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Antropología II
Correspondiente al tercer año
Fundamentación
Teniendo en cuenta que la materia es una continuidad de una antropología inicial,
la propuesta es ahondar en algunos aspectos aprovechando el bagaje con el que
cuentan los alumnos.
La mirada antropológica tiene por finalidad observar críticamente la realidad, en el
sentido de desnaturalizar "lo real", generar dudas sobre lo establecido socialmente,
así como develar la construcción de lo percibido como “natural” u “obvio”. En este
sentido, en la Tecnicatura Superior en Recursos Humanos la materia se presenta
como la posibilidad de ayudar a expandir los horizontes de reflexión y preguntas
en torno, específicamente, a la temática del trabajo y los Recursos Humanos. Se
aplicarán analíticamente categorías de la antropología a los ámbitos laborales con
la intención de dejar a la vista los procesos de construcción social de los
mismos, los condicionamientos socioculturales en los que sujetos y ámbitos
laborales están insertos, así como el carácter mutable de conceptos o categorías de
pensamiento y prácticas de dichos ámbitos.
Objetivos generales:
Que los alumnos...
• Reflexionen acerca del mundo del trabajo y los Recursos Humanos a partir
de categorías antropológicas específicas.
• Se apropien de los conceptos trabajados en la materia
• Observen las implicancias de las características de un mundo globalizado en
los sujetos y en las relaciones laborales
Contenidos conceptuales.
Contenidos procedimentales
Interpretación y análisis crítico de los textos
Utilización del vocabulario específico de la asignatura
Análisis de los materiales de lectura a partir de los conceptos trabajados
Realización en término de los trabajos prácticos pautados
Contenidos actitudinales
Respeto por las creencias, formas de vida y culturas de las diferentes
sociedades
Disposición y respeto ante las pautas establecidas para eltrabajo en equipo
Valoración y respeto ante la diversidad de opiniones de los compañeros/as
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31.08.2012
Globalizarnos o defender
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la identidad
¿Cómo salir de esta opción?
Un obstáculo clave para que los ciudadanos podamos creer en los proyectos
de integración supranacional son los efectos negativos que tienen tales trans-
formaciones en las sociedades nacionales y locales. Es difícil obtener consen-
so popular para cambios en las relaciones de producción, intercambio y con-
sumo que suelen desvalorizar los vínculos de las personas con su territorio
nativo, suprimir puestos de trabajo y rebajar los precios de lo que se sigue
produciendo en el propio lugar. El imaginario de un futuro económico prós-
pero, que pueden suscitar los procesos de globalización e integración re-
gional, es demasiado frágil si no toma en cuenta la unidad o diversidad de
lenguas, comportamientos y bienes culturales que dan significado a la conti-
nuidad de las relaciones sociales.
Cada vez está más limitado lo que los sindicatos pueden negociar, y a eso las
empresas sin rostro, con marca pero sin nombre, le llaman «flexibilizar el
trabajo». En verdad, lo que se vuelve –más que flexible– inestable es la condi-
ción laboral; el trabajo es rígido porque es inseguro, hay que cumplir estric-
tamente los horarios, los rituales de sometimiento, la adhesión a un orden
ajeno, que el trabajador acaba interiorizando para no quedarse sin salario.
Recuerdo, entre muchos ejemplos recogidos en la literatura sobre globaliza-
ción, este que cita Ulrich Beck: «Son las 21:10; en el aeropuerto berlinés de
Tegel una rutinaria y amable voz comunica a los fatigados pasajeros que
pueden finalmente embarcarse con destino a Hamburgo. La voz pertenece a
Angelika B., que está sentada ante su tablero electrónico de California. Des-
pués de las 16:00, hora local, la megafonía del aeropuerto berlinés es opera-
da desde California, por unos motivos tan sencillos como inteligentes. En
primer lugar, allí no hay que pagar ningún suplemento por servicios en ho-
ras extracomerciales; en segundo lugar, los costes salariales (adicionales)
para la misma actividad son considerablemente mucho más bajos que en
Alemania» (pp. 38-39). De modo análogo, los entretenimientos son produci-
dos por otros lejanos, también sin nombre, como marcas de fábrica –CNN,
Televisa, MTV–, cuyo título completo a menudo la mayoría desconoce. ¿En
qué lugar se producen esos thrillers, telenovelas, noticieros y noches de en-
tretenimiento?; ¿en Los Angeles, México, Buenos Aires, Nueva York o quizá
en estudios disimulados en una bahía de EEUU?; ¿Sony no era japonesa?;
¿qué hace entonces transmitiendo desde Miami? Que los conductores del
programa hablen español o inglés, un español argentino o mexicano, como
hace MTV para sugerir identificación con países específicos, significa poco. A
fin de cuentas, es más verosímil, más coincidente con esta desterritorializa-
ción y esa lejanía imprecisa, cuando se nos habla el inglés deslocalizado de
CNN, en el español desteñido de los lectores de noticias de Televisa o de las
series dobladas.
En otro tiempo, algunos pensábamos que los estudios sobre hábitos de con-
sumo podrían contribuir a conocer lo que efectivamente quieren los recepto-
res. Aún estas indagaciones pueden servir para democratizar las políticas
culturales en ciudades, radios o centros culturales independientes, en la es-
fera de lo micropúblico. Pero la mayor parte de las encuestas de audiencia no
busca conocer los hábitos de consumo, sino confirmar o desmentir las prefe-
rencias puntuales, ese día y en ese horario. No estudian necesidades de re-
ceptores particulares, sino «públicos» o «audiencias» en varios países a la
vez. No importa saber algo de su vida cotidiana, de sus gustos desatendidos,
sino cómo hacerlos sintonizar con lo que se programa en escritorios y estu-
dios de grabación ignotos y estandarizados. Una discusión de fondo sobre el
tipo de sociedad al que nos llevan las comunicaciones masivas no puede ba-
sarse en estadísticas de rating. Necesitamos estudiar el consumo como ma-
nifestación de sujetos, donde se favorece su emergencia y su interpelación, se
propicia o se obstruye su interacción con otros sujetos. Quizá la fascinación
de las telenovelas, del cine melodramático o heroico, y de los noticieros de
información que convierten los acontecimientos estructurales en dramas
personales o familiares, se asiente no solo en su espectacularidad morbosa,
como suele decirse, sino en que mantienen la ilusión de que hay sujetos que
importan, que sufren o realizan actos extraordinarios. Pero la reestructura-
ción reciente de las relaciones de poder, tanto en el trabajo como en el entre-
tenimiento, está reduciendo cada vez más esta posibilidad de ser sujetos a
una ficción mediática. Es sabido que esto no ocurre del mismo modo en todos
los sectores sociales. Sin negarlo, quiero proponer que estudiemos por qué
tanto los actores –populares como los hegemónicos– están siendo inmovili-
zados por lo que podríamos llamar la atrofia de la acción conflictiva y de la
deliberación democrática.
Tal vez podemos explicar este achicamiento del horizonte social saliendo de
la oposición frecuente entre lo global y lo local. Hay que reelaborar entonces,
de un modo más complejo, las articulaciones entre lo concreto y lo abstracto,
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¿Qué podemos hacer con este mundo en que pocos observan a muchos?; ¿es
posible organizar de otro modo los vínculos mediatizados, sus astucias de si-
mulación para personalizarlos, despegarnos de sus procedimientos de selec-
ción y segregación, de exclusión y vigilancia, en breve, reconvertirnos en su-
jetos del trabajo y el consumo? Una reacción posible es evocar con nostalgia
la época en que la política se presentaba como el combate militante entre
concepciones del mundo entendidas como antagónicas. Otra es replegarse en
unidades territoriales, étnicas o religiosas con la esperanza de que se acorte
la distancia entre quienes toman las decisiones y quienes reciben sus efec-
tos: escaparse por la tangente. Comparto la hipótesis de que ambas posturas
pueden desarrollar tareas productivas para mejorar la calidad de la política
(en el primer caso) y para mejorar la convivencia en ámbitos restringidos (en
el segundo). Pero la viabilidad de esos intentos depende de que trasciendan
su carácter reactivo y elaboren proyectos que interactúen con las nuevas
condiciones fijadas por la globalización. Para decirlo rápido: no pienso que la
opción central sea hoy defender la identidad o globalizarnos. El proceso glo-
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Bibliografía
RESUMEN
El concepto de cultura organizacional aparece como una dimensión
clave de problematización en el campo de la antropología de las organi-
zaciones. Si bien este ámbito de estudios se encuentra en un estado de
ABSTRACT
The concept of organizational culture appears as a central problematic di-
mension in the anthropology of organizations. Although this field of studies
is in actual development, many authors have shared the necessity of differ-
entiating the anthropological perspective about organizations from manage-
ment theories. We consider that this critical movement faces the risk of not
recognizing the fact that culture has recently appeared as a reflexive category
in the field of contemporary organizations. This article supports the thesis
that an adequate anthropological conceptualization of organizations should
explore the meanings that actors (including management theorists) give to
the semantic of culture.
*
Juan Pablo Gonnet (Licenciado en Sociología-Universidad Siglo 21-Córdoba; Magíster en
Antropología-Universidad Nacional de Córdoba) Becario en el CIECS-CONICET (Córdoba,
Argentina). Email: juanpablogonnet@gmail.com
- Fecha de recepción del original: noviembre de 2011. Fecha de aceptación: mayo de 2013.
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INTRODUCCIÓN
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cuestionamiento directo a cada uno de los supuestos que han favorecido una
interpretación de la cultura organizacional como dimensión potencialmente
manipulable.
En primer lugar, la cultura organizacional no puede ser entendida como
vinculada directamente a la performance empresarial. En este sentido, lo que
se produce es una trivialización de la cultura al concebirla como algo que
puede ser manejado discrecionalmente. Así, los estudios de cultura organiza-
cional no se pueden determinar a priori de acuerdo con intereses prácticos.
Las organizaciones se encuentran atravesadas por una pluralidad de intereses
contradictorios como los de las profesiones, los clientes, los administrado-
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res, el estado y los propietarios, los cuales tienen ideas distintas acerca de la
organización. Es por esto, que para Alvesson lo que Schein denomina como
cultura remite tan sólo a la visión de los administradores acerca de la misma.
La acción misma de gestionar la cultura es simbólica y tiene influencias en la
cultura organizacional. Debido a esto, la posibilidad de los administradores o
de los líderes de manejar la cultura es limitada y varía con las circunstancias
y las situaciones.
En segundo lugar, Alvesson sostiene que la cultura organizacional no
puede definirse como una propiedad de las organizaciones. Éstas operan en
marcos sociales, industriales, ocupacionales y de opinión pública que contri-
buyen a la formación de realidades simbólicas en las organizaciones. El autor
afirma: “…the interesting cultural aspects of organizations are, as we have seen,
not what is unique for a single organization, but deeper and broader patterns
that to some extent are parts of a more general business, industrial, or societal
culture. Organizational and cultural boundaries cannot be equated” (Alvesson,
2002:159).
En tercer lugar, Alvesson critica el hecho de que las culturas organizacio-
nales se hayan entendido como sistemas de premisas compartidas, consen-
suadas y coherentes. Por una parte, las culturas organizacionales deben ser
entendidas como sistemas de relaciones de poder, ya que los significados y las
dimensiones simbólicas de la vida organizacional son puestos al servicio de
determinadas ideologías e intereses que pretenden imponerse. “Dominances
is exercised chiefly by ensuring that specific meanings supporting the current so-
cial reality is regarded as natural, rational, self-evident, problem free, sensible,
etc., and the leading actors as good and legitimate representatives of this reality
(in our case the organization)” (Alvesson, 2002: 126).
De esta manera, la cultura no es algo neutral o natural en toda organización
como supondría Schein (1988), sino que es un fenómeno de poder al interior de
la organización. Por otra parte, la cultura no es un sistema coherente, sino que
posee ambigüedades y contradicciones. Las diferencias entre los distintos seg-
mentos, ambientes y situaciones organizacionales conduce a que se establezcan
indefectiblemente una variedad de orientaciones culturales (Hobbs, 1992).
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2 De hecho, Alvesson escribe todo un texto dedicado a analizar las condiciones de posibilidad
del cambio cultural. Véase Alvesson y Sveningsson (2007).
3 Wright (1998) y Jaime (1997) dan cuenta de que la antropología desde los inicios del siglo
XX acompañó a los estudios organizacionales, por ejemplo, antropólogos como Malinowski,
Lloyd Warner y Radcliffe-Brown asesoraron a muchos estudios en empresas. Lo curioso es
que esto nunca tuvo repercusiones en el campo de la antropología. Wright (1998) sostiene que
esto se debió a que estos estudios e incursiones se veían como una apuesta ideológica o como
subordinada al sistema capitalista.
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4 Como ha demostrado Morgan (2009), a lo largo del siglo XX, las organizaciones y la teoría
de las organizaciones se han mantenido en una relación de interpenetración mutua; es decir,
existe un acoplamiento fuerte entre los saberes de las disciplinas del management y los mundos
organizacionales. Las razones de esto pueden encontrarse en el hecho de que son principal-
mente profesionales aquellos que gestionan y administran a organizaciones.
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5 Geertz (1987:19) menciona que se propone reducir el concepto de cultura a sus “verdaderas
dimensiones”, no obstante, uno podría pensar que esto contradice a una perspectiva herme-
néutica. Más allá de esto, lo que nos interesa mostrar es que el antropólogo norteamericano no
deja lugar para pensar en la cultura como fenómeno social investigable en sí mismo y no sólo
definible como un concepto analítico.
6 Por ejemplo, Geertz (1987:20) menciona: “… si uno desea comprender lo que es una ciencia,
en primer lugar, debería prestar atención, no a sus teorías o a sus descubrimientos, y ciertamente
no a lo que los abogados de esa ciencia dicen sobre ella: uno debe atender a lo que hacen los que
la practican.”
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meaningful forms over people and social relationships in the world is now so
complicated that any local units we work within cultural studies must be more
or less arbitrary artifacts of particular analytical objects” (Hannerz, 2001:23).
Esto es notorio para el caso del concepto de cultura. La cultura ha dejado de
ser un patrimonio exclusivo de la antropología y se ha convertido en un ele-
mento presente en los discursos y representaciones de distintos actores. En
nuestro caso, la cultura se ha convertido en un elemento a partir del cual la
práctica de la gestión organizacional se concibe y se diseña.
Giddens (1993) habla de “doble hermenéutica” para referir al proceso en
el cual los discursos producidos por las ciencias sociales son apropiados de
distintas maneras por los sujetos-objetos de investigación. En este sentido,
los hallazgos de las ciencias sociales no permanecen aislados de la sociedad
y de sus diversos sistemas sociales. Las teorías, las categorías, las explica-
ciones y los conceptos penetran en la vida cotidiana y en las reflexividades
institucionales. Para nuestra perspectiva resulta imposible concebir a las or-
ganizaciones como ámbitos desgajados de la inmensidad de categorías con-
ceptuales que trasladan, desde ámbitos científicos, los profesionales que en
ellas se desempeñan. Es en este lugar en donde consideramos inconcebible no
incorporar a nuestras etnografías esas teorías y los usos a los que las mismas
son sometidas; es decir, analizar cómo las concepciones teóricas que tienen
nuestros nativos son concepciones que provienen de campos disciplinares
determinados y que son indisociables de su significación.
Para el caso de la antropología de las organizaciones, esto implica la nece-
sidad de reconocer a las teorías de la cultura organizacional generadas por el
management no sólo como un conjunto de postulados a combatir sino como
7 En dirección a resolver esto se encuentra el artículo: “El modo en que pensamos ahora: hacia
una etnografía del pensamiento moderno” (Geertz, 1994). Aquí, Geertz da cuenta de la cen-
tralidad de las disciplinas y de las categorías lingüísticas en ellas generadas para comprender
las diferentes visiones de mundo que se configuran, las distintas comunidades profesionales
y ocupacionales, y cómo éstas afectan a las prácticas sociales. Sin embargo, este texto no ha
llevado a una tematización de los supuestos de la teoría cultural geertziana.
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8 No nos es posible entrar en detalles aquí, pero en dos investigaciones etnográficas que de-
sarrollamos en una empresa y en una ONG internacional en la ciudad de Córdoba (Arg.), nos
encontramos con directivos que explicaban la realidad organizacional en términos de cultura.
En un futuro artículo expondremos estos casos.
9 En esta dirección, Miller y Rose (2008) también mencionan que el management tiene como
una de sus condiciones de posibilidad la diferencia entre autoridad y arbitrariedad. O sea, el
management surge como cuestionamiento a la arbitrariedad y de ahí su posibilidad de alcanzar
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legitimidad.
10 Para un análisis en profundidad de este tipo de textos y su vinculación con las transforma-
ciones del capitalismo contemporáneo, véase Boltanski y Chiapello (2007).
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en esta dirección.
De este modo, una teoría antropológica de las organizaciones debería
constituirse no en contra del management sino tratando de comprenderlo
como un ámbito significativo del mundo organizacional contemporáneo. En
este artículo, mostramos que las ideas de cultura propuestas por la disciplina
del management constituyen parte del objeto de estudio antropológico. La
cultura como categoría a partir de la cual los nativos se auto-describen es
un fenómeno cultural y, por lo tanto, demanda ser interpretado. Desde aquí
sostenemos la posibilidad de una teoría de la cultura organizacional como
interpretación de segundo orden, es decir, como la interpretación de las in-
◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◊◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◊◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦◦
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DOSSIER / ARTÍCULO
Garriga Zucal, José Antonio (2014). “‘‘Por el pancho y la
coca’. Apuntes sobre las representaciones del trabajo en-
tre los policías de la provincia de Buenos Aires”, Papeles de
Trabajo, 8(13), pp. 34-53.
RESUMEN
En este texto analizaremos dos representaciones del tra-
bajo policial entre los uniformados de la provincia de
Buenos Aires: el desinterés y el sacrificio. Ambas nocio-
nes movilizan estrategias de presentación de los unifor-
mados y de la institución que tienen como objeto juzgar
al mundo policial y sus relaciones. En la medida en que
remarcan sus tareas como riesgosas y ajenas al afán de lu-
cro, el sacrificio y desinterés son representaciones valora-
das positivamente. Así, son puestas en escena para definir
moralmente prácticas y representaciones. Repertorios de
distinción que forman límites moralizantes, recursos que
validan la ocupación de anheladas posiciones sociales.
Palabras clave: Policía, moralidad, trabajo, sacrificio, des-
interés.
ABSTRACT
In this paper we analyze two representations of police-
work among policemen of the province of Buenos Ai-
res, focused on selflessness and sacrifice. We will show
that these notions mobilize self-presentation strategies
that are intended to evaluate the world of policemen and
their relationships. Since they stress police duty as both
risky and not motivated by profit, sacrifice and selfless-
ness are positively valued representations, that are used
to stage and define moral practices and representations,
contributing to a repertoire of distinction that trace
moral boundaries which work as resources that validate
the occupation of desired social positions.
Key words: Police, morality, work, sacrifice, selflessness.
Recibido: 2 / 10 / 2013
Aprobado: 12 / 03 /2014
PAPELES DE TRABAJO 8 (13): 34-53
“Por el pancho y
la coca”
Apuntes sobre las
representaciones del trabajo
entre los policías de la
provincia de Buenos Aires
35
José Antonio Garriga Zucal / Papeles de Trabajo 8 (13): 34-53
36
“Por el pancho y la coca”. Apuntes sobre las representaciones del trabajo entre los policías...
de Buenos Aires para evaluar sus acciones y las de sus compañeros con la
meta de presentarse como buenos profesionales. Pretendemos, entonces,
un estudio sobre la pluralidad de lógicas de presentación que los actores
utilizan y sus límites relaciones.
37
José Antonio Garriga Zucal / Papeles de Trabajo 8 (13): 34-53
4 Existe un componente de la legislación policial que determina que el trabajo policial sea
concebido como de tiempo completo: el Estado Policial. En la legislación es definido como: la
“situación jurídica resultante del conjunto de deberes, obligaciones y derechos que las leyes,
decretos y reglamentos establecen para el personal en actividad o retiro”. Si bien este estado
ha sido flexibilizado a través de una Orden del Día Interna que habilita a los funcionarios a no
portar el arma cuando se encuentren fuera de servicio o de licencia, los policías consideran que
el suyo es un trabajo de tiempo completo y que para realizarlo no pueden prescindir de esta
herramienta esencial que se les ha otorgado. Ley N° 21.965. Art 3: Se trata de la “situación
jurídica resultante del conjunto de deberes, obligaciones y derechos que las leyes, decretos y
reglamentos establecen para el personal en actividad o retiro”.
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“Por el pancho y la coca”. Apuntes sobre las representaciones del trabajo entre los policías...
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José Antonio Garriga Zucal / Papeles de Trabajo 8 (13): 34-53
reconocen a los policías y dice que de ser reconocido corría peligro, esa
articulación de saberes lo puso ante la necesidad de intervención. La
intervención motivada por el miedo a ser reconocido como policía y
ser asesinado ejemplifica el estado policial. Mario es un profesional de
tiempo completo, no por el efecto de la ley sobre la conformación de
la subjetividad sino por la incorporación de un mundo de saberes. El
sacrificio es representado como mutación y cambio identitario que los
diferencia del no policía. Esta mutación es testimonio del abandono
de la vida civil, evidencia de un límite para con el resto de la sociedad.
El sacrificio es la representación en términos morales de una frontera.
Debemos, ahora, analizar la segunda dimensión sacrificial, aquella que
está vinculado a los riesgos del hacer policial. Para nuestros interlocutores
la profesión policial es sumamente riesgosa. Los policías afirman convivir
con el peligro. Una y otra vez, Gabriel decía que su trabajo era un trabajo
en el que no sabía a qué hora regresaba a su casa ni si regresaba. El va-
ho del peligro entrecruza las labores policiales. Los policías que realizan
tareas de seguridad y prevención en las calles, como Gabriel, recuerdan
situaciones de riesgo o relatan potenciales peligros a los que estuvieron
expuestos. Aquellos que no realizan tareas de vigilancia en las calles, co-
mo Raquel, también, sostienen que su profesión es sumamente riesgosa.
Basan su argumento en recuerdos de sus tareas en las calles o en los rela-
tos de compañeros que por el hecho de vestir uniforme en la vía pública
experimentaron situaciones que ponían en vilo su integridad física.
El recuerdo de los compañeros muertos o gravemente heridos tes-
timonia el discurso del peligro. Las referencias institucionales y de los
uniformados a los caídos en “actos de servicio” se repiten acentuando
la noción de sacrificio. El sacrificio, sacraliza el trabajo policial, crea un
dispositivo que los diferencia y distingue de otras profesiones terrenales.
Mauricio describía una de sus primeras experiencias patrullando y nos
interiorizaba en un mundo de emociones.
Todo fue una… en realidad, bueno, hubo quilombo en la villa, le pegaron un par
de palos a los patrulleros… hubo un par de cosas. Me quedé un poco nublado
en ese día, fue mi primer día, fue mi primera cosa. Un compañero mío que le
pegaron… nosotros más o menos lo cubrimos… eh… pero fue emocionante,
fue lindo. Lo que otros por ahí verían que… como que se escaparían y dirían
“no, yo mira el quilombo este en una villa, me voy, no quiero saber nada”, en el
sentido de la vida civil ¿no?, y para mí era algo emocionante, algo lindo, qué se
yo, no sé cómo explicarte, pero es así como te lo estoy explicando…
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“Por el pancho y la coca”. Apuntes sobre las representaciones del trabajo entre los policías...
Una y otra vez, nuestros informantes, vinculan sus magros salarios con
los peligros del hacer policial para finalizar remarcando la noción de
sacrificio. La presentación que hacen de si mismo los uniformados su-
braya la desinteresada ofrenda que realizan para el bien de la sociedad.
Desinterés que es desvalorizado por una sociedad que los estigmatiza, al
tratarlos como corruptos o ladrones.
El trabajo policial se presenta, institucionalmente, como un servi-
cio a la comunidad. Entre las condiciones que la policía define como
favorables para el ingreso a la fuerza está la vocación de servicio. Estas
nociones de asistencia y gracia son aprehendidas y repetidas por los
oficiales y suboficiales de la policía bonaerense. Una dadiva de los po-
licías para con los ciudadanos.
La noción de desinterés de nuestros interlocutores está referida al
interés material. Sostienen que no buscan con el ingreso a esta fuer-
za de seguridad un beneficio económico, que trabajan por poco dinero.
“Laburamos por el pancho y la Coca” me dijo Vito, un suboficial, que
se encarga de arreglar los patrulleros en una comisaría. Las palabras de
Vito articulaban una queja, que en él era constante, por su bajo salario
con una resignación que servía para testimoniar la dosis de desinterés
material que recubre el hacer policial.
“No ganamos nada” murmuraba Carlos, enojado, cuando comparaba
su salario con el de otros trabajadores. Su enojo crecía cuando compara-
ba los peligros del trabajo policial con el salario que cobraba un chofer
de un camión o un basurero. Sandra, una teniente con más de veinte
años en la fuerza presentaba la misma idea que se mezclaba, no con el
riesgo como Carlos, sino con la falta de reconocimiento. Sandra afirma-
ba: “Es muy frustrante porque no se cobra bien y te voy a decir una cosa,
la hora core está $6,80, una empleada doméstica que te cobre por hora
con alguna recomendación está a $10”. Lo frustrante era la ausencia del
reconocimiento. Continuaba comparando lo que gana una depiladora
por hora con los que los policías cobran por servicio adicional y cerraba
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José Antonio Garriga Zucal / Papeles de Trabajo 8 (13): 34-53
Representaciones relacionales
Hasta aquí hemos observado como aparecen las nociones nativas de des-
interés y sacrificio. El “verdadero policía” es un modelo de clasificación del
mundo laboral. Modelo de distinción del buen policía respecto a civiles y
delincuentes. Ahora bien, estas nociones funcionan como una matriz que
se usa diferencialmente según las relaciones sociales. Proponemos en este
apartado estudiar las posibilidades de uso de estos enunciados morales
según las relaciones sociales; para ello, analizaremos el uso de esta matriz
en cuatro tipos de situaciones-interacciones diferentes.
La primera, cuando los policías se relacionan con interlocutores poco
entendidos del hacer policial esta matriz funcionan para valorar positi-
vamente el trabajo policial. La lógica de la entrega desinteresada, del don
puro, se usa estratégicamente para posicionar al mundo policial en un
entramado social, que frecuentemente, interpreta a este como corrom-
pido y deshonesto. Así, la producción y reproducción de las nociones de
sacrificio y desinterés anhelan descontaminar lo contaminado. Ubican al
mundo policial en un entramado societal que no valora positivamente
sus labores y por eso deben vanagloriar sus acciones.
