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SESION 05

EL CÓDIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL PERUANO

Y SU ESTRUCTURA NORMATIVA

VISION PANORAMICA1.

En la historia y evolución del Derecho Procesal Constitucional aparece la

imagen de Hans KELSEN, como el pionero en haber sentado las bases

preliminares de esta disciplina en abierta polémica con otro no menos

descollante jurista y fascinante teórico político, Carl SCHMITT, seguidos por

destacados cultores de esta novísima disciplina, como Piero

CALAMANDREI, Francisco CARNELLUTTI, Mauro CAPPELLETTI, y

Francisco FENANDEZ SEGADO, entre otros.

En el Perú, es asumir el pensamiento del maestro y científico Domingo

GARCIA BELAUNDE y su gran seguidor, el académico Dr. Gerardo ETO

CRUZ, de cuyo Estudio Preliminar de Derecho Procesal Constitucional y

otras publicaciones, me permito tomar algunos conceptos que posibiliten

sustentar el presente artículo.

LA JURISDICCION CONSTITUCIONAL.

Se acostumbra denominar como "Jurisdicción Constitucional", al conjunto de

mecanismos procesales destinados a defender la Constitución, sea en su

aspecto orgánico o el dogmático. Dentro de ella tiene destacada importancia

el control constitucional de las leyes y la defensa de los derechos humanos.

1
Necesidad de un Código Procesal Constitucional por Pedro Cerdán Urbina en
http://www.derechoycambiosocial.com/rjc/REVISTA1/CERDAN.htm.
Por influencia francesa también se suele utilizar el término "Justicia

Constitucional", que en rigor significa prácticamente lo mismo, tanto es así

que el gran teórico de la disciplina, Hans KELSEN, les dio un significado

equivalente. Al imponerse el "Derecho Procesal Constitucional" como una

nueva disciplina, el tema sobre la "Jurisdicción Constitucional", como el de

"Justicia Constitucional" serán considerados como uno de los capítulos de

estudio de éste.

La tendencia contemporánea se orienta a reconocer funciones

jurisdiccionales constitucionales a órganos distintos de los judiciales. Es en

este campo que intervienen principios de técnica jurídica, para lograr la

realización del principio de legalidad que es propio del Estado Constitucional

de Derecho, el principio de la independencia de los órganos

constitucionales, como también el principio de la oportunidad política,

atribuyendo mayor amplitud a órganos que parecen ser más idóneos que la

magistratura ordinaria.

MODELOS.

Los "Modelos" o "Sistemas" de Jurisdicción Constitucional, vienen a ser las

formas, usos, estilos o estructuras existentes para analizar, procesar y

resolver los problemas que plantea la Constitución y su defensa. Esto

significa que para llegar al tema de los "Modelos", no hace falta tomar

partido con las disquisiciones teóricas existentes, sino partir de ellas y

seguir adelante.

Al parecer, la caracterización de los modelos como "Concentrado" y

"Difuso", se deben a Carl SCHMITT (El defensor de la Constitución),

entendiendo por Difuso el Norteamericano, y Concentrado el Europeo


Continental. Por tanto, en Schmitt se encuentra in nuce, la caracterización

de tales modelos, conjuntamente con el Político. De esta suerte, los

modelos, caminos o vías de ejercer la jurisdicción constitucional, serían el

difuso o americano, concentrado o europeo o mejor aún Kelseniano, y el

Político, que en puridad es europeo.

El Modelo Difuso nace en Norteamérica, como fruto de una larga experiencia

colonial alimentada por la experiencia inglesa, y que se fija en 1803 en el

célebre caso Marbury vrs. Madison. Luego viene un largo silencio hasta

después de la Guerra Civil en donde nuevamente es retomado el problema

lentamente, y se reanuda en el siglo XX, especialmente en la denominada

Revolución Constitucional de la Corte Suprema, a raíz de su enfrentamiento

con Rooselvelt, Bajo este Modelo, es el Poder Judicial el responsable del

control constitucional

La experiencia Norteamericana, nacida dentro de una familia jurídica

distinta cual es el common law, fue mal vista en Europa. Fue así que nació

el llamado Modelo Kelseniano, plasmado en un proyecto de 1918,

sancionado por el Parlamento Austriaco en 1919 y hecho realidad en la

Carta Austriaca de 1920, correspondiendo al Tribunal Constitucional el

control de la Constitución.

