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EL MARXISMO

I.-INTRODUCCION 1

No resulta fácil ofrecer del marxismo una caracterización precisa y con unos perfiles
relativamente determinados, y ello por una serie de razones que podemos resumir en dos ideas
generales: en primer lugar, se presenta la cuestión de qué es el marxismo. La respuesta no
puede ser simple ni unívoca, pues el término marxismo encierra múltiples sentidos. En segundo
lugar, está la cuestión acerca de qué podemos considerar como marxista, pues, en principio,
cabría tomar como tal desde el pensamiento de Karl Marx hasta las últimas y más recientes
interpretaciones de sus obras, pasando por las distintas interpretaciones y usos que de su obra
se han hecho en diferentes momentos históricos y en los más diversos lugares geográficos,
ideologías políticas y ámbitos culturales. Parece pues necesario comenzar por clarificar, aunque
solo sea brevemente, la complejidad de este estado de cosas:

1.-Qué sea el marxismo es algo que está en estrecha conexión,


evidentemente, con la producción teórica y la acción práctico política de su fundador, Karl
Marx. El problema esta, justamente, en el sentido de esta producción. Para clarificarla es
importante tener presente cuales fueron, según señaló Lenin, las tres fuentes desde las que
surgió el pensamiento de Marx, y que podemos especificar como sigue:

a.-La filosofía clásica alemana. (Veremos el "ajuste de cuentas" que


Marx lleva a cabo con los filósofos del pasado)

b.-La economía política inglesa: A. Smith y D. Ricardo son los


principales ideólogos del liberalismo económico inglés, aunque sus formulaciones son
radicalmente distintas. Veámoslas someramente:

-A. Smith: La publicación en 1776 de La Riqueza de las


Naciones de Adam Smith 2 impulsó una marcha radical hacia el liberalismo económico. Profesor
de ética en Oxford, estableció las bases de la economía clásica. En esencia, los puntos
fundamentales de su obra son los siguientes:

-El egoísmo, y el interés individual, son las


principales virtudes del hombre, necesarias para el progreso humano. La suma de todos los
enriquecimientos individuales fomentará el desarrollo de la Humanidad.

-El valor de los objetos fabricados depende de la


cantidad de trabajo empleado en ellos, pero los objetos, por lo regular, no se estiman por este
valor, sino por el precio del dinero que tienen en el mercado de consumo o por el valor de las
mercancías por las cuales se intercambian

-Es necesario suprimir toda la influencia estatal


en la economía capitalista, y quitar las barreras proteccionistas y los monopolios que frenan el
desarrollo del libre comercio.

-D. Ricardo: El pensamiento de Ricardo contiene las


siguientes tesis fundamentales:
1
Como es fácil comprobar desde el índice, la extensión de la presente introducción y de la exposición sucinta
que aquí se va hacer, supera, con mucho, la del desarrollo de la temática que propiamente nos interesa. Esto
se debe a que con los presentes apuntes queremos ofrecer las claves de comprensión del pensamiento
marxista, múltiple e inabarcable, y posibilitar una mayor profundización en unas ideas de tan impresionante
influencia para el mundo de nuestros días. Por ello consideramos mucho más importante exponer las claves de
acceso a los textos del marxismo, incluso a los de estética, que dedicarnos a desarrollar exclusivamente y con
mucha mayor profundidad las ideas acerca del arte.
2
1723-1790

1
-La única medida del valor de los objetos es el
trabajo empleado en su elaboración, pero el trabajo es una mercancía más dentro del contexto
del capitalismo. Si sube su oferta, los salarios disminuyen. Si decrece (por la hipotética
disminución de la población), los salarios tienden a aumentar, pero este aumento no se
mantiene, porque si el salario es alto, otra vez la población vuelve a ascender y a continuación
el salario disminuye

-En su obra Principios de Economía Política y


Hacienda, considera los tres tipos de renta fundamentales, de la tierra, del trabajo y del capital,
aunque centra su estudio fundamentalmente en la renta de la tierra.

c.-La política revolucionaria francesa, el socialismo revolucionario


francés. No hay que olvidar que durante la revolución francesa, en concreto el cuatro de agosto
de 1789 la Asamblea Constituyente, nuevo nombre que va a adoptar la Asamblea Nacional,
encargada de hacer una nueva constitución va a tomar como primera medida la abolición del
régimen feudal y del diezmo, del derecho de caza y de coto. El dos de noviembre se
nacionalizan los bienes del clero iniciando un movimiento anticlerical que continuará con la
abolición de las órdenes monásticas. Con posterioridad, cuando la revuelta campesina que
había dado lugar a esta serie de transformaciones se calmó, se pusieron una serie de
limitaciones a la abolición de los derechos señoriales, declarando amortizables los derechos
que gravaban las tierras: se liberaba al campesino, pero no su tierra, por lo que el descontento
continuará latente hasta 1793: durante los meses de julio y agosto de 1792 se van a producir
nuevos acontecimientos revolucionarios. Para conmemorar la Toma de la Bastilla (14 de julio),
acudieron a Paris federados 3 de toda Francia y formaron , por iniciativa de Robespierre, un
directorio secreto. El diez de agosto se produce una segunda gran revolución, protagonizada
por la comuna popular de Paris. La Comuna destituye al Rey, que tiene que refugiarse en la
Asamblea. Esta, ante la gravedad de los hechos, decide convocar una Convención, elegida por
sufragio Universal, dando el visto bueno a las acciones populares ("sans-culottes") y al
destronamiento del rey. Será durante todo el verano de 1973 cuando se pongan en práctica
todas las medidas revolucionarias de los "sans culottes". La Convención tiene una obra social
verdaderamente revolucionaria al reconocer derechos sociales en la Constitución y en el "Gran
libro de beneficencia nacional" (asignaciones para pobres, asistencia a domicilio para ancianos
y enfermos, gratuidad de la enseñanza primaria, supresión de la esclavitud en las colonias).
Simultáneamente, para recaudar el dinero necesario para cubrir estos gastos y los de la guerra,
se crean unas obligaciones a la clase más rica (primero, mayores impuestos, y luego,
"préstamos forzosos" equivalentes a una cantidad que podía llegar hasta el cincuenta por cien
de sus ingresos. Toda la ideología que sustentaba este tipo de movimientos fue la que inspiró al
propio Marx.

Posteriormente la obra de otros ideólogos sería también de una clara influencia: nos
referimos, fundamentalmente a la obra de Charles Fourier. Empieza a publicar sus ideas a
partir de 1808, todas ellas estaban impregnadas de un fuerte idealismo, y en la mayoría de los
casos desconectadas del mundo real. Podemos destacar de su planteamiento los siguientes
puntos:

-Se manifestó en contra de la propiedad privada, a la que


consideraron causa fundamental de males y desequilibrios sociales. La producción se realizaría
de forma colectiva y las tierras se repartirían por partes iguales a todos los miembros. Se
pretendía desde aquí eliminar la figura del empresario, el beneficio privado capitalista

-Aunque su obra dista de ser radicalmente coherente, en


el sentido de que algunas de sus afirmaciones dan pie a pensar que apoyaba en algún sentido
el liberalismo económico, criticó, sin embargo, la excesiva acumulación capitalista, así como
las penurias e ínfimas condiciones de vida de los humildes en los primeros años del aceler ón
industrial inglés.

3
Hay que tener en cuanta el descontento general provocado por el hecho de que durante la guerra contra el
rey de "Austria Hungría y Bohemia", declarada en abril de 1792, a Francia le había resultado desastroso el
tener un ejército regular bastante reducido, y por la indisciplina y deserción de la tropa y oficiales. Por ello se
tuvo que recurrir al alistamiento de voluntarios, que serán preferentemente "sans-culottes" (los que nada
tienen). Ellos participarán desde el primer momento en la aceleración del proceso revolucionario

2
-Puso de manifiesto las degradantes condiciones de vida
de los obreros industriales en las primeras etapas de la industrialización, y descubrió, según
considera el propio Engels, la miseria material del mundo burgués

-Elaboró teorizaciones que serían ampliadas por ensayos


marxistas posteriores, por ejemplo, las referentes a la cantidad del trabajo, como medida
fundamental del valor, o la aclaración de que el pensamiento científico es fiel reflejo de la
situación económica

Todo esto, como es evidente, estaba en conexión con la situación del proletariado en
la nueva sociedad industrializada y con el desarrollo de las ciencias de la naturaleza.

En relación con estas tres fuentes, podemos señalar, al menos inicialmente, tres
sentidos distintos del término marxismo:

1.1.-Marxismo como un conjunto de ideas con una significación


económico sociológica. En este respecto el marxismo viene a ser una teoría de la realidad
social, o mejor, de una determinada sociedad y su peculiar modo de producción: la sociedad
burguesa capitalista. Es una crítica de la economía política, y puede considerarse como una
macrosociología, y, en último término, como veremos, como una teoría de la historia. El
marxismo encierra así un momento de "cientificidad": pretende instaurar y fundar una ciencia.

1.2.-El marxismo tiene también un significado político: es una


práctica o acción política encaminada a la transformación de la realidad y estructura
económico político social. Lleva a cabo una crítica de la alienación en la que vive el hombre,
crítica hecha desde una teoría acerca de la naturaleza o ser del hombre, y desde la teoría de la
sociedad. Incluso podría decirse que el gran objetivo al que sirve toda la formulación teórica del
marxismo es la intervención práctica en el movimiento histórico 4. Este principio revolucionario,
que da forma a toda su obra teórica, hasta los últimos escritos de su vida, ha sido expresada
por Marx ya en su temprana juventud con la siguiente afirmación: "Los filósofos se han limitado
a interpretar el mundo de formas diversas, pero lo que importa es transformarlo"5

1.3.-En tercer lugar, y en estrecha conexión con lo que acabamos


de señalar, el marxismo tiene un significado que podríamos denominar crítico filosófico. El
marxismo es una crítica de la filosofía o, al menos, de cierta idea y función de la filosofía. Marx
se propuso, en primer lugar, llevar a cabo un ajuste de cuentas y una liquidación de la
conciencia filosófica anterior, a fin de, según escribe a su padre en 1837: "tener así la
conciencia de nuestra posición real". La crítica marxista de la filosofía lo es, principalmente, del
idealismo (y en especial del "idealismo hegeliano"), y, si por "filosofía" hay que entender lo que
la "conciencia filosófica anterior entendió por filosofía, el marxismo no sólo no es filosofía, sino
que lleva a cabo una dura crítica de la filosofía y proclama su desaparición tras su superación.
Pero ello no quiere decir que el marxismo, en cierto respecto, no sea también una filosofía. Es
una filosofía y encierra toda una ontología. En cualquier caso, el marxismo representa una
concepción del mundo, que se propone llevar a cabo una clarificación racional de la conciencia
que encierra una cultura y se hace una idea sobre el lugar y la instalación del hombre en el
mundo

2.-Junto a la cuestión de qué sea el marxismo nos planteábamos qué


corrientes, líneas de pensamiento o autores podríamos considerar como marxistas . La

4
Realmente, como acción política propuesta dista mucho de ser lo que se impuso en lois países que fueron
llamados soviéticos.
5
K.KORSCH Karl Marx , pag. 259; ed. Ariel, Barcelona 1975

3
respuesta que vamos a dar aquí se remite al marxismo en las siguientes corrientes o
elementos:

2.1.-Como es absolutamente claro, la obra de Karl Marx

2.2.-La obra escrita conjuntamente con Engels, y el intento de


Engels de sistematizar las tesis de Marx, completándolas hasta elaborar toda una teoría o
filosofía, no sólo acerca de la sociedad o de la historia, sino también acerca de la naturaleza (lo
que suele denominarse materialismo dialéctico y que después esclareceremos).

