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CAPACIDAD PORTANTE DE SUELOS

I. INTRODUCCION

En obras de importancia y características especiales, y sobre todo, cuando es proyectada su


construcción en terrenos cuyo subsuelo no es conocido, es obligatorio el estudio del suelo
para cada caso en particular. No es prudente deducir la resistencia y comportamiento de un
suelo a partir de las características de otro, aun cuando estén próximos entre sí.

A continuación se ofrece con propósito ilustrativo ciertas pautas indicativas del probable
comportamiento de algunos tipos de suelos. Desde luego, no eximen de la obligatoriedad
de contar, especialmente en los casos precedentemente indicados, con los correspondientes
estudios de suelos.

Grava. Con excepción de las gravas pizarrosas, la grava es material apropiado para
cimentaciones siempre y cuando subyacentes no existan estratos frágiles o blandos, ni esté
expuesta a socavación la cimentación.

La grava tiene reducida o casi nula capilaridad; por tanto, no es probable que la presencia
de agua subterránea, o su humedecimiento, sean causas de disminución de su resistencia ni
origen de asentamientos.

Arena. No es prudente generalizar respecto al probable comportamiento y resistencia de


las capas de arena, pues debido a causas ya expuestas, relacionadas con su formación, los
suelos de esta naturaleza se encuentran en diverso estado de compacidad, además de tener
variada granulometría. Si las arenas, medias y gruesas, son compactas y su granulometría
es favorable tienen apropiada resistencia para sustentar estructuras. No ocurre lo mismo
con las arenas muy finas, sobre todo si son sueltas, como es el caso de arenas cuyo origen
es producto del transporte del viento (arenas eólicas). Las capas de arena suelta son muy
susceptibles a densificarse por efecto de la vibración causada por movimientos sísmicos,
pudiendo esperarse, eventualmente, asentamiento de la cimentación e indeseables efectos
de carácter estructural.

Cuando se trate de este tipo de suelo, es preciso profundizar las excavaciones para
cimentos y definitivamente limitar las presiones de contacto cimento – suelo. La razón de
esta exigencia podemos percibirla cuando caminamos por la playa, la arena fluye a cada
lado hundiéndose los pies; sin embargo, a cierta profundidad los pies no bajan ya más: la
capacidad de carga ha aumentado. Lo mismo pasa con cimentaciones construidas a mayor
profundidad.

La presencia de agua en suelos arenosos, especialmente cuando se trate de arenas finas


sueltas, puede ser causa de marcada disminución de su resistencia en caso de ocurrencia de
sismos y, eventualmente, origen del fenómeno de liquefacción, tal como ocurriera en
algunas zonas de la ciudad de Chimbote en el terremoto de 1,970.

Limo. Es un suelo de partículas muy pequeñas, relativamente no es plástico y tiene


capilaridad elevada. Cuando se encuentra en estado suelto su resistencia es pequeña; su
presencia debe ser motivo de reserva por parte del diseñador y el constructor.

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Arcilla. Es dura cuando está seca, pero su consolidación se produce lentamente. Cuando
es humedecida se torna plástica y deformable, modificando su consistencia según el grado
de humedecimiento que alcance; por lo tanto, en suelos arcillosos la alteración del
contenido de agua en su masa juega importante rol en su comportamiento y resistencia.

El humedecimiento, que en algunos casos llega hasta la saturación, se produce de diversas


maneras. Causas potenciales de humedecimiento son las lluvias y el aumento del caudal de
los ríos y arroyos.

También los suelos pueden humedecerse por efecto de la capilaridad, es decir, por succión
del agua que pudiera encontrarse en capas inferiores.

La succión es pequeña o casi nula en suelos granulares (arenas y gravas), pero suele ser
grande en suelos arcillosos, ascendiendo el agua hasta alcanzar los cimientos de los
edificios.

Suelos que contienen materia orgánica. Los suelos que contienen materia orgánica, la
turba y el fango, definitivamente no son apropiados para cimentaciones.

Estas capas deben ser eliminadas durante la excavación, la misma que debe profundizarse
hasta encontrar capas suficientemente resistentes. Los suelos de color marrón oscuro, gris
oscuro o negro, o tengan olor característico, estructura esponjosa o fibrosa, corresponden a
este inconveniente tipo de suelo. Desde luego, un suelo producto de rellenos tampoco es
apropiado para cimentaciones.

Homogeneidad del subsuelo. Otra característica que también debe tenerse en cuenta en
cimentaciones es la uniformidad del subsuelo. Cuando las capas subyacentes a la
cimentación son suficientemente resistentes la condición es favorable: sin embargo,
cuando una capa de comprobada resistencia para la cimentación prevista reposa sobre otra
de menor resistencia la situación cambia sustancialmente.

A modo ilustrativo, veamos el caso de una zapata cimentada sobre una capa de arena y que
debajo de esta se encuentre una de arcilla blanda (Fig. 1). La presión supuesta como
admisible para la arena es transferida a la capa de arcilla blanda, la misma que fluye hacia
los lados, lo probable es que se produzca el asentamiento de la zapata.

