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Ciudadano
Juez Distribuidor de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas.
Su despacho.-

Yo, MARISELA SOFIA PÉREZ AZUAJE, venezolana, mayor


de edad, titular de la cédula de identidad No. 5.607.225,
actualmente en la residencia de mi madre situada en el Barrio
Isaías Medina Angarita, Calle Mariño, casa N° 5-1 en Catia,
Parroquia Sucre, jurisdicción del Municipio Libertador del Distrito
Capital; asistida en este acto y para estos efectos por MIGUELA
APONTE, abogada en ejercicio, de este domicilio e inscrita en el
Inpreabogado con el No. 17.343, ante usted respetuosamente
ocurro para demandar como en efecto demando POR PARTICIÓN
DE COMUNIDAD CONCUBINARIA al ciudadano TONY ALBERTO
LUCIANI GRATEROL, venezolano, mayor de edad, titular de la
cédula de identidad No. 10.119.543, soltero y domiciliado en el
Barrio Nuevo Horizonte, Calle Siete (7), casa número 25, Manzana
Nro. 50, jurisdicción del Municipio Sucre del Estado Miranda, en
virtud a los siguientes hechos y fundamentos de derecho:
-I-
LOS HECHOS
PRIMERO.- Desde el 1º de marzo de 1987 hasta el 6 de
enero del año 2014, o sea durante 26 años y 10 meses
consecutivos, mantuve una relación estable de hecho con el
identificado ciudadano TONY ALBERTO LUCIANI GRATEROL.
SEGUNDO.- Pese a que el ciudadano Tony Alberto Graterol
siempre manifestó agresividad para conmigo y para con nuestros
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dos hijos, fue el 6 de enero del año 2014 cuando decidí separarme
definitivamente del hogar que para entonces estaba ubicado en
número 44, situado en la Primera Avenida del Sector El Amparo,
Parroquia Sucre, Municipio Libertador del Distrito Capital e introduje
en su contra demanda mero declarativa de unión estable de hecho
por ante el Tribunal Décimo Quinto de Sustanciación, Mediación y
Ejecución del Circuito Judicial de Protección del Niño, Niña y
Adolescente de esta Circunscripción Judicial, la que fue declarada
con lugar mediante sentencia definitivamente firme, dictada en
fecha 15 de enero del año 2016 por el Tribunal Primero de Juicio
del mismo Circuito Judicial, la cual acompaño en este acto en copia
certificada y en once (11) folios útiles marcada con la letra “A” y que
opongo formalmente al demandado para que surta los efectos de
Ley.
Es el caso, ciudadano Juez que durante nuestra unión
concubinaria el ciudadano TONY ALBERTO LUCIANI GRATEROL
adquirió bienes muebles e inmuebles negándose en forma reiterada
y sistemática a reconocerme los derechos de propiedad que en un
cincuenta por ciento (50%) me corresponden sobre los mismos,
pese a las gestiones realizadas con tal fin, por lo cual se hace
procedente la presente acción.
-II-
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Establece el artículo 767 del Código Civil que:
”Se presume la comunidad, salvo prueba en contrario, en aquellos casos
de unión no matrimonial, cuando la mujer o el hombre en su caso,
demuestre que ha vivido permanentemente en tal estado aunque los
bienes cuya comunidad se quiere establecer aparezcan a nombre de uno
solo de ellos. Tal presunción solo surte efectos legales entre ellos dos y
entre sus respectivos herederos y también entre uno de ellos y los
herederos del otro. Lo dispuesto en este artículo no se aplica si uno de
ellos está casado.”
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Tal unión concubinaria fue equiparada al matrimonio en el artículo


77 de nuestra Constitución al establecer:
“…Las uniones estables de hecho entre un hombre y una mujer que
cumplan los requisitos establecidos en la Ley producirán los mismos
efectos que el matrimonio.”