2.3.-Podemos considerar también como marxistas tanto lo que a


parir de la producción de Lenin podría denominarse la "escolástica soviética"6, como las
diferentes lecturas que, en nuestro tiempo viene haciéndose y proponiéndose como el
verdadero marxismo. Aquí tendríamos las siguientes lecturas:

2.3.1.-La lectura denominada clásicamente "científico-


estructural" de Althusser 7: ha sido presentado a la vez como el "marxista estructuralista" por
excelencia, sin embargo, autor radicalmente controvertido, Althusser niega su raíz en el
estructuralismo. Esto no impide que para su lectura de Marx Althusser haya empleado algunos
conceptos procedentes del estructuralismo (por ejemplo, la idea de "corte epistemológico"
propuesta por Bachelard 8), o que en el curso de tal lectura sus esquemas o modelos
conceptuales hayan coincidido en parte con los elaborados por algunos autores
estructuralistas. En cualquier caso hay que especificar de su marxismo su rechazo del
humanismo, tal y como éste se presenta tanto en los Manuscritos Económico Filosóficos 9,
como de los que han insistido en las raíces existenciales del propio Marx. Por otro lado, sin
dejar de ser marxista, y aún sosteniendo que con ello apelaba verdaderamente a Marx, sin
volver a Marx, Althusser ha combatido el marxismo leninismo fosilizado en el materialismo
dialéctico ortodoxo tal y como fue elaborado por los filósofos soviéticos y auspiciado como
doctrina oficial por los comunistas franceses. Así pues, Althusser no es, o no se ve a sí mismo,
como una especie de neo stalinista, sino como un teórico marxista. En vez de predicar una
vaga unidad de la teoría con la práctica, Althusser ha destacado las bases teóricas del
marxismo. A este efecto ha calsificado el pensamiento de Marx en varias fases, hablando de
una ruptura epistemológica que tuvo lugar en Marx en 1845; de 1845 a 1857 hubo un periodo
de transición y en 1857 apareció el Marx maduro, absolutamente desprendido del
hegelianismo, el Marx de El Capital. En este punto Althusser ha sido acusado de despreciar al
"primer Marx", de olvidar la continuidad del pensamiento marxista, y de un modo más general
de tratar de forzar el pensamiento de Marx dentro de su propio molde de marxismo. Esto último
no es absolutamente rechazado por el propio Althusser, para el que el pensamiento expresado
por Marx en El Capital no es una ideología, resultado de una formación social, sino una ciencia.
Pero aunque el propio Marx podía haber empleado los debidos fundamentos epistemológicos de
su ciencia, no proporcionó su modelo conceptual. Este se halla ausente, y la tarea de Althusser

6
Se habla de "escolástica" cuando se designa el desarrollo de los pensamientos filosóficos dentro de una
"escuela" o de cualquier ámbito cerrado. Según esto, podría hablarse de escolástica en cada uno de aquellos
momentos de la historia de la filosofía en los cuales el trabajo filosófico consistiera predominantemente en la
elaboración de detalles sin cuestionar los principios de los que se parten. En este caso, con el término
escolástica soviética aludimos a la utilización que se ha realizado de los escritos de Engels tras la revolución de
1917, para hacer del marxismo una "doctrina": la llamada Diamat (materialismo dialéctico). La escolástica
soviética ha sido eficazmente combatida por la "Escuela de Frankfurt"
7
Nace en 1918 en Brimandréis, Argel. Es profesor en la "Escuela Normal Superior" de París. Junto con Levi
Strauss, Foucault, Lacan y Roland Barthes, es presentado a menudo como uno de los representantes del
estructuralismo francés.
8
Concepto introducido por Bachelard en su obra La formación del espíritu científico (1938). Bachelard
considera que hay una ruptura entre el espíritu precientífico y el científico; cada uno de ellos se atiene a un
modelo conceptual y marco de referencia propio. La ciencia emerge de una cierta práctica que produce
conceptos no derivados de la generalización de observaciones. Así, los conceptos de que se vale la ciencia son
independientes tanto de marcos no científicos como de la propia observación. Si esta observación se aplica al
desarrollo de la ciencia puede hablarse de cortes en distintas fases, que son, más bien, marcos
epistemológicos.
9
Obra de K. Marx, 1844

4
y de sus colaboradores consiste en hacerlo presente. Se trata, pues, de rellenar las lagunas
teóricas de Marx y, con ello, del marxismo.

2.3.2.-La lectura existencialista de Sartre 10. (por emplear


una expresión de Habermas, para Sartre, el "marxismo es una antropología de la revolución") :
Según Sartre hay que distinguir entre "filosofía" e "ideología" 11, ahora bien, mientras el
existencialismo es una ideología, el marxismo es una filosofía, aún más, es la totalización del
saber contemporáneo. porque refleja la praxis que la ha engendrado. El marxismo es para
Sartre la filosofía no superable de nuestro tiempo, es "el clima de nuestras ideas, el medio en el
cual estas se nutren, el verdadero movimiento de lo que Hegel llamaba Espíritu Objetivo". No
se trata del marxismo oficial, aunque tampoco de una superación del marxismo, ya que no es
necesario superar al marxismo. Para Sartre, éste se supera a sí mismo. En todo caso no se trata
de un materialismo dialéctico sin más. Sartre pone de relieve que el materialismo dialéctico no
ha podido dar cuenta de la ciencia, que sigue permaneciendo en el estadio positivista. Pero se
da cuenta de la ciencia tratando de colocar en su base supuestos que no explican nada del
modo como se produce concretamente el pensamiento científico. Se podría concluir que se
trata de un materialismo histórico distinto del materialismo dialéctico, pero Sartre indica que
no se puede tampoco establecer una separación entre los dos campos del saber. El marxismo,
si es algo, es intento de totalización. Esta totalización es la que ensaya Sartre incorporando a
ella la antropología filosófica existencialista. Por este motivo se ha dicho que el existencialismo
de Sartre es un marxismo existencialista.

2.3.3.-La lectura del marxismo como una teoría Crítica de


la sociedad llevada a cabo por la "Escuela de Frankfurt", en la que deberíamos tener en cuenta
las diferencias peculiares de cada uno de sus autores. 12

II.-LA CRITICA DEL MARX AL IDEALISMO DE HEGEL

II.1.-¿POR QUE UNA CRITICA A HEGEL?

El "ajuste de cuentas" que Marx lleva a cabo con la "conciencia filosófica" tiene como
principal interlocutor a Hegel. Por una parte, porque Hegel es la expresión más acabada de lo
que llega a ser la filosofía como interpretación de la realidad, a la vez que encierra también en
su pensamiento los gérmenes para una transformación de la filosofía; por otra, porque en
Hegel tiene lugar la consumación teórica e ideológica del mundo cristiano burgués, y el
derrumbamiento del sistema hegeliano, fruto de sus propias contradicciones y de su cerrazón e
impotencia ante un nuevo orden social o estado de realidad, vendría a significar el
derrumbamiento de la concepción cristiano burguesa del mundo.

I I . 2 . - LO R E A L Y LO RAC I O N A L

Una de las frases más tópicas y reveladoras de Hegel pertenece al Prólogo de su


Fenomenología del Espíritu y expresa lo siguiente: "Todo lo real es racional". En esta frase se
condensa toda la visión filosófica de Hegel, que abarca su propio concepto de realidad. El punto
10
Jean Paul Sartre nace en Paris en 1905, muere en 1980. Es considerado, por excelencia, el representante del
"existencialismo francés". Aunque su obra ha sufrido las más variadas clasificaciones tradicionalmente suele
hablarse de un "primer Sartre" y un "último Sartre". La diferencia viene marcada por la publicación de su
Critica de la Razón Dialéctica y algunos pequeños escritos que la precedieron.
11
Sartre llama ideólogos a los filósofos que no son realmente creadores. Los filósofos creadores, como son para
Sartre Descartes, Locke, Hegel o Marx, son los que han edificado filosofías que se han convertido en "mundos".
Ello ha sido posible porque tales filósofos han producido un pensamiento que ha hecho viviente la praxis que
lo ha engendrado. En cambio los ideólogos (Kierkegaard, Jaspers, y en la época moderna, todos los
pensadores, excepto los citados antes como "filósofos creadores"), se limitan a explorar y explotar el dominio
abierto por los filósofos. Los ideólogos llevan a cabo un inventario y hasta erigen algunos edificios
intelectuales, pero todos ellos nutriéndose de los "grandes muertos". Sartre indica que es posible saber
cuando estamos ante una filosofía o ante una ideología.
12
Estas diferencias, con sus peculiaridades, serán objeto de estudio próximo, de ahí que en este punto no nos
dediquemos a analizarlas. En cualquier caso, si que podemos anticipar los nombres de los pensadores de la
escuela de Frankfurt más influyentes: Adorno, Horkheimer, Benjamin, Marcuse, Habermas.

5
de partida de la crítica de Marx a Hegel será precisamente este concepto. La sentencia a la que
hemos aludido cabe entenderla en un sentido que Marx considera reaccionario de acuerdo con
el cual Hegel también afirmará:

a.-La realidad es de naturaleza racional y la Razón, la Idea, constituye la


esencia de la realidad, por lo que la realidad, en último término, es reductible a Idea, a
pensamiento, de tal modo que las diferentes expresiones de lo real no son sino manifestaciones
de la Idea o el Espíritu.

b.-Si todo lo real es racional es porque está en consonancia y satisface las


exigencias de la razón. También la realidad política y social, tal y como de hecho está
estructurada, es racional. De este modo, la afirmación de Hegel encierra una tesis ontológica
que arrastra el fundamento o justificación de un orden o estado social y político.

I I . 3 . - L A R E A L I DA D C O M O S U J E T O

En estrecha conexión con lo que acabamos de decir está el problema que, como
escribe Engels, constituye "el gran problema capital de toda la filosofía, especialmente de la
moderna, a saber, el problema de la relación entre el pensamiento y la realidad, o lo que es lo
mismo, el problema de la relación entre el sujeto y el objeto.

El problema que esta relación presenta, abordado desde el punto de vista idealista,
tiene como respuesta que el pensar (o la razón, o la idea) determina y rige la realidad hasta el
punto de que, si extremáramos la afirmación (extremo al que es muy discutible que Hegel
llegase), la realidad sólo es un producto del pensar. dado que en la relación pensar-ser, el
pensar es considerado como sujeto y el ser como objeto, en la interpretación "idealista" se da
una primacía del sujeto frente al objeto, no siendo éste último sino la expresión, exteriorización
y manifestación del sujeto, de modo que todos los objetos no son sino manifestaciones o
momentos del propio sujeto. En este sentido hay que entender también otra de las famosas
frases de Hegel: "...que lo verdadero no se aprehenda y exprese como sustancia, sino también,
y en la misma medida, como sujeto."

I I . 4 . - L A R E A L I DA D C O M O E S P I R I T U

La conjunción de las tesis que hasta aquí hemos considerado (la primera de tipo
ontológico, la segunda epistemológica), pone claramente de manifiesto que, según Hegel, la
totalidad de las formas de lo real, la totalidad de los objetos, sólo son lo que son en cuanto
formas del sujeto, de la razón, de manera que, aisladamente, no tienen verdadera consistencia
o realidad (según Hegel, lo verdadero es el todo), pero como la totalidad de las formas de lo
real se pueden reducir al sujeto, lo verdadero es el sujeto como espíritu. Es decir, según Hegel
toda la realidad está cerrada o estructurada, terminada y clausura, una terminación que hay
que entender como plenitud y consumación, en consonancia con las exigencias de la razón y,
por tanto, la realidad aparece como unidad o sistema racional.

II.5.-EL IDEALISMO HEGELIANO

Con todo, el idealismo hegeliano que Marx va a criticar puede resumirse como sigue:

1.-La realidad es razón, espíritu, Idea

6
2.-La Idea o el Espíritu en cuanto sujeto rije y determina las diferentes
formas de la realidad o la Naturaleza, tesis epistemológica que es inseparable de la ontológica.
Como dice Engels, a la pregunta de "qué es lo primario, si el espíritu o la Naturaleza, los
filósofos que afirmaban el carácter primario del espíritu frente a la Naturaleza formaban el
campo del idealismo" 13.