Por otro lado, además de estos dos modelos clásicos, se ha colocado el

denominado Modelo Político, creado por la Revolución Francesa,

desahuciado desde KELSEN, pero admitido en cuanto modalidad existente,

y que consiste en que la tarea del control constitucional se adjudica a un

órgano político , clásicamente al Parlamento.


Ahora bien, estos tres modelos surgidos en el siglo XIX, tanto en Estados

Unidos, como en Europa, son los que más se han desarrollado y han

alcanzado mayor influencia.

Los modelos antes señalados, son los que por comodidad podemos llamar

originarios, pues nacieron con una relativa autonomía, fruto de especiales

circunstancias. Al lado de los originarios existen los derivados, que son los

que partiendo de éstos, han ido más lejos y han creado una nueva realidad.

Entre estos derivados tenemos el Mixto y el Modelo Dual o Paralelo.

EL MODELO DUAL O PARALELO.

Puede llamársele indistintamente, es aquel que se presenta cuando en un

mismo país, en un mismo ordenamiento jurídico, coexisten el Modelo

Americano y el Modelo Europeo, pero sin mezclarse, deformarse ni

desnaturalizarse.

EL MODELO PERUANO.- Tiene su partida de nacimiento en la Constitución

de 1979, reiterada en la vigente Carta de 1993.

La actual Constitución mantiene en sustancia el modelo Dual o Paralelo,

esto es tanto el Difuso o Norteamericano, como el Concentrado o Europeo,

con las siguientes variantes que no alteran su esencia:

• Las Acciones de Hábeas Corpus, Acción de Amparo, Acción de

Cumplimiento, Acción de Hábeas Data y Ación Popular,

corresponde conocer en su inicio al Poder Judicial, con sujeción a

normas procesales que regulan su ejercicio (Modelo Difuso).


• Adopta el nombre de Tribunal Constitucional, más técnico en

opinión del Dr. Domingo GARCIA BELAUNDE, (Modelo

Concentrado).

• Sus resoluciones no operan en casación, sino en fallo definitivo

para conocer los instrumentos protectores que ahora son más:

Hábeas Corpus y Amparo, y adicionalmente, el Hábeas Data y la

Acción de Cumplimiento, pero sólo para las sentencias

denegatorias que se dan en tales acciones, el resto se mantienen

en sede judicial.

• Resuelve en exclusiva los conflictos de competencia o función que

tengan o se produzcan en los Organos del Estado que señala la

ley.

NECESIDAD DE UN CODIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL.

Nadie pone en duda que las normas reguladoras de los Procesos

Constitucionales deben ser estudiadas con independencia de las normas

sustantivas; sin embargo, décadas atrás, los estudios de los procesos

constitucionales eran asumidos por los constitucionalistas con evidentes

deficiencias de técnica procesal. En la actualidad, no obstante el reclamo de

que su estudio requiere una perspectiva estrictamente procesal como lo

viene propugnando hace ya buen tiempo Jesús GONZALEZ PEREZ, esta

disciplina viene, por lo general, siendo diseñada por los propios

constitucionalistas y quizás el fermento del tiempo ha podido vadear una

serie de dudas y hoy se podría con vigorosa firmeza proclamar que el

Derecho Procesal Constitucional tiene ya un sitial en el conocimiento de las

demás ramas del Derecho Procesal.


Un breve planteamiento demasiado esquemático confirma la existencia de

esta rama procesal cuando se observa que, frente al Código Civil (código

sustantivo) le corresponde su respectivo Código Procesal Civil (código

adjetivo), ocurre con igual fuerza de estudio las disciplinas jurídicas

específicas: el Derecho Civil y el Derecho Procesal Civil. Lo propio ocurre

con el Código Penal cuyas disciplinas académicas llamadas a estudiarlo son

el Derecho Penal y el Derecho Procesal Penal. En realidad podemos afirmar

que, en términos del episteme jurídico, las normas jurídicas sean

sustantivas o procesales del derecho civil o penal o de cualquier otra norma

"sustantiva", son simplemente eso: normas de conductas, mandatos,

imputaciones que prescriben algo; en cambio, la ciencia jurídica

correspondiente en cada materia, estudia y describe dichas normas, como

objeto de estudio.

