keynesiano,[30] sirve para mostrar tanto el origen del
multiplicador keynesiano o efecto multiplicador del consumo[31][32] como el hecho que la economía puede estar
en “equilibrio” sin al mismo tiempo lograr pleno empleo de los recursos económicos (incluido el trabajo)[33] (estado
que es llamado “equilibrio keynesiano” o “equilibrio macroeconómico”[34]). (el porque aquí http:/ / www. interzone.
Keynesianismo 70

com/~cheung/SUM.dir/econthyk1.html )
En relación al segundo punto. Considerese esa línea azul en el diagrama. Cada punto en ella representa un punto de
equilibrio macroeconómico, es decir, representa una variación dada en el consumo resultante de un cambio
determinado en el ingreso. Desde el punto de vista keynesiano, cada uno de esos puntos representa un equilibrio
entre lo que se ha producido y puesto en el mercado y lo que se compra (y consecuentemente, genera los ingresos de
la población). Pero solo uno de esos puntos corresponde también a la línea generada por las condiciones del
equilibrio clásico (el punto en el cual las dos líneas se cruzan), lo que corresponde a un cierto nivel de ingresos (Y'),
pero, de hecho, la examinaron del archivo histórico muestra que el sistema económico no esta generalmente en ese
punto. Sigue que la condición "normal" de un sistema económico no implica el pleno uso de los recursos
económicos, incluyendo el pleno empleo [35]
En relación al multiplicador del consumo, el argumento central es el inverso del de la “paradoja del ahorro”. Si
alguien aumenta su consumo, eso constituirá un ingreso para algún otro, quien también aumentara fraccionalmente
su consumo, y así sucesivamente.
La forma de calcular ese multiplicador es:
dado que: Di = C + I (sin considerar G o NX
yC= + bY
sigue que:
Y= + bY + I
si substraemos bY de ambos lados:
Y - bY = +I
factorizando Y:
Y (1-b) = +I
dividiendo por (1-b) da:

en el cual 1/1-b es el multiplicador y ( + I) es el componente autónomo (proveniente de ahorros y préstamos o


algún incremento monetario) sobre el cual el multiplicador ejercerá su efecto.

Propensión a consumir, ahorro e inversión.


Así pues, la propensión marginal a consumir o Consumo Marginal es la variación del consumo cuando el ingreso
disponible varía en una unidad, es decir, la relación entre una variación en el ingreso y la modificación
correspondiente en el gasto en consumo.[36]
Formalizando lo anterior. Keynes postuló la ecuación del consumo:

En la cual C es el consumo total; Ca es el consumo autónomo (aquel consumo que no depende del ingreso), "b" es la
propensión marginal a consumir, e Yd es el ingreso disponible. (Yd=Yt-T+TR, donde Yt es el ingreso total, T son los
impuestos y TR son las transferencias).
Si la propensión a consumir ("b") es débil, las oportunidades de inversión no son atrayentes (dado que quienes
invierten buscan ganancia. Una demanda baja reduce la posibilidad de obtenerla), consecuentemente, una parte del
ingreso que no se consume tampoco se invertirá y la demanda efectiva se reducirá, por lo que la economía se
contraerá y el nivel de empleo descenderá.[37] De manera que como el ahorro y la inversión no siempre están en
equilibrio,[38] al estado le corresponde actuar para asegurar el nivel de inversión necesario para multiplicar la
actividad económica y garantizar el pleno empleo.
Keynesianismo 71

En términos prácticos, y para contrarrestar la espiral negativa de los '30, Keynes proponía que en momentos de
estancamiento económico, el estado tiene la obligación de estimular la demanda con mayores gastos económicos, de
manera que consideró la política fiscal como un instrumento decisivo.
Teóricamente, hay tres maneras que el Estado puede financiar esos gastos: 1.- Aumentar los impuestos. 2.- Imprimir
más dinero y 3.- Endeudamiento fiscal (uso de los dineros que la población está ahorrando). Keynes basa sus
sugerencias sobre un dinero con valor relativamente estable, por lo que no es partidario del incremento
indiscriminado en su "producción".[39] Aunque para Keynes el incremento de impuestos era legítimo si se orientaba
al aumento de la inversión pública y de la demanda, consideraba más apropiado financiar el incremento del gasto
fiscal a través del endeudamiento,[40] dedicando los impuestos recaudados al pago -posterior- de la deuda.[41] El otro
lado de esa política es que el Estado debe pagar esa deuda cuando sus ingresos aumenten, debido al incremento por
ingresos de impuestos cuando eventualmente haya un auge (nótese: ese aumento en los ingresos se debe al auge o
expansión en la economía, etc, no a un incremento en la tasa de impuestos). En otras palabras, la propuesta de
Keynes es que el Estado debe jugar en general un papel contracíclico en la economía: estimulando la demanda en
momentos de recesión y restringiéndola en momentos de auge. De esta manera, los ciclos económicos se aminoran y
no se transforman en crisis.

Tasas de interés y rentabilidad


La teoría clásica suponía que las leyes del mercado harían mover las tasas de interés al punto adecuado para
garantizar el rendimiento de las inversiones, pero también en este caso el dogma clásico apenas cubría casos
excepcionales (generalmente, ese en el cual el capital esta lo suficientemente disperso como para estar sometido a
competencia entre sus poseedores y todos consideran que invertir es mejor que mantener dinero en los bolsillos), en
tanto la realidad funciona generalmente en otra forma:
• La preferencia por la liquidez, lleva a la gente a atesorar o a tratar de tener dinero efectivo o disponible, Pero
esa preferencia por la liquidez puede llevar a acciones dañinas a la conveniencia económica general. Por ejemplo,
si hay incertidumbre o los precios decaen fuertemente, la población en general puede preferir mantener su dinero
“en la mano”, tendencia que, si se generaliza, puede llevar a una profundización seria de la disminución de la
demanda por bienes y servicios o incluso a un pánico bancario. Así, "la tasa de interés es el premio que tiene que
ofrecerse para inducir a la gente para conservar su riqueza en cualquier otra forma distinta al dinero
atesorado".[42]
• Igualmente problemático desde el punto de vista general es el resultado de la acumulación de grandes cantidades
de dinero en pocas manos. Esos “rentistas” llegan a estar en una situación que les permite demandar intereses
excesivos por el uso de ese dinero, lo que tiende a disminuir la inversión y consecuentemente, deprime (aún en
términos clásicos.- ver cita de Carlos A. Rodríguez) la economía en general.
Si las autoridades monetarias fallan en reducir las tasas de interés por debajo de la eficiencia marginal del capital, la
economía se contraerá irremediablemente, aunque la causa de fondo del desánimo de la inversión no es el nivel de
las tasas de interés sino la caída de la rentabilidad. Para Keynes, finalmente, una recesión "es el resultado del cambio
cíclico de la eficiencia marginal del capital".[43]

Consideraciones políticas
Dentro de la coyuntura histórica, económica y política, el keynesianismo —y sus proyectos consecuentes como el
Estado de Bienestar y el desarrollismo— dio a los dirigentes mundiales la oportunidad de salvar la democracia, cuya
existencia llegó a verse amenazada debido al auge de las dictaduras producto de la incapacidad del liberalismo
clásico de resolver la crisis.[44] Debido a esta razón los principios del keynesianismo fueron aplicados de una u otra
manera en gran parte de los Estados occidentales desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta que en los años
'70 un nuevo tipo de crisis llevó a su cuestionamiento[45] y el resurgimiento de aproximaciones clásicas bajo el
neoliberalismo.[46]
Keynesianismo 72

Si bien las repercusiones político-económicas de Keynes y varios de sus partidarios son variadas, algunos creen que
la idea del keynesianismo es salvar al capitalismo o mantenerlo estable.[47] Desde el lado opuesto, pero quizás con la
misma intención y similares mecanismos retóricos, Keynes es descrito como siendo "mucho más que un keynesiano.
Sobre todo fue la figura extraordinariamente perniciosa y maliciosa que hemos examinado en este capítulo. Un
encantador pero ambicioso estatista maquiavélico, quien personificaba algunas de las tendencias e instituciones más
malignas del siglo veinte[48] Quizás con una visión un poco más medida Waligosrky aduce que esas políticas fueron
adoptadas: "como una resguardo contra el poder del mercado para socavar nuestras instituciones políticas y sociales
más valiosas...(..).. un mercado totalmente libre es definitivamente no el mejor para una democracia, un mercado sin
regulaciones no garantiza justicia ni prosperidad..."[49]
Desde el punto de vista del propio Keynes, y a nivel de la Economía política el punto central de su teoría se basa en
una percepción derivada tanto de Marx[50] como de Schumpeter.[51] Ambos pensadores consideran que la crisis es,
en el mediano y largo plazo, una parte intrínseca del sistema capitalista (y que eventualmente lo destruiran) Ambos
pensadores permiten entonces a Keynes sugerir que el sistema delineado por Adam Smith solo puede referirse a una
etapa y momento específico en el cual el capitalismo se estaba desarrollando pero que en general, ese desarrollo no
puede existir sin la crisis y no puede dar prosperidad a unos si es que no se está explotando a otros.[52] Irónicamente,
el keynesianismo podría retornar la acusación que los partidarios de la Escuela Austriaca le hacen "podríamos
resumir la tesis de Hazlitt en que las falacias y los errores económicos provienen de fijar nuestra atención en los
efectos que una medida económica tiene a corto plazo y sobre un reducido sector."[53]
Pero tal respuesta, a pesar de ser correcta, podría quizás llevar a un equívoco: si aceptamos que las crisis son parte
inherente del capitalismo, la eliminación de ellas demanda medidas que vayan más allá que ese sistema. En sus
palabras "solo el Estado puede restaurar los equilibrios fundamentales", y la participación del Estado implica
movimiento hacia el socialismo. El problema —por lo menos para algunos— es que por un lado él desea que esa
transformación sea democrática[54] y por el otro, cree que para eso se necesita un nivel de comprensión y control
sobre la economía que, en su tiempo por lo menos, no existía. El cambio del sistema de propiedad de los medios de
producción no basta para resolver los problemas de la economía. Keynes dijo en 1926, como respuesta a la
proposición de que lo que se necesitaba era la "insurreción proletaria": "Nos hace falta, más que nunca, un esquema
coherente... Todos los partidos políticos tienen sus orígenes en ideas del pasado, no en nuevas y ninguno más
notoriamente como los de los marxistas. No es necesario debatir las sutilezas de lo que justificaría a un hombre
promover su evangelio por la fuerza, porque nadie tiene ese evangelio. El próximo movimiento es con la cabeza,
pero primero debemos esperar[55] Keynes no puede pensar de otra manera. Si la percepción de que la descripción de
Smith y las formalizaciones posteriores corresponden a un momento y lugar particular es correcta, sigue que las
leyes generales de la economía, especialmente la "ingeniería económica" (esa rama que se refiere a las decisiones
prácticas, del día a día, empresa por empresa, etc.) están por descubrirse; careciéndose de formalizaciones que, en su
tiempo por lo menos, no existían (ver debate sobre el cálculo económico en el socialismo). Por ejemplo, los trabajos
de de Jan Tinbergen, Wassily Leontief, Simon Kuznets, etc, todos fundamentales para la econometría todavía no
habían sido publicados en esa fecha. (Las mismas percepciones de Keynes no fueron formalizadas (matematizadas)
hasta los aportes de, primero, John Hicks y, posteriormente, en EEUU, Paul Samuelson.
La propuesta que Keynes eventualmente produjo -llamada socialista y siniestra por los partidarios de la Escuela
Austriaca[56] es la eliminación del poder de la escasez del dinero, situación usada y exacerbada, en su opinión, por la
acción de los "rentiers" (especuladores, financistas o capitalistas) a través de la acumulación que les permite
demandar altas tasas de interés por su uso, lo que lleva, en su opinión, al "poder progresivamente opresor de los
capitalistas para explotar el valor de la escasez del capital" (ver cita anterior). Esa eliminación se basa en dos
medidas fundamentales: el abandono definitivo del oro como moneda y su reemplazo con el sistema de divisa
moderna, que se podría llamar dinero fiduciario pero que puede ser vista como un paso hacia la concepción del
dinero como unidad de cuenta.[57] La otra medida complementaria fue poner el rol de emisor del dinero y control
sobre la Tasa de interés en el estado a través del banco central.[58] Estas propuestas fueron generalmente adoptadas a
nivel mundial con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial a nivel de los países, pero su corolario lógico (la
Keynesianismo 73

adopción de un sistema monetario común independiente de los gobiernos individuales[59] no lo fue. - (ver Bancor y
Acuerdos de Bretton Woods)
El propio Keynes no ve esa propuesta de acción estatal -de utilización de los ahorros privados a beneficio común-
como novedosa o extraordinaria en si misma. Por el contrario, es algo -que en su opinión- todos -los economistas-
saben y aceptan, solo que es aplicada en casos excepcionales.[60] El solo propone utilizar esa aproximación más
generalmente: “Eso es por lo cual la guerra ha siempre causado una actividad industrial intensa. En el pasado la
finanza ortodoxa ha considerado la guerra como la única excusa legítima de crear empleo a través del gasto
gubernamental. Ud, Sr Presidente, habiéndose librado de tales preconcepciones, tiene libertad para utilizar en el
interés de la paz y prosperidad esas técnicas que con anterioridad sólo se les ha permitido servir los propósitos de la
guerra y la destrucción” (J.M. Keynes: Carta abierta a Roosevelt, punto 8). Lo que sí considera especial es la
dilucidación de las relaciones económicas que sustentan el funcionamiento de la economía. Principal entre esas es el
papel que juegan el dinero, las tasas de interés y la demanda. Para Keynes, tal aclaración y subsecuente traspaso al
poder del estado del control de ambos factores llevará a la desaparición de los “rentiers” (o por lo menos de ese
aspecto de la función empresarial) lo que a su vez permitiría el uso completo de los factores de producción.[61]
En la actualidad algunos partidarios del neoliberalismo aún abogan por la vuelta al patrón oro. Alan Greenspan, por
ejemplo, alega que "un antagonismo casi histérico hacia el patrón oro une a todos los estatalistas. Parecen darse
cuenta, tal vez con mayor claridad y sutileza que muchos liberales, que el oro y la libertad económica son
inseparables, que el patrón oro es un instrumento del laissez-faire, y que cada uno implica y requiere el otro.[62]
(curiosamente, al hacer esto parecen olvidar que von Mises en su crítica a Keynes sugiere que "El dinero es
solamente el medio de intercambio generalmente empleado"[63]). Para ellos, la decisión de Bretton Woods no fue
una falla de aceptación del keynesianismo y la imposición de los intereses de EE.UU. sino resultado las acciones de
Harry D. White, representante de EEUU en esas conversaciones y acusado de ser un agente comunista.,[64] lo que se
utiliza para sugerir que tal decisión fue resultado de un complot gigantesco. Aparentemente así como algunos
reducen todo a través de un "análisis de clases" a una conspiración burguesa, otros lo reducen, a través del análisis de
las conspiraciones, a la acción del "estatismo".

Críticas
Las sugerencias de Keynes han sido objeto de varias tentativas de críticas, algunas de las cuales parecen demostrar
no sólo una falta de comprensión de la posición de Keynes sino incluso de conceptos económicos o hechos históricos
básicos.
Así, por ejemplo, Wilhelm Röpke escribió: “Puede creerse que hay épocas en las que medidas vigorosas para
aumentar la oferta monetaria impedirán el desastre; pero una figura científica tan destacada como Keynes no puede
impunemente extender el manto de su autoridad sobre la propensión crónica de todos los Gobiernos hacia la
inflación. Puede creerse que en ciertas circunstancias un aumento de la deuda pública es el mal menor; pero tal
medida temporal no puede impunemente transformarse en principio de carácter general.
A fin, aparentemente, de terminar con esa supuesta impunidad, Röpke alega[65] que “Se puede descubrir en el
mecanismo del ahorro problemas que exigen atención especial,... pero no se puede impunemente despojar a los
hombres del sentimiento de que es bueno ahorrar, guardar una reserva para ellos y sus familias, en vez de gastarlo
todo y después pedir ayuda al Estado –el mayor de todos los gastadores- en épocas de necesidad.” “Keynes
acostumbró a una nueva generación a utilizar una lógica económica que gira únicamente en torno a cómo mantener
la ‘demanda efectiva’ en la forma más segura al nivel más alto posible, mientras que el verdadero problema de la
posguerra era el de cómo frenar a tiempo una prosperidad inflacionista.”[66]“Un hecho de la época de posguerra, tan
singular como comprometedor para el keynesianismo,.. La mayoría de los Gobiernos, y quizás la mayoría de los
economistas, han adquirido penosamente conciencia de lo inadecuado de las enseñanzas de Keynes para enfrentarse
con la inflación crónica de los años de la posguerra;” Röpke concluye: "Saber si las aportaciones de Keynes a la
teoría económica y a la técnica económica son correctas y en qué medida lo son, constituirá todavía durante mucho
Keynesianismo 74

