F.usebio C.

Carbó: Sinceridad y
convicciones...^- Hem Oay: El
antidogmatismo de Han Ryner.
—Eugen Relgis: Cartas viejas.
—S. Vbrgine: Tres mil años de
terror militar. — Mariano Vi-
ñoales : Guia del lector.
Adolfo Hernández: El suicidio
del señor Mac Kellog. — Her-
berfc Read: La educación del
hombre. — Mario de la Viña:
El secreto de la Gioconda. —
*
Gabriel de Valencia: ¡Es mu­
cho Chaplin! — L'go Fedeli: Bi­
bliografía de publicaciones anar­
quistas en lengua italiana. —
Fritz Brupbacher: Marx y Ba-
kunín (folletón encuadernable).

cA e o i á t a Q fíte n á u a L

PRECIO : 80 FRS.
Ayuntamiento de Madrid
 NUESTRA PORTADA

Fam oso g u e rrille ro e sp a ñ o l, c o n o c id o p o r « E l E m p e c in a d o » , q u e en

la g u e rra d e la In d e p e n d e n c ia e sp a ñ o la c o m b a tió contra los franceses,
re a liz a n d o ta le s p ro e zas q u e lle g ó ha hacerse te m ib le . Fué hecho p risio -
n e io y lle g ó a fu g a rse d e la c á rc e l d e B u rg o d e O s m a ;re co b ró las
c iu d a d e s d e S ig ü e n z a y C u e n c a y , a l fre n te d e un p u ñ a d o d e hom bres
d e c id id o s , se a p o d e ró d e m uchos co n v o y e s, lo q u e no fu é o b stá cu lo
p a ra q u e más ta rd e F e rn a n d o V I I |e c o n d e n a ra a m uerte. M u rió a tra v e sa d o
p o r la s b a yo n e ta s d e la esco lta q u e le c o n d u c ía al ca d a lso , en M a d rid ,
a l p re te n d e r fu g a rse el 19 de ago sto d e 1 8 2 5 . H a b ía n a c id o en C a s -
triiio d e E b ro ( V a lla d o lid ) , a cuyo s v e c in o s lla m a b a n « e m p e c in a d o s» los
d e otros p u e b 'o s, p o r e l lo d o o « p e c in a » fo rm a d o p o r unos arroyos qu e
p a sa n p o r C a s trillo .

D e fe n so r d e l ré g im e n lib e r a l, su frió destierro s y p e rse cu cio n e s p o r

e l p a rtid o a b so lu tista , y en la é p o c a d e la in te rv e n c ió n d e los 1 0 0 . 0 0 0
fra n c e se s e je rc ía un m an do en e l e jé rc ito d e l g e n e ra l P la s e n c ia .
« E l E m p e c in a d o » , a l c a p itu la r d ic h o c u e rp o , fu é a A ra n d a d e D u e ro ,
y en R o a le p re n d ie ro n y co n d e n a ro n a m uerte.

REVISTA MENSUAL
OE SOCIOLOGIA, CIENCIA
V LITERATURA
Comisión de Redacción: José
Peirats, Federica Montseny.
Administrador: P. Montseny
4, rué Belfort, T O U L O U S E
(Haute-Garonne).
Precios de suscripción: Fran­
cia, 204 francos trimestre: Exte­
rior, 240 francos.
Número suelto, 80 francos.
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a partir de cinco ejemplares.
Giros: «CNT», hebdomadaire.
C.C.P. 11-97-21, 4, rué Belfort.
TOULOUSE (Haute-Garonne).

Ayuntamiento de Madrid
 REVISTA O í S O C I O I O G I .A , C Í Í M C Í A ¥ LI T E R A T U & A
Año IV T o u lo u se , ago sto 1 9 5 4 N° 44

Sinceridad y convicciones

DEMOSLE, SI ES POSIBLE, ALTURA AL DEBATE

«... yeo claro en el litigio que divide a los que debieron perma­
necer unidos por encima de todo. A l fin y al cabo son hermanos.
Tengo formado mi juicio y lo mantengo sin perder la ecuanimidad.
Entre quien se aferra a las ((abstracciones doctrinarias» y quien se
inspira en las ((realidades vivas», yerra el primero y acierta el
segundo.
«Es de ilusos abordar los problemas sociales en base a simples
teoremas. La ((debilidad de los principios» nada puede contra la
indiscutible «fuerza de los hechos». Pero en el choque entre ambos
conceptos hay que evitar el ultraje.»
(De una carta que selló la ruptura entre dos Viejos amigos).

UANDO las cosas dichas en privado se refie­
ren directamente a las manifestaciones pre­
sentes y futuras de una tendencia que supo
dar prestigio e irradiaciones internacionales
la brillante ejecutoria d e sus defensores, y
los lir.eamientos de esa tendencia entroncan
con el próximo mañana de un pueblo que
no quiere seguir llevando a cuestas por más
tiempo la cruz de su martirio y espera con
ansiedad febril la hora de romper sus ca­
denas, es siempre lícito el afán de procurar que lo que se
habla y lo que se escribe sea besado por el aire y por la
luz de la calle, sin m edio de sustraerlo al público comentario.
Ya sabemos que, de ordinario, tal hecho escuece. Como
casi todo lo insólito. Pero hay que negarse a cumplir los
deberes que impone una tradición absurda. Si el escozor—
siempre vital— obliga a sostener en presencia de todos aque­
llo que antes era dicho solamente al oído de unos cuantos,
miel sobre hojuelas.
De ese m odo se ensancha el Foro. ¿Perdemos algo con
ello? Al contrario. Ganamos en limpieza...
¿ESTA CLARA LA INTENCION?
Nos proponemos conseguir lo apuntado, aun teniendo con­
ciencia plena de cuán limitados son nuestros recursos. El
firmante de la carta pica muy alto. Y es obligado confesar
que nuestras pobres alas no permiten seguirlo en su raudo
vuelo a unas zonas que son para nosotros casi totalmente
desconocidas. Es por ello, que nuestra confutación habrá
de ceñirse a una rápida síntesis, con lagunas en que pueda
sumergirse un Continente...
No importa. Más que de un derecho— y es al derecho
que se refiere lo lícito—, se trata de un deber. Y de su
cumplimiento se deriva un beneficio incuestionable para to­
dos, por lo mismo que, obligado a dar la cara abiertamen­
te, impide que algunos se hagan sospechosos de dualidades
que no deben tolerarse.
No puede cuadramos imitar algunas de aquellas que se
registran en determinadas esferas, que es lo que se hace
al invocar a troche y moche— la mayor parte de las veces
sin que venga a cuento, o viniendo a cuento en sentido con­
trario— , la fuerza de la realidad.
¿Qué se nos quiere decir con ello?
Cierto es que algunos cuerpos, en virtud de propiedades
y de reacciones que no alcanzamos a percibir, cristalizan
en dos formas geométricas distintas, sin la menor concor­
dancia entre una y otra. Pero tal fenómeno es inconcebi­
ble cuando se trata de las ideas fundamentales en el hom­
bre. A los cuerpos que brindan el ejemplo señalado de dua­
lidad, les falta el pensamiento, o sea lo que en nosotros
sirve de motor a todas las voliciones.
PARALELOS IMPOSIBLES
El hombre no puede fijar su mirada en esas realidades
para imitarlas y someterse a ellas. Sería signo evidente de
desequilibrio establecer determinados paralelos. Ni se puede.
Nuestra misma constitución orgánica se opone a ello.
En la naturaleza los fenómenos no se producen en la mis­
ma forma y con iguales alcances que en la sociedad. ¿Es
que no lo estamos viendo a cada momento?
En la naturaleza todo obedece a leyes mecánicas que
predeterminan los hechos. En las agrupaciones humanas no
hay rumbo en que no intervenga en mayor o menor grado
la voluntad de los hombres.
¿Que el hombre es una manifestación en pequeño de to­
dos los elementos que integran la naturaleza? Es incuestio-

Ayuntamiento de Madrid
 1310 CENIT
nable. Pero no siempre ni en todo puede ser comparado con
ella sin reducir más o menos su categoría. Porque a los
elementos de que está integrada les faltan, separadamente,
aquellos atributos que le han dado al hombre, merced a una
conjugación maravillosa, su principal distintivo.
El fósforo, por ejemplo, no piensa. Sin embargo, es el
cuerpo que más poderosamente contribuye— asociándose en
el cerebro con otros cuerpos— a vigorizar la facultad pen­
sante. Es posible que sin él se eclipsara totalmente.
NOS DEBEMOS A LA VERDAD
¿Hermanos aquellos que están ahora enfrascados en un
litigio estridente? Digamos con ruda franqueza que tales
palabras suenan a cencerro. Pudieron serlo ayer. Pero a es­
tas horas los hechos hablan de otra manera muy distinta.
Y ya no lo son. Las insuficiencias— o los apetitos— destro­
zaron los nexos que les unfan.
Porque no cabe la hermandad entre enemigos y partida­
rios—séanlo éstos fugazmente o por tiempo indefinido— de
la gigantesca aberración y de la tremenda injusticia ex­
presada por el hecho de gobernar unos hombres a otros,
generadora de todas las desigualdades sociales.
Gobernar es someter. Ser gobernado es estar sometido.
N o importa el color del yugo, ni importa su grado. El so­
metimiento niega en redondo la libertad, punto luminoso
hacia el cual avanza el mundo. Niega la fraternidad, por
constituir un imposible matemático mientras los hombres no
sean libres e iguales en derechos.
Todos los gobiernos, sea cual fuere su marchamo, afirman
el vasallaje. El más liberal— que lo será mientras determina­
das circunstancias no le aconsejen dejar de serlo— convier­
te en súbditos a los individuos, negando— incluso en los
momentos de mayor liberalismo— aquellos atributos contra
los cuales no se atenta sin cometer un crimen.
Es curioso— y es algo peor— que quienes nos acusan de
permanecer de espaldas a la realidad, no invoquen aquélla
en que la naturaleza proclama que todos los hombres na­
cen y permanecen libres e iguales en derechos, echándole
en cara de ese modo a la sociedad una infamia sin nom­
bre.
«EC U AN IM ID AD » D E TIPO NUEVO
«Tengo formado mi juicio y lo sostengo sin perder la
ecuanimidad». Ello no aparece muy claro que digamos. Gu-
yau—filósofo predilecto, en otros tiempos, de aquel a quien
replicamos— decía que la duda constituye la dignidad del
pensamiento. Pero salta a la vista que la filosofía del autor
de «Esbozo de una moral sin sanción ni obligación»— como
la lógica, com o la coherencia— es un ingrediente que nada
tiene que ver con las volteretas o las claudicaciones. Más
bien las estorba.
Hay cosas que no pueden ser dichas en serio más que a
condición de que quien las dice haya perdido casi por com­
pleto la estima de sí mismo. Declarar indudable— sentencia
sin apelación— que los apologistas del garrotazo y tente tieso
están en lo cierto y que yerran los cantores de aquellos
atributos que son sagrados, no es de ecuánimes. Es de fa­
náticos. Es característico de aquellos que cierran los ojos a
la razón. Es negar lo mismo que se afirmó millones de ve­
ces. Es desmentir caprichosamente lo que en todas par­
tes se muestra con claridades meridianas. Y es sostener, sea
por amaurosis, sea también por capricho, lo que demuestra
falso una experiencia histórica de siglos. Y es cohonestar
todas las vilezas que azotan al hombre y reducen a pavesas
su elevada categoría.
¿Puede hacerlo alguien que no esté corrompido por ba­
jos afanes de mandarinato? ¿Puede hacerlo alguien que en el
pasado hablara alguna vez de libertad, de derecho, de
Justicia, de autonomías individuales, sabiendo más o me­
nos lo que decía?.
Ayuntamiento de Madrid
No. Rotundamente, no. Es un lenguaje que corresponde
a los cómplices, francos o larvados, del despotismo.
«D EBILID AD DE LOS PRINCIPIOS» Y
«FU ER ZA DE LOS HECHOS»
¿N o se tratará de una lamentable inversión de los tér­
minos en que el problema está planteado desde siempre?
¿Cómo demostrar que los principios surgen para som e­
terse a la realidad? Se nos habla com o a los párvulos del
último banco de la clase. Porque el progreso humano es
indicación terminante de lo contrario. Sería una palabra sin
sentido, si la realidad no se sometiera siempre, en mayor o
menor grado, a los principios.
Repitamos la afirmación en otros términos. Las realidades
de cada hora no son otra cosa que las abstracciones de
horas precedentes, convertidas en hechos.
Las abstracciones son siempre doctrinarias, sin medio de
dejar de serlo sino para convertirse en realidades vivas. Y
resulta en extremo curiosa esa «debilidad de los principios»
que en todos los casos, tardando un poco más o un poco
menos, acaba por imponerse y por trazarle rumbos nuevos
a la «fuerza de los hechos».
¿Sería una frase sin sentido—con llevar la marca reclu-
siana—la afirmación de que la sociedad es un organismo de
ideas? ¿Nació el anarquismo para adaptarse a la realidad?
¿Qué habría de él sin la virtud admirable de encararse con
ella en todos los terrenos, abonando su obstinación ejem­
plar con jugos de sacrificio?
Nada se transformaría sin que las realidades del momento,
impelidas de modo irresistible por la fuerza extraordinaria
d e los principios, dejaran franco el paso a otras nuevas.
Mil ejemplos a la vista de todos lo prueban a diario. ¿Es
otro el lenguaje que habla la eslabonadura sin fin del pro­
greso en todos los órdenes y en todos los tiempos?
SE TO M A EL RABANO POR LAS HOJAS
¿Quién manifestó alguna vez el propósito de resolver los
problemas sociales en base a simples teoremas? La cosa es
muy distinta. Se trata de que los teoremas— que no tienen
que ver en ninguna forma con las abstracciones que ahora
sirven de bandera a los que llamándose todavía anarquistas
consideran en bancarrota al anarquismo— nos permiten una
visión más certera, ya que únicamente son válidos después
de la prueba terminante de su fundamento que les es
exigida.
¿Puede haber seriedad en reprocharle a nadie su empleo?
Si prescindimos de ellos ordinariamente, no es por capricho,
ni por miedo a los sabihondos de nuevo cuño. Es porque
nuestra ignorancia nos impide utilizarlos.
¿Habían de ser tan sólo aplicables los teoremas a la ro­
tación o a la traslación de los planetas o al funcionamiento
de las máquinas? El absurdo de tal exégesis no es inferior
al de aquella que admitiera que la Biología no estudia más
leyes que las relacionadas con los caballos, con los diputa­
dos a Cortes o con los conejos.
¿Existen verdades que lo sean para el mundo y no para
sus gusanos? ¿Cómo se fabrican ciertos topes? ¿De dónde
salen? ¿Qué base tienen? ¿Puede ser desvinculada la socie­
dad—la vida del hombre—de ese capricho de Newton que
llamamos la gravitación universal y de otras leyes igual­
mente comprobadas?
Los teoremas expresan lo comprobado. Sin la demostra­
ción se hunden en la nada y no se habla más de ellos. Ex­
presan la realidad. Una realidad, sea del orden que fuere.
Y no cuesta el menor trabajo comprender que los impug­
nen—considerando extemporáneo su empleo— los ilustres in­
documentados que hablan de someterse a la realidad en
toda la línea y estiman que sólo podrá transformarse en
alguna cosa, si desde los altos puestos de mando se dan fa­
cilidades para ello.
 CENIT
¡Es para dar esas facilidades que aspiran ellos al ejerci­
cio del Poder! Si existe medio de establecer el Comunismo
Libertario por decreto, teniendo buenos compañeros arriba,
¿no es preferible que intentarlo por medio de luchas cruen­
tas?
NUESTRA INSUFICIENCIA
No conocemos más que de nombre los teoremas. Por lo
tanto— y convenía señalarlo— , la nuestra no es una defensa
pro domo sua. Somos profanos absolutos en ecuaciones ma­
temáticas. Las cuatro primeras reglas— que aprende cual­
quier jirafa— y basta. Nuestra ignorancia en geometría es
tan francamente enciclopédica com o en otras muchas cosas.
Desde los Elementos, de Euclides, hasta La Relatividad,
de Einstein, median muchos siglos. Para nosotros, com o si
tal cosa. En su decurso las matemáticas le dieron al mun­
d o un emporio de conocimientos. ¡Y hasta los prolegómenos
de esa obra grandiosa nos son desconocidos! Nos escapa ri­
gurosamente el medio de penetrar en ellos.
¿Cabe una confesión más clara y más humillante?
Pero ahora, aguijados por la dura necesidad— que es el
escultor supremo de muchas cosas— , y con ayuda de un
prontuorio al alcance de todos, hemos aprendido unos deta­
lles elementales. Es muy difícil resignarse a ser... sconquas-
sato en cualquier terreno por el primer contrito que le salga
a uno al paso.
Esos detalles bastarán para no quedar mal, si el firmante
de la carta, según creemos, es tan profano en esa disciplina
como nosotros. Si nuestras suposiciones son equivocadas y
el arrogante areopagita enemigo de la aplicación de los mé­
todos científicos al examen de los problemas de la vida so­
cial y de la vida humana nos tunde sin misericordia, pa­
ciencia y a rascar.
Entonces dejaremos eso de los teoremas, que nos viene
muy ancho, para resarcimos en otros terrenos. Que las ideas,
cuando se han hecho carne en nosotros y vibración peren­
ne, pueden ser defendidas con eficacia en mil formas di­
versas. Pero jamás se las defiende negándolas o— lo que es
muchísimo peor— escarneciéndolas.
¿Se hace otra cosa cuando se intenta cohonestar en su,
nombre determinadas piruetas y genuflexiones más o me­
nos arlequinescas?
POR LO DEMAS...
Ha hecho bien el anarquismo utilizándolos siempre que
viene a cuento. Creemos recordar que Reclus y Tárrida del
Mármol se sirvieron de algunos teoremas para volar en frag­
mentos torpes impugnaciones del anarquismo hechas por
aquellos sectarios que lo combaten buscando puntos de apo­
yo en grotescas leyendas.
¿No tiene el radio vector geométrico estrechísimo paren­
tesco con el de otro signo que conduce al espíritu humano
a través de la Historia? El primero es acaso más fácilmente
perceptible que el segundo. Pero su función, en la esfera
que le corresponde, es la misma.
Ambos parten de un punto fijo. Y ese punto debe ser te­
nido en cuenta a todas horas, ya que no haciéndolo así se
pierde el sentido de las direcciones variables que pueda
tomar. Lo grave es que esas direcciones sean de un carác­
ter no previsto, com o es fatal que suceda no partiendo de
un punto fijo, y que en vez de ser trazadas por los fac­
tores que le conducen directamente al espíritu y lo mueven,
traduciéndose en conciencia y voluntad, tengan su primordial
o su único movente en las exigencias del estómago y bru­
tales afanes de jerarquía.
Porque entonces se desemboca irremediablemente en el
laberinto.
EL PELIGRO D E LOS ESTANCAMIENTOS
Las querellas provocadas por la línea sinuosa de un cola­
boracionismo retirado de la circulación hace ya mucho tiem­
Ayuntamiento de Madrid
1311
po, son incapaces de determinarlo. Esas bagatelas no dejan
huella. La deja, sí, todo lo que le sirve de motor a la opo­
sición con que los adaptados tropiezan.
No hay peligro de que ciertas muecas histéricas deten­
gan la marcha del sol o motiven cambios de rumbo en los
acontecimientos. ¡Ni pensarlo siquiera! Las desviaciones pa­
trocinadas por aquellos que cansados de ser yunque quie­
ren convertirse en martillo a costa de lo que fuere, no han
de retrasar ni de un segundo el arribo a la soñada meta.
Esa meta no es trazada por designio de unos cuantos hom ­
bres, mejores o peores que los otros, inteligentes o zafios,
Sísifos del ideal o desdichados cultores del mendrugo, sino
por las mismas esencias del espíritu a que nos hemos re­
ferido, factor que en última instancia lo mueve todo.
Es trazada por las necesidades y por las aspiraciones del
conjunto, anteriores y superiores a la grosera especulación
y a los bajos apetitos que comunican su impulso a un grupo
mayor o menor de vainas ilustres.
A veces, después de un alto momentáneo, impuesto por
lo que fuere, se emprende una carrera más vertiginosa que
nunca. Lo hemos visto más de una vez.
¿Tiene alguien la seguridad de que no estemos a punto
de verlo nuevamente?
SEGUIRA LA MARCHA...
Lo que pesa, es eficaz y deja huella profunda— aun cuan­
do ni tan sólo lo sospechen aquellos que patentizan ahora
su convicción de que en cuestiones de doctrina no viene
nunca del grupo de una provincia y que no hay que de­
tenerse mucho en las cosas que más bien estorban para vivir
a la que salta— es la afirmación constante— que no debe ser
atenuada bajo ningún pretexto, sean cuales fueren las cir­
cunstancias— de unos principios cuyo sentido de eternidad re­
fleja el anhelo más vivo de los miserables y de los someti­
dos que sueñan con la libertad y con el pan que les son
robados por una prepotencia que se vendrá abajo con es­
trépito cuando le falte el concurso de aquellos que la vie­
nen soportando desde hace siglos.
Y la forma más positivamente eficaz de ese concurso se
expresa interviniendo en las funciones autoritarias, en el Par­
lamento, en el Gobierno, o—sin intervenir en esas institucio­
nes directamente— valorizándolas, en nombre de no importa
qué burdo sofisma, a los ojos de sus mismas víctimas.
Ello es siempre delictivo. Pero lo es mucho más todavía
cuando toman a su cargo esos menesteres quienes hablaron
un día de transformaciones sociales a beneficio de todos,
haciendo constar que en ningún caso era posible realizarlas
de arriba abajo.
Es lo que nosotros, contra todo y contra todos, por ser
una verdad absolutamente comprobada y porque conviene
que el pueblo se la aprenda de memoria, seguimos afirman­
do, mientras nos reímos de un revisionismo de nuevo cuño
sin más punto de apoyo que la ridicula vacuidad de sus sos­
tenedores, o su torpe afán de trepar a la cumbre tremo­
lando al viento la bandera d e la igualdad...
CONCLUSION
No hemos de oponemos en nombre de nada a que cese
el ultraje. Por dos razones igualmente poderosas: la primera,
porque opera contra los no contritos; la segunda, por tratar­
se de un recurso del que podemos prescindir. Disponemos
de otros cuya elevación y cuya eficacia son incomparable­
mente superiores.
Pero hemos de recordar una boutade célebre. Creemos que
convenga repetirla ahora. En el curso de una campaña in­
tensa realizada en Francia por la supresión de la pena de
muerte, se le preguntó a Alfonso Karr qué juicio le merecía
aquel propósito. Y contestó;
Muy santo, señores; muy elevado, muy noble. Pero lo mút
lógico seria que principiaran los asesinos.
E u se b io C . C A R B O
 1312 CENIT

«La sabiduría nos advierte que

toda orden debe ser entendida
como consejo, y que debemos exa­
minar si este consejo es razonable
o no; si este consejo, venido de fuera,
corresponde o no a nuestra con­
ciencia.»
(«Contra los dogmas»).

ECORRER el vaslo jardín literario y fi­

losófico creado p or Han R yner es respi­
r a r el delicioso perfum e de un pensa­
m iento delicado y a la vez generoso,
que n o solam ente nos inunda de íntima
voluptuosidad y de vivificante simpatía,
sino que exalta nuestro gusto por la v e r­
dad y nuestro odio hacia el dogma, sea
.x,- filosófico o religioso, protestante o
católico, «que afirma fuera del dom inio de la afirm a­
ción y restringe la libertad del ensueño».
El respeto ai pensam iento ajeno, a la personalidad
de cada uno, es posiblem ente la principal caracte­
rística de la filosofía de Han R yner. En «La sabiduría
n en te», lum inoso reflejo de su alm a encantadora,
com o en su folleto «El subjetivism o», se pueden captar
las grandes líneas de su pensam iento y discernir esta
preocupación dom inante de 1 1 0 ser jam ás para el
p róxim o una causa de error. «Incluso cuando se m e
da la m an o —dice él— es prudente tener los ojos
abiertos.» Siem pre inspirándole la mism a ansia
cuando pide claridad a los filósofos, precisión y ló­
gica: «P ongo orden en m is pensam ientos para que el
lector y el oyente puedan seguirme..., no porque de­
ban seguirm e.» P ero estim a que la lógica es un pre­
cioso instrum ento investigador, y sabe m ostrar de
aquélla no los p eligros sino el m al uso que pueden
nacer de ella ciertos espíritus dogm áticos para dis­
frazar el carácter especioso de sus afirmaciones.
Han R yn er n o es positivista; o, posiblemente, lo
es de una m anera tan radical que desconfía incluso
de la afirm ación científica, aunque sabe que la cien­
cia es depositaría de las verdades más aproxim ativas:
“ Las ciencias positivas han adolecido frecuentem ente
de una am bición demasiado vasta al expresar los
vínculos m aravillosos entre los fenóm enos psíquicos
y el fenom eno universal de la substancia universal-
han empezado a constituirse el día en que han renun­
ciado a tales pretensiones. Su ejem plo m e instruye
Me aparto de la alquim ia de la felicidad, de la llam ada
m oral, y m e acerco hacia la hum ilde quím ica que al­
gunos antiguos llam an sabiduría».
S in em bargo, no es por ello m etafísico en la acep­
ción ordin aria de esta palabra: «Buscar en la m e­
tafísica la regla de su vida - d i c e - e s m odelar la
vida según el ensueño y transform ar la conducta hu­
m ana en no sé qué feroz sonam bulism o. E quivale a
ordenar y levantar las piedras del abrigo indispensa­
ble sobre el va g o flota r de las nubes» («El subjeti­
vism o»), Se n iega él a afirm ar, se prohíbe construir
en las nubes, pues quiere v iv ir arm ónicam ente sin,
p or ello, negar el saber: «En principio, me siento ten­
tado a acceder a todo, aquí y allá, sin em ocionarm e
m ucho ante la contradicción». Y, aquí, Han R yn er
aborda el m u y delicado problem a del determ inism o
y de la libertad:
«T odo intento de raciocin io contiene una afirm a­
ción de la libertad. P or el determ inism o lógico —fo r ­
m a quizás un poco grosera de la libertad in te le c tu a l-
escapa al determ inism o fisiológico o p sicológico que
te im ponía ideas dispersas, desarmadas e im precisas.»
«P a ra que actúe —continúa— es necesario que me
crea libre», y , sin embargo, «destruir mi creencia en
el determ inism o sería suprim irm e todo m otivo de
a cción y rom per el resorte m ism o de m i libertad»
(«E l subjetivism o», pp. 32-33).
He aquí com o concibe Han R yn er la libertad: «Es
el poder de elevarse p or encim a de las pasiones y
ae los sentim ientos instintivos; Epicteto y Tolstoi
serían determ inados a ob ra r de tal suerte porque
precisam ente son Epicteto y Tolstoi.» P or otra parte
Han R yner lo reconoce puesto que añade: «lo que yo
llam o libertad preferís vosotros llam arlo potencia.»
f 'n este caso estam os todos de acuerdo, y es con
justa razón que M anuel Devaldés nos d ice' con res­
pecto a esta controversia entre dos probos filósofos de