3.-La realidad es un sistema racional. Lo verdadero es el Absoluto, y el


Absoluto es Idea o Espíritu

Las consecuencias que el marxismo considera que se deducen de esta teoría


hegeliana son múltiples, pero intentaremos resumirlas como sigue:

a.-Parece claro que desde ella el hombre consiste fundamentalmente en


razón, o Espíritu. En palabras de Marx "la esencia del hombre equivale para Hegel a
autoconciencia"14

b.-La historia es interpretada como regida por el espíritu, que es sujeto de la


historia, y como el desarrollo progresivo en la realización de la libertad. La historia vendría a
ser, así, en palabras de Marx "una acción imaginaria de sujetos imaginarios"15. El modo de
realización y plasmación de la libertad es, para Hegel, el Estado, que es plasmación del
espíritu.

c.-Estas afirmaciones, que se encuentran en la filosofía del derecho de


Hegel y que competen a la valoración del orden político y social de su tiempo, implican que la
estructuración social y política y la vida del hombre en dicho orden es plenamente racional, es
decir, que la razón y la verdad coinciden con el orden político de su tiempo, que además
coincide con los principios de la razón y que permite la plena realización del hombre. Ahora
bién, "según Marx, la existencia del proletariado contradice la supuesta realidad de la razón, ya
que representan una clase que demuestra la negación misma de la razón. El destino del
proletariado no es la realización de las potencialidades humanas, sino lo contrario (...) La
realidad de la razón, del derecho y de la libertad, se convierte entonces en la realidad de la
falsedad, la injusticia y la esclavitud" 16

d.-También la concepción hegeliana del saber y de la filosofía habrán de ser


criticadas por Marx. Dicho brevemente, la filosofía y el saber consisten en una mera y simple
teoría o especulación. La filosofía es una consideración pensante de los objetos o de las cosas,
una reflexión puramente especulativa, que se limita a reproducir, en el orden del discurso, la
realidad, y el saber se limita a ser una mera teoría. Entendida así, la filosofía es, para Marx, una
forma de ideología, o quizá mejor, como la forma o expresión de que se sirven las diferentes
ideologías que configuran un orden social; el marxismo propondrá tanto la superación de la
filosofía, como la mostración de que el saber no es ni solo ni primordialmente teoría, sino
praxis.

I I . 6 . - L A A M B I G U E DA D D E L A F I LO S O F I A H E G E L I A N A

El marxismo, y más concretamente Engels, realizará una lectura crítica práctica y


revolucionaria de la afirmación hegeliana que considera que todo lo real es racional. Así Engels
13
ENGELS L. Feuerbach y el fín de la filosofía clásica alemana, II
14
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía. Ed. Alianza. Madrid 1968, pag. 191.
15
K.MARX La ideología alemana, ed. Grijalbo, Barcelona 1970, pag. 27.
16
H. MARCUSE Razón y revolución, ed. Alianza, Madrid 1971, pag. 257

7
escribe: "para Hegel no todo lo que existe, ni mucho menos, es real por el sólo hecho de
existir". Esto significa que toda existencia y realidad que no responda plenamente a las
exigencias de la razón y no quede justificada ante ella, ha de ser cambiada y transformada, con
vistas a una nueva realización más racional. Esta significación dinámica revolucionaria tiene su
fundamento en la interpretación hegeliana de la realidad como desarrollo dialéctico. Aquí, a
decir de Engels, "se encuentra el lado revolucionario de la filosofía hegeliana (...) la gran idea
radical de que la filosofía no se puede concebir como un conjunto de objetos determinados,
sino como un conjunto de procesos. Siendo la realidad dialéctica, también es dialéctica la
naturaleza y el método del saber.

Como se ve pues, en la filosofía hegeliana se trasluce una ambigüedad radical, que


permite leerla y proseguirla en uno u otro sentido, como de hecho históricamente sucedió en
las denominadas izquierda y derecha hegeliana. de una manera concisa lo señaló Engels "quien
hiciese hincapié en el sistema de Hegel, podía ser bastante conservador en ambos terrenos (la
religión y la política); quien considerase como primordial el método dialéctico, podía figurar
tanto en el aspecto religioso como en el aspecto político, en la extrema oposición." 17

Marx rechazará y criticará de un modo absoluto el idealismo hegeliano y su carácter


sistemático, con todo lo que ello conlleva en su aplicación a los diferentes problemas o
cuestiones. Sin embargo, y aunque también critique el carácter idealista de la dialéctica
hegeliana, la estructura dinámica, contradictoria y procesual, presente en la teoría hegeliana
de la realidad, será considerada como uno de los grandes hallazgos de Hegel. Como señala el
propio Marx "lo grandioso de la fenomenología hegeliana es la dialéctica de la negatividad
como principio motor y regenerador"18

I I I . - L A F I LO S O F I A M A R X I S TA

I I I . 1 . - E L C O N C E P T O D E I D E O LO G I A

El marxismo se propuso, según ya señalábamos, llevar a cabo una clarificación crítica


y racional de la conciencia, de modo que se termine de una vez por todas, con la ofuscación en
que el hombre puede vivir su inserción y relación con la realidad, una clarificación en el
conjunto de ideas o representaciones que el hombre, o una clase social, tiene acerca de si
mismo, de su lugar en el mundo y en la historia.

Desde aquí, cabe denominar ideología, en una acepción muy general, "un sistema de
representaciones (imágenes, mitos, ideas o conceptos según los casos), dotados de una
existencia y de un papel históricos, en el seno de una sociedad dada "19. En esta primera
acepción general, la ideología es un momento esencial y necesario en la vida de los hombres y
en la sociedad, pues como señaló Engels "todo lo que mueve a los hombres tiene que pasar,
necesariamente, por sus cabezas" 20

Ahora bien, en la medida en que en la ideología se expresa la relación del hombre con
su mundo y su existencia social e histórica, las ideas o representaciones que expresan esta
relación pueden hacerlo de un modo adecuado y verdadero, o bien, por el contrario, de un
modo falso. En este último caso el término "ideología" recibe una acepción más restringida y
precisa, viniendo a significar un conjunto de ideas que dan una imagen o representación
falseada de la realidad y las condiciones en que se desarrolla la vida de los hombres.

El marxismo va a mantener, en relación con el conjunto de ideas o representaciones


en que consiste la ideología, al menos las tres tesis siguientes:

1.-Lo que piensan los hombres es un producto de la sociedad en que viven;


la conciencia, entendida como el conjunto de representaciones e ideas, es un "producto social",
se presenta como el "lenguaje de la vida real"

17
ENGELS L. Feuerbach y el fín de la filosofía clásica alemana, I
18
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 189
19
ALTHUSSER La revolución teórica de Marx, ed. S. XXI. México 1968, pag. 191
20
ENGELS L. Feuerbach y el fín de la filosofía clásica alemana, IV

8
2.-La ideología tiene una acepción y sentido primaria y casi exclusivamente
negativo, en cuanto conjunto de ideas falsas y falsificadoras. "En toda ideología -afirma Marx-
los hombres y sus relaciones aparecen invertidos, como en una cámara oscura"

3.-Los contenidos ideológicos de la conciencia (la religión, la moral, la


política, etc...) ni tienen la sustantividad propia ni, en consecuencia, tienen su propia historia y
desarrollo, a pesar de que la conciencia ideológica se figura a las ideas como "entidades con
propia sustantividad, con un desarrollo independiente y sometidas tan sólo a sus propias
leyes"21

Las formas ideológicas de conciencia tienen como función ocultar, desfigurar y


suplantar imaginativa o conceptualmente, una situación de la existencia real, social e histórica
de los hombres, que el marxismo caracteriza como de alienación del hombre. La crítica
marxista de la conciencia ideológica está promovida desde la exigencia de una crítica de la
situación alienada del hombre. La crítica tiene que ser una crítica teórica, y el conocimiento
que a través de la crítica ha de surgir constituirá, asimismo, un cuerpo teórico sobre las
estructuras y leyes de la sociedad y de la historia. "Indagar las causas determinantes que se
reflejan en las cabezas (...) de un modo claro o confuso, en forma directa o bajo un ropaje
ideológico o incluso divinizado: he aquí el único camino que puede llevarnos a descubrir las
leyes por las que se rige la historia en su conjunto" 22

La clarificación racional, el conocimiento de la situación de conciencia ideologizada y


de existencia alienada será un momento necesario para acabar con la ideología y la alienación.
La teoría, por tanto, es absolutamente necesaria, pero no suficiente, pues la critica ha de ser
también práctica, o más precisamente, si es verdadera teoría, no puede dejar de ser práctica,
ya que en cuanto teoría está promovida desde la praxis (la teoría será un modo de producción,
la producción teórica), y está destinada, por su propia naturaleza y origen, a realizarse,
consumarse y verificarse prácticamente. Resulta ahora necesario precisar, aunque sea
brevemente, que significa alienación y cuales son sus formas.

I I I . 2 . - L A T E O R I A D E L A A L I E N AC I O N

I I I . 2 . 1 . - E L C O N C E P T O D E A L I E N AC I O N

La teoría designada con el nombre de teoría de la "alienación" plantea un problema


complejo, ya que la tradición filosófica ha asignado las significaciones más variadas a este
término.23

Pôr otra parte, hay que tener en cuenta que frecuentemente se traducen por
alienación palabras que no son la misma en su lengua original (en nuestro caso el alemán), y
que eso da lugar a una tremenda confusión e imprecisión cuando se quiere acceder a una
comprensión correcta del texto de que se trate

Tal vez sea una buena manera de acercarnos a esta complejidad empezar por hacer
un análisis semántico del término y dilucidar desde el los diferentes sentidos en los que se usa
y los distintos campos en los que se aplica, no simpre con el sentido negativo que estamos
acostumbrados a percibir en la palabra.

Podemos encontrar un triple origen al significado de éste término:


21
ENGELS L. Feuerbach y el fín de la filosofía clásica alemana, IV
22
ENGELS L. Feuerbach y el fín de la filosofía clásica alemana, IV
23
Muchos conceptos filosoficos dependen, en su significación de la teoría general en la que se inscriben, de tal
modo que se debe conocer la filsofía de un autor pata darles el significado adecuado. En el caso de la palabra
“alienación” es aún más compleja esta tarea, pues no se encuentra correctamente traducida en numerosos
textos, de ahí que sea frecuente consultar el original alemán o incluso que, en la mayoría de los casos las
traducciones indiquen cual es la palabra alemana que están traduciendo

9
1.-Significado económico, según el cual alienación significa la transmisión de
una propiedad de una persona a otra.

2.-Significado jurídico, desde el cual quiere decir la transferencia que un


individuo hace de su libertad a la sociedad.24

3.-Significado teológico, desde el que tradicionalmente se expresa la acción


de dios mediante la cual crea y produce el mundo.

En cualquier caso, la alienación supone o requiere los siguientes caracteres:

a.-Una dualidad de elementos o polos

b.-La acción de uno de ellos (sujeto) por la que se pone en relación con el
otro.

c.-El peculiar modo de entender esa relación (que siempre será bajo la forma
de acción productiva-transformadora)

d.-El estado o situación en la que el polo activo productivo se encuentra en


relación con el polo que recibe la acción productivo transformadora.

La complejidad estructural del fenómeno o problema a que se refiere la alienación ha


exigido que en el análisis del mismo el propio Marx (ya antes lo hizo Hegel, si bien en otro
contexto), haya utilizado diferentes términos para comprenderlo y expresarlo de una manera
precisa. En efecto, la acción en la que el polo subjetivo-activo-productivo sale de sí, se
exterioriza, en esta exteriorización se expresa o manifiesta y entra en relación con algo otro
que su sí mismo, esta acción o actividad, decimos, es designada con el término
ENTAUSSERUNG, que puede traducirse en castellano por "exteriorización". Pues bien, en esta
exteriorización el polo subjetivo (el sujeto u hombre) de alguna manera se desposee de algo de
sí mismo, siquiera al menos de su actividad o fuerza productiva), expropia o pierde algo de sí, y
esta desposesión o expropiación suele ser denominada con el término VERAUSSERUNG, que se
puede traducir con el término enajenación, acción relacional entre el sujeto y el objeto en la
que el sujeto se expresa y manifiesta, y en esta acción expresivo-productiva-transformadora, se
desposee al menos de su fuerza productiva o trabajo. En este preciso sentido, la enajenación
significa la estructura o naturaleza activa-relacional-productiva del sujeto o del hombre, y por
consiguiente en este significado concreto es ineliminable o insuperable, y, por otra, no encierra
un sentido negativo.