tiempo tema de discusión. Pero que en el nivel superior de la filosofía social y de la ética política estaba
completamente equivocado, eso se ve ya con suficiente claridad”.
Para empezar, Röpke parece mal entender la posición de Keynes, quien nunca sugirió -ya sea directa o
implícitamente, que se debe o que sería conveniente “despojar a los hombres del sentimiento de que es bueno
ahorrar, guardar una reserva para ellos y sus familias”. Por el contrario, y de hecho, Keynes fue tan lejos como a
proponer -durante la guerra- un plan de ahorros obligatorio.[67] Más generalmente, y como hemos visto, la
sugerencia de Keynes es que el Estado debe intervenir a fin de equilibrar las tasas de ahorro e inversión de forma tal
que promuevan el crecimiento económico, utilizando directamente (tomando en préstamo) si es necesario, esos
ahorros. Como es obvio, tal propuesta requiere ahorros por parte de “los hombres”, ahorros que, como hemos visto,
Keynes consideraba deberían ser obligatorios si las circunstancias lo merecían.[68]
A continuación, no es obvio el por qué Röpke critica las supuestas "medidas vigorosas para aumentar la oferta
monetaria " de Keynes. Como debería estar claro, la propuesta central de Keynes es que la demanda controla la
producción en un sistema en el cual el valor de la moneda es relativamente estable. Keynes nunca planteó que la
solución a los problemas económicos resida única o principalmente en el aumento indiscriminado de la oferta
monetaria. Por el contrario, era partidario de mantener la cantidad del circulante dentro de límites determinados por
una tasa de interés que favorezca la utilización máxima de los recursos económicos. Eso, en ciertas circunstancias,
puede significar el aumento de la cantidad del dinero, En otras, un aumento de la velocidad de circulación del
mismo. Pero en aún otras puede significar lo opuesto[69] Lo fundamental, en la opinión de Keynes, es la relación tasa
de interés - tasa de ganancia, no la cantidad de circulante. Esa cantidad es sólo uno de los instrumentos para controlar
esa tasa[70] y la propuesta de ponerla bajo control estatal es precisamente para lograr ese objetivo: estabilizar esa
relación entre las tasas al nivel óptimo.[71]
Adicionalmente, no esta claro el por qué Röpke considera que la “inflación crónica” es un hecho singular o
comprometedor para Keynes. Lo que si parece singular y comprometedor es que un economista alemán ignore la
hiperinflación que ese país [72] sufrió durante la época siguiente a la primera guerra mundial y el hecho que Keynes
ya había denunciado-con anterioridad (tan temprano como en 1919)- a Röpke mismo y a quienes fueron influidos
por sus propuestas- las políticas que causaron las crisis de posguerra.[73] Y es no solo comprometedor sino que
bordea en lo vergonzoso que alguien que sugiere estar hablando desde “el nivel superior de la filosofía social y de la
ética política” considere que el período de la crisis puede ser caracterizado como un tiempo de “prosperidad
inflacionista” -el problema siendo, como es de conocimiento general, la deflación y la extensiva falta de empleo.-.
Tal posición parece implicar que Röpke ignora -entre otros- los millones de desempleados en Alemania antes del
acceso de Hitler al poder -en el momento de esa acensión, sobre 6 millones, más del 40% de la fuerza de trabajo,
estaba desempleada.- o las medidas que el banco central de ese país, bajo la dirección de Heinrich Brüning, adoptó a
fin de solucionar la crisis (reducir, por decreto, los salarios). Posiblemente por lo menos parte del período durante el
cual Hitler gobernó podría ser llamado de prosperidad (al menos para quienes el consideraba "arios puros" [74]), pero
quizás desde el punto de vista “del nivel superior de la filosofía social y de la ética política” esa no sea la
característica más notable del nazismo.[75]
Críticas más razonadas vienen de varios economistas, incluyendo algunos que se consideran fuertemente influidos
por la visión de Keynes. Así, por ejemplo, J.K. Galbraith da tres elementos para tal crítica:
• El Keynesianismo no ofrece un remedio generalmente aceptable para la inflación. A diferencia de lo que Röpke
sugiere, el problema no es falta de propuestas,[76][77][78] el problema son las consecuencias políticas de tales
propuestas.[79][80] Siendo explícito: se alega que el problema es que los gobernantes encuentran difícil -en épocas
de prosperidad- poner en práctica las políticas anticíclicas que el modelo sugiere (aumentar las tasas de interés,
controlar precios, salarios, restringir el circulante, etc) en la medida que tales propuestas ocasionan repercusiones
que ponen en peligro los prospectos políticos de los gobernantes.[81] Adicionalmente se sugiere que en ciertas
circuntancias el gobierno puede encontrar ventajoso la inflación, en la medida que implica el traspaso de recursos
económicos desde la población al estado.[82] Sin embargo, es generalmente considerado que para el
Keynesianismo 75

Keynesianismo la inflación es negativa[83] y destabilizante[84] en la medida que el aumento del circulante más allá
de los parámetros marcados por la relación óptima entre tasa de interés y tasa de ganancia significa no solo
traspaso de recursos sino también pérdida de la capacidad estatal de controlar mecanismos financieros (durante
períodos expansionarios el circulante aumenta -al menos parcialmente- a través de la expansión del crédito
privado, lo que fuerza al Estado a tomar medidas impopulares o dejar que la emisión de dinero escape de su
control), lo que termina amenazando la situación económica de la sociedad en general.[85] (para todo esto, ver
Nicolás Kaldor: “The Scourge of Monetarism” -Oxford University Press, 1982.)
• El Keynesianismo no ha demostrado ser efectivo en la solución de los problemas de falta de desarrollo
económico. A pesar que los países desarrollados no han sido muy eficientes en cumplir los compromisos
adquiridos, han hecho lo suficiente como para demostrar que la mera presencia o transferencia de capitales no es
suficiente para producir ese desarrollo. Elementos tales como instituciones y cultura política, existencia (o falta)
de infraestructuras, personal capacitado, etc. también tienen un papel importante. En consecuencia, el
keynesianismo llegó a ser visto por algunos como una política de países ricos.
• Keynes no expuso sus ideas tan clara y sistemáticamente como sería deseable. Se encuentran ambigüedades en
sus obras. Por ejemplo, a veces Keynes habla como si lo que desea es avanzar hacia el socialismo. En otras
ocasiones, se expresa contrario a esa visión y busca demostrar las ventajas que sus propuestas tienen para el
capitalismo. En consecuencia, hay diferentes percepciones de lo que se podría llamar keynesianismo. Galbraith
resume este problema diciendo que se llega al keynesianismo desde el conservadurismo y se termina siendo
acusado de ser comunista. En este sentido Keynes mismo parece haber tenido una conciencia social y la
impaciencia del hombre práctico[86] -amén de la comprensión que sin resolver los problemas sociales se llegaría a
una situación de profunda inestabilidad política - En la otra mano, no tenía ningún problema en declararse elitista:
"Puedo ser influido por lo que me parece es justo y el buen sentido, pero la lucha de clases me encuentra en el
lado de la burguesía educada". Este problema de ambigüedad se extiende también a conceptos económicos.

Desarrollos posteriores
Esas ambigüedades que se han mencionado han dado origen a diferentes interpretaciones de las sugerencias de
Keynes. Adicionalmente, el desarrollo de las teorías económicas ha llevado a una profundización y especificación de
algunos de los conceptos empleados originalmente.
Una de las primeras "interpretaciones" de la obra de Keynes fue la Finanza funcional propuesta por Abba Lerner,[87]
quien sugiere el abandono de la tentativa de mantener un equilibrio económico y su reemplazo con la propuesta que
el objetivo principal de las políticas económicas estatales es promover el crecimiento y desarrollo económico[88] (ver
Aporte de Abba Lerner [89]).
Entre las interpretaciones más conocidas se encuentra la llamada "síntesis clásico-keynesiana" o síntesis neoclásica
[7]
, la cual busca reconciliar las percepciones keynesianas con las de la escuela neoclásica[90] (que inicialmente se
consideraban contrapuestos[91]) -específicamente, el trabajo de Arthur Pigou, considerado el padre de la Economía
del bienestar y las percepciones del Teoría del equilibrio general de Léon Walras - por parte de autores
neokeynesianos tales como Paul Samuelson; John Hicks, Alvin Hansen y Franco Modigliani. Los neokeynesianos
buscaron también integrar la concepción de Alfred Marshall acerca de un periodo de mercado,[92] sugiriendo que
las teorías de los neoclásicos se aplican al largo plazo económico mientras que las de Keynes se refieren al corto
plazo. El centro teórico formal de esta aproximación son el Modelo tradicional o basado en el modelo IS-LM,
introducido por Hicks[93] y el modelo de la Cruz Keynesiana, introducido por Samuelson,[94] también llamado del
multiplicador simple.[95][96] Esta visión continúa siendo utilizada incluso en el presente como fundación de los
cursos de introducción a la macroeconomía.[97][98][99]
Desde esta aproximación se originó una de las versiones de la Nueva Economía del bienestar,[100][101] a partir de
una propuesta de Samuelson, basado en la percepción de que “ningún sistema de precios descentralizado puede servir
para determinar óptimamente los niveles de consumo colectivo” lo que ocasiona la “imposibilidad de una solución
Keynesianismo 76

espontánea descentralizada” a los cálculos envueltos para establecer un uso óptimo de esos bienes.[102] (ver
Condición de Samuelson).
La sugerencia central de esta aproximación puede ser resumida diciendo que la función central de las políticas
económicas estatales es mantener un sistema económico en el punto en el cual las líneas de la cruz keynesiana se
cruzan. Si esa condición se cumple, el sector privado, y la economía en general, funcionara eficientemente.
La posición alternativa temprana es el "postkeynesianismo", que se originó en el aporte de Joan Robinson, Piero
Sraffa, Paul Davidson, Nicholas Kaldor, Michal Kalecki, y otros; quienes enfatizan el papel que la incertidumbre
tiene en asuntos económicos, especialmente los relacionados con inversión. Los postkeynesianos consideran válida
la crítica fundamental de Keynes al concepto neoclásico de equilibrio de largo plazo, por lo cual critican fuertemente
la posición neokeynesiana.[103][104][105] Además, muchos de ellos consideran que la "Teoría General" no ha sido
explorada en plenitud y que repagaría abundantemente un esfuerzo sistemático en ese sentido.
Si bien esta posición es minoritaria, es una de las fuentes principales de la Economía heterodoxa, y sus
criticismos[106] han dado lugar a algunos de los debates más interesantes y complejos en la teoría económica de la
segunda mitad del siglo XX[107] (ver, por ejemplo, Debate de las dos Cambridge).
Desde esta perspectiva, y a partir de una propuesta de Kaldor, se originó la otra rama de la "Nueva Economía del
bienestar" (Eficiencia de Kaldor e Hicks o criterio de Scitovsky[108]).
Los postkeynesianos utilizan modelos que provienen tanto del ya mencionado Abba Lerner como otros proveniente
de Dudley Dillard[109] y, más recientemente, de R. L Wray,[110] los que se integran en la Teoría Monetaria Moderna.
Posteriormente, y a partir del ya mencionado análisis de Leijonhufvud[111] acerca de la incertidumbre, el equilibrio y
la racionalidad y profundizado por David Colander,[112] el post-keynesianismo se reinvigora y transforma, dando
origen a desarrollos que llevan a la llamada Economía de Complejidad.[113]
Específicamente la profundización del cuestionamiento de Keynes a la supuesta racionalidad de los actores
económicos[114] condujo o facilitó el desarrollo de la teoría de la racionalidad limitada[115] y, eventualmente, a la
economía conductual.[116]
Más recientemente -y a partir de algunos desarrollos que, por un lado, bordean en lo sorprendente[117] pero por el
otro corresponden a desarrollos teóricos (ver, por ejemplo: Aporte de John B. Taylor [118]) - aparece la "nueva
síntesis keynesiana" o Nueva Economía Keynesiana. Los nuevos keynesianos aceptan el concepto neoclásico de
racionalidad y de un equilibrio en el largo plazo pero da un papel central a la demanda agregada en el corto, lo que
enfatiza el papel de los fundamentos microeconómicos en el consumo y la inversión. Los partidarios de esta escuela
se ven como proveyendo soluciones microeconómicas para algunos de los problemas más difíciles en la concepción
de Keynes, por ejemplo, el de la "pegajosidad" o "inercia" de sueldos y precios[119] (Keynes apunta que hay una
tendencia tanto en salarios como costos, etc, a mantenerse en un cierto nivel -ciertamente a no decaer- Esta tendencia
fuerza la manipulación de otras variables a fin de obtener las relaciones óptimas y dificulta la obtención de esos
resultados)
Los representantes más conocidos de esta escuela son (aparte del ya mencionado John B. Taylor) Gregory Mankiw;
Joseph E. Stiglitz; Ben Bernanke. Se cuentan además David Romer, Olivier Blanchard, Nobuhiro Kiyotaki, y
Michael Woodford.
Todo lo anterior ha conducido, a partir de la Crisis de liquidez de septiembre de 2008, a la llamada Resurgencia
keynesiana[120][121] introducida por el trabajo de Paul Krugman [122]y James K. Galbraith.[123]
Keynesianismo 77

Enlaces externos
• J.M Keynes, The General Theory of Employment, Interest and Money, 1936 [124] (en inglés)
• John Maynard Keynes, The Economic Consequences of the Peace [125] (1919) (en inglés)
• John Maynard Keynes, An Open Letter to President Roosevelt [126] (1933) (en inglés)
• Biografía corta y Numerosos enlaces a obras de y sobre Keynes [127] (en inglés)
• Ensayos sobre Maynard Keynes [128] by Reuben L. Norman Jr., Ph.D. ( 1998-2007 )(en inglés)
• EN CASTELLANO Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero - Fragmentos [129]
• EN CASTELLANO Resumen: Teoría General de Keynes [130]
• EN CASTELLANO Teoría general del empleo, el interés y el dinero; John Maynard Keynes (Resumen) [131]
• EN CASTELLANO C. M. Gómez Gómez: Keynes: La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero [132]
(análisis)
• EN CASTELLANO Luis Orduna Díez (2005) Las ideas de keynes para el orden económico mundial [133]
• EN CASTELLANO Andreas Novy: Keynesianismo - Con ejemplos de América Latina [134]
• EN CASTELLANO A. Fiorito y Gustavo Murga(2006) [135] "Keynes y sus interpretaciones II [136]", Ediciones
cooperativas.
• EN CASTELLANO León Díaz, John Jairo: Keynesianismo, Poskeynesianismo y Nuevokeynesianismo [137]
• EN CASTELLANO Kicillof, Axel (2011): Una exégesis de “Mr. Keynes y los clásicos” de J. R. Hicks. El
nacimiento del modelo IS-LM o el pecado original de la moderna macroeconomía [138]

Notas
[1] "Keynesianismo"; Economía. Diccionario Enciclopédico 6:212. Barcelona: Planeta, 1980.
[2] Esencialmente, condiciones de competencia perfecta, que requerirían no solo la ausencia de todo tipo de organizaciones gremiales o
sindicales (no solo de trabajadores pero también de empleadores, incluyendo asociaciones de capital social, las llamadas sociedades anónimas
o limitadas o cualquier otra forma de monopolio u oligopsonio) pero también información perfecta sobre el mercado y alta flexibilidad tanto
de flujos de capital como de trabajo y habilidades. Obviamente esa, por deseable que sea, no es una situación real. Por ejemplo, la ausencia de
personal calificado dificulta la creación de empresas “de avanzada” en países en los cuales hay altos niveles de desempleo y en los cuales,
teoréticamente, seria altamente conveniente invertir en esas áreas a fin de tomar ventaja de esa abundancia de trabajo: las habilidades de los
trabajadores no son libre y universalmente transferibles de un tipo o área de trabajo a otro. Sugiere que puede haber ausencia de trabajadores
disponibles en un área económica aun cuando haya un alto nivel de desempleo. (Ver también debate sobre Asimetría de la información (http:/
/ es. wikipedia. org/ wiki/ Joseph_E. _Stiglitz#Asimetr. C3. ADa_de_la_informaci. C3. B3n))
[3] Keynes escribe: "son solo un caso especial... que asume una situacion que es el punto limite de las posibles situaciones de equilibrio." Teoría
General, etc, primer capitulo.
[4] Raúl Prebisch (1947). Introducción a Keynes: 25. México: Fondo de Cultura Económica
[5] John Stuart Mill (1844): " Lo que un país necesita para hacerlo más rico, nunca es el consumo, sino la producción...." en Essays on some
unsettled Questions of Political Economy (http:/ / www. gutenberg. org/ ebooks/ 12004) ESSAY II. OF THE INFLUENCE OF
CONSUMPTION ON PRODUCTION.
[6] John Stuart Mill (1844): "El caso, sin embargo, es diferente después de la separación de los empleos. En una sociedad civilizada, un solo
productor se limita a la producción de una mercancía, o un pequeño número de ellas, y su prosperidad depende, no solamente en la cantidad de
la mercancía que ha elaborado y almacénado, pero a su éxito en encontrar compradores para ese producto.".."Es cierto, por lo tanto, que, para
cada productor o distribuidor, es importante una gran demanda, una circulación ligera, un consumo rápido, de las mercancías que vende en su
tienda o produce en su fábrica. El comerciante cuya tienda se llena de clientes, que pueden disponer de un producto casi al mismo momento en
que se ha producido, hace grandes ganancias, mientras que su vecino, con un capital igual, pero menos clientes, gana relativamente poco." en
Essays on some unsettled Questions of Political Economy (http:/ / www. gutenberg. org/ ebooks/ 12004) ESSAY II. OF THE INFLUENCE
OF CONSUMPTION ON PRODUCTION.
[7] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Monetarismo#Aporte_de_Knut_Wicksell
[8] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Monetarismo#Aporte_del_Grupo_de_Cambridge
[9] Keynes (Teoría general,, cap 21) describe esto como la diferencia entre una teoria del equilibrio estacionario y una acerca del: ""equilbrio
cambiante"- significando por esto ultimo una teoria de un sistema en el cual las percepciones acerca del futuro son capaces de influir la
situacion presente". (ver también nota mas abajo)
Keynesianismo 78