Ayuntamiento de Madrid
 CENIT
los tiempos presentes: «N o objetam os a Han R yner
por su vocabu lario; no es un filósofo gubernam ental
y su libertad n o perjudica a nadie; al contrario,
puesto que usa de ella com o si le diera su verdadero
nom bre: potencia».
El equívoco sobre la palabra libertad, ¿no procedo
acaso, una vez más, de la desconfianza h acia el dog­
m a? Sin duda, puesto que Han R yn er nos dice: «El
determ inism o tiene su dom inio; la libertad tiene el
suyo. Y sin em bargo, uno y otra llenan m agnífica­
mente el universo... La g ra n belleza del determ inis­
m o es que con vierte el m undo en inteligible». Y ter­
m ina así: «A m o tu esfuerzo heroico, determinista,
¿albucente- de pobreza m aterial. P ero tú, libertad,
cántico de riqueza form al, esparces por doquier una
luz y u n a son risa de humanidad. No separéis, nunca
de mi espíritu vuestro noble y suave enlace. Pues
quiero con ocerm e y o m ism o com o m ateria y objeto
de cien cia; quiero realizarm e y o m ism o en form a,
arm onía y objeto de am or» («El subjetivism o», p. 24
y siguientes).
Cuando Han R yn er aborda la cuestión de las m ora­
les las considera todavía del punto de vista de la li­
bertad humana. Desde las llam adas por él m oral de
esclavos, o servilistas, o de obediencia a Dios, hasta
las que exigen esta obediencia en nom bre de entidades
diversas: deber, humanidad, solidaridad, raza, patria,
las rechaza todas, pues son para él expresiones de
una autoridad externa. He aquí com o se expresa a
este objeto: «Y o contem plo los gestos de las m anos de
vuestros sacerdotes y veo que son m entirosos y
atrapaincautos. Dios, no estoy seguro de tu existen­
cia, y si existes, y o no sé lo que eres e ign oro lo que
quieres. Tus intérpretes, ¿p o r qué han de saber más
que yo? Si afirm an ellos cuando yo dudo, es que unos
tienen la sinceridad del eco, pero otros la am bición
de conducirm e y la avidez de explotarm e» («V arie­
dades del individualism o», p. 30).
Si obedecer es para Han R yn er fealdad, cobardía,
m andar no es m enos v il a sus ojos; el dom inism o no
vale m ás que el servilism o. El amo, muchas veces, no
es m ás que el esclavo de sus propios esclavos; se
halla atado a la cadena que le une a aquéllos; vive
bajo la perpetua amenaza de ver su autoridad dislo­
cada y aniquilada. ¿Qué es lo qué queda, pues? Am or,
sabiduría, fraternidad y subjetivism o, o, si sentís p re­
ferencia por los nom bres antiguos, cristianos y es­
toicism o. , tener todas las jerarquías. Los sacerdotes fu eron in­
Han Ryner acepta, pues, la doctrina de am or del
cristianism o; pero juzga severam ente a sus prenten-
didos representantes actuales: «Curas: Jesús os recha­
zaría. ¿Acaso n o le crucificasteis vosotros? No sois de
esos brutos que m atan gratis sino al contrario, unos
sutiles ladrones. Habéis escam oteado su cadáver y de­
form ado su palabra. El nom bre de Jesús es grande
porque fué enem igo de los curas, de los tiranos y de
los ricos, porque prohibía juzgar, porque destruyó la
m oral llam ada entonces L ey o Thora. ¿Qué habéis
hecho de él? V uestra m isión es hum illar a los dé­
biles ante los poderosos y sus m entiras» (El quinto
evangelio»). , los demás... Toda la ley escrita es locura, y asim ism o
Han R yner m enosprecia igualm ente el individua­
lismo cuando significa la realización del «y o » para
la opresión de los demás. El nietszcheísmo «es la
última moda de la locura», e im plica para sus espec­
Ayuntamiento de Madrid
1313
tadores «pobreza y egoísm o». La voluntad de potencia
debe em plearse sin pasar de ningún modo brutal­
mente sobre otros individuos, de lo con trario es un
error. «Se convierte en verdad —escribe— si este
im perialism o m e es in terior totalmente, si es a mí
m ism o a quien quiero dom inar y crear» («Variedades
del individualism o», p. 30).
Han R yn er, com o Jesús y Epicteto, rechaza las pa­
labras externas: «Haz callar las afirm aciones de los
partidos, de las religiones positivas, del librepensa­
m iento de rebaño. Haz ca lla r las voces de tu país y
de tu siglo. T odo esto no es tú» («El subjetivism o»,
pp. 59-60). Lo que quiere Han R yner es la realización
de cada uno según la- viejo fórm ula tte Sócrates:
«Conócete a tí m ism o», pues, «¿cóm o esparciré a mi
alrededor la felicidad y la serenidad antes de p o­
seerlas y o mismo?... Nadie aprende nada si no es de
sí m ism o — añade— y de las circunstancias de su
vida. Sólo la experiencia directa es verdaderam ente
educadora».
Todo depende de nuestros actos interiores y es sólo
de nosotros que dependen aquéllos: «L a felicidad aje­
n a no puede ser la obra de m i violencia. M i voz puede
gritar. ¿P or qué p rodigio hará escuchar a los demás
su voz in terior? Nuestro esfuerzo útil, en efecto, será
casi siem pre subjetivo. Sólo puedo ilum inar a m i al­
m a para que se con vierta en hoguera cada vez m ás
grande a fin de dar a quienes sienten frío en las tinie­
blas un poco m ás de luz y de ca lor» («El subjeti­
vism o»).
Tal es el pensam iento de Han R yner. Quizás se
equivocó en calificarlo com o lo hizo, pues el subjeti­
vism o que visa la form ación personal de cada uno
no debe ser confundido con el subjetivism o m etafísico
que pretende encontrar la verdad p or la sola cons­
ciencia, sin tener en cuenta la razón y la experiencia.
P ero su doctrina o, más bien, su enseñanza, se ju sti­
fica puesto que pretende liberar a los hom bres de las
dos tendencias que se disputan su personalidad, el
servilism o y el dom inism o, gracias a las cuales los
m ás sublim es evangelios han quedado en letra m u er­
ta: «¿Es qué nada sirve p a ra nada?».
Jesús ha querido destruir los cultos .exteriores, las
reglas y las leyes; la ironía de las cosas y la habili­
dad de los poderosos han hecho de él el fundador de
la m ás organizada de las religiones. P redicó él la
igualdad, y su recuerdo sirv ió para au torizar y sos­
tolerantes en nom bre de esta víctim a de la in toleran ­
cia de los sacerdotes; m ataron estos p or la g loria de
aquél a quien ellos m ataron. («El crim en de obede­
cer».) P or lo tanto, en su lib ro «El quinto evangelio»
hizo re v iv ir el verdadero Jesús, enem igo de los curas
y de las leyes, aquél cuyos discípulos — nos dice Han
R yner— «no con ocieron las profundidades libres del
am or; esclavos de una fe grosera y de una grosera
esperanza, destruyeron la fe a la ley para edificar
la le y de la fe». E interpreta la doctrina del cru ­
cificado:
«L a sabiduría quiere que se obedezca, pero no a
toda cerem on ia religiosa... Lo que está escrito en el
corazón de los buenos vale m ás que lo que está es­
crito en la ley maldita... P orque hay m alos pensa­
mientos. en vuestros corazones y porque h ay palabras
 1314 CENIT

de o d io en v u e s tro s te m b lo r o so s labios... Jesús en señ ó

que fu e ro n frecu en tem en te v ela d a s p o r los que te­
g ra n d es cosa s q u e p u eden oírse con el co ra zó n y los
n ía n el d eb er d e tra n sm itirn o s in te g ra lm e n te su
c u r a s la s p eq u eñ a s co sa s; p ero n o en señ ó c o m o los
p en sa m ien to. E n todas su s o b r a s se r e v e la la m ism a
e scrib a s q u e d iv ie rte n o em b a ra za n el e sp íritu ; y no
p r e o cu p a c ió n d e e x tra e r la v erd a d esca m otea d a p o r
en señ ó ta m poco c o m o lo s escrib a s y lo s sa cerd otes
la im p ostu ra d og m á tica . Y su o b je tiv o es sie m p re in s­
se r v id u m b r e y a u torid a d , c o m o el e scla v o que repite
ta r a los h o m b r e s a d esn u d arse d e su s a p a rie n cia s
a o tr o s e scla v os la s órd en es del am o. E n señ ó él con
e x te r io re s y ficticia s, que ta m b ién co n s titu y e n d og ­
lib erta d , c o m o u n h o m b r e q u e h a b la a lo s h om bres,
m a s p a ra q u e p u edan co n te m p la rs e en su desnu dez
c o m o u n c o ra z ó n que d esb ord a en o tr o s cora zon es.
in tim a. Y les en señ a en ton ces a m od ela rse seg ú n el
ISo h aced c o m o los d o c to r e s d e la le y q u e ex ig en un ideal p erson a l.
sa la rio p a r a d e cir lo q u e creen e llo s ser la verdad...
E ste o b je tiv o de su s en señ an zas lo h a e x p re s a d o en
L a p a la b ra y el a m o r n o se p a ga n c o n d in e ro . Y s i al­
la sigu ien te e x h o r ta ció n en q u e te rm in a u n a de sus
g u ie n los p a g a c o n d in e ro no so n y a n i p a la b ra ni co n fe r e n c ia s :
a m or. Así, pues, lo q u e h a y á is r e cib id o gra tu ita m en te
«Q u erid os a m ig o s : ca d a uno de n o so tro s pu ed e h a ­
d e m i a m or d a d lo g ra tu ita y a m orosa m en te» («El
q u in to ev a n g elio»). c e r u n a cosa, c a d a u n o d e n o so tro s pu ede p ro d u cir
en s í m ism o u n h o m b re a im a g en del fu tu ro h o m ­
Este lib r o es de u n a d o c tr in a sen am en te su gestiva,
b r e q u e soñ a m os. Q ue ca d a u n o de n o so tro s r e a lic e
y co m p a rtim o s el p a r e c e r de M an uel D eva ld és sob re
este acto, al p a r e c e r m ed iocre, p ero que es el m á s
«E l q u in to e v a n g e lio »: «C u ales q u ie r a q u e seáis y c ó ­
m a ra v illo s o y la m á s m a ra v illo s a de la s o b r a s m a es­
m o penséis, leed este lib ro ; qu izá s a ca u sa de él
tras. Q ue ca d a u n o se escu lp a y se re a lice según soñ ó
cre e r é is en in d iv id u a lista y en e l a m o r; qu izá s os con -
al h o m b re del p o r v e n ir . Y en m ed io de las fea ld a d es y
v e rtiré is en seres m á s lib re s y m ejores».
tristeza s del p resen te fo r m a r e m o s y a un m a r a v illo s o
E n o tr a s ob ra s, don d e resu cita a p erson a jes del oa sis de bon d a d y de am or.»
pasado, tales c o m o P itá g o ra s («El h ijo del silen cio»)
o S ó cra te s («L as v erd a d era s p lá tica s de S ócra tes») (T rad. J. P eira ts.) HEM D AY
H an R y n e r trata d e re stitu irn o s a in d iv id u a lid a d es
El p r ó x im o y ú ltim o tra b a jo se titu la rá : Penegirico.

Ayuntamiento de Madrid
 partas viejas Joseph ISHILL
UERIDO am igo Ishill,
Aunque, por los volúm enes que m e enviaste
hasta ahora, fui advertido en cierto m odo y
pude im aginarm e com o sería tu Antología
F ree V ista s (1), te confieso que, ayer, cuando recibí
esta obra, he experim entado una de las m ás raras
em ociones de m i v id a de jorn a lero de la idea y del
libro. Quedé com pletam ente aturdido de asom bro, de
adm iración, de alegría. No es ninguna exageración
de m i parte. En la Biblioteca pública que dirigo, se
encontraban entonces algunos lectores: les hice reu­
nirse alrededor mío, m ostrándoles este tesoro de
arte, de pensam iento y de empeño idealista, hoja trás
hoja, exam inando el texto, la com posición gráfica,
las ilustraciones, los m atices de la tinta, la variedad
del papel. Cada hoja dada vuelta descubría una nueva
sorpresa, suscitaba un . nuevo encanto. L os jóvenes
que m e rodeaban n o podían creer que esta es la obra
de un sólo hom bre. Y cuando les he relatado com o la
has realizado, en qué condiciones de firm e aislam iento
y en m edio despiadado—allí en la B abilonia norte­
am ericana— hem os sentido, todos, en esa h ora res-
plandiciente, el consuelo que sólo la acción hermosa,
pura y hondam ente hum ana puede dar en estos tiem ­
pos envenenados por la m iseria y el odio.
Tienes razón, am igo Ishill: F ree V istas «no tiene
igual». De los diez volúm enes que constituyen esta
Biblioteca, no h ay uno solo que pueda confrontarse
con tu Antología, pese a que se encuentran aquí, por
ejemplo, las m agníficas ediciones francesas de la
D ivina Comedia y de Don Quijote con los grabados
del genial Gustavo Doré. Lo que has realizado es una
m aravillosa síntesis del arte gráfico, del espíritu crí­
tico, del idealismo positivo y de la acción social. Poder
arm onizar la im agen con la idea, la estética con la
ética, la fé desinteresada con el im perativo de la trans­
form ación social, es un hecho ejem plar, una gran
hazaña. Porque tú — sólo, gra cia s a un trabajo verd a­
deramente titánico y a la vez terriblem ente m eti­
culoso— has dado expresión a tan elevados anhelos,
a tantos pensam ientos esclarecidos y a tantos poemas
que purifican y renuevan el alm a. Las contribuciones
de los poetas, novelistas y artistas, de los filósofos,
sociólogos, investigadores científicos y luchadores de
casi todos los cen tros libres de la cultura contem po­
ránea, han recibido en tu F ree V ista s una nobleza y
una potencia de persuasión insospechada. Has sabido
ordenar sus palabras con una precisión y una cla­
ridad tan sorprendentes, después de haber seleccio­
nado el texto con una intuición unida a un incontes­
table espíritu crítico. En su 'con ju n to, los textos de la
Antología constituyen un fresco del arte y pensa­
m iento actual, depurado, sutilizado, pero dirigido
también hacia ideales de libertad y de porfecciona-
m iento m oral e intelectual.
Lo repito, querido Ishill, y o n o quiero colm ar con
Ayuntamiento de Madrid
alabanzas tu innata modestia. Pero, em bargado por
esa em oción suscitada por las F ree V ista s, tengo que
com partirla contigo. Has dado a los fabricantes de m a­
culatura y a las legiones de grafóm anos de todas p a r­
tes una recia advertencia: fé en la palabra escrita,
respeto de la idea v iv a , devoción h acia el arte que
no debe ser prostituido al gusto vu lgar y al m ercan ­
tilism o rapaz... Y tienes razón también cuando afir­
m as que quisiste dem ostrar que sem ejante obra
puede ser forjada por un solo hombre, desde su con ­
cepción hasta la ejecución técnica. En esta época del
m aquinism o febril y de la especialización llevada
hasta la idiotez, has restablecido el gran honor del
artesano creador, del forja d or que piensa y sabe m a­
n ejar las herram ientas, No puedo com pararte con el
hom bre del porvenir, al que no veo todavía libertado
de la tiranía de la máquina, del taylorism o, del «tra­
bajo en cadena»; estoy obligado, p or el con trario, a
buscar tu prototipo en el pasado, entre los benedictos
retirados en celdas, y que sacaban bajo las prensas
de m adera las hojas de los «incunables». L os letrados-
del siglo de Gutenberg reviven en nuestros días, pero
tan pocos, casi únicos, en el alboroto triunfal de los
nuevos ídolos: el cine y la radio que tienden a... reem ­
plazar la im prenta.
¡No! el libro no m orirá, según creen los fanáticos
de la acción brutal. Aún hoy guarda su profundo sig­
nificado el dicho del m onje de V íctor Hugo, quien
m ostrando uno de los p rim eros libros salidos de la
prensa de Gutenberg, y luego las torres de la Cate­
dral de Nuestro Señora de París, exclam ó: Ceci tu era
celá! (¡Esto m atará a aquéllo!). Es verdad que la
im prenta p rov ocó una decadencia de la arquitectura;
pero, en esas últim as décadas, la arquitectura renace,
no com o arte sintético, com o fué en los tiem pos de
las catedrales y de los palacios del Renacim iento,
sino com o expresión utilitaria de la vida colectiva.
A su vez, el cine y la radio no m atarán el lib ro sino
que, después de un período de reclusión en celdas, com o
tú m ism o te empeñas, el lib io v olv erá a ¿firm a r su
prestigio universal, pues el libro perm anece com o
la m ás sutil, herm osa y eficaz m anifestación del espí­
ritu creador hum ano.
Esta verdad la p rocla m a n tus F ree V ista s. Y has
com probado algo m ás: lo que puede realizar de una
m anera libre un trabajador, un proletario, aún en
una sociedad tan hostil a los ideales libertarios. No
has trabajado para una {.'élite» parasitaria, porque
todo lo que has publicado bajo la égida de O rio le Press
es una condena de la riqueza holgazana, u n latigazo
para las alm as pervertidos y las mentes estériles, un
ataque a fon do contra la «m ediocracia», com o la
llam a el crítico de arte Gerardo de Lacaze-Duthiers,
el prom otor de la «aristocracia» sobre la cual he
escrito un ensayo (v. «Individualism o, estética y hum a­
nitarism o», colección «Cuadernos de Cultura», Madrid,
1933).
 1316
CENIT

Has realizado, pues, m á s que lo que dices m odesta­

m en te. m ostrar «com o anh ela u n trabajador v er r e ­ el «p r o v e r b ia l p r o fe ta » que lle v a su v id a ig n ora d o en
presen tados' los pensam ientos y la s obras do los
artistas». Otros, m á s capacitados q ue yo, van a decir

«g ria
r í Hy 2adm
2 ,iración
£ 5 * Y° qU¡?e
para la s C°
F nfeS'
ree Vri smi
t a s Fque
ofS n por
da dSsus
é-
cualidades literarias, estéticas y éticas, expresan tam ­
bién u na a lta escuela del arte gráfico; cada p á gm a 5 d e U e r r o r h iU e r S a ) T a n o v e la q ' u e W ^ z u m F r ie r e n
Ve\ Unü lección de técnica tipográfica de com ­
paginación, de arm o nía entre la letra y pl nanpl
m in n y la im a Sen - Esta obra debe estar e n ^ a s nal, tu v o la m ism a su erte q u e la de t a i X s o tr a =
m an o s de todos los profesores de arte gráfico- ella es
c t s r i% arr ís ; c h R ep rod u zco a ig u n a s iín -
connatfn n »g° table ^ ¡n a de a f i a n z a s P r á c S ’as una
rigoroso d f T ^ H 11 de la im aginnción en el cuadro
igoroso d t la «lín ea», u n a sucesión de arm onías
, p £ " ta m u s í a le s — desprendidas del portátil de las
P e r o S?od°o^ ?osr !aí ^ im p rf s ió n q u ed a ron en su lu g a r
letras, cada vez o tra s de una página a otra N unca m p n .n l ? l o s , <bros y folletos, la s cartas, lo s d o c u ­
he im aginado que una página im p resa puede tener m en tos, los r o llo s d e papel, fu e r o n ca rg a d o s en dos
hfíin 1 m a f ’ la n ta s expresiones v iv a s, como rostros r rCaT nefS y lleu0d0S ¿qu ién sa b e dó n d e ,) R iech ert

, cir m á s sobre las reproduccciones-

gia b ad o s, m em b retes, viñetas, retratos, in icia les’
A lgu n as, como los «C autivos de g u erra », de M aurice ad elan te». (A lg o peo* R i e c h e r t ^ t r í v e z ^ r S a d T
mr h G' bañ istas”. de John B uckland W r ig h t a rra stra d o p o r la s ca lle s con un le tre r o : «S o v í n
pu e r co p a cifista ». O tras tortu ra s, o tr o s rob os.— E R )
e d f l PT ' w m b ién 10 qUe q u e d ó en d e p ó s ü o d e la
q u em a d o SP h T ri z“ m ^ ried en b a sido con fisca d o y
q u em a do. Se h a destru id o a s im ism o el m a n u s c r ito el
c u a s » Cd p nrt0i a r a pe? “ eña novela " u n cirio de Pas- ú n ico eje m p la r, de m is P e r e g r in a c io n e s E u ro p ea s que
fn o l a C aragiale, y la fantasía de D Anghel d eb ía im p r im ir el m is m o editor. ¡O ué c o n s u e lo L
\ ™ ? Z « aS A°r i? el ru m a n ° . n o significan solam ente
la integración de dos obras nacion ales en la literatura cías, cu a n d o p a re ce q u e el esp íritu c r e a d o r v la na?
u n iversa l sino tam bién el hom enaje que una con-
siblPsi pS p u eb l° s 1 u ed a rán c o m o u n a s u topías in a c ce ­
rilfr?0.18 i / un aIm a n°stá lg ic a com o la tu ya pue­ sib les. P e r o se h a fo r ta le cid o m i c o n v ic c ió n de aue el
den rendir, desde allende el océano, a la S a t u r a o d io c ie g o no pu ede d estru ir nada, m ie n tra s el idea
mós” EsPtá Ss T 16' deblSte abandonar hace cuatro dece­ lis m o se m a n tie n e firm e en su esfu erzo d e tra b a ja r
nios. E stá seguro que estas traducciones serán desta- e n el sen tid o de la fra te rn id a d u n iv e rsa l y de a rle
los n l ñ ^ t s r eHn te’ a l e Saiiadientes, com o lo hacen q u e p u rifica y em b ellece todo lo que toca.
“ 1 ! testarudos ¡a quiénes se les ha dado una
lección de buena conducta! p o ? Utu r u T e s n S n s 7 ÍUGrZa’ a m ig ° ' Pa r a a v a n za r
lib e ra ció n 6Spm0Sa p e r o que lle va. al fin, h a cia la
« o í!fÍ ét Para e l fin la cuestión person al. «H ubiese de­
seado h acer m ás p a ra usted», m e escribes con candor
que m e regocija. P u es lo que h as hecho para m í es de _________ Eugen R E L G IS
r í l a Á enh,10sidad la n espantánea, que n o sé com o se-
la t S ía Í m p ^ ' h SÓI° v 11 a lm a d a d ¿vosa co m o
Po T p dV deC,r qu e ,,ha h e ch o le m a s ,a d o p o c o »,
g l se rio ní As i •’ m e h8S da d ° " la Pa r te d e l 'e ó n » y t°C(?nüene75p r(«a'ny SversosÓde11M^ta u r o r ^ s ^entre
e^ et^*^^^S"Un
eso se iía m á s bien u n a m olestia para m í E stov sin citamos a Rabindranaf- Toonm autores, los cuales
ccual
T a lia
f l i fescogido
e ^ d o 3110 ,P° r mis
entre 13 intUÍCiÍ5n
obras dos^ a piezas
t e r n a verda­
S n la
deram ente esenciales: el poema en prosa «El Silencio»
S i novPlT* v ! r° g l de n ii esplritualism o) y, de
mi noveia «V oces en sordina» (M irón el Sordo) el
cap tulo «Sobre la m ontana de la V ida» que es úna
l a E S H , 'é
la libertad He recon ocido en lat o versión
¡ 0 "> V S a c t a ™ * ,
ingles;! p I
ímpetu poético de R ose Freem an — Ishill la traduc

d o 7 \ S o s Uae n ?r e 1 pT °d 0 - f n ^ haS en cu a d rod o estos

rtihnin w . , el Pro l°g o de Stefan Zw eig y el
dibujo de Lazar Zin, añadiendo al final tus comenta
r os firm es y am argos a la vez, perm ítem e que n o te
s a i,s g £
diga nada, aprieto tu m ano con gratitud, sobre todo
rosa raazó n !im a P<,rte de Ia “ o j e n e s rkzón ¡Dolo-
T engo que precisar que estas líneas tuyas sobre

Ayuntamiento de Madrid
 CENIT 1317

TRES MIL A Ñ O S DE TERROR M ILIT A R

El p ije ii la destrucción fie los M ies a iranís de los siglos

(C O N T IN U A C IO N )

A S c iv iliz a c io n e s se su ce d e n con su g e n io p r o p io , p e ro tra n sm itie n d o fie lm e n te las « n o b le s »

- tra d ic io n e s m ilitare s. E n el p re c e d e n te n ú m e ro , hem os m ostrado la o b ra d e l s o ld a d o , d e sd e
los a n tiq u ísim o s tie m p o s d e la c iv iliz a c ió n c a ld e a hasta las g u e rra s d e l P e lo p o n e s o , en p le n a
flo ra c ió n d e l hum anism o g r ie g o . En la s notas q u e s ig u e n , vam o s a p re se n ta r e l reverso d e una g lo ­
riosa d e c o ra ció n q u e d is fra z a una é p o ca q u e fu é a m p lia m e n te c a n a liz a d a h a c ia e l c u lto d e los
sa lv a d o re s su prem os: E sc ip ió n , A le ja n d r o e l G r a n d e , T ito , T e o d o so e l C a t ó lic o y otros C ésares. - S . V .

En 405 A.C., E sparta salía v icto rio sa de la g ra n
gu erra d el P e lo p o n e so e h izo pesar terriblem en te
su y u g o sobre los v en cid os. L isan d ro, aquel fa m o so
g en era l que P lu ta rc o d ice que sa b ía p on er u n a p iel
d e z o rro sobre o tr a de león, h iz o llover las sen ten ­
c ia s de m uerte y e je cu tó gen tes e n m asas. En M i-
leto, tem ien d o que los p rin cip a le s m iem bros del
p a rtid o p op u la r n o huyeran,, y qu erien d o -hacer sa­
lir d e su m a d rigu era a los q u e esta b a n escon d id os,
ju r ó n o h a cerles d a ñ o a lgu n o; y cu a n d o , fiánd ose
en su p a la b ra , sa lieron , los en treg ó a la fa c c ió n oli­
g árqu ica; era n 800 y p e re cie ro n tod os. N o se p odían
co n ta r, d ice aún P lu ta rco , las m asas d e g e n te d el
p u eblo que L isa n d ro a sesin ó en las otra s ciudades.
P oeta s y o ra d o re s vendidos, ce le b ra ro n su g loria .
L os elevó a lo s ca rg os e h izo d e e llo s d ó cile s in s ­
tru m en tos. «L o s m ás fa ccio so s , d ice Isócra tes, eran
m irad os c o m o los m ás fieles, lo s m ás p érfidos c o ­
m o los m ás cap a ces, y la d u lzu ra n atu ral d e l h o m ­
bre se h a bía ca m b ia d o en fe ro cid a d sa lv a je».
H acia 360, el gen era l te b ia n o P elópidas, el m is­
m o que co n trib u y ó a la e x p u lsió n de los esp a rta ­
n os d e T ebas en 378, in v a d ió la M a ced on ia y tra jo
co m o b otín a los n iñ o s de las p rin cip a le s fa m ilia s
m acedon ias.
E n la m ism a ép oca , A le ja n d ro , h ijo de P o lid oro,
op rim ía a la T esa lia co n q u ista d a m ediante la pér-
fid ia v la cru eld a d . «S e en treten ía , d ice P lu ta rco
(V ida de P elópidas), e n te rra n d o los h o m b re s vivos;
cu bría a otros c o n p ieles de oso y de ja b a lí, la n ­
za n d o co n tra ellos a los p erros de ca za que los d e s ­
g a rra b a n ; otra s veces, los m a ta b a él m ism o a fle ­
ch azos. En las ciudades d e M elibea y d e E scotusa,
h iz o reu n ir un d ía a to d o s los h a b ita n tes, que al
rod ea rlos los gu ardias, d e g o lla ro n a tod a la ju ven ­
tud».
336 a ñ o s A.C., un g r a n con q u ista d or e n tra b a en
la h istoria , al tom a r p o se sió n d e l tro n o de M ace­
d on ia . A le ja n d ro el G ra n d e, a lu m n o d e A ristóteles,
que, a l som eter a to d a G re cia , d e cla r ó que las t i­
ran ías que ex istía n en el suelo h elén ico era n a b o­
lidas y que los pueblos, en lo sucesivo, se g ob ern a ­
rían p o r sus p ro g ia s leyes. (P lu tarco: V ida d e Ale­
ja n d ro ).
A lg u n o s h isto ria d o re s que se c o lo c a r o n en un
p u n to d e vista o m itie n d o co m p le ta m e n te las tritu ­
r a cio n e s d el «m a te ria l h u m a n o », d e cla ra n que la
ob ra d e A le ja n d ro el G ra n d e fu é p rofu n d a m en te
b ie n h e ch o ra y civ iliza d o ra . E s lo q u e au n se enseña
a n u estros escolares... N o p oca s cru eldades, sin e m ­
bargo, fu e ro n c o m e tid a s p o r aqu el con q u ista d or,
que h izo m orir al filó s o fo C alistano, que unió su
fa stu osid a d o r ie n ta l c o n p reten sion es d ivinas, aquel
con q u ista d or, d e l que A rria n o n os cu e n ta la res­
puesta que recib ió de los escitas, c u a n d o su ejé r­
c ito -penetró en su territorio: «T ú , que d ices ser un
e x te rm in a d o r d e la d ron es, eres el la d r ó n m a y or de
la tierra. P ien sa s ir a p a cifica r las In d ias y vienes
a ro b a r n o s nuestros reb a ñ os».
A le ja n d ro el G ra n d e se a p oderó de T y ra , la s o ­
berbia, e n 332 A.C. M a tó a llí 8.000 h a b ita n tes y se
llev ó p rision ero s a 30.000. L a ciu d a d de G a za, en
P alestin a, q u iso resistir c o m o T yra. L uego d e cu a ­
tr o g ra n d es asaltos, fu é ven cida. Sus d efen sores
fu e ro n a sesinados y sus m u jeres y n iñ o s vendidos.
E n 331 Persénolis a b rió sus p u erta s cu a n d o se
a p ro x im a b a n las trop a s m aced on ias. La ciu d ad fué,
sin em b a rg o , pillad a, y lo s soldados, en su ard or
del botín, se d isp u ta ron los d e sp o jo s d e la Persa.
A le ja n d ro , h a b ie n d o a tra v esa d o el O xus, en el
cu rso d e sus con quistas, lle g ó a la ciu d ad d e los
bra n ch id a s, descen d ien tes de u n a fa m ilia de M ile-
to, cu lp a b le de h a b er e n tre g a d o a J e rje s los tesoros
del te m p lo d e A p olo. El re y persa, p a ra re con ocer
sem eja n te servicio, la h izo ven ir a la a lta Asia,
re g a lá n d o le una ciu d a d y u n v a sto te rrito rio . A que­
llos g rieg o s recib ieron a los la ce d e m o n ia n o s con
en tu siasm o. A le ja n d ro reu n ió en to n ce s a los m ili­
cia n o s d e su e jé r c ito y les d e jó escog er en tre la
ven ga n za o el perdón. C o m o ta rd a b a n en decidirse,
e l «g ra n r e y » d ió ord en d e a tra vesa r c o n la esp ad a
a tod os a q u ellos in felices griegos. A sí tod a una
p o b la c ió n fu é m a sa cra d a a sangre fría , p o r una
tra ició n o cu rrid a h a cía ce rca de d o scien to s años.
<F. A rrien : A nabasa).

