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I. INTRODUCCION
A continuación se ofrece con propósito ilustrativo ciertas pautas indicativas del probable
comportamiento de algunos tipos de suelos. Desde luego, no eximen de la obligatoriedad
de contar, especialmente en los casos precedentemente indicados, con los correspondientes
estudios de suelos.
Grava. Con excepción de las gravas pizarrosas, la grava es material apropiado para
cimentaciones siempre y cuando subyacentes no existan estratos frágiles o blandos, ni esté
expuesta a socavación la cimentación.
La grava tiene reducida o casi nula capilaridad; por tanto, no es probable que la presencia
de agua subterránea, o su humedecimiento, sean causas de disminución de su resistencia ni
origen de asentamientos.
Cuando se trate de este tipo de suelo, es preciso profundizar las excavaciones para
cimentos y definitivamente limitar las presiones de contacto cimento – suelo. La razón de
esta exigencia podemos percibirla cuando caminamos por la playa, la arena fluye a cada
lado hundiéndose los pies; sin embargo, a cierta profundidad los pies no bajan ya más: la
capacidad de carga ha aumentado. Lo mismo pasa con cimentaciones construidas a mayor
profundidad.
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Arcilla. Es dura cuando está seca, pero su consolidación se produce lentamente. Cuando
es humedecida se torna plástica y deformable, modificando su consistencia según el grado
de humedecimiento que alcance; por lo tanto, en suelos arcillosos la alteración del
contenido de agua en su masa juega importante rol en su comportamiento y resistencia.
También los suelos pueden humedecerse por efecto de la capilaridad, es decir, por succión
del agua que pudiera encontrarse en capas inferiores.
La succión es pequeña o casi nula en suelos granulares (arenas y gravas), pero suele ser
grande en suelos arcillosos, ascendiendo el agua hasta alcanzar los cimientos de los
edificios.
Suelos que contienen materia orgánica. Los suelos que contienen materia orgánica, la
turba y el fango, definitivamente no son apropiados para cimentaciones.
Estas capas deben ser eliminadas durante la excavación, la misma que debe profundizarse
hasta encontrar capas suficientemente resistentes. Los suelos de color marrón oscuro, gris
oscuro o negro, o tengan olor característico, estructura esponjosa o fibrosa, corresponden a
este inconveniente tipo de suelo. Desde luego, un suelo producto de rellenos tampoco es
apropiado para cimentaciones.
Homogeneidad del subsuelo. Otra característica que también debe tenerse en cuenta en
cimentaciones es la uniformidad del subsuelo. Cuando las capas subyacentes a la
cimentación son suficientemente resistentes la condición es favorable: sin embargo,
cuando una capa de comprobada resistencia para la cimentación prevista reposa sobre otra
de menor resistencia la situación cambia sustancialmente.
A modo ilustrativo, veamos el caso de una zapata cimentada sobre una capa de arena y que
debajo de esta se encuentre una de arcilla blanda (Fig. 1). La presión supuesta como
admisible para la arena es transferida a la capa de arcilla blanda, la misma que fluye hacia
los lados, lo probable es que se produzca el asentamiento de la zapata.
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Por ello insistimos en que el aspecto de las capas superficiales no es suficiente para
deducir con certeza el comportamiento de un determinado suelo. Es indispensable la
exploración de las capas inferiores hasta la profundidad procede en cada caso.
Pues bien, la capa de suelo deberá ser capaz de soportar la presión aplicada (en este caso, 2
kg/cm2). Como podemos observar, la acción sobre el terreno no depende exclusivamente
de la carga absoluta aplicada, sino también del área de contacto entre el cimiento y el
suelo.
Una arcilla es dura cuando se parte con dificultad en terrones que no se pueden pulverizar
o amasar fácilmente con los dedos. Una arcilla es firme o de consistencia media cuando se
puede amasar, aunque con bastante esfuerzo.
Las arcillas blandas se pueden amasar con relativa facilidad, pero no tienen consistencia
pastosa.
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1.- INTRODUCCION:
2.- TIPOLOGÍAS:
2.1.2.- Zapatas
2.2.1.- Pilotes
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b).- Excavación
f).- Colocar las piedras dejando espacios para que el concreto los cubra
g).- Colocar otra capa de concreto, hasta el nivel requerido, dejando en la parte superior
piedras que sobresalgan en los lugares donde se va ubicar el sobrecimiento.
2.1.2.- Zapatas:
Zapatas Aisladas:
Son típicas en cimentaciones de edificios o estructuras sustentadas por pilares. Las riostras
que unen las distintas unidades no suelen reducir notablemente las cargas verticales que
actúan en cada zapata y por lo tanto, a efectos de hundimiento y de asientos, éstas pueden
considerarse individualmente.
Su principal objetivo es la de evitar desplazamientos laterales.
