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EL ESTRES
Sicuani-cusco
10 de diciembre
Índice
El primer concepto de estrés fue formulado por Cannon, quien, en el año 1929, lo definió
como una reacción de lucha o huída ante situaciones amenazantes, postulando que su
biología dependía de la estimulación del sistema simpático-adrenal. Años más tarde, Selye
planteó que la respuesta al estrés no era específica y propuso hablar de un síndrome general
de adaptación, agregando años después, ya en 1974, dos conceptos diferentes a tener en
cuenta: el estrés, para designar al sistema de respuesta norma con el cual convivimos
(conductas y afrontamiento de situaciones cotidianas) y el destres como el sistema de
respuesta disfuncional, anormal o patológica (conductas de confronta miento un aporte
importante al decir que el estresor debe ser inédito y para que el mismo produzca una
respuesta debe haber sido previamente evaluado cognitivamente por el individuo. Es decir
que no influye tanto el estresor en sí mismo, sino la evaluación cognitiva que se realice de
esa situación de amenaza (esto se hace comparando situaciones peligrosas personales o
culturales anteriormente vividas. En el estrés influyen de manera determinante las
características y la duración del estimulo por un lado y por el otro las estrategias de
afrontamiento que posea el individuo, según sus recursos psicobiológicos.
EL ESTRES
El termino “estrés” se remonta del año 1930, por el científico húngaro Hans Selye cuando
estudiaba la fisiología de la placenta de animales de laboratorio. En sus trabajos clásicos,
demostró que el fenómeno de detención del ciclo reproductivo en la rata era independiente
respecto del agente que producía esa respuesta. En otras palabras, el efecto registrado en
estos experimentos se obtenía, indistintivamente, si a la rata se le administraban extractos
de hipófisis, exceso de hormonas tiroideas o se le alimentaba con una dieta pobre en
vitaminas. Posteriormente, Selye demostró que la respuesta inicial al estrés estaban
involucradas dos hormonas producidas a nivel del sistema nervioso central, las cuales eran
responsables de la activación del estado de alarma del organismo. De acuerdo son Selye, el
estrés es la reacción del organismo para recuperar el equilibrio de su medio interno u
hemeostasis, cuando este a sido alterado por algún estimulo de alarma o agente estresor,
que constituyen el síndrome general de adaptación, ellas son: estados de alarma, adaptación
y agotamiento.
Según este conocimiento, el estrés es una reacción constitutiva del organismo para
adaptarse al esfuerzo.
Definido el estrés como una “homeostasis fisiológica o normal” y al distrés como una
adaptación patológica, en la actualidad se plantean cuatro modalidades de respuestas
primarias ante el estrés
En cualquier de estas fases la persona estresada puede tener alguno de los siguientes
síntomas: Ansiedad Dolor de espalda - Estreñimiento o diarrea - Depresión - Fatiga -
Dolores de cabeza - Presión arterial (sanguínea) elevada - Insomnio - Problemas en sus
relaciones con los demás - Sensación de "falta de aire" - Tensión en el cuello - Malestar
estomacal - Subir o bajar de peso.
RELEVANCIA
El estrés tiene una relevancia directa dentro de nuestra vida familiar, social, académica y
laboral. Especialmente por los requisitos que supone vivir en esta sociedad actual, en donde
nos vemos envueltos en una mecanización dominada por el tiempo, horarios, pautas, etc.
En el nivel laboral, se presenta de una manera abundante los casos de personas que padecen
de estos síntomas. Esto es producto de la interacción de factores, desde un plano individual
hasta una dimensión social.
ALGUNOS TIPOS DE ESTRÉS
De acuerdo con la duración, existen dos tipos de estrés: en primer lugar tenemos el estrés
agudo que se presenta cuando una situación peligrosa puede poner en riesgo nuestra vida.
En segundo lugar se encuentra el Estrés crónico, que se presenta cuando la situación de
estrés se mantiene en el tiempo. Es el caso de las condiciones agobiantes como sentirse
presionado por razones laborales o de mala convivencia.
Estrés Traumático: “El trauma es un hecho de la vida, sin embargo, no tiene por qué ser
una condena a perpetuidad.”
El estrés post traumático es el resultado de algún tipo de estrés, pero que no se han
compensado con la vuelta del organismo a su estado de homeostasis o equilibrio y por lo
tanto persisten pasado el evento o situaciones traumáticas por las que ha pasado la persona.
También es el nombre que se le da a un conjunto de síntomas que se suele dar en los
supervivientes del trauma. Cuanto más severo es el trauma, mayor tiempo duraran los
síntomas. En casos de trauma mayor o repetido se pueden dar reacciones intensas durante
años.