Fig. 1 A través de la masa de arena la presión ejercida por la zapata es


transferida a la capa de arcilla empujándola a los lados produciendo,
eventualmente, el humedecimiento de la zapata.

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Por ello insistimos en que el aspecto de las capas superficiales no es suficiente para
deducir con certeza el comportamiento de un determinado suelo. Es indispensable la
exploración de las capas inferiores hasta la profundidad procede en cada caso.

3.4.8. Capacidad portante de los suelos. La capacidad portante o carga admisible de un


determinado tipo de suelo es la presión máxima que puede aplicársele sin que se produzca
la rotura de la masa situada debajo de cimientos.

Presión o intensidad de carga es la fuerza ejercida sobre la unidad de superficie de


contacto entre cimiento y suelo. La unidad que expresa la presión es el kg/cm2 (kilogramo
por centímetro cuadrado). Por ejemplo, si la carga que transmite al suelo una zapata es 60
toneladas y el área de la zapata es de 3 m2, entonces la presión transmitida a la superficie
de contacto entre zapata y suelo es:

Pues bien, la capa de suelo deberá ser capaz de soportar la presión aplicada (en este caso, 2
kg/cm2). Como podemos observar, la acción sobre el terreno no depende exclusivamente
de la carga absoluta aplicada, sino también del área de contacto entre el cimiento y el
suelo.

Las presiones admisibles varían sustancialmente según el suelo de que se trate. Es


frecuente especificar 4 kg/cm2para conglomerados compactos y bien graduados.

A las mezclas de canto rodado y arena (“hormigón”) suele asignárseles valores de 3 a 4


kg/cm2 como presiones admisibles.

La capacidad portante de las arenas gruesas y mezclas de arena y grava compactas es


aproximadamente 2 kg/cm2, mientras que para arenas finas la presión admisible es
limitada a 1 kg/cm2.

Las presiones admisibles de los suelos predominantemente arcillosos dependen de su


grado de dureza. Sus valores fluctúan entre 1.5 kg/cm2 en caso de arcillas inorgánicas
duras y sin riesgo de humedecimiento, hasta valores muy bajos, 0.5 kg/cm2, si se trata de
arcillas inorgánicas blandas.

Una arcilla es dura cuando se parte con dificultad en terrones que no se pueden pulverizar
o amasar fácilmente con los dedos. Una arcilla es firme o de consistencia media cuando se
puede amasar, aunque con bastante esfuerzo.

Las arcillas blandas se pueden amasar con relativa facilidad, pero no tienen consistencia
pastosa.

Arcillas de consistencia pastosa deben desecharse para cimentaciones. Otra manera


práctica e indicativa de la consistencia o dureza de los suelos es el grado de dificultad que
presentan al ser excavados. La lampa penetra con facilidad en suelos blandos, mientras
que la excavación de suelos de dureza media requiere de pico. En suelos duros el pico
rebota; puede penetrar, pero con esfuerzo.

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II. CAPACIDAD PORTANTE DE SUELOS CON FINES DE


CIMENTACION

1.- INTRODUCCION:

La cimentación es la parte de la estructura que permite la transmisión de las cargas que


actúan, hacia el suelo o hacia la roca subyacente.

Cuando los suelos reciben las cargas de la estructura, se comprimen en mayor o en


menor grado, y producen asentamientos de los diferentes elementos de la cimentación y
por consiguiente de toda la estructura. Durante el diseño se deben controlar tanto los
asentamientos absolutos como los asentamientos diferenciales.

El suelo constituye el material de ingeniería más heterogéneo y más impredecible en su


comportamiento, es por ello que los coeficientes de seguridad que suelen utilizarse son
al menos de 3 con relación a la resistencia. La presencia de diferentes tipos de suelos y
de distintos tipos de estructuras da lugar a la existencia de distintos tipos de
cimentaciones.

2.- TIPOLOGÍAS:

Las cimentaciones se clasifican en: Cimentaciones Superficiales y


Cimentaciones Profundas.

2.1.- CIMENTACIONES SUPERFICIALES:

2.1.1.- Cimientos Corridos

2.1.2.- Zapatas

2.1.3.- Vigas de Cimentación

2.1.4.- Losa de Cimentación

2.2.- CIMENTACIONES PROFUNDAS:

2.2.1.- Pilotes

2.1.1.- Cimientos Corridos:

Son excavaciones superficiales para obras que no requieren refuerzos en el suelo.

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Proceso constructivo de un Cimiento Corrido

a).- Trazado y replanteo

b).- Excavación

c).- Perfilado y limpieza de la zanja

d).- Colocación de fierros para las columnas

e).- Colocación de la primera capa de concreto previo mojado de la zanja

f).- Colocar las piedras dejando espacios para que el concreto los cubra

g).- Colocar otra capa de concreto, hasta el nivel requerido, dejando en la parte superior
piedras que sobresalgan en los lugares donde se va ubicar el sobrecimiento.