[10] Keynes escribe: “We have seen above that the marginal efficiency of capital[1] depends, not only on the existing abundance or scarcity of
capital-goods and the current cost of production of capital-goods, but also on current expectations as to the future yield of capital-goods.”
(Teoría General: cap 22. Ver también cap 5) Quizás sea conveniente mantener presente en relación a esa visión que Keynes -a pesar de dar
clases de economía en la universidad de Cambridge no era solamente un economista académico. Llegó a ser gerente general de una de las
empresas de seguros más grandes en Inglaterra en esa época, trabajo que le hizo millonario. La percepción que lo anterior le dio sobre los
motivos y razones de empresarios en general informan sus teorías
[11] Carlos A. Rodríguez: En el modelo clásico “Para la ganancia esperada los gastos de inversión varían inversamente con la tasa de interés. Por
ejemplo, una empresa con un gran número de proyectos de inversión que ofrecen rendimientos esperados variados, puede establecer un rango
de esos proyectos de acuerdo al nivel de ganancias esperadas. En este caso, la tasa de interés representa el costo de tomar prestados esos
fondos para financiar los proyectos de inversión. A una tasa de interés alta, menos proyectos generarán ganancias netas. Por el contrario, a
tasas de interés bajas, menor es el costo de tomar prestado, y más proyectos de inversión generan ganancias netas. Es decir, que la inversión
depende inversamente de la tasa de interés, la oferta de bonos del gobierno es exógena y la de las empresas es igual al gasto de inversión. en
Posturas principales respecto a la tasa de interés (http:/ / amauta. upra. edu/ vol2investigacion/ posturas_principales. pdf) p 3
[12] Keynes agrega otra situación: si el ingreso es tan grande que excede notablemente el gasto necesario y posible. Introduce aquí una diferencia
entre los que defieren gasto actual para gastar en el futuro más o menos cercano y los que simplemente no pueden gastar lo que reciben como
ingreso y proceden a "acumular" (hoard) dinero para "invertir" transformándose así en lo que él llama "rentistas" (aquellos que viven de los
intereses que resultan de tales inversiones o préstamos). Para el interés del presente argumento lo relevante es que ambos tipos de retiro del
circulante llevan a una disminución de la demanda. Otros aspectos de esta diferencia se tocarán más adelante
[13] El desarrollo de esta percepción llevo a Franco Modigliani a desarrollar su “hipótesis del ciclo de vida”, de acuerdo a la cual los individuos
tratan de mantener un estándar de vida a través de ella. Dandose cuenta que en su vejez o al retirarse sus ingresos disminuirán, proceden
racionalmente a ahorrar en el presente a fin de mantener su nivel de gastos en ese futuro. Esto explicaría una variedad de fenómenos
económicos -por ejemplo, el porqué cuando la riqueza aumenta o la economía se expande, los ahorros disminuyen en relación a los ingresos-
El trabajo en esta área dio a Modigliani el Premio Nobel de economía en 1985.
[14] Los economistas diferencian dos situaciones que llevan a la reducción de precios. Ambas pueden ser vistas como correspondiendo a
momentos diferentes en un ciclo económico. La primera corresponde a caída de precios debido expansión de la producción. Esta situación
corresponde a la descrita tanto por Smith, Ricardo, Marx, etc, y los llevó a postular que, en la medida que la producción se expande, la tasa de
ganancia decae, lo que a su vez promueve expansión e innovación, pero al mismo tiempo mantiene salarios relativamente bajos, todo lo cual
termina en una crisis de sobreproducción, lo que provoca otro proceso deflacionario, esta vez debido a la incapacidad de la demanda de
absorber lo producido. Una situación similar se puede observar con el fordismo, el que -dado que aumenta la capacidad de demanda- permitió
una gran expansión de la producción industrial, pero, en la opinion de Keynes, llevo a su vez a una escasez de capital, lo que produce que el
desarrollo se estanque, lo cual produce que el empleo caiga, con lo que se incrementa la escasez de capital, etc. Esto, a su vez, lleva de nuevo
al segundo tipo de deflación: preocupados por la incertidumbre, la demanda (no solo de bienes sino también de inversiones y otros servicios)
cae catastróficamente y lo mismo sucede con los precios y la producción, completándose el ciclo.
[15] E. JOHNSON, ROBERT D. LEY, THOMAS CATE: “Para Keynes, el equilibrio macroeconómico es sólo el punto donde sistema se
estaciona, lo que se logra cuando la fuerzas opuestas en el modelo teórico se balancean. En el modelo básico, que figura en la Teoría General,
las fuerzas opuestas son los encargados de adoptar decisiones en los hogares, que determinan la división de su renta disponible entre el
previsto consumo y ahorro y los responsables de tomar decisiones comerciales, quienes deben determinar la inversión planificada. Cuando los
planes de estas fuerzas opuestas están en equilibrio, la suma de las filtraciones ex ante será igual a la suma de las inyecciones ex ante en el
flujo de ingresos. Y todos los mercados se vaciaran, con o sin salarios y / o precios flexibles, y el equilibrio macroeconómico es alcanzado,
con o sin pleno empleo.” en The Concept of Equilibrium: A Key Theoretical Element in Keynes’ Revolution (http:/ / iaes. org/ journal2/ aej/
sept_04/ Johnson. pdf)
[16] . Economistas llaman a este situacion “equilibrio de subempleo”. Conviene notar que en realidad la situacion no es estable en el sentido
comun de la palabra, sino un ejemplo de lo que se llama equilibrio dinámico. Ver, por ejemplo: Jacques H. Drèze (edt) “Advances in
Macroeconomic Theory”.- Palgrave Macmillan (2001) (en ingles)
[17] J Robinson: “Economics of Imperfect Competition” Macmillanm London, 1933- Por esos trabajos Robinson fue elegida -la única no
residente (aparte de ser la única mujer)- presidente de la Asociación de Economistas de América. Ella es también la única mujer que ha sido
considerada para el Premio Nobel de economía.
[18] existen también, debo admitir, fuerzas que uno puede con justicia describir como automaticas las que operan bajo cualquier sistema
monetario en la direccion de restaurar un equilibrio a largo plazo entre los ahorros y las inversiones. Lo que dudo -a pesar de que es contrario a
lo que generalmente se cree- es si esas fuerzas automaticas tenderan.. no solo un equilibrio entre los ahorros y las inversiones sino también un
nivel optimo de produccion” (J. M. Keynes, Collected Writings, Vol. 13, 1973: p.395)
[19] La frase que es comunmente atribuida a Keynes -Solo el estado puede restaurar los equilibrios fundamentales- ha llegado a transformarse en
un “lugar común” de la economia politica moderna. Asi por ejemplo, durante la Crisis económica de 2008-2009 los periodicos de diferentes
paises la usaron repetidamente (ver, por ejemplo: Der Spiegel al respecto (http:/ / www. iie. com/ publications/ opeds/ print. cfm?doc=pub&
ResearchID=1115). y Angela Merkel proclamo “Solo el estado es capaz de restaurar la confianza necesaria (http:/ / economictimes. indiatimes.
com/ News/ International_Business/ Only_state_intervention_can_save_us_now_says_Merkel/ articleshow/ 3587261. cms). Anders Aslund
-economista del Peterson Institute for International Economics agrega . Keynes es un poco mas medido. De acuerdo a varios autores la frase
es: “Solo el Estado tiene la capacidad de actuar en el interes general”. (ver, por ejemplo: How to Organize a Wave of Prosperity - The Evening
Standard, 31 July 1928) etc
Keynesianismo 79

[20] "Para Keynes los aumentos de la demanda agregada determinan aumentos más que proporcionales en los ingresos. A su vez, un aumento del
ingreso nacional es equivalente a un aumento del producto nacional y, por lo tanto, del empleo.” Departamento de Economía (http:/ / www.
fcs. edu. uy/ pagina. php?PagId=142& CatId=53& SubCatId=48) de la Universidad de la República en ”Economía para NO economistas ” p
139: El Multiplicador keynesiano del gasto (http:/ / decon. edu. uy/ publica/ noec/ Cap06. pdf)
[21] Héctor Daniel Z: “La idea básica asociada con el concepto de multiplicador keynesiano es que un aumento en el gasto originará un aumento
mayor del ingreso de equilibrio. El multiplicador keynesiano será mayor cuanto mayor sea la propensión marginal a consumir.

Intuitivamente, el concepto de multiplicador keynesiano refleja que ante un incremento en la inversión (por ejemplo,
la instalación de una planta industrial productora de envases de vidrio) se genera un efecto directo sobre el nivel de
actividad y del empleo resultante de la inversión en cuestión, pero también se produce un efecto derrame, como
consecuencia de la mayor demanda de servicios de mantenimiento industrial, de logística de insumos, de materias
primas, de energía, entre otros, necesarios para poner en práctica la inversión.” en LA INTERVENCIÓN DEL
ESTADO CON EL FIN DE ESTABILIZACIÓN ECONÓMICA: LA ÓPTICA DE LA TEORÍA KEYNESIANA
(http://www.mininterior.gov.ar/asuntos_politicos_y_alectorales/incap/clases/Paper_Zacaria.pdf).
[22] Alcides José Lasa Capítulo 3 El impacto de la revolución keynesiana sobre las finanzas públicas (http:/ / www. ajlasa. com/ polec2/ cap3.
pdf)
[23] Introducción a la Economía (http:/ / www. monografias. com/ trabajos4/ intecon/ intecon. shtml).- ver también Marco Antonio Plaza V: EL
PRINCIPIO DE LA EFICIENCIA MARGINAL DEL CAPITAL (http:/ / macareo. pucp. edu. pe/ ~mplaza/ 001/ apuntes_de_clases/
teoria_macroeconomica/ keynes_eficien_marg_capital. pdf)
[24] PREFERENCIA POR LA LIQUIDEZ (http:/ / www. eco-finanzas. com/ diccionario/ P/ PREFERENCIA_POR_LA_LIQUIDEZ. htm) - ver
también Mario Guillermo Gómez O: 4.4.1. La preferencia por la liquidez y la tasa de interés (http:/ / www. eumed. net/ libros/ 2007c/ 320/
preferencia por la liquidez y la tasa de interes. htm)
[25] http:/ / ideas. repec. org/ a/ ucp/ jpolec/ v44y1934p667. html
[26] Esta es la visión clásica y neoclásica: los ingresos solo provienen de las ventas de lo que sea se haya producido. Cualquier ahorro es “oferta
de capital” y cualquier inversión es “consumo de ahorro” (por el cual “el precio” es el interés). Sigue que cualquier variación en ingreso es
resultado de una variación similar en ventas/ consumo. Ver Ley de Say y Ley de Walras
[27] William R. Parke: The Simple Keynesian Model (http:/ / www. econmacro. com/ keynesian/ simple_keynesian_model. htm)
[28] Steven M. Suranovic (2005): The Keynesian Cross Diagram (http:/ / internationalecon. com/ Finance/ Fch50/ F50-7. php) (en “International
Finance Theory and Practice”)
[29] Paul Samuelson: Economics (1948)
[30] Robert Schenk: Overview: The Multiplier Model (http:/ / ingrimayne. com/ econ/ Keynes/ Overview12ma. html)
[31] Andrew Rose; “Global Macroeconomics”, cap 8: “Keynesian Cross” or “Multiplier ” Model (http:/ / faculty. haas. berkeley. edu/ arose/
Macro8. pdf)
[32] Mathew Forstater: The Multiplier (http:/ / cas. umkc. edu/ econ/ economics/ faculty/ Forstater/ 201/ 201 doc/ Multiplier. pdf)
[33] The Keynesian Theory (http:/ / www. cliffsnotes. com/ study_guide/ The-Keynesian-Theory. topicArticleId-9789,articleId-9742. html)
[34] KEYNESIAN EQUILIBRIUM (http:/ / www. amosweb. com/ cgi-bin/ awb_nav. pl?s=wpd& c=dsp& k=Keynesian+ equilibrium)
[35] Ver, por ejemplo, Carmen Córcoles F: Análisis de los efectos del gasto público en la economía española en el período 1980-1990 a través
del multiplicador estructural (http:/ / books. google. co. uk/ books?id=-6r7htGel4UC& pg=PA96& lpg=PA96& dq=Keynes+ + + Demanda+
autonoma& source=bl& ots=D2oRS3hpyU& sig=RMII1Ggx0RmZTzR8Ie4r2OSPKg4& hl=en& redir_esc=y#v=onepage& q=Keynes +
Demanda autonoma& f=false) Cap III: EL multiplicador keynesiano, pp 96 y sig
[36] Prebisch, R. op.cit. p.42.
[37] Prebisch, R. op.cit. p.p. 40-41.
[38] Hansen, Alvin (1957). Guía de Keynes: 59. México: Fondo de Cultura Económica.
[39] Keynes es reluctante a aumentar la cantidad de dinero más allá de su tasa natural de crecimiento (entendida como la que permite que un
aumento en la cantidad de dinero equivalga a un aumento en la cantidad de servicios monetarios que la cantidad total de circulante representa)
porque tal incremento podría alterar la base de los calculos economicos practicos: la tasa de interes. Keynes sugiere que los calculos
economicos se basan en "una expectacion de relativa estabilidad en los costos futuros (tasa de interes) del dinero, lo que no se podría hacer
con confianza si el estandar de valor (dinero) fuera una mercancia con un alto grado de elasticidad de produccion" (Teo Gen, cap 17). En
realidad el argumento es un poco más complejo. Keynes no esta sugeriendo que hay una tasa de interes natural, sino que hay una tasa de
interes que corresponde a cada situacion de nivel de empleo. Asumiendo entonces que el proposito del ejercicio es llegar al pleno empleo, la
cantidad de dinero que deberia circular es aquella que corresponde a una tasa de interes "optima" (la que promueve pleno empleo). Esa no es
una cantidad absolutamente fija, pero oscila dependiendo de otros factores, lo que implica que modificar la cantidad de dinero sin
consideracion a esos elementos puede tener repercusiones negativas para la economia en general. - Ver Teo Gen, cap 17, etc.
[40] Keynes consideraba que un aumento en los impuestos puede conducir a la disminucio de la demanda "privada" por bienes y servicios, lo que
no es positivo si se desea aumentar esa demanda. La deuda publica, en la otra mano, solo busca utilizar esa fraccion que los ciudadanos hayan
ahorrado.
[41] . Para un analisis más detallado, ver Prebisch, R. op.cit. p.43.
[42] Hansen, A op.cit. p.114
Keynesianismo 80

[43] Prebisch, R. op.cit. p.p. 85,89.)


[44] John Kenneth Galbraith Un viaje por la economía de nuestro tiempo (1994)
[45] La política: Instituciones políticas - CRISIS DEL ESTADO DEL BIENESTAR: REPLANTEAMIENTO Y PERSPECTIVAS DE FUTURO
- Wikilearning (http:/ / www. wikilearning. com/ crisis_del_estado_del_bienestar_replanteamiento_y_perspectivas_de_futuro-wkccp-6273-23.
htm)
[46] ver, por ejemplo, Henry Hazlitt "Economía en una lección"
[47] esta parece ser la vision de Trotsky. En efecto, él se refería a las posiciones políticas que buscaban implementar las teorías de Keynes así: el
filisteo demócrata y el burócrata estalinista, si no gemelos, son por lo menos hermanos espirituales. Políticamente, pertenecen, en todo caso, al
mismo campo. Sobre la colaboración de estalinistas, demócratas y liberales reposa actualmente el sistema gubernamental de Francia y,
añadiendo los anarquistas, el de la España republicana. Si el Independent Labour Party de Inglaterra ofrece una tan pobre apariencia es porque
durante años no ha salido de los brazos de la Komintern. (...), con ello tanto más seguramente se convierten en jefes de la pequeña burguesía
contra el proletariado. - Trotsky Escritos filosoficos, pp 62 (Su Moral y la Nuestra. Coyoacán, 16 de febrero de 1938)
[48] Murray N Rothbard, "Keynes the Man" en http:/ / www. mises. org/ etexts/ keynestheman. pdf (en inglés) Rothbard nos informa que Keynes
dijo que su sociedad preferida "significaria la eutanasia del que vive de los intereses monetarios (rentier) y, consecuentemente, la eutanasia del
poder progresivamente opresor de los capitalistas para explotar el valor de la escasez del capital"
[49] . Liberal Economics and Democracy.- ISBN 978-0-7006-0803-4 - http:/ / www. kansaspress. ku. edu/ wallib. html
[50] La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo
de la producción, y con él todo el régimen social. (Manifiesto Comunista)
[51] el capitalismo depende en "temporales permanentes de destruccion creativa" (Capitalismo, Socialismo y Democracia)
[52] La llamada "teoría de la inestabilidad inherente". Posteriormente Hyman Minsky desarrollo esa percepción a través del estudio del ciclo
financiero de las empresas (el llamado “ciclo de Minsky”). De acuerdo a esta visión, empresas que inician una área económica están,
generalmente, bien financiadas y reciben ingresos suficientes como para cubrir sus costos y producir ganancia. Empresas que llegan a esa área
posteriormente -confrontadas con una disminución de la tasa de ganancia- recurren a la deuda para financiarse. Esa tendencia continua hasta
que eventualmente las empresas están recorriendo a prestamos incluso para financiar el pago de dividendos e intereses de deudas previamente
contraídas. Puede incluso llegar a ser el caso que muchos “inversionistas” -realizando que “inversiones de corto plazo”, ya sea en acciones o
bonos, etc, puede producir grandes ganancias, recurran a la deuda a fin de invertir. En algún momento algo sucede y el edificio completo
colapsa, el resultado exacto dependiendo de cuan avanzado se este en el ciclo y cuan extensamente se haya difundido a través del sistema
económico. (ver, por ejemplo Wolfson, Martin H: “Minsky’s Theory of Financial Crisis in a Global Context”, Journal of Economic Issues, 1ro
de junio de 2002 (http:/ / diglib. lib. utk. edu/ utj/ jei/ 36/ jei-36-2-16. pdf))
[53] Reseña de "La economía en una lección" de Henry Hazlitt, Juan Ramón Rallo Julián en http:/ / www. liberalismo. org/ articulos/ 59/
[54] “Ud puede sentir, Sr Presidente, a estas alturas, que mi crítica es mas obvia que mi simpatía. Pero ese no es verdaderamente el caso. Ud
permanece, en mi opinión, el gobernante.... que ve la necesidad de un cambio profundo de medios y está tratando de lograrlo sin intolerancia,
tiranía o destrucción...” (Keynes, Carta abierta a Roosevelt, punto 14) y “Pero mas allá de esto, no se ven razones obvias para un sistema de
socialismo estatal. No es la propiedad de los medios de producción lo que es importante que el Estado controle. Si el Estado es capaz de
determinar el uso agregado de recursos dedicados a aumentar los instrumentos (Keynes usa esa palabra para designar bienes de capital) y la
tasa básica de recompensa a quienes los poseen, habrá logrado todo lo que es necesario. Aún más, las medidas de socialización necesarias
pueden ser introducidas gradualmente y sin romper la tradición general de la sociedad” (Teoría general, etc, cap 24)
[55] comentario sobre "A dónde va la Gran Bretaña" (Trosky) en http:/ / www. marxists. org/ history/ etol/ document/ comments/ keynes01. htm
[56] Marx y Keynes: Paralelismos siniestros- en http:/ / www. liberalismo. org/ articulo/ 383/ 40/
[57] . Curiosamente parece haber aquí un acuerdo entre Keynes y su gran oponente, Von Mises, por lo menos en relación al papel del dinero. En
efecto, Von Mises dice, en relación a la Ley de Say: "Las mercancías, decía Say, se pagan en última instancia no con dinero, sino con otras
mercancías. El dinero es solamente el medio de intercambio generalmente empleado; juega sólo el papel de intermediario. Lo que, en
definitiva, el vendedor quiere recibir a cambio de las mercancías vendidas son otras mercancías". Von Mises: Lord Keynes y la Ley de Say (en
http:/ / www. liberalismo. org/ articulo/ 341/ 40/ )
[58] . Generalmente con un rol autónomo dentro de ciertos objetivos, tales como fijar la tasa de interés a fin de promover crecimiento económico
y estabilidad monetaria
[59] Luis Orduna Díez (2005) Las ideas de keynes para el orden economico mundial (http:/ / dialnet. unirioja. es/ servlet/
articulo?codigo=2321485)
[60] Ya Adam Smith había observado: “Cuando la guerra viene, los políticos son tanto incapaces como reluctantes de aumentar los impuestos en
proporción al aumento de los gastos. Son reluctantes porque temen ofender a la gente, quienes, debido a un aumento tan súbito y mayor en los
impuestos, pronto la encontrarían inconveniente... La facilidad del empréstito los libra de ese predicamento.. A través de préstamos ellos, con
un aumento muy moderado en los impuestos, pueden levantar, año tras año, el dinero suficiente para conducir la campaña y a través de la
práctica del financiamiento perpetuo se les permite, con el mínimo aumento de los impuestos (a fin de pagar los intereses de la deuda pública)
levantar anualmente el máximo de dinero (para financiar la guerra)” - Adam Smith, La riqueza de las naciones (1776). Libro V, Capítulo 3,
Artículo III: De la Deuda Publica -
[61] Veo el aspecto “rentier” del capitalismo como una fase transicional que desaparecerá cuando haya efectuado su labor. Y con la desaparición
de esa fase rentier mucho mas sufrirá un cambio profundo. Será además una gran ventaja del orden de cosas que estoy proponiendo, que la
eutanasia del rentier, del inversionista sin otra funcion, sera una continuación prolongada y gradual de lo que hemos visto hace poco en Gran
Bretaña, y no necesitará una revolución. (J.M. Keynes: Teoría general, etc, cap 24)
Keynesianismo 81