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Elpa debía volver y, salvo por esas veces, su vida transitaba los caminos
del ocio y otras actividades laborales. La jerarquía ordena los tiempos
laborales y da a los oficiales de mayor rango libertades que no tie-
nen sus compañeros. Ahora bien, estas libertades temporales son en la
mayor parte de los casos concebidas como una recompensa por haber
transitado muchos años en la institución policial. Este transito es el
recorrido por el camino sacrificial. Pero no solo los oficiales tienen
estas posibilidades a su alcance. Una vez más observamos que el abuso
institucional sobre la temporalidad de los uniformados es construido
como señal de pertenencia y marca de diferenciación. Seguimos así la
línea de interpretación apuntada por Ugolini (2009), quien sostiene
que el régimen horario produce y reproduce identificación entre pa-
res y construcción de una alteridad distintiva. Este régimen temporal
orienta el discurso policial en la senda del sacrificio y aleja toda posi-
bilidad de pensar sus tareas como trabajo.
Ahora bien, esta matriz de distinción es manipulada según los actores
de maneras disímiles. Carlos tiene ocho años en la fuerza y es un subofi-
cial que trabaja 24 horas seguidas, que cumple, según él, todas en la calle.
Además hace adicionales en un ente municipal donde se recauda dinero.
Dice estar cansado y extrañar a su familia. Según él, se queda dormido
en todos lados, “estoy muerto” susurra con una mueca sarcástica entre
los labios. Carlos presenta su sacrificio como una etapa en su carrera
profesional, sostiene que tiene que pagar varias deudas y que, por ello,
toma más horas de las que su cuerpo aguanta. Además, afirma que están
por ascenderlo y que sus condiciones laborales pronto cambiarán. El
sacrificio diario de Carlos es la contracara del trabajo de Raquel, quien
trabajaba en su escritorio las ocho horas que le correspondían más las
adicionales, su jornada laboral transitaba entre papeles, mates y amenas
charlas con sus compañeros. Presentes distintos limitan el uso de la ma-
triz del buen policía; el sacrificio como repertorio relacional está más a
manos de uno que otros.
En el cuarto tipo y como afirmamos anteriormente, es muy común
escuchar a nuestros informantes argumentar que el hacer policial es po-
sible solo si existe una alta dosis de vocación. Repiten que solo aquellos
que anhelan fervientemente servir a la sociedad pueden querer arriesgar
su vida por míseros sueldos en un contexto de desconocimiento de es-
ta entrega. Así, la disposición de servicio se contrapone a la ingratitud
social. Ahora bien, este discurso vocacional es adquirido por los unifor-
mados durante su ingreso a la escuela policial. Galvani (2009) afirma
que, independientemente del motivo de ingreso que los policías tengan,
ellos consideran que el trabajo policial solo es posible de ser realizado si
se tiene vocación. Este es el sentido desde donde la institución interpela
a quienes desean ingresar a la PFA para que más tarde o más temprano
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Cemento ambas de fronteras internas que distinguen los que poseen par-
ticularidades positivas. Los que se hacen policías en busca de un salario
–al igual que los que lucran con la fuerza– y los que se esconden lejos de
las calles, que es donde se encuentran los delincuentes, son concebidos
negativamente por este imaginario. El “verdadero policía” es un modelo
que se debe seguir –o en este caso que debe recuperarse– un modelo que
no incluye a todos ni a una mayoría, pero que en cuanto legítimo moldea
las interacciones dentro del mundo laboral.
Obviamente, esta legitimidad es cuestionada. Algunos policías, los
más jóvenes, quienes son muchas veces acusados de ingresar a la fuer-
za por motivos materiales, sostienen que sus pares de antaño tenían las
mismas motivaciones pero las ocultaban. Vito, quién en varias oportuni-
dades recordó su entrada a la policía como una estrategia para esquivar
la crisis económica del 2001, decía en tono irónico que los viejos policías
hacían “todo por la comunidad”. La ironía ponía en duda el desinterés de
sus compañeros, al iluminar sus propios intereses.
7 Analizamos hasta aquí las diversas formas de interacción que tienen los actores con el molde
del “verdadero policía” cabe para futuras investigaciones estudiar cómo se construye el mismo
y cuál es la incidencia de la institución en su edificación
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Palabras finales
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Bibliografía
Frederic, Sabina (2009). Los usos de la fuerza pública. Debates sobre mi-
litares y policías en las ciencias sociales de la democracia. Los Polvorines,
Universidad Nacional de General Sarmiento.
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EL PARADIGMA DE LA “SOCIEDAD
DE TRABAJO”
Julio Godio*
1. El núcleo del paradigma de la sociedad comenzado a perder sustento desde los años 70,
de trabajo cuando la crisis de realización del capital fue re-
suelta por mutación a través de una nueva auto-
1.1. Autorrevolución del capital y rrevolución del capital que, mediante la aplica-
desarticulación de la sociedad industrial- ción en las empresas de las nuevas tecnologías
salarial: la revolución conservadora sobre procesos y productos del trabajo, logró pro-
economías de mercado han terminado por demos- ral apunta a construir una nueva hegemonía,
trar su superioridad sobre los regímenes estado- para lo cual resulta imprescindible producir cam-
cráticos de planificación central. bios en los imaginarios sociales y erradicar mo-
La autorrevolución del capital no fue neutral. delos interiorizados vinculados con toda variedad
Desde sus comienzos se observa que el capital de socialismos, con tradiciones e instituciones
financiero motoriza las operaciones, favorecien- positivas fundadas en el keynesianismo y con
do a las grandes empresas multinacionales de los concepciones valorativas del Estado-nación.
países altamente industrializados. No existe la Jeremy Rifkin, en su artículo “Europa y el fu-
voluntad de utilizar las nuevas tecnologías para turo del capitalismo”,1 nos transmite una vívida
promover la modernización integrada de las eco- imagen de los resultados globales del capitalis-
nomías en escala global, sino para favorecer una mo liberal y la revolución conservadora: “Con la
gigantesca concentración capitalista. La herra- caída del muro de Berlín y la defunción de la
mienta política es la teoría económica neoclásica Unión Soviética, el capitalismo ha disfrutado de
sustentada por la revolución conservadora (con un indiscutido campo de juego mundial para im-
epicentro en Estados Unidos y Gran Bretaña) que poner su voluntad al mundo. Quizá vaya siendo
sostiene como objetivo central garantizar la prio- hora de preguntarse qué tal lo ha hecho el capi-
ridad de la oferta del capital (rentabilidad em- talismo. Hoy, cuando los beneficios de las multi-
presarial) sobre la demanda, rentabilidad empre- nacionales se disparan en todas partes, noventa
sarial que parece no detenerse aun con el riesgo y nueve países se encuentran en peor situación
de agudizar la destrucción del medio ambiente. económica que a principios de la década de los
La revolución conservadora –luego conocida 90. El capitalismo prometió que la globalización
como neoliberalismo– imagina y promueve una reduciría las diferencias entre ricos y pobres. Por
nueva sociedad funcional al predominio de la teo- el contrario, la división no ha hecho más que au-
ría de la oferta: la sociedad de mercado. Entien- mentar. Las 356 familias más ricas del planeta
de que el progreso económico y social exige mer- disfrutan ahora de una riqueza combinada que
cados de trabajo desregulados y admite la exis- supera la renta anual del 40% de la humanidad.
tencia de grupos sociales ganadores y otros per- Los ideólogos capitalistas prometieron conectar
dedores. Avanza aun más al aplicarse al rediseño a los desconectados e introducir al mundo pobre
del mundo del trabajo y anuncia que en el futuro en la aldea global de la alta tecnología. La pro-
el trabajo será escaso, que en los países indus- mesa no se ha cumplido. Dos tercios de la huma-
trializados descenderá el número absoluto de tra- nidad no han realizado jamás una mera llamada
bajadores asalariados y que se habrán de confi- telefónica, y un tercio de los seres humanos care-
gurar, a escala mundial, sociedades duales habi- ce de acceso a la electricidad, lo cual los deja al
tadas por un tercio de desocupados y trabajado- margen y aislados del comercio y de los intercam-
res informales de bajos ingresos sujetos de asis- bios mundiales. Los adalides del capitalismo pro-
tencialismo. El advenimiento de esta época con metieron promover el desarrollo económico sos-
trabajo escaso es explicado pormenorizadamente tenible y conservar y preservar la frágil biosfera
en la obra de Jeremy Rifkin, El fin del trabajo. de la que depende la vida en la tierra. Pero se-
El neoliberalismo se afianza particularmente guimos derrochando las reservas de combustible
en los países altamente desarrollados del G7, pero fósiles que nos quedan, arrojando cantidades cre-
su objetivo es de alcance mundial. Necesita para cientes de dióxido de carbono a la atmósfera, des-
ello contar con la participación de organismos truyendo los ecosistemas y los hábitats del mun-
118 multilaterales y bilaterales de crédito (FMI, Ban- do, amenazando la supervivencia de otras cria-
co Mundial y otros), partidos políticos, centros turas y aumentando la preocupante amenaza del
académicos, sectores de las iglesias. Intenta un calentamiento de la Tierra y la perspectiva de
posicionamiento cultural y político orientado a que el próximo siglo se produzca un cambio cli-
neutralizar eventuales nichos de resistencia en mático catastrófico”.
los sindicatos, en los partidos políticos progresis- A la descripción de Rifkin se podría agregar
tas y de izquierda, en organizaciones del empre- que, con la caída del comunismo, el capitalismo
sariado favorables al Estado de bienestar, en co- anunció el comienzo de un mundo pacífico. Pero
rrientes culturales y científicas opuestas al los resultados hoy nos muestran un mundo más
neoconservadurismo. Su objetivo político-cultu- peligroso signado por guerras de agresión, ten-
R EVISTA DE T RABAJO
EL PARADIGMA DE LA “SOCIEDAD DE TRABAJO”
siones entre grandes potencias, aumento del te- antiguos movimientos sociales (entre ellos, los
rrorismo y nuevos impulsos en favor del arma- campesinos) y los nuevos movimientos emergen-
mentismo nuclear. tes (ecologistas, asociacionistas, de género, mi-
norías étnicas) los que organizaron las acciones
1.2. Apropiación por el neoliberalismo de la de resistencia al neoliberalismo. La mayoría de
categoría mercado: el libre mercado los partidos políticos asociados en el pasado con
el mundo del trabajo quedó impactada y sin re-
El neoliberalismo se apropia –en el actual con- acción ante el neoliberalismo. La capacidad de
texto de la segunda mundialización de la econo- convocatoria social solidaria y pluralista de anti-
mía– de la categoría mercado y la reformula como guos y nuevos movimientos sociales, de los sindi-
libre mercado. No fue sencillo descubrir que exis- catos, de los medios de comunicación, se consti-
tía una contradicción sustancial entre ambos tér- tuyó, sin la presencia masiva de partidos impor-
minos. tantes, en la gran matriz de resistencia. Logra-
A partir de los años 70 se produjo una auto- ron alto prestigio el Foro Social Mundial de Por-
rrevolución del capital que refunda el capitalis- to Alegre y su consigna “Otro mundo es posible”.
mo liberal. Pero, por sus resultados y secuelas de En el interior del heterogéneo escenario so-
desempleo, subempleo y pobreza, fue posible cons- ciopolítico de resistencia al capitalismo liberal,
tatar que el supuesto libre mercado se construía se van perfilando posiciones políticas, económi-
en gran medida a costa de la pauperización rela- cas y laborales que se constituyen en contraten-
tiva de importantes segmentos de trabajadores dencias legítimas al neoliberalismo. Tienen como
asalariados, de la consolidación estructural de la denominadores comunes los esfuerzos por reins-
pobreza, de los empleos de baja calidad entre los talar el rol del Estado como organizador de los
trabajadores de la economía informal y de las mercados, y las políticas públicas de desarrollo
economías campesinas familiares. económico-social como herramientas principales.
A fines de los años 90 se hizo evidente que, en Como contratendencias, estas posiciones críticas
las condiciones de hegemonía de los países del penetran ideológicamente en las grandes buro-
G7 y sus instituciones financieras operativas cracias del FMI y del Banco Mundial, provocan-
(FMI, Banco Mundial), el capitalismo liberal des- do divisiones doctrinarias y políticas. Joseph Sti-
articulaba los mercados, incapacitándolos para glitz ha sido el gran testigo crítico de la crisis ideo-
promover el desarrollo sustentable. Las políticas lógica temporal producida en los organismos
públicas laborales propias del neoliberalismo se multilaterales de crédito. Y ha dejado testimonio
fundaban en una premisa “malthusiana”: para del desconcierto inicial por el fracaso de las rece-
garantizar el crecimiento económico global pare- tas neoliberales y por la filtración de ideas neo-
cía inevitable, durante un período histórico de- keynesianas en esos organismos, ahora someti-
terminado, la exclusión del trabajo productivo y dos a críticas por sus responsabilidades en las
decente de casi la mitad de la población mundial. grandes crisis de la deuda que involucraron a
Lo que estaba en curso era una gigantesca con- países periféricos desde la crisis mexicana (1994)
centración y centralización del capital: quinien- hasta la crisis argentina (2001).2
tas grandes empresas multinacionales controla-
ban en 2000 el 70% del comercio y las inversio- 1.4. El retorno de Keynes: planificación y
nes a escala mundial. Ese proceso de concentra- economía de mercado
ción y centralización era acelerado por el capital
financiero rentístico, que se había constituido en Súbitamente nace un neokeynesianismo. Por
119
una especie de modo autónomo de realización del el desplome de la Unión Soviética, Keynes vuel-
capital –vía ganancias financieras especulativas– ve a la escena sin rivales a la izquierda y con el
a escala mundial. prestigio de haber sido el precursor de la idea –y
de la implementación– de que es posible planifi-
1.3. Se inicia la resistencia sociopolítica: la car en la economía de mercado. Un caso especta-
consigna “otro mundo es posible” cular de versión neokeynesiana –en gran medi-
da por haber sido capaz de demostrar la posibili-
Fueron los sindicatos, los sectores de empre- dad de planificar en los mercados sin renunciar
sarios desplazados y condenados a la ruina, los políticamente al curso socialista– es el de la Re-
2. Véase Joseph Stiglitz, Los felices 90. La semilla de la destrucción, Buenos Aires, Taurus, 2003.
pública Popular China. Pero el auge keynesiano minador común político para la organización de
está presente en otras áreas clave. Ante todo, en los mercados –según la tradición keynesiana– es
la Unión Europea, donde la mitad de los habi- la acción concertada del Estado con las empre-
tantes rechaza el curso neoliberal sociolaboral que sas, los sindicatos y otras organizaciones de la
se pretende legitimar con el Tratado Constitu- sociedad civil.
cional –hoy en debate y rechazado en Francia y
Holanda–. También está presente en los inten- 1.5. La sociedad de trabajo: premisa del
tos de países, agrupados en el Grupo de los 20, desarrollo sustentable
de convertir la OMC en un ámbito de equilibrios
comerciales. Y en la exigencia de un retorno del Actualmente no es viable a largo plazo un
FMI y el Banco Mundial a las funciones moneta- modo de producción sustentable sin instituciones
rias y financieras previstas en Bretton Woods. sociopolíticas que garanticen la igualdad de opor-
En los gobiernos neodesarrollistas de América tunidades. Ésta se garantiza, ante todo, con una
Latina (Brasil, Argentina, Chile, Venezuela, Uru- distribución positiva de los ingresos directos, pero
guay) también comienzan a aplicarse políticas de incluye también la distribución masiva de una
inspiración keynesiana. variedad de bienes sociales (educación, salud,
¿Qué significa organizar los mercados? Sinté- vivienda, entre otros). Estructuras sociales soli-
ticamente, significa que el Estado democrático se darias y generadoras de bienestar social son im-
reforma para ejercer su poder y asegurar modos prescindibles para alcanzar las metas del desa-
de producción y distribución nacionales y supra- rrollo sustentable democrático. Este requisito
nacionales funcionales a la inversión productiva –con formas históricas específicas en diferentes
y a la expansión del consumo popular. Para ello etapas de evolución de las sociedades– adopta hoy
se debe planificar una distribución equilibrada la forma concreta de sociedades de trabajo. Esta
del excedente económico a fin de alcanzar la me- categoría reivindica como valor esencial que el
jora constante y equilibrada de la productividad trabajo es sustancia fundante de toda la historia
media de la economía. Cuatro de los componen- de la humanidad.
tes sociolaborales centrales para organizar los La sociedad del trabajo se articula con teorías
mercados son: el pleno empleo decente (entendi- y prácticas sociales precedentes, que son sus pisos
do como trabajo para todos), las políticas labora- civilizatorios. Las instituciones y las prácticas so-
les y educativas para la capacitación continua de ciopolíticas que sustentan la entrada en la histo-
trabajadores y empresarios, las políticas de equi- ria de la sociedad del trabajo son principalmente
dad de género y las políticas públicas laborales aquellas que han dado lugar a la creación de em-
para la incorporación a los mercados de trabajo pleo productivo en diferentes momentos de la his-
de jóvenes y mujeres. Esto requiere de redes y toria del capital y de las organizaciones autóno-
estructuras productivas modernas y eficientes mas de los trabajadores asalariados. Concurren
ensambladas con normas laborales (dimensión como pisos civilizatorios sociolaborales la acción
social) que protejan a los trabajadores asalaria- de los sindicatos, las diferentes modalidades e ins-
dos y a las categorías no asalariadas propias de titutos del Estado social, las empresas que pro-
las nuevas formas de trabajar.3 mueven las innovaciones productivas aplicadas
El neokeynesianismo reafirma la centralidad mediante negociaciones con los sindicatos y los
de las economías de mercado. Concurren a la or- trabajadores, las organizaciones políticas afines
ganización de economías de mercado diversas for- al mundo del trabajo, los impulsos morales e ins-
120 mas de propiedad (privada, pública, cooperativas) titucionales de corrientes religiosas progresistas,
que estructuran economías de propiedad mixta. la cooperación institucional entre los intelectua-
Las economías de mercado se pueden denominar les y el mundo del trabajo para humanizar y me-
economía social de mercado, o economía socialis- jorar la calidad del trabajo. Las normas interna-
ta de mercado, o economías mixtas-integradas, u cionales del trabajo y el tripartismo, promovidos
otras fórmulas especiales. Pueden existir diferen- por la OIT, han jugado un papel central para cons-
cias entre ellas, pero serán secundarias si se acep- truir mercados de trabajo nacionales y suprana-
ta que el capital no tiene por qué realizarse ex- cionales regulados por normas laborales que favo-
clusivamente con el capitalismo liberal. El deno- recen la humanización del trabajo y la solidari-
3. Véase André Gorz, Miserias del presente, riquezas de lo posible, Buenos Aires, Paidós, 1998.
R EVISTA DE T RABAJO
EL PARADIGMA DE LA “SOCIEDAD DE TRABAJO”
dad social. La aplicación de las normas laborales dos de producción y distribución superiores a los
a la economía global es lo que se conoce como di- que ha generado la presente autorrevolución del
mensión social de la globalización. capital en los marcos del capitalismo liberal. Para
La primera razón de la legitimidad de la so- hacer posibles las sociedades de trabajo, es nece-
ciedad del trabajo consiste en que se confronta, sario pugnar en las economías de mercado de
con fundamentos empíricos y teóricos, con la ca- modo de convertir en dominantes a nuevos mo-
tegoría de sociedad de mercado. Esta última se dos de producción sustentables según regiones y
corresponde con los intereses de un sector de las países, con capacidades políticas y técnicas para
sociedades, identificado con las capacidades in- apropiarse –y utilizar para el bienestar de las
novadoras y a la vez “darwinistas” del capital. sociedades– de los logros tecnológicos y producti-
La constitución de sociedades de mercado es el vos de la autorrevolución del capital. Esto sólo
resultado del curso real de la historia bajo la he- será posible reestructurando las formas de pro-
gemonía temporal de la ideas de la revolución piedad para favorecer la formación de empresas
conservadora. Ésta se ha realizado como apro- privadas, cooperativas y públicas, e introducien-
piación unilateral –y dominantemente privada– do la participación de los trabajadores en la ges-
del excedente económico, generando segmenta- tión empresarial. Los nuevos modos de produc-
ción en las estructuras productivas y de ingre- ción y distribución basados en la economía políti-
sos, y bloqueando la expansión del trabajo pro- ca de desarrollo pueden –como hemos dicho– ser
ductivo en sus diversas modalidades salariales y denominados economía social de mercado, econo-
no salariales. Por eso el neoliberalismo termina mía mixta de mercado o economía socialista de
siendo inaceptable para las sociedades. Se ha mercado, entre otras expresiones.
verificado, por sus resultados, que el neolibera- Utilizando las ideas de Jean-Paul Fitoussi,4
lismo sobredimensiona el carácter rentístico-fi- esos nuevos modos de producción y distribución
nanciero de la acumulación, agudiza la concen- –en el nivel sociolaboral– deberán articularse bajo
tración de las riquezas y el poder, y genera un tres condiciones básicas: reunificación del espa-
malestar generalizado en las sociedades. cio físico (eliminación de las asimetrías catastró-
La segunda razón es que actualmente –en co- ficas entre las clases y capas sociales urbanas y
rrespondencia con la segunda ola de mundializa- rurales), reunificación en el espacio social (inte-
ción de la economía– se difunde con insistencia gración de las sociedades mediante diversas for-
que el comercio es el factor de unidad de las so- mas de trabajo productivo y predominio de la eco-
ciedades. Pero el comercio, si bien es fundamen- nomía productiva y ambientalista sobre la eco-
tal, no integra a las personas sino que las pone nomía rentístico-financiera), y reunificación en
en contacto. Lo que integra y une a las personas el tiempo generacional (asegurando, a través de
en las sociedades es el trabajo. En la economía la planificación, el desarrollo de las trayectorias
global, lo que integra mundialmente es el traba- laborales de las diferentes generaciones de tra-
jo en cadenas globales de valor productivas su- bajadores por medio de la estabilidad y la capaci-
pranacionales. Éstas conforman mercados de tra- tación continua, junto con la entrada sistémica a
bajo supranacionales. El comercio mundial per- los mercados de trabajo de mujeres y jóvenes).
mite a esas cadenas productivas la realización La fórmula sociolaboral de Fitoussi parece, a
del valor y, por lo tanto, consolida las relaciones primera vista, sencilla, pero se trata de una fór-
de producción globales. La demanda de construir mula muy compleja. Supone, ante todo, en el ni-
sociedades de trabajo es legítima. vel del sistema de relaciones de propiedad, ex-
cluir el viejo recurso ideológico y simplista de la
121
1.6. La sociedad de trabajo no es una utopía izquierda de plantear estatizar en masa el capi-
tal. Se trata de economías de mercado con regí-
La categoría sociedad de trabajo podría per- menes de propiedad mixtos. De economías nacio-
manecer en el reino de las utopías si no lograse nales de mercado integradas en los flujos de la
constituirse como fuerza sociopolítica, componen- economía global, pero con apertura selectiva, que
te de la economía política de desarrollo sustenta- para ser eficientes deben realizar en los merca-
ble. La sociedad de trabajo debería ser el institu- dos subregionales, regionales y mundiales un 20-
to sociolaboral específico genérico dentro de mo- 30% del PBI.
4. Véase Jean-Paul Fitoussi, “En Francia se discute otra cosa”, Clarín, 26 de mayo de 2005.
¿Qué significa, para lograr esas metas, orga- demostrado su eficiencia: los sistemas de capa-
nizar los mercados? Significa que el Estado en citación duales (combinación y coordinación en-
todos los niveles debe contar con herramientas tre escuelas de empresas y del sistema público)
de política económica (políticas públicas) para que para los jóvenes trabajadores en Alemania y en
el ahorro y la demanda efectiva (consumo más los países escandinavos. Actualmente, para Amé-
inversión) sean direccionados por políticas públi- rica Latina y Caribe, incluyendo los sistemas
cas de distribución del excedente económico, re- duales, se debe retomar como parte de la lucha
gulando así el comportamiento de las variables para fortalecer las políticas públicas laborales
económicas según un patrón de industrialización la idea de reinstalar los sistemas de educación
y especialización de los sectores económicos. A su pública como herramientas prioritarias para
vez, las reglas de la economía integrada deben calificar a los aspirantes a entrar a los merca-
estimular las inversiones extranjeras, localizán- dos de trabajo.
dolas en los sectores productivos estratégicos que Las nuevas sociedades de trabajo ponen en
movilicen al conjunto del aparato económico, y crisis el paradigma tradicional de educación-ca-
estimulando que esas empresas multinacionales pacitación y obligan a reformularlo a partir del
y grandes empresas locales funcionen como di- replanteo de diversas relaciones o situaciones,
namizadoras del nuevo modo de desarrollo pro- como las de género, las nuevas percepciones del
ductivo. Es en el universo de la economía global mundo de los jóvenes adiestrados en las culturas
donde, en definitiva, se demostrará la vitalidad virtuales, la importancia de la dialéctica trabajo-
histórica de la doctrina de economía política del ocio, los nuevos valores y actitudes que definen
desarrollo de inspiración neokeynesiana, para los la relación de los trabajadores/as en las empre-
países y regiones. sas y en las familias, entre otras posibilidades.