2.1.2.- Zapatas:

Zapatas Aisladas:

Son típicas en cimentaciones de edificios o estructuras sustentadas por pilares. Las riostras
que unen las distintas unidades no suelen reducir notablemente las cargas verticales que
actúan en cada zapata y por lo tanto, a efectos de hundimiento y de asientos, éstas pueden
considerarse individualmente.
Su principal objetivo es la de evitar desplazamientos laterales.

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Zapatas Combinadas:

Soportan las descargas de dos o más columnas. Necesarias cuando se debe colocar una
columna en la colindancia de un edificio y la losa de la zapata no se puede proyectar fuera
de la colindancia.

Se logra una distribución relativamente uniforme de esfuerzos, la zapata de la columna


exterior se puede combinar con la de la zapata interior más cercana.

Zapatas Corrida:

Es una franja continua de losa a lo largo del muro y de un ancho mayor que el espesor
del mismo. La proyección de la zapata se trata como un voladizo cargado con la presión
distribuida del suelo.

2.1.3.- Vigas de Cimentación


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Se las emplea en suelos poco resistentes, para integrar linealmente la cimentación de varias
columnas. Cuando se integran las columnas superficialmente mediante vigas de
cimentación en dos direcciones, se forma una malla de cimentación.

2.1.4.- Losa de Cimentación:

Se emplean en suelos poco resistentes, para integrar superficialmente la cimentación de


varias columnas. Cuando al diseñar la cimentación mediante zapatas aisladas, la
superficie de cimentación supera el 25% del área total, es recomendable utilizar losas de
cimentación.

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2.2.1.- Pilotes:

Se los emplea cuando los estratos resistentes de suelo son muy profundos. El hincado de
pilotes permite que se alcancen esos estratos resistentes.

Pueden ir acoplados a zapatas o losas de cimentación. Se utilizan varios pilotes para


sustentar a cada unidad de cimentación.

3.- CRITERIOS PARA EL DISEÑO DE ZAPATAS:

Los esfuerzos en el suelo no deben sobrepasar los esfuerzos admisibles bajo


condiciones de carga sin factores de mayoración.

Cuando las combinaciones de carga incluyan el efecto de solicitaciones eventuales


como sismos y viento, los esfuerzos admisibles pueden incrementarse en un 33.3%.

Los asentamientos de las estructuras deberán calcularse incluyendo el efecto en el


tiempo de suelos compresibles o consolidables como arcillas y suelos orgánicos.

El recubrimiento mínimo para el hierro, cuando el hormigón es fundido en obra en


contacto con el terreno y queda permanentemente expuesto a él, es de 7 cm.

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Las zapatas deberán diseñarse para resistir fuerzas cortantes en cada dirección
independientemente, tomando como sección crítica a una distancia d desde la cara de
las columnas o elementos verticales.

La capacidad resistente a cortante tipo viga del hormigón se calcula con la siguiente
expresión empírica:

Donde tanto f’c como vc se expresan en Kg/cm2.

Las zapatas deberán diseñarse para resistir fuerzas cortantes de punzonamiento en dos
simultáneamente, tomando como sección crítica a aquella que se ubica a una distancia d/2
alrededor del elemento vertical de carga (columna, muro de corte, etc.).

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La resistencia al cortante por punzonamiento que puede desarrollar el hormigón se


calcula con la siguiente expresión empírica:

Donde tanto f’c como vc se expresan en Kg/cm2.

La sección crítica de flexión en una dirección se ubicará en las caras de los elementos
verticales de carga.

En cimentaciones de muros de mampostería, la sección crítica de diseño a la flexión se


considerará ubicada en la mitad, entre el eje medio y el borde del muro.

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En zapatas reforzadas en una dirección y en zapatas cuadradas reforzadas en dos


direcciones, el refuerzo debe distribuirse uniformemente a través del ancho total de la
zapata.

En zapatas inclinadas o escalonadas, el ángulo de inclinación o la altura y colocación de


los escalones serán tales que se satisfagan los requisitos de diseño en cada sección.

Las zapatas inclinadas o escalonadas que se dimensionen como una unidad, deben
construirse para asegurar su comportamiento como tal (deberán ser monolíticas).

4.- DEFINICIONES BÁSICAS:

4.1.- Tensión total bruta (qb)


Es la tensión vertical total que actúa en la base del cimiento (carga total/área del
cimiento). Incluye todas las componentes verticales: sobrecargas, peso de la estructura,
peso del propio cimiento, etc.

4.2.- Tensión total neta (qneta)


Es la diferencia entre qb y la tensión total de tierras (sobrecarga) que actúa a la cota de
la base del cimiento (qneta = qb - Po).
Usualmente qneta es el incremento de tensión total vertical al nivel de base de la
cimentación.

4.3.- Tensiónefectivabruta(q’b)
Es la diferencia entre la tensión total bruta, qb y la presión intersticial al nivel de la
cimentación (q’b = qb - u).