[62] Gold and Economic Freedom.- Alan Greenspan (en inglés) en http:/ / www. 321gold. com/ fed/ greenspan/ 1966. html
[63] Ludwig von Mises Lord Keynes y la Ley de Say (http:/ / www. liberalismo. org/ articulo/ 341/ ) -Traducido por Juan Ramón Rallo Julián
[64] "Harry Dexter White, un comunista en el FMI" por Francisco Cabrillo en http:/ / www. libertaddigital. com/ index. php?action=desaopi&
cpn=16988
[65] “Introducción a la Economía Política” de Wilhelm Röpke – Unión Editorial SA – ISBN 84-7209-019-1
[66] Röpke parece avanzar aquí el mismo argumento que los partidarios de la escuela austriaca avanzan cuando confrontan crisis: el problema es-
se aduce- que hubo “demasiada prosperidad” -entendida como exceso de demanda- con anterioridad. Dejando de lado si eso es correcto (lo que
Lionel Robbins -uno de los proponentes iniciales de la sugerencia - llego a dudar: “A partir de la asunción que el diagnóstico de liberación
monetaria excesiva e inversiones erróneas fuera correcto -lo que ciertamente no es un asunto resuelto"), dos problemas permanecen
irresueltos: que hacer al respecto y el por qué no lo proponen durante el período de “prosperidad inflacionista” misma. El ejemplo más reciente
y notorio de este problema es el de Alan Greenspan, quien, a mediados del 2007, durante la burbuja que precedió a la La crisis de liquidez de
septiembre de 2008, respondió -cuando se le advirtió de las consecuencias de la gran expansión de deuda -tanto individual como nacional- que
estaba sucediendo- que en todo caso esa deuda no era problema (“Tales temores ignoran un hecho fundamental de la vida moderna: en una
economía de mercado, el aumento de la deuda va de la mano con el progreso”), dando así origen a lo que llego a ser conocido como el
“Greenspan Put” (“no importa que sea lo que falle, la Reserva Federal lo rescatará a través de crear el suficiente dinero barato para sacarlo de
sus problemas”). Sin embargo, y con posterioridad, al comienzo de la crisis, Greenspan rastreó su origen al “exceso de crédito” (“La
accesibilidad de crédito doméstico barato y aparentemente sin límite alentó una locura de construcción y compra.. lo que sucedió a
continuación es ahora una historia penosamente familiar”. )-, Alan Greenspan, “The Age of Turbulence: Adventures in a New World. New
York: Penguin Press. ISBN 1-59420-131-5. OCLC 122973403 capt 18, -“Cuentas corrientes y deuda”- y “Epílogo” respectivamente)
[67] J. M. Keynes (1940): How to pay for the war: a radical plan for the chancellor of the exchequer (http:/ / books. google. com/ books/ about/
How_to_pay_for_the_war. html?id=1z4zAAAAMAAJ). En esa obra Keynes argumenta a favor de financiar los gastos de la guerra mediante
los impuestos y imposición de ahorros obligatorios sobre la población, lo que, en su opinión, tendría el beneficio adicional que produciría un
auge en la demanda posteriormente a la guerra. (de hecho, durante la Segunda Guerra Mundial esa propuesta fue implementada tanto en
Inglaterra como en EEUU. contribuyendo en ambos países de gran manera a los gastos de guerra y después, con el retorno de los ahorros a los
individuos, a la prevención de la deflación)
[68] El punto es indudablemente complejo, pero es difícil entender como un autor de la talla de Röpke -quien era un importante miembro de la
Sociedad Mont Pelerin- parece no tener familiaridad con el concepto de ahorro forzado (ver A. von Hayek (1932): A Note on the
Development of the Doctrine of "Forced Saving" (http:/ / www. jstor. org/ pss/ 1885188)). Cualquier estudiante de Keynes debería saber que
este trazaba su posición en este respecto a las sugerencias de Wicksell en relación a la “Teoría del ahorro forzado” (ver Knut Wicksell:
Selected Essays in Economics, Volume I VOLUNTARY OR FORCED SAVINGS? (http:/ / webcache. googleusercontent. com/
search?q=cache:t51_uwsDICUJ:www. bookrags. com/ tandf/ voluntary-or-forced-savings-tf/ + wicksell+ + + forced+ savings& cd=5&
hl=es& ct=clnk& gl=es& client=safari)) de acuerdo a las cuales los aumentos de inversión debido a aumentos de la masa monetaria producen,
ex post, una cantidad de ahorro igual al aumento inicial de la inversión. En otras palabras: la financiación inicial de una inversión mediante el
crédito conduce a una alza de precios que reducen la demanda en relación al circulante post crédito (pero la aumenta en relación al circulante
antes del crédito) y producen, post facto, el ahorro requerido para financiar el crédito inicial. Esta propuesta invierte las percepciones de la
teoría económica precedente: no es el ahorro lo que produce la inversión, si no más bien al revés. Ver, por ejemplo, acerca de la posición de
Keynes: Michael C. Lovell (1963): A Keynesian Analysis of Forced Saving (http:/ / www. jstor. org/ pss/ 2525307). Acerca de las posiciones
de Wicksell: UNIVERSIDAD DE ALCALA  Profundizando y renovando las bases de la economía marginalista: equilibrio monetario y teoría
del interés (http:/ / www2. uah. es/ econ/ hpeweb/ marg3/ HPE9812. html#3. Las Teorías Monetarias de Wicksell) (punto 3.5 La tercera etapa
del mecanismo indirecto: la estabilización del sistema.) - Bertil Ohlin (1937),: Some Notes on the Stockholm Theory of Savings and
Investment I (http:/ / crecimientoeconomico-asiain. weebly. com/ uploads/ 1/ 2/ 9/ 0/ 1290958/ notes_on_the_theory_of_s_and_i_i. pdf).- Mas
en general: Jürg Niehans (1965): Interest Rates, Forced Saving, and Prices in the Long Run (http:/ / www. jstor. org/ pss/ 2295839); F
JIMENEZ: EL DINERO Y SU RELACION CON LOS PRECIOS: ANALISIS CRITICO DEL MONETARISMO NEOCLASICO AL
TRATADO DEL DINERO DE KEYNES (http:/ / departamento. pucp. edu. pe/ economia/ images/ documentos/ DDD119. pdf)
[69] Esa situacion había sido ya esclarecida por Irving Fisher, a quien Keynes referencia varias veces y con cuyo trabajo cualquier economista
-incluso en los tiempos de Röpke- deberia estar familiarizado.
[70] Michael Kumhof Fiscal crisis resolution: Taxation versus Inflation (http:/ / www. imf. org/ external/ np/ res/ seminars/ 2004/ calvo/ pdf/
kumhof. pdf)
[71] E incluso la derivación de tal visión no debería haber sido una gran novedad para Röpke. Ya Ricardo había observado: "Las solicitudes de
dinero al Banco, entonces, dependen de la comparación entre la tasa de ganancia que se puede obtener por el uso de ese dinero y la tasa a la
cual ellos (Los Bancos) están dispuestos a prestarlo. Si cobran menos que la tasa de interés del mercado, no hay límite a la cantidad de dinero
que no podrían prestar - si cobran más que esa tasa, nadie, sino los usureros y los derrochadores, será encontrado para tomar empréstitos de
ellos" David Ricardo: On the Principles of Political Economy and Taxation (http:/ / www. econlib. org/ library/ Ricardo/ ricP. html).- Chapter
27: On Currency and Banks, párrafo 33 (en inglés en el original)
[72] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Hiperinflación#Hiperinflaci. C3. B3n_durante_la_I_y_la_II_Guerra_Mundial
[73] Por ejemplo: "Se dice que Lenin declaró que la mejor manera de destruir el sistema capitalista es devaluar su moneda. Por un proceso
continuo de inflación, los gobiernos pueden confiscar secretamente, sin ser observados, una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos.
A través de este método ellos no solo confiscan, sino que confiscan arbitrariamente; y mientras el proceso empobrece a muchos, enriquece a
algunos..... Y en la medida que la inflación avanza y el verdadero valor de la moneda fluctúa libremente mes a mes, todas las relaciones
Keynesianismo 82

permanentes entre depositantes e inversionistas, que forman las bases últimas del capitalismo, llegan a desordenarse de tal manera que
empiezan a carecer de sentido, y el proceso de generación de riqueza degenera en una lotería y una apuesta. (...) La inflación de los sistemas
monetarios europeos ha llegado a límites extraordinarios. Los gobiernos beligerantes, incapaces o demasiado tímidos o faltos de previsión para
asegurar a través de empréstitos o impuestos los recursos que necesitaban, han imprimido billetes por el balance..- ( J.M. Keynes: The
Economic Consequences of the Peace (1919) cap 6)
[74] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Raza_aria#Usos_imperialistas. 2C_nacionalistas_y_nacionalsocialistas_del_t. C3. A9rmino
[75] Para ser quizás mas justos con Röpke que lo que él es con Keynes, es posible que su crítica se dirija no tanto a Keynes como a una de las
implementaciones del keynesianismo mas conocidas en Europa: las “Finanzas funcionales” de Abba Lerner. ya que el tercer principio de esas
finanzas argumenta que el gobierno debe imprimir dinero a fin de financiar sus proyectos, sin cuidado a los principios de las “finanzas sanas”.
Sin embargo, Röpke encontraría difícil mantener su acusación contra esa aproximación, dado que otro de sus principios -el segundo-
específicamente menciona que la acción estatal debe buscar evitar la inflación. Ver Finanza funcional
[76] Edmund S. Phelps, Antoni Bosch Domènech: Economía política (http:/ / books. google. com/ books?id=gyeDtNLY45sC& pg=PR8&
lpg=PR8& dq=keynes+ y+ control+ de+ la+ + inflación& source=bl& ots=mYTrEeOTos& sig=1fqezSaMPUSrcJ0i51fGzlYfGSQ& hl=en&
ei=8XxYSuu7N-LTjAesnOga& sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=9) especialmente capt XXI: “La inflación; sus causas y su
control”
[77] John Petroff: COMPARACIÓN ENTRE EL MODELO CLÁSICO Y EL DE KEYNES (http:/ / www. peoi. org/ Courses/ Coursessp/ mac/
fram7. html)
[78] Valpy FitzGerald: MODELOS MONETARIOS Y CONTROL DE LA INFLACIÓN EN LAS ECONOMÍAS DE MERCADO
EMERGENTES (http:/ / dialnet. unirioja. es/ servlet/ articulo?codigo=1172983)
[79] Por ejemplo: “La inflación aparece como un mecanismo por el que las diversas fuerzas sociales, que se instalan a su turno en el poder, logran
asegurar el valor real de sus ingresos. Es decir, que la inflación no es ni un fenómeno neutro, ni aséptico, o una especie de maleficio... sino que
hay grupos sociales que.. se benefician de ella.” Jürgen Schuldt, Alberto Acosta: Inflación: enfoques y políticas alternativos para América
Latina y el Ecuador (http:/ / books. google. com/ books?hl=en& lr=& id=PDO2ZXU28UYC& oi=fnd& pg=PA7& ots=Q7yYedgDgT&
sig=kUEZf8Z0qUHjU5e4C0SyjHurddw#v=onepage& q=& f=false) p 9
[80] Esteban Mercatante: Keynes, la inflación y los salarios (http:/ / www. ips. org. ar/ article. php3?id_article=411)
[81] En la medida que tales acciones son percibidas por diferentes sectores ya sea como inímicas al crecimiento económico o como tentativas de
hacer recaer los los costos de la prosperidad general sobre un sector determinado o excluir a ese sector del beneficio de tal prosperidad
[82] Keynes mismo plantea este punto. Él considera que el aumento de precios en relación a los salarios representa una transferencia potencial de
recursos al estado, si éste extrae impuestos sobre tales excesos de ganancia dada la misma producción. Para un análisis más detallado de esto y
problemas asociados, ver: Allan H. Meltzer: Keynes's Monetary Theory (http:/ / books. google. com/ books?id=03FNdTbHMTwC&
pg=PA47& lpg=PA47& dq=inflation+ as+ resource+ transfer& source=bl& ots=Zp-tna2HhF& sig=HQEtTh74OiyWbyWtDul-uUmnJ5E&
hl=en& ei=JEbzSY64NqWTjAeT_YDdDA& sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=7)
[83] por ejemplo: Mario Rapoport aduce: "En este sentido, la inflación afecta el reparto de las riquezas, mientras que la deflación la producción
de bienes. Pasamos por alto que la realidad es más compleja y supone, en cada caso, situaciones distintas y ganadores y perdedores diferentes.
Pero Keynes concluye, “la inflación es injusta y la deflación inoportuna. Quizás la deflación es la peor de las dos si se hace abstracción de
inflaciones extraordinarias como la de Alemania” (en 1923). En efecto, en un mundo empobrecido “es peor provocar desocupación que frustrar
al rentista en sus esperanzas” aunque “los dos son males a evitar” (pág. 75)." en Volviendo a Keynes y a la inflación (http:/ / www. pagina12.
com. ar/ diario/ elpais/ 1-102376-2008-04-13. html)
[84] Fabozzi, Franco Modigliani, Michael G. Ferri, Margarita Gómez Escudero: MERCADOS E INSTITUCIONES FINANCIERAS (http:/ /
books. google. com/ books?id=WeCw6vDlrecC& pg=PA221& lpg=PA221& dq=keynes+ y+ control+ de+ inflacion& source=bl&
ots=wKlxHA_8f_& sig=3bryH0y-qQTbAVSZAAaZqQC27vE& hl=en& ei=2nVYSsjYO-HLjAeMhdC3BA& sa=X& oi=book_result&
ct=result& resnum=8) esp pp 193
[85] Mohameden Ould-Mey, por ejemplo, argumenta que la devaluación de la moneda contribuye a la transferencia de recursos desde el Sur
(http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Sur#Usos_Geopol. C3. ADticos) al Norte": Currency Devaluation and Resource Transfer from the South to
the North (http:/ / www3. interscience. wiley. com/ journal/ 118827961/ abstract?CRETRY=1& SRETRY=0)
[86] famosamente, Keynes respondió a quienes predicaban paciencia con la crisis "porque se resolvería sola en el largo plazo" que: "En el largo
plazo todos estaremos muertos"
[87] A Lerner (1943): Lerner, Abba: Functional Finance and the Federal Debt (http:/ / k. web. umkc. edu/ keltons/ Papers/ 501/ functional
finance. pdf)
[88] Gabriel Leandro: "La política económica, entonces, consiste en el que el Gobierno emplea sus poderes legítimos manipulando diversos
instrumentos, con el fin de alcanzar objetivos socio-económicos previamente establecidos. La política económica tiene distintos objetivos,
dentro de los cuales se puede decir que los principales son: 1.- Crecimiento y desarrollo económico, que consiste básicamente en lograr tasas
de crecimiento de la producción satisfactorias, incluyendo cambios estructurales continuos en el tejido productivo. 2.- Pleno empleo, es decir
garantizar la creación neta de puestos de trabajo para proporcionar a un nivel de vida razonable para todos los miembros capacitados de la
fuerza laboral disponible, reducir y prevenir el desempleo cíclico a corto plazo, eliminar el desempleo estructural y otras formas de desempleo
persistente a largo plazo. 3.- Estabilidad de precios, la cual consiste en el mantenimiento del nivel general de precios, o una tasa de inflación
reducida. 4.- Distribución de la renta y la riqueza, o sea una reducción progresiva de las diferencias entre los niveles de ingresos personales, la
concentración de la riqueza y la provisión de bienes públicos. 5.- Equilibrio de la balanza de pagos, se pretende reducir el déficit exterior a
medio plazo, mantener un nivel de reservas de divisas y la solvencia frente al exterior.-- Para lograr ese objetivo el Estado dispone de varios
Keynesianismo 83