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Zapatas Combinadas:
Soportan las descargas de dos o más columnas. Necesarias cuando se debe colocar una
columna en la colindancia de un edificio y la losa de la zapata no se puede proyectar fuera
de la colindancia.
Zapatas Corrida:
Es una franja continua de losa a lo largo del muro y de un ancho mayor que el espesor
del mismo. La proyección de la zapata se trata como un voladizo cargado con la presión
distribuida del suelo.
Se las emplea en suelos poco resistentes, para integrar linealmente la cimentación de varias
columnas. Cuando se integran las columnas superficialmente mediante vigas de
cimentación en dos direcciones, se forma una malla de cimentación.
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2.2.1.- Pilotes:
Se los emplea cuando los estratos resistentes de suelo son muy profundos. El hincado de
pilotes permite que se alcancen esos estratos resistentes.
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Las zapatas deberán diseñarse para resistir fuerzas cortantes en cada dirección
independientemente, tomando como sección crítica a una distancia d desde la cara de
las columnas o elementos verticales.
La capacidad resistente a cortante tipo viga del hormigón se calcula con la siguiente
expresión empírica:
Las zapatas deberán diseñarse para resistir fuerzas cortantes de punzonamiento en dos
simultáneamente, tomando como sección crítica a aquella que se ubica a una distancia d/2
alrededor del elemento vertical de carga (columna, muro de corte, etc.).
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La sección crítica de flexión en una dirección se ubicará en las caras de los elementos
verticales de carga.
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Las zapatas inclinadas o escalonadas que se dimensionen como una unidad, deben
construirse para asegurar su comportamiento como tal (deberán ser monolíticas).
4.3.- Tensiónefectivabruta(q’b)
Es la diferencia entre la tensión total bruta, qb y la presión intersticial al nivel de la
cimentación (q’b = qb - u).
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Estabilidad global
La estructura y su cimiento pueden fallar globalmente sin que se produzcan, antes, otros
fallos locales. Este tipo de rotura es típico de cimentaciones en taludes o en medias laderas.
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Nq tan 2 45 e ta n
2
N c N q 1cot
N 2N q 1 tan
Nc = 5,14
Ng = 0
En la siguiente tabla se recogen los valores de los coeficientes de carga para el rango de
ángulos de rozamiento interno en los suelos.
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COEFICIENTES DE FORMA
Tras una serie muy cuidada de ensayo en modelo reducido en arena, De Beer (1970)
dedujo las siguientes expresiones:
B Nq
Fes 1
L N
c
tan
B
Fqs 1
L
B
Fs 1 0.4
L
COEFICIENTES DE INCLINACIÓN
Las expresiones que proporcionan los valores de los coeficientes de inclinación se
deben a Schultze (1952), Caquot y Odgaard entre otros.
2
F F
ci qi 1
90
2
Fi 1
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Basicamnete nesecitamos saber sus caracteristicas del suelo y eso se comienza desde la
inspeccion ocular hasta ensayos con maquinas muy especiales que te pueden brindar
resultados con muy poco error, entre ellos podemos destacar:
Granulometría
Límites de consistencia
Humedad natural
Clasificación de suelos
Pesos específicos
Porosidad
Grado de saturación
Relación de vacíos
Ensayos especiales
Triaxiales
Cortes directos
Consolidación
Pesos unitarios
Densidad in situ
Ensayo de la Placa
Resultados
Capacidad de soporte admisible
Módulo de reacción K
Asentamiento en suelo S
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INTRODUCCIÓN
El ensayo de penetración estándar para la determinación de la capacidad de soporte
admisible del suelo. Se hace un análisis actualizado de los puntos más importantes
asociados al ensayo de penetración estándar, usos y su aplicabilidad en el
dimensionamiento de cimentaciones.
2) Diferentes configuraciones del martillo de hinca, de las cuales son las más comunes
el martillo anular y el martillo de seguridad.
3) El control de la altura de caída pudiendo realizarse manualmente o con malacate y
soga.
6) El diámetro de perforación,
EN PANAMA, utilizan otro tipo de ensayo para hallar la capacidad de soporte del suelo
que a continuación se detallara
Los cimientos superficiales deben ser diseñados para que las cargas transmitidas
al suelo no causen fallas de capacidad de soporte, ni asentamientos excesivos que
ocasionen daños a la estructura soportada. El método más confiable para obtener la
capacidad de soporte de un suelo es el realizar una prueba de carga. La prueba de placa
o ensayo de carga de placa es una prueba de campo utilizada para la estimación de la
capacidad de soporte última y el asentamiento de suelos. En nuestro medio, la prueba de
campo más utilizada para estimar la capacidad de soporte de un suelo es mediante el
Ensayo de Penetración Estándar que resulta ser demasiado conservador. El Reglamento
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No debe usted olvidar la consideración que hace Terzaghi, en cuanto al tipo de material
del suelo existente: Deben distinguirse los casos en los cuales es probable que se
presente falla local, de aquellos en los que las probabilidades son de acusar un tipo de
falla general. En materiales arenosos sueltos o arcillosos blandos la deformación puede
crecer mucho al ser sometidos a cargas que se aproximen a la de falla, esto pudiese
provocar que no se desarrolle un estado plástico completo, pero el asentamiento sería tal
que obliga a considerar condición de falla. Este último caso sería el que Terzaghi define
como de falla local.