4.4.- Tensión efectiva neta (q’neta)


Es la diferencia entre q’b y la tensión efectiva vertical P’o debida a la sobrecarga de tierras
al nivel de la cimentación.

4.5.- Tensión de hundimiento (q’h), (qh)


Es la tensión vertical para la cual el terreno agota su resistencia al corte. Puede expresarse
en términos de tensiones totales o efectivas, brutas o netas.

4.6.- Tensión admisible (q’adm),(qadm)


Es la tensión de cimentación para la cual existe un coeficiente de seguridad adecuado
frente al hundimiento. Puede expresarse en términos de tensiones totales o efectivas,
brutas o netas. Esta tensión no tiene por qué ser admisible para la estructura, por lo tanto
depende del tipo de estructura (estructuras rígidas/flexibles).

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4.7.- Tensión admisible de trabajo (q’admtrabajo), (qadm trabajo)


Es la tensión de cimentación admisible para una determinada estructura teniendo en
cuenta su tolerancia a los asientos. Obviamente puede ser mucho menor que qadm.
Puede expresarse en tensiones totales o efectivas, brutas o netas.

4.8.- Tensión de trabajo (Qtrabajo)


Es la tensión vertical de cimentación la que está funcionando una determinada
cimentación. Puede expresarse en tensiones totales o efectivas, brutas o netas.

5.- CONDICIONES QUE DEBE CUMPLIR LA CIMENTACIÓN

Estabilidad global
La estructura y su cimiento pueden fallar globalmente sin que se produzcan, antes, otros
fallos locales. Este tipo de rotura es típico de cimentaciones en taludes o en medias laderas.

Estabilidad frente al hundimiento


Este fallo del terreno puede ocurrir cuando la carga actuante sobre el terreno, bajo algún
elemento del cimiento, supera la carga de hundimiento.

Estabilidad frente al deslizamiento


El contacto de la cimentación con el terreno puede estar sometido a tensiones de corte.
Si éstas superan la resistencia de ese contacto se puede producir el deslizamiento entre
ambos elementos, cimentación y terreno.

Estabilidad frente al vuelco


El vuelco es típico de estructuras cimentadas sobre terrenos cuya capacidad portante es
mucho mayor que la necesaria para sostener la cimentación, de otra forma, antes de
producirse el vuelco se provocaría el hundimiento del cimiento.

Capacidad estructural del cimiento


Los esfuerzos en los elementos estructurales que componen el cimiento, igual que
cualquier otro elemento estructural, pueden sobrepasar su capacidad resistente.
Los estados límites últimos que, en ese sentido, deben considerarse son los mismos que
con el resto de los elementos estructurales.

6.- CÁLCULO ANALÍTICO DE LA CARGA DE HUNDIMIENTO

Las teorías de capacidad de carga en cimentaciones superficiales están basadas en un


buen número de idealizaciones sobre las características tensión-deformación del suelo:
a) El suelo se supone rígido-perfectamente plástico.

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b) La mayoría de las teorías suponen que el terreno es isótropo, es decir, que su


resistencia es la misma en cualquier dirección.

c) Se suele suponen que el terreno es homogéneo, o sea:


En cálculos sin drenaje (corto plazo en suelos cohesivos), la resistencia al corte sin drenaje
se supone constante.
En cálculos con drenaje (suelos cohesivos a largo plazo o suelos granulares a corto y
largo plazo), los parámetros de resistencia efectiva c’ y Ø’ se suponen constantes

d) La mayoría de las teorías suponen que el suelo bajo la cimentación no pesa


(densidad nula).

COEFICIENTES DE CAPACIDAD DE CARGA


Las siguientes expresiones debidas a Prandtl (1920) corresponden a las fórmulas analíticas
que proporcionan los valores de los coeficientes de carga de la fórmula polinómica
de Brinch-Hansen.

  
Nq  tan 2  45  e ta n 

 2 

N c  N q  1cot 

N   2N q  1 tan 

Para el caso particular de f = 0, tenemos que los coeficientes de capacidad de carga


valen respectivamente:
Nq = 1

Nc = 5,14

Ng = 0

En la siguiente tabla se recogen los valores de los coeficientes de carga para el rango de
ángulos de rozamiento interno en los suelos.

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COEFICIENTES DE FORMA
Tras una serie muy cuidada de ensayo en modelo reducido en arena, De Beer (1970)
dedujo las siguientes expresiones:

B Nq
Fes  1 
L N
c

tan 
B
Fqs  1 
L
B
Fs  1  0.4
L

COEFICIENTES DE INCLINACIÓN
Las expresiones que proporcionan los valores de los coeficientes de inclinación se
deben a Schultze (1952), Caquot y Odgaard entre otros.

