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DE TODOS MODOS
PREDIQUEMOS LA SALVACIÓN
por Gary Hardin

El Diccionario de la Real Academia Española define la metodología como el “conjunto


de métodos que se siguen” para alcanzar un fin determinado. ¿Qué métodos “sigue” su
iglesia para predicar la salvación a las personas? ¿Son relevantes esos métodos? Hoy
día, el desarrollo de estrategias para hacer que las personas conozcan a Cristo exige
imaginación y métodos pioneros. ¿Existen hoy día métodos evangelísticos que no
comprometan nuestra teología?
Los ejemplos de iglesias vivas y que crecen nos demuestran que podemos ganar a los
perdidos para Cristo, pero eso tiene un precio. El precio es el dolor del cambio.
¿Estamos dispuestos a realizar los cambios necesarios para que muchos sean salvos?
¿Dónde podemos encontrar palabras de estímulo para implementar cambios que nos
sitúen en una posición tal que nuestro mensaje sea relevante? El pasaje de 1 Corintios
9.19-23 quizá sea el más apropiado para ayudarnos a pensar sobre nuestros métodos
evangelísticos. En estos versículos, Pablo, el pionero de los misioneros, nos mostró que
estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para que la gente se salvara. Sus palabras
nos indican que necesitamos poseer tres cualidades.

Una flexibilidad consagrada


“Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor
número” (1 Corintios 9.19). Pablo tenía la firme convicción que en Cristo había sido
librado de la esclavitud a las tradiciones humanas. Conocía muy bien lo que era la
esclavitud a las reglas y preceptos instituidos por los hombres. Antes de ser salvo, había
sido un legalista; cuando se encontró con Cristo, descubrió que su aceptación por parte
de Dios no dependía de su observancia de las tradiciones. Pablo comprendió que la
rigidez y la obstinación impiden a los cristianos desarrollar, con los perdidos, relaciones
que generen oportunidades para testificar. La vida de Pablo después de su conversión
estaba caracterizada por la flexibilidad –una disposición para ceder cuando se trataba de
cuestiones que no eran fundamentales para la teología– a fin de ganarse la confianza de
las personas a las cuales quería salvar para Cristo.

Una adaptación santa


En los versículos 20-21, mencionó tres grupos de personas con respecto a las cuales
había aprendido que necesitaba adaptarse en cierta manera para poder hablarles de la
salvación: los judíos, los gentiles y los débiles. Como cristiano, Pablo aprendió que eso
le era necesario si quería ganarlos para Cristo.
En ningún momento Pablo puso en riesgo su teología. El principio de la adaptación
santa dice que debemos estar dispuestos a tener cierta flexibilidad, a escuchar el punto
de vista de otros, a negarnos a nosotros mismos y a adaptarnos si eso contribuye a
construir relaciones que nos permitan testificar a las personas.

Una mentalidad evangelística


“Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo,
para que de todos modos salve a algunos” (1 Corintios 9.22). Estas palabras nos revelan
la intención de Pablo de ponerse en el lugar de otros; como se dice comúnmente, “en los
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zapatos del otro”. Trataba de ver las cosas desde el punto de vista de los demás. Al
intentar testificar a las personas, procuraba tener una mente abierta y una actitud
comprensiva y solidaria.
Algunas veces nuestro esfuerzo para testificar no resulta eficaz porque no observamos la
vida desde la perspectiva de otros. ¿Cuántos de nosotros establecemos intencionalmente
relaciones de amistad y confianza con personas que no asisten a la iglesia a fin de tener
la oportunidad de hablarles de Cristo? No quiero decir que debemos transigir en cuanto
a nuestros valores. Lo que sí creo es que necesitamos aplicar el amor de Dios de una
manera que demuestre que realmente nos interesamos por otros lo suficiente como para
comprenderlos.
¿Qué podemos esperar cuando usamos métodos relevantes para testificar a personas que
tienen una concepción secular de la vida? El versículo 23 lo responde: “Y esto hago por
causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él”. Cuando vivimos con una
“mentalidad evangelística”, cada día nos presenta oportunidades para hablar a otros de
Jesús y de la vida abundante que Él ofrece. ¡De todos modos, prediquemos la salvación!

Gary Hardin es el pastor de Crossroads Community Baptist Church en Ann Arbor, MI.

Este artículo fue escrito para ayudar a los maestros de la Escuela Dominical que usan la
revista Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos, Manual para el Líder. Si desea más
información vaya a la página principal www.lifeway.com/espanol y vaya a la sección
Escuela Dominical donde aparece una lección gratis para este trimestre.

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