Y de acuerdo a nuestra Legislación los requisitos no son otros que


la permanencia de dicha unión y que ambos sean solteros, a lo que
se refirió la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en
la sentencia Nro. 1.682 del 15 de julio de 2005, dictada con carácter
vinculante, al establecer que:
“…el concubinato es un concepto jurídico, contemplado en el artículo 767
del Código Civil y tiene como característica –que emana del propio
Código Civil- el que se trata de una unión no matrimonial (en el sentido
que no se han llenado las formalidades legales del matrimonio) entre un
hombre y una mujer solteros, la cual está signada por la permanencia de
la vida en común (la soltería viene a resultar un elemento decisivo en la
calificación del concubinato, tal como se desprende del artículo 767 del
Código Civil y 7, letra a) de la Ley del Seguro Social)…”
Omissis…

Si bien es cierto que la unión estable de hecho produce los mismos


efectos jurídicos que el matrimonio en lo relativo a la comunidad de
bienes, para el reclamo de ese derecho se requiere una decisión
judicial previa y definitivamente firme que así lo declare, en la que
debe quedar establecido ….. , como lo estableció la Sala
Constitucional en la citada decisión en los siguientes términos:
“Se trata de una situación fáctica que requiere de declaración
judicial y que la califica el juez, tomando en cuenta las condiciones de lo
que debe entenderse por una vida en común…”
Omissis…
Dado lo expuesto, para la Sala es claro que actualmente el
concubinato que puede ser declarado tal es aquel que reúne los requisitos
del artículo 767 del Código Civil, y él viene a ser una de las formas de
uniones estables contempladas en el artículo constitucional, ya que
cumple los requisitos establecidos en la Ley (Código Civil), para ser
reconocido como tal unión. Por ahora –a los fines del citado artículo 77-
concubinato es por excelencia la unión estable allí señalada, y así se
declara…
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Omissis…

En primer lugar considera la Sala que, para reclamar los posibles


efectos civiles del matrimonio, es necesario que la unión estable haya
sido declarada conforme a la ley, por lo que se requiere una sentencia
definitivamente firme que la reconozca…
Omissis…

Ahora bien, al equipararse al matrimonio, el género “unión estable”


debe tener, igual que éste, un régimen patrimonial, y conforme al artículo
767 del Código Civil, correspondiente al concubinato pero aplicable en la
actualidad por analogía a las uniones de hecho, éste es el de la
comunidad en los bienes adquiridos durante el tiempo de existencia de la
unión. Se trata de una comunidad de bienes que se rige, debido a la
equiparación, que es posible en esta materia, por las normas del régimen
patrimonial-matrimonial…”
Omissis…

Así, en la sentencia dictada el 15 de enero de 2016 por el Tribunal


Primero de Juicio del Circuito Judicial de Protección del Niño, Niña y
Adolescente de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas, se declaró con lugar la acción mero-declarativa de
unión estable de hecho que intenté contra el ciudadano TONY
ALBERTO LUCIANI GRATEROL; que tal unión se inició el 1º de
marzo de 1987, que concluyó el 6 de enero de 2014 y que ”…Se
DECLARA que los bienes y derechos habidos durante la vigencia de la unión
concubinaria que existió entre la ciudadana Marisela Sofía Pérez Azuaje, y el
ciudadano Tony Alberto Luciani Graterol, se presumen comunes a ambos,
salvo prueba en contrario, de conformidad con lo establecido en el artículo 767
del Código Civil…”.
Por lo antes expuesto, se hace entonces procedente la
presente acción de partición de bienes.
-III-
CONCLUSIONES
En virtud de lo expuesto en el Capítulo anterior es por lo que
procedo a demandar formalmente al ciudadano TONY ALBERTO
LUCIANI GRATEROL, antes identificado, para que convenga o, en
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su defecto a ello, sea condenado por este Tribunal en la partición de


los siguientes bienes adquiridos durante nuestra unión estable de
hecho, sobre los cuales nos corresponde a cada uno el 50% de los
derechos de propiedad:
1.- Un inmueble constituido por una parcela de terreno y la
casa sobre ella construida, distinguida dicha parcela con el número
catastral 01-01-21-09-50-04, con una superficie aproximada de
treinta y tres metros cuadrados con sesenta y siete decímetros
cuadrados (33,67 mts.2), la que se encuentra ubicada en el Barrio
Nuevo Horizonte, escalera S/N con Calle Siete (7), casa S/N (hoy
25), Manzana Nro. 50, Parroquia Sucre, Municipio Libertador del
Distrito Capital y cuyos linderos particulares son: Norte, Escalera
S/N (está compuesto de tres segmentos: El 1ro. de 1,15, el 2do. de
0.90 mts., y el 3ro, de 1,30 mts.); Sur, Escalera Esteves en 4,10
mts.; Este, Familia Luciani (Parcela 003) en 10,30 mts.; y Oeste,
Calle Siete en 11,60 mts. La deslindada parcela de terreno forma
parte de un lote de terreno de mayor extensión propiedad entonces
del Instituto Nacional de la Vivienda, según se evidencia de
documento protocolizado en la Oficina Subalterna de Registro
Público del Primer Circuito del Municipio Libertador del Distrito
Federal (hoy Distrito Capital), bajo el Nro. 36, Tomo 11, Protocolo
1º., de fecha 20 de mayo de 1.986. El identificado inmueble fue
vendido por dicho Instituto al ciudadano TONY ALBERTO LUCIANI
GRATEROL, según consta de documento protocolizado en el
Registro Inmobiliario del Primer Circuito del Municipio Libertador del
Distrito Capital en fecha 31 de mayo de 2006, bajo el Nro. 38, Tomo
20 del Protocolo Primero que acompaño en copia certificada
marcada con la letra “B” y que opongo al demandado para que surta
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los efectos de Ley. El valor estimado de este inmueble es de TRES