    2
F F  
ci qi 1 
 90 
 
2

Fi  1  
  

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7.- ENSAYOS QUE SE UTILIZAN PARA HALLAR LA CAPACIDAD PORTANTE DE


LOS SUELOS

Basicamnete nesecitamos saber sus caracteristicas del suelo y eso se comienza desde la
inspeccion ocular hasta ensayos con maquinas muy especiales que te pueden brindar
resultados con muy poco error, entre ellos podemos destacar:

Para muestras alteradas e inalteradas:

Ensayos para caracterizar suelos:

 Granulometría
 Límites de consistencia
 Humedad natural
 Clasificación de suelos
 Pesos específicos
 Porosidad
 Grado de saturación
 Relación de vacíos

Ensayos especiales
 Triaxiales
 Cortes directos
 Consolidación
 Pesos unitarios
 Densidad in situ
 Ensayo de la Placa

Resultados
Capacidad de soporte admisible
Módulo de reacción K
Asentamiento en suelo S

a.- El ensayo de penetración estándar es una herramienta útil y práctica para


determinar la capacidad de soporte del suelo. La capacidad de soporte es utilizada en el
dimensionamiento de los cimientos de una estructura. Además de obtener la capacidad
de soporte, el ensayo permite obtener muestras de suelos para la realización de otros
ensayos que permiten cuantificar la propiedad índice y de resistencia de un suelo.
En la ejecución del ensayo existen un número de factores que afectan los resultados
que pueden obtenerse; conocer y hacer énfasis en estas variables y en otras limitaciones
ayudará en la interpretación correcta de los resultados del ensayo.

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Aunque se denomina “estándar”, el ensayo tiene muchas variantes y fuentes de


diferencias, en especial la energía que llega al toma muestras la cual depende del equipo
empleado, por lo que se es necesario aplicar factores de corrección para expresar los
resultados en función de la energía entregada.

INTRODUCCIÓN
El ensayo de penetración estándar para la determinación de la capacidad de soporte
admisible del suelo. Se hace un análisis actualizado de los puntos más importantes
asociados al ensayo de penetración estándar, usos y su aplicabilidad en el
dimensionamiento de cimentaciones.

ENSAYO DE PENETRACIÓN ESTÁNDAR


Debido a su sencillez de ejecución el método de penetración estándar SPT
(Standard Penetration Test) es el más económico y usado en la exploración de suelos. El
método ha sido estandarizado desde 1958, con varias revisiones (ASTM D1586) y
consiste en hincar un toma muestras partido de 18 in (0,45 m) de largo colocado al extremo
de una varilla AW, por medio de un peso (martillo) de 140 lb (63,5 kg) que se deja caer
libremente desde una altura de 30 in (0,76 m), anotando los golpes necesarios para
penetrar cada 6 in (0,15 m). El valor normalizado de penetración n es para 12 in (0,30 m),
se expresa en golpes/pie y es la suma de los dos últimos valores registrados. El ensayo
se dice que muestra “rechazo” si: (a) N es mayor de 50 golpes/6 in, (b) N es igual a 100
golpes/pie o (c) No hay avance luego de 10 golpes.

Aunque se denomina “estándar”, el ensayo tiene muchas variantes y fuentes de


diferencia, en especial a la energía que llega al toma muestras, entre las cuales sobresalen:
1) Equipos producidos por diferentes fabricantes

2) Diferentes configuraciones del martillo de hinca, de las cuales son las más comunes
el martillo anular y el martillo de seguridad.
3) El control de la altura de caída pudiendo realizarse manualmente o con malacate y
soga.

4) Si hay o no revestimiento interno en el toma muestras.

5) La longitud de la barra entre la cabeza de golpeo y el toma muestras,

6) El diámetro de perforación,

7) La presión de confinamiento efectiva sobre el toma muestras en el punto de ensayo.

EN PANAMA, utilizan otro tipo de ensayo para hallar la capacidad de soporte del suelo
que a continuación se detallara

Los cimientos superficiales deben ser diseñados para que las cargas transmitidas
al suelo no causen fallas de capacidad de soporte, ni asentamientos excesivos que
ocasionen daños a la estructura soportada. El método más confiable para obtener la
capacidad de soporte de un suelo es el realizar una prueba de carga. La prueba de placa
o ensayo de carga de placa es una prueba de campo utilizada para la estimación de la
capacidad de soporte última y el asentamiento de suelos. En nuestro medio, la prueba de
campo más utilizada para estimar la capacidad de soporte de un suelo es mediante el
Ensayo de Penetración Estándar que resulta ser demasiado conservador. El Reglamento

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Estructural de Panamá REP-2004 indica que la capacidad de soporte se calculará


