Conjunto de procesos metabólicos y morfogenéticos que tienen como resultado
la transformación de un embrión en una plántula capaz de valerse por sí misma y transformarse en una planta fotosintéticamente competente. La germinación de una semilla es pues, uno de los procesos más vulnerables por los que atraviesa el ciclo vital de una planta ya que de ella depende el desarrollo de la nueva generación. Como la misión de la semilla es producir una nueva planta, puede parecer un contrasentido la existencia de la dormición. Sin embargo, este proceso fisiológico confiere a las semillas unas ventajas adaptativas de gran importancia ecofisiológica, ya que permite una adecuada distribución espacial y temporal de la germinación, asegurando que las condiciones las más adecuadas para que ésta se complete con éxito. Una vez formado el embrión, la porción central del gametocito femenino, se transforma en una cavidad hacia la cual el embrión es enviado por la elongación del suspensor. Cuando se desarrolla el endosperma algunos nutrientes son retirados de los tejidos adyacentes mientras otros son sintetizados in situ, a partir de materiales transportados allí. Los tegumentos que rodean al óvulo, cambian durante la maduración de la semilla y se transforman en la envoltura seminal o testa. Finalmente comienza la etapa de desecación, el óvulo pierde agua, la envoltura seminal se esclerifica, transformándose en cubierta protectora que juega un papel importante en la supervivencia de la semilla. En las semillas durante el proceso de maduración se encuentran hormonas vegetales que cumplen diferentes procesos fisiológicos. Factores que influyen durante la germinación Debe tenerse en cuenta que la germinación es un proceso fisiológico controlado por múltiples factores (temperatura, agua, presión parcial de oxígeno, luz), pudiendo examinarse para cada uno de ellos la homogeneidad fisiológica de las semillas (mínimo, óptimo y máximo). Viabilidad Este atributo describe si la semilla está o no viva. Es decir se refiere a su capacidad de germinación y generación de una plántula normal. La viabilidad depende del tipo de semillas, de las condiciones de almacenamiento. Vigor El vigor puede definirse como la condición de buen estado sanitario y natural robustez de una semilla, que, luego de sembrada permite que la germinación ocurra rápidamente y se complete bajo un amplio rango de condiciones ambientales. DORMICIÓN DE SEMILLAS Proceso fisiológico por el cual la semilla tiene inhibida su germinación y clasifica como dormición primaria, cuando este proceso tiene lugar una vez finalizada la última etapa de la embriogénesis zigótica y la semilla se desprendió de la planta madre. La dormición secundaria ocurre cuando una semilla, que es capaz de germinar, no lo hace porque las condiciones medioambientales no son favorables. Esta última desempeña un papel muy importante en el ciclo vital de la planta porque impide la germinación en condiciones ecofisiológicas no adecuadas. Regulación de la dormición en semillas La dormición de muchas semillas puede ser superada mediante la aplicación de giberelinas, citoquininas y/o etileno. Semillas que muestran un requerimiento de almacenamiento en sitio seco, o bien requerimiento de frío o períodos luminosos, generalmente responden bien a la aplicación de giberelinas. Un número menor de tipos de dormición puede ser superado por las citoquininas. El etileno puede estimular la germinación en algunas especies como lechuga y aumenta también el porcentaje de germinación respecto al obtenido sólo con citoquinina o giberelinas. Aplicaciones con ácido Abcísico inhiben la germinación y el crecimiento de muchas especies vegetales. Se han observado cambios en los niveles endógenos de hormonas promotoras que aumentan tanto las Giberelinas como citoquinas, cuando las semillas reciben los tratamientos adecuados de luz, frío o almacenamiento en seco. Se ha observado también que la regulación de la dormición de las semillas, no solo reside en la ausencia o no de promotores, sino también por la presencia de inhibidores. Así las citoquininas tienen la capacidad de aliviar los efectos provocados por varios inhibidores (ácido abscísico, cumarina) en las semillas y otros órganos vegetales.