MIL MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 3.000.000.000,00).
2.- Un inmueble constituido por una casa distinguida con el
número 44, ubicada en Sector denominado El Amparo, Parroquia
Sucre, Municipio Libertador del Distrito Capital, con un área
aproximada de noventa metros cuadrados (90,00 mts.2) y cuyos
linderos y medidas son los siguientes: Norte, que es su frente, en
seis metros (6,00 mts.) con la tercera calle; Sur, en quince metros
(15,00 mts.), con casa que es o fue de Juan Vera; Este, con casa
que o fue propiedad de Ana Panea de Martínez; y Oeste, con casa
que es o fue del señor Juan Méndez. El deslindado inmueble fue
adquirido por mi ex concubino según consta de documento
autenticado ante la Notaría Pública Octava del Municipio Libertador
del Distrito Capital, en fecha 29 de agosto de 2013, donde quedó
anotado bajo el Nro. 04, Tomo 156, documento éste que también he
acompañado en copia certificada marcada con la letra “C”, que
opongo al demandado para que surta los efectos de Ley. He
estimado el valor del identificado inmueble en la cantidad de
QUINCE MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 15.000.000,00),
3.- Dos (2) lotes de terreno distinguidos con los números 507
y 508 de la Finca “La Silleta” (Sector El Morichal), situado en
jurisdicción de la Parroquia Taguay, Municipio Urdaneta, Estado
Aragua. El lote de terreno número 507 tiene una superficie
aproximada de mil metros cuadrados (1.000,00 mts.2) y sus
linderos y medidas son: Norte, en cincuenta metros (50,00 mts.),
con lote Nro. 506; Sur, en cincuenta metros (50,00 mts.) con lote
Nro. 508; Este, en veinte metros (20,00 mts.), con camino El
Arrendajo; y Oeste, en veinte metros (20,00 mts.), con lotes
números 91 y 92. El lote de terreno número 508 tiene una superficie
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aproximada de dos mil metros cuadrados (2.000,00 mts.) y sus


linderos y medidas son los siguientes: Norte, en cincuenta metros
(50,00 mts.), con lote Nro. 507; Sur, en cincuenta metros (50,00
mts.) con lote Nro. 509; Este, en veinte metros (20,00 mts.), con
camino El Arrendajo; y Oeste, en veinte metros (20,00 mts.), con
lotes números 90 y 91. Dichos lotes de terreno forman parte de uno
de mayor extensión propiedad de “Finca La Silleta”, según consta
de documento protocolizado en la Oficina Subalterna del Registro
Público del Municipio Urdaneta del Estado Aragua, con sede en
Barbacoas, el 3 de diciembre de 1992, 25, folios 67 al 70, Protocolo
Primero, Tomo 3.
Los deslindados lotes de terreno fueron adquiridos por el
ciudadano TONY ALBERTO LUCIANI GRATEROL según contrato
de opción de compra-venta por un plazo de cinco (5) años, suscrito
con la empresa “Agropecuaria La Silleta, C.A.”, autenticado en la
Notaría Pública Novena de Caracas en fecha 12 de junio del año
2000, donde quedó anotado bajo el Nro. 11, Tomo 114, que
acompaño con la letra con la letra “D”, que también opongo al
demandado para que surta los efectos de Ley. El valor estimado de
los referidos lotes de terreno es la cantidad de QUINIENTOS MIL
BOLÍVARES (Bs. 500.000,00), cada uno, por un total de UN
MILLÓN DE BOLÍVARES (Bs. 1.000.000,00).
4.- Un lote de terreno distinguido con el número 67, el Sector
Laguna de Palma, Fundo El Valle, situado en jurisdicción de la
Parroquia Taguay, Municipio Urdaneta del Estado Aragua, con una
superficie aproximada de dos mil trescientos ochenta y ocho metros
cuadrados con setenta y siete decímetros cuadrados (2.388,77
mts.2) y cuyas medidas y linderos son los siguientes: Norte, en
veintitrés metros con ochenta y ocho centímetros (23,88 mts.), con
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Carretera “A”; Sur, en dieciocho metros con treinta centímetros