Ayuntamiento de Madrid
 1318
a as ba n d a s d e G a lo s irru m p ieron en
A sia M enor, en d o n d e h ic ie r o n re in a r el terror
d u ra n te m ás de u n siglo. L le g a ro n h a s ta T ra cia .
U n epigram a, de la a n tolo g ía d e u n p oeta d e M i-
leto, c o lo c a estas q u eja s e n la b o c a de tres ch ica s
qu^ . se. , s w ci? ar0n p a ra esca p a r a los guerreros:
« ¡O h M u eto! ¡O h p a t r ia querida, no* m a ta m os
p a ra su straern os a los u ltra je s d e los bá rb a ros
g a los!».
•L->a rePutac ió n d e lo s g a lo s e ra ta l, que n in g u n a
ciu d ad de E tru ria co n se n tía en a d m itir en tre sus
h a b ita n tes a una tro p a d e a q u ellos «h om b res de
asp ecto tan fe r o z » (T ito L ivio. L. X .) que llegaban
p id ien d o tierras... E l c o n s e jo d e E truria se libró
ae e llos m ed ia n te o ro , lo que p r o v o có u n a e n c a r ­
nizada b a ta lla e n tre lo s g a los y u n a b a n d a aliada
d e cisalp in os. «T a le s a cto s d e fu r o r , cu e n ta P olibo
n o era n raros e n tre aqu ellas gen tes, lu ego d e sa­
quear algu n a ciudad op u len ta , sobre to d o cu ando
p 107)° ex cita d os P °r el a lc o h o l». (P olybe, L . II.
L as m on ta ñ a s que lim ita n la M a ce d o n ia a l n orte
servían d e refu g io a tribus de o rig e n tra cio e ili-
r ia n o que, se o p o n ía n a lo s g a los. Le B ren n , que
d irigía a estos ú ltim os, h iz o to d o c u a n to pu do p a ra
m asacrarlas. Se d ice que en v en a n a b a a tribus en­
teras c o n víveres que d e ja b a en escon d ites sim u­
lados. T od as las tribus fu e ro n e x term in a d a s ñ o r las
arm as, e l v en en o y e l fu ego. M enos la élite d e su
ju ven tu d que fu é esclavizada. (A p p ia n , De B ellis
i llur, p. 758).
E n 279 A.C., el je fe g a lo C om butis, a com p a ñ a d o
ae u n ta l O restorios, c u y o n om b re p a rece in d ica r
u n tra n sfu ga o un a v en tu rero d e o rig e n g rie g o , in ­
vade E tolia — p ro v in cia que h a ce p a rte h o y del
territorio h elen o d e M isso lo n g h i — c o n 40.000 sol­
d a d os y 800 jin etes. «S a q u ea ron , escribe un h is to ­
r ia d o r g rieg o.la ciu d a d d e C a lion , a u toriza n d o b a r­
baries ta n h orrib le s que n o existe, que y o sepa
eje m p lo sem ejan te en el m u n d o. V ése ob lig a d a la
h um anidad a n o p en sa r en ello, d ebid o a lo que
aun se cu en ta d e los cíclo p e s y lo s lestrigones.
M asa craron a c u a n ta s p erson as e n co n tra ro n del
sex o m ascu lin o, sin d e ja r n i a los a n cia n o s n i a
los n iñ os que a rra n ca b a n d e l ¡pecho d e sus m adres
p a ra d egolla rlos. L as m u jeres y las c h ica s vírgenes
que te n ía n algú n p u d o r se su icidaban ; las (3 tras
s&frieron tod os los u ltra jes y todas las in d ig n id a ­
des que pueden h a c e r esos b á rb a ros ta n despro­
v istos d e sen tim ien tos d e a m o r y d e piedad A lgu ­
nas q u e p u dieron a p od erarse d e una espada se la
o 11 e P ^ J jo; o tr a s se d eja ron m o r ir de
h a m b re. P ero aqu ellos b á rb a ros d espiadados, aun
cu a n d o las m u jeres re n d ía n su a lm a al cie lo , g o -
oftl s “ s cu erp os». (P ausanias, L iv r e X , p . 650).
. f ' 1 2,®L A:c v ’o s ca rta g in eses a sa lta n d e im p ro-
v sto, la ciu d ad r o m a n a d e P la cen cia . O casión
aun p a r a librarse a escen as de h o rro r. P illa ron la
ciu d a d c o n la ayu da de sus au xilares g a los: boia-
™ ,ms,ubros’ ce n o m n o s, ligurios. etc.; la in cen d ia-
io n y , de una p o b la cio n d e 6.000 alm as, a p en a s si
l i b r o 0 X X ÍT * 6 n tre cen iza s y ruinas. (T ito Livio,
E n 192, fu ero n las águ ilas ro m a n a s las que se
T(ac ™or£ n « l o n a » , in v a d ien d o a los boianos.
^ as ™as.aci-es y las d ev a sta cion es fu e ro n tales en
aqu ella in feliz n a ció n que E scip ión N asica, el que
Ayuntamiento de Madrid
CENIT
d irig ió la e x p e d ició n , se e n o rg u lle ció en e l S en a d o
de n o h a b er d e ja d o vivos de to d a la ra za boia n a ,
m ás que a los a n cia n os y a los n iñ os. (T ito Livio,
L ib ro X X X V I ). E xtra ñ a s p a la b ra s en b o ca d e un
h o m b re a quien los ro m a n o s h a b ía n e n treg a d o el
«p re m io d e la virtud»...
D u eñ os d e tod a la Ita lia circu m p a d a n a. los ro ­
m a n os c o m e n z a ro n a p ro v o ca r a las p ob la cion es
g a la s d e los A lpes. A lg u n os d e los g en era les ro m a ­
n o s d e l e jé r c ito de o cu p a ció n d e T ra n sp a d a n ia , se
d iv ertía n , en p len a paz, saqueando lo s pu eblos de
p o b re s m on ta ñ eses, a los que se llev a b a n con sus
reb a ñ os, p a r a ven derlos en los m e rca d o s d e g a n a ­
d o , en C rem on a, M an tu a, P la cen cia , etc. E l cón su l
C. Cassius, ca p tu ró de este m o d o a varios m illa ­
res. (T ío L ivio, L ib ro X V L ).
R o m a e n v o lv ió tam bién a la M a ced on ia v en cid a
c o n u n d e sp o tis m o b á rb a ro y cru el. E n 179 el S e­
n a d o ro m a n o h izo destruir 70 p ob la d os de’l E piro
en un so lo día; los em isa rios d e l S en a do fa v orecie­
r o n la m a sa cre de los d ig n a ta rios etolia n os. M ás
d e m il aqueanos, tra n sp orta d os a Italia, m u rieron
de h a m b re y a b an dono... P olib o, p roteg id o p o r Es-
c ip io n E m ilia n o, so lic itó a lg u n os a ñ os m ás tard e
el re to r n o d e los exilados; só lo quedaban u n os tres­
cien tos. E l S e n a d o d iscu tía la cu estión y d elibera­
ba. « Y q u é im p orta , g ritó C a tón , si a lg u n os g rie g o s'
d ecrép itos so n en terra d os p or n u estros sepultado-
res o ,p o r los d e su pa ís». O b tu vo así su liberación
(M. D u m on t. H ist. R om ain e).
E n 147 A.C., E scip ió n E m ilia n o to m ó C artago
que fu é co m p le ta m e n te destruida. L a ex term in a ­
ció n de la p o b la ció n fu é sistem á tica m en te a rre g la ­
da. L a m a sa cre, que d u ró seis días, fu é h orrible.
P a ra lim p ia r las ca lle s y fa c ilita r e l p a so de las
trop a s, se c la v a b a n g a n ch o s en los cu erp os d e los
h a b ita n te s que se h a b ía n m a ta d o o p recip ita d o
desde el teja d o d e las casas, y a rra strá n d olos los
v a cia b a n en za n ja s, m u ch o s d e e llo s a u n p a lp ita n ­
tes y vivos. (A ppien. H ist. R om a in e).
M itria d a to, el g r a n re y d e P o n to , que re in ó a
p a rtir del 123 A.C., n o e r a m en os b á rb a ro que los
ro m a n o s e n la cru eld a d . S aqueó las «co lo n ia s
ro m a n a s», c o m e tie n d o excesos in au d itos. D e g olló a
to a o s lo s ro m a n o s establecid os en Asia; n i las m u -
jeres m los n iñ o s se salvaron . Según A ppien, fu e ­
r o n 8 0 . 0 0 0 las victim as.
E l em p era d or r o m a n o T ito , a p o d a d o p o r sus adu­
la d o re s «la s d elicia s del gén ero h u m a n o», fué, se­
g ú n se n os n a rra , un em p era d or filó so fo que e x cla ­
m aba D iem p erdidi (H e p erd id o o t r o d ía ),'c u a n d o
h a b ía p a s a d o un día sin h a ce r algú n bien. F ué sin
e m b a r g o aquel m ism o T ito quien, en e l rein ad o
d e su pad re, d e stru y ó Jerusalem y m a sa cró su p o ­
b la ción . F la v io José cu e n ta que h a c ía cru cificar,
d u ra n te el sitio, a los in felices que el h o m b re h a ­
c ia sa lir de la ciu d ad (79 A.C.). L a re sisten cia fu é
larga; cu a n d o la p ob la ción se en treg ó n o se tuvo
p ied a d ¡para n adie: N iños y viejos, p ro fa n o s y sa­
ce rd o te s eran d e g o lla d o s sin d istin ció n . L os su pli­
ca n tes, su cu m b ía n ta m b ién . El ch isp o rre o de las
,1' a™ así, se m e zcla b a c o n los g em id os d e los m ori-
n in g ú n lu gar casi n o se veía el suelo
a b a rro ta d o de cadaveres. (Flavius. B elli J ud. VI.)
D espues d e la v icto ria , T ito d e cla ró : «N o es b a jo
que hen?o s lo g r a d o la v icto ria »
(!• n o stra to ). , C uan tos con q u ista d ores rep etiría n en
° su5 e siv o . es.ta /r a s e , que asociaba a la d ivinidad
c o n sus crim in a le s m atan zas y sus barbaries!...
 CENIT
En 78 A.C., el ilu stre P om p eyo, g ra n d efen sor
de la «lega lid a d ro m a n a », fu é e n ca rg a d o d e p a cifi­
c a r algu n as reg io n e s d e G a lia que se h a b ía n rebe­
lado. V astas co n fisca cio n e s se h ic ie r o n p o r la s o l­
dadesca. T a l fu é el o rig e n d e las co lo n ia s m ilita res
d e T olosa, R u scin o n , B iterae, etc. L a p o b la c ió n sa ­
qu eada p or los d e cre to s fu é ex p rop ia d a p o r la es­
pada. Y p ara h a c e r m ás tr á g ic o el cu a d ro, el a ñ o
¡había sid o estéril y r e in a b a la n ecesid a d en G a lia .
D os m illa res d e in felices su cu m bieron h a m b rien tos
en los bosques. T o d a la ju ven tu d fu é tran sp orta d a
a E spañ a, Ita lia , T ra cia o Asia, o p or to d a s partes
en que R om a h a cía la guerra, d e rra m a n d o la sa n ­
gre en p ro v e ch o de los tira n o s d e su p a ís. M ien ­
tra s ta n to, las co n trib u cio n e s e n d in e r o y las re ­
quisas de víveres co n tin u a r o n sien d o a p la sta n ­
tes. Y al d esp ob la r el h a m b re las ciu d a d es galas,
la ab u n d an cia r e in a b a en las c o lo n ia s rom an as.
(Salluste: L ivre I I I y Epis. Pom pi).
E n 59 A.C., el cé le b re Ju lio C ésar re fo rzó la línea
d e los «g ra n d e s ca p ita n e s». Este con q u ista d or « c i­
v iliza d or», que deb ía ser co lo c a d o m ás tard e entre
los «h om b res p rov id en cia les», n o tu v o piedad p a ­
ra sus vencidos. H a b ien d o tom ado, luego d e una
g ra n m asa cre, la ciu d ad belga d e A dou a t, ven dió
en cu erp os y bien es a tod os los h a b ita n tes. (Csesar:
B elli G all, L. 2, C. 33). M asacró a la élite d e las
n acion es a rm orica n a s. L os su pervivien tes n o pu-
d le n d o h u ir n i resistir a un d ob le asedio, decidie­
r o n rendirse. P ero n o e n co n tra ro n en aquel r o m a ­
n o, al cu a l ta n to h a b ía n o íd o e log ia r, m ás que un
v en cedor b árba ro y sin p ied a d . H izo e x p ira r en un
su p licio a to d o s los m iem bros d el S en a d o (Paul
Oróse. L. 6 , C. 8 ); y el resto d e la p o b la ció n fué,
b a jo los la tig a zos d e los tra fica n te s d e esclavos,
ven dido en lo s m e rca d o s p ro v in cia le s o ita lia n o s
(D ion C rassus, L. 39, p. 1 1 1 ). H a b ien d o a p la sta d o a
los germ an os, a ca u sa de una em b osca d a y la vio­
la ción de u n tra ta d o, p ersig u ió c o n la ca b a llería
a las m ujeres y los n iñ o s que h u ía n h a cia el R h in
(Cassar, L. IV , C ae, 14), tra ta n d o , d ice u n h istoria ­
d or, a lo s reb a ñ os d e m u jeres y n iñ o s fu gitivos,
con m ás rig o r que a los sold a d os v en cid os e n una
gu erra sin tregua.
P rotegid os p o r la n atu raleza d el terren o, entre
e l M osa y el D ila , lo s ebu rones resistieron m u ch o
tiem p o a l César. P ara te rm in a r c o n ellos, éste ú l­
tim o im a g in ó u n m ed io a tro z . P u so a los ebu rones
fu era d e la ley, d ecla ra n d o que quien a y u d a ra a
ex term in a rlos sería co n ta d o en tre los a m igos del
p u eb lo ro m a n o . (Csesar, L . V I, C. 34). De tod os los
rin con es d e B élg ica , se vió en to n ce s a p a re ce r a
m u ltitu d de m a lh e ch o re s, áv id os d e p a rticip a r en
e l saqueo d e aqu el pu eblo. S in e m b a rg o, un cord ón
de 50.000 rom a n o s p a só lu ego allí p a ra a segu rar la
im p u n id ad de los asesinos; y e n tre e sto s rom a n os,
u n h erm a n o d e C icerón , B ruto, T reb on iu s y toda
lo que la ju ven tu d p a tr ic ia y plebeya co n ta b a de
m ás esclarecid o y d e m á s en tu siasta.
E n 52 A.C., la tom a d e A va ricu m d a au n lu gar
a una h orrib le m a ta n z a y es el m ism o C ésar quien
cu en ta que la m a ta n za d u ró m ie n tra s u n alm a
viviente qu edó en tre sus m uros; n i a n cia n o s n i m u ­
jeres n i n iñ os fu e r o n p erd on ad os. (B elli. G a ll,
L. V II, C. 28).
D espués de la ca íd a d e A lesia, C ésar d estru yó
varias region es d e G a lia , p rin cip a lm en te el territo­
rio bitu rigo, cu y a p o b la ció n , que se ocu p a b a en las
la b ores cam pestres, fu é b ru ta lm en te a saltad a, V a­
rios m illa res d e h om b res, m u je re s y n iñ o s fu eron
am arrad os y a rra stra d os d etrá s d e los ca rru a jes
Ayuntamiento de Madrid
1319
L a d o m in a ció n ro m a n a in sp iró ta l o d io , que se
a b a n d o n a b a en m a sa ciu d a d es y ca m p o s p a ra p o­
d e r refu gia rse en los bosques. (H irtus, B elli, G all.
L. V III, C. 3 y 24).
S u prem a iron ía, e l em perador A ugu sto, « p ro te c­
to r de las letras y_de las a rtes» co n s a g ró m á s tarde
u n tem p lo en M asa lia , a «la clem en cia y la ju sti-
c ía de Ju lio César»,. F ué tam bién b a jo el rein a d o
de A u gu sto cu a n d o 40.000 sa la rsos que vivían en el
valle de A osta, fu eron a sa lta d os sorp resivam ente,
h ech os p rision eros, y v en d id os a los m ercaderes.
(S tra b on , L. IV , p. 205).
H a cia el 10 d e la e ra m od ern a, las legion es de
o e r m a n ic u s p en etra ron en G erm a n ia sa q u eán d olo
to d o a sa n gre y fu ego, en u n esp a cio d e cin cu en ta
m illas. N o se p e rd on ó, d ice T á cito , n i al sex o n i
a la ed ad n i a lo sa g ra d o n i a lo p r o fa n o . Estos
m ism os ex cesos se re p itieron en G r a n B retañ a,
m edio s ig lo m á s tarde, en d on de, al d e cir d e l m is­
m o h istoria d or, el ven ced or S u eton iu s sa crificó a
las m u jeres, m a ta n d o h asta los m ism os ca b a llos
d e los que h iz o m o n to n e s de cadáveres. CTacite’
A nales, L. I y L. X I V , C. 37).
E n 69, la leg ión r o m a n a d e F a v io V a len o, a tra ­
vesa b a en a m ig o el te rrito rio d e los treviros, sus
«a P ero e n D iv o d urum , rep en tin a m en te
e m p u ñ ó las arm as, en un in ex p lica b le y fre n é tico
a c ce so de locu ra , segú n T á cito , que debe sin duda
atribuirse al u so in m od era d o del a lco h o l, que siem -
g ra n r o 1 en el d esen cad en am ien to de
las a ctiv id a d es guerreras.
1 1?’ ,’J ra Ja n ? c o m b a tió a los ju d ío s en C iri-
íl a ° ? as d e 200.000 d e a m b o s sexos. Se
le e r ig ió u n a co lu m n a h o n o r ífic a en R o m a , v T á -
SIn e m t , a r g 0 c r itic ó la co n d u c ta de los
? Üs ? ue en m a sca ra ron sus h a za ñ a s con
e l p r e te x to d e la civ iliza ción , h a cie n d o d ecir a su
G a lg a cu s la fa m o s a frase: ..Ubi solitu dem fa ciu n t
p a ce m ap p ela n t,. (en d on de h a h e c h o un d esierto’
d ice n que h a co n stru id o la paz). T á c ito h a d ich o
d el im p erio d e N erva y d e T ra ja n o : «F e liz tiem p o
en donde se p u ede pen sar librem en te y expresarse
co m o se p ie n sa » (T acite, H ist. L. l); elog io c o p ia d o
p o r M on tesqu ieu que aun se c r e y ó en el d eb er de
a m p lifica rlo u n p o c o , escrib ien d o que T r a ja n o era
el h o m b re m ás a p ro p ia d o p a ra h o n r a r a la n a tu ­
raleza d iv in a y rep resen ta r a la hum ana...
E n 197, el em p era d or Severo, irrita d o c o n tr a los
lioneses, que h a b ía n sosten id o la cau sa del rebeld e
A lbinus, saqu eó la ciu d a d e n terrible p illa je , atra­
vesan d o c o n la esp ad a a n u m erosos h a bita n tes
(H erodien, L. III). Im p o n ía , al m ism o tiem po, e je ­
cu cion es. co n fis ca c io n e s y co n trib u cio n e s m ilitares
en G a h a , B reta ñ a y E spañ a. Y decía a sus hijos-
«E nriqu eced las trop a s y n o os in qu ietéis d e n a d a »
(D ion Cassius, L. X X X V I I , p, 1 5 ).
A n to n in o , h ijo d e Severo, m e jo r c o n o c id o co n el
n om b re d e C a ra ca la , h izo en G a lia , a l d e cir de
E sp a rtia n o, m u ch a s cosa s c o n tr a los d erech os de
h om b res y ciu dades. O rd en ó ta m b ién a sus sold a ­
dos m a sa cra r a l p u eb lo d e A leja n d ría , p a r a ca sti­
g a rlo p o r a lgu n as bu rlas que le e ra n d esagradables.
L a m a ta n z a fu é ta n h o rrib le que tod a la llan u ra
se cu b rió de sa n gre. E l m ar, el N ilo y las riberas
vecinas, fu e ro n teñ id a s d u ra n te varios días (M . P e­
ren nes, D ic. H istor. T . III, p. 1 5 8 ). P or u n a e x tra ñ a
 1320 CENIT
co n tra d icció n , fu é e n su re in a d o q u e se p ro m u lg a ­
ron las leyes c o n que U lp ia n o e lo g ió la liberalidad.
M axim in o, que fu é em p era d or e n 235, co n tin u ó
las tra d icion es g u erreras d e sus predecesores. «N un ­
ca, dice C ap ita lin o, que e scrib ió su vid a y la d e sus
h ijos, b estia ta n cru e l m a rch ó sobre la tierra . En
u n a exp ed ición c o n tr a los germ an os, c o r t ó los tri­
g os, q u em ó en n ú m e ro in fin ito los poblad os, a rru i­
n ó 150 leguas d e te rrito rio y lo a b a n d o n ó al p illa je
d e la sold ad esca».
E n 277, P rob o después d e h aber rech a za d o a las
tribus ligias, a los vá n d a los, b u rg on d os y fra n co s,
tra n sp o rtó la g u erra m ás a llá del R h in , m asacró
a las p ob la cion es, tra ta n d o , según V ospiscus, a los
p u eb los germ a n os c o m o éstos h a b ía n tra ta d o las
ciu dades rom a n a s. P ara tr a b a ja r las tierras ro m a ­
n as estériles, tr a jo d e esta guerra, in m en sa ca n ti­
d a d d e p rision eros. L os fr a n c o s fu e ro n tra n sp or­
ta d os h a s ta las m ism a s o rilla s del m a r Negro, en
la p ro v in cia d e l P o n to . L u eg o d e ta les «a rre g lo s »
P robos escrib ía al S en ador: «L o s b á rb a ros labran ,
siem bran y y a c o m b a te n p a r a n osotros; sus bueyes
fecu n d a n vuestras tierras, sus o v e ja s cu bren vues­
tras p raderas y vu estros gra n eros está n rep letos
de su trig o. ¿Qué m á s os d iría ? S ó lo tienen el sue­
lo, lo d em ás es n u e s tro ». (V opiscus, P robus, p. 240).
Este em p erad or P ro b o , que se lib ra b a tan m agis­
tra lm en te a las v iolen cia s de la guerra, estaba le­
jo s de ser un fa n á tic o d e la fu erza m ilita r. D eclaró
que los sold ad os n o d e b ía n v iv ir d el e jé rcito , e h iz o
rep la n ta r p o r sus legiones, e n los a lto z a n o s de
G alia, E spañ a y P a n on ia , los viñ ed os que h a b ía n
sid o a rra n ca d os h a cía dos siglos. E stos tra b a jo s
tan a n ta g ón icos a las costu m b res d e las legiones,
p ro v o ca ro n c ie r to d e sco n te n to que fu é en aum ento
cu a n d o P ro b o tu v o la im p ru d en cia de decir: «S i
la rep ú b lica se vuelve ta n fe liz co m o deseo, p r o n to
n o ten d rem os n ecesid a d de so ld a d o s». (Vosniscus,
P robus, p . 241). P rob o fu é a sesin a d o p o r su s tropas.
E n 379, T eod osio, lla m a d o e l G ra n d e, sa lv ó al
m u n do, n os d ice la h isto ria , p o r el a p la sta m ien to
d e los bárba ros y el tr iu n fo d e la cristia n d a d . Su
recu erd o h a qu e d a d o en el p a n e g írico d e S an Pau­
lin o y en u n a elo cu e n te o r a c ió n fú n e b re de San
A m brosio. E n verdad, T eod osio, se m o s tr ó de un
v ig o r ex tra ord in a rio , en la rep resión de la sedición
de T esalón ica, en 390. A c u ch illó a 7.000 h abitan tes.
(F lesch er, H ist. de T eodose). Y es en esta é p oca
cu a n d o el escritor la tin o V egeco e scrib ió su «tra ta ­
d o d e arte m ilita r», que co n tie n e esta fra se im bé­
cil: «Q ue desiderat p a cem , praeparet b ellu m », la
cu al fu é reivin d ica d a c o m o g e n ia l p o r todos los
«gloriosos estrateg a s» que se h a n su ced id o h asta
n u estros días.
P or h a b e r p rep a ra d o m u ch o la gu erra , G recia fu é
tam bién a trozm en te in v a d id a en varias de ellas.
E n 400, A la rico y los g od os, saqu eron la ciu d a d y
el tem p lo d e Eleusis. L os h a b ita n te s h u y eron a-pre-
su rad os co n lo que pudieron, m ien tra s que se e je ­
cu ta b a n a su s dioses: la ca b a lle ría d e los godos
persigu ién d oles por tod a s d ireccion es los m a sa cró
a m a n sa lv a y a g a rró e l b o tín q u e se les escapaba.
L as p ob la cion es d e los aled añ os, ev a cu a ron h a cia
C orin tia, p a ra re fu g ia rse d etrá s d e la barrera que
co rta b a el itsm o d e u n m a r a o tro , y que los pelo-
p on esos rep a ra b a n d ía y n och e; la ca rretera estaba
rep leta d e fu gitiv os que la ca b a lle ría dispersaba,
m a tá n d olo s sin m isericordia. (Zosim e, L. I, p. 29)!
Ayuntamiento de Madrid
* * *
E n 451, los h u n o s h icie ro n su a p a r ic ió n en las
o r illa s d el R in . E l terror que in sp ira b a n h a d a d o
lu gar a ex tra v a g a n te s leyendas que es prudente
a rrin co n a r a u n lado. S eñ alem os la to m a d e M etz
e l m ism o a ñ o , p o r las ba n d a s h u n a s que saquearon
la ciu d a d , la in ce n d ia ro n y sa crifica ron a sus h a ­
bitantes. E l a ñ o sigu iente le to có a la ciu d a d de
A quilea, en el A driá tico, que fu é ased iad a p o r los
hunos. Sus d a ñ o s fu e r o n ta n cru eles, escrib ía Jor-
n a n d es u n s ig lo m á s tarde, que a p en a s h o y que­
d a n v estigios d e a q u ella desgra cia d a ciu dad, co m o
p a ra in d ica r el lugar q u e ocu p a b a . La v iola ción se
m ezclo en a q u ella terrib le jo rn a d a c o n la e x te r­
m in a ció n y el p illa je. L a V enecia y la L ig u ria su ­
frie ro n id é n tica suerte...
En 445. G en serico, rey de los vá n d a los, tom a de
so rp resa a R o m a y la a b a n d o n a al p illa je de sus
soldados. H om bres, m u jeres y n iñ os, t o d o fu é d e­
g olla d o. L as trop a s sa q u ea ron la ciudad du ran te
c a to r ce días c o n u n f u f o r im p la ca b le.
E n el in v ie rn o de 498-99, el e jé rc ito de los bár­
baros, al cu a l u n h isto ria d o r b iza n tin o d a el n o m ­
bre d e h u n o-ven d o-b u lga ro, in v a d ió la M esia y c o ­
m en zó las . m a sa cres y el saqueo. (T h eop han u s,
C h ron og r., p. 295). El «e s la v o » en em ig o in visible y
siem p re presente, esperaba la n o ch e p a ra h acer
sus sorpresas; in v a d ía e n to n ce * una ciu d ad , un
p u eb lo, y a llí p o r d o n d e h a b ía pasado, n o quedaba
a lm a viviente. P or b a sta n te tiem po, no su p o h acer
p rision eros. D eb ió ap ren der p o r la e x p erien cia que
p o d ía sa ca r p r o v e ch o de a qu ellos seres h u m a n os
que p odían ser vendidos, y fu é en to n ce s cu ando,
e n lu gar d e m a ta rlo s a todos, llevaban a a lg u n os
ca u tiv os, los que a m en u d o m o ría n d e fa tig a y h a m ­
bre p o r las carreteras. L os h a b ita n tes que los esla­
v o s n o p od ía n llevarse, eran en cerra d os en los es­
ta b lo s c o n los bueyes y los ca b a llos, esta b los re­
p le to s de p a ja a los que se pren día fu ego, m ien tras
los eslavos se m a rch a b a n o y e n d o el ru id o de los
cla m o re s h u m a n os y los m ugidos y re lin ch o s de los
anim ales. (P rocop e, B elli G oth . II I. p. 38).
E n 517, G re cia in v a d id a p o r los b árbaros, fu é
saqu eada h a sta T erm op ila s y d e Ilia ria h a sta el
A driático... lo s b á rb a ro s a rra stra b a n tras ellos a
una m ultitud de p rision eros de am bos sexos, de los
cu ales o e d ía n e l rescate. M il lib ra s de o r o en tre­
g a d a s p o r e l p r e fe c to d e Iliria n o h a b ie n d o bas­
ta d o, m u ch os fu e r o n llevados m á s allá d el D an u ­
bio; o tr o s fu e ro n d eg olla d os p o r v en g a n za o in ti­
m id a ció n en los m u ros d e las ciudades que n o que­
r ía n a b rir sus pu ertas. (M arcellin . C om it. C hron.
A d A n n ., 517).
En 538, n u eva in v a sió n de Ilia ria p or los a n tos
y búlgaros, que ta m b ién in v a d en la C ersonesa de
T ra cia , la co sta d e l A sia M en or y la A ca ia . C om o
u n a in u n d a ció n se retira de las ru in as causadas,
lo s sold ad os se volv ieron a su país, sa cia d os de
m a ta r, ca rg a d o s de d e sp o jo s y a m o s de 2 0 .0 0 0 p ri­
sio n e ro s ro m a n o s, que para (ellos rep resen tab an
un b o tín vivo. (P rocop e, B elli Pers., L. II, p . 4).
* * *
En 548, e sta lló u n a gu erra en tre lom b a rd os y ge-
pidos. La esp ad a d e los g od os tetrá xicos y la fle ch a
de los h u n os u tig oros riva liza ron , a quien m ejor
p a r a , d ice un h isto ria d o r, gran p ro v e ch o d e los ro ­
m a n os. U na g r a n m asacre sig u ió a la d e rro ta de
los gep id os, sus ca m p o s d estroza d os sus m ujeres
y su s n iñ os red u cid os al ca u tiverio.
 CENIT
P o r a q u e l t ie m p o fu e r o n ta n n u m e r o s a s la s q u e ­
ja s c o n t r a lo s a b o m in a b le s e x c e s o s d e lo s a u x ilia ­
res d e l I m p e r io d e O r ie n t e d e I t a lia , q u e N a rc e s
p r e fir ió lic e n c ia r lo s a p e s a r d e su « v a lo r » , m e jo r
d e s h o n o r a r s e p o r su s h a z a ñ a s . (P r o c o p e . B e lli
G o t h . L. 4, 18 y 33).
E n 580, la d o m in a c ió n d e lo s a v a r o s se e s t a b le c ió
e n e l D a n u b io . R e i n ó e l t e r r o r d e s p ia d a d o so b re
a q u e lla s in fe lic e s r e g io n e s . C u a n d o lo s a v a r o s se
r e tir a b a n a su s c u a r t e le s d e in v ie r n o e n u n p u e b lo
e s la v o , e x p u ls a b a n a lo s h o m b r e s , se e s ta b le c ía n
e n la s ca sa s, a g a r r a b a n la s p r o v is io n e s y e l g a n a ­
d o , y a b u s a b a n d e la s m u je r e s y d e la s n iñ a s . N és­
to r , e l m á s a n t ig u o h is t o r ia d o r r u s o , n a r r a q u e e n ­
g a n c h a b a n m u je r e s e s c la v a s en su s c a r r o s , corn o
s i fu e r a n c a b a llo s . . ,
A l f in a l d e 585, c u a n d o se m ir a b a n lo s v a lle s del
D a n u b io , se p o d ía c r e e r q u e t o d o s lo s 'c a ta c lis m o s
d e l a n a tu r a le z a h a b ía n p a s a d o p o r a llí, t a n t o se
h a b í a p a s e a d o la g u e r r a d e l H e m u s a l D a n u b io y
d e l D a n u b io a l H em u s (lo s B a lk a n e s d e lo s m o d e r ­
n o s ) c u y o s fr e s c o s y r ie n t e s v a lle s h a n s id o t a n a
m e n u d o r e g a d o s c o n s a n g r e , d ic e T e o fila c t o S im o -
c a ta , q u e fu é e l h is t o r ia d o r d e e s ta s g u e r r a s d e
e x te r m in a c ió n .
E n 585, la s c r ó n ic a s c u e n t a n la c ó n ic a m e n te el
in c e n d io d e la c iu d a d d e C o m m in g e s e n e l c o n d a d o
d e F o ix , q u e f u é a r r a s a d a h a s t a e l s u e lo p o r la s o l­
d a d e s c a d e O ló n c o n d e d e B u r g e s y d e G o n t r a n -
B o s o n . T o d o s lo s h a b it a n t e s fu e r o n a s e sin a d o s.
(G r e g . d e T o u r s . T . I V y V I I , 38).
E n 602 e l e m p e r a d o r g r ie g o F o c a s , h iz o r e c o r r e r
a s u s o ld a d o s t o d o s lo s lu g a r e s d e E g ip t o y S iria ,
h a b it a d o s p o r ju d ío s , a f in d e h a c e r b a u tiz a r a e s to s
p o r la fu e r z a . L o s ju d ío s r e s p o n d ie r o n a e s ta s v io ­
le n c ia s p o r c o m p lo t s , s e e n t e n d ie r o n p a r a sa q u e a r
GUIA D E L L E C T O R " W
I 1 0 4 1 4
RBIDO al escá n d a lo que, e n tr e los pas­
tores de la g r e y ca tólica , m o tiv ó
II D ia v o lo , ú ltim o lib ro d e G iov a n n i
P a p in i, m e a p resu ré a h a ce rm e con
u n e je m p la r. Ñ o m e fu é co sa fá cil. N o
h abía lleg ad o aú n a éstas de A m é r ic a
esa p ie d ra d e escá n d a lo q u e el escrito r
flo r e n t in o a ca b a b a de a r r o ja r cn la
ch a rca . E n tre ta n to m e c o n fo r m é con
r e le e r a lg u n o s d e su s lib ros.
V o lv e r a le e r u n lib r o sig n ific a p a ra m i h a cer n u e ­
v os h allazg os. N o es re su cita r im p resion es que q u ed a ­
r o n s o te rr a d a s en el c u r s o del tiem po, n o ; es h a lla r
a u n lib r o u n s a b o r n u ev o, d e s cu b r ir a q u ella _faceta,
a q u el m a tiz y aquel a ce n to q u e p a sa ro n d esa p erci­
b id os en los a ñ os m ozos y que a h ora m e sorp ren d en
c om o u n a n oved a d . H ay lib ro s in exh a u stos co m o las
fu en tes: se ren u ev a n e n el p la c e r q u e n o s p r o p o r c io ­
nan en c a d a lectu ra . L ib ro s lle n o s sie m p re de s o r ­
Ayuntamiento de Madrid
1321
la c iu d a d d e T y r d u r a n t e p a scu a s, c o n e l fin d e
d e g o lla r a lo s c r is tia n o s . D e s c u b ie r to e l c o m p lo t ,
c a y ó s o b r e e llo s la m á s t e r r ib le d e la s r e p r e s a lia s .
(H o tt in g e r . H ist. d ’ O rie n t. T . I, p . 3). S ig u ió a e sto
u n f e r o z r e s e n tim ie n t o q u e s e e x te r io r iz ó b r u t a l­
m e n te a lg u n o s a ñ o s m á s ta r d e . E l a ñ o 615, f u é el
ú ltim o d e lo s c r is t ia n o s e n t o d o e l t e r r it o r io d e
P a le s t in a , d ie z m a d o s o e x p u ls a d o s p o r ju d ío s y
p e rsa s. E n m a y o d e d ic h o a ñ o , u n e jé r c it o f o r m i ­
d a b le , m a n d a d o p o r R u m iz a n , lla m a d o S c h a h a r b a z ,
es d e c ir , e l ja b a lí r e a l, in v a d ió G a lile a y r e c o r r ió
la s d o s o r illa s d e l J o r d á n , d e s d e s u fu e n t e h a s t a
su d e s e m b o c a d u r a , d e ja n d o p o r d o q u ie r r u in a s . Ei
ja b a lí r e a l, t r a t ó a la s p o b la c io n e s c o m o lo s g e n e ­
r a le s S a lm a n a s a r y N a b u c o d o n o s o r t r a t a r o n a n t i­
g u a m e n te a l p u e b lo d e I s r a e l. L u e g o d e l s a q u e o y
e l in c e n d io d e la s c a s a s , lo s h a b ita n t e s , e n c a d e n a ­
d o s u n o s a o t r o s , e r a n lle v a d o s c a u tiv o s , p a r a c o ­
lo n iz a r b a jo e l lá t ig o d e lo s p e r s a s , lo s p a n t a n o s
d e l E u fr a te s y d e l T ig r e . M e r c a d e r e s ju d ío s , c o n
b o ls a s d e o r o , m a r c h a b a n e n g r u p o s d e t r a s d e l
e jé r c it o , c o m p r a n d o c u a n t o s c a u t iv o s c r is t ia n o s
p o d ía n , n o p a r a s a lv a r lo s , sin o p a r a te n e r la h o ­
r r ib le a le g r ía de d e g o lla r lo s e llo s m is m o s . E l d i­
n e r o q u e d a b a n a lo s s o ld a d o s p e rsa s p a r a c o m p r a r
c r is t ia n o s , p r o v e n ía d e la s c o t iz a c io n e s q u e t o d o s
lo s ju d ío s se h a b ía n im p u e s to , c a d a u n o e n p r o ­
p o r c i ó n de su f o r t u n a , c o n la in t e n c ió n d e c u m ­
p lir e s t a a b o m in a b le o b r a q u e c r e ía n a g r a d a b le a
D io s . L a h is t o r ia a fir m a q u e p e r e c ie r o n 90.000 c r is ­
t ia n o s a c u c h illa d o s p o r a q u e llo s fa n á t ic o s . (T h e o -
p h a n e , C h r o n o g r ., p . .52).
S. V E R G I N E
(C o n tin u a r á .)
(T r a d . V la d im ir M u ñ oz.)
presas. C om o L o s M isera b les, c o m o E l Q u ijote, p or
c ita r a lgu n os. ¿C u án tas v e ce s lo s h a b r é leíd o? n o lo
sé. Y , sin em b a rg o, c u a n ta s v e c e s m e a som o a sus
m u n d os m a ra v illo s o s p o r la v en ta n a de u n a de sus
p á gin a s he de se g u ir a llí con tem p la n d o esos pa isa jes
y esas alm as, p ren d id o p o r a lg o q u e m e p a re c e n u evo.
El l i b i o se a p o d e ra de m í y n o lo d ejo, a u n q u e en la
m esa o en las estan terías h a y a a lg u n o y aún algu n os,
recién sa lid o s d e la p ren sa , q u e re cla m a n su lectu ra .
E sos lib r o s tan u sados, ta n fa m ilia re s , tien en siem p re
p riorid a d , la p r io r id a d q u e u n o c o n c e d e a lo s v ie jo s
am igos.
He v u elto, pu es, a leer a P a p in i: D a n te V iv o , R itr a tti
ita lia n i, G og, S to r ia di C risto, Un u o m o fin ito, E r e sio
le tte ra rie , S an t A g u stin o, etc... ¡Y q u é p a ra d ó g ic o se
m e a n to ja este h om b re! F ecu n dida d a som b rosa , im a ­
g in a ció n feliz , v a s ta e r u d ició n y sin ce rid a d c o n s ig o
m is m o e n e l m om en to en q u e escrib e. A lg u ie n ha
d ich o q u e es un fa rsa n te. N o es cierto. P a p in i ca m b ia .
 1322 CENIT