La esquemática formulación de un modo de La capacitación continua debe tener presente que
desarrollo –que, como tal, articula y ensambla las hoy los jóvenes crecientemente piensan e imagi-
prácticas económicas, sociales, culturales y polí- nan los trabajos en relación con el mundo simbó-
ticas de las sociedades– apto para dotar a las eco- lico y con las prácticas de la sociedad de la infor-
nomías de mercado de direccionalidad y de sus- mación. Con esas ventajas comparativas cultu-
tentabilidad programada con trabajo para todos, rales, contingentes de jóvenes se van transfor-
requiere de instrumentos de la economía laboral mando espontáneamente en educadores-capaci-
y, por lo tanto, de la gestión de instituciones pú- tadores de las generaciones más adultas, en con-
blicas y de especialistas capacitados para formu- textos complicados y dolorosos dado que, a su vez,
lar y dar seguimiento a la ejecución de los pro- son expulsados de los mercados de trabajo aque-
gramas destinados a cubrir demandas laborales llos a quienes hoy se considera trabajadores vie-
de los mercados de trabajo. La categoría abstrac- jos luego de cumplir los cuarenta y cinco o cin-
ta de sociedad de trabajo podrá transformarse en cuenta años y de haber cumplimentado un largo
categoría concreta (operativa) sólo si se cuenta trecho de la trayectoria laboral. Un gran desafío
con la identificación ideológica por parte de los es, sin duda, concentrar los esfuerzos para la com-
sujetos del mundo del trabajo (trabajadores, sin- pleja tarea de incorporar a los mercados de tra-
dicatos, organizaciones empresarias, asociacionis- bajo, a través de los sistemas de capacitación, a
tas y centros generadores de tecnologías aplica- las mujeres y a los jóvenes en los diversos tipos
das) con los objetivos y las prioridades de plan. de ocupaciones, aunque dentro de la lógica de la
Como la planificación opera en los mercados, sociedad de la información, y constituir y recons-
122 es fundamental que se generen sistemas públi- tituir los lazos laborales y culturales intergene-
cos de capacitación continua de trabajadores, de racionales. Otro desafío consiste en asegurar las
empresarios y de gerentes según las demandas trayectorias laborales de los trabajadores/as adul-
de las empresas y los mercados laborales nacio- tos mayores.
nales, los mercados laborales interempresas
multinacionales y los mercados laborales globa- 1.7. La sociedad de trabajo, un
les en escalas regionales y mundiales. Esos sis- objetivo sociopolítico
temas de capacitación se fundan en la coopera-
ción entre el poder político, las instituciones es- La sociedad de trabajo es sinónimo de una
pecializadas públicas y privadas, las organiza- sociedad con diversas modalidades de empleo
ciones empresariales y los sindicatos. Ejemplos decente. Pero si bien la calidad de los empleos
de este tipo de planificación para incorporar tra- depende, en última instancia, de la productivi-
bajadores al mercado laboral ya existen, y han dad media de una economía, ninguna economía
R EVISTA DE T RABAJO
EL PARADIGMA DE LA “SOCIEDAD DE TRABAJO”
puede funcionar adecuadamente si los patrones su concreción se logra, por ejemplo, a través de
de distribución del ingreso se ajustan a la cre- guerras entre civilizaciones. Las sociedades de
ciente polarización social consolidada por la fuerte mercado pensadas y organizadas en Occidente
descalificación profesional que se registra en los favorecen el clima de violencia, racismo y xeno-
bolsones de desempleo y pobreza. En una socie- fobia. Como antídoto civilizatorio, apostamos por
dad del trabajo existen las desigualdades, pero la construcción de sociedades de trabajo que fa-
esas desigualdades deberán ser acotadas. Las vorezcan la solidaridad entre los pueblos y na-
escalas salariales, cuando son superiores a un ciones.
diferencial de ingresos mayor de 1 a 10, impiden La sociedad de trabajo es un instituto clave
en distinto grado el crecimiento económico soste- para dotar de vitalidad a la democracia repre-
nido y la cohesión social. La sociedad de trabajo sentativa. La democracia representativa es vi-
necesita incluir políticas impositivas que graven tal sólo cuando incluye el funcionamiento de los
fuertemente la riqueza a fin de que la distribu- contrapoderes civiles. La lucha sociopolítica por
ción del ingreso sea favorable a la igualdad. la realización de la democracia económica, polí-
La viabilidad de la sociedad de trabajo se de- tica y social es una gran consigna. Pero la de-
cidirá a escala mundial. En otros términos: la mocracia política es creíble y defendible cuando
sociedad de trabajo forma parte de un diseño del los excluidos y explotados perciben que la meta
sistema-mundo sustentado en políticas suprana- a alcanzar es la constitución de sociedades de
cionales y nacionales destinadas a favorecer los trabajo.
intereses de los pueblos, y como herramientas
restrictivas del poder discrecional de las empre- 2. Los componentes y las articulaciones en
sas multinacionales y del sistema financiero in- el paradigma
ternacional. La edificación de sociedades de tra-
bajo debería ser uno de los núcleos de sustenta- 2.1. Un nuevo mundo recién está tomando
ción del “objetivo del milenio” de erradicar la po- forma
breza.
La sociedad de trabajo sólo es sustentable en El paradigma de la sociedad del trabajo cons-
escala mundial a través de distintos niveles de truye sus fundamentos morales y políticos en
una nueva articulación política democrática en- competencia con el paradigma de la sociedad de
tre los Estados y los pueblos. La democracia, para mercado. Son dos modelos en lucha dentro de un
ser global, requiere de esa doble integración y de nuevo mundo que recién está tomando forma. Es
la capacidad de instalarse como cemento políti- una lucha dentro de la segunda ola de mundiali-
co-cultural del pueblo-mundo que, aunque hoy se zación de la economía y de la constitución de la
encuentra en traumático proceso de desarrollo, economía informacional, como ha demostrado en
es una de las consecuencias positivas de la mun- forma magistral Manuel Castells.5 Tres procesos
dialización. Al mismo tiempo, la sociedad de tra- independientes concurren a conformar el escena-
bajo será sólida si se afinca en el desarrollo local rio de confrontación:
y en las empresas. Así, por ejemplo, la existencia
legal de los comités o cuerpos de delegados en las – la evolución de la tecnología de la información
empresas, o la participación democrática de los y la constitución de la economía informacio-
ciudadanos/as en las instituciones públicas que nal;
regulan la protección del medio ambiente o los – la implantación de un modo de producción bi-
sistemas de salud y de seguridad social públicos, nario de capitalismo informacional que se ca-
123
son prácticas sociales clave para la construcción racteriza, en su modo específico de desarrollo,
de sociedades de trabajo. por limitar el bienestar pleno a una parte de
Los paradigmas de la sociedad posindustrial la población mundial (20%) y condenar al sub-
o de la sociedad de la información prefiguran, desarrollo y la exclusión social a la mayoría
ciertamente, los nuevos modos alternativos de de esa población (50%);
desarrollos económicos, sociales y políticos. Esos – la pérdida relativa de posiciones de institu-
modos, bajo la hegemonía unilateral del capi- ciones sociopolíticas clave de la democracia
tal, pueden dar lugar a resultados perversos si liberal (partidos, sindicatos, etc.), la emergen-
5. Véase Manuel Castells, La era de la información, México, Siglo Veintiuno, 1999, 3 vols.
cia de nuevos movimientos sociales de contra- es, por la hegemonía del capital, el núcleo de la
poder (defensa de los derechos humanos, eco- lógica binaria de desarrollo-subdesarrollo y co-
logismo, feminismo y género, movimientos existe con sociedades preexistentes. En primer
étnicos) y la formación de grandes espacios lugar, coexiste con instituciones aún vigentes de
sociopolíticos pluralistas internacionales, en la sociedad industrial, pero también lo hace con
oposición a la subsunción de la política en la las diversas modalidades de sociedades precapi-
economía neoliberal altamente concentrada. talistas que han sobrevivido.
Su principal territorio operacional es Estados
¿Dónde prioriza su instalación estratégica el Unidos, sede de las grandes compañías de la in-
capitalismo informacional? En la industria de la formación. Su programa básico incluye ciertos
información, en empresas de medios, en servicios asuntos clave: la protección de los derechos de
avanzados, en empresas estrella y en las institu- propiedad intelectual, la privacidad y la protec-
ciones generadoras de bienes sociales (salud, edu- ción electrónica de los datos, la seguridad de re-
cación). La autorrevolución del capital, orienta- des, la protección de los consumidores y los usua-
da por el capitalismo liberal, organiza las activi- rios, la tarifación de los servicios, las legislacio-
dades económicas utilizando las tecnologías de nes laborales flexibles.
la información. Se establece así la interrelación
entre el modo de producción capitalista liberal y 2.2. Las nuevas relaciones sociales y técnicas en
el modo de desarrollo informacional. las empresas
Estos procesos interactúan entre sí y dan lu-
gar a la sociedad en red, a la economía informa- Los sindicatos, en sus prácticas diarias, vie-
cional en red y a la cultura de la virtualidad real. nen experimentando los cambios organizaciona-
Es un mundo interdependiente, cuyo núcleo fun- les en las empresas transformadas por el impac-
dacional es la tecnología de la información. Las to de la autorrevolución del capital sobre los pro-
relaciones económicas, políticas y culturales cesos y productos. Las relaciones técnicas de tra-
adoptan la forma de redes. Los resultados de la bajo (derivadas principalmente de los procesos
Cumbre Mundial de la Sociedad de la Informa- productivos concretos en cada rama económica)
ción, celebrada en Ginebra en 2003, ilustran constituyen la base de nuevas relaciones socia-
sobre la identificación institucional entre la so- les de producción, definidas mediante las catego-
ciedad de la información con el neoliberalismo: rías de productividad y competitividad. Las em-
el punto de intersección es la edificación de la presas transformadas (que suelen aplicar formas
sociedad de mercado. de organización del trabajo fordistas) mantienen
El documento central de esa cumbre reafirma la división entre trabajo calificado y no calificado
la Declaración de Principios de la Cumbre Mun- pero tratan de disolver al trabajador masa y sus-
dial de 1998, la cual establece que la sociedad de tituirlo por el trabajador innovador, quien está
la información –a partir del uso de los servicios identificado y asociado de diversos modos con la
de las telecomunicaciones– se sustenta en la uti- empresa
lización del desarrollo tecnológico para constituir Coexisten en las empresas diversas formas de
sociedades de mercado. Estas sociedades funcio- relación laboral: trabajo a tiempo completo, tra-
nan sobre la base de la autoapertura comercial. bajo a tiempo parcial, trabajo estable, trabajo
Los intereses del mercado son transformados en temporario, trabajo en el núcleo duro de la em-
interés público. El rol del sector público es el de presa, en red o en estrella; trabajos tercerizados
124 auxiliar al mercado y, para ello, se crea una at- en empresas subsidiarias (subcontratistas; out-
mósfera favorable a los grandes consorcios del sourcing), trabajo individual y personalizado,
área de la información y de las comunicaciones. entre otros. Estos diferentes atributos o modali-
La información sería entonces la poderosa mer- dades de trabajo pueden ser incorporados a cate-
cancía a comercializar a cambio de la energía, gorías más amplias (por ejemplo, al trabajo pre-
los recursos naturales y los bienes intensivos en cario, que suele ser temporario y con salarios in-
trabajo. feriores y es el que predomina en pequeñas y
Se han creado instituciones políticas y técni- medianas empresas).
cas específicas para hacer viable el objetivo de ¿Qué significa comenzar a luchar por la so-
identificar sociedad de mercado y sociedad de la ciedad de trabajo en mercados laborales estruc-
información, y se han configurado grandes esce- turados según estratificaciones sociotécnicas de
narios “globales” de coordinación. la fuerza laboral en la empresa, y en ramas y en
La sociedad de la información (conocimiento) sectores de actividad? Significa luchar –como ya
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EL PARADIGMA DE LA “SOCIEDAD DE TRABAJO”
está ocurriendo– para que las diversas catego- Para defender las opciones del trabajador a
rías de trabajadores sean tuteladas por legisla- construir su trayectoria laboral (especialmente
ciones laborales actualizadas y por la negocia- en el caso de los jóvenes) se requiere profundi-
ción colectiva. Esto significaría constituir un zar la presencia del sindicato dentro de las em-
marco que permita al sindicalismo desplegar sus presas: comités de delegados del personal, cuer-
capacidades sociopolíticas para centralizar las pos de delegados sindicales, constitución de re-
diversas tensiones laborales y utilizar la centra- presentaciones especiales del sindicato en las
lidad para combatir las decisiones unilaterales empresas, entre otras modalidades de partici-
de las empresas. La centralidad sindical debe pación. Ciertas formas de cooperación en la em-
servir para extender la afiliación de las diferen- presa, como los círculos de calidad toyotistas, no
tes categorías de trabajadores asalariados a los deben rechazarse a priori sino compatibilizar su
sindicatos. rol con criterios de solidaridad laboral y centra-
Una política laboral sustentada en el paradig- lidad sindical.
ma de la sociedad de trabajo debe tener en cuen- Las estructuras laborales y sindicales en la
ta que cada situación laboral particular presen- base –en la empresa– han sido y son fundamen-
ta siempre, en su unidad, aspectos contradicto- tales para los trabajadores. Su fortaleza depen-
rios. Un ejemplo de ello es el trabajo a tiempo derá de dos condiciones: la afiliación masiva de
parcial, que por un lado puede ser funcional a la los trabajadores a los sindicatos y la utilización
explotación de los trabajadores y trabajadoras a de las estructuras laborales: delegados en la em-
través de la intensificación de la jornada de tra- presa, comités y cuerpos de delegados, comisio-
bajo reducida pero, por otro, puede interesar a nes paritarias para el cumplimiento de los con-
los colectivos de género o a jóvenes que preten- venios colectivos de trabajo, entre otras instan-
den contar con tiempo libre. Por lo tanto, no se cias. Cabe considerar las identidades laborales y
trata de criticar en bloque esa modalidad sino de sindicales de los colectivos de trabajo, y las for-
hacerlo respecto de su aspecto reaccionario (la mas de organización y representación sindical y
explotación) protegiendo el aspecto potencialmen- laboral que responden a situaciones particulares,
te positivo que puede tener cuando es reclamado entre ellas la feminización del trabajo, el trabajo
por el trabajador o la trabajadora que necesita de jóvenes y el trabajo de los migrantes.
contar con tiempo libre para otras actividades. Las empresas transformadas se organizan en
La ingeniería de los procesos de trabajo puede torno de un nuevo tipo de clase patrimonialista y
exigir variadas formas de contratación. Luego, de gerenciamiento, productos del otro fenómeno
de lo que se trata es de impedir que la variedad de nuestra época: el capitalismo patrimonial. In-
de relaciones contractuales sirva para favorecer tegrado por los propietarios de acciones (stockhol-
la explotación de trabajadoras y trabajadores. La ders) y los gerentes, su objetivo es lograr ganan-
flexibilidad en la táctica sindical no debe afectar cias extraordinarias. Son parte de los mercados
los pisos históricos jurídico-laborales: la jornada financieros globales y de sus redes de gestión.
de ocho horas, la estabilidad, los descansos, las Las características de este nuevo tipo de pro-
vacaciones, la seguridad ocupacional, entre otros. piedad y de managenement empresarial le plan-
La empresa transformada genera objetiva- tean al movimiento sindical el desafío de anali-
mente el individualismo y la competencia profe- zar y estudiar estas nuevas formas de poder en
sional. Se trata de comportamientos que no de- las empresas.
ben ser rechazados a priori. Por el contrario, pue-
den ser canalizados y situados dentro de los va- 2.3. La empresa como comunidad de trabajo
125
lores comunes de cooperación y fraternidad pro-
pios de las clases trabajadoras. Consecuentemen- ¿Qué significa luchar por la sociedad de tra-
te, no se debería pretender suprimir artificiosa- bajo en las empresas transformadas y en las tra-
mente realidades como la personalización del tra- dicionales? Implica ubicar como prioritario el
bajo según tramos de ingresos, sino incorporar- objetivo de la participación de los trabajadores
los inteligentemente a las escalas salariales y a en la gestión de las empresas, establecer en el
los derechos laborales en los convenios colecti- ámbito empresarial la identidad de comunidad
vos. No se necesita inventar “trabajos ideales”, de trabajo y la cooperación para el buen resulta-
se debe actuar sobre las formas concretas del tra- do empresarial, y restablecer la función específi-
bajo. Para ello, lo central es poner freno al auto- ca de la renta financiera como herramienta de la
ritarismo capitalista y a la visión empresarial del buena performance económica y social de la em-
“trabajador descartable”. presa.
La humanización del trabajo y la calidad de dades para organizar los mercados. Sólo la eco-
los empleos son las primeras condiciones sociola- nomía política del desarrollo –de la que es com-
borales de la llamada “responsabilidad social de ponente articulador la sociedad de mercado– pue-
las empresas”. Es importante que los trabajado- de sustentar políticamente a los Estados-nación
res perciban la empresa como experiencia de vida, promotores del desarrollo. El destino de nuestra
como comunidad de trabajo. El poder inmaterial propuesta es incierto, porque existe una crisis de
del capital se vuelve material y, por lo tanto, con- legitimidad de los Estados-nación y de los parti-
trolable por los trabajadores cuando la empresa dos políticos. La democracia está subvaluada. La
es reconocida por ellos como una institución so- economía y el poder mundial en red se constitu-
cial superior a sus componentes de clase. En toda yen como poderes inmateriales e inasibles para
comunidad hay intereses antagónicos; las empre- las sociedades frente a la virtualidad de los flu-
sas como comunidades de trabajo no excluyen sino jos globales –controlados por el capitalismo in-
que incluyen el conflicto histórico entre empre- formacional– que dan identidad al mundo tras-
sarios y trabajadores. Pero la comprensión de las cendiendo el tiempo y el espacio. Largas y duras
partes del nuevo contexto empresarial facilita la batallas esperan a las sociedades para revertir
búsqueda de soluciones a los conflictos en el marco una correlación de fuerzas desfavorable, genera-
de la legislación laboral protectora del trabajo. da por la construcción de la economía global.
El gran objetivo de la sociedad de trabajo es el La ausencia de temporalidad de la hegemo-
de servir como plataforma sociolaboral capaz de nía del capitalismo neoliberal confunde y atemo-
agrupar las fuerzas necesarias para desplazar del riza a las sociedades. Dada la creciente subordi-
centro de las decisiones políticas y económicas a nación de los Estados a los poderes de los merca-
los poderes que pretenden la consolidación del dos libres, son las comunidades y los gobiernos
capitalismo liberal a escala mundial a través del locales quienes pueden funcionar hoy como auto-
desarrollo binario. La sociedad de trabajo debe defensas y trincheras de protección frente a la
ser un gran mito movilizador. Su razón de exis- globalización capitalista. Es necesario influenciar
tencia es la posibilidad de generación de trabajo a favor de posiciones democráticas, solidarias e
para todos, noción que engloba al trabajo asala- internacionalistas a las comunidades y a los go-
riado como una de sus formas dominantes, pero biernos locales. Las propuestas de la sociedad de
no como la única. La lucha contra la exclusión trabajo constituyen una buena plataforma para
social comienza en la empresa, dotando a las re- ambos escenarios. Pero es necesario alertar que
laciones sociales de producción de atributos vin- las comunidades y gobiernos locales pueden tam-
culados con los empleos decentes y productivos. bién funcionar como trincheras defensivas final-
mente reaccionarias frente a la globalización, a
2.4. La sociedad de trabajo como componente de través de los fundamentalismos religiosos, el
la democracia política, económica y social militarismo y los nuevos fascismos de las llama-
das comunidades autónomas. Ni el neolibera-
El gran desafío para el triunfo progresivo de lismo conservador ni las versiones ultradere-
la sociedad de trabajo es concebir su configura- chistas y reaccionarias pueden resolver las de-
ción como parte de la lucha por un poder político mandas de trabajo para todos y la eliminación
que abra caminos a la instauración de democra- de la pobreza que reclama la mayoría de la hu-
cias económicas, sociales y políticas. Sólo la re- manidad.
formulación del poder político podrá garantizar El capitalismo liberal y la economía de libre
126 que la globalización basada en la sociedad infor- mercado constituyen grandes paradojas de la his-
macional se universalice de modo inclusivo. Esto toria: están cambiando el mundo pero, al mismo
demandará una gran batalla civilizatoria frente tiempo, son incapaces de garantizar la reproduc-
al capitalismo liberal, que no debe confundirse ción a escala planetaria de un atributo básico de
con el liberalismo político, ya constituido como la vida de las personas: el trabajo.
un estadio histórico civilizatorio a escala univer-
sal. La sociedad del trabajo forma parte de la 2.5. A modo de resumen: imposición o
batalla mundial por la democratización de la eco- desarticulación de la lógica binaria
nomía global.
La lucha por la sociedad de trabajo es política El capitalismo informacional opera median-
en la era de la información, y para su edificación te una lógica binaria de desarrollo-subdesarro-
progresiva requiere ser asumida como programa llo. Esta lógica adopta formas concretas a través
por los Estados-nación democráticos con capaci- de las relaciones sociotécnicas del trabajo. Esto
R EVISTA DE T RABAJO
EL PARADIGMA DE LA “SOCIEDAD DE TRABAJO”
significa que, en cada formación económico-social mación. Al mismo tiempo, los conceptos de eco-
–en la que coexisten, como hemos dicho, diferen- nomía informacional y empresa en red son cate-
tes modos de producción–, existen empresas y gorías fácilmente asociables con otras como el
situaciones laborales distintas que corresponden cooperativismo, el sector social de la economía,
a modos de producción diferentes y a fases de la economía solidaria, etcétera.
desarrollo propias de cada modo de producción. Por último, el nuevo mundo de la aldea global
En los países periféricos, por ejemplo, la mayoría también favorece el acercamiento del ámbito lo-
de los trabajadores se desempeña en economías cal con la globalidad sustentada en la sociedad
familiares rurales, en pequeñas y medianas em- de la información, vinculándose a formas de co-
presas formales e informales, en cooperativas (in- municación que constituyen un fenómeno social
dustriales, rurales, comerciales, de servicios, so- sin parangón en la historia.
ciales), en actividades unipersonales, entre otras La sociedad de trabajo es inviable sin modifi-
modalidades. Casi mil millones de personas tra- car los regímenes de propiedad que bloquean el
bajan como asalariadas en la industria, el comer- despliegue masivo de las capacidades sociopro-
cio y los servicios. Con la economía informacio- ductivas potenciales. Democratizar la propiedad
nal surgen nuevos puestos de trabajo –los llama- no es sinónimo de desorganización de grandes
dos trabajos del futuro: call-centers; teletraba- unidades empresariales –como lo son las empre-
jos–, pero su desarrollo todavía es incipiente. Lo sas multinacionales– sino de mejor distribución
que predomina a nivel mundial son las ocupacio- de los ingresos y las rentas, de apertura al acceso
nes o trabajos de baja productividad, los empleos a la propiedad productiva de los segmentos so-
mal remunerados y los crecientemente precari- ciales excluidos. La justa distribución del ingre-
zados, conviviendo con el desempleo masivo. so y las posibilidades de acceso a la propiedad
Diseñar la sociedad de trabajo significa recu- son herramientas clave para invertir el exceden-
perar y redefinir el concepto mismo de trabajo. te económico en el desarrollo de economías de
Dado que los yacimientos de empleo asalariado mercado integradas.
son limitados, pasa a ser prioritario lograr que La elevación global de la productividad del
los colectivos productivos tradicionales con situa- trabajo es imperiosa para resolver un problema
ciones laborales diversas se modernicen, y que de la época: el crecimiento del ciclo vital para
los trabajadores/as afectados se reciclen a través trabajar. La sociedad del trabajo busca impedir
de la alfabetización masiva, la capacitación con- que la tercera edad avance hacia el abismo o la
tinua y la protección social. Es cierto que la pro- incertidumbre, mediante el fortalecimiento de
puesta socialdemócrata de la extensión de la so- los servicios sociales y personales a trabajado-
ciedad industrial democratizada es hoy inviable. res inactivos, lo que exige la formación de fon-
Pero también lo es que, en las antiguas y nuevas dos sociales para el reclutamiento de trabajado-
formas de trabajar todavía marginales a la nue- res/as sociales.
va economía informacional, se localizan grandes El tema nos introduce en la cuestión de la eco-
yacimientos de empleos productivos. Es uno de nomía política del desarrollo: una nueva econo-
los principales desafíos civilizatorios transformar mía exige una nueva contabilidad o un nuevo
estos yacimientos en componentes dinámicos del cálculo económico. La planificación del mercado
modo de desarrollo de economías de mercado in- en la economía global requiere la reforma del tipo
tegradas. No es aceptable la estrategia de subva- de interconexión en las instituciones económicas
lorar los trabajos campesinos e informales de baja y financieras internacionales Pasar de las regu-
productividad y atenderlos piadosamente a tra- laciones comerciales unilaterales al comercio
127
vés de dispositivos asistencialistas. Se trata de mundial equilibrado, del monetarismo ortodoxo
dotar a esos puestos de trabajo de nuevos conte- a las políticas monetarias y de crédito favorables
nidos técnicos y nuevas relaciones sociales de a la inversión y las innovaciones productivas, es
producción. un imperativo civilizatorio que los propios mer-
Un requisito básico para modernizar los seg- cados terminarán por reclamar para garantizar
mentos laborales hoy confinados al subdesarro- su sustentabilidad mediante el crecimiento sos-
llo es, al mismo tiempo, un atributo privilegiado tenido de la demanda.
de la sociedad de la información: el conocimien- Quizá ésta sea la principal novedad del neo-
to. La demanda de conocimiento, que en gran keynesianismo: los mercados terminarán por re-
medida se materializa en la necesidad de los sis- clamar nuevas formas de planificación. La socie-
temas de capacitación continua, se inscribe en el dad de trabajo es una construcción teórica aso-
imaginario colectivo de la sociedad de la infor- ciada con el concepto dinámico de planificación
económica, hoy temporalmente estigmatizado por la política y el mundo del trabajo. Es en el inte-
la economía neoclásica. rior del mundo del trabajo donde adoptan formas
La batalla por la sociedad de trabajo requiere concretas, materiales y sociales, los progresos tec-
una política informacional. Es imposible redirec- nológicos que, a través de Estados y gobiernos
cionar la globalización si el proceso revoluciona- democráticos, pueden adquirir direccionalidad
rio de la sociedad de la información –que ha trans- progresista y asociarse con valores democráticos,
formado, entre tantas cosas, nuestro modo de en detrimento de riesgos neofascistas.
pensar, de producir, de consumir y de vivir– es La oposición sociedad de trabajo versus socie-
capitalizado por medios controlados por el popu- dad de mercado es local, nacional y mundial. Las
lismo mediático. Ubicar a la sociedad de trabajo estructuras donde compiten ambos modelos son
como elemento articulador prioritario de la eco- las redes globales virtuales, en las que se proce-
nomía informacional permitirá retomar la inicia- san las experiencias, los saberes y las pugnas por
tiva política para derrotar, en el campo de las el control político. El escenario común es la so-
ideas y los símbolos, a la versión reaccionaria de ciedad de la información. El soporte tecnológico
la economía informacional. sobre el cual se organiza la sociedad de la infor-
mación es la articulación de la nueva lógica en-
3. Funcionamiento del paradigma en las tre la economía y las comunicaciones. En 1995,
formaciones económico-sociales dieciséis mil millones de personas se conectaban
en redes de internet; en 2005 serán mil millones,
3.1. La economía informacional como motor del y en 2010 tal vez alcancen los dos mil millones.
progreso Así, casi un tercio de la humanidad se constituye
en la base social de la hegemonía político-cultu-
La economía informacional, por sus potencia- ral de la sociedad de la información.
lidades para configurar la economía mundial, se No será posible dotar de racionalidad a la eco-
ha adueñado legítimamente del mito moviliza- nomía informacional sin organizar sindicalmen-
dor del progreso. Hoy, el capitalismo global se ha te a una gran parte de quienes están conectados,
posesionado de los destinos de la ciencia y la tec- que son también asalariados del conocimiento.
nología al orientarlas –bajo la hegemonía neocon- Sin embargo, ésa es la primera condición para
servadora– exclusivamente hacia la creación del plantear, con herramientas efectivas, la lucha
valor económico. Los vectores económicos, en con- contra la revolución conservadora desde el inte-
textos de Estados subsidiarios de los mercados, rior de la economía informacional. Se trata de
se desvinculan de la economía política de desa- impedir que internet (instrumento vital para la
rrollo y con ello, de las consideraciones éticas, producción, la seguridad y las comunicaciones
sociales y de políticas públicas. mundiales) esté cada vez más expuesta a ser di-
Para recuperar el control sobre los vectores reccionada por los lobbies de proveedores, por
de la ciencia y la tecnología –y lograr su utiliza- grupos internacionales que controlan los medios,
ción a favor de la humanidad– se requiere dete- por grandes corporaciones. El control de internet
ner el desmantelamiento del Estado. Este des- debería estar a cargo de entidades interguberna-
mantelamiento, acompañado por ideas justifica- mentales dentro de un esquema democrático de
torias, orienta a países y regiones a abandonar reestructuración de la ONU.
sus funciones de organizadores de los mercados No es posible prescindir de las redes si se pre-
para asumir, cada vez más, el carácter de Esta- tende influir en el orden mundial. Los Estados,
128 dos policiales-represores. Por lo dicho, es funda- los partidos democráticos, los sindicatos y las
mental concientizar a las sociedades respecto de ONG progresistas deberían movilizarse para es-
que las políticas públicas económicas, laborales tablecer trincheras capaces de contradecir el di-
y sociales son estructuras y herramientas del seño actual de las redes de la información. Los
Estado organizador para preservar la democra- sindicatos deben comenzar a representar a los
cia, para organizar los mercados y para promo- trabajadores de las redes, quienes mayormente
ver el bienestar popular. Estas condiciones son trabajan bajo modalidades de contratación pre-
también fundamentales para asegurar la perfor- carias. Se trata de ubicar esta estrategia dentro
mance de las empresas y fomentar sus funciones de la perspectiva sociopolítica del desarrollo de
sociales. instituciones constituidas para asegurar los de-
Constituir una nueva hegemonía sociopolíti- rechos de los ciudadanos a ser el sustento arti-
ca que restablezca la legitimidad del Estado sólo culador consciente de una nueva ciudadanía di-
será posible a través de un nuevo vínculo entre gital.