(18,30 mts.) con terrenos del Fundo El Valle; Este, en ciento trece
metros con setenta y tres centímetros (113,73 mts.), con Lote Nro.
68; y Oeste, en ciento veintidós metros con cuarenta y ocho
centímetros (122,48 mts.), con terrenos del Fundo El Valle. El
deslindado lote de terreno forma parte de uno de mayor extensión
propiedad del Fundo El Valle que pertenece a “Inversiones
Alcamara, S.A.”, según consta de documento registrado en la
Oficina Subalterna del Registro Público del Municipio Urdaneta del
Estado Aragua, con sede en Barbacoas, el 18 de enero de 1973,
bajo el Nro. 5, folios 23 vuelto al 27 vuelto, Protocolo Primero.
El deslindado lote de terreno fue adquirido por el ciudadano
TONY ALBERTO LUCIANI GRATEROL según contrato de opción
de compra-venta por un plazo de cinco (5) años, suscrito con la
mencionada empresa y autenticado en la Notaría Pública Novena
de Caracas en fecha 8 de mayo de 1995, donde quedó anotado
bajo el Nro. 36, Tomo 122, que acompaño con la letra con la letra
“E” que igualmente opongo al demandado para que surta los
efectos de Ley. He estimado el valor del identificado terreno en la
cantidad de QUINIENTOS MIL BOLÍVARES (Bs. 500.000,00).
5.- Mil quinientas (1.500) acciones nominativas con un valor
de cien bolívares (Bs. 100,00) cada acción, de las cuales es titular
mi ex concubino en la empresa “ESTRUCTURAS TONEUDY 2206,
C.A.”, inscrita y registrada en el Registro Mercantil Primero del
Distrito Capital, en fecha 3 de noviembre de 2010 bajo el Nro. 3,
Tomo 262-A, según actuaciones cursantes en el expediente número
220-12418, como consta de copia certificada del Acta Constitutiva y
Estatutos que acompaño con la letra “F” que opongo al demandado
para que surta los efectos de Ley. El valor total de dichas acciones
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es la cantidad de CIENTO CINCUENTA MIL BOLÍVARES (Bs.


150.000,00).
Como corolario de lo antes expuesto demando el pago de la
cantidad de mil quinientos ocho millones trescientos veinticinco mil
bolívares (BS.1.508.325.000,00) que corresponde al cincuenta por
ciento (50%) de tres mil dieciséis millones seiscientos cincuenta mil
bolívares (Bs. 3.016.650.000,00), monto a que asciende el monto
total de los bienes antes especificados.
Igualmente demando la partición de todos aquellos bienes,
muebles o inmuebles que se logre demostrar que han sido
adquiridos por el demandado durante la vigencia de la comunidad,
de conformidad con lo establecido en el artículo 164 del Código
Civil.
-IV-
MEDIDAS PREVENTIVAS Y PETITORIO
Las medidas cautelares no tienen otra finalidad que evitar que
se haga nugatoria la ejecución del fallo para el caso que resulte a
favor de la parte solicitante, como bien lo explica el procesalista
Rafael Ortíz-Ortíz, citado en sentencia 218 del 27 de marzo de 2006
dictada por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia en los términos siguientes:
“...Explica PIERO CALAMANDREI que las medidas cautelares no
constituyen un fin en sí mismas, sino que sólo sirven para proteger, precaver
o prevenir un fallo principal, de tal manera que son un instrumento del
proceso para garantizar la eficacia y efectividad del proceso mismo. No es
concebible en el moderno Estado Social de derecho la posibilidad de
medidas cautelares autónomas puesto que ello sería, al menos en nuestro
país, indubitablemente inconstitucional puesto que:
- Nadie puede ser juzgado, sentenciado y condenado sin un juicio previo;
- Debe garantizarse, cualquiera que sea el tipo de procedimiento, los
mecanismos necesarios para garantizar el cabal ejercicio del Derecho a la
defensa;
- El proceso está diseñado para garantizar el juicio por los jueces naturales,
el ejercicio del derecho a probar, etc., que conforman la garantía del debido
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proceso. Dictar y ejecutar medidas cautelares de manera autónoma e


independiente de un proceso es, sin duda, quebrantar groseramente el
derecho constitucional a la defensa y al debido proceso...” (Ortiz-Ortiz,
Rafael. Las Medidas Cautelares Innominadas. Estudio Analítico y Temático
de la Jurisprudencia Nacional. Caracas, Paredes Editores, Tomo I, 1999,
pp. 30 y 31).

