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Introducción

En esta sala se describen las funciones de la antropología e historia: la unidad y al


mismo tiempo la diversidad del ser humano y su cultura, a través de la
antropología física, la arqueología, la lingüística y la etnografía. Mediante
reproducciones se puede observar la evolución de la vida en la tierra, desde los
primeros seres que vivieron en el mar hasta el hombre modernos son sus
características físicas. La arqueología se encarga de buscar los restos materiales
de las antiguas civilizaciones: en esta sala se presentan tanto las culturas que
florecieron en el viejo mundo como las asentadas en América. La sección
dedicada a la etnografía muestra las diferentes tradiciones y costumbres de los
pueblos no occidentales.

Mesoamérica

Mesoamérica es como se le conoce al territorio central de américa, precisamente


Mesoamérica es una palabra proveniente del griego, en donde la palabra “meso”
significa medio, así Mesoamérica solo se refiere a la parte central del continente
americano; el nombre de Mesoamérica fue creado en el año de 1943 por Paul
Kirchhoff.

Abarca desde Costa Rica, pasando por Nicaragua, Honduras, Belice, el Salvador,
Guatemala y una sección del Estado de México, (casi el centro de México).

Mesoamérica se encuentra cubierta principalmente de zonas selváticas, bosques y


algunos lugares desérticos, los climas en Mesoamérica no varían mucho, y
tienden a ser tropicales, raras veces nieva.

Las zonas centrales de américa, se caracterizaron por ser culturas agricultoras,


que domesticaron pocos animales y se concentraban en la cacería como fuente de
proteína.

En Mesoamérica predominaron ampliamente dos culturas, la Maya y la Olmeca; la


cultura maya se caracterizó por haber inventado el número cero, por la creación
de varias ciudades, por ser uno de los primeros pueblos sedentarios de américa,
crearon múltiples templos y ciudades con grandiosos monumentos, pero que
extrañamente fueron abandonados, aún antes de que llegaran los españoles.

En esta zona, los mayas tuvieron muchos dialectos e incluso como cultura crearon
un calendario “calendario maya”.

Orígenes
El continente americano fue poblado principalmente en mayoría por los hombres
que procedían del norte y noroeste de Asia y, en menor grado por migrantes de
Oceanía y África, tal y como se muestra en la sala. Además los instrumentos de
piedra que usaban los cazadores prehistóricos se exhiben los restos de mamut y
otros animales pleistocénicos, además de unos cráneos humanos; todos dan una
idea de las características físicas de esa población nativa. La gran aportación de
os antiguos mexicanos fue la domesticación del maíz y otros vegetales tal como
se exhibe el proceso.

Teotihuacán

Los inicios de Teotihuacán. La mayoría de los investigadores afirman que los


orígenes de Teotihuacán se remontan al año 500 antes de Cristo (A. de C.)
cuando ese valle se encontraba ocupado por pueblos dispersos en pequeñas
aldeas, dedicados a la agricultura y la recolección de frutos, tenían industria
alfarera y hacían templos de pequeños basamentos rudimentarios.

Trescientos años después estos pequeños grupos sociales transformaron sus


estructuras sociales a unas más complejas que se asentaron en el centro del valle
de Teotihuacán, época en la que construyeron las pirámides del Sol y de la Luna.

Tolteca

En esta Sala se explicará el impacto del ocaso de Teotihuacán (650 d.C.) entre los
diversos grupos étnicos del centro del país, que provocó reordenamientos
poblacionales y disputas por las rutas de intercambio. Además, dará cuenta de sus
combates entre sí para obtener el control político, económico e ideológico de la
región durante el Epiclásico, periodo en el cual comenzó a surgir la ciudad tolteca
de Tula Chico.

El nuevo recorrido abrirá con piezas que hacen referencia a tres ciudades que se
tuvieron su auge de 600 a 950 d.C., y que fueron antecesoras al esplendor tolteca:
Xochicalco, Cacaxtla-Xochitécatl y Cantona

Mexica

La Sala Mexica es una de las más representativas del Museo Nacional de


Antropología. Así también, es una de las que cuenta con más piezas
arqueológicas para la contemplación y estudio del público. Esta parte de la
colección del museo, nos hace patente la relevancia que tuvo la cultura azteca
durante el periodo Posclásico Tardío, esto es, desde el año 1250 y hasta el 1521
d.C.