utilizando la ecuación de Meyerhof para la capacidad de soporte última. Este último
método requiere de ensayos de laboratorio para determinar los parámetros de resistencia
del suelo.
1
Se hace un análisis comparativo de las capacidades de soporte de un relleno de suelo
arenoso, (arena arcillosa con grava) obtenidas utilizando la prueba de placa, la prueba
de penetración estándar y la ecuación de capacidad de soporte de Meyerhof. Esta arena
arcillosa con grava, objeto de este estudio, posee tanto características friccionantes
como cohesivas muy comunes de nuestros suelos.
La mayoría de los estudios de suelos presentan estimaciones de la capacidad de soporte
de un suelo basado en los resultados de los ensayos de penetración estándar (número
de golpes/30 cm). Esta estimación utiliza una ecuación empírica derivada para suelos arenosos
no cohesivos con un nivel freático profundo y un asentamiento admisible de
25,4 mm. Siendo esto así, no tiene influencia el tamaño o dimensiones del cimiento. Esta
metodología resulta ser práctica pero muy conservadora en la estimación de la capacidad de
soporte admisible. El Reglamento Estructural de Panamá REP-2004 indica que la capacidad
de soporte deberá calcularse utilizando la ecuación de Meyerhof para capacidad de soporte
última. Para hacer esto se deben conocer las magnitudes de las cargas involucradas, las
dimensiones de los cimientos y las características índices y de resistencia del suelo. De esta
manera se logra una mejor estimación de la capacidad de soporte fundamentada en un
análisis teórico-práctico. El método más confiable para obtener la capacidad de soporte de
un suelo es el realizar una prueba de carga. La prueba de placa o ensayo de carga de placa
es una prueba de campo utilizada para la estimación de la capacidad de soporte última y el
asentamiento de suelos.
El presente artículo tiene como objetivo analizar comparativamente las capacidades de soporte
admisible de un relleno de suelo arenoso (arena arcillosa) obtenidas utilizando la
prueba de placa, la prueba de penetración estándar y la ecuación de capacidad de soporte de
Meyerhof. Esta arena arcillosa, objeto de este estudio, posee tanto características friccionantes
como cohesivas muy comunes de nuestros suelos naturales.

EL ENSAYO DE CARGA DE PLACA

Es un ensayo de campo para la determinación de la capacidad de soporte y asentamiento de


un suelo. Para la ejecución de la prueba debe excavarse una calicata hasta el nivel de desplante
del cimiento. Una placa de carga de 2,54 cm (1 in) de espesor como mínimo y 30,5 cm (12
in) a 76,2 cm (30 in) de diámetro es utilizada para transmitir la carga al suelo. La carga es
generada por un gato hidráulico apoyado en su parte inferior sobre la placa de carga y
en la superior a una barra inmovilizada. El procedimiento de ensayo está estandarizado
en el método ASTM D1194. La prueba consiste en aplicar con el gato hidráulico una carga
previamente definida, ocasionando en el suelo un asentamiento. Cuando el asentamiento
cesa se aplica otro incremento de carga, repitiéndose el proceso hasta alcanzar un
asentamiento máximo permisible del suelo, Smáx, hasta que se observe la falla en el suelo o
hasta alcanzar la capacidad máxima del gato hidráulico. Los valores de incremento de carga
son medidos por un manómetro conectado al gato hidráulico y los asentamientos por
deformímetros ubicados sobre la placa de carga. El resultado es una curva carga-asentamiento.
El procedimiento ASTM D1194 considera como capacidad de soporte última para la
placa de carga, qult (placa), la carga correspondiente a un asentamiento del 10% del
diámetro de la placa.

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La Ecuación 3 permite determinar la capacidad de soporte última para suelos arenosos.


La capacidad de soporte última, qult, se calcula a partir de la capacidad de soporte última del
ensayo de carga de placa, qult (placa).

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En su planteamiento, Terzaghi, llega a la propuesta de una ecuación para obtener la

Capacidad de Carga Ultima (a la que llama: ), para una zapata alargada:

Y para el caso de emplearse una zapata cuadrada, propone:

Como es sabido los valores Terzaghi los establece en función de


De las anteriores ecuaciones, pueden desprenderse claramente algunas observaciones
interesantes, las cuales podemos sintetizar como que el resultado de las mencionadas
ecuaciones (la Capacidad del Carga Ultima del suelo), está formado por la suma de tres
elementos básicos: En el primero de ellos podemos apreciar que se consideran las
características cohesivas o friccionantes del suelo al involucrar el valor "c"; en el
segundo elemento puede claramente apreciarse como influye en el resultado final la

profundidad de desplante de la zapata así como el Peso Volumétrico del suelo

y en el último elemento que compone la ecuación se involucra la forma de la


cimentación al incluir la dimensión del ancho de la zapata (B).
Por lo tanto, podemos establecer la confirmación de que un suelo no tiene una
capacidad de carga fija y única, como en algunos casos reales se pretende considerar, sino
que ésta (la capacidad de carga) dependerá tanto de las características particulares del
suelo (cohesión, fricción y peso volumétrico, básicamente), así como también dependerá
de las características del proyecto mismo de la cimentación especifica que pretenda ser
construida (profundidad de desplante y ancho B, en zapatas rectangulares y el radio en
circulares. En este breve escrito no se hace mención a la ecuación propuesta por Terzaghi
para zapatas circulares). Es por ello que varios investigadores han propuesto
modificaciones a la teoría de Terzaghi, considerando que debe darse una

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mayor importancia a los aspectos de profundidad y forma de una cimentación


(investigadores como Hansen, Chen y otros más).