instrumentos." en Papel del gobierno en la economía: La política económica (http:/ / ciberconta. unizar. es/ leccion/ macro01/ #gobierno)
[89] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Monetarismo#Aporte_de_Abba_Lerner
[90] por ejemplo: Andrea Roventini (2010): Introduction to Macroeconomics: The Neoclassical Synthesis (http:/ / dse. univr. it/ roventini/
documents/ handout_intromacro03. pdf)
[91] Juan Tugores Q (2010): Macroeconomía. Para entender la crisis en una economía global (http:/ / books. google. co. uk/
books?id=CerwQD1gzHkC& pg=PA150& lpg=PA150& dq=John+ Hicks+ + + Mr+ Keynes+ y+ los+ clasicos& source=bl&
ots=l14Hwh0gQ-& sig=U_iPFC7QX7wWB41aUWQyRwJqQJU& hl=en& redir_esc=y#v=onepage& q& f=false) p 150
[92] De acuerdo a Marshall ("Principles of Economics", London; Macmillan, 1890), periodos inferiores al "periodo del mercado" son
considerados "corto plazo" (short run). En el corto plazo variaciones de demanda, etc, afectaran producción solo en forma limitada. Las
empresas pueden, por ejemplo, utilizar mejor sus recursos -asumiendo que no lo estén haciendo- pero emplear más trabajadores, aumentar
capacidad instalada, etc, toma tiempo. El "largo plazo" (long run) es el periodo que permite a las empresas responder a esos cambios. Es el
periodo en el cual empresas pueden entrar o salir de un mercado en forma planificada. Las empresas generalmente producen sobre la base de
cálculos de largo plazo: variar la producción, los niveles de empleos y decisiones acerca de inversiones y compra de insumos, etc. no son
generalmente tomadas ligera o rápidamente.
[93] J. R. Hicks (1937): Mr Keynes and the “Classics”: A Suggested Interpretation (http:/ / web. econ. unito. it/ bagliano/ macro3/ hicks_econ37.
pdf)
[94] Paul Samuelson: Economics (1948)
[95] Overview: The Multiplier Model (http:/ / ingrimayne. com/ econ/ Keynes/ Overview12ma. html)
[96] Andrew Rose: “Keynesian Cross” or “Multiplier ” Model (http:/ / faculty. haas. berkeley. edu/ arose/ Macro8. pdf)
[97] Félix Jiménez, Gisella Chiang y Erick Lahura (2001): MACROECONOMÍA: ENFOQUES Y MODELOS NUEVOS EJERCICIOS
RESUELTOS (http:/ / departamento. pucp. edu. pe/ economia/ images/ documentos/ DDD204. pdf)
[98] José E De Gregorio Rebeco (2007): Macroeconomía: teoría y políticas (http:/ / books. google. co. uk/ books?id=VXrSHa7PJb0C&
dq=modelo+ keynesiano+ simple& source=gbs_navlinks_s) p 499, etc
[99] Gianluigi Vernasca (2011): IS-LM Model: the Short-Run Equilibrium (http:/ / courses. essex. ac. uk/ EC/ EC201/ lecture_notes/
EC201Lecture7-8. pdf)
[100] por ejemplo: Chipman, John S; Moore, James C (1978): The New Welfare Economics, 1939-1974 (http:/ / ideas. repec. org/ a/ ier/ iecrev/
v19y1978i3p547-84. html)
[101] John M. Gowdy (2004): The Revolution in Welfare Economics and Its Implications for Environmental Valuation and Policy (http:/ / www.
heednet. org/ Gowdy04-revolutionwelfareeconenvvaluation. pdf)
[102] Paul A. Samuelson: The Pure Theory of Public Expenditure (http:/ / www. ses. unam. mx/ docencia/ 2007II/ Lecturas/ Mod3_Samuelson.
pdf)
[103] Por ejemplo: Axel Leijonhufvud argumenta que la síntesis esta basada en un equilibrio walrasiano, lo que sería contrario a la visión de
Keynes, para quien la economía es, fundamentalmente, un proceso en desequilibrio.- Ver "Keynesian Economics and the Economics of
Keynes", en AER, 1968.
[104] Axel Kicillof (2009): “Pero, por lo mismo, tampoco puede resultar extraño que la formación de la llamada síntesis neoclásica no se haya
detenido en el artículo de Hicks ya que allí se concedían, tácitamente, demasiados puntos a Keynes. Modigliani, en un también célebre
artículo, inicia una embestida todavía de mayor envergadura pues, partiendo de ISLM de Hicks, reintroduce el mercado de trabajo.... De esta
manera, con el regreso del mercado de trabajo, se pone en marcha una más completa restauración de la teoría clásica que incluye cambios en
la función consumo, en el efecto saldos reales y otros mecanismos que aseguran que el sistema tienda siempre a la plena ocupación. En otras
palabras, regresa la teoría clásica con todas sus fuerzas: si no existen rigideces en las variables nominales los economistas deben confiar
siempre en la vieja ley de Say y en la vieja teoría cuantitativa del dinero.” en Una exégesis de “Mr. Keynes y los clásicos” de J. R. Hicks. El
nacimiento del modelo IS-LM o el pecado original de la macroeconomía moderna (http:/ / www. ppge. ufrgs. br/ akb/ encontros/ 2009/ 64.
pdf)
[105] Philip Arestis: El Keynesianismo, sección 2 ( Las Ideas Básicas (http:/ / books. google. co. uk/ books?id=n80Y7wiKeisC&
printsec=frontcover#v=onepage& q& f=false) pp 349 y sig. (en “Crítica a la economía ortodoxa” .- Seminario de Economía Crítica TAIFA
[106] Por ejemplo: Joan Robinson (1969): La Economía, hoy (http:/ / books. google. co. uk/ books?id=n80Y7wiKeisC&
printsec=frontcover#v=onepage& q& f=false) (en P. Arestis: Crítica a la economía ortodoxa, etc, pp 23-28)
[107] Hector Guillen R: Keynes y las economías monetarias de producción (http:/ / www. izt. uam. mx/ economiatyp/ numeros/ numeros/
primera_epoca/ 10/ articulos_pdf/ 10_3_Keynes. pdf)
[108] Scitovsky, Tibor (1941). «A Note on Welfare Propositions in Economics». Review of Economic Studies 9 (1):  pp. 77–88. doi:
10.2307/2967640 (http:/ / dx. doi. org/ 10. 2307/ 2967640)..- Ver también: Fonseca, Gonçalo L.. « The Paretian System: Scitovsky Reversals
and the Double Criteria (http:/ / cepa. newschool. edu/ het/ essays/ paretian/ paretosocial. htm#scitovsky)».
[109] D. Dillard (1948): The Economics of John Maynard Keynes: The Theory of a Monetary Economy (http:/ / books. google. com. pa/ books/
about/ The_economics_of_John_Maynard_Keynes. html?id=O1OOPwAACAAJ) New York, Prentice-Hall, (La teoría económica de John
Maynard Keynes, Madrid 1965;)
[110] Wray, L. R. (1998) Preliminaries to a monetary theory of production: the labour theory of value, liquidity preference and the two price
systems, in: R. Bellofiore (Ed) Marxian Economics: a Reappraisal, Vol. 1 [Method,ValueandMoney](London:Macmillan).
[111] A. Leijonhufvud: "Keynesian Economics and the Economics of Keynes", en AER, 1968.
Keynesianismo 84

[112] Ver M Lavoie - 2002 A post-Keynesian alternative to the New consensus on monetary policy (http:/ / aix1. uottawa. ca/ ~robinson/ Lavoie/
Courses/ 2007_ECO6183/ Dijon-consensus. pdf)
[113] Roy Jeffrey Rotheim - 1998 New Keynesian economics/post Keynesian alternatives (http:/ / books. google. com/
books?id=EZs_8OdY8c8C& pg=PA275& lpg=PA275& dq=Colander+ + + post+ keynesian& source=bl& ots=OLIeRPymsA&
sig=duOYVgTnl_3R9He0YCzK9JeEAuM& hl=en& ei=JuJGTLfDDpDKjAey95D1Bg& sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=3&
ved=0CCEQ6AEwAg#v=onepage& q=Colander + post keynesian& f=false)
[114] Famosamente, en la “Teoría General” Keynes escribió (p 161): “[Una] gran parte de nuestras actividades dependen de un optimismo
espontáneo y no en un modelo matemático de la expectativas, ya sea moral o hedonista o económico. La mayoría, probablemente, de nuestras
decisiones de hacer algo, las consecuencias completas de lo cual se elaborará a lo largo de muchos días, sólo puede ser tomado como un
resultado de "espíritus animales" - el impulso espontáneo a la acción en lugar de la inacción, y no como el resultado de un promedio
ponderado de beneficios cuantitativos multiplicados por probabilidades cuantitativas.“ Eso, en aislamiento, podría parecer un comentario sin
mayor fundamento, pero esta basado en un detallado análisis anterior de Keynes (ver “A Treatise On Probability- 1921). Para empezar a
profundizar, ver David Marsay (http:/ / uk. linkedin. com/ pub/ david-marsay/ 14/ a86/ 80a) (2011): Overview on Keynes’ Treatise
on Probability (http:/ / djmarsay. wordpress. com/ bibliography/ rationality-and-uncertainty/ keynes-treatise-on-probability/ )
[115] Stefan Kesting (2008) "Aún más, el alegato de Herbert Simon a favor de la pluralidad de racionalidades y su concepto de racionalidad
limitada está profundamente influenciado por Keynes. Después de una discusión a fondo de la ideas microeconómicas expresadas en el
duodécimo capítulo de la Teoría General, Simon concluye: “Sólo el miedo de pronunciar un anacronismo flagrante me impide reclamar a
Keynes, [...] como el verdadero creador de la economía de la racionalidad limitada " (Simon (1997): An Empirically Based Microeconomics,
Cambridge University Press, Cambridge, New York and Melbourne.): p 16." en: Keynesian microeconomics and institutional change (http:/ /
nzae. org. nz/ wp-content/ uploads/ 2011/ 08/ nr1215395669. pdf) p 2).
[116] Erik Angner (2006): “Otro macroeconomista muy conocido por sus incursiones en la psicología es John Maynard Keynes. En su discurso
del Premio Nobel (2001), George Akerlof fue tan lejos como a afirmar que la “Teoría General” de Keynes [1936] fue la mayor contribución a
la economía conductual antes de nuestra era." en BEHAVIORAL ECONOMICS (http:/ / sds. hss. cmu. edu/ media/ pdfs/ loewenstein/
BehavioralEconomics. pdf) p 16
[117] Por ejemplo Richard Postner, profesor en la Universidad de Chicago, utiliza un enfoque keynesiano para analizar la crisis que comenzó en
el 2008 en su “El fracaso del Capitalismo: La crisis del 2008 y el descenso hacia la depresión.”.- Ver Jonathan Rauch: Richard Posner, las
fallas del capitalismo y la depresión (http:/ / prodavinci. com/ 2009/ 05/ 31/ desarrollo/
richard-posner-las-fallas-del-capitalismo-y-la-depresion/ )
[118] http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Monetarismo#Aporte_de_John_B. _Taylor
[119] Esto es uno de los problemas centrales de la economía "ortodoxa", en la medida que pone en cuestión una asunción básica: si los
individuos se comportan racionalmente, porque ni los precios ni los salarios bajan cuando -de acuerdo a esa asunción- deberían hacerlo?.
Daniel Kahneman ha explorado el asunto, llegando a la conclusión que consideraciones de “justicia” influencian esas decisiones. Esta
percepción provee una fundación a algunos de las asunciones keynesianas. En las palabras de Kahneman: “Es plausible que el estado sepa más
acerca de las futuras preferencias de los individuos que los individuos mismos saben en el presente” en “New Challenges to the Rationality
Asumption” -Journal of Institutional and Theoretical Economics” 150, (march 1994) p 18-36.- Ver también: D Kahneman,- J. Knetch y R.
Thaler: “Fairness and the Assumptions of Economics” -Journal of Business, 59, (October 1986b) p S285-S300.- Por ese trabajo, Kahneman
compartió el Premio Nobel de Economía con Vernon Smith en 2002.
[120] Chris Giles in London, Ralph Atkins in Frankfurt and,Krishna Guha in Washington. « The undeniable shift to Keynes (http:/ / www. ft.
com/ cms/ s/ 0/ c4cf37f4-d611-11dd-a9cc-000077b07658. html)». The Financial Times. Consultado el 23-01-2008.
[121] Robert Skidelsky (2009): El regreso de Keynes (http:/ / books. google. co. uk/ books?id=DesOiutYkN4C&
printsec=frontcover#v=onepage& q& f=false)
[122] Paul Krugman (2009): How Did Economists Get It So Wrong? (http:/ / www. nytimes. com/ 2009/ 09/ 06/ magazine/ 06Economic-t.
html?pagewanted=1) ver también su libro “The Return of Depression Economics and the Crisis of 2008.”
[123] James K. Galbraith. « The Collapse of Monetarism and the Irrelevance of the New Monetary Consensus (http:/ / utip. gov. utexas. edu/
papers/ CollapseofMonetarismdelivered. pdf)». The University of Texas. Consultado el 29-02-2009.
[124] http:/ / www. marxists. org/ reference/ subject/ economics/ keynes/ general-theory/ index. htm
[125] http:/ / socserv2. socsci. mcmaster. ca/ ~econ/ ugcm/ 3ll3/ keynes/ peace. htm
[126] http:/ / newdeal. feri. org/ misc/ keynes2. htm
[127] http:/ / homepage. newschool. edu/ het/ / profiles/ keynes. htm
[128] http:/ / secularstagnation. com
[129] http:/ / www. ariadnatucma. com. ar/ view. php?id=57& type=article
[130] http:/ / www. altillo. com/ EXAMENES/ uba/ economicas/ cicloprofesional/ macroeconomia/ macro2007resukeynes. asp
[131] http:/ / apuntes. rincondelvago. com/ teoria-general-sobre-el-empleo-el-interes-y-el-dinero_john-maynard-keynes. html
[132] http:/ / www2. uah. es/ econ/ hpeweb/ Keynes/ HPE9815. html
[133] http:/ / dialnet. unirioja. es/ servlet/ articulo?codigo=2321485
[134] http:/ / www. lateinamerika-studien. at/ content/ wirtschaft/ ipoesp/ ipoesp-754. html
[135] http:/ / www. geocities. com/ aportexxi/
[136] http:/ / www. geocities. com/ aportexxi/ keynes12. pdf
[137] http:/ / mpra. ub. uni-muenchen. de/ 4600/
Keynesianismo 85

[138] http:/ / www. iade. org. ar/ uploads/ c87bbfe5-4a6d-e0aa. pdf

John Maynard Keynes


John Maynard Keynes

Keynes en 1946.

Nombre John Maynard Keynes

Nacimiento 5 de junio de 1883


Cambridge, Reino Unido

Fallecimiento 21 de abril de 1946 (62 años)


Firle, Sussex Oriental, Reino Unido

Nacionalidad británico

Alma mater
Universidad de Cambridge
Ocupación Economista

Conocido por Macroeconomía, Keynesianismo, demanda agregada, oferta agregada

Título Primer Barón Keynes

Partido político Partido Liberal del Reino Unido

Creencias religiosas Agnóstico

Cónyuge Lidya Lopokova

Padres John Neville Keynes y Florence Ada Brown

Obras Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero

John Maynard Keynes, primer barón Keynes (5 de junio de 1883 – 21 de abril de 1946) fue un economista
británico, considerado como uno de los más influyentes del siglo XX,[1] cuyas ideas tuvieron una fuerte repercusión
en las teorías y políticas económicas.
La principal novedad de su pensamiento radica en plantear que el sistema capitalista no tiende a un equilibrio de
pleno empleo de los factores productivos, sino hacia un equilibrio que solo de forma accidental coincidirá con el
pleno empleo. Keynes y sus seguidores de la posguerra destacaron no solo el carácter ascendente de la oferta
agregada, en contraposición con la visión clásica, sino además la inestabilidad de la demanda agregada, proveniente
de los shocks ocurridos en mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversores.
La principal conclusión de su análisis es una apuesta por la intervención pública directa en materia de gasto público
que permite cubrir la brecha o déficit de la demanda agregada.[1] Está considerado también como uno de los
fundadores de la macroeconomía moderna.
John Maynard Keynes 86

Keynes fue una personaje muy polifacético, que además de ser un economista teórico que cambió la consideración
de la macroeconomía en el siglo XX, desempeñó también múltiples puestos en el mundo económico, fue profesor en
la Universidad de Cambridge desde 1908, editor del Economic Journal desde 1912, secretario de la Royal Economic
Society, alto funcionario de la Administración británica y negociador internacional en nombre de Inglaterra en
diferentes ocasiones; trabajó también en el sector empresarial, en la dirección de inversiones de una compañía de
seguros, y de asesor financiero del King´s College, del Banco de Inglaterra y del propio gobierno británico. Dentro
también del mundo de la economía fue gran aficionado a la historia económica y biógrafo de grandes economistas.
Fuera del mundo económico, durante sus estudios en la Universidad de Cambridge se interesó por la matemáticas,
estadística, filosofía, literatura y solo finalmente por la economía. Fue también director y principal accionista del
Teatro de las Artes de Cambridge y mecenas del grupo de Bloomsbury, coleccionista de pintura moderna y bibliófilo
de literatura científica.