Pero esta acción relacional productiva está referida al otro polo, al objeto, y lleva a
cabo una producción o transformación en el objeto, que de este modo, y por medio de la acción
productiva, es transformado, y hay que considerarlo, por tanto, en cierto respecto, como
resultado o producto de la acción transformadora del sujeto, como obra suya, como su
producto y su propiedad. Pues bien, el hecho o situación en la que el resultado o producto de la
acción productivo transformadora del hombre no le pertenece, no es considerada o usada como
si fuera suya, sino que deviene propiedad de otro ("aliud"), y al sujeto activo productor le
resulta ajena y extraña, esa situación, decimos, es designada con el término ENTFREMDUNG,
que puede traducirse al castellano por "alienación". Así escribe Marx: "El objeto que el trabajo
produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del
productor (...) el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como un objeto
extraño"25. Pero en esta situación alienada, lo alienado o extraño no es solamente el producto,

24
Se puede recordar aquí el modelo del Contrato Social de Rousseau
25
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 105-106

1
0
sino también, y más radicalmente, el productor o el hombre que produce, pues considerado
este en su acción productiva, y manifestándose y objetivándose en el producto, la desposesión
de éste implica y significa la desposesión de sí mismo, la pérdida de sí mismo, la negación de sí
o su desrealización : "la realización del trabajo (...) aparece (...) como desrealización del
trabajador (...). El trabajador pone su vida en el objeto, pero, a partir de entonces ya no le
pertenece a él, sino al objeto"26. Pero hay que destacar algo más: el producto deviene
independiente, es desposeído y desconexionado de su relación al sujeto productor, es decir, es
considerado como una cosa natural, y, por consiguiente, también es convertido y considerado
como cosa el sujeto productor mismo, el hombre trabajador (ya que el hombre es su actividad y
ésta se objetiva como su producto). Este deviene "cosa", es "reificado"27 o cosificado
(frecuentemente en textos de filosofía este concepto no se traduce y aparece directamente la
palabra alemana VERDINGLICHUNG). Así, el hombre, convertido en una cosa entre otras, queda
sometido al mismo trato y uso que las cosas: el hombre deviene una mercancía.

Esta segunda acepción del término alienación posee, evidentemente, un sentido


negativo, no pertenece a la naturaleza del hombre, siendo una consecuencia del modo de
entender y organizar, por parte de una sociedad o una época histórica determinada, la
"relación de producción". En cierra un sentido negativo en cuanto que implica o impone una
negación de la libertad del hombre y, a fin de cuentas, una deshumanización, una conversión
de "lo humano en animal" 28. En la medida en que es una situación alienada, no natural sino
histórica, es decir, resultado de una determinada organización y estructuración de la vida
social, se impone una doble tarea:

1.-El estudio y conocimiento de esa determinada estructura socioeconómica


o modo de producción (esto es, una teoría científica de la sociedad y en último término, acaso,
una teoría de la historia)

2.-La transformación práctica de la realidad social, encaminada a una mejor


plena realización del hombre.

Como se puede apreciar, pues, una instancia teórica y otra práctico política. Pero en
una y otra alienta una exigencia de humanización y de realización plena de la naturaleza y de
las potencialidades del hombre. Por ello, justamente, pertenece al marxismo elaborar una
teoría o concepción del hombre, y sólo desde esta teoría será dado enjuiciar una determinada
situación como alienada, así como el propio proyecto de humanización y realización plena del
hombre tal y como el marxismo lo entiende y lo propone. En este sentido, desde la aclaración
conceptual de los diferentes sentidos del término, podemos comenzar a atender a las distintas
formas de alienación que desde el marxismo se estructuran

III.2.2.-FORMAS DE ALIENACION

El análisis de la alienación que acabamos de ver, se ha llevado a cabo desde la


consideración del concepto básico y estructural de la actividad productiva o trabajo. la
alienación básica y fundamental es, pues, la del trabajo alienado o alienación económica . Es la
alienación estructural y radical de la sociedad capitalista o del modo de producción capitalista
estudiado y justificado por la economía política clásica. Marx lleva a cabo una crítica teórica de
la economía política, (economía política, que, ahora ya podemos entenderlo, es ideológica, en
la medida en que "oculta la alienación esencial del trabajo" 29), y de la alienación económica en
sus obras Crítica de la Economía Política y El Capital.

26
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 189
27
Reificación: rei (cosa)- Facere (hacer)
28
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 109
29
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 107

1
1
El carácter radical de la alienación económica promueve otras formas de alienación,
como son la alienación social y la alienación política. La primera se produce en la sociedad de
clases, la segunda aparece por la división entre sociedad civil y Estado. Una y otra alienación
están estrechamente relacionadas, ya que ambas segregan un conjunto de representaciones
ideológicas, que tienden a justificar y ocultar cual es la situación real. Marx lleva a cabo la
crítica de estas alienaciones, a nivel teórico, principalmente en dos de sus obras: Crítica de los
principios de la Filosofía del Derecho de Hegel, y en otras de sus obras como El dieciocho
Brumario de Luis Bonaparte.

Las formas de alienación señaladas (alienación económica, social y política) tiene sus
últimas ramificaciones y completan la situación alienada de la existencia humana y de la
conciencia ideológica que la acompaña en dos de sus últimas formas: la alienación religiosa y
la alienación filosófica. La religión y el modo de existencia religioso, no pueden ser
considerados, a juicio de Marx, como constitutivos del ser del hombre. Antes al contrario, la
existencia de la religión está en una estrecha relación con la organización económico política y
social, prestándole una justificación ideológica y estabilidad, en la medida en que la liberación
que la religión parece proponer no lo es en este mundo, no se lleva a cabo mediante la
transformación de la estructura social. La religión es así un modo de existencia intrínsecamente
falseada, una forma de alienación y división irrestañable en el hombre, y cuyos caracteres son
la resignación, la justificación trascendente de la injusticia social y la compensación en el cielo
de la sociedad opresiva. Al igual que Feuerbach 30, Marx cree que la religión es una proyección
del hombre, y encuentra la raíz d la religión en la miseria y el desgarramiento de la vida social.
La crítica marxista de la religión tiene, pues, un sentido primario y principalmente sociopolítico,
es decir, en relación con la función ideológica que pueda desempeñar en la estructuración
dinámica de la sociedad. Si bien tampoco su interpretación de la naturaleza del hombre
permite plantear con sentido el problema de dios: "al haberse hecho evidente de una manera
práctica y sensible la esencialidad del hombre en la naturaleza (...), se ha hecho prácticamente
imposible la pregunta por un ser extraño, por un ser situado por encima de la naturaleza y del
hombre"31. La transformación práctica de las condiciones materiales de vida para Marx
acabarán con la religión y con la dimensión religiosa del hombre, que es sólo aparente.

Por lo que se refiere a la filosofía, como conjunto de representaciones e ideas, también


constituye una forma de alienación, con una singular fuerza y función ideológica, y ello por dos
razones: porque sólo interpreta la realidad, y además porque la interpreta falsamente.

IV.-LA CONSIDERACION DEL HOMBRE EN EL MARXISMO

IV.1.-EL SER DEL HOMBRE

Podemos recoger en cinco afirmaciones o tesis generales la concepción marxista de la


naturaleza del hombre, que se concretan como sigue:

1.-El hombre es inmediatamente un ser natural, pero un "ser natural


humano". Esta, que a simple vista parece una afirmación muy simple, se complica del siguiente
modo:

1.1.-En cuanto ser natural el hombre está dotado de fuerzas


naturales, es decir, de naturaleza activa; pero también es un ser pasivo en un doble sentido : en
el sentido de que posee necesidades, y en el de que, en cuanto corpóreo y sensible, está
referido esencialmente a los objetos reales-naturales, y él mismo es un ser objetivo para
cualquier otra realidad o ser. Ello hace del hombre un ser totalmente natural. El siguiente
pasaje de Marx es expresivo en este punto: "Un ser que no tiene su naturaleza fuera de sí no es
un ser natural, no participa en este punto del ser de la naturaleza. Un ser que no tiene ningún

30
1804-1872. Feuerbach, adherido a la izquierda hegeliana, que, durante mucho tiempo el representante más
destacado e influyente de esta tendencia. Durante unos años, un grupo de jóvenes filósofos, entre los que
figuraba Marx, se proclamaron como feuerbachianos convencidos, aunque después iniciaron todo un grupo de
críticas respecto a la filosofía de aquel. Especial relevancia tienen sus "pensamientos sobre la muerte y la
inmortalidad", que aparecieron, anónimamente, en 1830 y que constituían un violento ataque contra toda
teología especulativa.
31
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 155

1
2
objeto fuera de sí no es un ser objetivo. Un ser que no es, a su vez, objeto para un tercer ser,
no tiene ningún ser como objeto suyo, es decir, no se comporta objetivamente, su ser no es
objetivo. Un ser no objetivo es un no ser, un absurdo" 32

1.2.-En cuanto ser natural humano, la naturaleza del hombre no es


mera naturaleza "natural", fija y dada, sino que tiene que hacerse en su ser y tiene que saberse
en su progresiva realización humana. En cuanto ser natural humano, el hombre tiene su acto
de nacimiento, la historia, un acto de nacimiento con conciencia: "La historia es la verdadera
historia natural del hombre", en la que se lleva a cabo "la conversión de la naturaleza en
hombre"33

2.-El trabajo constituye la esencia del hombre, y mejor que el término


trabajo es el término producción, entendido como actividad productiva-práctica. Es la
producción lo que a juicio de Marx distingue al hombre de los animales. "El hombre mismo se
diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de
vida"34. El concepto de producción o praxis se constituye así como el centro y vertebración no
sólo del ser del hombre, sino también del resto de los órdenes o ámbitos de la realidad. La
praxis influye necesaria y estructuralmente en todas las expresiones del hombre y de su vida:

2.1.-En la praxis y como praxis tiene lugar la apertura del hombre


al mundo y a la realidad.

2.2.-Mediante la praxis realiza y desarrolla el hombre su ser en la


historia, que se entenderá como un proceso real-práctico.

2.3.-La praxis configurará la totalidad de la vida social: "toda la vida


social es, por tanto, esencialmente práctica" 35

2.4.-En la praxis encontrará su origen y su último sentido el viejo


problema de la naturaleza del saber, del conocimiento y de la verdad; y, por tanto, también el
sentido y valor de la teoría: "El problema de si puede atribuirse al pensamiento humano una
verdad objetiva no es un problema teórico, sino un problema práctico" 36

2.5.-En la praxis y mediante la praxis se encuentra una solución (y


no sólo técnica, sino también teórica) a los problemas y también a las pseudo cuestiones: "es
en la práctica donde el hombre debe demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poder, la
terrenalidad de su pensamiento"; "Todos los misterios que inducen a la teoría, al misticismo,
encuentran su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica" 37.

3.-El hombre es un animal no solo sociable, sino que consiste y se constituye


en sociedad. En oposición, pues, a interpretaciones como las de Hobbes o Rousseau, Marx
reduce el ser individual del hombre a la sociedad. "El hombre, en el sentido más literal, es un
<<zoon politikon>>, no solamente un animal sociable, sino también un animal que no puede
aislarse dentro de la sociedad. 38

4.-La naturaleza de los hombres, consiste pues en la producción de su vida.


Esta producción lo constituye, por consiguiente, en una doble relación: en una relación a la
naturaleza, y en una relación a los otros hombres, relación con la sociedad.