Esta descripción también es aplicable al Derecho Constitucional y al Derecho

Procesal Constitucional, en términos de disciplinas científicas. El primero

estudia a la Constitución, sea en su lectura del texto formal o material o

todo lo que ontológicamente se presente como fenómeno constitucional,

esté o no normado.

En la realidad, sumado al texto o código fundamental, existe una suerte de

Código Procesal Constitucional que se refleja dispersamente en una serie de

instituciones procesales tendientes a hacer prevalecer la "parte sustantiva"

de aquel Código Constitucional. En definitiva, se trata de que un virtual

Código Procesal Constitucional regule los procesos constitucionales que se

reflejan en las diversas "Garantías Constitucionales" y, por tanto, traten de

afirmar - pues he ahí la ratio legis de dichas normas procesales - la defensa

de la Constitución a través de los diversos mecanismos procesales que


establezca la propia normatividad constitucional. A este tipo de instituciones

de naturaleza procesal constitucional, distintas a las otras normas, le asiste

la respectiva disciplina llamada a cubrir su estudio: el Derecho Procesal

Constitucional.

El Artículo 200º, in fine de la Constitución Política del Perú de 1993,

prescribe: "Una ley orgánica regula el ejercicio de estas garantías y los

efectos de la declaración de inconstitucionalidad o ilegalidad de las

normas"; empero, ha transcurrido a la fecha más de seis años y el

Congreso no ha cumplido con este mandato, incurriendo en una grave

omisión constitucional.

En este marco situacional es que se erige la gravitante personalidad de

Domingo GARCIA BELAUNDE quien, a la sazón y sin disputa alguna, es el

máximo representante del movimiento constitucional peruano y uno de los

más grandes interlocutores del pensamiento jurídico- constitucional

latinoamericano entrelazado con Europa y Estados Unidos. Por lo demás

GARCIA BELAUNDE presidió la comisión que elaboró un anteproyecto de

Código Procesal Constitucional, cuya norma procesal enriquecerá el objeto

de estudio de nuestra novísima disciplina, el Derecho Procesal

Constitucional Peruano.
El nuevo Código Procesal Constitucional del Perú, por Domingo García

Belaunde.

El debate en el Congreso de la República.

Como se ha mencionado, el 15 de diciembre del 2003, el anteproyecto de

Código Procesal Constitucional fue presentado como proyecto de ley por un

grupo multipartidario de congresistas integrantes de la Comisión de Justicia y

Derechos Humanos del Congreso de la República. Con anterioridad, se habían

presentado varios proyectos de ley por parte de diversos congresistas y del

propio Poder Ejecutivo, que proponían reformas puntuales a los procesos

constitucionales pero que, ciertamente, carecían de una visión de conjunto.

Dicho proyecto contó con los dictámenes favorables de la Comisión de

Constitución y Reglamento, y de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos,

las cuales introdujeron contadas modificaciones. El dictamen que propuso

mayores cambios fue el elaborado por la Comisión de Justicia y Derechos

Humanos, los cuales en su mayoría no fueron acogidos en la versión final del

Código. Además, a través del Oficio Nº 182-2004-CCYR-CR de 18 de febrero

del 2004, la Comisión de Constitución y Reglamento solicitó la opinión del

Tribunal Constitucional. Su Presidente remitió el Oficio Nº 012-2004-P/TC

manifestando que debía aprobarse la referida iniciativa y a la vez propuso

algunos cambios puntuales.

El 6 de mayo del 2004, el Pleno del Congreso inició su discusión y aprobó el

proyecto por 72 votos a favor, ninguno en contra y una abstención, inició su

discusión y el 28 del mismo mes fue promulgado por el Presidente de la

República. El 31 de mayo se publicó en el diario oficial la Ley 28237, que

aprobó el primer Código Procesal Constitucional peruano.


Los dos cambios sustanciales que sufrió el anteproyecto en el Congreso de la

República fueron a los artículos 15 y 22, que regulan las medidas cautelares y

las medidas coercitivas. Asimismo, la Comisión de Constitución agregó el

artículo 63, que regula la ejecución anticipada en el proceso de Hábeas Data, y

que inicialmente no había sido previsto en el anteproyecto.