En sintonía con lo anterior, de conformidad con el artículo 585


del Código de Procedimiento, son dos los elementos que hacen
procedente la solicitud de las medidas nominadas o típicas para
garantizar el derecho que se invoca, y son: 1.- La presunción grave
del derecho que se reclama (“fumus boni iuris”); y 2) El riesgo
real y comprobable de que resulte ilusoria la ejecución de la
decisión definitiva (“periculum in mora”), requisitos éstos que son
claramente definidos por el Máximo Tribunal en esa misma
decisión, al establecer lo siguiente:
“En consecuencia, para que proceda el decreto de la medida cautelar no
solo debe evaluarse la apariencia de certeza o credibilidad del derecho
invocado, sino que debe determinarse si de las argumentaciones y recaudos
acompañados por el peticionario se deduce el peligro de infructuosidad de
ese derecho, no solo en virtud del posible retardo de la actividad del juez,
sino también de los hechos que pudieran resultar atribuibles a la parte contra
cuyos bienes la que recae la medida, si así fuere alegado por el solicitante de
la cautela, todo lo cual debe ser apreciado en conjunto, pues la sola demora
del pronunciamiento sobre la pretensión constituye en sí mismo un hecho
notorio y constante que no amerita prueba.

Como puede observarse, de conformidad con lo previsto en el artículo


588 del Código de Procedimiento Civil, el Juez “podrá” decretar las
medidas nominadas o típicas, en aquellos casos en los que durante la
pendencia de un juicio, considere cumplidos los extremos exigidos por
el artículo 585 eiusdem, es decir, cuando se verifique en forma
concurrente los dos elementos esenciales para su procedencia, a saber:
1) La presunción grave del derecho que se reclama (“fumus boni iuris”)
y, 2) El riesgo real y comprobable de que resulte ilusoria la ejecución de
la decisión definitiva (“periculum in mora”). (Caso: Joseph Dergham
Akra, contra Mercedes Mariñez de Ventura y Manuel Ventura Rujano)...”.
(Negritas de la sentencia).

En el caso de autos se dan tales supuestos para la solicitud de


medidas cautelares, en virtud a las siguientes consideraciones:
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1.- Hay apariencia de certeza en cuanto al derecho que se


reclama (“fumus boni iuris”); y ese derecho no es otro que la unión
estable y permanente que existió con mi ex concubino TONY
ALBERTO LUCIANI GRATEROL, lo que quedó demostrado según
sentencia definitivamente firme dictada en fecha 15 de enero del
año 2016 por el Tribunal Primero de Juicio del mismo Circuito
Judicial, la cual he acompañado en este acto en copia certificada y
marcada con la letra “A”.
2.- En cuanto al “periculum in mora”, se corre el riesgo de
que sea infructuoso el derecho que se reclama no solo por el
posible retardo en la decisión de la presente causa, sino porque
con tal decisión no se garantiza que mi ex concubino no
disponga de los bienes adquiridos en comunidad.
En efecto, tengo fundado temor de que el ciudadano TONY
ALBERTO LUCIANI GRATEROL disponga de los bienes
adquiridos durante la vigencia de la comunidad concubinaria, en
virtud a lo siguiente:
A- Poque durante nuestra convivencia siempre dispuso
libremente de bienes adquiridos durante la misma, sin que le
importara mi consentimiento o no para realizar cualquier transacción
con respecto a los mismos, lo que puede seguir haciendo pues en
apariencia no tiene impedimento legal alguno que le impida
disponer de los bienes comunes, pues en su cédula de identidad
aparece como “soltero”;
B- Porque el identificado ciudadano siempre se negó a
llegar a un arreglo amistoso antes de proceder judicialmente en
reconocimiento de nuestra unión, y aún después de haber sido
reconocida judicialmente, toda vez que siempre se ha negado a
reconocerme mi derecho sobre los bienes adquiridos durante la
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comunidad concubinaria que mantuvimos por casi 27 años;