32
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 195.
33
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 196 y 153
34
K.MARX La Ideología Alemana ed Grijalbo. Barcelona 1970, pag. 19
35
K. MARX Tesis sobre Feuerbach, VIII
36
K. MARX Tesis sobre Feuerbach, II
37
K. MARX Tesis sobre Feuerbach, II y VIII
38
K.MARX Contribución a la crítica de la economía política, ed. Comunicación, Madrid 1970, pag. 248.

1
3
5.-Marx afirma que "la esencia humana es, en su realidad, el conjunto de las
relaciones sociales 39, de ahí que sea necesario y fundamental, para la teoría marxista,
esclarecer éstas.

La caracterización del ser del hombre que se acaba de hacer se concreta en una
afirmación fundamental: junto a la radicalidad del hombre como hombre y como sujeto, se da
lo que podríamos llamar "relacionalidad, y el carácter de resultado del hombre, en cuanto que
este consiste en "el conjunto de las relaciones sociales". Estos dos puntos, y especialmente el
último, viene a plantearnos el sentido del humanismo marxista, pero también la cuestión de
cómo y desde donde "explicar" la teoría de la sociedad y de la historia, esto es, el problema de
una teoría científica de la historia, el problema del materialismo histórico.

IV.2.-EL HUMANISMO MARXISTA

Bajo el término humanismo pueden entenderse, y de hecho se han entendido


históricamente, las más variadas cosas. Dentro del marxismo se puede dar un triple significado
al término humanismo:

1.-En primer lugar, el marxismo puede considerarse un humanismo en


cuanto que promueve una crítica y lucha contra la alienación del hombre, que tiene como fin
acabar con su explotación, con su conversión en una cosa, y que busca la liberación del
hombre. El humanismo marxista aboga por la libertad, la racionalidad y el poder considerar al
hombre como persona. En este sentido el marxismo mantiene el ideal ilustrado del hombre.

2.-En segundo lugar el marxismo puede considerarse un humanismo en la


medida en que niega la existencia de un ser distinto y superior a la naturaleza y al hombre; en
la medida en que, por tanto, establece la autonomía del hombre, y éste, como ser natural y
humano, realiza y consuma las potencialidades del hombre, desarrolla y plenifica la naturaleza.
En este sentido habla Marx de "el naturalismo realizado o humanismo. Por ello, el humanismo
marxista vive, desde la negación de dios (desde el hecho del ateismo), y afirma la primacía y la
suficiencia y autonomía del hombre.

3.-En tercer lugar, y en la medida en que Marx afirma que el "hombre" es


principio de la sociedad, es el sujeto de la historia, y, en consecuencia, el principio explicativo
de su concepción del mundo y de la teoría de la historia, el marxismo puede ser considerado un
humanismo, un humanismo que podríamos denominar epistemológico, en la medida en que el
"hombre" es el principio científico explicativo de la teoría de la historia.

Pero en esta concepción del humanismo surgen dudas acerca de la viabilidad de tal
humanismo, porque, por una parte, el hombre es el conjunto de las relaciones sociales, y por
ello se constituye en la conjunción de tales relaciones, siendo el resultado de un todo complejo,
que si no lo determina, al menos lo configura y en parte lo explica, pero, por otra, y en cuanto
que es un resultado, el hombre dificilmente puede ser el principio teórico de explicación de la
sociedad y de la historia. En esta acepción epistemológica de humanismo, Louis Althusser 40 ha
negado en nuestros días que el marxismo sea un humanismo, y que se pueda hablar de
humanismo socialista, pues el concepto de humanismo, dice, es un concepto ideológico,
mientras que el concepto de socialismo es un concepto científico. "Entendámoslo, no se trata
de negar la realidad, que es señalada por el concepto de humanismo socialista, sino de definir
el valor teórico de este concepto. Al decir que el concepto de humanismo es un concepto

39
K. MARX Tesis sobre Feuerbach, VI
40
Ya hemos considerado al principio su modelo de marxismo

1
4
ideológico, y no científico, afirmamos a la vez que señala un conjunto de realidades diferentes,
pero que, a diferencia de un concepto científico, no nos da los medios de conocerlas (...).
Confundir estos dos órdenes sería impedir todo conocimiento, mantener una confusión" 41.

Por lo que se refiere a la explicación científica de la historia, la imposibilidad de


elaborar un conocimiento o teoría sobre la misma es algo que también se halla desarrollado en
el marxismo de Althusser: "desde el ángulo estricto de la teoría se debe entonces hablar
abiertamente de un antihumanismo teórico de Marx (...). Sólo se puede conocer algo acerca del
hombre a condición de reducir a cenizas el mito filosófico del hombre (...). El antihumanismo
teórico de Marx no suprime, por tanto, de ninguna manera, la existencia histórica del
humanismo"42

V.-MATERIALISMO Y DIALECTICA. LA CONCEPCION MATERIALISTA DE LA HISTORIA

V.1.-MATERIALISMO Y DIALECTICA

En su significado teórico filosófico y crítico, el marxismo ha llevado a cabo su teoría


acerca de la realidad mediante una crítica radical del idealismo y del materialismo mecanicista,
realizando una verdadera superación de uno y de otro, y que por ser una verdadera superación
dialéctica no se ha de entender como un eclecticismo o amalgama de ambos, sino como una
originaria reexposición teórica de la realidad. "El naturalismo realizado, o humanismo
(expresión con la que Marx designa la íntima relación originaria entre la naturaleza y la
actividad práctico productiva o trabajo, como expresión del ser del hombre), se distingue tanto
del idealismo como del materialismo y es, al mismo tiempo, la verdad unificadora de ambos" 43

V.1.1.-EL CONCEPTO MARXISTA DE DIALECTICA

La idea cardinal del concepto de la concepción del mundo que posee el marxismo es
el concepto de dialéctica, idea que como vimos, constituía el lado revolucionario de la filosofía
hegeliana, y desde el que se expresa la naturaleza de la realidad como un proceso, como una
totalidad dinámica de elementos interrelacionados. "La dialéctica de Hegel -escribe Marx en
una carta a Kugelmann- es la forma básica de toda la dialéctica, pero sólo después de la
eliminación de su forma mística". Señalemos sólo algunos de los aspectos, los más
importantes, de esta desmitificación que el marxismo hace de la filosofía hegeliana, de la
materialización de su carácter idealista, de la "puesta cabeza abajo" que Marx hace de la
dialéctica de Hegel, a través de la negación o precisión en otro sentido de algunas de sus
características:

1.-Por lo que se refiere a las categorías inmediatez-mediación, el marxismo


negará que toda la realidad u objeto que se presenta como inmediato, (esto se refiere al primer
momento de la dialéctica hegeliana, lo que de un modo "desvirtuado" llamábamos tesis),
suponga ya, previamente una mediación y sea, por tanto, el resultado de una acción productiva
mediadora. esto está dicho especialmente en relación con la naturaleza: la naturaleza no es el
resultado o el producto de algo previo y distinto a ella (el Espíritu) (tesis que llevaría al
idealismo), sino que la naturaleza es originaria, y por tanto, algo (ontológica y ahistóricamente)
inmediato.

2.-La categoría de totalidad no expresa, en verdad, la totalidad de la Razón o


del Espíritu, ni el todo que es lo real es un todo racional o espiritual (Hegel), sino que es la

41
L. ALTHUSSER La revolución teórica de Marx ed. s.XXI, México 1968, pag. 184
42
L. ALTHUSSER La revolución teórica de Marx ed. s.XXI, México 1968, pag. 190-191
43
MARX K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 194

1
5
totalidad natural-social, la totalidad material que es la producción de la vida: la totalidad de la
sociedad de clases.

3.-Esta totalidad encierra una negatividad (segundo momento de la


dialéctica hegeliana, lo que mal llamábamos "antítesis"): carácter negativo o contradictorio de
lo real. Pero la contradicción es justamente una contradicción real (según el nuevo concepto
marxista de realidad que ya hemos visto 44), y no meramente lógica o de los conceptos. Y la
negación de la situación contradictoria o negativa (la negación de la negación) no es una mera
negación lógica o sólo pensada y realizada en el orden del pensamiento, sino que consiste en la
transformación de la estructura y el orden real dado contradictorio y la instauración de otro
nuevo.

4.-Por lo que se refiere a la superación, (Tercer momento de la dialéctica


hegeliana, lo que "erróneamente" llamábamos "síntesis", Aufhebung en la terminología
hegeliana), de la contradicción o negatividad, ésta no consiste ni en la aniquilación ("hacer
nada", negar y disolver algo en su carácter de real) del objeto natural material que recibe la
"actividad transformadora" mediante la cual se realiza la "superación", ni que la superación lo
sea sólo pensada, en el orden de los conceptos.

La realidad es pues, según el marxismo, dialéctica, y la dialéctica es una dialéctica


material. Pero ¿Qué significa que la dialéctica sea material? . Su sentido dependerá de lo que se
entienda por materialismo.

V.1.2.-EL CONCEPTO MARXISTA DE MATERIALISMO

El problema que aquí se nos plantea es el de sí la teoría marxista tiene una


concepción de la realidad en cuanto natural, considerada al margen y con independencia del
hombre, de la producción de vida y de la historia, o de si, por el contrario, el punto de
consideración en su teoría de la realidad es otro. En esta cuestión, el pensamiento y la teoría
de Marx son distintos de lo que ha sido la "escolástica marxista" posterior. Vamos a realizar
algunas precisiones al respecto:

1.-La teoría de Marx toma en consideración conjuntamente a la "naturaleza"


y al "hombre", en cuanto dialécticamente relacionados. Para él la naturaleza, tomada en forma
abstracta, fijada y separada del hombre, no es nada. En palabras de Korch "Marx concibe la
naturaleza desde el principio en categorías sociales. La naturaleza física no interviene
directamente en la historia universal, sino mediatamente, como proceso de producción
material que desde su origen mismo procede no sólo entre el hombre y la naturaleza, sino al
mismo tiempo también entre hombre y hombre; (...) en lugar de la pura naturaleza,
presupuesta a toda actividad humana, en la ciencia rigurosamente social de Marx aparece
siempre como materia social la naturaleza, como producción material, mediada y transformada
por la actividad humana social" 45. De este modo, el materialismo de Marx consiste en
considerar la realidad como el proceso dialéctico real de producción, un proceso material y no
espiritual, es decir, como acción productiva o trabajo del hombre con respecto a la naturaleza .
Consiguientemente, de este proceso dialéctico entre naturaleza y hombre sólo cabe una teoría
y una ciencia: "Nosotros, escribe en La Ideología Alemana conocemos sólo una ciencia, la
ciencia de la historia. La historia puede ser considerada desde dos vertientes, se la puede
dividir en historia de la naturaleza e historia de la humanidad. Pero estas dos vertientes no
deben escindirse; mientras existan los hombres, la historia de la naturaleza y la de éstos se
condicionarán recíprocamente".

De este modo, la dialéctica material marxista es una dialéctica histórica, y el


materialismo de Marx puede considerarse como un materialismo histórico. La expresión

44
Este concepto de realidad es lo que se refiere a la materialidad
45
o.c., pag. 167

1
6
"materialismo histórico se utiliza para designar la concepción materialista de la historia. Pero
también, en un sentido más lato, podría utilizarse para designar la teoría marxista sobre la
realidad, teoría que albergaría aspectos y cuestiones que, sin estar separadas de la producción
histórica, sin embargo, pueden ser consideradas teóricamente al margen de la teoría de la
historia. Y en este sentido, el concepto filosófico de materialismo, según Marx, podría
denominarse "materialismo dialéctico", pero con la importante precisión de que lo significado
con esta expresión no puede confundirse ni identificarse con lo mentado en la expresión
materialismo dialéctico ("Diamat"), utilizada para significar una concepción dialéctica de la
naturaleza, a secas, con independencia del hombre y de la historia.

