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(AVANCE)
Está claro que las crisis económica y política que se dio lugar en nuestro país a inicios de
la década de los noventa produjeron un severo debilitamiento de las instituciones
nacionales, empezando por el Estado peruano. Al respecto, se tomaron una serie de
medidas que buscaban salvar algunas de estas organizaciones. Estas medidas fueron,
por ejemplo, la privatización de empresas públicas, la creación de organismos
reguladores, planes de desarrollo concertados regionales y locales. En resumen, se
hicieron notorios cambios en la forma de organización de varias instituciones, sea
públicas como privadas, y en varios de los sectores económicos, como financiero, salud,
entre otros.
1. Instituciones Educativas
Teniendo en cuenta que la función principal de toda institución educativa es educar para
la vida formando a los ciudadanos y ciudadanas del futuro, se deben orientar los
objetivos de cada institución (inicial, colegios primarios y secundarios, institutos
superiores y universidades) a fin de formar académicamente a sus alumnos. Para ello se
presentan las siguientes propuestas de desarrollo institucional educativo, que fueron
tomadas del Plan Nacional Educativo del MINEDU, del Plan de Desarrollo Institucional
de la PUCP y del Informe de Lineamientos Estratégicos para la Educación del BID:
A. Eje Propio Educativo: Se debe hacer hincapié en gran preocupación por el tema
académico dentro de las instituciones. La formación que se brinda a los alumnos,
en sus diferentes modalidades de participación, debe entenderse como el
producto diferenciado a generar e implica las expectativas u objetivos esperados
por ellos y por la sociedad en su conjunto.
En el ámbito docente, se debe analizar la propuesta formativa de la
institución y velar por la coherencia de los procesos educativos con los
valores, principios y objetivos estratégicos.
Analizar planes de desarrollo actuales e impulsar la implementación de
innovaciones pedagógicas que transformen el currículo, respondiendo a las
nuevas demandas educativas del medio.
Orientar el trabajo académico hacia el desarrollo de competencias más que
a la sola adquisición de conocimientos.
Estandarizar los procesos académicos y administrativos
Organizar la realización de actividades de capacitación de acuerdo al plan de
formación profesional del establecimiento.
B. Eje Social: existe una gran expectativa de la sociedad del país en general por
obtener resultados de las instituciones educativas, en los diferentes aspectos
tales como apoyo tecnológico, aportes profesionales de sus egresados,
convenios y en general objetivos a cumplir para la sociedad.
Promover, fomentar y apoyar el acercamiento a instituciones públicas y
privadas.
Alcanzar un buen posicionamiento en la sociedad que le rodea.
Promover mecanismos de seguridad ciudadana orientados a reducir la
delincuencia y accidentes, comportamiento frente a desastres naturales.
C. Eje Ambiental:
Promover programas o mecanismos de protección al medio ambiente que
disminuirá la agresión de la actividad antropogénica.
D. Eje Económico:
Generar marcos presupuestales eficientes.
Desarrollar capacidad de autogestión presupuestal y financiera.
Acceder a nuevas rentas por servicios.
Desarrollar proyectos de investigación, para generar recursos.
Respecto al sector público, las instituciones educativas cuentan con una partida
presupuestal que representa cerca del 25% de lo que representa el gasto no financiero.
Sin embargo, en comparación al PBI, la inversión en educación representa apenas un
3.7%, lo que convierte a Perú en uno de los países de la región que menos porcentaje
del Producto Bruto Interno (PBI) invierte en el sector educación. Al respecto, en opinión
de Diego Macera, exgerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), la
inversión como porcentaje del PBI obedece a una “visión parcial”, donde debería
tenerse en cuenta además otros indicadores, como la inversión por alumno o la
participación del sector educación dentro del presupuesto total del Estado, la cual
representa aproximadamente el 25%.
Tabla 1
Fuente: MEF