Biografía

Keynes estudiante
John Maynard Keynes nació en la ciudad de
Cambridge, en una familia acomodada de
reputado nivel cultural. Sus padres eran John
Neville Keynes, profesor de economía y filosofía
en la Universidad de Cambridge y Florence Ada
Brown, una de las primeras mujeres que logró
estudiar en las universidades británicas, era una
autora y precursora de la asistencia social que
llegó a ser alcaldesa de Cambridge en 1932.[2] Su
hermana Margaret (1885–1974) contrajo
matrimonio con el premio Nobel en fisiología
Archibald Hill y su hermano menor Geoffrey
Keynes (1887–1982) fue cirujano y gran
bibliófilo.

En 1897 obtuvo una beca para estudiar en


Colegio Eton y en 1902, ingresó en el King's
College en la Universidad de Cambridge donde
estudió matemáticas y teoría de probabilidades
para finalmente optar por los estudios de
Economía, recibiendo clases de Alfred Marshall y
Arthur Pigou.[3]

Durante su estancia como estudiante universitario


Comedor del King's College (Cambridge)Keynes estuvo muy vinculado a
en Cambridge, frecuentó el grupo de los llamados
esta institución toda su vida, en la que su padre impartía clases, donde
Apóstoles y de ahí pasó al denominado Círculo de
Maynard realizó sus estudios y donde posteriormente fue profesor y también
administrador financiero. Bloomsbury, grupo intelectual y artístico, que
proponía un nuevo orden social, contrario a los
principios morales victorianos, del que formaban parte entre otros el escritor Lytton Strachey, Leonard y Virginia
Woolf o el pintor Duncan Grant, con quien Keynes mantuvo una relación homosexual durante varios años.[4][5][6]

La fascinación homoerótica de Keynes por Sergéi Diaghilev le llevó a conocer en octubre de 1918 a Lidya
Lopokova,[7] una bailarina rusa de su compañía, con quien contrajo matrimonio luego de un viaje por Taiwán.
John Maynard Keynes 87

El comienzo de su carrera
En 1906 fue nombrado funcionario público del Home Civil Service, siendo destinado a la Indian Office donde
acumuló un profundo conocimiento del sistema financiero indio, producto de su estancia en este departamento
escribió en 1913 "Moneda y finanzas en la India". Después de considerar decepcionante su trabajo en esta oficina,
renunció a su puesto en junio de 1908, para trabajar en la Universidad de Cambridge en teoría de probabilidades. En
1909 consiguió una plaza de profesor en la cátedra de Pigou de esta universidad. En 1911 fue nombrado editor de la
revista económica Economics Journal y durante los años 1913-14 fue miembro de la Royal commission on Indian
Finance and Currency.
A partir de 1916 comenzó a trabajar como consejero del Ministerio de Hacienda británico (HM Treasury), entre sus
responsabilidades se encontraba el diseño de los contratos crediticios entre Gran Bretaña y sus aliados continentales
durante la guerra, y los sistemas de adquisiciones exteriores. En 1919, tras finalizar la primera guerra mundial formó
parte de la delegación británica en la Conferencia de Paz de París, puesto del que dimitió ese mismo año por estar
disconforme con el régimen abusivo de indemnizaciones y reparaciones que se imponían a Alemania. Sobre este
tema escribió, en 1919, el libro "Las consecuencias económicas de la paz", en el que anunciaba las implicaciones y
consecuencias de las condiciones económicas impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles.

El periodo de entreguerras
En 1919, regresó a la Universidad de Cambridge, pero compartía su tiempo entre sus estancias en el domicilio
familiar de la calle Harvey en Cambridge y el 46 de Gordon Square en Londres, ciudad donde ejercía una intensa
conjunto de actividades, fue miembro de varios consejos de administración de empresas financieras y aseguradoras,
dirigía el semanario Nation and Athenaeum y Econoic Journal y participaba en el Consejo asesor económico del
primer ministro británico. Keynes también fue un inversor de éxito logrando hacerse con una gran fortuna (después
de afianzarse como economista ya que en su juventud sufrió grandes pérdidas que debieron ser cubiertas por su
padre). Durante el Crack del 29 casi queda en bancarrota, pero pudo recuperarse en poco tiempo. Se le considera un
gran bibliófilo, en especial por lo que respecta a las ediciones originales de las obras de Isaac Newton. Estaba
interesado en la literatura en general y el drama en particular; se constituyó en empresario del Teatro de Artes de
Cambridge, labor en la que puso gran entusiasmo (cierto día que el portero estaba ausente se le pudo ver a él mismo
cortando las entradas en el hall). Gracias a esto, la institución se convirtió durante un tiempo en el más importante
escenario británico fuera de Londres. En 1925 contrajo matrimonio con la bailarina rusa Lydia Lopokova.[8]
Bertrand Russell decía de Keynes que era la persona más inteligente que había conocido, señalando que «cada vez
que hablaba con Keynes, sentía que mi vida estaba en sus manos, y rara vez no me hacía sentir un poco tonto». Otro
conocido comentario que Keynes hizo a su mujer fue que había «encontrado a Dios en el tren de las 5:15» cuando
recibía a Ludwig Wittgenstein, el protegido de Russell, para su estancia en Cambridge.

Muerte
Keynes murió de un infarto. Sus problemas cardíacos fueron agravados por la presión de su trabajo en los problemas
financieros internacionales de la posguerra. Su padre, John Neville Keynes (1852–1949), vivió tres años más. El
hermano de Keynes, Sir Geoffrey Keynes (1887–1982), fue un distinguido cirujano, profesor universitario y
bibliófilo. Sus sobrinos fueron el fisiólogo Richard Keynes (nacido en 1919) y Quentin Keynes (1921–2003),
aventurero y bibliófilo.
John Maynard Keynes 88

Carrera

Tratado sobre probabilidad

Keynes publicó su Tratado sobre probabilidad en 1920, una


notable contribución a las bases matemáticas y filosóficas de
la teoría de la probabilidad.

Tratado sobre la reforma monetaria

Atacó las políticas deflacionarias de los años 20 en un


Tratado sobre la reforma monetaria de 1923, una incisiva
argumentación sobre por qué los países deberían apuntar a la
estabilidad de los precios domésticos al tiempo de proponer
el uso de tipos de cambio flexibles. En el Tratado sobre el
dinero de 1930 (en dos volúmenes) expone su teoría de tipo
Wickselliana sobre ciclo de crédito.

Teoría general del empleo, el interés y el dinero

Su obra central, la Teoría general de la ocupación, el interés


y el dinero, desafió el paradigma económico dominante al
momento de la publicación en 1936. En este libro Keynes
presenta una teoría basada en la noción de demanda agregada
El número 46 de Gordon Square, en Londres, residencia de
para explicar la variación general de actividad económica, Keynes, en esta ciudad, entre 1916 y 1946.
tales como las observadas durante la Gran Depresión de los
años 30. Según su teoría, el ingreso total de la sociedad está definido por la suma del consumo y la inversión; y en
una situación de desempleo y capacidad productiva no utilizada, «solamente» pueden aumentarse el empleo y el
ingreso total incrementando primero los gastos, sea en consumo o en inversión.

La cantidad total de ahorro en la sociedad es determinada por el ingreso total y, por tanto, la economía podría
alcanzar un incremento del ahorro total, aún si las tasas de interés se bajaran para estimular los gastos en inversión.
El libro abogaba por políticas económicas activas por parte del gobierno para estimular la demanda en tiempos de
elevado desempleo, por ejemplo a través de gastos en obras públicas. El libro es a menudo visto como la fundación
de la macroeconomía moderna. Los historiadores concuerdan en que Keynes influyó en el New Deal del presidente
estadounidense Franklin Delano Roosevelt, pero discuten aún sobre el grado de dicha influencia. Una política de
gasto deficitario del tipo de la emprendida en el New Deal comenzó a efectuarse en 1938, que había sido llamada
pump priming, y había sido aprobada por el presidente Herbert Hoover. Pocos economistas renombrados en los EE.
UU. comulgaron con las ideas de Keynes durante los años 30. Con el tiempo, sin embargo, sus ideas fueron más
ampliamente aceptadas.

¿Cómo pagar la guerra?


En el año de 1942 Keynes era ya un economista ampliamente reconocido, hecho evidenciado en su admisión en la
Cámara de los Lores con el título de Baron Keynes de Tilton en el Condado de Sussex, ubicándose en la bancada del
Partido Liberal. Durante la Segunda Guerra Mundial, Keynes argumentó en ¿Cómo pagar la guerra? (1940) que el
esfuerzo bélico debería ser mayormente financiado mediante el aumento de colonias en África y por mayores
impuestos, en lugar de gasto deficitario, para de esa manera evitar la inflación. A medida que la victoria aliada
parecía más segura, Keynes estuvo muy involucrado en las negociaciones que establecieron el sistema Bretton
Woods, en su papel de líder de la delegación británica y presidente de la comisión del Banco Mundial. El plan de
Keynes, referente a una Unión Internacional de Compensación propuesta para un sistema de administración de
John Maynard Keynes 89

divisas, involucraba un banco central mundial, el Bancor, que sería responsable de una unidad mundial única de
cambio. Sin embargo, el peso de los EE. UU. en las negociaciones fue determinante para que el resultado final
estuviera más acorde a los planes de Harry Dexter White.

Obras menores
Keynes escribió Ensayos en biografía y Ensayos en persuasión, el primero aportando retratos de economistas y otras
personas notables, mientras que el segundo presenta algunos de los intentos del autor de influir en los formadores de
políticas durante la Gran Depresión. Keynes fue editor jefe para el Economic Journal desde 1912.

Inversor
La brillante actuación de Keynes como inversor bursátil está demostrada por la información pública del fondo que
administró en nombre del King's College de Cambridge.
Desde 1928 a 1945, a pesar de recibir un gran golpe durante el Crack de Wall Street de 1929, el valor del fondo de
Keynes mostró un considerable crecimiento anual promedio de 13,2%, comparado con un nivel general en el
mercado del Reino Unido que se redujo en un promedio del 0,5% anual.
El enfoque generalmente adoptado por Keynes con sus inversiones lo resumió él mismo en:
• 1. Una selección cuidadosa de unas pocas inversiones considerando su bajo precio en relación a su valor
intrínseco actual probable, y el potencial en un período dado de años, y en relación a otras inversiones disponibles
en ese momento.
• 2. Una tenencia firme de estas relativamente grandes cantidades contra viento y marea, quizás por varios años,
hasta que, o bien han satisfecho la expectativa que se tenía sobre ellas o sea evidente que su compra fue un error.
• 3. Una posición equilibrada de la inversión, es decir una variedad de riesgos a pesar de que las tenencias
individuales sean grandes, y riesgos contrapuestos si es posible (por ejemplo, una tenencia de oro entre otras
inversiones en acciones, ya que probablemente se moverán en direcciones opuestas cuando haya fluctuaciones
generales.
Keynes argumentó que:
Es un error pensar que uno limita sus propios riesgos diversificando mucho entre empresas de las cuales
uno sabe poco y no se tiene ninguna razón particular para confiar. (...) El conocimiento de uno y su
experiencia son en definitiva limitados y raramente hay, en cualquier momento dado, más de dos o tres
empresas en las cuales siento que puedo depositar una confianza completa.
Invertir es intolerablemente aburrido y demasiado exigente para cualquiera que esté exento del instinto
apostador; mientras que quien lo tiene debe pagar a esta propensión el precio adecuado.
Compañías industriales bien manejadas, como regla, no distribuyen el total de sus beneficios a sus
accionistas. En los buenos años, si no en todos los años, retienen parte de sus beneficios y los reinvierten
en sus negocios. Por ende hay un elemento de interés compuesto operando en favor de una inversión
industrial razonable.

Principales contribuciones al pensamiento económico


En su obra principal, Teoría general del empleo, el interés y el dinero, Keynes escribió sus opiniones en lo
referente al empleo, teoría monetaria, y el ciclo de comercio, entre otros temas. Su obra dedicada al empleo se
oponía a todo lo que los economistas clásicos habían enseñado. Keynes decía que la causa real del desempleo era el
insuficiente gasto en inversión. Él creía que la cantidad de trabajo entregada es diferente cuando el decremento en los
salarios reales (el producto marginal del trabajo) se debe al decremento del salario monetario, que en el caso cuando
se debe a un incremento del nivel de precios, asumiendo que el salario monetario se mantenga constante.
John Maynard Keynes 90

Se puede sintetizar su aporte en el concepto de que cuando la demanda deviene transitoriamente más pequeña, ello
puede tener como consecuencia, en determinados contextos institucionales, el que la oferta también sea contraída;
con lo que resultaría un nuevo equilibrio del mercado, pero habiendo perdido el mercado mismo cierta magnitud
entre ambos momentos.
En su teoría, el desencadenante de esos movimientos en la demanda y la oferta es el mercado de capital; la demanda
de capital transitoriamente deviene menor, a partir de lo cual la oferta de capital le sigue mímicamente a la baja, en
vez de mantenerse transitoriamente o aumentar transitoriamente.
Al resolverse ambos movimientos, el de la demanda de capital y el de la oferta de capital, ambos a la baja, el
mercado como un todo vuelve a un nuevo equilibrio. Pero en éste, la cantidad de capital aplicado será menor que
antes, por lo cual la nueva proporción resultante entre los demás factores de producción —trabajo y recursos— y el
capital últimamente en el mercado, se alterará. Al reducirse o retenerse parte del capital o ahorro de antaño, una parte
de los otros dos factores resultará excedente y no podrá más que quedar fuera del mercado; se realiza como un
creciente stock involuntario de estos otros dos factores. Todo esto sucede en el contexto de cierta inflexibilidad en la
información que se disemina y comunica, a partir de un marco institucional dado; que queda más o menos
anacrónico o extemporáneo a los giros en el mercado de capital, que desencadenan luego el desempleo o la
formación involuntaria de stocks de factores.
En su Teoría del dinero, Keynes dijo que los ahorros e inversión estaban determinados en forma independiente. La
cantidad destinada a ahorro tenía poco que ver con las variaciones en las tasas de interés que a su vez tenían poco
que ver con cuanto se destinaba a inversión. Keynes pensó que los cambios en la cantidad destinada a ahorro
dependían en la predisposición para consumir que resultaba de cambios incrementales, marginales, al ingreso. Por
tanto, la cantidad destinada a inversión estaba determinada por la relación entre la tasa esperada de retorno sobre la
inversión y la tasa de interés.

Influencia de Keynes
Las teorías de Keynes fueron tan influyentes, aun al estar siendo disputadas, que todo un subcampo de la
macroeconomía llamada economía Keynesiana al día de hoy continúa desarrollando y discutiendo sus teorías y las
aplicaciones de estas. John Maynard Keynes se interesó en diversos campos de la cultura y fue una figura central del
llamado grupo de Bloomsbury, conformado por prominentes artistas y escritores del Reino Unido. Sus ensayos
autobiográficos Two Memoirs se publicaron en 1949.

Crítica
Su obra de 1930 Tratado sobre el dinero (Treatise on Money) en dos volúmenes fue vista como el mejor trabajo de
Keynes por uno de sus más frecuentes oponentes intelectuales, Milton Friedman. Friedman y otros monetaristas han
argumentado que los economistas Keynesianos no prestan suficiente atención a la estanflación y otros asuntos
inflacionarios.
• Friedrich von Hayek hizo una reseña del Tratado sobre el dinero tan dura que Keynes pidió a Piero Sraffa que
reseñara —y condenara no menos duramente— el propio trabajo de Hayek. El conflicto Keynes-Hayek fue más
que una de las batallas en la guerra entre Cambridge y la Escuela de economía de Londres, fue precursor del
enfrentamiento de las dos principales concepciones liberales, contradictorias entre sí, dominantes desde el final de
la II Guerra Mundial y hasta la actualidad.
• Ludwig von Mises
• Henry Hazlitt ha escrito un libro llamado El fracaso de las nuevas economías (The Failure of the New
Economics), una detallada crítica capítulo a capítulo de la Teoría general de Keynes.[9]
John Maynard Keynes 91

Publicaciones
• 1913 Indian Currency and Finance / Moneda y finanzas en la India
• 1914 Ludwig von Mises' Theorie des Geldes (EJ)
• 1915 The Economics of War in Germany (EJ)
• 1919 The Economic Consequences of the Peace / Las consecuencias económicas de la paz
• 1921 A Treatise on Probability / Tratado de probabilidad
• 1922 The Inflation of Currency as a Method of Taxation (MGCRE)
• 1922 Revision of the Treaty
• 1923 A Tract on Monetary Reform / Breve tratado sobre la reforma monetaria
• 1925 Am I a Liberal? (N&A)
• 1926 The End of Laissez-Faire / El Final Del Laissez Faire
• 1926 Laissez-Faire and Communism / Laissez Faire y comunismo
• 1930 Treatise on Money
• 1930 Economic Possibilities for our Grandchildren /Las posibilidades económicas de nuestros nietos
• 1931 The End of the Gold Standard (Sunday Express) /
• 1931 Essays in Persuasion / Ensayos De Persuasion
• 1933 An Open Letter to President Roosevelt (New York Times)
• 1936 The General Theory of Employment, Interest and Money/ Teoría general de la ocupación, el interés y el
dinero
• 1940 How to Pay for the War: A radical plan for the Chancellor of the Exchequer