2.-El materialismo dialéctico usado como concepción exclusiva de la


naturaleza, vendría a consistir en un sistema filosófico que afirmaría la materia como
constituyendo la esencia de todo lo real, una materia regida por una dialéctica anterior al
hombre y a la historia, una dialéctica de la naturaleza con sus leyes propias. Constituiría una
peculiar y precisa ontología, que, como señala Alfredt Schmidt "se puede examinar sin referirse
para nada a la obra de Marx. Así entendido, el materialismo dialéctico fue proyectado e iniciado
por Engels, en quien se yuxtaponen simplemente en parte y en parte se entrelazan, dos
conceptos de naturaleza: uno mediado en sentido social y concreto, el otro que tiene un
carácter materialista y metafísico. 46. Mencionemos simplemente las leyes dialécticas de la
"materia":

a.-Ley de la acción recíproca y de la conexión universal

b.-Ley del cambio universal y del desarrollo incesante

c.-Ley del cambio cualitativo

d.-Ley de la lucha de los contrarios.

V.2.-LA CONCEPCION MATERIALISTA DE LA HISTORIA

Para el marxismo la historia no es ni una colección de hechos muertos, ni, según ya


señalamos, una acción imaginaria de sujetos imaginarios. La historia se reduce, en último
término para el marxismo, a la sucesión de los diferentes modos de producción, al proceso real
de producción. De acuerdo con la Contribución a la crítica de la economía política, podemos
señalar tres tesis fundamentales que resumen el pensamiento de Marx a este respecto:

1.-El factor o estructura determinante de la historia lo constituye la relación


entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción . La historia consiste, en último
término, en el proceso real de la producción material de la vida. El motor de la historia es,
pues, la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, o lo que
vendría a ser lo mismo, la lucha de clases. "La historia de toda la sociedad existente hasta hoy,
escribe Marx en el Manifiesto Comunista, es la historia de la lucha de clases"

2.-En la historia, y en la determinación y configuración de su desarrollo y


proceso, se da una peculiar relación entre la "infraestructura" (el fundamento económico) y la
superestructura. Frente a la tesis que vendría a sostener que el fundamento económico
determina sin más el proceso histórico, así como también la superestructura, que no sería
entonces más que un reflejo automático de la infraestructura (tesis que se denomina
economicísta), en verdad para el marxismo se da una relación dialéctica entre la
infraestructura y la superestructura, si bien el fundamento económico constituye, en última
instancia, el principio de explicación. Así pues, decir sin más que "el factor económico es el
único determinante" es "una frase vacua, abstracta y vacía".

46
A. SCHMIDT El concepto de naturaleza en Marx, ed. siglo XXI, México 1976, pag.211

1
7
3.-El vector o final al que se dirige la historia es la desaparición de la
sociedad de clases y la instauración del comunismo. La sociedad sin clases y comunista, "telos"
al que al parecer tiende y macha la historia (marcha que será acelerada mediante la acción del
proletariado), vendrá a acabar con las alienaciones y permitirá la acción total del hombre. En
base a esta tesis (y aceptada en esta formulación) no sin fundamento algunos autores han visto
en el marxismo una "metafísica de la historia", y, en cualquier caso, una instancia utópica.

La utopía no tiene aquí un significado "negativo", sino que más bien juega un papel
importante en la concepción marxista del mundo, hasta el punto de que algún filósofo marxista
(Ernst Bloch) ha llegado a hacer de la utopía y de la esperanza una disposición estructural-
constitutiva del hombre 47. "El contenido esencial de la esperanza -escribe Bloch- no es la
esperanza, sino, en tanto que aquel no permite fracasar a ésta, es existencia sin distancia,
presente. Utopía labora sólo por razón del presente a alcanzar, por eso, el presente se
encuentra al final, como la falta de distancia finalmente querida, salpicando todas las
distancias utópicas. Precisamente porque la conciencia utópica no se deja alimentar con lo
malo existente, precisamente porque es necesario el telescopio de mayores distancias para ver
la estrella real Tierra, y porque el telescopio se llama utopía concreta: por eso precisamente la
utopía no pretende una distancia eterna del objeto, sino que desea, más bien, coincidir con él
como un objeto que ya no es ajeno al sujeto" 48

Marx insiste, para dar una explicación de lo que es el materialismo histórico, en el


carácter empírico del supuesto de donde parte. Este supuesto es el reconocimiento de que la
historia humana la hacen y está hecha por "individuos humanos vivientes" que se encuentran
siempre en determinadas "condiciones materiales de vida" que o bien han encontrado ya como
existentes, o bien han sido producidas por su misma acción. Sobre la base de este supuesto,
Marx anticipa la tesis fundamental de su doctrina de la historia: el único sujeto de la historia es
la sociedad en su estructura económica. Marx formula esta tesis en oposición polémica con la
doctrina de Hegel según la cual el sujeto de la historia es, por el contrario, la Idea o el espíritu
absoluto. El mismo declara que, en la revisión crítica de la filosofía del derecho de Hegel, llegó
a la conclusión de que "tanto las relaciones jurídicas como las formas del estado no pueden ser
comprendidas ni por sí mismas, ni por la llamada evolución general del espíritu humano, pero
tienen sus raíces en las relaciones materiales de la existencia, cuyo complejo abarca Hegel,
siguiendo el ejemplo de los ingleses y franceses del siglo XVIII, bajo el término de "sociedad
civil", y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política. Más
concretamente, basándose en su antropología, la tesis se presenta de la siguiente manera: "En
la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas,
necesarias, independientes de su voluntad, en relaciones de producción que corresponden a un
grado determinado de desarrollo de sus fuerzas positivas materiales. El conjunto de estas
relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, o sea, la base real sobre la cual
se alza una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de
conciencia social. En general, el modo de producción de la vida material condiciona el proceso
social, político y espiritual de la vida. No es la conciencia de los hombres la que determina su
ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia.

Desde este punto de vista, el único elemento determinante de la historia es la


estructura económica de la sociedad; en cambio, la superestructura, con todo lo que forma
parte de ella, es una especie de sobra o reflejo de la estructura que solo participa
indirectamente de su historicidad. Marx entiende por superestructura, además de las formas
del derecho y del estado, la moral, la religión, la metafísica, el arte, y cualquier otra forma
ideológica, así como también sus formas de conciencia correspondientes. "Todas estas cosas,
dice, no tienen historia, no tienen desarrollo, pero todos los hombres que desarrollan su
producción material y sus relaciones materiales transforman juntamente con esta realidad
suya, su pensamiento con los productos del mismo. No es la conciencia la que determina la
vida, sino la vida la que determina la conciencia" 49.

Marx insiste contínuamente en el hecho de que "los mismos hombres que establecen
las relaciones sociales de acuerdo con su productividad material, producen también los
principios, las ideas, conforme a sus relaciones sociales. Por eso estas ideas, estas categorías,
son tan poco eternas como las relaciones que éstas mismas expresan. Son productos históricos

47
Con la que tiene mucho que ver la dimensión estética
48
BLOCH, El principio esperanza, ed. Aguilar, Madrid, 1977, vol. I, pag. 311-312.
49
MARX La ideología alemana

1
8
y transitorios. Existe un contínuo movimiento de acrecentamiento en las fuerzas productivas,
de destrucción en las relaciones sociales, de formación de las ideas; pero de inmutable no hay
más que la abstracción del movimiento" 50. Utilizar categorías, ideas o símiles, "fantasmas" de
la mente para explicar la historia, equivale a invertir su proceso efectivo, hacer de la sombra la
explicación de las cosas, en lugar de que las cosas sean la explicación de su sombra. Una
verdadera teoría de la historia no explica la praxis partiendo de las ideas, sino que, por el
contrario, explica la formación de la ideas partiendo de la praxis material y por eso llega al
resultado de que todas las formas y productos de la conciencia pueden ser eliminados no
mediante la crítica intelectual, resolviéndolos en la autoconciencia o transformándolos en
espíritus, fantasmas o espectros, etc..., sino sólo por medio de la demolición práctica de las
relaciones sociales existentes, de las que derivan estas ficciones idealistas; en consecuencia,
"la fuerza motriz de la historia no es la crítica sino la revolución, y esto no sólo de la historia en
general sino también de la historia de la religión, de la filosofía y de cualquier otra teoría 51.

Desde este punto de vista, las ideas que dominan en una época histórica son las ideas
de la clase dominante: "La clase, que es la potencia material dominante de la sociedad, es al
mismo tiempo su potencia espiritual dominante" 52. En efecto, tales ideas no son sino "la
expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las relaciones tomadas como ideas".
La dependencia de las ideas dominantes de la clase dominante queda escondida por el hecho
de que esas mismas ideas se elaboran en el interior de la clase por los "ideólogos activos",
cuya tarea es promover la ilusión de la clase sobre sí misma y, en segundo lugar, por el hecho
de que toda clase que asume el poder debe representar su interés como el interés común de
todos los miembros de la sociedad.

El centro de la historia está constituido por la relación entre las fuerzas productivas y
las relaciones de producción (que son las relaciones de propiedad). Cuando las fuerzas
productivas alcanzan cierto grado de desarrollo, entran en contradicción con las relaciones de
producción existentes que dejan de ser para pasar a ser condiciones de desarrollo y
transformarse en cadenas. Entonces se produce una época de revolución social. Pero una
formación social no muere hasta que no se han desarrollado todas las fuerzas productivas a
que puede dar curso; las nuevas relaciones de producción sólo aparecen cuando, en el seno de
la vieja sociedad ya están maduras las condiciones materiales de su existencia. A este
respecto, Marx admite el progreso incesante de la historia: "Los modos de producción asiático,
antiguo, feudal y burgués moderno, pueden ser designados como épocas que marcan el
proceso de formación económica de la sociedad". Asímismo admite que este progreso va
dirigido al logro de una forma final y conclusiva: "Las relaciones de producción burguesa son la
última forma antagonista del proceso de producción social(...). Pero las fuerzas productoras que
se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean, al mismo tiempo, las condiciones para
la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, pues, la prehistoria de la
sociedad humana"53. Pero realmente, desde este punto de vista, después de la prehistoria ya no
habrá historia, esto es, devenir o progreso, pues faltará la única razón del mismo, la
contradicción entre fuerzas productivas y relaciones de producción.

VI.-LA ESTETICA MARXISTA

VI.1.-INTRODUCCION

La estética, nacida en la época ilustrada, es una disciplina marcada por su propia


disolución desde la época de su nacimiento. En Marx, ésta disolución está marcada por su
viraje, entre 1843 y 1844, hacia una concepción materialista de la historia de la humanidad a
partir de la conocida tesis de que el proletariado es la clase social que implica "la disolución, de
hecho, de este orden del mundo".

Nos encontramos, a la hora de tematizar acerca de la estética marxista, con varios


problemas, en primer lugar los que devienen del hecho de que está por hacer una historia de
las ideas estéticas marxistas. En segundo lugar, Marx, tampoco dedicó una obra completa a la

50
MARX Miseria de la filosofía
51
MARX La ideología alemana
52
MARX La ideología alemana
53
MARX Prólogo a la Crítica de la Economía Política

1
9
estética, sino que sus afirmaciones sobre la misma se encuentran dispersas en diferentes
obras, las más importantes son los Manuscritos, publicados en 1932, y La Ideología Alemana.54

Nuestro problema es que Marx se dedica fundamentalmente a la literatura, y


trasvasar sus ideas a la plástica es problemático.

El pensamiento de Marx responde a una doble tradición antecedente:

1.-Teoría de la sensibilidad de Schiller

2.-La Filosofía del arte de Hegel. Esta versión es la que ha monopolizado la


estética marxista desde los años treinta hasta fechas muy recientes, es la versión de la que
procede la estética de Lukács

VI.2.-CONCEPCIONES DEL ARTE DERIVADAS DE LA ESTETICA MARXISTA

Planteados los problemas expuestos, debemos comenzar por establecer la


consideración de nuestro propio punto de partida: lo que podemos conocer de la estética
marxista está jalonado por toda una tradición de pensamiento que ha trabajado desde los
presupuestos de Marx sobre el arte.

