Professional Documents
Culture Documents
Mito de Superman
Una imagen simbólica que reviste especial interés es la de Superman. El héroe dotado con poderes
superiores a los del hombre común es una constante de la imaginación popular, desde Hércules a Sigfrido,
desde Orlando a Pantagruel y a Peter Pan. A veces las virtudes del héroe se humanizan, y sus poderes, más
que sobrenaturales, constituyen la más alta realización de un poder natural, la astucia, la rapidez, la habilidad
bélica, o incluso la inteligencia silogística y el simple espíritu de observación, como en el caso de Sherlock
Holmes. Pero, en una sociedad particularmente nivelada, en la que las perturbaciones psicológicas, las
frustraciones y los complejos de inferioridad están a la orden de día; en una sociedad industrial en la que el
hombre se convierte en un número dentro del ámbito de una organización que decide por él; en la que la
fuerza individual, si no se ejerce en una actividad deportiva, queda humillada ante la fuerza de la máquina que
actúa por y para el hombre, y determina incluso los movimientos de éste; en una sociedad de está clase, el
héroe positivo debe encarnar, además de todos los límites imaginables, las exigencias de potencia que el
ciudadano vulgar alimenta y no puede satisfacer. Superman es el mito típico de esta clase de lectores:
Superman no es un terrícola, sino que llegó a la Tierra, siendo niño, procedente del planeta Kriptón. Kriptón
estaba a punto de ser destruido por una catástrofe cósmica, y su padre, docto científico, consiguió poner a
salvo a su hijo confiándolo a un vehículo espacial. Aunque crecido en la Tierra, Superman está dotado de
poderes sobrehumanos. Su fuerza es prácticamente ilimitada, puede volar por el espacio a una velocidad
parecida a la de la luz, y cuando viaja a velocidades superiores a ésta traspasa la barrera del tiempo y puede
transferirse a otras épocas. Con una simple presión de la mano, puede elevar la temperatura del carbono
hasta convertirlo en diamante; en pocos segundos, a velocidad supersónica, puede cortar todos los árboles de
un bosque, serrar tablones de sus troncos, y construir un poblado o una nave; puede perforar montañas,
levantar transatlánticos, destruir o construir diques; su vista de rayos X, le permite ver a través de cualquier
cuerpo, a distancias prácticamente ilimitadas, y fundir con la mirada objetos de metal; su superoído, le coloca
en situación ventajosísima para poder escuchar conversaciones, cual fuere el punto donde se celebran. Es
hermoso, humilde, bondadoso y servicial. Dedica su vida a la lucha contra las fuerzas del mal, y la policía
tiene en él un infatigable colaborador. No obstante, la imagen de Superman puede ser identificada por el
lector. En realidad, Superman vive entre los hombres, bajo la carne mortal del periodista Clark Kent. Y bajo tal
aspecto es un tipo aparentemente medroso, tímido, de inteligencia mediocre, un poco tonto, miope,
enamorado de su matriarcal y atractiva colega Lois Lane, que le desprecia y que, en cambio, está
apasionadamente enamorada de Superman. Narrativamente, la doble identidad de Superman tiene una razón
de ser, ya que permite articular de modo bastante variado las aventuras del héroe, los equívocos, los efectos
teatrales, con cierto suspense de novela policíaca. Pero desde el punto de vista mitopoético, el hallazgo tiene
mayor valor: en realidad, Clark Kent personifica, de forma perfectamente típica, al lector medio, asaltado por
los complejos y despreciado por sus propios semejantes; a lo largo de un obvio proceso de identificación,
cualquier accountant de cualquier ciudad americana alimenta secretamente la esperanza de que un día, de
los despojos de su actual personalidad, florecerá un superhombre capaz de recuperar años de mediocridad.