Referencias
[1] Méndez Ibisate, Fernando. « Setenta años de la teoría general de Keynes. Una revisión crítica (http:/ / eprints. ucm. es/ 6853/ )». Documentos
de trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense. . Consultado el 7 de septiembre de 2011.
[2] Juan Tugores Ques, Macroeconomía. Para entender la crisis en una economía global http:/ / books. google. es/ books?id=CerwQD1gzHkC&
lpg=PA90& ots=l13Kyh-fTY& dq=florence%20ada%20brown%20mayor%20cambridge& pg=PA90#v=onepage&
q=florence%20ada%20brown%20mayor%20cambridge& f=false
[3] Tucker, Irvin B.. Fundamentos de economía. Thomson. ISBN 9789706861078.
[4] Escoffier, Jeffrey (22 de noviembre de 2006). « Keynes, John Maynard (1883-1946) (http:/ / www. glbtq. com/ social-sciences/ keynes_jm.
html)» (en inglés). glbtq.com. Consultado el 10 de octubre de 2009.
[5] Fritz Klein,Fred Klein. The bisexual option, p.136 (http:/ / books. google. es/ books?id=IEA2vKPhmooC& lpg=PP1&
pg=PA136#v=onepage& q=& f=false) incluyen a Keynes en un listado de personajes bisexuales.
[6] Suárez, Andrés. «J.M. Keynes: Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero». Filosofía política: las grandes obras. Dykinson S.L..
ISBN 84-9772-859-9.
[7] Karl Schlögel, En el espacio leemos el tiempo, p.412 (http:/ / books. google. es/ books?id=lfZc71Fc8n8C& lpg=PP1&
pg=PA412#v=onepage& q=& f=false)
[8] Skidelsky, Robert. keynes. Alianza Editorial. ISBN 84-206-3965-6.
[9] Artículo sobre Hazlitt contra Keynes (http:/ / www. fee. org/ pdf/ the-freeman/ ebeling1104. pdf), The Freeman

Bibliografía
• Essays on John Maynard Keynes, Milo Keynes (Editor), Cambridge University Press, 1975, ISBN 0-521-20534-4
• John Maynard Keynes: Hopes Betrayed 1883-1920, Robert Skidelsky, Papermac, 1992, ISBN 0-333-57379-X
(US Edition: ISBN 0-14-023554-X)
• John Maynard Keynes: The Economist as Saviour 1920-1937, Robert Skidelsky, Papermac, 1994, ISBN
0-333-58499-6 (US Edition: ISBN 0-14-023806-9)
• The Commanding Heights: The Battle for the World Economy, Daniel Yergin with Joseph Stanislaw, New York:
Simon & Schuster, 1998, ISBN 0-684-82975-4
• John Maynard Keynes: Fighting for Britain 1937-1946 (published in the United States as Fighting for Freedom),
Robert Skidelsky, Papermac, 2001, ISBN 0-333-77971-1 (US Edition: ISBN 0-14-200167-8)
John Maynard Keynes 92

• Lytton Strachey, Michael Holroyd, 1995, ISBN 0-393-32719-1

Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre John Maynard KeynesCommons.
• Wikiquote alberga frases célebres de o sobre John Maynard Keynes. Wikiquote
• Professor Robert Skildesky explains J.M Keynes theories video (http://www.youtube.com/
watch?v=q1YA-RG5qG0)
• Professor Robert Skidelsky on economist John Maynard Keynes video (http://www.youtube.com/
watch?v=DEBiziiVrNo)
• John Maynard Keynes (http://www.pensamentoeconomico.ecn.br/economistas/john_maynard_keynes.html)
(en portugués)
• Bio, bibliography, and links (http://cepa.newschool.edu/het/profiles/keynes.htm) (en inglés)
• Obras de John Maynard Keynes (http://www.gutenberg.org/author/John_Maynard_Keynes) en el Proyecto
Gutenberg. (en inglés)
• The Keynesian Revolution (http://cepa.newschool.edu/het/essays/keynes/keynesrev.htm) (en inglés)
• Bio at Time 100 - the most important people of the century (http://www.time.com/time/time100/scientist/
profile/keynes.html) (en inglés)
• John Maynard Keynes, The Economic Consequences of the Peace (http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/
ugcm/3ll3/keynes/peace.htm) (1919) (en inglés)
• John Maynard Keynes, The end of laissez-faire (http://csf.colorado.edu/pkt/pktauthors/Berglund.Per/
Laissez/Laissez.htm) (1926) (en inglés)
• John Maynard Keynes, An Open Letter to President Roosevelt (http://newdeal.feri.org/misc/keynes2.htm)
(1933) (en inglés)
• John Maynard Keynes, The General Theory of Employment, Interest and Money (http://www.marxists.org/
reference/subject/economics/keynes/general-theory/) (1936) (en inglés)
Desarrollismo 93

Desarrollismo
El desarrollismo (también conocido
como estructuralismo) es una teoría
económica referida al desarrollo, y que
sostiene que el deterioro de los
términos de intercambio en el
comercio internacional, con un
esquema centro industrial-periferia
agrícola, reproduce el subdesarrollo y
amplía la brecha entre países
desarrollados y países
El desarrollismo considera que la clave del desarrollo económico es la industrialización.
subdesarrollados.

Como consecuencia de ese diagnóstico, el desarrollismo sostiene que los países no desarrollados deberían tener
Estados activos, con políticas económicas que impulsen la industrialización, para alcanzar una situación de
desarrollo autónomo.

Desarrollismo económico
El desarrollismo económico (estructuralismo) cuestiona la teoría clásica del comercio internacional, apoyada en el
principio de las ventajas comparativas, para destacar el fenómeno del deterioro de los términos de intercambio y las
transferencias de valor entre países que ello implica, a favor de los países industrializados y en perjuicio de los países
con economías primario-exportadoras (centro-periferia y Tesis de Prebisch-Singer).
La industrialización de materias primas (por ejemplo, trigo, soja, madera, petróleo, etc.) da valor agregado a los
bienes exportables, y substituye importaciones (Industrialización por sustitución de importaciones), mejorando así
los términos de intercambio y disminuyendo la brecha entre los países.
El estructuralismo se relaciona estrechamente con la Teoría de la Dependencia. En la década de los años 1960
algunos estructuralistas comenzaron a percibir las limitaciones de la teoría en su formulación original, como modelo
de sustitución de importaciones, fundamentalmente debido a la necesidad de financiar importaciones industriales
utilizando divisas de exportaciones primarias, inversiones de capital extranjero, radicaciones de empresas
multinacionales, y endeudamiento externo. Estos desarrollos llevaron a algunos economistas de esta orientación a
complementar sus desarrollos teóricos con los trabajos sociológicos sobre la dependencia que veían desarrollándose
desde los años 1930, en gran medida iniciados por Sergio Bagú. Se conformó así la llamada Teoría de la
Dependencia.
Los principales economistas de esta tendencia son el argentino Raúl Prebisch, los brasileños Celso Furtado y
Fernando Henrique Cardoso, el chileno Aníbal Pinto Santa Cruz, así como también los argentinos Aldo Ferrer, y el
mexicano Víctor Urquidi, entre otros.
Desarrollismo 94

Desarrollismo político en Argentina


El desarrollismo fue puesto en marcha durante la gestión de
Gobierno de Arturo Frondizi en Argentina (1958 - 1962) quien,
con un grupo de colaboradores entre quienes se destacaron
Rogelio Frigerio, Marcos Merchensky, Isidro Ódena y Ramón
Prieto, elaboraron el programa nacional de desarrollo, que incluyó
el autoabastecimiento de petróleo, carbón y acero, creó las
industrias petroquímica y automotriz, y logró niveles de
capitalización interna que nunca se volvieron a repetir en
Argentina. Brasil, luego de la experiencia de Frondizi, siguió un
camino parecido.

Historia del desarrollismo


El desarrollismo está vinculado a la aparición de la Teoría del Dos desarrollalistas argentinos, Arturo Frondizi
desarrollo,[1] como una profundización de sus implicancias, hasta (presidente) y Rogelio Frigerio (secretario).
el punto de conformar una teoría independiente.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, y siguiendo la Teoría del


desarrollo clásica, que sostenía que los países iban avanzando a
través de fases cada vez más evolucionadas de desarrollo
económico (desde la economía agraria a la economía industrial de
consumo masivo), las Naciones Unidas crearon una serie de
comisiones económicas para impulsar el desarrollo de los países
no desarrollados.

Una de esas comisiones fue la CEPAL (Comisión Económica para


América Latina de las Naciones Unidas). Inicialmente la CEPAL
trabajó siguiendo las pautas lineales de la teoría clásica del
desarrollo, pero a poco avanzar, algunos economistas y sociólogos
de la comisión fueron notando que en América Latina existían
circunstancias sociopolíticas que obstaculizaban el desarrollo y
condicionaban la aplicación de los supuestos puramente
económicos de las teorías clásicas.

Por esa razón, esos economistas y sociólogos comenzaron a


analizar y profundizar las razones del sub-desarrollo en los países
de América Latina que la llevaron a conclusiones autónomas sobre
Presidente brasileño Juscelino Kubitschek considerado
las causas del desarrollo y las medidas necesarias para impulsarlo.
como uno de los máximos exponentes del
desarrollismo en Brasil. Estas teorías tomaron el nombre de desarrollismo o
estructuralismo aunque no son lo mismo, según explica
Rogelio Frigerio en varias de sus obras, porque el desarrollismo estudió los problemas estructurales de la economía,
buscando soluciones objetivas a esos problemas cambiando la estructura productiva agrominera (con inversión
productiva, industrias básicas e integración) mientras que el estructuralismo no reconocía como una necesidad el
cambio de estructura, sino en algunas cuestiones macroeconómicas específicas (por ejemplo, en lugar de aceptar el
deterioro de los términos del intercambio como imposición objetiva de la economía internacional, buscaba
mecanismos tendientes a corregir ese deterioro, sin siquiera pensar que una economía agrominera debería dar un
salto cualitativo e integrar su estructura económica a partir de las industrias básicas).
Desarrollismo 95

Tuvo gran influencia en América Latina entre 1950 y 1980 impulsando los modelos de sustitución de importaciones,
especialmente en Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y México. A partir de la crisis del petróleo de 1973 el
desarrollismo entró en crisis. Luego de las crisis internacionales del sudeste asiático en la década de 1990, varios
países de América Latina (Argentina, Brasil, México, Uruguay, etc.) han impulsado políticas económicas
neo-desarrollistas, adaptadas al contexto de la globalización.
En España, el desarrollismo sucedió a la etapa autárquica, durante la dictadura de Francisco Franco. La intervención
del Estado se instrumentó jurídicamente mediante tres planes de desarrollo que tenían un fuerte sesgo industrial. El
periodo, que comprende los años 60 y la mitad de los 70, se caracterizó por un fuerte incremento del PIB. El modelo,
muy dependiente de algunas industrias pesadas como la siderurgia y la construcción naval, se agotó con la crisis de
1973.

Referencias
[1] Entre las obras destacadas de la Teoría del Desarrollo en esos años están: National Bureau of Economic Research, Problems in the Study of
Economic Growth, New York, 1949; United Nations, Measures for the Development of Under-developed Countries, New York, 1951; Colin
Clark, The Conditions of Economic Progress, London, 1951; S. H. Frankel, The Economic Impact of Under-developed Countries, Oxford,
1953; W. W. Rostow, The Process of Economic Growth, Oxford, 1953; y W. Arthur Lewis, The Theory of Economic Growth, London, 1955.

Bibliografía
• CEPAL, Informe Económico de América Latina de 1949, CEPAL, 1950.
• Prébisch, Raúl; Nueva política comercial para el desarrollo, México, D.F., Fondo de Cultura Económica, 1964.
• Furtado, Celso; Desarrollo y subdesarrollo, Buenos Aires, Eudeba, 1964.
• Ocampo, J.A; "New economic thinking in Latin America",Journal of Latin American Studies, vol. 22, parte 1,
Cambridge, Cambridge University Press, 1990.

Enlaces externos
• Entrevista inédita a Prebisch: logros y deficiencias de la CEPAL, Revista de la cepal, 2001 (http://www.
allbusiness.com/public-administration/national-security-international/837785-1.html)
• La CEPAL y la teoría de la industrialización, Valpy FitzGerald, St. Antony's College, Oxford, 1998 (http://
www.cepal.org/publicaciones/SecretariaEjecutiva/7/LCG2037PE/valpy.htm)
• La crisis del desarrollismo, por Ruy Mauro Marini, 1994 (http://www.marini-escritos.unam.mx/
026_crisis_desarrollismo_es.htm)
• http://www.desarrollismo.org

La iglesia y el desarrollo
• Carta encíclica Populorum progressio, del papa [[Pablo VI (http://www.vatican.va/holy_father/paul_vi/
encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_26031967_populorum_sp.html)], (Desarrollo es el nuevo nombre de la
paz)]
• XXVI JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ, 1993, Mensaje del papa [[Juan Pablo II (http://www.vatican.va/
holy_father/john_paul_ii/messages/peace/documents/hf_jp-ii_mes_08121992_xxvi-world-day-for-peace_sp.
html)] (Si quieres la paz sal al encuentro del pobre)]
• XLII JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ, 2009, Mensaje del papa [[Benedicto XVI (http://www.vatican.va/
holy_father/benedict_xvi/messages/peace/documents/hf_ben-xvi_mes_20081208_xlii-world-day-peace_sp.
html)] (Combatir la pobreza, construir la paz)]
Neoliberalismo 96

Neoliberalismo
El término neoliberalismo es un neologismo que hace referencia a una política económica con énfasis tecnocrático y
macroeconómico que pretende reducir al mínimo la intervención estatal en materia económica y social, defendiendo
el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país,
salvo ante la presencia de los denominados fallos del mercado.[1]
Suele considerarse, erróneamente, como una reaparición del liberalismo decimonónico. Sin embargo, al contrario de
éste, no rechaza totalmente el intervencionismo estatal y además guarda una ambigüedad ideológica, respondiendo
más a su base teórica-técnica neoclásica.[2] Al ser una propuesta macroeconómica tiende a ser neutral con respecto a
las libertades civiles.
Se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven el fortalecimiento de la
economía nacional (macroeconomía) y su entrada en el proceso globalizador a través de incentivos empresariales
que, según sus críticos, es susceptible de conducirse en beneficio de intereses políticos más que a la economía de
mercado propiamente dicha.[3][4]
Muchos economistas cuestionan el término neoliberalismo porque no corresponde a ninguna escuela bien definida,
ni siquiera a un modo especial de describir o interpretar las actividades económicas (aunque probablemente sí de
explicarlas). Se trata de un término más bien político o ideológico, frecuentemente usado por medios de
comunicación e intelectuales de izquierda.

Origen y políticas
El término nació de la necesidad de diferenciar el liberalismo económico (previo a la Primera Guerra Mundial), de
los modelos económicos de la democracia liberal surgidos durante la Guerra Fría, siendo el neoliberalismo en todos
los casos, un conjunto de ideas bastante alejadas de la ortodoxia liberal del siglo XIX. El llamado neoliberalismo en
cierta medida consiste en la aplicación de los postulados de la escuela neoclásica en política económica. No define
una teoría económica concreta, y se usa más para referirse a la institucionalización de un sistema en el comercio
mundial. Tampoco el neoliberalismo es una filosofía política unificada debido a la diversidad de escuelas y
movimientos que se le suelen relacionar.

Historia
En teoría, el neoliberalismo suele defender algunos conceptos filosóficos del viejo liberalismo clásico del siglo XIX,
aunque sus alineamientos políticos y su implicación con ideas posteriores, hace de él una doctrina diferente de dicho
liberalismo clásico.[5]
Entre las cuestiones ampliamente promovidas por el neoliberalismo están la extensión de la iniciativa privada a
todas las áreas de la actividad económica o la limitación del papel del Estado. Entre las ideas y principios
introducidos por el neoliberalismo y ausentes en el liberalismo clásico están el principio de subsidiariedad del
Estado (desarrollado por los ordoliberales alemanes, que habían puesto en marcha algunas de sus propuestas en el
denominado Milagro alemán de posguerra), y en especial, el monetarismo de la Escuela de Chicago que, desde
mediados de los años 50, se convirtió en crítico opositor de las políticas de intervención económica que se adoptaban
en todo el mundo, junto con aportaciones del enfoque macroeconómico keynesiano.
A finales de los años 70, estas teorías ganaron amplia popularidad en el mundo académico y político por dar
respuesta al fracaso del keynesianismo en la gestión de la crisis de 1973. Las ideas keynesianas sugerían una relación
inversa entre inflación y empleo, tal como sugiere la curva de Phillips. Sin embargo Milton Friedman había señalado
que esa relación no era necesaria, como quedó demostrado por el fenómeno de la estanflación. El nuevo escenario
estanflacionario desafiaba los postulados keynesianos, en esas circunstancias, las ideas monetaristas revivieron
audiencia y credibilidad, como consecuencia se implementaron nuevas medidas antikeynesianas como simultanear
Neoliberalismo 97

acciones antirrecesivas y antiinflacionarias. La crítica de los monetaristas tenía tres vertientes:


1. discutían el uso del aumento de la masa monetaria como instrumento para crear demanda agregada,
recomendando mantener fija dicha magnitud;
2. desaconsejaban el uso de la política fiscal, especialmente el uso del constante déficit presupuestario, poniendo en
duda el multiplicador keynesiano; y
3. recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma práctica de incrementar la demanda
agregada.
La mayor parte de los aportes teóricos fueron rápidamente aceptados poniendo fin a la predominancia que el
keynesianismo tenía en la mayoría de las escuelas de pensamiento económico desde los años 30. Tanto Margaret
Thatcher como la administración de Reagan pusieron en práctica estas teorías con resultados desiguales[cita requerida].
En el Reino Unido, se realizó una fuerte reducción en el tamaño del sector público que, si bien tuvo consecuencias
negativas en el corto plazo en el terreno social, reactivó la economía y dio un gran dinamismo al sector productivo.
En los Estados Unidos, similares medidas chocaron con el aparato político y la vocación militarista del entorno de
Reagan por lo que solo se logró crear un gran déficit fiscal (las iniciativas de reducción de impuestos prosperaron
pero no las de control del gasto social o del gasto militar, que eran las principales partidas del gasto público).
Se aprecia en la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile, un modelo económico monetarista con algunos
rasgos keynesianos, siendo estos manejados por su equipo de economistas, los Chicago Boys. Estos serían vitales
para la reestructuración económica de Chile marcada por las crisis mundiales y la nacionalización del cobre realizada
durante el gobierno popular de Salvador Allende en el año 1971, siendo llamada el Milagro de Chile, mientras que
en los países de la región latinoamericana colapsaban las aplicaciones del modelo cepalino desarrollista y se
experimentaba la crisis de la deuda externa produciendo la denominada "década perdida".
De estas experiencias y de las dificultades para aplicar esas políticas a países en desarrollo, surge una versión
keynesiana con inclinación monetarista que incorporaba la aversión al déficit presupuestario y a la fabricación de
dinero pero no al concepto de intervención pública en la economía (ej. Consenso de Washington, término acuñado en
1989 por el economista John Williamson para referirse al tipo de políticas fiscales y monetarias recomendadas para
los países en desarrollo por los organismos con sede en Washington Banco Mundial, FMI y Tesoro estadounidense,
entre otros).
Por ello se lo relaciona con la tecnocracia de los organismos públicos internacionales, debido a que sus políticas son
principalmente impulsadas desde el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario
Internacional (FMI), organismos que no dependen de las Naciones Unidas y están por ello exentos del control
directo de la comunidad internacional de países y a los que en ocasiones se acusa de ejercer presión política y
extorsión. En la práctica, estas políticas toman como modelo de economía (salvo en lo referente al proteccionismo) a
la estadounidense (véase: sistema americano, capitalismo democrático).[6]
El neoliberalismo, como política tecnocrática y macroeconómica (y no propiamente filosófica), tiene una dimensión
geopolítica mercantilista ajena en la práctica al liberalismo económico propiamente dicho, es decir el neoliberalismo
no es necesariamente sinónimo de mercado libre -sin trabas burocráticas ni privilegios sectoriales-, razón que
explicaría que sea asociado al corporativismo internacional.
Neoliberalismo 98