Existe además, un importante factor que también deberá ser tomando en cuenta, como
es la posición que ocupa el N.A.F. (nivel de agua freática), en relación con la profundidad
de desplante de la zapata propuesta.
R. Estanol, espero que en estas pocas palabras, haya conseguido aclarar algunas de sus
dudas respecto al tema, el cual puede ser muy amplio.
Debido a que este tema ha despertado mucho interés entre los lectores de ésta página
WEB, según me lo hacen saber en sus búsquedas y preguntas, próximamente
incluiremos un programa que ayude a calcular, para visualizar con mayor claridad y
rapidez, el cambio que sufre el valor de la Capacidad Ultima de Carga de un suelo de
determinadas características, cuando variamos las de una zapata desplantada en él.
σ n = Pv /A t f = Ph /A
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de la muestra (Ph).La relación entre los esfuerzos de corte de falla ( t f ) y los esfuerzos
normales ( σ n ) en suelos, se muestra en la figura 5.21 y puede representarse por la
ecuación siguiente:
tf = c + σ n * tg Φ
f 3 3
f C + n * tg
f 2 2
f 1 1
Φ
C
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Pudo apreciarse entonces que, dado que el agua no puede soportar esfuerzos
cortantes substanciales, la resistencia al corte de un suelo debe ser el resultado únicamente
de la resistencia a la fricción que se produce en los puntos de contacto entre partículas; la
magnitud de ésta depende solo de la magnitud de los esfuerzos efectivos que soporta el
esqueleto de suelo. Por tanto, cuanto más grande sea el esfuerzo efectivo normal a un
plano de falla potencial, mayor será la resistencia al corte en dicho plano. Entonces, si se
expresa la ecuación de Coulomb en términos de esfuerzos efectivos, se tiene:
= c´ + ´ tan ´
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f = σ n * tgΦ
Siendo N la fuerza vertical que actúa sobre el cuerpo, la fuerza horizontal necesaria
( T ) para hacer deslizar el cuerpo, debe ser superior a N, siendo el coeficiente de roce
entre los dos materiales. Esta relación también puede ser escrita de la forma
siguiente:
T = N tgΦ
siendo Φ, el ángulo de roce o ángulo formado por la resultante de las dos fuerzas con la
fuerza normal. La resistencia al deslizamiento es proporcional a la presión normal y puede
ser representada Por la figura 5.22.
3.3 3
.3
Ensay
o de
corte
direct
o
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La fig. 5.20a muestra los principales detalles del aparato de corte directo, en el
cual la muestra de suelo se introduce en un molde dividido horizontalmente en dos
mitades. Se aplica luego a la muestra una fuerza normal N mediante una placa de carga,
y, luego de fijar la mitad superior del molde, se corta la muestra en un plano horizontal
mediante la aplicación de una fuerza cortante .
El diseño del molde no permite el control del drenaje de la muestra. Esta no es una
limitante en el caso de arenas y gravas, que son materiales de drenaje libre y por lo general
fallan en condiciones completamente drenadas. Sin embargo, en depósitos de arcilla un
elemento de suelo en el campo puede fallar sin ningún drenaje, con drenaje parcial, o
drenaje completo. La falta de control del drenaje hace obvio que exista una incertidumbre
sobre si este valor representa o no la verdadera resistencia no drenada. Por esta razón,
la resistencia al corte no drenado de un suelo arcilloso a menudo se mide en una cámara
Triaxial, la cual permite el completo control del drenaje de la muestra. Sin embargo, el
ensayo de corte directo puede utilizarse para medir la resistencia drenada de los suelos
arcillosos si primero se consolida por completo la muestra bajo la carga normal y luego
se corta la muestra a una velocidad suficientemente lenta para asegurarse de la disipación
inmediata del exceso de presión intersticial que se produce durante el corte.
La Fig. 5.20b muestra las relaciones típicas esfuerzo-deformación unitaria- cambio
de volumen. Al graficar el máximo esfuerzo cortante f en función del esfuerzo normal
efectivo ´ se obtiene el ángulo de fricción efectivo para un estado de densidad en
particular. Para establecer la envolvente de falla se realizan diferentes ensayos con
diferentes valores de presión de confinamiento (esfuerzo normal) y se dibuja una línea
recta desde el origen (ya que ´ = 0 en suelos granulares) pasando por los respectivos
puntos; la pendiente de esta línea se designa con ’.
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