R EVISTA DE T RABAJO
EL PARADIGMA DE LA “SOCIEDAD DE TRABAJO”
El Estado recuperará sus capacidades –y los den a diferentes fases tecnológicas y de organi-
partidos políticos progresistas y de izquierda vol- zación del trabajo. Un denominador común de
verán a ser representativos– si en sus agendas las necesidades de los colectivos de trabajo resi-
ubican, como motor del progreso social, a una de en que los contenidos del trabajo asalariado
sociedad de la información basada en la partici- hoy otorgan más importancia a la participación
pación política de los ciudadanos/as según prác- de los trabajadores, colectiva o individualmen-
ticas democráticas. Caso contrario, el “malestar te, en el desarrollo y la aplicación de innovacio-
posmoderno” será funcional al “asalto a la razón” nes productivas, las cuales determinan la rede-
(por derecha), que se incuba en el capitalismo li- finición de los contenidos del trabajo en su rela-
beral global. ción con los procesos y productos flexibles. Au-
menta la importancia de la capacitación conti-
3.2. La sociedad de trabajo como componente de nua y, con ella, la indispensabilidad para la
la economía política empresa de la fuerza laboral capacitada. La in-
dispensabilidad se vuelve así un recurso políti-
En la construcción de la sociedad del trabajo co-jurídico del sindicato para exigir la estabili-
concurren y se ensamblan varias categorías teó- dad laboral en todo tipo de empresas.
ricas que, a su vez, incluyen conocimientos y sa- En la empresa estrella, como hemos dicho,
beres sociales y técnicos. El trabajo, como valor coexisten un núcleo duro de trabajadores califi-
abstracto universal y como valor concreto, se rea- cados y trabajadores no calificados localizables
liza a través de las prácticas de profesiones y ca- tanto en las empresas madre como en las subsi-
tegorías laborales y constituye la sustancia sim- diarias. Rigen simultáneamente diversas formas
bólica y material de la “sociedad de trabajo”. de contratación, por lo que un desafío político-
El trabajo de calidad para todos es una pode- laboral inherente a la constitución de sociedades
rosa utopía movilizadora de la humanidad, en- de trabajo consiste en alcanzar una legislación
tendiendo por utopía una teoría todavía no reali- del trabajo unificada, que garantice a los traba-
zada en la historia. La sociedad de trabajo es un jadores la vigencia del trípode estabilidad labo-
proceso que ha llevado siglos de construcción, no ral/remuneraciones/condiciones de trabajo acep-
pocas veces mediante los mitos movilizadores de tables. La productividad del trabajo es fundamen-
las utopías. tal para la buena performance de las empresas,
Como hemos destacado, en la categoría gené- pero siempre debe ser medida en el marco de la
rica de sociedad de trabajo concurren nociones productividad total de los factores.
teóricas, conocimientos, saberes e instituciones. Las negociaciones colectivas son herramien-
Si bien se corresponden con diferentes universos tas fundamentales para construir gradualmente
sociotécnicos, éstos pueden ser agrupados y fun- pisos aceptables de estabilidad, de remuneracio-
damentar los modos de desarrollo sustentable nes, de condiciones de trabajo y de productividad
dentro la categoría de economía de mercado. en la economía global, según patrones de la so-
ciedad de trabajo. La participación de los traba-
3.3. La sociedad de trabajo en las empresas jadores en la planificación estratégica de la em-
transformadas presa es central. Sólo aquel sindicato que tenga
presencia en las empresas (comités, cuerpos de
En el universo de empresas transformadas delegados, delegaciones del sindicato) puede ga-
se agrupan las relaciones de producción y dis- rantizar la participación de los trabajadores y su
tribución propias de la economía y la sociedad identificación con la empresa. Empresa no es lo
129
de la información. Pero también se ensamblan mismo que empresario. Empresa es algo más que
relaciones laborales heredadas de la segunda re- empresario y que trabajador. Empresa debe ser
volución industrial y de la sociedad industrial. una comunidad de trabajo.
Se observa que las categorías ocupacionales en Entonces, ¿qué significa construir sociedad de
los colectivos asalariados de la empresa toyotis- trabajo en la empresa? Significa que es necesa-
ta y en la fordista se van acercando en sus perfi- rio dotar a cada categoría ocupacional de los atri-
les laborales. La empresa transformada suele butos mencionados del trabajo decente y produc-
funcionar como un mix organizacional de am- tivo. Esos atributos son reglamentados por nor-
bos tipos de empresas. La sociedad de trabajo mas laborales en sus formas abstracta y concre-
debería operar como gran matriz que agrupa y ta, pero sólo adquieren sentido político cuando
satisface las necesidades propias de los colecti- cada trabajador percibe que forma parte del di-
vos de trabajo en economías que se correspon- seño de la sociedad del trabajo. El trabajo decen-
te, en su acepción plena, debe ser trabajo asala- nes técnicas y sociales de producción. Las rela-
riado sindicalizado. ciones técnicas comúnmente hacen referencia a
bajos niveles de productividad. Las relaciones
3.4. La sociedad de trabajo en las formaciones sociales se refieren a los sistemas que se organi-
económico-sociales zan sobre la base de relaciones familiares (eco-
nomías familiares), de contratos laborales no es-
En ningún país existe el modo de producción critos (acuerdos de remuneración monetarios, en
capitalista en su forma pura; existen formacio- especie, mixtos, entre otros), entre el pequeño
nes económico-sociales. Quizá sólo Estados Uni- propietario del stock comercial y los trabajado-
dos se aproxima, por su historia farmer y protes- res eventuales. Lo característico de estas rela-
tante, al ideal de capitalismo puro. Por el contra- ciones sociales es la baja densidad de la acumu-
rio, en la mayoría de los países periféricos las lación de capital y de ahorro, la escasa o inexis-
redes del capital suelen incorporar y utilizar for- tente tecnificación de los procesos de trabajo y la
mas de trabajo preindustriales, entre las que se baja calificación profesional de los actores.
destacan las provenientes de economías campe- Si se observan con atención las prácticas so-
sinas individuales, las actividades artesanales, ciotécnicas de los campesinos precapitalistas y
las manufactureras simples, el comercio de de- los trabajadores del sector informal urbano, se
tail. Este universo de actividades de baja produc- verifica que existe una gran potencialidad en el
tividad presenta un signo común: son activida- desarrollo de sus capacidades productivas indi-
des primarias, secundarias y terciarias en las que viduales, familiares o dentro de las instituciones
todavía no se ha producido una diferenciación colectivas: las cooperativas de comercialización
estructural entre las relaciones sociales y técni- y servicios, los círculos sociales municipales, la
cas del capitalismo moderno y aquellas que man- escuela, entre otros ámbitos. Todos los procesos
tienen fuertes rasgos precapitalistas. de trabajo en las áreas económico-sociales preca-
El universo de la pobreza en gran medida se pitalistas se realizan dentro de civilizaciones y
corresponde con los trabajos de baja productivi- culturas ancestrales que funcionan como provee-
dad informales y campesinos y con sus familias, doras de símbolos y valores de identidad colecti-
que suman tres millones de personas, casi el 50% va. Esas civilizaciones y culturas deben ser res-
de la población mundial. En este universo de po- petadas y protegidas en el marco del gran para-
breza, y también de exclusión social, se localizan guas civilizatorio de los nuevos modos de desa-
frecuentemente las peores formas de explotación rrollo orientados según el patrón de la economía
del trabajo infantil, subsisten bolsones de mano informacional.
de obra esclava y permanece el atraso cultural. La vía para liberar y modernizar los gigan-
Si no se liberan las fuerzas productivas exis- tescos yacimientos de trabajo precapitalistas
tentes dentro de ese universo de pobreza y exclu- plantea la necesidad política de suprimir las re-
sión, será imposible que sus trabajadores pue- laciones sociales de propiedad y de poder arcai-
dan incorporarse a la productividad y al consu- cas, que sostienen la pobreza y la exclusión: las
mo masivo. rentas precapitalistas del suelo rural y urbano,
¿Qué significa construir progresivamente so- los monopolios de comercialización y crédito, las
ciedades de trabajo en ese universo de excluidos relaciones de trabajo basadas en formas varia-
en el que suelen coexistir la economía individual das de servidumbre y en la esclavitud, el bloqueo
y fuertes identidades comunitarias? En gran es- a la capacitación y la educación básica y técnica,
130 cala, sólo existe un camino: potenciar las capaci- la inaccesibilidad a los servicios de salud y segu-
dades productivas individuales. El objetivo prin- ridad social, entre otras.
cipal no puede ser el cooperativismo, aunque éste No es posible pretender saltar etapas históri-
sea indispensable en ciertas condiciones para fo- cas teniendo como meta el comunitarismo popu-
mentar el desarrollo económico y social. El cami- lista, o el disciplinamiento burocrático del colec-
no es la promoción de la pequeña empresa fami- tivismo forzado del llamado socialismo real. La
liar productiva, incorporada progresivamente a historia contemporánea –y también la previa–
los mercados locales e internacionales mediante muestra experiencias populistas conservadoras o
el uso de las tecnologías de la información y bajo estadocráticas que han fracasado en sus intentos
la protección y el fomento de los Estados organi- por congelar o saltar etapas históricas. Vale la
zadores de los mercados. pena recordar el fracaso de las utopías milena-
En el universo de los trabajadores de las eco- ristas agrarias en nuestra región, y comparar esos
nomías precapitalistas existen diversas relacio- fracasos con la actual y colosal transformación
R EVISTA DE T RABAJO
EL PARADIGMA DE LA “SOCIEDAD DE TRABAJO”
agraria en China iniciada a fines del siglo pasa- sas eran las mejores herramientas para fortale-
do, cuando se abandona el régimen de comunas cer las economías capitalistas resultó en su mo-
populares y más de ochocientos millones de fa- mento acertado. Hoy, la sociedad de trabajo es
milias campesinas pasan a trabajar en unidades una propuesta políticamente correcta porque re-
productivas familiares independientes, coordina- estructura y centraliza técnicamente diversas
das en su base por los municipios. formas de trabajar dentro un paradigma socio-
Para las diversas categorías laborales no ca- productivo dinámico y nuevo.
pitalistas, la sociedad de trabajo significa susti- Es importante recuperar conceptualmente una
tuir las relaciones de producción y de poder atra- categoría que hemos utilizado en este artículo:
sadas e injustas por relaciones de producción la formación económico-social. Efectivamente,
basadas en diversas formas de trabajo cuyo nú- en cada época histórica un modo de producción
cleo duro son las economías y los emprendimien- es dominante y, a ese modo de producción le co-
tos familiares productivos dentro de economías rresponden roles laborales y formas de trabajar
de mercado. En la era de la economía informa- específicas. Pero el modo de producción dominan-
cional, de las redes y los flujos, existen los recur- te no existe en forma pura. Por el contrario, su-
sos técnicos y culturales para acelerar la libera- bordinados a él coexisten otros modos que fueron
ción de todas las formas de trabajo precapitalis- anteriormente dominantes y ahora subsistentes
ta y transformarlas en formas de trabajo indivi- de otras formaciones económico-sociales. La arti-
duales, familiares y asociadas para la realización culación entre modos de producción distintos de-
de formas diversas de trabajos decentes y pro- termina que, en cada formación económico-social,
ductivos. Se trata de un proceso histórico de lar- existan variadas formas de trabajo y de relacio-
ga duración y desarrollo desigual, articulado en- nes laborales. En la actualidad el modo de pro-
tre comunidades, naciones y regiones en el mar- ducción dominante es el capitalista, en pleno pro-
co de una economía política de desarrollo. ceso de transformación de capitalismo industrial
a capitalismo informacional. Este proceso de
3.5. La sociedad de trabajo como sustento y la transformación también incluye la imbricación de
política como transformación diferentes modos de desarrollo del capital.
El modo de producción capitalista es todavía
No es posible pensar que una sociedad de tra- –y lo será por un largo período– dominante. El
bajo pueda constituirse en la economía global si capital se ha vuelto, a su manera, global. El capi-
carece de soportes políticos en los Estados-nación, talismo es un modo de producción con capacida-
o en comunidades políticas supranacionales que des para autorrevolucionarse periódicamente y
aseguren la utilización racional del excedente para originar desconcierto y confusión entre sus
económico que garantice el desarrollo. No es po- adversarios sociales e intelectuales.
sible imaginar una sociedad de trabajo pensada Actualmente estamos viviendo una nueva
fuera del cálculo macroeconómico. No es viable autorrevolución del capital: está naciendo la so-
el desarrollo sustentable si están ausentes las ciedad de la información. Pero –como ya hemos
políticas públicas y los consensos para promover dicho– el modo de desarrollo capitalista informa-
la autonomía y la autoorganización de la socie- cional se realiza como relación binaria entre po-
dad civil. los de desarrollo y de subdesarrollo, generando
La sociedad de trabajo no es una utopía. Sus en este último pobreza y desempleo masivos. El
perfiles surgen espontáneamente de una época modo de desarrollo del capitalismo liberal inclu-
que tiene la necesidad de redefinir los conteni- ye formas de exclusión social, desempleo, preca-
131
dos de las distintas formas de trabajo. Pero para riedad laboral y autoritarismo empresarial en su
demostrar su viabilidad se requiere emprender propio núcleo dinámico: los países del G7. Pero,
la lucha por demostrar que constituye un “para- estratégicamente hablando, lo nuevo no es sólo
digma científico” verificable. Es decir, deberá re- la autorrevolución del capital sino que –posible-
correr el mismo camino que tuvieron que empren- mente por un largo período histórico– ha triun-
der los sindicatos durante el siglo XIX para de- fado la economía de mercado a escala mundial.
mostrar que, reduciendo las horas de trabajo de Este último aspecto es históricamente positivo.
los trabajadores/as, se estimulaba el uso del re- El mercado es una institución preexistente al
curso de las inversiones tecnológicas para abara- capital, y en su larga construcción histórica arras-
tar costos. Debemos recordar también que el ca- tra prácticas sociales que han convertido las re-
mino recorrido por el keynesianismo para demos- laciones de intercambio de bienes en una forma
trar que el ahorro popular y el consumo de ma- universal de progreso social. El mercado ha cor-
tado en forma transversal todas las formaciones dadanas –según intereses sociales diferenciados
económicas preexistentes al capital. El comercio y mundos ideológicos plurales– en las institucio-
mundial ha sido un gran puente de comunica- nes políticas de la democracia.
ción entre civilizaciones y comunidades a lo lar- Dos tercios de la humanidad dicen sentirse
go de la historia de la humanidad. identificados más con los beneficios del desarro-
El mercado es una categoría económica uni- llo económico que con los valores morales e inte-
versal mientras que el capitalismo es sólo la for- lectuales de la democracia. A esos dos tercios, la
ma conocida y hasta ahora más desarrollada de democracia les resulta algo ajeno o lejano. Es la
realización del valor del trabajo. economía política del desarrollo la que debe ser
¿Cómo debe pensarse entonces la relación en- reinstalada para proteger la democracia políti-
tre las sociedades de trabajo y los mercados? Como ca, la cual se fortalece con el desarrollo sustenta-
sociedades capaces de construir mercados cuyas ble, con empleos productivos y con el crecimiento
matrices de acumulación y distribución sean fun- de la demanda.
cionales a la necesidad de expansión de los traba- La economía política, al promover el bienes-
jos productivos, según políticas de planificación tar, apuntala la legitimidad del concepto de go-
democrática acordadas entre los agentes económi- bernabilidad democrática. Desde esta conceptua-
cos y el Estado, y aplicables a un espacio no sólo lización se comprende mejor por qué las socieda-
nacional sino también regional y mundial. des de trabajo son parte constitutiva de la econo-
La sociedad de trabajo no es una utopía. Es mía política. Son las sociedades las que, a través
una construcción social que recobra la centrali- de sus prácticas, organizan las tramas de rela-
dad igualitaria y humanista del trabajo. Consti- ciones entre instituciones económicas, sociales y
tuye una categoría política, porque es en sus ar- políticas capacitadas para orientar y servir de
ticulaciones donde puede asentarse la democra- herramienta a los modos de desarrollo democrá-
cia motivando a participar a los ciudadanos y ciu- ticos.
132
R EVISTA DE T RABAJO
CAPÍTULO 6
1. Véase al respecto U. Beck y M. Brater, H.-J., Daheim: Soziologie der Arbeit uiid der Benife,
Reinbek, 1980.
2. «La continuidad de vida y de profesión se encuentran estrechamente relacionadas hoy,
para nosotros; estamos dispuestos a cambiar más fácilmente de medio social y geográfico.
Hoy es posible cambiar de residencia, de país y de sociedad con gran facilidad sin sentirse
"desarraigado", si las propias posibilidades profesionales pueden mantenerse en el cambio»
(H. Schelsky, 1972, pág. 32).
DESESTANDARIZACIÓN DEL TRABAJO PRODUCTIVO 177
miento corren a cargo de los trabajadores (del mismo modo que las em-
presas se ahorran así los costes de la organización central del trabajo, des-
de los costes del edificio hasta el mantenimiento de la maquinaria elec-
trónica).
Si consideramos conjuntamente las consecuencias de la estandariza-
ción del tiempo y del espacio, podemos decir que se da el paso de un sis-
tema, propio de la sociedad industrial, del trabajo unificado, organizado
fabrilmente a lo largo de toda la vida, cuya alternativa radical es el desem-
pleo, a un sistema lleno de riesgos de subempleo más flexible, plural y des-
centralizado que no reconoce el problema del paro (en el sentido de desem-
pleo). En este sistema, el paro está, por así decirlo, «integrado» en las
formas de subempleo y se intercambia por una generalización de las insegu-
ridades en el empleo que no conocía el «antiguo» sistema de pleno empleo
de la sociedad industrial. Al igual que el desarrollo del siglo xx, este desa-
rrollo también presenta un aspecto básico de cabeza de Jano. Progreso y mi-
seria se interfieren de un nuevo modo. El aumento de la productividad pro-
voca nuevos problemas de control. Los trabajdores cambian una parte de la
libertad frente al trabajo por nuevos vínculos e inseguridades materiales.
Desaparece el paro, pero emerge de nuevo al generalizarse las formas de
subempleo con grandes riesgos. Y todo esto representa que tiene lugar un
desarrollo en dos sentidos, contradictorio, en el cual se dan, de modo inse-
parable, ventajas e inconvenientes, cuyas amplias consecuencias y riesgos
no resultan perceptibles para la práctica y conciencia políticas. Precisa-
mente, a esto se alude cuando se habla de un sistema de subempleo propio
de una sociedad de riesgo.
En la sociedad industrial, tras largos períodos de trabajo a domicilio, el
trabajo fuera de casa se convirtió en lo obvio. Esa separación entre el tra-
bajo familiar y el remunerado vuelve a disminuir en el sistema de la socie-
dad del riesgo, debido a la desregulación de los empleos, a las redes elec-
trónicas, etc. Las amplias consecuencias sociales apenas si se adivinan:
mejora del tráfico diario y, por tanto, del medio natural y ambiente huma-
no, posible desarticulación de las ciudades, limitación de la movilidad coti-
diana, que representará transferirla a circuitos electrónicos y que quizá re-
percuta en un aumento de la inmovilidad espacial, etc.
Además, las categorías hasta hoy básicas —fábrica, profesión, empleo—
ya no sirven para la realidad emergente de la organización del trabajo que
deviene imperceptible socialmente. Se adaptan al sistema de subempleo
que se está constituyendo como la concepción del trabajo de la sociedad
feudal se adaptó a las relaciones laborales de la sociedad industrial. Eso no
significa que, con este desarrollo, se supere el trabajo remunerado en senti-
do positivo sino al contrario: las nuevas formas más flexibles y plurales de
subempleo representan a la vez más trabajo que antes y, en general, tam-
bién menos trabajo; eso significa que la realidad laboral que se está for-
mando nos resulta opaca, si la contemplamos a través de los conceptos de
la sociedad industrial.
La perspectiva aquí esbozada también podemos describirla consideran-
do que todo cuanto se ha contrapuesto antitéticamente —trabajo formal e
DESESTANDARIZACIÓN DEL TRABAJO PRODUCTIVO 181
3. Esa integración del no trabajo (la parte de paro del sistema ocupacional) puede adoptar
diferentes formas. Las más conocidas son las siguientes: elevación de la edad media de la pri-
mera ocupación, descenso de la edad media de jubilación, incorporación de trabajo parcial,
descenso del tiempo de trabajo diario, semanal o durante la vida; incremento de los períodos de
vacaciones y descanso; aumento de la frecuencia en que se dan interrupciones de trabajo por
participar en cursos de formación en el curso de la vida activa, etc. Todos esos indicadores
apuntan a una reducción sistemática de la sociedad de pleno empleo en este siglo (aimque en di-
ferente medida, en todas las sociedades industrializadas occidentales): en Alemania ha dismi-
nuido el tiempo laboral diario, semanal, y durante toda la vida en los liltimos cien años. Hacia
1880, la semana laboral era de 65 floras y antes de la primera guerra mundial aiin era de 55 fio-
ras; durante la década de los años veinte se redujo oficialmente a 48 horas. A mediados de la dé-
cada de los años cincuenta se situó en 47 horas; se trabajaba 6 días y las vacaciones anuales eran
de dos semanas aproximadamente. Actualmente el período de vacaciones alcanza unas 6 sema-
nas, el horario semanal es de 40 horas en cinco días. Paralelamente se reduce la actividad labo-
ral durante la vida por jubilaciones frecuentes anticipadas; en muchas actividades laborales, la
vida laboral termina como máximo a los 57-60 años. Asimismo, los jóvenes se incorporan cada
vez más tarde a la vida laboral. A mediados de la década de los años cincuenta, por término me-
dio anual, cada hora trabajada se correspondía a 2,9 no trabajadas por trabajador; en cambio,
la relación en 1980 era de 1:4,1. En las últimas décadas, también se han incorporado medidas
de formación continuada en las empresas, de modo que se puede hablar de una reincoiporación de
la formación en el sistema ocupacional.
DESESTANDARIZACIÓN DEL TRABAJO PRODUCTIVO 183
4. En realidad, ese descubrimiento de !a destrucción del tiempo de trabajo del sistema ocu-
pacional como fuerza productiva organizadora tiene larga tradición. En este sentido, Martin
Sklar proporciona las primeras indicaciones de una erosión de la sociedad laboral en los Esta-
dos Unidos ya en la fase posterior a la Primera Guerra Mundial. Pero durante mucho tiempo las
interrupciones del desarrollo no se interpretaron estadísticamente en tal sentido, puesto que se
dieron por reversibles. En lo esencial, se destacan tres hechos básicos: primero, hasta 1919 la
cantidad de trabajadores en las fábricas y el nivel de producción de bienes se amplía en su con-
junto, mientras que de 1919 a 1929 se redujo en 100.000 trabajadores pese a que simultánea-
mente la producción aumentó en un 65 % aproximadamente. Segundo, aunque la parte de tra-
bajo en la economía, medido en «personas-año», ascendió en conjunto de 28,3 millones en 1890
a 42,5 millones en 1910, cayó, de 1910 a 1920, en 1 millón y se redujo finalmente a un creci-
miento cero durante la década de los años veinte. Sklar interpreta esos procesos y relaciones es-
tadísticas del siguiente modo: al iniciarse los años veinte empezaron a resultar eficaces nuevas
fuerzas productivas. Así se consiguió que el incremento de la productividad fuera independien-
te de la expansión de la aportación de trabajo (considerado en horas trabajadas). Así, pues, aquí se
dan ya los primeros indicios de una erosión del sistema de trabajo industrial «viejo» y del sur-
gimiento de uno «nuevo». Ahí favorecieron el desarrollo productivo, durante los años veinte,
tres principales innovaciones en la dirección de empresas: primero, el taylorismo que se gene-
raliza en las fábricas, tras dos décadas de resistencia. Segundo, se difundió la electricidad, con
sus nuevas posibilidades, en el conjunto del sistema productivo. Y tercero, se aplicaron nuevas
técnicas de organización a fin de compensar la centralización y la descentralización de las em-
presas diferentes por tamaño y localización. Así, pues, los incrementos productivos aplicados y
descubiertos ya durante esa temprana fase se produjeron por una racionalización de la infor-
mación, de la tecnología y de la dirección organizativa (véase M. Sklar, «On the proletarian re-
volution and the end of political-economic society». Radical America 3, págs. 3-28, 1969, cit. por
L, Hirschhom, «The theory of social services in disaccumationist Capitalism», en International
Journal of Health Services, volumen 9, n° 2, 1979, págs. 295-311).