Es v erd a d . P ero, ¿ h a y a lg o qué pu eda su b stra erse a

sú s trop eza ría , c o m c tro p e zó en su tiem po, c o n la
esa le y in e x o r a b le de la vid a ? La v id a es m udanza
d og m á tica , con los e scla v os de la E scolástica, c o n los
p erm a n en te. Si no fu e r a este c a m b ia r cotid ia n o n os
g u a rd ia n e s de la L ey c a tó lic a escrita . Y el c a to li­
q u ed a ría m os e n v e je cid o s y an ticu ados. N os re m o z a ­
cism o, ese c a to lic is m o de h oy q u e in cita a la l'-Vfla
m os, c o m o el A v e F é n ix , e n la s cen iza s d e todo lo q u e
fr a tr ic id a y aún a la m u erte d el p ró jim o , está m u y
cada día m u e re e n n osotros. L as ideas de h oy deberán
lejos del c o ra z ó n de Jesús. T a n lejos del h om b re
m u ch o a la s de ay er, p e r o d eb en m á s a la s de m a ñ a n a :
c o m o del C risto. Y lo s católicos, que han h ech o de la
éstas son la s q u e se im p on en , la s q u e triu n fa n . El
c a r id a d c ris tia n a un e je r c ic io m on stru oso, ¿ có m o
pasad o n o cuen ta. N o e n v a n o el p r o g r e so , q u e es
v a n a c o n c e b ir el p erd ón de Satanás, si n o con cib en
m a rch a h a cia adelan te, se n u tre y a de ideas de fu tu ro.
el p erd ón del h o m b re ? E llos qu ieren la p erd u ra b ilid a d
P a p in i fu é a y e r a le o y a h ora es crey en te, un c r e ­
de la p en a e n los in fiern os con el m ism o esp íritu de
y en te m u y esp ecial, h eterod oxo. H e v u e lto a leer su
in tra n sig e n cia , con la m ism a cru eld a d im p lacab le,
S toria di C risto y, a p e s a r de la o p in ió n d e L u is N ueda,
c o n q u e e x ig e n p a r a el n o cre y e n te la c á r ce l o el
ten g o pa ra m i que P a p in i ha c o n trib u id o a la c o n v e r ­
piquete de e jc u ció n aquí en la tierra.
sión d e m á s in cr é d u lo s al ca to licism o q u e la p réd ica
T r e s son los p u n tos esen cia les d e este ú ltim o lib r o
en g e n e r a l del a lto y b a jo c le r o . P a p in i c om o c a tó ­
de P a p in i: la s v erd a d era s cau sas de la r e b e lió n d e
lic o es un e c lé ctic o q u e tra ta de c o n c ilia r , d en tro del
Satanás, las cu a les so n d iv ersa s a ju z g a r p o r lo s tex­
ca to licism o , las d o c tr in a s m e jores, las m á s sin ce ra ­
tos d e lo s P a d re s de la Ig le sia ; las v e rd a d e ra s r e la ­
m en te cristia n a s. P o sib le m e n te a este afá n , s in c e ra ­
c io n e s en tre D ios y el D iab lo, bastan te m á s c o r d ia ­
m en te cristia n o, se deba la a ctitu d q u e la Ig lesia ha
les de lo que n os h a n h ech o c re e r , y , fin alm en te, las
adoptado al s a lir a la lu z el ú ltim o lib r o de P ap in i.
p o sib ilid a d es de que, p o r m e d ia ció n de los h om bres.
De lo c o n tr a r io h a b ría q u e p en sa r en u n a ca u sa r e có n ­
S a ta n á s r e to r n e a su p r im e r esta d o a n g é lico , lib e ­
dita en c ie rto m od o in co n fe sa b le . I.a Iglesia, que r e c i­
rá n d on os n o s o tr o s del m a l. P a p in i a p o y a su a r g u ­
b ió con a lh a ra ca s d e jú b ilo la S to ria d i C risto, n o p u e­
m e n ta ció n en textos del A n tig u o y N u e v o T estam ento,
de a h ora d a rn o s el esp ectá cu lo de p o n e r en el In d ice
e n la d o c tr in a d e n u m e ro s o s P a d res de la Iglesia
a P a p in i, a u tor de II D ia v olo. P o r eso la Ig lesia ca lla :
— te ó lo g o s y e sc r ito r e s cris tia n o s — y en la esp era n za
los escan d a liza d os h an sido lo s b a tra cio s d e la ch arca.
d e los poetas que, a l d e cir del e s c r ito r flo re n tin o , han
P e r o c om o tod o lle g a en esta v id a , a m is m a n o s ha
ocu p a d o el lu g a r de q u e h a b ía n d eserta d o lo s teólogos,
leg a d o II D ia v olo, en u n a e d ic ió n b ie n cu id ad a de
es d e cir, n o s h a n d a d o a c o n o c e r al v e rd a d e ro S ata­
400 pá gin as, sa lid a d e lo s ta lleres tip og rá ficos de
n á s q u e lo s teólog os h an desfigu rado, cu a n d o n o han
V a lle c ch i E d itore (F lo re n cia ). L o h e leíd o y c o m ­
tra ta d o d e ig n o r a r lo . De a h í la p re g u n ta d e P a p in i:
p ren d o el rev u elo p r o d u cid o en lo s m ed ios clerica les
b i existe u n a T eolog ía , c ie n c ia d e D ios, c o m o p r in c i­
p o r esta o b r a a ca u sa d e la tra scen d en cia q u e pueda
p io del B ien ¿ p o r q u é n o existe u n a D ia b olog ía , c ie n ­
ten er en las m a sa s cre y e n te s, en la g r e y in g en u a a
c ia del D iablo, c o m o p r in cip io del M a l? T a l vez,
m erced d e su s pastores. El lib r o c o n s titu y e u na
p o r q u e al D ia b lo le ha fa lta d o u n S an to T o m á s de
d efen sa del d erech o al p erd ón d e Satanás, c o n lo
A q u m o . L o s p o e ta s se h a n en ca rg a d o de su p lir a los
cu a l P a p in i c o lo ca a la Ig lesia an te este d ilem a : si
te ó lo g o s e n la ta rea d e d a rn os a c o n o c e r al p rín cip e
la Iglesia co n d e n a el lib r o , la Ig lesia n e g a ría q u e la
d el m a l. Y P a p in i, en un a la rd e de e ru d ició n , hace
m is e r ic o r d ia de D ios es in fin ita ; s i la Ig lesia lo ap ru e­
u n a reseñ a su cin ta de tod as la s o b r a s q u e h a c o n s a ­
ba, la Ig lesia n e g a ría a s im ism o que el in fiern o es
g r a d o a l D ia b lo el g e n io de los poetas, m á s sen sibles
etern o. C on den e o a p ru ebe, la Ig lesia s e e n co n tra rá
que la fr ía ra zó n de los teólogos a l d o lo r y a la tris­
siem p re en u n c a lle jó n sin salida. ¿C óm o s a lir de
teza del D ia b lo y ta m b ién del g é n e r o h um an o.
este im p a ce sin m e n o sc a b o d e la d o g m á tic a ? La
p o s ició n de la Ig le sia es u n p oco e m b a ra zosa . Según ti n6-10 ,v ai!1.os a los tres pu n tos fu n d a m en ta les de
11 u ia v o lo . L n cu a n to al p r im e r o — cau sas de la r e b e ­
ella , la m ise r ico r d ia d e D ios es infinita. Y a p o y á n ­
lió n — P a p in i n o lo g ra c o n c ilia r la s d iv e rsa s o p in io ­
d ose en esta o p in ió n c r is tia n a P a p in i c o n c lu y e q u e
nes. lo cu a l p o n e de m an ifiesto que o el E sp íritu Santo
ba ta n pu ede esp e ra r p erfe cta m e n te el p erd ón de
n o a sistía a lo s P a d re s de la Iglesia o, en ca so a firm a ­
Uios. L a d o g m á tica n o pu ed e a c e p ta r esta co n clu sió n
d e P a p in i sin n eg a r la etern id a d d e la p en a en el tivo. se co n tra d e cía c o r m u ch a fr e cu e n c ia ; p o r lo que
in fiern o, p u esto que, p e r d o n a d o Satán, perdon a dos h a ce a l seg u n d o — v e rd a d e ra s ra la cio n e s en tre Dios
y e l D ia b lo — tien e r a zó n P a p in i: fu e ro n m á s c o r d ia ­
n de s e r su s s e rv id o re s y, si son perd on a d os p r ín ­
cip es y v a s a llo s del m a l, h u e lg a el in fiern o o, co m o le s de la s c om u n m en te creíd as. B a sta rá c o n rep a sa r
de la B ib lia el L ib r o de Job y leer e n el N u evo T es­
d icen p o r acá, el in fie r n o v ie n e sob ra n d o. A nte la
ta m en to las ten ta cion es d e Jesús, y en cu a n to al ter­
e sp era que P a p in i r e c ib a n u ev a s «in sp ira cio n e s» y
c e r p u n to — p o sib ilid a d de r e to r n o de Satán a su
rectifiqu e en u n a seg u n d a ed ición . N o c re o que lo
estad o a n g é lic o — P a p in i a p oyá n d ose en textos sa­
n ag a. P a p in i es un c r is tia n o s in c e r o y defien de una
esp era n za cristia n a , la esp era n za del p erd ón que g ra d o s de O rígen es, de S a n G re g o rio d e N ysa, San
segú n la s en sen an zas de la Iglesia, n a ce c o n la pasión J e ro n im o y o tr o s m u chos, señ ala c o n je t u r a s -v espe­
de Jesús en el G ólg ota y se n u tre de la s esp era n za s r a n z a s q u e si b ien la Iglesia ha re ch a za d o en parte,
d e g ra n d e s fig u ra s de la Patríst'ica y H a g iog ra fía n a n sid o re co g id a s p o r m u ch ísim os poetas d e la ép o­
cristia n a s. D esde el p u n to d e v ista c r is tia n o p a r a m í c a m o d e rn a — J oost v o n den V old en . de V ia n y , V íc t o r
el lib r o sstá d en tro d e la n o rm a ev a n g élica , q u iero H ugo, M o n ta n elli. T ir in n a n z i— y aún p o r e scritores
d ecir, no con tra d ice el esp íritu del a p ostola d o de cristia n os, ca to licísim o s y o rtod ox os, c o m o B en so di
Jesús. D esde el p u n to de v ista c a tó lico el lib r o es C a v ou r y A n to n io R osm in i, el filó s o fo de R o v e re to
fu n d a d o r del In stitu to d e la C aridad y a m ig o y m a es­
r e p ro b a b le n a tu ra lm en te. N o o lv id e m o s que h o y Je­
tro del p r im e r o . 6 3

Ayuntamiento de Madrid

144 F R IT Z B R U P B A C H E R
A m bas p artes n os m u estran una vez m á s cu á les s o n sus
p rin cip io s y tá ctica s. D ejém osles (hablar sobre la n ecesidad
d e la socia liz a ció n d e los m edios d e p rod u ción . A quí h u b o
a rm on ía ; p ero c o n re feren cia a q u ié n d eb ía ser el fu tu r o p r o ­
p ie ta rio d e esto s m ed ios de p ro d u cció n se e n ta b ló u n a agria
discusión.
T re s ten d en cias se m a n ifesta ron : L a rep resen ta d a p or
G reu lid h (Suiza), m a n ten ía la p osición sigu iente: El ca p ita l
debe p erten ece r al E stado. Este debe re g u la riza r la p ro d u c­
ció n . Si los m edios d e p ro d u cció n estu vieran en m a n os de
g ru p os ‘ de p rod u ctores estos e je rce ría n sobre e llo s un m o n o ­
p o lio . P or en cim a de tod os los g ru p os debe d e ¡haber u n re ­
p resen ta n te d e la gen eralidad, q u ien d eb e d irim ir los c o n flic ­
tos d e estos gru p os c o n a u torid a d a bsolu ta. El E stado es la
volu n tad d el p u e b lo e x o re sa d a p or e l v o to . E l g o b iern o tiene
p o r m isión im p on er e sta v o lu n ta d a los en em ig os o reacios.
L a segunda p osición se o p o n ía a que el o b rero, de a sa ­
la ria d o d e los ca p ita lis ta s pasase a se r sie r v o del E stado.
C on esto n o se con seg u ía la libertad. L os gru pos d e p ro d u c­
tores d ebían , tam bién , ser p ro p ie ta rio s d e los in stru m en tos
d e p ro d u cció n . El a n ta g o n is m o en tre los m ism os e ra im p o ­
sible, pues un g ru p o depende d el o tr o . De esta rela ción m utua
resu ltarían co n tra to s e n tre los p ro d u cto re s, d ed u cién dose el
eq u ilib rio d e la totalidad.
L a tercera p o s ic ió n la rep resen taba De P eape. O p in aba
qu e e l E stado d e b ía en ca rga rse en p rin cip io d e los m edios de
p ro d u cció n para im p edir la m a n ife sta ció n de in tereses a n ta ­
g ó n ic o s d e gru po. L a p ro p ie d a d d el E sta d o s o b re lo s m edios
de prod u cción se esta b lecería d e u n a m a n e ra gradu al. El
E stad o -p rop ieta rio reem p la za ría a los ca p ita lista s. P ero m ás
ta rd e, el a salariad o, n o deb ía ser u n .mero em p lea do, sin o que
e l E stado en trega ría los m ed ios d e p ro d u cció n a las c o o p e ­
ra tiv a s a co n d ic ió n d e estipular m ed ia n te c o n tr a to las r e la ­
c io n e s en tre el E sta d o y los produ ctores.
S obre la a ctitu d d el p r o le ta ria d o fr e n te a lo s p a rtid o s
p o lítico s se m a n ifesta ron las co n o cid a s y op u esta s c o n c e p ­
cio n e s respectivas, socia ld em ócra ta y a n tia u torita ria s. P o r un
lado, la con q u ista d e l P oder g u b ern a m en ta l p o r los p a rtid o s
socia ld em ócra ta s; p o r e l otro , la lu ch a c o n tr a tod os los p a r­
tid os p o lítico s (in clu so el p a rtid o socia ld em ócra ta ) que reco­
n ociera n el d erech o a la ex isten cia d el E stado y la necesidad
de su con qu ista . Se presen taron dos resolu cion es co r r e s p o n ­
d ien tes a estos co n ce p to s. L a d e G u illau m e, co n s ta ta n d o la
im p osib ilid a d d e un co n v e n io d e solidaridad en tre las d istin ­
tas org a n iza cio n e s, fu é a cep ta d a p o r 11 v o to s co n tr a 9 y va­
rias ab sten cion es. D ecía:
«E l C on greso en tien d e que u n p a c to de solid arid ad p ro p o ­
n ien d o la arm on ía n ecesa ria en los p rin cip ios gen erales y en
el em p leo d e los m ed ios de lucha, n o p u ede ser co n clu id o
en tre fra ccio n e s que d isien ten e n e stos p rin cip io s y en estos
m étod os de lu ch a .»
P o r lo dem ás recom en d a b a el p ro p ó sito d e evita r la s ,c o n ­
troversias p erson a les y la n ecesidad de con d u cirse c o n res­
p e to m u tu o, a pesar d e la p o lé m ica p rin cip a l. Esta red a cción
Ayuntamiento de Madrid
M A R X Y B A K U N IN 137
Ita lia , los m a z in ia n os y g a rib a ld in o s c re a b a n m u ch a s d ificu l­
tades a los in te m a cio n a lis ta s . A p rin cip io s de 1874 d ió c o ­
m ie n z o en I ta lia u n fu e rte m ov im ien to a ca u sa d el d escen so
de los sa la rio s y d e la ca re stía d e la vida. En a lg u n a s p o b la ­
c io n e s los co m e rcio s de víveres fu eron a ta ca d os y saqueados.
L a In te rn a cio n a l fu é situ a d a an te la a lte rn a tiv a d e rep u d iar
a qu ellos h e ch o s o d ecla ra rse solid a ria , in clin á n d ose p o r lo
ú ltim o. P or u n lad o p orqu e h a b ía perd id o la sim p a tía d e los
rev o lu cio n a rio s, y p o r o tro , p orqu e creía c o n ju sta ra zón que
las rev olu cion es n o se h a ce n co n p a la b ra s, sin o c o n h ech os.
E l resu lta d o fu é u n a cru d a rep resión p o r p a rte d el g o b ie rn o
q u e o b lig ó a la In te rn a cio n a l a con stitu irse en o rg a n iza ció n
secreta.
A l term in a r el p ro ce so d e B o lo n ia (ju lio d e 1876) la I n ­
te rn a cio n a l p u d o rea n u d a r e n Ita lia su a ctiv id a d p ú blica.
O tro s p ro ce so s in co a d o s co n tra la In tern a cion a l, que term i­
n a ro n c o n la p le n a a b solu ción d e los en ca rta d o s, en lu g a r d e
destruir p ro d u je ro n u n en orm e b en eficio a la In te rn a cio n a l.
P o r su a ctitu d a n te los tribu n ales los in te m a c io n a lis ta s co n ­
c e n tra ro n sob re s í las m ira d as d e las gra n d es m a sa s d e l pu e­
b lo ita lia n o. H a sta ta l p u n to q u e co m e n za ro n a cre r en un
r e n a ce r d e l m ov im ien to.
S o b re E sp a ñ a se in fo r m ó lo siguiente: «E x isten 112 F ed e­
r a cio n e s loca les. H an ten id o lu g a r g ra n d es h u elga s las cu ales
ca u sa b a n m u c h o desgaste. L os a lb a ñ iles d e B a rce lo n a h a n
co n q u ista d o la jo r n a d a d e 7 h o r a s » . S obre la s h u elgas, c o n ti­
n u a b a e l in fo r m e : «S i las sum as in v e rtid a s p a r a a y u d a r a
lo s h u elg u ista s se d e d ica ra n a la o rg a n iz a ció n rev olu cion a ­
ria h a b ría m o s a v a n z a d o m u ch o .» C on las co o p e ra tiv a s la
e x p e rie n cia h a b ía sid o .pésima. G a s ta ro n m u ch o d in e ro en la
fo r m a c ió n d e n u evos bu rgueses. E l C on g reso esp a ñ ol decid ió
su d isolu ción . H a y que ten er en cu e n ta que du ran te to d o este
tiem p o, la In te rn a cio n a l, en E spañ a, se d esen v olv ía e n la
cla n d e stin id a d .
E n B élgica , la situ a ción h a b ía ca m b ia d o. L os a n tig u os
m ie m b ros d e la In te rn a cio n a l h a b ía n d esa p a recid o en su m a ­
y o r p a rte, esp ecia lm en te en la reg ión d e V a lon ia , m ientras
q u e en la reg ió n fla m e n ca se d a b a e l ca so co n tra rio . P e ro el
c a m b io n o e ra sola m en te n u m érico sin o ta m b ién tá ctico . A l­
gu nas o rg a n iz a cio n es o b re ra s socialistas so licita b a n la p ro­
te c c ió n d el E sta d o en cu a n to a l tr a b a jo d e lo s n iñ os. E l m o v i­
m ie n to se d esa rrolla b a e n sen tid o p o lític o . Las id eas de
P ro u d h o n h a b ía n d o m in a d o a m u ch os socia lista s 'belgas. Es­
to s era n an arquistas, co n tr a r io s a que e l E sta d o se m ezcla ra
e n lo s a su n tos o b re ro s y p ro p a g a b a n la a b sten ción electora l.
L a n u eva m iliban cia, esp ecia lm en te los fla m en cos, h a b ía n
c a m b ia d o esta o rie n ta ció n y segu ían la s h u ella s d e los so cia ­
lista s alem anes.
L o m is m o o c u r r ió c o n el m o v im ie n to h o la n d é s au n m ás
p o lític o que el belga.
G u illa u m e in fo r m ó sobre l a te n d e n cia d e la F ed era ción
d e l Jura. E l v o t o gen eral, la a n u la ció n del e jé r c ito p e rm a ­
n en te, etc., son co sa s que in teresaban a los 'belgas, p e r o que
p a ra los su izos su p on ía n a rreg los p arciales. L a cu estión d e la
 158 F R IT Z B R U P B A C H E R
' P pul°a r ' se p a r a c ió n d e la Ig le s ia y e l E s ta d o v
iw ^ ?w E ° raS e n la s fá b r ic a s n o d a b a n o p o r tu n id a d a los
£ S Q<Pa r a ^ rQpaga/ eI so cia lism o . A d e m á s e s ta b a n r tp r e -
s e n t a d a s p o r e l p a r tid o r a d ic a l. L a tá c tic a c o n sistía e n d e c i r
Scia n ?-S: ° Pe r m it á is m á s e l a b u so b u rg u és. O r e a -
ta m h i 4 e n S in d lc a to s y sa b réis q u e e l r a d ic a lis m o burgués es
tic o s n o s T d e b e n ^ í w A u n COn c a n d id a to s o b r e r o s a u té n -
de h a c e r e n sa y o s, p u es p a r a h a c e rlo s h a -
J u® P,acta¿ c o n . lQs b u rg u eses. P o r lo d e m á s, la s d iscu ­
s io n e s d e lo s C o n se jo s C a n to n a le s tie n en t a n poco in te ré s
q u e í o s o n e l m e d io a d ecu a d o p a r a la p r o p a g a n d a .»
F r a n c ia se in ío r m ó : Q u e h a b ía te n id o lu g a r ú lti­
m a m e n t e u n C o n g r e so o b rero e n P a rís. L o s a siste n te s se h a ­
b ía n situ a d o t o t a lm e n te e n e l te r r e n o le g a l. L a s Seccio n es
n ? ^nn tifw a c l0 n a l -110 te n ia n n i siq u ie ra re la c ió n c o n ello s
ío i p r in c ip io s. E r a n o rg a n iz a c io n e s sec reta s fu e ra
Hsta y ? ¿ v S i o n a r t aS c° ndiciones hacían Propaganda socia-
,a h Vahlteioh, el representante alemán invitado, tomó la na-
labra para decir que no se trataba solamente de destruir el
Estado actual, sino que había que educar a los hombres nara
sirvieran de base al nuevo Estado socialista. Por lo de­
mas, a pesar de las dispares opiniones, podían coexistir en
forma pacifica, las diferentes alas socialistas coexlstlr en
™ i sobre. !?s relaci°nes entre individuos y gru-
??? nueva sociedad se produjo un acalorado debate
rrp?íi hn ° L y antiautontarios se enfrentaron nuevamente
? xpresaron ?u opinión diciendo que también
en la sociedad futura existirían gobiernos y leyes, sólo que
Í is
T ia
s lcfió/ Zner^
d irenc tai, aens ta
te 're-gld0S
ía o jo pa0vrizoe lr. p u e b l° - y é ste , c o n su le-
g en e l C ongreso); a lg u n os g ru p os sociald em ócrata s de F ra n cia
, . m a n ife s t a c io n e s d e lo s a n tia u to r ita r io s (C a ñ ero , M a -
la te s ta . V iñ a s , B ro u sse, G u illa u m e ) c u lm in a b a n e n lo sigu ien -
Sí 5 E s ta d o sig n ific a e lim in a c ió n d e l g o b ie rn o d e
cw n- ^ , . ^ o sera r e e m p la z a d o p o r la s a so c ia c io n e s d e los
flVo i llb.resj in d u str ia le s y a g r íc o la s, eis e n te r a m e n te
^ l a z o s ^ S e f QUe a n a r q u ista s q u ieren d e stru ir tod os
N o h a y q u e c o n fu n d ir e l E s t a d o c o n la S o c ied a d . L o s 11a-
serv ic io s p ú b licos (co rreos, te lé g r a fo s, fe rro c a rrile s, etc.)
p rec isa n d e u n a o r g a n iz a c ió n c o h e re n te , c o n lo q u e e s tá n de
a cu e rd o lo s a n a r q u is ta s . L a p ro d u cció n tie n e q u e ser colec­
tiv a P e ro e s t a p ro d u c c ió n c o m ú n n o debe e s t a r re g id a desde
a r r ib a s in o q u e d e b e su rg ir o r g á n ic a m e n te de la so cied ad ,
w A lof\ m e d io s d e p ro d u cció n . N o p o d e m o s p r o fe tiza r
lo s d e ta lle s d e c ó m o s e r a in s ta u r a d a la n u e v a sociedad v
a - p a r í ’ 1n o 1 ? s n in g u n a c o sa d e c a p ita l im p o rta n c ia !
C o m o p r im o r d ia l o b je tiv o s e t r a t a de e lim in a r tod os lo s o b s­
tá c u lo s o p u e sto s a l d e sa r r o llo d e la s fu e r z a s so cia le s. E l fu n -
de°"o™hombres ^ organismo 800131 orienta los destinos
Seci-m Se s it u ó en u n a P o s ic ió n in te r m e d ia ,
^ u n e l, e l E s ta d o f u t u r o se c o m p o n d r ía , p o r u n la d o d e la s
r e p r e s e n t a c io n e s d e lo s g r u p o s p r o fe s io n a le s ; p o r o t r o , d e la
Ayuntamiento de Madrid
M A R X Y B A K U N IN I43
ylc¡S u ie una m as“
„a . t r a í a s s s t
S a l e s ¿ Í e e SdórS
e ? UmentOS de nroduw ;ión d e m a ™ s de sus
rif . n i , v i nritern a cion a l. n o puede esta b lecer n in g ú n p a cto
de lu r^ a sp difPrpn^f5nnHZaf 10neS cu yos Prl,1cÍpios y m edios
p a le s » d iferen cien de los suyos en los a sp ectos p rin ci-
rtpI ? Í aT Í f f 0lUCÍj5n rí ° deb,í a ser o b lig a toria p a ra los delegados
de la In te rn a cio n a l en el C ongreso de G a n te, sin o que deb ía
servirles sola m en te d e gu ión en la discusión.
EL CONGRESO GENERAL SOCIALISTA DE GANTE
( 9 - 1 4 de septiem bre d e 1 8 7 7 )
*n t? después del C on greso a n tia u torita rio d e
h n w S t co m e n z ó el C on greso gen eral socia lista d e G an te. L o
h a b ía n co n v o c a d o varias organ izacion es belgas co n la in ten -
dem ócrataCrear ^ n u ev a In tern ac io n a l de b a se social-
E stu víeron rep resen tad os en el C ongreso: los d elegados fla ­
m e n co s y d e B ruselas (27 delegados); los delegados del C on ­
n iv a q ‘ Vi df leSados); e l g ru p o alem án: U n ión
ob re ra S uiza (G reuilch ), P a r tid o S ocia ld em ócra ta alem án
6 S ocia llsta h ú n g a ro (F raenkel); ingleses:
C om m en w ealth -C lu b, L ondres (H ales). U nión O brera C om u­
nista, L on d res (B arry, in stig ad o p o r M a rx p a ra p a rticip a r
y de Ita lia (5 delegad os). x
U n a vez m ás, a n tes de que la In tern a cion a l a n tia u tori­
ta ria m uriera, y a n tes d e que la In te rn a cio n a l S ocla ldem ó-
cra ta naciese, se reu n ieron los h erm a n os en em ig os y trataron
f6.rm u la d e acu erdo. P e ro n o era posible. Se
p a rtió d e d iferen tes p u n to s d e vista. P ero siem pre es con v e­
n ien te saber c ó m o se op on en dos m u n d os, escu ch ar lo que
u n o y o tr o q u iso y en que fu n d a b a su posición .
C o m o h a b ía o cu rrid o an teriorm ente, vem os tam bién aquí
co m b a tir los p r in c ip io s d e M arx y B aku n ín , la v olu n ta d re­
v o lu cio n a ria y el cá lcu lo p ru d en te según supuestas n ecesi­
d ad es h istórica s. Las p alabras «p a rla m en ta rism o» o «a cción
d ire cta » n o re fle ja n la esen cia p ro p ia d e la discord an cia; son
s o lo em a n a cion es de p rin cip io s en p u n tos im p orta n tes, m o­
m en tán eam en te, aunque en p rob lem a s m,uy ord in a rios son
dos filo so fía s las que se en fren ta n . D os grad os d e in ten sidad
d e la a u tocon scien cia . que m ás que unirse tienden a disper-
tr a ta n ' P°r . eI co n tra rio , d e recon ciliarse. En aquel
tiem p o una a rm o n ía era m e n o s que .posible. EJ d esa rrollo de
la clase o b re ra h a b ía tom a d o tal cu rso e n los d iferen tes paí-
íu S JtoS T w m uy ,a tes Claras que el p rin cip io de la
lib erta d a b solu ta y de la su b ord in ación libre d e los in divi-
tp? } ? totaIidad n o rep resen taría un fa c t o r victorioso
t i c o n g r e s o d e G a n te n os o fre ce una despedida com ú n