Los objetos que se exhiben en la Sala Mexica son testimonio del poderío y la
visión del universo que tenían los aztecas. Quien explore esta parte del museo,
tendrá la oportunidad de observar admirables muestras de la escultura azteca,
como es el caso de la gran Coatlicue, la Piedra del Sol (conocida popularmente
como el Calendario Azteca), la Piedra de Tizoc o bien, un formidable cuauhxicalli ,
es decir un recipiente para ofrendas con forma de felino. Así también la Sala
Mexica cuenta con diversas representaciones de las divinidades aztecas, piezas
de lapidaria y una notable maqueta del prehispánico mercado de Tlatelolco.
También ponderables son las ofrendas halladas en el Templo Mayor y que se
preservan y exhiben en esta área del Museo Nacional de Antropología.

Oaxaca

La vida prehispánica en Oaxaca se divide en tres grandes periodos, el preclásico (


1540 A de C. al 200 D de C.), el clásico (200 al 900 D de C.) y el postclásico (
900-1521 D. de C.). En el periodo preclásico se han encontrado pintas de flecha
en los valles céntrale de Oaxaca, esculturas incipientes en piedra con una técnica
rudimentaria. Las poblaciones no rebasaban los mil habitantes.

Periodo Clásico. Hacia el año 200, Monte Albán es una ciudad en la cima de su
desarrollo. Existen relaciones comerciales con los toltecas en especial con
Teotihuacán, de igual forma existe comercio con ciudades mayas. El final del
periodo clásico se encuentra marcado por la decadencia de Monte Albán. En esta
etapa de esta civilización, los jefes guerreros cambiaron la capital a la ciudad de
Zaachila.

Costas del Golfo

Se ha considerado como la zona del Golfo la comprendida entre el río Soto la


marina en Tamaulipas hasta el Rio Grijalba en el estado de Tabasco. En esta
vasta región se asentaron básicamente cuatro culturas. Los Olmecas, las
Remojadas, los Totonacos y los Huastecos. Los Olmecas se ubicaron en el sur de
Veracruz y norte de Tabasco. Los Remojadas y Totonacos en el centro de
Veracruz y los Huastecos en el Norte de Veracruz y parte de los estados de
Hidalgo, San Luis Potosí y sur de Tamaulipas. La cultura Olmeca floreció en la
actual República Mexicana, en la región que comprende la parte sur del estado de
Veracruz y el oriente del estado de Tabasco, entre el río Grijalva y el Papaloapan.
Esta, es considerada como la cultura madre de la civilización en Mesoamérica.
Limitada al oriente por las montañas de los Tuxtlas, y por la Sierra Madre del Sur
se encuentra la región más destacada debido a que en ella se encuentran las que
fueron acaso, sus poblaciones más importantes: La Venta, San Lorenzo, Laguna
de los Cerros, Tres Zapotes.

Maya

La primera parte de la exhibición del museo, dedicada a la cultura maya, nos


presenta el marco físico donde florecieron las ciudades más importantes de este
pueblo prehispánico. Para ello se nos muestran diversas fotografías y pinturas,
una de ellas realizada por Luis Covarrubias. Luego aparecen piezas orientadas a
la descripción de los rasgos físicos de los mayas antiguos, así como también
fotografías de sus descendientes los mayas contemporáneos. Figurillas de barro,
estelas de piedra y dinteles grabados, son excelentes documentos históricos y
fuentes de información para darnos una idea de cuáles eran los rasgos
característicos de los mayas prehispánicos.
Otra parte de este recorrido nos presenta una vitrina con distintos instrumentos
musicales que utilizaban los mayas, en el marco de sus rituales y festividades. De
entre tales instrumentos musicales hay que mencionar silbatos, ocarinas y
sonajas. Otra vitrina nos muestra representaciones variadas de dioses, sacerdotes
o grandes señores, sentados en tronos o altares. Estas figuras nos ayudan a
comprender rasgos de las creencias cosmogónicas de los mayas y sus
perspectivas religiosas y políticas.
Una de las vitrinas más interesantes de esta sección del Museo Nacional de
Antropología e Historia dedicada a los mayas, exhibe la evolución de los trabajos
en cerámica de esta cultura con el paso del tiempo y de acuerdo los distintos
periodos de estudio de la historia antigua de México. Además, diseminadas en
toda la Sala Maya, aparecen muestras de lápidas, dinteles y estelas de piedra con
el propósito de llevar el registro del tiempo. En tales trabajos se hace patente la
maestría que alcanzaron los mayas para la escritura jeroglífica, las observaciones
astronómicas, la escultura en piedra y en estuco.

