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Evolución histórica
A cargo de la importante firma de arquitectos Govantes y Cabarrocas se comenzó a
edificar alrededor del año 1922 de forma anónima la monumental residencia en el
número ciento setenta de la calle Paseo, en el reparto Carmelo. Comentan, que
algunas personas pasaban diariamente contemplando las obras, sin que jamás
trascendiera la información de quiénes eran los dueños que se instalarían en el
inmueble cuando este estuviese terminado.
El secreto de quién estaba detrás se develó unas semanas antes de la inauguracion,
para la cual Baró mandó a diseñar al gran cristalero y joyero francés René Lalique,
de quien era generoso mecenas, una joya única como regalo a cada uno de los
invitados, acompañado además de cuadros de famosos pintores cubanos que serian
enviadas con las invitaciones de la celebración.
A pesar de que la residencia fue terminada en 1927, no es sino hasta 1940 que se
inscribe en el Registro de Propiedad, como consta en el archivo.
Está compuesta por una parcela de terreno formada por los solares 7, 8, 9, 10, 11 y
12 de la manzana 78; reparto Carmelo, barrio del Vedado entre 17 y 19, limitando la
manzana la calle 2.
Las dimensiones de la edificación son por la calle Paseo 100m, por derecha con la
calle 19 serán 50m, y por la calle 17 otros 50m; la superficie total es de 5000 m².
En esta parcela se construyó una casa de ladrillos con techos monolíticos y pisos de
mármol. Cuenta con dos plantas, sótano y algunas edificaciones en la azotea. El
sótano está formado por cuatro cuartos para empleados, un baño, garaje, un cuarto de
bombas y uno de desahogo.
La planta baja se compone de portal, hall de entrada, biblioteca, sala, comedor,
pantry, cocina y comedor de empleados.
La planta alta está integrada por dos dormitorios grandes, uno pequeño, tres baños,
dos cuartos pequeños para vestir y un cuarto para lencería; además de un cuarto para
empleados y un baño.
Al fallecimiento de Catalina a causa de una penosa enfermedad, Baró no quiso
habitar más la casa, pero tampoco venderla, y la alquiló a un canadiense. Luego de su
muerte, ocurrida diez años después, se conoce que la hija de este, quien residía en
París, prestó o arrendó el inmueble al consulado francés hasta 1957. Luego del
triunfo revolucionario el gobierno la entregó a la Sociedad de Amistad Cuba-URSS,
paralelamente al proceso de desintegración de la URSS la casa fue utilizada como
oficinas del ICAP para atender a diferentes aéreas geográficas del mundo. A partir de
1993 y hasta principios de 1995 se mantuvo cerrada para su restauración. Es el 2 de
mayo de 1995 que oficialmente se inaugura como Casa de la Amistad.
Conclusiones:
El trabajo versó su labor en la compilación de información sobre la edificación cita en
Paseo 406 y una selección que permitió separar toda la documentación existente, pues
en su mayoría los datos conocidos corresponden a la historia amorosa y la mítica que
rodea a la pareja propietaria del inmueble en sus orígenes. La búsqueda de información
nos condujo a descubrir faltantes en la documentación que debía existir, por la
extracción de la misma de sus depósitos pertinentes.
Otra problemática que hubo de ser enfrentada fue la ocasionada por la actuación del
dueño original de la propiedad Juan Pedro Baró, quien al parecer no fue muy dado a los
trámites legales, que tantos problemas le causaron, dejando el inmueble como un
monumento sin sombras. Luego de la muerte de su esposa y de la marcha de la familia
al exterior la poca información existente marchó con ellos y hoy son escasas las pruebas
documentales existentes y accesibles.
Con las consultas logradas fue posible componer una completa descripción del
inmueble. Además de realizar una valoración del mismo y aportar recomendaciones
sobre su conservación y funciones futuras en modo de posibilidades.
Es posible tomar a partir de los resultados de la investigación como fecha terminal de la
obra los finales de 1926 y principios de 1927, y este como el año de su inauguración. Se
concluye que las dos esculturas de leones que hoy adornan la entrada de la casa no
fueron colocadas como parte de la decoración inicial y que son un agrego posterior.
Algunos elementos dispersos como el hecho de que fuese Juan Pedro Baró el mecenas
del afamado cristalero René Lalique, explicaria la singular participación del mismo en
las obras de la casa.
El trabajo fue de gran provecho debido al nivel de recopilación de información que
pudo lograrse, a los descubrimientos que se obtuvieron y a los puntos que se esclarecen.
Pone a disposición un material de referencia que muestra y valoriza el inmueble,
defendiendo su importancia y lugar en la historia de la sociedad habanera del pasado
siglo.
Bibliografía
Fuentes Escritas
-Guía de Arquitectura de La Habana.
- Rodríguez, Eduardo L. (1998). La Habana, Arquitectura del siglo XX.
-Toraya, L. J. (2001). 500 Años de Construcciones en Cuba. La Habana:
Chavín,Servicios Gráficos y Editoriales, S.L.
http://arquitectura-cuba.blogspot.com/2009/11/casa-en-el-vedado-i-govantes-y.html
http://www.ecured.cu/index.php/Catalina_Lasa#Historia_de_amor
http://fcmfajardo.sld.cu/efemerides/abril/curiosidades/amantes_del_vedado.pdf
http://www.soycubano.com/index.php?
option=com_content&view=article&id=302%3Acatalina-laza-y-juan-pedro-baro-
una-historia-de-amor-en-la-habana&catid=44%3Acultura-
general&Itemid=81&lang=es
Fuentes Orales
-Administradora de la Casa de La Amistad.
Anexos
Sección 5ta del antiguo registro de propiedad No. 1 Tomo: 28 Folio: 64
Manzana: 78 Finca No. 553
Reparto: Carmelo
Dirección antigua: Paseo # 170 /17 y 19
Dirección actual: Paseo # 406 /17 y 19
Terminada en 1927.
Se inscribió en 1940.