142 F R IT Z B R U P B A C H E R
12 d e a g o sto que esta b a n d e a cu erd o en a ce p ta r a los d e le ­
g a d o s d e la In te rn a cio n a l en V iviers..
Este C ongreso de V iv iers fu é la ú ltim a e x p re sió n gen era l
d e la v ieja In te rn a cio n a l, y m erece p o r e sto u n a breve des­
cr ip c ió n . A parte de los d eleg a d os de Ita lia , E spaña, B élgica,
A lem an ia, R u sia y Suiza r o m a n a y a lem ana, e n co n tra m o s
ta m b ién algu n os d eleg a d os fra n ceses. E n verdad F ra n cia n o
se h a b ía reh e ch o de los •g o lp e s que recibió cu a n d o el
d ra m a de la C om una, y esta p a rticip a ció n 1 1 0 p u d o ser m a ­
siva. D espués de aquel dram a, se h iz o im p osib le to d o tra b a jo
p ú b lico en p r o d e la In te rn a cio n a l. P ero p o c o a p o c o g erm i­
n ab a la sem illa de un m ov im ien to o b r e ro socia lista . L a p e­
q u e ñ a F ed eración a n tia u to rita ria fu n d a b a en 1877 u n p e r ió ­
d ico . ed itado p or B rousse y K ro p o tk in .
E n el m ism o a ñ o tu v o lu g a r ta m b ién un C on greso d e la
F ed era ción N a cion a l a n tia u to rita ria fra n ce sa en la ciudad
su iza de C hau x-de-F on ds. P e r o a fin e s d e 1877 co m e n z ó a
resu citar la d ire cció n m a rx ista . Y Jules G uesde, h a s ta e n to n ­
ce s p artid ario d e los a n tia u to rita rio s, p u b licó en n oviem b re
u n p e rió d ico («Ig u a ld a d ») cuyos co rre sp o n sa le s alem anes eran
B e b e r y T J e b k n e c h t. M ás tarde, tam bién el e x -a n tia u to n ta rio
M alón se u n ió co n G uesde e igu alm en te a L afargu e, e l y ern o
d e M arx. Este g r u p o fu é el que d ió n a cim ien to a l p a rtid o
socia ld em ócra ta fra n cés. M a rx m ism o in te rv in o m u ch o e n su
fu n d a ció n y c o la b o r ó c o n E ngels, L a fa rg u e y G uesde en el
p ro g ra m a d e e le cció n fra n ce sa (1 8 8 0 ).
EL Q U IN T O C O N G R E SO A N T I A U T O R IT A R IO
(V erviers, 6-8 d e sep tie m b re d e 1877)
E stuvieron represen tadas en e l C on greso: la F ederación
N a cion a l esp a ñ ola , la ita lia n a (37 seccion es), la fra n ce s a (12
seccion es), la ju ra sia n a (22 secciones), la belga (n o represen ­
ta d a en su tota lid a d , s in o s ó lo p o r la F ed era ción del V alle
d e Vesdre), seccion es de A lem a n ia y Suiza. C osta , represen to
a socia listas griegos y de A leja n d ría (E gipto).
O rden d e l día: 1) D erech o a v o to en el C on g reso por las
secciones; 2) E studio d e m étodos a p rop ia d os p a ra gen eralizar,
t a n p ro n to c o m o sea posible, la .acción re v olu cion a ria -socia -
lista ; 3) Si el p r o le ta ria d o triu n fa en un país, ¿es necesario
e x te n d e r este triu n fo sobre tod os los países?; 4) H a lla z g o p or
e l C om ité de la In te rn a cio n a l de m edios d e p ro p a g a n d a para
lo s co m p a ñ ero s d e E gipto: 5) D iscu sión so b re el o rd e n d e l día
del C on g reso de G a n te; 6) C uestiones ad m inistrativas.
S ob re los p rim e ro s cu a tro p u n tos se p ro ce d ió co n rapidez.
Se en ta b ló u n a p o lé m ica en tre B rousse y C osta, p o r una
p arte, y G u illa u m e, por otra , referen te al tercer p u n to . L os
p rim eros, extrem ista s, sostu vieron una p osición «in su rre ccio ­
n a l»’ el ú ltim o, u n a o o s ic ió n m oderada. C on re fe re n cia al
C on greso de G a n te , se to m ó la resolu ción siguiente, que re ­
p ro d u cim o s en ex tra cto:
«1) N ecesidad de la p ro p ie d a d colectiv a , 1 1 0 solam ente
c o m o id eal le ja n o s in o co m o lem a d e la a c c ió n cotid ia n a .
»2) N o h a y n in g u n a d iferen cia en tre los p a rtidos p oli-
Ayuntamiento de Madrid
M A R X Y B A K U N IN 139
u n ió n d e lo s g ru p os locales o com u n id ad es. L o s p rim eros se
e n ca rg a ría n p rin cip a lm en te de la p rod u cción , lo s o tro s de
v e la r p o r to d o lo rela cio n a d o c o n e l p r o d u c to r o con su m id or.
E l to d o sería el ó rg a n o que substitu yese al E sta d o actu al.
S obre e sta cu estión d e n a tu ra leza co m p le ta m e n te te ó rica
1 1 0 se tom ó n in g u n a resolu ción . L a c o tiz a ció n a la In te rn a ­
c io n a l fu é estip u la d a e n tres ra p p en a l m e s y¡ p o r m iem b ro.
E l C o m ité F ederal n o ten ía d erech o sobre esa c o tiz a c ió n p o r
e s ta r d estin a d a a la p rop a g a n d a . L as F ed eracion es N a cion a ­
les d ecid iría n so b re el u so d e e sto s fon d os.
U n d eb a te tod a v ía m ás ex ten so se p la n te ó sob re la c o n ­
v o ca to ria de u n C on g reso ge n era l socia lista p a ra 1877, el cu al
ten d ría lu gar e n G an te. F ué p ro p o s ició n d e B élg ica . P e ro a
este C o n g re so sería n in v ita d a s to d a s la s o rg a n iz a cion es s o ­
cialistas, p erten ecien tes o n o a la In te rn a cio n a l. T e n d ría p o r
m isió n a ce rca r a tod os estos o rg a n ism o s p a r a d iscu tir sobre
lo s in tereses gen erales d el p roleta ria d o. L a co n v o ca to ria n o
p a rtiría d e la In te rn a cio n a l sin o d e cu a n to s estu vieran de
a cu erd o c o n esta in iciativ a. S e tra ta b a d e u n ir a las o r g a n i­
za cio n e s a le ja d a s d e la In te rn a cio n a l a n tia u to rita ria o a las
reacias a p e rte n e cer a ella.
B e ck e r h a b ía pu b licad o en e l «T a g w a c h t» a rtícu los o p o ­
n ién dose a p a sion a d a m en te a esta p r o p o s ició n . Y ta l era,
tam bién , la a ctitu d d e los diversos orad ores. G u illa u m e p re­
sen tó la sigu iente p ro p o sició n , co n la que p reten d ía resu m ir
la discusión:
«L a s F ed era cion es N acion ales que esta rá n rep resen tadas
e n el C ongreso' p ro p o n e n e l o rd e n d el ard en siguiente:
»1) P a cto d e solid a rid a d en tre la s d iferen tes o rg a n iza ­
cio n e s ob rera s socialistas.
»2> A so cia cio n es p rofesion ales.
»3) P o s ic ió n fre n te a los p a rtid o s p olíticos.
»4) P r o d u c c ió n y p ro p ie d a d .» .
P arte d e los o ra d ores op in a b a que la In te rn a cio n a l ex is­
te n te era su ficien te y n o h a b ía n ecesid a d d e u n a n u ev a org a ­
n iz a ció n v de un n u evo C on greso. T o d a s las org a n iza cion es
socia lista s ten ía n un lu gar en e lla y liberta d de o p im o n .
C iertos rep resen ta n tes de la ten d en cia socia ld e m ó cra ta se m a ­
n ife sta ro n ta m b ién c o n tr a un n u evo o rg a n ism o in te rn a cio ­
n a l en el q u e estu vieren rep resen tad as sim p les o rg a n iz a cio ­
n es d e ayuda, p a rtid os p o lítico s y s in d ica to s reform ista s
(tra de unions). C reían que la In te rn a cio n a l e n co n tra ría ob s­
tá cu los p a ra su in icia tiv a y en cu a n to a su im p u lso h a cia la
e m a n cip a ció n proletaria. Su m isión era d e ser u n a a g ru p a ­
ció n d e socia listas y p rop a g a n d ista s con scien tes. D elegados
d e a m bas ten d en cias señ alaba n q u e una o rg a n iz a ció n in te rn a ­
c io n a l c o n p reten sion es d e lon g ev id a d n o p od ía p o n e r co m o
c o n d ic ió n d e in g reso id én ticas d octrin a s. L a In te rn a cio n a l
a firm a b a n — tiene que rep resen tar a los tra b a ja d ores y n o
so la m e n te a los p recu rsores; sus in icia tiv a s n o debían fu n ­
darse en la m in oría sin o en el c o n ju n to d e l m o v im ie n to y
deb ía n sa lir de los o b re ro s p o r im p e rfe cto s que fu era n a l
iprincipKXeptó fln a lm en te la resolu ción d e G u illau m e. L os es-
 140 F R IT Z B R U P B A C H E R
M A R X Y B A K U N IN 14J

^ Kv ¿ t a ^ Kd ea to sU* S d¿ c S S L sA1 C° ” * T * > >'«-

Í£ S 5 ? ^ *S S S £ a -s ^ * 3 2 ? £ rev olu ción p ro b le m á tica y le ja n a m étod o que una

D E S P U E S D E 1876

másAy f f i ÍrEn6 ®-! movim!ento federalista se contraía

en una época revolucionaria'1En3, r h i ^ T 61, la esPeranza
Benavento (abril de 1 8 7 7 ) n w r i o h i í c marcha sobre n e n te de su fu erza m ilita r la ^ n h il ^ aP ^ . ^ P r e s ió n im p o-
acción directa, de la S los L s t l S n ^ Un paruad‘ gma d e E uropa se S a ^ o r i £ r i ó ?aP ° b¿ aclÓn ? e todos los círcu los

Rif,sisr£asá“=l
m B M dB H
^ en B e ,p c a donde n ota m os m a yor in flu jo alem án On

IS S B m
g r a m ? S í t S ' y 0 en0be ie m L m o S o V f f i f u n a cám ara'

íirírtn H p í'f nh u n a :petición a lQS C ortes p rop on ien d o la abo-

i tr a b a jo p ara n iñ os. H ay u n a ca rta m uy in teresan te
d e e n to n c e s n o era p r e c is a m e n te n in g ú n P ro m e te o Tan m i d e D e Peape a G u illau m e que ju stifica la p o sició n d e los b e lfa s
d ic io n e s d e tr a b a jo d el In d u str ia lism o m o d e r n o le restaban" D a cu e n ta d e c ó m o brotó esp on tán ea m en te en los d e G a n te
mruoha fu e rz a p a r a la d ia r ia p r e se rv a c ió n d e m tm o v il í s ^e eI ^ a b a jo in fa n til. L a ca rta exp resa ade-
^ a c l u u d n ob tí™ rv 1<>S aS COn resPe c to a esa dem anda,
i, POiitica. D ice que los obreros serían m ás in teligen -
S S E SÍ S ? íf,rf q " c,SRa d esgastara desde su tem pran a edad. T al a cti-
d ^ l f S n 1r S c io L ía ^ a 1 p r o p a g a n d ^ s o c ? a lis t^ 1° VimÍent<>S * Pe™ ÍtÍÓ ™ a * * * * £ *
E n un C on g reso d e la F ed era ción N acion al be Isa relp
6n !57? hub° a g ria s discusi°n e s en tre los sociald em ó-
y an tlau t°r ita r io s valones. L os p rim eros
Irn tn c !1 1 Su P °siclón en los é x ito s d e los sociald em ó-

i'SIffMllsfip
alem an es. P oco después se fo r m ó el p a r tid o social-
£ flan3’en,c o ' eI presid en te de la F ed eración N acional
b elga rech a zó la in v ita ción d el C om ité F ederal an tia u torita -
r io a l C o n p e s o d e la In te rn a cio n a l p ara 1877 O tra circu la r

\ C P" ^ ^ im °C on greso^ aan u a ^ d e ° la0 In ten ia ck m al

l l l « H l 3 É S T ^ a s fas ^ e d e r ^ io r ^ ° c r a te s fa r o n ^ n ^ e n tW o ^ fir m a t ív o * * !
e x ce p ció n d e la belga, cu y o C om ité F ederal. c c w S ™ hadi

cion es del V alle d e V esdre d eterm in aron en un C ongreso del

Ayuntamiento de Madrid
 CENIT
A dem ás de estas fu en tes docu m en ta les, P a p in i se
a p oy a e n la h isto ria del p en sa m ien to c ris tia n o . C ierto
q u e la d octrin a de la r e co n c ilia c ió n total y fin al de
todos los seres en D ios n o h a sid o en señ ada p o r la
Iglesia rom a n a , p e r o n o es m e n o s c ierto, c o m o señala
el au tor, que a lg u n a s op in ion es, d u ra n te cen tu rias
en señ adas, fu e ro n en el d ecu rso d e lo s siglos, si no
con den ad as, dejadas en el o lv id o p a r a s e r su stitu idas
p or otra s. R ecu érd ese e l p ro ce s o de G alileo. M ás tarde
la Ig lesia h abla d e a d m itir, d esm in tien d o los textos,
que la T ie r r a n o era el c e n tro d el U n iv erso. Y no
h ace m u ch o esa Ig lesia , que co n d e n ó las teoría s de
D a rw in , ha a cep ta d o la d o c tr in a e v olu cion ista , con
todo lo cu a l el d o g m a de la in fa lib ilid a d papal n o ha
qu eda do m u y b ie n pa ra do. Si esto h a o c u r rid o , ¿por­
q u é c e rra rse a h o r a a esa esp era n za del p e r d ó n que
sign ifica ría la r e c o n c ilia c ió n d e todas las c ria tu ra s
c o n su C reador?
E n tre los c r ític o s d e esta o b ra d e P a p in i — ca to li-
cisim o s p o r su pu esto— h a y q u ie n a firm a q u e la o b ra
n o es tan « e x p lo s iv a » c o m o e r a de su p on er. C uestión
de p a re c e r y de en ten d erera s, o p in o y o . P a r a u n c a tó ­
lico . e scla v o de la D ogm ática , g r a n p a rte de la s a fir­
m a cio n e s de P a p in i son h eterod ox a s, r a y a n a s en lo
h e re jía . P e r o c o n d e n a r a P a p in i e q u iv a ld ría a c o n ­
d en a r a m á s de u n P a d r e de la Ig lesia y en tre ellos
a O rígen es, c u y a te o ría d e la a p oca sta sis p ro cla m a el
tr iu n fo de la m is e r ic o r d ia y d el a m o r so b re l a ju s­
ticia. Y de esa co n d e n a n o se lib r a r ía S a n G re g o rio
de N y sa n i S a n J e ró n im o y a lg u n o s m ás, te ó lo g o s y
escritores cris tia n o s tod os ellos. O tros críticos, c a tó ­
lic o s tam bién, a s e g u ra n que la s a firm a cion es de
P a p in i h ech as en p la n de tesis son con d en a b les. Sin
em b a rg o, re co n o ce n q u e esta s a firm a cion es de P ap in i
e n cie rra n « e l su e ñ o d e u n c o ra z ó n cris tia n o », pues
sab e — y d ice— q u e esta d o c tr in a está fu e r a de la
d o c tr in a d e la Ig lesia , a u n q u e e sp e ra q u e u n día su
«su eñ o c ris tia n o » se a a cep ta d o p o r la D ogm ática . O ira
o p in ió n de lo s c r ític o s ca tó lico s es q u e la o b ra de P a ­
p in i está an im ad a d e u n a in d iscu tib le bu en a v o lu n ­
tad, p ero que d eb ió q u ed a rse en su o fic io de S a von a -
r o la p eq a eñ ito y 110 m eterse e n tem a s teológ icos. No
fa lta ta m p oco la o p in ió n d e q u e P a p in i ha caído en
este lib ro, y esta ca íd a podía p re v e rse p o r su obra
a n terior. P a p in i n o desdeñ a la T e o lo g ía ; d e s p re c ia sí
NUESTRA S E C C IO N LITERARIA
“ /le í Q ^idci
S e insertarán en esta se cció n m ensual lite ra r ia c rítica s so b re a q u e lla s o b ra s q u e v a y a n a p a -
c ie n d o , escrita s en los id io m a s co rrie n te s o t r a d u c id a s , d e las c u a le s h a g an lle g a r los autores
o e d ito re s, d o s e je m p la re s g ra tu ito s a la R e d a c c ió n d e C E N I T , 4 , ru é B e lfo r t , T o u lo u se ( H . - G . )
Ayuntamiento de Madrid
1323
la lim ita ció n , la peq u eñ ez d e los teólogos. E n g en era l,
c o n v ie n e n u n o s y o tr o s en q u e la o b r a ta n to pu ede
sa lv a r se c o m o con d en a rse. P u ed e s a lv a r se si se m ira
y a cep ta c o m o o b ra m era m en te lite ra ria , c o n su ca
r á c te r de esp era n za cristia n a , p ero pu ed e con d en a rse
s i se la e x a m in a d esde el p u n to de v ista teológ ico.
A q u í v ie n e b ie n a q u ello q u e C erva n tes p on e en boca
del H id a lg o cu a n d o en e l T o b o s o b u sca b a el p a la cio
de D u lcin ea : «C on la Ig lesia hem os dado, S a n ch o»
Y b u en o s e r á r e c o r d a r la s p a la b ra s de S a n ch o y i»>
en un sen tid o m e ta fó r ic o : «Q u iera D ios q u e n o dem os
c o n n u estra sep u ltu ra », d e la s cu a les se ded u ce que
y a en a q u e llo s tiem p os la Ig lesia a n d a b a m u y lejos
del p erdón . Q ue la T e o lo g ía sea te rre n o v ed ad o para
u so y a b u s o de lo s te ó lo g o s es u n a o p in ió n m u y c a tó ­
lica . Y o tengo u n a o p in ió n d istin ta y p o r lo v isto
G iov a n n i P a p in i ta m b ién . De lo c o n lr a r i'-, no h abría
p u esto en este a p rie to a la Iglesia que, b ien a su pesar,
ha de a ñ o ra r lo s tiem p os de la h o g u e ra y dei h ierro.
P o -q u e lo d e E spañ a es un c a s o in sólito en la h isto ­
r ia ael m u n d o y de la ig le sia m ism a .
E n resu m en , P a p in i a n h ela q u e los h o m b re s m e jo
ren su s c o stu m b re s y d estierren d e la s re la c io n e s
so c ia le s de h o m b r e a h o m b r e , de clase a cla s e y de
n a c ió n a n a c ió n el o d io y lo su stitu y a n p o r el a m or.
Y cu a n d o este a m o r n os u n a a todos, el m a ta rá s con
ju s tic ia d e a lg u n os ca tó lico s se rá su stitu id o p o r el
p e rd o n a rá s con a m o r que a lien ta en los co ra z o n e s de
c r is tia n o s y 110 cristia n os. E n ton ces n o s se rá dado
c o m p r e n d e r m u ch a s c o sa s y, en tre ellas, ésta: que
S atan ás, a p esar de tod a la lite ra tu ra h e ch a p a r a c a ­
tecú m en os y dem ás, n o fu é n u n ca ta n e n e m ig o del
h o m b r e : el v e rd a d e ro e n e m ig o d el h o m b r e estu v o
sie m p re e n el c e lo so g u a rd iá n d el d og m a , en el es­
c la v o c ie g o d e la le y escrita , en el s a ce r d o te fa n á ­
tico, c e r r il e in tra n sig e n te d e todas la s Ig lesia s. De
tal m od o se han p u esto la s co sa s h o y q u e n e ce s a r ia ­
m en te h e m o s d e da r c ré d ito a aquel p e r so n a je de
M á x im o G ork i, segú n el c u a l el D ia b lo estab a en Iv án
el T e r r ib le . P a ra n o so tr o s n u estro E n em igo, qu ien
re p re s e n ta todas la s fu e rza s del m a l, está e n ese
se c to r p o lític o y r e lig io s o q u e se o p o n e a n u estros
afa n e s g e n e r o so s de co n q u is ta r p a ra el h o m b r e un
p o c o de fe lic id a d en la tierra.
M a ria n o V iñ u a le s
Laá
 1324
CENIT

El suicidio del senador Mac HELLOfi

(Novela corta)

~ i —

£ £ S B S W á S S ' * se «*-
Q V,E L L A ta r d e >a e x p e c t a c ió n h a b ía
lle g a d o a su c lim a x e n W a s h in g ­
to n . L a n o c h e a n t e r io r la s r e d e s de
tel€vl?lón y r a d io , h a b ía n p r o -
' 22: Á , a ™a«en y d ifu n d id o la
v o z d e l s e n a d o r M a c K e llo g , c o n s ­
p ic u o p e r s o n a je e n la p o l í t i c a , d e la
p o d e r o s a n a c ió n a m e r ic a n a .
e f e c t o , n o e r a p a r a m e n o s ; el
hoK ío • J c lt a d o p e r s o n a je e n su ir r a d ia c ió n

mmmm
h a b ía a n u n c ia d o q u e p o s e ía p r u e b a s c o n c r e t a s nara
e n ju ic ia r y p o s ib le m e n t e d e c la r a r r e o d e a l t a tra i
SEXTO ^ 31 m is m o P r e s id e n te d e los
e n i o s c ír c u lo s O ficiales que
a Íí ? ía z u r r i d o d e s d e lo s tie m p o s d el
R e s i d e n t e A n d r é s J o h n s t o n , .p e rs o n a je a l ^ a l e
l í a n m iH o ii o tr is te ju g a r r e t a d e h a b e r le s í S s o r
& la p resid en cia , cu a n d o la im a g e n n á lid a dp t ín
c o l n a b a t id o p o r u n m a n ia c o s u r e ñ o ¿ u p a b a g m m m m
m e n te d e t o d a , l a n a c ió n a m e r i c a n a S e 3 1 a J e
„e nS2 o r M a c K e llo g h a b ía d a d o a i f n l c i ó n
t a n in s ó lit a n u e v a , d e b ía s e , in d u d a b le m e n te -i m ío
p o s e ía p r u e b a s c ie r t a s a c e r c a d e a lg ú n g r a v e d e s ­
a c a t o c o m e t id o p o r el p r im e r m a n d a t a r i o
í/sS?a*ssa P a r i“ a c o r d a b a la e m o ció n de u n titn