No debe usted olvidar la consideración que hace Terzaghi, en cuanto al tipo de material
del suelo existente: Deben distinguirse los casos en los cuales es probable que se
presente falla local, de aquellos en los que las probabilidades son de acusar un tipo de
falla general. En materiales arenosos sueltos o arcillosos blandos la deformación puede
crecer mucho al ser sometidos a cargas que se aproximen a la de falla, esto pudiese
provocar que no se desarrolle un estado plástico completo, pero el asentamiento sería tal
que obliga a considerar condición de falla. Este último caso sería el que Terzaghi define
como de falla local.
Existe además, un importante factor que también deberá ser tomando en cuenta, como
es la posición que ocupa el N.A.F. (nivel de agua freática), en relación con la profundidad
de desplante de la zapata propuesta.
R. Estanol, espero que en estas pocas palabras, haya conseguido aclarar algunas de sus
dudas respecto al tema, el cual puede ser muy amplio.
Debido a que este tema ha despertado mucho interés entre los lectores de ésta página
WEB, según me lo hacen saber en sus búsquedas y preguntas, próximamente
incluiremos un programa que ayude a calcular, para visualizar con mayor claridad y
rapidez, el cambio que sufre el valor de la Capacidad Ultima de Carga de un suelo de
determinadas características, cuando variamos las de una zapata desplantada en él.

EL ENSAYO DE CORTE DIRECTO impone sobre un suelo las condiciones idealizadas


del ensayo. O sea, induce la ocurrencia de una falla a través de un plano de localización
predeterminado. Sobre este plano actúan dos fuerzas (o esfuerzos): un esfuerzo normal
debido a una carga vertical (Pv) aplicada externamente y un esfuerzo cortante debido a
la aplicación de una carga horizontal (Ph). Estos esfuerzos se calculan simplemente como:

σ n = Pv /A t f = Ph /A

Donde A es el área nominal de la muestra (o de la caja de corte) y usualmente no


se corrige para tener en cuenta el cambio de área causada por el desplazamiento lateral

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de la muestra (Ph).La relación entre los esfuerzos de corte de falla ( t f ) y los esfuerzos
normales ( σ n ) en suelos, se muestra en la figura 5.21 y puede representarse por la
ecuación siguiente:
tf = c + σ n * tg Φ

f 3 3
f C + n * tg 
f 2 2

f 1 1
Φ
C

N1/L2 Esfuerzo normal n

Fig. Relación entre los esfuerzos de corte


máximo y los esfuerzos normales. La
línea recta obtenida se conoce como
Envolvente de falla

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Ecuación de falla de corte de Coulomb


En 1776 Coulomb observó que si el empuje que produce un suelo contra un
muro de contención produce un ligero movimiento del muro, en el suelo que está retenido
se forma un plano de deslizamiento esencialmente recto. El postuló que la máxima
resistencia al corte, , en el plano de falla está dada por
 = c +  tan 

Donde  es el esfuerzo normal total en el plano de falla


 es el ángulo de fricción del suelo
c es la cohesión del suelo

La utilización de la ecuación de Coulomb no condujo siempre a diseños


satisfactorios de estructuras de suelo. La razón para ello no se hizo evidente hasta que
Terzaghi publicó el principio de esfuerzos efectivos.
 = ´+ u

Donde u = presión intersticial


´= esfuerzo efectivo

Pudo apreciarse entonces que, dado que el agua no puede soportar esfuerzos
cortantes substanciales, la resistencia al corte de un suelo debe ser el resultado únicamente
de la resistencia a la fricción que se produce en los puntos de contacto entre partículas; la
magnitud de ésta depende solo de la magnitud de los esfuerzos efectivos que soporta el
esqueleto de suelo. Por tanto, cuanto más grande sea el esfuerzo efectivo normal a un
plano de falla potencial, mayor será la resistencia al corte en dicho plano. Entonces, si se
expresa la ecuación de Coulomb en términos de esfuerzos efectivos, se tiene:

 = c´ + ´ tan ´

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En la cual los parámetros c´ y ´ son propiedad del esqueleto de suelo,


denominadas cohesión efectiva y ángulo de fricción efectiva, respectivamente.
Puesto que la resistencia al corte depende de los esfuerzos efectivos en el suelo,
los análisis de estabilidad se harán entonces, en términos de esfuerzos efectivos. Sin
embargo, en ciertas circunstancias el análisis puede hacerse en términos de esfuerzos
totales y por tanto, en general, se necesitará determinar los parámetros de resistencia al
corte del suelo en esfuerzos efectivos y en esfuerzos totales. Es decir, los valores de c´,
´ y c, . Estos se obtienen, a menudo en ensayos de laboratorio realizados sobre
muestras de suelo representativas mediante el ensayo de corte directo (ASTM D-3080-
72) o el ensayo de compresión Triaxial (ASTM D-2805-70).

Componentes de la resistencia al corte


De la ley de Coulomb se desprende que la resistencia al corte de suelos en
términos generales tiene dos componentes:
a) Fricción (tg Φ) que se debe a la trabazón entre partículas y al roce entre ellas
cuando están sometidas a esfuerzos normales.
b) Cohesión
(C) que se debe a fuerzas internas que mantienen unidas a las partículas en una
masa.