En este sentido, en el seno de la estética marxista cabe destacar cuatro concepciones


fundamentales del arte:

1.-El arte como reflejo o representación de la realidad : su más elevado y


sólido exponente ha sido precisamente G. Lukacs. Tal concepción entiende el arte como una
forma específica de conocimiento

2.-La concepción del arte como diversión o placer, pero que no se limitaría a
la pura fruición desinteresada de la contemplación estética sino que se integraría, a su vez
estrechamente, con el concepto de producción artística creativa, crítica e incluso revulsiva.
Bertold Brecht sería un ejemplo destacado de tal postura.

3.-La concepción del arte como sistema de signos o como un lenguaje


específico. Dentro de este apartado Galvano della Volpe y Stefan Morawski atienden
cuidadosamente a los enfoques semánticos del arte, reparando en cierta medida, el descuido
con que habían sido tratadas anteriormente las técnicas expresivas y los aspectos formales
dentro de otras investigaciones estéticas marxistas.

4.-La concepción del arte como actividad práctico productiva y creadora


subraya especialmente las relaciones del arte con la teoría del trabajo -como rasgo esencial del
hombre- y con la producción material -como factor determinante en el proceso histórico- social.
El planteamiento del trabajo -no enajenado- como actividad creadora y su conjugación con el
placer y la realización de la belleza, enlaza así directamente, en los seguidores de esta
concepción (E. Fischer, R. Garaudy, Sánchez Vazquez, Stolovich...), con la conformación
artística, sus funciones y capacidad transformadora.

54
Hay que tener en cuenta que la primera antología de textos sobre literatura y arte aparece en 1933

2
0
5.-Plejanov nos ofrece un enfoque mecanicista del arte como
superestructura determinada por el factor económico.

Tal diversidad de concepciones es una constatación definitiva de la ausencia de un


monolitismo dogmático en las orientaciones de la estética marxista. En cualquier caso, hay que
destacar que la propia validez de las afirmaciones que sobre arte existen en las obras de Marx,
se extrae precisamente de esta diversificación de lecturas, interpretaciones y
reactualizaciones. Aquí vamos a detenernos, en primer lugar, en el propio análisis de Marx,
para posteriormente atender a las orientaciones peculiares del marxismo lukasiano, de enorme
influencia en vertientes de la estética actual.

VI.3.-ARTE E HISTORIA DEL ARTE

No es nuestra intención presentar aquí un panorama sistemático de la estética


marxista, pero si nos restringimos a las afirmaciones marxistas sobre arte, nos engañaríamos al
ver sólo la relación del arte con la sociedad, con el desarrollo histórico y con las condiciones
materiales que le sirven de base. El marxismo rehuye el considerar los fenómenos aislados, y
en este sentido, lo podemos considerar como una holística.

Otro postulado básico del marxismo es la primacía de la materia sobre el


pensamiento. De hecho, esto es lo que separa a Marx y Engels de Hegel, pues los tres se
insertan en el método de la dialéctica. Marx y Engels, a diferencia de aquel, aplican el principio
dialéctico, en especial, a la esfera del desarrollo social. Piensan que la lucha de clases entre la
burguesía y el proletariado llevará inevitablemente a la ruina del capitalismo promoviendo el
progreso social. Además del materialismo dialéctico, que intenta establecer las leyes objetivas
y necesarias que gobiernen el conjunto de la realidad, los filósofos marxistas tienen también en
cuenta el materialismo histórico, es decir, la extensión de las tesis del materialismo dialéctico
al estudio de la vida y desarrollo sociales.

Las leyes del materialismo histórico están afectadas por el factor humano, por ello el
marxismo no es puramente determinista. Hay, pues, un margen para la voluntad humana y
para las convicciones individuales que explica la diferencia entre materialismo dialéctico e
histórico. Queda claro que el arte, que los críticos marxistas ven en primer lugar como
ideología, tiene que ser estudiado dentro de los términos del materialismo histórico.

A menudo es difícil descubrir el efecto de la concepción materialista de la historia de


Marx, en sus afirmaciones sobre arte y literatura, en especial, sus primeras opiniones son
mucho más las de un joven culto alemán de los años cuarenta, versado en literatura clásica,
que las de un revolucionario iconoclasta.

En concreto, sus opiniones artísticas y literarias se basan en los siguientes puntos:

1.-El criterio del determinismo económico, en lo que se refiere a la cuestión


de si la obra de arte refleja desarrollos avanzados o regresivos en la base económica.

2.-El criterio de la verosimilitud, que está en concordancia con el código


literario de la época.

3.-El criterio de las preferencias personales, tales como las obras de Esquilo,
Rafael, Shakespeare o el arte griego.

2
1
VI.3.1.-EL CRITERIO DEL DETERMINISMO ECONOMICO

En lugar de concebir el arte como una "manifestación intemporal de espíritu" en la


teoría marxista se abre paso la idea, evidentemente, de su carácter material: Marx y Engels,
con su concepción materialista de la historia, proporcionarán el fundamento metodológico de
mayor alcance a la idea de determinación social y material del arte. En La Ideología alemana
escribieron "Rafael, ni más ni menos que cualquier otro artista, se hallaba condicionado por los
progresos técnicos del arte logrados antes de venir él, por la organización de la sociedad y la
división del trabajo dentro de su localidad, y, finalmente, por la división del trabajo en todos los
países con los que su localidad mantenía relaciones de intercambio". Factores materiales como
el progreso técnico y la división del trabajo aparecen, pues, como elementos condicionantes del
arte, que a su vez, se encdenan con otros condicionantes específicamente sociales: "El que un
individuo como Rafael desarrolle su talento depende enteramente de la demanda, la que, a su
vez, depende de la división del trabajo y de las condiciones de cultura de los hombres que de
ello se derivan". Ahora bién, no se debe confundir ese condicionamiento social y material de
arte, señalado por Marx y Engels, con la idea no afirmada por ellos de su determinación
absoluta. Es decir, con la idea de que los productos artísticos dependieran, en su totalidad, de
las condiciones materiales y sociales. Marx acuñó, por el contrario, la tesis de "la relación
desigual entre el desarrollo de la producción material y la producción artística". "En cuanto al
arte (afirmará), ya se sabe que ciertos periodos de florecimiento no están, ni mucho menos, en
relación con el desarrollo general de la sociedad, ni, por consiguiente, con la base material, con
el esqueleto, en cierto modo de su organización. Por ejemplo los griegos, comparados con los
modernos, o también Shakespeare". Es decir en la perspectiva del materialismo histórico, la
dimensión estética y el arte, como cualquier otra manifestación espiritual, pasan a ser
considerados como manifestaciones de la vida social del hombre, como aspectos cualificados
de su actividad práctica. Pero en ningún caso se equipara su dinámica con la correspondiente
al desenvolvimiento de la producción material en su conjunto.

La forma en la que Marx plantea la tesis de la determinación social del arte supone,
simultáneamente, una llamada de atención sobre el trabajo específicamente estético de
reelaboración de los materiales mitológicos o ideológicos presentes en la vida social. En este
sentido, la génesis del arte griego no podría explicarse sobre el trasfondo ideológico y material
de la sociedad moderna, es incompatible con las "máquinas automáticas, los ferrocarriles, las
locomotoras". Las instituciones sociales, y de cultura son, como es obvio, radicalmente
diferentes, y de ellas derivan formas también diferentes de configuración de la dimensión
estética. Marx llega a puntualizar que no se trata tan sólo de que el arte griego presuponga en
su base creencias mitológicas, sino específicamente la mitología griega: "La mitología egipcia
no hubiese podido jamás servir de base o seno materno para crear el arte griego", por eso, y en
último término para Marx la idea della determinación social del arte se conjuga con la
afirmación del "moldeamiento" de los materiales ideológicos vigentes en una determinada
tradición de cultura: "el arte griego supone la mitología griega, es decir, la naturaleza y la
sociedad moldeadas ya de una manera inconscientemente artística por la fantasía popular". En
ningún caso se plantea, por tanto, una superposición o contacto "inmediato" entre la vida
material y el arte. Al contrario, la determinación social de la dimensión estética se entiende
como una tarea de reelaboración progresiva, a partir de los materiales ideológicos
culturalmente moldeados, y eso sí, puestos en juego en una situación social específica

La dimensión estética además atañe a toda una teoría de la sensibilidad en la que se


pone en juego no sólo la producción, sino también la reflexión estéticas

Para Marx lo estético no se encuentra en el objeto ni en l sujeto, sino en una tensiòn


que se suscita entre ambos, es decir, tanto en los objetos, que son aceptados como valiosos
estéticamente, cuanto en las facultades aptas para percibirlos desde una óptica semejante. Por
esta vía elabora una teoría rudimentaria sobre lo peculiar y específico de cada una de las
manifestaciones artísticas. La música será el arte elegido para probar la doble faceta de la
dimensión estética.Marx ejemplificará en este arte, la sensibilidad estética: "La música es lo
que despierta en el hombre la sesibilidad musical; para un oído inmusical la mejor música
carece de sentido, no es objeto, ya que mi objeto solo puede conformar algunas de mis
facultades, sólo puede existir para mi en cuanto mi facultad exista para sí como capacidad
subjetiva, un oído musical, un ojo sensible para la belleza de la forma, en una palabra, sentidos
capaces de placeres humanos, sentidos que se confirmen como facultades humanas en parte
por su cultivo, en parte por su misma producción.

Marx apenas profundiza en el análisis de lo estético, pero los destellos de la disciplina


estética no se proyectan solamente en la pantalla de la apropiación, sino también en la más

2
2
amplia de la emancipación humana. Aunque no se desvía, sí desborda las fronteras de la
misma en el pensamiento ilustrado. Desde luego, la fundación de una posible estética
presupone también la naturaleza humana como referente de lo estético. No obstante, esta
premisa queda muy matizada en los Manuscritos. En primer lugar, no está de acuerdo con la
proclama ilustrada, aceptada aún por Feuerbach, de que existe una naturaleza humana
abstracta, ya que se da cuenta de que esta no es más que una imagen inconsciente
absolutizada del momento histórico en que aparece. Nada, en efecto, menos natural que la
naturaleza moderna, ni menos abstracto que sus contenidos y usos. Resalta, en cambio, su
desarrollo en la historia de la humanidad, es decir, aboga por la naturaleza real del hombre,
con la que no soslaya los compromisos con la historia, sus vicisitudes y avatares. En
consonancia con este cambio de orientación, puntualiza que "la esencia humana no es algo
abstracto inherente a cada individuo. Es, en realidad, el conjunto de relaciones sociales. Así
pues, se opone tanto a una consideración de la humanidad en sí, fuera de la historia, como a
una humanidad entendida como un rasgo universal que vincula de un modo natural a muchos
individuos, y está a favor de una humanidad socializada, en proceso.

La naturaleza humana en general está, por tanto, modificada historicamente. Gracias


a ello se concilia el enfrentamiento, al que había sido tan sensible el siglo XIX entre la
naturaleza y la historia. La naturaleza humana ya no es interpretada, como en el siglo
precedente, en términos abstractos, sino de acuerdo con la evolución de las relaciones entre
los hombres, sobre todo teniendo en cuenta las relaciones de propiedad. La universalidad
estética de la estética inglesa y kantiana reenvía ahora a la socialidad, o, para ser más exactos,
a ese carácter social que también es atribuido a las capacidades o "fuerzas esenciales el
hombre y a sus manifestaciones históricas en la creación artística o en la contemplación. La
sensibilidad estética no sólo depende de la formación de los sentidos como una obra de la
historia pasada de la humanidad -no en vano la historia de las artes sería asociada a menudo
con la evolución de los sentidos- sino que en su origen y desarrollo el sujeto de la misma es el
hombre social, y los objetos solo tienen significación para el hombre en sociedad. Sin duda,
Marx, obsesionado por desenredar el nudo gordiano de la "naturalidad ilustrada", ha dejado
muchos flancos al descubierto. Como hoy día sabemos, el tramo entre los social y lo subjetivo
es accidentado, y mucho más en el caso del arte. En la actualidad precisa de nuevas áreas de
análisis no contempladas entonces. Y, desde luego, la socialización, no se gesta solamente en
el proceso de trabajo, en la combinación de las fuerzas productivas, en la industria, sino
también en el intercambio simbólico, en el lenguaje, el arte, etc..., es decir, se conforma
también como expresión de sujetos que presentan lados oscuros, nocturnos, de nuestra
naturaleza.