E l « W a s h in g t o n P o s t » y t o d o s lo s d e m á s rntnti
M°nQdeH la c a p ,lt a l fe d e r a l h a b ía n a c o t a d o s u s b o"
b in a s d e p a p e l y s u t in t a a n u n c ia n d o ^ a c o n t é
m f s sprinc ,s u “ siv ,a s e d ic io n e s . I n c lu s o los ó r g a n o s
? teT os p o r ta le s ) c o m o e l «N e w Y o r k
T im e s » y e l « H e r a ld T r ib u n e » d e d ic a r o n v a r ia s
s fip s a ir s
s a c a r d e d u c c io n e s d e la s d e c ía ­
i s ? d el se n a d o r . L o s c a b le s e x t r a n je r o s o r u
rio r e s . re d u c id a s P a c i o n e s d e la s p á g in a s in te -

fio Liíin C ^SaD B1f i lca. h a b ía s e e s t r e m e c id o y d e n t r o

h a ia l ! P r e s id e n te , q u e e r a d e m ó c r a t a , h a c í i c a ­
b a la s d e s e sp e r a d a s. H a s ta la f e c h a s o lo h a b a te
n id o p r o b le m a s e n e l S e n a d o y la C á m a r a d é R *
“ n t5 s a l p r e s e n t a r a n u a lm e n t e e l v r S u -
g u r o s lose o t r n ^ S y B g re s o s— im p r e c is o s u n o s se-
| a ° u n S e c r e t a r io 'd e
s m s m
ciónf de
de fu n d a m en to, .por su puesto— y orig in a d a s ->or
que la m ayoría se n a to ria l p erten ecía ál p t 4 í £
R ep u b lica n o. D esde l u e g o - o b v Y o e s d S r E £ °
^e estos sen ad ores e ra n ta m b ién m illon arios
B I
p ero n o resu ltaban m u y fa v o r e c id o s en la form u -
olv id a rse d e los resu ltad os de lo í S i en l i s S

Ayuntamiento de Madrid
 CENIT
g a s M ayores d e B éisbol. Y , desde lu eg o m ás in tere­
san te que co n o c e r a M a rx y E ngels, crea d ores de
u n a terrible c o n c e p c ió n d e p o d e r d icta to ria l, co n
una co n cre ció n p o s it iv a ,e n la U .R.S.S. e ra saber si
los «Y a n k is » p o d ría n a p a lea r a lo s «In d io s de C le­
velan d ». E l cin e de H o lly w o o d y las tirilla s «c ó m i­
ca s» p en sa b a n p o r ellos, m ie n tra s m in o ría s selectas
b a ta lla ban c o n tr a esta d esid ia m e n ta l que p od ría
llevar a l desastre al m a y o r im p e rio in d u stria l d el
m u n do. U n a R o m a e n tr e g a d a a su s placeres...
E l secreta rio P ark s h a b ía d a d o órd en es term i­
n antes d e d esvia r tod a s las co n fe re n cia s te le fó n i­
ca s d irig id a s a l P resid en te c o n o b je t o d e aten derlas
person alm en te y e n treg a r un resu m en m edular
d e las p a rtes in teresa n tes. S i lo h u b iera h e ch o fiel­
m en te h a bría re d a cta d o el m ás c o m p le to d iccio n a rio
de m od ism os in su lta n tes de to d a la n a ció n a m eri­
can a. ¡H a b ía un tra id o r e n la C asa B la n ca ! L a na­
ción , desde los A p a la ch e s h a sta las R ocosa s, p a sa n ­
d o p o r la sin fo n ía m u ltico lo r del M ississippí h a b ía
su frid o u n sacu d im ien to, co m o n o se viera desde
los tiem p os en que las fu erza s d e Lee, G ra n t y Sher-
m a n e n sa n gre n ta ro n el e x te n so te rrito rio m ien tra s
u n p o e ta o b scu ro lla m a d o W a lt W h itm a n p ed ía al
h om b re dignidad...
D e p ro n to , in esperada lla m a d a sob resa lto a una
d e las te lefon ista s d el cu a d ro a u to m á tico d e la
C asa B la n ca ; p roven ía d e la S ecreta ría p a rticu la r
d el sen ador M a c K ellog . L a voz, nerviosa, d e cía que
era u rgente y que deseaba co m u n ica rse d irecta ­
m en te con e l Sr. P residen te. E n la ce n tra l co n e c ta ­
r o n c o n la o fic in a de P a r ts y p reg u n ta ron a éste si
o bed ecían las in d ica cio n e s de la cierta m en te in só ­
lita llam ada. A l en terarse el v etera n o p eriod ista de
d ón d e p rov en ía la voz, c o n e c tó , a su vez, c o n el
d e sp a ch o p resid e n cia l (en él se e n co n tra b a el Pre­
sidente de la S u prem a C orte d e Ju sticia) de d on de
le d ie ro n in stru ccion es de que p a sa ra la co m u n ica ­
ción . . . ...
E l siguiente e s e l breve, d ra m a tico e h is to r ico d ia ­
log o q u e sostu vo a tra v é s d e l h ilo te le fó n ico (eran
las 10.30 P.M . y h a cía 24 h o r a s e x a cta s d el p r o g r a ­
m a ra d ia l co m p u e sto d e l m en sa je sen a toria l que
n os ocu p a y que h a b ía sacu d id o a la Nación):
— ¡H elio!... ¿E l Sr. P residente?...
— ¡Sí!... ¿C on q u ién h a b lo?...
—H a b la B ra d en , secreta rio d e l sen ador M ac
K ellog... . m iem b ro de los n u m erosos com ités que se fu n d an
— ¿M a c K e llo g ?... ¿Y q u é qu iere ese m iserable?...
A l o tr o ex trem o d el h ilo una v o z solem ne con tie n e
la visible in d ig n a ció n que d e sb o rd a el alm a d el P re­
sidente.
—Sr. P residente. D ebo com u n ica rle a usted que el
sen ad or M a c K e llo g a ca b a d e su icidarse y h a de­
ja d o sobre su escrito rio u n a n o ta en la que solem ­
n em en te ex on era a usted d e tod os los ca rg o s lan za­
d os en la tra n sm isión del día de ayer p or ra d io y
televisión , al m ism o tiem p o que con sid era toda su
ca rre ra p olítica...
L a v o z se q u eb ró en u n sollozo; el p resid en te llen o
d e em oció n in s tó a B ra d e n a proseguir:
— ¡S r. B raden i... ¡S r. B raden !... ¡E s n ecesa rio que
term in e usted!...
—i(L a v oz p ro s ig u ió len ta m en te) ...al tie m p o que
con sid era tod a su ca rrera p o lítica una in m en sa es­
ta fa m o ra l p erp etra d a a l pueblo...
—S o n los e stricto s deseos d e l d ifu n to se n a d o r el
que m e apresu rara a co m u n ica r esta n oticia a usted,
señ or P resid en te. E xcu so d ecirle que y o m ism o m e
en cu e n tro ta n p e rp le jo c o m o el q u e m ás...
Ayuntamiento de Madrid
1325
L a h isto r ia d e la n a ció n h a b ía co rrid o v ertigin o­
sam en te en esas ú ltim as v e in ticu a tro horas.
— III —
H a lleg a d o el m o m e n to d e e x p lica r brevem en te
quién e ra el sen a d or M a c K e llo g y el p or qué de
su osad ía p o lítica que cu lm in a ra c o n la d en un cia
a l señ or P resid en te e in m ed ia ta m en te después, sin
una a cla ra ció n sa tisfa cto ria d e su su icidio. Que, p or
supuesto, o rig in ó o tra sacu dida eléctrica en to d a la
n a ción .
N a ció e l señ or K e llo g e n u n p u eb lecillo— uno m ás
en tre los m iles que existen en la g ra n U n ión A m e­
rica n a . E l m e d io ru ra l d e jó h o n d a h u e lla en su esp í­
ritu . F recu en tem en te gu sta b a record a r c ó m o h ab ía
ay u d a d o a la re co n stru cció n d e la pequeña iglesia
■metodista, destruida p o r el fu e g o d e u n «p irom a -
n ia c o » e l cu a l, a l ser d e te n id o p o r la p o lic ía y lle­
vado a p re se n cia d e l sa ce rd o te fu é p e rd o n a d o d e pa­
la b ra m ien tra s lo s m oza lb etes d e l p u e b lo n o com -
o a r tie n d o las n o cio n e s de ca rid a d d el p a s to r qu isie­
ro n e n v ia rlo al o tr o m u n d o . A fo rtu n a d a m e n te el
lin ch a m ie n to d e u n b la n c o es co sa p ro h ib id a en los
E sta d os U n idos, in clu so e n T e ja s, y sola m en te se
usa p a ra e l co n su m o cin é filo m u n d ia l en los llam a­
dos «w e ste rn s» o películas d el oeste. M ac K e llo g
to m ó p a rte en la tro p e lía a n te la m irad a a p r o b a to ­
ria d el pu eblo.
El m u c h a c h o cre c ía c o n te n to y sa n o . L o que a
veces le p reocu p a ba , e ra la m ira d a in q u isitiva d e su
pa d re que él, fu rtiv a m en te, h a b ía o b serv a d o c a u ­
sá n d ole h o n d a desazón. P or lo d em ás n a d a tu rbaba
la a rm o n ía fa m ilia r. S u m a d re m u rió cu a n d o él
tod a v ía e ra n iñ o, h a cie n d o los m en esteres dom és­
tic o s una sim p á tica a n cia n ita que p r o n to fu é co m o
d e la casa.
M a c K e llo g n o se d istin g u ió en e l co le g io co m o
u n a lu m n o a v en ta ja d o; m a s el n o ser in teligen te
n o le im p id ió ser « lis to » que viene a ser u n a espe­
cie « v it a l» d e in te lig e n cia p rá ctica . S i bien las d isci:
p lin a s u n iversita ria s n o e ra n p a ra M a c K e llo g , si
e ra un p e z d u ch o p a ra n a v eg a r en los e n c o n tra ­
das co rrie n te s d e n u estro tiem po. E n e fe cto , fu é
en los p o b la d o s a m e rica n o s y que a b a rca n t a n va­
ria d a s a ctiv id a d es que e x is te n cu a re n ta m il m a n e­
ras de m a n te n e r o cu p a d a la socia b ilid a d d e l am e­
rica n o. C om ision es «p a r a re co g e r ro p a s p a ra los p o­
b re s»; «C o m ité de v ig ila n cia m o ra l»; y «J u n ta s p a ­
trió tica s». ¡A h , eso de las «ju n ta s p a trió tica s» era
b o ca d o de ca rd e n a l p a ra n u estro M a c K e llo g ! A h í
estaba en su elem ento.
P ro n to fu é el p o rta e sta n d a rte d e los legion a rios
del E stado; p ro n u n ció p o m p o s o s d iscu rsos en las
ce re m o n ia s d e los v etera n os del 17 y después— al
co rre r d e los a ñ os— cu a n d o el c o n c e p to d e las «m en ­
tes p re cla ra s d el p u e b lo » fu é con v en ien tem en te
a ñ e ja d o , su rgió su i p o stu la ció n y el n om b re de M ac
K e llo g q u ed ó co n v e rtid o desde en to n ces en sigla de
civ ism o.
A l co rre r de los años fu é aisla cion ista ; a d o ró a
M ac C orm ick, el du eño d e l «C h ica g o T rib u n e», p e­
rió d ico al que suele n o h a cerse caso; fu é a m ig o de
H earts « e l viejo d e la m o n ta ñ a » (fa b u lo so m a gn a te
de p e rió d ico s «a m a rillista s», e x p e rto s en p rom over
e scá n d a los y sacar «tr a p ito s » d e personas— sa lvo
 1326
CENIT

É f!Ü g g fá S S f Y e r ta m e n te n o ca re cía d e e x p erien cia en lides p oli-

Ke^fog8Uvestidoed?DÍlotoUvfi?onL t l fh r ^ ra f^ ^ Mac
ven d ajes (el izquierdo) tañía* íoJ ^ i rod ea d o de

ord en de esta n a rra ció n — q u e e ? S r M a ^ íU n bu^n

recio tro n c o escocés— e-n<itnho n i • K e llo g —de
quifluelas que son p r t o tira s « 2 « n o c e n t e s » ir i­ concienzudosaltla l l e g a d l e M ^ 8 K e n Ser cl¡onlstas
d ia c o b r a r en t o m a d T S i t los p° lltlcos- Se p o - p u e rto d e la ca p ita l d e su * g al a ero-
ten clón d e r e t o en t <<cariñosas» la abs- A lg u n os p eriód icos m en cio n a ro n p 1 h t ^ ap oteosls-
los «tru sts » d e f u fa n i tn n a i dlscursos d e l E sta d o a recep ción h a b ía sid o m S l ,,n ° d e ^ ue Ia
g a n lto ten ía en W a s h in g to n a ® ®°“ e x io n es Que m en - d u stria l in teresa d o pn m h n l f un c o n so r c io in-
tin g la d o fed era l dp fa i Su 'Posición e n el
que, a cu a lq u ier 5 5 K o n E £ E arref lar a su n tos
a n toja d o co m o neliiPnrinc e h ubieran la orqu esta escocesa Y así t L ' iE nvidias!- p ro cla m ó
con la d e s v e S n z f t r a n q u i l a m e n t e g ra fla d o en f f S S S ü V t o ^ f f i ? 3 nU€Stro bi° -
llov ieron en el terrpnn ahí! i • p o r este m otivo,

S ffS s a rH S » M rsé — IV —

K e ^ ™ m é r S ó Sen T á°n rpn r¿ i * ? “ p e ra n te. M ac

de lo T d o s p a r M d o s ,'p a s á n d o s e ^ 0 ' M3C K,e ll° g f í
su con ven ien cia , a ’ los í n f i m a L u n o a .O‘tr° según p S n r í « i S s ^ " 0«
co rte sía a l P residen te en '% S & ^ £ * £ £

kellogista. E ra sin ce ro Partido: el m a c-

p a ra ocu p arse6^ ^ ^ ^ ^ 0^ ? ^ n 11 sus asuntos

K K s S lE s a
c io s o : « D e fe n s o r e s d e la R ih i „ » ™ U
J ? m u y gra~
e sp?ród ei ! 0n f f i
S
g u ien le « ó in ’ C n l T ^
S í
1 C a p itolio, al-
P uesto que le in q u irió b r ¿ s c a m S a % pregLmta'
& = s s

a lg o d e p o lítica extran jera” » <<tSabe usted

-h o n"o r¿a] rm orte íet o t tso S ?s™ , 'f “

j :“í ™ * >“ “ “ “ 1» en
»"
c o n la t íp ic a f a l d a h a n e sc o c e se s, v e stid o s
m ie n t o en la s d fv e fs a s l P° r Su « « P ó r t a ­
lo s h a c o n d u c id o e T a g e S ^ é s ^ 1^ a « *
g a r e s d e l m u n d o . M á s tarrip £ , , od o,s lo s lu '
c o n fe s a r — r e fir ié n d o s e a l n n m h ü K e llo g h u b o de
s^ h U|bfaradeTadodevenacSe rr S Sf í S F
p o lítico s y bélicos v o n P ^ ™ Í ’ 1 sus c °n flic to s
m argen . N u e str^ fn te ré s en , , ? ^ 05 1105 d eJen al
cias: ten erlos c o m o c o n s n m í w p f 1^ circu n sta n -
d u ctos y p r o c ^ a toa ífr t o r e r a ,d e a ?nUneStí'OS p r °-
p ro cla m a r « la lib erta d m u n d i a l J ^ ? ? nas y
p e n e tra r en cu a lq u ier á r e a X m w , C10>>' p a ra

s , - s i a s r F l - - f f l S S . vS0^ s d e '2 ¡ g r é ? a t cu P
a lq 4 r nUaecS:
a9ñ ? á ¡ p K as, m n í n S 8* ^ ^ " * » ^ S
eb ía Sde f a c e r l o ? ! 5 W nT^° d ^ lg r
c o m o Lándbergh lo h abían ? . s' G en te
acu sársele d e h a b e r e sta d o Pn Í ! , y f él n o P odía
fa scista s. P or esos pntnnro* « í a cto co n n a zis o
■ ta * S ? r S C r l aea „ f M E jé rcito te a isla cio n is ta que ^ erü a nna0^ ^ a •li na co r r ie n -
gan iza d a p rop a g a n d a m r ! d ista n cia — una bien or- cu lia r de la estrategia- «E n ^ s ta n,°p 11 m uy p e'
sa zón vacan te— de se n a d o r fT hp pu? st° — a la ~ n i ° -
d ió a l tener sa lir a R e m a d o r lo per-
sin em b a rgo recib ió el SSi0\ Sn^t S° ' - pero M S Í íe r i^ ^ r S a ^
m e n te p a ra Jos a m e rica n o s » f la '
^ g u a r d a r la p o sició n y a n q ^ l L ^ l T S l í
e n ^ ^ S S ^ ^ k e llo g

w l s h l n g t o n . n ! i Vlto c a C sea S nh a c i a la naC1r6 n ’

Herías en su E sta d o le h a b ía n " s e ^ o ^ m u S

Ayuntamiento de Madrid
 CENIT
tierras otro ra d el Indio y el b ú fa lo . La b ola d el
m u n do salp icaba lo d o al espacio. Y la ca b eza de
M ac K e llo g tam bién . T e n ía que h a b er algú n p u n to
don de asirse. R e co rd a b a — a llá en su pueblo— las
trem ebun das n a rra cio n e s que, el rev eren d o C unnin-
gh am h iciera a los m u ch a ch o s al rela ta rles p a sa je s
de la B ib lia y las e x h o rta cio n e s p a ra q u e tod os fu e ­
ra n cru zad os d e la fe . S a la d in o se rem ov ía en su tum ­
ba a n te estos n uevos m ilita n te s d e la cru z. Sí, é l sería
u n cru za d o de la fe... m ás. ¿C ó m o ? E l ca letre sen a ­
torial en con tró p r o n to el «q u id » que quiere d ecir en
«a r g o t» p o lític o m ás o m en os esto: «H a lla r un m od o
de ju stificar cierto in terés p o r p a rte d el p u e b lo en
un asu n to que, p o r lo m en os, te n g a a p a rien cia de
h o n o ra b le ». ¡A h , eso d e h o n o ra b le e ra u n a p a la b ra
m u y seria. R e co rd a b a a l d iscu rso sa rcá stico de
M a rco A n to n io a n te e l ca d á ver de C ésar asesinado
(en el «J u lio C ésa r» d e S hakespeare): «S in em b a rgo
B ru to d ice que e ra a m b icio so y B ru to es un h om b re
h on ora b le». Y M a c K e llo g n o q u ería que su h o n o ­
ra bilid ad term in a ra en P ilip p os.
H e aquí e l p la n d e l n u e v o «cru z a d o »: «L u ch a r c o n ­
tra el «A n ti-C risto » p e rs o n ifica d o p o r R u sia y, a p ro ­
v ech a n d o eso d e stro za r to d o el m ov im ien to d e d i­
versas ten d en cia s lib era les. S egún la p a u ta d e M a c
K e llo g la libertad en lo s E sta d os U n idos sería la
liberta d de la s g ra n d e s in d u stria s d e co m ú n a cu er­
d o c o n un g o b ie rn o que ú n ica m en te v a loriza ra la
op in ión d e los «tr u s ts » (c o n ju n to d e im p erios ch ico s
que crea n un im p e r io g ra n d e p a ra d efen derse). El
h om bre qu eda red u cid o a un núm ero. De d on de re­
su ltaría que M ac K e llo g sin c o n o c e r a M a rx estaba
resu ltan d o m ás m a rx ista que los com u n ista s c o n
tod os los a g ra v a n tes de d icta d u ra que se vislu m b ra ­
b an en el «p la n »...
P a ra llev a r a c a b o sus p lan es co n ta b a co n la h is­
to ria y ta m bién c o n lo s ricos terratenientes, p e tr o ­
leros y g a n a d eros te x a n o s y co n fin a n cieros de tod a
laya dispuestos a e n cu m b ra r a la p resid en cia a cu a l­
qu ier fu lle ro que fu e ra gen era l o p o lític o «tra d icio -
n a lista ». A lg o así c o m o el viejo R oosev elt (Teddy)
«e l tío d e l g a r r o te » en ed ició n m od ern a. E m pero,
se o lv id a b a M ac K e llo g que los b u enos tiem p os h a ­
bían pasad o y qu izá T e d d y resu lta ra ta n fu e r a de
lu gar co m o las som b ra s ven erables d el «H a lcón
N egro», «C haqu eta R o ja » o el « In d io J e ró n im o ».
L a b ola del m u n d o seguía g ira n d o cu a n d o M ac
K e llo g se la n zó a la b a ta lla p or u n d estin o. ¿Era
m esianism o u op o rtu n ism o?...
— V —
A h o ra y a no h a b ía silen cio. T o d o era a lg a ra b ía
en W a sh in gton . L as p re n sa s rech in a b a n v o m ita n d o
g ra n d es titu lares y el n o m b re esco cé s d el sen ador
p ro n to esm a ltó las o c h o co lu m n a s de la p ren sa
a m erica n a y p a ra a lim e n ta r esta p rog resiv a p op u ­
larid ad M a c K e llo g descu brió un a rm a estupenda,
e ra el d a rd o fa t a l p a ra su tem ible ce rb a ta n a p o lí­
tica: el arch ivo. L a m a n ía de los h om b res desde los
albores d e la civ iliza ció n h a sid o el a rch iv o, y el
m u n d o actu al se fu n d a m e n ta en la base de un ar­
c h iv o gig an tesco, h eterog én eo. La T ierra fu é c la si­
fica d a y su rgió la geología; se a m p lió c o n el estudio
o é los fó siles p ro v e n ie n te s de org a n ism o s que vivie­
r o n en tiem p os r e m o to s y a p a re ció la p a le o n to lo ­
g ía y así en u n a su cesión in te rm in a b le d e recuen­
Ayuntamiento de Madrid
1327
to s y d iv ision es p asan d o a los p a lim p sestos, p a p i­
ros. tablas, resúm enes p ictó g r á fico s , d on de su rge la
in d iscre ció n , c u n a d e la h isto ria . Y ese co n sta n te
ju e g o de las rev ela cion es ín tim a s in d u jo a l m undo,
p o r siglos, a c o le ccio n a r p en sa m ien tos in g en iosos y
c ie n tífico s que h o y solazan y c o n fo r ta n n u estro
cu e rp o y e s a p equ eña lla m ita in d u ctiv a que lla m a­
m o s espíritu.
P e ro ta l p a rece q u e la b rib on ería v a u nid a a "nues­
tro ser in d isolu b lem en te y el a r c h iv o sirv ió d e base,
tam bién , p a ra m étodos rep robables, p e r o a l fin y
a l c a b o d ig n o s d e l p e rv e rso in g e n io h u m a n o , pues
sirvieron p a r a fu n d a m e n ta r lazos co e rcitiv o s de las
sociedades y p a ra p ro v e ch o d e tru h a n es erig id os en
d icta dores, así c o m o p a ra los p o lítico s en g en era l
(¿ e x t r a ñ a sim ilitu d , verdad?).
Y así su rgen las fich a s d a ctilo scó p ica s y a n tro p o ­
m étricas, p a sa n d o el h o m b re a la ca te g o ría d e n ú ­
m e ro o a p e rso n a je de zooló g ico . Y así, de reg istro
en registro, la h is to r ia d e m illo n e s de seres es reve­
lad a p o r las m etód ica s y ru tin a ra is h o ja s q u e se
a m o n ton a n en lo s ju zga d os de to d o e l m u n do. P or
ta n to, M a c K e llo g d escu b rió que, e l e m p le a r una
serie d e se cre ta rio s p a ra co le ccio n a r da tos, d ecla ra ­
c io n e s y situ a cio n e s fa lsa s deí sus riv a les p o líticos,
p od ía n d a rle la cla v e p a ra m u ch os d e sus ataques.
¡T em ed a u n a m en te a rch iv ista d estin a d a al m al!
A lg u n os d óla res bien distribu idos son te rre n o a b o­
n a d o p a ra la n a tu ra l d eb ilid a d h u m a n a y m o tiv o
p a r a e l h e rm o so cre cim ie n to de los re p o rte s con fi­
d en cia les. E n p o lítica — es a x io m á tico — es m á s difí­
cil m a n ten er e l eq u ilib rio que en las a rriesg a d a s
p r o e z a s circen ses a a lg u n os m etros d e l suelo sin
red p ro te cto ra . H abía pues que precaverse. A sí sur­
g ió el a rch iv o d e l sen a d or y M ac K e llo g se c o n v ir ­
t ió en fisca l e x tra o ficia l que cita b a y d estrozaba en
reu n ion es sen sa cion a lista s, b a jo el ro n ro n e a r d e las
cá m a ra s de cin e , los o jo s e le ctró n ico s de la televisión
y los m icr ó fo n o s d e las em isoras, a los p ro h o m b res
d e la n a ció n . N o, n o sola m en te h a b ía que e x tirp a r
la h ied ra co m u n ista , sin o cu a lq u ier m o v im ie n to li­
b era l q u e c r itic a r a a los elem en tos re a ccio n a rios de
la n a ció n , in clu so cu alqu ier o rg a n ism o que m e n cio ­
n a rá dem asiado a J efferson y a P aine c o n sus c lá ­
sica s cita s a ce rca d e l g o b ie rn o d e los h om b res. E so
sería fa ls o am erica n ism o. ¡C u idado, pues!L os P aine
c o m o el v ie jo T o m —d eb ía n ser en terra d os en n a cio­
nes extra ñ a s, m ien tra s las tierra s de los «ch ero-
k ees» s ó lo p od ía n a lim en ta rse de la ca r ro ñ a d e los
M a c K ellog . A m é rica d e l N orte era— segú n nuestro
sen ador— u n a e x tra o rd in a ria a so cia ció n d e gru p os
in d u striales que p red ica b a n v a ria s libertad es en una:
«lib erta d d e com ercio... p a ra n o so tro s». El « a r c h iv o »
fu n cion a b a ...
S abios que o d ia b a n ta n to la ten d en cia d icta toria l
de lo s m arxistas, em a n a d a d e M oscú, c o m o los m é­
to d o s fa scista s de las «c o m isio n e s in v estig a d ora s»;
lite ra to s y p en sad ores que h a b ía n ay u d a d o m o ra l­
m en te y en oca sio n e s m a teria lm en te cau sas c o m o las
que d e fe n d ía n los rev olu cion a rios esp a ñ oles en su
g u e rra d el 36 a l 39; artista s que h a b ía n ten id o ve­
leidades fe m e n in a s (¿ c ó m o a ce p ta r e sto en p a ís de
tan in co rru p tib le m o ra l?); p o lítico s liberales, m ili­
ta res y tod a la g a m a m á s o m en os co n sp icu a de la
n a ció n , c a y ó b a jo el p a sto d e las in v estig a cion es se­
n a toria les d e M ac K e llo g y la p ren sa a m a rillista
d e la n a ció n . E l a rch iv o h a b ía fu n cio n a d o bien y las
26 letras d e l ab eced a rio in g lés estaban cu a ja d a s de
sugerencias y m aled icen cias. ¡A h , e sto e ra la cu l­
m in a ció n , la cú sp id e d e su la b or in icia d a en las
« ju n ta s p a trió tica s » d e su p u e b lo natal!...
 1328
CENIT

! i“S “,s s r - ™ “~ T s
s-S S «»»~ “-s= i;s
H H H — ¿Q u é buscas en la vida, h ijo ’

Sf. E.-MK! S ,-¡tei«

1 3 - j í e í v - g r ^ T ^ i s s s s j -

mtiLS锫 fS itS S US,edeSa,8ú“ i"!o™'

=is!IS l£ ~ -£ § = p
SS^sra55,®?»
•aba q Ue tus p illa d a s
— ¡Padre!...
“ü
co n m ig o m ism o. E spe-

m iscu irm e en las d ecisiones d ^ ^ h r ü 0 ln '

I S = S > ^ ;f 3 S a im p edir que sigas c o n estas ca n a lla d a s

H izo una pausa e n un a m b ien te tenso.
° ÍUdad

| » y fs M # S £ S t e t a J S u
Y a ñ a d ió irón ico:
S Í , f y g W e al® ° ' « u lz4 s

a rw S S sa o b r a ^ m a e s tr a ^ 5 qUe n ° Sería la « u r i n a c i ó n d e tu

VI m m m m

A lo que rep u so el an cian o:

H H f e f f i K g « f S ,£ S a
L S K T 'f i o a c t n íS t o S fíf^ S “ “ 1“

spIs-SH 3 i® 3 S ced en tes n o h a n 3 d e W d a m e n te ln v e s tiS o ^ ^ '

SE f ^S a SS B S t s z r s & s ™
s z £ t s js s a u ia — - a s r S r e £ ” p?s^ss„ses^ , s

I f E Ü Í % :'Í l l
r id o T p n a lr « i v e. avan zada. M i h isto ria , m a ­
rid o sen a d or es la h is to r ia de un clau d ican te en