El estrés post traumático tiene que ver con la memoria, y esta memoria muchas veces puede
sufrir alteraciones, o bien porque se produce mucho miedo y se puede convertir en amnesia
o porque está cargada de energía emocional cuya intensidad puede desbordarnos. En el
estrés post-traumático se dan las siguientes circunstancias:
1) La persona tiene comportamientos diferentes a los que tenía antes del suceso que
duran mas de tres meses, lo que quiere decir que el tiempo que ha pasado no ha sido capaz
de curar, y que deja variedad de repercusiones tanto mentales como corporales.
2) Produce trastornos del sueño que incluyen: insomnio y pesadillas, aunque también se
puede dar lo contrario una persona que duerme muchas horas o que está adormilada todo el
día.
Fase I del Estrés, La fase de alarma o shock repentino: Esta fase dispara nuestra respuesta
primitiva de preparación para la lucha – huida. Cuando sucede algo inesperado se produce
una descarga masiva, en otras palabras una activación del sistema nervioso simpático que
se llama reacción de alarma del sistema simpático.
Fase II del Estrés. Fase de Resistencia o Adaptación: Esta fase de resistencia no puede
sostenerse por tiempo indefinido ya sea por agotamiento de las reservas de la energía o por
complicaciones causadas por los efectos secundarios de los cambios en los niveles
hormonales ya que por ejemplo el efecto anti inflamatorio de los glucocorticoides reduce la
cicatrización y aumenta la susceptibilidad a infecciones como al herpes genital u oral.
La exposición prolongada al estrés agota las reservas de energía del cuerpo. Si los
estímulos son 1) Muy intensos, 2) se repiten frecuentemente o 3) persisten en el tiempo, se
sobrecarga la capacidad de adaptación y se altera la homeostasis (o equilibrio) orgánico
produciendo la desadaptación que produce tanto trastornos emocionales como mentales o
manifestarse en forma de enfermedad. Esto se denomina estrés crónico y puede ser
producido por trabajos donde hay mucha presión, problemas en las relaciones personales
continuadas, sensación de soledad y aislamiento, responsabilidad de cuidar a un enfermo
crónico, y preocupaciones monetarias continuas entre las más importantes. En esta fase lo
que ha pasado es que ha cambiado nuestro umbral de tolerancia debido a una sobrecarga,
como cuando se dice “esta fue la última gota que hizo rebosar el vaso”, un ejemplo de esto
serían las personas agotadas que no han hecho nada en todo el día pero que han llegado a
tener fatiga crónica.
INVESTIGACIONES RELACIONADAS CON EL ESTRÉS
El ejercicio físico intenso en una persona no entrenada puede provocar un 'estrés oxidativo',
causado por radicales libres de oxígeno y al que se vinculan dolencias como el cáncer,
diabetes, hipertensión arterial o enfermedades cardiovasculares. Así lo ha asegurado el
catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la
Universitat de Valencia y jefe clínico del Hospital General de Valencia, Guillermo Sáez-
Tormo, que participa en las jornadas sobre "Ejercicio Físico y Salud" organizadas por la
Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA).
(Salud,2018)
El estrés no desaparece al dormir. Las personas con altos niveles de angustia mal drenados
suelen apretar intensamente los dientes y contraer los músculos durante la noche. Esto
genera, entre otros problemas, un extraño dolor de oídos y, ocasionalmente, de cabeza. Es
como un corrientoso fuerte e intermitente que puede volverse crónico. En términos
médicos, ese dolor lo ocasiona un problema con la "articulación temporomandibular",
provocado por la tensión de la mandíbula.
Los investigadores afirman que las células víctimas del estrés pueden emitir señales que
inducen a la generación de tumores que afectan a las células sanas vecinas.
CONCLUCION
Las obligaciones y exigencias del día a día nos sitúan en una cotidianidad con tensiones
difíciles de sobrellevar. La presión laboral o académica, el trafico en las calles, la carga
horaria, los deberes, son unas de las tantas situaciones habituales que generan estrés en
nosotros, muchas veces alteran el comportamiento de los sujetos, como por ejemplo, una
reacción agresiva o algún acto sin meditación previa.
Como ya vimos, el estrés no es siempre prejudicial para nuestra salud, ya que en el tipo de
estrés agudo, se presenta como una respuesta innata que vela por nuestra sobrevivencia.
Bibliografía
Levine, p. (1999). Curar el Trauma. En P. Levine, & A. Frederick, Restauración de la sabiduría del
cuerpo (pág. 57). New York City: Mundo Urano.
Rpp. (27 de junio de 2010). Rpp. Recuperado el 13 de enero de 2010, de Sitio Web Rpp:
http://www.rpp.com.pe/www.rpp.com.pe/.../2010-01-13-hallan-primera-evidencia-cientifica-de-
la-relacion-entre-cancer-y-estres-noticia_235186.html