184 INDIVIDUALIZACIÓN DE LA DESIGUALDAD SOCIAL
sional, también se refleja este aspecto —esa característica del sistema for-
mativo alemán que, por ejemplo, en Estados Unidos no existe del mismo
modo.
Con esa función marginalizadora, tanto la escuela obligatoria como la
de educación especial se convierten en una guardería para los jóvenes que
no tienen trabajo. De modo que, en su calidad de «albergue juvenil», la es-
cuela ha quedado desplazada a un lugar intermedio entre la calle y la cár-
cel. El contenido de sus enseñanzas se reorienta en términos de terapia ocu-
pacional y consiguientemente la situación pedagógica de maestros y planes
de estudio quedan perjudicados en su legitimación. Se proyectan sobre ellos
las contradicciones de una «formación orientada profesionalmente que
conduce a la nada». En la medida en que la escuela ya no «ofrece» nada a
los alumnos, su autoridad se desmorona. Las reacciones anómicas de los jó-
venes se encuentran prefiguradas (de modo real o potencial) en ese tipo de
guetos formativos carentes de futuro profesional. Los signos más extrema-
dos y aparentes de eso son la violencia creciente hacia profesores, sobre todo
en grandes ciudades con índices de paro elevados y constantes.
Pero, paralelamente, la selección interna en la escuela obligatoria adquie-
re un tínico significado final: el paso a la escuela profesional o a los centros
de bachillerato se convierte en el salto a una «playa de salvación» de un fu-
turo profesionalmente poí/We. Lo mismo ocurre, por lo menos según sea el
tipo de titulación primaria, en el caso de la situación de partida en la com-
petencia para escasos puestos de enseñanza de los estudios de grado medio
y de bachillerato. La titulación de la enseñanza obligatoria cualificada dis-
tingue, en este sentido, entre diferentes grados de carencia de oportunida-
des. De ahí que las consecuencias para la situación pedagógica en la escue-
la obligatoria (así como para el conjunto del sistema escolar) no sea de un
único signo. Por una parte, según ya hemos dicho, los estudios obligatorios
en cuanto tales apenas si ofrecen oportunidades de ascenso en el sistema la-
boral. Por otra parte, representa la cima que es necesario escalar para atra-
par uno de esos escasos puestos de enseñanza. La «función necesaria» de
los títulos formativos también contiene estímulos para el rendimiento y un
potencial de disciplina que significan límites implícitos. El juicio negativo
del maestro amenaza con la inutilidad de llamar a la puerta de la sala de es-
pera de las oportunidades. Precisamente cuando el éxito formativo sólo
conduce a la zona gris de una posible (sub)ocupación, se produce el senti-
do negativo de una amenaza para la existencia material; la persecución de
buenas notas y resultados se convierte en la esperanza de «sustituir» esa es-
calera que conduce hacia abajo en la jerarquía social por el piso superior El
lema «no tienes ninguna oportunidad, aprovéchalo» se convierte en el prin-
cipio de supervivencia más realista.
La situación en los sectores superiores del sistema educativo —faculta-
des y escuelas universitarias— ha variado de un modo más sutil y menos
claro. La «^redistribución de oportunidades» significa aquí que los estudian-
tes ya no son capaces de dominar la planificación de estudios a largo plazo.
La crisis del mercado de trabajo y de la sociedad industrial les afecta menos
como pérdida de profesión que como pérdida de seguridad de encontrar un
DESESTANDARIZACIÓN DEL TRABAJO PRODUCTIVO 195
MARZO DE 2018
Condición de actividad
Ocupado/a Desocupado/a Inactivo/a Total
Trabajo reproductivo 17,9 20,8 16,0 17,5
Varón Trabajo productivo 47,2 0,0 0,0 35,0
Total 65,1 20,8 16,0 52,5
Así, el perjuicio en los ingresos femeninos se explica por la menor dedicación femenina en
términos de horas al trabajo remunerado, como contracara de la mayor dedicación al
trabajo no remunerado. El mismo fenómeno se constata cuando se observa la tasa de
actividad de mayores de 14 años (la proporción de la población que está inserta en el mercado
laboral): 69,8% es la tasa masculina y 47,9% la femenina.
En síntesis, el análisis de la brecha de ingresos es fundamental considerar la desigual inserción
en las tareas productivas y reproductivas. Los países que más éxito han tenido en cerrar la
brecha de género han extendido la provisión y extensión de servicios de cuidado mediante
guarderías públicas, geriátricos, apoyo a madres solteras y promoción de la crianza compartida
entre ambos progenitores. Por el contrario, el PRO se propone presentar un proyecto de ley
que no ataca la problemática de fondo (se centra exclusivamente en el precepto del artículo 14
bis de la CN “a igual tarea igual remuneración”) y reduce los recursos del Estado dedicados al
sostenimiento de las tareas de cuidado, tales como la falta de vacantes escolares en CABA y
Provincia de Buenos Aires, el cierre de cursos y escuelas, entre otros.
El empleo no registrado en las mujeres
Otro de los elementos que afecta negativamente los ingresos de las mujeres es la mayor
inserción de las mismas en empleos no registrados. En este sector, las mujeres representan el
36%, mientras que los varones sólo el 31% (EPH-INDEC II trimestre 2017).
Cuadro N° 2. Tasa de informalidad por sexo
Diferencia
Diferencia en
Periodo Varones Mujeres Total en puntos
porcentaje
porcentuales
II-2004 43% 53% 47% 10 p.p. 23%
II-2015 31% 35% 33% 4 p.p. 13%
II-2017 31% 36% 34% 5 p.p. 16%
Fuente: Observatorio de género de CEPA, en base a Encuesta sobre Trabajo No Remunerado y Uso del
Tiempo y EAUH 2013.
Cuando se observa la brecha de ingresos en el trabajo informal con respecto al trabajo formal,
queda de manifiesto el rol del Estado en dicha problemática: mientras que entre las
trabajadoras y trabajadores registrados la brecha ronda el 20%, entre las y los informales la
brecha se duplica, ubicándose en torno al 40%.
Gráfico 2. Brecha salarial trabajadores registrados y no registrados
Por otra parte, una de cada dos trabajadoras con empleo no registrado se inserta en el trabajo
doméstico, actividad casi completamente feminizada, donde el 98% de esta actividad es
realizada por mujeres. En este rubro, la diferencia entre formalidad e informalidad es
determinante: entre las empleadas domésticas formalizadas, el 26% es pobre, mientras que
entre las empleadas domésticas no registradas el porcentaje asciende al 48%. El salario por
hora de las trabajadoras domésticas no registradas representa el 75% del salario por hora de
las registradas.
Pero la mayor inserción femenina en la informalidad laboral es un factor de inequidad que
excede la brecha salarial. La menor tasa de formalidad afecta el acceso de las mujeres a la
salud, a derechos laborales básicos (vacaciones, aguinaldo, entre otros), restringe sus
posibilidades de participación sindical y también limita la posibilidad de contar en la vejez con
cobertura previsional. En este sentido, pueden reconocerse positivamente las moratorias
previsionales que permitieron la jubilación, hasta el año 2015, de 2 millones de trabajadoras y
trabajadores que no contaban con los aportes jubilatorios reglamentarios. El 86% de los
nuevos jubilados fueron mujeres.
En este sentido, el fin de las moratorias y creación de la pensión universal para el adulto mayor
(PUAM), afecta particularmente a las mujeres porque constituye el 80% de un haber mínimo
para los casos que no cuenten con aportes suficientes para lograr una jubilación de hecho. En
este sentido, las amas de casa, trabajadoras domésticas y demás trabajadoras no registradas
no podrán acceder a una jubilación. El bono que se les pagó a los jubilados como
“compensación” por el empalme de haberes con el cambio del coeficiente de actualización
también discrimina los ingresos de las mujeres. A los jubilados que hayan realizado aportes se
les entregó la suma de $750, mientras que a los que ingresaron al sistema por moratoria se les
entregará $375, aún menos.
Por su parte, la Asignación Universal por Hijo (AUH), ocupa un rol preponderante en los
ingresos de las trabajadoras informales con hijos, ya que es percibida mayoritariamente por
mujeres. Según la encuesta ENES (Encuesta Nacional Sobre la Estructura Social), el 38% de los
hogares donde conviven menores de edad perciben el beneficio de la Asignación Universal por
Hijo. El coeficiente de actualización de la AUH es el mismo que aquel que corresponde a las
jubilaciones, por lo cual la misma crítica cabe en uno y otro caso: el cambio con la aprobación
de una nueva ley previsional en diciembre de 2017 implica que la evolución y actualización de
los haberes sea inferior a la que habría operado con la anterior Ley de Movilidad del año 2009.
Penalidad en las profesiones de cuidado
La desigualdad salarial no es un factor asociado solamente a la cantidad de horas vertidas en el
trabajo reproductivo o la informalidad laboral. Cuando las mujeres efectivamente se insertan
en el mercado laboral formal tienden a concentrarse en profesiones asociadas al componente
de cuidado: docencia, sanidad y trabajo doméstico. Mientras que sólo el 6% de los varones se
insertan laboralmente en tareas de este tipo, el 62% de las mujeres se desempeña en estas
áreas.
Gráfico 3. Distribución según sexo de las ocupaciones
100% 94%
90%
80%
70% 62%
60%
50%
38%
40%
30%
20%
10% 6%
0%
Varones Mujeres
30% 28%
26% 25%
24% 23% 24%
25%
20% 18%
15%
15% 12%
10%
5%
0%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Si bien los hogares monoparentales representan sólo el 27% de los hogares con menores,
estos son el 66% de los hogares pobres y los que tienen jefatura femenina constituyen el 60%.
Gráfico N° 5. Distribución de hogares con ingresos por debajo de línea de pobreza y menores a
cargo
70%
60%
60%
50%
40% 34%
30%
20%
10% 6%
0%
Hogares monoparentales Hogares monoparentales Hogares biparentales
con jefatura femenina con jefatura masculina
A pesar de que los hogares con sólo una mujer al frente del hogar son la mayoría entre los
hogares pobres con menores a cargo, el parámetro que se utiliza para cuantificar las
necesidades básicas sigue siendo la familia tipo formada por un hombre trabajador, una mujer
ama de casa y dos niños pequeños. Esto es poco representativo para los hogares
monoparentales, ya que el hecho de que las mujeres carguen con todo el peso del cuidado de
menores las deja en una posición desigual para la generación de ingresos y se agrega un perfil
de necesidades básicas adicionales. Estos hogares requieren del servicio de guarderías y/o
niñeras mientras que tienen mayores costos logísticos, por las dificultades asociadas a la
necesidad de congeniar el cuidado de menores con la generación de ingresos para sostenerlos.
Desde las políticas públicas, puede reconocerse la importancia que la Asignación Universal por
hijo tiene para estas familias: el 47% de las mismas percibe la AUH en relación porcentajes
menores en los otros tipos de hogar. Sin embargo, una mirada de género sobre esta política
pública debería incluir montos diferenciales para las madres solteras (y padres también
aunque solo representan un pequeño porcentaje del universo) en virtud de los mayores costos
que acarrean por la necesidad de conjugar el trabajo reproductivo y productivo y la
informalidad laboral.
Gráfico N° 6. Distribución de la percepción de AUH según los tipos de hogares
50% 47%
45%
39%
40% 37%
35% 33%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
PSH Varón y PSH Mujer y Monoparental Monoparental
Cónyuge Cónyuge Varón Mujer
Fuente: CEPA en base a encuesta ENES (Encuesta Nacional Sobre la Estructura Social)
Además de los costos diferenciales que las mujeres tienen que enfrentar en función de su vida
reproductiva, existen otros costos ocultos y mucho más arbitrarios. El pink tax (impuesto rosa)
hace referencia al mayor costo que tienen algunos productos en su versión femenina. Realizar
la comparación no es fácil, ya que justamente existe diferenciación de productos, pero en
algunos casos como los expuestos en el Cuadro N° 5, se trata del mismo (o muy similar) con
versiones orientadas al público femenino, donde el precio sobre el producto masculino o
genérico representa entre un 5% y 100% más.
Un ejemplo clásico son las maquinitas de afeitar en versión femenina: en este caso hay un 47%
de sobre precio respecto de la masculina. Otro caso es el de la marca de yogures y productos
lácteos SER con propagandas fuertemente orientadas a las mujeres y un diseño femenino
(aportan calcio para las mujeres en menopausia, mejoran el tránsito intestinal en “esos días”,
son algunas de las temáticas de los spots). La diferencia entre la versión de SER y otra primera
marca (SANCOR), también ligth llega a 47%. Estas diferencias no se limitan a los productos para
mujeres adultas, sino que los orientados a niñas y adolescentes también vienen con pink tax.
Por ejemplo, una mochila en tela rosa cuesta un 100% más que la misma mochila hecha con la
misma tela y diseño aunque en color azul.
Tabla N° 5. Ejemplo de productos con precios diferenciales para la versión femenina
Definiciones
Brecha de ingresos:
La brecha se calcula como la diferencia entre los ingresos promedio masculino y femenino
expresado como promedio de los ingresos femeninos.
̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅
(𝐼𝑛𝑔𝑟𝑒𝑠𝑜𝑠 ̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅
𝑚𝑎𝑠𝑐 − 𝐼𝑛𝑔𝑟𝑒𝑠𝑜𝑠𝑓𝑒𝑚 )
𝑏= ∙ 100
̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅̅
𝐼𝑛𝑔𝑟𝑒𝑠𝑜𝑠𝑚𝑎𝑠𝑐
Los ingresos surgen de las encuestas de hogares relevadas por el INDEC. Según el tipo de
ingreso considerado y el universo al que se refieren surgen diferentes brechas:
Brecha de ingresos personales: surge de considerar todos los ingresos laborales y no laborales
que perciben las personas: salarios, jubilaciones y pensiones, rentas son ejemplos de ingresos.
Brecha de la ocupación principal: surge de considerar los ingresos de la ocupación principal de
los activos. Incluye además de ingresos salariales, los ingresos de los cuentapropistas y demás
remuneraciones de los activos ligadas a la ocupación principal.
Brecha salarial: surge de considerar los ingresos estrictamente salariales de los empleados en
relación de dependencia (registrados y no registrados).
Brecha salarial horaria: surge de considerar los ingresos salariales de los empleados en relación
de dependencia (registrados y no registrados) por hora trabajada.
Los diferentes cálculos de la brecha de ingresos muestran diferentes dimensiones de la
desigualdad o inequidad.
La brecha de ingresos personales, expresa el grado de inequidad en la distribución de los
ingresos de las personas (sean activos, inactivos, empleados o rentistas) y, por lo tanto, es
apropiada para analizar la desigual distribución del producto del trabajo (entendiendo el
trabajo en un sentido amplio y no solamente en relación de dependencia) entre varones y
mujeres. La brecha de ingresos salariales mide la desigual inserción de mujeres y varones
empleados (registrados o no) en el mercado del trabajo y la brecha salarial horaria por su
lado, sirve para analizar inequidades en la retribución del trabajo que no provienen de la
desigual distribución de tiempo trabajado, ya que se controla por dicho factor.
El Dipló: Mujeres y trabajadoras 1/3 19-10-2016 21:03:57
Mujeres y trabajadoras
Por Laura Oszust*
Bajo la consigna #VivasNosQueremos se realiza la segunda marcha en el año en contra de la violencia de género en el
país. En esta ocasión no sólo se reclama por la cantidad de femicidios que se registraron en el último mes sino que
también se puso en agenda la desigualdad laboral, reclamo expresado en el primer paro nacional de mujeres.
Esta jornada de lucha sostiene reclamos más específicos: las leyes ya existen por lo tanto se exige su cumplimiento y el
presupuesto para el mismo. Pero lo novedoso aquí es que la convocatoria posee dos instancias: paro de mujeres por una
hora de 13 a 14 horas y movilización a Plaza de Mayo. Esta primer acción de lucha es interesante, ya que coloca a las
mujeres en el lugar de trabajadoras y relaciona la violencia de género con la desigualdad laboral con el lema: "Si mi
vida no vale, produzcan sin mí".
El movimiento sindical y las medidas de fuerza, como el paro, están asociadas a la figura masculina. No resulta casual
que en la pelea por la reapertura de paritarias y la negociación por el bono de fin de año sea un triunvirato de la CGT
compuesto por hombres quienes intervienen en el tema, y que los principales gremios estén dirigidos por varones.
Luchas históricas
Si bien es el primer paro nacional de mujeres en Argentina, la lucha del movimiento feminista en el ámbito laboral
tiene una larga historia, en la que se conquistaron algunos derechos.
En 1909 los trabajadores de fábricas textiles de Nueva York realizaron un cese de actividades comandado por Clara
Lemich, dando origen al "Levantamiento de las 20 mil", en femenino debido a que entre un 60 y 70% de las empleadas
textiles eran mujeres. A partir de esa medida consiguieron la reducción de la jornada laboral, vacaciones pagas y
equiparación salarial.
En 1968 tuvo lugar en Inglaterra el conflicto de las trabajadoras de la empresa de automóviles Ford. Las únicas 187
mujeres empleadas que tenía la empresa trabajaban en la planta de la localidad de Dagenham y estaban clasificadas
como Grado A o de "Habilidades mínimas". Por este motivo su salario era significativamente inferior al de los varones,
y además las condiciones del espacio de trabajo eran insalubres. Estas trabajadoras se unieron y ante la negativa de su
delegado hombre para exigir cambios en su situación eligieron como delegada a Rita O´Grady. Ese año realizaron una
huelga de tres semanas con el lema: "Igualdad salarial o nada". Como consecuencia de esta lucha, en 1970 se aprobó la
Ley de Igualdad Salarial en el Reino Unido.
La experiencia vivida en Islandia en 1975 en el denominado "Viernes largo" es realmente importante. Ante la
desigualdad de los cargos legislativos (sólo el 5% de las bancas del Parlamento estaban ocupadas por mujeres), las
islandesas realizaron un paro en sus trabajos formales pero también en los trabajos no remunerados, como lo son las
tareas del hogar y el cuidado de niños o adultos. Tanto la modalidad de paro con el cese de actividades no rentadas
(que obligó a los hombres a llevar a sus hijos al trabajo) como la exigencia de la paridad en el ámbito legislativo son
discusiones que están vigentes este 19 de octubre.
Actualmente en Argentina, según explican las periodistas de Economía Femini(s)ta, Mercedes D´Alessandro, Magalí
Brosio y Violeta Guitart, las mujeres ganan un 27% menos que los varones. Al mismo tiempo las mujeres tienen doble
jornada laboral, ya que realizan el 76% del trabajo no rentado del hogar (1). En este sentido, según la Encuesta
Permanente de Hogares del INDEC en el tercer trimestre de 2013 (últimas estadísticas realizadas) en el hogar de una
pareja el 95% de las mujeres tuvo participación en el trabajo doméstico no remunerado y el 54% de los hombres
participaron de estas tareas. El tiempo promedio de dedicación en este período al trabajo no rentado fue de 7,6 horas en
las mujeres y 3,4 horas en los hombres.
La situación del empleo es un tema que preocupa, no sólo por la situación socioeconómica en general, sino porque la
desigualdad de género es alarmante. Según la Encuesta Permanente de Hogares, la tasa de empleo remunerado para las
mujeres es del 43% frente a un 67% para los varones (2).
Además las mujeres tienen obstáculos para acceder a cargos directivos y subir su jerarquía. Este es el llamado "Techo
de cristal", la limitación de las mujeres a acceder a puestos superiores en una institución. En Argentina sólo un 4% de
las empresas grandes y pymes están dirigidas por mujeres, y en el Estado nacional ocupan un 22% de los cargos de
conducción política, como subsecretarías, secretarías y ministerios, en el gobierno de Mauricio Macri (aunque las cifras
fueron las mismas durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner) (3). En cuanto al ámbito académico, el 60%
de las becarias del CONICET son mujeres pero sólo un 25% llegan a ser investigadoras superiores o principales.
Siguiendo a las especialistas de Economía Femini(s)ta, esto se debe a la maternidad, no sólo a ser madre sino a la
posibilidad futura de serlo. Como se menciona anteriormente, las mujeres realizan la mayor parte del trabajo doméstico
(el cual incluye el cuidado de los hijos) y por eso es la mujer quien tiene que compatibilizar los dos trabajos, el
remunerado y el no remunerado. En este sentido la autora de Mujeres malabaristas en una sociedad desigual y doctora
en Ciencias Sociales, Eleonor Faur, afirma que se deben proveer servicios de cuidado infantil gratuito desde el Estado
y que es necesario comenzar a "comprender la cuestión del cuidado no como un problema personal sino como un
problema público" (4). Se puede observar además que el sistema laboral reconoce su carácter patriarcal al dar sólo dos
días de licencia por paternidad, hecho que refuerza la asimetría.
Por último, los estereotipos y prejuicios de género colaboran en la permanencia del "Techo de cristal". Pensar en un
jefe como varón asociado a la resolución, practicidad, simpleza, dureza, no emocionalidad, ubica a la mujer en un lugar
de inferioridad de capacidades para ejercer autoridad. La representación de estos roles de género en publicidades y
otras producciones de medios de comunicación refuerzan la brecha.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional reconocen que la igualdad de género en el plano laboral
favorece el crecimiento económico y el desarrollo de los países. Es importante que desde el Estado, a quien va dirigido
el reclamo de este 19 de octubre, incluya este tema en agenda. La obligatoriedad de la educación a partir de los 4 años
es un gran avance pero la falta de instituciones que alberguen a esta población y la poca cantidad de escuelas con doble
escolaridad son obstáculos para empezar a reducir esta desigualdad. Además debe ejercerse un control para la
igualación de salarios y licencias. Este primer paro nacional de mujeres, que se replicará en otros países de América
Latina, será la punta de lanza de esta demanda, visibilizando no sólo las muertes sino la situación precaria de las
Por Laura Oszust* -2- Edición Nro 208 - Octubre de 2016
El Dipló: Mujeres y trabajadoras 3/3 19-10-2016 21:03:57
mujeres en el mercado laboral. Las luchas de Nueva York, Dagenham e Islandia sirven de ejemplo de que es posible
romper la asimetría.
2. www.trabajo.gov.ar
3. http://w4000416.ferozo.com/rompamos-el-techo-de-cristal/
4. "El problema invisible", por Eleonor Faur, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, septiembre de 2015.
Jaime Breilh
2003
511L\JD
PKODlILMII
NUEVA ÉPOCA lAÑo 5 I NÚMERO 8I JUNIO DE 2000
Jaime Breillt Eficacia del poder, retroceso del derecho y degradación del trabajo.
El escenario regresivo de la salud laboral en América Latina
Reselia del libro de Osear Betancourt por Para la enseñanza e investigación de la salud y seguridad
Carolina Reynaldos Quinteros en el trabajo
EDITORIAL
ARTíCULOS
Jaime Breilh. Médico cirujano (Universidad Central de Jorge Ignacio Sandoval Ocañll. Licenciado en Psicología
Ecuador, ueE), Maestro en Medicina Social (UAM-X) y en la ENEP-Zaragoza, UNAM. Maestría en Psicología del
especialista en epidemiología y estadística (Escuela de Trabajo, Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma
Higiene y Salud Pública, Univesidad de Londres). Profesor- de Querétaro. Diplomado Binacional México-Cuba en
investigador de las maestrías en Investigación y Diagnóstico Psicolaboral. Profesor Asociado "e" Tiempo
Administración en Salud y Salud Ocupacional de la Facultad Completo Definitivo en el área de Psicología Social de la
de Ciencias Médicas (ueE), fundador y primer director Carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores
ejecutivo del Centro de Estudios y Asesoría en Salud de Zaragoza. Líneas de trabajo: Integridad-alteración mental y
Quito, Ecuador, del cual es miembro activo. Ha recibido trabajo, psicología del trabajo. Asesor sindical en salud en
diversos premios y reconocimientos por su trabajo de el trabajo. Integrante de la Sociedad Mexicana de Medicina
investigación y docencia, forma parte del consejo editorial del Trabajo.
de prestigiadas revistas internacionales, es asesor y
consultor de diversos organismos nacionales e Alfredo Guerrero Tapia. Licenciado en Psicología por la
internacionales y tiene una extensa obra publicada tanto en Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor de
Ecuador como en el extranjero sobre teoría, metodología y tiempo completo en la Facultad de Psicología de la UNAM.
resultados de investigación de las relaciones entre las Profesor invitado en la Maestría de Psicología del Trabajo
ciencias sociales y la salud. de la Universidad Autónoma de Querétaro y en la Maestría
de Psicología Social de la Benemérita Universidad Autónoma
Martín Acosta Fernández. Licenciado en Psicología. de Puebla. Creador de la Maestría en Psicología del Trabajo
Universidad de Guadalajara. XIV Generación 1982-1986. de la UAQCoautor del libro Psicología del trabajo. Nuevos
Diplomado en Docencia Universitaria. Universidad de desarrollos teórico-empíricos. Ha publicado diversos
Guadalajara 1991. Maestro en Psicología del Trabajo. artículos de psicología educativa, política educativa,
Universidad Autónoma de Querétaro. IV Generación psicología laboral y psicología social. Actualmente realiza
1992-1994. Institución laboral: Centro Universitario de investigaciones en el campo de las representaciones sociales
Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara. y la psicología política.
Departamento de Ciencias Sociales. Departamento de
Psicología Básica. Líneas de investigación: Salud mental en Susana Martínez Alcántara. Licenciada en Psicología,
el trabajo. Desempleo y Salud Mental 1998. Estudio Escuela Nacional de Estudios Profesionales-Zaragoza,
Binacional México-Venezuela sobre Economía Informal y 1977-1981. Maestra en Medicina Social. Universidad
Salud Ocupacional en colaboración con la Universidad de Autónoma Metropolitana-Xochimilco. 1986-1987.