C- Por último, resultaría beneficioso para mi ex concubino el
tiempo que transcurra hasta que se dicte sentencia en el presente
juicio, pues durante ese lapso puede disponer de los identificados
bienes, lo que redundaría en mi perjuicio si no existe ningún
impedimento legal, tal como las medidas cautelares que solicito en
este acto.
Por todo lo expuesto y de conformidad con lo establecido en
el numeral tercero del artículo 588 del Código de Procedimiento
Civil, en concordancia con el artículo 585 del mismo Código, pido al
Tribunal decrete medida de prohibición de enajenar y gravar sobre
los siguientes bienes adquiridos por mi ex concubino durante
nuestra unión:
Primero.- Un inmueble constituido por una parcela de terreno
y la casa sobre ella construida, distinguida dicha parcela con el
número catastral 01-01-21-09-50-04, con una superficie aproximada
de treinta y tres metros cuadrados con sesenta y siete decímetros
cuadrados (33,67 mts.2), la que se encuentra ubicada en el Barrio
Nuevo Horizonte, escalera S/N con Calle Siete (7), casa S/N (hoy
25), Manzana Nro. 50, Parroquia Sucre, Municipio Libertador del
Distrito Capital y cuyos linderos particulares son: Norte, Escalera
S/N (está compuesto de tres segmentos: El 1ro. de 1,15, el 2do. de
0.90 mts., y el 3ro, de 1,30 mts.); Sur, Escalera Esteves en 4,10
mts.; Este, Familia Luciani (Parcela 003) en 10,30 mts.; y Oeste,
Calle Siete en 11,60 mts. La deslindada parcela de terreno forma
parte de un lote de terreno de mayor extensión propiedad entonces
del Instituto Nacional de la Vivienda, según se evidencia de
documento protocolizado en la Oficina Subalterna de Registro
Público del Primer Circuito del Municipio Libertador del Distrito
13

Federal (hoy Distrito Capital), bajo el Nro. 36, Tomo 11, Protocolo
1º., de fecha 20 de mayo de 1.986. El identificado inmueble fue
vendido por dicho Instituto al ciudadano TONY ALBERTO LUCIANI
GRATEROL, según consta de documento protocolizado en el
Registro Inmobiliario del Primer Circuito del Municipio Libertador del
Distrito Capital en fecha 31 de mayo de 2006, bajo el Nro. 38, Tomo
20 del Protocolo Primero que he acompañado en copia certificada
marcada con la letra “B”, para lo cual pido se oficie lo conducente al
citado Registro Inmobiliario.
Segundo.- Un lote de terreno distinguido con el número 67, el
Sector Laguna de Palma, Fundo El Valle, situado en jurisdicción de
la Parroquia Taguay, Municipio Urdaneta del Estado Aragua, con
una superficie aproximada de dos mil trescientos ochenta y ocho
metros cuadrados con setenta y siete decímetros cuadrados
(2.388,77 mts.2) y cuyas medidas y linderos son los siguientes:
Norte, en veintitrés metros con ochenta y ocho centímetros (23,88
mts.), con Carretera “A”; Sur, en dieciocho metros con treinta
centímetros (18,30 mts.) con terrenos del Fundo El Valle; Este, en
ciento trece metros con setenta y tres centímetros (113,73 mts.),
con Lote Nro. 68; y Oeste, en ciento veintidós metros con cuarenta
y ocho centímetros (122,48 mts.), con terrenos del Fundo El Valle.
El deslindado lote de terreno forma parte de uno de mayor
extensión propiedad del Fundo El Valle que pertenece a
“Inversiones Alcamara, S.A.”, según consta de documento
registrado en la Oficina Subalterna del Registro Público del
Municipio Urdaneta del Estado Aragua, con sede en Barbacoas, el
18 de enero de 1973, bajo el Nro. 5, folios 23 vuelto al 27 vuelto,
Protocolo Primero.
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El deslindado lote de terreno fue adquirido por el ciudadano