Norte
Paquimé tiene antecedentes y relaciones con otras culturas situadas en lo que
ahora es el norte de México y el suroeste de Estados Unidos. En este vasto
territorio se han desarrollado diferentes culturas, cuyas similitudes y
particularidades se manifiestan en su vida material, social y ritual.

A finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, el arqueólogo Charles


Di Peso, con apoyo de la fundación Amerind, realizo excavaciones en Paquimé,
en donde encontró objetos que dan cuenta a la importancia de la ciudad y de sus
pobladores. Los sorprendes hallazgos de materiales marinos, como conchas y
caracoles, así como los criaderos de guacamayas en cuartos destinados para su
almacenamiento, dan la impresión de que el uso del espacio urbano no era
altamente especializado y funcional.

Occidente

En la Sala de Occidente se pueden observar ruinas y objetos de las culturas que


se asentaron en el actual Occidente de México, que comprende los territorios de
los actuales Estados de Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán, parte de
Guerrero y Guanajuato. Estos grupos se asentaron en un territorio con paisajes
muy diversos desde las costas de estos Estados, lagos, y llanuras.

CHUPÍCUARO. Es una muestra de las culturas que se asentaron en el actual


estado de Guanajuato, se caracterizaron por una alfarería refinada y graciosa.
Esta cultura enterraba a sus muertos directamente en el suelo junto a sus hogares
y eran acompañados de numerosos objetos como ofrendas. Los grupos de que
vivieron en el actual estado de Sinaloa realizaban bellos trabajos con conchas.

Etnografía

Los pueblos indígenas contemporáneos de México poseen una cultura tradicional


que confirma una gran identidad; se dedicaban en particular a la agricultura y
desde el siglo XVI tras la conquista española, su religión, aunque esencialmente
católica sufrió un acusado sincretismo debido a que persistieron elementos de
cultos prehispánicos, lo que hace fascinantes sus fiestas y ceremonias. En las
diversas salas de la planta alta del museo se pueden apreciar su arquitectura
tradicional, elaborada sobre todo con madera, paja y lodo, y también se identifican
cada uno de estos pueblos por su lengua particular y su vestimenta tramada en
telares de cintura, en los que se producen multicolores diseños.

Son también de gran atractivo la cerámica, las máscaras y el mobiliario que


constituyen la base fundamental del arte popular de México.

Conclusión

Las más importantes obras de arqueología y arte del México prehispánico, así
como los testimonios de la vida cotidiana y ritual de los grupos indígenas
contemporáneos, se encuentra en el Bosque de Chapultepec en el Museo
Nacional de Antropología e Historia.
El museo es heredero directo del primer Museo mexicano, fundado por el
presidente Guadalupe Victoria en 1825. Desde Aquellos Años del México
independiente, el país se ha preocupado por resguardar su patrimonio
arqueológico y etnográfico con objetivo de mostrárselo a los visitantes nacionales
y extranjeros, de tal manera que en el recorrido realizado por las salas del museo
es posible reconocerla calidad estética y tecnología que alcanzaron las culturas
prehispánicas y, al mismo tiempo, observar las características que identifican a los
indígenas que viven dispersos por todo el país y que, aún hoy, producen
extraordinarias obras de arte popular.

El diseño del museo es obra del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, quien se
inspiró en las formas y estilos de las antiguas construcciones arqueológicas. La
fachada tiene grabado el escudo nacional y trasponer la entrada se encuentra el
gran vestíbulo donde se ubica el auditorio Torres Bodet, la Sala de Exposiciones
Temporales, las oficinas administrativas, la librería, la tienda de reproducciones y,
en la parte superior, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.

El gran patio recibe al visitante con la columna original paraguas, que también es
una fuente, donde se describe la historia de México; en la planta baja se hallan las
12 salas de Arqueología y en la planta alta las de Etnografía.

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