Características
El neoliberalismo propone que se deje en manos de los particulares actividades que antes realizaba el Estado; en esa
dinámica se privatizan empresas públicas, se abren las fronteras para mercancías, capitales y flujos financieros y se
reduce el tamaño del Estado.
Las políticas macroeconómicas recomendadas por teóricos o ideólogos neoliberales (en principio recomendaciones a
países tanto industrializados como en desarrollo) incluyen:
• Políticas monetarias restrictivas: Aumentar tasas de interés o reducir la oferta de dinero. Con ello disminuye la
inflación y se reduce el riesgo de una devaluación. No obstante con ello se inhibe el crecimiento económico ya
que se disminuye el flujo de exportaciones y se perpetúa el nivel de deuda interna y externa denominada en
monedas extranjeras. Así mismo, se evitan los llamados ciclos del mercado.
• Políticas fiscales restrictivas: Aumentar los impuestos sobre el consumo y reducir los impuestos sobre la
producción y la renta; eliminar regímenes especiales; disminuir el gasto público. Con ello se supone que se
incentiva la inversión, se sanean las finanzas públicas y se fortalece la efectividad del Estado. No obstante no se
distingue entre los niveles de ingreso de los contribuyentes, donde unos puede pagar más impuestos que otros, y
se grava a las mayorías mientras que se exime a las minorías, deprimiéndose así la demanda, si bien se busca
apoyar la oferta, buscando el bienestar de toda la sociedad. Tampoco se reconoce que el gasto público es
necesario, tanto para el crecimiento como para el desarrollo (comparar históricamente ejemplos de países
industrializados); para la protección de sectores vulnerables de la economía y la población; y para la estabilidad
social y económica en general.
• Liberalización: Tanto la liberalización para el comercio como para las inversiones se supone que incentivan tanto
el crecimiento como la distribución de la riqueza, al permitir:
1. una participación más amplia de agentes en el mercado (sin monopolios u oligopolios),
2. la generación de economías de escala (mayor productividad),
3. el aprovechamiento de ventajas competitivas relativas (mano de obra barata o potentes infraestructuras, por
ejemplo),
4. el abaratamiento de bienes y servicios (al reducirse costos de transporte y del proteccionismo), y
5. el aumento en los niveles de consumo y el bienestar derivado de ello (en general aumento de la oferta y la
demanda en un contexto de «libre» mercado, con situaciones de equilibrio y utilidades marginales).
• Privatización: Se considera que los agentes privados tienden a ser más productivos y eficientes que los públicos
y que el Estado debe adelgazarse para ser más eficiente y permitir que el sector privado sea el encargado de la
generación de riqueza.
• Desregulación: Se considera que demasiadas reglas y leyes inhiben la actividad económica y que su reducción a
un mínimo necesario (sobre todo la garantización del régimen de propiedad y de la seguridad) propician un mayor
dinamismo de los agentes económicos.
En todos los casos, los teóricos denominados neoliberales afirman que la mejor manera de alcanzar la distribución de
la riqueza y el bienestar de los individuos es mediante un crecimiento total del producto, que por su propia dinámica
permea al total de los integrantes de la sociedad (la llamada trickle down policy); como liberales promueven
«mediante el beneficio individual, alcanzar el beneficio de toda la sociedad».
Neoliberalismo 99

Usos del término

Uso crítico
Los detractores del capitalismo (socialistas, comunistas, etc.) así como
algunos críticos del mercado libre (proteccionistas, postkeynesianos, Nueva
economía internacional) suelen usar el concepto de forma peyorativa como
una generalización sobre cualquier posición que ponga límites a la
intervención de los Estados en la economía. Sectores sindicales lo usan
asimismo como epíteto frente a los intentos de recortar derechos laborales,
conseguidos tras largos años de lucha, aunque los sindicalistas también lo
emplean frente a las intenciones de recortar sus prebendas.
Un cartel contrario al neoliberalismo.
El término neoliberalismo ha sido usado frecuentemente por los
anticapitalistas al igual que el término globalización en algunos países del
primer mundo (antiglobalización), o como lo fue el término "capitalismo" o "burguesía" en la terminología marxista
de antaño.[7]
Los proteccionistas sostienen que lo que ellos denominan "neoliberalismo", que más bien es la apertura a los
mercados internacionales de la globalización, multiplica dramáticamente el impacto de las crisis de confianza,
culpabilizándolo del alcance de diversas crisis financieras a escala más o menos global, ocurridas entre 1990 y 2008
(ponen de ejemplo el Efecto Tequila de 1994, Crisis asiática de 1997). Así también partidarios del asistencialismo
gubernamental bajo el nombre de "neoliberalismo" señalan las políticas de control del gasto público, a las que les
adjudican los problemas crecientes de tensión, exclusión y violencia social en determinados países.[8] En América
Latina por ejemplo es común identificar el término "neoliberal" con las recomendaciones del Consenso de
Washington.

Uso liberal
Originalmente la teoría que limitaba el poder del Estado y entregaba la economía a los agentes privados era el
liberalismo, y hasta bien entrado el siglo XX los partidarios de estas ideas siguieron siendo llamados liberales. Sin
embargo, la crisis de 1929, el New Deal, el auge del keynesianismo, el incremento del gasto público y el rol del
Estado en occidente, condujeron a que el "liberalismo" modificado y adoptado por diversos gobiernos de la década
de los 80' recibiese otro nombre, siendo este el de neoliberalismo.
Con neoliberalismo no se está haciendo alusión a una teoría política o económica en particular, sino más bien se está
refiriendo a una generalización de escuelas y teorías económicas (muchas veces opuestas entre sí), por lo que resulta
algo complejo compararlo con el liberalismo ortodoxo. Mientras el antiguo concepto de liberalismo resulta más claro
de limitar.
Para resumir el liberalismo sostiene filosóficamente, generalizando, derechos individuales, libertad económica y
Estado de Derecho, que se traducen en política públicas en,
• En política económica internacional: el énfasis en la libre circulación de los capitales (ya que el libre comercio es
común a todas las teorías liberales) y en la libertad de circulación de personas. Quienes apoyan la posición liberal
argumentan que el libre flujo de las inversiones resultantes y la movilidad de personas favorece a los países
pobres, que reciben aportes de capital de los países ricos, y los países ricos se benefician de la oferta material y
laboral de los países pobres.
• En política económica interna: la mínima intromisión de los gobiernos en los mercados (como el laboral), la
privatización de las empresas públicas y el desmantelamiento del Estado Benefactor para que el costo de su
ineficiencia no sea traspasado a los ciudadanos.
Neoliberalismo 100

Los defensores del liberalismo político y económico, especialmente el asociado al liberalismo clásico y el
liberalismo libertario (ej. minarquismo) sostienen al menos dos opiniones en general al respecto del neoliberalismo:
• Rechazan el uso izquierdista del término neoliberalismo como una etiqueta falaz usada por algunos sectores de
izquierda y de centro (e incluso de derecha) para descalificar sumariamente a sus adversarios políticos.
• Opinan que la reducción del Estado debe ser real hasta limitarlo a lo completamente imprescindible, siguiendo los
principios liberales clásicos y no los "neoliberales". Esto para evitar el mercantilismo empresarial y político o la
entrega de preferencias a grupos de presión, multinacionales, o al poder político.[9]
Para algunos liberales clásicos, como por ejemplo los liberales libertarios, el neoliberalismo puede caer fácilmente en
mercantilismo empresarial o "socialismo para ricos" o "capitalismo corporativista" debido a que preserva el
intervencionismo en materia monetaria y de comercio exterior, además de reservarse la facultad de intervenir el
sector privado con dinero público en tiempos de crisis (privatizar ganancias y socializar pérdidas), en contradicción
con los postulados liberales.[10] Así también señalan que no se puede considerar liberalización o privatización a la
práctica del Estado de despojarse de cierta participación estatal de una empresa semi–privada o introducir a dedo
otras empresas en un sector considerado monopolístico, pero manteniendo siempre su control gubernamental e
incluso una política de subvenciones.[11]
El austrolibertarismo por su parte es especialmente crítico de la economía neoclásica: los trabajos de la Escuela
Austríaca de Economía, basados en los de Friedrich Hayek, Ludwig von Mises, Carl Menger, entre otros, discrepan
tanto con el keynesianismo como del monetarismo asociado comúnmente al denominado neoliberalismo. La TACE
por ejemplo considera a ambos los responsables de no prever y de profundizar con sus medidas a las crisis
económicas desde 1927 hasta la actualidad (2008).[12]
De igual forma los liberales rechazan a los organismos internacionales o públicos supraestatales (FMI, OMC, BM,
etc.) debido a que los consideran "monstruos burocráticos, intervencionistas e inútiles".

Usos históricos del término


No se puede dar una definición estática de neoliberalismo debido a que su significado ha ido cambiando en el
transcurso del tiempo y no es idéntico en todos los países del planeta. Es necesario, por ello, señalar los cambios de
significado que han culminado en su uso a comienzos del siglo XXI, y las diferencias regionales en los países de
habla castellana a los que está dirigida esta enciclopedia.
Las pesquisas realizadas sobre el tema[13] revelan que la palabra fue usada por primera vez, de manera asistemática,
por destacados economistas liberales, entre los que se cuentan:
• Ludwig von Mises. La edición inglesa (1927) de su libro Liberalismus usa el término neoliberalism para traducir
lo que en alemán von Mises denominó neuen Liberalismus (nuevo liberalismo). En este libro Von Mises usa el
término para designar a los socialistas que se hacen pasar por liberales (término que después reemplazó por
seudoliberales), mientras que en su posterior libro, Socialismo, lo aplica a los liberales partidarios de la entonces
nueva teoría subjetiva del valor, como Carl Menger.
• Louis Baudin, en su obra de 1953, L'aube d'un nouveau libéralisme (El alba de un nuevo liberalismo), relata que
el término neoliberalismo fue deliberadamente acuñado y usado para su posterior difusión en el coloquio de
destacados pensadores liberales realizado en París en agosto de 1938, cuando ya se anunciaba la inevitabilidad de
la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo fue diferenciarse del entonces desacreditado liberalismo político, al que
se atribuía una importante responsabilidad por haber llegado a ese callejón sin salida. Participaron en el coloquio
destacados líderes de opinión del movimiento liberal como Friedrich Hayek, Ludwig von Mises, Jacques Rueff,
Alexander Rüstow, Wilhelm Röpke, Detauoff, John Bell Condliffe, Michael Polanyi y el propio Baudin.
• Edgar Nawroth, en su libro Die Sozial-und Wirtschaftsphilosophie des Neoliberalismus (1961), califica como
neoliberales a los partidarios de la Escuela de Friburgo) y de Múnich, destacando las contribuciones de Wilhelm
Röpke y de Alexander Rüstow.
Neoliberalismo 101

• Economistas del Centro de Investigación para la Comparación de Sistemas de Dirección Económica de la


Universidad de Marburgo definieron al neoliberalismo como:
Un concepto global bajo en que se incluyen los programas de la renovación de la mentalidad liberal
clásica, cuyas concepciones básicas del orden están marcadas por una inequívoca renuncia a las ideas
genéricas del laissez faire y por un rechazo total a los sistemas totalitarios.
Entre los rasgos esenciales del neoliberalismo incluyen la garantía legal de la libre competencia y la convicción
de que al libre mercado deben agregarse otras consideraciones sociales.
• Alfred Müller-Armack, uno de los teóricos de la Economía social de mercado, acusa a los neoliberales (que no
identifica con precisión) de "no haber prestado la debida atención a los problemas sociales y sociológicos".[14] De
su obra surgen como posturas extremas el liberalismo tradicional o paleoliberalismo, el neoliberalismo que se le
opone, y la intermedia Economía Social de Mercado.
• En Latinoamérica el término suele usarse por sus detractores para hacer referencia al conjunto de políticas
recomendadas en la década de 1990 por el Consenso de Washington, a las que consideran responsables de los
problemas sociales de años posteriores a su aplicación, poniendo como ejemplo la crisis argentina del 2001.
• En la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI, el término ha sido crecientemente usado con carácter
peyorativo. El escritor Mario Elgue, por ejemplo, afirma:[15]
Ya no quedan dudas de que el modelo neoliberal es incapaz de dar respuesta a los principales problemas
que siguen aquejando a la sociedad: altos índices de desempleo, trabajo en negro, pobreza y exclusión
social. Su debacle fue el resultado de la aplicación de las políticas del "derrame", según las cuales
bastaba con el crecimiento de los grandes grupos concentrados ya que estos últimos difundirían los
beneficios hacia el resto de la sociedad productiva y laboral. Pues bien, ahora está claro que este "goteo"
no llegó; que no hubo un correlato distributivo y de cohesión de la base social.
En consecuencia, y como es también usual con las diferentes acepciones del término liberal, no se puede hablar de
una definición universalmente aceptada, uniforme en el espacio y constante en el tiempo, sino sólo de usos del
término neoliberalismo en diferentes contextos.

Referencia

Notas
[1] (http:/ / www. lasalle. edu. co/ ~economia/ investigacion/ Neoliberales. pdf) Los cambios en la racionalidad económica por J.P. Trujillo et al.
El libre juego de las fuerzas de la oferta y la demanda tiende a establecer en condiciones de competencia perfecta, precios de equilibrio que
garantizan una asignación óptima de recursos artemio.
[2] El fin del neoliberalismo (http:/ / www. liberalismo. org/ bitacoras/ 1/ 5069/ fin/ neoliberalismo/ ), por Juan Ramón Rallo
[3] Un recorrido por la economía de la oferta (http:/ / www. liberalismo. org/ bitacoras/ 1/ 2697/ recorrido/ economia/ oferta/ murray/ rothbard/ ),
por Murray Rothbard
[4] Qué es el neoliberalismo (http:/ / www. analitica. com/ va/ economia/ opinion/ 1810444. asp), por Alberto Mansueti
[5] Pensamiento político y económico en el siglo XIX (http:/ / www. fortunecity. es/ imaginapoder/ humanidades/ 587/ pensamiento. htm)
[6] Qué es el neoliberalismo (http:/ / www. neoliberalismo. com/ ques. htm), una aproximación conservadora-liberal, por Adolfo Rivero
[7] Neoliberalismo (http:/ / www. ucm. es/ info/ eurotheo/ diccionario/ N/ neoliberalismo. htm). Su significado (socialista) según el Diccionario
Crítico de Ciencias Sociales de la UCM.
[8] Neoliberalismo ¿un camino viable? (http:/ / www. tuobra. unam. mx/ publicadas/ 010907164456. html), por Dulce María Bazán Canales
[9] Comentario sobre “Rumbo a la Libertad. Por qué las izquierdas y el neoliberalismo fracasan en América latina”, de Álvaro Vargas Llosa
(http:/ / www. ileperu. org/ contenido/ Articulos/ rumboalalibertad_amansueti. htm), por Alberto Mansueti
[10] NO al neoliberalismo (http:/ / www. acrata. org/ desborde/ cgiron/ neoliberalismo. htm), un comentario liberal-libertario sobre el
neoliberalismo, en Acrata.org
[11] Liberalismo contra neoliberalismo (http:/ / www. juandemariana. org/ comentario/ 854/ liberalismo/ neoliberalismo/ ), por Jorge Valín
[12] Crisis del liberalismo y austroliberalismo para la crisis (http:/ / www. juandemariana. org/ comentario/ 2836/ crisis/ liberalismo/
austroliberalismo/ crisis/ ), por Joaquín Santiago Rubio
[13] El mito del neoliberalismo (http:/ / www. cepchile. cl/ dms/ archivo_3396_1768/ r95_ghersi_neoliberalismo. pdf) por Enrique Guersi
[14] Müller-Armack, Alfred; Economía dirigida y economía de mercado. p 226 (1963)
Neoliberalismo 102

[15] Mario Elgue; La Economía social; Editorial Capital Intelectual, Buenos Aires (Argentina); 2007; p. 47.

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aparición del término neoliberalismo, la difícil convivencia entre el libre mercado y las grandes empresas
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detalladamente los problemas que la aplicación de las políticas neoliberales que el Fondo Monetario Internacional
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• Friedrich Hayek, Camino de servidumbre, 1944.
• Friedrich Hayek, La Fatal Arrogancia, Unión Editorial (España).
• Enrique Ghersi. El mito del neoliberalismo - Historia del origen del término "neoliberalismo" (http://www.
cepchile.cl/dms/archivo_3396_1768/r95_ghersi_neoliberalismo.pdf). Ponencia presentada en la Reunión
Regional de la Mont Pelerin Society que se realizó en Chattanooga entre el 18 y el 22 de septiembre de 2003.
Fuentes y contribuyentes del artículo 103

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