Guadalajara y la Universidad Nacional Experimental de Actualmente es Profesora-investigadora de la Maestría en
Guyana. Enero 2000. Ciencias en Salud en el Trabajo. Universidad Autónoma
Metropolitana-Xochimilco. División de Ciencias Biológicas
Esther Moncarz. Licenciada en psicología, egresada de la y de la Salud. Departamento de Atención a la Salud. Docente
Universidad de Buenos Aires. Integrante de la mesa de la Maestría en Psicología del Trabajo de la Universidad
coordinadora de la Red Nacional por la Salud de la Mujer- Autónoma de Querétaro, en la Facultad de Psicología, desde
Argentina. Psicóloga clínica. Coautora de Estudios sobre la 1989. Líneas de investigación: Desde 1987 Salud de los
subjetividadfemeflina y El malestar de las mujeres. Autora trabajadores, con énfasis en el campo de la Salud Mental en
de La crisis de infertilidad y fas técnicas de fertilizacion el Trabaj o. Parti c ipaci ón en diversos proyectos de
asistida. Vivir cansada. Docente invitada en diversas investigación realizados en el sector siderúrgico, refresquero,
cátedras de grado y posgrado. periodístico y en el sector docente básico y universitario.
Eficacia del poder, retroceso del derecho y
degradación del trabajo
El escenario regresivo de la salud laboral en América Latina
( Jaime Breilh )
que ya empezó un camino en la VIII Conferencia del 86 y la regulación estatal de las relaciones laborales, por la
otros eventos, que concretó conquistas jurídicas en la regulación automática basada en el miedo al desempleo y el
Asamblea Constituyente del 88, a través de una neodespotismo del capital en los centros industriales, por
representación federal democrática -a la que me honro en ejemplo; la presión a los países periféricos para el abandono
acomp~ñar en este mesa directiva- y que ha plasmado de políticas de protección del mercado interno en función de
avances legales de importancia que alientan nuevas economías hacia fuera; el impulso agresivo de una política
conquistas. de privatizaciones; y la reducción y focalización del gasto
social.
El trabajo es el gran mediador entre los seres humanos y
la naturaleza, así como entre los seres humanos y la Desde esa perspectiva, la tesis de que el crecimiento
realización de sus necesidades y de sus sueños, por eso, económico es por sí mismo una fuente de bienestar y trabajo,
cualquier encuentro como éste, que se plantee el desafío de encuentra en la realidad latinoamericana su más importante
construcción de un modelo para la salud en el trabajo, está mentís. Como se podrá constatar del panorama expuesto por
afrontando, primeramente, un problema humano social y sólo Vilas (1999), a pesar de que en el periodo 1991 a 1997 la
en segundo lugar un problema técnico y político. De ahí economía capitalista creció en 20%, casi triplicando los
que, apartándome un poco de los asuntos más específicos índices de la década anterior, dicha expansión de su
de mi oficio de epidemiólogo, abriré esta intervención a los productividad, contrasta con un rápido deterioro de las
asuntos del contexto social. condiciones de vida en medio de un acelerado
empobrecimiento masivo y mayor inequidad social, al punto
El capitalismo tardío: inequidad, centralización del poder y que los indicadores más recientes de dicho deterioro son
pérdida de derechos aún peores que aquéllos que se calcularon para la crisis de
los ochenta.
A estas alturas de la década, existen muchas contribuciones
científicas de enorme valor para comprender aquello que ha El paso de una época en que el empleo era asumido, por
dado en llamarse globalización o mejor qicho, capitalismo lo menos teóricamente, como un derecho del que además se
global. Además, como acontece con todo nuevo fenómeno desprendían los demás derechos sociales y el acceso a los
histórico de magnitud, se ha levantado una controversia servicios públicos, hacia una era de desregulación y
interpretativa. Sin pretender abordar exhaustivamente tales precarización laboral, pérdida de los derechos y de
formulaciones y debates -para los fines de este encuentro- la protección pública -como supuestos lastres para la
voy a resaltar primero el contexto socio histórico en que se competitividad- significó un mayor descalabro de la ya
implanta en América Latina y luego los hechos escuálida calidad de vida latinoamericana, poniéndose una
caracterizadores especialmente ligados a las condiciones de vez más en evidencia que el incremento de la inequidad no
trabajo. es una inesperada consecuencia de los cambios producti-
vos y políticos de esta década, sino uno de sus más claros
Escenario Latinoamericano: crecimiento sin empleo y la efectos.
rentabilidad del desempleo
Para 1997 según la fuente citada, alrededor del 50% de los
La base de los cambios estructurales que se fueron latinoamericanos se encontraban viviendo en la pobreza,
construyendo desde la década anterior es el neoliberalismo. bajo una distribución que desmiente la supuesta ruralidad
Valenzuela (1991) en un visionario ensayo sobre el de dicha pobreza pues en números absolutos hay más po-
neoliberalismo, distinguió los procesos de las esferas de la bres en las ciudades, aunque persistieran mayores
circulación y en la política que hicieron posibles los cambios porcentajes en el campo; urbanización de la pobreza que no
de los sistemas productivos y del trabajo: en primer lugar, un se corresponde a índices migratorios ya estabilizados desde
proceso de liberalización radical de ciertos elementos del años anteriores sino que es más bien una pobreza nueva,
mercado -por ejemplo el aperturismo impuesto a los países alimentada por asalariados y clase media empobrecidos.
de la periferia y la liberación de todos los precios de sus
bienes de consumo, en contraste con un cerrado control del La desigualdad de ingresos y propiedad es de tal
precio de la única mercancía que nunca se liberó, la fuerza de magnitud que supera los contrastes de sociedades
trabajo; una sustitución de la intervención reguladora desde convencionalmente reconocidas como de extrema inequidad
el Estado por la intervención directa corporativa de los tales como la India, Tanzania y Uganda. Así por ejemplo, el
monopolios (oligopolios), tanto en los espacios del mercado índice de concentración de Gini de América Latina es 7%
como en los propios centros laborales, es decir, el cambio de más alto que el de Africa y 40% más alto que el de los países
desarrollados. En el caso del Brasil, con un PIB/habitante informales para complementar sus ingresos como signo del
promedio nueve veces mayor que la India, presenta poli-empleo caracterizador de los apuros de supervivencia
indicadores de desigualdad diez veces peores que dicho en el capitalismo actual.
país.
El tema del poli-empleo formalmente reconocido, esconde
Justamente en los tres países destacados como líderes de el eterno poli-empleo que han desempeñado las mujeres
las reformas neoliberales -Argentina, Chile y México- es desde siempre, cubriendo sin remuneración la segunda
donde se encuentran los índices más altos de concentración jornada del trabajo doméstico, cuya invisibilidad para
del ingreso de la región. Yen el área metropolitana de Sao la ideología de género preponderante, no puede esconder la
Paulo que ha sido la gran irradiadora de desarrollo capitalista magnitud de su importancia en la reproducción de la sociedad
del Brasil, el porcentaje de familias pobres creció de 39% en en su conjunto y, además, su peso en la determinación de
1990 hasta47% en 1994, según estimaciones conservadoras. condiciones de trabajo con sus consecuencias para la salud,
las cuales han recrudecido en los años recientes.
Uno de los mayores contrasentidos de la llamada Precisamente Santana et al (1999) ejemplifican el deterioro
modernización de los noventa se pone de manifiesto de la salud laboral femenina en el sector informal en Brasil.
precisamente en el sector laboral; gracias a dichas reformas
se han agravado los ya antes deteriorados perfiles de los Lo que Vilas (1999) hace notar con razón es que en muchos
ochenta y los contrastes sociales ligados a una profunda de nuestros países, casi más que una destrucción del ~mpleo
segmentación del mercado de trabajo. se ha dado una degradación de las condiciones del irabajo.
Ya veremos luego que con la flexibilización, esa degradación
Como resultado de esa dinámica regresiva el desempleo tiene velocidades distintas en los dos contextos laborales
se ha incrementado, lo que se pone de relieve en algunas principales: el de las empresas integradas a la dinámica de la
tendencias significativas. En estados modernizadores como globalización y el de los espacios ligados a los mercados
el argentino, a la par que la productividad creció en el 50% locales.
en los noventa, el desempleo abierto lo hizo paralelamente.
Asimismo, una acumulación acelerada del sector informal en Las políticas de Estado en la mayor parte de casos
América Latina, concentra el 87% de los puestos creados de alimentan la crisis del trabajo y representan la contraparte
1990 a 1995 y así supera el ya alto 80% que existía antes. política del poder económico. El desempleo estructural es
una necesidad de reproducción del sistema y resulta un
Las estadísticas promediales de algunos países disfrazan negocio redondo, ya que contribuye a sostener en niveles
el deterioro, como es el caso de Chile que, de 1992 a 1994 bajos el precio de la fuerza de trabajo -que es el arma
mejoró muy discretamente el salario real, pero en cambio, fundamental de competitividad del capitalismo periférico- y
mostró un claro ascenso del porcentaje de familias que viven además, favorece la contención y vaciamiento de la fuerza
de ingresos menores al salario mínimo vital, el cual subió de sindical o de las organizaciones laborales, porque el
48% al 67 porciento. desempleo garantiza la sustituibilidad de la fuerza de trabajo
en contextos productivos de baja calificación, como son la
También las reformas de la producción industrial que mayoría de los latinoamericanos tal como veremos después.
analizaremos luego en profundidad, denotaron una Si a lo anterior se añade el papel de los nuevos gestores del
tendencia regresiva, acentuándose la terciarización, tanto Estado para desmantelar las modalidades de desaHollo hacia
a expensas de un crecimiento del sector tradicional de ese el mercado interno, y favorecer el aperturismo de nuestro
componente como de los modernos servicios para- mercado a los productos externos, y si se recuerda además
empresariales. que los actores del Estado han trabajado diligentemente en
el campo jurídico por el cambio del modelo tripartito de
Una fuente de deterioro laboral ha sido también la pérdida regulación del trabajo (empresa-trabajadores-gobierno) hacia
masiva y deterioro del empleo público. un mecanismo binario (empresa-gobierno) o peor aún por
una desregulación que favorece las decisiones unilaterales
Otra tendencia que marca el retroceso social es el de las empresas, se comprende aún más la orientación contra
borramiento progresivo de las barreras entre los sectores el empleo de las políticas estatales. En otras palabras, los
formal e informal, pues las empresas tienden a incorporar estados latinoamericanos en la etapa neoliberal, al igual que
formas de trabajo informales como parte de la flexibilización en otros tiempos han representado los intereses de las clases
que estudiaremos adelante y, a su vez, los trabajadores del dominantes en una sociedad pero ahora lo hacen sin las
sector formal se ven obligados a recurrir a actividades mediaciones y sin los suavizamientos del keynesianismo.
En resumen el escenario de América Latina, constituido inoperantes en medio de la trama estructural de una
como el de perfiles más graves en el mundo desde la década privatización de la vida que hasta ahora dejamos pasar.
anterior, es el contexto en que tienen que comprenderse los
problemas más recientes de la reestructuración productiva y El capitalismo tardío cuyo eje de gravedad radica en Norte
la flexibilización. América, fija ahora las normas que las máquinas de la
comunicación y la guerra hacen respetar. Desde la Casa
El nuevo orden global del capitalismo, la flexibilización y la Blanca imperial y desde los polos de poder universal se
degradación del trabajo establecen los criterios y referencias de una hegemonía
global, mil veces reproducida por la prensa y, también, por
Si la realidad de los pueblos latinoamericanos era ya amarga que no decirlo, por la imitación o la aceptación funcional en
en décadas anteriores, el vértigo de la hiper-explotación congresos, seminarios y otros espacios de encuentro. Y
humana en los años más recientes es el desafio más complejo cuando la persuasión no es suficiente, entonces el destino
que haya enfrentado el pensamiento humano libre y la ética manifiesto se impone por medio de la tecnología de la guerra
de la responsabilidad. Por eso, es vital para este encuentro para hacer respetar una supuesta "odisea norteamericana"
trascender una racionalidad tecnocrática y empaparse de la que nos es impuesta como paradigma de moral y de una
realidad del trabajo con un profundo sentido crítico. Nada cultura para todo el mundo. No es una simple coincidencia
ganaríamos con volver a nuestros espacios de acción con que, justamente cuando escribo estas reflexiones llegue una
un recetario para la cosmética de las actuales condiciones carta de Mary Ashford, Vice-presidente de la asociación
de trabajo degradado, pues tenemos que negarnos internacional de Físicos por la Prevención de una Guerra
frontalmente a aceptar como "natural" o "inevitable" ese Nuclear denunciando el peligro inminente de un tercera
tipo de labor. guerra mundial que ha sido ocultado por los medios.
En efecto, desde el lado humano de la humanidad, Los trabajadores del mundo enfrentan entonces, la doble
atestiguamos perplejos la multiplicación de las formas más encrucijada de los peligros de esa guerra externa y también
dolorosas del sufrimiento de la población laboral. A la vez los de la guerra interna que, como veremos, les ha planteado
que las maravillas de la ciencia y las de la tecnología hacen el neoliberalismo en sus propios sitios de trabajo, fenómenos
posible la informatización productiva y la comunicación evidentes de los cuales no podemos tomar distancia y
global instantánea, la teleinformática y los h ipermedia están refugiarnos en un academicismo elegante.
siendo utilizados en contra del ser humano y del trabajo. Es
la vocación lucrativa del sistema capitalista que termina Podrían distinguirse dos grandes periodos en la economía
convirtiéndose en estupidez y ceguera institucionalizadas, monopólica del siglo xx: la que corresponde al capitalismo
y acaba empuñando las armas de la tecnología contra la fordista (hasta mediados de los ochenta) y la que ha dado en
propia humanidad, y a favor de un proceso insólito de conocerse como posfordismo, posindustrialismo, capitalismo
concentración-exclusión de la riqueza del mundo y de neoliberal o tardío, desde entonces. Tanto en el uno como
destrucción de la naturaleza. Es como si el egoísmo esencial en el otro periodo ha existido una "economía mundial" o
que siempre encarnó el capitalismo, experimentara una "internacionalizada" y un comportamiento imperialista de
especie de destape, ahora que su primacía puede operar los grandes centros del poder pero es necesario distinguir
coyuntural mente sin control efectivo; y a momentos, esto profundos cambios y aclarar algunos términos.
nos crea la sensación de que vivimos bajo la ley del instinto
con el agravante de que, como nos hace recordar Saramago, El fordismo perfeccionó el proceso que se había estaba
"el instinto de los animales por lo menos defiende mejor la forjando desde la Revolución Industrial y el Capitalismo de
vida que nuestra razón, que, por el contrario, ha servido para la Gran Industria del siglo pasado para transformar a los
dominar, humillar y expfotar a otros". Es también como si nos trabajadores manufactureros que sabían su oficio y controlar
viéramos obligados a testimoniar un proceso de "suicidio sus técnicas, sus tiempos, las formas de organización y
colectivo" y nos estuvieran negando el derecho a réplica; coordinación de las tareas, por medio de lo que dio en llamarse
cuestión que no es nueva bajo el capitalismo, pero que ahora la organización científica del trabajo o taylorismo en grandes
eclosiona sin control y se hace visible con relieves inéditos, centros industriales que fue para ese momento la piedra de
en momentos en que aun los medios de comunicación masiva toque de la productividad. Según Lipietz (1998) el pico de
lucran con la industrialización de las imágenes de guerra y este periodo se dio en los años sesenta y constituyó para
violencia, mientras las organizaciones sociales y las los obreros una fase de legislación laboral garantizada por el
entidades de defensa colectiva permanecen congeladas por Estado de Bienestar y bajo normas estables de la relación
el miedo, debilitadas por su fragmentación o simplemente laboral. Era una etapa que por ese motivo ha sido descrita
una como keynesiano-fordista y en la cual la forma de acumulación. En el marco de su interpretación, este autor
acumulación y de regulación se asentaron en gran medida insiste en que no hay realmente un contraste rígido entre el
en los estados nacionales. En América Latina, el fordismo se periodo fordista y posfordista, y que tampoco podría
lorte implantó limitadamente, sobre todo en los sectores de atribuirse al fordismo una relación con un proyecto de
e la sustitución de importaciones, pues en las amplias masas de acumulación capitalista nacional ni con el Estado Benefactor.
:asa semi-asalariamiento y de trabajo marginal tales procesos y Sostiene por último que el periodo keynesiano-fordista no
ti se garantías o estuvieron ausentes o estuvieron presentes en fue menos globalizante, pues a continuación de las guerras
onía medida muy limitada. económicas de la II Guerra Mundial, la globalización ya había
, por ocurrido durante los cincuenta y sesenta, recuperando el
llen Al final de los sesenta y en los años setenta el modelo terreno perdido durante la guerra.
). y keynesiano-fordista entró en crisis. Tal acontecimiento ha
,tino merecido explicaciones contradictorias y propuestas Astarita (1999) contribuye con un incisivo análisis a aclarar
¡erra encontradas. aún más el panorama de los trabajadores cuando sostiene
ana" que no se trata simple y llanamente de una era de depredación
una Teóricos como Hirsch (1991) han explicado el declive del por el capitalismo financiero como "dinero salvaje", y de
:ncia fordismo y la emergencia del neoliberalismo global como el anarquía que hubiera desbordado los estados nacionales y
: una producto de una crisis estructural de reducción de las roto la regulación keynesina estatal, ni se trata, según él, de
Ición ganancias del capital en los países metropolitanos, una que la contradicción capital-trabajo haya sido desplazada
¡erra creciente desestabilización de los mecanismos institucionales por el antagonismo de las finanzas y las sociedades civiles
'cera de regulación y una crisis financiera con excesos de liquidez excluidas. No es así, según este autor, porque el control
ocasionados por el estancamiento económico. El financiero impuesto en países como China, Indiay Chile, no
agotamiento de la tecnología fordista, habría desencadenado ha impedido que en estos países persistan niveles altos de
loble la tendencia declinante de las ganancias y al rápido sobreexplotación; todo lo cual pone en evidencia que el
lbién crecimiento del capital financiero. Lo que estaría vinculado proceso de fondo de la crisis actual es la desvalorización de
eado con la aparición de formas tayloristas en los países asiáticos, capitales, es decir, la existencia de desvalorizaciones masivas
lenos Brasil y México, y con la ineficiencia del taylorismo, su rigidez que redefinen las relaciones empresariales del mundo, y
;ia y e incapacidad de responder ágilmente a una demanda permiten que las compañías, especialmente norteamericanas,
cambiante. Circunstancias éstas que llevan a este autor a en cuidadosa articulación con el Fondo Monetario
sostener que en la globalización el Estado, al cual le asigna Internacional, y en contubernio con los grupos de poder de
omía ahora el nombre de Estado de Competencia, queda cada vez nuestros países, estén comprando a precio de oferta los
ismo más dedicado a asegurar el espacio nacional como bienes estratégicos de los estados más pobres:
jo en localización del capital productivo, es decir, a ofrecer en Chossudovsky (1999) ejemplifica como un plan de saqueo,
lismo competencia con otros estados, las condiciones más cuidadosamente orquestado, el asalto a la reserva monetaria
;omo favorables para el capital móvil global, atraerlo a su playas y del Brasil ocurrido en enero pasado, y nosotros sabemos
al" o retenerlo en su territorio. Desde esta forma de ver las cosas, que en todos los países periféricos se ha forzado la venta de
,ta de la confrontación social contemporánea es esencialmente un bienes públicos a precios irrisorios.
nguir conflicto entre fracciones del capital para lo cual la "cuestión
obrera" sería una insignificancia y el conflicto social un proceso El hecho es que, volviendo al tema del fordismo, y sea
demasiado fragmentado como para producir un impacto cual sea la explicación sobre el verdadero sentido histórico
:staba democratizador, por lo cual estaríamos irremediablemente de su crisis, han ocurrido cambios profundos de la estructura
no de condenados a una democracia de baja intensidad, en cuyo capitalista que debemos entender, antes de pensar en salidas
a los seno sólo cabría un reformismo institucional para crear formas para los trabajadores.
trolar de control de la explotación del trabajo.
ión y El capitalismo tardío busca penetrar en las distintas
marse Otros pensadores contemporáneos alimentan una visión estructuras productivas mediante un doble proceso de
andes distinta. Así, Bonefeld (1999) por ejemplo, insiste en que no purificación y de recomposición productiva. En efecto,
Ira de se trata ahora de una simple contradicción entre las fracciones Jameson (1994) llamó la atención sobre la purificación del
co de del capital financiero y productivo, sino más bien de una capitalismo, como una intensificación de su lógica y la
I para disociación entre la acumulación productiva y monetaria, penetración del mercado en los últimos enclaves de
porel una oposición entre el trabajo como fuente de valor y la resistencia, tales como la cultura. A lo cual tendríamos que
lación acumulación monetaria de riqueza; en condiciones en que el añadir un proceso de apropiación en espacios que, según el
:scrita trabajo ya no proporciona los valores relativos para la pacto de posguerra, se habían mantenido al margen de lo
2000 Eficacia del poder, retroceso del derecho y degradación del trabajo 11
ARTÍCULO
mercantil, como los derechos laborales; una apetencia que por trabajadores a los que la pérdida de estabilidad induce a
se explica porque la antes mencionada tasa decreciente de un fuerte individualismo. La empresas por su parte,
ganancia y la crisis de acumulación requieren la conquista encuentran en la subcontratación de riesgos la salida para
de espacios nuevos de rendimiento económico por parte de invisibilizar los procesos de degradación laboral.
los grandes empresarios y la privatización de las áreas
sociales para lograr el doble efecto de desmantelar los Entonces, las grandes empresas han trasmutado
programas estatales del área social y convertirlos en radicalmente su estructura, descentralizándose en pequeñas
lucrativos negocios. Como lo destaca Laurell (1997) para el empresas, convertidas en una red de interconexiones en la
caso latinoamericano, las privatizaciones de las actividades que sus partes, de gran dinamismo y capacidad de
del bienestar social, la educación y la salud son apetecidas adaptación, trabajan interconectadas como una unidad en
porque llegan a representar importantes rubros económicos tiempo real a nivel planetario.
que van del 13% al 45% del PIB, motivo por el cual son un
bocado seductor para los mecanismos lucrativos, así como Como lo explica Castells (1999), a pesar de que más del
también un rubro significativo para el financiamiento de la 80% d~ la mano de obra del mundo trabaja en mercados
crisis fiscal, sacado de los bolsillos de los pobres. locales, y a pesar de que una considerable parte de los
ahorros no circulan globalmente, lo que sucede ahora es
El segundo proceso de recomposición productiva que las empresas monopólicas dirigen mediante conexión
consiste en un conjunto de estrategias que se han aplicado instantánea las redes, de tal forma que la dinámica, la
de manera desigual y combinada según los diferentes países. situación y el funcionamiento de las economías de todos los
países dependen de la conexión con ese núcleo central. La
Los nuevos vientos de competencia capitalista empresa matriz sigue siendo la unidad de capital, la unidad
determinaron que no sea la calidad el único instrumento de jurídica, la de estrategia financiera pero cada segmento, cada
competitividad, sino una flexible adaptabilidad ante la unidad, cada mercado nacional, cada departamento trabajan
demanda, frente a lo cual los centros de poder adoptaron con gran autonomía. Un proceso en que la informatización y
dos tipos de estrategias: o la flexiblización del trabajo, típica la teleinformática son cruciales porque garantizan la
según Lipietz (1998) de los capital istas del Atlántico: Estados instantaneidad de los procesos de coordinación y unidad
Unidos, Inglaterra, Francia y España; mientras las empresas de mando de las empresas-red. La red pone juntos varios
de los países continentales de Europa como Alemania, Italia elementos, vari'as personas, varios segmentos de la empresa
del Norte, Suiza, los países nórdicos, así como Japón --donde o varias empresas para hacer algo juntos con la ventaja de
se ha dado la estrategia llamada toyotista- adoptaron flexibilidad, adaptación rápida a la demanda e incluso
predominantemente la estrategia de redireccionar el posibilidad de inmediata disolusión ante las bajas de demanda
taylorismo y reorganizar el trabajo por medio del con lo cual se superan las rigideces del modelo fordista.
involucramiento de los/as trabajadores/as, lo cual, aunque
disminuye discretamente el control del capital sobre el trabajo La ciencia y la tecnología se constituyeron desde el siglo
e implica inversiones de capacitación, en cambio asegura pasado en fuerzas productivas pero ahora el conocimiento y
productividad a cambio de estabilidad. la instantaneidad de la información son la base de la
productividad, de la competitividad y del manejo social. Las
Para el caso de los países de Europa con una más agresiva nuevas tecnologías de información permiten la velocidad, la
flexibilización se describen en años recientes incrementos flexibilidad y la adaptación inmediata estratégica.
notables de indicadores de segmentación de las condiciones
de trabajo y precarización del empleo, con ascenso en las Pero aquí cabe resaltar un punto clave para el problema
formas de contratación a tiempo parcial y otros retrocesos, que nos ocupa. Esa descentralización, esa activación
más pronunicados en las empresas pequeñas, las cuales a formidable de recursos y redes de comunicación, esa potencial
su vez registran niveles más altos de accidentabilidad que disponibilidad planetaria de información no llevan a la
revelan el impacto de dicha segmentación desigual y democratizac ión de nuestras soc iedades ni de I orden
sobrecarga de las condiciones de trabajo (Blanco, 1999). internacional, sino por el contrario a lo que Mclaren (1997)
Así, en el citado país, el índice de siniestralidad grave del denomina la implosión de la centrafización y una inédita
trabajo en las empresa pequeñas -menores de 50 asalariados- concentración de poder de decisión. No porque la
por cada mil accidentes en 1995 fue de 19.6, mientras que ese información y su base tecnológica lleven por sí mismas a tal
indicador fue de 13.3 por mil en las empresas mayores; concentración, sino porque su lógica determinante es el
asimismo, la tasa de accidentes fatales fue 30% más alta. productivismo y el enfrentamiento privado, lo que genera
Condición que es aceptada con una pasividad resignada, formas de saturación comercial de los datos e información
luce a vaciada de contenido integrador, que hacen parte del ciclo • Flexibilización numérica: ajuste del número de empleados
¡arte, alienante de los aparatos de dominación cultural. a la demanda fluctuante.
1 para • Flexibilización salarial: recálculo del salario en función
La flexibilización en América Latina: penetración desigual de productividad y no de antigüedad.
y combinada • Flexibilidadfuncional: recambio del tipo de uso de la
Itado fuerza de trabajo en los procesos productivos,
ueñas La penetración en los distintos países de la lógica del especialmente el trabajo polivalente y la movilidad interna
en la capitalismo tardío y la recomposición de sistemas entre puestos, departamentos, turnos y horarios.