TONY ALBERTO LUCIANI GRATEROL según contrato de opción
de compra-venta por un plazo de cinco (5) años, suscrito con la
mencionada empresa y autenticado en la Notaría Pública Novena
de Caracas en fecha 8 de mayo de 1995, donde quedó anotado
bajo el Nro. 36, Tomo 122, que he acompañado con la letra con la
letra “E”, oponiéndolo al demandado para todos los efectos legales
consiguientes.
Una vez decretada la medida solicitada y habida cuenta que
desconozco si fue otorgado el documento definitivo al ciudadano
Tony Alberto Luciani Graterol, pido que además de oficiar lo
conducente al Registro Público del Municipio Urdaneta del Estado
Aragua para que estampe la nota marginal correspondiente, se
oficie también al Servicio Autónomo de Registros y Notarías
(SAREN), a fin de evitar que pudiera ceder los derechos que le
corresponden de acuerdo al documento de opción de compra venta
acompañado.
Tercero.- Dos (2) lotes de terreno distinguidos con los
números 507 y 508 de la Finca “La Silleta” (Sector El Morichal),
situado en jurisdicción de la Parroquia Taguay, Municipio Urdaneta,
Estado Aragua. El lote de terreno número 507 tiene una superficie
aproximada de mil metros cuadrados (1.000,00 mts.2) y sus
linderos y medidas son: Norte, en cincuenta metros (50,00 mts.),
con lote Nro. 506; Sur, en cincuenta metros (50,00 mts.) con lote
Nro. 508; Este, en veinte metros (20,00 mts.), con camino El
Arrendajo; y Oeste, en veinte metros (20,00 mts.), con lotes
números 91 y 92. El lote de terreno número 508 tiene una superficie
aproximada de dos mil metros cuadrados (2.000,00 mts.) y sus
linderos y medidas son los siguientes: Norte, en cincuenta metros
15

(50,00 mts.), con lote Nro. 507; Sur, en cincuenta metros (50,00
mts.) con lote Nro. 509; Este, en veinte metros (20,00 mts.), con
camino El Arrendajo; y Oeste, en veinte metros (20,00 mts.), con
lotes números 90 y 91. Dichos lotes de terreno forman parte de uno
de mayor extensión propiedad de “Finca La Silleta”, según consta
de documento protocolizado en la Oficina Subalterna del Registro
Público del Municipio Urdaneta del Estado Aragua, con sede en
Barbacoas, el 3 de diciembre de 1992, 25, folios 67 al 70, Protocolo
Primero, Tomo 3.
Los deslindados lotes de terreno fueron adquiridos por el
ciudadano TONY ALBERTO LUCIANI GRATEROL según contrato
de opción de compra-venta por un plazo de cinco (5) años, suscrito
con la empresa “Agropecuaria La Silleta, C.A.”, autenticado en la
Notaría Pública Novena de Caracas en fecha 12 de junio del año
2000, donde quedó anotado bajo el Nro. 11, Tomo 114, que
también he acompañado con la letra con la letra “D”, oponiéndolo al
demandado para todos los efectos legales consiguientes.
Al igual que el inmueble identificado en el numeral anterior,
una vez decretada la medida solicitada y habida cuenta que
desconozco si fue otorgado el documento definitivo al ciudadano
Tony Alberto Luciani Graterol, pido que además de oficiar lo
conducente al Registro Público del Municipio Urdaneta del Estado
Aragua para que estampe la nota marginal correspondiente, se
oficie también al Servicio Autónomo de Registros y Notarías
(SAREN), a fin de evitar que pudiera ceder los derechos que le
corresponden de acuerdo al documento de opción de compra venta
acompañado.
Cuarto.- Un inmueble constituido por una casa distinguida con
el número 44, ubicada en Sector denominado El Amparo, Parroquia
16

Sucre, Municipio Libertador del Distrito Capital, con un área


aproximada de noventa metros cuadrados (90,00 mts.2) y cuyos
linderos y medidas son los siguientes: Norte, que es su frente, en
seis metros (6,00 mts.) con la tercera calle; Sur, en quince metros
(15,00 mts.), con casa que es o fue de Juan Vera; Este, con casa
que o fue propiedad de Ana Panea de Martínez; y Oeste, con casa
que es o fue del señor Juan Méndez. El deslindado inmueble fue
adquirido por mi ex concubino según consta de documento
autenticado ante la Notaría Pública Octava del Municipio Libertador
del Distrito Capital, en fecha 29 de agosto de 2013, donde quedó
anotado bajo el Nro. 04, Tomo 156, documento éste que también he
acompañado en copia certificada marcada con la letra “C”.
Como quiera que el inmueble antes identificado está
constituido por unas bienhechurías y por ende su propiedad consta
de documento autenticado, a los fines de salvaguardar mi derecho
sobre el mismo, pido que también se oficie lo conducente al
SERVICIO AUTONÓMO DE REGISTROS Y NOTARÍAS (SAREN),
a fin de que este organismo oficie a todas las Notarías para impedir
su venta por parte de mi ex concubino.
Quinto.- De igual manera y a tenor de lo dispuesto en el
Parágrafo Primero del artículo 588 del Código de Procedimiento
Civil, en concordancia con el artículo 585 eiusdem, pido se decrete
como medida innominada, la prohibición de vender o ceder las mil
cuatrocientas noventa y nueve (1.499) acciones nominativas con un
valor de cien bolívares (Bs. 100,00) cada acción, de las cuales es
titular mi ex concubino en la empresa “ESTRUCTURAS TONEUDY
2206, C.A.”, inscrita y registrada en el Registro Mercantil Primero
del Distrito Capital, en fecha 3 de noviembre de 2010 bajo el Nro. 3,
Tomo 262-A, según actuaciones cursantes en el expediente número
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220-12418, como consta de copia certificada del Acta Constitutiva y