Como en la ecuación  f = c + σ n * tg Φ existen dos cantidades


desconocidas (c y Φ), se requiere obtener dos valores, como mínimo de esfuerzo normal
y esfuerzo cortante para obtener una solución.
Como el esfuerzo cortante  y el esfuerzo normal σn tienen el mismo significado
dado en la construcción del círculo de Mohr, en lugar de resolver una serie de
ecuaciones simultáneas para c y para tg Φ, es posible dibujar en un plano de ejes
coordenados los valores de  contra σn para los diferentes ensayos (generalmente con 
como ordenada), dibujar una línea a través del lugar geométrico de los puntos, y establecer
la pendiente de la línea como el ángulo y la intersección con el eje  como la cohesión c.

Para materiales no cohesivos, la cohesión debería ser cero por definición y la


ecuación de Coulomb se convierte en:

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f = σ n * tgΦ

Siendo N la fuerza vertical que actúa sobre el cuerpo, la fuerza horizontal necesaria
( T ) para hacer deslizar el cuerpo, debe ser superior a N, siendo el coeficiente de roce
entre los dos materiales. Esta relación también puede ser escrita de la forma
siguiente:
T = N tgΦ
siendo Φ, el ángulo de roce o ángulo formado por la resultante de las dos fuerzas con la
fuerza normal. La resistencia al deslizamiento es proporcional a la presión normal y puede
ser representada Por la figura 5.22.

Fig. 5.22 Mecanismos de los fenómenos de fricción

3.3 3
.3
Ensay
o de
corte
direct
o

Fig. 5.20 Corte Directo

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La fig. 5.20a muestra los principales detalles del aparato de corte directo, en el
cual la muestra de suelo se introduce en un molde dividido horizontalmente en dos
mitades. Se aplica luego a la muestra una fuerza normal N mediante una placa de carga,
y, luego de fijar la mitad superior del molde, se corta la muestra en un plano horizontal
mediante la aplicación de una fuerza cortante .
El diseño del molde no permite el control del drenaje de la muestra. Esta no es una
limitante en el caso de arenas y gravas, que son materiales de drenaje libre y por lo general
fallan en condiciones completamente drenadas. Sin embargo, en depósitos de arcilla un
elemento de suelo en el campo puede fallar sin ningún drenaje, con drenaje parcial, o
drenaje completo. La falta de control del drenaje hace obvio que exista una incertidumbre
sobre si este valor representa o no la verdadera resistencia no drenada. Por esta razón,
la resistencia al corte no drenado de un suelo arcilloso a menudo se mide en una cámara
Triaxial, la cual permite el completo control del drenaje de la muestra. Sin embargo, el
ensayo de corte directo puede utilizarse para medir la resistencia drenada de los suelos
arcillosos si primero se consolida por completo la muestra bajo la carga normal y luego
se corta la muestra a una velocidad suficientemente lenta para asegurarse de la disipación
inmediata del exceso de presión intersticial que se produce durante el corte.
La Fig. 5.20b muestra las relaciones típicas esfuerzo-deformación unitaria- cambio
de volumen. Al graficar el máximo esfuerzo cortante f en función del esfuerzo normal
efectivo ´ se obtiene el ángulo de fricción efectivo para un estado de densidad en
particular. Para establecer la envolvente de falla se realizan diferentes ensayos con
diferentes valores de presión de confinamiento (esfuerzo normal) y se dibuja una línea
recta desde el origen (ya que ´ = 0 en suelos granulares) pasando por los respectivos
puntos; la pendiente de esta línea se designa con ’.

Tipo de suelo ´ Grados


Suelto Denso
limo 27 - 30 30 - 34
arena limosa 27 - 33 30 - 35
arena uniforme 28 34
arena bien graduada 33 45
grava arenosa 35 50

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Tabla V.21 Valores de ´ para suelos granulares

En la fig. 5.22 b y c, se ve que los cambios de volumen tienen una influencia


fundamental en el valor de la resistencia al corte de los suelos. Tales efectos se reflejan
empíricamente en el valor ´ en la ecuación de Coulomb. Sin embargo, un tratamiento
detallado requiere un estudio del comportamiento de las partículas del suelo para
separar el componente de la resistencia debido a la estructura de partículas, de aquel que
corresponde a la fricción entre partículas.
Algunas veces para obtener el desplazamiento necesario debe invertirse de manera
repetida la dirección del corte, pero ello distorsiona el alineamiento de las partículas y no
se logra el verdadero valor para el estado mínimo. El problema puede resolverse
utilizando el aparato de corte de corte tipo anular en el cual se prueba una muestra de
suelo de forma anular en un anillo partido horizontalmente en su plano medio, lo cual
permite que la mitad inferior de la muestra sea cizallada continuamente en una dirección
sobre la mitad superior fija, sin cambio de contacto en el área de contacto entre las dos
caras.

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