La sensibilidad subjetiva, expresión acuñada por referencia a la musical, se confirma


como facultad humana a través de su cultivo -estética de la contemplación- o por su
producción -estética de la creación artística-. La consideración del hombre en proceso, como
esencia y vida activa, es un tema central en los Manuscritos. Precisamente el trabajo, la
actividad humana como vida productiva, como actividad libre, es un rasgo de la especie
humana. A diferencia de los animales, el hombre no sólo es capaz de liberarse de la necesidad
física, sino que hasta que no se libera de la misma no comienza a producir verdaderamente, no
es libre frente a su producto, y, justamente, esta posibilidad, permite que el hombre modele
también según las leyes de la belleza. Estas matizaciones o las de la Tesis sobre Feuerbach
refuerzan una concepción activa del sujeto que, por un lado, cuestiona la sensibilidad como
algo orientado en exclusiva al conocimiento de la realidad, y, por otro, resalta la actividad
propia de la conducta estética.

De alguna manera Marx atisba una teoría del sujeto que no llegó a elaborar. La
sensibilidad estética queda reivindicada, pero penas esbozada. Su descuido ha dejado una
impronta en la estética marxista hasta nuestros días, legitimando actitudes que pasan por alto
al sujeto, al propio artista o espectador como productores de significación artística. En la
sensibilidad estética despunta una temática que no recibe un tratamiento adecuado hasta las
aportaciones de Freud y los debates más recientes para una teoría materialista del sujeto para
la estética.

Aunque durante muchos años el primer criterio, el del determinismo económico, ha


sido considerado el más importante de los tres que hemos destacado. Los más recientes
autores marxistas (con excepción de los defensores del "proletkult" y los críticos chinos durante
la revolución cultural) han empleado con más profusión los dos últimos.

En su Prólogo a la Crítica de la Economía Política, Marx expresó claramente su


pensamiento sobre la relación entre la base económica y la superestructura (incluido el arte):

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3
"El modo de producción de la vida material determina conjuntamente el proceso de la vida
social, política e intelectual. No es la conciencia de los hombres lo que determina su
conciencia. En cierto estado de su desarrollo las fuerzas materiales de producción de la
sociedad entran en conflicto con las relaciones de producción existentes o, empleando la
expresión legal, las relaciones de propiedad dentro de las que ellas operan. A partir de las
condiciones para el desarrollo de las fuerzas de producción, estas relaciones de propiedad
llegan a ser sus cadenas. entonces comienza un periodo de revolución. Con el cambio de la
base económica se transforma más tarde o más temprano toda la superestructura".

Esta "resumida" afirmación del determinismo económico de Marx es la que, a pesar de


su imprecisión, ha quedó siempre en el trasfondo de las posteriores explicaciones marxistas de
la relación entre la superestructura ideológica y la base económica, o del arte y la estructura
económica de la sociedad.

El problema fundamental es que el texto citado es absolutamente impreciso, porque,


como resultado de los cambios de la base económica, las alteraciones en la superestructura
tendrán lugar "más tarde o más temprano". Aparentemente, ciertos cambios esperados en la
superestructura pueden quedarse rezagados. Esto produce una complicación epistemológica
que, en algunos casos, hace imposible refutar la tesis marxista del determinismo económico.
Si, por ejemplo, los cambios esperados en la superestructura no se producen, (por ejemplo, el
nacimiento de un arte socialista espléndido en una sociedad socialista), la teorìa marxista tiene
que señalar que dichos cambios se han retrasado por una razón u otra. por tanto, en principio,
la tesis marxista del determinismo económico no puede ser falseada.

En el mismo año, Marx y Engels aplicaron su concepción del determinismo económico


en su crítica al Franz Von Sickingen (1859), obra de Ferdinand Lassalle que trata de un
caballero rebelde en la época de los campesinos de Alemania de principios del siglo XVI. En una
carta del seis de marzo de 1859 Lassalle pidió a Marx y Engels que comentaran el texto de su
tragedia. Ambos consideraron a Lassalle, futuro fundador del partido de los trabajadores, como
un posible liado político. Su crítica se presentó amablemente, pero en el fondo resulta bastante
severa. La crítica se realizó a través de cartas que escribieron separadamente. Marx considera
al personaje principal de la obra un poco superficial y ofrece muchas veces el consejo de que
tendría que haber seguido ejemplarmente más a Shakespeare que a Schiller, Engels también
hace referencia positiva a la viveza de Shakespeare y espera que en un futuro Lassalle tenga
éxito al expresar su mensaje a través de la acción de los personajes en lugar de las discusiones
abstractas.

Sin embargo, hay otros dos pasajes que se refieren al determinismo económico. En
uno Marx pregunta si la elección del Franz von Sickingen histórico como héroe trágico es
correcta. Marx rechaza a Sickingen como reaccionario, pues "siendo un caballero y un
representante de una clase apunto de desaparecer, se rebeló contra el orden existente". Engels
añadió que Lassalle había olvidado al plebeyo anónimo y a los elementos del campesinado en
el movimiento de rebelión. la larga respuesta de Lassalle el 27 de mayo de 1859, que aparece
en numerosas antologías de la crítica literaria marxista, es reveladora. Se da cuenta de que
Marx y Engel hubieran querido que él escribiese sobre acontecimientos más progresistas de la
historia alemana, y no sobre un caballero reaccionario que, en consecuencia con las leyes del
desarrollo histórico, estaba destinado a fracasar. pero Lassalle replica que el Sickingen histórico
era menos reaccionario de lo que Marx creía, y que no existía base histórica para afirmar que
durante la guerra, la clase "baja" de los campesinos fuese políticamente más avanzada que
Sickingen: "En último término, una guerra de campesinos era no menos reaccionaria que los
planes de Sickingen. Lassalle acusa a Marx y Engels de defender una visión determinista de la
historia alemana, pues este concepto de historia, que destruye la posibilidad de acciones y
decisiones individuales no ofrece una base para la acción revolucionaria práctica o para la
acción dramática representada".

VI.3.2.-EL CRITERIO DE LA VEROSIMILITUD

Desde el punto de vista literario, el asunto que estabamos tratando es de mayor


interés cuando, aparte del pensamiento político del Sickingen histórico, Lassalle asegura que
su Sickingen no puede ser medido con la vara del historiador, sino que es producto de un
tratamiento poético, y se hace la siguiente interrogación retórica: "¿No tiene el poeta derecho a
idealizar a su héroe y atribuirle un más alto nivel de conciencia?, ¿Es el Wallestein de Schiller
una figura histórica?, ¿Es real acaso el Aquiles de Homero?. Lassalle en esta cuestión se apoya

2
4
en Engels, que en su carta le había indicado que no intentaba negarle el derecho a concebir a
Sickingen como si hubiera intentado la emancipación de los campesinos. por eso, Lassalle pone
su énfasis en la defensa del derecho del poeta a idealizar su material. de alguna manera, pues,
subraya el componente de ficción de la literatura.

Marx no comentó después la respuesta de Lassalle, y sólo ocasionalmente "protestó"


por la amplitud de ésta. Con todo, la idea aristotélica de que la literatura puede desviarse de la
pintura de la verdad histórica e idealizar la realidad, quedó como uno de los conceptos
componentes de la teoría marxista de la literatura.

En este sentido, también podemos anotar que en su comentario sobre Les Mysteres
de Paris (1842-1843), de Eugene Sue, Marx aplica también el criterio de verdad, que se
concreta en la fidelidad a la realidad social.

VI.3.3.-EL CRITERIO DE LAS PREFERENCIAS PERSONALES

Además de los criterios del determinismo económico y de la verosimilitud, Marx echó


mano de sus propias preferencias literarias y artísticas, que coinciden plenamente con los
cánones de su época. Son interesantes a este respecto sus observaciones sobre el arte griego
antiguo. En 1857, dos años antes de que apareciera su Crítica de la Economía Política, Marx
redactó una Introducción a ésta obra, que fue publicada póstumamente por Karl Kautsky en
1903, y que no recibió mucha atención entre los escritores marxistas. De hecho, alarga la
afirmación que se había hecho en el Prólogo (1859), es decir, que a los cambios en la
superestructura les seguirán "más tarde o más temprano" cambios en la base económica. En el
manuscrito de la Introducción, Marx parte del concepto determinista de que los desarrollos en
la superestructura, sobre todo en el ámbito de la estética, tienen necesariamente que
producirse a partir de los cambios de la base económica. Y ahí destaca que el desarrollo de la
producción artística y la material puede estar desequilibrado ("La relación desigual entre el
desarrollo de la producción material, y, por ejemplo, la producción artística"). Intrigado por el
hecho de que en la antiguedad clásica el arte había alcanzado cotas increíbles en un tiempo en
el que el desarrollo económico y social era todavía muy bajo, Marx concluye que a periodos de
grandes movimientos artísticos no corresponde necesariamente un alto desarrollo de la base
material. El problema principal s entender como el arte de una sociedad arcaica puede irradiar
"eterno encanto" y proporcionar placer a individuos de la época industrial. Su explicación es
considerada por algunos como más psicológica que materialista, puesto que relacionala
admiración por el arte griego con una "nostalgia de la juventud histórica de la raza humana.
Aunque su explicación no puede ser tachada de materialista, y la Introducción sólo fue
publicada póstumamente, la teoría de un desarrollo desequilibrado de la producción artística y
material ha llegado a ser ley una constante de la teoría literaria y de la estética marxista, que
ha servido unas veces para justificar la asimilación de los grandes escritores clásicos, y otras
como argumento de protesta en manos de escritores y artistas disidentes en países socialistas
contra los dogmas estrechos del realismo socialista. Si la teoría de Marx del desarrollo
desequilibrado se aplica a los tiempos modernos, se sigue que una sociedad socialista no
producirá, necesariamente, un arte superior a de otras sociedades.

Volviendo a Marx, su tesis acerca de la determinación social de la experiencia estética


no sólo evita cuidadosamente la idea de un paralelo o equivalente entre el desarrollo general
de la sociedad y el desarrollo del arte, sino que plantea, además de manera explícita, la
capacidad de perduración de las experiencias estéticas, más allá de las condiciones históricas y
sociales en que se produce su génesis. En efecto, según Marx, "lo difícil no es comprender que
el arte y el "epos" griego se hallen ligados a ciertas formas del desarrollo social, sino que aún
puedan procurarnos goces estéticos y se consideren, en ciertos casos, como norma y modelo
inaccesibles". Así queda planteado uno de los problemas centrales de la reflexión estética
contemporánea: si se rechaza la idea de una belleza trascendente y absoluta, que de un modo
u otro se manifestaría en las distintas situaciones históricas y sociales ¿Cómo explicar entonces
la capacidad de perduración de las experiencias estéticas aún aceptando la contínua
modificación de las relaciones que con ellas se establecen, más allá de las situaciones
originarias que se produjeron?. Con Marx el problema queda sólo planteado, pero con su
formulación se encuadra en una perspectiva de corte antropológico. Las "poéticas" y
programas estéticos contemporáneos se han visto contínuamente enfrentados con la cuestión
planteada por Marx, a la que con frecuencia se ha dado una respuesta en términos de
bipolaridad absoluta. o se afirma la autonomía del arte (Teorías del "arte por el arte" o el "arte

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puro"), o bién, por el contrario, la absoluta dependencia social del arte (realismo social o
sociologísmo estético). Aquí es donde entra en juego la teoría estética de G. Lukacs.

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