Ayuntamiento de Madrid
 CENIT
su p len itud, p e r o es la re v e la ció n fin a l de u n a c o n ­
cien cia que n o puede resistir m á s la h ip ocresía . A
los bordes de u n a m u erte p rob a b le n ecesito des­
c a rg a r mi' co n cie n cia y lo h a g o c o n la p erson a que
h a tra icion a d o m is sen tim ien tos m ás íntim os...
H izo u n a p a u sa . S u h ijo h a b ía d a d o la vu elta a
su silló n g ira to rio o c u lta n d o su ro stro . E ra de im a ­
g in a r el trem en d o im p a c to que la o ra ció n p a tern a
estaba p rod u cien d o e n s u á n im o . P erm a n eció en
silen cio. E l p ad re p rosig u ió c o n v oz velada p o r la
co n g o ja :
— V in e a A m érica ca n sa d o, a g o ta d o p rem atu ra­
m ente. La vid a en cie rta s p artes de E uropa n o
suele ser m u y b en ign a. L a lu ch a p or la vid a, por
las ideas c o n que n os to rtu ra m o s física y m e n ta l­
m en te h astían a m enudo a q u ien carece d e l tem ­
ple necesario...
— H ace cin cu en ta años— el a n cia n o 3 esg ra n a b a el
álbu m de sus recuerdos— era rela tiv a m en te fá c il
venir h a sta a cá , esp ecia lm en te si tienes n o m b re es­
cocés o irlan dés. D ecid í o cu lta r m is con v iccion es y
en te rra rm e en vida en cu a lq u ier p u e b lo del in te­
rior. A sí lo h ice. T ú lo sabes. H e cre a d o una fa m i­
lia, fu n d a d o u n n e g o cillo , que, p o c o a p oco m e d ió
p a r a v iv ir d ecorosa m en te. M e im puse el segu ir la
ru tin a d el .pueblo y p o c o a p o c o fu i con q u ista n d o
la estim ación d e m is vecin os. A dem ás n o c r e o m e­
recer o tr o tra to . M is ideas, m is lu ch a s obreras,
to d o qu edó relega d o a u n pasad o a llen de el océa­
n o. E ra co m o esos b a rco s b a llen eros que sa len del
p u erto y se olv id a n d el regreso, p ero siem p re tie­
nen fijo e l lu g a r d e l que z a rp a ron . Y o tam bién
record a b a G la sg o w y los verdes ca n tiles d e C a -
rrick , así co m o las bru m osas la d era s d e C ardigan
en la G ales m in e ra d o n d e el d o lo r se esfu m a co n
las co ra le s que en ton a n los m o z o s del lu gar. O tros
m erid ian os tra za b a n el d e stin o d e m i vida. E m pe­
ro, con fieso que u n h o rm ig u illo roía m i co ra z ó n y
m i estóm ago. A lg o q u ed a b a d en tro... E n ton ces tu
n aciste y y o fu i un n adre org u llo s o . R e c o n o cí en
tí ese ra ro d o n de sa lir a v a n te en tod os lo s p ro ­
blem as a los que el ser h u m a n o debe d e e n fre n ta r­
se desde el p rin cip io . Y m e d ije : ¡Este se rá un
bu en M ac K e llo g , au daz y práctico!... A sí p a sa ron
los años. L os p a d re s p erd on am os m u ch o, n os o lv i­
d a m o s de o tro m u ch o. P e r o y o m e e n co n tra b a ante
un p roblem a n uevo que, en cie r ta fo rm a , revivía
m i v ie jo p rob lem a . E n m i fa m ilia e sfa b a surgiendo
u n B en ed ict A rnold...
A l lleg a r a este p u n to la n a rra ción , el sen a d or
su frió una sacu d id a y v olvién d ose in terru m p ió al
a n cia n o y le d ijo c o n v o z colérica:
— ¡Padre!... ¿Q u é dices?... ¿L u eg o so y un tra i­
d or?...
E l v iejo M ac K e llo g p eg ó un p u ñ eta zo e n cim a de
la m esa y d ijo c o n o jo s llam eantes:
— ¡D éja m e acabar!... D ije q u e era s un B en ed ict
A rn old y lo sosten go. H as e n g a ñ a d o a los E stados
U nidos. L len a d o d e c ie n o tod a s las esfera s in te le c­
tuales. En tu con sta n te p re v a rica ció n in flu iste a las
orga n iza cion es ob rera s a rea liza r co m e tid o s que
d esm erecieran sus n ob les tra y ectoria s a n teriores.
T e h a s h e ch o c o h e c h a r p o r las gran d es firm a s de
la n a ció n . D estru yes p ero n o creas, porque eres un
en te em in en tem en te corrosivo... N o ten g o in te n ­
ció n d e an a liza r tu ú ltim a h a z a ñ a . A l fin y a l ca b o
ta n to el P resid en te co m o tú sois p o lítico s y b a jo
ese sa n to n om b re se a m p a ra cu alqu ier cosa , m enos
la ética. P ero tú h a s sob rep a sa d o los cá n on es de la
Ayuntamiento de Madrid
1329
bellaquería: m en tiste en la fo r m a m á s escan d alosa
y esp ecu la tiv a a que puede atreverse h a c e rlo un
h o m b re e n esta n a ción . Y al m e n tir así d ed u zco
que el za rp a zo lleva m iras am biciosas: ¡A n h e la s ser
P residen te y en realidad serías u n d ic t a d o r .‘ Y esta
ju g a d a n o debe segu ir su cu rso. E n n o m b re del
jo v e n m in e ro que am a b a la h u m a n id a d y que ten ía
c o n v iccio n e s sociales d eb o d e op o n e rm e a ello. Me
vas a p re g u n ta r que c ó m o lo lograré. ¿N o es así?
S e m ira ro n fija m e n te los d os. El se n a d o r pálido;
e l v ie jo c o n el r o s tro ca n sa d o p e r o irra d ia n d o
respeto:
— ¡B ien ! N o te h a r é perder m u ch o tie m p o en elu ­
cu b ra cio n e s, te lo diré.
S a có d el b o ls illo un sobre a m p lio que d epositó
e n la m esa. E l sen a d or m ir ó a su p a d re sin a tre ­
verse a to c a r el pequ etito, p e ro que se a p reciaba
volu m in oso, p ero el v ie jo le h izo im p e rio so ad em án
d e que l o abriera. Y al ra sga r el so b re su in terés
c r e c ió d e punto: se tra ta b a d e co p ia s fo to stá tica s.
.La a d m o n ito ria v oz d el p a d re aclaró:
—A h í verás varios d ocu m en tos que descu bren
u na serie d e tra n sa ccio n e s ilícita s d e sa b or rep u g ­
n ante. T e pregu n tarás que c ó m o las con segu í; te
o lv id a s que p a ra la esta fa los fa m ilia re s tam bién
so m o s esp lén d id a carn ada. E nem igos p o lític o s tuyos
se a c e r c a r o n a m í y tra s varios su b terfu gios logré
co n o c e r e l verd a d ero m óv il: h u n d irte. S e tra tab a
d e c o m p ra r esos papeles y lo lo g ré a m u y a lto
p recio. A qu í tienes las pru ebas... y o c o n se rv o los
originales...
El sen a d or tod o su d oroso p regu n tó:
— Y a h ora... ¿Q u é te p ro p o n e r h a cer?...
A lo q u e el v ie jo repuso:
— Te c o n m in o a que te retra ctes d e la acu sación
al P residente; d e la d e t o d o s los h o m b re s q u e m a n ­
ch a ste. D eb es a n u n cia r que te retira s d e la p o lític a
y que, p o r lo ta n to , d eja s va ca n te la sen aduría y
las co m isio n e s p o lítica s q u e presidías... T u res­
p u esta a las p regu n ta s será sola m en te una: ¡M e
equivoqué! O si lo prefieres: ¡S oy d e m a sia d o h o n ­
ra d o p a r a la política!... (¡Q u é iron ía... ¿v erd ad ?)
C o n el ro stro d em u d a d o el sen a d or h izo una ú l­
tim a n regu n ta a su padre:
— ¿ Y s i m e n iego?...
— C on sid ero esa posib ilid a d — resp on d ió el a n cia ­
n o M a c K e llc g —y puedo asegu rarte que los p o líti­
cos en e m ig o s se llevarán la g ra n sorp resa , p u esto
que la d e n u n cia será tota l. E n resum en: estas c a r ­
ta s será n d a d a s a la p u b licid a d en to d o s los d iarios
d e la n a ció n . C on oces el p rod ig ioso m e ca n ism o de
las a g en cia s de in fo rm a ció n . M a ñ a n a m ism o las
colu m n a s d e los 'P e rió d ico s a m a n ecería n p letórica s
d e fo b ia . T u h u n d im ien to es seguro; e l m ío sucedió
h a ce y a m u ch os años... O reo que h e m o s h a b la d o
bastante.
E l v en erable escocés se lev a n tó tra b a josa m en te
d el silló n en e l que estaba sen tado; ca m in a n d o
len ta m en te abrió la p u erta d el d esp a ch o y se per­
d ió en m ed io de la alga ra b ía que p rivaba en las
secreta ría s anexas. A l sa lir del ed ificio se qi>£dó un
ra to p en sa tiv o y a lg u n a s lá grim a s ro d a ro n p or su
ro stro . Q u izá se p re g u n tó si m erecía la 'p e n a h a b er
h a b er d e ja d o los verdes ca n tile s d e G a rr ick o las
bru m osas laderas d e C a rdig a n y sin tió un gran
ca n sa n cio.
A d o lfo H E R N A N D E Z
 1330 CENIT
LA EDUCACION ~
DEL nCMBRE
3. E L ARTE Y LA N ATURALEZA HUMANA
LATO N fué un autoritario. Su utopía política
ha sido siempre un modelo para los expo­
nentes del estado totalitario. Es por tanto
necesario preguntamos a nosotros mismos si
en esta teoría no se esconde una denega­
ción de esa libertad e integridad de la per­
sonalidad humana que es la base de nues­
tra filosofía libertaria. Aceptado el predo­
minio de «imperceptibilidad estética», este
peligro seguramente existiría: el «orden de
ja naturaleza» se interpretaría de una manera sistemática e
insensible y las facultades emergentes del niño estarían
entonces condicionadas a este patrón rígido. La república
de Platón puede ser considerada sin duda alguna com o un
patrón rígido de esta naturaleza: es la creación de un poeta,
pero su belleza es objetiva, calculada, clásica: es com o un
cristal de hielo. Pero la naturaleza es un desarrollo vivo, y
la naturaleza humana es ardiente y móvil. Entre la forma
natural de desarrollo, que es una obra creadora de la fuer­
za de la vida o de cualquiera que sea el impulso que anima
la materia orgánica y de las formas compendiadas por el
intelecto humano, existe esta diferencia: la una es un pro­
ceso continuo de libertad y espontaneidad, de desarrollo e
integración, mientras que la otra es un acto de objetivación
o exteríorización y fijación, de enfriamiento y petrificación.
Nuestra crítica sobre Platón, si éste fuera el lugar adecuado
ae poderla continuar, se acusaría de haberse apropiado el
proceso natural, de haber hecho de él una medida-patrón
y de este modo destruido su cualidad de espontaneidad que
en la personalidad humana es la, cualidad de la libertad es­
piritual.
Durante los últimos sesenta años dos tendencias comple­
tamente distintas han hecho posible para nosotros el acep­
tar las teorías de Platón del lugar del arte en la educación
sin correr el riesgo que le ofrecería a la mente incapaz de
percibir. Una es la completa revolución que ha tenido lugar
en nuestra concepción del arte mismo, y la otra la revo­
lución en psicología.
La revolución en el arte no es de ningún modo completa,
ni tampoco se ha establecido todavía un nivel o estilo de­
finido. A mucha gente le parece que el estado presente del
arte es meramente confuso e incoherente. Pero ha de ser
obvio, incluso para el espectador más aturdido de la escena
moderna, que existe más similaridad esencial entre un edi­
ficio moderno funcional y el Partenón que entre el Parte-
nón y los edificios clásicos de nuestros tiempos. El edificio
funcional y el Partenón exhiben las mismas líneas funda­
mentales de la buena arquitectura: propiedad d e estilo, ar­
monía de las proporciones, buena forma. Mientras que un
edificio moderno de estilo clásico puede ser descrito sola­
mente com o una fantasía en la incorrección arquitectónica.
En lo que concierne a la pintura moderna, nuevamente nos
Ayuntamiento de Madrid
encontramos con que no hemos de aceptar todas sus confu­
sas manifestaciones com o un progreso hacia el ideal de be­
lleza que Platón se imaginaba. No obstante, los que quie­
ran ver y no lleven encima el prejuicio de la censura, en­
contrarán en esas manifestaciones confusas del espíritu' m o­
derno obras de arte que responden al canon platónico y
que son símbolos de la gracia, ritmo y armonía que con­
dujeron a Platón a hacer del arte la base de su sistema
de educación. Uno puede afirmar de todas las artes que
durante los últimos treinta años más o menos, un espíritu
de investigación y comprensión científica nos han vuelto a
los principios básicos, y eso aunque no podemos apuntar aún
a los resultados de una gran era, estamos ahora en posición
para comprender el significado del arte, com o nunca ha
existido desde los tiempos de Platón. Esta es una gran rei­
vindicación que hemos de hacer para la filosofía moderna
del arte; es tal vez una reivindicación presuntuosa. Pero no
importa cuán humildes y desapasionados seamos, es difícil
encontrar un período intermedio que alcance tal compren­
sión. Es verdad que durante el Renacimiento hubo gran­
des humanistas com o Alberti, que le debían mucho a las
doctrinas platónicas y el arte de ese período era, desde lue­
go, una imagen más próxima a los ideales de Platón que
todo lo que nosotros hayamos podido poner en escena has­
ta el presente en los tiempos modernos. Pero ni Alberti ni
ninguno de los humanistas posteriores no importa cuán le­
jos fueran en la dirección de identificar los ideales morales y
estéticos, nunca se comprometieron en nada tan radical com o
un método estético de educación. Ellos en el fondo eran
humanistas y lo mismo que el héroe de Browning (The
Grammarian s Funeral), habían «decidido no Vivir sino C o ­
nocer», un noble ideal para los pocos que son felices tra­
bajando «muertos de cintura para abajo», pero no un prin­
cipio para los que creen con Platón que la función de la
educacióu es„ la de fomentar la buena vida.
Por más que una mayor comprensión de la naturaleza del
arte nos ha permitido apreciar la verdad y pertinencia de
la teoría de Platón sobre la educación, nos hemos visto ayu­
dados en una escala mucho mayor por una más amplia
comprensión de la naturaleza humana, la cual debemos a
la psicología moderna. El demostrar adecuadamente este
hecho nos llevaría a una discusión técnica que no sería apro­
piada ahora, pero quizás podría indicar brevemente tres
sentidos en que la psicología moderna tiende a apoyar nues­
tras reivindicaciones.
El primero se refiere a la significación de la fantasía en
el pensamiento, fantasía de cualquier naturaleza, aunque
resulta más simple discutir la cuestión en términos de la
fantasía visual. Sabemos, basándonos en experimentos recien­
tes, que el niño empieza la vida con una imaginación llena
d e fantasías extremadamente vividas. Una escuela de psicó­
logos mantiene incluso de que el niño en los primeros años
encuentra dificultad en distinguir entre sus percepciones del
mundo externo y sus imágenes secundarias, y que la memo­
 CENIT
ria-imagen normal sólo gradualmente es separada de estas
vividas imágenes «eidetic». Cualquiera que sea la verdad
de esta teoría, nosotros tenemos por seguro que el próximo
escalón en evolución, el escalón del pensamiento concep­
tualista, sólo es alcanzado por la supresión gradual de la
fantasía. Ahora, toda la tradición aristotélica sobre la educa­
ción está tan entregada a la superioridad de los procesos
conceptualistas o lógicos del pensamiento que todos los me­
dios han sido puestos en ejecución para ahuyentar las imá­
genes de la mente del niño y hacer de él una eficiente má­
quina pensante. Es aceptado com o axiomático que los mé­
todos lógicos de conducta eran singularmente eficientes y
la ambición de todo pedagogo era la de trazar un esquema
lógico para cada asignatura en el plan de estudios. Fué ex­
perimentalmente establecido que las imágenes no realiza­
ban función útil en el pensamiento abstracto y mientras
más abstracto era el pensamiento más sensato se considera­
ba a éste. Para citar a un educacionalista bien conocido
(Charles Fox, «Educational Psicology», London, 1930, p. 36),
«Los niños de más fértil imaginación... no eran bajo ningún
concepto aquellos de mayor inteligencia en la escuela... la
correlación entre la visual clara y vivida y la fantasía audi­
tiva y la inteligencia en la escuela es pequeña o puede
ser negativa...», etc.
Yo no quiero discutir estos hechos establecidos. Pero lo
que debemos discutir es el standard de «inteligencia», im­
plícito en tales pruebas. No es nada más que la predispo­
sición lógica en su forma más vocinglera. Conocemos los
exámenes y pruebas por medio de los cuales tal standard
es establecido. La mayoría de nosotros hemos sufrido sus
indignidades. Pero ahora, con la ayuda de otras escuelas de
psicología, estamos en posición de desafiar el todo de esta
tradición lógica o racionalista. No debemos cometer el error
de lanzar otro standard exclusivo. Nuestra ciencia nos en­
seña tolerancia. Pero nosotros mantenemos, con pruebas, que
existe más de un standard de inteligencia, y por tanto,
más de una forma de pensamiento. El propósito del pen­
samiento es el de llegar a la verdad y la. verdad, decimos,
no está fundada exclusivamente en la posesión de esos que
tienen un alto «cociente-inteligencia»; es tan propensa a
salir de boca de un niño, de un poeta, de un artista como
inclusive de boca de un loco.
Lo que ha sido establecido por la escuela de psicología
en que, en particular, nos basamos, es que estos niños
y lactantes, poetas y pintores, visionarios de toda clase, tie­
nen una cosa en común, una imaginación tan vivida que
debe ser considerada com o el goce de esa clase de fantasía
peculiar, esa clase a que nos hemos referido ya y que ha sido
llamada fantasía «eidetic». Esta fantasía, que es natural en
los niños y lactantes, es retenida en ciertos casos raros hasta
pasada la adolescencia y entre estos casos raros han de bus­
carse a nuestros poetas y pintores y visionarios de toda clase.
Pero aún hay más: cuando nos acercamos a investigar la
naturaleza del pensamiento científico, en tanto que este pen­
samiento sea una actividad inventiva o creadora y no mera­
mente un arreglo lógico de hechos aceptados, nosotros en­
contramos también que éste confía en las imágenes. Toda
la física moderna, por ejemplo, está tachonada de fantasía,
desde la caída de la manzana de Newton al hombre en el
ascensor de Eddington. Posiblemente hay más fantasía en la
física moderna que en la poesía de la misma época.
Con tales hechos en mano no tenemos necesidad de pa­
ramos a defender la utilidad biológica del arte. Podemos
dirigimos a los dentistas y convencerles con las pruebas de
sus propios procesos de pensamiento. En tanto que éste es
creador y biológicamente útil, su pensamiento es imaginario.
No obstante los sistemas de educación trazados por ellos y
las pruebas que han impuesto a los niños, no dan señales
de imaginación. Las imágenes, «dicen y prueban», no son
esenciales al pensamiento eficiente. Así y todo se hace para
suprimir estos inconvenientes-duendes y entronar la regla
absoluta del concepto, en la mente del niño.
Ayuntamiento de Madrid
1331
El segundo sentido del que recibimos apoyo para nues­
tras reivindicaciones es conocido com o la teoría con unas
simples palabras, pero los exponentes de la teoría estarían
de acuerdo en que ésta, también, en su mayor parte, es
una protesta contra una concepción lógica del conocimiento
y de la ciencia. Lo que ellos dicen, en efecto, es que no
hay hechos independientes del acto o proceso de experi­
mentación, que los «resultados de un caso» no se perciben
por enumeración, sino que deben sentirse com o un patrón
coherente. La palabra «sentir» debe ser acentuada, pues
este factor, sentimiento en la percepción, es estético. N o es
solamente la percepción de un patrón peculiar, sino también
una discriminación en favor de ese patrón mismo. Es decir,
de entre muchos de los posibles patrones de conducta, se
escoge uno particularmente adecuado o apropiado. Sienta
bien, e inmediatamente uno nota la facilidad con que este
patrón peculiar es acogido y la idoneidad de la acción so­
breviene de él. Y después, desde el momento en que este
patrón peculiar es bien adaptado, tiende a ser repetido, y
otras formas de conducta tienden a asimilarse a él.
Lo que los psicólogos llaman adquisición de un patrón
de conducta, no es nada más que el proceso de aprender,
en el sentido de adquirir habilidad en hacer una cosa, an­
dar, esquiar, tejer, pintar, montar una máquina. «Gracia y
habilidad», dice uno de los psicólogos del «Gestalt», «mar­
chan cogidas de la mano; su obra no es nunca el resultado
de los hechos combinados que, por sí solos, son torpes e
inexpertos. Para hacer algo elegante y hábilmente uno debe
topar con la «venturosa alteración» en conducta que mejor
se adapte a las condiciones».
Esta nos ha llevado hacia atrás, hacia Platón otra \ez.
En esta parte de la «República» que precede a la teoría
de la educación a que nos hemos referido ya, Platón ana­
liza la forma y el ritmo, y lo que él dice, en efecto, es
que las leyes de la forma y del ritmo no se dan a priori,
sino que han de ser halladas en las acciones mejores y más
eficientes. El pasaje siguiente pertenece a la «República»
y no a la obra de un psicólogo moderno del Gestalt. Estu­
diando las leyes del ritmo, Platón dice: «no debemos per­
seguir una variedad de ellos o estudiar todos los movimien­
tos indistintamente, sino observar lo que son los ritmos na­
turales de una vida varonil y bien regulada y cuando haya­
mos descubierto esto, debemos de forzar los pies y la mú­
sica a adaptarse entre sí al sentido de tal vida, y no este
sentido mismo a los pies y a la música».
En otras palabras, en palabras modernas, las leyes estéti­
cas son inherentes al proceso biológico de la misma; ellas
son las leyes que guían a la vida en el camino de la natu­
ralidad y eficiencia; y es deber nuestro com o pedagogos
el de descubrir estas leyes en la naturaleza o en la expe­
riencia y hacerlas el principio d e nuestra enseñanza. Equi­
librio y simetría, proporción y ritmo, son factores básicos de
la experiencia; realmente, ellos son los solos elementos por
medio de los cuales la experiencia puede ser organizada en
modelos persistentes, y es en su naturaleza que entrañan
la gracia, la economía y la eficiencia. Lo que se siente pro­
fundamente marcha bien y el resultado, com o medido por
la conciencia del individuo, es un elevado sentido del goce
estético.
Ahora llegamos al final del aspecto del testimonio psicoló­
gico. Este es mucho más difícil aún de resumir que el últi­
mo aspecto mencionado, pero por razón diferente. La prueba
no es completa. Hemos, en efecto, salido de nuestro abismo
y nos hemos tropezado con un mar tormentoso. La teoría
del inconsciente es debatida aún y hemos de tener cuidado
de no clamar por principios terapéuticos muy elevados para
esas formas de libre expresión que nosotros queremos es­
timular com o parte de nuestros métodos de educación. Que
el infante— el joven infante— tiene sus impresiones y sus com ­
plejos lo mismo que sus padres y maestros, es una cuestión
evidentemente suficiente hoy, pero el tratamiento de psicosis
y neurosis en el niño presenta grandísimas dificultades al
 1332
CENIT

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^ 4 3 íH ít S
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m r n m m w m m m -

M M R ttttl
M M M 1 B H
Ayuntamiento de Madrid
 CENIT
las fuerzas negativas y positivas, entre el Amor y la Muer­
te; y es de la tensión creada por esta lucha de donde emerge
adicional vitalidad o lo que optimísticamente es llamado
progreso. Aun podemos aventuramos a decir que mientras
más definido es el término de esta oposición (más agudo el
conflicto), más vigorosa será la vida. Lia primera responsa­
bilidad del educador, por tanto, es la de traer la persona­
lidad del individuo a la pantalla, con el fin de que pueda
producirse una acción recíproca más vital entre cada grupo
orgánico de individuos, dentro de la familia, dentro de la
escuela, dentro de la sociedad misma. Las posibilidades al
principio están igualadas entre el «odio», conduciendo al
crimen, a la infelicidad y antagonismo social, y amor que
asegura el apoyo mutuo, la felicidad individual y la paz
CARTAS DE
S i A v é z a lo d a L a Q i a c a n d a
A R IS . — La d a m a de P arís q u e re cib e
m á s v isita s es, sin duda algu n a , la
G iocon da , y , so b re todo, a h ora , que
tod a v ía resu en a n lo s e co s del pen ta-
c e n te n a r io d e su c re a d o r. L os co n s e r­
v a d o r e s del L o u v r e h a n d otado al cele­
b é r r im o c u a d r o d e u n n u ev o d ecora d o
su n tu oso a u n q u e e sta esp ecie de su per-
p re se n ta ció n n o e r a n e ce s a ria p a ra que
todos lo s v isita n te s d e P arís, del m á s cu ltiv a d o al
m á s zote, v in ie ra n a c o n te m p la r la so n r is a d e M on n a
Lisa. P o rq u e es su so n r is a lo q u e cu e n ta y lo que
h ace so ñ a r a la s m u ltitu d es. D esde que sa lió del p in ­
cel de L eon a rd o, esta s o n r is a les p la n te ó a los h o m ­
bres e l m á s fa s cin a d o r d e lo s en ig m a s. P in tores,
escritores, h isto ria d o re s y sa b io s tr a ta r o n de p en etra r
su secreto. Cada u n o p r o p u s o su v e rs ió n , y todos se
a p o y a n en los m ism o s hechos.
A lred ed or del 1500, L eon a rd o p in ta b a el re tra to de
la esp osa de u n r ic o flo r e n tin o . Su m o d e lo se lla m a b a
M onna L isa — M o n n a es el d im in u tiv o d e M adon na,
que m u ch os e sc r ib e n M on a, e rrón ea m en te— , y era
la te r c e ra m u je r de F r a n ce s co di B a rto lo m e o di
Z a n ob i del G iocon d o, m ie m b r o de u n a de la s fa m ilia s
m á s em in en tes de F lo r e n c ia . M on n a L isa con ta b a
v ein tiséis añ os cu a n d o co m e n z ó a p o s a r p a ra el g ra n
p in tor, y a ca b a b a de p e r d e r a su ú n ica hija.
L eo n a rd o tra b a ja d u ra n te c u a tr o añ os en este
retra to, sin p o d e r o sin q u e r e r te r m in a rlo ; se n ieg a
a e n tr e g a r al d estin a ta rio su tela in a ca b a d a , la g u a r ­
d a e n su taller, y c u a n d o v ien e a F r a n cia la tra e
c o n s ig o y se la v en d e a F r a n c is c o 1 p o r el p r e c io fa n ­
tá stico en a q u e lla época, de 12.000 escu dos o r o . P a r ­
tien do de estas c ircu n s ta n cia s , b ien c on ocid a s, los
com en ta rista s s e h a rta rá n de h a c e r tod a cla s e de
su p osicion es. D u ra n te v a r io s sig los, los c rític o s ven
en la p in tu ra d e L eo n a rd o u n a o b r a m a estra y en sal­
zan su s e x tr a o r d in a r ia s cu a lid a d es técn ica s. P e ro a
Ayuntamiento de Madrid
1333
social. Lo que es cierto es que el resultado más deseado no
es producido simplemente por la supresión forzosa de los
instintos más despreciables: el completo significado de la
educación es que nosotros buscamos evitar el odio por me­
dios «positivos», es decir, incitando el más fuerte desarrollo
del amor, que es en realidad el grano de mostaza «que un
hombre cogió y sembró en su huerto, que es la menor de
todas las semillas, pero cuando ha crecido es la mayor de
las yerbas, y se convierte en árbol, de suerte que los pá­
jaros del aire vienen a posarse en sus ramas».
HERBERT READ
(Trad. J. Ruíz.) (Continuará.)
P A R IS
p r in cip io s del X I X ca m b ia el tono, y lo s c o n o ce d o re s
co m ie n za n a d esin teresa rse d e la m a n e r a c o m o
V in c i re a liz ó el re tra to p a ra c e n tra r su in terés en el
m en sa je que n os d ejó el a rtista en la e n ig m á tica
son risa d e su m od elo. Y la s in te r p r e ta c io n e s fo rm a n
u n v e rd a d e ro fu e g o d e artificio.
T e ó filo G a u tier d e s crib e la rg a m e n te «la b o c a si­
n u osa y serp en tin a q u e se b u rla de u n o c o n tanta
g en tileza y g r a c ia y su p eriorid a d , que el q u e la c o n ­
te m p la se sien te de p ro n to in tim id a d o, c o m o u n c o le ­
g ia l an te u n a du qu esa ». P a ra G au tier la m ira d a de
M on n a L is a «p rom ete v olu p tu osid a d es d escon ocid a s»,
a p e s a r d e la «ex p re s ió n v iv a m e n te ir ó n ic a d e su s
labios)). Si el a u to r de lo s «V ia je s » h u b ie ra v iv id o
h oy , re su m iría su o p in ió n d icien d o que la G iocon d a
es u n a «V a in p ».
M ás tarde, G eorg e Sand la n z ó u n a idea que estu v o
en b og a la r g o tiem po, id en tifica n d o a L e o n a r d o c o n su
m od elo. «El g ra n se c r e to de esa in defin ible ex p resión
de so s ie g o que lle g a a s o b re c o g e rn o s — a d v ir te la
n ov elista — , es u n sen tim ien to que ex iste m e n o s en
M ón n a L isa que en el p ro p io p in to r. Ese r o s tr o m á s q u e
el d e u n a p e rso n a es el de u n a idea fija...»
E l g ra n M e re jk o w s k y escrib e en su o b r a c o n s a ­
g r a d a al g e n io de F lo r e n c ia : «L a G iocon d a es el sosia
de L eon a rd o. L e o n a r d o y la G iocon d a fu e r o n d o s espe­
jo s q u e re fle já n d o s e el u n o e n el o tr o se a b so r b ie ro n
h asta el in fin ito». P éla d an h a ce h a b la r a M on n a L isa:
«Y o soy la v irtu d , y m i m isió n con siste en d is trib u ir el
deseo. De V in c i m a n ife stó su alm a, qiie n o se d eter­
m in ó n u n ca , p orq u e v o la b a m u y alta. Y o s o y la q u e
n o am a p orq u e s o y la que p ien sa ». O tr o s in térp retes
h a b la n d e «la m á s d eliciosa y la m á s pérfida d e las
m u je r e s »; d e « la r e p re s e n ta ció n p e rfe cta de la a n tí­
tesis q u e d o m in a la v id a am orosa d e la m u je r » ; de
«u n r o s tr o fe m e n in o tras el que p ien sa u n c e re b ro
m a s c u lin o »; d e n la e n ca r n a c ió n d e toda la e x p e rie n c ia
a m o ro s a de la h u m an id ad c iv iliza d a ».
 1334
CENIT