Id de productivos es muy he:erogénea como lo demuestran varios
ad en estudios recientes como los de Caste 11s (1999) Y Blanco (1999) Las expresiones regionales y sectoriales de la flexibi-
en Europa; los de Loomis (1997) y Smith (1999) en lización muestran una heterogeneidad que es producto, ya
Norteamérica; y especialmente el importante estudio De la sea de las distintas necesidades estratégicas de los
ás del Garza y Bouzas (1998) en México, en los que nos hemos empresarios, del tipo de capitales involocrados, de su
cados sustentando para esbozar un panorama de los patrones de vocación y capacidad exportadora, así como de las
le los flexibilización bajo el modelo de desarrollo altamente tradiciones sindicales y experiencia de lucha existentes en
)ra es inequitativo, desigual y combinado del capitalismo tardío en cada sector. En el caso mexicano por ejemplo, estudiado por
exión el mundo y especialmente en América Latina. De la Garza y Bouzas (1998), se encontró como lo muestra el
ca, la siguiente cuadro, que la flexibilización se concentra
os los Ya hemos comentado suficientemente los resultados del especialmente en las grandes empresas privadas y en las
al. La fracaso de la flexibilización neoliberal y su complicidad en la públicas privatizadas.
nidad exclusión masiva de trabajadores que ha llegado a acumular,
,cada según un informe reciente de la OIT (1997), mil millones de Cuadro 1
Ibajan desempleados y subempleados en todo el mundo, es decir
Flexibilidad laboral en México según
ción y un escalofriante 30% de la fuerza de trabajo.
tipos de er.npresas
:an la
.nidad A diferencia de otras regiones en América Latina, la Tipo de Flexibilidad
varios desregulación del trabajo -uno de los componentes de establecimiento Baja Media Alta
'presa la flexibilización- no es de ahora y lo que las reformas Exportación
aja de de estos años han logrado es una hiperdesregulación. Si 77.9 22.1
lcluso Veamos esto y las otras dimensiones de la flexibilización en No 71.7 28.3 --
lad, la fuerza de trabajo, de ahí que se empezó a buscar desde Grande 50.5 49.5
mediados de los ochenta, tanto a nivel general como al interior Productividad
de las empresas, estrategias de desregulación y flexibilización Baja 75.4 25.6
blema salariales, movilidad en el empleo, profesional y geográfica Media 100.0 -- --
'ación y búsqueda de tecnologías con equipos flexibles y obreros Alta 55.0 --
tencial polivalentes, cuyo financiamiento provino en gran medida
n a la de la apropiación privada de los fondos de reactivación Fuente. Cálculos efectuados con base en datos de cinco mil estableci-
orden logrados para salir de la anterior década perdida. mientos de una encuesta de la Secretaria del Trabaio (1992):
encuesta de 500 establecimientos efectuada por la UAM: y encuesta de
1997) mil establecimientos ereCluada por la UNAM (1995).
nédita Ya en el espacio de las refaciones laborales y rees-
lue la tructuración productiva. la reconversión implicó tanto El énfasis mayor de reconverslOn ha sido puesto
1S a tal cambios tecnológicos "duros" cuanto modificaciones en las generalmente en los siguientes procesos de flexibilización:
, es el relaciones laborales (contractuales y legales) que conllevaron
;enera las siguientes formas de reestructuración de la fuer::a de • Movilidad horizontal y vertical de la fuerza de trabajo
lación trabajo: • Pofivalencia
,2000 Eficacia del poder, retroceso del derecho y degradación del trabajo 13
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ARTÍCULO
• Reducción de la así llamada injerencia sindical • Las posibilidades de generar problemas masivos de salud
• Liberalización de las reglas de contratación. por el deterioro del trabajo administrativo en América
Latina en la reingeniería de la organización gerencial,
Cuando se miran casos particulares se descubre una creando tensionamientos o "exigencias", en la
heterogeneidad interna de lajlexibilización en las empresas, terminología de Noriega (1989), se consigna en estudios
pues las mismas establecen, cuando así le demandan sus como el del CEAS de Ecuador (1994) que demuestran el
estrategias productivas, diferencias entre subramas de las entrelazamiento de los procesos de sobrecarga
empresas en cuanto a: movilidad de la fuerza de trabajo; administrativa y de género en la génesis de sus
formas de organización y tecnologías; salarios y problemas de salud.
prestaciones; definición de ascensos; niveles de seguridad
en el empleo; categorías de puestos y subcontratación a La flexibilización requiere de un soporte desde el Estado
terceros; y restricciones a la labor sindical con las cláusulas y de un cambio del marco jurídico. Aquí se entra de lleno en
de exclusión. el tema de la desregulación como base de un incremento de
la competitividad internacional del capital. En Argentina,
De esa forma pueden desentrañarse tendencias tipo de por ejemplo, durante el mandato del Presidente Carlos Saúl
./lexibilización según grandes exponentes de la estrategia Menem se han dictado 16 cuerpos jurídicos, entre decretos
neoliberal: y leyes, dirigidos a la flexibilización y contra el trabajo que
• Las empresas maqui/adoras que introdujeron han logrado rebajar las cargas sociales empresarias, fijar
tempranamente en la región (década de los setenta en topes salariales y congelar el salario mínimo vital, limitar el
unos países y de los ochenta en otros) formas altamente derecho de huelga, favorecer la generalización de contratos
flexibilizadas en contextos de baja conciencia laboral y flexibles, retroceder los derechos adquiridos, reducir las
de disponibilidad de mano de obra barata, sobre todo prestaciones sociales, transferir la responsabilidad de los
femenina. riesgos, descentralizar la negociación colectiva, etcétera.
• Las empresas de ensamblaje automotriz y semejantes
con una heterogeneidad interna entre sus subempresas; En esta línea se han observado las siguientes estrategias:
centraron sus estrategias en la productividad, • Variación de lajornada de trabajo con paso al régimen
desmantelamiento sindical y destrucción de contratos de pago por hora
colectivos; compactación y reestructuración de • Salario en función de la productividad
categorías y puestos. • Reducción o cambio de la estabilidad en los contratos
• Las empresas del capital bancario, bajo una marcada • Escalafón por desempeño y no por antigüedad
unilateralidad introducen cambios como la incorporación • Revisión de los tribunales de trabajo
de nuevas tecnologías informáticas y desplazan al • Giro del papel del Estado frente a la regulación de las
usuario las tareas mediante la automatización. relaciones laborales y la seguridad social
• En los centros de trabajo docentes en el marco de las • Desregulación del derecho a la huelga y limitación más
estrategias privatizadoras y semi privatizadoras se drástica de los derechos de asociación y contratación
observan reformas, como las descritas por Gentili (1995) colectiva.
Y Kohen (1997) con un doble proceso de transposición:
desplazamiento del problema de la democratización de la En resumidas cuentas observamo~cómo opera la nueva
educación al de calidad; y la transferencia de los racionalidad que se esgrime como producto inevitable de la
contenidos de la discusión sobre calidad desde el campo competencia y se valoriza como respuesta a la eficiencia. Sin
productivo empresarial hacia el campo educativo y el embargo, los duros perfiles que aquí quedan trazados no
análisis de los procesos pedagógicos. Las universidades deben convertirse en una visión apocalíptica y en una
son ejemplos del cambio del espíritu de cuerpo y el saber sensación pesimista de inevitabilidad. Por el contrario, hay
de producción colectiva hacia patrones de alta buenas posibilidades de una salida democrática, pero no
privatización del trabajo académico. por simple obstinación, sino porque los mismos procesos
• En las empresas y unidades de servicios de salud también que le han dado a esta formación económica su ciclo de
se observa la incorporación de un cambio hacia el fortaleza, encaman contradicciones profundas y problemas
paradigma de la administración por competencia para su viabilidad a más largo plazo que, aunque no es del
gerenciada (managed campe/i/ion), lo cual está caso tratarlos exhaustivamente aquí, podemos enunciarlos
significando la intensificación del trabajo sin brevemente siguiendo a Castells (1999). La flexibilidad que
compensación, la pérdida de estabilidad y la regresión le otorga adaptabilidad y competitividad al capitalismo
de los derechos y la organización. monopólico actual, conspira directamente contra la
En tales circunstancias es de suponer que los perfiles Creo que bien haríamos en América Latina en
epidemiológicos en el trabajo se hayan deteriorado a lo largo concentranos ahora en los vínculos determinantes que
'a y ancho del mundo. Aún los/as trabajadores/s del primer existen entre los procesos de reconversión productivista
la mundo han sufrido las consecuencias jurídicamente que hemos esbozado, que borran las barreras definidas entre
n regresivas y epidemiológicamente destructivas del modelo; puestos y secciones y que introducen procesos de
o no otra cosa significa esa expansión en los Estados Unidos, degradación laboral de alta peligrosidad, así como en los
a descrita por Loomis et al (1997), de patrones sureños de proceso de exclusión e informalización de la fuerza de trabajo,
y flexibilidad laboral y su asociación con el avance de espacios unos y otros seguramente correlacionados con la expansión
o no regulados por las agencias correspondientes, y la de una verdadera pandemia de procesos críticos
15 persistencia de formas de accidentabilidad, violencia y epidemiológicos particularmente ligados con:
,e problemas del auto empleo. • La saturación de estresores en los procesos productivos,
IS que hacen que el estresamiento florezca como un gran
:1 En América Latina la falta de estudios abarcativos y mediador con una variada patogénesis en el campo de la
15 suficientes, a pesar de todos los esfuerzos contracorriente salud mental y física.
que ya han cumplido y con gran éxito, muchos núcleos de • La proliferación de procesos productivos formales e
o salud de los trabajadores, como el propio eESAT, son informales que imponen la intoxicación neuro-psíquica
a producto del sigilo y la impunidad que se han impuesto en de la fuerza de trabajo.
• La utilización de formas incontroladas de transferencia en la salud ocupacional, y que a través de una determinada
de energía (Hagberg, 1997) bajo la lógica productivista, construcción del discurso técnico, de los conceptos y de las
ligadas a la producción masiva de lesiones, injurias y disposiciones prácticas, no es otra cosa que una forma
accidentes graves en el trabajo y en el transporte coligado. transfigurada, legitimada, irreconocible de las otras for-
Basta ver las cifras de los accidentes de trabajo en la mas de poder. La única manera de superar la dominación de
época de reestructuración productiva en el Brasil, estudio ese poder simbólico es la toma de conciencia de que existe y
realizado por Filho (1998), para constatar el crecimiento de que, a lo mejor, parte de nuestro pensamiento y acción lo
vertiginoso de letalidad de dichas injurias de 1.84 por mil reflejan.
trabajadores asegurados en 1970, pasando a 3.3 por
mil en 1980, hasta llegar a 9.83 por mil en 1995, en este Algunas tareas urgentes
último año aún persisten 403,652 accidentes, de los cuales
3,967 fueron fatales. Para finalizar, cabe hacer una breve revisión de algunas de
• El empleo bajo regulación de baja intensidad de las tareas más urgentes. Una tarea primordial, tal vez la primera
sustancias y materias cancerígenas -promotoras e en el or.den lógico y desde una filosofía de la praxis es la
inductoras- en la producción. defensa de una cultura solidaria que contrarreste el
• Las formas de deterioro ecológico desigual y combinado individualismo atomizador que se propugna como estrategia
que se dan, tanto en los circuitos o espacios productivos de dominio. Hay que trabajar con denuedo para construir
primarios de la economía monopólica como en los articulaciones fuertes entre los/as trabajdores/as y los otros
circuitos secundarios -siempre en la terminología de componentes de la sociedad civil, incluidos los profesionales
Sabroza- de la economía marginal e informal, y que se y expertos; cerrar espacios de reflexión colectivizada donde
ligan a la determinación de los procesos de transmisión se recupere el carácter colectivo del pensamiento humano y
infecciosa en el trabajo, así como al deterioro ecológico desprivatice las almas.
urbano y rural de las áreas dormitorio de la fuerza de
trabajo. Sobre la base de un tej ido social fortalec ido, debe
trabajarse también en una renovación conceptual y
Pero no sólo los procesos destructivos que hemos metodológica, quiero implicar con esto la necesidad de
descrito hacen parte de la problemática de la salud cambiar de racionalidad a nuestra práctica, desembarazándola
ocupacional. La acción enfocada en los procesos protectores del paradigma conceptual factorialista y de los modelos de
que existen en el trabajo o que se incorporan gestión funcionalistas.
sistemáticamente como componentes de un programa
preventivo y de promoción -tales como la práctica sistemática La llamada medicina del trabajo convencional y las viejas
de la educación física, el deporte y la recreación formativa- concepciones de la salud pública aplicadas al trabajo operan
son elementos benéficos que, como lo hemos demostrado generalmente en el marco de la teoría de los factores de
en estudios epidemiológicos contrarrestan la producción riesgo. Yo no dispongo de tiempo para ampliar un
de morbi-mortal idad laboral y constituyen elementos de cuestionamiento de esa base conceptual y sólo me limitaré
convocatoria para la planeación participativa de acciones. en este momento a transmitirles un brillante y sintético
cuestionamiento del factorialismo como base de la acción,
En síntesis, lo importante de un panorama de la salud que consta en el siguiente.1lrgumento:
ocupacional para este encuentro, no es tanto el exponer
exhaustivamente información epidemiológica sobre el trabajo, La prevención basada en la epidemiología de los
factores de riesgo está gobernada por el tipo de lógica
que por otro lado no está del todo disponible, sino resaltar según la cual, la temperatura de una habítación es
aquí el hecho de que tenemos que liberar a la epidemiología reducida mediante la ubicación del termómetro dentro
del trabajo de la camisa de fuerza del pensamiento de un cubo de hielo (Kuhn, citado por Silva, 1997)
reduccionista de la teoría de los factores de riesgo, pues
ésta ha sido hasta ahora, un recurso de evasión de La visión más moderna de la epidemiología, aún la que se
responsabilidad empresarial e institucional, como lo registra en los textos más novedosos del pensamiento clásico
comentaré más adelante. como las últimas ediciones de Rothman-Greenland (1998) ya
reconocen la obsolescencia de la interpretación clásica del
La hegemonía de un orden social injusto radica concepto de riesgo atribuible y la inutilidad de la separación
fuertemente en la amplia y permanente reproducción del poder de tipos de causas ambientales y genéticas. Sólo desde una
simbólico, como lo denomina Bourdieu (1998), que se lógica que podríamos calificarla de escapista o expiatoria
constituye también en cada campo profesional, y por tanto tiene sentido separar los supuestos riesgos laborales, de los
ninada no-laborales, lo que la salud en el trabajo debe hacer es se discutan modelos creativos para el impulso de la salud en
'delas partir de los determinantes que existen en el trabajo y el trabajo deben enfocar el rediseño de los sistemas de
forma combatirlos, existan o no evidencias perfectas de la magnitud información en salud en general y específicamente los
lS for- de su asociación con las formas de deterioro de la salud, y de salud en el trabajo. La información es una herramienta del
;ión de procurar al hacerlo, que los diseños de investigación y de saber y también lo es de la configuración simbólica y de
:xiste y los planes de intervención respeten la integralidad de la vida los sistemas de ideas y de construcción del conocimiento y
ción lo de los trabajadores, sin fragmentar la realidad ni aislar la práctica, por eso no podemos darnos el lujo de
artificialmente pedazos de la vida de las personas y de los descuidarlos. Como lo destaca acertadamente Castiel (1999),
grupos en factores manipulables. en este mundo al revés, los poderosos han logrado dar la
vuelta a los papeles de la realidad y de la ficción y poner
Asunto central es también una toma de distancia con el la información de salud a su servicio; sea por deformación o
mas de funcionalismo, es decir, con la reducción de la práctica de la por omisión, el sistema de información se encuentra ahora
)J'imera salud colectiva a la planificación de reformas menores dentro constreñido. La articulación de nuevos modelos de la salud
es
:s la de límites permisivos, unilateralmente establecidos e ocupacional requiere nuevos modelos de información.
~ste el inhumanos y siempre centrados en los clásicos espacios del
rategia trabajo formal. Nuestra acción debe abrirse con realismo pero En estos tiempos en que se abren las nuevas posibili-
nstruir también con tenacidad hacia la instrumentación y expansión dades de la comunicación en redes, hay señales interesantes
s otros de los términos que establecen la Constitución y las leyes en el mundo actual que están demostrando, como lo ha hecho
ionales sobre los derechos humanos, sociales y laborales, hacia la el Foro Abierto Internacional para una Estrategia Global de
donde concepción más integral de la protección y promoción del Comunicación de los Trabajadores (1999), Y otros semejantes,
nano y trabajo saludable. Cuando la Constituyente del 88 dio un que es posible volcar al servicio de las causas más humanas
salto al reconocer los derechos sociales y consignarlos como y democráticas los poderosos recursos de la comunicación
responsabilidad del Estado para garantizar la atención de la digital y las redes electrónicas globales.
, debe salud de los/as trabajadores/as y del medio ambiente, estaba
tual y colocándose a la altura de los cuerpos jurídicos más Un componente crucial del cambio de nuestro quehacer,
jad de avanzados; señala la responsabilidad del Sistema Nacional que guarda relación con los puntos anteriores, es la apertura
:ándola de Salud de ocuparse de la protección del trabajo y de la mental hacia una visión democrática, que se entremezcle
~los de promoción de condiciones saludables en el mismo, no sólo con la riqueza del saber popular de las clases subordinadas,
en los espacios convencionales de trabajo industrial, sino en de las nuevas perspectivas más abiertas de género y de la
todos los ámbitos donde se ejerce trabajo humano, formal o profunda sabiduría étnico-cultural, de las sociedades
; Viejas infonnal, del espacio público o privado, del ámbito doméstico afroamericanas e indoamericanas. Hacerlo, sería romper los
operan o extradoméstico, en fin de toda la población que trabaja. moldes del pensamiento cerrado, unidimensional en que
¡res de fuimos entrenados y ventilar los espacios técnicos y la
iar un La salud en el trabajo debe desbordar los límites de la academia, para situar a la salud en el trabajo en el camino
imitaré medicina ocupacional y de los modelos de control limitado más humano y más equitativo del multiculturalismo como
ntético del llamado "riesgo en puestos", para dar paso a formas perspectiva enriquecedora de la praxis y de la acción.
1cción, participativas y de cogestión para las cuales la salud pública
latinoamericana, y del Brasil particularmente, han acumulado En esas direcciones es poco lo que podremos avanzar si
una importante experiencia. Nos haría mucho bien propi- no construimos una interdisciplinariedad en la que converjan
ciar una interdisciplinariedad y un contacto de experiencias las distintas ciencias y disciplinas técnicas en el
en estrategias como las de monitoreo e investigación perfeccionamiento de nuestros objetos de transformación
participativos, que remplacen las viejas nociones de de la práctica. Una interdisciplinariedad crucial en este campo,
vigilancia epidemiológica vertical y pasiva; reconfigurar los es la que tiene que lograr la salud colectiva con las ciencias
sistemas de información sobre salud en el trabajo para que jurídicas pues una parte considerable de la defensa de la
!que se dejen de centrarse exclusivamente en organismos médicos y salud laboral pasa por el avance legal. En el caso mexicano,
clásico núcleos académicos y se abran a un modelo participativo el estudio de De la Garza (1998) cita opiniones especializadas
}98) ya y multicultural, donde los saberes de los otros se integren al que recomiendan la ubicación de los tribunales del trabajo
ica del proceso de inteligencia epidemiológica en el trabajo. en el poder judicial y otras medidas para contrarrestar las
¡ración
formas antidemocráticas de flexibilización.
,de una La racionalidad de los actuales sistemas de información
iatoria para el conocimiento y para el poder simbólico que antes En fin, apelo a la comprensión de los presentes sobre la
,delos resaltamos, por lo cual este encuentro y los eventos donde intensidad de estos argumentos pero es que no cabe
72000 Eficacia del poder, retroceso del derecho y degradación del trabajo 17
ARTÍCULO
definitivamente, ante esa irracionalidad que se nos impone o racionalidad extraña y la macdonalización de su magnífica
mejor dicho, ante esa racionalidad perversa, abordar las cultura, bajo la narcosis de una vertiginosa información
graves condiciones del trabajo que afectan a millones de digital que desplaza el pensamiento crítico y derrota el
seres humanos con un academicismo light que, como lo conocimiento, dejando atrás siglos de historia que, entre
diría Benedetti (1985): otras cosas, recogen la memoria de la lucha del ser humano
por los derechos del trabajo. No es de extrañarse entonces,
..entiende lo que está pasando, cree que es absurdo lo
que en Asia, Africa yen la América de los pobres opere aún
que está pasando, pero se limita a lamentarlo ... con más fuerza ese colosal proyecto de expropiación o
[demostrando el] ... gran globo democrático en que vaciamiento de la memoria colectiva, y de sustitución por un
nos hemos convertido.. [porque] .. hemos sido sueño extraño que termina otorgando como lo diría Roland
serenos, objetivos, pero con una objetividad
Barthes, "a una realidad CÍnica la patente de una moral noble".
inofensiva, que no sirve para cambiar el mundo ...
[porque para eso] .. hace falta pasión.
Espero que ustedes acepten con benevolencia estas
Somos muchos los que guardamos en el pecho un grito palabras de un ecuatoriano que ama este país, que tiene
de inconformidad. Al cierre de este milenio las mayorías lazos de sangre y familia en él, y que, más allá de las
organizadas todavía tenemos oportunidad de revertir las limitaciones propias del entendimiento, ha querido inyectar
tendencias regresivas que se han regado por el mundo, a en las deliberaciones el calor de un compromiso solidario
condición de que despertemos del letargo y nos sacudamos para que este colectivo eleve hacia nuevas conquistas
del miedo. No somos sólo nosotros los perjudicados, aun el humanas, la plena valoración de lo que Brasil ha logrado en
viejo continente, ha pasado a ser, como lo explica Debray el campo ocupacional y que es un referente para todos
(1999), una Europa sonámbula, pues acepta ahora esa nosotros.
nífica Bibliografía
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"Nuestra vida está reducida a la agenda"
El célebre antropólogo francés, creador del concepto de "no lugar", habla de su nuevo
libro, Futuro, que Adriana Hidalgo publicará la semana próxima, y afirma que la única
manera de escapar del puro presente empobrecedor en el que vivimos consiste en
volver a hacer el esfuerzo de educar y educarse
A unque sea una verdad de Perogrullo, ¿cómo resistir la tentación de escribir que Marc Augé
es uno de los últimos monstruos sagrados que quedan en Francia? A los 77 años,
considerado uno de los más célebres etnólogos y antropólogos del mundo, es el perfecto ejemplo
de esa generación de eruditos y pensadores humanistas formados por la universidad francesa
hasta mediados del siglo XX. De esos que, en la actualidad, apenas se pueden contar con los dedos
de una mano.
Marc Augé nació en la ciudad de Poitiers en 1935. Desde entonces y hasta convertirse en un
jubilado cautivador e hiperactivo, el autor de libros de referencia como Hacia una antropología de
los mundos contemporáneos (1994), Los no lugares. Espacios del anonimato (1992) o El viajero
subterráneo. Un etnólogo en el metro (1986), pareciera haber vivido varias vidas. Desde las
lagunas del sur de Costa de Marfil hasta el Jardín de Luxemburgo, de Togo al metro de París, del
paganismo al hipermodernismo, Marc Augé inventó una singular antropología de los mundos
africanos y contemporáneos.
Nacido en una familia de militares, se interesó en la descolonización, pero también en las ciencias
de la información y la comunicación. Con el tiempo, terminó transformándose en el mejor
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observador de lo que él mismo llamó "sobremodernidad". Una situación social marcada por el
exceso: tiempo, velocidad, movimientos y consumo.
Ex alumno de la Escuela Normal Superior de París,
especialista en literatura clásica, doctor en Literatura y
Ciencias Humanas, Augé fue profesor, director y presidente
de la prestigiosa Escuela de Altos Estudios de Ciencias
Sociales, dirigió un sinnúmero de investigaciones en el
Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS),
escribió cerca de 40 libros y no dejó nunca pero realmente
Foto: PHILIPPE MATSAS / OPALE /
DACHARY jamás de reflexionar sobre los temas más inesperados que
tienen al hombre como protagonista. Adonde vaya, este
etnólogo fuera de lo común es capaz de descubrir la
característica oculta, la zona de sombra o de humanidad de los objetos que estudia. Como la
mayoría de sus condiscípulos, Augé comenzó su carrera estudiando distintas etnias en lejanos
países africanos. Fue allí donde desarrolló el concepto de "ideológica", que definió como la lógica
interna de las representaciones que toda sociedad produce de sí misma para sí misma.
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Según Augé, la sociedad está devastada por una profunda crisis financiera. ´Los jóvenes temen no conseguir un trabajo para
sobrevivir, son incapaces de proyectarse´, dice. Foto: PHILIPPE MATSAS / OPALE / DACHARY
A mediados de la década de 1980, diversificó sus campos de observación. Viajó por América latina
(Venezuela, Bolivia, la Argentina y Chile) y estudió las realidades del mundo contemporáneo a
través de su medio ambiente más inmediato (en Francia, Italia o España) y mediante sus
producciones más "lejanas", sobre todo artísticas, como la fotografía, el cine, la pintura, la
arquitectura y la literatura. Utilizando los mismos métodos que había desarrollado en sus estudios
africanos, Augé decidió fijar su atención en el habitante de una gran metrópoli contemporánea
como París. Analizó su profunda soledad, paradójicamente provocada por la expansión de las
tecnologías de la comunicación, y terminó acuñando dos nuevos términos: "sobremodernidad" y
"no lugar".
Augé sitúa el mundo actual en lo que denomina "sobremodernidad", que se caracteriza por los no
lugares (lugares de anonimato), el no tiempo (presentismo) y lo no real (virtualidad). Para él, la
"sobremodernidad" se opone a la modernidad porque la época actual produce un número
creciente de acontecimientos que los historiadores tienen dificultades para interpretar (se refiere
en particular al derrumbe del bloque soviético, que precedió por poco tiempo la aparición de su
célebre libro Nonlieux ); por una superabundancia espacial, que corresponde tanto a la
posibilidad de desplazarse rápidamente y por todas partes como a la omnipresencia, en cada
hogar, de imágenes del mundo entero a través de la televisión; y por la voluntad de cada uno de
interpretar por sí mismo las informaciones de que dispone, en vez de apoyarse como sucedía
antes en el grupo.