Como se ha indicado, la Comisión de Constitución y Reglamento introdujo

un párrafo al artículo 15, estableciendo un procedimiento especial

tratándose de medidas cautelares contra actos administrativos municipales

y regionales. Es decir, el Código cuenta con dos procedimientos en materia

cautelar: uno general, para todo tipo de acto lesivo y uno especial, aplicable

exclusivamente cuando se trate de actos administrativos municipales y

regionales. Se trata de un cambio manifiestamente injustificado y que

generará problemas a los justiciables. De otro lado, la versión final del

artículo 22 elimina la medida coercitiva de prisión incorporada por el

anteproyecto, que debilita la ejecución de las sentencias.

Título Preliminar.

El Código incorpora diversas novedades en la regulación de los procesos

constitucionales, con la finalidad de modernizarlos y dotarlos de una mayor

eficacia. En ese sentido, examinaré algunas de las instituciones desarrolladas,

comenzando por las que aparecen en el Título Preliminar.

Los principios procesales en el Código.

El principio de dirección judicial del proceso se enmarca como la expresión

más evidente de una concepción publicista del proceso. Esto es, la

consideración de que éste tiene por finalidad permitir que el Estado imponga la
vigencia del sistema jurídico que ha propuesto y no, como se consideró en el

siglo XIX, un medio para que los particulares discutan sus derechos privados.

El principio de economía procesal, que intenta enfrentar no sólo el tema de

los costos, sino también de la duración y de la cantidad de actos que deben

realizarse en un proceso. Probablemente, sus expresiones más importantes

sean la economía de tiempo y de esfuerzo.

El principio de socialización del proceso probablemente sea uno de los más

trascendentes del proceso civil, y tal vez sea el menos usado hasta la fecha por

el juez peruano. Sin embargo, se guarda la esperanza de que en sede

constitucional el empleo de la norma sea mayor. Lo que ésta regula es la

facultad concedida al Juez de intervenir en el proceso, a fin de evitar las

naturales desigualdades en que concurren los litigantes.

Precisamente en la tónica de un proceso adscrito a una tendencia publicista,

se regula también el principio de impulso oficioso, esto es, el deber

procesal que tiene el juez del proceso constitucional de conducirlo a su

conclusión, más allá del eventual desinterés del sujeto en su resultado.

De una manera más genérica a las usadas en algunos procesos

constitucionales presentes en la legislación comparada, se regula el llamado

principio de elasticidad, según el cual las formalidades previstas para los

actos procesales, deben ser exigidas atendiendo a la función que éstas

cumplen en el proceso y en la obtención de su resultado, a criterio del juez.


SU ESTRUCTURA NORMATIVA.

En cuanto a su estructura, el código cuenta con un Título Preliminar y trece

títulos, compuesto por 121 artículos, siete disposiciones finales y dos

transitorias. En el Título Preliminar se fijan algunos principios y criterios

generales, existiendo un título que reúne disposiciones generales comunes

para los procesos de hábeas corpus, amparo, hábeas data y cumplimiento;

y otro título para las disposiciones generales comunes a los procesos de

inconstitucionalidad y acción popular. Sin perjuicio de ello, existen títulos

específicos para la regulación detallada de cada uno de estos procesos, así

como para el proceso “competencial”.

Estructura de Código Procesal Constitucional.

• Título Preliminar.

• Título I: Disposiciones Generales de los procesos de hábeas corpus,

amparo, hábeas data y cumplimiento.

• Título II: Proceso de Hábeas Corpus.

• Título III: Proceso de Amparo.

• Título IV: Proceso de Hábeas Data.

• Título V: Proceso de cumplimiento.

• Título VI: Disposiciones generales de los procesos de acción popular e

inconstitucionalidad.

• Título VII: Proceso de acción popular.

• Título VIII: Proceso de inconstitucionalidad.

• Título IX: Proceso competencial.

• Título X: Jurisdicción Internacional.


• Título XI: Disposiciones Generales aplicables a los procedimientos

ante el tribunal constitucional.

• Título XII: Disposiciones Finales.

• Título XIII: Disposiciones Transitorias y Derogatorias.

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