P e r o c o n la a p a r ició n del p s ico a n á lis is todos los

-■records., del c o m e n ta r io qu edan batidos. M on n a J isa m os a lo s que con ocen la o b ra d e F reu d el im a g in a rse
Uene q u e p a g a r g a b e la a la n u ev a cie n c ia Y se la
desnu da, se la diseca , se la v u e lv e y r e v u e lv e v ob palabras y T a Í ° “ * ? “ “
,in ¿ . q c o n s id e ra cio n e s le lle v ó su cu lto
s e r v a p o r a r r ib a y p o r ab a jo, de f r e n t e 7 p ¿ r d eV á s d e los sím b olos. U na so la n os in teresa ah ora Es esta-
Y p a ra lela m en te, y s o b r e todo, se p a s a n 'Y c e d i ó las
ideas y o s g estos de su c re a d o r. N ob leza o b lig a Y es m a d u ron Z e t ‘ a C! ÍOCOnda dt'sp ierta ^ el h o m b re
m a d u ro q u e e r a en ton ces L eon a rd o el r e cu e rd o dp
£ Z T é ? í P° T Ce ael " gebra del » m « ? “ ¡«n s . ñ i n H d n 'V ? SUS P rÍm er° S añ0S' y 10 ^ e el g e n io h a
S egú n F r e », T ‘ & pSÍC,°-fisiol% '¡c a L eon ardo. L su m adrea ^ nndna , felÍZ 7 se n su a lm cn tc extasiada
j . cu a n d o le a ca ricia b a , p orq u e e lla había
s e nsib
sen S rilid
H ar di íca’,si ffem
g r aen
n in
pma , l01'
q u eeStaba
le h adcía
otado de ru na
e v ita la c o lo ca d o a l n iñ o en el lu g a r d el e s p o s o » !

q C on fesa m os q u e a esta e x p lica ció n cien tífica <tup

q uSitarrle
í n iaU
la Svv id
id 1n
aÍmaenl0S’
un a P° r ael».
n im n coF
n re
tr a
urd a d vierte
“ es inotros
ju sto
r o z a el in cesto, p r e fe r im o s o tr a q u e h em os leído en
a sp ectos ex tra ñ os del p in tor, y señ a la q u e 'c u a n d o
sonrdáa v ° Su g ' éS hQv P° CaS sem an as: "M o n n a L isa era
m í r íi n hn C° n ** Y e r r o c c h io - d en u n cia d o p o r co- s ó id a , y su e x p re s ió n se debe a su deseo n o sólo do
1?FC,° h o m o se x u a l», y q u e «y a m a estro, se rod eó de o c u lta r su en ferm ed a d , sin o, ta m b ién , dé c o n v e n c e r
b e llo s ad olescen tes». S olu ri le a trib u y e al artista las
sigu ien tes p a la b ra s: «E l a c to c a r n a l y los m ie m b r o s Í ™ Sr na; a> 1 q u c h a cía co m o si la escu ch ara, que
q u e en él in te rv ie n e n son d e u n a feald ad tal q u e si t 2 ? a q u e lc esta b a d icien d o». E sta teoría
o ex istie ra la b elleza de lo s r o str o s y los v estid os la fin o h im i nr 6v ° S- VeiUaja de esta r e n v u e lta de un
lin o h u m o i, y si, c o m o e scrib ió P a u l B ou rget «la son -
n atu redeza p erd ería la esp ecie h u m a n a ». L o q u e e
lle v a a F re u d a c o n c lu ir : «Es d u d oso q u e L e o n a r d o - m í«t 1 h tíío c o n d a n u n ca se rá defin ida p orqu e es el
p Q i ;° n0cicl0 m u je r en toda su vida.» v e rs ió n 0 plástiC0», m á s v a le c r e e r esta últim a
pI Una v erd a d era b e n d ición del c ie lo p a ra
e p sicoa n á lisis, queda el r e la to de u n su eñ o de in fan - llaa nnzo
z V poi
no? T
el S * ' «M on n a C*íL isa
1887. P ¡e ales
q u e,la
h ace9 ue G ru
p erd er v er
H
cHbe8 V i n í- P0‘ eI p ,0 p i0 L oon a rd o- "R e cu e rd o — es­ ca b ez a a todos los que h ablan de ella después de h a ­
c r ib e v in ci q u e en co n trá n d o m e todavía en la cuna
b erla c on tem p la d o fijam en te». 1
u n b u itre v in o h a c ia mí, m e a b r ió la b o c a con su
c o la y m e g olp eó v a r ia s veces en tre lo s la b io s » D eja­
M a rio d e la V iñ a

IE S MUCHO C H A P U N I
ACE u n os añ os, los n o rte a m e rica n o s a c u ­
ñ a r o n la p a la b ra « re c o n v e r s ió n » pa ra
fe el p r o ce s o d e tra n sfo rm a ció n in d u stria l
j de la g u e r r a a la paz, o sea, la fa b r ic a ­
c ió n e n g r a n e sc a la d e a u tom óv iles y
m a q u in a s d e la v a r, p o r ejem p lo, en vez
de a e ro p la n o s y tanques. E n el terren o
cin em a tog rá fico, la « r e c o n v e r s ió n » de
H o lly w o o d su p u so el ráp id o c a m b io de
de S f r -1 ^ uef r a P ° r o lr a s con el s o c o r r id o tem a
del d ifícil reaju ste d e los v e te r a n o s a la v id a c iv il y
^ p U á n eT a 0p
nnfpe, POr 188 PSÍCOlÓg¡Cas y de m isterio. El
e n fe rm e ra y el a g en te n azi ce d ieron paso
al a m n ésico, la a m n ésica y el psicópata.
fien SU P rT Q " r e c o n v e r sió n » cin em a tog rá -
3» ú « f S‘ Ü J'm b a r g o ' el m á s g en ia l de los astros
de a r r nn r i 16 C haplin, c u y a ú ltim a pelícu la
d e fase reco n v e rtid a , C a n d ileja s («L im elig h t») ha
U n T d o s 'fr ^ 0 í 6 h S c a r te le r a s de cin e d e los Estados
U nidos tras de b re v e y d eb a tid a ex isten cia . Q uien
esto escrib e, que ir ía g u stosa m en te a v e r la h oy p o r
seg u n d a vez, la ha b u sca d o en v a n o en Ceu, la revista
s s : con ei ítidice compiet° d* -odr;vis
CC°, d o lo r o s o d e su d e sa p a rición , c o m o la-
“ 1 m u erte d e C h ap lin en fa v o r del p ú blico
n ortea m erica n o, la m ú sica de fo n d o d e C andilejas
w 0íla ode, , f UIalqUÍer, ra d ¡0 0 sin fon ola d e b a r o de c a fe ­
tería a c u a lq u ie r h o ra del día y d e la n och e, en cu a l-
h T u n ifo rm id a d de 6Sle desm esu ra d o pa ís don d e
la u n ifo im id a d es la n orm a , c o m o u n o d e lo s g ra n d e s
é x ito s m u sica le s del m om en to. Es u n a t o n a d f o n d u ­
lante, c irc e n se , pegadiza, corno d e b a lle t s u b r a y a n d o
u n a c a r r e r illa d e C a lv ero h a cia los b ra z o s de C on ­
su elo, su p roteg id a , p ero q u e el p u d or y la h um ildad
le im piden com p leta r, qu edá n dose la a m orosa in ten ­
c ió n en a la d o g esto.
* * *
L a « r e c o n v e r s ió n » de C h arlo! data de 1947 y ab arca
i - pelícu las, M on sieu r V e r d o u x y C andilejas.
¿C óm o se r e co n v e r tiría el m a ra v illo s o c lo w n ? - n o s
pi e0 u n ta b a m os la «in m en sa m a y o r ía » d e los ch a pli-
m sta s que ca d a v e z v a m o s sien d o m e n o s a m ed id a eme
n u e v a s g e n e r a c io n e s in va d en las sa la s de cin e y a me-
d d a t a m b a n q u e C h ap lin h a ce m e n o s p elícu la s y las
i itnJO ASer re p o n e n m en os. ¿C óm o d a ría C harlot, o Car-
i ^ a r iln o ' la v u elta a su g u e r r e r a d e E l D icta-
d? r.7 f í a co sa n ° e r a tan fá c il corno fué, p o r ejem p lo
p in ta i le u n s o m b r e ro , chaqu eta, ca m isa y c o rb a ta de
p a isa n o al soldado del m on u m en ta l a n u n cio de los
c ig a n i lío s C am el en el T im e s S q u a re de N u eva Y ork
q u e se p a só tod a la g u e r ra exh a lan d o a n illo s de

Ayuntamiento de Madrid
 CENIT
h u m o. ¿S u b iría C h a rlie C haplín, a jen o al tiem p o y
al espacio, al desvá n de su s v ie ja s p elícu la s en b u sca
d el bastón, el b o m b ín y lo s v ie jo s za p a ton es después
de h aber r id ic u liz a d o n ada m en os q u e a Ilitle r e n u n i­
fo r m e d e g e n e r a l?
.Ya lo sa b en u stedes. En M on sieu r V e r d o u x v im o s a
u n n u ev o C h ap lin c o n v e r tid o e n u n m íste r Edén a b r e ­
viad o, c o m o a n tih éroe d e U n a c o m e d ia d e asesinatos,
e n v iu d a d o r p r o fe s io n a l de la c r ó n ic a del c rim e n de
h a ce ca si u n a tre in te n a d e a ñ os en F r a n cia . E r a c o m ­
p r e n s ib le que, desp u és de h a b e r e n ca rn a d o la fig u ra
m á s a n tisocia l de lo s tiem p os m od ern os, se sin tie ra
C h arlot c o n g a n a s de seg u ir d esem p eñ an d o el m ism o
papel p e r o en e sca la m u ch o m á s c a s e r a y sen tim en tal
al fin y al ca b o . D e tod as fo r m a s , C h ap lin n o podía
d esp ren d erse de su pasad o, p o r m u c h a « re c o n v e r s ió n »
que p u siera en su n u e v o p erson a je, p o r eso m ism o,
a u n q u e lo v im o s e m p e z a r en esta n u ev a fa s e p e licu ­
le r a c o m o u n m ie m b r o típ ico de la cla s e m e d ia fr a n ­
cesa, u n resp eta b le y a p u esto em p lea d o de b a n co, el
p á n ic o fin a n ciero q u e so b re v ie n e a p oco, le h a ce p e r ­
d er tan sólid o em p le o y le fu e rz a a v o lv e r a su papel
d e a n ta ñ o: el d el q u e sie m p re re ce la de la p resen cia
del g u a rd ia de la esq u in a . ¡A h!, p ero n o en balde h a ­
bía p a sa d o C h a rlot p o r la e x p e rie n c ia d e E l D ictad or
y c o rr id o en su v id u p r iv a d a de d o n Ju an n o p o ca s y
e sca n d a losa s a v e n tu ra s q u e le c o s ta ro n sin s a b o re s y
d in eros. Con tales an teced en tes, M on sieu r V e r d o u x no
ten d rá r e p a r o en v o lv e r s e u n L an d rú , o rg a n iz a n d o
o tr a esp ecie d e n e g o c io b a n c a r io p e r o c o n u n n u m e­
r a r io b ien d ife r e n te : la s su ce siv a s m u je r e s c o n que
se c a sa y a q u ien es a le g ra m e n te v a m a ta n d o — e in ­
c in e r a n d o c o m o b ille te s d e b a n c o re tira d o s d e la
c irc u la c ió n — p a r a h e re d a r su s b ien es. E sta p r im e r a
■(reconversión» c in e m a to g r á fic a d e C h ap lin a cen tu ó
dem asiad o u n a filo s o fía c ín ic a d e la v id a ; el c ó m ic o se
v o lv ió d iscu rsea d or en e x tr e m o y, a u n q u e le so b ra ­
b a n bu en os g o lp e s de risa , en lo s E sta d os U n idos se
la con sid eró m a la p elícu la , tu v o p oco éx ito ta q u ille ro
y d esa p a reció p r o n to d e las ca rtelera s.
* * *
P a r e c ía el o c a so d e C h ap lin . P e r o e n 1950, o sea u n
a ñ o an tes de e m p e z a r el rod a je d e C a n d ileja s se repu so
e n N u eva Y ork L u ce s de la ciu d ad , la o b r a m a estra
d e C harlot, n o C h a p lin , y fu é un é x ito colosa l. A
p esar d e la lección , C a n d ileja s e m e r g ió al fin del año
p a sad o, tras el g r a n s e c r e to q u e h abía en v u e lto su
film a ción , con o tr o C h a rlie C h aplin p o r in té rp re te en
v e z del v ie jo C h arlot.
C h ap lin r e a p a re c ió c o n e l m ism o a tild a m ien to que
M on sieu r V e r d o u x , en el p a p el de u n c lo w n q u e ya
n o h a ce reír. P e ro lo p e o r es q u e C a lvero, que así se
lla m a el c lo w n — y así a p e llid ó en v id a la m a d re,
ju d ía sefa rd ita , de C h a rles S p e n ce r C h ap lin — ta m poco
h izo r e ír a lo s esp ecta d ores n o rte a m e r ic a n o s del d r a ­
m a de su o c a so a r tís tico y e x isten cia l, en la m ed id a
re q u e rid a p a ra m a n te n e rse in d efin id a m en te en el
ca rtel, y eso, y o tr a s r a zon es p o lítica s q u e están en
el co n o c im ie n to de todos, h a n term in a d o p o r liq u idar,
al p a re c e r defin itiva m en te en el fa v o r del p ú b lico de
EE. UU., al m á s g ra n d e de los c ó m ic o s m od ern os, al
a c to r d e la p a n ta lla que c o n v ir tió el cin e en arte, y
q u e se a fe r r ó a esta c o n c e p ció n a rtística del cine,
Ayuntamiento de Madrid
1335
hasta que la p r e s ió n p o lítica , el a m a r g o r y re se n ti­
m ie n to so c ia l, lo im p u lsa ron a h a c e r p a n fle ta r io su
p r o p io arte. E sto y la r a d ic a l in d e p e n d a p o lític a del
ciu d a d a n o m u n d ia l C haplin — in d ep en d en cia tan d ifí­
c il de m a n te n e r en estos días— , su a n tig r e g a ris m o y
a n a r q u is m o sen tim en ta l lo lle v a r o n fin a lm en te a
ch o c a r c o n e l pa ís a d on de v in o e n 1910 y al q u e p a re ce
qu e y a n o re g r e s a rá ja m á s.
* * *
H abía re sis tid o b rilla n tem en te C h a rlie C h ap lin las
tr a n sfo r m a cio n e s su ce siv a s d el cin e, d e m u d o e n sin ­
cro n iza d o , y de sin cro n iza d o en h ablad o. E n 1931, h izo
L u ce s de la ciu d a d que, c o m o h em os dich o, fu é r e ­
pu esto 19 a ñ o s después con é x ito ap oteósico. E n 1936,
se e stren ó T ie m p o s m o d e rn o s don de e m itió C h arlot
su p r im e r son id o en la pa n talla , el s u s u r ro de u n a
c a n ció n sin p a la b ra s. Y en 1940, h a b ló p o r v e z p r im e r a
en El D ictad or. P e r o en todas estas cin ta s esta b a el
v ie jo C h a rlot de L a ca lle d e la paz, El C h ico y L a
Q u im e ra d e l O ro. E n ca m b io , la « r e c o n v e r s ió n » , el
a tild a m ien to d e su p e rso n a c o n el a b a n d o n o de su
ca r e ta y d isfra z, le fu é fa ta l. A s o m ó de g o lp e la ca r a
v erd a d era del ciu d a d a n o d el m u n d o, C h arles S p en cer
C h ap lin , re b e ld e y d is co n fo r m e c o m o u n B e rn a rd
S h a w , p ero e n pa ís b ie n d istin to de su In g la te r ra n a ­
tal, y , c o n el rostro, u n a la b ia m o rd a z y v itr ió lic a que,
en o ca sion es, c o m o en C a n d ileja s alu día a su s p rop ia s
y a m a rg a s ex p e rie n cia s . Y p o r si su om n ím od a p r e ­
s e n c ia era p o c o aún, d a p a p eles a c in c o de su s h ijos
h a b id os d e d istin ta s esposas. .Y él se lla m a C a lv ero,
c o m o su m a d re, y p ro te g e a u n a niña, C on su elo, a la
qu e lle v a r ía sin du da n o m e n o s d e 36 años, lo s m ism os
que le lle v a a su c u a rta m u je r, O on a O ’N eill.
E ra, pu es d em a sia d o C h a p lin el C h arlot de estas dos
ú ltim a s p elícu la s; h abía dem asiad o p e rso n a y p e r s o ­
n a lid a d su y a en V e r d o u x y e n C a lvero. L o s film s de
« re c o n v e r s ió n » so cia l y so cia b le se v o lv ie r o n en se­
g u id a o b je to Je co n tro v e rs ia y la s ta q u illa s n o rte a m e ­
rica n a s a cu sa r o n el golp e. E l c lo w n n o ten ía d erech o
a q u ita rse la m á sca ra de y e s o ; el p a y a so n o ten ía p or
qu é c o n ta r su c r is is socia l, n i a rr e m e te r c o n tr a el
ca p ita lism o b a n c a r io c o m o V e r d o u x , n i p r o te g e r a
u n a n iñ a c o m o C a lv ero. Es m u y posible, sin em b a rg o,
que C a n d ileja s p re te n d ie ra re ctifica r la a c r im o n ia de
V e rd o u x . P e r o lle v a b a la s de p erder. E staba d em a ­
sia d o fu e ra de la c o rr ie n te — d e la n o rte a m e r ic a n a al
m en os. T a l vez, C a lv ero h u b ie ra sido a p la u d id o a
r a b ia r en el B roa d w a y n eoy orq u in o... si n o h u b ie ra
sid o u n C h a rlot c o n v e rtid o e n C h ap lin su in térprete.
P o rq u e h a b ía ta m b ién u n a situ a ción p e rso n a l c o m ­
p r o m e te d o ra y la p e rso n a de Chaplin, p o r e fe c to de
u n a p ren sa tod opoderosa, y a esta b a en fren ta d a
c o n el p ú b lico. ¿Q ué m á s im p orta b a y a el h on d o pa te­
tism o d el p e rso n a je que q u ie r e b o r r a r s e p a r a n o o b s ­
ta cu liz a r c o n el a m o r que se le tiene p o r g ra titu d ,
o tr o a m or v e rd a d e ro , ju v e h il y a im pu lsos d e la sa n ­
g re ? C a n d ileja s fr a c a só p orq u e C a lv ero e r a Chaplin
y p o r q u e la g ra n m a sa de esp ecta d ores ju v e n ile s está
in ca p a cita d a p a r a c om p ren d er la c o m ic id a d de C h ar­
lo t cu a n d o es C h arlie C haplin. N o n os e x tra ñ a que el
g r a n c ó m ic o m a n d a r a r e tir a r C andilejas de los m e r ­
ca d os p o r él c on sid era d os h ostiles.
G a b r ie l d e V A L E N C I A
 1336
CENIT

na oe puDin
en lengua italiana
(Continuación)

SUIZA
t i A T '! f n Se traslada a Marsella a raíz de
231. «II[R isv e g lio ». («L e R eveil..-«D er W eck ru f»). 0 ,iin- n k tr w ™ los redactores residentes en Suiza. La admi-
cenario bilingüe. Ginebra. Com ienza a publicarse el 7 de mero é í elP? 4 A ,A ™ emass? <Alta Savoya). Su último nú­
mero es el 3-4 del tercer ano, marzo-abril de 1931 Redac-
sobre e l 900 C0" 61 T htitUl° de «Soefalista Anarquista ,
en 1903 ron P ^ “ Í‘ al¡ano V dos en francés, y m L oT veU a3 c n ' ? edaclores efectivos: los her-
“ 7 f d lc,on en alemán « D e r W eckruf» («E l H uso Treni,
Trpnf' Domemco
n^ ra Zavattero,
í / S: Luigí Luigi
Fabbr¡-Bertoni.
Camil° Bemeri,
Hugo
quTn«ñaí F .ífp H . vierzehntage»- (Publicación
quincenal). Esta edición en alemán (1904-1906) aparece du­
q u ita “0S0S ? * t ' , B° Ielín info™ at¡vo del Comité Anar­
rante Clert0 tiempo en Zurich. En el número 358 corres- quista pro «Hijos de los presos políticos de Italia» Ginebra

v Ío c oT y lsobre
C yto d o 1913’
para cof ob' eto
aclarar d en oin culos
posiciones, rrirredactores
en e<i ui- e n T n ^ e " ” ’ f°™ ato, V o s cÍLm nas
Cario Frigerio V iUeg° 3 f¡DeS de 1929' Redactor:
co m o 6nn l “ C oií.unist? anarquista», señalando a lgo así
f,v.T ^ ,?V° IUC1Ón- Este dura hasla « a y o d e 1926 modi
£ o ° Sl d e AnUeV0 ,e l subtí‘ ul° simple, claro y
preciso d e «A narquista». L a colección de esta publicación
m e^os^Darüc, t ™ ' * , inesti™ab,e de materiales y de docu-
lT n r ilr .1 5- ? n lo que resPe c 'a al periodo de
riódio^ ato mundial, ya que fué uno de los pocos pe-
J .qU^ S qr e aprovecharon la posibilidad de ver
1903 191 n n - v® l” ’ . f ncona; de <'Pensiero» (de Roma,
7xl’i «Volonta» (Ancona 1913-1921): de «Umanitá

£r. f e r 1920-1922,;de^ • v=
at
^
f h m\ nf C dV ^ ^ e¡n^ da ebstÍÍCpubP^ c ! L : eS nqdu e gcon
- autor'dades Quizas pro-

" g V » fundación, el redactor fué Luigi Bertoni, quien L ..W p l 'l Í,CaCÍÓn C0jntinuó hasta la muerte de su redactor-
Luig, Fabbri, acaecida en 1935. El periódico - más revista
escribía la mayor parte d e los artículos d e las dos ediciones
que penodico continuó luego cn base a pocos supervi­
Í l T 11 av e , ltahaDa)’, ÍnClUS0 ,CUand° durante la guerra de vientes, pero sobre todo gracias a la capacidad de trabajo
« • PU6S’ durante el fascism o en Italia, apareció
r S a d de CUatronen cada lengua, con la particula-
d d d ^ qUC el ¡ " ‘sm o Bertoni com ponía totalmente el pe-
ron
ron las Z , Z
las mejores r S del
plumas a f Ía' En eSte Periódico e la b o r a ­
m ovim iento anarquista interna­
cional co m o P. Kropotkine, E líseo Reclus, E. MaíateTta n u K ^ 6 1 -1941 Se decide dar una vida más vigorosa a esta
Luigi Fabbri, D óm ela Niewenhuis, etc Í S f m,Cla ’.a tercera ser*e en formato revista,
n c h .W 4 CUy° Pnmer número correspondió al 31 de
Suisse) F n l ^ f ÍOneS de, “ Le ? eveil>>- ^ uelque Part en octubre. Aparecieron asi cinco números, de manera muv
Folletos mensuales en francés y en italiano Die-
^regular. El ultimo lleva la fecha del 31 de mayo del 1946
S ó d fc o 8miT ‘ R r0 las autoridades suizas prohibieron el En su sustitución comenzaron, a partir de entonces a publi
periódico «II Risveglio», «L e Reveil», en agosto de 1940
m a t o n e a r á P U'g n B?irt0nÍ’ deC' de continuar con otro for­ «S tudi “ Sociali».
«Mudj social/16 Sin plazo
f? llet°fi-
fijoSÍ6mpre COm° contin'uidad
siguen publicándose de
aún De
m ato y carácter. D esde entonces hasta diciem bre d e 1946
tePaceaC
meh ,r d 0S CUadern‘! l0S T una regularidad sorprenden tes E Fah) eS Fabbri’ de las dos siguien­
tes. Luce Fabbn. Colaboradores, sobre todo de la primera
form ato 3 V8CeS “ ° PCr° mantenien d o el m ism o
" b K 3 ? Trenl)' T“ “ ° ° « bbi’ G » « « " ^
C in fb 'r, “ n RÍSV^ lT \ Nueva serie. Publicación mensual. 237. «Voluntad.» (Volontá). Periódico de Ideas Sezione
™ r a , D ® *™ * de, ¡a muerte de Bertoni, alguno de los
viejos colaboradores de éste, com o Cario Frigerio y A. Ami- cem b re dd°1926 S°' In¡CÍa..su Pub'¡eación a fines de di-
quet, reemprendieron la publicación en mayo d e’ 1947 re- S w a o R e L , . ^ 'J 5 u a p a ric,on .es, irregular y cesa en
As c r de a Pagma italiana: Tognetti.
c t f ± r , a* la edíCtón d e ." 0 R - e g l i o » , continuando Z
n , , r ' V’ e,a "umeracion, esto es, año 48, núm. 1055, M o n L v i r ? l ‘ Sm0 y LS ertad" ' Quincenario anarquista.
con cuatro paginas, dos en italiano y dos en francés deia í°4 3 con cuat?óCnáSU PUbJ1CaC¡Ón el 18 de septiembre del
de aparecer a partir de 1950. ’ e)a . c? n cuatro pagmas, dos en español y dos en italiano
tóri™ v <'^ 0Sliamo»D.Revista mensual de cultura social, his­ jjulio
^ K del
d r i9 4 r iRp
nHÚmterOS’ /de1 ,ÜltÍm°
tórica y literaria. Biasca. Suiza. Se inicia la publicación a 1944. Redactara la parteCOn la fecha
italiana: dclFabbri.
Luce 14 de
principios de agosto de 1929, bajo forma de revista a 24
paginas. En el num. 7, del segundo año, julio de 1930, se Ugo FEDELI
(Continuará.)

Ayuntamiento de Madrid
 — PCETAS -
d e ^ 4 y e i y d e 3 fm y

VOZ DEL AGUA

Era pura nieve
y los soles m e h icie ro n cristal.
B ebe, n iñ a, bebe
la clara pureza de m i m a n a n tia l.

C anté entre los pinos

a l b a ja r desde el bla n d o nevero;
crucé los cam inos,
di a rm on ía y frescu ra al sendero.

N'o tem as que aleve

fin ja en g a ñ os m i voz de cristal.
B ebe, niña, bebe
la cla ra pureza de mi m a n a n tia l.

A llá , cu a n d o el frío,
m i blancura las cum bres en toca;
luego, en el estío,
v oy ca n ta n d o al m o rir en tu b oca .

T a n sólo soy nieve,

1 1 0 m e en tu rb ia n p on zoñ a ni m al.
Bebe, niña., bebe
la clara pureza de m i m a n a n tia l.
E N R IQ U E DE AIESA

LA PORTERA .. POLIZONTA»
— ¡P orteraaa!
L lam usté con m ás respeto.
— Pues ¿cóm o he de lla m a r?
— Seña portera,
y n o d ig o que «u sía», aunque pudiera,
que so y autoridaz por R eal decreto.

—I'ues bien, usía... ¿V iv e aquí d o n C leto?...

— ¿ Iío n C leto? ¿E l aue m e ensucia la escalera?
¡Q u eda usted detenido!...
— ¡B u ena fuera!
P or tratarse con ese m al sujeto.

— ¡D on Cleto!...
-IJn p eriodista —¡m ala peste!—
que h a cién dom e rabiar se pasa el día...
D on C leto el que yo busco, es arcipreste.

— Ese n o vive aquí...

— Y o n o sabía...
—Pues v a ya usted con d ios y n o m oleste.
-Pues ahur... y ¡a las órd en es de «u sía»!
Felipe P E R E Z Y G O N ZA L E Z

Ayuntamiento de Madrid
 ■ i 5 4 L I I ) t ) EL III T C M © DE
"La C.N.T.
en la
Revolución
i rr
española
por José P EIR A TS

Esta obra no puede faltar en la

biblioteca de ningún hombre estu­
dioso y amante de la cultura. Todos,
afiliados a la C. N. T. o no, pero
espíritus inquietos y deseosos de
conocer la historia de la gesta po­
pular más trascendental del siglo X X,
han de leer «La C. N. T. en la Re­
volución Española», libro escrito con
profundo objetividad y con la más
escrupulosa honradez de historiador,
acumulando documentos y datos iné­
ditos y fidedignos.
Aquellos que no hayan adquirido
todavía el i n tomo, deben apresu­
rarse a pedirlo, a fin de que no se
encuentren faltados de la obra com­
pleta.
Para ilustración de nuestros lec­
tores, damos a continuación los tí­
tulos generales de los capítulos de
que se compone el tomo III. ya pues­
to a la venta.

C a p ít u lo X X V I I . — El P le n o C a p it u lo X X X I I . — L a p o lític a C a p ít u lo X X X V I I . — D e l P l e ­
E co n ó m ico d e V a le n c ia . fra n q u ista . no d e O c t u b r e a la p é rd id a d e
C a p ít u lo X X V I I I . — L a N u e va C a ta lu ñ a .
C a p ít u lo X X X I I I . — L a in c a u ­
P la ta fo rm a S in d ic a l. ta c ió n estatal d e la s in d u stria s de C a p it u lo X X X V I I I . — E l últim o
g u e rra . b a lu a rte .
C a p ít u lo X X I X . — D e la v ic ­
toria d e T e ru e l al d e sa stre de C a p ít u lo X X X I V . — Lo s lib e r ­ C a p ít u lo X X X IX . — ¡A y de'
A ra g ó n . tario s en la g u e rra . ven cid o !

C a p it u lo X X X . — L a crisis in ­ Precio del volumen: 750 francos.

C a p ít u lo X X X V . —
terna d e l M o v im ie n to L ib e r ta rio .
lo s frentes.
C a p it u lo X X X I . — L a crisis d e C a p ít u lo X X X V I .
ago sto y la b a ta lla d e l E b ro . en la re ta g u a rd ia .
El terro r en
Diez por ciento de descuento a par­
tir del pedido de 5 ejemplares.
— E l te rro r Pedidos: Administración del Libro,
4, rué Belfort, TOULOUSE (H.-G.).

Ayuntamiento de Madrid