Estatutos que he acompañado con la letra “F”.
Asimismo, conforme a la misma disposición legal pido que, a
través de medida innominada, se me permita ocupar la casa
adquirida durante la comunidad, distinguida con el número 44,
ubicada en el Sector El Amparo, pero en cuya documentación mi ex
concubino aparece como único adquirente, para que cese el daño
que causa con su actitud al impedir mi acceso a la misma, no
reconociendo que al igual que él me asiste el derecho de su uso y
disfrute, hasta tanto se dilucide la presente causa, más cuando vivo
alojada con mi hijo EUDY JAVIER LUCIANI en la casa de mi madre,
ubicada en el Barrio Isaías Medina Angarita, casa Nro. 5-1, en
Catia, Municipio Libertador del Distrito Capital.
Igualmente, a tenor del citado artículo 164 del Código Civil, en
concordancia con el artículo 585 del tantas veces citado Código
Procesal Civil, y con la finalidad de establecer la existencia o no de
otros bienes muebles y/o inmuebles pertenecientes al demandado
que pudieran formar parte de la comunidad que existió entre ambos,
pido al Tribunal que también decrete las siguientes medidas:
1-) Que oficie a la Superintendencia de Bancos y demás
Entidades Financieras (SUDEBAN), para que informe las cuentas
corrientes, de ahorro, participaciones y/o plazos fijos que el
demandado TONY ALBERTO LUCIANI GRATEROL, titular de la
cédula de identidad Nro. 13.247.877, tenga aperturados en
cualquiera otra entidad bancaria o financiera de la República
Bolivariana de Venezuela o en el exterior, con indicación del monto
o saldo actualizado.
2-) Que igualmente oficie al Registro Autónomo de Registros
y Notarías (SAREN) para que informe sobre los bienes inmuebles o
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acciones en sociedades mercantiles que pudieran estar registrados


como propiedad del identificado ciudadano.
A los efectos de determinar la cuantía del presente asunto,
estimo la presente demanda en la cantidad de tres mil dieciséis
millones seiscientos cincuenta mil bolívares (Bs. 3.016.650.000,00),
que es el monto total del valor en que se han estimado los bienes
especificados en el Capítulo III del presente escrito, lo que
corresponde a DIECISIETE MILLONES CUARENTA Y TRES MIL
DOSCIENTOS VEINTE BOLÍVARES CON TREINTA Y TRES
CÉNTIMOS (Bs. 17.043.220,33) unidades tributarias, teniendo en
cuenta que el valor actual de cada unidad tributaria es de CIENTO
SETENTA Y SIETE BOLÍVARES (Bs.177,00).
Cabe acotar que tal monto puede variar para el momento en
que se ordene su división judicialmente, sea porque obviamente el
valor de dichos bienes será superior para entonces o por la
existencia de otros bienes muebles o inmuebles propios de la
comunidad, de cuyo excedente, a todo evento y llegado el caso,
demando igualmente el cincuenta por ciento (50%) de su valor.
Pido que la citación del demandado se efectúe en su
domicilio en la siguiente dirección: Barrio Nuevo Horizonte, escalera
S/N con Calle Siete (7), casa Nro. 25, Manzana Nro. 50, Parroquia
Sucre, Municipio Libertador del Distrito Capital.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 174 del citado
Código de Procedimiento Civil señalo como domicilio procesal el
siguiente: Avenida Lecuna, Velázquez a Miseria, Edificio Torre
Profesional del Centro, piso 9, oficina 911, Caracas, Municipio
Libertador del Distrito Capital.
Igualmente pido que el demandado sea condenado al pago
de las costas y costos procesales.
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Pido que la presente demanda sea admitida, sustanciada


conforme a derecho y que en definitiva se la declare con lugar con
todos los demás pronunciamientos de ley.
Es justicia que espero en Caracas a la fecha de su
presentación.

MARISELA SOFIA PÉREZ AZUAJE. Ab. MIGUELA APONTE.

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