Augé acuñó el concepto de "no lugar" para referirse a los espacios de tránsito con poca o relativa
importancia para ser considerados "lugares". "Son considerados antropológicos los lugares
históricos o vitales, así como aquéllos en los que nos relacionamos. Un no lugar es una autopista,
una habitación de hotel, un aeropuerto, un subte o un supermercado... Carece de la configuración
de los espacios, es circunstancial, casi exclusivamente definido por el pasar de los individuos",
precisa.
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Hace poco, por pedido de un editor italiano, publicó en ese idioma (y no en francés) su último
opus: Futuro . En ese libro, que acaba de ser traducido al español y estará en las librerías
argentinas esta semana, examina la sociedad del "presente permanente" en la que vivimos; una
sociedad devastada por una profunda crisis financiera que induce a mirar el futuro como una
incógnita que aterroriza y paraliza.
"En esta sociedad, los jóvenes temen no conseguir un trabajo para sobrevivir, son incapaces de
proyectarse en el futuro y se sienten bloqueados en un permanente presente constituido sólo de
precariedad. Al mismo tiempo, sus padres temen perder sus pensiones, sus seguros de desempleo,
y terminar en la miseria", afirmó en la extensa entrevista que mantuvo con adn cultura en París.
Eterno optimista, en Futuro Marc Augé intenta, sin embargo, ofrecer una perspectiva nueva, que
permita a la gente reapropiarse de un tiempo que pueda ser vivido y no temido.
En este libro usted habla de "dictadura del presente" y de "miedo al futuro". Afirma
que el tiempo se ha vuelto circular, como una suerte de inmovilismo que impide al
hombre ver la salida?
Mi abuelo no pudo estudiar, pero era un hombre inteligente e invirtió en la educación de sus
hijos. Mi padre era empleado público y quiso que yo fuera un intelectual. En mí vio sus sueños
realizados. Todo eso fue posible gracias a la escuela pública, a la educación para todos. Pero hoy
eso se terminó. La escuela ya no puede luchar contra la desigualdad: el cuerpo social está cada vez
más inmóvil, la gente se queda encerrada en sus barrios, sus escuelas, sus familias, como si fueran
una suerte de casta premoderna.
¿Y el miedo al futuro provoca una parálisis en el presente?
El hombre actual vive en una especie de hipertrofia del presente, amplificado por los medios de
comunicación. En cierto sentido, como sucedía en las sociedades primitivas y el mundo rural,
nuestro tiempo ha dejado de ser lineal para volverse circular: actualmente nuestro tiempo está
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determinado por las temporadas deportivas, los ciclos escolares, los periodos de elecciones?
Nuestra vida está reducida a la agenda.
En otras palabras, lo contrario del tiempo histórico. ¿Podríamos hablar de un "no
tiempo"?
Sí. Es lo contrario de un estado de evolución. Lo contrario de lo que se podría pensar de una
civilización tecnológica que se dirige en forma permanente hacia la innovación. Somos prisioneros
de una especie de retorno permanente a los ritmos fijados por la televisión o las finanzas globales.
Hoy el hombre vive mucho más tiempo, pero comienza a vivir más tarde. Tomemos el ejemplo de
la Revolución Francesa: fue hecha por gente que apenas tenía 20 años; jóvenes que cambiaron el
curso de la historia. Paradójicamente, una vida más corta obligaba a madurar más rápidamente.
Según afirma, ésa es la característica típica de una
sociedad que abolió los ritos iniciáticos.
Así es. Sin esas etapas iniciáticas de la vida, es muy difícil
construir un porvenir.
¿Un porvenir o un futuro? Para usted, no son lo
mismo.
No, no lo son, en efecto. Si bien esas dos palabras no
significan lo mismo en francés, italiano o español, el porvenir
es un concepto bastante miope que tendemos a proyectar
sobre una colectividad determinada (¿qué porvenir
dejaremos a nuestros hijos? o ¿cuál es el porvenir de la
ciencia?). Por el contrario, el futuro es la vida que se vive
´´Estamos aprendiendo a cambiar el mundo
individualmente. El futuro es inmediato, tiene una relación
antes de imaginarlo´´, reflexiona Augé. Foto:
PHILIPPE MATSAS / OPALE / DACHARY con lo evidente; el porvenir es incierto, es motivo de dudas.
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El futuro puede provocar esperanza o temor (¿qué puedo
esperar de mi vida en los próximos dos años?).
Pero también se podría decir que futuro y porvenir son dos expresiones de la
solidaridad esencial que une a un individuo con la sociedad.
Seguramente. Un individuo totalmente solo es inimaginable. Tan insoportable como un futuro sin
porvenir. En sentido inverso, el hecho de subordinar un individuo a las normas colectivas y su vida
futura al porvenir de un grupo es típico del totalitarismo.
En el fondo, lo que es válido para el porvenir es también válido pa ra la felicidad.
La democracia no tiene como fin último la felicidad de todos, sino crear para todos las
condiciones de posibilidad de la felicidad, eliminando las causas más evidentes de infelicidad. Un
porvenir deseable para todos es aquél en el cual cada uno pueda administrar libremente su tiempo
y dar un sentido a su futuro individualizando el propio porvenir.
Pero volviendo a la sociedad actual, otra de sus paradojas es que todo va tan rápido
que, en pleno inmovilismo, la globalización terminó por canibalizar hasta el espacio
para imponer el tiempo como unidad de medida.
Por difícil que parezca, así es. El hombre contemporáneo ha dejado de hablar de distancia para
referirse al "tiempo de recorrido": tres horas de vuelo, cuatro horas de ruta. Y nuestros puntos de
referencia han dejado de ser nacionales para volverse globales. Ahora hablamos de ciudades y no
de países: "Nueva York, Buenos Aires, París?". Ese conjunto forma una nueva geografía, una
inédita territorialidad virtual. En ese sentido, la tecnología y la economía son más veloces y mucho
más poderosas que la política. El capitalismo financiero logró lo que no pudo hacer el
internacionalismo socialista. Las finanzas transformaron el universalismo en "globalismo", en
economía multinacional. Por eso las desigualdades aumentaron a pesar del ingreso de nuevos
protagonistas en la escena histórica.
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¿Es por eso que afirma que la política se encuentra reducida a una simple
gobernanza, a la simple gestión del consumo y los servicios públicos?
El problema es que se trata de una idea de la política propia del fin de la historia. Vivimos
sometidos a un modelo de libre mercado y de democracia que, al mundializarse, se transforma en
pensamiento único: sólo queda la posibilidad de asegurar el buen funcionamiento del mercado.
Estamos ante el último acto del ocaso de las grandes narraciones filosóficas, políticas y nacionales
en el que JeanFrançois Lyotard identifica el espíritu de la posmodernidad.
Y para salir de ese ocaso usted apela a un "existencialismo político".
Sí, porque para avanzar los políticos deberían escapar tanto al esencialismo de los sistemas como
a un pragmatismo sin principios. Deberían, como los existencialistas, admitir que la existencia
precede la esencia y, como los científicos, aprender a formular hipótesis para ponerlas a prueba.
La hipótesis es la síntesis de la duda y de la esperanza. Ambas son necesarias.
Pero entonces, ¿cuál es la solución? ¿O todo está perdido?
Yo soy un optimista y creo que, a pesar de las apariencias, no todo está perdido. En este mismo
momento, la ciencia y la tecnología hacen progresos extraordinarios. La gente está convencida de
que, para crear un mundo nuevo, primero hay que imaginarlo. Pero no es así: las grandes
invenciones que revolucionan actualmente la vida, desde la píldora anticonceptiva hasta Internet,
no nacieron de la imaginación política o de alguna otra utopía.
En otras palabras, la ciencia y la tecnología no necesitan grandes narraciones.
Exactamente. Sólo hay que esperar las consecuencias de los descubrimientos científicos. Diría
que estamos aprendiendo a cambiar el mundo antes de imaginarlo. Como si fuéramos
existencialistas pragmáticos. Y de esto precisamente podría nacer la fe en el porvenir. Pero, para
conseguirlo, debemos apropiarnos primero de nuestro futuro.
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¿Es decir?
Asumir plenamente el desafío del conocimiento. Creo que allí reside el secreto de la felicidad de
los hombres y de la sociedad. Para llegar a ese estado existen dos prioridades absolutas: potenciar
de inmediato la instrucción pública y esforzarse en alcanzar la absoluta igualdad de sexos.
Usted se define como un optimista. Sin embargo, cuando habla de la única
posibilidad de salvación del hombre usa la expresión "utopía de la educación", lo
que no parece demasiado optimista.
¿Y por qué no se podría creer en una utopía? Yo sé bien que la dirección actual que toman los
diferentes sistemas educativos no va en el sentido de reducir las desigualdades. Por el momento
nos dirigimos hacia una sociedad de clases planetaria, dividida entre aquellos que tendrán acceso
al saber y al poder, aquellos que sólo serán consumidores y aquellos que estarán excluidos tanto
del saber como del poder. Pero, por ejemplo, ¿cuántos niños se necesitan en una clase para que un
profesor pueda enseñarles a todos en óptimas condiciones? ¿Quince? ¿Y por qué no pretender que
algún día los gobiernos acepten esa idea, aun cuando cueste fortunas? Es una utopía. Pero no es
imposible.
En otras palabras, el mundo se salvará gracias a la escuela y la mujer. ¿Es por eso
que en su libro hace el elogio del pecado original?
Fue gracias a Eva que el hombre comió el fruto del árbol del conocimiento y se transformó en
hombre. Ése fue el comienzo de nuestra historia y, si queremos que exista un porvenir, debemos
seguir comiendo de ese fruto. Dividiendo la manzana en partes iguales.
Al final de su vida, Claude LéviStrauss solía decir que, comparado con el mundo
que había conocido, detestaba el actual. Con derroteros similares, usted no parece
haber dejado de querer el mundo.
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Es verdad, pero yo soy definitivamente un moderno. Veo el mundo como los pensadores del siglo
XVIII. Creo en el progreso y en la evolución. Estoy convencido de que la historia no ha terminado,
que el individuo es la medida de todo y que es capaz de desmontar, con su sola existencia, el
carácter ineluctable de la ley del silencio, la evidencia mediatizada y la resignación consumista.
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El Dipló: La uberización del mundo 1/5 29-03-2016 20:09:08
Al convertir a particulares con vehículo en choferes ocasionales sin estatuto, la sociedad Uber no sólo logró enfurecer a
los taxistas profesionales de distintas partes del mundo: su nombre simboliza hoy el vínculo entre las nuevas tecnologías
y la precarización laboral. El éxito de los gigantes de Silicon Valley va de la mano de una ola de desregulaciones.
ace ya casi diez años que somos rehenes de dos conmociones. La primera es producto de Wall Street; la segunda, de
Silicon Valley. Uno y otro se complementan de maravillas en el papel del policía malo y el policía bueno: Wall Street
predica la penuria y la austeridad; Silicon Valley exalta la abundancia y la innovación.
Primera conmoción: la crisis financiera mundial, que terminó en un salvataje del sistema bancario, transformó al
Estado social en un campo de ruinas. El sector público, última muralla contra las avanzadas de la ideología neoliberal,
quedó mutilado, o incluso completamente aniquilado. Los servicios públicos que sobrevivieron a los recortes
presupuestarios tuvieron que aumentar sus tarifas o se vieron obligados a experimentar nuevas tácticas de
supervivencia. Así, algunas instituciones culturales, a falta de una solución mejor, debieron apelar a la generosidad de
los particulares recurriendo al financiamiento participativo: como las subvenciones públicas desaparecieron, no les
quedó más elección que entre el populismo de mercado o la muerte.
La segunda conmoción, en cambio, es bastante bien vista. En este caso, en el que se trata de digitalizarlo todo y
conectarlo todo a Internet –un fenómeno perfectamente normal, según los inversores capitalistas–, las instituciones
deben escoger entre la innovación o la muerte. Silicon Valley asegura que la magia de la tecnología va a deslizarse
muy naturalmente hasta el más mínimo rincón de nuestras vidas. Oponerse a la innovación equivaldría entonces a
renunciar a los ideales de la Ilustración: dirigentes de Google y de Facebook, Larry Page y Mark Zuckerberg serían los
Diderot y los Voltaire de nuestro tiempo, reencarnados en empresarios tecnófilos y asociales.
Pero se ha producido un fenómeno extraño: llegamos al punto de creer que la segunda conmoción no tenía nada que
ver con la primera. Así se ha podido presentar el auge de los cursos en línea (los MOOC: Massive Open Online
Courses) sin hacer referencia a las reducciones presupuestarias que, al mismo tiempo, golpeaban a las universidades.
¡No, la fiebre de los MOOC no era más que la consecuencia natural de la innovación promovida por Silicon Valley!
Los hackers, convertidos en empresarios, decidieron “revolucionar” la universidad como antes habían trastornado los
campos de la música y el periodismo.
De la misma manera, hacemos como si no existiera ningún vínculo entre, por un lado, la multiplicación de las
aplicaciones concebidas para seguir nuestro estado de salud y, por el otro, los problemas que una población que
envejece, que ya padece de obesidad y otras enfermedades, plantea a un sistema de salud fragilizado: no, este último
atraviesa nomás su “momento Napster” (1). Abundan los ejemplos de este tipo, que muestran que el relato apologético
de la conmoción tecnológica ha eclipsado aquel, mucho más deprimente, de la conmoción política y económica.
Un perfil monetizable
Ahora bien, hay que subrayar que estos dos fenómenos están entrelazados, y que el telón de fondo del evangelio de la
innovación no es nada reluciente. Ejemplo en Barcelona: como muchas instituciones culturales españolas, un club de
stand-up (unipersonal humorístico), el Teatreneu, sufría un descenso de público desde que el gobierno, buscando
desesperadamente cubrir sus necesidades de financiamiento, había decidido aumentar el impuesto sobre las ventas de
entradas del 8% al 21%. Los administradores del Teatreneu encontraron entonces una solución ingeniosa: asociándose
con la agencia de publicidad Cyranos McCann, equiparon el respaldo de cada sillón con tabletas último modelo
capaces de analizar las expresiones faciales. Con este nuevo formato, los espectadores pueden entrar gratuitamente
pero deben pagar 30 centavos por cada risa reconocida por la tableta, fijando la tarifa máxima en 24 euros (o sea, 80
risas) por espectáculo. Consecuencia, el precio promedio de la entrada aumentó 6 euros. Una aplicación móvil facilita
el pago. Además, se puede compartir con los amigos selfies de uno mismo riéndose a carcajadas. El camino de la
diversión a lo viral nunca fue tan corto.
Desde el punto de vista de Silicon Valley, éste es un ejemplo perfecto de “conmoción” positiva: la proliferación de los
sensores inteligentes conectados a Internet crea nuevos modelos de empresas y nuevas fuentes de ingresos. Además,
genera numerosos usos entre los intermediarios, fabricantes de materiales o creadores de softwares. Nunca fue tan
sencillo comprar servicios y productos: nuestros smartphones se encargan de hacerlo por nosotros. Pronto, nuestros
documentos de identidad podrán hacer lo mismo: MasterCard ya firmó un acuerdo con el gobierno nigeriano para
lanzar un documento de identidad que también funciona como tarjeta de crédito.
Para Silicon Valley, no se trata en este caso más que de una innovación tecnológica. Se trata de “revolucionar” el
dinero líquido. Si bien esta explicación puede satisfacer, e incluso atraer, a empresarios e inversores de riesgo, ¿por qué
todo el mundo debería aceptarla sin discusión? Hay que estar totalmente enceguecido por el amor a la innovación –la
verdadera religión de nuestro tiempo– para no ver su verdadero precio: el hecho de que, por lo menos en Barcelona, el
arte se ha vuelto más caro. Este cuadro tecnocéntrico, al disimular la existencia de la conmoción financiera, oculta la
naturaleza y las razones de las transformaciones en curso. Regocijémonos de poder comprar más, y con mayor
facilidad. Pero ¿acaso no debemos preocuparnos de que, gracias a esta misma infraestructura, también es infinitamente
más fácil debitar de nuestra cuenta bancaria?
Sin lugar a dudas, se puede ganar bastante dinero “revolucionando” el efectivo. Pero, ¿es realmente deseable? El dinero
líquido, que no deja huellas, representa una barrera significativa entre el cliente y el mercado. La mayoría de las
transacciones efectuadas en papel moneda son singulares, en el sentido de que no están vinculadas unas a otras.
Cuando uno paga con su teléfono móvil, o su selfie es registrada para la posteridad, o incluso compartida en una red
social, se produce una huella que los publicitarios y otras empresas son capaces de explotar.
De hecho, no es fortuito que una compañía publicitaria esté en el origen de la experiencia barcelonesa: el registro de
cada transacción es un buen medio para recuperar datos que servirán para personalizar la publicidad (2). Lo que
significa que nuestras transacciones electrónicas nunca están realmente terminadas: los datos que generan permiten no
sólo seguirnos de cerca, sino también establecer un lazo entre actividades que tal vez preferiríamos que permanecieran
separadas. De repente, nuestra velada divertida en un club de stand-up se vincula con los libros que compramos, con
los sitios que frecuentamos, con los viajes que efectuamos, con las calorías que quemamos. En suma, con las nuevas
Por Evgeny Morozov* -2- Edición Nro 201 - Marzo de 2016
El Dipló: La uberización del mundo 3/5 29-03-2016 20:09:08
Si bien esta conmoción pasa por la tecnología, sus orígenes están en otra parte. Favorecida por las crisis políticas y
económicas, tendrá una profunda incidencia en nuestro modo de vida y nuestras relaciones sociales. Parece difícil
preservar valores como la solidaridad en un medio ambiente tecnológico fundado en experiencias personalizadas,
individuales y únicas. Silicon Valley no miente: nuestra vida cotidiana se encuentra sin duda alguna revolucionada;
pero por fuerzas mucho más solapadas que la digitalización o la conectividad. El fetiche de la innovación no debe
servir de pretexto para que soportemos el costo de las recientes turbulencias económicas y políticas.
Esto lo comprendieron los choferes de taxi enfrentados con el poderoso ascenso de Uber, una empresa que propone a
particulares que buscan un ingreso adicional transformar su vehículo en taxi y conectarlos con clientes. Contra la pared,
los profesionales protestaron. Como las autoridades de regulación, de India a Francia, se enfrentaban con Uber, esta
empresa californiana se lanzó a una operación de seducción. Sus dueños, que fueron tan virulentos y sordos ante las
críticas, ahora gritan alto y claro que hay que regular el sector. También parecen haber comprendido por qué su
empresa es un blanco fácil: sus prácticas son simplemente demasiado infames. El pasado invierno boreal, bajo el fuego
nutrido de las críticas, Uber debió renunciar a hacer pagar a los clientes tarifas exorbitantes cuando la demanda
aumentaba en horas pico. Pero no es todo. En un genial golpe publicitario, también propuso a uno de sus adversarios
más feroces, la ciudad de Boston, acceder al tesoro que constituyen los datos (anónimos) relativos a los itinerarios, para
ayudarla a limitar los embotellamientos y mejorar el ordenamiento urbano. Por supuesto, es una mera coincidencia que
el Estado de Massachusetts, donde se encuentra Boston, haya recientemente reconocido las plataformas de utilización
compartida de los taxis como un medio de transporte legal, eliminando así uno de los principales obstáculos que
enfrentaba Uber…
Uber se inscribe en la estela de start-ups más modestas que hacen sus datos accesibles a los urbanistas y a las
municipalidades. Y estas últimas se muestran encantadas de afirmar que, con estas informaciones, el ordenamiento
urbano se volverá más empírico, más participativo, más innovador. En 2014, la dirección de transportes públicos de
Oregón firmó un acuerdo con Strava (una aplicación para smartphones muy popular que sigue los movimientos de los
corredores y los ciclistas) y pagó una fuerte suma para acceder a los datos referentes a los itinerarios tomados por los
ciclistas usuarios de la aplicación, con el objeto de mejorar las pistas para ciclistas y concebir trayectos alternativos.
El hecho de que Uber aparezca como un reservorio de datos indispensables para los urbanistas es plenamente acorde a
la ideología solucionista de Silicon Valley, que consiste en resolver de urgencia por vía digital problemas que no se
plantean, o no lo hacen en esos términos. Como las empresas tecnológicas acapararon uno de los más preciosos
recursos actuales, los datos, ganaron influencia sobre municipalidades tan desprovistas de dinero como de imaginación,
y pueden erigirse en salvadores benevolentes de los monótonos burócratas que pueblan las administraciones.
El problema es que las ciudades amigables con Uber corren el riesgo de desarrollar una dependencia excesiva de sus
flujos de datos. ¿Por qué aceptar que la empresa se vuelva el único intermediario en la materia? En vez de dejarla
aspirar la totalidad de las informaciones relativas a los desplazamientos, las ciudades deberían tratar de obtener esos
datos por sus propios medios. Luego podrían autorizar a las empresas a utilizarlos para implantar sus servicios. Si Uber
se muestra tan eficaz es porque controla la fuente de producción de los datos: nuestros teléfonos le dicen todo cuanto
necesita saber para planificar un itinerario. Pero si las ciudades tomaran el control de esos datos, la empresa, que no
posee casi ningún activo, no alcanzaría los 40.000 millones de dólares de su valuación actual. Cabe dudar que sea tan
Por Evgeny Morozov* -3- Edición Nro 201 - Marzo de 2016
El Dipló: La uberización del mundo 4/5 29-03-2016 20:09:08
costoso concebir un algoritmo capaz de relacionar la oferta y la demanda… Sin duda bajo la presión de las compañías
de taxis, ciudades como Nueva York y Chicago parecen haber comprendido finalmente que había que reaccionar: una y
otra intentan lanzar una aplicación centralizada, capaz de enviar taxis tradicionales con la eficacia de Uber. Además de
contrarrestar el dominio de esta última, el programa impedirá que los datos referentes a los itinerarios se conviertan en
una mercancía costosa, que las ciudades deban comprar.
Pero el verdadero desafío consiste en saber cómo hacer funcionar esas aplicaciones con otros modos de transporte. La
visión de Uber emerge ahora con claridad: usted lanza la aplicación en su teléfono y un auto viene a buscarlo. Decir
que esto no revela una imaginación desbordante estaría mucho más allá de la realidad. Este enfoque funciona en
Estados Unidos, donde casi no se camina y donde los transportes públicos son la mayoría de las veces inexistentes.
Pero, ¿por qué este modelo debería replicarse en el resto del mundo? El hecho de que la caminata no le reporte nada a
Uber no obliga a excluir ese modo de locomoción. La crítica del solucionismo se aplica aquí a la perfección: no sólo
éste ofrece una definición demasiado estrecha de los problemas sociales, sino que por lo general lo hace en términos
que benefician ante todo a los creadores de la “solución”.
Imagínese que la aplicación desarrollada por su municipalidad pueda informarle de todas las posibilidades de
transporte de que dispone (con exclusión de Uber): usted podría tomar la bici que lo espera en la esquina, subir a un
minibús cuyo itinerario estuviera adaptado a su destino y al de los otros pasajeros, luego caminar el resto del trayecto
para saborear los encantos del mercado del barrio. Algunas ciudades ya lanzaron proyectos semejantes. Helsinki, en
colaboración con la start-up Ajelo, creó Kutsuplus, fascinante cruza de Uber y un sistema de transportes públicos
tradicional. Los pasajeros ordenan un transporte en su teléfono y la aplicación calcula el mejor medio de conducir a
destino a todo el mundo, a partir de datos en tiempo real. También ofrece una estimación del tiempo de trayecto, con
Kutsuplus como con otros modos de transporte.
El éxito de proyectos como éste depende de varios factores. En primer lugar, las municipalidades no deben considerar a
Uber como el único medio de mejorar la eficacia de los transportes públicos, y mucho menos de reducir los
embotellamientos (se puede estar seguro de que los datos que suministra jamás indicarán que hacen falta menos taxis y
más pistas para ciclistas o vías peatonales). Luego, los combates relativos a los servicios públicos serán ganados por
aquellos que posean los datos y los sensores que los producen. Si se deja todo eso a Uber –o, peor aun, a las empresas
de tecnología gigantes que buscan acaparar una parte del jugoso mercado de las “ciudades inteligentes”–, nos
estaríamos privando de experimentaciones que permitirían que las colectividades organicen sus transportes como lo
deseen.
La asociación entre Uber y la ciudad de Boston suscita además una cuestión política: ¿es posible autorizar a Uber a
“poseer” los datos de sus clientes, sea que los utilice como una ventaja a su favor en sus negociaciones con las
municipalidades o que simplemente quiera venderlos al mejor postor? Uber, sin haberle realmente formulado la
pregunta a nadie, respondió por la afirmativa. Como Google y Facebook lo habían hecho anteriormente.
No obstante, la realidad es más matizada, particularmente porque los sensores integrados en las infraestructuras
públicas pueden reproducir esos datos con bastante facilidad. Imaginen lo que sería capaz de hacer una red que
combine lectores automáticos de patentes, rutas y semáforos inteligentes: podría localizar y seguir a los vehículos Uber
exactamente como lo hacen los smartphones de sus conductores y pasajeros. No se trata de predicar un refuerzo de la
vigilancia, sino simplemente de subrayar que Uber pretende ser propietario de datos que no le pertenecen.
Por Evgeny Morozov* -4- Edición Nro 201 - Marzo de 2016
El Dipló: La uberización del mundo 5/5 29-03-2016 20:09:08
No porque Uber venga de California –región conocida por la pobre calidad de sus transportes públicos– uno debe creer
que los vehículos individuales a motor son el futuro de los transportes. Desgraciadamente es lo que podría ocurrir a
causa del descenso de las inversiones en las infraestructuras públicas. La solución sería restablecerlas y, para ello,
combatir las políticas de recortes presupuestarios.
1. Nombre del sitio de distribución de archivos musicales cuyo éxito, a comienzos de los años 2000, había sembrado el
pánico en la industria discográfica.
2. Véase Marie Bénilde, “La traque méthodique de l’internaute révolutionne la publicité”, Le Monde diplomatique,
París, noviembre de 2013.
Este artículo forma parte de la edición especial de Le Monde diplomatique y la Universidad Nacional de San
Martín
EL MUNDO EN CRISIS
Migraciones, desigualdad, conflictos armados, malestar democrático: un análisis a fondo de las principales líneas de
fractura globales.
Escriben, entre otros: José Natanson, Pablo Stancanelli, Pablo Stefanoni, Serge Halimi, Juan Martín Bustos, Ignacio
Ramonet, Mario Greco, Nancy Fraser...
* Autor del libro La locura del solucionismo tecnológico, que en marzo publicarán Katz - Capital intelectual, Buenos
Aires.